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CAPITULO 51
Las células gliales más numerosas son los astrocitos, que son células de
sostén y reparación, y los oligodendrocitos, cuya membrana envuelve los axones
formando la vaina aislante de mielina que le concede mayor velocidad a la
conducción de los impulsos.
Los nervios periféricos están constituidos por axones envueltos por capas
de mielina de mayor o menor grosor que, a diferencia del sistema nervioso central,
derivan de la membrana de la célula de Schwann.
Receptores.
La vía aferente está constituida por fibras sensitivas y la vía eferente por
fibras motoras. Estas constituyen los nervios periféricos, los que en conjunto
forman el Sistema nervioso periférico, que consta de doce pares de nervios
craneanos y 31 pares de nervios espinales (Tabla 51-2). La mayoría de estos
nervios son mixtos, vale decir, constituidos por fibras sensitivas y motoras. Sin
embargo, hay algunos como primer y segundo par de nervios craneanos, que son
puramente sensitivos y otros, como el oculomotor e hipogloso, que son puramente
motores.
Efectores.
Centro.
MEDULA ESPINAL
Una lesión medular, por lo tanto, puede producir una pérdida de fuerzas
de las extremidades inferiores, del control de esfínteres y de la sensibilidad, cuyo
nivel superior depende del segmento medular donde se ubica la lesión. La pérdida
de fuerzas parcial se denomina paraparesia
y la total paraplejía.
ENCEFALO
Irrigación:
El encéfalo es irrigado por dos sistemas arteriales: carotideo y vértebro
basilar (Figura 51-6). Las carótidas se dividen en el cuello en interna y externa. La
carótida interna asciende entrando a la cavidad craneana para terminar
dividiéndose en las arterias cerebral media y anterior. La arteria cerebral media se
dirige lateralmente, irrigando la profundidad de los hemisferios cerebrales (cápsula
interna, núcleo lenticular y caudado), llega a la fisura de Silvio e irriga la superficie
lateral de los hemisferios cerebrales (Figura 51-7). La arteria cerebral anterior se
dirige hacia adelante y medialmente, uniéndose con la del lado opuesto a través
de la arteria comunicante anterior. Da ramas que también irrigan la profundidad de
los hemisferios cerebrales (cápsula interna y núcleo caudado), continúa dando la
vuelta alrededor del cuerpo calloso (estructura blanca que une a ambos
hemisferios cerebrales) e irriga la superficie medial de los hemisferios cerebrales
(Figura 51-7).
Alteraciones funcionales:
En la corteza cerebral asientan las funciones voluntarias o conscientes,
de las cuales sólo revisaremos las más importantes.
Lenguaje:
Es controlado por dos centros ubicados en el hemisferio dominante,
habitualmente el izquierdo. El centro posterior, o sensitivo, se ubica en el lóbulo
parietal y permite descifrar las ideas o el símbolo de la palabra hablada o escrita
(comprensión del lenguaje). El centro anterior o motor, se ubica en la porción
posterior de la tercera circunvolución frontal y permite transformar nuestras ideas
en lenguaje (expresión del lenguaje). Una lesión de estas áreas produce afasia,
definida como la incapacidad para entender lo que se dice, ya sea verbalmente o
en forma escrita, y la incapacidad para poder expresar verbalmente o por escrito
las ideas.
Función visual:
Se ubica en la corteza calcarina, que está en la cara medial de los lóbulos
occipitales. En ella terminan las fibras que traen la información visual desde la
retina (Figura 51-9). La corteza de un lado recibe la información que proviene del
hemicampo exterior contralateral. Una lesión occipital, por lo tanto, produce una
incapacidad para ver lo que está en el lado opuesto a ésta, lo que se llama una
hemianopsia homónima.
Núcleos:
Las lesiones que comprometen el tálamo producen una pérdida de la
sensibilidad del hemicuerpo contralateral. Los restantes núcleos de la base
(caudado y lenticular) forman parte del sistema extrapiramidal, que tiene relación
con el control del tono muscular y movimientos involuntarios o inconscientes,
como es el parpadeo, la mímica facial, el braceo, etcétera. La enfermedad de
Parkinson es una de las afecciones más conocidas que comprometen este
sistema. En ella disminuyen los movimientos inconscientes, apareciendo
movimientos involuntarios como el temblor, a la vez de aumento del tono
muscular, lo que produce la actitud clásica de caminar agachado con brazos y
piernas dobladas, sin braceo y rígidas.
Cerebelo:
También ejerce una función importante en los movimientos, siendo el
encargado de la coordinación de estos. Una lesión cerebelosa se manifiesta por
movimientos incoordinados. Si la persona trata de tocar algún punto con el dedo
índice, al llegar más cerca, lo va a sobrepasar o pasar por los lados, lo que se
denomina dismetría.
Dado que la vía que se origina en el cerebelo se cruza dos veces, cada
hemisferio cerebeloso se relaciona con el mismo lado del cuerpo, de modo que
una lesión del hemisferio cerebeloso derecho dará dismetría de las extremidades
derechas. Las lesiones de vermis afectan la musculatura axial, manifestándose -
básicamente por una incoordinación de la marcha (marcha ebriosa).
ESTRUCTURAS PROTECTORAS
El sistema nervioso central tiene una serie de cubiertas que le dan una singular
protección.