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Joaquín Balaguer

(Joaquín Balaguer Ricardo; Villa Bisonó, Santiago, 1907 -Santo Domingo,


2002) Político conservador dominicano que fue presidente de la República
Dominicana en los períodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996. Tras obtener
el título de bachiller en Santiago (1924), estudió derecho en la Universidad de
Santo Domingo, por la que se licenciaría en 1929. Posteriormente viajó a París
para cursar estudios en la Sorbona.

Aficionado a la política y militante antihoracista, Balaguer participó en la conjura


de Estrella Ureña y de Rafael Leónidas Trujillo contra el régimen de Horacio
Vásquez en 1930. Desde entonces y hasta 1961, año de la muerte de Trujillo,
ocupó cargos de importancia: subsecretario de la Presidencia (1936),
embajador en varios países hispanoamericanos y en la ONU (años cuarenta),
ministro de Asuntos Exteriores (1954) y de Educación (1955) y vicepresidente
de la República (1957).

Joaquín Balaguer en el
Palacio del Congreso (1966)

Cuando Rafael Leónidas
Trujillo hubo de cesar a su
hermano de la presidencia a
causa de su impopularidad en
el interior y en el exterior,
cedió el poder a Balaguer
(1960); estrechamente vigilado por el dictador, Balaguer trató de suavizar el
régimen del que se sentía «prisionero». El posterior asesinato de Trujillo (1961)
dejó a Balaguer como único poder en el país, con el difícil reto de desmantelar
la dictadura. Tras varias semanas de manifestaciones contra la continuación de
las estructuras represivas del trujillismo, el 16 de enero de 1962 Balaguer fue
derrocado en un golpe de Estado encabezado por el general Pedro Rodríguez
Echevarría, y se exilió en Nueva York.
La grave crisis de 1965, en la que los partidarios y los detractores del
presidente izquierdista Juan Bosch (depuesto en 1963) se enzarzaron en una
suerte de guerra civil, quedó zanjada con una intervención militar de los
Estados Unidos y el compromiso de las partes de celebrar elecciones, lo que
permitió el regreso de Balaguer a Santo Domingo. Joaquín Balaguer concurrió
a las elecciones como candidato del Partido Reformista (el PR, que había
fundado en junio de 1964 en Nueva York) y derrotó en la jornada electoral del 1
de junio de 1966 a Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD),
en lo sucesivo su más enconado rival.

Tras eliminar la prohibición constitucional de un segundo mandato presidencial,


Balaguer obtuvo la reelección en las elecciones de 1970 y 1974, que se
desarrollaron sin verdadero juego competitivo, pero hubo de reconocer, ante
las presiones de los Estados Unidos, su derrota en las presidenciales de 1978
frente a Antonio Guzmán, candidato del PRD. Tal hecho se presentó entonces
como el final del pos-trujillismo y como un principio de aceptación de la
alternancia en el poder y de la neutralidad del ejército en las cuestiones
políticas. En las elecciones de 1982, Balaguer volvió a ser derrotado por el
candidato gubernamental, Salvador Jorge Blanco.

Tras ocho años en la oposición, Balaguer ganó las elecciones de 1986 con el
41% de los votos, no sin la impugnación del candidato del PRD, Jacobo
Majluta. Prácticamente ciego y con la salud muy quebrantada, Balaguer fue
reelegido en 1990 con sólo un punto de ventaja sobre el también anciano Juan
Bosch, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quien acusó al PRSC
(partido surgido de la fusión del Partido Reformista de Balaguer y el Partido
Revolucionario Social Cristiano, que desde ese momento pasó a llamarse
Partido Reformista Social Cristiano) de haber cometido fraude.

Aún insistió Balaguer, pese a los achaques propios de su avanzada edad (86
años), en un último mandato presidencial. Los resultados oficiales lo dieron
como vencedor con el 42,5%de los votos, pero aquellas elecciones de 1994
destacaron como las más sucias de los últimos años; fue evidente que sin el
fraude habría ganado el perredista José Francisco Peña Gómez. El gran
revuelo generado, más la mala imagen internacional, forzaron a Balaguer a
modificar la Constitución para prohibir la reelección y a convocar nuevas
elecciones en 1996, a las que no se presentaría.

Como último gesto de astucia, Balaguer acordó con su inveterado adversario


Bosch (escorado desde hacía tiempo a la derecha) apoyar al nuevo líder del
PLD, Leonel Fernández, frente al enemigo común, José Francisco Peña
Gómez. Éste último, que se había impuesto ampliamente en la primera vuelta,
cayó derrotado en la segunda. Balaguer ni siquiera se molestó en hacer
campaña por el candidato de su propio partido, Jacinto Peynado.

El 16 de agosto entregó el poder a Leonel Fernández, poniendo fin a un


ejemplo de perdurabilidad inédita en la región (exceptuando el régimen de Fidel
Castro) y a un estilo de hacer política paternalista, conservador y caudillista.
Sus mandatos se vieron siempre cuestionados por la desconfianza respecto a
las vinculaciones de Balaguer con la dictadura y por la persistencia de la
violencia política.

