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INTERLATENCIAS |1

INTERLATENCIAS
REVISTA

Andrea Argueta Berenice Méndez


Atziri Naomi Ponce Correa Editora en Jefe
Ilustraciones
Andrés Ramírez
Axel Olvera Diseño y Edición Epub
Berenice Méndez
Susana Pedroza Axel Olvera
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y Multimedia

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Redacción Interlatencias Revista

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Latente
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Carta editorial 4 | De Amores
Perros 6 | El viaje del cine mexi-
cano: de Francia a México; de
lo silente a lo sonoro 10 | El
gigante ahogado: lo extraor-
dinario como un espejo 14 |
Miércoles 30 de marzo de
1932: Santa 18 | Poema:
La canción de bugambi-
lia 22 | El reincidente 24 |
Juan Rulfo: el realismo de Mitl
Valdez 27 | La fórmula secre-
ta 31 | Latente 33 | 14/04/99
34 | El rosal inmarcesible 39
| ¿Por qué el sol sigue bri-
llando? 43 | Intersección 48|

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Hacer una revista no es fácil. Hace un año, Interlatencias

Carta de la editora era solo una idea que se consolidó gracias al entusiasmo
de varios compañeros, conocidos… amigos para hablar
de cine y literatura desde una nueva perspectiva, pese
a los altos y bajos de mantenerse unidos en medio de
una vida pandémica de alejamiento y reclusión social.
Adjuntando un pequeño dossier donde se recopilan es-
critos de personas de diferentes países, es que nace la
primera edición de Interlatencias Revista.
Los 125 años de la primera exposición del cinematógrafo
en México fueron la excusa para hablar acerca de cine
mexicano. Un recorrido del cine mudo al sonoro nos in-
vita a percibir los grandes cambios que ha aportado el
cine nacional al extranjero, y películas que representan
los extremos de un siglo de cine con los drásticos cam-
bios entre sociedades y sus similitudes. Cambios que un
episodio de una serie nos muestra desde la fragilidad del
ser humano en la contemporaneidad de nuestros días.
Creemos que el ver, sentir y vivir el arte nos provoca el
impulso natural de crear más arte. Latente es la sección
que nos permite reencontrarnos con nuestras influen-
cias para la creación, para que ese fervor de sensaciones,
historias y pasiones tengan páginas donde drenarse y
compartirse con los demás. Esa es la razón por la que los
invitamos a sumergirse con nosotros en un apocalipsis
que se vive en memorias, rosales de trágicos amores y
playas que suscitan historias dentro de historias.
Por más cine.
Por más historias.
Por más aniversarios de una revista que es tan suya
como nuestra.
Leamos juntos Interlatencias Revista.

Berenice Méndez
Editora en Jefe

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Las películas mexicanas son
de dos clases: películas con
muertos y películas mortales.

Fuente: Nikito nipongo. 1960. La Lotería. México: Libro Mex Editores.

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De Amores Perros

Susana Pedroza

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Tras unos segundos con la pantalla a os- de los personajes. Las condiciones del pa-
curas, las líneas divisorias de los carriles norama social también son criticadas en
en el asfalto hacen su aparición en una es- cuanto a la normalización de la violencia,
cena de persecución. Dos jóvenes a toda aunada a la desigualdad social y a su omi-
velocidad se alejan en un carro de una ca- sión por parte de la población. La cinta,
mioneta a través el tráfico de la Ciudad de por su nombre, se relaciona con la figura
México. Un perro desangrándose en el si- mexicana sobre la expresión “perro”, si-
llón trasero de un Dodge Dart negro es la nónimo de adjetivos como chingón (en
excusa que fusiona la desesperación y los sus variables), difícil, recio, así como una
gritos de angustia de los jóvenes por evitar expresión de desprecio; cuyo significado
una colisión. Así comienza Amores Perros de variable también radica en la fidelidad,
Alejandro Gonzáles Iñarritu, cinta estre- sinceridad e incondicionalidad que usual-
nada en el año dos mil, escrita por Guiller- mente estos animales demuestran.
mo Arriaga, se consagraría como una de Para esto, cada uno de nuestros personajes
las películas más importantes del nuevo se encuentran junto con los perros. Y como
cine mexicano. En ella, tres historias de portando un impermeable, por fuera, los
parejas distintas que se relacionan entre sí personajes conservan su racionalidad, por
deambulan sobre las locaciones y diferen- dentro, su animalidad. Cada personaje,
tes contextos que se viven a diario sobre como perro, cuenta con su identidad en
una ciudad de variabilidad efervescente. la relación de dueño-mascota, que me-
Durante las tres historias, somos testigos taforiza a las relaciones humanas con el
sobre las aficiones, sueños y frustraciones síntoma de encontrarse a sí mismo. Y que

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finalmente sugiere domesticarlo para su midad para que, en compromisos, surjan
supervivencia a la crueldad y el azar en la los valores primeramente mencionados: la
vida. fidelidad, sinceridad e incondicionalidad.

Para Amores Perros, el espacio de la domes- Los perros surgen como un símbolo de la
ticación interfiere en su razón. De este identidad propia. En este caso, perros en
modo, como a los animales, se vale princi- distinto contexto en el que se desarrollan,
palmente de condicionarlos a seguir órde- en diferente clase social que enfrentan dis-
nes y darles un hogar. Se sigue la razón de tinta clase de problemáticas. Con Octavio
darle un nombre posterior a la adopción (Gael García Bernal), por consecuencia de
del animal o al amado y con esto brindarle un acto violento, su identidad herida se
una identidad, un origen consciente al cual ve forzada a cambiar. Con Valeria (Goya
pertenece. En segundo espacio, el cultivar Toledo) sigue en proceso la violencia, pre-
al amado. Este segundo paso consistiría en tendiendo reencontrarse a pesar de las di-
apoyarlo a sanar alguna enfermedad, iden- ficultades y aceptar la vulnerabilidad de
tificando sus dolencias con paciencia so- su animalidad. Finalmente, con El Chivo,
bre las relaciones que se basan en el tiem- se adopta una nueva animalidad, se apro-
po. Como último paso, el darle un hogar al pia de ella, sobrepasa el cambio para con
amado relaciona la aceptación a la que se las relaciones personales que mantiene y
encuentra adherido el dueño sobre el ani- surge un espíritu de superación. Apoya la
mal. Una introducción a su vida. Darle un razón de que cada relación necesita cuajar
hogar implica ceder un espacio de la inti- con su debido tiempo, de acuerdo con los

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compromisos del cuidador y el cuidado. Amores Perros, explota alrededor del de-
Apoya a la animalidad como símbolo de su seo y la impulsividad; enmascara los temo-
libertad. La misma aspiración a la anima- res del pasado y las viejas identidades para
lidad, de escapar de la racionalidad, como sobresalir en la fidelidad a la casualidad de
las obligaciones del mundo humano. la vida, cuestión única a la que nos encon-
tramos sujetos. La banda sonora de Amores
La línea temporal de la nominada al Óscar Perros compuesta por Gustavo Santaolalla
en 2001 se desarrolla en un plano de dañar, y canciones de artistas como Nacha Pop,
cuidar, sanar. La supervivencia en modo Control Machete, Ely Guerra, Café Tac-
stand-by para los sentimientos impulsivos, vba, Celia Cruz y Julieta Venegas, entre
el amor, la ira y la tristeza. Ver el mundo otros, adereza la casualidad constante en
derrumbarse a su alrededor y escoger ren- la cinta. Muestra la vida como un espacio
dirse o sostenerse de la forma en la que se en el que, concentrados por dar el máxi-
ha hecho. La sangre caliente brota en una mo de nuestras expectativas, se generan la
fotografía de colorimetría fría a cargo de violencia y olvido. Y entre sudor, fluidos y
Rodrigo Prieto, que entre planos de con- sangre, los personajes escurridizos se des-
trapicada y reflejos, demuestra la añoran- lizan entre relaciones en cuerpo sin con-
za a una vida resuelta. Busca la confusión ciencia, vulnerables a ser descubiertos en
del espectador con la estabilidad de los sus añoranzas y expectativas.
planos entre la pregunta de la cinta: ¿To-
davía no lo entiendes?

