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Un 

diagrama de flujo, o flujograma, es una representación gráfica de un proceso. Cada paso


del proceso se representa por un símbolo diferente que contiene una breve descripción de la etapa
de proceso.
Los símbolos gráficos del flujo del proceso están unidos entre sí con flechas que indican la dirección
de flujo del proceso.
El diagrama de flujo ofrece una descripción visual de las actividades implicadas en un proceso.
Muestra la relación secuencial entre ellas, facilitando la rápida comprensión de cada actividad y su
relación con las demás.
Expresa igualmente el flujo de la información y de los materiales; así como las derivaciones del
proceso, el número de pasos del proceso y las operaciones de interdepartamentales. Hace posible
la identificación de bucles repetitivos, lo que es esencial para las acciones de rediseño y mejora.
El flujograma también facilita la selección de indicadores de proceso, indispensables para efectuar
su control y evaluar su rendimiento y eficacia.
Contenido del Artículo
1. Cómo y Cuándo surge el Diagrama de Flujo.
2. El Diagrama de Flujo y la Simplificación del Trabajo.
3. Diagrama de Flujo y Gestión de Procesos: Beneficios.
4. Diagramación de Procesos.
5. Modelo y Diagrama de Flujo.
6. Cómo elaborar un Diagrama de Flujo de Proceso, o Flujograma.
7. Indicadores de Proceso.
8. Ejemplos de Diagrama de Flujo.
9. Administración Electrónica y Diagramas de Flujo.
1. Cómo y Cuándo surge el Diagrama de Flujo
El primer método de diagrama de flujo de proceso fue introducido, en 1921, por Frank y Lillian
Gilbreth [1], con el objetivo de documentar el flujo para estudiar los procesos de trabajo.
El objetivo de los Gilbreth fue representar de forma gráfica y sintética, el estado actual de un
proceso para, así, obtener una visión que facilitara su optimización. De esta forma se conseguía
hacerlo más eficiente y, por tanto, más rentable. Comprobaron cómo, mediante el diagrama de flujo
del proceso, se conseguía la fácil detección de errores e inconsistencias, al alcanzar una visión
general del sistema.
Hay que tener en cuenta que el contexto en que se desenvuelven los Gilbreth es el del  Taylorismo,
a principios del siglo XX. Así, uno de los objetivos centrales el análisis del trabajo era la ganancias
de productividad en los trabajadores mediante el análisis de las operaciones y movimientos que
esto se realizaban durante la ejecución de las tareas.
El objetivo era reducir las operaciones implicadas para, así, realizar las más rápidamente. Para ello,
identificaron los movimientos y decisiones de los trabajadores de modo que se pudieran analizar los
retrasos y sus causas con el fin de eliminarlos.
A su vez, y para maximizar la productividad, y también reducir la fatiga, idearon tres conjuntos de
reglas básicas aplicables a la economía de movimientos, relacionadas con:
 El cuerpo humano: por ejemplo, las manos deben iniciar y finalizar los movimientos de forma
simultánea.
 La disposición del lugar de trabajo: como fijar un sitio para material y herramientas.
 El diseño de herramientas y equipo: combinar dos o más herramientas.
2. El Diagrama de Flujo y la Simplificación del Trabajo
Con el fin de documentar sus análisis, los Gilbreth idearon el diagrama de flujo de trabajo. Este se
compone de una serie de símbolos que expresan las acciones concretas que realiza el trabajador.
De este modo, es posible obtener una visión certera y comprensible del flujo de operaciones
implicadas.
Esta perspectiva se reveló como muy eficaz para el análisis del trabajo y el rediseño de su flujo, de
forma que se incrementara la productividad.
Descompusieron las posibles acciones en diecisiete movimientos básicos, que denominaron
“therbligs”. Cada movimiento puede ser efectivo o inefectivo, según produzcan avances, uno, en el
progreso del trabajo.

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