Todavía volvió a postularse en 2000 y logró la segunda posición en los


comicios que elevaron a la máxima magistratura del país al socialdemócrata
Hipólito Mejía. Dueño de una prodigiosa memoria y buen orador, Balaguer
escribió una treintena de libros y numerosos artículos de variados géneros:
poesía, biografías y ensayos sobre literatura o historia.
Antecedentes políticos

Balaguer comenzó su carrera política en 1930 (antes de que Trujillo tomara el


control del gobierno), cuando fue nombrado Fiscal. Más tarde se inscribe en el
Partido Dominicano y así pasó a formar parte del círculo de los colaboradores
cercanos del dictador Rafael Leonidas Trujillo.

Durante la Era de Trujillo se desempeñó como Secretario de la Legación


Dominicana en Madrid (1932-1935), Subsecretario de la Presidencia (1936),
Subsecretario de Relaciones Exteriores (1937), Embajador Extraordinario en
Colombia y Ecuador (1940-43 y 1943-47), Embajador en México (1947-1949),
Secretario de Educación (1949-1955), y Secretario de Estado de Relaciones
Exteriores (1955-57).

Relación con Rafael Leónidas Trujillo

Ha habido mucha discusión sobre el papel de Balaguer durante la Era de


Trujillo. A lo largo de las tres décadas de trabajo como político trujillista,
Balaguer fue visto alternativamente tanto como empleado del régimen y como
un distinguido colaborador cercano a Trujillo. A pesar de que Trujillo disfrutaba
humillando e insultando a sus "sirvientes" en público, el dictador nunca trató de
degradar a Balaguer.

Balaguer reciprocó ese respeto hacia Trujillo durante los treinta años de
dictadura como uno de los colaboradores más eficientes del régimen, sin
parecer perturbado ni mostrar el menor gesto de disgusto por los excesos y
aberraciones que eran comunes en aquella época. Balaguer fue, sin duda, un
ministro útil de Trujillo.

Primer mandato presidencial (1961-1962)

Cuando Trujillo dispuso que su hermano Héctor Bienvenido fuera reelegido a la


presidencia en 1957, optó por Balaguer como vice-presidente. Tres años más
tarde, cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) convenció al
dictador de que no era apropiado tener a un miembro de su familia como
presidente, Trujillo obligó a su hermano a renunciar, y Balaguer le sucedió en el
cargo. Sin embargo, Balaguer no tenía prácticamente ningún poder, y fue
considerado como un mero títere de Trujillo.

Cuando Trujillo fue asesinado en 1961 y a pesar de haber sido durante mucho
tiempo colaborador del dictador, Balaguer tomó medidas para liberar al país del
régimen con la concesión de algunas libertades civiles y suavizando la estricta
censura a que Trujillo tenía sometida la prensa. La OEA se mostró satisfecha y
levantó las sanciones económicas impuestas a la República Dominicana,
debido al intento de asesinato que Trujillo tramó en contra del presidente
venezolano Rómulo Betancourt. Sin embargo, las reformas provisionales de
Balaguer fueron rechazadas por gran parte de la sociedad, ya que era
presionado por la derecha, por los militares, por la izquierda, por la oposición,
era abucheado en las calles por la ciudadanía y llamado entre otras cosas
muñequito de papel.

Debido a la presión ejercida por la Unión Cívica Nacional, un Consejo de


Estado creado después de la muerte de Trujillo. Balaguer sólo retuvo el poder
hasta 16 de enero de 1962. Un golpe de Estado militar, dirigido por el jefe de la
fuerza aérea Pedro Rodríguez Echavarría, lo obligó a exiliarse en Nueva York y
Puerto Rico.

Regreso a República Dominicana y guerra civil de 1965

Durante el periodo 1962-1964 la República Dominicana sólo tuvo siete meses


de verdadera democracia, bajo la presidencia de Juan Bosch. Cuando un golpe
militar derrocó a Bosch, el país comenzó un período tumultuoso que dio lugar a
la guerra civil del 24 de abril de 1965. Los militares se habían rebelado en
contra de la Junta provisional para restaurar a Bosch, con lo cual el Presidente
de EE.UU. Lyndon Johnson, bajo el pretexto de eliminar la influencia comunista
en el Caribe envió 42.000 soldados para anular la rebelión.

El gobierno provisional, encabezado por Héctor García Godoy, anunció


elecciones generales para 1966. Balaguer aprovechó la oportunidad, y con la
enfermedad de su madre como excusa, le pidió permiso para regresar del
exilio, el cual le fue concedido. Formó el Partido Reformista y se centró en una
lucha política contra Bosch, en la campaña utilizó la táctica presentándose
como un candidato moderado y conservador. A pesar de denuncias de fraude
electoral, Balaguer juró como presidente de la República Dominicana en 1966.

Segundo mandato presidencial (1966-1978), "Los doce años"

Balaguer encontró una nación severamente golpeada por décadas de


turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente ignorantes de la
democracia y los derechos humanos. Durante su campaña electoral solía dirigir
sus mensajes propagandísticos a la mujer dominicana y al campesino, tratando
de atar a su proyecto político personal las fracciones más conservadoras de
estos sectores sociales.