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El viaje del cine
mexicano:
de Francia a
México; de lo
silente a lo
sonoro

Abraham Arellano

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1895. Un par de hermanos en Francia, de Las primeras “vistas” que se proyectaron
apellido Lumière, hacen la primera pro- no duraban más de dos minutos y, como
yección pública de un nuevo invento, uno es de suponerse, eran mudas. Es así como
que cambiará el mundo sin que ellos lo es- nació el cine: un poder visual sin sonido,
peren: el cinematógrafo. aún muy alejado de lo que en un futuro se-
Ahora: 1896. Estos galos envían diferentes ría su evolución sonora.
comitivas alrededor del mundo para do- La primera película que grabaron los emi-
cumentar los hechos del globo y su gente. sarios franceses en suelo nacional fue “El
Entre tantos cinematógrafos, uno es en- presidente de la república paseando a ca-
viado a México acompañado de Gabriel ballo en el bosque de Chapultepec”, aun-
Veyre y Ferdinand von Bernard. El 6 de que junto a este filme se encuentra “Un
agosto el aparato llega a tierras mexicanas duelo a pistola en el bosque de Chapulte-
y es el presidente Porfirio Díaz el primer pec”. Al irse del país, Veyre y von Bernard
paisano en ver las maravillas que efec- pusieron a la venta unos cuantos cinema-
tuaba dicha máquina bajo los techos del tógrafos y uno de ellos terminó en las ma-
Castillo de Chapultepec. Solo unos cuan- nos de Salvador Toscano, personaje que
tos días después, el 14 de agosto, se hace por muchos es considerado el primer ci-
la primera exhibición pública. El lugar: la neasta de nacionalidad mexicana.
droguería marcada con el número 9 de la No tardó en llegar el momento en que la
gente comenzó a cansarse de las viejas
calle de Plateros, en el centro Histórico;
“vistas” que trajeron los franceses. En bus-
hoy en día, la famosísima avenida Madero.

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ca de algo nuevo para el público, el señor to por los mexicanos, a la par de que la re-
Toscano comenzó su carrera cinemato- volución nutría más y más su producción;
gráfica en el año 1899. sin embargo, en el país vecino se comenza-
La producción del cine nacional tiene sus ba a orquestar un gigante que cambiaría el
raíces en el documental, ya que lo único mundo del cine para siempre: Hollywood.
que se filmaba en aquellos años eran pe- Y en esta cuna de oportunidades se en-
queños fragmentos de la vida diaria. En contraba el progreso, el cual terminó de
ese entonces todavía no se pensaba en el moldear al cine tal y como lo conocemos
cine como un medio narrativo. Faltarían hoy en día: la imagen sincronizada con el
un par de años para que los primeros ci- sonido.
neastas comenzaran a coquetear con esta Antes de 1927, el cine era proyectado de
idea. Mientras tanto, Toscano y los demás manera silente o acompañado de orques-
privilegiados que habían conseguido te- ta en vivo, pero fue con la llegada de The
ner un cinematógrafo a su servicio comen- Jazz Singer (1927), que esto cambió. Ésta fue
zaron a filmar nuevas “vistas” para saciar la primera película que logró sincronizar
el ocio mexicano de las clases bajas, ya imagen y sonido, cosa que maravilló a pro-
que las altas esferas habían relegado al ci- pios y a extraños. Sin saberlo esto traería
nematógrafo a un entretenimiento pueril bonanza para nuestra producción.
que terminó llenando las carpas circenses Inmiscuidos en este auge de cambio se
a lo largo y ancho del territorio nacional. encontraban unos mexicanos que habían
Llegó la década de 1910 y con ello el cam- emigrado a Estados Unidos a muy corta
bio. Las breves “vistas” de cotidianidad y edad. Los hermanos, de nombre Joselito
paisajes seguían siendo lo más hecho y vis- y Roberto Rodriguez, aprendieron todo

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lo que pudieron de los sistemas sonoros
y regresaron a su tierra natal junto con su
pequeño hermano de nombre Ismael, para
traer estos conocimientos a suelo azteca.
Pocos adivinarían que tiempo después ese
pequeño niño se convertiría en uno de los
cineastas más grandes e influyentes que
nuestro país ha dado.
1931 fue el año marcado para que los Ro-
driguez trabajaran en el primer sistema
sonoro en nuestro país. Ese mismo año se
estrenaría la que es considerada la prime-
ra cinta mexicana en lograr con éxito sin-
cronizar imagen y sonido en simultáneo:
Santa (1931) de Antonio Moreno. Este fil-
me marcaría un antes y un después para la ciadas por hechos sucedidos en esos años.
producción nacional: se comenzaría a de- Al ser la revolución el primer conflicto bé-
jar atrás el pasado documentalista de los lico filmado, la popularidad del cine mexi-
pioneros para dar paso a las odas revolu- cano crecería por esta intriga mundial de
cionarias que, por más que se trataran de ver el poder del cinematógrafo registrar
ficción, no se podrían alejar de estar basa- el poder de destrucción humana. “San-
das en sucesos que repercutieron en la his- ta” solo sería el comienzo de una prolífica
toria de México. Ejemplos hay, tales como época para nuestro cine, el cual vería su
El Automóvil Gris de Enrique Rosas o la auge con la bien conocida época dorada
Trilogía de la revolución de Fernando de del cine mexicano, en donde encontrare-
Fuentes, que se ven fuertemente influen- mos a figuras como Gabriel Figueroa, Emi-
lio “el indio” Fernández, Luis Buñuel y el
pequeño Ismael Rodriguez, entre otros
tantos estandartes.
El cine mexicano ha tenido que pasar por
varias peripecias, viajes, transformacio-
nes, caídas y subidas, para ser lo que es
hoy. Nuestro cine sigue construyéndose
película a película, y recaerá en las próxi-
mas generaciones de cineastas seguir en-
riqueciendo la producción nacional y la-
brando el camino hacia el futuro incierto.

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El gigante ahogado:
lo extraordinario
como un espejo

David Pichardo

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El gigante ahogado es el último episodio de fecto frente al gigante, pues éste parece
la segunda temporada de la serie de Ne- un ser sacado de un libro de fantasía o un
tflix Love, death and robots -siendo una serie personaje mitológico de la Odisea, es de-
con capítulos independientes entre sí po- cir, no sólo un hombre de un gran tamaño
demos tomarlo también como un corto- sino también muy hermoso, de facciones
metraje-; este corto fue dirigido por Tim perfectas y semblante apacible. Como la
Miller, director y artista estadounidense primera reacción del ser humano frente
ampliamente conocido por sus habilida- a lo desconocido es el temor, los espec-
des en el ámbito de los efectos visuales, y tadores permanecen alejados del inmen-
es a su vez una adaptación del relato con el so cuerpo inmóvil encallado en la costa,
mismo nombre de 1964 del escritor inglés sin embargo, el gigante sí está muerto, lo
de ciencia ficción J. G. Ballard. que representa la imposibilidad de toda
La consciencia de la perfectibilidad limita- agencia por su parte, dotándolo así de una
da. La historia comienza con la llegada de vulnerabilidad de la que poco a poco los
un gigante muerto a la costa de la ciudad, espectadores se aprovechan hasta el pun-
cuya causa de muerte parece ser el aho- to de atreverse a subirse en él y jugar so-
gamiento ya que no sufre ninguna herida bre su cuerpo desnudo. Esta imagen cruda
visible. El personaje que narra los sucesos contrasta con los pensamientos de nues-
es un científico enviado para el monitoreo tro personaje, quien entiende que si aquel
del suceso extraordinario, y al percatarse gigante estuviera vivo los vulnerables se-
de que los testimonios eran verdaderos, rían todos ellos, y que incluso esa vulne-
queda impresionado por la existencia de rabilidad no se limita a una circunstancia
aquel ser. Es interesante cómo el persona- hipotética porque ahora el simple hecho
je que observa la escena se siente imper- del conocimiento de la existencia de entes

