INFORME FINAL DE EVALUACIÓN Y SISTEMATIZACIÓN CUALITATIVA DE LOS RESULTADOS E IMPACTOS EN NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES

DE LA INTERVENCIÓN DE SINFONÍA POR EL PERÚ EN LOS NÚCLEOS DIGITALES DE LOS DISTRITOS DE RÍMAC Y ATE.

I. RESULTADOS E IMPACTOS EN LOS NIÑOS, NIÑAS Y

ADOLESCENTES.

SUB DIMENSIÓN: CAPACIDAD DE COMUNICACIÓN INTERPERSONAL -

1. Capacidad de comunicación interpersonal

La comunicación interpersonal es una de las habilidades para la vida importante

en el desarrollo de todo ser humano. La comunicación ofrece seguridad a las
personas. Los estudios señalan que en el proceso de comunicación interpersonal
entran en juego dos factores: el racional y el emocional. De cierta manera,
nosotros percibimos el pensamos a partir de lo que decimos (30%) pero la mayor
información la captamos a partir del modo cómo lo decimos, y esto es el 70 % de
la comunicación. Todo esto genera estados emocionales que influyen en el nivel
de escuchar.

No hay duda que la comunicación y las relaciones interpersonales poseen una

relación muy estrecha y dinámica. Hay un sólido vínculo entre ellos. Además, la
profundidad, la prolongación y significación de la interacción facilitan la
comprensión mutua y el surgimiento de relaciones emocionales. Esto repercute
en la formación y desarrollo de la personalidad del individuo.

Un aspecto clave es que la comunicación interpersonal supone relación y vínculo

con el otro, supone hasta cierto punto comprensión, reglas de socialización y
pautas de comportamiento adquieras a partir de la temprana socialización. De
cierta forma en la comunicación interpersonales todo el mundo social de revela.
Los elementos fundamentales de la comunicación es la personalización, la
intimidad, la empatía y la confianza. Según el trabajo de García, "La comunicación
es, por tanto, un proceso fundamental y determinante de toda relación social, es
el mecanismo que regula y que, al fin y al cabo, hace posible la interacción entre
las personas" (García, 2013, p. 53).

1.1. Capacidad de comunicación verbal y no verbal.

A partir del análisis de la muestra hemos identificado que el 85 % de los niños,

niñas y adolescentes del núcleo de Rímac y Ate han desarrollado la capacidad de
comunicación verbal y no verbal. Esto es muy importante a destacar porque la
capacidad de comunicación es una de las habilidades sociales más importantes.

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Desde la perspectiva de los niños, niñas y adolescentes, el desarrollo de la

capacidad de comunicación verbal y no verbal les ha permitido trabajar otros
aspectos propios de la dinámica social de la comunicación. En ese sentido, el 48
% considera que se ha incrementado su socialización, vale decir su capacidad
para construir relaciones amicales, conocer nuevas personas, entre otros; el 31 %
considera que esto le ha proporcionado mayor confianza, y el 6 % cree que se ha
incrementado su socialización y ha adquirido confianza en sí mismo. Otro grupo
considera que ya era sociable antes de ingresar al núcleo de Rímac y Ate (6%) y
hay aun quienes presentan limitaciones en el desarrollo de su comunicación (6%).

Cuadro Nº.1
Impactos de la comunicación verbal y no Muestra %
verbal.
• Incrementa socialización 23 48%
• Mayor confianza. 15 31%
• Aun presenta limitaciones 4 8%
• increm. Socializ. & Mayor confianza 3 6%
• era sociable y comunicativo. 3 6%
48 100%

En términos cualitativos, es decir, desde la experiencia de los niños, niñas y

adolescentes, que gracias a SpP, han desarrollado más confianza y ven
incrementa sus habilidades para la socialización. Por ejemplo, en el caso de Luz
Almendra (13 años), gracias a SpP ella es capaz de comunicarse con un amplio
grupo de personas, tanto entre sus coetáneos como mayores, hoy, se expresa
con sus amigos y ha dejado atrás la timidez.

