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Propofol
Farmacocinética
La elevada liposolubilidad del propofol le confiere una buena capacidad para alcanzar rápidamente el
SNC, dando lugar a su efecto hipnótico.
La duración de la hipnosis luego de un bolo de 2-2,5 mg/kg es de 5-10 minutos, seguida de una rápida
recuperación debido a la veloz redistribución desde el SNC al músculo y a la grasa.
El propofol tiene un gran volumen de distribución, como se espera de todo fármaco lipofílico. El
volumen central o inicial de distribución es de 0,3-0,5 l/kg (20-40 litros)
Metabolismo
Dado que el aclaramiento de propofol (< 1,5 l/min) supera la irrigación hepática, podría darse un
metabolismo extrahepático o extrarrenal. Se ha confirmado el primero durante la fase anhepática en
pacientes sometidos a trasplante hepático al detectarse metabolitos de propofol tras la administración
de este fármaco en ausencia de tejido hepático. El metabolismo extrahepático más relevante tiene lugar
en el riñón. En varios estudios se demostró que los microsomas presentes en los riñones y en el
intestino delgado forman glucurónidos de propofol. El metabolismo renal de propofol aglutina hasta un
30% de su aclaramiento, lo que explica su rápida desaparición, que supera a la irrigación hepática. Por
otra parte, los pulmones podrían intervenir en el metabolismo extrahepático del fármaco
En los ancianos se reduce la depuración de propofol; puesto que el volumen central de distribución del
propofol tambien disminuye, la dosis necesaria de propofol, tanto para la inducción como para el
mantenimiento de la anestesia es menor. En los recién nacidos, la eliminación del propofol tambien es
reducida (Allegaert et al., 2007). Por lo tanto, el propofol se puede acumular de manera sustancial en los
recién nacidos y provocar un retraso en la recuperación de la anestesia o la sedación. Por el contrario,
en los niños pequeños, con la depuración mas rápida y un volumen central mayor, es posible que se
necesiten dosis más altas de propofol para la inducción y el mantenimiento de la anestesia.
Farmacodinamia
Efectos en el sistema nervioso central. El propofol lleva a cabo su acción hipnótica fundamentalmente
mediante la potenciación de la corriente de cloro inducida por el ácido gammaminobutírico (GABA) a
través de su unión a la subunidad b del receptor de GABAa produciendo hiperpolarizacion.
Por otra parte, el propofol origina una amplia inhibición del subtipo N-metil-d-asepartato (NMDA) del
receptor de glutamato mediante la modulación de la activación de los canales de sodio. No se conocen
con detalle el mecanismo ni la localización exactos de los cambios asociados a la transición del estado de
consciencia al de pérdida de conocimiento.
El propofol ejerce un efecto depresivo directo en las neuronas de la médula espinal. La sensación de
bienestar en pacientes tratados con propofol se vincula al aumento de las concentraciones de dopamina
en el núcleo acuminado (un fenómeno descrito en toxicomanías y conductas hedonistas). La acción
antiemética del puede deberse al descenso de las concentraciones de serotonina en el área postrema,
probablemente mediado por su acción en los receptores de GABA.
La respuesta hemodinámica al propofol registra una demora significativa con relación a su efecto
hipnótico entre 2 y 3 min para el efecto hipnótico y alrededor de 7 min para el efecto hemodinámico
depresivo, lo que implica que la depresión hemodinámica aumenta a lo largo de los minutos siguientes a
la pérdida de conocimiento producida por la inducción de la anestesia.
Barbitúricos
Son derivados del ácido barbitúrico. Los tres barbitúricos que se utilizan para la anestesia clínica
son el tiopental sódico, el tiamilal y el metohexital. El tiopental sódico es el más utilizado para inducir la
anestesia. La mezcla con fármacos en soluciones más acidas durante la inducción anestésica puede
ocasionar la precipitación de los barbitúricos como acido libre; por eso, en la práctica clínica se atrasa la
administración de otras sustancias hasta que el catéter intravenoso no tenga barbitúricos.
Farmacocinética
Se une en un 85% a las proteínas plasmáticas, principalmente a la albúmina. El inicio de acción en el SNC
se ve afectado por la unión a proteínas, ya que tan solo el fármaco libre atravesará la barrera
hematoencefálica.