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como aquél representa ya el saberse vul- lizar el cuerpo del ahogado en un intento
nerables, sentimiento que esa gente había por desquitar su odio -producto de su im-
olvidado a causa de los avances en el ca- potencia- sobre aquel gigante. Esta teoría
pitalismo; así, la escena nos muestra que se refuerza observando la descomposición
la capacidad de perfectibilidad del hom- que el cuerpo del gigante va sufriendo a
bre que nos legó el renacimiento deviene lo largo del metraje, por lo que el ser bello
paradójicamente algo perjudicial cuando e imponente que parecía poder resistir y
dicha capacidad se entiende desde una superar cualquier obstáculo ahora devie-
perspectiva en extremo antropocéntrica, ne un reflejo de las consecuencias trágicas
pues al pensarnos en la cima de las espe- del paso del tiempo en los seres humanos.
cies tendemos a dejar a un lado el hecho No obstante, el personaje ve asimismo en
de que somos seres frágiles y en peligro lo que él llama una incesante metamorfo-
constante, acechados por agentes mucho sis -es decir, la rendición de todo ser a la
más poderosos externos a nosotros como exigencia del tiempo- cierta belleza, pues
puede ser la madre naturaleza, el paso del entiende que sin la muerte no seríamos ca-
tiempo o la misma muerte. Por lo tanto, en paces de apreciar el valor intrínseco de la
primera instancia la presencia del gigante vida, por lo que puede decirse que de algu-
ahogado puede significar un recordatorio na manera hay vida en la muerte en tanto
de lo que el ser humano no es capaz de asir ésta es un motivo para la consciencia del
o dominar. placer en la vida, como la causa que da ori-

El rechazo gen a la existencia del carpe diem o como un


ying y un yang que se complementan mu-

frente a lo otro
tuamente.

Tres días después Steven -el persona- Las cuestiones


je narrador- regresa a la playa para darse
cuenta de que las personas están planean-
do maneras de deshacerse del gigante. Si
fundamentales
habían pasado del miedo a la confianza, Así, el ahogado va siendo destruido por
ahora buscan el sometimiento del cuerpo el tiempo y por los ciudadanos: un día no
mediante la violencia, ejemplificada en el tiene brazo, al otro día es decapitado, etc.
metraje por primera vez cuando el cientí- Todo esto mientras va sufriendo la des-
fico sube al cuerpo del ahogado y ve que composición natural para todo animal de
le han amputado el brazo izquierdo, como carne y hueso. Es aquí donde a través de
si los habitantes, en presencia de algo más los pensamientos del personaje aprecia-
poderoso que igualmente sucumbió al paso mos la progresiva humanización de aquel
del tiempo, se hubieran hecho conscientes gigante. El narrador comienza a pregun-
de su fragilidad con respecto a su entorno tarse por el pasado de aquel inmenso hom-
y su reacción primera hubiera sido vanda- bre y por los acontecimientos que tuvo

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que pasar para terminar solo en esa playa. de nuestra existencia, y en ese sentido, la
Siente compasión por la deplorable situa- soledad y el aislamiento del gigante se tra-
ción en la que esta criatura se encuentra, y ducen en la metáfora de la imposibilidad
me parece que dicha preocupación por el infinita del verdadero conocimiento de
desamparo de aquel gigante produce una nuestro propósito en el universo. Una vez
nueva conmoción en el narrador que es la más ambas interrogantes son detonadas
angustia por las dos cuestiones fundamen- por la presencia del gigante ahogado.
tales de todo ser humano: la gran incógni- Con el tiempo los habitantes pierden el
ta de lo que hay después de la muerte y la interés por el cuerpo del gigante, y de él
incertidumbre de nuestro propósito en la solamente quedan los restos esparcidos
vida. Al ver la manera en la que terminó por la ciudad, mostrados en escaparates a
aquel gigante en la orilla del mar como un manera de trofeo o como simple atracti-
barco abandonado podemos preguntar- vo visual. La gente ya no cree en el suceso
nos si después de la vida habrá también extraordinario y lo califican de mentira, e
una infinita soledad, o si habrá un vacío incluso aquellos que recuerdan al gigante
traducido en la nada, o quizá pensemos prefieren decir que sólo fue una ballena o
que habrá algo mejor que ser comidos por una bestia marina y olvidar lo que causó
gusanos como consecuencia de algún op- en ellos un sentimiento desagradable, es
timismo forzado; del mismo modo, a pe- decir, olvidar aquel gigante real que reflejó
sar de lo grandiosa que puede llegar a ser las fallas e inseguridades de la sociedad y
la humanidad en muchos sentidos, jamás de cada individuo en ella.
podremos conocer con certeza el motivo

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Miércoles 30 de
marzo de 1932:
Santa

Axel Olvera

¿Cómo habrá sido ser un habitante de la Ciudad de México un miércoles 30 de marzo


de 1932, caminar por la avenida Cinco de Mayo y dirigirse a comprar un boleto para
sentarse en una de las más de dos mil butacas con las que contaba el Cinema Palacio,
donde se estrenaría la primera película con sonido sincronizado en español? Esta
pregunta rondaba por mi cabeza mientras veía Santa, dirigida por Antonio Moreno
y protagonizada por Lupita Tovar. En esta época, en el 2021, damos por sentado el
sonido en los medios ya que se encuentra siempre presente: en el cine, en la televi-
sión, incluso llevamos música a todos lados gracias a los teléfonos celulares y los au-
dífonos. Pero no siempre fue así, esto ha ido progresando y así como mis coetáneos
y yo hemos sido testigos de avances y cambios tecnológicos, las personas de inicios
del Siglo XX también experimentaron los suyos. Los cambios llegan, causan revuelo
y se insertan en la vida de las personas hasta que comienzan a formar parte de su
normalidad. Una película con sonido en 2021 es algo normal, pero en 1932 debió de
haber sido algo muy especial y sólo nos queda imaginar cómo debió de haber sido
presenciar ese hecho histórico, con las luminarias alumbrando la fachada del cine, la
orquesta en vivo como parte de la ceremonia previa y con Federico Gamboa, autor
de la novela en la que se basa el filme, como invitado de honor.

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El hito se consiguió gracias a los hermanos Santa, una ficción verosímil, con personajes
José de Jesús y Roberto Rodríguez, quie- ficticios en locaciones reales. Es casi una
nes estudiaron electrónica y fotografía en pintura de la sociedad de hace un siglo,
Los Angeles. Años más tarde crearon el una sociedad de contrastes claramente
Rodríguez Sound Recording System que permitía marcados, de opulencia y miseria, de valo-
la realización de películas con sonido per- res sociales y de degradación e hipocresía.
fectamente sincronizado. Con su regreso a La historia nos cuenta la vida de una mu-
México, en 1931, comenzaron la filmación chacha oriunda de Chimalistac, en ese en-
de Santa, que fue anunciada como “la pri- tonces un pueblo alejado del progreso del
mera gran película mexicana”, inauguran- centro de la Ciudad de México. En las pri-
do así y casi sin saberlo, el comienzo de la meras escenas de la película vemos a Santa
etapa del cine industrial en México. en el pozo de su pueblo intentando sacar
agua, alrededor de ella hay animales como
Sobre la película, se trata de una adapta- cabras, gallinas y mulas; escuchamos los
ción de la novela escrita en 1903 por Fede- sonidos que ellos emiten, el sonido del
rico Gamboa, la cual se encuentra enmar- agua y el ruido de fondo típico de las pla-
cada dentro del género del naturalismo. zas de los pueblos. Chimalistac está vivo
Este género se caracteriza por retratar la y la vida parece configurarse en torno a
realidad de una manera fiel y cruda, casi Santa, pues todo parece brillante y limpio,
de carácter documental, también servía casi idílico. Hasta que un fuerte sonido de
como vehículo de denuncia social. Así es caballos se hace presente y vemos que al

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pueblo está entrando un regimiento de ca- sociedad mexicana del porfiriato son ex-
ballería del ejército mexicano, comandado puestos, la pulcritud y el brillo de la vida
por Marcelino, quien se aprovecha de la en el pueblo es cambiada por la oscuridad
inocencia de Santa para que se entregue a de los burdeles con sus característicos so-
él. nidos: murmullos pesados, música alegre
La película le sugiere al espectador lo que y sonido de copas al chocar.
sucede a continuación, nunca incurre en La novela Santa es bastante densa gracias
lo explícito. Tiempo después, Santa ter- a las descripciones casi de carácter docu-
mina embarazada y Marcelino la aban- mental, es claro que al realizar una adap-
dona. La joven tiene que irse de casa pues tación cinematográfica se pierden algunas
sus hermanos mayores percibieron ese he- cosas, pero no es de extrañarse que los
cho como una ofensa y la exiliaron. Así es hermanos Rodríguez hayan elegido esta
como llega al centro de la Ciudad y al no adaptación para realizar la primera pelí-
encontrar otra alternativa, comienza a tra- cula con su invento: los sonidos son claros
bajar en uno de los burdeles más exclusi- y la ambientación, tanto en lugares abier-
vos y elegantes. Es ahí donde el camino de tos como en tugurios, se logra de manera
Santa sigue en descenso y los vicios de la perfecta.

