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Licenciatura en Criminología
Materia: Problemas Contemporáneos de México
Nombre: Moreno Castro Dayra Montserrat
ANALFABETISMO EN MÉXICO
En este ensayo se busca describir el gran problema que enfrenta México respecto de
la población que se ve incapaz de desarrollarse laboral y socialmente debido a la falta
de capacidades para leer y escribir. Así como describir las repercusiones que implica
este problema a nivel sociedad, y enunciar posibles razones por las que el gobierno
mexicano no ha sido capaz de exterminar el analfabetismo.
En términos estrictos, son analfabetas aquellas personas que han pasado de la edad
escolar y que no saben leer ni escribir. Vistas en su conjunto, estas personas
representan la tendencia denominada analfabetismo: falta de conocimiento de las
letras.
Este tema, se asocia normalmente con la escuela, lugar privilegiado para el aprendizaje,
y la alfabetización vendría a ser la etapa inicial o el primer nivel de la escolarización.
El analfabetismo es un problema o “deuda social” que México arrastra desde antes de
la Revolución Mexicana, y que hoy día afecta a más de 4 millones de sus habitantes.
Cuando una persona sabe leer y escribir, sin embargo, manifiesta problemas de
comprensión lectora, emisión de información escrita o cálculo simple, se habla de
alfabetismo funcional. En este sentido, el concepto expresa la dificultad que tiene el
sujeto para desenvolverse en la aplicación de competencias de lecto-escritura y de
cálculos elementales.
Este tipo de personas suelen tener dificultades para escribir textos legibles, comprender
la señalización, producir, organizar y sistematizar información, llenar formularios, leer
un texto fluidamente con sentido, etc. Esto quiere decir que los individuos no saben
cómo poner a funcionar las herramientas de lecto-escritura y cálculo que ya poseen.
Por otro lado, la llegada de internet ha supuesto un momento disruptivo que afecta a
todas las áreas de nuestra vida, desde la adaptación laboral a la utilización de nuevas
tecnologías en la rutina cotidiana.
Ahora bien, según el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020, en México de los
4 millones de analfabetas, 1,693,443 son personas mayores, predominando dentro de
este grupo las mujeres y personas pertenecientes a pueblos originarios. Así, de acuerdo
con edad, sexo y origen étnico el problema se expresa en mayor o menor medida.
Hablando en porcentajes, el 38% de las personas analfabetas corresponde a adultos
mayores de 60 años, esto como resultado de la falta de acceso a la educación durante
las primeras etapas del desarrollo, debido a las desigualdades que enfrenten en el
transcurso de su vida.
En México, la esperanza de vida ronda en los 75 años por lo que una persona mayor
que es analfabeta está limitada en la posibilidad de desarrollarse durante más de 10
años. Pero también debe considerarse que más de medio millón de personas no
alfabetos tienen entre 30 y 59 años, o sea, que están en plena edad productiva, lo que
implica un grave problema en el desarrollo económico y social del país.
Otro elemento que podemos agregar es la pobreza. Los datos del INEGI revelan que
son los estados más pobres como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, conocidos como el
triángulo de la miseria, los que padecen en mayor medida esta problemática. Por el
contrario, donde menos analfabetas hay es en Ciudad de México, Nuevo León y
Coahuila. Esto se debe a, según el doctor Velázquez Barriga, que quienes viven en
condiciones de pobreza se enfocan más en el día a día, en ganar sus alimentos, y no
en la alfabetización.
Para todos estos grupos de personas analfabetas, el hecho de no saber leer ni escribir
constituye una de las más grandes desventajas personales y sociales que una persona
puede tener. Sus implicaciones en la integración social y productiva de las familias
mexicanas son muy importantes, y es precisamente por eso que la educación es un
derecho humano reconocido tanto en la Constitución Mexicana como en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, porque es una de las condiciones necesarias para
establecer relaciones de igualdad.
En cuanto a las consecuencias para nosotros como sociedad, tantas personas con este
obstáculo significan grandes problemas en ejes de salud, educación, economía y
cohesión social.
