Está en la página 1de 8

Venezuela y la falta de agua:

los camiones cisterna son "una


estrategia de propaganda muy
cruel"
 EL AGUA, UN TESORO QUE ESCASEA
o Agua y COVID-19 en América Latina: la falta de acceso al agua potable
aumenta el riesgo de contagio
o Vegetales en el desierto: ¿agricultura vertical para ahorrar agua?
o Tecnologías innovadoras para combatir la escasez de agua potable
o Afrontando la creciente amenaza de los conflictos por el agua
o Venezuela y la falta de agua: los camiones cisterna son "una estrategia
de propaganda muy cruel"
o Millones en América Latina tienen que combatir el coronavirus sin
agua potable
o Activista denuncia el lucro con el agua en Chile
o El día que Chile se quede sin agua
o La disputa por el agua ya está empezando en Alemania

Al problema del deterioro del abastecimiento de agua se suma el hecho de


que los camiones cisterna no resolverán nada, dijo a DW José María de
Viana, expresidente de la estatal venezolana Hidrocapital.
    
Los venezolanos deben lidiar con la escasez de agua en medio de la pandemia.
La escasez de agua está poniendo a prueba a los venezolanos, ya golpeados por la crisis
económica y alimentaria. DW habló con el ingeniero José María De Viana,
expresidente de la compañía estatal venezolana de abastecimiento de agua, sobre las
fallas del suministro en Venezuela y las promesas que, según él, no solucionarán el
grave problema de esa falta en medio de la pandemia del coronavirus, precisamente
cuando se deberían cumplir más estrictamente las normas de higiene y salud pública.
DW: ¿Cuál es la dimensión del problema de la falta de agua
ahora en Venezuela?
José María de Viana: La falta de agua no se da solo en Caracas. No hay ninguna
ciudad del país donde se reporte continuidad del servicio, a excepción de un caso que
hay que destacar, que es San Cristóbal, y del que no sabemos la causa. Pero inclusive 
en ciudades como San Felipe y Puerto Ordaz, que están al lado de dos ríos
majestuosos, hay un problema terrible con el servicio de agua.
¿Por qué no hay servicio de agua en forma permanente?
El 80 por ciento de la población de Venezuela recibe agua de manera intermitente, no
tienen flujo continuo en las tuberías. Por un lado, las  tuberías no están presurizadas ,
lo cual por norma es obligatorio, porque cuando las tuberías no están presurizadas se
pueden contaminar. La segunda condición es que el servicio es insuficiente porque la
cantidad de agua que se le entrega a los consumidores es inferior a la que necesitan. Y
en tercer lugar, se añade un problema de calidad: hay agua intermitentemente, no
siempre la tenemos, tenemos menos agua de la que necesitamos y, para complicar aún
más el problema, el agua con frecuencia tiene problemas de calidad en términos de
apariencia , porque llega con color, con mal olor, o tiene sabor indeseable. Cuando la
apariencia no funciona, el agua no es potable.
¿Por qué se llegó a esto?
Las ciudades venezolanas cuentan con una infraestructura construida hace veinte años
atrás, de dimensiones importantes y de excelente calidad. Llegamos a esto porque esa
infraestructura está profundamente dañada, deteriorada, lo que quiere decir que, en
distintas partes del sistema, está reducida la capacidad de traer agua desde los
embalses. En el caso venezolano, casi todas las fuentes están de 50 a 70 kilómetros de
distancia, y requieren, además de grandes tuberías, de importantes estaciones de
bombeo. Las estaciones de bombeo, como en el caso de Caracas, constituyen una
potencia instalada muy importante, que en esta ciudad se acerca a los 600 megavatios
de potencia instalada para poder traer el agua de la fuente, y que necesitan
periódicamente mantenimiento, reparaciones y renovación tecnológica,
principalmente en el sistema de protecciones eléctricas y del sistema de protección
electrónicos.
Los camiones cisterna no son la solución para la falta de agua en Venezuela, dijo experto.
¿Cómo se produce ese deterioro?
El equipo técnico ha sido suplantado progresivamente por cuadros con bajo nivel de
capacitación y, además, con muy escasos recursos técnicos para acometer el
mantenimiento y reparación de las instalaciones. Todas las instalaciones de los
sistemas de transporte de agua de las principales ciudades tienen distintos niveles de
deterioro, tanto en las estaciones de bombeo como también en las aducciones, las
tuberías que traen el agua, en algunos casos, presentan  obstrucciones y, en otros,
fugas muy importantes.
¿Cuál es el estado de los sistemas de transporte de agua?
Lo que está pasando es que, en este momento, a nivel nacional se está entregando la
mitad del agua que se producía 20 años atrás, en 1999. Eso está motivado no por el
deterioro de las fuentes, que en general siguen siendo las mismas. Pero hay que
destacar que en estos 20 años no se construyeron fuentes nuevas, sino que se
contribuyó al deterioro de los sistemas de transporte.
Suscríbete a nuestro boletín especial sobre el coronavirus y pulsa aquí.
En el caso de Caracas, en este momento solamente se producen 12 mil litros por
segundo, y 20 años atrás, la ciudad recibía 20 mil litros por segundo, con la
infraestructura existente para esa época.
Al tener todas las ciudades menos suministro que el que tenían hace 20 años, la forma
de operarlo ha sido  imponer unos sistemas rígidos de restricción en el abastecimiento,
lo que llaman racionamiento y eso es cada vez más intenso, más profundo, con un ciclo
más alejado precisamente porque los procesos de deterioro electromecánico no se
detienen y continúa avanzando el deterioro. 
¿Los problemas de abastecimiento se deben a falta de inversión o
a la mala gerencia?
Yo diría que el proceso de deterioro de las empresas de agua ocurrió antes de que
empezarán a dañarse las instalaciones de Hidrocapital del año 1999. Esta era una
organización robusta técnicamente, bien desarrollada con normas internas muy claras,
pero además de eso con equilibrio económico que le permitía tener recursos suficientes
no solamente para mantener y operar el sistema, sino para completar la inversión del
embalse Taguaza,  que se puso en servicio en octubre del año 98.
Los técnicos fueron sustituidos en todas las empresas por funcionario que tenían
obediencia régimen y que en general estaba muy poco preparados técnicamente para la
misión que tenían, que era  operar justamente servicios de alta complejidad como lo es
Hidrocapital o el Metro de Caracas.
Ese  proceso se agravó en el tiempo porque la crisis económica del país también hizo
que una buena parte de los talentos que tenían mayor competencia se fueran al
extranjero, y en este momento tenemos una crisis muy severa de recursos humanos
competentes.
La infraestructura deteriorada debe ser mejorada, señala José María de Viana, para que Venezuela
vuelva a tener agua en todas las regiones.
¿Qué se debería hacer ahora?
El camino para salir de esta tragedia,  que afecta  la calidad de vida de los venezolanos,
es especialmente mucho más duro en el caso los más humildes, pero tiene también
consecuencias muy importante en el tema de salud pública, porque la falta de agua
genera más problemas de los que aparentemente ocurren solamente dentro de la
vivienda. En primera instancia habría que rehabilitar, poner en condiciones operativas
toda la infraestructura que existe en las ciudades del país. Ese plan está diseñado, un
equipo de ingenieros hemos trabajado durante varios años identificando cómo hacerlo
y dónde hacerlo y podemos decir en forma responsable que es un trabajo que
recuperaría la mayor parte de las capacidades en tres años de inversión.
¿Qué hay de cierto en cuanto a la distribución de agua con
camiones cisterna?
El gobierno ha anunciado que, para atender la crisis de agua, ha adquirido  un número
limitado de camiones cisterna, y que el resto del año va haber la adquisición de otros.
Los que conocemos no dudamos en decir que eso es una estrategia de propaganda,
además muy cruel, porque está montada sobre la necesidad de la gente. Con los
camiones cisterna no se va a resolver ningún problema, nos parece terrible que se está
usando ese argumento de que ahora la falta de agua va a ser aliviada por unos
camiones que han traído desde otro país .
La razón es muy sencilla: en primer lugar, las cantidades son absolutamente
insuficientes. Unos 200, 400 camiones representan solamente una fracción del agua
que necesita cualquiera de las grandes ciudades de Venezuela. La segunda razón es que
los camiones no producen agua. Lo que necesitan las ciudades es traer  más agua, y los
camiones van a utilizarse tomando agua de la misma ciudad en la que falta el agua, es
decir,  la vamos a sacar agua de los tubos para pasearla en unos camiones.