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INTERLATENCIAS |21
La canción de
bugambilia
Rodolfo Usigli
Poema dedicado a Dolores del Río. Y que sirvió de inspiración
para la película Bugambilia de 1945. Dirigida por Emilio Fernán-
dez y estelarizada por Dolores del Río

Del corazón sobre el muro


tu planta mortal se enreda;
de tu sangre y de tu seda
es flor -cáliz que apuro.

Planta de la Bugambilia
que me cubres y me matas,
¿por qué con lianas me atas
si al fin tu amor no me auxi-
lia?

¿Para qué quieres crecer


sobre mi amor que te espera
si solamente por fuera
del él has de florecer?

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Hoy, insensible al amor,
solo buscas ser amada
y en todos dejar grabada
la herida de tu color.

En un corazón amado
un día querrás entrar
para en él tus flores dar,
mas lo encontraras cerrado.

Lo oprimirás en tus ramas


para hallar tu salvación
y en tu desesperación
has de matar lo que amas.

Nada más me reconcilia


tu belleza con mi suerte:
eres mi adorno y mi muerte,
planta de la Bugambilia.

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El reincidente

Axel Olvera
Repetición. Reincidencia. Reiteración. In- mente, su hermana menor Camila, su pa-
variabilidad. Hastío. Tedio. No es tu cua- drastro ex-alcohólico Roberto y su madre
rentena, son las sensaciones que imperan Sandra, todos ellos terminan en un bucle
en El incidente, ópera prima de Isaac Ez- en una carretera. Esta segunda familia es
ban. Es increíble lo bien que se valora en presentada como normal y feliz, en con-
tiempos de pandemia perpetua esta pelí- traposición a como fueron presentados
cula que se estrenó en 2014. Carlos y Oliver quienes se encontraban en
severos problemas financieros, incluso te-
Perteneciente al género de ciencia ficción, niendo que llegar a delinquir. Los herma-
el filme trata de dos familias que tras un nos y el policía se encuentran atrapados en
incidente terminan atrapadas en un loop la Highway to Hell de AC/DC y la familia
espacial. Primero conocemos a Carlos y a de Daniel está en la Stairway to Heaven de
Oliver, hermanos que quedan encerrados Led Zeppelin (que de cielo no tiene nada).
en las escaleras de su departamento tras
intentar huir del policía Marco. Después El incidente está lleno de contraposicio-
conocemos a la siguiente familia, confor- nes y correspondencias, en las primeras
mada por Daniel, de 14 años aproximada- escenas podemos ver la alegría de un ma-

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trimonio joven e inmediatamente des- muestra cómo los personajes se van adap-
pués se muestra en escena a una anciana tando a su nueva realidad, algunos per-
moribunda. En un momento de desespe- sonajes se entregan completamente a los
ración, Carlos le dice a Oliver: “la vida es vicios, otros quedan en estado catatóni-
una carretera muy larga y lo que pasamos co, pero lo que más llama la atención es el
ya no regresa” y después vemos a la fami- caso de Oliver, quien desarrolla complejos
lia de Daniel atrapada en una autopista sistemas para cuidar de sí mismo: se ali-
interminable. Al iniciar el viaje familiar menta sanamente, se ejercita diariamente
Roberto pronuncia las siguientes pala- e incluso desarrolla una ducha para poder
bras: “estamos en una carretera intermi- bañarse todos los días. Y todos los días
nable” después sus palabras regresan con realiza las mismas actividades, así duran-
fuerza hacia él y lo golpean pues se hacen te años.
tangibles.
“La única salida es seguir avanzando”, di-
Es importante recalcar que los persona- cen algunos pósters de la película, de una
jes se encuentran atrapados sólo en el manera irónica pues en su bucle espacial
espacio, el tiempo sigue transcurriendo los personajes sólo pueden seguir avan-
con regularidad. Otro hecho importante zando y ese desplazamiento perpetuo re-
es que los recursos con los que disponen sulta inútil. Es una película de ciencia fic-
se regeneran tras un tiempo En escena se ción que nos recuerda mucho a episodios

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de The Twilight Zone, es cierto, pero es hacer lo que quiere. Pero no puede que-
en la monotonía mencionada donde la au- rer lo que quiere”, siendo el preámbulo
diencia puede sentirse identificada. To- de una obra que nos hace cuestionarnos
dos los días desempeñamos las mismas sobre qué tan libre es el humano en rea-
actividades, si respetamos la cuarentena lidad. Lo mismo sucede con El incidente,
nuestra cotidianidad transcurre comple- en diversos puntos de la película los per-
tamente encerrados en cuatro paredes, sonajes actúan en contra de su voluntad,
nos bañamos y cuidamos de nuestro as- se sienten a merced de fuerzas y desig-
pecto aunque no nos vaya a ver nadie y no nios que escapan totalmente de su con-
podamos salir a ningún lado. Anhelamos trol. Es un filme en el que predomina el
la libertad que se nos fue arrebatada por sentimiento de fatalidad, estas imposi-
un incidente que nunca estuvo en nues- ciones inevitables nos invitan a reflexio-
tras manos, así como los personajes de la nar sobre la libertad del humano a través
película anhelan escapar del bucle en el de ella y permite al espectador cuestio-
que se encuentran. narse: ¿qué tan libre es alguien si todo ya
estaba predestinado para que sucediera
La tercera temporada de la serie de Net- de tal manera?
flix, Dark, comienza con la siguiente fra-
se de Schopenhauer: “Un hombre puede

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Juan Rulfo: el
realismo de Mitl
Valdez
Susana Pedroza
La mirada de intención realista de Mitl Valdez se ha entregado la visión
del pasado lejano -mexicano-, bien conocido por asediar los estragos de la
revolución de 1910. Una mirada que evitaba asimilarse a aquellos grandes
directores de cine mexicano como Fernando de Fuentes o Ismael Rodrí-
guez, directores que experimentaron con los espacios rurales de una ma-
nera alegre y tradicional. Esta visión del primer cine mexicano sonoro en
el que la idiosincrasia mexicana se retrataba hacia el mundo, creando una
racha positiva y cantora; sin embargo, para Valdez, casi 70 años después
de la primera película de De Fuentes y la revolución, el ambiente rural
seguía igual. Fuera de los estereotipos creados en el imaginario nacional
derivado de la Época de Oro del Cine Mexicano, se interesó por retratar
las sobras de la ficción hechas realidad.
Mitl Valdez, de quien principalmente se logran destacar sus trabajos Tras
el horizonte (1984), Los confines (1987), y Los vuelcos del corazón (1993),
se ha impulsado por asociar sus procesos creativos dentro de un pálpi-
to literario, surgiendo en un universo en el que sus personajes sufren y
pagan sus culpas. En donde el desgarre de los protagonistas se abre a la
perplejidad de las confusiones de la vida y las atenciones que resguardan
la moralidad y la libertad como eternas enemigas. Situando su filmografía
en el centro-este de la república mexicana, donde aquí como en muchos
otros pueblos de raíces mestizas, abundan las costumbres en función del
cristianismo y el marcado machismo que ha regido su cultura.