Balaguer trató de apaciguar a los supervivientes antitrujillistas y a los de la


guerra civil de 1965, pero los asesinatos políticos continuaron siendo
frecuentes durante su administración. Tuvo éxito en parte la rehabilitación de
las finanzas públicas, que estaban en un estado caótico, e impulsó un modesto
programa de desarrollo económico.

Durante los tres primeros meses de instalado su segundo gobierno, la


Asociación Dominicana de Derechos Humanos, declaró que había recibido
quejas. Con la anuencia de sectores del gobierno se inició en el país la
"Operación Chapeo" con la finalidad de exterminar los remanentes izquierdistas
sobrevivientes al conflicto de abril del 65.

Finalizada la guerra civil de


1965 con la firma del Acta de
Reconciliación Nacional, el
gobierno provisional del
doctor Héctor García Godoy
gobernó la República con la
responsabilidad de organizar
las elecciones generales que
fueron celebradas el 1 de
junio de 1966. Joaquín Balaguer, que había abandonado el país en 1962
repudiado por su condición de “muñequito de papel” de la dictadura de Trujillo,
regresó triunfal en los brazos del poder extranjero, electo en un sospechoso
certamen electoral en el que su oponente, el profesor Juan Bosch, fue
impedido de promover su candidatura, mientras el país continuaba ocupado por
las tropas norteamericanas.

El 1 de julio el nuevo presidente tomó posesión de su alta investidura


procediendo a reorganizar el Estado. De inmediato dispuso un plan de
austeridad que congelaba los salarios de los trabajadores a la vez que rebajaba
los sueldos de los funcionarios del gobierno. En el aspecto político el
presidente Balaguer gestionó la colaboración del Profesor Bosch y del Partido
Revolucionario Dominicano con su gobierno, logrando reunirse en más de una
ocasión con el presidente del PRD y consiguió el consentimiento de líderes del
mismo, a los que ofertó importantes posiciones en el tren gubernamental

Con relación a los altos mandos de las Fuerzas Armadas, el gobernante se


movió en medio de una tensa calma cargada de rumores de golpe de Estado
lo  que provocó cambios en las más importantes dotaciones militares del país,
aunque Balaguer declaró a la prensa sin dejar de negar las  dificultades, que no
creía que las versiones de conspiración militar fueran ciertas.

Por otro lado, desde el mes de julio en que fue juramentado, el doctor Balaguer
promovió una estrategia que perseguía limitar las actividades de los
constitucionalistas y de los partidos de izquierda. Se dio inicio a un programa
de allanamientos en busca de armas de fuego y se tomaron medidas para
“suprimir el terrorismo”, las que también incluía restringir las actividades
políticas en actos públicos y una “campaña para recoger textos comunistas”.

Las reformas incluyeron la modificación de leyes para supuestamente impulsar


el desarrollo económico y la proclamación de una constitución que sustituyera
la de abril de 1963, que hasta ese momento había prevalecido como ley
fundamental de la República Dominicana.   La nueva carta magna fue
proclamada el lunes 28 de noviembre de 1966 y considerada como un
retroceso para la vida democrática de los dominicanos. 
La actitud de Juan Bosch, presidente del PRD, ante la situación que se estaba
desarrollando no se puede decir que fuera de complacencia; pero sí dio
muestras de facilitar que el nuevo
presidente,  que había enfrentado en las
elecciones de junio, pudiera afianzarse en
el poder, lo que evidentemente había
formado parte de las conversaciones
sostenidas entre los dos dirigentes
políticos.

Juan Bosch trazó como línea política la de


promover una oposición que desde el
congreso apoyara las decisiones que
fueran favorables para el pueblo y de crítica
y rechazo a las medidas negativas. Justificó su posición diciendo que si bien el
“PRD perdió las elecciones por fraude, por coacción o por lo que fuere” eso no
impediría que su partido hiciera una oposición “democrática, honrada y
creadora” lo que facilitó la colaboración de altos dirigentes del PRD con el
gobierno como sucedió con  Antonio Martínez Francisco y de José A. Brea
Peña, a los que Bosch protegió al momento en que se propuso expulsarlos de
la organización, lo que fue rechazado por él al considerar que los organismos
que estaban planteando esas sanciones no tenían calidad para proponer la
expulsión de los dirigentes.

Fue en ese ambiente de avance de las fuerzas conservadoras encabezadas


por el gobierno del Partido Reformista, que el Profesor Bosch, que había
regresó del el exilio el 25 de septiembre de 1965, ahora volviera a tomar  la
determinación de ausentarse del país con el propósito de tomar un descanso y
dedicarse a la redacción de las tesis política, agraria y sindical del PRD. Desde
las primeras semanas de julio ya el profesor Bosch venía dando señales y así
apareció en la prensa, de que su interés estaba puesto en la redacción de
textos quesirvieran de fundamentación política para el desarrollo del PRD, que
“se convertirían en las bases doctrinarias del partido blanco cuando se discutan
en la convención nacional”  y descansarían en “el análisis de la composición
sociológica” de la actual “composición social dominicana y su relación con un
movimiento obrero democrático y nacionalista”.