Los barbitúricos presentan un metabolismo hepático y se lleva a cabo mediante cuatro procesos:
1) Oxidación del grupo arilo, alquilo o fenilo; 2) desalquilación; 3) desulfuración de los tiobarbitúricos, y
4) destrucción del anillo del ácido barbitúrico. La mayoría de sus metabolitos son inactivos,
hidrosolubles y de excreción urinaria. Estos metabolitos se excretan con facilidad en la orina o bien en
forma de conjugados con ácido glucurónico en la bilis. Una pequeña fracción del tiopental experimenta
una reacción de desulfuración para generar el pentobarbital, un hipnótico de larga duración
Farmacología
Mecanismo de acción
No se conocen con detalle los mecanismos de acción de los barbitúricos sobre el SNC.. El receptor de
GABAa representa el único sitio identificado que participa en la anestesia inducida por barbitúricos. La
unión de una molécula de barbitúrico al receptor de GABAA potencia y remeda la acción de GABA al
favorecer la conductancia del cloro a través del canal iónico, produciendo, la hiperpolarización de la
membrana celular, lo que eleva el umbral de excitabilidad de la neurona postsináptica.
Los barbitúricos reducen el metabolismo cerebral, según se puede determinar por el consumo cerebral
de oxígeno, de acuerdo con la dosis. Las dosis de inducción del tiopental reducen 25 a 30% el CMRO2;
Como consecuencia de la reducción de CMRO2, el flujo sanguíneo cerebral y la presión intracraneal
tambien se reducen. Dado que disminuye de manera notoria el metabolismo cerebral, el tiopental se ha
usado como un fármaco protector contra la isquemia cerebral, No obstante, las dosis altas que se
necesitan y la sedación prolongada posterior impiden su aplicación clínica para este fin
Los barbitúricos son anticonvulsivos eficaces, el tiopental en particular tiene eficacia probada para el
tratamiento de estados epilépticos.
El tiopental mantiene la proporción entre suministro y demanda miocárdica de oxígeno en los pacientes
con coronariopatía y límites normales de presión arterial. La hipotensión es intensa en algunos pacientes
con capacidad deteriorada para compensar la venodilatacion, como aquellos con hipovolemia,
miocardiopatía, valvulopatia, coronariopatía, taponamiento cardiaco o que reciben bloqueadores β.
Ninguno de los barbitúricos ha sido arritmogeno.
Los barbitúricos originan depresión respiratoria central relacionada con la dosis, El valor máximo de la
depresión y la depresión máxima de la ventilación por minuto tras la administración de tiopental se
alcanza entre 1 y 1,5 min después.
Las respuestas reflejas a la hipercapnia y a la hipoxia disminuyen con los anestésicos barbitúricos, y
puede haber apnea con dosis mayores o en presencia de otros depresores respiratorios como los
opioides. Con la excepción de reacciones infrecuentes de tipo anafilactoide, estos fármacos tienen poco
efecto en el tono broncomotor
Los barbitúricos pueden causar crisis letales de porfiria las cuales se manifiestan por dolor abdominal
intenso, nausea, vómitos, trastornos psiquiátricos y anomalías neurológicas y están contraindicados en
dichos sujetos.
Ketamina
Metabolismo
La ketamina es metabolizada por los sistemas enzimáticos hepáticos, principalmente por la vía del
citocromo P-450, siendo la ruta principal la N-demetilación para formar norketamina (metabolito I),
metabolito con una potencia anestésica de un tercio de la ketamina. Esta puede ser entonces
hidroxilada formándose compuestos como la hidroxinorketamina (metabolito II) que se conjugan con
ácido glucurónico, produciendo compuestos hidrosolubles que se excretan en orina, de otro lado es muy
escasa la presencia de los metabolitos o la propia ketamina en orina o heces sin conjugar.
La ketamina se caracteriza por su versatilidad de vías de administración (5); siendo las más habituales la
intravenosa (IV) y la intramuscular (IM), puede administrarse por vía oral (VO), intranasal, transdémica,
rectal, epidural o intradural.
Farmacodinamia
Efectos en el sistema nervioso central
Es el único anestésico intravenoso con efectos analgésico, hipnótico y amnésico. Produce pérdida de
conocimiento y analgesia relacionada con la dosis. Ejerce su acción a través de diversos receptores,
como los RNMDA, los receptores de opioides y los receptores monoaminérgicos.
La acción más relevante de la ketamina corresponde a la inhibición del flujo glutaminérgico mediado por
RNMDA hacia el sistema gabaérgico, que ocasiona una actividad excitadora cambiante en la corteza y el
sistema límbico, que produce, en última instancia, pérdida de conocimiento. Al nivel de la médula
espinal, la ketamina ejerce un potente efecto antinociceptivo e inhibe la liberación de acetilcolina, El
estado de anestesia recibe el nombre de anestesia disociativa, ya que los sujetos tratados únicamente
con el fármaco parecen encontrarse en estado cataléptico, a diferencia de otros estados de anestesia
que remedan el sueño normal.
A diferencia de los otros anestésicos parenterales, la ketamina incrementa el flujo sanguíneo cerebral y
la presión intracraneal (ICP, intracranial pressure) con una mínima alteración del metabolismo cerebral.
