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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES “EZEQUIEL ZAMORA”


VICERRECTORADO DE PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO REGIONAL
DIRECCIÓN DE INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA
EN EDUCACIÓN A DISTANCIA

MODULO I
ACTIVIDAD 2
NACIONALIDAD Y CIUDADANÍA

Profesor (A): Participantes:


Isbelia Gómez Ivan Parra
C.I. 14.812.957

San Fernando de Apure, Julio de 2021


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Introducción

Con la realización del presente trabajo se pretende hacer referencia a dos


tópicos fundamentales y que forman parte fundamental del ADN de cualquier
país, estos son la nacionalidad y la ciudadanía.

Respecto al primero, la nacionalidad, se pretende describir que es


nacionalidad, especialmente en el caso Venezolano, como se acredita y los
diferentes tipos de nacionalidad

Sobre el segundo, la ciudadanía, se pretende tocar tópicos como que se


entiende por ciudadanos, la ciudadanía en el caso Venezolano, sus diferentes
clases, cuales son los derechos otorgados a los ciudadanos por ser de un país.
Derechos que tiene como fuentes dos vertientes: la que expresa la constitución y
las consignadas en otras leyes y tratados. Además de la vinculación que existe
entre estos conceptos de ciudadanía, nacionalidad y el Estado.
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Nacionalidad y Ciudadanía

En términos generales hablar de nacionalidad es hacer referencia al lugar


donde se ha nacido. De acuerdo a De Pina (2003), “la nacionalidad es un vinculo
jurídico que relaciona a un persona con la nación a la que pertenece”. Por otra
parte Contreras (1994), nos dice que la nacionalidad “es una institución jurídica,
en virtud de la cual, se relaciona al individuo con un Estado, debido a su
adecuación con los criterios legales, desde el momento de su nacimiento o con
posterioridad del mismo”. De estas definiciones se desprende que la
nacionalidad es una relación de tipo jurídica que liga a un individuo con el
Estado (le da atributos de índole jurídico), la cual se da de manera originaria o
derivada (por nacimiento o por un hecho posterior al mismo). También en estos
conceptos se distinguen dos elementos: el Estado por un lado (quien establece
el vínculo) y por otra parte los sujetos (personas físicas y entes morales). Pero
yendo más allá de los preceptos jurídicos, viéndola desde un punto de vista
sociológico, la nacionalidad es un vínculo que une con un grupo en virtud de
diversos factores: la vida en común y la conciencia social.

En relaciona a los tipos de nacionalidad estos pueden clasificarse: en


nacionalidad por nacimiento, nacionalidad por naturalización, la doble
nacionalidad y residentes en el extranjero, cosa que el caso de la República
Bolivariana de Venezuela se resume casi exclusivamente a las dos primeras, la
nacionalidad por nacimiento y la naturalización. Cada uno de estos tipos de
nacionalidad guarda relación con ciertos principios (nexos vinculantes) que
determinan la nacionalidad de un individuo. Estos principios son: el ius soli o
derecho de la tierra, que es la nacionalidad adquirida por el lugar de nacimiento,
lo que quiere decir que son personas de un país aquellos que nazcan dentro de
su territorio (se toma en cuenta el lugar de nacimiento para otorgarles la
nacionalidad); el ius sanguinis o derecho de sangre, es cuando nacionalidad se
transmite a través del vinculo consanguíneo (se sigue al derecho de los padres
al transmitir su nacionalidad a sus hijos); el ius optandi o derecho de optar, es el
poder de optar a una nacionalidad distinta a la que se tiene (escoger entre dos o
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más nacionalidades); y el ius domicilic o derecho del domicilio, forma en la que


se hace nacionales a aquellos que se encuentran domiciliados en su territorio
(esta forma de nacionalización pide al interesado cierto tiempo dentro del
territorio con el fin de garantizar una vinculación efectiva). Cada uno de estos
principios generales ha servido de guía para otorgar la nacionalidad a sus
conciudadanos, la cual se puede determinar de conformidad con el derecho del
Estado cuya nacionalidad se trate. Bajo esta premisa los Estados han creados
leyes que le dan la autonomía necesaria para determinar quiénes son sus
nacionales, acto que se respeta y reconoce sin importar el sistema que el Estado
utilice para otorgar la nacionalidad, siempre y cuando este apegados las leyes
de ese país.

