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INSTITUTO ISSN 0325-1926

ARGENTINO re alidad
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29

Debates

Diez tesis sobre el trabajo del


presente y una hipótesis sobre
el futuro del trabajo*
Ricardo Antunes**

Con el advenimiento del capitalismo hubo una transformación


esencial que alteró y complejizó el trabajo humano. Esta doble
dimensión presente en el proceso de trabajo que, al mismo tiem-
po crea y subordina, emancipa y aliena, humaniza y degrada, ofre-
ce autonomía pero genera sujeción, libera y esclaviza, impide que
el estudio del trabajo humano sea unilateralizado o, asimismo, tra-
tado de modo binario o también dual.
La desconsideración de esta compleja y contradictoria relación
permitió que muchos autores, equivocadamente, defendiesen la
deconstrucción así como el fin de la actividad vital del trabajo
como ejercicio autónomo, concreto, autodeterminante y auto-
constituyente. Al mismo tiempo, por otro lado, no fueron pocas
las mutaciones que el capitalismo introdujo en el mundo de la pro-
ducción y del trabajo en las últimas décadas. En este artículo el
autor señala algunas de estas tendencias.

* Este trabajo fue enviado por el Dr. Ricardo Antunes especialmente para el debate
sobre La crisis del trabajo abstracto que sostuvo con el Dr. John Holloway en el marco
del III Coloquio Internacional de Teoría Crítica y Marxismo Occidental, que organizaron
las revistas Realidad Económica y Herramienta, junto con la cátedra de Literatura
Alemana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, cuyo profesor titular es el Dr.
Miguel Vedda. Traducción y corrección: Raúl Perea y Aldo Andrés Casas.
** Profesor titular de Sociología del trabajo en IFCH/UNICAMP.
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I. El péndulo del trabajo mundo celestial, camino para el


paraíso. Al final de la Edad Media,
Desde el mundo antiguo y su con Santo Tomás de Aquino, el
filosofía, el trabajo ha sido com- trabajo fue considerado como
prendido como expresión de vida acto moral digno de honra y res-
y degradación, creación e infelici- peto.3
dad, actividad vital y esclavitud, Weber, con su ética positiva del
felicidad social y servidumbre. trabajo le reconfirió al oficio el
Trabajo es fatiga. Momento de camino hacia la salvación, celes-
catarsis y vivencia del martirio. tial y terrena, fin mismo de la vida.
Ora se exaltaba su lado positivo, Así se ratificaba, pues, bajo el
ora se acentuaba el trazo de comando del mundo de la merca-
negatividad. Hesíodo, en Los tra- dería y del dinero, la preeminencia
bajos y los días1, una oda al traba- del negocio (negar el ocio) que
jo, no reparó en afirmar que “el vino a sepultar el imperio del repo-
trabajo, no es ninguna deshonra, so, del descanso y de la pereza.
el ocio deshonra es”.
Es así que como Arbeit, lavoro,
Esquilo, en Prometeo encadena- travail, trabajo, labour o work, la
do, aseveró que “quien vive de su sociedad del trabajo llegó a la
trabajo no debe ambicionar la modernidad, al mundo de la mer-
alianza ni del rico afeminado, ni cadería. Hegel escribió páginas
del noble orgulloso”2 bellas sobre la dialéctica del amo
Con la evolución humana, el tra- y del esclavo, mostrando que el
bajo se convirtió en tripaliare, ori- señor sólo se vuelve para sí por
gen de tripalium, instrumento de medio del otro, de su siervo.4
tortura, momento de punición y Fue sin embargo con Marx que
sufrimiento. En contrapunto, el el trabajo conoció su síntesis
ocio se convirtió en parte del sublime: trabajar era, simultánea-
camino hacia la realización huma- mente, necesidad eterna para
na. De un lado, el mito prometeico mantener el metabolismo social
del trabajo; del otro, el ocio como entre humanidad y naturaleza,
liberación. mientras que bajo el imperio (y el
El pensamiento cristiano, en su fetiche) de la mercancía la activi-
largo y complejo recorrido, dio dad vital se metamorfoseaba en
continuidad a la controversia, con- actividad impuesta, extrínseca y
cibiendo el trabajo como martirio y exterior, forzada y compulsiva. Es
salvación, atajo verdadero para el conocida su referencia al trabajo
1
Hesíodo, Os Trabalhos e os Días, Iluminarias, San Pablo, 1990, p.45.
2
Esquilo, Prometeu Acorrentado, Ediouro, s/fecha, Río de Janeiro, p. 132.
3
Ver Neffa, J. El trabajo humano. CONICET, Buenos Aires, 2003. p. 52.
4
Hegel, Fenomenología del Espíritu, Fondo de Cultura Económica, México, 1996, pp.
113/118.
Presente y futuro del trabajo 31

fabril: tan pronto como deja de das finalidades y de determinados


existir una imposición física o de medios” (Lukács, 1978:8). Otro
otro orden, se huye del trabajo gran autor, Gramsci, agregó que
como de una peste.5 en cualquier forma de trabajo, así
Vamos, entonces, a retomar bre- sea en el trabajo más manual, hay
vemente este proceso dialéctico siempre una clara dimensión inte-
presente en el trabajo. Es célebre lectual.
la distinción marxiana entre el Anteriormente, Marx había de-
peor arquitecto y la mejor abeja: el mostrado que el trabajo es funda-
primero concibe previamente el mental en la vida humana porque
trabajo que va a realizar, mientras es condición para su existencia
que la abeja trabaja instintivamen- social. Ese pasaje es seminal:
te. (Marx, 1971) Este hacer huma- “Como creador de valores de uso,
no transformó la historia del ser como trabajo útil, es el trabajo, por
social en una realización monu- eso, una condición de existencia
mental, rica y llena de caminos y del hombre, independientemente
caminos desandados, alternativas de todas las formas de sociedad,
y desafíos, avances y retrocesos. eterna necesidad natural de
El trabajo se convirtió en un mediación del metabolismo entre
momento de mediación socio- hombre y naturaleza y, por lo
metabólica entre humanidad y tanto, vida humana”. (Marx, 1971:
naturaleza, punto de partida para 50). Al mismo tiempo que los indi-
la constitución del ser social. Sin viduos transforman la naturaleza
él, no sería posible la reproduc- externa, alteran también su propia
ción de la vida cotidiana. Como naturaleza humana, en un proce-
afirma varias veces, el trabajo, así so de transformación recíproca
concebido, es actividad vital. que convierte el trabajo social en
Fue a través del trabajo, en su un elemento central del desenvol-
realización cotidiana, que el ser vimiento de la sociabilidad huma-
social se diferenció de todas las na.
formas prehumanas presentes. Pero, si por un lado podemos
Los hombres y mujeres que traba- considerar el trabajo como un
jan son dotados de consciencia, momento fundante de la vida
toda vez que conciben previamen- humana, punto de partida del pro-
te el diseño y la forma que quieren ceso de humanización (el momen-
dar al objeto de su trabajo. Fue to de ejercicio de la dimensión
por esto que Lukács afirmó que “el concreta del trabajo o del trabajo
trabajo es un acto de por sí cons- concreto), por otro lado la socie-
ciente y, por lo tanto, presupone dad capitalista, al introducir la
un conocimiento concreto, aun- segunda naturaleza con su siste-
que jamás perfecto, de determina- ma de metabolismo social bajo el
5
Marx, Manuscritos Económicos-filosóficos de 1844, Buenos Aires, Colihue, 2004
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comando del capital, lo transformó dinero. Alienado frente al producto


