Está en la página 1de 4

El Rol del Docente en la Era Tecnológica, frente al proceso del Diseño

Curricular

Al encontrarnos inmersos en una Era Digital, en donde la tecnología esta


implementada ampliamente en todas las áreas de nuestra vida diaria, se crean hábitos
y estilos de vida que se van transformando por el desarrollo y uso constante de las
tecnologías digitales y el internet. Las herramientas tecnológicas y los espacios
virtuales han dado nuevas formas de comunicarnos, de trabajar, de informarnos y en
general de participar y vivir en la sociedad, dándole un especial énfasis al panorama
actual en vista de la pandemia global.

El ámbito educativo y, en consecuencia, el rol del docente, no ha podido resistirse a su


influencia de la era digital. La adecuación tanto del contenido como de las
metodologías de enseñanza se ha convertido en un reto necesario, e incluso urgente,
en un contexto social en cambio constante, en el que los jóvenes, rodeados de
pantallas desde su nacimiento, han adquirido unos rasgos diferenciados a los de
cualquier generación anterior.

En el contexto actual la manera de aprender ha cambiado y, por ende, la forma de


enseñar debe adaptarse. Lo que significa que tanto la figura del docente como las
metodologías de enseñanza han de adecuarse a la manera de concebir el
conocimiento que se acaba de exponer.

El nuevo rol del docente de la era digital se suele denominar como: organizador, guía,
generado, orientador o facilitador. Estos nuevos roles se asientan en la idea de
cambiar la transmisión unidireccional del conocimiento por el intercambio horizontal de
información, abundante, caótico y desestructurado.

El modelo educativo centrado en el profesor como transmisor de conocimientos


estandarizados a una masa de estudiantes deja de tener sentido. Los docentes se
enfrentan al reto de adquirir unas competencias que les formen para poder ayudar al
alumnado a desarrollar las competencias que necesitan: conocimientos, habilidades y
actitudes precisas para alcanzar los objetivos que se exigen desde el propio currículo
formal para lograr adaptarse a las exigencias del mercado laboral, y para poder
descubrir sus verdaderas motivaciones, intereses e inquietudes.

Todas estas apreciaciones que tenemos sobro el rol docente como también, sobre el
limitado manejo de la tecnología dentro del aula, evidencian la necesidad de una
capacitación permanente y continua, tanto para docentes, como para estudiantes,
sobre el apoyo de los medios tecnológicos en el desarrollo de sus actividades
educativas en las que, se vuelve necesario, formar a los usuarios de estos medios, en
el desarrollo de destrezas que favorezcan el proceso de enseñanza-aprendizaje,
haciendo uso de esa herramienta.

En el ámbito educativo la adecuación de las tecnologías en el diseño curricular se


realizaba de manera muy superficial y limitada, para superar esta visión es necesario
llevar a cabo una labor de adecuación a la era digital que permita a los docentes
aprovechar todo el potencial que se les ofrece en el campo pedagógico.

El manejo de los elementos tecnológicos se puede aprovechar para ofrecer diseños


atractivos que propician experiencias que enriquecen el aspecto conceptual y permite
organizar los conocimientos de formas mas adecuadas el aprendizaje con una fuerte
interactividad que mantiene la atención del alumno sobre el docente en la actividad
que se realiza.

Se vuelve bastante relevante el aprovechamiento de esa interactividad, para la


construcción del conocimiento que debe ser propiciado en el campo educativo. Para
que esta dimensión pedagógica se cumpla de forma efectiva es importante ahondar en
aspectos de planificación curricular tales como la buena elección de los objetivos y los
contenidos que se va a trabajar en el curso, el material que se va a utilizar en los que
se toma en cuenta criterios como la calidad y actualización; que las actividades de
aprendizaje sean las pertinentes para el desarrollo del contenido, así como una buena
congruencia entre los objetivos del curso y los contenidos desarrollados.

Se deben plantear claramente los criterios de evaluación y la retroalimentación


continua, así como formular realmente los tiempos destinados para las actividades.
Todo esto será posible en la medida en que los usuarios sean capaces de manejar la
tecnología desde los dos puntos de vista que se han tratado: el digital y el
informacional.

Para la elaborar una propuesta curricular que permita educar tanto informacional como
digitalmente a los estudiantes y docentes es necesario considerar las tres
dimensiones: la tecnológica, la administrativa y la pedagógica. Y que desde el punto
de vista de esta última es necesario tomar en cuenta los elementos curriculares de
programación: los objetivos, los contenidos, los recursos, la metodología, la didáctica y
la evaluación los cuales debe de estar orientados a favorecer el aprendizaje efectivo.

En el planteamiento del diseño curricular se buscar aprovechar todos los elementos


que ofrecen los medios tecnológicos y que estos a su vez tengan en cuenta que los
objetivos para el aprendizaje se utilicen para que el alumno y el docente sean capaces
de usar la tecnología sin ninguna limitación, de forma clara y precisa, por lo tanto, los
elementos curriculares relacionados con la programación como los objetivos,
contenidos, estrategias metodológicas y evaluación de los aprendizajes.

Los objetivos se convierten en el camino que se traza para conocer cuales son los
logros que se desean alcanzar, se convierte en la acción que se esper alcanzar con el
aprendizaje de algún tema en específico.

Los contenidos se deben presentar de forma coherente y que estos sean claros,
concretos y precisos para lograr el aprendizaje de los aspectos propuestos de forma
específica en la construcción del diseño del currículo.

El docente debe presentar y organizar la información tomando en cuenta cuales de los


recursos que ofrece la tecnología será el mas adecuado para potenciar de forma
efectiva el aprendizaje, lo cual debe quedar claro en el diseño del planteamiento.

Las estrategias metodológicas se refieren a las acciones que debe realizar el


estudiante y que plantea el docente para el logro de los objetivos. Tales estrategias se
pueden implementar mediante el uso de herramientas tecnologías en la planificación
curricular como: Lectura y análisis de textos, actividades que permitan la interacción
con el contenido propuesto, aportación en foros de discusión, elaboración de ensayos,
mapas conceptuales entre otras.

En la evaluación de aprendizajes es necesario reflexionar sobre los criterios y


procedimientos de evaluación dentro del proceso de las formaciones siendo estas las
evaluaciones formativas y sumativas.

La evaluación formativa busca la reflexión y la autoevaluación del estudiante de su


aprendizaje, también se pretende orientarlo sobre su propio progreso. La evaluación
sumativa responde a la asignación de puntos que se realiza en las tareas fijadas al
estudiante. El docente es el responsable de organizar las actividades de evaluación al
inicio de un curso con este tipo de modalidad y esta información se debe dar al
estudiante para que conozca con antelación los aspectos a ser evaluados.

En definitiva, el rol del docente en la era digital al diseñar el plan curricular es la


implementación de recursos tecnológicos dentro del campo educativo que presenta
una gran ayuda en el proceso de enseñanza aprendizaje ya que puede proponer
estrategias que propicien la construcción del conocimiento. Esto además permite que
se implemente como un apoyo didáctico, que a su vez provoca clases mas atractivas e
innovadoras que mejoran las relaciones y fomentan un ambiente mas cooperativo y
que favorecen el aprendizaje.
También permite un acceso más fácil de la información y desarrollo de habilidades con
el uso de la tecnología, los alumnos deben recibir una educación acorde a sus
necesidades y contexto. Por consiguiente, el docente debe adecuarse y adaptar las
metodologías de enseñanza al nuevo entorno.

También podría gustarte