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1. EL TRABAJO.
Lo que confirma que la prestación de servicios cuando se realiza para otra persona
siempre existió, por ello se sostiene que el trabajo es una institución tan antigua
como la misma humanidad, a lo largo del tiempo y a lo ancho de espacios
socioculturales, no solo se diversifica su escenario, su trama y sus actores, sino que
también metamorfosea el sentido, el valor, el significado y las funciones que los son
encomendadas; pero la relación jurídica tenía otra normativa, fue con la
revolución industrial y el surgir de una sociedad capitalista a través de la revolución
burguesa cuando nació la Legislación del Trabajo y luego el Derecho del Trabajo.
a. La Servidumbre.
b. El Trabajo Gremial.
La crisis del trabajo servil y la decadencia del sistema gremial, junto con la aparición
de un nuevo modelo productivo constituyen las notas configuradoras del trabajo
en la época moderna.
Crisis de Organización: Puesto que con el paso del tiempo el gremio se fue
convirtiendo en el negocio de un número cada vez menor de maestros que
cerraban de hecho a los oficiales la posibilidad de llegar a ser maestros,
exigiendo cuantiosas tasas y obras maestras para obtener tal grado, la
categoría de maestro se hace de hecho hereditaria. Abusos que
provocaron reacciones de los oficiales que se coaligaron (antecedente de
los sindicatos) y recurrieron a medios de presión.
A estas dos crisis, se agrega que en este período de la Edad Moderna, a partir del
siglo XVI, aparece un nuevo modelo productivo basado en la producción a gran
escala y a la generalización del trabajo libre: modo de producción capitalista.
Problemas que se van agravando a partir de la segunda mitad del siglo XVIII.
Por otro este modo de producción capitalista
permitió:
La acumulación de capital.
La aparición de una nueva clase social: la
burguesía, que fue investido del poder
económico; pero no del político, hasta
después de la revolución francesa.
a. Revolución industrial.
Las consecuencias de la Revolución Industrial para el mundo del trabajo fueron las
siguientes:
La introducción de la mecánica y de
la máquina a vapor, a tiempo de
provocar un espectacular aumento
de la producción con menos costes,
reemplazó la tracción animal y
humana en la producción de bienes y
servicios y que a su vez produjo los
siguientes cambios fundamentales:
Surgió una nueva clase trabajadora que no era propietaria de los medios de
producción por lo que ofrecían trabajo a cambio de un salario monetario.
b. La revolución burguesa.
El ejercicio del poder político, en aquel momento fue
guardián de esta situación, de tal manera que en
nombre de la libertad individual se sostuvo que los
Estados no debían legislar interfiriendo en la "libre
contratación" entre empleadores y trabajadores. La
intervención del Estado en los conflictos laborales se
limitó durante mucho tiempo a la represión de las
protestas, consideradas ilícitas, mediante la acción
policial o militar.
Así aparece el movimiento obrero como resultado del divorcio entre el trabajador
y los medios de producción y de la aparición de una conciencia de clase obrera.
Este movimiento obrero influyo en el proceso de formación del Derecho de
Trabajo, pues frente a la postura de las organizaciones proletarias partidarias de la
acción directa, el Estado reacciona con medidas reformistas tendentes a atenuar
el conflicto social.
Y así todos los logros del movimiento obrero, fueron garantizados por medio de
normas jurídicas, surgiendo las denominadas “Leyes de Fábrica”, que fueron las
primeras normas laborales.
Entonces las primeras normas laborales fueron llamadas “Leyes de Fábrica”, debido
al hecho de que su ámbito de aplicación se limitaba al sector industrial que era
donde los problemas se presentaban con mayor agudeza. Estas leyes de fábrica
se agruparon en 3 grupos:
Puesto que para que exista Derecho del Trabajo era necesario que esas normas
específicas laborales constituyan un conjunto normativo dotado de
sistematización. Asimismo, la expresión Derecho del Trabajo permitió incluir junto
con la Ley, otras normas de origen profesional.
Desde sus primeros antecedentes hasta nuestros días, el trabajo aparece como un
fenómeno pancultural, al ser un factor clave de la experiencia humana, no solo
porque constituya un simple medio económico de satisfacer necesidades
materiales, sino también como patrón regulador del intercambio de bienes y
servicios, contexto fundamental de las relaciones sociales e interpersonales y eje
vertebrador de la vida de las gentes y de los pueblos, de las ciudades y de las
naciones. Constituye también un principio básico de la organización del espacio-
tiempo antropológicos (desde la planificación de los territorios locales y de las redes
globales de la información y la comunicación hasta la del ciclo vital de los
individuos y del tiempo cotidiano de las comunidades) y, en definitiva, un soporte
básico del orden moral, económico, social, jurídico, político y cultural.
Todo trabajo humano, implica una actividad creadora y productiva del hombre
que desarrollada a través de su esfuerzo físico e intelectual, y tiene por fin
transformar la realidad, así concebido el trabajo, las conceptualizaciones pueden
ser de orden sociológicas, políticas, económicas, médicas o de cualquier otra
índole que surja como producto de la observación y lógicamente solo en un
concepto de interrelación disciplinaria adquiere su interés en el derecho laboral,
esto significa que hay definiciones filosóficas, económicas y físicas del trabajo. No
obstante, para el derecho laboral lo que importa es que rige el trabajo
subordinado. La actividad del médico independiente o del artista, u otros
profesionales independientes, están fuera del interés del derecho laboral. Donde
cese la subordinación, cesa la aplicación del derecho laboral. Esto debe
entenderse que el concepto que sirve a nuestros fines es el jurídico, que dista
sustancialmente de los conceptos genéricos, cualquiera que sea su formulación,
sirva de ejemplo el concepto dado por Guillermo Cabanellas, el trabajo es la “(...)
actividad humana ejercida en beneficio de alguien que le retribuye, con clara
diferenciación y subordinación del trabajador frente al patrono o empresario, que
suele revestir los caracteres de un contrato, expreso en la voluntad inicial y más o
menos tácito, o regido por lo usual, en las prestaciones concretas...”.