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El 26 de marzo y 15 de abril de 2020, la CNBV emitió un oficio y luego un comunicado de carácter

temporal con los que autorizó a las instituciones de crédito aplicar Criterios Contables Especiales
(CCE) ante la contingencia sanitaria por el COVID-19. Con ello, se permitió a las instituciones
bancarias ofrecer a sus acreditados el diferimiento parcial o total de los pagos de capital y/o
intereses por un máximo de seis meses, sin que estos fueran considerados como créditos
reestructurados. Lo anterior fue aplicable a los clientes clasificados contablemente como vigentes
hasta el 28 de febrero de 2020, que luego se amplió al 31 de marzo de 2020 para los casos de
microcréditos, con un límite para aplicar los programas hasta el 31 de julio de 2020.
Posteriormente, en septiembre de 2020, la CNBV notificó sobre un nuevo programa de facilidades
para el otorgamiento de reestructuras para los acreditados que fueron afectados por la pandemia,
que tuvo vigencia hasta enero de 2021 y contempló las siguientes medidas regulatorias: 1.
Computar un monto menor de reservas específicas cuando se pacte una reestructura con el
cliente; 2. Reconocimiento de las reservas específicas que se liberen por la reestructura de un
crédito como reservas adicionales; 3. Reconocimiento de un mayor capital regulatorio al
considerar las reservas adicionales como parte del capital complementario y 4. Reducir
prudentemente los requerimientos de capital por riesgo de crédito. Adicionalmente, para
incentivar la inclusión financiera y el otorgamiento de nuevos créditos, se realizaron tres medidas
aplicables para la banca múltiple. 1. Se extendió el uso del buffer de capital hasta el 31 de
diciembre de 2021; 2. Se ampliaron los requerimientos de liquidez hasta marzo de 2021, con lo
que los bancos podrán reducir transitoriamente sus buffers de liquidez por debajo del 100% de sus
necesidades y 3. Se amplió a personas morales la regulación que permite la apertura de cuentas y
contratación de créditos sin necesidad de que el cliente vaya a la sucursal. De esta manera, de
acuerdo con la Asociación de Bancos de México (ABM), 8.6 millones de clientes (valor en cartera
de P$1,100.0mm) entraron a los programas de diferimiento de capital e intereses, que representa
20.0% de la cartera total. Asimismo, a diciembre de 2020, se han realizado P$334.0mm de
reestructuras, que implicaron mayores plazos con menor pago mensual. Con ello, se considera que
de los créditos que entraron a los planes de apoyo, el 78.0% se encuentra al corriente en sus
pagos, el 15.0% se reestructuraron y el 6.0% se encuentra con atrasos. HR Ratings considera que
estas medidas tuvieron un alto impacto en proveer alivio financiero a la población mexicana, así
como mantuvieron con estabilidad los indicadores de morosidad de la

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