El anuncio de su viaje fuera de la República Dominicana estuvo precedido de


una larga entrevista con el doctor Balaguer celebrada el 13 septiembre en la
Nunciatura Apostólica, de la que se publicó:  solo fueron tocaron temas
relativos al estudio de la situación económica por la que atravesaba el país. Su
decisión de visitar a España se formalizó en el marco de la cuarta Convención
Nacional del PRD, el 30 de octubre de 1966.

Para esa fecha, las


señales que daban
las autoridades
parecerían apuntar a
un enfriamiento de las
relaciones del líder
del PRD con el
presidente de la
República o que  no
estaban del todo
claras, ya que el día
de la Convención  el
vehículo utilizado
para que Bosch se trasladara al evento fue en dos ocasiones abusivamente
registrado por efectivos policiales y militares. Mas bien, parecía se le estaba
presionando para que abandonara el país. La Convención del PRD recibió las
explicaciones de las razones que justificaban la salida de Bosch, la que se
prolongaría por “dos o tres meses”. El ex presidente de la República  observó
que los perredeistas no tenían razón para preocuparse pues antes estuvo en el
extranjero por más de una ocasión y el partido no se dividió. El máximo
organismo del PRD aprobó su viaje y su renuncia como presidente de la
organización y  eligió a José Francisco Peña Gómez como Secretario General.
Desde entonces y hasta 1970  el Prof. Bosch  quedaría como “asesor” de la
dirección de su partido,  condición aprobada por aclamación.
Posterior al importante evento partidario, el dirigente politico declaró a la prensa
que entre sus planes se encontraba el de escribir un libro de texto sobre la
historia dominicana, pero que no tenía en su mente dedicarse a publicar libros
de cuentos, género literario favorito y al que estuvo dedicado desde su
juventud. La entrega de premios en el concurso de cuentos de la agrupación La
Mascara el 20 de noviembre, fue la última actividad pública antes de su partida.

El 26 de noviembre Bosch se
marchó  vía Curazao de donde
pasó a Caracas y desde allí
viajó a España.  Extrañamente,
y esto puede dar una señal
sobre el interés puesto por el
gobierno a la salida del líder del
PRD,  su traslado a Punta
Caucedo, como era llamado el
Aeropuerto Las Américas en
aquellos tiempos, lo hizo
escoltado por una Comisión de funcionarios civiles y militares, mientras los
dirigentes de su partido lo esperaban en la terminal aérea. En la Comisión
oficial se encontraban Víctor Hidalgo Justo, secretario de Educación, Fernando
Álvarez Bogaert de Agricultura, y el subjefe de la policía nacional.

Conocida la partida al extranjero, Su residencia en Santo Domingo que estuvo


bajo vigilancia policial por mucho tiempo, fue allanada por efectivos policiales y
autoridades judiciales que dijeron buscar armas de fuego, el 4 de diciembre.
Desde entonces, todas las personas que entraban o salían de la vivienda eran
minuciosamente registradas. 

En el viejo continente Juan Bosch residió en Benidorm, España, donde se


concentró en la historia y la literatura, resultando la “Dictadura con respaldo
popular” el texto anunciado antes de su partida y el de mayor trascendencia
como teoría política del PRD durante los doce años de gobierno del doctor
Joaquín Balaguer.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres anunció la formación del Comité
de madres, esposas y familiares de los muertos y desaparecidos, donde dieron
a conocer un listado de muertos y desaparecidos, y revelaron que en los tres
primeros años del gobierno, 366 personas fueron muertas o desaparecidas por
causas políticas.

Con la abstención electoral del Partido Revolucionario Dominicano, debido a la


represión política y a la participación de las Fuerzas Armadas en las
actividades proselitistas, Balaguer fue reelegido para el periodo 1970-1974.

El 1 de enero de 1971 designó al general Enrique Pérez y Pérez como jefe de


la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su aparición en las calles de
Santo Domingo un grupo autodenominado Frente Democrático Anticomunista y
Antiterrorista, mejor conocido como La Banda Colorá, un grupo de jóvenes
reclutados por el gobierno de Balaguer con fines de represión. Durante esa
época fueron asesinados numerosos dirigentes de la izquierda dominicana.

Durante este segundo mandato de gobierno (conocido popularmente en la


política dominicana simplemente como "los 12 años"), Balaguer incentivó la
construcción de escuelas, hospitales, presas, carreteras, y muchos edificios
importantes. Los proyectos también se utilizaron como medio para
recompensar a sus partidarios políticos con lucrativos contratos de obras
públicas, los favorecidos en dichos contratos se conocen como "los 300
millonarios". También presidió un sistema de crecimiento económico estable.
Sin embargo, su administración pronto desarrolló un modelo autoritario, a pesar
de las garantías constitucionales.

Balaguer se consolidaba según algunos como representante de la derecha


dominicana, iniciando un gobierno caracterizado por la influencia de Estados
Unidos; un gobierno que contribuyó inestimablemente al estado de
subdesarrollo y atraso de la República Dominicana.

