15(1)

Revista
Semilleros Med
enero-diciembre 2021 • ISSN: 1909-9061

Editorial
Neogranadina
 ¦ Volumen 15(1) ¦ Enero-diciembre 2021 ¦ ISSN: 1909-9061 ¦

15(1)
Revista
Semilleros Med

Editorial
Neogranadina
 Revista
15(1) Semilleros Med
Volumen 15 (1) ¦ enero-diciembre 2021
ISSN: 1909-9061
© Vicerrectoría de Investigaciones
© Editorial Neogranadina

Universidad Militar Nueva Granada

Rector
BG. (RA) Luis Fernando Puentes Torres
Vicerrector General Vicerrectora de Investigaciones
BG (RA) Alfonso Vaca Torres Dra. Martha Jeaneth Patiño Barragan
Vicerrectora Académica Vicerrector Campus Nueva Granada
Martha Lucía Oviedo Franco CR (RA) Gustavo Enrique Becerra Pacheco
Vicerrector Administrativo Editor General - Editorial Neogranadina
MG (RA) José Mauricio Mancera Castaño Óskar Benjamín Gutiérrez Calvo

Facultad de Medicina
Decano Facultad de Medicina
Eliana Patricia Ramírez Cano, MD
Vicedecano Directora Centro de Investigaciones
CR. Erik Edgardo Muñoz Rodríguez, MD Dra. Sandra Liliana Rodríguez Martín

COORDINADORA DE EDICIÓN
Beatriz Pescador Vargas, M. Sc.
Docente Ciencias Básicas Médicas

EDITORA
Zaida Ximena Gloria Cristina Rojas Palomino
Estudiante Facultad de Medicina

COEDITORA
María Camila Lancheros Garzón Natalia Sánchez Santamaría
Estudiantes Facultad de Medicina

COMITÉ EDITORIAL
Wilson Bautista Molano MD, PhD. Beatriz Pescador Vargas MSc.
Jesús Alfredo Uribe Ardila, PhD. Sandra Rodríguez Martin PhD.

ESTUDIANTES COMITÉ EDITORIAL

Miller Andrés Martínez Jiménez Andrés Felipe David Ibarra
Daniela Valentina Combariza Helen Sofia Abril Gómez
Paula Andrea Noguera Chaparro Silvia Julieth Calderón Amaya
 COMITÉ CIENTÍFICO
Iván A. Méndez Rodríguez M. Sc.
Docente Ciencias Básicas Médicas
Jesús Alfredo Uribe Ardila, Ph. D.
Docente Investigador Universidad de los Andes
Diana P. Pachón Barinas, M. Sc.
Docente Ciencias Básicas Médicas
Laura Alejandra Roa Culma
Egresada Facultad de Medicina
Paul Rainer Gis, MD
Egresado Facultad de Medicina
Mayerli B. Rodríguez Martínez, MD
Egresada Facultad de Medicina
Omar Javier Calixto, MD
Egresado Facultad de Medicina
Hebert James Bernal Castro, MD
Egresado Facultad de Medicina
Briyit Marcela García Rodríguez, MD
Egresada Facultad de Medicina

CORRECCIÓN DE ESTILO IMPRESIÓN

xxxxxxxxxxxxx DGP Editores
Formato: 20,5 cm x 26,5 cm, papel libre de ácido
DIAGRAMACIÓN Tiraje: 80 ejemplares
xxxxxxxxx
Abril 2021

Reconocimiento ad honorem
A los Estudiantes de la Facultad de Medicina, que colaboraron
en la Edición de la Revista Semilleros Med, quienes, con su
esfuerzo, liderazgo y compromiso, saben bien; que
“Sólo se llega lejos, cuando se piensa en grande”.
Beatriz Pescador Vargas M. Sc.

Correspondencia: beatriz.pescador@unimilitar.edu.co
Facultad de Medicina. Universidad Militar Nueva Granada
Transversal 3ra No. 49-00, Bogotá, Colombia
Teléfono: 640 9420 Ext.: 2046
Correo electrónico: beatriz.pescador@unimilitar.edu.co
En esta dirección electrónica encontrará todos los volúmenes
de la Revista Semilleros Med: http://www.umng.edu.co/
revista-semilleros

UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA

Editorial Neogranadina
Sede Campus, Edificio de Posgrados, primer piso
Kilometro 2, vía Cajicá-Zipaquirá, costado oriental
PBX: 650 00 00 ext. 3092
www.umng.edu.co
Contenido

Editorial
El olvido del silencio vs. el efecto invernadero
Beatriz Pescador Vargas Msc

Guía para los autores

ARTÍCULOS ORIGINALES

La didáctica utilizada por los docentes de Física y Matemáticas

y su relación con el rendimiento académico de los estudiantes
del curso premédico de la Facultad de Medicina de la umng
Andrea Viviana Villamil Piraquive ■ Sandra Milena Carvajal Sastoque

Percepción sobre la dermatitis atópica en la población

estudiantil de la Facultad de Medicina de la umng
Ana Aguirre Moreno ■ Cristian Alarcón Otálora ■ Leidy Albarracín Meléndez ■ Angie
Albarracín Mendoza ■ Nataly Álvarez Rodríguez ■ Gabriela Álvarez Peñaloza ■ José Bolaños
Salamanca ■ Adriana Bustos Galvis ■ Fabricio Javier Guillén

REPORTE DE CASO

Hallazgo incidental de absceso hepático en

paciente adolescente con infección confirmada
por covid-19. Reporte de caso
Daniel Plaza Martínez ■ Alejandro Ramírez ■ Paula Prieto ■ Andrés Delgado

ARTÍCULOS DE REVISIÓN

Efectos tóxicos de productos químicos usados

para descontaminación y desinfección
Julián A. Pedroza Vargas ■ Laura D. Rojas García ■ Daniela Reyes Peña ■ Stephani S. García
Eugenio ■ Laura A. Villamil Domínguez ■ Javier Rodríguez Buitrago

Relación del uso de anticonceptivos orales

combinados y sus efectos en la hemostasia
Gabriel Gutiérrez Ballesteros ■ María Paula Pedreros Sosa ■ Sandra Liliana Rodríguez
Martín

5
 El rol de la pareja en la realización del tamizaje de cáncer
de cuello uterino en mujeres mayores de 18 años
Andrea del P. Álvarez Sánchez ■ Juan S. Ávila Ángel ■ Juan E. Bernal López ■ Nicolás García
Pescador ■ Zaira Juliana Laguna Muñetones ■ José M.l Linares Hurtado ■ Juanita Monsalve
Montezuma ■ Carlos A. Pérez Martínez ■ Juan P. Pineda Sanabria ■ María C. Ramírez Guarín
■ Johnattan A. Salazar Romero

Nutrición: energía para el reloj biológico del niño

María Victoria Rueda ■ Laura Carolina Rodríguez ■ Esperanza Fajardo

Hepatopatía alcohólica: lo que sabemos y nuevos

biomarcadores para tratamiento diferencial
Santiago Triviño López ■ Tatiana Silva Arango ■ Sandra Rodríguez Martín

Estrategias de prevención contra la infección del

virus del papiloma humano, en hombres americanos
en edad fértil. RSevisión sistemática
María C. Acosta ■ Gloria C. Enríquez ■ David S. Guarín ■ María C. Jaimes ■ María P. Ortiz ■
Tania V. Ramírez ■ Daniela Reyes ■ Laura A. Sierra ■ Tatiana Silva ■ Santiago A. Triviño ■
Natalia Zambrano ■ Sandra P. Sierra

Hábitos saludables, más allá de lo perceptible:

cambios en las líneas celulares, resultado de
hábitos de sueño y actividad física
Laura Daniela Ríos Hernández ■ Sarah Torres Trujillo ■ María José Castillo Torres ■
Sergio Alexander Camacho Forero ■ Sandra Rodriguez

Políticas de prevención del embarazo adolescente y

sus diferentes enfoques en Perú, Chile y Colombia
Anggie Aldana ■ Juliana Bohórquez ■ Eliana Gómez ■ Laura Hernández ■ Mario Joven ■ Ana
Romero ■ Esteban Salazar ■ Daniela Sierra ■ Shadya Uribe ■ Liley Velasquez ■ Sandra Sierra

Alteraciones hematológicas asociadas al estrés académico

Laura S. Galeano Fonseca ■ Jorge E. Prada Guzmán ■ Erika P. Viloria Salgado ■
Sandra L. Rodríguez Martín

ENTORNO

Paciente imaginario
Laura Alejandra Roa Culma

Premio nobel de medicina

Miller Andrés Martínez Jiménez
 Respuesta paciente imaginario
Laura Alejandra Roa Culma

Formato de registro de artículos sometidos

a publicación en Semilleros Med
Editorial
El olvido del silencio vs.
el efecto invernadero
Beatriz Pescador Vargas M. Sc.
Docente Faculad de Medicina
Haz de tu vida un sueño,
y de tus sueños una
realidad”.
El coronavirus SARS-CoV-2 trajo enfermedad,
muerte, sufrimiento, hambre y, por ende, un caos
de inseguridad y pobreza. No obstante, ante tan-
to dolor y tristeza, también surgieron momentos
de paz y tranquilidad que se pudieron observar
por un millonésimo segundo en el tiempo. Entre
ellos, estuvo la disminución de las emisiones de
gases como el CO2 y otros contaminantes como
el dióxido de nitrógeno (NO2). Esto ocurrió debi-
do a la reducción en el consumo de combustibles
fósiles, la disminución en el número y frecuencia
de vuelos aéreos, la operación a niveles más bajos
de lo normal por parte de las industrias, el cierre
de fábricas y comercios en el mundo, el descenso
en el tráfico vehicular y peatonal, y la suspensión
de grandes concentraciones en eventos sociales,
culturales y deportivos.
El efecto invernadero es un  fenómeno natu-
ral del calentamiento térmico de la tierra, es esen-
cial para mantener la temperatura del planeta en
condiciones ideales para la supervivencia. Sin él,
la tierra sería demasiado fría, lo que dificultaría el
desarrollo de las especies y la existencia de vida.
El problema es que el efecto invernadero
causado por el exceso de CO2, vapor de agua, y
otros gases, como el metano, el óxido de nitróge-
no, los clorofluorocarbonos y el ozono, dañan la
* MC
atmósfera. En las últimas décadas, la concentra-
ción de estos gases de aislamiento ha aumentado
bastante, debido a la acción del hombre y la acti-
vidad humana; la quema de combustibles fósiles,
la deforestación y la acción de las industrias han
aumentando la contaminación en el aire. Este ex-
ceso de la capa de gases aislantes está haciendo
que parte de estos rayos no puedan volver al espa-
cio, provocando un aumento de la temperatura en
todo el planeta. A este fenómeno se le denomina
calentamiento global, y a sus efectos se les conoce
como cambio climático. De allí, que se utilice el
nombre del efecto invernadero para describirlo.
Al final, la paz y tranquilidad observables por
un millonésimo segundo desaparece. Así, vuelve
el caos y, con él, vuelve el olvido del silencio que
nos permite escuchar el canto de las aves, el soni-
do de los canales de agua y mares transparentes y
a la brisa; con la que la flora reverdece y la fauna
se siente libre. En el caos nos damos cuenta de la
frialdad con la que el ser humano destruye día a
día este pequeño planeta llamado Tierra. Destru-
ye la flora, la fauna y hace mal uso de los recursos
y el ecosistema. Tal vez, por su interés de poder,
pierde la sensibilidad y la humanidad, olvidando
que nuestra vida y la de nuestro planeta es finita.
A mis estudiantes, gracias por enseñarme tanto.
Espero que el camino nos vuelva a unir.
“La gracia divina y la nobleza del corazón es lo único
que necesitamos para vivir”.
Trisbea.
9
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 11 - 16

Guía para los autores

Los autores interesados en que sus artículos se publiquen en la revista Semilleros Med deben
seguir estrictamente las recomendaciones descritas aquí. Se recomienda, asimismo, que los
autores se guíen por la estructura de este volumen de la revista.
Con el objeto de proporcionar una ayuda estructurada para la elaboración de un artículo,
el editor, la coordinadora de edición y el grupo colaborador de la revista Semilleros Med
han elaborado las directrices relacionadas con el formato que deben contemplar los manuscri-
tos enviados a la revista, las cuales han sido aprobadas por el Comité Editorial de la Facultad
de Medicina de la Universidad Militar Nueva Granada (umng).
Para garantizar la calidad de las publicaciones científicas, su integridad, transparencia
y debida salvaguarda de los principios éticos que rigen la investigación médica, la revista
Semilleros Med acepta y se acoge a los lineamientos establecidos por el International Com-
mittee of Medical Journal Editors (icmje) (www.icmje.org), por Equator Network (http://
www.equator-network.org/) y por el Committee on Publication Ethics (COPE) (http://pu-
blicationethics.org/).

Normas de la revista para la publicación

Los autores deben presentar el artículo que desean someter a publicación, cumpliendo los
siguientes requisitos: escrito a espacio sencillo, fuente Arial 10, sin columnas y en medio
magnético, junto con los archivos de las referencias bibliográficas usadas en el trabajo.
Junto con el artículo es necesario adjuntar los siguientes documentos, completamente
diligenciados: el “Formato de registro para el ingreso de trabajos a publicación – Revista
Semilleros Med” y una carta dirigida a la coordinadora de edición, donde se presenta el ar-
tículo y expresa el deseo de someterlo a publicación en la revista, la cual debe estar firmada
por todos los autores y entregarse en un sobre marcado.
El “Formato de registro para el ingreso de trabajos a publicación – Revista Semilleros Med”
es un requisito indispensable en el cual el autor principal y todos los coautores expresan cla-
ramente que el manuscrito presentado ha sido leído y aprobado por todos para ser enviado
a Semilleros Med. Los autores son responsables de los artículos aquí publicados y se autoriza
su divulgación en la revista, incluyendo su versión electrónica. Debe aclararse que el artícu-
lo no ha sido publicado con anterioridad y manifestar que no hay plagio en el manuscrito.
Los datos personales de los autores deben incluir: nombre completo, documento de identi-
dad, código institucional y correo electrónico. También debe indicarse quién es el autor de
correspondencia.

11

Autoría: para conceder a alguien el crédito
de autor, es necesario basarse únicamente en su
contribución esencial en lo que se refiere a (1) la
concepción y el diseño del estudio, la recolección,
análisis e interpretación de los datos; (2) la re-
dacción del artículo o la revisión crítica de una
parte sustancial de su contenido; y (3) la aproba-
ción final de la revisión a publicar. El orden de los
autores dependerá de la decisión que de forma
conjunta tomen los autores de cada artículo.
No debe infringirse el derecho a la intimidad
de los pacientes. Por ello, es necesario contar con
su consentimiento informado. No se publicará in-
formación de carácter identificativo en textos, fo-
tografías e historiales clínicos, a menos que tal
información sea esencial desde el punto de vista
científico o el paciente (familiares o tutor) haya dado
su autorización por escrito para la publicación, el
cual debe tener acceso directo al documento origi-
nal que pretende publicarse. No podrán alterarse o
falsear datos del paciente para lograr el anonimato.
1. Tipos de artículos
Se recibirán artículos acordes con la tipología pro-
puesta por Colciencias, que se transcribe a continua-
ción, resaltando la importancia de una bibliografía
actualizada y, cuando el tema lo amerite, además de
las internacionales, deben incluirse las nacionales,
para contextualizar al lector.
1.1 Artículo de investigación
científica y tecnológica
Documento que, de manera detallada, presenta los
resultados originales de proyectos de investigación
experimental, clínica, epidemiológica o sociohu-
manística. La estructura utilizada, generalmente,
contiene cuatro partes importantes: introducción,
metodología, resultados y discusión, incluyendo
las conclusiones en estas últimas.
1.2 Artículo de revisión
Documento resultado de una investigación o te-
mas de interés en medicina, donde se analizan, sis-
tematizan e integran los resultados de búsquedas
actualizadas, publicadas o no publicadas, sobre un
campo en ciencia o tecnología, con el fin de dar
12
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo.
El documento final debe tener como mínimo 50
referencias actualizadas.
1.3 Reporte de caso
Documento que presenta los resultados de un es-
tudio sobre una situación particular, con el fin de
dar a conocer las experiencias técnicas y metodo-
lógicas consideradas en un caso específico. Deberá
incluir una revisión actualizada y sistemática de la
literatura sobre casos análogos.
1.4 Artículo de reflexión
Documento que presenta resultados desde una
perspectiva analítica, interpretativa o crítica del
autor, sobre un tema específico y de actualidad.
1.5 Cartas al editor
Posiciones críticas, analíticas o interpretativas so-
bre los documentos publicados en la revista u otros
tópicos que, a juicio del Comité Editorial, constitu-
yan un aporte importante a la discusión del tema
por parte de la comunidad científica de referencia.
1.6 Galería de imágenes
Se recibirán fotografías de casos clínicos de gran
impacto o que, por su poca frecuencia, ameriten
ser reconocidos y divulgados.
2. Requisitos para el envío de
manuscritos
Debe revisarse la estructura del documento de
acuerdo con las instrucciones de la guía internacio-
nal: título en español, que incluya autores y resumen
con palabras claves en español; título en inglés con
su respectivo abstract y keywords; en pie de pági-
na, debe colocarse la información de los autores
(semestre y/o profesión, facultad, universidad) y el
correo electrónico institucional del autor de corres-
pondencia, para la comunicación permanente; texto
(introducción, desarrollo del tema, conclusiones y
agradecimientos, si es pertinente, incluir: materia-
les y métodos, resultados y discusión) y referencias.
Las tablas, figuras y gráficas deben poder mo-
dificarse de acuerdo con las necesidades de edición
de la revista. Estas deben ir con sus respectivas
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
leyendas, las cuales deben ser realizadas por el ar-
ticulista; de no serlo, debe especificarse si fueron
tomadas o modificadas de otra fuente. El título de
cada ilustración debe aparecer al final de la imagen.
No deben ser capturas de pantalla.
La entrega del artículo se hará en un sobre de
manila, correctamente marcado, y debe contener la
forma magnética en un CD etiquetado con formato y
nombre del archivo, donde debe incluirse una car-
peta que contenga los artículos citados. Además, de-
ben entregarse en medio impreso el artículo final, la
carta de autoría y el formato de registro para el in-
greso de trabajos a publicación – Revista Semilleros
Med, completamente diligenciado. Se recomienda
conservar una copia de todo el material.
3. Contenido estructural
del artículo
3.1 Página del título – Primera
página
a. El título debe estar en mayúscula (fuente Arial
10) y ser conciso pero informativo sobre el tema
central de la publicación.
b. El nombre de cada uno de los autores, con supe-
ríndice (fuente Arial 10, cursiva, sin negrilla), en
minúsculas.
c. En pie de página (fuente Arial 8), escribir:
◾ Título profesional y posición académica
◾ Afiliación institucional
◾ Nombre de la sección, departamento, servicio
e institución a la que debe darse el crédito del
trabajo
◾ Dirección electrónica del autor para la corres-
pondencia, ciudad de origen y país.
1
Estudiantes de la Facultad de Medicina, VI semes-
tre. Universidad Militar Nueva Granada.
2
M. Sc., Docente Radiología. Facultad de Medicina.
Universidad Militar Nueva Granada.
* Correspondencia: Nombres completo y dirección
electrónica. Facultad de Medicina, Universidad
Militar Nueva Granada, Transversal 3ra. No. 49-
00. Bogotá, Colombia.
 13
3.2 Resumen y palabras clave
El resumen debe estar conformado por máximo
300 palabras. Cuando es artículo original, se in-
dicarán los objetivos de la revisión o del trabajo de
investigación, los materiales y métodos emplea-
dos, los resultados más destacados mediante datos
concretos y su significado estadístico, junto con las
principales conclusiones.
Las palabras claves y keywords, ubicadas al final
del resumen, deben ser de cinco a siete (5-7) concep-
tos, con el fin de ayudar a los indicadores para cla-
sificar el artículo. Deben estar separadas por punto
y coma (;). En inglés deben consultarse los términos
enlistados en los Medical Subject Headings (MeSH)
(http://www.ncbi.nlm.nih.gov/mesh); en español
deben consultarse los Descriptores en Ciencias de la
Salud (DeCS) del índice de la Literatura Latinoame-
ricana y del Caribe en Ciencias de la Salud (http://
decs.bvs.br/E/homepagee.htm).
Título en inglés, todo en mayúscula (fuente
Arial 10). Las palabras Resumen y Abstract van cen-
tradas, en minúscula y negrilla. Los subtítulos, en
minúscula y negrilla (fuente Arial 10), cuando es ar-
tículo original. El contenido del resumen, abstract,
palabras clave y keywords debe ir en fuente Arial 10.
3.3 Introducción
Se indicará el propósito del artículo, la naturaleza del
problema y su relevancia. Se realizará de forma resu-
mida la justificación del estudio o artículo de revisión.
Además, deben incluirse las referencias estrictamen-
te necesarias. No se colocarán datos o conclusiones
y, en lo posible, no debe sobrepasar una página.
3.4 Materiales y métodos
Se describirán con claridad los materiales y méto-
dos empleados, con su bibliografía correspondien-
te, la forma como fueron seleccionados los sujetos
sometidos a observación o participantes en los ex-
perimentos (pacientes o animales de laboratorio),
con las respectivas variables.
3.5 Resultados
Deben presentarse en secuencia lógica. No deben re-
petirse los datos que ya aparecen en figuras o tablas.

3.6 Discusión y conclusiones
Debe enfatizarse en los aspectos nuevos e impor-
tantes y las conclusiones que se derivan de ellos. No
debe repetirse lo expresado en los resultados. Ade-
más, debe explicarse el significado de los resultados.
Si es posible, deben incluirse recomendaciones.
3.7 Agradecimientos y financiación
Especificar: colaboraciones que deban reconocer-
se, pero que no justifican su autoría. Si es perti-
nente, escribir: “Este artículo fue financiado con
recursos de…”.
3.8 Referencias
Las referencias constituyen una sección destaca-
da en un trabajo científico. La selección cuidadosa
de documentos relevantes es un elemento que da
solidez a la exposición teórica del texto y consti-
tuye una importante fuente de información para
el lector. Las referencias bibliográficas deben co-
rresponder a artículos científicos actualizados en
un 80 %; el porcentaje restante, a páginas de In-
ternet, libros y obras de consulta, entre otros. Los
artículos revisados deben tener una fecha de pu-
blicación no anterior al año 2011 en su mayoría,
exceptuando los que son considerados “clásicos”
para determinado tema, y bases del trabajo que
está realizándose.
Las referencias deben enumerarse de forma
consecutiva, según el orden en que sean mencio-
nados en el texto utilizando números arábigos en
paréntesis, sin dejar espacios entre ellas y de igual
tamaño que el texto. Es decir, las referencias no de-
ben ir en superíndices ni en subíndices. Cuando
hay más de una cita con numeración consecutiva,
se ponen solo la primera y la última, separadas por
un guion corto. Ejemplos:
(1-10): esto equivale a decir que se incluyen todas las
referencias del rango 1-10.
(1)
(3,4)
(3,13,22-25)
Si en el texto se menciona un autor, el número
de la referencia se coloca después del nombre del
14
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
autor; al tratarse de un trabajo realizado por más
de dos autores, se cita el primero de ellos, seguido de
la abreviatura “col.” y su número de referencia.
Se recomienda no citar revistas traducidas al
español. Es aconsejable recuperar la cita de la ver-
sión original, ya que es más fácil localizar la revista
original; además de que el documento original re-
sulta más fidedigno.
Las referencias que se realicen de originales
aceptados por alguna revista que aún no hayan
sido publicados se indicarán con expresiones del
tipo “en prensa” o “próximo a publicarse”. Los auto-
res deberán obtener autorización escrita y tener
constancia de que su publicación está aceptada. La
información sobre manuscritos presentados a una
revista, pero no aceptados, cítela en el texto como
“observaciones no publicadas”, previa autorización
por escrito del autor.
4. Esquema para las referencias
4.1 Artículos de revistas
Autor(es). Título del artículo. Nombre o abreviatura
Internacional de la revista. Año; volumen (número):
página inicial-final del artículo.
** Si los autores son más de seis, se mencionan
los primeros seis seguidos de la abreviatura et al.
Ivanov A, Swann R, Illidge T. New insights into
the mechanisms of action of radioimmunothera-
py in lymphoma. J Pharm Pharmacol. 2008; 60(8):
987-98. (De acuerdo con las Normas Vancouver esta
sección debe ir sin espacios, de la siguiente forma:
2008; 2(1):271-89.).
4.2 Libros y monografías
Autor(es). Título del libro. Edición. Lugar de publi-
cación: editorial; año.
** No es necesario aclarar cuando se trata de
una primera edición. Ediciones posteriores ponen
en números arábigos y en abreviatura (2a ed.). Si
la obra está compuesta por más de un volumen,
debemos especificarlo a continuación del título
del libro.
Perrie Y, Rades T. Pharmaceutics: Drug deli-
very and targeting. 2a ed. London: Pharmaceutical
Press; 2010.
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
4.3 Capítulo de libro
Autor(es) del capítulo. Título del capítulo. En di-
rector/coordinador/editor del libro. Título del libro.
Edición. Lugar de publicación: editorial; año. Página
inicial-final del capítulo.
Hanlon GW. Fundamentals of microbiology.
En Aulton ME (ed.). Aulton’s pharmaceutics: The
design and manufacture of medicines. 3a ed. New
York: Churchill Livingstone; 2013. Pp. 182-204.
4.4 Organización como autor
Nombre de la organización. Título de la publica-
ción. Lugar de publicación: editorial; año.
Institute of Medicine (US). Looking at the futu-
re of the Medicaid Programme. Washington (DC):
The Institute; 2014.
4.5 Actas de congresos
Nombre del congreso. Nombre de la ponencia; fe-
cha de inicio y finalización del evento en números
arábigos seguidos del mes y el año. Lugar de reali-
zación: asociación o institución organizadora del
congreso; año.
Simopoulos AP (ed.). Nutrition and fitness:
Obesity, the metabolic syndrome, cardiovascu-
lar disease, and cancer. International Conference
on Nutrition and Fitness; Jun 9-12, 2004; Basel
(Switzerland): Karger; 2005.
4.6 Monografía en Internet
Autor(es) o director/coordinador/editor. Título [mo-
nografía en Internet]. Edición. Lugar de publicación;
editor; año [fecha de consulta]. Dirección electrónica.
** [Monografía en Internet] puede sustituirse por
[monografía en línea], [Internet] o [libro en Internet].
Tasman W, Jaeger E, editor. Duane´s Oph-
thalmology en CD-ROM User Guide. Versión 2.0
[monografía en CD-ROM]. London; Hagenstown:
Lipppincott’Raven; 2015.
4.7 Sede web o página de principal
de inicio de un sitio web
Autor(es). Título [sede web]. Lugar de publicación:
editor; fecha de publicación [fecha de actualiza-
ción; fecha de acceso]. Dirección electrónica.
 15
** La [sede web] puede sustituirse por [página
principal en Internet], [Internet], [página de inicio
en Internet] o [homepage].
Diabetes Australia. Understanding diabetes [In-
ternet]. Canberra (Australia): Diabetes Australia;
2010 [actualizado el 1 de enero de 2010; citado el 4
de marzo de 2010]. Disponible en http://www.dia-
betesaustralia.com.au/en/Understanding-Diabetes/
4.8 Parte de una página de un sitio
o sede web
Título de la página [sede web]. Lugar de publicación:
editor; fecha de publicación [fecha de actualización/
revisión; fecha de acceso]. Título de la sección [nú-
mero de páginas o pantallas]. Dirección electrónica.
** La [sede web] puede sustituirse por [página
principal en Internet] o [homepage].
Medicina Interna de Galicia [sede web]. Lugo:
Sociedad Gallega de Medicina Interna; 2005 [ac-
ceso 19 de diciembre de 2005]. De Pablo Casas M,
Pena Río JL. Guía para la prevención de compli-
caciones infecciosas relacionadas con catéteres
intravenosos. Disponible en http://www.meiga.
info/guias/cateteres.asp
4.9 Base de datos en Internet
Institución/autor. Título [base de datos en Internet].
Lugar de publicación: editor; fecha de creación,
[fecha de actualización; fecha de consulta]. Direc-
ción electrónica.
** La [base de datos en Internet] puede sustituir-
se por [base de datos en línea], [Internet] o [sistema
de recuperación en Internet].
Who’s Certified [base de datos en Internet].
Evanston (IL): The American Board of Medical
Specialists. [Acceso 19 de diciembre 2005]. Disponi-
ble en: http://www.abms.org/newsearch.asp
5. Ilustraciones (figuras)
Además de ser adjuntas al documento de texto
(Word), las figuras se deben enviar, preferen-
temente, como fichero complementario en for-
mato tiff (tagged image file format) de 300 dpi
(dots per inch).
Las ilustraciones deben tener excelente resolu-
ción, de lo contrario no puede aceptarse el artículo.

Asimismo, recomendamos incluirlas en el texto
donde se considera que deben quedar.
Las ilustraciones se imprimen en una columna
(75 mm) o en dos columnas (153 mm); por consi-
guiente, deben enviarse las ilustraciones del tamaño
en que van a quedar impresas. Si las ilustraciones
son en color y se remiten en formato electrónico,
deben enviarse en archivos cmyk en formato tiff
(tagged image file format) de alta resolución. Si la
imagen no tiene texto incluido, la resolución óptima
para los archivos cmyk es de 300 dpi; si incluye tex-
to, la resolución recomendada es de 600 dpi y, si son
a blanco y negro, de 1200 dpi.
Las figuras se enumerarán consecutivamente,
según su primera mención en el texto. Si la figura
ya fue publicada con anterioridad, debe citarse la
fuente original y presentarse el permiso escrito del
titular de los derechos de autor para la reproduc-
ción del material. Dicha autorización es necesaria,
independientemente de quién sea el autor o edito-
rial; la única excepción se da en los documentos de
dominio público. La leyenda se coloca en la parte
inferior de cada figura.
Figuras: fuente Arial 10, cursiva. Especificar el
título y las leyendas que explican cada imagen.
Ejemplo:
Figura 2. Puntos de reparo en el bloqueo del nervio ciático,
enfoque descrito por Labbat y modificado por Winnie. Pun-
to negro pequeño superior: espina iliaca posterosuperior.
Punto negro pequeño inferior: trocánter mayor. Punto ne-
gro grande: sitio de bloqueo. Modificado de Bollini C. Sciatic
nerve block. Elsevier. 2006; 10:163-72.
6. Tablas
Las tablas deben enumerarse consecutivamente en
el orden de su primera mención en el texto. Ade-
más, debe asignarse un breve título a cada una, en
la parte superior de cada tabla. Las explicaciones
precisas se ponen en notas a pie de página, no en
16
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
la cabecera de la tabla. Para las notas al pie, deben
utilizarse asteriscos, los cuales deben ir debajo de
la leyenda.
Tablas: fuente Arial 10, cursiva. Debe especifi-
carse el título y la leyenda.
Ejemplo:
Tabla 1. Clasificación de las especies de Leishmania
Fuente: Botero, D. Leishmaniasis. En: Parasitosis humanas. Medellín:
Corporación para Investigaciones Biológicas, 2005. Pp. 238-261.
7. Consideraciones generales
Los nombres científicos deben ir en cursiva, (ex-
cepto spp.). Por ejemplo:
◾ Haemophilus influenzae
◾ Staphylococcus aureus
◾ Streptococcus spp.
Abreviaturas y siglas: se escriben en paréntesis
la primera vez junto con el significado completo y
en el idioma original. Debe evitarse el uso y crea-
ción de siglas no reconocidas universalmente.
En el uso de números decimales debe aplicarse
coma y no punto.
Debe revisarse que las referencias estén ordena-
das numéricamente, según su orden de aparición,
y deben coincidir con el artículo.
Antes de entregar el escrito, los autores deben
revisar con detenimiento la ortografía y evitar la
repetición de frases y palabras en la misma idea.
Además, las ideas deben ser claras y coherentes.
Información
beatriz.pescador@unimilitar.edu.co o International
Committee of Medical Journal Editors 2013, World
Association of Medical Editors y Normas Van-
couver-Actualización 2013: http://www.icmje.org/
urm_main.html
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 17 - 22

La didáctica utilizada por los docentes

de Física y Matemáticas y su relación
con el rendimiento académico de los
estudiantes del curso premédico de la
Facultad de Medicina de la umng
Andrea Viviana Villamil Piraquivea ■ Sandra Milena Carvajal Sastoqueb

Resumen: el estudio se realizó con el objetivo de caracterizar la didáctica utilizada por los docentes
del curso premédico, en las materias de Física y Matemáticas, y su relación con el rendimiento acadé-
mico de los estudiantes durante el primer corte académico; asimismo sugerir una propuesta para la
didáctica utilizada en estas asignaturas que fortalezca el rendimiento académico de los estudiantes.
El estudio es descriptivo de corte cuantitativo, con la participación de 28 estudiantes del curso pre-
médico de la Facultad de Medicina de la Universidad Militar Nueva Granada, seleccionados aleato-
riamente, con edades de 17-20 años; se aplicó un cuestionario en línea a través de Google Forms®.
Existe una diferencia significativa en los promedios de notas de primer corte en Matemáticas y Física,
que se relaciona con las estrategias utilizadas en cada materia; lo que revela las diferentes percepcio-
nes de los estudiantes acerca del uso de la lúdica en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se conclu-
ye que el modelo de enseñanza predominante empleado por los docentes es el tradicional, basado
en la transferencia de conocimientos. En línea con los resultados, es pertinente innovar al respecto
para permitir la participación de los estudiantes e implementar un mayor número de prácticas en las
que se pueda aplicar lo aprendido.

Palabras clave: curso premédico; didáctica; estudiantes; Física; Matemáticas; rendimiento

académico

a Estudiante de la Facultad de Medicina, umng.

b Docente de la Facultad de Medicina, umng. Correo electrónico: sandra.carvajal@unimilitar.edu.co. Facul-
tad de Medicina, umng, Transversal 3ra. No. 49-00. Bogotá, Colombia.

17
 The didactics used by teachers of Physics and
Mathematics and its relationship with the academic
performance of students of the pre-medical course of
the School of Medicine of the UMNG
Abstract: the study was carried out with the purpose of characterizing the didactics used by tea-
chers of the pre-medical course, in the subjects of Physics and Mathematics, and their relationship
with the academic performance of the students during the first academic period; also, to suggest
a proposal for the didactics used in these subjects that strengthen the academic performance of
students. The study is descriptive of a quantitative nature, with the participation of 28 students of
the premedical course of the School of Medicine of the Universidad Militar Nueva Granada, randomly
selected, 17-20 years of age; an online questionnaire was applied through Google Forms®. There is a
significant difference in the average grades of first period in Mathematics and Physics, which is rela-
ted to the strategies used in each subject; this reveals the different perceptions of students regarding
the use of ludic in the teaching-learning process. The conclusion reached is that the predominant tea-
ching model used by teachers is the traditional one, based on the transfer of knowledge. In line with
the results, it is pertinent to innovate in this regard to allow student participation and to implement
a greater number of practices where what has been learned can be applied.

Keywords: premedical course; didactics; students; Physics; Mathematics; academic performance

18
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
Con el tiempo, la docencia se ha ido haciendo
cada vez más compleja, ya que necesita respon-
der a los cambios constantes que experimentan
sus actores y ser consecuente con la evolución
propia de esta ciencia. Lo anterior hace necesario
que los docentes innoven y que las instituciones
de educación superior replanteen sus modelos de
formación, llegando incluso a plantearse la nece-
sidad de “reinventar la escuela” (1); igualmente
es necesario tener presentes las diversas capaci-
dades de los estudiantes para aprender. Como
señala Goleman (2) al hablar de inteligencias
múltiples, existen distintas combinaciones de in-
teligencias que llevan a enfrentar las labores de
manera diferente; si se reconoce este hecho y se
actúa en consecuencia se tienen mayores posibi-
lidades de resolver acertadamente los problemas
que se presentan (3).
Los anteriores conceptos aportan a la didác-
tica, ampliándola y contribuyendo a su actua-
lización, en línea con la definición que de ella
presenta Zabalza (4), quien no solo la considera
la ciencia de la educación que estudia todo lo rela-
cionado con la enseñanza, sino que, además, debe
cumplir con el requisito de reunir de manera es-
trecha lo teórico con lo práctico, para lograr todo
su potencial.
Con base en lo anterior esta investigación bus-
ca caracterizar la didáctica utilizada en las asig-
naturas de Matemáticas y Física y su relación con
el rendimiento académico de los estudiantes del
Tabla 1. Métodos del docente para dictar la clase
Plataformas
Asignatura Talleres PowerPoint
digitales
Física 14,28 % 0 % 21,00 %
Matemáticas 7,14 % 57,14 % 21,42 %
Fuente: elaboración propia.
La didáctica utilizada por los docentes de Física y Matemáticas y su relación con el rendimiento académico de los
estudiantes del curso premédico de la Facultad de Medicina de la umng
curso premédico de la Universidad Militar Nueva
Granada (umng).
Materiales y métodos
Para la realización de esta investigación, se apeló a un
estudio descriptivo de corte cuantitativo. Se aplicó un
cuestionario validado por expertos a 28 estudiantes
del curso premédico 2020-2 de la Facultad de Medi-
cina de la umng, cuyas edades oscilaban entre los 17
y los 20 años. El cuestionario se aplicó en línea, a tra-
vés de Google Forms® debido a la situación de salud
pública que se vive en el mundo. Con anterioridad,
se obtuvo el consentimiento informado de los partici-
pantes y asentimiento en el caso de menores de edad.
Las preguntas del cuestionario indagaron sobre
los medios que utilizan los docentes para dictar su
clase, las estrategias que emplea el docente para va-
lorar los conocimientos, así como las técnicas que
aplica para evaluar. De igual manera, buscaban
comprender de qué modo los docentes promueven
la comprensión de conceptos, la opinión de maes-
tros y estudiantes sobre la clase y, finalmente, de-
terminar qué procesos de enseñanza-aprendizaje
utilizan en su asignatura.
Resultados
Los datos fueron organizados en una hoja de cál-
culo de Excel® y analizados mediante estadística
descriptiva, utilizando el programa spss® (versión
24). Los principales resultados del estudio se sinte-
tizan en las tablas 1-7.
Lecturas de Estudios de
Seminario Otros
apoyo caso
0 % 42 % 7,04 % 14,28 %
7,14 % 0 % 0 % 7,14 %
19
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Tabla 2. Estrategias utilizadas para indagar conocimientos

Asignatura Preguntas Exámenes breves (quiz) Talleres Otros

Física 78,57 % 21,00 % 0 % 0 %

Matemáticas 28,57 % 42 % 21,00 % 7,14 %

Fuente: elaboración propia.

Tabla 3. Estrategias utilizadas para la evaluación

Asignatura Exámenes breves (quiz) Preguntas Talleres Otros

Física 85,71 % 0 % 14 % 0 %

Matemáticas 42 % 28,57 % 21,00 % 7,14 %

Fuente: elaboración propia.

Tabla 4. Estrategias utilizadas para promover la comprensión de conceptos

Asignatura Talleres Correlación Diagramas Analogías Otros

Física 0 % 7,14 % 42,00 % 7,14 % 42 %

Matemáticas 64 % 7,14 % 21,00 % 7,14 % 0 %

Fuente: elaboración propia.

Tabla 5. Percepción de las asignaturas

Asignatura Enriquecedora Amena Lúdica Otros

Física 42,00 % 42,00 % 14,00 % 0 %

Matemáticas 50,00 % 21,00 % 21,00 % 7,14 %

Fuente: elaboración propia.

Tabla 6. Forma del proceso de enseñanza-aprendizaje

Discusión
Asignatura Clase magistral Demostración Seminarios Trabajo práctico
grupal

Física 50,00 % 21,00 % 28,57 % 0 % 0 %

Matemáticas 57,00 % 21,00 % 0 % 14,28 % 7,14 %

Fuente: elaboración propia.

20 A. V. Villamil Piraquive ■ S. M. Carvajal Sastoque

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Tabla 7. Promedio en el primer corte
Asignatura
Física 30,33
Matemáticas 39,48
Fuente: elaboración propia.
Resultados
La recolección de datos por medio de la plataforma
Google Forms® permitió identificar los métodos y
estrategias empleados por los docentes en el proceso
de enseñanza-aprendizaje de las asignaturas de Física
y Matemáticas en el curso premédico. Se evidenció la
relación de las variables mencionadas, con la percep-
ción de los estudiantes sobre estas asignaturas y los
promedios revelaron el rendimiento académico real.
Se encontró que el método de dictar clase, ayu-
dados por el programa PowerPoint® prevalece en-
tre los docentes de matemáticas, mientras que para
los docentes de física fueron las lecturas de apoyo.
Las estrategias elegidas por los docentes para in-
dagar sobre los conocimientos fueron preguntas
y exámenes breves (quiz) para Física y Matemáti-
cas, respectivamente, igualmente esos exámenes
fueron los métodos elegidos para la evaluación de
conocimientos en ambas asignaturas.
Los talleres para Matemáticas y los diagramas
para Física fueron las estrategias que los estudian-
tes reconocieron como más utilizadas por los do-
centes para promover la compresión de conceptos.
Las clases magistrales como método tradicional
siguen siendo las predominantes en matemáticas
y física por encima de otras estrategias como, por
ejemplo, la demostración, seminarios, trabajos
prácticos o discusión grupal, con un amplio mar-
gen de diferencia. Para los estudiantes las clases
analizadas se pueden definir como enriquecedo-
ras, mucho más que lúdicas.
Finalmente, el promedio del primer corte tuvo
grandes diferencias, siendo el de Física ostensible-
mente menor que el de Matemáticas, lo que indica
que las dinámicas de las variables analizadas ocu-
pan un papel importante a la hora de su aprendi-
zaje, lo que se ve reflejado en la consolidación de
notas para los cortes académicos, por lo que resulta
La didáctica utilizada por los docentes de Física y Matemáticas y su relación con el rendimiento académico de los
estudiantes del curso premédico de la Facultad de Medicina de la umng
Exámenes breves (quiz)
importante considerar todos los temas tratados en
las encuestas para un correcto análisis de la situa-
ción propuesta en el presente artículo.
Discusión
A partir de los resultados, se hace evidente que
la didáctica utilizada para el área de Matemática es la
implementación de presentaciones en PowerPoint®,
apoyado mediante el uso de plataformas digitales;
mientras que en Física el medio que se utiliza para
la implementación de las clases son las lecturas de
apoyo y el estudio de caso, haciendo eco de lo pro-
puesto en la literatura especializada (1). Al respec-
to, la práctica educativa permite concluir que en la
enseñanza de Matemáticas es característica la expo-
sición de contenidos teóricos esenciales, según una
lógica inductivo-deductiva, con ayuda de la cual se
va desarrollando un sistema de conocimientos. Los
contenidos deben ser planteados en forma de situa-
ciones problémicas utilizando vías como preguntas,
demostraciones de hechos experimentales, plantea-
mientos de hipótesis o formulación de conclusiones,
entre otras, para su verificación experimental (1).
En este orden de ideas, en el presente caso, el
docente realiza explicaciones mediante diapositi-
vas que buscan ser motivadoras para el estudiante;
asimismo la implementación de plataformas digi-
tales se convierte en una estrategia de innovación
tecnológica que permiten optimizar los procesos
de enseñanza-aprendizaje. De otra parte, en la
asignatura de Física, el docente utiliza una didác-
tica centrada en la lectura y estudio de casos. La
primera es considerada en un proceso de análisis
y reflexión que permite el desarrollo de las habi-
lidades de pensamiento, autonomía y crítica en la
enseñanza de ciencias básicas; mientras que la se-
gunda se convierte en una didáctica en la que el
estudiante analiza y aplica lo aprendido.
21

En cuanto a los medios para indagar sobre los
conocimientos, tanto en Física como en Matemá-
ticas se encontró que se emplea mayoritariamente
el uso de preguntas y la aplicación de exámenes
cortos, ambos recursos óptimos para la reflexión
pedagógica.
Con respecto a las estrategias utilizadas para
promover la comprensión de conceptos en Física
se resalta el uso de diagramas y en matemáticas la
implementación de talleres, siendo el uso de diagra-
mas una didáctica apropiada ya que permite generar
análisis y desarrollar la capacidad de abstracción,
siendo el diagrama la representación visual de un
concepto y de la información relacionada con él, de
acuerdo con la psicología cognitiva como menciona
como Ausubel (5), mientras que los talleres se consi-
deran una técnica tradicional de enseñanza.
Es importante señalar que los estudiantes per-
ciben las asignaturas de Matemáticas y Física como
enriquecedoras y amenas. Lo anterior es relevante,
ya que permite que los estudiantes participen acti-
vamente y se encuentren abiertos a recibir conoci-
mientos, esto resulta muy importante ya que se sale
del modelo de enseñanza tradicional, jerárquico y
vertical, en el cual, como recuerda Freire, el único
dueño y poseedor del conocimiento es el docente,
al asignar a los estudiantes un papel netamente
pasivo, de receptores de conocimientos, los cuales
terminan siendo guardados y archivados. Este tipo
de educación forma agentes dóciles y niega a los
estudiantes la oportunidad de analizar, reflexionar
y desarrollar una postura crítica (6).
Por último, es importante señalar que se en-
contró que los estudiantes presentan un mejor
rendimiento en matemáticas que en física, posi-
blemente debido a que en esta última se realizan
menos actividades prácticas por lo cual no se opti-
miza el rendimiento académico.
Conclusiones
En la didáctica utilizada actualmente en las asigna-
turas de Matemáticas y Física se emplean estrategias
útiles para la apropiación y comprensión de cono-
cimientos. Sin embargo, para responder a las nece-
sidades que se presentan, se hace necesario realizar
cambios en los modelos de aprendizajes los cuales
22
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
permitan dar respuestas a las exigencias del medio
y que los estudiantes se formen de manera integral.
Al observar con detenimiento los resultados
obtenidos en la percepción de las asignaturas de fí-
sica y matemáticas por parte de los estudiantes, los
cuales exhiben la predominancia de modelos de
educación tradicionales resulta pertinente realizar
una actualización hacia un modelo constructivista
de aprendizaje significativo, o bien hacia un mode-
lo basado en competencias, los cuales harán posi-
ble potenciar las habilidades cognitivas y afectivas
de los discentes. Es importante implementar di-
dácticas innovadoras, tanto en matemáticas como
en física, que den como resultado un acercamiento
de la teoría con la práctica para facilitar su com-
prensión y entendimiento y optimizar el proceso
de enseñanza-aprendizaje.
Agradecimientos
A los estudiantes del Curso Premédico 2020-2, por
la participación a esta investigación. De igual for-
ma, al Centro de Investigaciones de la Facultad de
Medicina y Ciencias de la Salud y a la Vicerrectoría
de Investigaciones de la umng por la aprobación
y apoyo para el desarrollo del proyecto de investi-
gación, registrado en con el código pic med 3337,
cuyos resultados se presentan en este artículo.
Referencias
1. Sabonete J, Gamboa M, Mestre U. Propuesta didáctica
para el diseño de problemas matemáticos en escuelas
angoleñas de segundo ciclo. Didáctica y Educación.
2016; 7(5):155-164.
2. Goleman D. Inteligencia social. Barcelona: Kairós;
1997.
3. Gras A, Becerra C, Reyes A, García J, Forero M. Evi-
dencias para la renovación de la enseñanza universi-
taria de Física: Una aplicación de la estrategia reube.
Perfiles educativos. 2014; 36(145):81-97.
4. Zabalza M. Diseño y desarrollo curricular. 7.a ed. Ma-
drid: Narcea; 1997.
5. Ausubel D. Psicología educativa: un punto de vista
cognoscitivo. México: Trillas; 1976.
6. Freire P. Pedagogía del oprimido. Madrid: Siglo Vein-
tiuno; 2012.
A. V. Villamil Piraquive ■ S. M. Carvajal Sastoque
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 23 - 38

Percepción sobre la dermatitis atópica en

la población estudiantil de la Facultad de
Medicina de la umng
Ana Aguirre Morenoa ■ Cristian Alarcón Otáloraa ■ Leidy Albarracín Meléndeza
■ Angie Albarracín Mendozaa ■ Nataly Álvarez Rodrígueza ■ Gabriela Álvarez

Peñalozaa ■ José Bolaños Salamancaa ■ Adriana Bustos Galvisa, Fabricio Javier

Guillénb

Resumen: artículo descriptivo y observacional cuyo objetivo fue determinar la prevalencia de la der-
matitis atópica en los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Militar Nueva Granada
y establecer su conocimiento con respecto a esta patología, comparando el conocimiento por nivel
de formación: básico y clínico. La dermatitis atópica es una enfermedad con gran prevalencia, espe-
cialmente en Colombia en la población infantil y adolescente, por la variedad de pisos térmicos del
país; lo que aumenta la exposición a agentes causales del trastorno, como la humedad. Para alcanzar
el objetivo, se diseñó una encuesta de 26 preguntas, que fue aplicada a 151 personas. Se concluye
que los estudiantes reconocen las características principales de la dermatitis atópica, así como efecto
en la calidad de vida de quienes la presentan; a lo que suma un escaso conocimiento de los efectos
secundarios de los tratamientos farmacológicos y el escaso conocimiento en general sobre la enfer-
medad, a pesar de su prevalencia en el país.

Palabras Clave: dermatitis atópica; eccema; tratamiento farmacológico; factores de riesgo de la

dermatitis atópica

a Estudiantes de la Factuldad de Medicina y Ciencias de la Salud, umng. Correspondencia: José David Bola-
ños, correo electrónico: est.josed.bolanos@unimilitar.edu.co. Facultad de Medicina, unmg, transversal 3,
no. 49-00, Bogotá, Colombia.
b Docente de Morfología, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, umng.

23
 Perception regarding atopic dermatitis in the student
population of the School of Medicine of the UMNG
Abstract: A descriptive and observational article whose purpose was to determine the prevalence
of atopic dermatitis among the students of the School of Medicine of the Nueva Granada Military
University and to establish their knowledge regarding this pathology, comparing knowledge by level
of training: basic and clinical. Atopic dermatitis is a highly prevalent disease, especially in Colombia
in children and adolescents, due to the variety of thermal levels in the country; which increases ex-
posure to causal agents of the disorder, such as humidity. To achieve the objective, a survey of 26
questions was designed, which was applied to 151 people. It is concluded that the students recognize
the main characteristics of atopic dermatitis, as well as the effect on the quality of life of those who
have it; added to this is the scarce knowledge of the secondary effects of pharmacological treatments
as well as minor knowledge in general regarding the disease, despite its prevalence in the country.