Faltan recursos humanos para mejorar el abastecimiento de agua en Venezuela, según José María
de Viana.
¿Cuál sería la solución entonces al problema del abastecimiento
de agua en Venezuela?
Aumentar la capacidad de los sistemas que distribuyen agua desde las fuente. Para que
entendamos esto , el sistema  Tuy II , que surte a Caracas, ha venido funcionando al
50% de su capacidad, y ese es un sistema que tiene capacidad  de diseño de cerca de
7000 litros, pero este momento solamente entrega como máximo 3.000 litros. Ese
50% de capacidad ,  esas tres líneas de bombeo son indispensables para reducir el
problema de escasez.
En el caso del Tuy I es mucho más grave, está funcionando a una cuarta parte de su
capacidad, tenemos allí motores, bombas, válvulas que pueden ser corregidas y que
podrían traer a la ciudad 3.000 litros más de agua por  segundo.
De acuerdo a la investigación que hemos realizado, podemos decir que esto que ocurre
en Caracas por los problemas del Tuy I y Tuy II, por razones electromecánicas que
pueden ser corregidas, si se atienden esas razones, eso significa que una sola de las
líneas que estamos mencionando traerían 1.000 litros por segundo, que es mucho más
que todas las cisternas con las que dicen van a solucionar el problema.
José María de Viana fue presidente de Hidrocapital, la empresa estatal de agua de
Venezuela, desde 1992 hasta 1999. Es ingeniero y docente universitario.

También podría gustarte