La sensación de que en la República Dominicana había un híbrido de dictadura


y democracia, y con más rasgos de la primera que de la segunda, se reprodujo
en las elecciones del 16 de mayo de 1974, cuando el Partido Revolucionario
Dominicano y los otros partidos signatarios del denominado Acuerdo de
Santiago retiraron a su candidato Antonio Guzmán, por considerar que no se
daban las mínimas garantías y como protesta por los desafueros de los
paramilitares balagueristas. En estas circunstancias, Balaguer sólo compitió
con un rival, el contraalmirante Luis Homero Lajara Burgos, del Partido Popular
Demócrata (PPD). Balaguer obtuvo el 84,7% de los votos, y su partido ganó
mayoría en el congreso donde la abstinencia alcanzó el 50%.

Una coyuntura favorable en los precios internacionales del azúcar, el auge del
turismo estadounidense, las inversiones privadas foráneas, y los programas de
obras públicas produjeron una fase de expansión económica, favoreciendo la
emergencia en la sociedad dominicana de clase media. Balaguer eludió
siempre su responsabilidad en los crímenes cometidos por La Banda Colorá y
otras irregularidades vinculadas con las Fuerzas Armadas, siempre achacó la
violencia política a sectores incontrolados del oficialismo y a la subversión de
izquierdas, cuya verdadera fuerza exageró enormemente.

También, incumplió las promesas sobre la reforma agraria, ya que la pequeña


minoría de propietarios autóctonos y las compañías estadounidenses
continuaban poseyendo la mayoría de las tierras cultivables y las de mejor
calidad. Pero cuando anunció su intención de optar a un cuarto mandato
consecutivo en las elecciones del 16 de mayo de 1978, y con un fondo de
deceleración económica, el repudio popular alcanzó tal calibre que la derrota
en las urnas ante el PRD se antojó inevitable. Balaguer se enfrentó a Antonio
Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los resultados
electorales mostraron una tendencia en favor de Guzmán, el ejército detuvo el
conteo. Sin embargo, en medio de enérgicas protestas en el país y una fuerte
presión en el extranjero por parte de Jimmy Carter, el conteo se reanudó.
Cuando se dieron los resultados, Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de
su carrera política. Cuando Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la
historia de la República Dominicana que un presidente en ejercicio
tranquilamente cede el poder a un miembro elegido de la oposición.
Víctimas de "Los doce años"
Año Víctimas Eladio Peña de la Rosa
197 Otto Morales
0 Amín Abel Hasbún
Radhamés García Maximiliano Gómez
196 197
Vinicio Antonio Franco Homero Hernández
6 1
Juan Rafael Bisonó Mera Rafael Guillén
Miguel Reyes Santini Sagrario Díaz
Omar Almonte Amaury Germán Aristy
Guido Gil Díaz 197 Bienvenido Leal Prandy (La
William Jiménez 2 chuta)

Luis de Peña Virgilio Perdomo Pérez


196 Ulises Cerón Polanco
Vidal Peguero
7
Orlando Mazara 197 Francisco Caamaño Deñó
3 Gregorio García Castro
Roberto Basilio Perdomo
Roberto Nivar 197 Florinda Soriano (Mamá
4 Tingó)
Flavio Suero
197 Orlando Martínez
196 Modesto Rodríguez 5 Francisco José Alcántara
8 Héctor Santiago
197 José Vizcaíno
Rafael Mota
6 Luis Martínez
Henry Segarra Santos
Guillermo Rubirosa
196 Silvio Abud 197
9 Salomón Lama B 7
Rafael Vargas

Tercer mandato presidencial (1986-1996)

Balaguer se volvió a presentar como candidato en 1986 aprovechándose de


una división en el Partido Revolucionario Dominicano para ganar la presidencia
de nuevo después de una ausencia de ocho años, donde derrotó por escaso
margen al candidato por el PRD, Jacobo Majluta. Para entonces, tenía 80 años
y casi ciego por completo (había sufrido de glaucoma durante muchos años).

El tercer gobierno de Balaguer fue mucho más liberal que el anterior. En este
periodo Balaguer era mucho más tolerante a los partidos de oposición y los
derechos humanos.
Para el 1984, el Partido Reformista se alía con el Partido Revolucionario Social
Cristiano, formando así el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

Siguió con sus grandes proyectos de infraestructura, tales como la construcción


de carreteras, puentes, escuelas, proyectos de viviendas y hospitales.
Siguiendo el estilo de Trujillo, estos proyectos de gran visibilidad eran muy
publicitado en los medios de comunicación controlados por el gobierno y través
de grandiosas ceremonias públicas destinadas a mejorar la popularidad de
Balaguer. La economía también mejoró considerablemente.

En este período, Joaquín Balaguer mantuvo una cierta política de populismo,


en lo que se refiere a la entrega de canastas, dinero y otras "dádivas" al pueblo
dominicano con el propósito de gobernar a base de demagogia. El clientelismo
también se manifestó en gran medida.