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Basando su ópera prima en tres historias bién filmó con Valdez sus primeros cor-
de Juan Rulfo, Los confines (1987) explota tometrajes basados en obras del escritor
las necesidades humanas, en lo cruento de jalisciense. Y roba el contraste duro del
la muerte, el amor y el sometimiento mo- blanco y negro de la vieja gelatina plati-
ral para llegar a una sutil catarsis reclusa nada de Rulfo para transformarla en una
en el cuerpo y alma de una plegaria; toma nueva; en la que interceden, entre el si-
como referentes a la novela de Rulfo Pe- lencio y los recuerdos las interpretaciones
dro Páramo y a los cuentos de El Llano en de un claro retrato de la misma fotogra-
llamas “Diles que no me maten” y “Talpa”. fía del escritor, con paisajes solitarios y
Interpretada de la mano de actores como melancólicos. Rondando así la existencia
Ernesto Gómez Cruz, María Rojo y Ma- del abandono en el que se encuentran las
nuel Ojeda. comunidades indígenas, en donde el sol
“A veces tenía que salir a medianoche, y los murmullos queman a la gente en un
como si me fueran correteando los perros. silencio que ensordece y cautiva la mira-
Eso duró toda la vida. No fue un año, ni da entre las tradiciones y la ignorancia.
dos. Fue toda la vida” (Rulfo, 2005, p.92). “No sé para dónde; pero tendremos que
Los Confines (1987), relata de principio, la seguir, porque aquí estamos muy cerca del
historia de Juvencio Nava, quien en busca remordimiento y el recuerdo de Tanilo.”
de mejor pastura para su ganado entra en (p.59) Donde el silencio es el martirio y la
conflicto con Don Guadalupe Terreros, el solución para el olvido, surge Talpa. Un
cacique del pueblo, su compadre, a quien testimonio de la culpa, de la moral hacia
Juvencio decide retar hasta las más viles la mujer, la compasión por la muerte y el
consecuencias por sus animales. deseo. Dotada de una cinematografía an-
El filme construye su historia en función siosa, emergente y similar a las historias
del trabajo fotográfico de Marco Anto- de Paz Alicia García Diego y Arturo Rips-
nio Ruiz, quien con anterioridad tam- tein en cintas como La viuda Negra (1977)
o Las razones del cora-
zón (2011), Talpa cuenta
la historia de dos aman-
tes, Natalia e Ignacio, de
quienes su necesidad de
“amar” surge por la oca-
sión y con una pena moral
en medio, Tanilo, esposo
de Natalia y a su vez her-
mano de Ignacio.
El segundo cortometra-
je de Los Confines (1987)
nos permite cuestionar-
nos el sistema ideológico
en el que una mujer se en-

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cuentra esclavizada a un hombre. Natalia lia e Ignacio también les pesó el cuerpo
ha de pertenecer a Tanilo, aún muerto, en de Tanilo de camino a Talpa; así como a
cuerpo y mente antes de volver a pensar Juvencio Nava, el de su compadre. Tras
en pecar. Y después, la compasión o la des- el horizonte (1984), contado en prime-
esperación por la que Tanilo fue llevado a ra persona desde la experiencia de cada
morir a Talpa, donde surge una historia uno de nuestros personajes en simultá-
romántica y dolorosa entre los cómplices neo, expone los antónimos que definen
de un homicidio y la confusión tardía de a una cultura conquistada, definida por
sus sentimientos. la lucha entre los personajes contrarios.

Talpa se asimila de igual forma al medio- El abusador y la víctima. El valor y amor


metraje de Mitl Valdez Tras el Horizonte por la violencia. La violencia, recurrida
(1984) que de igual modo cuenta una his- por necesidad y por mor de la valentía al
toria de Rulfo: El hombre. Y donde narran futuro, a la supervivencia. El temor a la
de manera precisa el crimen de un hombre desigualdad en entornos lejanos. La vida
que lo lleva a jugar el rol del perseguido más allá de los cerros.
y a su perseguidor, quien va tras él por la Finalmente, la obra de Valdez retoma el
montaña en busca de hacer justicia por su regreso de Juan Preciado, de la novela Pe-
propia cuenta al criminal. dro Páramo, quien sin saberlo, convive con
“[...] Los muertos pesan más que los vi- los fantasmas y los suspiros atrapados en
vos. Lo aplastan a uno [...]” (p. 34), men- el tiempo que se hicieron de historias. La
ciona atormentándose el perseguido manera en la que éstas toman lugar de ma-
mientras corre por la vereda. A Nata- nera cabal y respetuosa a fin de su adap-

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tación en una atmósfera campirana, deno-
tan la realización formal que su director
luchó por conseguir como sello personal.
Brilla en el éxtasis que el escritor y poeta
Octavio Paz utilizó para describir el esta-
do de la mexicanidad a mitades del siglo
XX en El Laberinto de la Soledad (1950)
, que en la mayoría de sus veces, la cultu-
ra se le adelanta a la historia y la profe-
tiza. Los confines, es una obra que grita
en el reflejo de la crueldad del olvido a
las comunidades rurales y las leyes de la
supervivencia, tanto en físico como en el
recuerdo dirigidas a la mexicanidad. Sin
embargo, su principio también puede ser
universal, destacando así por su nombre,
Bibliografía:
en el que la obra toma lugar en los con-
Rulfo, J, (2005). El llano en llamas. RM. México.
fines de algún pueblo de algún lugar, con
Rulfo, J, (2005). Pedro Páramo. RM. México.
alguna persona que sufre de algún acto y
Paz, Octavio, (2019).
que finalmente, retrata los rostros perdi-
El laberinto de la Soledad, Posdata, Vuelta al la-
dos en el tiempo con una mirada vacía de
berinto de la Soledad. FCE. México.
potente esperanza.

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La Fórmula
Secreta
Abraham Arellano

Los sesenta fueron tiempos de cambio El ganador de dicho certamen fue Rubén
para México y el mundo, producto de Gámez con su mediometraje La Fórmula
los movimientos socioculturales que se Secreta, también conocida como “Coca
daban a lo largo y ancho del globo, devi- Cola en la Sangre”, donde con un corte
niendo en una actualización ideológica avant-garde, entrega un retrato del pue-
juvenil. Como resultado de este ímpetu blo mexicano que pelea por buscar su
surge un nuevo cine nacional cansado de identidad.
las arquetípicas cintas que por mucho
Con una narrativa fragmentada, Gámez
tiempo acapararon el pensamiento colec-
hace una demanda hacia diferentes secto-
tivo y que encasillaron al país como un
res y rostros del país, pero son la iglesia y
lugar rural lleno de dicha en la miseria.
la industria los que se ven más cuestiona-
Sin embargo, la realidad era otra: la ciu-
dos, abarcando también la existente pero
dadanía enfrentaba cambios, miserias y
ignorada marginalidad que siempre ha
una pobreza que carcomía las calles con
cobijado a los desfavorecidos.
un frenesí apabullante.
El filme desde sus primeros minutos
El cine, además de fungir como un medio
muestra y cuestiona la idiosincrasia
de entretenimiento, abarca diferentes
mexicana; actos tan cotidianos como car-
facetas entre las que se encuentra la do-
gar costales en una jornada laboral o un
cumentalista. Es en este ámbito donde
hombre en un pueblo sin nombre adquie-
surge el primer concurso de cine expe-
ren un nuevo significado al convertirse
rimental convocado por el STPC (Sindi-
en alegorías de la identidad nacional. El
cato de Trabajadores de la Producción
lente de la cámara se vuelve testigo de la
Cinematográfica), en el cual los partici-
indiferencia que como pueblo tenemos
pantes buscaron retratar el México mo-
hacia nosotros mismos.
derno, alejado de los charros, las serena-
tas y el romanticismo de la pobreza. Acompañado de un texto escrito por Juan

