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Examen Integrador de Ciencias Naturales: Una cuestión de Salud

Integrantes del grupo:


Fecha:
Curso: 1°B

Primera Parte del Examen Integrador

1. Lean el primer texto y respondan las preguntas a continuación:

SEMMELWEIS Y LA FIEBRE PUERPERAL

Ignaz Philipp Semmelweis nació en 1818 en Hungría. En 1837, ingresó en la Universidad de Viena para
estudiar medicina. Allí fue estudiante del profesor Skoda, que lo tuteló desde entonces y del que aprendió
métodos estadísticos y de diagnóstico. En 1846 entró a trabajar en el Hospital General de Viena como asistente
del doctor Johann Klein, director de obstetricia desde hacía más de veinte años.
Durante el período del director anterior a Klein (desde 1789 a 1822), estaba a cargo el doctor Johann Lucas Boër y
la tasa de mortalidad materna del departamento de obstetricia había sido de aproximadamente el 1,25% de un
total de 71.000 pacientes en el periodo de 33 años. Boër impartía sus lecciones de anatomía con maniquíes para
enseñar la anatomía femenina y estaba en contra de instrumentos invasivos usados en las pacientes. Sin
embargo, cuando Klein tomó posesión de su puesto, decidió que la enseñanza se hiciera con cadáveres (una
práctica usada en universidades y hospitales de Europa) y reorganizó el hospital en dos pabellones: el primer
pabellón para médicos varones (PP) y el segundo pabellón para las matronas 1(SP). Desde entonces, la mortalidad
por fiebre puerperal (fiebre en el parto) aumentó drásticamente en el Primer Pabellón frente a la mortalidad en el
Segundo Pabellón.
Una opinión ampliamente aceptada atribuía la fiebre puerperal a epidemias que ocurrían a partir de los
cambios atmosféricos, cósmicos o terremotos. Sin embargo ¿Cómo -se preguntaba Semmelweis- podían esas
influencias haber infestado durante años el Primer Pabellón del hospital y haber respetado el Segundo
Pabellón? Y ¿cómo compatibilizar esto con el hecho de que mientras la fiebre arrasaba el hospital, apenas se
producían casos en la ciudad de Viena o sus alrededores? Una epidemia verdadera, como el cólera, no
podía ser tan selectiva. Asimismo, Semmelweis comprobó
que las mujeres que daban a luz en la calle, camino al hospital,
tenían un porcentaje de muertes por fiebre puerperal más bajo
que las ingresadas en el Primer Pabellón del hospital, a pesar de
las condiciones adversas.
Semmelweis creía que era poco probable que la fiebre pudiera
deberse a estas causas. Recopiló datos estadísticos del
número de muertes por fiebre puerperal tanto del Primer
Pabellón (dirigido por Klein) como del Segundo Pabellón
(dirigido por el doctor Bartch) y razonó que era poco probable
que los cambios atmosféricos o terrestres causen la fiebre ya
que la proporción de muertes era muy diferentes en ambos
pabellones (véase el gráfico).
Semmelweis examinó otras explicaciones del fenómeno corrientes en la época. Rechazó que la causa de la
mortandad fuera la dieta o la atención general a las pacientes al ser similares en los dos pabellones. Del mismo
modo, excluyó la hipótesis del hacinamiento, ya que incluso era mayor en el Segundo Pabellón debido a que las
mujeres intentaban evitar que las ingresaran en el temido Primer Pabellón. Existía además una posible explicación
psicológica a la cuestión, ya que se observaba que cuando el sacerdote portaba los últimos auxilios a una
moribunda tenía que pasar por cinco salas del Primer Pabellón antes de llegar a la enfermería. Se opinaba
que la aparición éste producía un efecto terrorífico y debilitante en las pacientes de las salas, que las hacía
más propicias a contraer la fiebre puerperal. Esto no ocurría en el Segundo Pabellón porque el sacerdote tenía
acceso directo a la enfermería. Semmelweis le convenció para que diera un rodeo en el Primer Pabellón y
suprimiera el toque de la campanilla para no anunciar su llegada. Pero la mortalidad no decreció.
Semmelweis observó también que muchas de las pacientes hospitalizadas contraían la fiebre puerperal antes del
parto, y que el punto de infección siempre era el útero. Observó que los estudiantes que acudían al Primer
Pabellón venían de las prácticas anatómicas con cadáveres sin limpiarse las manos (o superficialmente) antes de
examinar a las mujeres. Entonces formuló la hipótesis de que los estudiantes transportaban “materia
putrefacta” desde los cadáveres hasta las parturientas, siendo ese el origen de la fiebre puerperal. Esta hipótesis