En 1990, con una abstención del 40%, Balaguer logra reelegirse con el 35.1%
de los votos, contra el 33.9% de Juan Bosch del Partido de la Liberación
Dominicana, y un Partido Revolucionario Dominicano que mantenía una crisis
interna. Este proceso se caracterizó por la expresión de amplios sectores de la
vida política y social, que criticaban la legitimidad de dichas elecciones, a lo
que Balaguer respondió lanzando los militares a la calle y decretando un toque
de queda.

En 1992, para el 500 aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América y


la visita del Papa Juan Pablo II, Balaguer gastó millones en la restauración de
la histórica ciudad colonial de Santo Domingo, para que el Papa pudiera pasar
por ella.

Ese mismo año gastó más de doscientos millones de dólares en la


construcción del controvertido Faro a Colón, un faro de diez pisos en honor a
Colón. Terminado en 1992, el Faro a Colón fue diseñado para transmitir la
imagen de una cruz cristiana en el cielo nocturno y para que sea visible a
decenas de kilómetros. Desde que se terminó, el Faro que supuestamente
alberga los restos de Colón, ha sido una atracción turística de menor
importancia. Su luz no se utiliza muy a menudo debido a los costos de energía
y los apagones en el país. Sin embargo, su simbolismo y el gasto fueron fuente
de mucha controversia.

En enero de 1994 Balaguer decidió optar de nuevo por la presidencia, incluso


cuando ya tenía casi 90 años de edad y ciego por completo. Esta vez, su
principal competidor era José Francisco Peña Gómez del Partido
Revolucionario Dominicano.

Esta campaña fue una de los peores de la historia dominicana. Balaguer con
frecuencia utilizaba la ascendencia haitiana de Peña Gómez a su favor. El
dominicano históricamente tiende a desconfiar de cualquier persona con
sangre haitiana. Por ejemplo, Balaguer llegó a decir que Peña anexionaría el
país con Haití en caso de ganar. Con igual capacidad de maniobra en las
elecciones, se impuso con un 42.3%, contra un PRD que obtuvo el 41.6% de
los votos, donde se asegura que ocurrieron alteraciones de actas y del padrón
electoral en la misma Junta Central Electoral. Peña alegó fraude, y llamó a una
huelga general. Las manifestaciones tuvieron lugar en apoyo a la huelga.

En este periodo se sucedió la misteriosa desaparición del profesor universitario


y activista Narciso González (Narcisazo), un vehemente crítico de la política de
Balaguer. Su desaparición que hasta la fecha es un misterio, se le atribuyó a
Balaguer.

Una investigación posterior reveló que la Junta Electoral no sabía el número


total de votantes registrados, y el resultado en las listas distribuidas en los
colegios electorales no coincidían con las dadas a los partidos. La investigación
también reveló que unas 200.000 personas habían sido retiradas de las urnas.
En medio de tales preguntas sobre la legitimidad de la encuesta, acordaron
celebrar nuevas elecciones en 1996, pero esta vez Balaguer no sería
candidato. En este sentido, cumplió su palabra de poner su cargo a disposición
de la administración estadounidense.

El acuerdo político de los gobernantes, de sectores del poder fáctico que


incluye a la Iglesia Católica, y de los dirigentes de los partidos políticos, dejaron
establecida una reforma constitucional que se hizo el 14 de agosto de 1994.
Este acto de consenso jurídico fue preferido a la anulación total de las
elecciones y fue conocido como "Pacto por la Democracia".

En las elecciones de 1996, Jacinto Peynado Garrigosa, terminó muy lejos de


llegar a la segunda vuelta. Balaguer entonces dio su apoyo a Leonel Fernández
del Partido de la Liberación Dominicana en una inusual coalición con Bosch, su
enemigo político de más de 30 años.

En las elecciones presidenciales de 2000, Balaguer, a la edad de 94 años, se


postuló por novena y última vez a la Presidencia de la República Dominicana;
pese a las enormes limitaciones físicas debidas a su avanzada edad y al
cúmulo de críticas de sus anteriores gobiernos, logró más del 20% de los votos,
ubicándose en el tercer lugar.
La Banda "Colora"

Una tarde de 1971, cuando


despuntaba el verano, un vecino del
ensanche La Fe, sector de la capital
en el que nací y crecí, se apareció en
mi casa sin aliento para informarle a
mis padres que un grupo de forajidos
había “detenido” a Narciso, mi
hermano mayor, con el objetivo de
darle una pela con una cadena, lo que
puso nervioso a todos en la familia,
incluso a quienes éramos muchachos.

La noticia, lanzada como una granada


fragmentaria en la galería del hogar
paterno, daba cuenta de que el grupo
de La Banda “Colora” (término dado por el color del entonces partido de
gobierno) lo encabezada un reconocido delincuente de Cristo Rey, sólo
conocido con el apodo de “El Sombrero”, por su hábito de llevar la cabeza
cubierta con un sombrero tan grande como sus atropellos.

Lo de colocar el apellido de “Colora” a un grupo para-policial, no partidista, fue


un acierto de los propagandistas de izquierda con el fin de ponerle nombre y
apellido al terror en las calles. Fue tan acertada la etiqueta puesta por la
oposición que la historia registra a esa pandilla su mote político.