en trabajo asalariado, alienado, de su trabajo y frente al propio
fetichizado, trabajo abstracto. Lo acto de producción de la vida
que era una finalidad central del material, el ser social se transfor-
ser social se convierte en medio ma en un ser ajeno frente a sí
de subsistencia. La fuerza de tra- mismo: el hombre se aliena en
bajo se convierte en una mercan- relación con el propio hombre, en
cía, por especial que sea, cuya relación con el género humano,
finalidad es crear nuevas mercan- como también nos mostró Marx.
cías y valorizar el capital. Se con- (idem)
vierte en medio y no primera Por lo tanto, con el advenimien-
necesidad de realización humana. to del capitalismo hubo una trans-
Por esto Marx va a afirmar, en formación esencial que alteró y
los Manuscritos Económico- complejizó el trabajo humano.
Filosóficos de 1844, que el traba- Esta doble dimensión presente en
jador se convierte en una mer- el proceso de trabajo que, al
cancía, se transforma en un ser mismo tiempo crea y subordina,
ajeno, un medio de su existencia emancipa y aliena, humaniza y
individual. Lo que debería ser degrada, ofrece autonomía pero
fuente de humanidad se convierte genera sujeción, libera y esclavi-
en desrealización del ser social, za, impide que el estudio del tra-
alienación y extrañamiento de los bajo humano sea unilateralizado
hombres y mujeres que trabajan. o, asimismo, tratado de modo
Este proceso de alienación del binario o también dual.
trabajo no se concreta solamente La desconsideración de esta
en el resultado en la pérdida del compleja y contradictoria relación
objeto, del producto del trabajo, permitió que muchos autores,
sino también en el propio acto de equivocadamente, defendiesen la
producción de la vida material, deconstrucción así como el fin de
resultado de la actividad producti- la actividad vital del trabajo como
va ya alienada. Lo que significa ejercicio autónomo, concreto,
que, bajo el capitalismo, el traba- autodeterminante y autoconstitu-
jador no se afirma en su trabajo, yente. Al mismo tiempo, por otro
sino que se niega, se siente des- lado, no fueron pocas las mutacio-
dichado, matrata su ser físico y nes que el capitalismo introdujo
arruina su espíritu, se deshumani- en el mundo de la producción y
za en el trabajo (Marx, 2004) del trabajo en las últimas déca-
El trabajo como actividad vital se das. A continuación vamos a indi-
configura entonces como trabajo car algunas de estas tendencias.
extrañado, alienado, expresión de
una relación social fundada sobre
la propiedad privada, el capital y el
Presente y futuro del trabajo 33

II. El siglo XX y la era de la Este cuadro fue el dominante


degradación del trabajo en hasta el inicio de los años ‘70,
la sociedad del automóvil cuando ocurrió la crisis estructural
del sistema productivo que, en
cierto modo, se prolonga hasta
El siglo XX, ya ido, puede ser
hoy, visto que el vasto y global
señalado como el siglo del auto-
proceso de reestructuración pro-
móvil. Se trataba de una produc-
ductiva todavía no cerró su ciclo.
ción cronometrada, con ritmo con-
trolado, producción homogénea, Pues bien, con todos estos cam-
buscando -como dijo Ford- que la bios, se mostró que la empresa
opción del consumidor fuese taylorista y fordista ya había cum-
escoger entre un auto Ford, color plido su trayectoria. Se trataba,
negro, modelo T u otro auto Ford, entonces, de implementar nuevos
color negro, modelo T. La línea de mecanismos y formas de acumu-
montaje, concebida en ritmo lación, capaces de ofrecer res-
seriado, rígido y parcelado, gene- puestas al cuadro crítico que se
ró una producción en masa, que diseñaba especialmente a partir
objetivaba la ampliación del con- de la eclosión de las luchas socia-
sumo también en masa, por ope- les de 1968, en Francia, o en el
rarios cuyos salarios también fue- “Octubre Caliente” de Italia de
ron incrementados. 1969, ambos objetivando el con-
trol social de la producción.
Esta materialidad productiva que
se desparramó hacia el mundo Fueron varias las experiencias
industrial y de servicios (hasta el ensayadas por el capital en su
McDonald’s nació bajo este signo) proceso de reestructuración: En
tuvo como corolario la genial des- Suecia (en Kalmar); en el norte de
cripción de Chaplin: la degrada- Italia con la llamada “Tercera
ción del trabajo unilateral, estan- Italia”; en California en los
darizado, parcelado, fetichizado, Estados Unidos; en el Reino
cosificado y maquinal. Animaliza- Unido, en Alemania y en otros
do (el “gorila amaestrado” del que diversos países y regiones, sien-
hablaba Taylor), masificado, do el experimento toyotista del
sufriendo hasta el control de su Japón el más expresivo de todos.
sexualidad por el emprendimiento Se trataba para los capitales, por
taylorista y fordista (Gramsci). consiguiente, de garantizar la acu-
mulación de modo cada vez más
Aunque reglamentado y contra-
flexible. De allí que se gestó la lla-
tado, la degradación del trabajo
mada empresa flexible o liofiliza-
en la sociedad taylorizada y fordi-
da.
zada estaba estampada en su
mecanización, precarización, ma- Esta transformación estructural
nualización, desantropomorfiza- tuvo fuerte impulso después de
ción y, en el límite, alienación.
34 realidad económica 232 16 de noviembre/31 de diciembre de 2007