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Rulfo y narrado por Jaime Sabines, la cin- nombrarla así: el director mexicano veía
ta nos sitúa en un templo con primeros cómo la transfusión sanguínea era susti-
planos de figuras de ojos grandes que, en tuida por el elixir gringo embotellado que
vez de transmitirnos paz o tranquilidad, hasta nuestros días adorna la mayoría de
parece que nos juzgan sin antes conocer las mesas mexicanas con su etiqueta roja
nuestros pecados. y color característico.
A lo largo de sus 42 minutos de duración, Lamentablemente esta película es una
Rubén Gámez aborda la fe ciega de la premonición de lo que hoy se ha con-
sociedad, el abuso de poder de una iglesia vertido en el camino hacia una sociedad
indiferente a los problemas sociales, y el agringada que difícilmente recuerda sus
ególatra comportamiento humano hacia raíces y hace oídos sordos a sus proble-
la naturaleza. máticas.
Gámez habla de una nueva intervención Hoy en día somos un pueblo que ante la
norteamericana que cambia las armas de sociedad muestra un rostro que pelea por
fuego por un capitalismo aún más devas- ser equitativo e igualitario, por eliminar
tador de lo que fueron sus Little Boy y barreras que durante mucho tiempo nos
Fat Man para Hiroshima y Nagasaki. han asediado, pero que cuando alguien
El título original de la cinta iba a ser extiende la mano para pedir ayuda, la
“Coca Cola en la Sangre”, y podemos mayoría prefiere quitarse y seguir con su
interpretar la intención de su creador por camino

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LA
TEN
TE

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14/04/99
Andrés Ramírez
Plácidas luces y dulces canciones
bien mantienen su esencia de pureza,
aunque en el viento sople la tristeza
buscando anidar nuestros corazones.

Y la eterna llama de los blandones


Impide que se caiga en tal bajeza;
bailen, almas, con bella ligereza
al cadente son de las emociones.

Sigamos riendo quitados de pena;


que las suaves voluntades perduren
en recuerdos que el tiempo jamás frena.

Pues así es la amistad que tanto llena,


sin importar cuánto los años maduren.
¡Vivamos, amigos, la vida buena!

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14/04/99 -¿Hace dos días? ¡Llevamos aquí una
semana! Capitán, ¿cómo lo iba a dejar
cuando creía en usted? Es decir, hemos
-Capitán, esperamos sin razón alguna. Lle- salido juntos al mar por años, he aprendido
vamos varios días dando círculos en busca muchas cosas de usted y por usted conozco
de un mito, de una historia. ¡No soporto las bellezas del mar. Por eso le pido que
más esta lancha! Quiero volver capitán, ¡se me escuche, no me gusta estar en estas
lo pido! condiciones hasta acá y por tanto tiempo.
-No. No lo entiendes porque no Además, ya está oscureciendo y la brisa no
viste lo que pasó. promete buenos tiempos.
-¿Eso es todo? ¿Acaso no se da -No hay razón por la que preocupar-
cuenta de la carga que pone en mí? se, ya casi estamos en el sitio. Por lo
¡¿Acaso recuerda cuánto llevamos demás, créeme, te entiendo pero

aquí?! ¡Estamos en un desierto! No hay no puedo regresar así sin nada; es una de
otros sonidos más que el del mar, y prefie- las más grandes belleza y misterios del
ro que esté así tranquilo y uniforme, aun- mar. ¿Sabes que las conchas que encon-
que lo odie. No deberíamos de estar tan tramos en la playa son sus artesanías? Los
lejos de tierra en esta lancha y cada día colores de los amaneceres y de los
nos alejamos más. En cualquier momento atardeceres son saludos y des-
el mar se puede poner de mal humor. pedidas que el mar les
-¡Cállate! Creo que vi algo. dedica.
-¡Por un demonio! ¡Lleva viendo cosas por -Sólo es un mito, capitán… Oh, no… Está
días! Por Dios… ¡Confundió una gaviota empezando a llover, tenemos que regre-
con la cola de una ballena! sar, deme los remos, si no lo hará usted lo
-Has tenido el tiempo suficiente para na- haré yo.
dar a la costa, hace dos días no estábamos -¡No te atrevas! ¡Yo soy el capitán y el
tan lejos. No puse una pistola en tu frente barco va a donde el capitán lo ordene!
para que te quedaras, no estás obligado a Saca la lona, es sólo una leve
nada.

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lluvia, te asustas por nada. porque no hay. El brillo de la luna no pasa
Maldita sea… Pero yo soy el las espesas nubes y la densa lluvia no para.
imbécil por subirme a esta porquería y ha- Ay, no… No quiero estar aquí, no... puedo
cerle caso al loco este. respirar… ¡No hay nada! No hay...nada…
-¿Qué tanto dices? Ya cállate, no has para-
do ni un… -¿Escuchaste los anunciantes susurros
-¿Ahora qué? ¿Otra gaviota? Que las olas exhalan por mi canto?
-Shh, escucha. Canto la pasión del sol agónico
-No se escucha nada, sólo la lluvia y el quien mancha de sangre etérea su manto.
mar. Vamos venga adentro de la lona, se Canto la nocturna soledad de la luna,
está mojando de más. espejismo argenteo de esperanzas.
-Espera, hay algo en el aire, un sonido Soy el éxtasis, la angustia, la paz
dulce. de un suave rumor eufónico
-¡Capitán! La lluvia empeora, venga. sostenido en el viento solaz.
-Ya voy, ya voy. Deshazte del peso que cargas
-La marea está empeorando, pero no po- olvida el mañana lisonjero,
demos hacer nada, estamos a merced del suelta tu corazón, marinero,
mar y sus olas. deja que siga el canto armónico.
-Tranquilo, todo estará bien.
-Eso espero capitán, eso esp… El dolor como de una punzada lo distrajo
-¡Capitán! Carajo, las bengalas. ¿Dónde de su escritura. Un cangrejo le había pe-
están? ¡Capitán! Sabía que era mala idea, llizcado el dedo meñique del pie, proba-
lo sabía. ¿Qué hago? ¿Me meto al agua a blemente confundiéndolo con algún ani-
buscarlo? No, mejor sigo con las bengalas, mal, por lo que, dejando la destartalada
a ver si no se vuelan. ¡Va una! ¡Capitán! Dios libreta de lado, sobó su dedo. El atolón se-
mío, apenas e iluminó. A ver con otra… guía igual, nada cambia en ese lugar, real-
¡No iluminó nada! ¡Malditas porquerías! mente no hay mucho que pueda cambiar.
No hay ninguna luz, ni la de los truenos -Siempre imaginé el infierno de diferente

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manera, pero resulta que es una isla don-
de mi única compañía son los cangrejos y 01/01/98
pájaros- pensó. Su refugio en el centro de
la isla era un conjunto de palmeras, aún no
había descubierto cómo hacer una casita Lágrimas que se arrastran por mi piel al
con las ramas y las hojas del lugar, siem- escuchar los cánticos punzantes de las si-
pre que lo intentaba colapsaba, por lo que renas que atraviesan mi débil y sensible
“de momento” dormía sobre su andrajosa ser. Las escucho y, como si una nube oníri-
camisa. Claro que el problema eran las llu- ca las cubriera, sólo me deja observar una
vias, pero lo resolvía pegándose al tronco breve escena de esa música sostenida en el
de alguna de las palmeras y se cubría con aire. Las sirenas le cantan al fuego. ¿A qué
el mismo estropajo. fuego le cantan las sirenas? ¿Será al cielo
teñido de tintes rojizos por el sol? ¿Será
El tiempo que llevaba ahí en el atolón que le cantan a una ardiente pasión? ¿O
no importa, o eso era lo que él respondía será algún desafortunado barco envuelto
cuando le preguntaban. ¿Quién? Bueno en llamas, atrapado por las olas? Pero sin
es que en una situación como en la que él importar qué sea, me sigo preguntando
está, es inevitable empezar una plática es- en mis adentros: ¿por qué cantan, sirenas?
pontánea con algún pajarillo marino o un Aunque me hago la pregunta, no me inte-
travieso cangrejo. Sorprende la aparente resa responder pues se diluye en las armo-
coherencia que logró en su escrito, ¿no es nías tejidas poco a poco en el ambiente,
verdad? Por lo menos a mí me sorprendió flotando etéreamente por obra de las sire-
bastante, es decir, escribió un poema muy nas.
aceptable para su situación. Bellísimo. Siempre que lo leo lagrimeo un
poco, soy un sensible disculpen. Creo que
Si les soy sincero, dudo que lo salven. La lo escribió unos días después de su llega-
islita esa no está en una ruta comercial y da, algo trae con las sirenas no sé por qué.
en los mapas se necesita lupa para verla; Bueno, dejemos que siga escribiendo, es-
es verdad que una vez pasó un barco, pero pero que la siguiente vez que lo visite ya
cómo iba a ver al desdichado si ni casa tie- tenga una casita y ojalá se deje la barba, le
ne. Sin embargo, no seamos pesimistas, alegra el rostro. Ah, nada más no le digan
tendrá más tiempo para afinar su escritu- que no será rescatado, principalmente por
ra, es más, les voy a leer otro escrito de él, dos razones: 1) Se va a poner triste y 2) no
nada más no le digan porque se molesta. va a querer escribir y me gusta leerlo (aun-
Dice así: que no lo parezca). Entonces, que sea un
secreto entre nosotros, la esperanza le da
un toque, un no sé qué, a sus escritos, sin
importar si es falsa.