Aunque mi hermano Narciso se escapó de una tanda de golpes que pudo


provocarle la muerte como a otros cientos de jóvenes, gracias a la intervención
de nuestro padre, Vitico (un joven vecino) no escapó de los desmanes que
todas las noches llevaba a cabo La Banda Colorá, una fuerza de choque para-
policial, formada por el entonces mayor general Enrique Pérez y Pérez, jefe de
la Policía Nacional, cumpliendo instrucciones del presidente Joaquín Balaguer.

Tres días después de que Narciso fue absuelto por las imploraciones de
nuestro padre, Vitico, un muchacho del barrio cuya única “infracción”, en el
arrogante mundo de los forajidos pagados por la política de turno fue ser joven,
cayo en manos de la banda, y le dejaron irreconocible: los ojos hinchados, los
pómulos alterados, marcas de los eslabones de la cadena en el cuerpo, y
vomitando sangre. Como Vitico, cientos de jóvenes fueron abusados en sus
derechos, sin razón alguna en la mayoría de los casos.

La golpiza propinada a Vitico por miembros de La Banda “Colorá” fue una entre
muchas, pues hubo muchos jóvenes dominicanos que no vivieron para contar
su experiencia, pues fueron condenados a la muerte por ese grupo de
vándalos. Con ése “ejemplo” que dio ese grupo para-policial, sirvió para que
en el ensanche La Fe nos enteramos de la llegada al sector del tenebroso
brazo armado, formado en abril de 1971 con el nombre de Frente Joven
Democrático Anticomunista y Antiterrorista.

Aunque se puedan alegar motivos políticos sobrados para contrarrestar las


acciones de inestabilidad operadas por grupos de extremistas de izquierda, los
golpes contra Vitico tuvieron un origen personal, como muchas otras acciones
planificadas y ejecutadas por elementos de ese grupo, con el apoyo de la
Policía. Se supo después que al tal “Sombrerú”, Vitico no le caía gracioso.

Crímenes cometidos por Balaguer

Durante los 12 años de gobierno del Doctor Joaquín Balaguer se pusieron en


practica los mas variados métodos de exterminios que historia alguna pueda
registrar.

A modo de ejemplo: ametrallamientos a escuela, liceo y universidades,


asesinatos de profesores y estudiantes, asesinatos de obreros, campesinos y
profesionales, deportaciones masivas y selectivas de opositores,
apresamientos masivos y selectivos de patriotas de ambos sexos.

Pero hay uno de estos y otros métodos que reviste mayor crueldad que
cualquier otro y es el de la desaparición física de un ciudadano. Ni el derecho a
una tumba.

Henry Segarra

Se encontraba en la ciudad de Dajabon desarrollando trabajo en el frente


campesino organizando los comités de recuperación de Tierra, aplicando la
Línea Política de LOS MEJORES AL CAMPO elaborada por el Movimiento
Popular Dominicano, partido del cual era miembro de su Comité Central.

En poco tiempo se gano la confianza de los sectores más humildes de


Dajabon, organizando sus luchas reivindicativas y estableciendo importantes
base de apoyo al partido a todo lo ancho y largo de esa provincia.

El 25 de julio del año 1969, a eso de las 230 de la tarde en la esquina


comprendida entre las calles Beller y Sánchez, una patrulla compuesta por
militares vestido de verde olivo fue detenido el dirigente revolucionario. Esta
acción fue dirigida por el propio comandante militar de la provincia el Coronel
José Demetrio Almonte Mayer, uno de los militares más sanguinarios al
servicio del Dr. Balaguer.

El gobierno mediante sus voceros, como siempre, negó la detención de Henry


Segara Santo. Inmediatamente Tanto el Movimiento Popular Dominicano como
diferentes personalidades e instituciones del país demandaron la inmediata
aparición del dirigente izquierdista. A modo de burla en una declaración de
prensa el propio Balaguer reclamo lo mismo.

Hoy a 42 años de la desaparición de este inolvidable camarada. Aun no se


sabe donde descansan sus restos.

Mario Balderas

Nació en la histórica provincia de San Francisco de Macorís en la comunidad


de la Penda. En esa comunidad del norte del país conoció en carne propia las
arbitrariedades cometidas contra los hombres y mujeres del campo que morían
de hambre y abandono mientras que el fruto de su trabajo engordaban los
bolsillos y barrigas de sus explotadores.

El Movimiento Popular Dominicano, MPD, verdadero instrumento de la patria,


había decidido prestarle la importancia que merecía el movimiento campesino
dominicano que para ese entonces estaba orientado por las llamadas Ligas
Agrarias Socialcristianas, agentes pagados por el gobierno norteamericano con
la clara finalidad de mantener postrado a los pies de los gobernantes los
intereses el campesinado Dominicano.

El MPD, comenzó a organizar los Comités de Recuperación de Tierras en


todos los campos del país. La sensibilidad de Mario Baldera encontró calido
albergue en las filas del Movimiento Popular Dominicano, organización en la
cual pudo distinguirse como un gran dirigente.

