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1) La teoría de las necesidades humanas de Maslow se basa en una jerarquía piramidal de necesidades que van de las más básicas a la base a las más complejas en la cima.
2) En la base están las necesidades fisiológicas y de seguridad, mientras que en los niveles más altos se encuentran la necesidad de afiliación, reconocimiento y autorrealización.
3) Maslow argumenta que las necesidades más básicas deben estar satisfechas antes de que un individuo pueda enfocarse en necesidades
Descripción original:
Título original
clase No.3 elaboracion y gestion de proyectos.-convertido
1) La teoría de las necesidades humanas de Maslow se basa en una jerarquía piramidal de necesidades que van de las más básicas a la base a las más complejas en la cima.
2) En la base están las necesidades fisiológicas y de seguridad, mientras que en los niveles más altos se encuentran la necesidad de afiliación, reconocimiento y autorrealización.
3) Maslow argumenta que las necesidades más básicas deben estar satisfechas antes de que un individuo pueda enfocarse en necesidades
1) La teoría de las necesidades humanas de Maslow se basa en una jerarquía piramidal de necesidades que van de las más básicas a la base a las más complejas en la cima.
2) En la base están las necesidades fisiológicas y de seguridad, mientras que en los niveles más altos se encuentran la necesidad de afiliación, reconocimiento y autorrealización.
3) Maslow argumenta que las necesidades más básicas deben estar satisfechas antes de que un individuo pueda enfocarse en necesidades
La teoría de las necesidades humanas de Abraham Maslow, fundador y principal
exponente de la psicología humanista, se basa en la existencia de una serie de necesidades que atañen a todo individuo y que se encuentran organizadas de las más urgentes a las que lo son menos. Esto se debe a que según Maslow, nuestras acciones nacen de la motivación dirigida hacia el objetivo de cubrir ciertas necesidades, las cuales se ordenan según la importancia que tengan para nuestro bienestar. La representación gráfica de esta jerarquía de necesidades es a través de una pirámide, de ahí que esta teoría también se conozca por la pirámide de Maslow. En la parte más baja de la estructura se ubican las necesidades más vitales y prioritarias para la supervivencia de orden biológico, mientras que en la superior se encuentran aquellas de menor urgencia y que tienen que ver con la autorrealización. Así, al ser satisfechas las necesidades de los niveles inferiores, el individuo no se vuelve apático sino que encuentra en los estadios superiores la meta próxima a alcanzar para estar satisfecho. Ahora bien, la sociedad de consumo ha generado profundos cambios culturales, los cuales han modificado el contenido, los términos y los conceptos de los deseos naturales del ser humano. Hoy en día, en contra de lo que dice la teoría de las necesidades humanas, parece que solo nos preocupamos por tener, por acumular todo tipo de bienes y servicios, coleccionándolos sin importar la utilidad para nosotros. Por otro lado, las dimensiones más existenciales han ido perdido vigencia, y con ellas los valores que fueron en su tiempo la base de las relaciones sociales y la piedra angular de las distintas culturas. De ahí que sea necesario revisar y recategorizar la noción de necesidad en la actualidad. “El verdadero progreso social no consiste en aumentar las necesidades, sino en reducirlas voluntariamente; pero para eso hace falta ser humildes". -Mahatma Gandhi-
Estructura de la teoría de las necesidades humanas
Tipos de necesidades En la pirámide de Maslow, este investigador habla acerca de las necesidades instintivas y hace una distinción entre necesidades “deficitarias” (fisiológicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento) y de “desarrollo del ser” (autorrealización). La diferencia existente entre una y otra se debe a que las “deficitarias” se refieren a una carencia, mientras que las de “desarrollo del ser” hacen referencia al quehacer del individuo. Satisfacer las necesidades deficitarias es importante para evitar consecuencias o sentimientos displacenteros. 