Sobre la nacionalidad por nacimiento, esta tiene como pilares jurídicos


fundamentales: el ius soli y el ius sanguinis. Respecto al caso concreto de la
República Bolivariana de Venezuela, la constitución dice al respecto (Art. 32),
que la nacionalidad se adquiere por nacimiento o por naturalización, de lo que se
desprende que son venezolanos los que nazcan en el territorio nacional, a
quienes hubieren nacido en territorio extranjero, hijo o hija, de padre venezolano
por nacimiento o madre venezolana por nacimiento, siempre que establezcan su
residencia en el territorio de la República o declaren su voluntad de acogerse a
la nacionalidad venezolana; e incluso a las personas nacidas en territorio
extranjero de padre o madre venezolano por naturalización, siempre que antes
de cumplir los 18 años de edad establezcan su residencia. En este caso la
constitución aplica el ius soli y el ius sanguinis, al decir que son venezolanos por
nacimiento los que nazcan en el territorio venezolano o el extranjero, de padre o
madre venezolana (ambos inclusive).

Respecto a la nacionalidad por naturalización (derivada o adquirida), esta


hace alusión a las personas físicas extrajeras que han obtenido de los
organismos correspondientes la carta de naturalización, la cual le otorga la
nacionalidad del respectivo país. En el caso de Venezuela, la Constitución (Art.
33) admite la nacionalidad por naturalización mediante una carta de naturaleza,
siempre que cumpla con los siguientes supuestos: estar residenciados en el
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país durante diez años ininterrumpidos (en el caso de los originarios de España,
Italia, Portugal, Latinoamérica y el Caribe 5 años), los extranjeros o extrajeras
casados con venezolanos o venezolanas, que manifiesten querer adquirir la
nacionalidad pasado al menos 5 años, desde la fecha del matrimonio, y los
menores de edad de padres naturalizados, siempre que manifiesten su voluntad
de nacionalizarse antes de cumplir 25 años y tener 5 años residenciados en el
país de forma continua. Aquí podemos ver como se aplica el ius optandi y el ius
domicili, al darle la posibilidad de escoger de entre las nacionalidades a las que
tiene derecho (caso de tener una cantidad de años continuos viviendo en un
país distinto al suyo).

Al respecto de lo dicho en los párrafos anteriores, sobre la adquisición de


la nacionalidad venezolana, esta se puede adquiere de dos maneras: por el
hecho del nacimiento, cuyo caso se trata de la nacionalidad originaria, y por un
hecho posterior al nacimiento, en cuyo caso se trata de la nacionalidad derivada,
como puede ser la renuncia de un extranjero de su nacionalidad original, para
someterse a otra legislación y por ende adquirir esa nacionalidad.

Otro aspecto importante de analizar es el de la doble nacionalidad, lo que


significa que una persona es ciudadano de dos países al mismo tiempo, por lo
que deberá someterse a las leyes de ambos países, puesto que ambos países
tienen el derecho de cumplir sus leyes. De igual manera gozara de los derechos
políticos y civiles establecidos en las leyes de ese país. Respecto a la doble
nacionalidad en Venezuela, la constitución no la reconoce ni la prohíbe de forma
explícita, si admite la misma (Art. 34), al decir, que los venezolanos, sea por
nacimiento o naturalización, puedan tener otra nacionalidad sin perder la
venezolana. La única forma de perder la nacionalidad, es si se renuncia a ella de
manera expresa ante las autoridades competentes para tal fin. En cuanto a los
derechos y restricciones de los venezolanos con doble nacionalidad, estos
tienen los mismos derechos, salvo por lo que se refiere al ejercicio de cargos
públicos, de igual manera deberán usar la ciudadanía venezolana para ingresar,
permanecer y salir del territorio, así como para identificarse en él, en todos los
actos civiles y políticos.
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Por otra parte, tenemos la ciudadanía, termino al que se hace referencia


de manera inevitable cuando se habla de nacionalidad. La ciudadanía está
íntimamente ligada a la nacionalidad, ya que para ser ciudadano se tiene que
tener la nacionalidad de un país. Aunque como acabamos de decir son términos
muy conexos, no son lo mismo, la ciudadanía es un concepto distinto, que se
refiere a una especie de estatus o situación jurídica o política de la que se goza
por ser miembro de un Estado, mediante la cual el ciudadano adquiere unos
derechos como individuo (civiles, políticos, sociales) y unos deberes (impuestos,
tradicionalmente servicio militar, fidelidad, entre otros) respecto a una
colectividad política, además de la facultad de actuar en la vida colectiva de un
Estado. De acuerdo a la CRBV la ciudadanía es una capacidad, para ser titular
de deberes y derechos políticos y civiles.