“Sí, les comunico todo lo que pasa y también otras cosas. Creo que
SpP me ha cambiado, un poco en la manera de expresarme, ahora
me expreso más con mis amigos, porque antes era tímida, un poco
tímida, entonces yo me quedaba ahí... pero ahora estoy mejo;
ahora interactúo con más alumnos de mi misma edad o mayor,
entonces me ayudó a expresarme”. (Luz Almendra, 13 años,
Núcleo de Ate, familia Nuclear)

De igual modo el caso de Fernando (12 años) es muy aleccionador. Es notable

analizar cómo el ambiente del núcleo favorece el desarrollo de la confianza en las
relaciones sociales y en ellos mismos, lo que redunda en su capacidad para
expresarse, comunicarse y socializar. Ahora, gracias a la confianza construida en
el Núcleo es capaz de “desenvolverse más y más”:

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“Me siento un poco avergonzado cuando empiezo a conversar

pero después de hablar me siento más cómodo y socializo más.
(En el núcleo) yo tengo varios amigos y ya con ellos, poco a poco
empecé a hablar, conversar, tuvimos un poco más de confianza. Y
con eso me ayudó a desenvolverme más y más. Y ahora, soy capaz,
yo creo por mí mismo que soy capaz de desenvolverme y poder
hablar ya con alguien nuevo que no conozca. Yo voy a otro colegio
y puedo hablar, empezar a hablar.” (Fernando, 12 años, Núcleo de
Ate, familia Monoparental)

Otro caso destacable es Fabrizzio (16 años), quien señala que era tímido, se
circunscribía a sus ideas, y ahora el entorno de SpP le ha permitido desarrolla la
habilidad de la comunicación:

“Antes de estar en Sinfonía era más tímido, solo me cerraba en mis

ideas, y cuando entré a Sinfonía empecé a vivir nuevas experiencias
y aprender más. Creo que el arte sirve en cualquier momento.
(Sobre Sinfonía), Si, puedes hablar de la música, de temas afines,
creo que hay más temas de conversación, yo comparto sobre lo
que aprendo en la música. (Fabrizzio, 16 años, Núcleo de Ate,
Familia Monoparental)

Por otro lado, el caso de Adrián (15 años) permite ver que el ambiente de
sinfonía, no solo contribuye a la comunicación, también permite desarrollar otros
valores asociados como la tolerancia, la paciencia y la resiliencia. Así, Adrián (15
años) destaca haber cambiado positivamente gracias a SpP:

"No era tan sociable, ahora sí. Era un poco tímido, creo que sí he
mejorado. Yo era, puro juego e hiperactividad. Pero ahora, estoy
un poco más tranquilo, soy un poco más paciente, más calmado y
ya no me inclino mucho por los juegos. Estoy creciendo y se
supone que eso debe quedar atrás. Aún tengo algunos defectos,
sé que tengo que mejorar, pero creo que he mejorado. (Adrían, 15
años, Núcleo del Rímac, familia nuclear)

Por otro lado, tenemos testimonios como los de María, quien asegura que gracias
a SpP ahora se expresa de manera fluida, segura, y socializa con sus compañeros.
No hay duda que todo esto redunda en su confianza:

“Sí, yo creo que sí. Empecé a sentir que puedo hablar de forma
más fluida, siento que ya no me cohíbo tanto. Sinceramente (…) yo
siento que sí me comunico más con mis padres y con todos en
general. Puedo socializar más con mis compañeros de colegio”.
(María, 14 años, Núcleo de Ate, familia nuclear)

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1.2. Capacidad de escucha activa.

Otro aspecto que hemos analizado es el rol de la escucha activa, esta es una de
las habilidades de comunicación interpersonal claves en el desarrollo psico-social
de todo ser humano. Podemos decir que la escucha activa, es una de las
habilidades sociales más importantes, requiere tiempo, práctica, paciencia y es
difícil desarrollar. La escucha activa requiere concentración y no solo escuchar
pasivamente al otro, supone se consciente y captar el mensaje del otro,
apoyándose tanto en la paciencia como en el uso de turnos para construir el
dialogo. Se dice que la escucha activa supone tomarse el tiempo para que la otra
persona explorare sus pensamientos y sentimientos.