1. Necesidades fisiológicas Incluyen las necesidades vitales para la supervivencia y son de orden biológico. Dentro de este grupo, encontramos necesidades como: necesidad de respirar, de beber agua, de dormir, de comer, de sexo, de refugio. Así pues, en este estrato de necesidades se encuentran aquellas que hacen posibles los procesos biológicos más fundamentales que hacen que la existencia del cuerpo sea viable. Proporcionan cobertura a las funciones fisiológicas que mantienen el equilibrio en nuestros tejidos, células, órganos y, especialmente, nuestro sistema nervioso. Maslow piensa que estas necesidades son las más básicas en la jerarquía, ya que las demás necesidades son secundarias hasta que no se hayan cubierto las de este nivel. 2. Necesidades de seguridad En esta parte de la pirámide de Maslow se incluyen las necesidades de seguridad son necesarias para vivir, pero están a un nivel diferente que las necesidades fisiológicas. Es decir, hasta que las primeras no se satisfacen, no surge un segundo eslabón de necesidades que se orienta a la seguridad personal, al orden, la estabilidad y la protección. Puede decirse que las necesidades que pertenecen a este nivel de la pirámide de Maslow tienen que ver con las expectativas y con el modo en el que las condiciones de vida permiten desarrollar proyectos a medio y a largo plazo. Se fundamentan en una especie de "colchón" basado tanto en bienes como en derechos y capital social. Aquí figuran: la seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos, familiar, de salud, etc. 3. Necesidades de afiliación Maslow describe estas necesidades como menos básicas, y tienen sentido cuando las necesidades anteriores están satisfechas. Para Maslow, esta necesidad se expresa cuando las personas buscan superar los sentimientos de soledad y sentir que hay vínculos afectivos entre ellas y ciertas personas. Es decir, cuando se intenta trascender el ámbito individual y establecer vínculos con el entorno social. Estas necesidades se presentan continuamente en la vida diaria, cuando el ser humano muestra deseos de casarse, de tener una familia, de ser parte de una comunidad, ser miembro de una iglesia o asistir a un club social. La pertenencia a un colectivo, ya sea más o menos pequeño, ayuda a aportar sentido a lo que se hace en el día a día, y además el contacto personal y las relaciones sociales que favorecen estos lazos nos estimulan de un modo que, para Maslow, la experiencia resultante puede ser calificada de necesidad. Ejemplos de estas necesidades son el amor correspondido, el afecto y la pertenencia o afiliación a un cierto grupo social. 4. Necesidades de reconocimiento Este nivel de la jerarquía de necesidades humanas también es conocido como necesidades de estima, y tiene que ver con el modo en el que nos valoramos nosotros y nos valoran los demás, el resto de la sociedad. Tras cubrir las necesidades de los tres primeros niveles de la Pirámide de Maslow, aparecen las necesidades de reconocimiento como aquellas que favorecen el fortalecimiento de la autoestima, el reconocimiento hacia la propia persona, el logro particular y el respeto hacia los demás; al satisfacer dichas necesidades, la persona se siente segura de sí misma y piensa que es valiosa dentro de la sociedad. Cuando estas necesidades no son satisfechas, las personas se sienten inferiores y sin valor. Esta necesisad de la jerarquía de Maslow se entiende mejor como una manera de sentirse bien con el propio autoconcepto a través de esas cosas de nosotros mismos que vemos reflejadas en el modo en el que los demás nos tratan. Según Maslow existen dos necesidades de reconocimiento: una inferior, que incluye el respeto de los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención, reputación, y dignidad; y otra superior, que determina la necesidad de respeto de sí mismo, incluyendo sentimientos como autoconfianza, competencia, logro, independencia y libertad. Así pues, este nivel de la jerarquía de necesidades humanas se basa en todas aquellas ventajas que supone el hecho de gozar de un buen estatus a los ojos de los demás. 5. Necesidades de autorrealización Por último, en el nivel más alto se encuentran las necesidades de autorrealización y el desarrollo de las necesidades internas, el desarrollo espiritual, moral, la búsqueda de una misión en la vida, la ayuda desinteresada hacia los demás, etc. Este nivel de la pirámide de Maslow es uno de los rangos de la jerarquía de necesidades más difíciles de definir, porque tiene que ver con objetivos altamente abstractos y que no se consiguen con acciones concretas, sino con cadenas de acciones que se producen durante periodos relativamente largos. Por consiguiente, cada individuo tendrá necesidades de autorrealización diferentes y personalizadas.
¿Qué son las necesidades humanas?