Keywords: atopic dermatitis; eczema; Pharmacotherapy; risk factors for atopic dermatitis

24
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
La dermatitis atópica es una de las enfermedades
cutáneas de mayor prevalencia mundial. El tér-
mino dermatitis significa “inflamación de la piel”
y el término atopia (del griego “fuera de lugar”)
refiere a mecanismos inmunológicos que deter-
minan una intolerancia a ciertas condiciones
externas.
En la piel, esta intolerancia se manifiesta a par-
tir de signos visibles que se presentarán más ade-
lante y corresponden a condiciones como el clima
muy seco o húmedo. Al ser un país constituido
por pisos térmicos, Colombia presenta una ma-
yor prevalencia de la enfermedad (1-4), teniendo
en cuenta los lugares donde reside su población, y
factores como el agua en exceso, los detergentes, el
sudor, algunos materiales textiles y el polvo, entre
otros.
Además, es necesario tener en cuenta, que esta
patología suele afectar desde la infancia muy tem-
prana, y persiste hasta después de la adolescencia
y la edad adulta. Sin embargo, al ser una enfer-
medad crónica, si la piel continúa exponiéndose
a condiciones adversas, puede volver a presentar
manifestaciones, las cuales son más comunes en
las mejillas, los pliegues, los pezones y las plantas
de los pies. Las zonas afectadas cambian según la
edad, por lo cual, cualquier sitio de este órgano
puede verse afectado (1-4).
El presente trabajo fue elaborado por los estu-
diantes de segundo semestre que cursaban Morfo-
logía II de la Universidad Militar Nueva Granada
(umng) en el periodo 2021-1. Se realizó una en-
cuesta a un grupo de estudiantes de la Facultad
de Medicina que se encuentran entre el primer
y doceavo semestre (niveles de formación básica y
clínica) de pregrado de la umng, periodo 2021-1,
con el fin de evaluar los conocimientos que tie-
nen acerca de la dermatitis atópica y la frecuen-
cia con la que se presenta dentro de la población
estudiantil.
Percepción sobre la dermatitis atópica en la población estudiantil de la Facultad de Medicina de la umng
Materiales y métodos
Para realizar este estudio descriptivo, se diseñó una
encuesta de 26 preguntas, de las cuales veinte es-
taban relacionadas con la dermatitis atópica y seis
con los datos del estudiante, previamente autori-
zada y validada por la Facultad de Medicina de la
umng. Fue aplicada a un grupo de 151 personas, es-
tudiantes pertenecientes a la Facultad de Medicina
de la comunidad neogranadina, que se encontra-
ban cursando entre el primer y doceavo semestre
durante el periodo 2021-1. Además, los estudiantes
firmaron el consentimiento informado y aceptaron
el uso y manejo de los datos suministrados.
Resultados
Del total de la población, 124 de los estudiantes
encuestados pertenecían al área de ciencias de la
salud básicas, y los 27 restantes hacían parte del
área de ciencias clínicas. Por otro lado, 98 de las
personas encuestadas eran mujeres y 53 se iden-
tificaron como hombres; ambos con edades de
participación entre los 16 y los 28 años. Del de la
población de estudio, 27 personas afirmaron haber
sido diagnosticadas con dermatitis atópica y, de es-
tas, diecinueve eran mujeres y ocho, hombres.
La participación total consta de 151 encuestas
respondidas, entre las cuales, el 82,1% de la parti-
cipación corresponde a estudiantes de básicas y el
17,9% restante es de estudiantes en clínicas. A par-
tir de lo anterior se debe tener en cuenta, que el pro-
medio de edad de los participantes es de 19,14 años.
Por otro lado, haciendo referencia al sexo, un 64,9%
de las personas encuestadas fueron identificadas
como mujeres y un 35,1% corresponde a hombres.
El 71,5 % de la población encuestada afirmó
identificar la dermatitis atópica; y el 28,5 % niega
saber acerca de esta enfermedad (figura 1). Adi-
cionalmente, del total de la población, solo 17,9 %
afirma haber sido diagnosticado con dermatitis
atópica (70,4 %, mujeres, frente a 29,6 % de hom-
bres, según se indica en la figura 2).
25
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

◾ ¿Conoce usted qué es la dermatitis atópica?

Figura 1. Conocimientos acerca de la dermatitis atópica.

Fuente: elaboración propia.

◾ ¿Ha sido diagnosticado(a) con dermatitis atópica?

Figura 2. Estudiantes que padecen dermatitis atópica.

Fuente: elaboración propia.

Por otro lado, en cuanto a la pregunta “¿Reconoce se encontró que el 36,4 % conoce las manifestacio-
usted cómo se manifiesta la dermatitis atópica?”, nes de la patología (figura 3).

◾ ¿Reconoce usted cómo se manifiesta la dermatitis atópica?

Figura 3. Conocimiento sobre la manifestación de la dermatitis atópica.

Fuente: elaboración propia.

A. Aguirre Moreno ■ C. Alarcón Otálora ■ L. Albarracín Meléndez ■ A. Albarracín Mendoza ■ N. Álvarez Rodríguez ■

26 G. Álvarez Peñaloza ■ J. Bolaños Salamanca ■ A. Bustos Galvisa, F. J. Guillén

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Acerca de los conceptos de los encuestados mientras que el 35,8 % restante afirmó saber cómo
sobre la prevención de la sintomatología de la prevenir los síntomas de la dermatitis atópica
enfermedad, el 64,2 % no tiene conocimientos; (figura 4).

◾ ¿Conoce cómo prevenir la sintomatología de la dermatitis atópica?

Figura 4. Conocimiento sobre la prevención de la sintomatología de la dermatitis atópica

Un dato preocupante que se obtiene del estudio capacitación acerca de la dermatitis atópica, y solo
muestra que el 78,8 % de los estudiantes a quienes un 21,2 % dijo haber sido partícipe de algún proce-
se les preguntó, afirmó no haber recibido ninguna so formativo en relación con la patología (figura 5).

◾ ¿Ha recibido algún tipo de capacitación relacionada con la dermatitis atópica?

Figura 5. Estudiantes que no han recibido una capacitación sobre la dermatitis atópica (en rojo) y los que ya han
recibido (en azul).
Fuente: elaboración propia.

Por otro lado, el 61,6 % de la comunidad educa- que factores como el consumo de tabaco, la higiene
tiva participante no cuenta con los conocimientos en el hogar, los factores genéticos, inmunológicos y
acerca de los factores de riesgo asociados con la pa- los contaminantes ambientales son determinantes
tología, en comparación con el 38,4% que considera de riesgo para el desarrollo de esta (figura 6).

Percepción sobre la dermatitis atópica en la población estudiantil de la Facultad de Medicina de la umng 27

 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Figura 6. Percepción sobre factores de riesgo asociados a la dermatitis atópica.

Fuente: elaboración propia.

El 86,7 % de los encuestados afirma que la der- que un 13,3 % cree que la enfermedad no genera
matitis atópica afecta la calidad de vida; mientras ningún efecto negativo (figura 7).

Figura 7. Encuestados que consideran que la dermatitis atópica no afecta la calidad de vida.
Fuente: elaboración propia.

Adicionalmente, se cuestionó a los encuesta-
dos con respecto a su opinión acerca de los sín-
tomas propios de esta enfermedad. A partir de
ello, se obtuvieron los siguientes resultados: pi-
cazón y el eccema (41,72 %), el 18,4 % seleccionó
que todos los síntomas propuestos (afectación
del sueño, picazón, eccema, y asma); mientras que
el 17,88 % solo seleccionó picazón, el 11,92 % esco-
gió eccema, picazón y asma; el 5,96 % considera
que la afectación del sueño, la picazón y el ecce-
ma son característicos; el 3,31 % afirmó que solo
la afectación del sueño y la picazón son síntomas;
finalmente, el 0,66 % votó por la picazón y el asma
(figura 8).

A. Aguirre Moreno ■ C. Alarcón Otálora ■ L. Albarracín Meléndez ■ A. Albarracín Mendoza ■ N. Álvarez Rodríguez ■

28 G. Álvarez Peñaloza ■ J. Bolaños Salamanca ■ A. Bustos Galvisa, F. J. Guillén

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Figura 8. Percepción sobre los síntomas que se pueden padecer en la dermatitis atópica.
Fuente: elaboración propia.

Al mismo tiempo, el 67,3 % afirma que las perso- alergias relacionadas con la enfermedad; mientras
nas que padecen dermatitis atópica pueden presentar que, el 32,7 % niegas esta posibilidad (figura 9).

◾ ¿Considera que las personas que padecen dermatitis atópica pueden presentar alergias?

Figura 9. Conocimiento sobre las alergias como características de pacientes con dermatitis atópica.
Fuente: elaboración propia.

Para la dermatitis atópica, existen tratamien-
tos tanto tópicos farmacológicos, como no far-
macológicos. Por ello, se formuló el interrogante:
¿Qué tipos de tratamientos tópicos conoce para
la dermatitis atópica? Se obtuvieron los siguien-
tes resultados: 27,3 % de los encuestados no tiene
conocimientos; mientras que 56,7 % tiene idea de
la existencia de ambos tipos de tratamientos. Por
otro lado, el 15,3 % solo conoce la existencia de los
tratamientos tópicos farmacológicos y el 0,75 % ha
escuchado de los tratamientos tópicos no farmaco-
lógicos (figura 10).

Percepción sobre la dermatitis atópica en la población estudiantil de la Facultad de Medicina de la umng 29

 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

◾ ¿Qué tipo de tratamientos tópicos conoce para la dermatitis atópica?

Figura 10. Conocimiento sobre si los tratamientos tópicos en la dermatitis atópica.

Fuente: elaboración propia.

En cuanto a los tratamientos tópicos farmaco- tratamientos mencionados (antihistamínicos, an-

lógicos, se realizó el cuestionamiento a la pobla-
ción acerca de sus conocimientos sobre los efectos
secundarios. Se encontró que el 54,97 % de las per-
sonas afirmó no saber acerca de estos. Por el con-
trario, el 27,81% reconoció que al menos uno de los
timicrobianos, antisépticos, corticoesteroides, in-
hibidores de calcineurina) tiene efectos adversos, y
para finalizar, el 17,81 % restante de los estudiados
seleccionó que todos los tratamientos presentan
efectos secundarios (figura 11).

Figura 11. Conocimiento sobre los efectos secundarios de los tratamientos tópicos farmacológicos en la derma-
titis atópica
Fuente: elaboración propia.

A continuación, se preguntó a los estudiantes
acerca de sus conocimientos con relación a los
tratamientos tópicos no farmacológicos; inicial-
mente, se tuvieron en cuenta dos grupos para el
análisis. Por un lado, quienes padecen la enferme-
dad en la población encuestada y, por otro, quienes
no presentan la patología. Se obtuvo que, del gru-
po que no la presenta (figura 12):
◾ El 11 % conoce las cremas humectantes especia-
les, especificaciones para baño y la terapia con
vendajes húmedos como tratamientos tópicos no
farmacológicos
◾ El 37 % de los encuestados, afirma que las cre-
mas humectantes y las especificaciones de baño
son el tratamiento no farmacológico ideal para la
enfermedad.

A. Aguirre Moreno ■ C. Alarcón Otálora ■ L. Albarracín Meléndez ■ A. Albarracín Mendoza ■ N. Álvarez Rodríguez ■

30 G. Álvarez Peñaloza ■ J. Bolaños Salamanca ■ A. Bustos Galvisa, F. J. Guillén

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
◾ El 2% reconoce únicamente las cremas humec-
tantes y la terapia con vendajes húmedos.
◾ El 8 % eligió las cremas humectantes especiales
como tratamiento.
◾ El 4 % conoce solo las especificaciones para el
baño y uso de terapias con vendajes húmedos.
◾ El 7 % reconoce las especificaciones de baño.
◾ El 1 % escogió las terapias con vendajes húmedos.
◾ El 30 % restante del grupo afirmó no conocer nin-
guno de los tratamientos tópicos no farmacológi-
cos para tratar la enfermedad.
Por otro lado, en el grupo de encuestados
que padecen la patología, el 67 % tiene en cuenta
las cremas humectantes especiales, junto con las
Figura 12. Conocimiento de los estudiantes que no padecen la enfermedad sobre los tratamientos tópicos no
farmacológicos en la dermatitis atópica.
Fuente: elaboración propia.
Percepción sobre la dermatitis atópica en la población estudiantil de la Facultad de Medicina de la umng
especificaciones para el baño, como el tratamiento
tópico no farmacológico ideal; mientras que el 18 %
seleccionó a las cremas humectantes y las terapias
con vendajes húmedos; el 7 %, solo las cremas hu-
mectantes especiales; el 4 % únicamente a las es-
pecificaciones de baño; y el 4 % restante afirma no
saber acerca de los tratamientos tópicos no farma-
cológicos para la patología (figura 13).
Continuando con el análisis, se planteó una
pregunta que buscaba obtener la perspectiva de
los encuestados sobre la complementariedad de los
tratamientos farmacológicos y los no farmacológi-
cos. Se encontró que el 94,7 % de los participan-
tes cree que las terapias podrán complementarse;
mientras que el 5,3% no cree en esta forma de tra-
tamiento (figura 14).
31
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

◾ ¿Qué tratamiento tópico no farmacológico conoce? (Puede seleccionar más de uno)

Personas con dermatitis atópica.

Figura 13. Conocimiento de los estudiantes que padecen la enfermedad sobre los tratamientos tópicos no farma-
cológicos en la dermatitis atópica.
Fuente: elaboración propia.

◾ ¿Considera que los tratamientos no farmacológicos tienen un efecto positivo y complementario a los
farmacológicos?

Población total.

Figura 14. Votaciones de los estudiantes que no padecen la enfermedad sobre si considera los tratamientos tópi-
cos farmacológicos y no farmacológicos complementarios.
Fuente: elaboración propia.

Sin embargo, se evidenció una reducción de respuestas negativas y 96,3 % que considera que
las respuestas negativas acerca de la complemen- los tratamientos farmacológicos y no farmacoló-
tariedad de los tratamientos en los estudiantes gicos tienen un efecto positivo si se utilizan juntos
que padecen dermatitis atópica, con un 3,7 % de (figura 15).

A. Aguirre Moreno ■ C. Alarcón Otálora ■ L. Albarracín Meléndez ■ A. Albarracín Mendoza ■ N. Álvarez Rodríguez ■

32 G. Álvarez Peñaloza ■ J. Bolaños Salamanca ■ A. Bustos Galvisa, F. J. Guillén

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

◾ ¿Considera que los tratamientos no farmacológicos tienen un efecto positivo y complementario a los
farmacológicos?

Personas con dermatitis atópica.

Figura 15. Votaciones de los estudiantes que padecen la enfermedad sobre si considera los tratamientos tópicos
farmacológicos y no farmacológicos complementarios.
Fuente: elaboración propia.

En cuanto a los conocimientos sobre el uso
correcto de los vendajes húmedos para tratar los
brotes de la dermatitis atópica, la mayoría de los es-
tudiantes encuestados afirmó no saber utilizarlos;
con un 91,4 % de respuestas negativas, frente a un
8,6 % de respuestas positivas, esta sensación no se ve
reducida en las personas que presentan la enferme-
dad: 92,6 % de respuestas negativas, frente a 7,4 % de
respuestas positivas (figura 16).

Figura 16. Conocimiento de los estudiantes que padecen la enfermedad (porcentajes a la derecha) y de en la
población general (porcentajes a la izquierda) sobre cómo utilizar vendajes húmedos en los brotes de la dermatitis
atópica
Fuente: elaboración propia.

La fototerapia es un tratamiento reconocido los encuestados lo conoce. Esta tendencia no se ve

como funcional para la dermatitis atópica, pero muy reducida en el grupo de quienes padecen la
no es muy frecuente dentro de los tratamientos enfermedad, ya que solo el 25,9 % conoce el trata-
ofrecidos en Colombia, por lo que solo el 18,5 % de miento (figura 17).

Percepción sobre la dermatitis atópica en la población estudiantil de la Facultad de Medicina de la umng 33

 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Figura 17. Conocimiento de los estudiantes la fototerapia en el tratamiento de la dermatitis atópica.

Fuente: elaboración propia.

Esta pregunta se profundizó, con el fin de es-
tablecer los conocimientos que se tenían acerca
de la fototerapia. De ese modo, se confirma que
el 74,8 % de la población con que trabajamos no
tiene idea de ninguna de las variaciones de fotote-
rapia para tratar este tipo de dermatitis. Por otro
lado, el 7,3 % conoce la fototerapia con rayos uvb;
el 7,3 % conoce la fototerapia con rayos uva y el
10,6% restante conoce ambos tratamientos, esta
tendencia prevalece en los estudiantes que pade-
cen esta dolencia y que participaron en la encues-
ta, ya que el 78 % no conoce ningún tratamiento
de fototerapia; el 7 % reconoce el uso de rayos
uva, el 4 % el de rayos uvb y solo el 11 % tiene in-
formación de la existencia de ambas variaciones
de este tratamiento (figura 18).

◾ ¿Cuál de estos tratamientos de fototerapia conoce o ha escuchado que se utilizan para tratar la dermatitis
atópica?

Figura 18. Conocimiento de los estudiantes sobre los tipos de fototerapia en el tratamiento de la dermatitis atópica.
Fuente: elaboración propia.

Por otro lado, la mayoría de las personas (72,6 %) existen para esta condición. Entre quienes los des-
sin dermatitis atópica desconoce de la posibilidad conocen, el 93,8% de los participantes se encuen-
de los tratamientos sistémicos (farmacológicos) que tran aún en ciencias básicas. Entre las personas sin

A. Aguirre Moreno ■ C. Alarcón Otálora ■ L. Albarracín Meléndez ■ A. Albarracín Mendoza ■ N. Álvarez Rodríguez ■

34 G. Álvarez Peñaloza ■ J. Bolaños Salamanca ■ A. Bustos Galvisa, F. J. Guillén

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

la enfermedad que conocen los tratamientos posi-
bles (27,4 % restante de la población), hay una mejor
comprensión de estos en los estudiantes de ciencias
clínicas. Esto se explica en que las personas en bá-
sicas poseen un conocimiento más limitado de los
tratamientos farmacológicos.
De las personas que padecen esta clase de der-
matitis, el 70,4 % no conoce tratamientos sistémicos
para la patología. Esto tiene sentido debido a que
dichos tratamientos no son del todo necesarios ni
recomendados; y se aprovechan más como un com-
plemento que como una terapia principal (figura 19).

◾ ¿Conoce los tratamientos sistémicos para la dermatitis atópica?

Figura 19. Conocimiento de los estudiantes sobre los tratamientos sistémicos en la dermatitis atópica.
Fuente: elaboración propia.

Entre las personas que no padecen la patología,
el 16,1 % actualmente usa o conoce los fármacos
ciclosporina, azatioprina, metoxetrato o mico-
felanato y mofetilo. Ello muestra que para estos
existe una utilidad que va más allá de la dermatitis
atópica. El otro 83,9 % no utiliza ninguno de estos
fármacos. En cuanto a las personas con este pade-
cimiento, solamente 25,9 % del total lo que pade-
ce usa alguno de los tratamientos farmacológicos
(figura 20).

◾ ¿Usa alguno de los tratamientos sistémicos?

Figura 20. Uso de los tratamientos sistémicos en la dermatitis atópica por parte de los estudiantes.
Fuente: elaboración propia.

Percepción sobre la dermatitis atópica en la población estudiantil de la Facultad de Medicina de la umng 35

 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Las personas sin dermatitis atópica que no co-
nocen ningún efecto adverso de los tratamientos
sistémicos son el 58,9 %. Este grupo está confor-
mado por estudiantes que principalmente perte-
necen a las áreas de conocimiento básicas. El 41%
de las personas con dermatitis atópica que conoce
al menos uno de los efectos, en su mayoría, está
compuesto por estudiantes pertenecen al área
clínica.
Las personas con dermatitis atópica pueden di-
vidirse en dos grupos, según la población analiza-
da: quienes emplean estos tratamientos y quienes
no. Entre las personas que utilizan tratamientos
farmacológicos, el 57,1 % no conoce los posibles
efectos negativos. Al respecto, cabe resaltar que
todas las personas de este porcentaje pertenecen al
nivel básico de formación; mientras que en el otro
42,9 % se encuentran solo estudiantes del nivel de
clínicas, que conocen al menos un efecto secunda-
rio de su tratamiento.
Entre quienes no usan los tratamientos far-
macológicos, el 50 % no conoce ningún efecto se-
cundario, porcentaje exclusivo de estudiantes de
básicas. Entre la otra mitad que conoce al menos
un efecto, se encuentran los estudiantes de clínicas
(figura 21).

◾ ¿Conoce los efectos de los tratamientos sistémicos en el organismo?

Figura 21. Conocimiento de los estudiantes sobre los efectos de los tratamientos sistémicos en la dermatitis atópica

Este análisis permite dos conclusiones: (1) los
estudiantes del nivel clínico poseen más conoci-
miento sobre procedimientos terapéuticos para la
dermatitis atópica, lo cual es coherente con su ni-
vel de formación; y (2) los efectos secundarios de
los fármacos son escasamente conocidos, también
comprendiendo que estos tratamientos no son la
principal recomendación para la dermatitis atópica.
Por último, entre las personas que no pre-
sentan dermatitis atópica solamente un 2,4 % ha
usado alguna vez los tratamientos mencionados.
Entre quienes padecen de dermatitis atópica, so-
lamente el 11,1 % ha utilizado los tratamientos
mencionados en el pasado, con predominancia
de los corticosteroides como terapia seleccionada
(figura 22).

A. Aguirre Moreno ■ C. Alarcón Otálora ■ L. Albarracín Meléndez ■ A. Albarracín Mendoza ■ N. Álvarez Rodríguez ■

36 G. Álvarez Peñaloza ■ J. Bolaños Salamanca ■ A. Bustos Galvisa, F. J. Guillén

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Figura 22. Uso de los tratamientos sistémicos en la dermatitis atópica, al menos una vez.
Conclusiones
Uno de los hallazgos del estudio es que los estu-
diantes que actualmente cursan las áreas clínicas
cuentan con conocimientos más amplios y espe-
cíficos en cuanto a la dermatitis atópica, realizan-
do la debida comparación con los estudiantes de
las áreas básicas, quienes poseen menos conoci-
mientos acerca de la enfermedad, justamente por
el contraste en el nivel de formación. Por otro
lado, es preciso destacar que los estudiantes a ni-
vel colectivo son conscientes de que la dermatitis
atópica afecta la calidad de vida de las personas
que la padecen, aunque a nivel general, no cono-
cen los tratamientos farmacológicos y no farma-
cológicos para la enfermedad, ni el uso correcto
de estos. Es importante también destacar que los
análisis han revelado que la mayoría de la pobla-
ción estudiantil no ha recibido capacitación acer-
ca de una de las patologías crónicas de la piel más
comunes en Colombia (1).
La prevalencia de la enfermedad en la pobla-
ción seleccionada fue de 17,9 % entre las 151 per-
sonas encuestadas. Este porcentaje es equivalente a
27 personas diagnosticadas con dermatitis atópica
(19 mujeres y 8 hombres). Estos datos, permitieron
corroborar la frecuencia con la cual se presenta la
dermatitis atópica en Colombia, con una muestra
reducida a la facultad de medicina de la umng.
Según revisiones a estudios realizados en 2020,
donde se compara la prevalencia de la patología en
Percepción sobre la dermatitis atópica en la población estudiantil de la Facultad de Medicina de la umng
distintos lugares del mundo, Colombia se posicio-
na con un porcentaje de población afectada con la
enfermedad de 24,6% uno de los valores más altos
registrados (1).
Conflicto de intereses
Los autores manifiestan no tener ningún conflicto
de intereses en la publicación de los resultados del
análisis.
Agradecimientos
A la Dra. Claudia Bernal, la Dra. Alexandra Rojas
por su tiempo, guía y colaboración para la reali-
zación de la investigación y en especial al doctor
Fabricio Guillén por su apoyo, guía y dedicación
desde el primer momento que empezamos con la
preparación del artículo.
También a nuestros compañeros Diana Catali-
na Ávila Bareño y Juan Pablo Cabrera Cotrino por
su apoyo y colaboración durante todo este proceso.
Referencias
1. Suaini N, Tan C, Loo E, Tham E. Global differences in
atopic dermatitis. Pediatric Allergy and Immunology.
2020; 32(1):23-33.
2. Herrera D, Hernández M, Vivas J. Estudio epidemio-
lógico sobre dermatitis atópica en México [Internet].
2019 [Consultado: 2020]; 66 (2): 192-204.
37
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

3. Suárez L, León O, Sánchez F, Bassols F. Estrategia edu-
cativa para disminuir los factores de riesgo en niños
con dermatitis atópica. Rev Hum Med [Internet]. 2017;
17(2):270-290.
4. Asociación Americana de Dermatología. Atopic Der-
matitis Clinical guideline. AAD [Internet]. 2020 [Cita-
do el 05 de Septiembre de 2020]. Disponible en https://
www.aad.org/member/clinical- quality/guidelines/
atopic-dermatitis

A. Aguirre Moreno ■ C. Alarcón Otálora ■ L. Albarracín Meléndez ■ A. Albarracín Mendoza ■ N. Álvarez Rodríguez ■

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 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 39 - 46

Hallazgo incidental de absceso hepático

en paciente adolescente con infección
confirmada por covid-19. Reporte de caso
Daniel Plaza Martíneza ■ Alejandro Ramírezb ■ Paula Prietob ■

Andrés Delgadoc

Resumen: son pocos los reportes clínicos de pacientes pediátricos con covid-19 que, simultánea-
mente, desarrollen un absceso hepático amebiano. Reportamos un caso atendido en el servicio de
pediatría (16 años) de la uss Meissen con antecedentes de hipertensión arterial no controlada, con
síntomas iniciales de fiebre, tos húmeda, cefalea y dolor abdominal. Fue atendido por complicaciones
leves, pero días después volvió a consulta por la persistencia de sus síntomas, aumento del dolor
abdominal y marcada linfopenia. En su estadía hospitalaria, se diagnosticó covid-19, y la presencia
del absceso se confirmó con una tomografía total de abdomen, que evidenció líquido localizado en
los segmentos IVa y II, compatible con absceso hepático. El paciente tuvo una evolución clínica favo-
rable al tratamiento con metronidazol y ceftriaxona. A los dieciocho días, se le dio alta hospitalaria
con ciprofloxacina y clindamicina. El reporte es relevante, porque genera un sistema de alerta para
reconocer nuevas formas sintomáticas para la detección oportuna de infección por sars-cov-2, a par-
tir del desarrollo de síndromes proinflamatorios, donde el dolor epigástrico profundo es un criterio
sintomático para diagnosticar síndrome inflamatorio multisistémico en niños (mis-c). Lo anterior es
un punto neurálgico para la sospecha de complicaciones de origen abdominal, pues lleva a realizar
exámenes de extensión, donde se reporta, para este caso, la presencia de absceso hepático amebia-
no, de manera incidental.

Palabras claves: absceso hepático amebiano; infecciones por Entamoeba histolytica; síndrome
inflamatorio multisistémico en niños; virus sars-cov-2

a Interno uss Meissen. Estudiante XII semestre, Universidad Militar Nueva Granada, Bogotá, Colombia.
Correo electrónico: danielfplazamartinez@gmail.com
b Estudiantes pregrado. Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales.
c Pediatra. uss Meissen. Universidad Militar Nueva Granada.

39
 Incidental finding of liver abscess in an adolescent
patient with confirmed COVID-19 infection. Case report
Abstract: There are few clinical reports of pediatric patients with COVID-19 who simultaneously de-
velop an amoebic liver abscess. We report a case treated in the pediatric service (16 years old) of the
USS Meissen with a history of uncontrolled arterial hypertension, with initial symptoms of fever, wet
or productive cough, headache and abdominal pain. He was treated for minor complications, but
days later he returned to the clinic due to the persistence of his symptoms, increased abdominal pain
and marked lymphopenia. During his hospital stay, COVID-19 was diagnosed, and the presence of the
abscess was confirmed with a total abdominal tomography, which showed fluid located in IVA and
II segments, compatible with a liver abscess. The patient had a favorable clinical development after
treatment with metronidazole and ceftriaxone. At eighteen days, he was discharged from the hospi-
tal with ciprofloxacin and clindamycin. The report is relevant, because it generates an alert system
to recognize new symptomatic forms for the timely detection of SARS-COV-2 infection, based on the
development of proinflammatory syndromes, where deep epigastric pain is a symptomatic criterion
to diagnose inflammatory syndrome. systemic in children (MIS-C). The foregoing is a neuralgic point
for the suspicion of complications of abdominal origin, since it leads to performing extension tests,
where the presence of an amoebic liver abscess is reported, incidentally.

keywords: amoebic liver abscess; entamoeba histolytica infections; multisystem inflammatory

syndrome in children; SARS-COV-2 virus

40
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
La entamoeba histolytica es un protozoo que sue-
le tener tropismo por la mucosa intestinal. Sin
embargo, se ha evidenciado que, bajo determina-
dos factores, puede haber diseminación a zonas
extraluminales, como el hígado, el corazón, los
pulmones y el cerebro (1). La infección primaria
suele generar sintomatología inespecífica, donde se
resalta la disentería como principal motivo de
consulta; sin embargo, cuando afecta otros tejidos
puede variar la clínica, dependiendo de la zona
comprometida; el 80 % de los casos son de presen-
tación asintomática y las manifestaciones extralu-
minales son las que hacen sospechar la infección
por este protozoo (1,2).
Ahora bien, en la actualidad, la nueva infección
por sars-cov-2 ha demostrado que no solamente
presenta manifestaciones cardiopulmonares, sino
que también puede presentar alteraciones a nivel
de la función hepática secundario a la presencia de
receptores similares a los ace-2, los receptores
blanco del virus para ingresar a las células hospe-
deras a nivel del sistema biliar lo cual explicaría las
presencia de dolor abdominal de predominio en el
hipocondrio derecho y el epigastrio, al igual que
alteraciones a nivel del perfil hepático en pacientes
con infección por coronavirus (3, 8-12).
A continuación, se presenta un caso clínico de un
paciente adolescente del servicio de Pediatría de la
uss Meissen en Bogotá, Colombia, el cual presentó
infección por sars-cov-2 de forma concomitante
con absceso hepático amebiano, siendo este último
identificado principalmente por las características
clínicas de dolor abdominal asociado a sintomato-
logía respiratoria previa lo cual permitió reorientar
el enfoque del paciente mediante exámenes com-
plementarios, que confirmaron el hallazgo inciden-
tal del absceso hepático mediante imagenología.
Reporte de caso
Paciente masculino de dieciséis años, natural de
Chocó y residente en Bogotá desde hace seis años,
con antecedente de hipertensión arterial no con-
trolada, diagnosticada desde los catorce años,
quien consultó inicialmente por cuadro clínico
Hallazgo incidental de absceso hepático en paciente adolescente con infección confirmada por covid-19. Reporte de caso
de aproximadamente nueve días, dado por fiebre
subjetiva intermitente, asociada a tos húmeda no
cianosante no emetizante ocasional, cefalea global
y dolor abdominal de predominio en epigastrio, de
tres días de evolución.
Había consultado previamente al servicio de
urgencias por misma sintomatología, cuando se
encontró hemograma con evidencia de leve leucoci-
tosis de 10 080 células/ul, con neutrofilia de 8810 cé-
lulas/ul, linfopenia de 560 células/ul, sin anemia ni
trombocitopenia, con PCR positiva en 13,81 mg/dl.
El examen RX de tórax no fue sugestivo de proce-
so bronconeumónico y el RX de senos paranasales
arrojó evidencia de congestión mucoide. Se consi-
deró, en primera instancia rinosinusitis, por lo que
se dio manejo ambulatorio con antibiótico oral.
Sin embargo, por persistencia de sintomatología
volvió de nuevo a consulta.
Al ingreso paciente febril, taquicárdico, con do-
lor a la palpación superficial y profunda en epigas-
trio, sin otros hallazgos positivos al examen físico.
Dada la presencia de dolor abdominal, se realizó
una ecografía, donde se evidenció un proceso pa-
renquimatoso renal bilateral difuso, atribuible
probablemente a antecedente de enfermedad hi-
pertensiva de base. Sin embargo, sin reporte de
lesiones en parénquima hepático inicialmente. Se
hizo un TAC de senos paranasales, con reporte de
desviación septal, hipertrofia de cornete derecho
y engrosamiento mucoso inespecífico de los se-
nos etmoidales y esfenoidal. Inicialmente y dada
la evolución clínica se enfocó paciente como sín-
drome febril; se solicitaron estudios de extensión
donde se incluyó panel viral y pcr para covid-19
por presencia de síntomas respiratorios y presencia
de linfopenia profunda en hemograma inicial, con
reporte de panel viral negativo para Adenovirus,
Influenza A y B, y VSR.
Se solicitó perfil de gravedad con evidencia de
dímero D en 0,71 mg/l (valor de referencia del la-
boratorio: 0-0,55 mg/l), además de leucocitosis en
11 980 células/ul con neutrofilia en 9320 células/ul,
linfocitos con recuento absoluto de 1340 células/ul
(11,2 %), en aumento con respecto al hemograma
previo; elevación de reactantes de fase aguda: vsg:
20 mm/hora, pcr en 16,78 mg/dl y procalcitoni-
na en 10,22 ng/ml. Así, se comentó paciente con
41

el servicio de infectología pediátrica de la institu-
ción, quienes, dada la sintomatología respiratoria,
en el contexto actual de pandemia, y con previo
hallazgo de linfopenia, consideraron paciente con
caso probable para infección por sars-cov-2
con reporte positivo el 01/12/2020; en el momento
sin indicación de manejo antibiótico. Se solicitaron
paraclínicos de control, con evidencia de leucocitos
en ascenso con respecto al control previo (18020
células/ul), con neutrofilia (15  460 células/ul)
y notoria linfopenia (940 células/ul), reactantes de
fase aguda elevados; pero en descenso con respecto
a los controles previos: vsg 15 y pcr 9,05.
Durante estancia hospitalaria, persistía el dolor
en el epigastrio, que no mejoró con administración
de inhibidores de bomba de protones. Por lo que se
realizó un tac de abdomen, contrastado que evi-
dencia lesión hipodensa de (62×49×54 mm) hacia
el lóbulo hepático izquierdo en los segmentos III,
IVa y IVb, sugestivo de absceso hepático. Así pues,
se inició manejo antibiótico con ceftriaxona y me-
tronidazol de acuerdo con concepto de infectolo-
gía pediátrica.
Dada la ubicación, diámetro (102×62×104 mm)
y volumen del absceso, estimado por ecografía
(350 cm3), se consideró que había alto riesgo de
ruptura, lo que podría generar complicaciones se-
cundarias. Por ello, se llevó a drenaje percutáneo el
11/12/2020, con lo cual se obtuvo colección hetero-
génea de aproximadamente 420 cm3 en su interior.
El contenido obtenido se llevó a estudio citoló-
gico, el cual mostró reacción polimorfonuclear
abundante con cocos grampositivos de 6-10 xc; con
reporte de cultivo negativo a las 48 horas. Por lo
anterior, y dado el reporte de cultivo negativo se
considera paciente con absceso amebiano (menos
probable: absceso piógeno); donde se justifican los
hallazgos en el gram como posible sobreinfección.
Luego del drenaje y habiendo culminado ma-
nejo antibiótico por catorce días, con siete días de
manejo antibiótico efectivo posterior al drenaje,
el paciente presentó franca mejoría clínica. Con el
reporte de perfil hepático, luego del drenaje, en va-
lores de referencia, no sugestivos de lesión hepática;
se dio egreso luego de veinte días de estancia hospi-
talaria, con manejo ambulatorio con ciprofloxacina
y clindamicina por catorce días.
42
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Discusión
La infección por sars-cov-2 en paciente pediátrico
y adolescente ha demostrado presentar una gra-
vedad y una sintomatología leve, en comparación
con la infección en adultos. La fiebre (59,1 %), tos
(55,9 %), rinorrea (20 %), mialgia y fatiga (10,7 %)
son los síntomas más frecuentemente asociados a
la enfermedad (3,8-12).
Con respecto al estudio de paraclínicos, se ha
demostrado que el dímero D, la procalcitonina, la
creatina quinasa y la interleucina 6 son los prin-
cipales marcadores anormales en el paciente con
infección por coronavirus, y son estos mismos los
que se toman como predictores de gravedad para
desenlaces potencialmente fatales durante estancia
hospitalaria (3, 8-10).
Dentro de las complicaciones más graves que
pueden presentarse en la infección por sars-cov-2
en la población pediátrica está el síndrome in-
flamatorio multisistémico en niños y adolescen-
tes, temporalmente relacionado con el covid-19
(misc-c), reportado por primera vez el 15 de mayo
por el CDC y la OMS (3-12).
La definición operativa de misc-c (3, 4, 13-19) es
la presentación de fiebre mayor o igual a tres días,
asociada a elevación marcada de reactantes de fase
aguda (vsg/pcr/procalcitonina) y dos de los si-
guientes hallazgos:
◾ Inflamación mucocutánea o conjuntivitis no
purulenta.
◾ Hipotensión o choque.
◾ Características de disfunción miocárdica, peri-
carditis, valvulitis o anomalías coronarias (al-
teraciones en ecocardiograma o elevación de
troponinas/nt-probnp).
◾ Evidencia de coagulopatía (pt, ptt o elevación
del dímero D).
◾ Síntomas gastrointestinales agudos (diarrea, vó-
mito o dolor abdominal).
El estudio de Lancet identificó que once ni-
ños con mis-c presentaron fiebre, disnea y diarrea
como sintomatología asociada, con hallazgos en
paraclínicos de linfopenia, secundaria a una dis-
minución importante de nk cd16 cd56; además de
D. Plaza Martínez ■ A. Ramírez ■ P. Prieto ■ A. Delgado
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
un incremento en los niveles de ldh, pcr y díme-
ro D. Sin embargo, no solo se ha encontrado esta
sintomatología como principales indicadores de
infección por sars-cov-2. El Journal de gastroen-
terología identificó manifestaciones hepáticas
asociadas a la infección por covid-19 dada la pre-
sencia de receptores ace-2 en la vía biliar en una
distribución de 59,7 % (3, 25)
El estudio de biopsias hepáticas de pacientes
fallecidos por coronavirus ha demostrado la pre-
sencia de células mitóticas, al igual que eosinófilos
y células en forma de Ballon (Ballon-like liver),
término implementado para designar una forma
especial de degeneración de los hepatocitos aso-
ciado a la “hinchazón” celular y el agrandamiento
que se encuentra, particularmente, en la esteato-
hepatitis. Son estas alteraciones en el citoesquele-
to del filamento intermedio del hepatocito, lo que
puede contribuir a la patogénesis de este cambio
microscopio (5). Lo anterior indica, entonces, que
el virus puede inducir apoptosis de células hepá-
ticas, e inducir daño hepático concomitante, se-
cundario al proceso inflamatorio en la vía biliar
que simula una seudo obstrucción de esta, lo que
hace que el contenido refluya de forma retrógrada
e induzca daño del hepatocito. Sin embargo, no
solamente el hígado se ve afectado; otros órganos
como el pulmón, los riñones y el hígado pueden
verse afectados gracias a la unión del virus a la
proteína A7, la cual induce una inactivación indi-
recta de la vía de las caspasas (6, 7, 19).
Con respecto al absceso hepático amebiano, este
suele presentarse más frecuentemente en los varo-
nes adultos en la cuarta a quinta década de la vida,
esto se atribuye, probablemente, al daño hepático,
secundario al consumo de alcohol, lo que facilitaría
la creación de nidos para la siembra del protozoo en
el parénquima hepático, a través de la diseminación
del sistema porta. Ahora bien, la infección extralu-
minal que se presenta en la infección por Entamoe-
ba hystolitica no está completamente dilucidada.
Sin embargo, se atribuye a alteraciones relacionadas
con la respuesta celular del sistema inmunológico,
lo que facilitaría la afección de otros tejidos diferen-
tes a la mucosa intestinal (1-2, 20-24, 26).
El reporte de caso expuesto cuenta con factores
de riesgo para el desarrollo de amebiasis, dado por el
Hallazgo incidental de absceso hepático en paciente adolescente con infección confirmada por covid-19. Reporte de caso
antecedente de migración geográfica y procedencia:
Paciente natural del Chocó y proveniente del Cho-
có desde hace seis años, un departamento en el que
dada las condiciones sanitarias existe alta incidencia
de transmisión de la enfermedad por E. histolytica,
sin embargo, no se indagó de forma específica sobre
posibles factores riesgo para su adquisición (1-2).
En la primera aproximación al paciente, se en-
focó como una infección de vías respiratorias altas:
sinusitis, teniendo en cuenta la clínica y los hallaz-
gos radiográficos. Sin embargo, en el primer mo-
mento no se tenía en cuenta la linfopenia, marcada
que presentaba el paciente, lo cual, en un segundo
ingreso a la institución, asociado con el síndrome
febril prolongado y la sintomatología respiratoria,
en el contexto actual de pandemia permite sospe-
char la infección por sars-cov-2.
Teniendo en cuenta que el paciente presentó
sintomatología respiratoria asociada a síndrome
febril prolongado, junto con linfopenia marcada
y dolor abdominal, se consideró que el paciente
pudo cursar con mis-c, secundaria a la infección
por sars-cov-2, puesto que, asociado al síndrome
febril, el paciente presentó coagulopatía dado por
un dímero D positivo, y síntomas gastrointesti-
nales dados por dolor abdominal, cumpliendo así
con la definición operativa para el síndrome infla-
matorio según la oms y el cdc. Sin embargo, fue
la persistencia de dolor abdominal fue lo hizo que
se tomarán exámenes de extensión, para descartar
complicación asociadas encontrando de forma in-
cidental la presencia del absceso hepático.
Si bien, dada su ubicación, tamaño y volumen
estimado, el absceso pudo ser el que generó el dolor
abdominal concomitante, no se considera que pue-
da ser un evento agudo y de rápida instauración,
teniendo en cuenta el ciclo de vida del protozoo,
se consideró que el efecto de masa que generó el
absceso a nivel hepático asociado al desarrollo de
mis-c, secundaria a la infección por coronavirus
fue lo que permitió reenfocar el paciente para en-
contrar de forma incidental el proceso amebiano. Si
el paciente no hubiese desarrollado el mis-c, proba-
blemente, el absceso hepático hubiera pasado como
asintomático hasta que hubiera provocado una
obstrucción biliar secundaria o se hubiera roto, ge-
nerando una mediastinitis secundaria.
43

Con respecto a la infección amebiana, posterior
al inicio antibiótico y drenaje de este, se evidenció
notoria mejoría de la sintomatología inicial, con
mejoría de la respuesta inflamatoria secundaria,
sin evidencia de lesión hepática posterior al dre-
naje percutáneo. Ahora bien, si nos enfocamos a
la evolución de la enfermedad por coronavirus, se
pudo evidenciar cómo el paciente cursó con un
cuadro clínico leve, sin complicaciones severas
secundarias al virus con mejoría progresiva de su
sintomatología.
Conclusiones
1. La respuesta inmunológica que se desencadenó,
posterior a la infección por sars-cov-2, generó
una alta expresión de citocinas proinflamatorias;
y la inmunidad adaptativa es la que desempeña
un papel importante en la inmunopatogenia de
la enfermedad, dado que las células T citotóxicas
activadas destruyen a las células infectadas; y
las células B producen anticuerpos que son diri-
gidos a los antígenos virales. Sin embargo, se ha
evidenciado que todas estas reacciones inmuno-
lógicas pueden ser exageradas y, en pacientes gra-
vemente enfermos, se reducen considerablemente
los linfocitos T CD4+, linfocitos T CD8+ y LsT-
NK, lo cual favorece el desarrollo de linfopenia.
2. La infección por sars-cov-2 en pediatría es me-
nos grave y con mejor pronóstico en comparación
con el adulto. Sin embargo, es posible la presenta-
ción de complicaciones graves, tales como el sín-
drome inflamatorio multisistémico (mis-c) el cual
comparte características comunes con otras con-
diciones inflamatorias pediátricas, entre las que se
incluyen la enfermedad de Kawasaki, síndromes
de shock tóxico, sepsis bacteriana y síndrome de
activación de macrófagos.
3. Para hacer un correcto diagnóstico de síndrome
inflamatorio multisistémico en niños y adoles-
centes ( 0-19 años), es necesario que el paciente
cumpla con los criterios de fiebre mayor de tres
días y, por lo menos, dos de los siguientes sínto-
mas: conjuntivitis bilateral no supurativa o signos
44
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
de inflamación mucocutánea (boca, manos o
pies); hipotensión arterial o choque; hallazgos
de disfunción miocárdica, pericárdica, valvu-
lar o anomalías coronarias (incluyendo hallaz-
gos ecocardiográficos o aumento de troponina/
nt-probnp); evidencia de coagulopatía (según tp,
tpt, elevación de dímeros D); manifestaciones
gastrointestinales agudas (diarrea, vómito o do-
lor abdominal); elevación de marcadores de infla-
mación como vsg, pcr o procalcitonina; ausencia
de otra causa de inflamación como sepsis bacte-
riana, síndrome de choque tóxico estafilocócico
o estreptocócico y rt-pcr, prueba de antígeno o
serología positiva de acuerdo a la definición ope-
rativa de la oms y el cdc.
4. El virus sars-cov-2 utiliza como puerta de en-
trada el receptor eca-2, presente en la superficie
celular del epitelio pulmonar, intestinal, renal,
cardiaco y hepático. De forma específica, a nivel
hepático, se induce apoptosis y daño hepático, se-
cundario al proceso inflamatorio en la vía biliar
que simula una seudo obstrucción. Esta situación
puede explicar el progresivo efecto de masa que
generó el absceso hepático en el paciente. Si bien
su localización y sus características morfológicas
pudieron desencadenar el dolor, la presentación
del absceso estuvo más dada por el proceso in-
flamatorio ya explicado; pero no por un evento
agudo, lo cual llevaría a su vez a concluir que si
posiblemente no hubiera habido una coinfección
con covid-19, quizá el paciente no habría ma-
nifestado ninguna sintomatología, no se habría
tomado ninguna ayuda imagenológica, ni se ha-
brían realizado intervenciones farmacológicas ni
por radiología intervencionista, hasta que se hu-
biera presentado algún tipo de complicación.
5. Dado lo anterior, la amebiasis plantea, a su vez,
un problema de salud pública en nuestro país, de-
bido a que son múltiples los territorios donde no
se cuenta con condiciones sanitarias óptimas.
Conflictos de interés
No existen conflictos de interés relativos al reporte
de caso.
D. Plaza Martínez ■ A. Ramírez ■ P. Prieto ■ A. Delgado
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
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45
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 47 - 56

Efectos tóxicos de productos químicos

usados para descontaminación y
desinfección
Julián A. Pedroza Vargasa ■ Laura D. Rojas Garcíaa ■ Daniela Reyes Peñaa ■
Stephani S. García Eugenioa ■ Laura A. Villamil Domíngueza ■ Javier Rodríguez
Buitragob

Resumen: La pandemia de covid-19 ha llevado a que muchos colombianos utilicen productos quí-
micos para desinfectar y prevenir la dispersión del virus. No obstante, aunque algunos de estos
productos son recomendados por la evidencia científica, pueden tener efectos nocivos para la salud,
que van desde reacciones cutáneas hasta asma u otras patologías sistémicas. Conocer el impacto
de estos productos sobre la salud permite generar recomendaciones y concientizar sobre el manejo
adecuado de estos productos, lo cual evita complicaciones que pueden afectar la calidad de vida. En
esta revisión de literatura científica, se describen los efectos tóxicos de los productos usados para
descontaminación y desinfección de superficies, tales como el etilenglicol, el hipoclorito de sodio, los
compuestos a base de amonio cuaternario, los alcoholes y el ozono.

Palabras clave: alcoholes; desinfección; etilenglicol; hipoclorito de sodio; amonio cuaternario;

ozono

a Estudiantes, Facultad de Medicina; Grupo de Investigaciones sobre Agentes Radiológicos, Biológicos y

Químicos. umng.
b Docente, Facultad de Medicina; Grupo de Investigaciones sobre Agentes Radiológicos, Biológicos y
Químicos. Universidad Militar Nueva Granada. Correo electrónico: est.julian.pedroza@unimilitar.edu.co

47
 Toxic effects of chemicals used for decontamination and
disinfection
Abstract: The COVID-19 pandemic has led many Colombians to use chemical products to disinfect
and prevent the spread of the virus. However, although some of these products are recommended
by scientific evidence, they can have harmful effects on health, ranging from skin reactions to asthma
or other systemic pathologies. Knowing the impact of these products on health makes it possible to
make recommendations and raise awareness about the proper handling of these products, which
prevents complications that can affect quality of life. In this review of scientific literature, the toxic
effects of products used for decontamination and disinfection of surfaces, such as ethylene glycol,
sodium hypochlorite, quaternary ammonium-based compounds, alcohols and ozone, are described.