La desinformación es uno de los problemas más grandes que va de la mano con ser
analfabeto. Entre otras cosas, aumenta la probabilidad de tener un comportamiento
sexual de alto riesgo, debido al bajo conocimiento sobre salud sexual y el uso
inadecuado de anticonceptivos, que a su vez aumenta la probabilidad de embarazos
adultos y adolescentes. Además, acarrea una consecuencia más, y es que cuando el
embarazo se produce en la adolescencia existe mayor probabilidad de que la joven
repita o deserte el sistema educacional, reproduciendo Intergeneracionalm ente el
analfabetismo funcional.
Otro efecto social del analfabetismo, en este caso de los padres, es que tiene efectos
en sus descendientes en diversas dimensiones, una de ellas es el nivel de escolaridad
y logros educativos que éstos alcanzan, con impactos de mediano y largo plazo. Existe
así una alta probabilidad de que los hijos de padres que no han terminado su enseñanza
primaria tampoco logren terminar educación primaria o secundaria. Esta situación se
presenta más en jóvenes de escasos recursos.
Por supuesto que el analfabetismo de la población tiene un impacto importante en la
economía. Uno de los argumentos más convincentes a favor del desarrollo de los
recursos humanos es que la alfabetización y el aumento de la escolarización conducen
a mejoras en productividad y a un crecimiento económico en los países. Es de esta
forma que la educación influye en los niveles ocupacionales de los trabajadores, su
capacidad o potencial para emplearse y el desempleo. La escolaridad y la capacitación
son las variables que más influyen sobre la jerarquía de la ocupación. Los jóvenes que
no alcanzan el certificado de educación primaria tienen menor probabilidad de tener
empleos de calidad suficiente para mantenerse fuera de la situación de la pobreza.
Un último efecto que se puede considerar es la cohesión social. Las personas que
presentan la condición de analfabetismo presentan bajas autoestima, autonomía y
reflexión crítica (UNESCO 2006). Muchos incluso comentan que los motivos que les
indujeron a aprender a leer, escribir y administrar su dinero, es porque deseaban ser
autónomos y poder controlar situaciones de la vida diaria como “no ser víctimas de
engaños.
Como podemos analizar el analfabetismo constituye una de las grandes deudas que
tiene la sociedad con quienes lo padecen. Limita el crecimiento de las personas y afecta
su entorno familiar, restringe el acceso a los beneficios del desarrollo y obstaculiza el
goce de otros derechos humanos.
Pero erradicar el problema no significa que la alfabetización sea el fin mismo, no es una
meta última y, por lo tanto, no debe de ser vista única y exclusivamente como un camino
para adquirir las competencias elementales de saber leer y escribir. Sino que la
alfabetización debe servir, sobre todo, para que las personas participen de mejor
manera, en condiciones de igualdad, en el mundo social; para contribuir a evitar la
marginación y la exclusión; para que no existan estigmas que impidan a las personas
conocer mundos distintos a los que habitan, plenos de nuevos significados, información
y culturas diferentes y enriquecedoras.
Para ello es necesario cuestionarnos como es que esta situación podría cambiar. Claro
que la implementación de programas como la campaña “de Alfabetización y Abatimiento
del Regazo Educativo” o el “Programa de Alfabetización” de Ciudad de México, que
buscan, a partir de proyectos educativos y de la mano de asesores educativos, enlaces
docentes, promotores, empresas, aplicadores de exámenes, etc, promover y llevar a
cabo servicios educativos a mexicanos para que incrementen sus capacidades de
lectura y escritura, y con eso sus condiciones de vida.
Sin embargo, como bien se mencionó anteriormente, el analfabetismo resulta ser solo
un síntoma de una serie de problemas que el gobierno mexicano no ha sido capaz de
erradicar, y que hasta que esto no suceda no podremos hablar de vencer
completamente al analfabetismo.
Por ello los mayores esfuerzos del estado deben estar en brindarle a las personas
más vulnerables de enfrentarse al problema, las herramientas necesarias para que no
se encuentren en situación de desigualdad por las circunstancias de pobreza en las que
viven. Al hablar de buscar soluciones para erradicar la violencia, no debería percibirse
como un gasto, sino más bien, como una inversión.
El panorama no es tan negro para el país en este aspecto, pero si no se enfrenta esta
situación de una vez por todas, será cada vez más difícil revertir la desigualdad que
impera en el país, no se diga integrarnos a la sociedad y a la economía del
conocimiento. México requiere de un proyecto que le permita, a mediano plazo, eliminar
el analfabetismo.
Referencias