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DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE EL CANON JUDIO Y EL

CANON EVANGELICO.

INTRODUCCION.
A lo largo de los años se ha cuestionado la humanidad respecto a la autenticidad del libro
más leído y publicado La Biblia.

Este ensayo tiene la finalidad de plantear algunas evidencias encontradas atreves de


escritores e investigadores para entender las diferencias y similitudes entre el canon judío
y evangélico.

HIPOTESIS

TODA ESCRITURA SIENDO INSPIRADA DIRECTAMENTE DEL ESPIRITU SANTO ES


VERIDICA Y PRECISA.

¿Qué influencia tuvo el Canon Hebreo en el canon Evangélico?

¿El canon Alejandrino/Septuaginta justifica doctrinas falsas con los libros apócrifos?

El canon judío y Evangélico han sido puestos en tela de juicio por no contener los libros
apócrifos que no son inspirados.

El comienzo de nuestra historia humana ha venido a traer diversas teorías una de ellas es
la manifestada por la Biblia que se fue desarrollando en el transcurso de los años por
medio de varios escritores cuyos documentos han sido encontrados y evaluados para
verificar su veracidad y autenticidad con ello produjo lo llamado canonizar.

La palabra canon proviene de una raíz que significa "caña" (en hebreo es ganeh y en
griego es kanon). La caña se utilizó para medir y eventualmente llegó a tener el
significado de "norma". Originalmente se utilizó la palabra canon para expresar lo que se
llama "la regla de fe", "la norma por la cual se ha de medir y evaluar", más tarde llegó a
significar una lista o un índice. Esta palabra aplicada a La Biblia significa una lista
oficialmente aceptada de libros. La iglesia reconoció los libros que fueron inspirados
desde su comienzo (estos fueron inspirados por Dios a ser escritos).

OLIVIER-THOMAS VENARD expresa: Canonizar las escrituras es recoger diversos trozos


de lenguaje humano como Palabra de Dios. Sea conscientemente experimentado por los
autores de la canonización o no, se necesita un principio de unidad poderoso.

Cada libro, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, para que pudiese formar parte
del Canon tuvo que pasar por un exhaustivo proceso de revisión y aprobación. En
resumen, la custodia de la integridad del Canon vetero testamentario le fue divinamente
encomendada al pueblo judío y la revisión del Canon neo testamentario a la Iglesia de los
primeros siglos. Hay libros que fueron duramente cuestionados antes de ser aceptado en
lo que hoy es nuestro actual Canon.

I.- El Canon Hebreo es en definitiva muy similar al Canon Evangélico en las siguientes líneas
encontraremos explicación de ello.

Pocos son los que se dan cuenta, escribió George Smith, “que la Iglesia de Cristo posee
una garantía superior para el canon del Antiguo Testamento que para el Nuevo”.

Esta garantía superior consiste en la relación que Jesucristo estableció;

Lucas 24:44. "era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en ley de
Moisés, en los Profetas y en los Salmos" Él indicó las tres secciones en que estaba
dividida La Biblia hebrea -la Ley, los Profetas, y Salmos. Con frecuencia los citó como
fuente de su autoridad. Tras la resurrección, les dijo a sus discípulos que la cruz y todo lo
que le había ocurrido no era más que el cumplimiento de las profecías del Antiguo
Testamento.

Juan 10:31-36; Lucas 24:44. Jesús no estaba de acuerdo con las tradiciones orales de los
fariseos (Marcos 7; Mateo 15) pero no sucedía lo mismo con su concepto del canon
hebreo. No existe evidencia alguna de diputas entre Él y los judíos en lo concerniente a la
canonicidad de alguno de estos libros.
Lucas 11:51(también Mateo 23:35)"... desde la sangre de Abel hasta la sangre de
Zacarías". Jesús, confirma aquí su testimonio respecto de todo canon del Antiguo
Testamento. Abel, fue el primer mártir de La Biblia (Génesis 4:8). Zacarías es el último
que se menciona (de acuerdo con el orden del Antiguo Testamento), habiendo sido
apedreado mientras predicaba al pueblo "en el patio de la casa de Jehová"(2 Crónicas
24:21). Génesis era el primer libro del canon hebreo y Crónicas era el último. Jesús dijo
básicamente "desde Génesis hasta Crónicas", o, de acuerdo al Antiguo Testamento de
los protestantes "desde génesis hasta Malaquías".

El canon hebreo empieza a formarse con los escritos del profeta Moisés, quién escribe la
Torah, que conocemos como Ley o Pentateuco. Los escritos de Moisés, fueron los
primeros en considerarse como textos hebreos sagradísimos y canónicos a partir del siglo
V a.C en tiempos de Esdras y Nehemías. Posteriormente, los Profetas son aceptados en
el Canon judío a finales del siglo III a.C. y finalmente los Escritos se oficializan a finales
del siglo I d.C. en el Concilio de Jamnia o Jabneh.

La evidencia de que Moisés escribió el Pentateuco es contundente. Muchos pasajes


contienen frases, nombres y costumbres de Egipto que indican que el autor tenía un
conocimiento personal de su cultura y geografía, algo que difícilmente tendría otro escritor
en Canaán, varios siglos después de Moisés. Por ejemplo, consideremos los nombres
egipcios: Potifar (regalo del dios sol Ra), Zafnat-panea (Dioshabla; él vive), Asenat
(pertenece a la diosa Neit) y On, antiguo nombre de Heliópolis (Gen. 37:36; 41:45, 50).
Notemos, además que el autor menciona hasta los vasos de madera y los de piedra que
los egipcios usaban para guardar el agua que sacaban del río Nilo. El célebre arqueólogo
W. F. Albrtight dice que en el Éxodo se encuentran en forma correcta tantos detalles
arcaicos.