Keywords: alcohols; disinfection; ethylene glycol; sodium hypochlorite; quaternary ammonium;

ozone

48
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
La desinfección de superficies y los buenos há-
bitos de higiene se han convertido en un deber,
debido a la pandemia de covid-19. Por lo que
muchos colombianos han utilizado productos
químicos, con el fin de desinfectar y prevenir la
dispersión del virus. Algunos de los productos
de aseo más empleados son recomendados por
diferentes organizaciones de salud. Sin embargo,
según la información disponible en bases de da-
tos sobre toxicología y seguridad química, como
Pubchem o agencias de referencia internacional
como los Centros para el Control de Enferme-
dades (cdc) de Estados Unidos y la United States
Environmental Protection Agency (Usepa), entre
otras, podrían ser perjudiciales para la salud, pues
generan desde leves reacciones cutáneas hasta en-
fermedades más complejas como el rinitis cróni-
ca, el asma, el síndrome de disfunción reactiva de
las vía aéreas u otras patologías sistémicas (1).
Dentro de los desinfectantes más comúnmente
usados para la descontaminación de superficies o
desinfección de manos encontramos los compues-
tos de amonio cuaternario, el hipoclorito de sodio,
el ozono y el etilenglicol; junto con los productos a
base de alcoholes.
El uso de agentes desinfectantes permite al
profesional sanitario contar con una herramienta
esencial, para evitar la diseminación de agentes
infecciosos sobre superficies. Sin embargo, el uso
de estos productos también genera la necesidad de
conocer sus características químicas, seguridad y
potencial toxicidad, para establecer recomendacio-
nes y protocolos de manejo (2).
Diferentes países han reportado incremento en
los casos de exposición o intoxicación con produc-
tos desinfectantes de superficies o limpiadores de
manos, durante la pandemia de covid-19 (1,3,4).
En un informe del Centro de Control de Intoxi-
caciones de Croacia, los autores reportaron un in-
cremento del 95,2 % en el número de consultas por
incidentes o intoxicaciones con desinfectantes de
superficies; y del 920 % en los relacionados con lim-
piadores para manos, entre enero y junio de 2020,
en comparación con el mismo periodo de 2019.
En su documento, los investigadores llamaron la
Efectos tóxicos de productos químicos usados para descontaminación y desinfección
atención por el incremento de los casos de intoxi-
cación por exposición laboral a estos productos (3).
Por su parte, el Sistema Nacional de Datos so-
bre Intoxicaciones (npds, por sus siglas en Inglés)
de los Centros para el Control de Enfermedades
(cdc, por sus siglas en Inglés) de Estados Unidos
reportó el aumento de las consultas por exposición
o intoxicación con desinfectantes y blanqueadores,
a los centros para el control de intoxicaciones, en-
tre enero y marzo de 2020 del del 12,5 % y 35,8 %
respectivamente; frente al mismo periodo de 2019.
Según el informe del periodo comprendido entre
el 01 de enero y el 21 de febrero de 2021, de este
mismo sistema, el número de casos reportados ha
aumentado 16 % para exposición a blanqueadores;
22 % para las exposiciones a desinfectantes; y 43 %
para los limpiadores de manos frente al mismo pe-
riodo del 2020 (1, 4).
Los Centros de Intoxicaciones de Canadá,
entretanto, reportaron un incremento de aproxi-
madamente 40 % en el reporte de casos de intoxica-
ciones por limpiadores, desinfectantes y productos
relacionados, como el gas cloro o la cloramina, en-
tre enero y junio de 2020, en comparación con el
mismo periodo de 2019 (5).
En Colombia, el 15 de julio del 2020 el Insti-
tuto Nacional de Salud (ins) declaró su preocupa-
ción, por el creciente aumento de intoxicaciones
relacionadas con el uso de sustancias de aseo y
desinfección para en el contexto de la prevención
y el manejo del covid-19, siendo los principales
responsables el hipoclorito, los amonios, los deter-
gentes y los desinfectantes (6).
Según el reporte del Sistema de Vigilancia Epi-
demiológica (Sivigila) del ins, en el primer semestre
de 2020, se presentaron 544 casos de intoxicación
por hipoclorito de sodio, y 106 con otros desinfec-
tantes y detergentes, de un total de 8040 reportes
de este periodo. Se habría encontrado una relación
directamente proporcional entre el incremento del
número de casos confirmados de covid-19 en Co-
lombia y el aumento de casos de intoxicaciones por
sustancias químicas para la limpieza de superficies
(6). Sin embargo, la información disponible es es-
casa y no permite establecer causalidad.
Aunque las razones para el incremento de
los casos de intoxicación con desinfectantes en
49

los diferentes reportes nacionales e internaciona-
les no están claras, pueden relacionarse con mayor
uso de productos de limpieza, con el fin de reducir
el riesgo de infección por covid-19. Sin embargo,
otros factores como la disponibilidad limitada de
ciertos limpiadores podrían dar lugar al uso inade-
cuado, o la mezcla de otros compuestos, o bien a
su mal uso para la higiene personal. Por otro lado,
con el cierre de las escuelas y guarderías, los niños
pequeños incrementaron su estancia en el hogar,
lo cual genera mayor oportunidad de exposición
accidental a agentes químicos (1, 3-6).
Metodología
Se realiza una revisión de literatura científica, pu-
blicada en 2010-2020, en las bases virtuales Pub-
med, Embase, Scielo Uptodate y Google Scholar,
con contenido relacionado a los efectos tóxicos de
los productos empleados para la descontamina-
ción y desinfección mediante el uso de los térmi-
nos ethylene glycol, sodium hypochlorite, ozone,
quaternary ammonium compounds, alcohols and
poisoning, health effects and toxicity; y en espa-
ñol etilenglicol, hipoclorito de sodio, compuestos de
amonio, ozono, alcoholes, intoxicación, efectos en
la salud, toxicidad.
Efectos de los agentes para
limpieza de superficies
sobre la salud humana
Hipoclorito de sodio
El hipoclorito de sodio es uno de los grandes des-
cubrimientos modernos y constituye un poderoso
desinfectante, apto para el tratamiento de aguas,
purificación de superficies, blanqueamiento y eli-
minación de olores. El hipoclorito de sodio es una
solución clara, de ligero color amarillento y de olor
característico, como agente blanqueador de uso
doméstico. Normalmente, se encuentra en con-
centración aproximada del 5 %, mientras que las
presentaciones para desinfección industrial con-
tienen entre 10 % y 15 % de concentración de este
compuesto (7).
J. A. Pedroza Vargas ■ L. D. Rojas García ■ D. Reyes Peña ■ S. S. García Eugenio ■ L. A. Villamil Domínguez ■
50
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
La exposición a vapores corrosivos generados
por el hipoclorito de sodio o por compuestos, obte-
nidos a partir de su reacción con otros compuestos
como los compuestos de amonio cuaternario (qac,
por sus siglas en inglés), puede causar destrucción
significativa e inmediata del tejido a través del con-
tacto directo (7).
Debido a que es un agente químico de carac-
terísticas hidrosolubles, al reaccionar con el vapor
de cloro en la vía aérea se producen ácidos y álca-
lis fuertes, que generan especies reactivas de oxí-
geno y tiende a interactuar con mayor intensidad
las mucosas del tracto respiratorio superior, si la
exposición se prolonga puede llegar a los alvéolos
dada su capacidad de transportarse en el material
particulado de 2,5 μm (pm 2,5) hasta las vías aé-
reas inferiores, donde producen broncoespasmo,
edema pulmonar y necrosis tisular (7).
En la literatura, existen múltiples reportes de
accidentes laborales y efectos agudos; pero se co-
noce poco sobre exposición crónica. Sin embargo,
se ha reportado alteraciones como rinitis, úlceras
nasales, traqueítis, bronquitis crónica, síndrome
de disfunción reactiva de las vías respiratorias,
aunque no se ha identificado correlación entre la
concentración y el efecto (7).
La información mundial de incidencia de in-
toxicaciones por hipoclorito de sodio es bastante
limitada, dada a la falta de reportes. En Estados
Unidos, los datos reportados por el centro de con-
trol de intoxicaciones indican que la consulta por
intoxicaciones por blanqueadores con hipoclorito
de sodio ha aumentado de entre 43 000 y 46 000 ca-
sos por año, en el periodo 2012-2016 (7).
El potencial del hipoclorito para causar toxi-
cidad está relacionado con su capacidad oxidan-
te y el pH de la solución. La toxicidad surge de
su actividad corrosiva, cuando entra en contacto
con las membranas mucosas y la piel. En un es-
tudio exploratorio de corte transversal, realizado
en técnicos y profesionales de la salud de Kenia,
con el fin de evaluar los efectos relacionados con
la exposición ocupacional a desinfectantes, fueron
identificadas alteraciones relacionadas con efecto
corrosivo como cefalea, estornudos, lagrimeo, rash
(sarpullido) y edema cutáneo, tos crónica y disnea
(7, 8).
J. Rodríguez Buitrago
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Efectos relacionados con la ingestión. Si bien
es poco probable que las pequeñas ingestiones
accidentales causen toxicidad clínicamente sig-
nificativa, la ingestión de grandes cantidades, es-
pecialmente en concentraciones mayores a 15 %,
pueden causar lesiones gastrointestinales corro-
sivas y efectos sistémicos, que incluyen acidosis
metabólica, hipernatremia e hipercloremia (7, 9).
Aunque los dentistas usan hipoclorito para lim-
piar los conductos radiculares, se han identificado
casos en los que la extrusión o migración del com-
puesto químico hacia los tejidos blandos produjo
dolor intenso, edema, hematomas y necrosis de li-
cuefacción (10).
Efectos por exposición dérmica. La exposición
prolongada o intensa puede causar irritación e hi-
persensibilidad de la piel, lo cual lleva a reacciones
cutáneas inmediatas o tardías. Las soluciones de
alta concentración han provocado graves quema-
duras químicas (4, 5).
Efectos por inhalación. Aunque en la mayoría de
los casos se ha identificado que la inhalación de hi-
poclorito de sodio en bajas concentraciones (blan-
queadores caseros) solo produce leve irritación de
las vías respiratorias superiores (7, 9). También se
reconoce que la exposición a mayores concentra-
ciones o de manera recurrente pueden relacionarse
con el inicio o agravamiento del asma, en trabaja-
dores de limpieza puede darse como consecuencia
de la irritación química sobre la vía respiratoria,
o el proceso de sensibilización generado por agen-
tes como el hipoclorito de sodio y los compuestos
de amonio, entre otros, en eventos de exposición
crónica a concentraciones bajas o intermedias.
Por otro lado, la exposición a estos agentes en al-
tas concentraciones se ha relacionado, igualmente,
con el desarrollo de síndrome de disfunción reac-
tiva de la vía aérea (11, 12).
Efectos por exposición ocular. Las lesiones de la
córnea por exposición ocular son, por lo general,
leves, con molestias por ardor y alteración superfi-
cial del epitelio corneal, con recuperación en uno o
dos días. Con soluciones de mayor concentración,
puede producirse una irritación ocular grave. En
un reporte de caso, una endodoncista presentó ede-
ma corneal, irritación, dolor, aumento de la presión
intraocular y visión borrosa, tratados inicialmente
Efectos tóxicos de productos químicos usados para descontaminación y desinfección
con lavado ocular, esteroide tópico y analgésicos;
siete días después se identificó una úlcera corneal
que requirió tratamiento antibiótico y antiinflama-
torio por tres meses (13).
Compuestos de amonio cuaternario
Los compuestos a base de amonio cuaternario
(qac) se han dado a conocer cada vez más por su
papel en el uso de la desinfección, comúnmente se
encuentran en hogares, lugares de trabajo, espacios
públicos e instituciones de salud, ya que tienen pa-
pel importante en la prevención de la propagación
de enfermedades infecciosas letales (14).
Fueron desarrollados en 1916 por Jacobs y Hei-
delberg (15), que ya destacaban sus propiedades
biocidas, y mejorados en 1935 por Domagk (16),
quien propuso que la unión de un grupo alifático
al nitrógeno cuaternario mejoraba las propiedades
biocidas del compuesto. De ese modo, se desarrolló
el cloruro de alquil dimetil bencil amonio (bac),
considerado el amonio cuaternario de primera
generación, el cual ha estado implicado en causar
efectos adversos para la salud, desde irritación de
las mucosas y dermatitis, entre otros (14, 16).
Los qac son desinfectantes usados solos o en
mezcla, en productos de limpieza para el hogar,
limpieza industrial y cuidado personal, debido
a su actividad bactericida (15). Estos compuestos
son sólidos que se disuelven en soluciones líquidas;
no se evaporan en el aire y, cuando se secan, dejan
un residuo sólido, persisten en el medio ambiente,
tanto en superficies limpias como en aguas resi-
duales, las cuales posiblemente podrían resultar en
exposición de la piel.
Efectos por contacto dérmico
El cloruro de benzalconio, el cloruro de didecil di-
metil amonio (ddac) y el propionato de N,N-dide-
cil-N-metil-poli(oxietil) amonio causan dermatitis
irritativa de contacto y dermatitis alérgica por le-
sión directa de las capas externas de la piel, en per-
sonas expuestas. El daño de la piel puede ser mayor
en personas con pérdida de la integridad de la piel
(17).
En un estudio realizado en pacientes usuarios
de humectantes de manos, se identificó que los
51

que incluían qac como conservante presentaban
mayor frecuencia de dermatitis alérgica [16,5 % de
los expuestos] (16). Por otro lado, en un estudio
realizado en Suiza, se identificó que el 5,5 % de las
personas con dermatitis de contacto estaba sensi-
bilizada a bac (18).
La dermatitis de contacto puede presentarse en
forma leve, como sequedad de la piel con enroje-
cimiento, agrietamiento y descamación. También
puede ocurrir en formas más graves como eccema,
ampollas o fisuras o, incluso, como quemaduras
químicas graves con necrosis (17-19).
Efectos por inhalación. La exposición en el lugar
de trabajo a algunos tipos de qac puede, potencial-
mente, causar asma ocupacional o asma agravada
por el trabajo (11, 20).
La Association of Occupational and Environ-
mental Clinics (aoec) ha clasificado a estos asmá-
genos, como sensibilizadores respiratorios. Los
irritantes respiratorios en exposiciones únicas o
múltiples a dosis muy altas pueden también causar
una forma de asma ocupacional, llamada síndro-
me de disfunción reactiva de las vías respiratorias
(rads) como resultado de una lesión por inhala-
ción (18).
Una persona expuesta a los qac que tiene tos,
dificultad para respirar, opresión en el pecho o si-
bilancias debe ser evaluada como posible caso de
asma (18). Los síntomas respiratorios son, a menu-
do, más fuertes en los días laborales, pero mejoran
en los días de descanso.
Efectos por contacto ocular. El contacto de los
qac con los ojos o la mucosa palpebral puede cau-
sar lesiones que van desde irritación hasta infla-
mación crónica o daño permanente a la córnea
especialmente en concentraciones superiores a
10 % (18).
Etilenglicol
El etilenglicol es una sustancia líquida sintética
que absorbe agua. No tiene olor, pero sí tiene un
sabor dulce (21). Se utilizó por primera vez du-
rante la Primera Guerra Mundial como un inter-
medio para explosivos (dinitrato de etilenglicol).
Desde entonces, se ha utilizado principalmente
como anticongelante en radiadores de automó-
viles, motores de combustión y líquido de frenos
J. A. Pedroza Vargas ■ L. D. Rojas García ■ D. Reyes Peña ■ S. S. García Eugenio ■ L. A. Villamil Domínguez ■
52
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
entre otros. Es considerado un desinfectante de
nivel medio, puesto que inhibe el crecimiento
bacteriano y, en ocasiones, es capaz incluso de
destruirlas también se ha empleado como compo-
nente de algunos solventes en detergentes y otros
productos de limpieza. Sin embargo, hoy se con-
sidera un material potencialmente peligroso, por
lo que su uso como agente de limpieza es cada vez
más restringido (21).
Las intoxicaciones graves por etilenglicol ocu-
rren por ingestión directa, una gran parte que se
ingiere es absorbida rápidamente. Una vez la sus-
tancia entra en contacto con el organismo, se de-
grada a otros compuestos como el glicol-aldehído,
el glioxilato y su metabolito, el ácido oxálico, que
son sus metabolitos tóxicos. Los órganos objetivo
para la intoxicación por este compuesto son prin-
cipalmente: el sistema nervioso central y periféri-
co, los riñones, pulmones y músculos, el corazón,
el hígado y la retina (21, 22, 24).
Otras vías de ingreso de este desinfectante
son la piel lesionada, los ojos y las mucosas y la
inhalación. La intoxicación por vía inhalatoria no
se considera de riesgo sistémico, y puede ser tra-
tada de forma sintomática. Por otro lado, la ex-
posición dérmica y por contacto ocular pueden
producir irritación intensa y requieren el uso de
descontaminación mediante baño adecuado de la
piel expuesta con agua y jabón, baño ocular y valo-
ración por oftalmología (24, 25).
Entre tanto la exposición crónica se ha rela-
cionado principalmente con el incremento en el
riesgo de enfermedad renal, especialmente en pa-
cientes con ingestiones repetidas en bajas cantida-
des (24, 25).
Ozono
El ozono (O3) es una molécula conformada por tres
átomos de oxígeno que se forma al disociarse por
una fuente de energía (26).
El ozono es una de las sustancias con un mayor
poder desinfectante. Se estima una potencia al me-
nos 10 veces mayor que la del cloro y sus derivados,
al igual que posee un efecto más rápido. Al ser un
gas inestable, debe ser generado in situ cuando sea
necesario; es un desinfectante que no puede ser al-
macenado ni transportado (26, 27).
J. Rodríguez Buitrago
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

La principal acción que se le atribuye es microbi- a corto y largo plazo, patrones de sueño y cambios
cida y esterilizante, con un espectro antimicrobiano neurodegenerativos (28).
más amplio que el del cloro. El O3 es activo contra
bacterias gramnegativas y grampositivas, hongos, Desinfectantes para manos a base
levaduras, virus, protozoos, esporas fúngicas y bac- de alcohol
terianas. Además, es más efectivo contra las bacterias
A causa de los peligros para la salud, asociados con
células vegetativas que frente a esporas de bacterias y
la infección por sars-cov-2, diversas institucio-
hongos (27).
nes regulatorias como los Centros para el Control
Por las características químicas del ozono, la
y la Prevención de Enfermedades (cdc) de Estados
exposición se produce casi exclusivamente por in-
Unidos han promovido la higiene de las manos, me-
halación. Algunos estudios han reportado efectos
diante el lavado con agua y jabón o el uso de des-
en las células epiteliales del conducto lagrimal de
infectantes para manos. Estos desinfectantes están
individuos expuestos a niveles ambientales de ozo-
disponibles comercialmente en diferentes presenta-
no. Por otro lado, algunos estudios experimentales
ciones, como jabones antimicrobianos o desinfec-
sugieren que los efectos sobre la piel se limitan a las
tantes a base de agua o alcohol, geles, espumas o
capas superiores de la dermis (28).
toallitas (29).
Después de la inhalación, el ozono es absor-
La Organización Mundial de la Salud (oms) ha
bido, principalmente, por el tracto respiratorio
recomendado el uso de desinfectantes de manos
superior; y se conduce a través de las vías respira-
a base de alcohol (abhs, por sus siglas en inglés)
torias intratorácicas. Debido a su baja solubilidad
por su rápida acción y amplio espectro microbici-
en agua, el tracto respiratorio superior no elimina
da contra bacterias y virus. Aunque su efectividad
eficazmente el ozono. En consecuencia, la mayor
contra virus no recubiertos es todavía discutible y
parte del ozono inhalado llega al tracto respirato-
cuestionable (29).
rio inferior y se disuelve en la fina capa de líquido
Hasta la fecha, en su mayoría, los productos
de revestimiento epitelial (elf). El elf comprende
desinfectantes efectivos para manos son formula-
una mezcla compleja de proteínas, lípidos y an-
ciones a base de alcohol, con concentraciones de
tioxidantes que desempeñan la protección fun-
62-95 % de etanol, isopropanol o N-propanol, de-
damental contra patógenos y sustancias extrañas.
bido a su capacidad de desnaturalizar las proteínas
La reacción del ozono con estos componentes elf
de los microorganismos. Sin embargo, aunque se
genera varios productos con diferente reactividad,
considera que la toxicidad aguda de estos produc-
es decir, productos de oxidación secundaria (28).
tos es mínima, existen algunos desafíos y preocu-
Los productos de oxidación secundaria pueden
paciones con respecto a los riesgos de incendio y
causar daño celular en el tracto respiratorio. Tam-
toxicidad crónica, relacionados con estas formula-
bién son responsables de la cascada inflamatoria
ciones debido al alto contenido de alcohol (29, 30).
que sigue a la exposición al ozono. Varios estudios
han indicado quimiocinas y citocinas, eicosanoi-
des, moléculas de adhesión endotelial vascular y
Efectos por contacto dérmico
taquiquininas como mediadores de esta respuesta. En estudios realizados en enfermeras y médicos
Entre los efectos que puede producir el ozono, se encargados de la atención de pacientes durante la
encuentran irritación de ojos, nariz y garganta, así pandemia de covid-19, se identificó el incremento
como hipersensibilidad bronquial y respuesta in- en la frecuencia de reacciones cutáneas adversas
flamatoria en el tejido respiratorio (26). asociadas al uso de desinfectantes de manos, y ma-
Diferentes estudios toxicológicos sugirieron yor relación con el deterioro de la calidad de vida
asociaciones entre la exposición al ozono y efectos relacionada con la salud (31).
sobre el sistema nervioso central, como alteracio- Las reacciones cutáneas notificadas con más
nes sobre la liberación de neurotransmisores, dete- frecuencia con el uso de abhs son dermatitis
rioro de la actividad motora, pérdida de memoria irritativa y dermatitis alérgica por contacto. Los

Efectos tóxicos de productos químicos usados para descontaminación y desinfección 53


síntomas pueden ir desde sequedad, prurito, o eri-
tema, hasta sangrado de la piel en los casos más
graves (29, 31).
Los productos para la higiene de las manos,
como desinfectantes y jabones, pueden dañar la
piel a través de varios mecanismos: desnaturali-
zación de las proteínas, alteración de los lípidos
intercelulares, disminución en la cohesión de las
células y la reducción de la capacidad de retención
de agua del estrato córneo como consecuencia
del agotamiento de la barrera de lípidos, especial-
mente, con la exposición repetida a componentes
emulsificantes como los alcoholes (31).
Tanto los detergentes como los alcoholes pueden
penetrar más profundamente en las capas de la piel
y cambiar la flora protectora, lo que puede generar
riesgo de colonización por bacterias potencialmente
patógenas (29-31).
En orden decreciente, las dermatitis irritativas o
alérgicas por contacto se relacionan con el uso de
jabones o productos yodóforos, clorhexidina, clo-
roxilenol, triclosán y productos a base de alcohol.
Entre las formulaciones a base de alcohol, el etanol
es el que menos irrita la piel en comparación con los
productos a base de isopropanol o N-propanol (31).
Algunos factores que pueden favorecer la apari-
ción de alteraciones de la piel son la falta de uso de
emolientes suplementarios, la fricción relacionada
con el uso y el retiro de los guantes y baja humedad
relativa como consecuencia del efecto de secado de
los alcoholes en las manos lo que puede provocar
además que la piel se agriete y eventualmente se
descascare. Otros factores como la presencia de
agentes como aldehídos, fragancias, alcohol bencí-
lico, parabenos o cloruro de benzalconio también
se han relacionado con el incremento de reacciones
alérgicas o irritativas de la piel (31).
Discusión
El uso de los diferentes tipos de agentes desinfec-
tantes puede relacionarse con múltiples efectos
adversos, a corto y largo plazo. Estos productos
químicos han sido relacionados con alteraciones
leves, como irritación de la piel, los ojos y las mu-
cosas, o bien moderadas y graves como el asma o
trastornos neurológicos.
J. A. Pedroza Vargas ■ L. D. Rojas García ■ D. Reyes Peña ■ S. S. García Eugenio ■ L. A. Villamil Domínguez ■
54
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Una de las recomendaciones para reducir el uso y
la exposición de estos agentes químicos, es el regreso
a lo básico, con jabón y agua; puesto que el jabón
ayuda a quitar la suciedad de las superficies poten-
cialmente contaminadas; mientras que el empleo
de agua las remueve eficazmente. Algunos estudios
han demostrado que no hay ninguna ventaja al usar
este tipo de productos de limpieza. Sin embargo es
importante tener en cuenta las siguientes recomen-
daciones de los cdc y la usepa para la limpieza y
desinfección de espacios e higiene de las manos (32).
◾ Use protección para la piel y protección para los
ojos, cuando se utilicen desinfectantes para su-
perficies, a fin de prevenir lesiones por contacto.
◾ Garantizar que haya una ventilación adecuada y
utilizar protección respiratoria adecuada. Es ne-
cesario tener en cuenta que los tapabocas no son
considerados protección ante vapores o emana-
ciones o contaminantes transportados por el aire
como las partículas de agentes químicos (33).
◾ Usar solo la cantidad del producto recomendada
por el fabricante.
◾ Evitar mezclar productos químicos.
◾ Etiquetar las soluciones de limpieza diluidas se-
gún la indicación de la etiqueta.
◾ Almacenar los productos químicos, con el fin de
que estén fuera del alcance de los niños, para evi-
tar intoxicaciones potencialmente mortales.
◾ Utilizar emolientes y humectantes de la piel en
caso de uso frecuente de jabones y desinfectantes
para manos en el hogar o el trabajo.
◾ No rociar desinfectantes directamente a una
persona (por ejemplo, en un túnel, gabinete o
cámara), pues pueden causar irritación ocular
o cutánea, broncoespasmo por inhalación; así
como síntomas digestivos, tales como náuseas y
vómitos.
Finalmente es recomendable desarrollar estra-
tegias para el seguimiento a mediano y largo plazo
de las personas o comunidades que utilizan este
tipo de compuestos de forma frecuente, con el fin
de determinar los efectos crónicos sobre la salud
que pueden tener las diferentes formas de exposi-
ción a estos agentes.
J. Rodríguez Buitrago
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Agradecimientos
A la Universidad Militar Nueva Granada por su
apoyo para el desarrollo de este proyecto, realizado
a través del Proyecto de Iniciación Científica pic-
med 3342 de 2020.
Conflictos de interés
Los autores manifiestan no tener ningún conflicto
de interés en la publicación de los resultados del
estudio.
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J. Rodríguez Buitrago
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 57 - 72

Relación del uso de anticonceptivos

orales combinados y sus efectos en la
hemostasia
Gabriel Gutiérrez Ballesterosa ■ María Paula Pedreros Sosab ■ Sandra Liliana
Rodríguez Martín

Resumen: el artículo incluye una revisión acerca del efecto de los anticonceptivos orales combinados
(aco) en la hemostasia con el fin de exponer la información actualizada que se tiene sobre este tema.
Los aco son utilizados ampliamente para prevenir el embarazo, por lo que son una de sus principales
indicaciones, sin olvidar sus otros usos, desde su aparición se ha observado una influencia sobre la
hemostasia, lo cual ha llevado al desarrollo de diferentes estudios para demostrar los cambios que
pueden generar. La hemostasia es un sistema de equilibrio para evitar tanto la pérdida de sangre
como la trombosis, la cual se desarrolla a través de diferentes pasos, para formar un coágulo de
fibrina. Asimismo, se describe el modelo celular como otra forma de entender la hemostasia, el cual
consiste en que las células participan, principalmente, en este proceso de coagulación, en tres fases:
iniciación, amplificación y propagación. Después de la formación del coágulo, debe inhibirse la for-
mación de este para mantener el equilibrio del sistema hemostático. Esto se realiza por medio de los
inhibidores fisiológicos de la coagulación o sistemas anticoagulantes naturales. Conociendo esto, se
abordan aquí los cambios en la hemostasia, las plaquetas, la coagulación y la fibrinólisis, debido a los
aco, al mes o tres meses de iniciado su uso; sabiendo estos cambios pueden llevar al desarrollo de
tromboembolismo venoso, asociado a factores de riesgo como tabaquismo, obesidad, antecedente
familiar de tev, entre otros.

Palabras clave: anticonceptivos orales; coagulación; hemostasia; plaquetas; trombosis

a Estudiantes de la facultad de medicina de la Universidad Militar Nueva Granada, Integrantes del semille-
ro ERITRON
b Bacterióloga especialista en hematología en el laboratorio clínico y manejo del banco de sangre, Magís-
ter en ciencias biológicas, con Doctorado en educación
* Correspondencia: Gabriel Gutiérrez Ballesteros: est.gabriel.gutier@unimilitar.edu.co,
u0402115@unimilitar.edu.co. Facultad de Medicina. Universidad Militar Nueva Granada.
Transversal 3ra. No. 49-00. Bogotá DC, Colombia.

57
 Relationship between the use of combined oral
contraceptives and their effects on hemostasis
Abstract: the article includes a review about the effect of combined oral contraceptives (OC) on
hemostasis in order to present the updated information on this subject. OACs are widely used to
prevent pregnancy, which is why they are one of the main indications, without forgetting their other
uses. Since their appearance, an influence on hemostasis has been observed, which has led to the
development of different studies to demonstrate the changes they can cause. Hemostasis is a ba-
lancing system to prevent both blood loss and thrombosis, which develops through different steps
to form a fibrin clot. Likewise, the cellular model is described as another way of understanding he-
mostasis, which consists of cells participating mainly in this coagulation process, in three phases:
initiation, amplification and propagation. After clot formation, it must be inhibited to maintain the
balance of the hemostatic system. This is done by means of physiological coagulation inhibitors or
natural anticoagulant systems. Being aware of this, the changes in hemostasis, platelets, coagulation
and fibrinolysis, due to OACs, a month or three months after starting their use, are addressed here;
knowing these changes can lead to the development of venous thromboembolism, associated with
risk factors such as smoking, obesity, family history of VTE, among others.

Keywords: oral contraceptives; coagulation; hemostasis; platelets; thrombosis

58
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
Los anticonceptivos orales combinados (aco) son
un grupo farmacológico, cuyos componentes bá-
sicos son estrógeno y progestágeno. La mayoría se
administra diariamente durante 21 días, seguidos
de un descanso de 7 días, cuando se produce una
hemorragia por deprivación. Su uso se asocia con
efectos sobre el sistema cardiovascular, hemostáti-
co, metabolismo de lípidos y carbohidratos. Se ha
visto el desarrollo de tromboembolismo venoso en
mujeres con ciertos factores de riesgo, debido a una
alteración en la coagulación y la fibrinolisis, con
tendencia a ser protrombótica, lo cual genera un
desequilibrio hemostático (1-3).
El primer aco, Enovid®, apareció en 1960 y está
compuesto por un estrógeno (0,15 mg de mestra-
nol) y un progestágeno (9,85 mg de noretinodrel),
pero al año se registró un primer caso de trombosis,
Hemostasia
Hemostasia primaria
Vasos
sanguíneos
Estructuras
vasculares
Plaquetas
Vasoconstricción
Adhesión plaquetaria
Activación plaquetaria
Agregación plaquetaria
Tapón hemostático
primario
Figura 1. Los dos tipos de hemostasia.
Fuente: elaboración propia.
Antes de la inmersión en plenitud de la temá-
tica, es relevante diferenciar entre hemostasia y
coagulación, pues ambos términos se utilizan in-
distintamente muchas veces. Sin embargo, son
conceptos y procesos ampliamente diferenciables.
En términos sencillos, hemostasia es el proceso
mediante el cual se detiene el sangrado y com-
prende una serie compleja de eventos fisiológicos y
bioquímicos, que terminan en la formación de un
Relación del uso de anticonceptivos orales combinados y sus efectos en la hemostasia
relacionado con su uso (4). En Colombia, el uso de
anticonceptivos orales es el método de elección en
un 80 % por parte de los médicos y un 50 % en las
mujeres, pero solo un 54 % de ellas reportaron ha-
ber recibido orientación sobre los efectos adversos
relacionado al uso de estos (5).
El sistema hemostático evita la pérdida de san-
gre, y mantiene el fluido de esta, ante una lesión vas-
cular por medio de la formación del llamado tapón
hemostático para detener la hemorragia. Ante esta
situación, se activan cuatro fases: (a) contracción de
la pared del vaso; (b) adhesión de las plaquetas a la
zona de la pared dañada y agregación plaquetaria;
(c) formación y consolidación del coágulo de fibrina;
y (d) eliminación del coágulo. El fin de estas fases
es mantener una hemostasia fisiológica ya que, si se
favorece la coagulación, puede llevar a trombosis; o,
por el contrario, si se propicia la hipocoagulabilidad,
genera una hemorragia persistente [figura 1] (6).
Hemostasia secundaria
Proteínas
plasmáticas
Factores de
coagulación
Factores activos: II, VII, IX,
X, XI y XII
Factores dependientes de
vitamina K: II, VII, IX, X
Cofactores: V y VIII
Fibrina
coágulo
tapón estable que sella el vaso sanguíneo. Dentro
de este proceso, existe interacción entre la pared de
los vasos sanguíneos y las plaquetas, la coagulación
sanguínea y la fibrinólisis. Esto es común a muchos
seres vivos (7).
Por su parte, la coagulación es un proceso que
comprende una serie de etapas secuenciales en las
que la activación de un factor en la coagulación
activa al que sigue. Ello favorece la generación de
59

trombina que convierte el fibrinógeno en fibrina,
constituyente principal del coágulo, este proceso
está inmerso en la hemostasia, en general. Cabe
aclarar que el concepto de coagulación es explica-
do por diversos modelos. Sin embargo, esta es la
explicación que brinda el modelo más clásico de
este proceso (8).
Metodología
El efecto procoagulante de los anticonceptivos
orales se estudió mediante la búsqueda exhaustiva
y revisión de producciones científicas (artículos y
literatura médica) utilizando bases virtuales tales
como PubMed, ClinicalKey y AccessMedicine,
utilizando términos MeSH como “Contraceptive
Agents”, “Blood coagulation”, “Drug-related side
effects and adverse reactions”. También se estudió
literatura clásica en cuanto a esta temática. El pe-
riodo de tiempo priorizado para los estudios fue
diez años en retrospectiva. Sin embargo, se inclu-
yeron estudios de hasta 1998, al ser considerados
fundamentales y clásicos en la temática.
Fisiología de la hemostasia
La hemostasia —del griego: haima, sangre; y es-
tasis, detener (9)— es un sistema de interacciones
moleculares, celulares y tisulares, encargado de
cumplir, de manera amplia, dos procesos primor-
diales (10). Por un lado, el mantenimiento de la
fluidez característica del contenido vascular (en-
tendiendo sangre como todos sus componentes ce-
lulares y acelulares) su adecuado movimiento por
los vasos sanguíneos; por otro, la contingencia de
la sangre desde el espacio intravascular hasta el ex-
travascular de un vaso que ha sufrido solución de
continuidad. Para esto, es verdaderamente crítico
la formación del entramado de fibrina que conten-
drá la hemorragia y hará propicio el vaso para su
adecuada reparación, en contraste con la adecuada
homeostasis de su eliminación, cuando se haya re-
parado la lesión (10).
Cuando este sistema funciona adecuadamente,
permite el desarrollo fisiológico del ser humano
en equilibrio con su ambiente, respondiendo ante
interacciones hostiles contra él. En contraste, las
60 G. Gutiérrez Ballesteros ■ M. P. Pedreros Sosa ■ S. L. Rodríguez Martín
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
diferentes alteraciones que puede presentar son
de crítica relevancia: este proceso debe ser rápido,
localizado y cuidadosamente regulado. Las conse-
cuencias de una falla en este sistema son evidentes
trombosis o hemorragias (10-12). Para empezar a
entender la patología, es menester en primera ins-
tancia entender la fisiología.
La fisiología de la hemostasia implica distin-
tos tejidos, de manera muy estrecha, incluyendo
vasculatura, hígado y médula ósea (9). El meca-
nismo por el que se inicia se desarrolla y se cierra
la hemostasia puede enumerarse en los siguientes
pasos:
1. Vasoconstricción: en aproximadamente treinta
minutos de daño o trauma a los vasos sanguí-
neos, se produce un espasmo vascular, que con-
duce a vasoconstricción (8, 9, 11-14).
2. Adhesión plaquetaria: la matriz extracelular li-
bera citoquinas y marcadores inflamatorios que
conducen a la adhesión de las plaquetas y su agre-
gación en ese sitio, lo que conduce a la formación
de un tapón plaquetario y al sellado del defecto
(8, 9, 11–14).
3. Activación plaquetaria: las plaquetas que se han
adherido sufren cambios muy específicos. Libe-
ran sus gránulos citoplasmáticos que incluyen
adp, tromboxano A2, serotonina y muchos otros
factores de activación (8, 9, 11–14).
4. La agregación plaquetaria conduce a la forma-
ción de un tapón hemostático. El tromboxano
A2, producido por las plaquetas activadas junto
con adp agrandan este agregado plaquetario en
un intento de sellar cualquier lesión vascular.
Después de la activación plaquetaria, la integrina
GPIIb/IIIa sufre un cambio conformacional que
la hace capaz de unirse a varios ligandos extrace-
lulares, incluidos el fibrinógeno y el factor de von
Willebrand. Además de esto, la GPIIb/IIIa tam-
bién es capaz de interactuar con el citoesqueleto
plaquetario, controlando los cambios de forma,
señalización y contracción del trombo formado,
mediando así la propagación plaquetaria y la re-
tracción del coágulo (8, 9, 12).
5. Vía extrínseca. El factor tisular se une al fac-
tor VII y lo activa. El factor VII activado (fac-
tor VIIa) activa además el factor X y el factor
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
IX mediante proteólisis. El factor IX activado
(factor IXa) se une a su cofactor —factor VIII
activado (factor VIIIa)—, lo que conduce a la ac-
tivación del factor X (factor Xa). El factor Xa se
une al factor V activado (factor Va) y al calcio y
genera un complejo de protrombinasa que escin-
de la protrombina en trombina (9, 12).
6. Vía intrínseca: con la producción de trombina,
se produce la conversión del factor XI en factor
XI activado (factor XIa). El factor XIa con factor VII
activado y factor tisular convierte el factor IX en
factor IX activado (factor IXa). El factor IX acti-
vado se combina con el factor VIII activado (fac-
tor VIIIa) y, a su vez, activa el factor X. El factor
X activado (factor Xa) se une al factor V activado
Daño
vascular
Constricción vascular
Activación Plaquetaria
ADP
Tromboxano A2
Serotinina
Agregación plaquetaria
Vía Intínseca
Vía Exntrínseca
Figura 2. Formación del coágulo.
Fuente: elaboración propia.
Relación del uso de anticonceptivos orales combinados y sus efectos en la hemostasia
(factor Va) y convierte la protrombina en trombi-
na. La trombina actúa como cofactor y catálisis, y
mejora la bioactividad de muchas de las vías pro-
teolíticas mencionadas (9, 12).
7. Formación de coágulos de fibrina: los pasos finales
en la cascada de la coagulación implican la conver-
sión de fibrinógeno en monómeros de fibrina que
polimeriza y forma una malla de polímero de fibri-
na y produce un coágulo de fibrina reticulado. Esta
reacción es catalizada por el factor XIII activado
(factor XIIIa) que estimula la lisina y las cadenas la-
terales del ácido glutámico, lo cual provoca la reti-
culación de las moléculas de fibrina y la formación
de un coágulo estabilizado. Esquematizado sería
según se muestra en la figura 2 (9, 12, 13).
Adhesión Plaquetaria
Factor
Fibrinógeno
x
Factor
Vía común
Xa
Factor
x Fibrina
Formación del coágulo
estable de fibrina
61

Dentro de los últimos mecanismos descritos para
dilucidar el funcionamiento de la hemostasia se
ha planteado un modelo denominado celular. Este
modelo se refiere a la vía intrínseca como amplifi-
cador del proceso, iniciado por la vía extrínseca,
utilizando como mediador a la expresión de factor
tisular y la consecuente serie de eventos que son
propiciados por la expresión de moléculas en las
superficies celulares que hacen factible la unión,
activación y cese de las proteínas encargadas de los
Figura 3. El papel de las plaquetas en la coagulación.
Fuente: elaboración propia.
62 G. Gutiérrez Ballesteros ■ M. P. Pedreros Sosa ■ S. L. Rodríguez Martín
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
procesos pro y anticoagulante. Este modelo identi-
fica a la membrana de células como encargadas de
la expresión factor tisular en ciertos tipos celulares,
como fibroblastos, monocitos y neutrófilos, por
ejemplo. Sin olvidar la crítica participación de las
plaquetas, como los sitios donde la activación de la
coagulación tiene lugar, enfatizando en la interac-
ción entre los factores y los receptores celulares (8).
Dentro de los componentes más importantes de
este modelo se resalta el papel de las plaquetas (9).
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Se divide así en tres fases (8, 9): otras células mononucleares son expuestas al flujo
Fase de iniciación: empieza cuando la vascula- sanguíneo. Esto genera la liberación de micropar-
tura se lesiona y las células endoteliales como las cé- tículas que expresan el factor tisular en superficie
lulas musculares lisas, los fibroblastos, monocitos y (8, 9), según se muestra en la figura 4.

El factor tisular se expresa en las superficies celulares, luego de un daño vascular, se activan los factores VII, X, V para la conversión de
protombina a trombina.

Figura 4. Fase de iniciación.

Fuente: elaboración propia.

Fase de amplificación: trombina acumulada y receptor de la glicoproteína Ia /IIa y el factor de

en conjunto con la cascada de factores de coagula- Von Willebrand, que forma uniones entre las fibras
ción, es la responsable de activar las plaquetas que de colágeno y las plaquetas (8, 9). En esta fase tam-
están adheridas al colágeno subendotelial por un bién se introduce a los anticoagulantes endógenos.

Activación de las plaquetas por acumulación de trombina, por lo que se expresan en la superficie de esta los factores de coagulación
activados, en conjunto con las moléculas de adhesión.

Figura 5. Fase de amplificación.

Fuente: elaboración propia.

Relación del uso de anticonceptivos orales combinados y sus efectos en la hemostasia 63


Fase de propagación: en las superficies de las
células, las cuales son ricas en fosfolípidos con ac-
ción procoagulante, el factor XIa activa al factor
IX, al unirse este al FVIIa, teniendo como cofactor
En la superficie de la plaqueta activada, el aumento en el proceso de conversión de trombina activa el factor XII, para la formación y
estabilización de un coágulo y, a su vez, a su inhibidor (tafi)
Figura 6. Fase de propagación.
Fuente: elaboración propia.
Sin embargo, este proceso de formación de coá-
gulo de fibrina no es vitalicio, por lo que, fisiológi-
camente, una vez reparado o controlado el daño, se
debe llevar a cabo la inhibición de la coagulación,
cuya principal función, dada por los inhibidores
de la coagulación, es mantener la coagulación san-
guínea bajo condiciones fisiológicas y en control
la cascada de esta, después de un daño vascular.
Encontramos, así, algunos ejemplos de trombolíti-
cos fisiológicos: (a) proteasas inhibidoras circulan-
tes como la antitrombina, cofactor de heparina II,
tfpi (inhibidor del factor tisular) e inhibidor C1,
eliminan los factores de la coagulación atacando
sus sitios activos de acción; (b) vía de la proteína C/
proteína S; (c) sistema fibrinolítico (8, 14).
Para este último la plasmina, piedra angular
de este proceso, es una enzima producida por la
acción de activadores como tPA y la urokinasa
64
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
al calcio, se cataliza la activación del factor X, for-
mando el complejo FXa/FVa + Ca, que cataliza la
conversión de trombina, lo que da paso a la forma-
ción de fibrina y el coágulo estable (8, 9).
activadora del plasminógeno (uPA) que, al ser libe-
rados desde el endotelio, activan al plasminógeno a
plasmina, esta se une a la fibrina donde degrada el
coágulo en productos de degradación (pdf y díme-
ro D). El principal inhibidor de estos activadores
es el PAI-1, mientras que la plasmina circulante es
inhibida por la antiplasmina alfa 2, lo que evita la
fibrinólisis (8, 14).
Sistema fibrinolítico (8-14): las plaquetas ac-
tivadas contraen sus fibrillas internas de actina y
miosina en el citoesqueleto, lo que conduce a la
contracción del volumen del coágulo. El plasmi-
nógeno se activa a plasmina, que promueve la lisis
del coágulo de fibrina; esto a su vez tiene un efecto
restaurador de flujo sanguíneo óptimo en los vasos
que se han dañado/obstruido. En la siguiente figu-
ra, se esquematizan en línea interrumpida los prin-
cipales inhibidores de la coagulación endógenos.
G. Gutiérrez Ballesteros ■ M. P. Pedreros Sosa ■ S. L. Rodríguez Martín
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Se observa la acción de enzimas tipo proteasas, que actúan como inhibitorias se conforma el sistema fibrinolítico y por ende el control de
la coagulación y el equilibrio hemostático

Figura 7. Sistema fibrinolítico.

Fuente: elaboración propia.

2. Sistema de la proteína C: está compuesta por la

Fase de regulación y control
Es necesario que se limite la acción de los diferen-
tes participantes de la hemostasia lo cual se lleva
a cabo por los siguientes sistemas anticoagulantes
naturales (15):
1. Sistema antitrombina: la antitrombina (at) es
una glicoproteína sintetizada por el hígado sien-
do su vida media de 2,5 días, se une a la trombina,
FIXa, FXa, FXIa y FXIIa para formar complejos
con estos y neutralizarlos. La heparina es necesa-
ria para que se pueda unir la AT a la trombina e
inhibirla, y heparina de bajo peso molecular para
neutralizar al FXa.
proteína C, S y trombomodulina (tm) los cuales
van a inhibir a los cofactores FVa y FVIIIa. La
TM es una glicoproteína que se une a la trombina,
para formar un complejo y activar a la proteína C
a apc. La proteína S es una proteína dependiente
de Vit K que favorece la interacción de la proteí-
na C con los cofactores ya que acerca a la apc a
los fosfolípidos de la membrana y, por tanto, a los
sitios de clivaje ubicados en los cofactores. La pro-
teína C es una glicoproteína dependiente de Vit K
que al convertirse en apc junto a la presencia de
proteína S y FV inactiva a los cofactores mencio-
nados anteriormente.

Relación del uso de anticonceptivos orales combinados y sus efectos en la hemostasia 65


3. Inhibidor de la vía extrínseca (tfpi): se encarga
de inhibir el complejo fvii-factor tisular (ft)
para lo cual es necesario la presencia del FXa y
calcio, lo cual genera un complejo cuaternario
inactivo que se elimina.
4. Inhibidor de proteasa dependiente de proteína Z
(zpi): la glicoproteína zpi inactiva al FXa rápida-
mente en presencia de proteína Z (pz) y calcio ya
que pz potencia su acción. La PZ es un factor de-
pendiente de Vit K que también inhibe al FXa sin
necesidad de unirse a zpi.
Conociendo la fisiología de la hemostasia, a
continuación se expondrá acerca de los anticon-
ceptivos orales combinados describiendo qué son,
su clasificación, indicaciones y sus efectos en la
hemostasia
Anticonceptivos orales
combinados
Los anticonceptivos orales combinados (aco) es-
tán compuestos principalmente por el estrógeno
etinilestradiol y varios progestágenos. Se dividen
en primera generación (de 50 μg de etinilestradiol
o más); segunda generación (contienen levonorges-
trel, norgestimato u otros integrantes de la familia
de la noretisterona; y 30 o 35 μg de etinilestradiol);
y tercera generación [contienen desogestrel o ges-
todeno, con 20 o 30 μg de etinilestradiol] (2, 16).
Los aco son los más utilizados, con combinación
fija o variable del estrógeno y progestágeno. Las prin-
cipales formas de aco consisten en una combinación
de un estrógeno (generalmente etinilestradiol, en di-
versas dosificaciones) más un progestágeno sintético
y los progestágenos solos (17). Los anticonceptivos
combinados se administran todos los días durante
tres semanas y se descansa en la cuarta semana, para
permitir la hemorragia menstrual.
Las indicaciones para los aco son: menorra-
gia, dismenorrea, acné, hirsutismo, anemia ferro-
pénica y endometriosis. Estos se formulan a base
de progestágenos, solos o en combinación con
estrógenos. En función de la dosis de estos últi-
mos, pueden clasificarse en (a) monofásicos que
contienen la misma cantidad de estrógeno que de
66 G. Gutiérrez Ballesteros ■ M. P. Pedreros Sosa ■ S. L. Rodríguez Martín
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
progestágeno durante todo el ciclo; (b) bifásicos
con la misma cantidad de estrógeno, pero menor
dosis de gestágeno los primeros días; o (c) trifásicos
con estrógenos en igual cantidad durante los pri-
meros y últimos días, con mayor dosis en el inter-
valo; gestágeno en dosis creciente.
A fin de mejorar su eficacia y tolerancia, se han
producido cambios en su composición, lo que redu-
ce progresivamente la dosis de estrógeno, responsa-
ble del riesgo tromboembólico, según la literatura
clásica, aunque hoy es discutido, pues se cree que
el progestágeno tiene efectos similares (18) y de re-
acciones adversas como náuseas, vómitos, cefalea y
mastalgia (17, 19). Se ha asociado el tipo de compo-
nente endocrino del fármaco con el desarrollo de
estado procoagulante (20).
Efecto de los ACO sobre la
hemostasia
En las diferentes proteínas que participan en la he-
mostasia se observa, por ejemplo, que pueden gene-
rar un aumento de la proteína C, con disminución
de antitrombina y proteína S, principalmente, por
los aco de segunda y tercera generación (21). Los
cambios se observan durante los primeros meses y
el primer ciclo de exposición, lo cual genera mayor
riesgo de trombosis venosa en estos meses. Pero el
uso prolongado de los aco no afecta el riesgo de
trombosis venosa, ya que es un riesgo inmediato,
reversible, no acumulativo y qué puede disminuir-
se en los primeros tres meses posteriores a la inte-
rrupción (22, 23).
Se ha observado una actividad procoaguladora
y fibrinolítica con el uso de los aco, generando una
mayor renovación de fibrina con la consecuencia
de formar más fragmentos de protrombina, díme-
ro D, complejo trombina-antitrombina, complejo
plasmina-antiplasmina. Este efecto se ha asociado
más al estrógeno sobre el fibrinógeno, factor vii,
antitrombina, proteína S, plasminógeno y activa-
dor del plasminógeno tisular (t-PA) mientras que
el progestágeno se ha asociado con la alteración de
la unión de la testosterona o el cortisol a las pro-
teínas transportadoras y su tiempo de eliminación
sérica (22, 23).
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
El desarrollo de eventos trombóticos está aso-
ciado a parte de los cambios en la hemostasia
con la edad, tabaquismo, antecedente familiar,
trombofilia genética, obesidad, dislipoproteine-
mia, hipertensión, migraña, valvulopatía, fibri-
lación auricular, inmovilización, cirugía mayor,
cualquier cirugía en las piernas y traumatismo
mayor (24), aunque en cierto porcentaje de las
usuarias de aco se presentan eventos tromboem-
bólicos, sin aparente factor de riesgo asociado (25).
Se ha podido advertir que los estrógenos inge-
ridos incrementan el peligro de enfermedad trom-
boembólica en mujeres sanas y en aquellas que
tienen enfermedad cardiovascular persistente (26,
27). El incremento del riesgo absoluto es pequeño
pero significativo. Por ejemplo, en el estudio whi
(26, 28), la combinación de estrógeno/progestáge-
no hizo que aumentaran los casos atribuibles de
accidente cerebrovascular por 10 000 mujeres y
hubo un aumento similar en la frecuencia de em-
bolia pulmonar (26). Otro ejemplo es el caso de las
pacientes fumadoras que no presentan efectos fi-
brinolíticos, para compensar los efectos procoagu-
lantes, generados por los anticonceptivos, lo cual
lleva a un estado de hipercoagulación. Por tanto, el
cdc sugiere como contraindicación el uso de aco
en mujeres mayores de 35 años, con hábito tabá-
quico persistente (29).
Los aco monofásicos y multifásicos no tienen
impacto significativo sobre la coagulación. Solo se
observa un leve aumento de la formación de trom-
bina, la cual se compensa por un ligero aumento
de la actividad fibrinolítica (30). Los aco de tercera
generación se asocian con la resistencia adquirida
a la proteína C activada, y su elevación lleva a un
aumento de los factores de coagulación, convir-
tiéndose en un factor de riesgo aumentado para
desarrollar tromboembolismo venoso —tev (31).
Se realizó el estudio Multiple Environmental
and Genetics Assessment of Risk Factors for Venous
Thrombosis (Mega), para evaluar diferentes proges-
tágenos y su riesgo de producir trombosis venosa;
lo que arrojó este estudio fue que definitivamente si
hay asociación. Se encontró que el levonorgestrel es
el que presenta menor riesgo para trombosis veno-
sa, seguido de gestodeno, drospirenona, acetato de
ciproterona y desogestrel, los cuales presentan un
Relación del uso de anticonceptivos orales combinados y sus efectos en la hemostasia
riesgo similar pero superior al de levonorgestrel, y
menor resistencia a la proteína C (31).
Sin embargo, Tchaikovski (32) realizó un es-
tudio en 14 mujeres de 21-33 años que consumían
por primera vez 3 mg drospirenona, con 30 μg eti-
nilestradiol, para observar el efecto del progestáge-
no sobre parámetros hemostáticos y encontraron
que, a los dos meses de iniciado el consumo, se pre-
sentó un aumento de protrombina, factores viii y
x, proteína C y disminución de antitrombina, fac-
tor V y proteína. Cabe resaltar que la administra-
ción de progestágenos solos afecta mínimamente
el sistema de coagulación y fibrinólisis, sin riesgo
significativo para tromboembolismo venoso, por
tanto, pueden ser administrados para pacientes
con riesgo para tev (31).
En hallazgos de laboratorio, se encuentra una
resistencia adquirida a la PCa (proteína C activa-
da), asociada a disminución de la proteína S. Esta
resistencia se observa más con los aco de tercera
generación, y el incremento de desarrollar tev.
Otro hallazgo es el incremento de la globulina fi-
jadora de hormonas sexuales (shbg), por ser un
reflejo de la estrogenicidad del anticonceptivo (33).
Los aco con altas dosis de etinilestradiol (50 μg)
generan también mayores cambios en la coagula-
ción, comparado con dosis de 30-35 μg; mientras
que los de 20 μg tienen un efecto nulo o poco sig-
nificativo en la coagulación (29). Evaluando otras
variables hemodinámicas, se ha comprobado que
tanto el progestágeno como el componente de es-
trógeno presente en las píldoras de anticonceptivos
orales combinados tiene un papel etiológico en el
aumento de la presión arterial, variable de suma
importancia en el desarrollo de eventos trom-
boembólicos (34).
Efecto de los aco sobre las
plaquetas
Se ha observado un aumento de las plaquetas en
usuarias de aco, frente a las no usuarias. Se cree
que esto se debe al estrógeno de los anticoncepti-
vos, pero no se ha determinado con certeza si es
por esta razón. Sin embargo, contribuye al desa-
rrollo de hipercoagulabilidad (35).
67
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Isaac y colaboradores (36) midieron, en 43 mu-

jeres usuarias de aco de tercera generación por al Efecto de los ACO sobre los
menos tres meses, las plaquetas según grupo de factores de coagulación
edad y duración del uso de anticonceptivos (menos
Se ha visto que el factor IXa tiene poca reactividad
de un año o más de un año), con lo cual encon-
a su inhibidor, lo cual conduce a la prolongación de
traron (a) aumento de las plaquetas, no estadísti-
su vida media plasmática (41 minutos) con respec-
camente significativo; (b) disminución de estas a
to a otros factores. Esto se relaciona con el desarro-
medida que la edad aumenta; y en las que llevan
llo de trombosis in vivo, la cual es un mecanismo
usándolo menos de 1 año, (c) se encontró un au-
de hipercoagulabilidad sistémica. Tanratana y su
mento significativo. Al hacer la comparación con
equipo (38) realizaron la medición de este factor en
otros estudios, se encuentra que no hay cambio sig-
el plasma de 36 mujeres premenopáusicas usuarias
nificativo en las plaquetas, pero se asocia con ma-
de anticonceptivos hormonales, frente a 35 muje-
yor adhesividad y agregación plaquetaria.
res sin anticoncepción hormonal, y encontraron
Otro estudio, realizado por Jamil y colaboradores
una elevación del factor IXa en el grupo con uso
(37), tomó a mujeres entre los 20-50 años, usuarias
de anticonceptivos hormonales, asociado a la re-
de anticonceptivos por al menos un año; y las dividió
sistencia de la proteína C activada (apc) por este
en cuatro grupos (estrógeno/progesterona, progeste-
factor, de modo que concluyeron que los niveles
rona inyectable, implante subdérmico con progeste-
plasmáticos elevados del factor IXa generan un
rona y dispositivo intrauterino no hormonal), según
mecanismo de hipercoagulabilidad sistémica in-
el anticonceptivo que usaban y midió el conteo de
ducida por hormonas.
glóbulos rojos (rbc), glóbulos blancos, hemoglobina
Los estrógenos también originan un pequeño
y plaquetas. Encontraron que el número de plaquetas
incremento en los factores de coagulación ii, vii,
se mantuvo en el rango de referencia normal en to-
ix, x y xii y disminuyen los niveles de los facto-
dos los grupos, lo cual es consistente con otros estu-
res de anticoagulación como las proteínas C y S y
dios donde no se encuentra cambios significativos en
la antitrombina iii. Se ha observado un aumento
el número de plaquetas por el uso de aco.
de los factores ii y xii, pero no de los factores viii
Por su parte, la investigación realizada por
y x en usuarias de aco de tercera generación en
Samsunnahar y colaboradores (35) explica que los
comparación con las de aco de segunda genera-
usuarios de aco desarrollaron un estado de hiper-
ción (39).
coagulabilidad, indicado por la elevación significa-
Sin embargo, en otro estudio, llevado a cabo
tiva del nivel de fibrinógeno en plasma, factor xii,
por Westhoff y colaboradores (40), los niveles de
factores de coagulación dependientes de vitamina
dímero D aumentaron gradualmente durante un
K y recuento plaquetario total, que pueden condu-
solo ciclo de uso de anticonceptivos orales, en ni-
cir a episodios tromboembólicos. Además, se da a
veles similares a los informados después de tres y
conocer que diferentes investigaciones sugieren di-
seis ciclos de aco. También se encontró un aumen-
versas explicaciones para el aumento de los niveles
to estadísticamente significativo en la actividad del
de recuento total de plaquetas y fibrinógeno plas-
factor viii, después de tan solo uno a dos días de
mático en las usuarias de anticonceptivos orales,
uso de anticonceptivos orales. Asimismo, es bien
en contraste con las no usuarias, pero el mecanis-
sabido que, independientemente del mecanismo la
mo exacto aún no es claro.
elevación de este factor de la coagulación, se asocia
Pese a lo anterior, se plantea que puede deberse
a desarrollo de tromboembolismo (41). Estos au-
a la carga estrogénica, presente en las píldoras an-
mentos transitorios fueron similares en magnitud
ticonceptivas orales combinadas. Dicha hormona
a los informados después de 3 y 6 ciclos de uso de
puede actuar como un factor de crecimiento que
anticonceptivos orales.
contribuye a la elevación significativa del nivel de
Por análisis clínico, se ha demostrado que nive-
fibrinógeno plasmático y estimula el aumento del
les elevados de estos dos puntos de la coagulación,
recuento plaquetario total (35).