En el caso de nuestro presente estudio. El 100 % de los niños, niñas y

adolescentes de nuestra muestran aseguran haber desarrollado la esucha activa.
Todo escucharían serían capaces de escuchar a un amigo(a) cuando quisiera
contar un problema. El 90 % considera que esto ha cambiado gracias al programa
“Sinfonía por el Perú”. Mientras que el 10 % percibe que él o ella, siempre fue
así y sin duda alguna escucharía al otro. En ese sentido, del 90 % de aquellos que
sí han adquirido esta habilidad en los nucleos y através de la música, el 63 %
estaría dispuesto a dar un consejo, el 21 % sería más proactivo y lo ayudaría y
ofrecería su apoyo, y el 6 % valoraría la opinión del otro, lo que implica la puesta
en práctica de la empatía.
Cuadro Nº. 2
Escucha Activa Muestra %
• Escucharía-Consejo 30 63%
• Escucharía-ayudaría-apoyaría 10 21%
• Escucharía -valoro su opinión. 3 6%
• Escucharía-siempre fui así. 5 10%
48 100%

En términos cualitativos, por ejemplo, en el caso de Adriana (15 años), ella

considera que antes no se inclinaba a escuchar a los demás, ella estaba sola con
sus pensamientos. Ahora, incluso sería capaz de aconsejarla:

“Claro, la escucharía, la aconsejaría. Por ejemplo, si es que es un

problema familiar, le aconsejaría que tuviera la calma, que no se
preocupe mucho, que eso ya se podrá solucionar. Es que antes no
era como que mucho escuchara a los demás, me interesaba estar
ahi, sola”. (Adriana, 15 años, Núcleo de Ate, familia Nuclear)

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A través del caso de Angelina, por ejemplo, podemos apreciar que desarrollo su
capacidad para la empatía, para reconocer e interesarse en el otro. Además, sería
capaz de ofrecer un consejo siempre que esté en el alcance de sus saberes
previos, este auto reconocimiento es sustancial en la calidad de las relaciones
sociales. Un aspecto sustancial en la experiencia de los núcleos es la socialización
y el incremento de la comunicación. En ese sentido, Angelina (14 años) sugiere
que:
“Sí, le escucharía y vería si tengo el conocimiento para poder
aconsejarle algo. Si no sé nada del tema, claro que la escucharía y
le recomendaría contarle su problema a alguien, a una persona que
sepa, ya sea su padre, un psicólogo o cualquier persona que tenga
la experiencia para poder aconsejarla bien. Yo siempre he sido muy
sociable, pero no me importaban mucho los problemas de los
demás (…) antes era un poco ¿cómo explicarlo? Era sociable, pero
interesarme de verdad por los demás, a fondo, no tanto”
(Angelina, 14 años, Núcleo del Rímac, familia nuclear)

De igual modo, en el caso de Adrían (15 años) revela que no solo escucharían,
serían proactivos como también lo revela el caso de Angelina (14 años). De este
modo, no solo escucharían, trataría de ayudarlo a encontrar una solución. Esta
actitud proactiva, empática y de ponerse en el lugar del otro, es algo que han
aprendido y desarrollado gracias a Sinfonía por el Perú. Así, Adrián sugiere:

"Yo si lo escucharía, y buscaría la manera de ayudarlo, para que

solucione su problema, quizá por medio de un profesor que nos
puede ayudar o por medio mío. Pediría ayuda si es que yo no
puedo ayudarlo. (¿Esto se debe a sinfonía?) Sí, porque yo no era
mucho de interesarme por los demás. Me centraba en lo mío y
listo, no era mucho de ver por otros. Y poco a poco comencé a
tomar más dedicación (hacia los demás). (Adrían, 15 años, Núcleo
del Rímac, familia nuclear)

Un aspecto sustancial del proceso de escucha activa es prestar atención, hacer

un real focus sobre el otro y lo que quiere realmente transmitir. Lo que mos ofrece
el caso de Jaren (13 años) es que gracias a SpP, ellos reconocen que adquieren
y mejoran habilidades sociales que en este caso se identifica con el concepto de
“madurar”, crecer, en otro casos, se dice dejar la etapa de los juegos. En estos
casos, se puede sugerir que la adolescencia se abre paso al tiempo que
adquieren nuevas habilidades para la vida. Ese es el verdadero éxito del trabajo
de SpP. Según Jaren:

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“Por supuesto que sí. Primero, dejaría de tomármelo a lo broma y

tomarlo como algo muy en serio y escucharlo. Antes de estar en
sinfonía también ayudaba, solamente que me consideraba muy
“torpe” para tomar eso en serio, pero con sinfonía cambié, mi
personalidad de cinco años, cambió, vi que era más serio y más
maduro, yo ya estaba entrando a esa etapa”. (Jaren, 13 años,
nucleo del Rímac, familia Monoparental)

1.3. Capacidad de expresar sentimientos, de comunicar resultados (sin

reprochar) y de recibir opiniones sobre los resultados.