La arqueología también confirma que muchos de los acontecimientos del libro del Génesis
son realmente históricos. Por ejemplo, los detalles de la toma de Sodoma, descrita en
Génesis 14, concuerdan con asombrosa exactitud con lo que han descubierto los
arqueólogos. (En esto están incluidos: los nombres de los cuatro reyes, el movimiento de
los pueblos y la ruta que tomaron los invasores, llamada "el camino real". Después del
año 1.200 a. de J.C. El arqueólogo Albright declaró que algunos de los detalles del
capítulo 14nos remontan a la Edad del Bronce (período medio) (entre2.100 y 1.560 a. de
J.C.) No es muy probable que un escritor que viviera siglos después supiera de esos
detalles.
Nuestro actual Antiguo Testamento está compuesto de 39 libros; los mismos 24 libros del
Canon hebreo, que hoy clasificamos temáticamente de la siguiente forma:

El Pentateuco o La Ley Génesis a Deuteronomio (5 libros)

Los Libros Históricos Josué a Ester (12 libros)

Los Libros Poéticos Job a Cantares (5 libros)

Los Libros Proféticos Isaías a Malaquías (17 libros)

II.- El Canon Alejandrino/Septuaginta/Vulgata contienen libros que los Cánones Hebreos y


Evangélicos no, eh aquí las razones.

La Iglesia Reformada adoptó la Biblia Hebrea (Tanak) y la Iglesia Católica oficializó la


Vulgata Latina.

Producto de la dispersión provocada por el cautiverio babilónico en el siglo VI a.C, se


formaron numerosas e importantes comunidades judías en diversas regiones. Una de
ellas era la comunidad de Alejandría, los cuales habían adoptado el idioma griego como
cotidiano y relegado el hebreo a cuestiones culticas. Ante esto, se vieron en la necesidad
de traducir la Biblia Hebrea al griego. Estos judíos helenos aceptaban un canon más
amplio que los judíos de Jerusalén, conteniendo varios libros apócrifos.

Los apócrifos son los catorce o quince libros, o añadiduras a ciertos libros, que no se
encuentran en el canon hebreo, y sí en el canon alejandrino (la Septuaginta). Debe
insistirse en que no se encuentran en el Antiguo Testamento hebreo, sino que fueron
añadidos a la traducción griega conocida como Septuaginta (LXX). El canon alejandrino
fue siempre más o menos variable en cuanto a los libros que incluía, mientras el canon
hebreo es más fijo y estable.

La Septuaginta nos da la única fuente de que disponemos en cuanto al canon alejandrino.


El orden general de los libros de la Septuaginta, que nos llega a través de la Biblia latina
(Vulgata) de Jerónimo, ha sido aceptado por los protestantes. Se han empleado el texto y
la selección hebreas, pero ni el texto ni la selección de libros per se de la Septuaginta se
han retenido. Esto no quiere decir que el canon alejandrino carezca de valor, sino que era
menos estable que el hebreo. En vista de esto, Lutero relegó los apócrifos a una sección
separada en su Biblia; decía que eran «buenos y útiles para leer», pero no como base
para la doctrina. Calvino excluyó por completo los apócrifos. La Iglesia de Inglaterra sigue
el ejemplo de Lutero; en el sexto de los Treinta y Nueve Artículos, se insta a leer los
apócrifos «en cuanto a ejemplo de vida e instrucción de modales, pero sin aplicarlos a
fundar ninguna doctrina».

Los reformadores, según queda indicado, rechazaron los apócrifos como parte de la
Biblia. ¿Por qué? Porque contienen doctrinas falsas como la justificación del suicidio, la
oración por los muertos, la limosna como medio de expiar el pecado, que el fin justifica los
medios, supersticiones y magia. Además, ni uno solo de los escritores del Nuevo
Testamento cita porción alguna de los apócrifos, hecho que constituye un vigoroso
argumento en pro de la tesis protestante. Cuando la iglesia romana convocó al Concilio de
Trento (1546) para combatir la Reforma, uno de sus importantes actos fue reconocer
formalmente los apócrifos. Nunca se les había otorgado reconocimiento oficial; al
contrario, desde los días de Jerónimo en el siglo IV se habían expresado dudas sobre los
mismos. Jerónimo acudió a los textos hebreo, griego y latino antiguo para producir una
traducción más al día; y él, igual que Lutero, relegó los apócrifos a sitio aparte. Además, la
premura con que tradujo los libros dudosos indica la poca significación que les otorgaba.
Desdichadamente, Jerónimo tenía poca autoridad eclesiástica. Aunque era un gran
erudito bíblico y lingüístico, los teólogos, como Agustín en África, tenían más poder
eclesiástico, y en la parte del mundo de Agustín el contenido de la Biblia griega obtuvo
apoyo general. De modo que el Primeros hechos respecto a la Biblia 37 códice
alejandrino salió triunfante e imperó hasta la Reforma. La iglesia romana continúa
apoyando los apócrifos como parte de la Palabra de Dios, si bien hay eruditos católicos
que actualmente tienden a describir los libros apócrifos como deuterocanónicos.

CONCLUSION.

BIBLIOGRAFIA
Demaray, D. E. D. (2001). Introducción a la biblia (3.a ed.). Unilit.
Canon del antiguo testamento. (2020).
https://ec.aciprensa.com/wiki/Canon_del_Antiguo_Testamento.
https://ec.aciprensa.com/wiki/Canon_del_Antiguo_Testamento
VENARD, O. T. V. (2008). DEL CANON BÍBLICO A LA VIDA CRISTIANA (Vol.
40). École Biblique et Archéologique Française.
Canon de la biblia. (2020). https://www.ecured.cu/Canon_de_la_Biblia.
https://www.ecured.cu/Canon_de_la_Biblia

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