68 G. Gutiérrez Ballesteros ■ M. P. Pedreros Sosa ■ S. L. Rodríguez Martín

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
en particular, están relacionados con el riesgo fu-
turo de eventos tromboembólicos (42, 43). Ello
podría explicar por qué se ha informado aumento
del riesgo de tev entre las usuarias de anticoncep-
tivos orales, incluso durante los primeros meses
de uso (43-45). En contraste, es curioso mencionar
también que, en varones, el riesgo de cardiopatía
isquémica está estrechamente relacionado con los
niveles elevados de factor viii y fibrinógeno (35).
Otro estudio fue realizado por Wiegratz (46), en
el que participaron 57 mujeres entre los 18-40 años,
con uso de 30 μg etinilestradiol/2 mg dienogest. Se
dividió en dos el grupo (uno las tomaba durante 21
días y descansaba siete; y otro grupo durante 84 días
y descansaba también siete días.). Se midió, respec-
tivamente, a los tres y los doce meses de iniciado el
tratamiento, con lo cual se encontró aumento de los
factores vii, viii y fibrinógeno; con disminución de
antitrombina, proteína S y tPA, sin encontrar una
diferencia significativa en ambos grupos.
En general los anticonceptivos orales incremen-
tan los factores i, ii, vii, viii, x; y disminuyen los in-
hibidores naturales at iii (antitrombina iii) y tfpi
[tissue factor pathway inhibitor] (33). Dentro de los
paraclínicos utilizados para evaluar la hemostasia
por vía extrínseca e intrínseca, se identificó acor-
tamiento del valor de referencia. Ello indica que el
efecto de los anticonceptivos orales combinados
sobre el tiempo de protrombina —pt (34,38), el
tiempo de tromboplastina parcial activada —aptt
(34, 47, 48) y los niveles de fibrinógeno son menores
en comparación con el grupo de control (34, 47).
Efecto de los aco sobre la
fibrinólisis
Las alteraciones en las vías fibrinolíticas son más
bien modestas. Los datos de algunos estudios en
mujeres tratadas con estrógeno solo o combinado
con progestágeno han demostrado disminución de
los niveles de la proteína-1 del inhibidor del acti-
vador de plasminógeno, con un incremento con-
comitante en la fibrinólisis. Esta hiperfibrinolisis
se observa más en las usuarias de aco de tercera
generación, con respecto a las de segunda genera-
ción (18, 31).
Relación del uso de anticonceptivos orales combinados y sus efectos en la hemostasia
Se produce aumento del tPA y plasminógeno,
junto con una disminución del PAI1, contrarres-
tada con el aumento del tafi. Estos cambios son
más pronunciados en las mujeres que usan anti-
conceptivos con desogestrol, que en aquéllas que
usan levonorgestrel (33, 39, 44).
Zia y colaboradores (49) realizaron la medi-
ción de variables hemostáticas en adolescentes
afroamericanas de 13-21 años antes y después de
tres meses de haber iniciado 35 μg de etinilestra-
diol/0,25 mg de norgestimato. Las variables con
cambio significativo (aumento del 20 % sobre el
valor de referencia a los tres meses) fueron el tiem-
po de protrombina, fibrinógeno y proteína S. Hubo
aumento de estos, con excepción de la proteína S,
cambios relacionados con un estado de hipercoa-
gulabilidad generado por los aco.
Salman et al. (34) tomaron a 63 mujeres usua-
rias de 30 μg etinilestradiol/150 μg levonorgestrel
durante al menos seis meses, con respecto a 25
mujeres no usuarias, en un rango de 20-45 años.
Midieron tp, tiempo de tromboplastina parcial
activada (aptt) y fibrinógeno. Encontraron que
hubo un aumento de tp y aptt en las mujeres
usuarias de aco, pero no fueron datos significati-
vos. De modo que plantearon la hipótesis de que,
al tratarse de un aco de segunda generación, tiene
menos efecto sobre los parámetros de coagulación,
con respecto a los aco de tercera generación.
En otro estudio, realizado por Elsayid et al.
(48) midieron en 100 mujeres usuarias de aco, el
tp, el aptt, y el tiempo de trombina (tt) y fibrinó-
geno, con respecto a veinte mujeres no usuarias.
Los únicos parámetros que tuvieron cambio sig-
nificativo fueron: acortamiento del TT y aumento
del aptt. Los autores concluyen que estos resulta-
dos se relacionan con un estado de hipercoagula-
bilidad. Pero encontramos varias limitaciones en
este estudio, como una desigualdad entre casos es-
tudio y casos control; tampoco no especifican los
aco usados, lo que podría dificultar el establecer
una relación entre la generación del anticoncepti-
vo y su influencia sobre estos parámetros.
Westhoff y colaboradores (50) midieron el po-
tencial de trombina endógeno (pte) en 17 mujeres de
18-35 años, usuarias de 30 μg etinilestradiol/150 μg
69

levonorgestrel. Al mes de haber iniciado su consu-
mo, se observó un aumento de pte y resistencia a
la proteína C, lo cual se relaciona con el desarrollo
de tev en los primeros meses de uso de aco.
Otra forma de evaluar estos parámetros es la
realización de una tromboelastografía, una herra-
mienta in vitro para determinar las propiedades
viscoelásticas de la sangre durante la coagulación
y fibrinólisis. Murray et al. (51) realizaron una
tromboelastografía y medición de pt, aptt y fi-
brinógeno en quince usuarias de aco monofásicos
por más de cuatro meses, comparándolas con die-
ciocho mujeres sin anticonceptivo. La medición se
realizó durante tres momentos del ciclo menstrual;
en la tromboelastografía, se encontró aumento de
la coagulabilidad, acortamiento del pt, ptt y au-
mento de la concentración del fibrinógeno en las
usuarias de aco. Esto se relaciona con la existencia
de cambios hemostáticos, causados por los aco, lo
cual lleva a una actividad procoagulante.
Conclusiones
Por lo expuesto, los estrógenos incrementan los facto-
res de las vías de coagulación y fibrinolíticas; y el des-
equilibrio de las dos actividades antagónicas puede
originar efectos adversos, concluyendo que existe un
cambio en la hemostasia generado por los aco, prin-
cipalmente, por el componente estrogénico.
En general, los cambios que se observan son (a)
resistencia a la proteína C, principalmente por los
aco de 3 generación; (b) aumento de los factores de
coagulación como i, ii, vii, viii, ix, x encontrán-
dose una alteración en las tres vías de la cascada de
coagulación; (c) hiperfibrinólisis, pero no se obser-
va un cambio específico como en la coagulación; y
(d) aumento de las plaquetas, pero aún no se sabe
con exactitud la causa de su aumento.
Estos cambios en la hemostasia provocan un es-
tado de hipercoagulación que puede llevar al desa-
rrollo de tev durante los primeros seis a doce meses
de iniciado su uso, asociado a la presencia de facto-
res de riesgo como tabaquismo, antecedente fami-
liar de tev, obesidad y enfermedad cardiovascular.
Para estas pacientes, se recomienda el uso de solo
progestágenos, ya que presentan menor riesgo de
desarrollar tev.
70 G. Gutiérrez Ballesteros ■ M. P. Pedreros Sosa ■ S. L. Rodríguez Martín
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Agradecimientos
Este artículo se deriva como producto del Proyecto
de iniciación científica pic med 3339, aprobado y
financiado por la Vicerrectoría de Investigaciones,
en la vigencia 2020-2.
Conflictos de interés
Los autores manifiestan que no existe conflicto de
interés en la publicación de los resultados de su
análisis.
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thromres.2015.08.01
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 73 - 82

El rol de la pareja en la realización del

tamizaje de cáncer de cuello uterino en
mujeres mayores de 18 años
Andrea del P. Álvarez Sáncheza ■ Juan S. Ávila Ángela ■ Juan E. Bernal Lópeza
■ Nicolás García Pescadora ■ Zaira Juliana Laguna Muñetonesa ■ José M.l

Linares Hurtadoa ■ Juanita Monsalve Montezumaa ■ Carlos A. Pérez Martíneza

■ Juan P. Pineda Sanabriaa ■ María C. Ramírez Guarína ■ Johnattan A. Salazar

Romeroa

Resumen: El cáncer de cérvix se encuentra dentro de las principales causas de mortalidad femenina.
A pesar de la disponibilidad de pruebas de tamizaje en los centros de salud y su importancia para
la prevención del cáncer de cérvix, existe un importante porcentaje de mujeres que no utiliza este
servicio. Esta revisión sistemática busca identificar las barreras de acceso relacionadas con la pareja
de la mujer. Se realizó una búsqueda en las bases virtuales Medline y Lilacs, y se filtraron los artículos
utilizando los criterios de inclusión y exclusión. A partir de la búsqueda, se encontraron 177 artículos,
de los cuales, utilizando criterios de exclusión y removiendo duplicados, se obtuvo un total de 27 ar-
tículos, que se leyeron en su totalidad y se incluyeron en la revisión. Con el fin de cumplir los objetivos
se establecieron las relaciones frente al tipo de pareja, la religión, la educación, la violencia de pareja
y el tamizaje para cáncer de cérvix. Se concluye que la educación y las relaciones estables son facto-
res positivos para la realización del tamizaje para cáncer de cuello uterino. Hay un vínculo negativo
entre la violencia de pareja y el cuidado de la salud sexual femenina. El uso de pruebas de tamizaje
para cáncer de cérvix se encuentra ligada a la religión y la cultura dentro de la relación de pareja.

Palabras clave: cáncer de cuello uterino; frotis vaginal; pareja; religión; tamizaje; violencia

a Estudiantes de medicina de la Facultad de Medicina, umng. Correo electrónico: est.juan.pineda@unimili-

tar.edu.co

73
 The role of the partner in screening for cervical cancer in
women over 18 years of age
Abstract: Cervical cancer is one of the main causes of female mortality. Despite the availability of
screening tests in health centers and their importance for the prevention of cervical cancer, there is a
significant percentage of women who do not use this service. This systematic review seeks to identify
access barriers related to the woman's partner. A search was carried out in the virtual databases
Medline and Lilacs, and the articles were filtered using the inclusion and exclusion criteria. From the
search, 177 articles were found, of which, using exclusion criteria and removing duplicates, a total
of 27 articles were obtained, which were read in their entirety and included in the review. In order to
meet the objectives, relationships were established against the type of partner, religion, education,
partner violence and screening for cervical cancer. The conclusion reached is that education and
stable relationships are positive factors for screening for cervical cancer. There is a negative link be-
tween intimate partner violence and female sexual health care. The use of screening tests for cervical
cancer is linked to religion and culture within the relationship of couples.

Keywords: cervical cancer; vaginal smear; couple; religion; screening; violence

74
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más
común en mujeres, con una estimación de 570 000
casos en el 2018 en todo el mundo; y alrededor de
311 000 muertes a causa de esta enfermedad (1).
La incidencia y mortalidad ha disminuido en al-
gunos países de América Latina, con un cambio
porcentual anual de –4,2 a –6,7 para la incidencia
y de –0,2 a –8,3 para la mortalidad. Esto se asocia,
principalmente, a la implementación de progra-
mas de detección temprana y vacunación contra
el virus del papiloma humano (vph) en los pro-
gramas nacionales de inmunización(2). Según la
Sociedad Estadounidense del Cáncer, para 2021, se
proyectaban 14 480 casos nuevos estimados y 4290
muertes (3).
Una causa necesaria para el desarrollo de cán-
cer de cuello uterino es la presencia del vph (4),
que es considerado la infección de transmisión se-
xual más común, caracterizada por ser transitoria
y asintomática por su alta tasa de aclaramiento vi-
ral (5, 6). En algunos casos esta infección es persis-
tente, lo que puede llevar a la aparición de lesiones
precancerosas y, en ausencia de tratamiento opor-
tuno, puede progresar a cáncer cervical (4); para
que tenga lugar este curso patológico se requiere la
presencia de vph de alto riesgo, un grupo de apro-
ximadamente 13 serotipos que son responsables de
diferentes tipos de neoplasias incluyendo el cervi-
cal, donde los tipos 16 y 18 corresponden cerca del
70 % de su etiología (5).
Debido al hallazgo de la relación causal entre
la infección con vph y el cáncer de cuello uterino,
se han estudiado diferentes estrategias para dis-
minuir las tasas de incidencia de esta patología y
la mortalidad que implica. Se incluyen la vacu-
nación como prevención primaria y el tamizaje
cervical como prevención secundaria para la iden-
tificación de lesiones precursoras que sean candida-
tas de ser intervenidas de manera oportuna, con lo
cual se evita su progresión (7). Sin embargo, a pesar
de contar con estas herramientas, se estima que solo
el 19 % de las mujeres en países de bajos ingresos
se realizó el tamizaje para cáncer de cuello uterino
en algún momento de sus vidas; comparado con un
60 % correspondiente a los países de altos ingresos
El rol de la pareja en la realización del tamizaje de cáncer de cuello uterino en mujeres mayores de 18 años
económicos (8). Con esto, debe tenerse en cuenta
que se tratan de programas instaurados en sistemas
sociales y de salud con infraestructuras y recursos
limitados, por lo que pueden encontrarse diferentes
variables que actúan como barreras para el acceso a
dicho servicio (9).
Dentro de los factores que se han estudiado
en relación con las limitaciones de acceso, se ha
presentado un aumento en el interés por incluir
al hombre dentro de la salud reproductiva de su
pareja. Esto, debido a que se encuentra involucra-
do de varias maneras, tanto directas como indi-
rectas, en la realización del tamizaje para cáncer
de cuello uterino, como en la toma compartida de
decisiones; como proveedor de apoyo financiero y
acarreador de los costos que implica la atención en
salud; además de tener un impacto en el compor-
tamiento de la mujer sobre su propia salud (10). Por
esta razón, el objetivo de este estudio consistió en
determinar la influencia que tiene la pareja en la
realización o no realización del tamizaje de cáncer
de cuello uterino en mujeres mayores de dieciocho
años, identificando la asociación del tipo de unión
de pareja, las creencias religiosas y su relación con
la violencia de pareja.
Métodos
Se realizó una búsqueda sistemática de la literatura
en las bases virtuales de Medline y Lilacs de artí-
culos originales que evaluaran el rol de la pareja en
la realización o no del tamizaje de cáncer de cue-
llo uterino en mujeres mayores de dieciocho años,
teniendo en cuenta especialmente factores como
la violencia, la religión y el estado civil. Para esta
revisión sistemática se consideraron los criterios
Preferred Reporting Items for Systematic Reviews
and Meta-Analyses —PRISMA (11).
Para la búsqueda de la literatura, se usaron
las fórmulas booleanas con términos MeSH para
Medline: (partner, sexual[MeSH Terms]) and
((vaginal smear[MeSH Terms]) and (cancer, cér-
vix[MeSH Terms])), (violence[MeSH Terms])
and ((vaginal smear[MeSH Terms]) and (cancer,
cérvix[MeSH Terms])), (religion[MeSH Terms])
and ((vaginal smear[MeSH Terms]) and (can-
cer, cérvix[MeSH Terms])), (status, marital[MeSH
75

Terms]) and ((vaginal smear[MeSH Terms]) and
(cancer, cérvix[MeSH Terms])) y (marital status[-
MeSH Terms]) or (partner, sexual[MeSH Terms])
AND (cancer screening[MeSH Terms])) ) and
(vaginal smear[MeSH Terms])). Para Lilacs, se em-
plearon los términos MeSH “partner”, “screening”
y “cancer, cérvix”, en el campo “palabras”. Con la
búsqueda, se obtuvieron 177 resultados en Medli-
ne y 13 resultados para Lilacs. Posteriormente, se
aplicaron los criterios de inclusión para esta revi-
sión sistemática.
Criterios de Inclusión
Artículos originales publicados en español, portu-
gués o inglés, cuya publicación incluyera resultados
sobre cómo la pareja influye en el tamizaje de
cáncer de cuello uterino; mención de influencia
de factores como violencia; religión y estado civil;
estudios en los que el tamizaje se realizó al menos
por medio de citología de cérvix; publicaciones
entre el 01 de enero de 2008 y el 30 de mayo de
2021; y en los cuales la población estudiada fuese
mayor de dieciocho años.
Criterios de Exclusión
Se consideraron las publicaciones que no cumplie-
ron los criterios de inclusión.
Resultados
En la búsqueda realizada se encontraron 177 ar-
tículos en Medline y 13 en Lilacs. Al utilizar los
criterios de inclusión, se obtuvo un total de 98 ar-
tículos, al excluir los duplicados se obtuvo un total
de 59. De estos, se escogieron los que abordaban la
influencia de la pareja, se determinó que 27 artí-
culos serían útiles para esta revisión. Asimismo,
en cuanto a la asociación entre el tipo de unión de
pareja y la realización del tamizaje de cáncer de
cérvix se determinó que 15 artículos cumplían con
el objetivo, donde se encontró que, según Hanske J
y colaboradores (12), quienes identificaron que las
mujeres que más se habían realizado tamizaje para
cáncer de cérvix eran las casadas, con un 83,9 %
de realización, por lo que constituye un predictor
independiente de cáncer de cérvix (or: 1,29; ic:
A. del P. Álvarez Sánchez ■ J. S. Ávila Ángel ■ J. E. Bernal López ■ N. García Pescador ■ Z. J. Laguna Muñetones ■ J. M.l
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Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
95 %; 1,16-1,43), frente a las divorciadas/viudas/se-
paradas con 75,1 %; y finalmente las solteras, con
53,4 % de realización del tamizaje; en Brasil (13)
que la ausencia de pareja frente a tenerla disminuye
al menos 1,79 veces la realización de control en el
tamizaje de cáncer de cérvix (or: 0,560; ic: 95 %,
0,348-0,901), este resultado también pudo eviden-
ciarse en las relaciones de pareja musulmanas, en la
cultura nigeriana y etíope o de inmigrantes mexi-
canos (8, 14-16), donde la presencia de pareja se
asocia, dependiendo del nivel de educación de esta,
frente al tema de cáncer de cérvix, al alentar o pro-
hibir el tamizaje, debido al rol preponderante del
hombre en la cultura (9, 17, 18) e independiente de
esto la presencia de la misma se asocia a mejores
beneficios en el sistema de salud (19).
En cuanto a la evaluación de las creencias re-
ligiosas y la realización del tamizaje cáncer de
cérvix, se encontraron cuatro artículos con las
características buscadas para este objetivo; in-
cluyendo dos religiones, la cristiana y el islam. Se
determinó que, para los musulmanes, en Somalia
(20), los mensajes de predestinación y modestia
asociados con la religión promovían el tamizaje y
tratamiento del cáncer de cérvix; mientras que en
Indonesia, los maridos musulmanes, pese a alentar
a las mujeres a tener un estilo de vida saludable,
la poca conciencia de los hombres hace que no se
promueva la detección (14).
En el caso de la religión cristiana, los resulta-
dos son variables, pudo evidenciarse en una comu-
nidad vietnamita, en Estados Unidos, que lo que
aumentaba la probabilidad de realización del ta-
mizaje era la educación. Esta fue la conclusión a la
que llegaron Nguyen y colaboradores (21), al estu-
diar un grupo altamente educado y creyente, fren-
te a otro con falta de educación creyente también.
Este resultado contrasta con los datos encontrados
por Pop y colaboradores (22) en Rumania, en los
que rechazan en tamizaje basados en “la voluntad
de Dios”, contrario a las políticas de Estado, argu-
mentando la legitimidad de oponerse al servicio
médico, al control individual de la reproducción y
de sus cuerpos.
En cuanto a la relación entre la violencia
de pareja y la realización del tamizaje de cáncer de
cérvix, en un estudio transversal de 532 pacientes,
A. Salazar Romero
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
publicado en 2016 por Thananowan y colabora-
dores (23), se examinaron factores psicosociales,
como mediadores entre la relación de violencia de
pareja (vpi) y el cáncer de cuello uterino, donde se
encontró que el 21,1 % de las participantes declaró
haber sufrido algún tipo de vpi en el último año y
el 22,2 % tenía cáncer de cuello uterino asociado
positivamente la violencia y el cáncer de cuello ute-
rino, asimismo en un estudio transversal desarro-
llado por Leite y colaboradores (24), se determinó
que las mujeres en situación de violencia sexual y
física presentaron 1,64 (ic: 95 %; 1,03-2,62) y 1,94
(ic: 95%; 1,28-2,93) veces más prevalencia del re-
traso en el examen de Papanicolaou, en compara-
ción con las no víctimas.
En otro estudio transversal, realizado por Ra-
maswamy y colaboradores (25) en Kansas, Estados
Unidos, con 204 mujeres privadas de la libertad, se
señaló que las mujeres que habían sufrido violen-
cia de pareja en el año anterior al encarcelamiento
también tenían el doble de riesgo de haber tenido
un Papanicolaou anormal (or: 2,41; ic: 1,09; 5,31) y
tenían cinco veces más probabilidades (or: 5,44; ic
1,05; 28,06) de haber declarado haber sido tratadas
de cáncer de cuello de útero.
En cuanto al papel de la educación y el tamiza-
je, un estudio transversal de Lewis y colaboradores
(8) en Malaui, muestra que la falta de conocimien-
to por parte de la pareja masculina sobre esta
enfermedad se ve reflejada en la falta de apoyo e
incentivación hacia la mujer para la realización del
tamizaje. El deseo de la pareja de ser partícipes en
el tamizaje es un hecho importante.
Existe otro factor importante: el nivel educati-
vo de la mujer. En un estudio transversal de Açuce-
na Vieira-Alves y colaboradores (13), realizado en
Brasil, en el estado de Paraíba, se encontró que las
mujeres con un nivel educativo bajo tienen 2,96 ve-
ces menor posibilidad de realizarse, por lo menos
una vez en los últimos tres años, el test de Papani-
colau (or: 0,338; 95% ci: 0,121-0,939). Concuerda
con otro estudio transversal realizado en Brasil
por Daros y colaboradores (26), donde la baja es-
colaridad se asoció a la ausencia de tamizaje para
cáncer de cuello uterino. Este hallazgo también
se ve reflejado en un estudio transversal de Reis y
colaboradores (27), realizado en Turquía, donde se
El rol de la pareja en la realización del tamizaje de cáncer de cuello uterino en mujeres mayores de 18 años
encontró que una de las barreras para la no reali-
zación del test de Papanicolau en una muestra de
387 mujeres fue el bajo nivel educativo (p=0,001).
Ante lo dicho, tras analizar la información de
mujeres que viven con vih en Surat, India, el es-
tudio transversal de Kung y colaboradores (28)
resalta la importancia de generación de políticas
de educación pública generalizada, para combatir
las barreras contra el tamizaje de cáncer de cérvix
y generar el apoyo del entorno familiar para rea-
lizarlo. De la misma manera, en el estudio trans-
versal de Thiel de Bocanegra (29), se enfatiza en la
necesidad de educar a la pareja masculina, más si
esta se siente responsable de los gastos del hogar,
pues debe entender que es un servicio gratuito.
Discusión
Desde la introducción de la citología cervicovagi-
nal, como tamizaje para cáncer de cuello uterino en
1943 por Papanicolaou y Triut (30), esta se ha con-
vertido en una gran herramienta para la detección
temprana del cáncer de cuello uterino. Sin embar-
go, hoy son muchas las mujeres que no se realizan
dicho tamizaje. En la presente revisión sistemática,
se encontró que los componentes de maltrato y tipo
de pareja, grado de aceptación de la comunidad li-
gado a los aspectos culturales y el nivel educativo
permiten entender los diferentes fenómenos que fa-
cilitan o que por el contrario impiden la realización
del tamizaje.
Según el estudio realizado por Mattos Ruso y
Miranda Soares (31), ser mujer mayor de 40 años, con
pobre escolaridad, una condición económica des-
favorable y recibir continuo maltrato por parte de
su pareja constituye un factor de riesgo para no
realizarse el tamizaje de cuello uterino, dado que
la violencia de pareja crea un ambiente familiar
conflictivo, caracterizado por la vivencia de mie-
do constante en la mujer, baja autoestima y ais-
lamiento social. Esto lleva a limitaciones en la
realización del tamizaje, ya que las mujeres tien-
den a asociar el procedimiento con dolor y, en al-
gunos casos, situaciones vergonzosas.
Esta idea se refuerza en el estudio de Dutta y co-
laboradores (32), quienes afirman que, en la pobla-
ción femenina de Kenia, las mujeres no se realizan
77

el tamizaje, dado que la gran mayoría son muje-
res pobres, sin educación y, además, sus parejas les
prohíben su realización. Asimismo, en el estudio
realizado por Alves y colaboradores (13), se evi-
dencia una situación similar, donde las mujeres
con mayor nivel educativo, empleo y relaciones de
pareja estables tenían una asociación positiva con
la realización de la prueba de Papanicolau como
herramienta principal del tamizaje de cáncer de
cuello, en dos poblaciones distintas de Brasil.
Podemos afirmar, entonces, que las variables
estudiadas en estos artículos influyen en la realiza-
ción del tamizaje de cáncer de cérvix. Adicional-
mente, al tratarse de dos poblaciones de diferentes
países, sin relación alguna y con resultados simi-
lares, es válido pensar que tanto el nivel educativo
como la condición económica y la existencia de
una relación de pareja estable influyen en todas las
mujeres, independientemente de su religión, raza o
país de origen, ya que el matrimonio, en la mayoría
de los casos, se asocia con mayor nivel educativo y
mayor ingreso económico (19).
En la mayoría de la literatura revisada se en-
contró que una de las principales barreras para el
acceso al tamizaje de cáncer de cérvix es el nivel
educativo de las mujeres y de su pareja, más especí-
ficamente, el conocimiento tan limitado acerca del
vph y del cáncer de cuello uterino, sobre todo en
población rural, donde predominan los sistemas
patriarcales; situación que se evidencia en el estu-
dio realizado por Lewis (8) en población Malauí y
en el estudio de Okedo y colaboradores(15) en el
sureste de Nigeria, donde se encontró que los hom-
bres casados tienen un conocimiento muy limi-
tado sobre el cáncer de cuello uterino y una mala
percepción del riesgo de su esposa de padecerlo.
A pesar de su escaso conocimiento, los encues-
tados mostraron buena disposición para reali-
zar el tamizaje. Sin embargo, esta disposición se
orientaba más a que las mujeres pidieran el con-
sentimiento de sus esposos para poder realizarlo,
lo que puede atribuirse a que los hombres no con-
sideran que sus esposas estén en riesgo de cáncer
de cérvix, ya que en esta población la infección por
vph se asocia con infidelidad y conductas sexuales
de riesgo. Asimismo, Megersa y colaboradores (16)
identificaron que, en la sociedad patriarcal etíope,
A. del P. Álvarez Sánchez ■ J. S. Ávila Ángel ■ J. E. Bernal López ■ N. García Pescador ■ Z. J. Laguna Muñetones ■ J. M.l
78 Linares Hurtado ■ J. Monsalve Montezuma ■ C. A. Pérez Martínez ■ J. P. Pineda Sanabria ■ M. C. Ramírez Guarín ■ J.
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
existe una clara desaprobación en la participación
de la mujer en todo lo referente a la salud sexual y
reproductiva, sin el consentimiento de su marido.
De esta forma, se identifica al hombre como una de
las principales barreras en cuanto a medidas de ta-
mizaje de cáncer de cuello uterino y cuidado de la
salud sexual femenina.
Por lo anterior, Adegboyega y colaboradores (17)
sugieren que obtener el apoyo de los hombres a tra-
vés de la educación, la promoción y la participación
en la detección del cáncer de cuello uterino dentro
de sus normas socioculturales permitiría a los hom-
bres tomar decisiones informadas con respecto a
la detección de este tipo de cáncer en su pareja, te-
niendo en cuenta que en la cultura africana el hom-
bre todavía tiene un rol dominante en la familia.
En términos de factores adicionales que pue-
den afectar la toma de decisiones, con respecto a
la tamización, los factores culturales no pueden
desligarse de la tradición religiosa, como expone
Cristina Pop, desligar la tradición religiosa con el
contexto sociodemográfico, es imposible, ya que,
como ella muestra, en las poblaciones de Rumania
evaluadas, el creciente conflicto con el Estado y las
convicciones morales propias de las creencias reli-
giosas en la región dificultan la aceptación de las
mujeres del derecho a realizar una participación
activa en las estrategias de prevención del cáncer
de cuello uterino, incluido el tamizaje que es im-
pulsado por el Estado (22).
De esta forma, se ve que la religión y creencias
en las diferentes culturas, influyen en el contexto
de la toma de la decisión para la realización de una
prueba de salud sexual, así como se ve expresado
por Widiashi y colaboradores; las conductas de
cuidado en una sociedad patriarcal musulmana
en Indonesia, enfatizan fuertemente en el cuidado
de la salud y hábitos saludables en las mujeres por
parte del hombre, en la relación conyugal. Paradó-
jicamente, se deja de lado el refuerzo por parte de
esposo, en términos de cuidado de la salud sexual
femenina, en el contexto de tamizaje para cáncer,
no solo de cuello uterino, sino también de mama
(14), lo cual quizás resalta el Estado patriarcal y la
negación de la libertad de la feminidad, propios de
lo que se considera un contexto cultural arraigado
en las creencias musulmanas.
A. Salazar Romero
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Los hallazgos mencionados resultan sorpren-
dentemente contradichos por un estudio realizado
en Estados Unidos, con una población musulma-
na, pues se evidenció que, si se realizaban mensa-
jes de prevención y tamizaje de cáncer mediante
influencias y mensajes religiosos, se tenía una res-
puesta más asertiva y mayor aceptación de dichas
prácticas, particularmente en el tamizaje de cáncer
de mama y cuello uterino (20).
Basados en estos hallazgos, es posible interpre-
tar a la religión, conducida en el núcleo familiar
por el cónyuge, puede verse como un fenómeno
que puede entenderse como una barrera, que cohí-
be a las mujeres debido a todos los juicios morales
y el papel que las creencias han establecido sobre el
concepto de la mujer. De esta forma, en el contexto
del tamizaje de cáncer se prohíben las interaccio-
nes médicas con los órganos femeninos en las mu-
jeres de las comunidades altamente religiosas. Sin
embargo, del mismo modo en que puede actuar
como un agente que entorpece el proceso de tami-
zaje, podría facilitar que las comunidades accedan
y acepten el control de la salud sexual, debido a que
puede actuar como un móvil que no solo permite,
sino que también invita al cuidado en el contexto
de la salud incluida la salud sexual tanto masculi-
na como femenina. Así, es posible incentivar a las
comunidades a participar del tamizaje de cáncer
en órganos femeninos como lo son las mamas y el
cérvix, que son particularmente problemáticas en
contextos culturales altamente religiosos.
El estado civil también fue identificado como un
factor que influye en el acceso al tamizaje, como se
evidenció en el estudio de Hanske (12), donde se en-
contró que estar casada se asociaba con mayor acceso
al tamizaje de cáncer no solo de cérvix, sino también
de mama y de colon. Ello refuerza lo propuesto por
Politi y colaboradores (19), donde el matrimonio se
asocia con mayor nivel económico y educativo. Esto
también puede explicarse en que las mujeres solteras
carecen de ciertos beneficios conyugales relaciona-
dos con el acceso al sistema de salud.
El estado civil no solo influye en el acceso al ta-
mizaje, sino también en la adherencia de la mujer
a este, como se demostró en el estudio de Mutya-
ba (33), donde encontraron que la participación de
la pareja masculina, mediante una comunicación
El rol de la pareja en la realización del tamizaje de cáncer de cuello uterino en mujeres mayores de 18 años
escrita, se asociaba con retorno al servicio de salud
posterior a una colposcopia positiva. Esto se ex-
plica en que la comunicación formal con el hom-
bre es percibida por la mujer como una situación
grave, lo que la lleva a continuar el seguimiento.
En diversas comunidades se ha evidenciado que la
participación de una pareja involucrada en los pro-
cesos diagnósticos y de tratamiento, fortalecen la
interacción de la paciente con los medios médicos.
Por esa razón, soportar la carga en la relación
conyugal y el acompañamiento facilita las redes de
apoyo necesarias para soportar la carga de la en-
fermedad (32, 34). Muchos hombres manifiestan
poco conocimiento con respecto a las medidas de
tamizaje que sus compañeras deben realizar. Sin
embargo, se muestran abiertos a que ellas puedan
acceder a los métodos necesarios, que son un fac-
tor que no genere una barrera al acceso que, apoya-
do en una educación del hombre, podría favorecer
los procesos de tamizaje (29, 34).
En las regiones del Pacífico se ve como el hom-
bre participa como un factor social de apoyo que
incentiva a su pareja a realizar el debido tamizaje.
Por ello, el fuerte apoyo marital no solo permite
a las mujeres participar de las actividades de ta-
mizaje, sino que también va a incentivar su rea-
lización (18). Contrario a lo que se describe en la
mayoría de la literatura, el estudio de Megresa y
colaboradores (16), realizado en Etiopía, describe a
las parejas estables, en este caso, los esposos de las
mujeres que participaron, como una barrera para
la realización del tamizaje de cuello uterino argu-
mentando que este debería practicarse en la casa y
no por una persona desconocida.
En Latinoamérica, la información en cuanto a
la influencia que tiene la pareja en la realización
o no del tamizaje para cáncer de cuello uterino es
limitada. Se describe únicamente en Brasil y los
hallazgos de los diferentes estudios coinciden en lo
ya descrito. Sin embargo, llama la atención, ya que
como se evidenció a lo largo de esta revisión, los
factores de riesgo para que no se realice el tamizaje
adecuadamente son (a) la pobreza; (b) la falta de
educación tanto de las mujeres como de su pare-
ja; (c) la falta de conocimiento de la población en
general de la importancia de realizar el tamizaje
con el fin de disminuir la mortalidad femenina; y,
79

sobre todo, (d) la violencia a la que son sometidas
las mujeres de parte de la pareja, no únicamente fí-
sica sino también en la vulneración de los derechos
sexuales y reproductivos.
En el caso de la población colombiana, según
la Resolución 4505 de 2012, la cobertura de tami-
zación con citología cervicouterina reportada por
el Ministerio de Salud y Protección Social fue de
12,7 % para 2014; y para el municipio de Cali
de 13,2 %. Esta situación refuerza la hipótesis plan-
teada donde las principales barreras para el acceso
al tamizaje consisten en pobreza, bajo nivel educa-
tivo y violencia de pareja. Todos estos factores de
riesgo son problemáticas actuales en Latinoamé-
rica, lo que podría indicar que la realización del
tamizaje para cáncer de cuello uterino es escasa, lo
que podría ser, a su vez, objeto de estudios futuros.
Conclusión
La presente revisión sistemática evidencia el papel
de la pareja de la mujer en la realización del tami-
zaje para cáncer de cérvix. Los resultados sugieren
que la educación de la pareja es un pilar determi-
nante para la prevención de este cáncer, a través de
las pruebas de detección, sobre todo, en las socie-
dades patriarcales. A pesar de la identificación de la
violencia como una barrera en el acceso al tamizaje
de cáncer de cérvix, aún se desconoce su influencia
negativa sobre la mujer. Además, las relaciones de
pareja estables parecen ser un factor positivo en la
práctica del tamizaje de este cáncer, probablemen-
te por la preocupación conjunta con respecto a la
salud de sus integrantes. La religión se encuentra
estrechamente ligada a la cultura en que se asienta y
esta dictamina la práctica de acciones encaminadas
al cuidado de la salud sexual femenina.
Agradecimientos
Los autores agradecen a los docentes que acompa-
ñaron la construcción de este manuscrito.
Conflicto de intereses
No se reporta ningún conflicto de intereses en la
publicación de los resultados de esta revisión.
A. del P. Álvarez Sánchez ■ J. S. Ávila Ángel ■ J. E. Bernal López ■ N. García Pescador ■ Z. J. Laguna Muñetones ■ J. M.l
80 Linares Hurtado ■ J. Monsalve Montezuma ■ C. A. Pérez Martínez ■ J. P. Pineda Sanabria ■ M. C. Ramírez Guarín ■ J.
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
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81
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 83 - 92

Nutrición: energía para el reloj biológico

del niño
María Victoria Ruedaa ■ Laura Carolina Rodrígueza ■ Esperanza Fajardob

Resumen: el ciclo circadiano es un componente indispensable en el desarrollo y crecimiento del

infante, pues está involucrado en los procesos biológicos del organismo. Diferentes hábitos tan sen-
cillos como dormir o mantenerse en vigilia son regulados por estructuras dinámicas, compuestas de
núcleos, redes neuronales y liberación de sustancias químicas que mantienen la salud materno-fe-
tal. El sistema nervioso está compuesto por vías de aferencia y eferencia, estimuladas a partir de
componentes anatómicos, fisiológicos y nutricionales. En este último, cobra importancia la lactancia
materna al conferir los implementos necesarios para su regulación, especialmente en los primeros
meses de vida. La leche materna se comporta como un fluido activo que dispone de macro- y mi-
cronutrientes esenciales para la maduración del organismo del niño. Algunos de estos nutrientes
provienen de forma directa de la madre, como consecuencia de su dieta, estilo de vida, factores
genéticos, fisiológicos y otros externos adquiridos por el bebé, a partir de los seis meses de vida. Por
último, se determinó que el mecanismo de la dieta influye en la liberación de importantes moléculas
reguladoras como la melatonina.

Palabras clave: ciclo circadiano; lactancia materna; melatonina; núcleo supraquiasmático; nutrición
materna

a Estudiantes de Medicina. Integrantes del Semillero Nutrición, Ejercicio y Salud Pública –Grupo de Investi-
gación catch, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, umng.
b Nutricionista Dietista, Magíster en Salud Pública. Líder Grupo de Investigación catch.

83
 Nutrition: energy for the child's biological clock
Abstract: the circadian cycle is an essential component in the development and growth of the infant,
since it is involved in the biological processes of the organism. Different habits as simple as sleeping
or staying awake are regulated by dynamic structures, made up of nuclei, neural networks and the
release of chemical substances that maintain maternal-fetal health. The nervous system is composed
of input and output pathways, stimulated by anatomical, physiological and nutritional components.
In the latter, breastfeeding becomes important by conferring the necessary implements for its regu-
lation, especially in the first months of life. Breast milk behaves as an active fluid that has macro- and
micronutrients essential for the maturation of the child's body. Some of these nutrients come directly
from the mother, as a result of her diet, lifestyle, genetic, physiological and other external factors
acquired by the baby, as of six months of life. Finally, it was determined that the mechanism of diet
influences the release of important regulatory molecules such as melatonin.

Keywords: circadian cycle; breastfeeding; melatonin; suprachiasmatic nucleus; maternal nutrition

84
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
El núcleo supraquiasmático, mejor conocido como
reloj biológico, se ve expuesto a señales externas e
internas, con el fin de regular el ciclo circadiano.
Un componente esencial para su funcionamiento
son las aferencias, las cuales se encargan de llevar
las señales obtenidas del medio ambiente como la
transición del periodo luz-oscuridad a los centros
reguladores en el cerebro; y las eferencias que per-
miten enviar estímulos a otros centros o núcleos
reguladores desde el nsq para que el organismo
genere una respuesta física influenciada por sus-
tancias químicas estimuladoras o inhibidoras. La
importancia de conocer este mecanismo de acción
radica, desde la vida intrauterina, lugar donde
inicia la maduración de los componentes mor-
fológicos que, luego, van a ayudar en el periodo
sueño-vigilia del bebé, trayendo consigo el bien-
estar materno-fetal. Se debe considerar, de igual
Figura 1. Flujograma para la selección de artículos.
Fuente: Elaboración propia.
La revisión teórica se realizó teniendo en cuenta la
composición de la leche materna y su variación, de
acuerdo como el tiempo de lactancia, la influen-
cia del aminoácido triptófano y otras sustancias
Nutrición: energía para el reloj biológico del niño
manera, una buena alimentación materna desde el
momento de la concepción hasta los tres o cuatro
meses de vida extrauterina del bebé, periodo en el
que sus componentes anatómicos están madura-
dos y preparados para la liberación de la melato-
nina, cuya función es actuar en la fase de vigilia.
De acuerdo con lo anterior, este trabajo busca
desarrollar una revisión de tema cuyo objetivo
es describir la relación existente entre los compo-
nentes de la leche materna y los estadios del desa-
rrollo del ciclo circadiano en el niño.
Metodología
Se realizó una revisión de tema en las bases de
datos ofrecidas por la Universidad Militar Nueva
Granada. Dentro de los criterios de inclusión se
establecieron los términos: “lactancia materna”,
“Ciclo circadiano”, “Nutrición materna”. El tiempo
establecido fue siete años (figura 1).
proteicas, como precursores de factores que influ-
yen en el ciclo sueño-vigilia, así como las variacio-
nes circadianas de la leche materna con relación a
sus componentes y su influencia con este ciclo.
85
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

inhibitorias como gaba, adenosina, glicina; y sus-

Resultados tancias y neurotransmisores regulatorias, como
Los artículos encontrados acerca del tema fueron acetilcolina, serotonina y melatonina (3).
escasos. Sin embargo, mediante depuración de la En cuanto a su regulación, están involucradas
información con base en los criterios descritos, se las sustancias mencionadas, las cuales se encargan
seleccionaron artículos de investigación, artículos de cumplir una función específica. Se ha propuesto
de revisión, memorias de simposios y monogra- que la dopamina es un antagonista de la melato-
fías, para un total de 17 referencias. nina, en la regulación del ciclo circadiano, pues
posee la habilidad de atravesar la placenta y encon-
Regulación y desarrollo del ciclo trarse en la leche materna (4). La histamina cumple
circadiano un papel fundamental para mantener el organis-
mo en un estado de alerta. Las hormonas orexinas
Los seres vivos se exponen a lo largo de su vida a
se encargan de suscitar la vigilia, en compañía del
un cambio regular entre los periodos luz-oscuri-
neurotransmisor glutamato.
dad, presentando de esta manera fases de sueño y
Por otro lado, el neurotransmisor gaba es co-
vigilia. El ritmo circadiano, es decir, la variación
nocido como el principal inhibidor; y la adenosina
regular de una función orgánica que guarda rela-
es conocida por inducir el sueño nrem, mientras
ción con el tiempo comprendido en un período de
que la glicina interviene en el control de la atonía
24 horas (1), es el que regula estas fases. Las piezas
en el sueño rem. La acetilcolina y serotonina tienen
que permiten el funcionamiento de este reloj bioló-
un mecanismo opuesto, pues regulan e inhiben el
gico están almacenadas en un componente visual
sueño rem, respectivamente. La melatonina, por
constituido por fotorreceptores, marcapasos que
su parte, cumple un papel esencial en la regulación
producen la señal y vías eferentes que transitan
del ciclo sueño-vigilia produciendo somnolencia
entre los marcapasos y las vías efectoras. De igual
(3). La melatonina, es considerada una neurohor-
manera, el ser humano presenta una estructura
mona, liberada por medio de eferencias que viajan
inverosímil: el núcleo supraquiasmático, el cual se
por la vía multisináptica a la glándula pineal.
comunica por microfibras nerviosas con el telen-
La proyección a la porción parvicelular dorsal
céfalo basal, el núcleo paraventricular, el núcleo
del núcleo paraventricular del hipotálamo activa
supraventricular del hipotálamo, el área preóptica,
neuronas que proyectan sus axones a las neuronas
tálamo medial, área hipotalámica dorsal y el nú-
simpáticas preganglionares de la columna inter-
cleo arcuato, que sirve como un regulador y con-
mediolateral (cil) del cordón espinal, y neuronas
trolador del sueño (2).
simpáticas noradrenérgicas del ganglio cervical
En la porción del hipotálamo se encuentra ubi-
superior (GCS) que forman los axones de nervus
cado el nsq, dividido por el tercer ventrículo, en
conarii, originado por las ramas de los nervios de
dos regiones: una dorsomedial y otra ventrolateral.
los ganglios cervicales superiores, los cuales cur-
La primera está compuesta por pequeñas células
san intracranealmente a los lados de la tienda del
con cadenas neuronales y es el medio principal de
cerebelo y se fusionan en la línea media para pe-
eferencias del nsq. Por su parte, la zona ventrolate-
netrar en la glándula por su polo distal posterior.
ral es retinorrecipiente de las aferencias del tracto
De esta manera el nsq se comunica con la glán-
retinohipotalámico (trh), a partir de las células
dula pineal, vía que constituye siendo el mayor
ganglionares de la retina, las cuales sostienen la
mecanismo de regulación de la melatonina, cuya
sincronización de la luz y el nsq (2). El nsq sostiene
liberación aumenta entre medianoche y las 2-3 de
una función importante, al controlar la secreción
la madrugada. La vía de entrada de la luz es media-
de una gran variedad de sustancias que estimulan
da por la retina hacia el nsq, inhibiendo la libera-
el ciclo circadiano entre las que se encuentran: la
ción de melatonina, contrario a lo que sucede en el
dopamina y norepinefrina, histamina, orexina, glu-
periodo de oscuridad, en el cual los fotorreceptores
tamato; sustancias y neurotransmisores cerebrales
reciben la aferencia a través del TRH que va a ser