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Ilustración: Andrea Argueta

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El rosal
inmarcesible
David Pichardo
Ella deseaba amar con la intensidad de lo ba delirando al escuchar el afable trino
extraordinario, con una fuerza inconmen- que vocalizaba palabras inteligibles y este
surable, no había momento más placentero asombro inicial se tornó rápidamente en
que cuando se ponía a pensar en el futuro fascinación al quedar hipnotizado por tan
amor de su vida y se imaginaba los sucesos sutil caricia sonora. Escuchaba entonces
más venturosos y los gestos románticos todos los días debajo de la ventana los se-
más apasionados que podían existir. cretos amorosos de ella. Y la alteración de
-A veces sueño que un hombre me da su sus sentidos llegó al límite cuando vio su
corazón, y que nunca se marchita- le con- silueta en la vereda arbolada del bosque
fiaba sus secretos a la golondrina que ve- lozano.
nía cada mañana a la ventana de su habita- No detuvo la idea que le llegó a la mente la
ción y se posaba para cantar una melodía primera vez que la vio. Fue una ocurren-
que acompañaba la alegría del amanecer. cia fugaz. Ella irradiaba la atmósfe-
Su voz también era suave, acaramelada y ra con una sonrisa que mostraba
dulce como el canto de aquella ave, por unos dientes blanquísimos y con
eso mientras él caminaba creyó que esta- un brillo intenso que brotaba de

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sus ojos, y en el más íntimos, su aliento revitalizaba el
momento en que alma de los delgados tallos y reconforta-
los fúlgidos dia- ba cada pétalo haciendo crecer un brote
mantes hicieron más lindo que el anterior. Voló la pri-
un leve contac- mavera y el verano como hojarasca en el
to con los ojos viento, y en una tarde de otoño paseando
de él, supo sin por el bosque donde se habían conocido
dudar, en el ins- ella lo abrazó fuerte y dijo:
tante, y a pesar -Me gustas mucho y creo que te amo,
de que nunca lo como Dido amó a Eneas y como Dante
había sentido antes, que estaba enamora- amó a Beatriz; me siento como Isolda en-
do. Pensó que la mejor manera de expre- cadenada a ti, condenada a pensarte sin
sar aquel sentimiento era a través de las tregua. Tu rosal es el mejor obsequio que
flores, así que pasó toda la primavera bus- nadie nunca me ha dado. Me gustas tanto
cando la alegoría de su corazón en las ro- y sé que te amo, y sé también que tu amor
sáceas más hermosas. por mí te hace tener las ideas más apasio-
Le obsequió un rosal pequeño de rosas nadas y tiernas del mundo. Amé el rosal,
escarlata, con los pétalos bien abiertos y y tu corazón en él. Cuando la rosa muere
una etiqueta en la maceta que decía: Éste la obsequiamos, no nos importa su dolor;
es un objeto inmarcesible. Ella encontró en el me imagino que el instante en que la rosa
temblor de sus labios un tierno símbolo es arrancada de la tierra no es distinto al
de infortunio; aceptó el rosal mirando la último suspiro que exhalamos antes de
palidez de su rostro y rozó su mano con morir. Pero tú has pensado en todo esto,
la de él. No apartó la mirada ni la mano. y por eso sé que me amas tanto como yo
Sus pieles se encontraron entonces en te amo a ti y a los latidos de tu corazón.
un tenue contacto en el que ella puso su Llegó el clima invernal y ellos permane-
consentimiento y su cariño y en el que él cieron abrazados todas las noches, mi-
sintió un cálido escalofrío. Hubo sólo el rándose mutuamente, recorriendo juntos
silencio, el pacto inenarrable de los ena- aquel puente perpetuo que había sido
morados. Existe un color en el mirar de erigido desde los abismos insondables
dos amantes inconfundible y único: un co- de él hasta los mares majestuosos de ella,
lor ardiente, cándido y amable que abarca abrasados en la ferviente llama que los
todo un amor que no obedece al tiempo en aislaba de la realidad, hablando sutilezas
el inmenso espacio que hay entre los ojos indescifrables para nosotros, atentos a
esmeralda de ella y los ojos oscuros de él. sus labios y aje-
La reciprocidad en su respuesta hizo que nos al mundo.
el triste corazón de él se acelerase y que Hasta que, en
los pequeños capullos bermejos recién na- una de esas ci-
cidos eclosionaran en un segundo exha- tas nocturnas,
lando un perfume dulce como la miel. ella llevó el de-
Ella diario regaba su corazón, le hablaba licado rosal
de sus fantasías rutinarias y sus sueños consigo, y en la

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negrura del bosque estuvo repitiéndole a -Por amor -susurró ella-. Las grandes his-
su amado cuánto lo amaba. Pero él tenía torias de amor han sido siempre trágicas.
mucho frío y no podía concentrarse en lo Romeo murió por Julieta para perpetuar
que ella decía ni en su enternecedora mi- su amor, Don Quijote aspiró a ser un már-
rada. Se recostó en la hamaca que habían tir guerrero por su amada Dulcinea. La
colgado al principio de sus paseos y se cu- muerte es el salvoconducto del amor per-
brió con una manta muy fina para inten- fecto…
tar calmar sus temblores. Ella dejó de ver Mientras hablaba gotas de sangre caían a
la nívea luna del horizonte y se acercó a la tierra húmeda, sus manos habían sido
él para acariciar su rostro que palidecía perforadas por las espinas de las rosas que
cada vez más. Entonces sacó el rosal que había destruido.
había escondido bajo la hamaca, arran- -…Mi mamá decía que sólo tras la muer-
có un pétalo de la rosa más grande, y en te podríamos reconocer al amor verdade-
ese momento él sintió una punzada en ro, el que trasciende las mil barreras de
el corazón. Arrancó otro pétalo con más la vida para fundirse en la eternidad. Me
fuerza y él sintió que la respiración le fal- dijo que la aspiración de toda mujer es ser
taba. Fue desgajando las rosas moribundas amada así, con la fatalidad impresa en el
una por una lentamente mientras observa- destino, porque el amor ideal no vacila
ba su silueta exhausta para recordar bien ante la duda terrenal, no obedece las leyes
el rostro del amor de su vida, y a cada bro- de lo mundano. Y yo sé que nuestro amor
te desgarrado el corazón endeble latía con es sublime como el de las novelas y que me
menor ímpetu, desfalleciendo pusilánime amas más que a nada. Todo el mundo sabe
ante la fuerza exterior que lo comprimía. que el amor es entrega, que el verdadero
Levantó la pequeña maceta con la última amor es sufrimiento.
rosa en ella y la puso parsimoniosamente Acarició por última vez la rosa restante,
en el pecho de él. El objeto aprisionó aún ahora blanca como la luna que presencia-
más el lánguido pecho que exhalaba una ba la escena, y en un parco movimiento de
súplica de auxilio. Y al entender que na- su tersa mano estranguló lo que quedaba
die lo escucharía preguntó con sus últimas de ella mientras le daba un último beso a
fuerzas: su amado marchito, inerte sobre el lecho
- ¿Por qué? de amor.