las victorias del neoliberalismo, Castillo bautizó como liofilización


cuando un nuevo recetario, un organizacional, proceso en el cual
nuevo diseño ideológico-político sustancias vivas son eliminadas,
se presentó como alternativa de puesto que el trabajo vivo es cre-
dominación en sustitución del wel- cientemente sustituido por el tra-
fare state. Se comenzaba a bajo muerto. (Castillo, 1996)
expandir otra pragmática que se En esta nueva empresa liofiliza-
articuló íntimamente con la rees- da, es necesario un nuevo tipo de
tructuración productiva en curso trabajo, un nuevo tipo de lo que
en escala global. antes se llamaba trabajadores y
actualmente los capitales denomi-
III. La ingeniería de la nan, mistificadamente, “colabora-
liofilización en el dores”. ¿Cuáles son los perfiles
microcosmos de la de este “nuevo tipo de trabajo”?
producción
Él debe ser más “polivalente”,
“multifuncional”, lo que es distinto
Esta reestructuración productiva del trabajo que se desarrolló en la
se fundamentó sobre lo que el ide- empresa taylorista y fordista. El
ario dominante denominó como trabajo que cada vez más buscan
lean production, esto es, la las empresas, ya no es aquel que
empresa “desgrasada”, la “empre- se basaba sobre la especializa-
sa moderna”, la empresa que ción taylorista y fordista, sino el
constriñe, restringe, cohíbe, limita que floreció en la fase de “des-
el trabajo vivo, ampliando la especialización multifuncional”,
maquinaria tecno-científica, que del “trabajo multifuncional”, que
Marx denominara trabajo muerto y en verdad expresa la enorme
que rediseñó la planta productiva intensificación de los ritmos, tiem-
de un modo bastante distinto al pos y procesos del trabajo. Esto
del taylorismo/fordismo, reducien- ocurre tanto en el mundo indus-
do enormemente la fuerza de tra- trial, como en los servicios, para
bajo viva y ampliando intensa- no hablar de los agronegocios,
mente su productividad, re-territo- soterrando la tradicional división
rializando y también des-territoria- entre sectores agrícola, industrial
lizando el mundo productivo. El y de servicios.
espacio y el tiempo se convulsio-
naron. Además de operar a través de
varias máquinas, en el mundo del
El resultado está en todas par- trabajo hoy presenciamos tam-
tes: desempleo explosivo, precari- bién la ampliación del trabajo
zación estructural del trabajo, inmaterial, realizado en las esfe-
rebajas salariales, pérdida de ras de la comunicación, publicidad
derechos, etcétera. Se verifica la y marketing, propias de la socie-
expansión de aquello que Juan dad de los logos, de las marcas,
Presente y futuro del trabajo 35

de lo simbólico, de lo que involu- de precarización (Huws, 2003).


cra y de lo superfluo, de lo infor- Las repercusiones en el plano
macional. Es lo que el discurso organizativo, valorativo, subjetivo
empresarial llama “sociedad del e ideológico-político del mundo
conocimiento”, presente en la del trabajo son por demás eviden-
identificación de Nike, en la con- tes.
cepción de un nuevo software de El trabajo estable se torna,
Microsoft, en el modelo nuevo de entonces, (casi) virtual. Estamos
Benetton, que resultan de la labor viviendo, por lo tanto, la erosión
inmaterial que, articulada e injer- del trabajo contratado y reglamen-
tada en el trabajo material, expre- tado dominante en el siglo XX y
san las formas contemporáneas vemos su sustitución por las ter-
del valor. (Antunes, 1995 y 1999) cerizaciones, por gran parte de las
Los servicios públicos, como flexibilizaciones, por las formas de
salud, energía, educación, teleco- trabajo part time, por las diversas
municaciones, jubilación, etcéte- formas de “emprendedorismo”,
ra, también sufrieron, como no “cooperativismo”, “trabajo volunta-
podía dejar de ser, un notable pro- rio”, tercer sector, etcétera, de
ceso de reestructuración, subordi- aquello que Luciano Vasapollo
nándose a la máxima de la mer- denominó trabajo atípico.
cantilización que viene afectando (Vasapollo, 2005)
fuertemente a los trabajadores del El ejemplo de las cooperativas
sector estatal y público. tal vez sea todavía más elocuen-
El resultado parece evidente: se te, dado que originalmente nacie-
intensifican las formas de extrac- ron como instrumento de lucha
ción de trabajo, se amplían las ter- obrera contra el desempleo y el
cerizaciones, las nociones de despotismo del trabajo. Hoy, por
espacio y de tiempo también fue- lo contrario, los capitales vienen
ron metamorfoseadas y todo eso creando falsas cooperativas,
cambia mucho el modo en que el como forma de precarizar todavía
capital produce las mercancías, más los derechos del trabajo. Las
sean ellas materiales o inmateria- “cooperativas” patronales tienen,
les, corpóreas o simbólicas. pues, un sentido opuesto al pro-
Donde había una empresa con- yecto original de las cooperativas
centrada se la puede sustituir por de trabajadores, puesto que son
varias pequeñas unidades interli- verdaderos emprendimientos para
gadas por la red, con un número destruir derechos y aumentar aún
mucho más reducido de trabaja- más las condiciones de precariza-
dores y produciendo muchas ción de la clase trabajadora.
veces más. Afloran el trabajo de la Similar es el caso del “emprende-
telemática, el trabajo conectado dorismo” que cada vez más se
en red, el trabajo en casa, etcéte- configura como una forma oculta
ra, con las más distintas formas de trabajo asalariado y que per-
36 realidad económica 232 16 de noviembre/31 de diciembre de 2007