86 M. V. Rueda ■ L. C. Rodríguez ■ E. Fajardo

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
enviada al NSQ. La eferencia del nsq al núcleo pa-
raventricular del hipotálamo activa las neuronas
que llevan el mensaje al ganglio cervical superior,
Figura 2. Regulación del ciclo circadiano.
Fuente: (a) Martos-Silván C. [Internet] (https://www.lifeder.com/glandula-pineal/). (b) ¿Nervio óptico dañado? Causas, síntomas y
tratamiento [Internet] (https://www.oftalvist.es/blog/nervio-optico-danado-sintomas-y-tratamiento/
Esta neurohormona, la melatonina, está im-
plicada en la regulación de la oscilación del ciclo
sueño-vigilia, debido a que tiene acceso a diferen-
tes compartimentos corporales, entre los cuales se
encuentran el líquido amniótico y la leche materna.
Sin embargo, la producción de melatonina es irre-
gular a lo largo de la vida, debido a que sus niveles de
producción incrementan a lo largo de la infancia y
alcanza un nivel máximo entre los 8 y 10 años, pero
disminuyen paulatinamente en el envejecimiento.
Antes, se creía que la única fuente endógena era
la glándula pineal. Sin embargo, se ha descubierto
que puede ser sintetizada por la retina, la piel, cé-
lulas gastrointestinales, el hígado, plaquetas y otras
células. Se observan diferencias en sus métodos de
síntesis debido a que la liberación por parte de los
órganos ejerce sus efectos de manera paracrina.
Por el contrario, la síntesis de la glándula pineal es
liberada al torrente sanguíneo, por lo cual genera
una estrecha relación entre la síntesis y los niveles
circulatorios, hecho importante de destacar debi-
do a que esta hormona no genera niveles basales
intracelularmente (5).
Debido a la incapacidad de ser guardada de for-
ma intracelular, se ha estudiado la efectividad de
Nutrición: energía para el reloj biológico del niño
el cual entra a la glándula pineal por su polo distal
posterior, de modo que estimula la liberación de
la melatonina, según se indica en la figura 2 (3, 5).
estimular y desarrollar el ciclo circadiano con suple-
mentos dietarios de melatonina. Lo cual ha permiti-
do confirmar la importancia de esta en su regulación,
desarrollo e incluso alteraciones del ciclo circadiano
del niño, como ocurre en el insomnio (5, 6).
El ciclo circadiano en el niño es de gran impor-
tancia para su crecimiento y desarrollo. Por ende,
deben conocerse los factores relacionados con
su estimulación o inhibición, con el fin de lograr su
buen funcionamiento. Este, a su vez, se ve benefi-
ciado en múltiples aspectos maternos como el bien-
estar de la madre, el aspecto rítmico del sueño y la
lactancia materna; de la mano de la alimentación
de la madre, puesto que de esto dependen los macro
y micronutrientes contenidos en la leche que pue-
den influir en los cambios circadianos del bebé (7).
Un ejemplo de lo anterior es el aminoácido
triptófano, directamente relacionado con la libe-
ración de la melatonina, el cual, además, puede
transformarse en serotonina, un neurotransmisor
capaz de mantener un buen estado de ánimo (8).
Cuando el niño no está en la capacidad de producir
melatonina a raíz de su inmadurez orgánica, la ma-
dre es la encargada de encaminar el ritmo normal
de 24 horas, en vista de que el niño adquiere esta
87

competencia en un periodo de hasta tres o cuatro
meses de crecimiento, y estar sin la suplencia per-
manente de los componentes maternos.
Asimismo, el sistema neuroendocrino se adap-
ta para apoyar el desarrollo y el crecimiento fetal,
buscando el bienestar del bebé y la madre. Por ello,
es necesario acompañar y fomentar que la mater-
na posea un ritmo de sueño adecuado para que,
de esta manera, logre inducirlo al bebé bajo la in-
fluencia de señales conducidas a través de la pla-
centa. Después del nacimiento, el comportamiento
materno, la temperatura corporal y las señales de
la leche materna afectan mayormente el desarro-
llo del ciclo circadiano del bebé y, por supuesto, la
salud materna (9). Por consiguiente, es importante
el acompañamiento del personal de la salud en las
primeras fases de adaptación del recién nacido, al
igual que en las primeras semanas postparto, para
resolver las dudas existentes por parte de los pa-
dres, especialmente aquellos primerizos (10, 11).
Lactancia materna y nutrición de la
madre
Es sabido que la lactancia materna es la mejor fuen-
te de alimentación para el bebé, especialmente si
proviene de una madre sana y con una buena dieta
alimenticia. Para esto, es necesario contar con un
horario regular de comidas, con el fin de mantener
el orden temporal interno del sistema circadiano
(9). Por ello, es importante incentivar la lactancia
en los primeros meses de vida, ya que la leche ma-
terna es un fluido dinámico, diferente a la leche de
fórmula. La leche materna está influenciada por
factores genéticos, infantiles y maternos, como se
describe en la figura 3 (12, 13).
La alimentación y el estilo de vida de la madre
son relevantes, debido a que diferentes estudios
han demostrado que los componentes de la leche
materna se ven afectados por factores indirectos de
las vías metabólicas, en componentes como ácidos
grasos, proteínas, vitaminas liposolubles e hidro-
solubles y minerales. En particular, estos últimos
poseen la menor influencia de la dieta (12). El es-
tado de salud materno debe mantenerse estable
para poder abastecer las necesidades del niño. Por
ello, se recomienda que las lactantes aumenten el
88
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
número de calorías diarias a 2700, o bien 560 calo-
rías adicionales a su dieta (14).
Figura 3. Componentes de la lactancia materna.
Fuente: Elaboración propia
En el estudio de Bzikowska-Jura y colabora-
dores (13), no se demostró una relevancia signifi-
cativa del cambio de los componentes de la leche
materna en la cantidad de nutrientes y la nutrición
de la madre. Por el contrario, Martínez-García et
al. (15) confirmaron la relación entre la alimen-
tación de la madre y la concentración de algunos
componentes en la leche materna, como las grasas
y proteínas. A partir de ello, podemos determinar
que la concentración de todos los nutrientes que
componen o están presentes en la leche materna no
se encuentran muy afectados por la nutrición de la
madre, solo en una menor proporción de manera
indirecta, según el nutriente.
Paralelamente, la salud de la madre, su compo-
sición corporal y el periodo posparto, todos influ-
yen en los componentes de la leche. Debido a que
se observó relación de las madres que poseen ma-
yor concentración de grasas en su cuerpo, con el
aumento de concentración de grasa en la leche (13).
Por otro lado, la importancia de la alimentación no
solo recae en la lactancia, sino también durante la
gestación. Cabe resaltar, la asociación entre el de-
sarrollo del ciclo circadiano y su relación con la
alimentación de la madre, ya que, como se mencio-
nó, en sus primeras etapas de vida, el bebé no po-
see la capacidad de generar sus propias hormonas
M. V. Rueda ■ L. C. Rodríguez ■ E. Fajardo
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
reguladoras, especialmente la melatonina, por lo
que se debe abastecer de la madre, quien le confiere
estos nutrientes por medio de la lactancia.
Se han ampliado los estudios con el objetivo de
conocer los alimentos ricos en esta sustancia, entre
los más estudiados se encuentran las nueces, los
plátanos, los tomates, las cerezas, el arroz, la ave-
na y el maíz dulce, los cuales ayudan a conciliar
Tabla 1. Alimentos ricos en melatonina y triptófano
Alimentos ricos en melatonina
Nueces
Plátanos
Tomates
Cerezas
Arroz
Avena
Maíz dulce
Fuente: elaboración propia.
De igual manera, los componentes de la leche
materna presentan una alteración en su concentra-
ción, dependiendo la variación circadiana, siendo
relevante el momento y método de extracción de
la leche para ser dada al bebé, lo cual, se cree que
sucede por los procesos fisiológicos de la madre y su
ciclo circadiano. Esto repercute en el ciclo del niño,
pues permite su regulación y fomenta su desarrollo,
especialmente en los primeros meses de vida (7, 17).
Por otro lado, se ha podido comprobar en los
diferentes estudios, que los niños con lactancia
materna exclusiva presentan un desarrollo más
rápido y eficiente de su ciclo circadiano, a diferen-
cia de los alimentados de forma mixta (lactancia
materna+leche de fórmula). Este aspecto no solo
representa un beneficio para el bebé, sino también
para la madre, debido a que el contacto estrecho
permite mayor liberación de oxitocina (17).
Conclusiones
El ciclo circadiano en el bebé requiere de un com-
ponente amplio, desde las estructuras anatómicas
Nutrición: energía para el reloj biológico del niño
el sueño, lo cual confirma la importancia de esta
hormona (16). De igual manera, existen alimentos
proteicos en los que el aporte de triptófano predo-
mina, como se observa en la tabla 1 (8). Por ende,
bebe impulsarse y recomendarse a la madre poseer
una adecuada cantidad de estos, para generar una
buena regulación de su ciclo sueño-vigilia en el bi-
nomio madre-hijo.
Alimentos ricos en triptófano
Huevos
Pescados
Frutos secos
Legumbres
Frutas (plátano, piña, aguacate)
Lácteos
Carne magra
Cereales integrales
del organismo, especialmente las ubicadas en el
cerebro, hasta la alimentación y estado de ánimo
materno. Los cambios luz-oscuridad afectan la
forma como el sistema nervioso y los centros regu-
ladores captan las señales y las transforman, pues-
to que de esto depende la liberación de sustancias
químicas para el período sueño-vigilia del bebé. La
alimentación materna cobra sentido desde el ini-
cio del embarazo, al ser esta la principal fuente de
nutrientes para el desarrollo de la vida intrauterina
y, por supuesto, adaptar al feto al ritmo biológico.
Meses después del nacimiento, el niño adquiere
la capacidad de adaptarse al medio y, de esta ma-
nera, programar su reloj biológico (nsq), el cual se
estimula por medio de alimentos ricos en aminoáci-
dos, especialmente de triptófano, para la liberación
continua de neurohormona melatonina en las horas
de la noche. Por estas razones, es una cuestión vital
que la madre mantenga una relación estrecha con su
médico, desde el momento de la concepción y, a lo
largo de la vida del niño, especialmente en los pri-
meros cuatro meses de vida, cuando el niño adquie-
re la capacidad de producir su propia melatonina.
89

Es preciso señalar que, uno de los factores más
importantes para el desarrollo y regulación del ci-
clo circadiano del bebé, es la lactancia materna. La
cual no solo influye en el ciclo, sino que también es
la fuente de nutrición más importante en sus pri-
meros seis meses de vida. Asimismo, la lactancia
depende de factores genéticos, infantiles fisiológi-
cos y de ella misma, entre otros. La alimentación,
en particular, es uno de esos factores y, a pesar de
que no se han podido esclarecer los métodos o las
vías en que es regulada por este medio, varios de
los nutrientes que componen la leche materna de-
penden de la dieta de la madre.
Por otro lado, también encontramos la impor-
tancia de la regulación del ciclo sueño-vigilia de la
madre que, si es el adecuado, permite la liberación
de hormonas estimulantes e inhibidoras, encar-
gadas de regular el ritmo circadiano; las cuales se
transmiten al bebé por medio de la lactancia. Estas
hormonas suplen en el infante las que él no puede
producir, lo cual permite el desarrollo temprano y
adecuado de su propio ciclo circadiano, hasta que
posee la capacidad de generar por sí mismo estas
sustancias reguladoras.
Conflictos de interés
Ninguno declarado por las autoras.
Financiación
El desarrollo del trabajo se realizó a través del pic-
med 3340, aprobado y financiado por la Vicerrec-
toría de Investigaciones de la Universidad Militar
Nueva Granada.
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91
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 93 - 106

Hepatopatía alcohólica: lo que sabemos y

nuevos biomarcadores para tratamiento
diferencial
Santiago Triviño Lópeza ■ Tatiana Silva Arangoa ■ Sandra Rodríguez Martínb

Resumen: el consumo de alcohol es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades
hepáticas crónicas, principalmente, para la hepatopatía inducida por alcoholismo, una condición de
gran prevalencia mundial, debido al alto consumo de alcohol que se evidencia en la población, lo que
conlleva también a una alta mortalidad. Sin embargo, a pesar de la gravedad con la que se relaciona
la enfermedad, es posible reconocerla a partir de un correcto abordaje diagnóstico, que incluye tanto
la historia clínica como una serie de paraclínicos que orientan la detección de esta patología; también
se reporta el uso de nuevas herramientas diagnósticas, como el índice ani y la transferrina deficiente
de carbohidratos, que permitan la distinción entre esta condición y la enfermedad hepática no indu-
cida por alcoholismo.

Palabras clave: alcoholismo; consumo de bebidas alcohólicas; diagnóstico diferencial; enfermedad

de hígado graso no alcohólica; hígado graso alcohólico; pruebas de función hepática

a Estudiantes de la Facultad de Medicina, IX semestre. umng.

b Directora de semillero Eritron. Docente Ph. D. de la Facultad de Medicina, umng. Correo electrónico: est.
tatiana.silva@unimilitar.edu.co. Facultad de Medicina, umng, Transversal 3ra. No. 49-00. Bogotá, Colombia.

93
 Alcoholic liver disease: what we know and new
biomarkers for differential treatment
Abstract: Alcohol consumption is one of the main risk factors for chronic liver diseases, mainly for
alcoholism-induced liver disease, a condition of great worldwide prevalence, due to the high alcohol
consumption that is evident in the population, which also leads to high mortality. However, despite
the severity with which the disease is related, it is possible to recognize it based on a correct diag-
nostic approach, which includes both the clinical history and a series of paraclinical tests that guide
the detection of this pathology; the use of new diagnostic tools, such as the ANI index and carbohy-
drate-deficient transferrin, which allow the distinction between this condition and liver disease not
induced by alcoholism, is also reported.

Keywords: alcoholism; consumption of alcoholic beverages; differential diagnosis; nonalcoholic

fatty liver disease; alcoholic fatty liver; liver function tests

94
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
Se estima que cerca de 2400 millones de personas
en el mundo consumen alcohol. De ellas, 1500 mi-
llones son hombres y los 900 millones restantes son
atribuibles a las mujeres. El consumo de alcohol to-
tal por habitante varía dependiendo del continente,
país o región, como ejemplo se establece que el con-
sumo anual por habitante es de aproximadamen-
te: 10 litros/adulto en Estados Unidos, 12-13 litros/
adulto en Francia, 11-12 litros/adulto en Reino Uni-
do, 7-8 litros/adulto en Italia y 11-13 litros/adulto
en el este de Europa; mientras que en el norte de
África y Medio Oriente solo se consumen cerca de
0-2 litros/adulto. Cabe mencionar que las tasas de
mortalidad relacionadas con lesión hepática se co-
rrelacionan directamente con el consumo de alco-
hol en una población (1).
El trastorno de salud relacionado con el consu-
mo excesivo de alcohol se denomina hepatología
alcohólica (ha), también conocida como enferme-
dad hepática alcohólica (EHA) y comprende un
amplio espectro de presentación clínica, que pue-
de variar desde la esteatosis alcohólica, a hepatitis,
cirrosis y, finalmente, al carcinoma hepatocelular
(2, 3). Esta presentación se ve delimitada por va-
rios factores de riesgo, como los genéticos, el sexo,
la raza, las condiciones clínicas del paciente, entre
otros. Pero principalmente se determina por el vo-
lumen, la calidad del alcohol y su patrón de con-
sumo (4).
La ingesta de más de 40 gramos de alcohol por
día predispone al desarrollo de esteatosis hepática,
la primera fase de la ha, usualmente asintomática.
Esto conlleva a que en la mayoría de los casos, el
diagnóstico se establezca de forma tardía, cuando
los pacientes han desarrollado signos y síntomas
característicos de la cirrosis, es decir, cuando se
encuentran en una etapa avanzada (5, 6).
Con ello en mente, este artículo recopila in-
formación actualizada acerca de las generalidades
de la hepatopatía alcohólica, junto con aspectos
clínicos y paraclínicos diferenciales que permi-
ten determinar y orientar el diagnóstico de este
trastorno.
Hepatopatía alcohólica: lo que sabemos y nuevos biomarcadores para tratamiento diferencial
Epidemiología
Con el transcurso del tiempo se ha descrito la in-
fluencia del alcohol en la salud. Era bien conocido
que los pacientes consumidores crónicos de al-
cohol tenían un mayor riesgo de desnutrición en
comparación con la población no consumidora,
no obstante hasta 1965, se dio a conocer el papel
del alcohol en la lesión del hígado, implementando
el nuevo término de hepatotoxicidad inducida por
alcohol (7).
En Colombia, en 2012, se atendieron 3,285
casos —848 mujeres y 2437 hombres— con diag-
nóstico en estudio de cirrosis hepática alcohólica,
hígado graso alcohólico, hepatitis alcohólica, fibro-
sis y esclerosis alcohólica de hígado, fallo hepático
alcohólico y enfermedad hepática alcohólica ines-
pecífica; para una tasa de 10,07 por 100 000 habi-
tantes. La mayor parte de estos pacientes fue vista
en Cundinamarca (1046); Antioquia (451), Santan-
der (387), Valle del Cauca (301) y Atlántico (160).
Si se hubiera incluido en el análisis únicamente el
diagnóstico de cirrosis hepática alcohólica, el total
de los pacientes habría sido de 2276 (443 mujeres y
1833 hombres).
En términos de tasas de enfermedad hepática
por departamento colombiano en 100 000 habitan-
tes para ambos sexos, se encontró que Santander
(27,1), Risaralda (19,9) y Boyacá (15,0) fueron los
que presentaron mayores valores. En mujeres, las
tasas más elevadas se encontraron en Atlántico 9,3
y Santander 9,3. Por otro lado, los departamentos
con tasas más bajas de enfermedad hepática alco-
hólica para ambos sexos fueron Putumayo (0,52) y
Chocó 0,76 (8).
Varios factores se han relacionado con el desa-
rrollo de la ha. Se cree que ocurre con el consu-
mo excesivo de alcohol, durante un periodo de al
menos 20 años; y se manifiesta, por lo general, en
la cuarta y quinta década de la vida. Estudios re-
cientes han demostrado que existe mayor riesgo de
ha y cirrosis en personas que beben de 30 a 60 g/
día, aunque solo el 35 % de los bebedores excesivos
desarrolla eventualmente la ha, y solo el 10 % pro-
gresa a cirrosis.
95

El género también juega un papel importante
en la gravedad de la enfermedad. En mujeres, au-
menta con la ingesta de 20 a 40 gramos de alcohol,
mientras que el umbral para los hombres es de 60
a 80 gramos. Lo anterior se define por diversas va-
riabilidades, como la actividad de la enzima alco-
hol deshidrogenasa (adh), la distribución de grasa
corporal, el volumen del hígado y la influencia de
las hormonas sexuales en la respuesta inflamatoria.
Por otro lado, otros factores determinantes de ries-
go son la etnicidad (poblaciones estadounidenses,
hispanas y afroamericanas), la desnutrición pro-
teicocalórica, las deficiencias de micronutrientes
(riboflavina, B12, Vitamina A, zinc), la obesidad y
enfermedades hepáticas concomitantes, más signi-
ficativamente la hepatitis C.
En relación con lo anterior, se describe que el
44 % de todas las muertes por enfermedad hepática
es atribuible a la ha, lo cual evidencia que la tasa de
mortalidad a 28 días para pacientes con hepatitis
alcohólica varía del 14 al 24 % y, a los cinco años,
hasta del 56 % (9).
Fisiopatología
La hepatopatía alcohólica se desarrolla mediante
diversos mecanismos, que confluyen en un daño
hepático, el cual varía dependiendo de la fase en
que la enfermedad se encuentre: esteatosis, hepa-
titis, fibrosis, cirrosis hepática, o en última instan-
cia, el carcinoma hepatocelular, una complicación
de esta última (10). Sin embargo, todos estos se de-
rivan a partir de los procesos metabólicos y fisioló-
gicos que ocurren en el consumo de alcohol.
Hepatotoxicidad por etanol
Uno de los principales mecanismos fisiopatológi-
cos de la ha, es la toxicidad directa sobre el hepato-
cito, mediante los procesos de metabolización del
alcohol. Existen tres vías típicas por las cuales ocu-
rren estos procesos. Cuando el alcohol es ingerido,
este es metabolizado en un 90 % en el hepatocito.
Principalmente, el etanol se convierte a acetaldehí-
do por medio de la enzima alcohol deshidrogenasa
(adh), siendo esta fisiológicamente la vía respon-
sable de casi la totalidad del metabolismo del eta-
nol (11-13).
96
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
La segunda vía metabólica involucrada es el
sistema oxidante microsómico de etanol, el cual
está constituido por las enzimas del citocromo
P450. Sin embargo, este es poco significativo en el
proceso de metabolización del alcohol. Pese a ello,
cuando el consumo es crónico, se incluye el siste-
ma enzimático del citocromo CYP2E1, el cual re-
salta durante el abuso crónico de alcohol, debido a
que es inducible directamente por el etanol; lo cual
aumenta la expresión de la proteína CYP2E1 (14).
El metabolismo del alcohol por esta última vía
enzimática genera gran cantidad de radicales li-
bres y peróxidos, lo que conduce a un alto estrés
oxidativo que, a su vez, genera un daño hepático
(12). Por último, la tercera vía metabólica es la de
la catalasa peroxisomal, capaz de oxidar el etanol
a acetaldehído, usando como medio el peróxido de
hidrógeno. Sin embargo, no se ha descrito que sea
significativa a nivel hepático (11, 13).
Las tres vías mencionadas confluyen en un pro-
ducto en común generado, el acetaldehído, el cual
contribuye al daño principal sobre el hepatocito
debido a que permite la formación productos quí-
micos que son ampliamente patógenos y estos, a
su vez, son capaces de alterar la homeostasis celu-
lar, cambiando estructuras proteicas, de modo que
promueven el daño y mutación del adn (14).
Posteriormente, el acetaldehído es oxidado en
la mitocondria por la enzima aldehído deshidro-
genasa (aldh), para generar acetato como produc-
to final. Tanto la enzima adh y la aldh utilizan
nad+ como coenzima, generando nad reducido
(nadh). Pero el alto consumo de alcohol conlleva
a un cambio significativo en la relación de nad+/
nadh, lo que favorece la síntesis de ácidos grasos,
que en última instancia, genera la respuesta más
temprana del hígado al consumo abusivo del alco-
hol, es decir, la esteatosis hepática (11, 12).
La actividad de muchas de las enzimas encar-
gadas de la oxidación de ácidos grasos es inhibida,
debido a la alta concentración de nadh, resultando
en una disminución en la capacidad para oxidar
ácidos grasos. Sin embargo, cuando se normaliza
la relación nad+/nadh, la infiltración grasa hepá-
tica persiste. Esto sugiere que existen otros meca-
nismos adicionales para el desarrollo y persistencia
de la esteatosis hepática. Entre estos, se ha descrito
S. Triviño López ■ T. Silva Arango ■ S. Rodríguez Martín
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
que el consumo de alcohol puede aumentar la ex-
presión de factores de transcripción como sterol
regulatory element-binding protein (SREBP-1) y
peroxisome-proliferator-activated receptor alpha
(ppar-α), que han sido asociados a diversos pro-
cesos del metabolismo de los ácidos grasos, y que
los cuales, mediante múltiples vías, conducen fi-
nalmente a aumento de la síntesis y a reducción de
la beta oxidación de estos. Ello que resulta en la
acumulación de grasa, que también es promovida
por otro proceso fisiológico que se ve alterado, la
autofagia: cuando el consumo de alcohol se genera
a largo plazo, este promueve una inhibición de la
autofagia llevando a la acumulación de ácidos gra-
sos, promoviendo la fase de esteatosis (10, 14).
Efecto en el intestino y la
inflamación
Otro mecanismo asociado al desarrollo de la he-
patopatía alcohólica es el efecto del alcohol en el
intestino. Esta sustancia favorece la translocación
bacteriana, debido a que aumenta la permeabilidad
intestinal, permitiendo el paso de productos bacte-
rianos hacia la circulación portal; de igual modo,
genera cambios en la flora microbiana normal, lle-
vando a un sobrecrecimiento de bacterias y alteran-
do su composición, lo que se conoce como disbiosis
(11). Este último es un desequilibrio entre las di-
versas entidades microbianas, donde se presentan
cambios tanto cuantitativos como cualitativos de la
microbiota intestinal, dados por diversos factores
promovidos por el consumo crónico de alcohol (15).
En relación con este proceso, se ha descrito que
la ingesta de alcohol está correlacionada con un au-
mento en las concentraciones de lipopolisacáridos
(lps), y que estos a su vez son capaces de estimu-
lar indirectamente a las células de Kupffer (kc), las
cuales también parecen ser necesarias para causar
hepatotoxicidad (12). Estas células son macrófagos
específicos del hígado, que son capaces de producir
una serie de factores solubles específicos como
citocinas o factores de crecimiento, para crear una
respuesta inflamatoria, pero también pueden pro-
ducir factores lesivos como especies reactivas de
oxígeno (eros), que en última instancia conducen
a una lesión hepática (16).
Hepatopatía alcohólica: lo que sabemos y nuevos biomarcadores para tratamiento diferencial
En consecuencia, dependiendo de las diferen-
tes reacciones que se presenten frente al consumo
de alcohol y, asimismo, del grado de consumo, el
estadio varía y puede avanzar a una hepatitis alco-
hólica, efectuada en mayor grado por la respuesta
inflamatoria que se genere. Por otra parte, el alcohol
también promueve directamente un ambiente de
endotoxemia que favorece la activación de una res-
puesta inflamatoria. Este es el último mecanismo fi-
siopatológico que favorece la hepatopatía alcohólica.
Cuando los hepatocitos son lesionados a cau-
sa del efecto tóxico del alcohol, se liberan algunos
componentes celulares que actúan como patrones
moleculares asociados a daño (damp); los cuales,
junto a los patrones moleculares asociados a pató-
genos (pamp), conducen a la activación de ciertos
receptores (como los toll-like), por lo que se genera
una respuesta inflamatoria que exacerba la enfer-
medad (17). También se ha descrito cierto papel
de los micro-arn (mi-arn) en la regulación de la
respuesta inmune, de forma que la activación de
muchas moléculas y estimulación de receptores es
capaz de desencadenar la transmisión, mediante
diversas vías, de estímulos proinflamatorios; estas
últimas se han visto efectuadas por los mi-arn,
quienes pueden regular las señales inflamatorias y
permitir la interacción de estas, promoviendo que
en última instancia se genere la lesión hepática ca-
racterística de la enfermedad (18).
Papel de las células estrelladas
La fase final de la enfermedad hepática por alcohol
es la fibrosis, caracterizada por un aumento en los
componentes de la matriz extracelular (mec). El
factor principal para el desarrollo de esta fase son
las células estrelladas hepáticas, las cuales normal-
mente almacenan lípidos en reposo, pero su acti-
vación, luego una lesión hepática, resulta en una
pérdida de fenotipo común en el almacenamiento
de grasa en forma de estrella y en una adquisición de
un fenotipo similar a los miofibroblastos, para la
mayor producción de mec (14).
Igualmente, estas células activadas pueden
favorecer la respuesta inflamatoria, reclutando
y estimulando leucocitos, que además de atacar y
destruir a los hepatocitos también activan más
97

células estrelladas, lo que resulta en la exacerba-
ción la respuesta fibrogénica (13). Se ha descrito
que el acetaldehído puede contribuir a la fibrogé-
nesis, mediante diversos métodos, por ejemplo,
puede (a) lograr estimular la síntesis de colágeno
y glicoproteínas estructurales de la mec en las cé-
lulas estrelladas, (b) realizar una remodelación de
la mec, produciendo una sustitución en sus com-
ponentes normales y (c) aumentar la secreción
factor de crecimiento transformante beta (tgf-β)
y expresión de receptores del mismo en las célu-
las estrelladas, para efectuar una fosforilación del
componente SMAD3 que, finalmente, produce un
tejido fibrótico, el cual también va a generarse me-
diante mecanismos similares, como la producción
de eros dependientes de CYP2E1 (14).
Cuando la ha se descompensa, la fase de cirro-
sis es más frecuente, y sus características de daño
hepatocelular se vuelven más dominantes, así
como la inflamación lobular, la degeneración y la
posterior aparición de cuerpos de Mallory-Denk.
Todo ello hace que la cirrosis pueda conducir a
complicaciones mucho más graves (19). Esta fase
es una respuesta transitoria y, por tanto, reversible
solo en los casos donde los pacientes detienen el
consumo de alcohol. De lo contrario, si el consumo
persiste, la fibrogénesis puede continuar y resultar
en un reemplazo grave del parénquima hepático
por tejido cicatrizal, que compromete la arquitec-
tura vascular del hígado y puede afectar la funcio-
nalidad total del propio órgano (13).
Diagnóstico
La historia natural de la ha no es bien conocida,
principalmente debido a que es un proceso inicial
silente y, por tanto, asintomático, caracterizado
por lesiones microvasculares, junto con el desa-
rrollo de la esteatosis. Debido a la inexistencia de
programas de cribado y detección oportuna, los
pacientes no son diagnosticados hasta fases tardías
de la enfermedad, cuando desarrollan ictericia o
complicaciones de ella. Un estudio reciente a nivel
mundial demuestra que la ha es la causa de enfer-
medad hepática, con menos porcentaje de detec-
ción oportuna (2).
98
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
El diagnóstico de la ha se establece con una
adecuada anamnesis (un antecedente de consumo
crónico de alcohol y manifestaciones clínicas poco
sensibles), un examen físico y un análisis de labo-
ratorio indicativo de lesión hepática (20).
Pruebas de tamizaje
¿Cómo identificar a un paciente con antecedentes
de consumo importante de alcohol?
Dentro de la anamnesis, la cuantificación del con-
sumo de alcohol no es fácil en la práctica clínica. A
pesar de que la cuantificación en gramos de alcohol
por día o semana es precisa, con frecuencia, los da-
tos son difíciles de obtener, ya que los pacientes no
recuerdan los diferentes tipos de bebida ni la canti-
dad consumida. En consecuencia, se sugiere hablar
en términos de número de bebidas con respecto a
los gramos de alcohol y se suele estandarizar la me-
dida de 10 gramos como referente a una unidad de
alcohol y a una bebida alcohólica, pues es la que se
utiliza en los estudios realizados por la oms.
Otras definiciones importantes para la correcta
anamnesis es la definición de consumo excesivo,
la cual actualmente se define como el consumo de
cuatro o más bebidas para las mujeres y cinco o
más bebidas para los hombres, en un rango de dos
horas, o bien el consumo de más de 35 unidades de
alcohol por semana, junto con el consumo esporá-
dico pesado, el cual se define como el consumo de
más de 60 gramos en una sola ocasión (21, 22).
Existen herramientas válidas para el tamizaje
de trastornos de abuso de alcohol como el Alcohol
Use Disorders Inventory Test (audit), la cual in-
cluye diez preguntas sobre consumo, síntomas de
dependencia y cualquier problema relacionado con
el alcohol. Las primeras tres preguntas, a menudo,
se usan solas, como un test de detección acelerada
(audit-c). Los puntajes de audit-c de 4 o mayo-
res pueden indicar un posible uso nocivo de alco-
hol; mientras que los puntajes mayores a 19 en el
audit completo pueden indicar una dependencia
del alcohol (23). Otra herramienta usada por lo co-
mún es el cuestionario cage, que consta de cuatro
preguntas y se considera positivo si un paciente se
identifica con dos de ellas:
S. Triviño López ■ T. Silva Arango ■ S. Rodríguez Martín
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
1. ¿Alguna vez ha sentido que necesita ayuda para
reducir su consumo de alcohol?
2. ¿Alguna persona critica su consumo de alcohol?
3. ¿Alguna vez se ha sentido culpable por beber?
4. ¿Alguna vez ha sentido que necesitaba una bebida
a primera hora de la mañana para estabilizar sus
nervios o deshacerse de una resaca? (24).
¿Cuál sería la clínica esperada en un paciente con
ha?
Las manifestaciones clínicas iniciales incluyen sín-
tomas constitucionales como la fatiga, anorexia,
pérdida de peso, náuseas, vómito y dolor abdomi-
nal. Aunque la mayoría de los pacientes se muestra
asintomático (22). El examen físico, en general, está
dentro de los parámetros de normalidad en estadios
tempranos; pero puede apreciarse una leve hepato-
megalia en los estadios más crónicos (aunque se ha
demostrado una pobre relación entre la hepatome-
galia y el volumen hepático), junto con ictericia; esta,
en la mayoría de los pacientes, tiene un inicio de tres
meses de evolución y puede o no presentarse dolor a
la palpación en el cuadrante superior derecho.
En los estadios de cirrosis, es posible evidenciar
signos y síntomas de hipertensión portal, como
las telangiectasias, la hematemesis, ascitis y signos
neurológicos indicativos de encefalopatía hepática,
por lo cual se recomienda el uso de herramientas
para la evaluación de las habilidades cognitivas
como el Minimental (23, 26).
¿Qué paraclínicos deberían tenerse en cuenta para
la identificación de las lesiones hepáticas inducidas
por alcohol?
Los exámenes de laboratorio son útiles para deter-
minar el nivel de lesión hepática. Entre los usados
para el diagnóstico de hepatopatía alcohólica están:
bilirrubina total (más de 3 mg/dl), aspartato amino-
transferasa —AST (más de 50 y menos de 400 ui/l)
y la relación ast/alt —alanina aminotransferasa
[más de 1,5] (5). Otros marcadores descritos son:
recuento de células polimorfonucleares que reflejen
leucocitosis, elevación de la γ-glutamil-transferasa
Hepatopatía alcohólica: lo que sabemos y nuevos biomarcadores para tratamiento diferencial
(ggt) y del volumen corpuscular medio (vcm). Es-
tos son marcadores indirectos de toxicidad por al-
cohol, con una sensibilidad de menos de 70 % para
la ggt y menos de 50 % para el vcm (10, 22).
Por otro lado, la ha implica la activación de vías
de señalización intracelular, en varios tipos de cé-
lulas (incluidos los hepatocitos, las células madre
hepáticas, las células del estroma y las células in-
flamatorias); además, se han descrito micro-arn
presentes en la patogénesis que podrían ser mar-
cadores diagnósticos para la ha, donde los más en-
contrados son mir-125b, mir-146a y mir-155 (27).
¿Está indicado el diagnóstico por imagenología?
El papel de herramientas imagenológicas está bien
descrito en el diagnóstico de ha. La ultrasono-
grafía es aceptada como un abordaje inicial para
el tamizaje de la fase de esteatosis, en la cual se
evidencia hiperecogenicidad difusa, debido a un
aumento de la reflectividad parenquimatosa, que
resulta de la acumulación intracelular de inclu-
siones de grasa. La sensibilidad de este método es
del 60-94 %, con una especificidad del 88-95 %, y
la resonancia magnética tiene una especificidad de
76,7-90 % y una sensibilidad de 80,2-87,0 %.
Una herramienta nueva no invasiva es el pa-
rámetro de atenuación controlada, el cual mide
la atenuación del ultrasonido, a través del tejido
graso del hígado, en comparación a los valores de
referencias normales. Otra herramienta conocida
es la elastografía, la cual permite la evaluación de
la fibrosis hepática (28).
Nuevos marcadores diagnósticos
diferenciales
Uno de los retos clínicos más importantes al mo-
mento del diagnóstico es la diferenciación entre la
ha y la enfermedad hepática grasa no alcohólica,
debido a las características clínicas similares entre
ellas. Para este fin, se utiliza el ald/nafld index;
ald: alcoholic liver disease, nafld: nonalcoholic
fatty liver disease (ani), una nueva herramienta
diagnóstica que evalúa parámetros como ast, alt,
vcm, sexo, altura y peso (29), los cuales se resumen
en la siguiente fórmula:
99

–58,5 + 0,637 (vcm) + 3,91 (ast/
alt) – 0,406 (imc) + 6,35,
Fórmula especial para el género masculino (25)
El ani fue descrito por primera vez por Dunn
et al., en 2006, como un nomograma creado por
la Clínica Mayo (30), que podía proporcionar una
ayuda diagnóstica para determinar la posible etio-
logía de la enfermedad hepática grasa. Esta he-
rramienta ha sido estudiada a través de regresión
logística en pacientes con enfermedad hepática
(25); y se describió su sensibilidad de 87,1 % y espe-
cificidad de 92,5 %, por lo cual se ha considerado
una buena herramienta diagnóstica no invasiva
para distinguir la enfermedad hepática grasa alco-
hólica y la no alcohólica, pues unifica varios pará-
metros relacionados con los factores de riesgo y las
consecuencias patogénicas de la ingesta de alcohol.
Por ejemplo, dentro de las variables tomadas
para el ani se encuentra el sexo masculino, debido
a que la ha es mucho más frecuente en hombres;
asimismo, el imc medio de los pacientes con ha es
inferior al de los pacientes con enfermedad hepática
grasa no alcohólica, ya que, en esta última, la causa
principal es la obesidad. Por otro lado, el efecto tó-
xico directo del alcohol conlleva a presentar anemia
macrocítica, con el consiguiente aumento de vcm,
lo que haría a esta variable, específica de la HA. La
relación ast/alt se ha descrito como un predictor
independiente de la ha, donde la actividad de la
ast alcanza valores mayores como consecuencia de
la deficiencia de piridoxina con mayor utilización
de alt que ast, lo que conduce al aumento de la
relación entre estas (31).
Dunn et al. encontraron que un ani mayor de
cero indica un diagnóstico significativo de ha,
mientras que uno menor corresponde a una alta
probabilidad de un diagnóstico de enfermedad
hepática grasa no alcohólica. Sin embargo, un ani
mayor de cero, si bien indica la presencia de ha no
excluye el síndrome metabólico coexistente en los
pacientes que consumen alcohol en exceso sin una
hepatopatía clara; es decir, además de este índice,
hay que realizar una correcta historia clínica, exa-
men físico y toma de otros paraclínicos que permi-
tan acercarse al diagnóstico correcto.
100
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Por otro lado, para que el ani sea aplicado de
manera correcta, antes de ser utilizado se deben
excluir otras enfermedades hepáticas, ya que los
mismos parámetros evaluados también pueden
estar alterados, igualmente es importante tener
en cuenta que el valor de ani es calculado para cada
paciente de forma individual e indica información
en un determinado momento de la enfermedad, y
debe ser analizado junto con otros indicadores de
la ha para establecer el diagnóstico (25).
Además de este índice, se ha descrito otra herra-
mienta de diferenciación consistente en la medición
de los niveles séricos de la transferrina deficiente
de carbohidratos (cdt), que se considera como un
marcador biológico del consumo excesivo de alco-
hol y la cual permite diferenciar las enfermedades
hepáticas alcohólicas de las no alcohólicas. En un
estudio, se describió que los niveles séricos de este
marcador eran relativamente mayores en pacientes
con enfermedad hepática alcohólica (3,73±2,28%),
que en la no alcohólica (1,66±0,40 %); y que además
este marcador era mucho más específico que la ggt
para el diagnóstico de enfermedades hepáticas de-
rivadas del consumo excesivo de alcohol.
La transferrina es la proteína transportadora
de hierro más importante, sintetizada principal-
mente en los hepatocitos; la tetra-sialotransferri-
na, por su parte, es la forma más abundante en
suero en condiciones no patológicas, cuyo con-
junto de glicoformas se denomina cdt. La ingesta
crónica de alcohol induce dichas glicoformas de
la cdt, disminuyendo la carga eléctrica negativa,
por disminución de residuos terminales de ácido
siálico, elevándose su punto isoeléctrico, lo que
es aprovechable para su detección por técnicas de
separación como la cromatografía y la cuantifi-
cación por enzimoinmunoensayo. La cdt sérica
aparece elevada en la mayoría de los pacientes
que consumen más de 50 gramos de etanol a la
semana y se normalizan a las dos semanas de
abstinencia (32).
El papel de la cdt en el diagnóstico está des-
crito como un marcador representativo, pero se
vio obstaculizado, principalmente, por la falta de
métodos simples y fáciles para su determinación,
hasta que se desarrolló el inmunoensayo directo
para su cuantificación en el suero. Otros factores
S. Triviño López ■ T. Silva Arango ■ S. Rodríguez Martín
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
que obstaculizan el uso de la cdt como estándar
de oro son una menor sensibilidad en varones de
edad avanzada, el consumo esporádico y el consu-
mo diario a dosis bajas (32, 33).
Por último, en la biopsia hepática se evidencian
ciertos patrones que pueden orientar el diagnósti-
co, en la histopatología de la ha, a diferencia de la
patología no alcohólica, podemos observar: sateli-
tosis, colestasis aguda, necrosis hialina esclerosan-
te y enfermedad venooclusiva (34). A pesar de ser
la única prueba confirmatoria, la biopsia hepática
no es necesaria para el diagnóstico, debido a la su-
perposición entre las características clínicas de la
HA y la hepatopatía no alcohólica, por tanto solo
se recomienda para los pacientes que reúnan las si-
guientes dos condiciones:
◾ Un antecedente incierto de consumo de alcohol.
◾ Escasa evidencia de los exámenes de laboratorio
que determinen el origen de la ha (35).
Gravedad de la enfermedad
Los modelos de pronóstico de la ha han sido de-
sarrollados con el fin de identificar a los pacientes
con alto riesgo de mortalidad a corto plazo. El pri-
mer modelo fue el índice discriminante de Mad-
drey (fd), el cual determinó, de forma confiable,
los pacientes con mayor riesgo de muerte precoz.
Este modelo fue modificado a un valor de corte di-
ferente, que identifica pacientes con ha grave y a
los cuales es recomendable iniciar tratamiento lo
más pronto posible (36).
Por otro lado, el modelo de enfermedad hepá-
tica terminal (meld) ha sido de gran utilidad en
la evaluación de la cirrosis y su pronóstico a corto
plazo. Asimismo, prioriza a los pacientes que re-
quieren de un trasplante hepático; esta escala ha
sido modificada, reconsiderando las variables que
utiliza, no obstante, no cambia su objetivo acerca
de determinar el pronóstico de la enfermedad (37).
Recientemente, se han desarrollado otros mo-
delos como la Glasgow Alcoholic Hepatitis Scale
(gahs), la age, seric bilirrubine, INR y seric creati-
nine (abic) y Lillie, los cuales son capaces de esta-
blecer el pronóstico de los pacientes a 30 días. Sin
embargo, no se ha podido predecir la superviven-
cia de más de 90 días con ninguna escala (38, 39).
Hepatopatía alcohólica: lo que sabemos y nuevos biomarcadores para tratamiento diferencial
Manejo
Debido a que el efecto del manejo farmacológico
es limitado, porque los pacientes continúan con-
sumiendo alcohol, la abstinencia ha sido el mayor
de los pilares para el manejo de la ha (40), apoyada
por terapia nutricional y corticosteroides. Sin em-
bargo, la mortalidad a corto plazo varía hasta en
50 % en los pacientes que no responden al manejo
con corticosteroides, por lo cual se requieren otras
terapias que permita un adecuado manejo de la en-
fermedad (41).
Inicialmente, para establecer un manejo ade-
cuado y eficaz, se requiere que el paciente acepte
su dependencia al alcohol; asimismo, que ponga en
marcha un plan de abstinencia. Esto con motivo
de poder resolver la enfermedad de hígado graso
alcohólico y mejorar la supervivencia de los pa-
cientes con insuficiencia hepática cirrótica o des-
compensada. Aunque estas intervenciones parecen
sencillas, no son lo suficientemente efectivas por sí
solas, y necesitan reforzarse (24).
La farmacoterapia ha sido vista como un factor
clave para mantener la sobriedad de los pacientes;
algunos medicamentos son capaces de reducir la
ingesta de alcohol, como el acamprosato. Otros
fármacos, como el disulfiram, el topiramato y el
baclofeno, han sido usados en estos pacientes para
el manejo de la dependencia de alcohol; sin embar-
go, estos fármacos no han sido aprobados por la
fda como tratamiento de la ha (41). Y, de estos,
solamente se ha estudiado el baclofeno, el cual ha
demostrado seguridad y eficacia para mantener la
abstinencia (40, 24).
En muchos casos, los pacientes pueden presen-
tar el síndrome de abstinencia de alcohol, por lo
que manifiestan síntomas agudos como ansiedad,
temblores, náuseas, insomnio y, en algunos casos,
convulsiones o delírium; este cuadro puede ocu-
rrir durante cualquier momento de la abstinencia,
pero es más común cuando hay 48 y 72 horas de
abstinencia. Sin embargo, un pequeño porcentaje
de estos pacientes, requieren manejo médico (24).
Dentro de otros aspectos, se requiere tener en
cuenta los factores de riesgos para la ha, debido
a que las modificaciones del estilo de vida, como
el tabaquismo y el control de peso, pueden dar
101

un valor adicional importante en el manejo de la
enfermedad. La evidencia actual describe que un
cambio en el estilo de vida que mejore, tanto el
imc, como el consumo del alcohol, demuestra una
disminución significativa en los marcadores de le-
sión hepática, comparado si solamente se modifi-
ca uno de los dos (42). De igual forma, el apoyo
nutricional es de vital importancia; la desnutrición
proteico-calórica es una condición muy común en
la ha, lo cual se asocia, a su vez, a múltiples com-
plicaciones y altas tasas de mortalidad, al igual el
agotamiento de micronutrientes; ambas son con-
diciones de preocupación clínica de la enfermedad
(41-43).
Otro punto significativo en el manejo de la ha
es el uso de corticosteroides. Varios estudios clíni-
cos sobre el uso de estos fármacos han tenido resul-
tados mixtos acerca de su eficacia, algunos dieron
resultados positivos en cuanto a la disminución de
la mortalidad a corto y mediano plazo. No obstan-
te, otros estudios fueron preocupantes por el ries-
go de sepsis y hemorragia gastrointestinal (45). Sin
embargo, se concluye que los corticosteroides son,
en general, benéficos para la supervivencia de los
pacientes con ha, a pesar de que cerca del 40 % de
los pacientes en estudio, no respondieron a la cor-
ticoterapia (40).
Por esta razón, surgen nuevas terapias, necesa-
rias para el manejo de la enfermedad en estos pa-
cientes. Algunas de ellas son la terapia anti-tnf, en
la que se ha descrito que la gravedad de la enferme-
dad se relaciona con la producción de tnf-α, que
ocurre con la translocación bacteriana. Por tanto,
se han llevado a cabo estudios utilizando la pen-
toxifilina para la reducción de los niveles séricos
de tnf-α; sin embargo, los resultados finales no
fueron prometedores, debido a la alta recurrencia
de infecciones (46, 47).
Otra nueva terapia es el uso de probióticos y
antibióticos, estas dos propuestas terapéuticas han
surgido entorno a la importancia de restaurar una
flora intestinal normal, la cual se ve modificada
debido a la fisiopatología de la enfermedad, y que
podría cumplir un papel preventivo o terapéutico
para el manejo de la ha (48).
El manejo dirigido a quimiocinas e interleu-
cinas también ha sido estudiado ampliamente. Se
102
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
conoce que gran parte de la lesión hepática se de-
sarrolla gracias a la respuesta inmune. Un enfoque
terapéutico de gran utilidad es el control y, por
tanto, la regulación de los niveles de estas molé-
culas encargadas de la respuesta inflamatoria, que
exacerba la lesión hepática (49).
La terapia dirigida al micro-arn ha sido poco
estudiada. Sin embargo, ha mostrado ser útil en la
regulación a la baja o la sobreexpresión de algunos
micro-arn que participan en muchas de las reac-
ciones de patogénesis de la lesión hepática, y que se
han considerado un objetivo terapéutico (18).
Finalmente, el trasplante hepático sigue con-
siderándose la última opción terapéutica. Inicial-
mente, puede ser de utilidad evaluar la historia
natural de la enfermedad, para determinar si el
paciente puede recuperarse únicamente con la abs-
tinencia o si puede someterse a un tratamiento adi-
cional que mejore su condición. Sin embargo, en la
hepatitis alcohólica grave, un retraso del trasplante
no es favorable (50). La mortalidad en tres meses
es de 70 % para los pacientes que no responden a
los corticosteroides y puede ser mayor a 90 % en
pacientes que presenten síndrome hepatorrenal, si
no reciben un trasplante de hígado (40).
Pese a lo anterior, el tema del trasplante siempre
ha sido controversial, debido al riesgo de reinci-
dencia, a la deficiencia de atención postoperatoria y
al hecho de que la ha sea autoinfligida; además, el
trasplante hepático se ha asociado con una alta tasa
de complicaciones cardiovasculares. No obstante,
con el tiempo, la hepatopatía alcohólica se ha trans-
formado en una de las indicaciones más comunes
para trasplante hepático (51).
Conclusión
La ha es una patología subdiagnosticada, debido
a su fase inicial asintomática y su lenta progresión.
Sin embargo, su prevalencia secundaria es alta,
debido al elevado consumo crónico de alcohol en
la población mundial. Uno de los principales retos
del diagnóstico es la estratificación del consumo
de alcohol en los pacientes, debido a la baja confia-
bilidad del interrogatorio, por lo cual es importan-
te el uso de nuevas estrategias de identificación de
consumo de alcohol, para estandarizar el grado y
S. Triviño López ■ T. Silva Arango ■ S. Rodríguez Martín
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
la frecuencia de su ingesta.
Los métodos diagnósticos que evalúan la le-
sión hepática no son específicos para determinar el
origen de la lesión, sea alcohólica o no. Por tanto,
se vio la necesidad de implementar nuevas herra-
mientas diagnósticas, que permitan dicha identi-
ficación para un correcto abordaje. Instrumentos
como el ani, la cdt o los micro-rna han surgido
en la última década, lo que ha permitido la diferen-
ciación del origen de la enfermedad hepática, dado
que sus manifestaciones clínicas y paraclínicas son
muy similares.
Por lo anterior es importante que el profesional
de la salud se apoye en estas nuevas herramientas
para un adecuado abordaje de los pacientes y, asi-
mismo, proporcionar un manejo integral, donde
no solo se abarque la lesión hepática, sino que se
realice un adecuado acompañamiento para inter-
venir en los trastornos de consumo de alcohol.
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Hepatopatía alcohólica: lo que sabemos y nuevos biomarcadores para tratamiento diferencial 105
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 107 - 118

Estrategias de prevención contra la

infección del virus del papiloma humano,
en hombres americanos en edad fértil.
RSevisión sistemática
María C. Acostaa ■ Gloria C. Enríqueza ■ David S. Guarína ■ María C. Jaimesa
■ María P. Ortiza ■ Tania V. Ramíreza ■ Daniela Reyesa ■ Laura A. Sierraa ■

Tatiana Silvaa ■ Santiago A. Triviñoa ■ Natalia Zambranoa ■ Sandra P. Sierrab

Resumen: la infección por el virus del papiloma humano (vph), es considerada la infección de trans-
misión sexual de mayor prevalencia mundial; suele ser asintomática y autorresolutiva, pero puede
generar la aparición de verrugas, patologías benignas o neoplasias malignas, como el cáncer de
cuello uterino, anal y orofaríngeo, entre otros. Se ha considerado a los hombres los portadores asin-
tomáticos, por lo que la prevención primaria y secundaria se enfoca en mujeres. Este artículo revisa
las principales estrategias de prevención en América, orientadas a la disminución de la infección
por vph en hombres en edad fértil. Se realizó una revisión sistemática de la literatura en los últimos
diez años, específicamente del vph en hombres, y las estrategias de prevención implementadas. En
Estados Unidos, un estudio encontró una disminución del 95,4 % de los casos de cáncer de cuello
uterino, al vacunar a ambos sexos; esto agregando un promedio de vida de 6,1 años ajustados a la ca-
lidad de vida. En este mismo país se realizó un estudio, el cual recalca que la inclusión de hombres en
programas de vacunación con Gardasil 9 reduce en un 89,4 % (IC 95 %) la presentación de verrugas
genitales causadas por vph. Estudios en hombres chilenos reportaron que el uso de vacunas tetrava-
lentes es más costo-efectivo para la prevención de verrugas genitales, con respecto a las bivalentes.
La literatura sugiere tener en cuenta factores de riesgo, barreras sociales, culturales y económicas
al implementar estrategias de salud pública. La revisión de la literatura demuestra que existen muy
pocas estrategias para la prevención de la infección de vph en hombres, pese a los beneficios que
representa en la reducción de patologías femeninas y masculinas.

Palabras clave: América; estrategias; hombres; Latinoamérica; prevención; transmisión sexual;

vacuna contra el vph; virus del papiloma humano

a Estudiantes de la Facultad de Medicina, umng.

b Enfermera. M. Sc. en Salud Pública. Docente Área Medicina Social de la Facultad de Medicina, umng.
* Estudiante de la Facultad de Medicina, umng. Correo electrónico: est.maria.ortiz11@unimilitar.edu.co.
Facultad de Medicina, umng, Transversal 3ra. No. 49-00. Bogotá, Colombia.

107
 Prevention strategies against human papilloma
virus infection in American men of childbearing age.
Systematic review
Abstract: human papilloma virus (HPV) infection is considered the most prevalent sexually transmi-
tted infection in the world; it is usually asymptomatic and self-resolving, but it can cause the appea-
rance of warts, benign pathologies or malignant neoplasms, such as cervical, anal and oropharyngeal
cancer, among others. Men have been considered asymptomatic carriers, so primary and secondary
prevention focuses on women. This article reviews the main prevention strategies in America, aimed
at reducing HPV infection in men of childbearing age. A systematic review of the literature in the last
ten years was carried out, specifically HPV in men, and the prevention strategies implemented. In
the United States, a study found a 95.4 % decrease in cases of cervical cancer when both sexes were
vaccinated; this adding an average life of 6.1 years adjusted to the quality of life. A study was carried
out in this same country, which emphasizes that the inclusion of men in vaccination programs with
Gardasil 9 reduces the presentation of genital warts caused by HPV by 89.4% (95% CI). Studies in
Chilean men reported that the use of tetravalent vaccines is more cost-effective for the prevention
of genital warts, compared to bivalent ones. The literature suggests considering risk factors, social,
cultural and economic barriers when implementing public health strategies. The review of the litera-
ture shows that there are very few strategies for the prevention of HPV infection in men, despite the
benefits it represents in reducing female and male pathologies.