Se asocia a efectos psicológicos adversos que aparecen en el transcurso del despertar de la anestesia
con ese fármaco y reciben el nombre de reacciones de emersión. Las manifestaciones frecuentes de
estas reacciones, cuya gravedad y clasificación son variables, son sueños vívidos, experiencias
extracorpóreas (sensación de flotar fuera del cuerpo) e ilusiones (interpretación errónea de una
experiencia sensorial externa real). A menudo, los sueños e ilusiones se asocian a sentimientos de
emoción, confusión, euforia y temor. Se registran a lo largo de la hora siguiente a la emersión y suelen
desvanecerse después de 1 a varias horas. Estas reacciones físicas se deben a la depresión de los núcleos
de transmisión visual y auditiva inducida por la ketamina, lo que favorece la percepción o interpretación
errónea de estímulos auditivos y visuales.
Aparato cardiovascular. A diferencia de otros anestésicos, las dosis de inducción de ketamina suelen
aumentar la presión arterial, la frecuencia cardiaca y el gasto cardiaco. Los efectos cardiovasculares son
indirectos y es más probable que sean mediados por inhibición de la recaptacion central y periférica de
catecolaminas. Por eso, para pacientes con riesgo de hipotensión durante la anestesia, la ketamina es
una sustancia útil, junto con el etomidato. Si bien no es arritmogena, si incrementa el consumo del
oxígeno miocárdico y no es un fármaco ideal en individuos con riesgo de isquemia miocárdica.
Aparato respiratorio. Las dosis de inducción de este fármaco producen una disminución leve y
transitoria de la ventilación por minuto, pero la depresión respiratoria es menos intensa que con los
demás anestésicos generales. La ketamina es un broncodilatador potente debido a su actividad
simpaticomimetica indirecta. Por eso, la ketamina es un anestésico muy conveniente para pacientes con
riesgo alto de broncoespasmo.
Etomidato
Mecanismo de acción
El mecanismo o mecanismos por los que el etomidato produce hipnosis en el SNC no son conocidos con
seguridad. El etomidato aumenta las vías inhibitorias del GABA en el SNC. Es incluso más potente en
activar al receptor GABA A que los barbitúricos, porque lo hace con una potencia comparable a la del
GABA endógeno.
Farmacocinética
Efecto máximo:
El volumen de distribución es elevado debido a que la molécula es muy lipofílica. Siendo de 2,5 a 4,5
litros/kg. En sangre, el 38% del etomidato es captado por los glóbulos rojos, un 48% se une a proteínas
plasmáticas y un 14% queda en forma libre. Dado que es muy liposoluble y en su forma libre se
encuentra sin ionizar, atraviesa rápidamente la barrera hematoencefálica y placentaria
Metabolismo
Se metaboliza principalmente en el hígado por hidrólisis de ésteres, lo que produce un ácido carboxílico
correspondiente y un radical del grupo etanol (metabolito principal). El metabolito principal carece de
actividad. Únicamente el 2% del fármaco se excreta inalterado; la fracción restante lo hace en forma de
metabolitos a través del riñón (85%) y la bilis (13%). Los trastornos que afectan a las proteínas séricas (p.
ej., hepatopatías o nefropatías) influyen en la cuantía de la fracción libre y pueden propiciar un efecto
farmacodinámico exagerado de una dosis
Farmacodinamia
Produce hipnosis y carece de efectos analgésicos. En dosis comprendidas entre 0,2 y 0,3 mg/kg, produce
una disminución del 34% del flujo sanguíneo cerebral y del 45% de la CMRO2 sin que la PAM se vea
afectada. La PPC se mantiene o aumenta y se produce un incremento neto beneficioso del cociente
demanda-suministro de oxígeno en el cerebro. Puede ocasionar una reducción aguda del 50% de la PIC
en sujetos con aumento de este parámetro.
El etomidato se ha usado como fármaco protector contra la isquemia cerebral; sin embargo, estudios en
animales no hallaron un efecto beneficioso uniforme (Drummond et al., 1995), y ningun experimento
controlado se ha realizado en seres humanos. El etomidato acelera la actividad EEG en los focos
epileptogenos y se ha asociado a convulsiones.
Aparato cardiovascular.
El etomidato ejerce un efecto menos acusado sobre la ventilación que los demás fármacos empleados
en la inducción de la anestesia. No estimula la liberación de histamina en sujetos sanos ni tampoco en
pacientes con enfermedad reactiva de la vía respiratoria. Comporta un descenso de la respuesta
ventilatoria a dióxido de carbono, la inducción de la anestesia con etomidato da lugar a un corto período
de hiperventilación que, a veces, se sigue de un período también breve de apnea, lo que se traduce en
un aumento leve (±15%) de la Paco2 y no afecta a la Pao2.