mite la proliferación, en el escena- capital mundializado y fiancieriza-


rio abierto por el neoliberalismo y do: cuanto mayor es la incidencia
por la reestructuración productiva, del ideario pragmático de la llama-
de las distintas formas de flexibili- da “empresa moderna”, cuanto
zación salarial, de horario, funcio- más racionalizado es su modus
nal u organizativas. operandi, cuanto más se empeña-
En este marco de precarización nan en la implantación de las
estructural del trabajo es que los “competencias”, de la “cualifica-
capitales globales están exigiendo ción”, de la gestión del “conoci-
a los gobiernos nacionales el des- miento”, más intensos parecen
monte de la legislación social pro- pasar a ser los niveles de degra-
tectora del trabajo. Flexibilizar la dación del trabajo (ahora, en el
legislación social del trabajo signi- sentido de la pérdida de lazos y
fica aumentar aún más los meca- de la erosión de los reglamentos y
nismos de extracción de plus-tra- convenios) para una parcela enor-
bajo, ampliar las formas de preca- me de trabajadores/as.
rización y destrucción de los dere- En la cúspide, tenemos trabajos
chos sociales que fueron ardua- ultracalificados que actúan en el
mente conquistados por la clase ámbito informacional; en la base,
trabajadora desde el inicio de la avanza la precarización y el
Revolución Industrial en Ingla- desempleo, ambos estructurales.
terra, y especialmente pos 1930 En el medio, la hibridez, el ultra-
(en el caso brasileño). Todo eso calificado hoy que puede estar
en plena era del avance tecnológi- desempleado o precarizado ma-
co-científico, con el desmorona- ñana. Ambos en expansión en el
miento de tantas (infundadas) mundo del capital global.
esperanzas optimistas, pues en Al apropiarse de la dimensión
pleno avance informacional, se cognitiva del trabajo, al apoderar-
amplía el mundo de la informali- se de su dimensión intelectual
dad. -rasgo crucial del capitalismo de
nuestros días- los capitales amplí-
IV. La era de la an las formas y los mecanismos
informatización y la época aún “más coactivos, renovando
de la informalización del las formas primitivas de violencia,
trabajo toda vez que -paradójicamente,
como dice Alberto Bialakowsky- al
Hay, entonces, otra contradic- mismo tiempo las empresas nece-
ción que se evidencia cuando se sitan cada vez más de la coopera-
mira hacia la (des) sociabilidad ción o el ‘involucramiento’ subjeti-
contemporánea en el mundo del vo y social del trabajador”.6 Por lo

6
Bialakowsky, A. et al, “Dilución y Mutación del Trabajo en la Dominación Social Local”
Revista Herramienta Nº 23, Buenos Aires, 2003, p. 135.
Presente y futuro del trabajo 37

tanto, en vez del fin o la reducción zación y servicios de contact cen-


de la relevancia de la teoría del ter, administración de RH (RH
valor-trabajo, hay una cualitativa Total) y contratación de profesio-
alteración y ampliación de las for- nales con alto grado de especiali-
mas y mecanismos de extracción zación (División Manpower Pro-
del trabajo. fesional)”.9
Es sintomático también el eslo- Se tiene entonces, como resul-
gan adoptado por Toyota en su tante, que el predominio de la
unidad de Takaoka: “Yoi kangae, razón instrumental asume la
yoi shina” (“buenos pensamientos forma de una enorme irracionali-
significan buenos productos”), fija- dad societal. Lo que plantea un
do en la bandera que flamea a la desafío fundamental y candente:
entrada.7 la deconstrucción de ese ideario y
Pero es bueno recordar que de esa pragmática es la condición
estos proyectos de “involucra- para que la humanidad -y por lo
miento”, flexibilización, etcétera tanto también el trabajo- puedan
terminan también por encontrar ser verdaderamente dotados de
resistencia entre los trabajadores, sentido, frenando el destructivo
según se vio en la protesta de proceso de desantropomorfiza-
1.300 de ellos incluidos en el sis- ción del trabajo en curso desde el
tema de autocontratación.8 inicio de la Revolución Industrial.
No es casualidad tampoco que La constatación es fuerte: en
Manpower -símbolo de empleo en plena era de la informatización del
los Estados Unidos- de cuya acti- trabajo, del mundo maquinal y
vidad se dice que “construye aso- digital, estamos conociendo la
ciaciones con clientes en más de época de la informalización del
60 países (…) más de 400 mil trabajo, de los tercerizados, pre-
clientes de los más diversos seg- carizados, subcontratados, flexibi-
mentos, como comercio, industria, lizados, trabajadores de tiempo
servicios y promoción (…). Está parcial, del subproletariado.
preparada para atender a sus Si en el pasado reciente sólo
clientes con servicios de alto valor marginalmente la clase trabajado-
agregado {subrayados míos}, ra en el Brasil padecía niveles de
como contratación y administra- informalidad, hoy se encuentra en
ción de empleados temporarios; esa condición más del 50 %
reclutamiento y selección de pro- (entendida la informalidad en sen-
fesionales efectivos, para todos tido amplio), desprovista de dere-
las áreas; programas de trainees chos, fuera de la red de protección
y de grados, proyectos de terceri- social y sin cartera de trabajo.
7 De acuerdo con Brian Bremner y Chester Dawson, Business Week (18/11/2003).
8
De acuerdo con Japan Press Weekly (21/02/2004), Nº 2371, p. 13.
9
Manpower Brasil, www.manpower.com.br
38 realidad económica 232 16 de noviembre/31 de diciembre de 2007