Keywords: America; strategies; men; Latin America; prevention; sexual transmission; HPV vaccine;
human papilloma virus

108
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
Las infecciones de transmisión sexual representan
un reto importante para los programas de preven-
ción en salud pública en el mundo. Una de las prin-
cipales etiologías, a la cual se atribuye gran parte
de este tipo de infecciones es al virus del papiloma
humano (vph). Este virus, miembro de la familia
Papillomaviridae, se caracteriza por sus pequeñas
partículas virales, cuyo interior contiene una ca-
dena de adn de doble hebra (1). Su principal vía de
transmisión es la sexual, pero otras formas inclu-
yen la transmisión vertical, por contacto con la
mucosa cervical durante el parto, por vía trans-
placentaria y, en menor medida, por vía horizontal
durante la infancia.
Si bien en la mayoría de los casos la infección
es asintomática, transitoria, autorresolutiva, por lo
que pasa desapercibida, puede también presentar
en algunos casos un amplio espectro de manifes-
taciones clínicas, que parten desde la aparición de
verrugas y otros procesos benignos hasta la presen-
cia de neoplasias malignas (2). Es precisamente ese
potencial oncogénico de algunos genotipos virales
particulares del vph, que actúan sobre microabra-
siones o áreas epiteliales de transición, dando lugar
al desarrollo de neoplasias malignas, que incluyen
el cáncer de cuello uterino, cáncer vulvar, vaginal,
peneano, anal y orofaríngeo, entre otros (3).
Es importante mencionar que el vph es con-
siderada la infección de transmisión sexual de
mayor prevalencia en el mundo (4), según la Orga-
nización Panamericana de la Salud (ops), se estima
que el 90 % de las personas vivas serán infectadas
con vph en algún punto de su vida. Las mujeres
tienen las tasas más altas y, por ende, los efectos
más graves, como el cáncer de cuello uterino, re-
lacionados con la infección por serotipos de alto
riesgo (vph-16 y 18). Por ello, las mujeres sido el
objetivo en mayor proporción de las estrategias de
detección temprana y prevención de la infección
por vph hacia dicha población.
Aunque el vph infecta a hombres y mujeres por
igual, las estimaciones de prevalencia de la infec-
ción en el sexo masculino son complejas. Según
una revisión sistemática, realizada por la Univer-
sidad de Antioquia, en 1990-2006, se reportó una
Estrategias de prevención contra la infección del virus del papiloma humano, en hombres americanos en edad fértil.
RSevisión sistemática
prevalencia de 1-73 %; dicha variabilidad obedece
al área muestreada y a los métodos de detección (5).
Adicionalmente, para 2017, la Organización Mun-
dial de la Salud (oms) estimó una prevalencia
mundial de la infección por vph de 11,7 % y de
más del 20 % en hombres (6). Asimismo, el depar-
tamento de Salud de Estados Unidos encontró una
prevalencia de vph genital del 45 % en hombres;
y otros estudios han reportado prevalencias para
infección de vph anogenital del 64 % en hombres
que tienen sexo con hombres (7, 8).
Por otro lado, un estudio de la prevalencia de
vph en Brasil, Estados Unidos y México, reportó
una prevalencia general de 65 %; y Brasil es el país
con mayor prevalencia. Es importante tener en
cuenta que, en la mayoría de los casos, los hombres
son asintomáticos, y solo el 1 % de ellos experimen-
ta algún signo clínico (9). Por lo que es preciso de-
cir que los casos en hombres no son identificados,
en su mayoría, por lo que actúan como reservorios
del vph, lo que concluye en la transmisión hacia
sus parejas sexuales.
Aunque, en algunos escenarios, la infección
en hombres ha demostrado ser autorresolutiva o
transitoria (como pasa en algunas mujeres que no
progresan a neoplasia), en un porcentaje el vph en
hombres puede persistir y evolucionar a verrugas
genitales, lesiones preneoplásicas y malignas del
ano, pene, orofaringe y papilomatosis respiratoria
recurrente (10).
El Departamento Nacional de Planeación (dpn)
de Colombia, define las estrategias en salud públi-
ca como las acciones estatales enfocadas en la in-
tervención de problemáticas de salud que afectan
las condiciones de vida, bienestar y desarrollo de
un país. El vph se considera una problemática que
debe ser atendida desde la salud pública; por ello,
se han establecido tanto programas de prevención
primaria, que buscan evitar la aparición de la en-
fermedad, como de prevención secundaria, que
pretenden, a su vez, realizar un tamizaje diagnós-
tico e intervención temprana a aquellas personas
que ya han sido infectadas.
Dentro de las estrategias de prevención prima-
ria, han sido planteadas diferentes metodologías
incluyendo la educación en salud sexual de la po-
blación, con el objetivo de disminuir la principal
109
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

forma de transmisión, interviniendo así en los
factores de riesgo asociados a promiscuidad o au-
sencia de uso de métodos de barrera. Asimismo,
dentro de la prevención primaria, varios países
cuentan con programas de vacunación que, en su
mayoría se orientan hacia la población femenina.
Paralelamente, en cuanto a la prevención secunda-
ria, se han establecido políticas para el tamizaje de
cáncer de cuello uterino a través de la citología.
Las medidas de prevención tienen alto impacto
a nivel poblacional, teniendo en cuenta que ha sido
detectado adn de vph en el 93 % de los casos de
cáncer de cuello uterino estudiados por la Inter-
national Agency for Research on Cancer (iarc), y
se considera que este es responsable del 80 % del
cáncer anal y 60 % del cáncer de vulva, vagina y
pene (11).
Es importante mencionar que, dentro de las
pruebas para el diagnóstico de la infección genital
por vph, se incluyen: pruebas moleculares para la
detección del ADN viral en mujeres, donde se eva-
lúan células cervicouterinas exfoliadas recogidas
por raspado. Sin embargo, no existen métodos de
cultivo de vph y las pruebas serológicas para de-
tección de ADN son utilizadas en el campo de la
investigación, mas no de manera rutinaria (12).
Teniendo en cuenta la naturaleza incierta de
la infección por vph, la alta carga de la enferme-
dad en las mujeres, sumada a la infrecuencia de
signos y síntomas clínicos específicos en hombres,
la literatura médica parece orientar y limitar las
medidas de detección temprana y prevención de
la infección por vph hacia las mujeres. Además,
al ser una patología que afecta tanto a hombres
como mujeres, teniendo en cuenta la historia natu-
ral de la enfermedad, la literatura epidemiológica
existente sobre vph en la población masculina es
limitada.
Por ello, este artículo revisa, por un lado, cuá-
les son las estrategias de prevención dirigidas a la
disminución de la infección por vph en hombres
en edad fértil, que se describen en la literatura en
países de América, cómo han sido implementadas
en esta población; y, por otro, cómo dichas estra-
tegias contribuyen a la disminución de los agentes
portadores del vph y de las complicaciones gene-
radas por la infección, así como la divulgación y
concientización de la población general acerca de
esta infección que representa un problema de salud
pública.
Metodología
Se efectuó una revisión sistemática de literatura de
los últimos diez años hasta 2021. En buscadores
como Google Scholar y bases de datos como Pub-
Med, Science Direct, Clinicalkey, Scielo y Dial-
net. Se buscaron palabras claves como virus del
papiloma humano; América; transmisión; vacuna;
estrategias; prevalencia; hombres y prevención. Es-
tas palabras fueron verificadas en DeCS Server. La
revisión solo incluyó los artículos que se refieren
directamente a estudios en hombres, en los que ha-
cían locución a estrategias de prevención en estos.
A los cuales se les aplicaron los criterios de inclu-
sión y exclusión de la tabla 1.

Tabla 1. Criterios de inclusión y exclusión de los artículos

Criterios de inclusión Criterios de exclusión Criterios de búsqueda

• vph en hombres en América
• Estrategias contra el vph y su
prevención en hombres
• Literatura publicada durante los
últimos diez años
• Literatura publicada en revistas
indexadas
• Artículos sobre prevalencia del vph en
América
• Literatura sobre vacunación del vph en
América
Fuente: Elaboración propia.
• Estrategias de prevención de vph en
• Se buscaron palabras claves: hombres,
mujeres
virus del papiloma humano (vph),
• Artículos con fecha de publicación de
Latinoamérica, América, vacuna,
hace más de diez años
estrategias, prevalencia, prevención,
• Artículos publicados en no revistas
transmisión
indexadas
• Búsqueda en bases de datos como
• Literatura gris (folletos/libros/posters)
PubMed, Science Direct, Clinicalkey,
• Literatura sobre vph en otros
Scielo y Dialnet
continentes

M. C. Acosta ■ G. C. Enríquez ■ D. S. Guarín ■ M. C. Jaimes ■ M. P. Ortiz ■ T. V. Ramírez ■ D. Reyes ■ L. A. Sierra ■

110 T. Silva ■ S. A. Triviño ■ N. Zambrano ■ S. P. Sierra

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Resultados
Se encontraron 304 artículos en total. También se
tomaron cuenta citas adicionales como libros, fas-
cículos interactivos y páginas web, para un total de
308 fuentes. De estas, 258 fueron eliminadas, ya que
no cumplían con los criterios de inclusión. Para un
total de 50 fuentes consultadas. De estas, 45 fueron
excluidas dado que hacían referencia únicamente a
Figura 1. Resultados de la búsqueda
Fuente: Elaborado por los autores.
En la revisión de la literatura, se evidenciaron
pocas estrategias referentes a la prevención de la
infección del vph en hombres en América y la ac-
tividad de vacunación es la única reportada.
Cuando se evalúa incorporar en los programas
nacionales las diferentes vacunas contra el vph, los
aspectos destacados descritos previo a esta apro-
bación son la relación costo-efectividad, el tipo de
vacuna que se incluiría, la edad y el género. Esto,
en general, depende de un complejo equilibrio en-
tre la duración de la protección directa, el alcance
y las características de esta protección (13, 18). De
manera que, en este contexto, evidenciamos tres
tipos de vacunas implementadas y usadas en los
artículos de revisión en población masculina: la
tetravalente, la bivalente y la Gardasil 9.
Una revisión sistemática realizada en Chile
toma como reporte estudios realizados en Norte de
Estrategias de prevención contra la infección del virus del papiloma humano, en hombres americanos en edad fértil.
RSevisión sistemática
estrategias de prevención del vph en mujeres; eran
artículos con fecha de publicación de hace más de
diez años; los artículos no estaban publicados en
revistas indexadas; eran folletos/pósteres; o bien
contenían información sobre vph de continentes
distintos a América o Latinoamérica. Finalmente,
se obtuvieron cinco artículos que cumplían con to-
dos los criterios de inclusión, publicados durante los
últimos diez años y en revistas indexadas (figura 1).
California, Estados Unidos, realizados con datos
administrativos públicos de planificación familiar
entre el año 2007 y 2010. Dichos resultados eviden-
ciaron que, si se implementan las estrategias de va-
cunación en ambos sexos con la vacuna bivalente
(serotipos 16-18), se reduciría el total de casos de
cáncer de cuello uterino en un 95,4 %. Si se hiciera
esto, el número de casos prevacunales de 9147 se
reduciría a cifras posvacunales de 422, aproxima-
damente; agregando un promedio de 6,1 años de
vida, ajustados por calidad (qaly). Esta última es
una medida de estado de salud que considera tanto
la calidad como la cantidad de vida. Sin embargo,
se concluyó que la eficacia de dicho programa de
vacunación combinada (hombres y mujeres) solo
sería significativa, si se implementa en escenarios
donde la penetración de la vacunación femenina es
baja (19).
111

Otros modelos también indican que la vacuna-
ción en ambos géneros es benéfica para reducir la
infección y la enfermedad por vph, en compara-
ción con la vacunación que se limita a las mujeres,
aunque esta última sea menos costo-efectiva en
hombres (20, 21). Relacionado con lo anterior, des-
pués de realizar dos modelos de transmisión de los
serotipos vph-16 y 18 de la enfermedad mediante
software, un estudio de Atlanta concluyó que au-
mentar la cobertura femenina podría ser una es-
trategia más eficaz y rentable que la vacunación
masculina para reducir la carga general de salud
de la enfermedad por vph en la población (22).
Asociado a lo anterior, buscando la inclusión
de la población masculina en los programas na-
cionales de vacunación, países como Estados Uni-
dos realizan diferentes estudios, en compañía de
la Food and Drug Administration (fda). Uno de
estos el ensayo en fase 3 en el cual se recalca la so-
licitud de inclusión de los hombres en los progra-
mas de vacunación con Gardasil 9, lo cual favorece
la prevención de verrugas genitales (condiloma
acuminata), causado por el vph tipo 6 y 11, en un
89,4 % IC del 95% (65,5-97,9 %). Agregado a lo an-
terior, se concluye que la edad la vacunación en
esta población debería ser desde los 9 hasta los 26
años (23).
En contraste a lo mencionado; una revisión de
literatura realizada en Chile concluyó que el uso
de vacunas tetravalentes genera beneficios adicio-
nales y ahorros de los costos en la prevención de
verrugas genitales, conferidos por la inclusión de
los serotipos de vph 6 y 11. El artículo concluye
que la relación costo-efectividad de la vacunación
es más favorable si se orienta a los serotipos 16-18-
6-11 que, en comparación con un enfoque biva-
lente. Adicionalmente, se menciona que la vacuna
bivalente solo se convierte en rentable si proporcio-
na de 22 a 24 % más de protección cruzada contra
tipos no incluidos en la vacuna bivalente (23, 25).
Discusión
Las infecciones de transmisión sexual represen-
tan un gran problema de salud pública; ahí recae
la importancia de que existan políticas de pre-
vención orientadas a estas enfermedades. El vph
M. C. Acosta ■ G. C. Enríquez ■ D. S. Guarín ■ M. C. Jaimes ■ M. P. Ortiz ■ T. V. Ramírez ■ D. Reyes ■ L. A. Sierra ■
112
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
es la infección de transmisión sexual viral más
frecuente en EE. UU., responsable de hasta el 5 %
de los cánceres humanos. Aunque existen progra-
mas dirigidos al control de esta patología y sus
consecuencias, la enfermedad aún se encuentra
en constante ascenso, con una amplia y variable
distribución mundial (25). Por ello, es importante
promover políticas de salud orientadas a la preven-
ción y reconocer su aplicabilidad en las poblacio-
nes de riesgo.
Las estrategias de prevención son consideradas
la piedra angular en la disminución de la infección
por este virus. Estas estrategias son las interven-
ciones dirigidas a la prevención de enfermedades,
lesiones y discapacidades, que buscan disminuir la
mortalidad en conjunto a brindar la mejor calidad
de vida posible (26, 27). Teniendo en cuenta lo an-
terior, una de las grandes problemáticas en Amé-
rica y gran parte del mundo es que, en el caso del
vph, estas estrategias están orientadas a la pobla-
ción femenina, debido a la evidencia entre la aso-
ciación del vph y cáncer de cuello uterino; a pesar
de que esta infección es tan común en los hombres
sexualmente activos, como en las mujeres.
Ahora bien, según el cdc y la literatura existen-
te, no está recomendado realizar pruebas de vph
en hombres; pero investigaciones recientes sugie-
ren que la detección del vph es mayor en pobla-
ciones de alto riesgo, como en hombres que tienen
relaciones sexuales con hombres, hombres vih-po-
sitivos, aquellos cuyo comportamiento sexual se ve
relacionado directamente a la infección por vph,
en hombres no circuncidados y aquellos que no
usan condón (28). Por esta razón, es importante
reconocer que además de los factores de riesgo,
existen estrategias preventivas frente a la infección
por vph, las cuales parten desde una prevención
primaria evitando el contagio y sumadas a la im-
plementación de políticas de vacunación, seguidas
de protocolos de prevención secundaria mediante
el cribado (29).
Es importante mencionar que las técnicas de
cribado son muy variables, ya que los programas
nacionales y las guías clínicas pertenecientes a
cada país consideran las diferentes estrategias para
cribado, dependiendo de la población en riesgo
en estudio, la costoefectividad, la rentabilidad y la
T. Silva ■ S. A. Triviño ■ N. Zambrano ■ S. P. Sierra
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
prevalencia de la infección. Sin embargo, todas
las técnicas tienen como fin, la detección del vph
como medida de prevención secundaria (30). Por
otro lado, la estrategia de promoción incluye la va-
cunación, la cual ha demostrado alta eficacia en la
prevención del vph en mujeres y eficacia significa-
tiva, pero menor en hombres no inmunizados de
una misma población (31, 32).
A pesar de la existencia de factores que facili-
tan estas estrategias, la prevención no funcionan
adecuadamente, debido a que se presentan otros
factores que obstaculizan la implementación de las
políticas públicas, como la falta de conocimiento
acerca del vph y los métodos de prevención, las
falsas creencias en cuanto a las relaciones sexua-
les, los conocimientos erróneos de los padres fren-
te a la seguridad y efectividad de la vacuna en los
menores de edad e, incluso, desconocimiento de
la existencia de la vacuna. A ello se suma la fal-
ta de acceso a los planes de vacunación dado por
barreras sociales, económicas, demográficas o cul-
turales; o el acceso insuficiente a los servicios de
salud, que no permiten a la población adquirir la
promoción y prevención de la infección por el vph
(33, 34).
Una de las estrategias más importantes en
cuanto la intervención oportuna del vph es la de-
tección temprana de esta entidad, dentro de las
técnicas diagnósticas reportadas en la literatura
se diferencian cuatro tipos: la detección de adn y
arn por pcr, técnicas de hibridación in situ y téc-
nicas serológicas (35).
Sin embargo, en los programas de tamizaje, se
prefieren las técnicas pcr debido a la alta sensibili-
dad y a la posibilidad de genotipificar y detectar los
genotipos de alto riesgo para el desarrollo de neo-
plasias. Dentro de los esquemas establecidos por
los diferentes programas de tamizaje para detectar
la infección por vph en mujeres, se combinan el
Papanicolaou para la detección de lesiones precan-
cerosas y la detección de adn viral (36).
Por otro lado, la tamización en hombres repre-
senta un reto mayor porque solo se le realiza la de-
tección por pcr, cuando hay lesiones. No obstante,
Silva y colaboradores (37) reportaron que se detec-
tó una prevalencia de vph en el 70,5 % de hombres
asintomáticos americanos, que referían el uso de
Estrategias de prevención contra la infección del virus del papiloma humano, en hombres americanos en edad fértil.
RSevisión sistemática
condón. Esto evidencia la alta prevalencia de la
infección en la población masculina, en general,
en ausencia de lesiones perceptibles a la vista. Por
ello, resulta importante ampliar la investigación en
técnicas de tamizaje para los hombres que resulten
costo-efectivas. Algunos estudios han demostrado
la presencia del virus en diferentes secreciones cor-
porales como semen y orina (38-40), lo que podría
orientar a la realización de pruebas rápidas tipo
elisa en dichas muestras.
Ahora bien, las condiciones en América Latina
son desfavorables para la implementación de po-
líticas para la prevención de la infección por vph
en hombres. Debido a que, a pesar de la evidencia
científica, según datos de la oms (41), la mayoría de
los países de las Américas, no han introducido las
pruebas de vph que detectan y genotipifican el vi-
rus, en los programas de tamizaje femenino. Esto,
aun cuando en once países de la región, el cáncer
cervicouterino es todavía la primera causa de mor-
talidad por cáncer entre las mujeres.
En una revisión realizada por Salazar y cola-
boradores (42), donde se evalúan las estrategias de
vacunación contra el vph, se encontró que de los 20
países que conforman América Latina, catorce han
introducido la vacuna y, en el caso de Honduras
y Bolivia, los programas de vacunación se instau-
raron luego de 2015. Sin embargo, la cobertura de
estos programas es limitada e incluso se encuentra
en descenso. En el caso de Colombia, hacia 2014 te-
nía uno de los programas con mayor cobertura en
el mundo, el cual llegaba a 90 %. Sin embargo, de-
bido a la presentación de múltiples esavi en uno de
sus municipios, la cobertura disminuyó significa-
tivamente (43).
Adicionalmente, en la revisión de literatura, se
evidenció que en Norteamérica existe un amplio
estudio sobre el comportamiento de esta patología,
y el impacto que tiene la vacunación femenina so-
bre el comportamiento de la enfermedad en la po-
blación masculina. Asimismo, en Estados Unidos
se han implementado estrategias de prevención
como la vacunación en hombres de 27-45 años
(22). Por otro lado, a pesar de que en Canadá la va-
cunación está recomendada y aprobada para am-
bos sexos, la vacunación masculina no se financia
con fondos públicos en gran parte del territorio, lo
113

que supone un obstáculo importante para la co-
bertura de este grupo poblacional (44).
En contraste, se evidenció que, en América La-
tina, la información es mucho más limitada. Chile,
México, Argentina, Brasil y Costa Rica son los paí-
ses con mayor investigación en este grupo pobla-
cional. Además, Chile y México son los países que
han descrito de manera más amplia la necesidad
de plantear intervenciones en hombres.
En México, se planteó la vacunación y detec-
ción temprana del vph en grupos con factores
de riesgos importantes, con el fin de disminuir
los desenlaces desfavorables relacionados a la in-
fección por esta entidad (45). Por otra parte, Mo-
reno (19) refiere que, debido a la alta carga de la
enfermedad y la efectividad vacunal en hombres,
demostrada en diferentes estudios, sería una estra-
tegia costoefectiva, para mejorar la gestión de los
programas y adecuar las políticas de prevención en
salud. No obstante, en el caso de Panamá, Puerto
Rico, Brasil y Argentina, incluye a los hombres en
edad escolar en sus programas de vacunación (46).
A nivel mundial, el país pionero en la imple-
mentación de las vacunas es Australia. Allí, debido
a la alta cobertura en la vacunación a la población
femenina, decidieron evaluar la efectividad y el
impacto de la vacunación en hombres (47). Afir-
man que, debido a que el hombre es un reservorio
importante para el virus, una mayor cobertura del
programa de vacunación haría que disminuyera
la tasa de cáncer de cuello uterino; y los cánceres
masculinos asociados a esta infección. Además de
reducir la incidencia general de nuevas infeccio-
nes por vph. Ello concuerda con lo encontrado en
el estudio realizado por Smith y colaboradores en el
que se evidenció una disminución en la infección
por los diferentes genotipos por vph después de
la vacunación (48). Por otra parte, Setiawan et al.
realizaron una revisión sistemática en la que es-
tablecieron que la vacunación contra el vph en
hombres que tienen relaciones sexuales con otros
hombres resultaría rentable y costoefectiva, lo que
sugiere que la introducción de políticas públicas
debe estar orientada a la intervención de poblacio-
nes de alto riesgo (49).
Finalmente, uno de los grandes dilemas sobre
la vacunación recae en que las políticas públicas
M. C. Acosta ■ G. C. Enríquez ■ D. S. Guarín ■ M. C. Jaimes ■ M. P. Ortiz ■ T. V. Ramírez ■ D. Reyes ■ L. A. Sierra ■
114
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
deben estar orientadas a ser equitativas en la po-
blación. Sin embargo, en gran parte del mundo, las
estrategias están dirigidas a la prevención del cán-
cer de cuello uterino, a pesar de la evidencia del be-
neficio de la vacunación en la prevención de otras
patologías relacionadas con el vph, en la población
masculina (50). En efecto, dado que se sigue cre-
yendo que las estrategias de prevención primaria
y secundaria deben estar enfocadas solo a la po-
blación femenina, esta fue una de las principales
limitantes para este artículo, debido a la escasa in-
formación acerca de estrategias de prevención de
vph en hombres, la literatura limitada sobre este
grupo poblacional y las estrategias gubernamenta-
les dirigidas a esta población.
Conclusión
En conclusión, aunque el vph es una infección
con prevalencia similar entre hombres y mujeres
en América, las estrategias para la prevención del
vph se han centrado en la población femenina,
debido al impacto en su la salud, el bienestar y la
vida. Al implementar estrategias de prevención
como la detección temprana y la vacunación en
esta población, de las cuales aunque aún en varios
países de América no tengan una cobertura total,
si ha sido una herramienta con alto impacto sobre
la población.
Sin embargo, de acuerdo con la revisión de la
literatura realizada aquí, en el caso de la pobla-
ción masculina, aún son limitadas las estrategias
en salud pública de prevención contra la infección
de vph en América; pese a su beneficio, conside-
rando que los hombres son reservorios del virus y,
por ende, un factor clave en la transmisión hacia
las mujeres. Solo un reducido número de países
ha implementado la vacunación como medida de
prevención; y el resto solamente emplea estrate-
gias guiadas hacia la prevención de los factores de
riesgo.
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener de manera directa ni
indirecta algún conflicto de interés con la publica-
ción de los resultados de la revisión.
T. Silva ■ S. A. Triviño ■ N. Zambrano ■ S. P. Sierra
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
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RSevisión sistemática 117

 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 119 - 130

Hábitos saludables, más allá de lo

perceptible: cambios en las líneas
celulares, resultado de hábitos de sueño y
actividad física
Laura Daniela Ríos Hernándeza ■ Sarah Torres Trujilloa ■ María José Castillo
Torresa ■ Sergio Alexander Camacho Foreroa ■ Sandra Liliana Rodríguez
Martínb

Resumen: los hábitos saludables influyen significativa y positivamente en el cuerpo, hecho eviden-
ciado en lo externo y en el espacio intravascular. Allí, provocan cambios fisiológicos positivos, refleja-
dos por la práctica de estos comportamientos, que componen una serie de cambios benéficos a largo
plazo, ya sea generando respuestas inmunes más eficaces o adaptando el cuerpo desde su volumen
intravascular, hasta el número de células transportadoras de oxígeno, para volverlo eficaz y generar
una regulación de la respuesta inflamatoria en diferentes enfermedades. Los hábitos saludables y los
cambios que comportan incluso reducen el riesgo de presentar tales enfermedades, lo que contras-
ta con el mayor riesgo de presentar enfermedades por no contar con la adaptación cardiovascular,
sumado a un estado proinflamatorio, observado en personas sedentarias o que han tenido privación
del sueño a lo largo de su vida, lo cual afecta la homeóstasis corporal. El ejercicio moderado cumple un
papel en la regulación del sistema inmune, pues genera un estado antiinflamatorio, reflejado en una
disminución de movilización de glóbulos blancos, contrario a lo observado en personas sedentarias;
así como cambios en la línea roja de forma inversa al estado de entrenamiento a largo plazo. El sueño
tiene un papel esencial sobre los distintos procesos inmunes, como alteraciones en la liberación
de linfocitos T en los nódulos linfáticos, la producción de citoquinas proinflamatorias y la memoria
inmunológica; que modifican la proliferación de células como los linfocitos. Ello genera cambios en
la manera como el cuerpo reacciona frente a las infecciones. De esta manera, los hábitos saludables
generan cambios claves para mantener un estado de salud óptimo y permiten establecer una mejor
calidad de vida.

Palabras clave: ejercicio físico; hábitos saludables; parámetros hematológicos; privación sueño;
sedentarismo

a Estudiantes de Medicina de la Facultad de Medicina, umng.

b Directora del Semillero Eritron. Docente de la Facultad de Medicina, umng.
* Correo electrónico: est.laura.rios@unimilitar.edu.co. Facultad de Medicina, umng.
Transversal 3ra. No. 49-00. Bogotá, Colombia.

119
 Healthy habits, beyond the perceptible: changes in cell
lines, as a result of sleep habits and physical activity
Abstract: Healthy habits have a significant and positive influence on the body, a fact evidenced ex-
ternally and in the intravascular space. There, they cause positive physiological changes, reflected
by the practice of these behaviors, which make up a series of long-term beneficial changes, either
by generating more effective immune responses or by adapting the body based on its intravascular
volume, to the number of oxygen-carrying cells , to make it effective and produce a regulation of the
inflammatory response in different diseases. Healthy habits and the changes that they entail even
reduce the risk of presenting such diseases, which contrasts with the increased risk of presenting
diseases due to not having cardiovascular adaptation, added to a proinflammatory state, observed
in sedentary people or those who have been deprived of sleep throughout their life, which affects
body homeostasis. Moderate exercise plays a role in regulating the immune system, since it gene-
rates an anti-inflammatory state, reflected in a decrease in white blood cell mobilization, contrary to
what is observed in sedentary people; as well as changes in the red line inversely to the long-term
training state. Sleep plays an essential role in the different immune processes, such as alterations in
the release of T lymphocytes in the lymph nodes, the production of proinflammatory cytokines and
immunological memory; that modify the proliferation of cells such as lymphocytes. This generates
changes in the way the body reacts to infections. Thus, healthy habits produce key changes to main-
tain an optimal state of health and allow a better quality of life to be established.

Keywords: physical exercise; Healthy habits; hematological parameters; sleep deprivation;

sedentary lifestyle

120
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
Los hábitos de estilos de vida saludable consti-
tuyen un amplio concepto, que abarca muchas
ramas, razón por la cual, definirlo es una tarea
compleja y en constante crecimiento. De manera
que, en primer lugar, debemos entender que un
hábito es realizar de forma repetida cierto com-
portamiento en un contexto particular, por lo
cual, implícitamente están formándose asocia-
ciones entre la respuesta dada y una situación
específica (1). Los estilos de vida saludables son
necesarios para mantener una salud adecuada y
evitar limitaciones funcionales que podrían apa-
recer en el futuro. Algunos ejemplos de estos es-
tilos pueden ser mantener una dieta balanceada,
practicar regularmente actividad física y cuidar
adecuadamente la higiene corporal; también es-
tablecer relaciones interpersonales y una salud y
equilibrio mental. Además, se ha reportado que
mantener hábitos de vida saludable, donde se
incluye no fumar y mantener un peso adecuado
desde la juventud, influye de manera positiva en
el envejecimiento saludable (2).
Como se dijo, para que un comportamiento se
vuelva habitual, debe desarrollarse en un mismo
contexto, ya que esto se relaciona con el aumen-
to en el desarrollo de los hábitos, es decir, que en
un punto crece de forma rápida el desarrollo de un
hábito específico, pero luego tiende a estabilizarse.
Este aumento abrupto se ha asociado a la perseve-
rancia y el deseo de formar un nuevo hábito (3).
Sin embargo, hay un momento en el cual se torna
complicado mantener hábitos. Por ejemplo, en un
estudio realizado con estudiantes universitarios de
Alemania, se demostró que existen diferentes tipos
de barreras que impiden tener hábitos alimenticios
saludables; desde barreras en el tiempo, ambien-
tales o hasta la existencia de barreras sociales de
inclusión (4).
En la población estudiantil que cursa por la
carrera de medicina, se ha demostrado que muy
bajo porcentaje de esta población practica ejercicio
(5), y que, además, los estudiantes, a pesar de ser
conscientes de la importancia de tener un hábito
de sueño saludable, no logran tenerlo por la carga
académica tan amplia y, en consecuencia, llegan a
Hábitos saludables, más allá de lo perceptible: cambios en las líneas celulares, resultado de hábitos de sueño y actividad
física
tener somnolencia diurna excesiva (6). Ello resulta
en un rendimiento académico menor, ya que se ha
reportado que los estudiantes con excelencia aca-
démica tienen horarios de sueño más temprano en
comparación de los estudiantes de medicina pro-
medio (7).
Estos hallazgos implican un nuevo reto en la
educación, para la formación de hábitos de estilo
de vida saludables. Por un lado, han tomado fuerza
las intervenciones desde la etapa de la adolescencia
para promover la formación de hábitos saludables
que, al final, influyen en su conducta emocional
(8). Además resulta necesario crear ayudas e inter-
venciones en los adultos jóvenes que cursan con es-
trés y con un nuevo contexto llamado universidad,
sobre todo, si cursan por la carrera de medicina.
Para esto, es importante motivar a los estudiantes,
generando consciencia sobre las consecuencias ne-
gativas que acarrean los hábitos no saludables (9) y
así, generar que se involucren y tengan mayor inte-
rés en la formación de hábitos más saludables.
Cabe resaltar que la práctica de hábitos salu-
dables influye de manera significativa y positiva
en el cuerpo. No solo en la parte externa, sino que
tener hábitos alimenticios saludables genera una
respuesta inmune más eficaz (10); es capaz de in-
fluir en la microbiota gastrointestinal; en mejorar
el riesgo de mortalidad y de cáncer (11); y mante-
ner una actividad física constante aumenta el gasto
cardiaco y VO2 (12). Además, la práctica de buenos
hábitos de sueño produce la regulación del sistema
inmune en cuanto a la producción de citocinas pro-
inflamatorias y la distribución celular (13).
Los anteriores son algunos ejemplos de cam-
bios fisiológicos positivos que se ven reflejados en
la práctica de estos comportamientos, y que com-
ponen una serie de cambios que, a largo plazo, son
benéficos para la homeóstasis corporal. Por últi-
mo, un nuevo concepto se ha implementado para
la prevención de enfermedades y el manejo de en-
fermedades crónicas: la medicina de estilo de vida
saludable (hlm), que se basa en generar compor-
tamientos saludables, reconociendo la adherencia
que las personas deben tener a las recomendacio-
nes médicas. Este concepto se aplica por medio del
modelo transteórico (ttm) para cambiar compor-
tamientos a unos más saludables (14).
121

Manifestaciones del
ejercicio desde lo recóndito
del espacio intravascular
Mantener un estilo de vida saludable implica esta-
blecer un equilibrio entre múltiples componentes
intrínsecos en el ser humano. Dentro de ellos se
encuentra la actividad física que, al establecerla
como hábito, mejora la salud, por lo cual es un fac-
tor determinante para reconocer los cambios a ni-
vel corporal, generados por la implementación del
ejercicio al estilo de vida, no solamente de forma
inmediata y a corto plazo, sino a largo plazo.
Como cualquier tejido fisiológico, la sangre no
proporciona la misma respuesta en todos los ejer-
cicios, que está determinada por la intensidad,
duración y tipo de actividad física realizada. Todo
con la finalidad de suministrar la energía necesaria
para que los tejidos sean eficientes, estableciendo
un estímulo fisiológico para liberar células san-
guíneas, a través de la médula ósea, por lo que se
alteran las líneas celulares de la sangre (15). Varias
observaciones han demostrado que el ejercicio po-
dría cambiar la composición de la sangre; el ejer-
cicio agudo aumenta la concentración sanguínea
y la resistencia vascular, mientras que el suminis-
tro de oxígeno en los tejidos aumenta durante la
recuperación, después del ejercicio, porque grandes
cantidades de agua intracelular regresan al espacio
intravascular, lo cual reduce todos los factores he-
matológicos y la concentración sanguínea (16).
Cambios hematológicos
inesperados: paradoja de la
línea roja
Las alteraciones sanguíneas son algunos de los
cambios más llamativos, al implementar el ejerci-
cio como estilo de vida. Por un lado, en la línea roja
suceden diversos fenómenos en dos diferentes mo-
mentos. En primer lugar, al realizar ejercicio por
primera vez, se nota una deshidratación que con-
lleva a hemoconcentración; junto con disminución
del volumen sanguíneo y el volumen plasmático.
Cabe resaltar que estos son cambios inmediatos,
122 L. D. Ríos Hernández ■ S. Torres Trujillo ■ M. J. Castillo Torres ■ S. A. Camacho Forero ■ S. Rodriguez
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
pero a mayor frecuencia de la actividad física, estos
cambios desaparecen. El aumento de la deman-
da de oxígeno aparece cuando el flujo sanguíneo
muscular aumenta y, asimismo, el aumento de 2,3
difosfoglicerato (2-3 dpg) favorece el desplaza-
miento a la derecha de la curva de disociación de la
hemoglobina, haciendo más fácil la entrega de oxí-
geno (O2) a los tejidos (17, 18).
En segundo lugar, se ha comprobado que el por-
centaje de hematocrito es menor en los atletas que
en personas sedentarias y se considera un tipo de
anemia de los deportistas. Sin embargo, estudios
demuestran que, luego de realizar ejercicio anae-
róbico moderado, el hematocrito y la hemoglobina
tienden a aumentar y a las 24 horas, tienden a dis-
minuir (19). No obstante, se debe tener en cuenta
que estos parámetros cambian, según la intensidad
del ejercicio, dado que se ven afectados por factores
como sudoración, acumulación de metabolitos ac-
tivos o aumento de la presión hidrostática (18).
Por otra parte, se ha descubierto que el ejercicio
físico aumenta la hemoglobina plasmática, por una
lisis de glóbulos rojos que, junto con la elevación
del volumen total de glóbulos rojos, hace del ejerci-
cio un estimulante para la eritropoyesis. Esta idea
es reforzada por la elevación de un marcador adi-
cional que corresponde a los reticulocitos. Sin em-
bargo, estos cambios son lentos, debido a las tasas
lentas de eritropoyesis y cuanto más intensa es la
actividad física el entrenamiento atenúa este efecto
(18). Cabe resaltar, que el proceso de envejecimien-
to de los glóbulos rojos mantiene la homeóstasis
en momentos de estrés inducido por el ejercicio de
intensidad moderada, dado por un envejecimien-
to acelerado y la posterior eliminación de glóbulos
rojos más viejos y vulnerables (20), que se relaciona
con la disminución de la línea roja posterior a la
respuesta de eritropoyesis del ejercicio.
De acuerdo con lo mencionado, en un estudio
realizado para la medición de niveles de hemog-
lobina relacionados con la actividad física en es-
tudiantes universitarios, aplicando el Ipaq, se
encontró que aquellos que realizan una actividad
moderada presentan concentración de hemoglobi-
na más baja y significativamente más baja que los
estudiantes con poca actividad física. Por lo que
plantearon la hipótesis de que, a pesar de verse
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
un aumento en el volumen de glóbulos rojos,
secundario al ejercicio, el aumento de la hemoglo-
bina no se evidencia, porque se ve opacado por el
aumento del volumen plasmático, el cual excede al
de las células rojas, produciendo, a su vez, la reduc-
ción del hematocrito, causando esa pseudo anemia
mencionada. De esa manera, se da una correlación
inversa entre el hematocrito y el estado de entrena-
miento (21).
Se ha planteado, que el efecto del ejercicio regula
la hematología de forma diferente y, por tanto, esas
diferencias dependen de la intensidad, duración y
frecuencia del ejercicio, así como de las condicio-
nes físicas y fisiológicas, además, en algunos casos
cambios no se observan cambios significativos
en el recuento de las tres líneas celulares (22). No
obstante, otros estudios han evidenciado que indi-
viduos entrenados que tienen tiempos de ejercicio
más largos y, a su vez, mayor consumo de oxígeno
frente a los individuos no entrenados evidenciaron
aumentos significativos en los niveles de hemoglo-
bina, hematocrito y plaquetas, independientemen-
te del sexo y los niveles de condición física (23).
El ejercicio como factor
inmunomodulador y
protector
Por otro lado, en la línea blanca ocurren diferentes
fenómenos importantes para el estrés físico duran-
te el ejercicio moderado de menos de una hora. Se
ha encontrado movilización de células NK y linfo-
citos T CD8+; producción mayor de IL-6 que ac-
tuaría como efecto antiinflamatorio, y tendría un
papel importante durante la demanda de ejercicio
en el metabolismo de la glucosa y los lípidos (24).
Además, otros estudios han encontrado que en el
músculo esquelético hay una relación estrecha en
el aumento de los niveles del transportador glut4,
en la membrana de células blancas, específicamen-
te monocitos y linfocitos, como respuesta a la nece-
sidad de generar atp durante el ejercicio (25).
Se ha encontrado una afectación en la línea
blanca, por linfopenia, en diferentes deportistas
como un mecanismo de adaptación y no como
una patología subyacente, que contribuye de forma
Hábitos saludables, más allá de lo perceptible: cambios en las líneas celulares, resultado de hábitos de sueño y actividad
física
indirecta al rendimiento de los atletas, consecuen-
cia de influencias antiinflamatorias que también se
observan en poblaciones que realizan ejercicio y
no son de élite, posiblemente secundario a apopto-
sis de linfocitos, inducida por la misma actividad.
Adicionalmente, se ha encontrado que, cuanto más
aeróbico es el deporte, menor es el recuento de
las células blancas, especialmente los neutrófilos,
linfocitos y monocitos (26). Además, se ha encon-
trado una asociación entre el recuento de glóbu-
los blancos y el sedentarismo, de manera que una
menor actividad física se correlaciona con mayo-
res niveles de leucocitos que contribuyen al riesgo
de desarrollo de enfermedades, con lo cual se de-
muestra que el ejercicio ayuda a modular el entor-
no inflamatorio, al alterar la composición celular
en la sangre periférica (27, 28).
En otros estudios, se ha encontrado que des-
pués del ejercicio se genera una promoción de
la actividad inmunológica, mejorada pero tran-
sitoria, dada no solo por el recuento de glóbulos
blancos sino también en términos de citoquinas y
reactantes de fase aguda. Sin embargo, cuando se
repite de forma regular, la actividad física confie-
re beneficios para la salud, dados por una menor
incidencia de enfermedades y una menor infla-
mación sistémica, lo cual está determinado por
una reducción en el recuento de los biomarcado-
res de la inflamación, que incluyen el recuento de
glóbulos blancos encontrado en individuos que
tiene aptitudes físicas y realizan alta actividad
física (24, 29).
Asimismo, se ha visto que el ejercicio mode-
rado regular se asocia con menor incidencia de
infecciones, en comparación con un estado com-
pletamente sedentario, lo que puede evidenciarse
con una reducción de 29 % en el riesgo de contraer
una infección de tracto respiratorio inferior al rea-
lizar de forma regular dos horas de ejercicio mode-
rado al día, en comparación con un estilo de vida
sedentario; hecho demostrado en otros estudios,
con la promoción de un entorno antiinflamatorio
o una atenuación de la respuesta aguda al ejercicio,
con el desarrollo de una actividad física regular y
prolongada; a diferencia de la realización de ejerci-
cio de forma aguda, que genera una respuesta pro-
inflamatoria inmediata (31).
123

También se ha evidenciado asociación entre el
ejercicio y el desarrollo de infecciones del tracto
respiratorio superior (itrs), que se ha ilustrado en
la relación de la curva J entre ejercicio y las itrs,
en la que se denota una reducción del riesgo de
estas infecciones, típicamente entre el 40-50 % con
el ejercicio moderado lo que refuerza las pautas de
realizar actividad física regular, reducción eviden-
te frente a las personas sedentarias, que contrasta
con el aumento del riesgo de enfermedad asocia-
do con el ejercicio prolongado e intensivo como
se observa en el modelo de curva en J (figura 1), a
excepción de los atletas de élite (24).
Figura 1. Modelo de curva en J de la relación entre la
carga de trabajo del ejercicio y el riesgo de infección del
tracto respiratorio superior (itrs).
Fuente: Nieman DC y Wentz LM. J Sport Health Sci. 2019; 8(3):201-217.
Además, se ha evidenciado que la actividad
física voluntaria protege contra la enfermedad
cardiovascular (ecv), a través de la reducción he-
matopoyética crónica de leucocitos inflamato-
rios, dado por la disminución de la señalización
de leptina al nicho estromal hematopoyético de
la médula ósea. A diferencia del comportamiento
sedentario, en el que se genera un aumento de la
leptina y, en consecuencia, de la hematopoyesis,
lo cual se ha convertido en un factor de riesgo de
ecv y, muy posiblemente, de otras enfermedades
con componentes inflamatorios (32). Por tanto, el
hábito del ejercicio conlleva a un proceso de adap-
tación, a diferencia de la inactividad física que se ha
124 L. D. Ríos Hernández ■ S. Torres Trujillo ■ M. J. Castillo Torres ■ S. A. Camacho Forero ■ S. Rodriguez
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
relacionado con un aumento del riesgo de diabetes
mellitus tipo 2, enfermedad cardiovascular, en-
fermedad pulmonar obstructiva, cáncer de colon y
mamá, demencia y depresión, consecuencia de la ac-
tivación de una red de vías inflamatorias (33).
Adicionalmente, se han planteado diferentes
estudios que comparan las variaciones de los pará-
metros hematológicos en personas que realizan baja
actividad física o son sedentarios, con respecto a los
que desarrollan una actividad física moderada o
vigorosa; y se encuentran variaciones tanto en la
línea roja como en la línea blanca, que incluían un
alto nivel de concentración de subtipos de glóbulos
rojos y un bajo nivel de concentración de subtipos
de glóbulos blancos en los atletas, en comparación
con sus pares sedentarios (34).
Estos son resultados similares a los encontrados
en otros estudios, donde un mayor tiempo de seden-
tarismo estaba relacionado con recuento más alto de
glóbulos blancos (27). Así como un menor compo-
nente inflamatorio en cuanto a concentraciones de
C3, IL-6 y glóbulos blancos en personas que realizan
actividad física a diferencia de las personas sedenta-
rias; así como un menor número de células T ago-
tadas/senescentes, lo cual demuestra que el ejercicio
habitual es capaz de regular el sistema inmunológi-
co y retrasar el inicio de la inmunosenescencia, es
decir, retarda la disminución en el funcionamiento
normal del sistema inmunológico (35, 36).
De acuerdo con lo anterior, el ejercicio conduce
a una respuesta inflamatoria robusta, caracterizada
principalmente por la movilización de leucocitos y
aumento en mediadores inflamatorios circulantes,
producidos por las células inmunes y directamen-
te por el tejido muscular activo. Estas se requieren
para que se produzca el proceso de reparación, y
pueden ser vitales para la respuesta adaptativa, a
largo plazo, colaborando con su posterior regula-
ción, a diferencia de las personas sedentarias, dado
que el entrenamiento regular puede considerarse
una terapia antiinflamatoria de larga duración, una
vez se resuelven las acciones inflamatorias agudas.
Así el ejercicio de intensidad moderada mejo-
ra la función inmunológica, por encima de los ni-
veles sedentarios (37). Sin embargo, las cantidades
excesivas de ejercicio prolongado y de alta inten-
sidad pueden afectar la función inmunológica,
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

al provocar una ventana abierta de inmunodepre- de citocinas proinflamatorias, tales como IL-6, Il.1
sión durante la recuperación del ejercicio y, si no y tnf, lo cual eleva la defensa inmunológica me-
se produce una recuperación suficiente, se puede diante el incremento de la memoria inmunológica
aumentar el riesgo de enfermedad. En resumen, el y las funciones proinflamatorias.
efecto protector del ejercicio contra las enferme- También se ha encontrado aumento en el factor
dades crónicas asociadas a la inflamación puede nuclear KB y en la familia de las proteínas stat,
atribuirse, hasta cierto punto, a un efecto antiin- además de un aumento en mrna que codifica cito-
flamatorio del ejercicio moderado regular (38, 33). quinas proinflamatorias (13).
Es importante, además, mencionar que las cito-
cinas, aunque se conocen por su papel en el siste-
Sueño: un poco más allá del ma inmune, sus receptores se encuentran también
descanso en células del sistema nervioso central, allí tienen
la función de participar con circuitos cerebrales
Dentro de los estilos de vida saludable, podemos
y sistemas de neurotransmisores como el gaba,
hablar de otro factor importante: la higiene del
también involucrados en el control del ciclo de
sueño. Es necesario mencionar que en varios estu-
vigilia-sueño. La literatura cuenta con varios es-
dios se ha podido comprobar que las operaciones
tudios orientados a dilucidar la relación entre las
inmunes-neuroendocrinas-térmicas del cuerpo
variables mencionadas.
están íntimamente ligadas al ciclo circadiano ce-
Inicialmente, Kapsimaslis et al. explican la par-
rebral. Lo que nos lleva a enlazar los hábitos de
ticipación de las citoquinas como IL-1 y fnt en la
sueño con variaciones importantes, principalmen-
regulación de los procesos fisiológicos del sueño,
te en indicadores de la línea blanca, incluyendo
en ausencia de inflamación, mediante experimen-
mononucleares, polimorfonucleares, producción
tos en ratones a los que se administraron inhibido-
de citocinas y tiempo de maduración de las líneas.
res de los receptores de la sustancia mencionada,
Este hecho se ha demostrado incluso al impulsar la
llevando a una reducción del sueño no rem espon-
respuesta del sistema inmune mediante un agente
táneo. Este mismo efecto, pudo documentarse en
microbiano, solo con la deprivación de sueño (43).
humanos de forma dependiente de la dosis, en tan-
Es importante mencionar esta relación, debido a
to a bajas dosis de IL-1 y tnf-a el sueño no rem
que, en épocas recientes, se ha documentado una
aumenta y, en altas dosis, disminuye. Adicional-
disminución en las horas de sueño y un incremen-
mente, las citocinas antiinflamatorias como IL-3,
to de las horas de trabajo (39).
IL-10 e IL-13 lo inhiben (44). Por esto, en el sueño
Lo primero que es necesario analizar es el im-
nocturno, los niveles de producción de la IL-10 se
pacto del sueño (ciclo circadiano) en las funciones
ven suprimidos, por lo que sus picos son alcanza-
principales del sistema inmune, que derivan en
dos en la vigilia (41).
variaciones importantes de este. Durante el sue-
Hay que mencionar, además, el papel de las
ño, podemos ver un restablecimiento de energía,
citocinas proinflamatorias como IL-2, IL.6, IL-
con liberación subsecuente de radicales libres y
12 e inf-γ que se encuentran en su punto máxi-
redistribución celular con aumento y activación de
mo durante el sueño nocturno (41). En el caso del
los linfocitos T en nódulos linfáticos (40, 41). Sin
tnf-a y la IL-12, su producción es completamente
embargo, hasta la actualidad no se ha dilucidado
dependiente del sueño, aumentando en este perio-
completamente el mecanismo en el que el sueño
do la creación de monocitos y células dendríticas.
impacta sobre el sistema inmune. Sin embargo,
Esto, junto a la proliferación de las células T en los
se ha establecido que existen tres procesos ligados
nódulos linfáticos, estimulada también durante el
directamente en función de esta regulación: la vi-
tiempo de descanso nocturno, facilita la fase de
gilia, el sueño rem y el no rem (42). Algunos estu-
consolidación en la que se da una transferencia del
dios demuestran que la privación total del sueño
antígeno entre la célula presentadora de antígeno y
en ambientes controlados aumenta la producción
la célula T (41).