1
la matrona es un profesional responsable que se encarga del apoyo, cuidados y consejos durante el embarazo, parto y el
puerperio, dirigir los nacimientos, proporcionar cuidados al neonato y al lactante.
explicaría que la mortalidad en el Segundo Pabellón fuera mucho más baja, porque la preparación de las
comadronas no incluía prácticas forenses. También explicaría que la mortalidad fuera menor en “partos
callejeros”, ya que las mujeres, que llegaban con el niño en brazos, casi nunca eran reconocidas después de su
ingreso; teniendo así mayores posibilidades de escapar a la infección.
Klein no estaba de acuerdo con la hipótesis de Semmelweis, ni con sus propuestas. Sus explicaciones se
basaban en la brusquedad de los estudiantes en los exámenes vaginales. Tras discusiones violentas, Klein lo
destituyó como su ayudante en octubre de 1846. Semmelweis pasó dos meses en Venecia para reponerse y
cuando en 1847 regresó a Viena, poco después, Skoda influyó para que fuese admitido como asistente
suplente en el Segundo Pabellón. Allí puso a prueba su hipótesis. Por petición suya, los estudiantes se
intercambiaron con las comadronas del Primer Pabellón al Segundo Pabellón y, en un mes, se triplicó la
mortalidad por fiebre puerperal. Si la hipótesis era correcta, la fiebre puerperal se podría prevenir destruyendo
químicamente la materia infecciosa invisible adherida a las manos.
Es por ello que dictó una orden exigiendo a todos los estudiantes de medicina que se lavaran las manos con una
solución de cloruro de calcio, antes y después de examinar a las parturientas. La tasa de la enfermedad disminuyó
drásticamente del 18% a menos del 3% en tan solo unos meses, y en el año 1848 descendió hasta el 1,27% en el
Primer Pabellón frente al 1,33% del Segundo Pabellón. Ese mismo año escribió:

“En los primeros cuatro meses del año, hubo de treinta a cuarenta muertes mensuales. A finales de mayo
se introdujo la práctica del lavado de manos y, desde ese momento, los casos de enfermedad, que antes se
producían a diario, dejaron de ocurrir. En junio murieron tres mujeres, en julio otras tres, y hasta mediados de
agosto otras dos. En ese momento fue admitido un nuevo grupo de estudiantes, algunos desatendieron el lavado
de manos y, para finales de agosto, habían muerto doce pacientes. Después de un control más estricto, la
morbilidad cesó, así que para finales de septiembre tan sólo habían ocurrido tres muertes [...] en ausencia de más
evidencia que pudiera explicar la importante disminución de la fiebre puerperal en este hospital, las normas
preventivas arriba mencionadas, concernientes al examen, merecen atención y podrían fomentar experimentos
similares en otros hospitales de maternidad.”

La mayoría de los obstetras europeos rechazaron o ignoraron su descubrimiento. Decían que su trabajo no
proporcionaba evidencias suficientes y carecía de rigor; que sus resultados no eran reproducibles y que había
falseado las estadísticas. Prevaleció, pues, la opinión de Klein y, en marzo de 1849, no se le renovó su contrato
en el Hospital General de Viena.
Desmoralizado, abandonó Viena en 1850. Abatido, cayó en una profunda depresión con rasgos de locura.
Finalmente, murió trágicamente el 16 deagosto de 1865.
No obstante, Semmelweis desconocía otras evidencias empíricas distintas a las suyas, ni tenía acceso a
publicaciones sobre el tema para oponerse a sus detractores. Además, no hizo experimentos controlados y fiables
en el laboratorio, salvo unos pocos mal planificados, para comprobar lo que había constatado en su práctica
clínica. Tampoco consideró necesario usar el microscopio en sus investigaciones, instrumento disponible en el
Hospital General de Viena. De este modo, perdió una gran oportunidad de complementar su hipótesis con una
caracterización más precisa, basada en pruebas empíricas, del principio activo presente en la materia cadavérica.
Asimismo, no se esforzó por comunicar personalmente sus hallazgos en revistas especializadas ni en congresos.
Poco después de su muerte, Pasteur publicaría su teoría germinal sobre las enfermedades infecciosas mediante
microbios. En 1879, Pasteur demostró que las bacterias estreptocócicas se podían encontrar en la sangre de las
mujeres que tenían fiebre puerperal. A partir de entonces la práctica clínica de Semmelweis cobró sentido dentro
de ese marco teórico. Lister la extendería a la práctica quirúrgica higiénica del resto de especialidades médicas.
Semmelweis es considerado hoy como un pionero y Lister el padre de la asepsia moderna.