Mayor desempleo, precarización busca de cualquier labor, configu-


exacerbada, rebaja salarial acen- rando una creciente tendencia a la
tuada, pérdida creciente de dere- precarización del trabajo en esca-
chos, éste es el diseño más fre- la global, que va de los Estados
cuente de nuestra clase trabaja- Unidos al Japón, de Alemania a
dora. Lo que anticipa un siglo XXI México, del Reino Unido al Brasil,
con “alta temperatura” también en y tiene en la ampliación del
las confrontaciones entre las fuer- desempleo estructural su mani-
zas sociales del trabajo social y la festación más virulenta.
totalidad del capital social global. Por ejemplo en China, que crece
a un ritmo perturbador dada las
V. El siglo XXI: entre la muchas peculiaridades de su pro-
perennidad y la ceso de industrialización hipertar-
superfluidad del trabajo día -que combina fuerza de traba-
jo sobrante e hiper-explotada con
Otro movimiento pendular alcan- maquinaria industrial-informacio-
za a la clase trabajadora: por un nal en ágil y explosivo desarrollo-,
lado, cada vez menos hombres y también allí el contingente proleta-
mujeres trabajan mucho, a un rio industrial sufrió reducciones en
ritmo e intensidad semejantes a la consonancia con el avance tecno-
fase pretérita del capitalismo lógico-científico en curso. Según
cuando la génesis de la Revo- Jeremy Rifkin, entre 1995 y 2002
lución Industrial, configuró una China perdió más de 15 millones
reducción del trabajo estable de trabajadores industriales.
heredado de la fase industrial que (“Return of a Conundrun”, The
conformó el capitalismo del siglo Guardian, 2/03/2004). No es otro
XX. el motivo para que el PC chino y
Dado que, sin embargo, los capi- su gobierno se alarmen ante el
tales no pueden eliminar comple- salto de las protestas sociales,
tamente el trabajo vivo, logran que se decuplicaron en los últimos
reducirlo en varias áreas y mien- años, llegando a cerca de las 80
tras lo amplian en otras, como se mil manifestaciones en 2005.
ve simultáneamente con la cre- Procesos similares ocurren tam-
ciente apropiación de la dimen- bién en la India y en tantas otras
sión cognitiva del trabajo y la partes del mundo, como en nues-
paralela ampliación del trabajo tra América latina.
descalificado y precarizado. Aquí Se reduce el trabajo taylorista-
encontramos, pues, el rasgo de fordista de la era del automóvil,
perennidad del trabajo. pero se amplía el universo de la
En el otro extremo del péndulo, clase-que-vive-del-trabajo. Lo que
cada vez más hombres y mujeres nos remite a las formas contem-
encuentran menos trabajo, y se poráneas del valor.
desparraman por el mundo en
Presente y futuro del trabajo 39

VI. La ampliación del vicios o las comunicaciones, entre


trabajo intelectual tantas otras.
abstracto y las nuevas Así, el trabajo inmaterial expresa
formas del valor (las inter- la vigencia en la esfera informa-
conexiones entre cional de la forma-mercancía: es
trabajo material y trabajo expresión del contenido informa-
inmaterial) cional de la mercancía, expresan-
do las mutaciones del trabajo en
Con la conversión del trabajo el seno de las grandes empresas
vivo y el trabajo muerto a partir del y del sector de servicios, donde el
momento en que por el desarrollo trabajo manual directo está siendo
de los software la máquina infor- sustituido por un trabajo dotado
macional pasa a desempeñar acti- de mayor dimensión intelectual.
vidades propias de la inteligencia Trabajo material e inmaterial, en
humana, se puede presenciar lo la imbricación creciente que existe
que Lojkine (1995) sugestivamen- entre ambos, se encuentran por lo
te denominó objetivación de las tanto centralmente subordinados
actividades cerebrales en la a la lógica de producción de mer-
maquinaria, transferencia del cancías y de capital.
saber intelectual y cognitivo de la
Concidimos plenamente con
clase trabajadora hacia la maqui-
J.M.Vincent, cuando afirma que
naria informatizada, que se con-
“la propia forma valor del trabajo
vierte en lenguaje de la máquina
se metamorfosea. Ella asume cre-
informacional a través de las com-
cientemente la forma valor del tra-
putadoras, acentúa la transforma-
bajo intelectual-abstracto. La fuer-
ción del trabajo vivo en trabajo
za de trabajo intelectual producida
muerto.
dentro y fuera de la producción es
Se acentúa entonces la crecien- absorbida como mercadería por el
te imbricación entre trabajo mate- capital que la incorpora para dar
rial e inmaterial, toda vez que se nuevas cualidades al trabajo
observa en el mundo contemporá- muerto (…) La producción mate-
neo, además de la monumental rial y la producción de servicios
precarización del trabajo antes necesitan crecientemente de
referida, una significativa expan- innovaciones, tornándose por
sión del trabajo dotado de mayor esto cada vez más subordinados
dimensión intelectual, que se da a una producción creciente de
en las actividades industriales conocimiento que se convierten
más informatizadas así como en en mercaderías y capital”.10
las esferas de los sectores de ser-
La nueva fase del capital en la

10
Vincent, J.M. (1993) “Les automatismes Sociaux et le ‘General Intellect’”, in
Paradigmes du Travail {2}, Futur Antérieur, L’Harmattan, Nº 16, París, p.121.
40 realidad económica 232 16 de noviembre/31 de diciembre de 2007

era de la “empresa desgrasada”, mayor interrelación, una mayor


retransfiere el savoir faire hacia el interpenetración entre las activi-
trabajo, pero lo hace apropiándo- dades productivas y las improduc-
se crecientemente de su dimen- tivas, entre las actividades fabriles
sión intelectual, de sus capacida- y de servicios, entre las activida-
des cognitivas, intentando incluir des laborales prácticas y las acti-
más fuerte e intensamente la sub- vidades de concepción, que se
jetividad existente en el mundo del expanden en el contexto de la
trabajo. Pero el proceso no se reestructuración productiva del
limita a esta dimensión, puesto capital. Ello remite al desarrollo de
que parte del saber intelectual es una concepción ampliada para
transferido hacia las máquinas comprender la forma de ser del
informatizadas, que se tornan trabajo en el capitalismo contem-
más inteligentes, reproduciendo poráneo y no a su negación.
parte de las actividades a ellas Por lo tanto, parecen equivoca-
transferidas por el saber intelec- das las tesis que postulan la pre-
tual del trabajo pero como la valencia del trabajo inmaterial hoy
máquina no puede eliminar cabal- (con la consecuente descalifica-
mente el trabajo humano, se ción del valor). Por nuestra parte,
requiere de una mayor interacción creemos por lo contrario que las
entre la subjetividad que trabaja y formas del trabajo inmaterial
la nueva máquina inteligente. expresan las distintas modalida-
En este proceso, el involucra- des del trabajo vivo, necesarias
miento interactivo aumenta aún para el incremento contemporá-
más el extrañamiento y la aliena- neo del valor. En la fase laboral
ción del trabajo, ampliando las for- práctica en la que el saber científi-
mas modernas de la reificación y co y el saber práctico se mezclan
distanciando todavía más la sub- todavía más directamente, la
jetividad del ejercicio de lo que potencia creadora del trabajo vivo
Nicolas Tertulian en el sentido en asume tanto la forma (aún domi-
que Lukács maduro, sugestiva- nante) del trabajo material como
mente denominó el ejercicio de la modalidad tendencial del traba-
una subjetividad auténtica y auto- jo inmaterial (Antunes, 1999 y
determinada. 2005)
Por lo tanto, en lugar de la susti- Ésta no se convierte en desme-
tución del trabajo por la ciencia, o dida, incluso porque sin ser única,
aun de la sustitución de la produc- ni siquiera dominante -aquí aflora
ción de valores por la esfera otro rasgo explosivamente euro-
comunicacional, de la sustitución céntrico de tales tesis- el trabajo
de la producción por la informa- inmaterial se convierte en trabajo
ción, lo que se puede ver en el intelectual abstracto, injertando
mundo contemporáneo es una crecientes coágulos de trabajo
Presente y futuro del trabajo 41