Hábitos saludables, más allá de lo perceptible: cambios en las líneas celulares, resultado de hábitos de sueño y actividad

física 125

Con respecto a los receptores presentes en el
sistema nervioso central, su localización anatómi-
ca precisa es en el área preóptica hipotalámica y en
la zona basal del cerebro anterior, allí la IL-1 pro-
duce una disminución en la tasa de descarga de
las neuronas encargadas de la vigilia, y disminu-
ye las descargas de las encargadas del sueño. Esta
función es realizada gracias a mediadores como
gnrh, crh y el óxido nítrico (figura 2). Estos
Figura 2. Modelo de regulación de sueño no rem mediante citocinas.
Fuente: Kapsimalis F et al. Curr Opin Pulm Med. 2005; 11(6):481-4.
Considerando las hipótesis planteadas con res-
pecto a la regulación del sistema inmune por el
ciclo de vigilia-sueño, varios autores han llevado
a cabo estudios en humanos que sustentan estas
afirmaciones. Inicialmente Palmblad y colabora-
dores realizaron un experimento con doce sujetos
entre los 19 y los 30 años, con buena adecuación
física y mental. En el estudio, se puso a esta po-
blación a privación del sueño por 42 horas y se
analizaron parámetros hematológicos del sistema
inmune. Los resultados revelaron disminución de
la síntesis sanguínea de linfocitos, debido a una
baja síntesis de fitohemaglutinina, que retornó a la
normalidad al cabo de cinco días.
Adicionalmente, se llegó a la conclusión que
la deprivación del sueño lleva a una reducción de
126 L. D. Ríos Hernández ■ S. Torres Trujillo ■ M. J. Castillo Torres ■ S. A. Camacho Forero ■ S. Rodriguez
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
mediadores aumentan en presencia de citocinas
proinflamatorias, incrementando el sueño no rem.
Cada vez se descubren más sustancias implicadas
en esta regulación, aunque el mecanismo no está
completamente dilucidado, como es el caso de la
grelina (44) y la prolactina que, junto con los nive-
les de cortisol y catecolaminas, se encargan de una
posible regulación de las citoquinas en el sueño
nocturno (41).
la función en linfocitos y granulocitos (45); la dis-
minución en la fagocitosis mediada por granulo-
citos durante una vigilia extensa no solo puede
restablecerse al recuperar el patrón de sueño nor-
mal, sino que puede potenciarse (46). Paralela-
mente, Moldofsky y colaboradores realizaron un
experimento similar, en el que expusieron a diez
sujetos a una deprivación de sueño de 40 horas, con
un control previo de cinco días con un ciclo vigi-
la-sueño regular. Entonces, analizaron parámetros
sanguíneos que pudieran dar cuenta de la actividad
del sistema inmune bajo ambas condiciones.
En ese estudio se evaluó, en primer lugar, la ac-
tividad mitogénica, que estuvo siempre elevada
durante las etapas de sueño nocturnas, en compa-
ración con los niveles del día; y durante la vigilia
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
extensa, los picos se alcanzaron de forma tardía.
Las interleucinas 1 y 2, por otro lado, alcanzaron
sus picos máximos durante el periodo de depriva-
ción del sueño, lo que indicaría una inducción a
un estado proinflamatorio en estas condiciones,
puesto que los valores control en un ciclo de sueño
normal son menores (47).
Continuando con los resultados del estudio
anterior, las nk demostraron un aumento de su
actividad antes del sueño, y una caída precipitada
subsiguiente en las primeras fases de este, al igual
que durante el periodo de deprivación. Esto no es
consistente con los resultados del estudio de la ac-
tividad linfocítica y granulocítica durante la pri-
vación del sueño, ni con la literatura al respecto,
puesto que el sueño se considera un estado en el
que aumenta la proliferación celular. No obstante,
se explica que los resultados pueden deberse a la
migración de las nk durante este periodo a diferen-
tes tejidos para vigilancia y lisis de células patóge-
nas (45, 47, 48).
En un estudio realizado por Dinges en 1994,
que evalúa parámetros sanguíneos en 64 horas de
privación no continua del sueño, se muestra que el
conteo de la línea blanca aumenta a medida que pa-
san los días. Principalmente, se hay incremento en
el número de granulocitos y monocitos; mientras
que la actividad de la nk también se ve aumentada.
De manera contraria, se encontró disminución en
el número de linfocitos CD4, aunque no se consi-
deró significativa.
Lo anterior evidencia que la falta aguda de
sueño lleva a una leucocitosis fisiológica, sin im-
portar la raza o el género que puede revertirse al
restablecer el ciclo sueño-vigilia normal (49, 50).
Esta leucocitosis indica que una perturbación
persistente en el ciclo de sueño puede llevar a un
daño potencial en el hospedador, como lo com-
prueba un metaanálisis de 50 000 adultos, donde
se evidencia que esta perturbación aumenta los
niveles de proteína C reactiva e IL 6. De manera
concomitante, cuando se trata el insomnio se ve
disminución en estos parámetros, tanto así que se
compara el poder antiinflamatorio del tratamien-
to del insomnio con el que tiene una dieta balan-
ceada y el ejercicio (43).
Hábitos saludables, más allá de lo perceptible: cambios en las líneas celulares, resultado de hábitos de sueño y actividad
física
Conclusiones
La práctica insuficiente de hábitos de sueño salu-
dable y ejercicio físico, en los estudiantes de me-
dicina, representa una problemática educativa
actual. En búsqueda de una estrategia de preven-
ción, esto ha originado planteamientos que propo-
nen y se orientan hacia una correcta educación en
la etapa de la adolescencia, acerca de la importan-
cia de mantener hábitos saludables para promo-
ver una mejor calidad de vida y las consecuencias
para el organismo en caso de implementarlas y
practicarlas.
Practicar ejercicio de intensidad moderada es
importante en los procesos antiinflamatorios, de-
bido a una disminución de movilización de glóbu-
los blancos. Este efecto se logra al iniciar respuesta
inflamatoria exacerbada, con aumento de media-
dores inflamatorios para generar una adaptación a
largo plazo del ejercicio.
Es importante resaltar que, en personas seden-
tarias, la baja actividad física puede generar alta
movilización de glóbulos blancos, junto a niveles
altos de mediadores inflamatorios, proceso que no
es regulado, a diferencia de personas que realiza-
ban ejercicio, lo cual aumenta el riesgo de desarro-
llar enfermedades.
El ejercicio condiciona cambios en la línea roja
en relación con la intensidad y el tiempo. Pues se
observa un aumento posterior a la actividad mo-
derada, seguido de una disminución de estos pa-
rámetros a las 24 horas, hecho descrito como una
correlación inversa con el estado de entrenamiento
a largo plazo.
La función del ciclo circadiano sobre distintos
procesos del sistema inmune abarca una gran can-
tidad de mecanismos, tales como alteraciones en la
liberación de linfocitos T, en los nódulos linfáticos,
la producción de citoquinas proinflamatorias y la
memoria inmunológica, que modifican la prolife-
ración de monocitos, células dendríticas y linfoci-
tos T, lo que implica cambios en la manera que el
organismo reacciona ante una infección.
El impacto de las citocinas, además de los des-
critos sobre el sistema inmune, abarca también
efectos sobre el sistema nervioso central, donde
127

participan en circuitos neuronales y sistemas de
neurotransmisión, responsables de controlar el ci-
clo vigilia-sueño, por lo que una inhibición de los
receptores nerviosos de citocinas produce una re-
ducción del sueño no rem espontáneo.
Establecer estilos de vida saludable en la pobla-
ción estudiantil del área de medicina puede generar
cambios fisiológicos positivos, como una respuesta
inmune regulada y eficaz, así como una actividad
cardiovascular óptima, los cuales en conjunto son
medios que, a largo plazo, favorecen la homeósta-
sis corporal y, en consecuencia, un estado de salud
y funcionalidad adecuados que permitan mejorar
el rendimiento académico, disminuir el cansancio
diurno, regular conductas emocionales, establecer
relaciones interpersonales saludables e instaurar
hábitos que perduren.
Conflicto de intereses
Los autores manifiestan que no existen conflictos
de interés en la publicación de los resultados del
estudio.
Agradecimientos
El presente artículo es un producto del proyec-
to picmed3393, financiado por la vicerrectoría de
investigaciones de la Universidad Militar Nueva
Granada.
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 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 131 - 146

Políticas de prevención del embarazo

adolescente y sus diferentes enfoques en
Perú, Chile y Colombia
Anggie Aldanaa ■ Juliana Bohórqueza ■ Eliana Gómeza ■ Laura Hernándeza ■
Mario Jovena ■ Ana Romeroa ■ Esteban Salazara ■ Daniela Sierraa ■ Shadya
Uribea ■ Liley Velasqueza ■ Sandra Sierrab

Resumen: el artículo tiene el objetivo de dar a conocer las diferentes estrategias y políticas públicas
para la prevención del embarazo adolescente, en países como Colombia, Chile y Perú. Para ello,
se realizó una revisión bibliográfica, de publicaciones de 2010-2020, con ayuda de bases de datos
digitales como ClinicalKey, PubMed y ScienceDirect, así como la revisión de guías dadas por los
Ministerios de Salud y Educación de los diferentes países. Se evidenció que las políticas y estrate-
gias enfocadas al embarazo adolescente se consideran un esfuerzo por los Gobiernos para actuar
a partir de la prevención, las cuales tienen como pilar fundamental la educación. Sin embargo, se
evidencia que múltiples factores de riesgo afectan la presentación del evento, por lo que es impor-
tante un enfoque multidimensional, en el ámbito psicosocial, con el que, posiblemente, se llegará a
mejores resultados mediante la implementación de estas herramientas.

Palabras clave: educación sexual; embarazo adolescente; estrategias; sexualidad; salud pública

a Estudiantes de Medicina de la Facultad de Medicina Universidad Militar Nueva Granada.

b Docente área de Medicina Social, Facultad de Medicina, Universidad Militar Nueva Granada.
* Correo electrónico: est.anggie.aldana@unimilitar.edu.co. Facultad de Medicina,
Universidad Militar Nueva Granada, Transversal 3, No. 49-00, Bogotá, Colombia.

131
 Teen pregnancy prevention policies and their different
approaches in Peru, Chile and Colombia
Abstract: the article has the purpose of exposing the different strategies and public policies for the
prevention of adolescent pregnancy, in countries such as Colombia, Chile and Peru. In this vein, a
bibliographic review of publications from 2010-2020 was carried out, with the help of digital databa-
ses such as ClinicalKey, PubMed and ScienceDirect, as well as the review of guidelines given by the
Ministries of Health and Education of the different countries. It was evidenced that the policies and
strategies focused on adolescent pregnancy are considered an effort by the Governments to act ba-
sed on prevention, which have education as a fundamental pillar. However, it is evident that multiple
risk factors affect the presentation of the event, so a multidimensional approach is important, in the
psychosocial field, with which, possibly, better results will be achieved through the implementation
of these tools.

Keywords: sex education; teen pregnancy; strategies; sexuality; public health

132
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
El embarazo adolescente es definido por la Orga-
nización Mundial de la Salud (oms) como el que
se produce entre el comienzo de la edad fértil y
el final de la etapa adolescente de la mujer —has-
ta los 19 años (1). Este fenómeno se ha convertido
en una problemática que obstaculiza el desarro-
llo de América Latina, por su implicación en una
gran variedad de aspectos socioeconómicos y cul-
turales, dentro de los que podemos encontrar la
deserción escolar. Según datos del Instituto Co-
lombiano de Bienestar Familiar (icbf) para 2019,
nueve de cada diez niñas que quedaron en emba-
razo abandonaron sus estudios; por lo que ingre-
saron a trabajos informales y mal remunerados, lo
cual aumenta el maltrato infantil; los problemas
asociados a ser madre soltera; la explotación se-
xual infantil y la inasistencia paterna, todos ellos
factores contribuyentes a una mayor prevalencia
de pobreza en la mujer (2).
El embarazo adolescente, además, representa
mayor riesgo de mortalidad y morbilidad, tanto
para la madre como para el hijo. Los niños presen-
tan trastornos adaptativos, producto de conflictos
que van desde lo biológico a lo social. La relación
madre-hijo, como principal fuente de atención de
sus necesidades, es un factor decisivo, entre otros
factores ambientales que pueden afectar el proceso
de desarrollo cerebral del recién nacido (3, 4).
Con respecto a la madre, existe mayor riesgo de
desproporción cefalopélvica, anemia, control pre-
natal tardío, daño de órganos reproductivos, ato-
nía uterina y hemorragia (5). En relación con los
recién nacidos, hay evidencia de mayor riesgo de
insuficiencia respiratoria, sepsis neonatal (6), bajo
peso al nacer e incremento de casos de restricción
de crecimiento intrauterino (7).
En Colombia, según el Departamento Admi-
nistrativo Nacional de Estadísticas (Dane), desde
2008 hasta 2014, el 23,4 % de los recién nacidos
es hijo de madres con edades entre los 10 y los 19
años. De ellos, el 4,1 % corresponde a madres en-
tre los 10 y 14 años. Para 2015, el porcentaje de
adolescentes entre 15 y 19 años que han tenido
un hijo o hija es de 13,6 % en mujeres, y de 1,5 %
en los hombres. En el periodo de 2005 a 2010, la
Políticas de prevención del embarazo adolescente y sus diferentes enfoques en Perú, Chile y Colombia
razón de mortalidad materna acumulada en mu-
jeres menores de 15 años fue de 90,71 muertes
por 100 000 nacidos vivos, comparada con la de
la población general de 68,38 muertes por 100 000
nacidos vivos (8).
Al igual que en otros países de Latinoamérica,
el embarazo y la maternidad adolescente predomi-
nan en los estratos socioeconómicos más pobres; y
su aparición se ve influenciada por determinantes
intermedios de tipo sociocultural, ambiental, ca-
racterísticas del núcleo familiar y una historia de
gestación adolescente, contemplando además de-
terminantes individuales como el nivel educativo,
el escaso acceso a planificación familiar, las creen-
cias religiosas, la expectativa de pareja y el número
de hijos (9).
En países como Chile, el embarazo adolescente
ha tenido gran impacto en la salud pública, por lo
que se considera una problemática multidimensio-
nal, con alto impacto psicosocial.
Aunque se muestra una disminución a través
de los años de este evento, sigue presentándose un
gran número de casos. Se ha intentado solucionar
este problema de salud pública, a través de diferen-
tes políticas y estrategias, principalmente enfoca-
das hacia la atención y acceso a las redes del sistema
de salud nacional. Es determinante abordar esta
problemática, debido a que es un indicador directo
de deserción escolar y aumento de la tasa de mor-
talidad infantil, e indirecto de perpetuación de la
pobreza, desigualdad e inequidad social (10).
El embarazo adolescente ha tenido una dis-
minución considerable desde 1990 a 2017, repre-
sentada por un descenso de la tasa de fecundidad
(número total de nacimientos sobre población fe-
menina en edad fértil, por 1000) entre los 15 a 19
años de 23,5 a 11,9, respectivamente (11).
Este evento se presenta, principalmente, en
población en situación de riesgo, asociada con po-
breza. Esto apoyado por el artículo “Embarazo
adolescente en Chile. Una mirada a la desigualdad
sociodemográfica comunal”, el cual concluye que
existe una relación entre las características socioe-
conómicas y del sistema de salud, con una tendencia
al embarazo adolescente en población con desigual-
dad de oportunidades, lo que perpetúa la transmi-
sión intergeneracional de pobreza (12).
133

En Perú, uno de los aspectos menos priorizados
dentro del establecimiento de políticas de salud
pública corresponde a las necesidades y derechos
de la población infantil, adolescente y juvenil. En
muchas ocasiones, los individuos dentro de estas
poblaciones desconocen sus derechos al ejercicio
libre, informado y responsable de su sexualidad; lo
que conlleva a situaciones complejas, cuyo desen-
cadenante es el inminente impacto en salud pública
del embarazo adolescente en ese país (9).
En la población peruana existen cerca de 7,5
millones de adolescentes, jóvenes entre 10 y los 24
años. Dentro de esta población, hay un promedio
de 12,6% de adolescentes entre 15 y 19 años que,
para 2018, estaban embarazadas o ya habían sido
madres por primera vez. Esta cifra aumenta a
41,7 % dentro de las adolescentes que solo habían
completado sus estudios de educación primaria.
Y con respecto a la tasa específica de fecundidad
para ese mismo año, se redujo en adolescentes de
79 nacimientos por cada 1000 mujeres en 1986, a
56 en 2018 (13).
La Organización de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)
plantea que la educación integral en salud sexual,
definida como “un enfoque culturalmente rele-
vante y apropiado para la edad del participante,
que enseña sobre el sexo y las relaciones inter-
personales, a través del uso de información cien-
tíficamente rigurosa, realista y sin prejuicios de
valor” (Unesco, 2009), indispensable para la salud
y el bienestar. Esta debe incluir una educación so-
bre derechos humanos, sexualidad, igualdad de
género, pubertad, relaciones sexuales y la salud
reproductiva. Ello repercute de forma positiva,
al permitir comportamientos sexuales más segu-
ros, sin acelerar por ello la actividad sexual.
La Unesco establece criterios internacionales
que se deben tener en cuenta para la educación se-
xual integral que se brinda a los jóvenes, con el fin
de disminuir la brecha existente entre el enfoque de
las estrategias en cada país. Este lineamiento esta-
blece que, para lograr una educación eficaz en se-
xualidad, debe realizarse según el grupo etario y de
forma progresiva, adaptándose a las necesidades y
capacidades de los niños y adolescentes. Es impor-
tante que el inicio de la educación sexual sea en la
A. Aldana ■ J. Bohórquez ■ E. Gómez ■ L. Hernández ■ M. Joven ■ A. Romero ■ E. Salazar ■ D. Sierra ■ S. Uribe ■
134
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
niñez, desarrollándose en la adolescencia y la adul-
tez, idealmente antes de que los jóvenes hayan teni-
do su primera experiencia sexual.
De esta forma, se constituye un programa de
educación integral en sexualidad para los grupos
entre los 05 a los 18 años o más, los cuales incluyen
proyectar una autoestima positiva, conductas y re-
laciones sanas durante su adolescencia, buscando
tener un impacto positivo en el largo plazo.
Conforme con ello, existen unos compromisos
regionales con la educación integral en sexualidad,
donde las diferentes regiones han demostrado una
actitud de liderazgo en el desarrollo y la implemen-
tación de la educación integral en sexualidad desde
la voluntad política hasta el desarrollo e inversión
en programas de educación. Así, en América La-
tina y el Caribe los ministros de educación y de
salud se comprometieron con la educación sexual,
al firmar la Declaración ministerial “Prevenir con
educación” (2008), por medio de la cual los gobier-
nos se comprometieron a integrar, implementar
y fortalecer estrategias multisectoriales de educa-
ción sexual y promover la salud sanitaria.
Estos lineamientos deben responder al con-
texto y necesidades de los jóvenes, incluyendo la
comprensión cultural de género, sexo y sexua-
lidad; adecuándose a las políticas y leyes de cada
país. Es primordial que se mantenga el principio
fundamental del derecho de los jóvenes a recibir
educación concisa e idónea sobre su cuerpo, las re-
laciones, la conducta y la salud sexuales. Ello hace
necesario que los países ejecuten reformas en las
políticas y leyes que se ajusten a las necesidades de
cada contexto y puedan contribuir sobre la salud y
el bienestar de los jóvenes (14).
Materiales y métodos
Para la redacción de este artículo de revisión, se
llevó a cabo una búsqueda bibliográfica de mate-
riales publicados entre 2010 y 2020, con ayuda de
bases de datos digitales como ClinicalKey, Pub-
Med y ScienceDirect. Asimismo, tuvo lugar la re-
visión de guías dadas por los Ministerios de Salud
y Educación de los diferentes países analizados. Se
encontró un total de 60 documentos, de los cuales
solo 27 cumplieron con los criterios de inclusión.
L. Velasquez ■ S. Sierra
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Criterios de exclusión
◾ Guías de países que no ubicados en Sudamérica.
◾ Población perteneciente a la “adolescencia tem-
prana”, recomendada por la Unesco.
◾ Países cuya lengua materna no sea el español.
◾ Guías sin políticas gubernamentales para la pre-
vención del embarazo adolescente.
Criterios de inclusión
◾ Recopilación de lineamientos de diferentes países
sudamericanos.
◾ Lineamientos de educación sexual que posean
políticas de prevención del embarazo adolescente.
◾ Población de estudio dentro de los rangos de eda-
des propuestos por la Unesco en su definición de
“adolescencia tardía”.
◾ Artículos publicados después de 2011.
Resultados
Colombia
En Colombia, el embarazo adolescente es un pro-
blema de salud pública que afecta directamente
el desarrollo del país. Por tanto, el Ministerio de
Educación Nacional, en la Resolución 3353 de 1993,
fundamentó el Proyecto Nacional de Educación Se-
xual, donde se la acogió dentro del plan de estudios.
En 2003, se integraron los sectores de salud y tra-
bajo por medio del Ministerio de Protección Social,
haciendo pública la política nacional de educación
sexual y reproductiva.
Dicha política menciona la importancia del
desarrollo de competencias en el ámbito de edu-
cación sexual, las cuales incluyen conocimientos
específicos de sexualidad como los derechos sexua-
les y reproductivos, métodos de anticoncepción e
información sobre enfermedades de transmisión
sexual (ets). Todo ello, con el fin de fomentar com-
petencias cognitivas, comunicativas y emocionales
que permiten conocer los sentimientos de otro in-
dividuo, ya sea del mismo o diferente género, am-
pliar la comunicación con la pareja que permita
negociar el momento de tener relaciones sexuales,
Políticas de prevención del embarazo adolescente y sus diferentes enfoques en Perú, Chile y Colombia
el uso de anticonceptivos y el número de hijos que
se desea tener (15).
Como consecuencia de esta política, para el pe-
ríodo 2015-2025, se planteó la estrategia de aten-
ción integral de niños, niñas y adolescentes, con
énfasis en prevención del embarazo en la infancia y
adolescencia. Dentro de esta estrategia se resaltan
cinco entornos significativos para intervenir, en
los que se encuentra la educación, y seis compo-
nentes que deben desarrollarse:
◾ Sexualidad e identidad. Cuerpo y sexualidad.
◾ Educación para la sexualidad a mi medida. Edu-
cación y formación.
◾ Promoción de la cultura, la recreación y el
deporte.
◾ Mi sexualidad, mi decisión.
◾ Participación y ciudadanía.
◾ Disfruto mi sexualidad con derechos. Salud y
bienestar.
◾ Mi vida con proyectos. Oportunidades e
iniciativas.
Los logros en el desarrollo integral de niñas,
niños y adolescentes, con los que cuenta estas es-
trategias, y en los que dividen a la población en
grupos etarios son:
1. “Niñas, niños y adolescentes construyen su iden-
tidad y su sexualidad de manera libre, autónoma
y responsable.”
2. “Niñas, niños y adolescentes participan e interac-
túan en procesos educativos que favorecen su de-
sarrollo integral, dentro de los que se encuentran
procesos de educación para la sexualidad desde
un enfoque integral.”
3. “Niñas, niños y adolescentes disfrutan y mantie-
nen un estado de salud y de nutrición adecuado.”
4. “Niñas, niños y adolescentes participan y expre-
san libremente sus sentimientos, ideas y opinio-
nes, e inciden en todos los asuntos que son de su
interés.”
5. “Niñas, niños y adolescentes disfrutan de opor-
tunidades de desarrollo cultural, deportivo y
recreativo para la construcción de sentido y la
consolidación de sus proyectos de vida.”
135

6. “Niñas, niños y adolescentes hacen parte y dis-
frutan de una familia y de redes de apoyo que les
acogen, favorecen su desarrollo y les reconocen
como [sus] agentes activos.”
7. “Niñas, niños y adolescentes realizan prácticas de
autoprotección y cuidado, a la vez que disfrutan
de entornos protectores y protegidos que garanti-
zan sus derechos y actúan frente a situaciones de
riesgo o vulneración.” (16)
Para el cumplimiento de estas políticas públicas,
el Estado cuenta con instituciones educativas que
desarrollan programas estructurados en las aulas
de clase, guiados por un docente u orientador. Sin
embargo, el estudio investigativo de Cárdenas en-
contró la ausencia del Estado en el proceso de acom-
pañamiento en la formación de los jóvenes, pues
limita su papel a la estructuración de las leyes, sin
verificar su implementación (17).
La escuela asume la responsabilidad en la
tríada de familia-escuela-Estado, donde es nece-
saria una participación conjunta en la formación
integral de los adolescentes. En este escenario, es
principal el papel de los medios de comunicación
en la educación sexual juvenil, donde las familias
omiten las responsabilidades de capacitación, de-
bido a factores sociales y económicos; el Estado
desvía la atención de sus acciones a la política,
más que a la educación (17).
En Colombia, la tasa de embarazo adolescente
se calcula con la Encuesta Nacional de Demografía
y Salud (ends). Con datos de madres con edades
entre los 10 y 19 años, se ha evidenciado una reduc-
ción del 11,5 % entre 2008 y 2014, con un promedio
anual de 1,9 % (16).
La tasa de fecundidad adolescente de 15 a 19
años ha disminuido de 84 por cada mil mujeres al
año en 2010, a 75 por cada mil mujeres en 2015. El
número de nacimientos totales también demostró
una tendencia hacia el descenso, ya que en 2000, se
registraron 752 834 nacimientos; en comparación
con 669 137 nacimientos en 2014. Adicionalmen-
te, para 2005, se registraron 6459 nacimientos en
niñas de 10-14 años; 154 569 nacimientos en ado-
lescentes de 15-19 años; en comparación con 6593
en nacimientos en niñas de 10-14 años; y 144 031
nacimientos en adolescentes de 15-19 años (16).
A. Aldana ■ J. Bohórquez ■ E. Gómez ■ L. Hernández ■ M. Joven ■ A. Romero ■ E. Salazar ■ D. Sierra ■ S. Uribe ■
136
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Se han presentado variaciones en la proporción
de adolescentes embarazadas desde 1990, que co-
rrespondía al 12,8% vs. 20,5% en el 2005, sin embar-
go, para el año 2010 se demostró una disminución
al 19,5% en el 2010 y a 17,4% en el 2015. Esta dismi-
nución fue más marcada en las adolescentes de 19
años, que pertenecían a estratos sociales altos, con
un nivel de educación superior y que habitaban en
zonas urbanas y con mayor desarrollo (16).
Adicionalmente, diversos estudios han demos-
trado la relevancia de otros factores que intervie-
nen en la implementación y el éxito de las políticas
públicas. Cárdenas encontró un sesgo en el enfo-
que, como obstáculo para la implementación de
programas educativos, pues se ignoran las nuevas
características de socialización y el contexto social
en los que se desarrolla el adolescente, en plurali-
dad de estilos de vida.
Para una intervención eficiente, se resalta la im-
portancia de la inclusión del debate y la reflexión
sobre la diversidad de formas de expresión, prác-
ticas, identidades y relaciones sexuales, afectivas y
amorosas existentes.
Tal es el caso de Tierra Alta, Córdoba, donde
la mayoría de la población es campesina, perso-
nas que han sufrido el impacto de la guerra que
los ha sometido a cambios sociales, producto de la
presencia de grupos armados y actividades econó-
micas de la región. Valencia y Solera puntualizan
similares dificultades de las instituciones educa-
tivas, para responder a las necesidades básicas de
aprendizaje para la sexualidad de jóvenes (18).
Este contexto sociocultural, al que varias re-
giones del país están sometidas, presenta difi-
cultades para un buen desarrollo de los derechos
sexuales y reproductivos. Las evidentes diferen-
cias de expresiones culturales, estratos sociales
y condiciones cognitivas en las aulas son vistas
como situaciones problemáticas, ya que implica
currículos personalizados y personal preparado
para trabajar múltiples contextos, lo cual requiere
mayor inversión de recursos.
Sin embargo, cabe resaltar estrategias como
“Adopta un huevo”, donde los adolescentes deben
responsabilizarse de adoptar y cuidar un huevo
un tiempo establecido, sin dejar de lado sus com-
promisos académicos y actividades sociales. Está
L. Velasquez ■ S. Sierra
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
diseñada para desarrollarse en cualquier espacio
educativo, con pocos recursos económicos; y pre-
senta resultados significativos. Otro estudio de la
efectividad de la aplicación de un módulo de edu-
cación sexual a estudiantes de tercer año de secun-
daria, realizado por Dueñas, encontró resultados
positivos, como un aumento del 6 al 94 % de estu-
diantes con un nivel de conocimientos altos, des-
pués de la intervención (19).
Los estudiantes también participan de estrate-
gias de formación en valores, charlas de construc-
ción grupal en temáticas sexuales, hábitos de vida
saludables, relaciones familiares, nuevos cambios
sociales, incluyendo y orientando a los familiares
de los participantes, para garantizar la construc-
ción y el fortalecimiento de sus proyectos de vida,
además de prevenir embarazos no deseados (17).
Chile
Al igual que otros países latinoamericanos, Chile
ha llevado a cabo cambios en materia de políticas
públicas. En torno a ellas, ha establecido una se-
rie de programas activos en salud y educación. En
2014, en el Consenso de Montevideo, se plantea la
necesidad de dar especial atención a adolescentes
por la alta incidencia en desigualdad como factor
de riesgo para el embarazo adolescente, conside-
rando (10) lo siguiente:
◾ “Eliminar las causas prevenibles de morbilidad y
mortalidad materna, incorporando en el conjun-
to de prestaciones integrales de los servicios de
salud sexual y salud reproductiva, medidas para
prevenir y evitar el aborto inseguro, que incluyan
la educación en salud sexual y salud reproductiva,
el acceso a métodos anticonceptivos modernos y
eficaces y el asesoramiento y atención integral
frente al embarazo no deseado y no aceptado; asi-
mismo, la atención integral después del aborto,
cuando se requiera, sobre la base de la estrategia
de reducción de riesgo y daños.” (20)
◾ “Diseñar estrategias intersectoriales dirigidas a
ayudar a las mujeres a prevenir el embarazo sub-
siguiente en la adolescencia, incluida la atención
prenatal, del parto y el posparto; el acceso a méto-
dos anticonceptivos, a las acciones de protección
y asistencia y a la justicia.” (20)
Políticas de prevención del embarazo adolescente y sus diferentes enfoques en Perú, Chile y Colombia
◾ “Dar prioridad a prevenir el embarazo en la ado-
lescencia y eliminar el aborto inseguro, mediante
la educación integral para la sexualidad, y el acceso
oportuno y confidencial a la información, asesora-
miento, tecnologías y servicios de calidad, incluida
la anticoncepción oral de emergencia sin receta y
los condones femeninos y masculinos.” (20)
En materia de salud, desde 2009, se implemen-
tó el programa “Espacios amigables para adoles-
centes” que busca responder a las necesidades y
contribuir al bienestar, atendiendo las demandas
en salud de población vulnerable de 10-19 años.
Esta se fusionó con el programa “Control del joven
sano”, que se actualizó en 2016 y cuyo objetivo es
establecer una red de servicios coordinados en ni-
veles de atención para abordar de forma integral
los requerimientos de esta población y así favore-
cer una vigilancia de alta calidad.
El programa de educación en sexualidad, afec-
tividad y de género en el sistema escolar, busca que
el rol académico tenga intervención en la formación
integral en la vida sexual en niños y adolescentes.
En 2010, se promulgó la Ley 20.418, que obliga
a los establecimientos educativos a implementar un
programa de educación sexual en nivel de enseñan-
za media, con el fin de abordar la temática de mane-
ra clara, veraz y sin sesgo, dependiendo de la etapa
del desarrollo en la cual se encuentre el menor. Esto
garantiza que él o ella se desarrollen integralmente,
favoreciendo la autoaceptación y el respeto por los
demás (20).
Como estrategia de sexualidad, también busca
tener un impacto en el embarazo adolescente no
planificado, sirviendo como generador de factores
protectores, a partir de esta premisa: “Una buena
formación en este tema debe ser explícito en cuan-
to a las situaciones y conductas de riesgo a las que
están expuestos los niños, niñas, adolescentes y
jóvenes”, haciendo que se adquiera conocimientos
que ayuden a reconocer y enfrentar adecuadamen-
te escenarios de riesgo (20).
En la política de niñez y adolescencia 2015-
2025, presentada en marzo de 2016, se enfatiza en
la problemática de salud sexual de niños y adoles-
centes, por lo cual se crea el programa “Buen vivir
de la sexualidad y la reproducción para jóvenes de
137

14-19 años”, que busca la formación en habilidades
para la vida a través de la información y promo-
ción de los derechos sexuales y reproductivos en
las mujeres a partir de los catorce años (21).
En Chile, la analista Andrea Huneeus Vergara
menciona dos factores que explican el descenso del
embarazo adolescente: (1) el impacto de la educa-
ción en el proyecto de vida y (2) evitar la actividad
sexual de riesgo, usando métodos de protección.
Sin embargo, la tasa de abortos clandestinos no es
totalmente conocida, por lo que no se determina
con exactitud su impacto e influencia (22).
Otro factor para considerar, según Henneus, es
como el embarazo en menores de 14 años va asocia-
do a violencia sexual, por lo que el uso de anticon-
ceptivo de emergencia en el contexto de violencia
sexual puede tener un efecto en la disminución de
los casos (22).
Ramiro Molina, ginecólogo y coordinador del
programa de educación sexual, agrega que “las po-
líticas de salud han tenido impacto, y están dando
frutos, porque, de hecho, los jóvenes han adelanta-
do el inicio de la actividad sexual y, aun así, se ha
retrasado la edad para ser padres, lo que quiere de-
cir que se está previniendo más el embarazo” (22).
El documento “primer informe salud sexual,
reproductiva y de derechos humanos en Chile” de
Claudia Dices y Constanza Fernández determina
que, para 2020, los adolescentes correspondían al
21 % de la población; de este, el 80 % refiere el uso
de prevención durante relaciones sexuales (con-
dón: 49 %, y pastillas anticonceptivas: 38 %), lo que
evidencia su mayor uso, al compararlo con estu-
dios similares de 2006. En cuanto a las razones
para su uso, se evidenció prevención del embarazo
en 30-81 %. Ajustando estas estadísticas, se cono-
ció que de la población que usa método anticon-
ceptivo, el 94 % era de estrato alto; y un 85 % de
estrato bajo (10).
En “Impacto de las políticas de educación en
salud sexual y reproductiva adolescente en el sur
de chile, período 2010-2017”, evidenció que, de los
51 establecimientos evaluados, el 43 % implementó
programas de educación sexual, 80 % contenidos
curriculares relacionados y, hasta en un 84 %, la
realización de iniciativas propias de sexualidad,
a partir de estas estrategias usadas disminuyó el
A. Aldana ■ J. Bohórquez ■ E. Gómez ■ L. Hernández ■ M. Joven ■ A. Romero ■ E. Salazar ■ D. Sierra ■ S. Uribe ■
138
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
embarazo adolescente; pero, a su vez, también el
uso de condón masculino (23).
En un estudio realizado sobre la perspectiva
de jóvenes de género masculino, en la atención en
consejería en los centros amigables, establecidos
como fundamentales para la educación integral
en salud de los jóvenes; se concluyó que existe la
percepción de ser enfocados principalmente para
el género femenino (24).
La mayoría de los adolescentes varones consi-
dera distantes a los servicios de salud de este tipo
y acuden solamente en emergencias, por lo que se
identifica una baja asistencia de esta población.
En 2020, el Ministerio de Desarrollo Social y Fa-
miliar, en su documento “Embarazo juvenil en Chi-
le: principales claves de su diagnóstico”, realizó una
encuesta a dieciséis adolescentes embarazadas, du-
rante y al finalizar la gestación. En el primer hallaz-
go, los embarazos no fueron planificados en ningún
caso; junto con esto, las encuestadas manifestaron
el deseo de continuar estudios y ser profesionales.
Ante este panorama se llega a la conclusión de que la
educación sexual es deficiente, ya que las participan-
tes le dieron poca relevancia. Esto podría explicar-
se por la fuerte relación entre la educación sexual y
la carga moral, que la hace ver como algo negativo
y no incentivando, a que la vivan de manera sana y
responsable junto con la importancia del autoco-
nocimiento, respeto, afectividad y placer. Otro evi-
denciado fue la falta de espacios de confianza, con
apoyos fundamentales para poder aclarar dudas
con respecto a la sexualidad (25).
Puede concluirse que Chile ha sido uno de los
países que mejores resultados ha tenido en cuanto
a la disminución del embarazo adolescente. Esto,
debido al abordaje que se viene haciendo en todos
los frentes que influyen en el fenómeno, mediante
políticas públicas con sus correspondientes pro-
gramas sociales. El primero de ellos es el aumento
significativo en el acceso a métodos de anticon-
cepción en instituciones públicas, mediante una
provisión de estos y su promoción, en especial la
anticoncepción de emergencia en la prevención de
embarazos no deseados. Otra estrategia exitosa ha
sido el establecimiento de centros amigables que
brindan consejería y capacitación a la población
adolescente.
L. Velasquez ■ S. Sierra
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Un factor clave ha sido el retraso en el inicio
de la actividad sexual, que disminuye el periodo de
riesgo de embarazo adolescente; así como el retra-
so en la unión de parejas establecidas que también
disminuye dicho periodo.
Perú
En Perú, diversos factores influyen sobre el aumen-
to de la incidencia del embarazo adolescente, se-
gún la Encuesta Nacional Demográfica y de Salud
Familiar (Endes, 2019) de Perú. En el percentil más
pobre, la proporción de mujeres embarazadas en
edad adolescente o ya son madres es 24,9 %; mien-
tras que en el percentil más, rico esta proporción es
solo 3,2 %. Otros ejemplos de la influencia de estos
factores se ven en los casos de madres adolescentes
en zonas rurales, donde hasta 88 % no posee acceso
a un servicio de seguro de salud. También se ha
visto que el embarazo adolescente predomina en
de ciertas etnias en la población peruana —hasta
31 % de los casos entre los asháninka (13).
En cuanto al impacto socioeconómico pobla-
cional del embarazo adolescente en Perú, se estima
que el embarazo adolescente influye en la tasa de
deserción escolar. De modo que aumenta la brecha
de oportunidades educativas, frente a la población
que no tuvo su primer hijo durante la adolescencia.
Otro aspecto importante que se ha visto a con-
secuencia del embarazo adolescente es un aumento
en la brecha salarial para estas mujeres, estimado
hasta en un 13,8 %, lo cual constata que hasta el
81,9 % de las mujeres que tuvieron su primer hijo
en la adolescencia, en el futuro son empleadas en
condiciones de informalidad laboral. Todo este
costo de oportunidad laboral y educativa se estima
en pérdidas de hasta 109 millones de dólares esta-
dounidenses para el Gobierno peruano.
Otro aspecto con respecto al impacto del em-
barazo adolescente en esta población es el au-
mento del costo sanitario, ya que el embarazo y la
maternidad adolescente genera un desbalance con
relevancia sanitaria por los altos costos y riesgos
generados frente a los de una mujer adulta en em-
barazo. En Perú, se estima que existe un gasto en
salud de hasta 58 millones de dólares, destinado a
la atención de gestantes adolescentes (13).
Políticas de prevención del embarazo adolescente y sus diferentes enfoques en Perú, Chile y Colombia
Teniendo en cuenta el impacto de esta pro-
blemática, que se extiende desde aspectos socioe-
conómicos y sanitarios, entre otros, el Gobierno
peruano ha implementado medidas como el “Plan
multisectorial para la prevención del embarazo en
adolescentes 2012-2021”, cuyo objetivo establece
reducir la prevalencia del embarazo adolescente,
con una meta de disminuirla hasta en un 20%.
Dentro de los objetivos específicos de esta política
están contemplados:
◾ Postergar el inicio de la actividad sexual en
adolescentes.
◾ Incrementar el porcentaje de adolescentes que
concluyen la educación secundaria.
◾ Asegurar la inclusión de una educación sexual
integral.
◾ Incrementar el uso y acceso a métodos
anticonceptivos.
◾ Realizar intervenciones específicas de orienta-
ción y comunicación frente a los casos de violen-
cia (incluida violencia de tipo sexual).
En este plan se hace la propuesta de doce líneas
de acción, vigentes desde 2012 hasta 2021, impul-
sadas a nivel nacional, regional y local:
1. Acceso a la educación básica.
2. Educación sexual integral desde la infancia.
3. Entorno familiar y comunitario favorable para el
desarrollo integral del adolescente.
4. Espacios de recreación y buen uso del tiem-
po libre para el desarrollo integral de los y las
adolescentes.
5. Acceso a servicios de atención integral en salud
sexual y reproductiva.
6. Orientación y consejería en salud sexual y repro-
ductiva y anticoncepción para las y los adolescen-
tes sexualmente activos, mayores de 18 años, y en
adolescentes que ya son madres.
7. Redes de protección y apoyo social con participa-
ción comunitaria.
8. Empoderamiento y participación adolescente y
joven.
9. Comunicación social en la prevención del emba-
razo adolescente.
139
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

10. Orientación vocacional y empleabilidad juvenil. Esta alta prevalencia va de la mano de un po-
11. Alianzas estratégicas multisectoriales. bre acceso a la educación. Podemos ver que, entre
12. Monitoreo, supervisión, evaluación e investiga-
las adolescentes sin educación, el 31,8 % han estado
ción operativa.
embarazadas. Algo que también se evidencia en las
adolescentes que únicamente cuentan con educa-
ción primaria, de las cuales el 44,6 % han estado
Debido a que es una estrategia pública vigente,
embarazadas (27).
se espera el resultado, su impacto socioeconómi-
A diferencia de las adolescentes que cuen-
co y el futuro de la implementación de esta herra-
tan con educación secundaria, entre ellas, solo el
mienta (26).
12,5 % ha quedado embarazada. Por último, en las
Ahora bien, se estima que, en Perú, 13 de cada
adolescentes que cuentan con educación superior,
100 adolescentes entre 15 y 19 años son madres o
solo 6,8 % han quedado embarazadas. Así, la edu-
están embarazadas por primera vez, según el re-
cación resulta ser un factor de protección frente a
porte del Inei-Endes, en 2017 (27).
nuevos casos de embarazo adolescente (27).
Estos resultados evidencian un aumento en la
Otro aspecto importante es el grupo étnico
prevalencia del embarazo adolescente, pasando de
al cual pertenece la adolescente. Se ha visto que
un 12,7 a 13,4 % entre 2016 y 2017. Hubo un incre-
el 27,4 % de las mujeres indígenas de 15 a 19 años
mento del 9,8 a 10,7 % en las zonas urbanas; mien-
en zonas rurales alcanzó a terminar la secunda-
tras que, en las zonas rurales, el incremento fue de
ria; en contraparte con los varones de 15 a 19 años
22,7 a 23,2 %, lo que quiere decir que las adoles-
que lograron terminar la secundaria (43,8 %). Ello
centes en zonas rurales tienen el doble de riesgo
evidencia el alto retraso y deserción escolar en las
de quedar embarazadas, si las comparamos con las
adolescentes indígenas de zonas rurales. Dentro de
adolescentes de zonas urbanas (27).
este sector demográfico, tenemos que 48,2 % de las
Por otro lado, es evidente el aumento en 12 de-
adolescentes indígenas de la Amazonia quedaron
partamentos del país, entre ellos: Lima Metropo-
embarazadas (27).
litana (de 6,2 a 9,6 %), Moquegua (de 6,8 a 8,6 %),
Se evidencia que en Perú uno de los factores de
Amazonas (de 19,9 a 23,8 %), Ayacucho (de 14,6 a
riesgo que más impacto causa es el limitado acceso
16,8 %) y La Libertad (de 14,8 a 16,8 %). El depar-
a métodos de planificación familiar. Solo el 47,3 %
tamento más afectado fue Loreto, debido a su alta
de las adolescentes de 15 a 19 años en unión usa mé-
prevalencia (30,4 %), en el que se estima que tres de
todos modernos de planificación, y entre las adoles-
cada diez adolescentes en edades entre los 15 y 19
centes sexualmente activas de 15 a 19 años solo el
años son madres o están embarazadas por primera
68,5% usó métodos de planificación familiar (27).
vez (27).
Para entender el embarazo adolescente en Perú,
hay que destacar tres variables: edad en el inicio de
Unesco
vida sexual; edad de matrimonio; y uso de méto- En 2015, la Unesco presentó un informe del estado
dos de planificación familiar. A estas se le suman de implementación y del alcance de la educación
las desigualdades sociales en la maternidad precoz integral en sexualidad (eis) a nivel mundial, abor-
y las dificultades relacionadas con la deseabilidad dando 48 países, mediante análisis de recursos y
del embarazo, además del limitado acceso a méto- estudios existentes.
dos anticonceptivos (27). En las escuelas se hizo un estudio situacional
Asimismo, un factor de riesgo importante en rápido, teniendo en cuenta los diferentes enfoques
la aparición de embarazo adolescente son los altos por país, con respecto a currículos, políticas e im-
índices de pobreza. El 24,2 % de las adolescentes en plementación de eis. Sin embargo, en algunos de
condiciones de pobreza han estado embarazadas, a los países seleccionados los datos disponibles eran
diferencia de las adolescentes no pobres, las cuales relativamente limitados, lo que dificulta realizar
representan un 3,9 % (27). un estudio totalmente comparativo.

A. Aldana ■ J. Bohórquez ■ E. Gómez ■ L. Hernández ■ M. Joven ■ A. Romero ■ E. Salazar ■ D. Sierra ■ S. Uribe ■

140 L. Velasquez ■ S. Sierra

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
El informe presentado está basado en un re-
sumen de los países, que no solo tuvo en cuenta
la prevención del embarazo adolescente, sino que
también incluyó el conocimiento de los jóvenes so-
bre vih, normas de género, tasas de fertilidad se-
gún el país, información del enfoque dado al eis (si
es parte de un área independiente o de un estudio
incorporados, si es obligatoria u optativa), grupos
etarios abordados, formación docente y existencia
de política nacional que ordene incluir las eis en
las escuelas.
Se evidencia un aumento significativo tanto re-
gional como internacional con respecto a las políti-
cas de eis, así mismo en la inversión en programas
y apoyo técnico, lo que se ve reflejado en un 80%
de los países con dichas políticas o estrategias que
apoyan la eis. Sin embargo, sigue existiendo una
gran brecha entre la creación de estas políticas y su
adecuada implementación y seguimiento.
A pesar de que todos los países de África
Oriental y Meridional refieren contar con estrate-
gias para la promoción de la educación en vih, son
mínimas para la prevención del embarazo adoles-
cente; y la mayoría de estos no consiguen la imple-
mentación adecuada. Por lo que todavía existe la
necesidad de fortalecer los mecanismos nacionales
de coordinación y monitoreo para apoyar la imple-
mentación multisectorial.
En 2008, América Latina y el Caribe, los mi-
nistros de Salud y Educación firmaron una decla-
ración con la que confirmaron un mandato para
implementar programas escolares de educación
en sexualidad y, asimismo, permitir el acceso a los
servicios de salud reproductiva para adolescentes.
En 2013, los ministros de Educación de 20 paí-
ses de África Oriental y Meridional confirmaron
y apoyaron un compromiso ministerial con la eis y
con los servicios de salud sexual y reproductiva
(ssr) para jóvenes y adolescentes; fijando metas es-
pecíficas para garantizar el acceso a una educación
integral en sexualidad, de buena calidad y útil para
la vida, además de servicios de salud adecuados
para todos los jóvenes.
La mayoría de los países implementó la eis en la
educación media baja, en el ámbito de habilidades
para la vida y educación en vih. Sin embargo, es
poco o nada lo que se menciona sobre embarazo
Políticas de prevención del embarazo adolescente y sus diferentes enfoques en Perú, Chile y Colombia
adolescente. Los países de esa región están en
proceso de incorporar la educación sexual en los
niveles primaria, media baja y media superior. En-
tretanto, En la región Asia-Pacífico, el 45 % de los
países ha integrado la educación sexual en el nivel
primaria; mientras que 22 de 28 países lo han he-
cho en el nivel de media baja.
La manera como se imparte la educación sexual
en los países es distinta, ya sea de forma obligato-
ria en una determinada asignatura como biología
o de manera independiente como educación se-
xual como tal. Sin embargo, algunos países ofre-
cen cursos en el nivel medio básico, cuya duración
es limitada; y tienen un enfoque fragmentado que
no permite transformar las acciones de los jóvenes
en actitudes asertivas y cambios de conducta por
medio de la eis.
Para 2014, la mayoría de los 21 países ya había
incorporado la educación sexual para la vida en
el currículo, mediante una combinación del enfo-
que integrado y el enfoque independiente, la meta
es hacerlo tanto en educación primaria como en
media básica y superior. Varios países, incluidos
Angola, Burundi, Kenia, Ruanda, Sudán del Sur y
Zimbabue aún están en el proceso de actualizar el
currículo de educación en sexualidad, dentro del
ámbito de los procesos de reforma del currículo
nacional en curso (14).
El contenido del currículo es algo de suma im-
portancia, debido a que varios factores influyen
para el desarrollo de competencias clave, como las
normas de género, religión y la cultura sobre la ac-
titud y la conducta de los adolescentes. De ahí la
importancia de un diseño curricular. Pese a que,
en 2015, algunos países reportaron que ofrecieron
información sobre ssr, prevención del vih, temáti-
cas de género, derechos humanos, derechos sexua-
les, violencia por razones de género y prevención
de embarazo, solo cuatro países han llevado a cabo
un currículo formal. Además, se ha demostrado
que los temas como la conducta sexual, la sexuali-
dad y los métodos anticonceptivos fueron aborda-
dos de manera muy superficial o completamente
excluidos de la discusión en el aula (14).
Son pocos países los que cuentan con un currí-
culo que cumple los protocolos internacionales. En
la región de África central y occidental, donde la
141

herramienta Serat fue utilizada para evaluar diez
de trece programas nacionales de educación se-
xual, menos de la mitad de los currículos cumplió
con los estándares mundiales referentes al conteni-
do exigido para todos los grupos etarios. El género
y las normas sociales fueron identificadas como las
áreas más débiles. Temas como el matrimonio in-
fantil, abuso sexual, explotación y violación tam-
bién se omitieron en países donde sigue siendo un
problema importante, por ejemplo, Kenia.
La educación sexual integral busca abordar,
además, otros temas que están fuera del sistema
escolar, como la familia, la presión social de reali-
zar labores de cuidado infantil, desempeñar roles
domésticos y casarse a edad temprana; las cuales se
perciben como normas de género discriminatorias
que ayudan a las acciones activas de los niños y
adolescentes cuando se les enseña; y no incluirla
representa una desconexión de la realidad que vi-
ven la mayoría de ellos. Por lo anterior, la eis repre-
senta una importante herramienta para no ser tan
vulnerables frente a los temas abordados.
Por último, la formación del docente es crucial
para la implementación de estos currículos, ya que
su conocimiento, confianza en sí mismo, habilida-
des y experiencia le aportan calidad a la EIS. Debi-
do a esto, en los últimos años se ha prestado más
atención en capacitar a los docentes para la edu-
cación a sus estudiantes en los temas, prevención
de embarazo adolescente y prevención vih. Con
la declaración “Prevenir con educación” de 2008,
los países de América Latina y el Caribe se com-
prometieron a incorporar currículos en todos los
programas de formación docente para 2015 (Unicef
de Barbados y el Caribe Oriental, 2011). Sin embar-
go, aún quedan muchas problemáticas por resolver,
porque no todos se capacitan de la misma manera
y no siempre se cuenta con el material necesario.
Discusión
Es evidente la necesidad de evaluar las distintas
estrategias creadas con el fin de impactar en el
escenario actual de los países mencionados, con
respecto a la prevención del embarazo adolescen-
te. Esto, con el fin de disminuir la morbilidad y
mortalidad del binomio madre-hijo, los índices
A. Aldana ■ J. Bohórquez ■ E. Gómez ■ L. Hernández ■ M. Joven ■ A. Romero ■ E. Salazar ■ D. Sierra ■ S. Uribe ■
142
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
de pobreza, la desigualdad de género y la deser-
ción escolar, entre otras consecuencias de esta
problemática, y mejorar la calidad de vida de los
adolescentes.
Mediante el análisis de la repercusión que ge-
nera esta problemática en estos países, la creación
e implementación de estrategias y su impacto en la
prevención del embarazo adolescente en cada país,
se encontró lo siguiente:
1. En los tres países analizados, se da relevancia a
la anticoncepción, no solo con el fin de prevenir
embarazos no planificados en adolescentes, sino
también infecciones de transmisión sexual. Adi-
cionalmente, se han creado rutas de violencia se-
xual, que tienen en común la administración de la
píldora anticonceptiva de emergencia.
2. Una de las estrategias más importantes y con
mayor impacto creadas en el marco legal de
Chile son los centros amigables, que generan un
evidente efecto protector para el embarazo ado-
lescente, al actuar buscando población de ries-
go con el fin de dar consejería y capacitaciones,
supliendo parcialmente el déficit de educación
sexual. Sin embargo, se evidenció una mayor
acogida por parte del sexo femenino que del sexo
masculino, por lo que es importante que, den-
tro de las políticas de los tres países, exista una
educación sexual asequible y eficaz, que genere
una percepción del embarazo adolescente como
una situación que involucra a los dos sexos. Al
no encontrarse esta estrategia implementada en
países como Colombia y Perú, se considera que
podría ser incluida, como una forma de acerca-
miento hacia la comunidad que genere un efecto
positivo para la prevención.
3. En Chile y Colombia se presentó un descenso en
las cifras de embarazo adolescente desde finales
del siglo pasado hasta la actualidad. Se encuen-
tra un mayor impacto en Chile, el cual alcanzó
hasta un 60 % de disminución en la tasa de fecun-
didad en este grupo etario. Sin embargo, según
la encuesta del Ministerio de Desarrollo Social y
Familiar en el año 2020 (25), muchas de las par-
ticipantes no encuentran gran utilidad a la edu-
cación sexual y refieren no encontrar espacios
cómodos que les permitan aclarar dudas, por
L. Velasquez ■ S. Sierra
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

lo que queda el interrogante de si realmente la a poblaciones vulnerables, aumenta los índices de

educación sexual ha tenido influencia en los re- desigualdad, pobreza, desescolarización y morbi-
sultados positivos en la prevención del embarazo mortalidad materno-fetal. Como respuesta a esta
adolescente, o si el éxito de las estrategias se atri- problemática, se ha promovido la creación de po-
buye al fácil acceso a los métodos anticonceptivos. líticas y elaboración de lineamientos para desarro-
4. En Perú, a pesar de tener instauradas políticas llar una educación sexual integral, con el objetivo
públicas para la prevención del embarazo ado- de reducir el embarazo adolescente en países de
lescente, los indicadores epidemiológicos eviden- América Latina.
cian que se ha venido presentando un alza en el Se evidencia una disminución del comporta-
caso de embarazos adolescentes. miento de la tasa de fecundidad en adolescentes en
Colombia y Chile. Sin embargo, hace falta incluir
5. En Perú y Colombia se menciona la importancia
dentro de las estrategias de educación propuestas
del acompañamiento familiar durante toda la
y herramientas que permitan a jóvenes sentirse en
adolescencia, como un componente fundamental
ambientes cómodos, con el fin de dar respuestas
que facilita la comunicación, la resolución de du-
oportunas a dudas, garantizando que tengan un
das y la seguridad para poder brindar ambientes
impacto efectivo.
confortables y de confianza para el menor, que le
Aunque la Unesco no propone políticas claras
permitan generar respuestas y soluciones conve-
en cuanto a la prevención de embarazo adolescen-
nientes en caso de enfrentarse a situaciones de
riesgo. Sin embargo, en Chile no se tiene en cuen-
te, sí da enfoques y bases para la creación de estas
ta como un componente fundamental para la pre-
por cada Gobierno. Es importante seguir estas re-
vención del embarazo adolescente.
comendaciones, dado que abarcan la variedad de
factores de riesgo que conllevan a este evento.
6. En cuanto al territorio peruano, podemos eviden-
Es necesaria una constante retroalimentación
ciar distintas dificultades en la implementación de
de las diferentes políticas planteadas en zonas ru-
estrategias que permitan frenar el incremento en
rales y urbanas, para garantizar su cumplimiento;
la prevalencia de los embarazos adolescentes, pues
y observar cómo son llevadas a cabo. También se
desde 2015 las cifras siguen en aumento. Esto se
necesita de mayor compromiso por parte de los
relaciona principalmente con situaciones socioe-
Gobiernos para implementar los procesos, estrate-
conómicas precarias, sumado al limitado acceso a
gias e intervenciones desarrolladas en las institu-
los métodos de planificación familiar y educación
ciones educativas y fuera de ellas que permitan la
sexual, sobre todo en adolescentes en condición
construcción y reflexión de programas académicos
de pobreza y mujeres indígenas de zonas rurales.
pertinentes en la formación de los adolescentes.
Sin embargo, podemos ver que es una problemá-
El seguimiento a corto plazo de la implemen-
tica presente en todas las regiones peruanas y que
tación de las estrategias y políticas públicas en
ningún grupo demográfico se encuentra exento.
Colombia y Chile nos permiten concluir que estas
Lo que nos hace pensar que las políticas en este
tienen un impacto positivo en la prevención del
país necesitan urgentemente nuevas reformas y
embarazo adolescente, confirmado por la dismi-
que dentro de estos ajustes se empiecen a tener en
nución de las cifras de manera significativa des-
cuenta muchas otras variables, ya que como hemos
pués de la implementación de las políticas.
podido evidenciar, el embarazo adolescente es en
muchos casos un reto, ya que es multifactorial.
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145
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 147 - 158

Alteraciones hematológicas asociadas al

estrés académico
Laura S. Galeano Fonsecaa ■ Jorge E. Prada Guzmána ■ Erika P. Viloria
Salgadoa ■ Sandra Liliana Rodríguez Martínb

Resumen: el estrés es una condición de adaptación que surge frente a la alteración de la homeóstasis
del organismo. Esta adaptación se manifiesta con el cambio de variables fisiológicas, como la frecuen-
cia cardiaca y la presión arterial, clínicamente puede asociarse a enfermedades como depresión, dia-
betes e infecciones de las vías respiratorias superiores, entre otras. Actualmente, el estrés académico,
el cual surge en los estudiantes expuestos a exigencias de las instituciones educativas, tiene un papel
importante en la salud mental y física, puesto que provoca un desequilibrio multisistémico, reflejado
en una mayor secreción de neurohormonas hipotalámicas, citocinas del sistema inmune e incremento
endógeno del cortisol que, a su vez, inducen cambios hematológicos como aumento de la hemoglobi-
na y hematocrito, linfocitopenia y reducción del tiempo de coagulación de la sangre, entre otras. Estos
cambios hematológicos alteran la inmunidad del organismo, en respuesta al estrés y, crónicamente,
producen alteraciones peligrosas. Aunque en la mayoría de los estudios se encuentra una disminu-
ción marcada de los linfocitos y monocitos, otros estudios reportan aumento en estas líneas celulares,
por lo que se requieren más investigaciones sobre las alteraciones hematológicas asociadas al estrés,
para tener más claro el papel del estrés como adaptación fisiológica.

