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Ilusiones Ópticas

Las ilusiones ópticas son una distorsión de la percepción. S sensaciones visuales


que generan, en ciertas circunstancias, falsas interpretaciones de la realidad. Llevan
a percibir la realidad de manera distorsionada a través de la vista. Este tipo de
ilusiones son las más frecuentes, ya que, si bien es cierto que también existen
ilusiones auditivas, táctiles, gustativas y olfativas, la vista es el principal sistema
sensorial del ser humano y provee casi un ochenta por ciento de la información que
llega a nuestro cerebro.

Este tipo de ilusiones no están sometidas a la voluntad de las personas, sino que
pueden variar de acuerdo a quien las vea y generar distintas sensaciones en cada
persona, debido a que cada individuo capta y procesa la información de manera
particular y subjetiva. Físicamente ocurren durante la conexión del hemisferio
derecho y el izquierdo del cerebro, gracias a lo cual tenemos la capacidad de
percepción. El cerebro necesita encontrar un significado y un equilibrio en todo lo
que ve, en todos los datos enviados por los sentidos, y al no encontrar una
respuesta, decide interpretar esos dados a través de su propia experiencia. Las
ilusiones no son engaños, sino, una forma de dar una respuesta lo más lógica
posible para intentar dar un equilibrio al desorden.

Las ilusiones ópticas pueden dividirse en dos grandes grupos: ilusiones ópticas
fisiológicas e ilusiones ópticas cognitivas:

Las ilusiones de carácter fisiológico están asociadas a los efectos de una


estimulación excesiva en los ojos o el cerebro. Por ejemplo, al ser deslumbrados por
una luz muy brillante o cuando la retina se somete a un leve estrés al fijar la vista en
un objeto. Del mismo modo, ciertos contrastes entre colores y matices, en
combinación el movimiento constante de nuestros ojos, crean una falsa sensación
de movimiento. La explicación de este fenómeno está en que los estímulos tienen
caminos neuronales individuales para los primeros estadios del proceso visual, y la
estimulación repetida de sólo algunos de esos caminos confunde al mecanismo
visual.
Las ilusiones de carácter cognitivo son aquellas en las que interviene nuestro
conocimiento del mundo. Se producen por una interpretación errónea por parte del
cerebro de las señales que el ojo recibe. Lo cual lleva a producir "inferencias
inconscientes", una idea sugerida por primera vez en el siglo XIX por el físico y
médico alemán Hermann Helmholtz. Este tipo de ilusiones suelen dividirse en cuatro
categorías:

 Ambigüedades: Son figuras que presentan dos alternativas de percepción no


simultaneas. Provocan un cambio perceptivo entre las diferentes
interpretaciones de la realidad.
 Deformaciones: Son los errores de percepción del tamaño, longitud,
curvatura, ángulos o cualquier propiedad geométrica.
 Paradojas: Presentan objetos imposibles
 Ficciones: También llamadas alucinaciones. Se perciben imágenes que en
realidad no existen. Suelen ser consecuencia de estados de alteración mental

La corriente teórica que más atención ha puesto al fenómeno de las ilusiones


ópticas fue la llamada psicología de la Gestalt (corriente de la psicología moderna,
surgida en Alemania a principios del siglo XX. El termino proviene del alemán, fue
introducido por primera vez por Christian von Ehrenfels y puede traducirse como
"forma", "figura", "configuración" o "estructura"). En contraste con el enfoque
puramente fisiológico, autores como el psicólogo experimental estadounidense
Irvine Rock han teorizado que la capacidad de percibir un objeto debe ubicarse en
una organización presidida por el sistema nervioso y no en una simple imagen
enfocada por la retina. Según la Gestalt, percibimos la información que nos llega del
mundo exterior no como hechos aislados, sino como agrupaciones de diferentes
elementos en contextos significativos, de acuerdo con algunas reglas de coherencia
interpretativa. Por ejemplo, tendemos a percibir la estructura más simple, a agrupar
los elementos en función de las distancias y la semejanza y en un conjunto
coherente y continuo.
En el ámbito del arte se ha hecho un uso extensivo de las ilusiones ópticas. Desde
Andrea Mantegna a Salvador Dalí, creándose también el género pictórico del
trampantojo o ilusionismo, técnica que intenta engañar a la vista jugando con el
entorno arquitectónico, la perspectiva, el sombreado y otros efectos ópticos de
fingimiento. Hoy en día, artistas callejeros crean enormes abismos que se abren en
las aceras urbanas, de los que brotan asombrosos cráneos, tiburones feroces o
niños gigantes. Entre los artistas que han trabajado con ilusiones ópticas, se pueden
mencionar a M. C. Escher, Bridget Riley, Salvador Dalí, Giuseppe Arcimboldo,
Marcel Duchamp, Oscar Reutersvärd, Victor Vasarely, Charles Allan Gilbert, Sandro
Del Prete, Octavio Ocampo, Dick Termes, Shigeo Fukuda, Patrick Hughes, István
Orosz, Rob Gonsalves, Gianni A. Sarcone, Ben Heine y Akiyoshi Kitaoka.

También se hacen presentes las ilusiones ópticas en el ámbito de la publicidad, la


cual tiene por objetivo principal alcanzar el interés del público al que se dirige. La
fuerte presencia de las ilusiones ópticas en diseño y publicidad responde a la
eficiencia con la que atrae al público y crea vínculos más fuertes con el observador.

El campo de las ilusiones ópticas es muy extenso y se contempla desde muchos


puntos de vista; desde la psicología de la percepción, la óptica, la neurociencia,
hasta la numerosa inclusión en juegos paradójicos y pasatiempos que inundan las
páginas web de aficionados y curiosos. Las ilusiones ópticas pueden enseñarnos
bastante acerca de cómo nuestro cerebro y mente trabajan en conjunto para
comprender el mundo que nos rodea.

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