Los efectos endocrinos específicos del etomidato corresponden a una inhibición reversible dependiente
de la dosis de la enzima 11b-hidroxilasa que provoca una disminución de la biosíntesis de cortisol. Una
sola dosis de inducción de etomidato puede reducir en forma moderada y momentánea los valores del
cortisol, si bien el etomidato no se recomienda para infundir a largo plazo, parece seguro para la
inducción de la anestesia
Benzodiacepinas
Representan un grupo de fármacos utilizados muy a menudo en la anestesia como ansiolíticos, sedantes
e hipnóticos. En la práctica habitual, el midazolam suele administrarse inmediatamente antes de la
inducción de la anestesia. Los demás agonistas, diacepam, loracepam y temacepam, así como el
antagonista flumacenilo, se utilizan de manera menos frecuente.
Farmacocinética
Las cuatro benzodiacepinas que se utilizan en la anestesia se dividen en fármacos de acción breve
(midazolam), fármacos de acción intermedia (loracepam, temacepam) y un compuesto de acción
prolongada (diacepam)
Metabolismo
Midazolam
Diversos factores, como la obesidad, la edad y la cirrosis hepática influyen en la farmacocinética del
midazolam. Debido a su elevada lipofilia el midazolam se distribuye principalmente hacia el tejido
adiposo, lo que origina una prolongada semivida de eliminación en pacientes obesos.
Diacepam
Farmacodinamia
Las benzodiacepinas ejercen una acción selectiva sobre el receptor de GABAA, el cual interviene en la
transmisión sináptica inhibitoria rápida en el SNC. Estos fármacos potencian la respuesta a GABA al
facilitar la apertura de los canales de cloro activados por GABA, lo que provoca hiperpolarización. La
sedación, la amnesia anterógrada y las propiedades anticonvulsivas dependen de las subunidades a1 de
los receptores de GABAA, mientras que las subunidades a2 intervienen en los efectos ansiolíticos y de
relajación muscular.
Todas las benzodiacepinas poseen actividad hipnótica, sedante, ansiolítica, amnésica, anticonvulsiva y
relajante muscular de origen central. Las benzodiacepinas reducen la CMRO2 de forma dependiente de
la dosis.
La edad avanzada, las enfermedades debilitadoras y el tratamiento simultáneo con otros compuestos
depresores del sistema respiratorio incrementan la incidencia y el grado de depresión respiratoria y
apnea ocasionadas por las benzodiacepinas.
Los efectos hemodinámicos de las benzodiacepinas son pequeños cuando se utilizan en monoterapia. La
principal variación hemodinámica corresponde a un leve descenso de la presión arterial debido a una
disminución de la resistencia vascular sistémica. La frecuencia cardíaca, las presiones de llenado
ventricular y el gasto cardíaco se mantienen con posterioridad a la inducción de la anestesia con
benzodiacepinas.
Flumazenil
Farmacocinética
El flumacenilo, al igual que otras benzodiacepinas, sufre un metabolismo completo (99%) en el hígado.
Se elimina con rapidez del plasma y se transforma en tres metabolitos conocidos: N-
desmetilflumacenilo, ácido N-desmetilflumacenilo y ácido flumacenilo. El producto metabólico final (es
decir, ácido flumacenilo) carece de actividad farmacológica. El flumacenilo es un compuesto de vida
corta.
Farmacodinamia
El efecto del flumacenilo en el SNC es casi inapreciable cuando se administra en ausencia de un agonista
de receptores de benzodiacepinas. Está exento de actividad anticonvulsiva e invierte el efecto
anticonvulsivo de las benzodiacepinas en las convulsiones inducidas por la anestesia local. En pacientes
con depresión del SNC inducida por benzodiacepinas, induce una inversión rápida y fiable de la pérdida
de conocimiento, la depresión respiratoria, la sedación, la amnesia y la disfunción psicomotora. Se
puede administrar con anterioridad, durante o después del agonista con el fin de bloquear o invertir sus
efectos en el SNC.
El flumacenilo invierte de manera eficaz los efectos de diversas benzodiacepinas, como midazolam,
diacepam, loracepam y flunitracepam. De igual modo, se ha utilizado con éxito para anular los efectos
de la intoxicación por clorhidrato y cannabis en niños y la sobredosis de alcohol, así como la sobredosis
de antihistamínicos.
El fármaco suprime el efecto del agonista al sustituirlo en el sitio de unión del receptor. La
administración en presencia de agonistas da lugar a unos efectos respiratorios significativos, ya que
revoca la depresión respiratoria debida a los agonistas. La inversión de la depresión respiratoria inducida
por midazolam con flumacenilo (1 mg) tiene una duración de 3 a 30 min. Las dosis i.v. crecientes de
hasta 3 mg en pacientes con cardiopatía isquémica no ejercen ningún efecto significativo en las variables
cardiovasculares, la inversión de la sedación por midazolam mediada por flumacenilo también
restablece la función barorrefleja cardíaca atenuada