inmaterial en la lógica prevale- transnacionales, articulado todo


ciente de la acumulación material, con un control sociotécnico de los
de modo que la medida del valor trabajadores, viene permitiendo
sigue dada por el tiempo social una explotación desmesurada de
medio de un trabajo cada vez más fuerza de trabajo y consecuente-
complejo, asimilándose a la nueva mente una expansión monumen-
fase de producción de valor en las tal del valor, que invalida (empíri-
nuevas formas de tiempo (cada ca y teóricamente) la teoría de la
vez más virtual) y de espacio. Por irrelevancia del trabajo vivo en la
lo tanto, la creciente imbricación producción de valor. Además, los
entre trabajo material e inmaterial ejemplos de la China y la India
configura no tanto una desactuali- evidencian la fragilidad de las
zación de la ley del valor, sino tesis que defienden la preeminen-
más bien una adición fundamental cia de la inmaterialidad del trabajo
para comprender los nuevos como forma de superación o ina-
mecanismos de la teoría del valor decuación de la ley del valor.
hoy, en un contexto en que este Del trabajo intensificado del
movimiento sigue la lógica de la Japón al trabajo contingente pre-
financierización. sente en los Estados Unidos; de
Ya citamos antes el ejemplo de los inmigrantes que llegan al
Manpower, una transnacional que Occidente avanzado al submundo
terceriza fuerza de trabajo en el del trabajo en el polo asiático; de
ámbito mundial. También vimos las maquiladoras en México a los
que lo que para muchos resulta precarizados de toda Europa
intangible, es claramente contabi- Occidental; de Nike a los Mc
lizado por Toyota. Finalmente, es Donald’s, de General Motors a
preciso destacar que la inmateria- Ford y Toyota, de las trabajadoras
lidad es una tendencia en tanto de los call center a los trabajado-
que la materialidad todavía preva- res de Wall Mart, se puede cons-
lece, especialmente si se mira el tatar distintas modalidades de tra-
capitalismo en escala global, bajo vivo, en la cúspide o en la
mundializado, diseñado por la base, pero todos de algún modo
(nueva) división internacional del necesarios para la expansión de
trabajo en la que, vale recordar las nuevas modalidades de agre-
una vez más, 2/3 de la humanidad gación del valor.
que trabaja se encuentra en los
países del Sur. La “explosión” de VII. Sociedad posindustrial
la China (para no hablar de la o interpenetración de los
India) en la última década, enrai- sectores en la era de la
zada en una enorme fuerza de tra- financierización
bajo sobrante, en la incorporación
de tecnología informacional y en Hemos visto que una reestructu-
la estructuración en red de las ración productiva global en prácti-
42 realidad económica 232 16 de noviembre/31 de diciembre de 2007

camente todo el universo indus- del trabajo part time, precarizado


trial y de servicios, consecuencia y desreglamentado. En el Reino
de la nueva división internacional Unido, por ejemplo, el contingente
del trabajo, exigió mutaciones femenino superó recientemente al
tanto en el plano de la organiza- masculino en la composición de la
ción sociotécnica de la producción fuerza de trabajo (en el año 1998).
y control del trabajo, como en los Se sabe que esta expansión del
procesos de reterritorialización y trabajo femenino tiene, sin embar-
desterritorialización de la produc- go, un signo inverso cuando se
ción, entre otras muchas conse- trata de la temática salarial y de
cuencias. Todo eso en un período los derechos, pues la desigualdad
marcado por la mundialización y salarial de las mujeres contradice
financierización de los capitales, su creciente participación en el
lo que torna obsoleto el intento de mercado del trabajo. Su porcen-
tratar independientemente los tres tual de remuneración es mucho
sectores tradicionales de la eco- menor del obtenido por el trabajo
nomía (industria, agricultura y ser- masculino. Frecuentemente ocu-
vicios), dada la enorme interpene- rre lo mismo en lo que hace a los
tración entre esas actividades, derechos y condiciones de traba-
como ejemplifican la agroindus- jo.
tria, la industria de servicios y los En la división sexual del trabajo
servicios industriales. Cabe acá operada por el capital dentro del
señalar (incluso por las conse- espacio fabril, generalmente las
cuencias políticas que se derivan actividades de concepción o las
de tal idea) que reconocer la inter- basadas sobre capital intensivo
dependencia sectorial es muy son llevadas a cabo por el trabajo
diferente a hablar de sociedad masculino, mientras que las dota-
posindustrial, concepción cargada das de menor cualificación, más
de significación política. elementales y frecuentemente
fundadas sobre trabajo intensivo,
VIII. Las múltiples son destinadas a las mujeres tra-
transversalidades del bajadoras (y, muy frecuentemente
trabajo: género, también a los trabajadores/as
generación y etnia. inmigrantes y negros/as). Esto sin
hablar del trabajo duplicado (en el
El mundo del trabajo vive un mundo de la producción y la
aumento significativo del contin- reproducción), ambos imprescin-
gente femenino, que llega a ser dibles para el capital. (Pollert,
más del 40% o incluso más del 1996).
50% de la fuerza de trabajo en Con el enorme incremento del
diferentes países avanzados y nuevo proletariado informal, del
que ha sido absorbido por el capi- subproletariado fabril y de servi-
tal preferentemente en el universo
Presente y futuro del trabajo 43