Expresar los sentimientos constituye un ejercicio fundamental para nuestra salud

mental actual y futura. Las expresiones emocionales son una parte importantísima
de la inteligencia emocional. Usualmente, hemos sido criados para reprimir,
ignorar o anular dichos sentimientos. Las tendencias actuales aseguran que una
habilidad para vida es identificar y expresar nuestros sentimientos, a fin de que
en la edad adulta reduzcamos las probabilidades de tener problemas para
gestionar las emociones.

La capacidad de expresar sentimientos, comunicar resultados y recibir opiniones

es muy importante como habilidad para la vida. En principio comunicar nuestros
sentimientos y emociones es más saludable para nuestra mente y cuerpo. Según
los estudios de Lieberman (et al., 2007), sugiere que expresar nuestras emociones
nos permite objetivarlas, poniéndoles nombres a aquello que nos aqueja. Eso
disminuye la respuesta de la amígdala (la zona del sistema límbico responsable
de nuestra reacción emocional), lo que reduce instantáneamente la intensidad y
malestar que pueda provocar esas emociones (Lieberman et al., 2007). Reprimir
nuestras emociones puede ser prejudicial porque a la larga incrementaría la ira.
(Gross & Levenson 1997).

En el estudio realizado hemos identificado que el 82 % de los niños, niñas y

adolescentes de la muestra es capaz de expresar sentimientos y comunicar
resultados. Aun el 18 % asegura ser reservado, usualmente hacen referencia a la
idea de guardarse sus emociones para ellos mismo, y tienen cuidado para no
compartirlas. Del 82 % que sí es capaz de expresar sus emociones, el 71 %
asegura que lo ha logrado gracias a Sinfonía por el Perú, de este grupo el 47 %
es expresivo y comunica sus emociones de alegría o tristeza, mientras que el 24
% canaliza la expresión de sus emociones a través de la música.

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Cuadro Nº 3
Capacidad de Expresar Muestra %
• Es expresivo 21 47%
• Expresión-musica 11 24%
• Es expresivo. Siempre fui así. 5 11%
• Reservado 8 18%
• No precisa. 3 --
48 100 %
(*) Solo se han considero las respuestas

Desde una mirada a la experiencia, Fabrizzio (16 años) nos sugiere que es capaz
de expresar sus emociones tranquilamente, afirmando que este se debe al
trabajo del programa en el núcleo. De la misma manera, Ariadna (15 años) señala
que es posible expresar sus emociones, tanto de felicidad como de tristeza, y eso
es en gran medida gracias a su participación en el núcleo. Muchos de los
entrevistados afirman que debido al trabajo en sinfonía pueden expresar sus
emociones con mayor facilidad.

"Mostrando lo que siento en ese momento, quizá a mis amigos, mi

madre, si me siento mal puedo decirlo tranquilamente, puedo
expresarlo diciéndolo, creo. (¿Esto se debe a sinfonía?) Sí, creo
que sí. Ahora puedo expresar mis sentimientos, antes no era tanto
así, era más reservado, me callaba lo que sentía. (Fabrizzio, 16
años, Nucleo Ate, familia monoparental)

“Cuando soy feliz lo demuestro, pero cuando estoy molesta como

que me gusta estar en mi espacio, donde nadie me esté
incomodando, y cuando estoy triste, todo el mundo se da cuenta
que estoy triste/creo que sí porque cuando me molesto, a veces,
me desquitaba con todos. Desde que ingresé a Sinfonía, aprendí
que no es bueno desquitarse con las personas” (Ariadna, 15 años,
Núcleo del Rímac, Familia nuclear)

“La mayoría de las veces sí lo expreso, cuando estoy feliz siempre

sonrío o me empiezo a reír. Nunca mostraba que tenía ganas de
llorar cuando estaba triste, pero desde que inicié sinfonía ya se me
hace más fácil expresarme”. (Luz, 12 años, Núcleo Ate, familia
monoparental)

Los expertos en música sugieren que esta puede ayudar a los niños a "oír" cómo
suenan ciertos sentimientos, y pueden aprender a decir qué emoción evoca una
pieza musical. De hecho, el trabajo musical puede contribuir a que los niños y
adolescentes se pongan en contacto y expresen sus sentimientos y emociones,
como la felicidad o la tristeza. De hecho, el trabajo de Juslin y Vastfjall (2008)
“Emotional responses to music: The need to consider underlying mechanisms"

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