En principio el estatus de ciudadanía (ciudadanía política) está reservado


a los miembros nativos o naturalizados de un Estado (vinculo de nacionalidad),
que satisfacen el requisito de la mayoría de edad (18 años en el caso
venezolano), y el no hallarse en una situación de “capitis diminutio”:
inhabilitación política o interdicción civil. Se trata entonces de un estatus
privativo de los ciudadanos de un Estado, ya que solo a ellos se les puede
conferir ciertos deberes y derechos políticos, como puede ser ejercer los cargos
de Presidente, Vicepresidente Ejecutivo, Presidente y Vicepresidente de la
Asamblea Nacional, Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente
del Consejo Nacional Electoral, Procurador General de la República, Contralor
General de la República, Defensor del Pueblo, Ministros de los despachos
relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energías y minas,
educación, Gobernadores y Alcaldes de los Estados y Municipios fronterizos y
los contemplados en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional (Art. 41).

La ciudadanía política plena habilita el ejercicio del derecho al sufragio, a


postularse para cargos de elección popular, a fundar organizaciones políticas; en
suma, a participar en la vida política (en los regímenes políticos democráticos).
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Y aunque en principio los extranjeros están excluidos de la titularidad de


los derechos políticos, la actual tendencia en la materia es el reconocimiento del
derecho a sufragar en las elecciones locales a aquellos extranjeros con
prolongada residencia en el territorio estatal.

En este sentido, la ciudadanía puede ser concebida en un sentido jurídico


como el vínculo que permite, a través del ejercicio de los derechos de carácter
político-participativo-, una práctica cívica orientada a preservar el marco
constitucional de un proceso comunicativo que la hace posible y el
pluriculturalismo de los sujetos y los grupos que se hallan sujetos a ese marco.

La ciudadanía es la plena pertenencia del individuo a la comunidad, cuyo


desarrollo jurídico está vinculado al principio democrático y a la maximización de
sus facultades. La ciudadanía está orientada, pues, a la conservación de una
cultura política, en un Estado constitucional democrático,

De todo lo dicho está este punto sobre la nacionalidad y ciudadanía, deja


claro el vinculo que existe entre estos y el Estado, vínculos de índole jurídico y
político, que otorgan derechos y deberes por tener en primera instancia la
nacionalidad de un Estado, sea esta adquirida por nacimiento o naturalización, y
en segundo lugar por ser considerado ciudadano de Estado, acarreando como
se dijo anteriormente derechos políticos y civiles.
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Conclusiones

De los aspectos o características más resaltantes de lo referente a los


tópicos tratados sobre nacionalidad y ciudadanía se tienen los siguientes:

 Primero, es evidente el vinculo entre el Estado y la nacionalidad o


ciudadanía nacional de un individuo, que tiene como soportes
principales los principios del ius solis o derecho de la tierra y el ius
sanguinis o derecho de sangre, principios bajos los cuales una
persona o individuo es considerado persona de un Estado si el mismo
nace bajo su territorio (ius solis), criterio que predomina en gran parte
de los países de América; en ese mismo orden de ideas esta el criterio
de la sangre, que parte del hecho de ser hijo de padres
originariamente nativos del Estado que atribuye “eo ipso” la
nacionalidad de los primogenitores, aunque el descendiente hubiese
nacido en el extranjero, este es el factor preponderante en los países
europeos.
 Segundo, está el vínculo entre el Estado y la nacionalidad de tipo
adquirida (no originaria o nativa), la cual le confiere la nacionalidad a
los que no son originarios (Nacidos o descendientes de nativos) de
ese Estado, siempre que compran ciertos requisitos establecidos en la
ley, como la permanencia por un determinado tiempo en ese territorio,
y manifestar la voluntad de querer ser de ese Estado. Aquí se puede
ver rasgos de los principios de ius optandi y ius domicilic, ya que
primero una persona puede escoger entre dos o más nacionalidades,
segundo puede optar a la nacionalidad si tiene cierto tiempo en el
territorio.
 Tercero, existe un vinculo de tipo político y civiles, que se le confiere a
los ciudadanos de un país, como: derecho al sufragio y optar a cargos
públicos, entre otros.
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Referencias Bibliográficas

Contreras (1994). Derecho internacional privado. Editorial harla. Mexico.

De pina (2003). Diccionario de derecho. Mexico.

Monografías.com (S.F.). La nacionalidad y la naturalización. Recuperado el 20


de julio de 2021 de
https://www.monografias.com/trabajos37/nacionalidad/nacionalidad.shtml.

Meier (2015). Estado, nacionalidad y ciudadanía. Recuperado el 20 de julio de


2021 de
http://www.ulpiano.org.ve/revistas/bases/artic/texto/REDAV/6/REDAV_201
5_6_51-72.pdf.

Sin autor (S.F.). La nacionalidad. Recuperado el 20 de julio de 2021 de


http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/ledi/idunate_g_fa/capitul
o1.pdf

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