cios, nuevos puestos de trabajo De este modo, son ricos los cli-
son tomados por los inmigrantes vajes y transversalidades existen-
como los gastarbeiters en tes hoy entre los trabajadores
Alemania, el lavoro nero en Italia, estables y precarios; hombres y
los chicanos en Estados Unidos, mujeres; jóvenes y viejos; nacio-
los inmigrantes del Este europeo nales e inmigrantes; blancos,
(polacos, húngaros, rumanos, negros, indígenas; calificados y
albaneses, etcétera) en Europa descalificados; “incluidos y exclui-
Occidental, los dekaseguis en el dos”; entre tantos otros ejemplos
Japón, los bolivianos en el Brasil, que configuran lo que vengo
los brasiguayos en el Paraguay, denominando como la nueva mor-
etcétera. Vale recordar que la fología del trabajo, lo que nos
explosión de la periferia parisien- lleva a la tesis siguiente.
se a fines de 2005 mostró elo-
cuentemente las conexiones entre IX. El diseño de la nueva
trabajo, no-trabajo, precarización, morfología del trabajo
inmigración, generación, etcétera.
En lo que concierne al trabajo A diferencia de las tesis que
generacional, hay exclusión de los anuncian el fin del trabajo, creo
jóvenes y de los viejos del merca- que el desafío que enfrentamos
do del trabajo: los primeros aca- es comprender la nueva polisemia
ban muchas veces engrosando del trabajo, esa nueva morfología
las filas de los desempleados y cuyo elemento más visible es el
cuando se llega a la edad de diseño multifacetico que resulta
35/40, una vez desempleado difí- de las fuertes transformaciones
cilmente se consigue un nuevo que atravesaron el mundo del
empleo. capital en las últimas décadas.
Paralelamente, en las últimas Nueva morfología que compren-
décadas hubo una inclusión pre- de desde el operario industrial y
coz de los niños en el mercado del rural clásicos, en relativo proceso
trabajo, particularmente en los de retracción (desigual, cuando se
países de industrialización inter- comparan los casos del Norte y
media y subordinada, como en los del Sur), hasta los asalariados de
países asiáticos y latinoamerica- servicios, los nuevos contingentes
nos, pero que alcanza también a de hombres y mujeres terceriza-
numerosos países centrales. dos, subcontratados, temporarios,
Aunque esta tendencia muestra que se amplían. Nueva morfología
importantes síntomas de declina- en la que se puede ver simultáne-
ción, es aún muy significativa (e amente, la retracción del operario
incluso inconmensurable) en paí- industrial de base taylorista-fordis-
ses como la China, la India, el ta y, por otro lado, la ampliación
Brasil, entre otros. de las nuevas modalidades de tra-
44 realidad económica 232 16 de noviembre/31 de diciembre de 2007

bajo que siguen la lógica de la fle- global, las respuestas del mundo
xibilidad-toyotizada según ejem- del trabajo deben configurarse de
plifican las trabajadoras de tele- modo crecientemente internacio-
marketing y call center, los moto- nalizadas, mundializadas, articu-
queros que mueren en las calles y lando íntimamente las acciones
avenidas, los digitalizadores que nacionales con sus nexos interna-
trabajan (y se lesionan) en los cionales. Si la era de la mundiali-
bancos, los asalariados del fast zación del capital se realizó de
food, los trabajadores jóvenes de modo aún más intenso en las últi-
los hipermercados, etcétera. mas décadas (Chesnais, 1996 y
Estos contingentes son parte 1996a), entramos también en la
constitutiva de las fuerzas socia- era de la mundialización de las
les del trabajo que Ursula Huws luchas sociales, de las fuerzas del
sugestivamente denominó como trabajo ampliadas por las fuerzas
cybertariat, el nuevo proletariado del no-trabajo, expresadas en las
de la era de la cibernética que masas de desempleados que se
vive un trabajo (casi) virtual en un expanden por el mundo (Ber-
mundo (muy) real, glosando el nardo, 2004)
sugestivo título de su libro11 que En la Argentina, por ejemplo,
discurre sobre las nuevas configu- hemos presenciando nuevas for-
raciones del trabajo en la era digi- mas de confrontación social,
tal, de la informática y de la tele- como la explosión del movimiento
mática, nuevos trabajadores y tra- de trabajadores desocupados, los
bajadoras que oscilan entre la piqueteros que “cortan las rutas”
enorme heterogeneidad (de géne- para frenar la circulación de mer-
ro, etnia, generación, espacio, caderías (con sus claras repercu-
nacionalidad, calificación, etcéte- siones en la producción) y para
ra) de su forma de ser y el impul- llamar la atención sobre el flagelo
so tendencial hacia una fuerte del desempleo. Además, la
homogeneización que resulta de expansión de la lucha de los tra-
la condición precarizada de los bajadores en torno de las empre-
distintos trabajos. sas “recuperadas”, ocupadas
durante el periodo más crítico de
X. La desjerarquización de la recesión argentina, en los ini-
los organismos de cios de 2001, y que ya alcanza a
representación del trabajo dos centenas de empresas bajo el
control-dirección-gestión de los
Si el impulso a la flexibilización trabajadores. Fueron ambas res-
del trabajo es una exigencia de los puestas decisivas al desempleo
capitales en escala cada vez más argentino e indicaron nuevas for-

11
Huws, Ursula, The making of a Cybertariat (virtual work in real world), Monthly Review
Press/The Merlin Press, Nueva York/Londres, 2003
Presente y futuro del trabajo 45