Palabras clave: alteraciones hematológicas; estrés; estrés académico; inmunología del estrés

a Estudiantes de Medicina de la Facultad de Medicina, umng.

b Directora del Semillero Eritron. Docente de la Facultad de Medicina, umng.
* Estudiante de Medicina de la Facultad de Medicina, umng. Correo electrónico:
est.jorge.prada@unimilitar.edu.co. Facultad de Medicina, umng, Transversal 3ra. No. 49-00. Bogotá,
Colombia.

147
 Hematological alterations associated with academic
stress
Abstract: stress is an adaptation condition that arises when the homeostasis of the organism is alte-
red. This adaptation is manifested with the change of physiological variables, such as heart rate and
blood pressure; clinically it can be associated with diseases such as depression, diabetes and upper
respiratory tract infections, among others. Currently, academic stress, which arises in students expo-
sed to the demands of educational institutions, has an important role in mental and physical health,
since it causes a multisystemic imbalance, reflected in a greater secretion of hypothalamic neuro-
hormones, cytokines of the immunity and endogenous increase in cortisol which, in turn, induce he-
matological changes such as increased hemoglobin and hematocrit, lymphocytopenia and reduced
blood coagulation time, among others. These hematological changes alter the body's immunity in
response to stress and, chronically, produce dangerous alterations. Although in most studies a mar-
ked decrease in lymphocytes and monocytes is found, other studies report an increase in these cell
lines, so more research is required on the hematological alterations associated with stress, in order
to have a clearer understanding of the role of stress as physiological adaptation.

Keywords: hematological alterations; stress; academic stress; stress immunology

148
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
Introducción
El estrés es una respuesta fisiológica, psicológica y
física ante una alteración de la homeóstasis del or-
ganismo, para que el sujeto se adapte y se reajuste.
Hans Selye, experto en estrés, creó el concepto de
reacción general de adaptación al estrés, consisten-
te en varias etapas: fase A, de reacción de alarma y
movilización de las facultades del organismo; fase
B, de adaptación en donde la reacción de estrés se
dirige hacia el órgano mejor capacitado para supri-
mirlo; y la fase C, en la cual se agota este órgano o
función. La sobrecarga de situaciones estresantes
conlleva a situaciones negativas, como enfermeda-
des médicas o psiquiátricas (1-4).
Dentro de las variables fisiológicas que cambian
en respuesta al estrés, las más frecuentes correspon-
den a la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Sin
embargo, se estableció que estos parámetros eran
limitantes, y se recomendó utilizar marcadores bio-
lógicos, parámetros hematológicos y cuestionarios
psicológicos para evaluar el estrés y sus consecuen-
cias (5). Dentro de los anteriores, el estrés psicológi-
co, a su vez, se asocia con mayor riesgo de depresión,
enfermedad cardiovascular, diabetes, infecciones de
las vías respiratorias superiores y cicatrización defi-
ciente de las heridas, asociados a desregularización
del eje hipotalámico-pituitario-adrenocortical se-
cundaria al estrés (3).
En este campo, el estrés académico en los úl-
timos años se ha destacado dentro de las influen-
cias psicológicas que más afectan la salud física y
mental. Este podría definirse como el estrés que
manifiestan los estudiantes sometidos a una serie
de demandas o exigencias de una institución edu-
cativa, que pueden provocar un desequilibrio sisté-
mico, manifiesto en una serie de síntomas. Como
es conocido, las carreras del área de la salud son
altamente demandantes, pues tienen carga acadé-
mica y emocional alta.
Se ha evidenciado que estos estudiantes expe-
rimentan mayor número de síntomas relacionados
con el estrés que la población general. Estudios in-
ternacionales han demostrado que la prevalencia
de estrés es de hasta 64,5 % en estudiantes de pri-
mer año de Medicina (1, 6-8). En Chile, por ejem-
plo, se realizó un estudio por Pallavavicini et al.,
Alteraciones hematológicas asociadas al estrés académico
citado por Marty et al. (1), que muestra que el 91 %
de los estudiantes de pregrado de Medicina de la
Universidad Católica de Chile presentaban sínto-
mas de estrés, presente también en el 94 % de los
estudiantes de primer año de la División de Cien-
cias Médicas Norte de la Universidad de Chile.
Inmunología del estrés
Investigaciones realizadas en humanos y anima-
les, centradas en desarrollar la relación existente
entre el estrés psicológico y la inmunidad, han
revelado que los eventos de estrés afectan la res-
puesta inmune humoral y celular. Las hormonas
asociadas al estrés pueden provocar una inhibi-
ción o mejoría de la función inmunológica. Los
glucocorticoides y las catecolaminas que se liberan
inhiben la producción de citoquinas proinflamato-
rias, con lo cual estimulan la secreción de citocinas
antiinflamatorias.
Por otro lado, otros estudios sugieren la existen-
cia de una respuesta inmune local, llevada a cabo
bajo determinadas condiciones de estrés, donde
las hormonas asociadas aumentan la producción
de citoquinas como la interleucina 6 (IL-6), IL-10 y
el factor de necrosis tumoral alfa (tnf-α). Se ha ob-
servado una disminución en la secreción de inter-
ferón alfa (IFN-α), interferón gama (ifn-γ) e IL-2,
en cultivos de células mononucleares de sangre pe-
riférica (13, 14); así como una disminución signifi-
cativa de las células natural killer (nk) junto con su
actividad citotóxica (15, 16). En contraste se ha ob-
servado una elevación de la IL-1b (14), un aumento
en el número de células B, células T activadas (14)
y un aumento en la proporción de células CD41/
CD81, CD31 y monocitos (18). Demostrando una
variedad de reacciones inmunes frente a estímu-
los psicoemocionales, que en conclusión tienen un
efecto supresor distintivo sobre la inmunidad, por
lo que predispone al desarrollo de alergias, infec-
ciones u otros trastornos autoinmunes. (12, 19-22).
Bajo condiciones de estrés agudo, sea fisioló-
gico o psicológico, se produce una activación del
sistema nervioso simpático (sns), aumentando la
actividad del eje hipotalámico-pituitario-adrenal
(hpa), lo cual conduce a una liberación aumentada
catecolaminas plasmáticas como la norepinefrina y
149

la adrenalina, en las terminaciones nerviosas sim-
páticas posganglionares junto con glucocorticoides
como el cortisol (importante mediador neuroen-
docrino, inducido por el estrés). Las interacciones
posteriores con los receptores α y β adrenérgicos,
median los efectos metabólicos y cardiovasculares
adaptativos, tras los eventos desencadenantes de
estrés; y generan el desplazamiento del equilibrio
entre las citocinas Th1 y Th2 hacia una respuesta
netamente de los linfocitos Th2 (2, 23-27).
Los corticoides endógenos (cortisol) o exóge-
nos disminuyen los linfocitos séricos, al retenerlos
en la circulación linfática y también disminuyen
la extravasación de neutrófilos. El cortisol inhibe la
producción de interleucina-1 (IL-1) de los macró-
fagos, inhibe la producción de IL-2 de las células T
colaboradoras, y suprime la presentación de antí-
genos por los macrófagos. A nivel hematológico, la
neutrofilia y la linfopenia están asociadas con ni-
veles altos de cortisol. Estas ocurren por la libera-
ción de neutrófilos de la reserva de la médula ósea,
la reducción de la migración de neutrófilos a los
tejidos y el secuestro de linfocitos en recirculación
hacia los tejidos linfoides, principalmente células
T auxiliares (9).
La inmunidad de las células T parece ser el
principal blanco afectado por el estrés. Se cree que
hay un desequilibrio entre la respuesta inmunita-
ria de tipo 1 frente a la de tipo 2 (25). Las reacciones
de estrés académico provocan la reorganización de
subpoblaciones de células inmunocompetentes,
que apoyan la inmunidad no específica (CD141,
nk) frente a la específica (CD31, CD81); y cambian
el equilibrio normal de las citocinas. Esto se corre-
laciona a la sensibilidad ante los mediadores del
estrés como hormonas y neuropéptidos y se han
llegado a considerar como mecanismos adaptati-
vos agudos de la respuesta inmune frente al estí-
mulo psicoemocional (20).
Cuando se habla de estrés crónico, los estudios
que giran alrededor de esta variable del tiempo han
observado una reducción considerable en el núme-
ro absoluto de células nk y monocitos en sangre
periférica, y un cambio hacia células inmaduras y
vírgenes dentro de las poblaciones de linfocitos T
y nk. Además, un aumento en la producción de IL-6 y
tnf-α por parte de los monocitos estimulados con
150 L. S. Galeano Fonseca ■ J. E. Prada Guzmán ■ E. P. Viloria Salgado ■ S. L. Rodríguez Martín
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
lipopolisacáridos. Este factor crónico también se
asoció con aumento de la memoria inmunológica
y disminución en los linfocitos T citotóxicos CD8
vírgenes, así como aumento de los niveles séricos
de IL-17, secretada por los Th17 comúnmente aso-
ciados a enfermedades autoinmunes o trastornos
inflamatorios crónicos (26, 29-31).
Líneas celulares
hematológicas y su función
La sangre ha tenido gran importancia desde hace
mucho tiempo. Uno de los escritos de Hipócrates
de aproximadamente del 400 a. C. nombraba que
el organismo estaba compuesto por cuatro hu-
mores, incluida la sangre. Posteriormente, con el
descubrimiento del microscopio, Leeuwenhoek se
preocupó por saber la composición de la sangre,
descubriendo y midiendo los eritrocitos. Los leu-
cocitos y las plaquetas se descubrieron cuando se
hizo un avance en las lentes de los microscopios.
Adicionalmente, en 1852, Karl Vierdot informó
los primeros resultados cuantitativos del análisis
de las células sanguíneas. Entre 1920 y 1930 se op-
timizaron los métodos de análisis de la sangre y se
conoció más acerca de la fisiología sanguínea y los
órganos hematopoyéticos, lo que permitió estudiar
trastornos sanguíneos como la anemia (32).
Composición de la sangre
La sangre se compone de plasma y elementos celu-
lares como los eritrocitos, leucocitos y plaquetas.
Un adulto en condiciones fisiológicas tiene cerca
de seis litros. El plasma constituye el 55 % del vo-
lumen sanguíneo, el 45 % está compuesto por eri-
trocitos y el 1 % por leucocitos y plaquetas (33, 34).
El componente más importante del plasma es el
agua que, a su vez, contiene iones, proteínas, car-
bohidratos, hormonas, vitaminas y enzimas, entre
otros. Los principales iones son de calcio, potasio,
sodio, cloro, hidrógeno y magnesio. La proteína
principal es la albúmina, la cual es muy importan-
te para el mantenimiento de la presión osmótica,
adicionalmente funciona como molécula trans-
portadora de compuestos, tal como la bilirrubina
Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
y el grupo hem. La sangre también contiene inmu-
noglobulinas, el complemento y proteínas de coa-
gulación (32, 33).
Cada elemento celular tiene funciones especí-
ficas. Los glóbulos rojos (eritrocitos) contienen he-
moglobina, proteína encargada del transporte de
oxígeno y dióxido de carbono entre los pulmones
y los tejidos del cuerpo. Los glóbulos blancos (leu-
cocitos) se encargan de defender al organismo de
patógenos. Las plaquetas son necesarias para man-
tener la hemostasia (33, 35).
Línea roja
La eritropoyesis es el proceso mediante el cual la
concentración periférica de eritrocitos se man-
tiene en una cantidad constante; se desarrolla de
manera dinámica a lo largo de diferentes pasos
de diferenciación; la estimulación hormonal de las
células madre eritroides se traduce en prolifera-
ción, diferenciación y maduración de precursores
en la médula ósea. Los diferentes estadios por los
que pasa el eritrocito son: eritroblasto, normoblas-
to basófilo, normoblasto policromático, normo-
blasto ortocromático, reticulocito y eritrocito, en
ese orden (32, 34-37).
La maduración del normoblasto implica una
disminución del tamaño, junto con la conden-
sación y la expulsión del núcleo. A la vez, hay un
incremento gradual de la producción de hemog-
lobina. Los normoblastos tardan 5-7 días en la
maduración y proliferación en la médula ósea.
Posteriormente, es liberado en los senos medula-
res e ingresa a la sangre periférica, donde conti-
núa con su proceso de maduración (un día más). El
promedio de vida de un eritrocito maduro es 100-
120 días (32, 34).
Línea blanca
Los leucocitos se desarrollan a partir de células ma-
dre pluripotenciales en la médula ósea, por medio
de la estimulación de una hormona de crecimiento
hematopoyética específica. Posteriormente, la cé-
lula madre prolifera y se convierte en alguno de
los tipos de leucocitos (granulocitos, monocitos y
linfocitos) que, al madurar, se liberan a la sangre
periférica o se reservan en la médula ósea hasta
Alteraciones hematológicas asociadas al estrés académico
que sean necesarios. Durante los primeros días
después del nacimiento se pueden ver mielocitos
y metamielocitos, pero después de este tiempo no
se logran ver leucocitos inmaduros en la sangre, a
menos de que se esté en condición de enfermedad
(32, 38). Los diferentes tipos de leucocitos que po-
demos encontrar son:
1. Los neutrófilos son los leucocitos que más se
encuentran en la sangre periférica (2000 a 7000
células/ml). En su gran mayoría, los neutrófilos
de la sangre periférica son formas segmentadas
maduras, no obstante en muestras normales pue-
den encontrarse algunas formas no segmentadas
(bandas). Se originan a partir de la ufc-gemm,
que es estimulada para convertirse en la célula
ufc-gm, por los factores de crecimiento fec-gm e
IL-3 que promueven la proliferación, diferencia-
ción y maduración. Esta célula pasa por seis eta-
pas que en orden son: mieloblasto, promielocito,
mielocito, metamielocito, granulocito en banda y
granulocito segmentario o neutrófilo polimorfo-
nuclear (32, 33, 38).
2. Los eosinófilos se encuentran de 1 a 3% (0-450 cé-
lulas/ml), se originan de la célula multipotencial
ufc-gemm la cual se diferencia a ufc-eo por me-
dio de los factores fec-gm, IL-3 e IL-5 (principal
citocina requerida para la producción de eosinó-
filos); sufre una maduración morfológica similar
a la del neutrófilo y no es posible diferenciar sus
precursores hasta el estadio del mielocito, cuando
aparecen los gránulos acidófilos característicos
de los eosinófilos, la maduración del mielocito a
las etapas de metamielocito, en banda y segmen-
tada es similar a la descrita para los neutrófilos.
El eosinófilo maduro tiene un diámetro de 12 a
17 μm, el núcleo no tiene más de 2 o 3 lóbulos y el
citoplasma está completamente lleno de gránulos
(32, 35, 37, 38).
3. Los basófilos son las células que menos abundan
en sangre periférica, es decir de 0 a 2 % (0-200 cé-
lulas/ml), son los granulocitos más pequeños; se
originan de la célula madre multipotencial ufc-
gemm en la médula ósea y se diferencia a fc-ba
por medio de fec-gm y IL-3. Sufre un proceso de
maduración parecido al del neutrófilo, la prime-
ra etapa reconocida es la promielocito basófilo,
151
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

que es más pequeño que el del neutrófilo y el
eosinófilo. Posteriormente, las diferentes etapas
de maduración se caracterizan por la formación de
muescas y segmentación del núcleo; el mielocito
basófilo, el metamielocito, la forma en banda y las
formas segmentadas se distinguen de otros gra-
nulocitos por la presencia de gránulos grandes de
color negro-morado, distribuidos en todo el cito-
plasma de manera irregular (32, 35, 37, 38).
4. Los monocitos constituyen del 4 a 10 % (200-
800 células/ml) de los leucocitos; se producen
en la médula ósea a partir de la célula madre
bipotencial ufc-gm (capaz de madurar a mo-
nocito o granulocito); la diferenciación a mono-
cito depende de la acción de fec-m y IL-3. Los
precursores del monocito son el monoblasto y
el promonocito que se encuentran en la médula
ósea, el promonocito por lo general es la prime-
ra etapa en el desarrollo del monocito en el que
se logra diferenciarlo como precursor monocito
con microscopio de luz (32, 35, 38).
5. Los linfocitos cambian con la edad de la persona,
alrededor del 30 % de los leucocitos son linfocitos al
nacer; posteriormente, pueden elevarse hasta el
60 % para luego descender a entre 20 y 40 %
(1500-4000 células/ml) que es la concentración
del adulto. Se originan a partir de la célula madre
pluripotencial que se encuentra en la médula ósea.
Esta célula da origen a la célula madre linfoide y
a la célula madre hematopoyética. La linfopoye-
sis se divide en (a) linfopoyesis independiente de
antígeno, que se realiza dentro del tejido linfoide
primario y comienza con la célula madre linfoi-
de para terminar con la producción de linfocitos
T y B inmunocompetentes; y (b) la linfopoyesis
dependiente de antígeno se produce en el tejido
linfoide secundario y comienza con estimulación
antigénica de los linfocitos T y B inmunocompe-
tentes, dando origen a linfocitos T y B efectores
capaces de mediar la respuesta inmune. Morfoló-
gicamente las etapas son linfoblasto, prolinfocito
y linfocito maduro —figura 1 (32, 38-40).

Los progenitores gránulo-monocito o unidades formadoras de colonias gránulo-monocíticas (cfu-gm) dan lugar unidades formadoras de
colonias granulocíticas (cfu-g) y unidades formadoras de colonias mielocíticas (cfu-m). Una vez encaminadas en la vía de diferenciación
las cfu-g dan lugar a mieloblastos (miel), promielocitos (pm), mielocitos (miel), metamielocitos (mm) y células maduras (basófilos,
neutrófilos y eosinófilos). Mientras que las cfu-m dan lugar a monoblastos (monob), promonocitos (pmon), monocitos (mon) y, finalmente,
macrófagos.

Figura 1. Diferenciación Mieloide.

Fuente: tomado de Malarkey et al. Psychoneuroendocrinology. 1995; 20(5):269-80.

152 L. S. Galeano Fonseca ■ J. E. Prada Guzmán ■ E. P. Viloria Salgado ■ S. L. Rodríguez Martín

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)

al desarrollar un citoplasma maduro dan lugar a

Línea plaquetaria
Los progenitores más inmaduros son las células
formadoras de brotes de megacariocitos (meg-bfc)
que dan lugar a las células formadoras de colo-
nia de megacariocitos (meg-cfc); estos conducen
a la formación de megacariocitos inmaduros que
los megacariocitos maduros, que posteriormen-
te se convertirán en plaquetas. El elemento más
importante en la regulación de este proceso es la
trombopoyetina, pues promueve el crecimiento de
los meg-cfc o ufc, y estimula la diferenciación a
megacariocitos maduros —figura 2 (41, 42-44).

La figura indica las etapas clave en la diferenciación de las cmh, señalando los principales factores de transcripción, expresados
durante cada etapa de maduración; así como los principales marcadores de superficie (cd), aprovechados para la identificación de los
precursores hematopoyéticos.
cmh-lp: células madre hematopoyética de largo plazo. cmh-cp: célula madre hematopoyética de corto plazo. pmc: precursor mieloide
común. plc: precursor linfoide común. pme: precursor megacariocitico/eritroide. pgm: precursor granulocítico/macrófagos.

Figura 2. Factores de transcripción y cd expresados durante la hematopoyesis.

Fuente: tomado de McKenzie y Mérigo. Hematología clínica. México: El Manual Moderno, 2000.

organismo y su correspondiente estado fisiológico

Alteraciones hematológicas
asociadas al estrés
Los estudiantes de medicina se encuentran expuestos
a diversos factores, como ansiedad, mala alimenta-
ción, alteraciones del sueño y otros desencadenantes
de estrés, que ponen en riesgo la homeóstasis de su
normal. En respuesta, se obtiene una mayor secre-
ción de neurohormonas hipotalámicas, como la
acth y citocinas del sistema inmunitario e incre-
mento endógeno del cortisol. Esto, a su vez, induce
a cambios hematológicos variables, como aumento
de la hemoglobina y el hematocrito, linfocitopenia,
inhibición de la diferenciación linfocitaria por las

Alteraciones hematológicas asociadas al estrés académico 153

 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

catecolaminas, reducción del tiempo de coagulación
de la sangre y movilización de las células sanguí-
neas, mediante la contracción del bazo (9).
Los linfocitos y los monocitos expresan recep-
tores para las hormonas como la noradrenalina y
la adrenalina, en la medida en que aumentan sus
niveles plasmáticos, en respuesta al estrés. Dichas
hormonas modulan el aumento y la disminución de
leucocitos, lo que resulta en la redistribución de leu-
cocitos entre la sangre y los otros compartimientos
inmunitarios, disminuyendo los leucocitos circu-
lantes (2, 7). De esta forma, puede verse compro-
metida la inmunidad del individuo en respuesta al
estrés y, por tanto, se explica una disminución de los
porcentajes de linfocitos y monocitos. Aunque otros
estudios han informado un aumento dentro de las
primeras horas tras la exposición al estrés, donde se
aumenta la migración de linfocitos T en la médula
ósea, lo cual puede inducir la granulopoyesis y justi-
ficar la linfocitosis en eventos agudos (5, 11, 12).
Se debe considerar que los cambios en los re-
cuentos leucocitarios y por consiguiente en el sis-
tema inmune, depende de la intensidad y duración
del estrés al cual está sujeto la persona y de su ca-
pacidad individual para soportarlo y generar una
adaptación (3).
El estrés causado por la carga académica de los
estudiantes es suficientemente significativo como
para producir cambios en los parámetros de las
diferentes líneas celulares sanguíneas en indi-
viduos previamente sanos. Los resultados de los
estudios que giran en torno a esta temática, en
especial aquellos en relación con el momento co-
rrespondiente a la presentación de los exámenes
mostraron una disminución en el recuento de eo-
sinófilos, basófilos, linfocitos y monocitos. De la
misma forma, se observó un aumento en el recuen-
to de las plaquetas y los neutrófilos. Sin embargo,
no se observaron cambios significativos en el re-
cuento de glóbulos rojos —tabla 1 (45-48).

Tabla 1. Parámetros hematológicos asociados a los exámenes académicos y su interpretación estadística (n=50)

Antes de la Durante la Inferencia estadística

Combinado
Parámetro evaluación evaluación
(promedio ± DE) Valor 1 Parámetro p
(promedio ± DE) (promedio ± DE)

Conteo de rbc (millón/mm3) 4,15±0,49 4,11±0,47 –0,04±0,25 –0,80 >0,05

Conteo de wbc (millón/mm3) 8221,9±416,69 8191,86±417,45 –30,95±33,61 –4,47 >0,05

Conteo de neutrófilo (células por mm ) 3

5140,7±417,34 5229,48±417,07 88,78±95,27 4,66 >0,001

Conteo de eosinófilos (células por mm3) 185,45±471,34 161,46±68,05 –24,00±25,90 –4,63 >0,001***

Conteo plaquetario (células por mm3) 273784±36034,23 285567±33641,45 11782,62±15620,20 3,77 <0,001*** 

Conteo de monocitos (células por mm ) 3

244,7±82,90 228,32±90,85 –16,38±23,49 –3,49 0,001***

Conteo linfocítico (células por mm )

3
2657,78±212,92 2562,9±220,00 –94,88±48,20 –9,84 0,001***

Conteo de basófilos (células por mm3) 21,1±5,14 13,78±5,58 –7,32±3,33 –10,99 0,001***
DE: desviación estándar. *** Indica que es significativamente alto.

Fuente: elaboración propia.

Los modificadores característicos del estrés se
relacionan con los rasgos distintivos de la persona-
lidad, tales como la introversión social, los medios
de afrontamiento, la represión social, la situación
emocional, los trastornos del sueño y el estado de
las hormonas sexuales. Varios estudios apoyan
el hecho de que la respuesta sistémica e inmune
es mayor en las mujeres que en los hombres. Al
comparar los recuentos diferenciales entre los dos
sexos, los resultados son significativamente ma-
yores, en todos los subconjuntos celulares leuco-
citarios en la población masculina. No obstante,
en comparación con otros resultados, se han re-
portado un aumento importante en los linfocitos,

154 L. S. Galeano Fonseca ■ J. E. Prada Guzmán ■ E. P. Viloria Salgado ■ S. L. Rodríguez Martín

Revista Semilleros Med ■ Vol. 15(1)
neutrófilos, monocitos, basófilos y eosinófilos en
la población estudiada durante las épocas asocia-
das a exámenes (47).
◾ Las diferencias hematológicas referidas al sexo
pueden atribuirse de forma global a la estimu-
lación del cortisol, las influencias gonadales, las
afecciones psicoemocionales inducidas y la res-
puesta inflamatoria, en general. Se ha descrito
que el etinilestradiol y derivados de la progeste-
rona aumentan la capacidad de respuesta ante el
estrés. Asimismo, numerosos estudios sostienen
que la respuesta inmune es mayor en las mujeres
en comparación a los hombres. Los esteroides
gonadales influyen en el desarrollo de las células
de la médula ósea en leucocitos maduros como
los neutrófilos; regulan la entrada de leucocitos
en los tejidos periféricos; aumentan la adhesión
de los leucocitos; alteran la composición de la
barrera inmunitaria; modulan la maduración
celular en los tejidos linfoides; mejoran la pro-
liferación leucocitaria en respuesta a estímulos
dañinos; y aumentan la producción de mediado-
res inflamatorios de las células mononucleares.
En conclusión, se cree que la respuesta ante el
estrés de las mujeres puede explicar el bajo ries-
go de infección y la mayor susceptibilidad a los
trastornos autoinmunes (47, 49, 50).
Conclusiones
La sangre se compone de plasma y células como
eritrocitos, leucocitos y plaquetas. Los eritrocitos
las células más predominantes en el plasma; cada
tipo de célula cumple con funciones diferentes, los
eritrocitos se encargan del transporte de oxígeno
y dióxido de carbono, los leucocitos se encargan
de la defensa del organismo y las plaquetas cum-
plen un papel fundamental en la hemostasia. Estos
procesos se ven alterados cuando el organismo se
encuentra expuesto a situaciones que alteran la ho-
meostasis del cuerpo como lo es el estrés.
A pesar de que el estrés es una respuesta fisio-
lógica del organismo para protegernos frente a
una amenaza, si se presenta de forma crónica, ge-
nera múltiples alteraciones que resultan nocivas.
La disminución en el número absoluto de células
nk es consistente en la mayoría de los estudios,
Alteraciones hematológicas asociadas al estrés académico
asimismo hay un desequilibrio de la respuesta Th1
frente a la Th2. Esta última es la más predominan-
te y un aumento de citoquinas proinflamatorias, lo
que sugiere que el factor psicológico y emocional
producen la redistribución de los subconjuntos ce-
lulares de linfocitos.
Dentro de los cambios relacionados con el es-
trés académico, se correlacionan la activación in-
munitaria y las alteraciones hematológicas, donde
se observan con mayor frecuencia aquellas de la
línea blanca, en la cual existe disminución signi-
ficativa en el número de linfocitos y monocitos, lo
cual se relaciona, a su vez, con mayor prevalencia
de enfermedades infecciosas principalmente.
La diferencia relacionada con el sexo en la pro-
ducción de leucocitos puede atribuirse, en térmi-
nos generales, a las influencias hormonales que, en
las mujeres, denotan un bajo riesgo para las infec-
ciones, pero una mayor probabilidad de padecer
enfermedades autoinflamatorias.
Se necesitan más estudios en torno a las alte-
raciones hematológicas asociadas a factores psi-
coemocionales, para respaldar lo descrito en la
literatura hasta la fecha, que representa muy poca
evidencia científica que sustente un hallazgo co-
mún en la población estudiantil, teniendo en cuen-
ta los hallazgos discordantes entre los diversos
estudios citados.
Agradecimientos
El presente artículo es producto del pic med 3392,
aprobado y financiado por la vicerrectoría de in-
vestigaciones de la Universidad Militar Nueva
Granada, en la vigencia 2021-1.
Conflictos de interés
Los autores manifiestan que no existe ningún con-
flicto de interés en la publicación de los resultados
del estudio.
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157
Entorno

159
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 161 - 162

Paciente imaginario
Laura Alejandra Roa Culma
Médico sso-Hospital San Juan Bautista
Egresada Facultad de Medicina umng

Motivo de consulta: “Se puso somnoliento y no tiene fuerza”

Enfermedad actual: adulto mayor, de 75 años, que consulta por cuadro de dos días de evolu-
ción de alteración del estado de conciencia hacia somnolencia, disartria y desorientación en
tiempo, persona y espacio; astenia, adinamia y poliartralgias progresivas, además de picos
febriles de 38-38,5 °C.

Revisión por sistemas

◾ Refiere picos febriles nocturnos ocasionales desde hace un mes.
◾ Adenopatías cervicales y axilares un mes antes, que remitieron espontáneamente con los
días.
◾ Empeoramiento de dolor articular que no mejora con analgesia escalonada.
◾ Pérdida de peso con apetito conservado desde el último año: 20 kg.

Antecedentes
◾ Patológicos: anemia de las enfermedades crónicas (se descartaron causas de sangrado gas-
trointestinal alto y bajo, se descartó déficit de hierro, se descartó aplasia medular).
◾ Enfermedad renal crónica (estadio IIIB), hiperplasia prostática benigna, osteoartrosis cer-
vical y de rodillas bilateral graves, artritis reumatoidea, antecedente de tvp izquierda hace
siete años.
◾ Farmacológicos: 2000 u de eritropoyetina subcutánea, con un día de intermedio.
◾ Quirúrgicos: herniorrafía inguinal bilateral y umbilical. Fasciotomía de miembro inferior
izquierdo.

a Médico sso-Hospital San Juan Bautista, Egresada Facultad de Medicina umng.

161
 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Examen físico
Paciente en estado general regular, con cifras tensionales de 130/80 mm de Hg, frecuencia cardiaca
78 latidos/min, frecuencia respiratoria 18 rpm, saturación 96 % con oxigeno del ambiente y temperatura
38 °C. Además presenta mucosa oral seca y refiere dolor a la movilización poliarticular: rodillas, tobillos,
pies y columna. Extremidades: hipotróficas, con edema de grado III en miembros inferiores; en miem-
bros superiores: fuerza III/V; y en miembros inferiores: fuerza II/V.
Neurológicamente, está somnoliento, desorientado en tiempo, persona y espacio; sin signos de focali-
zación, n signos de irritación meníngea. Glasgow: 13/15.

162 L. A. Roa Culma

 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 163 - 166

Premio nobel de medicina

Tu Youyou: medicina tradicional y el método

científico
Miller Andrés Martínez Jiménez
Egresado Facultad de Medicina

Es bien conocido que el ser humano ha buscado soluciones a sus problemas en el entorno natu-
ral, que lo ha acompañado desde siempre. La Organización Mundial de la Salud (oms) considera
que la medicina tradicional, aquella arraigada a las pautas culturales de cada región, con sus
múltiples particularidades y cuyo propósito único es responder a la alteración de salud de los
individuos, es un “pilar principal de la prestación de servicios de salud o su complemento” (1).
De la naturaleza se extraen datos relevantes que dan como resultado, en la mayoría de
las ocasiones, tratamientos efectivos que favorecen a las poblaciones. Sin embargo, real-
mente se ha establecido el término de medicina complementaria a aquella medicina no con-
vencional, que también contribuye como solución en tiempos de enfermedad, aun cuando
tiempo atrás se decidió subestimar su importancia, sin considerar su práctica habitual en
todo el mundo.

163

Además, es conocido que la medicina alopática,
pese a sus grandes aciertos, se ha quedado corta
en el abordaje de los requerimientos en salud. Por
lo cual, la medicina tradicional se abre campo y
es altamente demandada por quienes insisten en
encontrar soluciones desde una visión integrativa.
Tu Youyou, científica, médica y química nacida
en Ningbó, China, se hizo acreedora en 2015 del
premio Nobel en Medicina, por el descubrimien-
to de la artemisinina (dihidroartemisinina) como
tratamiento de la malaria (2-7). Dicho reconoci-
miento solo fue posible gracias a la búsqueda rea-
lizada por esta mujer en textos sobre la medicina
tradicional de su país.
Hablar del recorrido académico de Tu Youyou
es mencionar sus estudios en farmacología en el
Departamento de Ciencias Farmacéuticas de la
Universidad Beijín (University Medical School),
donde completó sus estudios en 1995. El estudio
de la Medicina tradicional china vino más adelan-
te, donde alcanzó la distinción de ser nombrada
investigadora en la Academia de Ciencias Médicas
Tradicionales Chinas.
Luego de la Revolución cultural, se prohibió la
investigación, al considerar que quienes lo hacían
eran contrarrevolucionarios. Sin embargo, la can-
tidad de pérdidas de vidas humanas asociadas a
la malaria en el sur de China durante el gobierno
Mao Zedong permitió a esta mujer continuar con
la búsqueda de respuestas desde la ciencia.
A sus 39 años, consiguió aislar el principio ac-
tivo de la artemisa utilizada durante miles de años
en la medicina china para tratar la fiebre, síntoma
de la malaria. Vietnam padecía un enfrentamiento
bélico contra los Estados Unidos (1955-1975), ra-
zón por la cual solicitó a China apoyo en búsqueda
del tratamiento de la malaria, que estaba causando
bajas en su ejército. Así, el Proyecto 523 inició el
23 de mayo de 1967, de forma secreta, con el fin de
desarrollar fármacos antimaláricos.
Tu Youyou participó en el proyecto y, después
de intentar con múltiples recetas a base de hier-
bas, redujo la lista y concluyó, junto con sus co-
legas, que los preparados de plantas de artemisa
tenían efecto contra la malaria en roedores. No
obstante, no tenían resultados concluyentes, por
tanto, revisó el método propuesto por Ge Hong,
164
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
quien hacia el siglo IV describió el uso de esta
hierba en el manual de prescripciones para emer-
gencias, denominado Zhou Hou Bei Ji Fang publi-
cado en el 341.
Esta mujer encontró que, en la descripción del
método original propuesto por Go Hong, no se
sometía la planta a altas temperaturas. Por lo que
llegó a la conclusión de que el calor podría afectar
el efecto que se pretendía. Los resultados después
de la corrección del método fue una efectividad del
100 % para Plasmodium berghei en roedores y con-
tra Plasmodium cynomolgi en monos. Así pues, el
04 de octubre de 1971 se descubrió que qinghaosu
se refiere al nombre chino de la planta y traduce
“elemento básico”. En 1978, se publicó este resul-
tado en el Guangming Daily. Un año más tarde
(1979), tuvo lugar la primera publicación en inglés
en el Chinese Medical Journal.
Se continuaron los estudios, y se concluyó
que la artemisina es la responsable de detener el
desarrollo del parásito y, a su vez, previene la no
circulación en sangre periférica del glóbulo rojo
parasitado. Los resultados de un estudio realizado
en 2005 en 1500 pacientes permitieron concluir que
el artesunato, administrado de forma intravenosa,
es capaz de disminuir la mortalidad. A esta misma
publicación se debe que el tratamiento de elección
en malaria grave sea el artesunato. Así también, se
consideró que la artemisinina es capaz de actuar
en etapas tempranas y tardías del parásito.
El compuesto derivado de la artemisinina
(quinghaosu) resultó ser eficaz contra el parásito
e, incluso, demostró buenos resultados contra ce-
pas resistentes a otros antimaláricos (2). Históri-
camente, a partir de la corteza del árbol de quina
(Cinchona) se obtuvo la quinina, primer trata-
miento contra la malaria, obtenido en Perú. La
artemisina, al igual que en el caso de la quinina,
se obtiene de una planta (Artemisia annua) (4, 8).
¿Se debe, entonces, reevaluar la importancia de
la medicina tradicional en el planteamiento de so-
luciones a los percances de salud en el mundo?
Hacia el año 2000, en África también se regis-
tró casi un millón de muertes anuales como con-
secuencia del Plasmodium falciparum en menores
N. Sánchez
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
de cinco años. Pero es claro que los hallazgos des-
critos logran una disminución significativa de las
cifras de muerte y complicaciones asociadas a la
malaria. Como queda confirmado por el anuncio
del 29 de junio de 2021, según el cual China es un
país oficialmente libre de malaria. En ese mismo
momento, se hizo un reconocimiento a la contri-
bución de Tu Youyou en su contribución con la
artemisina como elemento principal en la elabora-
ción de antimaláricos (9, 10). En 2020, la fda apro-
bó el artesunato inyectable para el tratamiento de
la malaria grave.
Entonces, reconocer la importancia de la me-
dicina tradicional, aquella que por tradición oral y
de manera aparentemente mágica resulta efectiva,
puede ser parte del camino para encontrar alivio
en quienes padecen las enfermedades que aquejan
al mundo.
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165
 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 167 - 172

Respuesta paciente imaginario

Laura Alejandra Roa Culma
Médico sso-Hospital San Juan Bautista
Egresada Facultad de Medicina umng

Preguntas
1. ¿Cuál es el enfoque diagnóstico que le da a esta paciente?
Paciente masculino en la octava década de vida, con cuadro súbito de alteración de estado de
conciencia hacia la somnolencia, con disartria y desorientación, asociado a picos febriles,
deshidratación, empeoramiento de dolor poliarticular, disminución de fuerza en extremi-
dades, que puede orientar a síndrome confusional agudo sin signos de focalización. Dado el
estado deshidratación y los picos febriles, puede pensarse en…

2. ¿Solicitaría algún paraclínico para confirmar su impresión diagnóstica? ¿Cuáles?

Se solicitan electrolitos, hemograma, función renal, electrocardiograma de doce derivacio-
nes, tac de cráneo simple, hemocultivos, uroanálisis y coloración de Gram de orina.

3. ¿Qué causas pueden desencadenar este cuadro clínico?

Dado el estado de deshidratación y delirium hipoactivo, puede pensarse en trastorno hi-
droelectrolítico, el cual es común en la población pediátrica y adultos mayores por la pobre
ingesta de líquidos.
Por otro lado, ante el hallazgo de picos febriles, asociado a alteración de estado de la
conciencia puede pensarse en neuroinfección, infección de vías urinarias, ya que de igual
forma pacientes pediátricos y adultos mayores pueden cursar con cuadros poco específicos.
La presencia de disminución de fuerza en extremidades, aunque haya sido simétrica, y
el estado de somnolencia y disartria pueden orientar a un síndrome neurovascular agudo.
Además, por estado confusional del paciente y antecedente de enfermedad renal cróni-
ca, edema en miembros inferiores, puede pensarse en agudización de falla renal con ence-
falopatía urémica.

167

4. De acuerdo con el reporte de resultados, ¿qué
curso toman los diagnósticos del paciente?
Reporte de paraclínicos:
Hemograma: Leucocitos 19 800; neutrófilos:
46 %; plaquetas: 55 000; hemoglobina: 8,0.
bun: 97; creatinina 3,2 (basal de 1, 3).
Luego de ocho días de antibioticoterapia de
amplio espectro, vancomicina, ceftriaxona y am-
picilina, por sospecha de neuroinfección, con he-
mocultivos y urocultivos negativos a las 72 horas,
punción lumbar lcr con baja probabilidad de
neuroinfección. Sin evidencia de evolución clínica
hacia la mejoría, se enfocó el diagnóstico de origen
reumatológico.
Ante el hallazgo de anemia, previos estudios
endoscópicos negativos para sangrado gastrointes-
tinal y estudios negativos para neoplasia de médu-
la ósea, se solicitó perfil de hemólisis, que arrojó
elevación en bilirrubinas a expensas de bilirrubina
indirecta, ldh elevada, haptoglobina normal y re-
ticulocitos elevados, lo que muestra médula ósea
activa.
Por ello, se realizó la prueba Coombs directo
(positivo) y Coombs directo monoespecífico (o
fraccionado), que permite identificar la naturaleza
exacta de las moléculas fijadas a los hematíes exa-
minados (resultado Coombs ++ para anticuerpos
calientes IgG). Ante estos hallazgos se solicitó per-
fil autoinmune encontrando anticuerpos nucleares
(ana) de 1/320 y complemento C3 bajo.
Se orientó el diagnóstico hacia anemia hemolí-
tica (anemización + hiperbilirrubinemia indirecta
+ reticulocitos y ldh elevados), sin esquiztocitos
en frotis de sangre periférica. Además, Coombs
directo positivo, por lo que se consideró anemia
hemolítica de origen autoinmune; además de
trombocitopenia, complemento C3 consumido
con ana positivo de patrón homogéneo y lesión
renal aguda asociada.
Por lo anterior, se consideró alta probabilidad
de LES del adulto mayor con actividad severa con
168
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)
sospecha de compromiso hematológico, renal y
snc. El diagnóstico final fue lupus eritematoso sis-
témico del anciano, según los criterios Eular —acr
2019: 16 Puntos (ana 1/130, fiebre, trombocitope-
nia y anemia inmune; C3 consumido; compromiso
renal (proteinuria); neurológico). les de actividad
severa sledai-2k: 28 puntos. Anemia hemolítica
inmune de anticuerpos calientes (Coombs direc-
to positivo, IgG++, hiperbilirrubinemia indirecta;
anemia de volúmenes normales). Trombocitopenia
inmune secundaria.
Criterios eular-acr 2019: Los criterios de
clasificación engloban las características clínicas
que identifican una enfermedad, y la separan de
otras enfermedades y otros enfermos con afeccio-
nes similares:
acr: Colegio Estadounidense de Reumatología.
eular: Liga Europea Contra el Reumatismo
(European League Against Rheumatism).
Objetivos de los criterios:
1. Diagnosticar la enfermedad a las personas con
les autoinmune verdadero.
2. No diagnosticar el les en casos de enfermeda-
des imitadoras del les, como infecciones víri-
cas, artritis reumatoide, síndrome de Sjögren,
enfermedades del sistema hematopoyético,
síndrome antifosfolípido primario, anemia he-
molítica autoinmune o síndrome hemolítico
urémico.
3. Determinar cuantitativamente la importancia
de cada síntoma.
4. Permitir el diagnóstico de la enfermedad lo
más temprano posible (antes de un estadio de
lesiones orgánicas avanzadas).
5. Permitir el diagnóstico de LES en niños.
Un enfermo entra en la clasificación de les, si
presenta anticuerpos antinucleares (ana) en un tí-
tulo ≥1:80 en HEp-2 o en un ensayo equivalente,
la suma de los puntos es ≥10 y al menos uno de los
síntomas pertenece al dominio clínico (tabla 1).
Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Tabla 1. Nuevos criterios de clasificación eular-acr para les

Criterio de entrada: ana ≥1:80 o una prueba equivalente positiva en células epiteliales humanas tipo 2 (Hep-2)

Manifestaciones clínicas Puntos Hematológicos

Constitucionales Leucopenia 3

Fiebre 2 Trombocitopenia 4

Artritis Hemólisis autoinmune 4

Sinovitis caracterizada por inflamación o derrame en al menos

dos articulaciones o sensibilidad en al menos dos articulaciones, 6 Renales
sumada a rigidez matutina de más de 30 min

Proteinuria > 0,5g/24 horas 4

Biopsia renal clase II o IV para nefritis lúpica 8

Biopsia renal clase III o IV para nefritis lúpica 10

Cutáneos Parámetros inmunológicos Puntos

Alopecia no cicatrizante 2 Complemento

Úlceras orales 2 C3 bajo o C4 bajo 3

Lupus cutáneo subagudo o lupus discoide 4 C3 bajo y C4 bajo 4

Lupus cutáneo agudo 6

Neurológicos Anticuerpos antifosfolípidos

Anticuerpos anticardiolipina o anti-β2GP1 o

Delirium 2 2
anticoagulante lúpico

Psicosis 3

Convulsiones 5

Serositis Anticuerpos de alta especificidad

Derrame pleural o pericárdico 5 Anti-ds-DNA 6

Pericarditis aguda 6 Anti-Smith 6

Fuente: Tomado de Aringer M. et al. Ann Rheum Dis 2019; 78(9):1151-9.

6. ¿Cuál es el principal manejo de esta patología? que recogen manifestaciones específicas en nueve
órganos o sistemas con una puntuación máxima
El tratamiento se basa en el uso de glucocorticoi-
de 105. En 2002 se hizo una modificación que se
des (gc), antiinflamatorios no esteroideos (aine),
llamó sledai-2k, que amplió la evaluación a los
antimaláricos y diversos inmunosupresores. El
últimos 30 días de la enfermedad (tabla 2).
objetivo del tratamiento es alcanzar la remisión
La baja actividad de la enfermedad se ha defi-
(ausencia de actividad clínica percibida) o, por lo
nido como un puntaje sledai menor a 3, durante
menos, llevar al paciente a la actividad mínima po-
el tratamiento con hidroxicloroquina o un sledai
sible, que permita suspender los inmunosupresores
menor o igual 4.
y los gc o, por lo menos, mantenerlos en las dosis
Lupus grave: los pacientes son tratados debido
más bajas posibles para evitar sus efectos adversos.
a manifestaciones potencialmente fatales como ne-
El disease activity measure (sledai) es un índi-
fritis lúpica, afección neuropsiquiátrica, anemia he-
ce global que evalúa la actividad de la enfermedad
molítica (Hb < 7 g/dl), trombocitopenia (menos de
en los últimos diez días y se compone de 24 ítems
30 000 plaquetas), vasculitis, hemorragia pulmonar,

Respuesta paciente imaginario 169

 Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

miocarditis, neumonitis lúpica, miositis graves, en- Lupus no grave: se entiende como afección me-
teritis lúpica, pancreatitis lúpica, hepatitis lúpica, nor a un órgano (mucocutáneo, articular, serosas),
enteropatía perdedora de proteínas, queratitis grave, que no amerita tratamiento para manifestaciones
vasculitis retiniana, escleritis grave y neuritis óptica. de la enfermedad.

Tabla 2. Clasificación sledai-2k

Puntaje sledai-2k Descriptores Definición

8 Convulsiones De reciente comienzo. Excluir causa metabólica, infecciosa o drogas

Capacidad alterada de funcionar en actividad normal debido a la perturbación severa en

la percepción de la realidad. Incluye alucinaciones, incoherencia, marcada pérdida de
8 Psicosis asociaciones, contenido de pensamiento empobrecido, marcado pensamiento ilógico,
extraño, desorganizado o comportamiento catatónico. Excluidos uremia y causado por
drogas.

Función mental alterada con orientación deteriorada, memoria u otra función de

inteligencia, con un rápido inicio de características clínicas fluctuantes. Incluye
obnubilación de la conciencia con disminución de la capacidad para enfocar, y la
Síndrome
8 orgánico cerebral
incapacidad para mantener la atención al medio ambiente, además de al menos dos de
los siguientes: alteraciones de percepción, discurso incoherente, insomnio o somnolencia
durante el día, o el aumento o disminución de la actividad psicomotora. Excluir causas
metabólicas, infecciosas o drogas.

Cambios de retinianos del LES. Incluye cuerpos citoides, hemorragias retinianas, exudados
Alteraciones
8 visuales
importantes o hemorragias en la coroides, o neuritis óptica. Excluir la hipertensión,
infección, o drogas.

8 Nervios craneales Compromiso neuropático de pares craneales sensorial o motora de reciente comienzo.

Cefalea persistente severa: puede ser migrañosa, pero que no responde a analgésicos
8 Cefalea lúpica
narcóticos.

8 ACV Accidente(s) cerebrovascular nuevo. Excluir arteriosclerosis.

Ulceración, gangrena, nódulos sensibles en dedos, infarto, hemorragias en astilla, o una

8 Vasculitis
biopsia o angiograma de vasculitis.

Más de dos articulaciones con dolor y signos de inflamación (es decir, hipersensibilidad,
4 Artritis
inflamación o supuración).

Dolor/debilidad en músculos proximales, asociados a creatinfosfoquinasa elevada/

4 Miositis
aldolasa o cambios en el electromiograma o una biopsia que muestre miositis.

Cilindros
4 urinarios
Presencia de cilindros hemáticos o células rojas hemogranulares.

4 Hematuria >5 glóbulos rojos/campo de alta poder. Excluir cálculos, infección u otras causas.

4 Proteinuria >0,5 g/24 horas. De reciente aparición o aumento de más de 0,5 g/24 horas.

4 Piuria >5 glóbulos blancos/campo de alto poder. Excluir infección.

2 Erupción nueva De reciente aparición o recurrencia de tipo inflamatorio.

2 Alopecia De reciente aparición o recurrencia anormal, parcheada o difusa del cabello.

2 Úlceras mucosas De reciente aparición o recurrencia oral o nasal

2 Pleuresía Dolor torácico pleurítico con frote pleural o derrame o engrosamiento pleural.

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Revista semilleros Med ■ Vol. 15(1)

Dolor pericárdico con al menos uno de los siguientes: frote, derrame, o confirmación por
2 Pericarditis
electrocardiograma.

Disminución del Disminución CH50, C3, C4 o por debajo del límite inferior de la normalidad para las
2 complemento pruebas de laboratorio.

>25 % mediante prueba de Farr o por encima del rango normal para las pruebas de
2 Anti-DNA
laboratorio.

1 Fiebre >38 °C. Excluir causa infecciosa

1 Trombocitopenia <100 000 plaquetas/mm3

1 Leucopenia <3000 células/mm3 glóbulos blancos. Excluir causado por drogas.

C3: componente 3 del complemento sérico; C4: componente 4 del complemento sérico; CH50=50 % de actividad hemolítica del
complemento; DNA: ácido desoxirribonucleico; sledai-2k: índice del 2000 de la actividad de enfermedad les.

Fuente: tomado de Frodlund M. Antinuclear and antiphospholipid antibodies versus disease manifestations and clinical outcomes in
systemic lupus erythematosus (http://urn.kb.se/resolve?urn=urn:nbn:se:liu:diva-164957)

Respuesta paciente imaginario 171

 Revista 2021 Editorial
Neogranadina

Semilleros Med Vol. 15(1)

enero-diciembre 2021  ■ ISSN: 1909-9061 ■ pp. 173 - 174

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