Los servicios militares y de inteligencia al servicio del gobierno así como los
servicios de espionajes extranjeros le dieron seguimiento y ubicación a Mario
Baldera, quien con valentía y coraje desarrollaba sus trabajos organizativos sin
importarle las consecuencias que ello tuviera.

A los cuerpos represivos del régimen se unieron terratenientes de la zona, los


cuales, con el conturbenio del alcalde pedáneo de la sección Honduras, Andrés
Taveras y un capitán del ejército conocido como Acosta Infante, tendieron el
cerco del que nunca pudo salir el dirigente campesino.

La esposa de Mario Balderas, Rosa Mercedes Paredes García, se presentía la


muerte de su pareja y por ello le aconsejaba que saliera de la comunidad hacia
otro lugar para que preservara la vida, a lo que su cónyuge le respondía… “Yo
no tengo que abandonar mi sitio, no soy un delincuente, solo un luchador para
que todos tengamos un pedazo de tierra”.

El presentimiento de la esposa del agricultor se convirtió en realidad el 28 de


junio de 1969, cuando miembros del servicio de inteligencia del ejército
conocido como G-2 allanaron su residencia y cuando este fue avisado de la
presencia de los militares rehusó salir huyendo por lo que fue apresado esa
tarde que su familia recuerda con tristeza.

Los esfuerzos por ver a su esposo con vida resultaron inútiles hasta que al día
siguiente de su detención, el 29 de junio, le comunicaron que el mismo estaba
en la morgue del hospital San Vicente luego que ¨se ahorcara¨, versión que fue
rechazada por sus familiares y reclusos que atestiguaron escuchar en horas de
la noche como era golpeado inmisericordemente el agricultor asesinado.
El velatorio de Mario Balderas estuvo matizado por una fuerte presencia
policíaco-militar pese a lo cual decenas de personas participaron en el mismo y
poste-riormente le acompañaron hasta su última morada donde fueron
pronunciados encendidos discursos denunciando el asesinato del dirigente
campesino.

Orlando Martinez

A Orlando Martínez no lo mataron por periodista, lo asesinaron por ser


revolucionario. Periodistas hubo y hay muchos pero periodistas revolucionarios
hubieron y hay muy pocos. No escribía cuentos de hadas ni poesía a las bellas
flores de alejandrina, denunciaba la opresión y las injustas desigualdades.

Era periodista, pero no periodista para si, sino periodista en si.

Su pluma pisaba papel para denunciar los atropellos, para denunciar el robo
descarado de las multinacionales yanquis. Eso no le perdonaron. Si hubiese
escrito farándula o deportes no estuviera muerto. De seguro que no. Pero no se
dedico a eso, aunque se divertía con ello.

Es que no podía ocultar que los estudiantes eran ametrallados por el crimen de
robar el saber. Que los obreros perdían la vida en lo salado de su sudor. No
podía ocultar que nuestros campos desaparecían junto con sus moradores.
Como no denunciar la corrupción del gobierno balaguerista y las bandas de
asesinos a sueldo que lo sostenía. No podía callarlo porque era revolucionario
y aprendió que la verdad es siempre revolucionaria.

Amin Abel Hasbun

Fue un ingeniero y activista político dominicano de origen árabe palestino.

El jueves 24 de septiembre de 1970, fue asesinado por agentes del Servicio


Secreto de la Policía Nacional Dominicana, al servicio del entonces presidente
Joaquín Balaguer, de un tiro en la cabeza con una pistola calibre 45. Se
encontraba en la casa con su esposa, Mirna Santos, que estaba embarazada, y
su hijo de dos años de edad. Su cadáver fue velado en la explanada frontal de
la Facultad de Ingeniería de la UASD.
El raso López Acosta fue condenado a cinco años de prisión, siendo libertado
al cumplir la mitad de la condena.

Al otro día de su muerte, el Consejo de la Universidad Autónoma de Santo


Domingo lo declaró "Hijo Ejemplar del Alma Mater". En su comunicado, el
Consejo Universitario afirmó que "Amin Abel fue un ejemplar estudiante
universitario, graduado Summa Cum Laude en la Facultad de Ingeniería y
Arquitectura de la UASD".

Mama Tingo

Fue una lider campesina de nuestro pais que, se destacó por defender el
derecho que tiene el hombre del campo de labrar la tierra, esta lucha era por la
recuperacion de tierras que estaban en manos de terratenientes , politicos y
militares que las habian adquirido de manera fraudulenta, adueñandose de
prados y hatos que habian sido cuna y medio de trabajo y subistencia para
unas 350 familias congregadas en La Liga Agraria Cristiana.

Mamá Tingó es considerada un símbolo de la lucha por la tierra y un ejemplo


de la mujer rural en la defensa de los derechos del campesinado en todo el
continente. Murió asesinada en el periodo conocido por los 12 años de Joaquín
Balaguer el 3 de noviembre de 1974 en Gualey Hato Viejo, Yamasa murio de
manos de Ernesto Diaz quien la asesino al ella interponer una querella en
contra del terrateniente Pablo Diaz, le sego la vida frente a su esposo. A la hora
de su muerte tenia 53 años de edad.

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