mas de luchas sociales del traba- Una concusión se impone, a


jo. guisa de hipótesis: hoy debemos
Los acontecimientos de Francia, reconocer (e incluso saludar) la
hacia fines de 2005, con las explo- desjerarquización de los organis-
siones de los inmigrantes (sin o mos de clase. La antigua máxima
con poco trabajo) y la destrucción de que primero venían los parti-
de millares de autos (el símbolo dos, después los sindicatos y, por
del siglo XX), las majestuosas fin, los demás movimientos socia-
manifestaciones a comienzos de les, ya no tiene respaldo en el
2006 de los estudiantes y trabaja- mundo real y en sus luchas socia-
dores en lucha contra el Contrato les. Lo más importante, hoy, es el
del Primer Empleo, son también movimiento social, sindical o parti-
experimentos seminales, pobla- dario que aprehende las raíces de
dos de significados. nuestras marañas y engranajes
sociales y percibe aquellas cues-
Esta nueva morfología del traba- tiones que son vitales. Para
jo no podría dejar de afectar a los hacerlo, para ser radical, es
organismos de representación de imprescindible conocer la nueva
los trabajadores. De ahí la enorme morfología del trabajo, como tam-
crisis de los partidos y sindicatos. bién los complejos engranajes del
Que muchos analistas de esta cri- capital.
sis vieran un carácter terminal
para los organismos de clase, es
XI. Un nuevo sistema de
otra historia. Aquí queremos sola-
metabolismo social:
mente registrar que la nueva mor-
autodeterminación y
fología del trabajo significa tam-
tiempo disponible
bién un nuevo diseño de las for-
mas de representación de las
fuerzas sociales y políticas del tra- La construcción de un nuevo sis-
bajo. Si la industria taylorista y for- tema de metabolismo social
dista es más parte del pasado que (Mészáros, 1995), de un nuevo
del presente (al menos tenden- modo de producción y de vida fun-
cialmente) ¿cómo imaginar que dado sobre la actividad auto-
un sindicalismo verticalizado determinada, basado sobre el
podría representar este nuevo y tiempo disponible (para producir
compuesto mundo del trabajo? valores de uso socialmente nece-
(Bhir, 1991) Más:¿qué es ser un sarios), en la realización del traba-
partido político distinto (Marx) de jo socialmente necesario y contra
clase, hoy, cuando muchos la producción heterodeterminada
siguen arraigados y prisioneros ya (basada sobre el tiempo exceden-
sea de la vieja socialdemocracia te para la producción exclusiva de
que adhirió al neoliberalismo, o valores de cambio para el merca-
del vanguardismo típico del siglo do y para la reproducción del capi-
XX? tal) es un imperativo crucial de
nuestros días.
46 realidad económica 232 16 de noviembre/31 de diciembre de 2007

Dos principios vitales se impo- ampliado el capital- se instauró un


nen entonces: modo de producción que se dis-
1) El sentido societal dominante tancia de las reales necesidades
será dirigido a la atención de las autoproductivas de la humanidad.
efectivas necesidades humanas y (Mészáros, 2002)
sociales vitales, sean ellas mate- El otro principio societal impres-
riales o inmateriales. cindible estará dado por la conver-
2) El ejercicio del trabajo, des- sión del trabajo en actividad vital,
provisto de sus distintas formas libre, autoactividad, fundada
de extrañamiento y alienación, sobre el tiempo disponible. Lo que
generadas por el capital, será significa rechazar la disyunción
sinónimo de autoactividad, esto dada por el tiempo de trabajo
es, actividad libre basada sobre el necesario para la reproducción
tiempo disponible. social y tiempo de trabajo exce-
dente para la reproducción del
Con la lógica del capital y su sis- capital. Éste último debe ser radi-
tema de metabolismo societal, la calmente eliminado.
producción de valores de uso
socialmente necesarios se subor- El ejercicio del trabajo autóno-
dinó al valor de cambio de las mo, eliminado el porcentaje de
mercancías; de este modo, las tiempo excedente para la produc-
funciones productivas básicas, ción de mercancías, eliminado
como también el control de su pro- también el tiempo de producción
ceso fueron radicalmente separa- destructivo y superfluo (esferas
das entre aquellos que producen y éstas controladas por el capital),
aquellos que controlan. Como posibilitará el rescate verdadero
dice Marx, el capital operó la del sentido estructurante del tra-
separación entre trabajadores y bajo vivo, contra el sentido (des)
medios de producción, entre el estructurante del trabajo abstracto
caracol y su concha (Marx, para el capital (Antunes, 1999).
1971:411), profundizándose la Esto porque, bajo el sistema de
separación entre la producción metabolismo social del capital, el
volcada hacia la atención de las trabajo que estructura al capital,
necesidades humano-sociales y desestructura al ser social.
las necesidades de autorrepro- De modo radicalmente contrario,
ducción del capital. en una nueva forma de sociabili-
Al haber sido el primer modo de dad, plenamente emancipada,
producción en crear una lógica construida por los individuos libre-
que no toma en cuenta prioritaria- mente asociados o por la asocia-
mente las reales necesidades ción libre de los trabajadores
sociales -sino la necesidad de (Marx), el florecimiento del trabajo
reproducir de modo cada vez más social, a través de la atención de
Presente y futuro del trabajo 47

las auténticas necesidades huma- tanto a la vida dentro del trabajo,


no-sociales desestructurará el como a la vida fuera del trabajo.
capital, dando un nuevo sentido

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L’Harmattan.
50

Economías regionales

El Instituto Nacional de la Yerba


Mate (INYM) como dispositivo
político de economía social:
mediación intrasectorial en la distribución del
ingreso, empoderamiento del sector productivo y
desarrollo local en la región yerbatera*
Javier Gortari**
La producción de yerba mate está concentrada en el Brasil, el Paraguay y la
Argentina. Estos países junto con el Uruguay, el sur de Chile y de Bolivia, suman más
del 95% del consumo mundial. La Argentina es el principal país productor y consumi-
dor, constituyendo un mercado cautivo que, después de 50 años de regulación estatal,
fue desregulado en 1991. Esto condujo a un incremento en la producción y a un mane-
jo oligopólico de la comercialización, provocando la caída en los precios de la materia
prima y una crisis social inédita en la región dada la importancia socioeconómica rela-
tiva de la actividad yerbatera. La crisis derivó en una gran movilización de los afecta-
dos –productores y peones rurales-, que llevó a los gobiernos provincial y nacional a
respaldar políticamente (año 2001), la gestión de un paliativo a la situación. Al año
siguiente el Congreso Nacional sancionó la creación del Instituto Nacional de la Yerba
Mate (INYM), cuya primera función fue mejorar el precio de la materia prima, demos-
trando la pertinencia de políticas públicas activas con alto impacto redistributivo regio-
nal y sectorial. Para la provincia de Misiones no es una cuestión menor, dado que
registra un crecimiento poblacional que duplica la media nacional y que el 30% de esta
población reside todavía en áreas rurales con preocupantes índices asociados con la
escolaridad, la salud y la precariedad laboral.

* Una síntesis de este trabajo fue presentada en el 4º Congreso Sudamericano de la


Yerba Mate, noviembre 2006, Posadas, Misiones, Argentina y en el 4º Encuentro del
Foro Federal de Investigadores y Docentes sobre La Universidad y la Economía Social
en el Desarrollo Local, Buenos Aires, 2006.
** Economista, Magíster en Gerencia y Administración de Programas Sociales. Profesor
titular e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional de Misiones. E mail Institucional: decanato@fhycs.unam.edu.ar
Personal: javier_gortari@hotmail.com

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