En economía, se entienden las necesidades humanas como la unión entre una sensación de carencia específica y el deseo de satisfacerla, es decir, como una deficiencia que activamente deseamos subsanar. De acuerdo al abordaje típico de la economía, estas necesidades son infinitas e ilimitadas, es decir, no cesan nunca de reproducirse, mientras que los recursos necesarios para su satisfacción son limitados y finitos, o sea, que se cuenta con un número concreto de ellos. Así, la economía es la ciencia que estudia esta relación imposible y los métodos para tratar de resolverla. Las necesidades humanas se encuentran allí en donde haya un ser humano, independientemente de si se encuentra solo o en grupo, aunque en este último caso, obviamente, las proporciones se incrementan. Su estudio y organización, además, han sido objeto de estudios por parte de la economía, la psicología y otras muchas disciplinas, a partir de las cuales se puede intentar una clasificación: De acuerdo a su importancia, se pueden distinguir dos tipos de necesidades humanas: Primarias o biológicas, las cuales determinan la subsistencia fisiológica del individuo y su salud inmediata, como alimentarse, dormir, beber agua, abrigarse de los elementos climáticos, etc. Fundamentales o sociales, aquellas que son también elementales para el correcto o completo desarrollo de un individuo saludable, pero que no están determinadas por la biología humana, sino por su forma de socialización, tales como el afecto, la seguridad, la identidad, una vivienda digna, etc. Secundarias o suplementarias, cuando no se trata de necesidades vitales o básicas, sino de las añadidas una vez que las primeras dos están satisfechas, y que por lo tanto varían de una época a otra y de un grupo humano a otro, como son la riqueza, la participación política, la representación legal, la recreación, etc. Según su carácter social, o sea, de dónde provengan, se pueden clasificar en: Necesidades individuales, cuando toman en consideración únicamente al individuo, o sea, de uno en específico, incluso si ello contradice las necesidades del grupo al que pertenece. Necesidades colectivas, cuando toman en consideración a la totalidad de una colectividad, comunidad o sociedad humanas, incluso si ello contradice las necesidades individuales de alguno de sus miembros. Según su importancia económica se pueden clasificar en: Necesidades económicas, cuya satisfacción requiere de un esfuerzo productivo de parte de la sociedad entera o al menos de parte del individuo, es decir, de actividades económicas. Por ejemplo, para satisfacer nuestro deseo de alimentarnos, es preciso poder adquirir comida que ha sido previamente preparada, para lo cual fue necesario contar con insumos que fueron previamente recolectados, producidos u obtenidos. Necesidades no económicas, cuya satisfacción no implica ningún mecanismo productivo, sino que pueden satisfacerse de otras maneras. Por ejemplo, para respirar sólo necesitamos aire, y para obtener afecto, sólo necesitamos a un ser querido. En ninguno de ambos casos aparece la cadena productiva humana. ¿Qué son las necesidades básicas? Cuando se habla de necesidades básicas o necesidades fundamentales de la humanidad, se hace referencia a los elementos mínimos indispensables que los seres humanos necesitamos para vivir. No existe una única definición o criterio respecto a cuáles o cuántas son, sino que todo depende de la perspectiva filosófica según la cual se las aborde. Así, según algunos autores son pocas, finitas y bien clasificables (Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn), mientras que según la perspectiva económica tradicional son pocas, pero infinitas e insaciables. En lo que sí coinciden los distintos criterios existentes respecto a las necesidades básicas del individuo, es en que son propias de la humanidad, de modo que son compartidas por la especie en todas las culturas y períodos históricos posibles, aunque hayan intentado satisfacerse mediante procedimientos, estrategias y sistemas muy distintos entre sí históricamente. Además, se admite que estas necesidades fundamentales son: Simultáneas. Se las necesita a todas a la vez. Complementarias. Si falla una, fallan las demás. No comercializables. No es aceptable que formen parte de un negocio. La satisfacción de estas necesidades mínimas del ser humano también sirve de indicador para distinguir entre los distintos estratos de población que se halla en la pobreza. Quienes llevan una existencia incapaz de proveerse a sí mismos de estas necesidades fundamentales, son quienes más abajo se hallan en la pirámide social. Por último, estas necesidades básicas dictaminan los derechos fundamentales de todo ser humano, conforme al derecho natural y a los acuerdos internacionales sobre los Derechos humanos (DDHH). Los mismos son inalienables, irrenunciables y propios de cualquier individuo de la especie sin importar su condición y contexto.
¿Cuáles son las necesidades básicas?
El ocio y el afecto también son necesidades básicas. Según algunos autores, las necesidades humanas básicas son las siguientes: Subsistencia. Es decir, alimento y agua para mantenerse con vida, pero también acceso a la salud tanto preventiva como curativa. Protección. O sea, ser mantenidos a salvo del peligro y de la inclemencia de la naturaleza: la lluvia, el frío, etc. Afecto. Es decir, la consideración de otros, el amor de otros y la aceptación de otros. Participación. Lo cual equivale a ser tomado en cuenta en la sociedad y tener el derecho de formar parte de ella. Ocio. O sea, tiempo libre y de descanso, tiempo para la reflexión. Entendimiento. Que equivale a educación, acceso al saber y al conocimiento. Creación. Esto es, la posibilidad de inventar, componer, interpretar, imaginar. Identidad. Es decir, un nombre propio, una historia propia, y su reconocimiento formal por parte de los demás. Libertad. Lo cual significa ser dueño de los propios actos, decidir por el propio cuerpo y la propia vida, sin estar sujeto a la voluntad de otros.