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Ilustración: Andrea Argueta

INTERLATENCIAS |42
¿Por qué el sol
sigue brillando?
Axel Olvera

“Why does the sun go on shining?

Why does the sea rush to shore?

Don’t they know it’s the end of


the world?”

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INTERLATENCIAS |43
Es 22 de abril de 2031 y ya no siento nada. gundo más importante de mi vida, o de mi
Hace unos minutos escuché alarmas, el muerte. Creo que esa es la relatividad del
silbido de un avión oculto y gritos deses- tiempo. ¿Por la mente de Einstein pasó un
peranzados, vi gente correr en todas di- pensamiento así cuando pensó en lo rela-
recciones y puertas cerrarse violentamen- tivo del tiempo y en la bomba nuclear? No
te. Sentí miedo. Creí que estaría listo para podría preguntarle, ya no puedo hablar.
esto pero uno nunca está totalmente pre- No podría entender la respuesta, ya no
parado para morir. Vi un objeto caer del escucho nada. Pero pienso y recuerdo. Lo
cielo y pensé en Dios. “Venga a nosotros último que sentí fue calor, uno totalmen-
tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra te diferente a todos los que había sentido.
como en el cielo.” ¿El cielo también está a Hace veinticinco años me encontraba pa-
punto de arder? Hace unos milisegundos rado a cinco kilómetros de donde me en-
oí una explosión que condensaba millones cuentro ahora. La bomba también acaba
de explosiones; escuché, también, vidrios de arrasar con ese sitio, pero cuando yo
fragmentados, concreto reventado y gritos estuve ahí, el calor afuera de los juzga-
apagados. Al mismo tiempo vi una luz que dos era simplemente irritante. Era el tí-
apagó todas las otras luces. Al apagarse pico calor citadino. Veintisiete grados
todo me pregunté, ¿por qué el sol sigue bri- con una sensación que aumentaba por
llando? Sentí un calor abrasador y después el efecto invernadero, pero para mí era
ya no sentí nada. Muchas veces leí que una peor por la ansiedad que comencé a ex-
explosión nuclear tardaba milisegundos en perimentar en esos años. Dentro de un
matarte, que no sentías tu propia muerte. segundo ya no voy a existir, pero ese día
Este milisegundo ya se dilató bastante, en los juzgados era un niño de seis años.
pero eso es lo curioso, ¿cuál es la importan- Sofocado, irritado, confundido y temero-
cia de una fracción tan mínima de tiempo? so. Mis padres se habían divorciado ape-
Si me preguntan a mí ahora, es el milise- nas unos meses atrás. No recuerdo mu-

INTERLATENCIAS |44
cho de los trámites que fuimos a hacer conocía otros calores. Ahora que ya no im-
al juzgado, pero tengo bastante presente porta, recuerdo con claridad cuando mis
cómo me sentía. No comprendía cómo abuelos me dijeron “en un mes nos vamos
ni por qué pero sabía que algo había ter- a la playa.” Un mes en la vida de un niño
minado y yo me encontraba en la zona que está esperando transcurre terrible-
cero de la explosión que produjo un mente lento. Durante ese tiempo me
átomo al separarse. Hace dedicaba a imaginar y a pen-
veinticinco años todo se sar. Ahora haría lo mis-
veía despejado y hace mo, pero no sé qué
apenas unos segun- es lo que estoy
dos el cielo tam- esperando, no
bién lucía impo- sé qué vaya a
luto. suceder cuan-
Solemos pensar do termine de
en las tragedias desintegrar-
y las despedidas me, así que me
bajo el umbral de limito a pensar y
un clima frío, inclu- recordar. En ese entonces no podía
so lluvioso, si es que queremos añadir recordar, ya que no tenía muchos
más dramatismo a nuestra escena. recuerdos y me gustaba más imagi-
Hoy, en unos minutos caerá una gran nar. “¿Cómo será de grande el mar?
lluvia, pero ya no de agua. La lluvia ¿Me comerán los tiburones? ¿Si co-
radiactiva se precipitará sobre este mienzo a nadar sin detenerme po-
suelo y otros más lejanos. Partículas dré llegar hasta China?” Ahora,
de mí descenderán a esta tierra para ¿alguna bomba habrá caído en el
contaminarla. Sí, definitivamente mar?, ¿qué pasará con los tiburo-
una gran lluvia va a caer pronto. nes y toda la fauna marina tras
Pero lo que experimenté en los esto?, ¿bombas habrán caído en
juzgados fue algo que distaba China? Imaginar era lo único

mucho de aquellos escenarios tristes lle- que tenía entonces y parece que es tam-
nos de lluvia que formulé en mi cabeza. bién lo único que tengo ahora, mi imagi-
Era un calor sofocante, totalmente seco, nación y mis recuerdos. El día en el que
no como el calor rico y tropical que ex- partimos a la playa fue contrastante, en
perimenté en las playas de Acapulco con mi mente se trataba de una gran aventura.
mi familia, apenas unos meses antes del Se trataba de mi primer viaje largo en ca-
divorcio. Era un niño en ese entonces, no rretera. Al abordar el carro tenía la sensa-
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ción de que me llevaría a un lugar mágico, love” Recuerdo claramente esa canción,
esta ilusión se desvaneció al enfrentarme en su momento no lo entendía pero habla-
con la realidad: la carretera solo era un in- ba de desamor, así que marcó esa etapa de
terminable e incandescente pedazo de as- mi vida. Cuando el viaje terminó y la ilu-
falto y el tránsito para salir de la ciudad y sión se rompió, al regresar a casa, unas se-
entrar a la playa parecía interminable. En manas después mis padres me explicaron
el automóvil sonaban las canciones que que se iban a divorciar. No entendí nada,
mis abuelos ponían, antiguas para ese en- no sabía qué iba a cambiar. Nada había
tonces y ahora que las recuerdo me pare- cambiado. Ellos seguían frente a mí, los
cen de otro milenio, de otra vida. Mi abue- podía tocar. Ahora, si los rememoro, pare-
lo iba manejando, mi abuela era su copiloto ce que puedo tocarlos, abrazarlos otra vez
y atrás íbamos mis padres y yo. ¿Cómo, en aquí en mi memoria. En ese entonces al
mi mente infantil, pude haber imaginado mundo pareció, también, serle indiferen-
que habríamos de perecer todos? Unos, los te, afuera los pájaros seguían cantando en
afortunados, por el transcurso natural de los árboles cuyas ramas se movían con el
la vida y otros, los que quedamos, por esta viento, adentro el radio sonaba de fondo.
terrible explosión. La canción que más re- Nada había cambiado y todo estaba por
cuerdo es de Skeeter Davis, con una melo- cambiar. Fue solamente el paso del tiempo
día muy tranquila y una voz dulce y apa- lo que me hizo entender lo que había pa-
cible, fue la que más se reprodujo en todo sado. Minutos después y en soledad, con
el viaje. Era la canción que sonaba cuan- nada más que mis pensamientos otra vez,
do lo vi por primera vez. En mi mente lo mientras una conocida canción sonaba y
imaginé de muchas formas pero no estaba la intérprete cantaba “Why does my heart
preparado para lo que vi: inmenso, impe- go on beating? Why do these eyes of mine
recedero, incuantificable. Llegamos en el cry? Don’t they know it’s the end of the
ocaso y el lejano y menguante sol lo do- world? It ended when you said, “«Good-
taba de colores cálidos. Fue hipnotizante. bye»”, comprendí, como ahora, que algo
Afuera sonaba el característico sonido de había llegado a su fin.
las olas chocando contra la arena, dentro,
Skeeter Davis cantaba “Why do the stars
glow above? Don’t they know it’s the end
of the world? It ended when I lost your

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Ilustración: Atziri Naomi Ponce Correa

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