Acevedo, J.A., García-Carmona, A. y Aragón, M.2

Respondan a las siguientes cuestiones relacionadas con el texto anterior:

a) ¿Cuál es el tema principal del texto? Relaciónenlo con el título.


b) ¿Cuántos párrafos tiene el texto? Identifiquen y señalen en el texto los párrafos que lo componen.
c) Subrayen las ideas principales de cada párrafo. Luego, armen un cuadro en el que se explique y resuma
brevemente el tema de cada párrafo.
d) A lo largo del texto se señalan diferentes interpretaciones para explicar el origen de la fiebre puerperal.
Identifiquen las hipótesis y armen un mapa conceptual donde aparezcan junto con el motivo por el que éstas
fueron aceptadas o rechazadas.
e) ¿Qué función cumple el grafico en el texto y que información nos brinda?
f) A partir de la lectura del gráfico respondan:

2
Texto adaptado y modificado para su lectura en el primer año de Ciencia Naturales
 ¿En qué año fue máxima la cantidad de muertes por fiebre puerperal en el Primer Pabellón? ¿Cuál fue el total?
 ¿En qué año fue mínima la cantidad de muertes por fiebre puerperal en el Segundo Pabellón? ¿Cuál fue el total?

g) ¿Cuál es la hipótesis principal de Semmelweis para explicar el origen de la fiebre puerperal? ¿Qué argumentos
utiliza Semmelweis para validar su hipótesis?
h) ¿Qué diseño experimental realizó Semmelweiss para verificar su hipótesis? ¿Creen que es justificable este
diseño desde el punto de vista ético? Expliquen detalladamente
i) A partir de la respuesta en el punto anterior y basándose en lo visto en clase sobre el trabajo de los y las
científicas, ¿Qué otra metodología podrían proponer para la comprobación de la hipótesis de Semmelweis?
Expliquen detalladamente
j) ¿Qué factores crees que influyeron negativamente en la aceptación de las propuestas de Semmelweis en
la comunidad científica? ¿Por qué?

Segunda Parte del Examen Integrador

Si bien el primer texto nos plantea una situación que nos puede parecer desactualizada y ajena podemos notar a
partir del fragmento de la noticia de Página 12 “Las Mani pulite de la Influenza A” 3 que la higiene es un requisito
fundamental en la atención en hospitales, clínicas y en la vida cotidiana.

2. Lean la noticia y respondan las preguntas a continuación:

Lunes, 26 de octubre de 2009


 SOCIEDAD › LAS MEDIDAS HIGIENICAS CONTRA LA GRIPE A DESCENDIERON NIVELES DE OTRAS ENFERMEDADES

Las mani pulite de la influenza A


Según estimaciones del Ministerio de Salud nacional, bonaerense y la Sociedad de Infectología, el lavado de
manos y el cubrirse la boca al toser o estornudar combaten la gripe A y permiten reducir otras enfermedades
respiratorias e intrahospitalarias

 Por Pedro Lipcovich

Las medidas higiénicas que la población tomó para prevenirse de la gripe A –


como el lavado de manos y las precauciones al toser o estornudar– habrían
causado también un descenso de otras enfermedades respiratorias, desde el
resfrío hasta las bronquiolitis, y también una disminución de problemas
intestinales e incluso meningitis, que se transmiten por vías parecidas. Así lo
estiman funcionarios de Salud de la Nación y la provincia de Buenos Aires, así
como el presidente de la Sociedad de Infectología Pediátrica. También habrían
descendido las infecciones intrahospitalarias porque, ante la pandemia de
gripe, los doctores tomaron más en serio precauciones como el lavado de
manos, quizá “para protegerse a sí mismos”, admitió un destacado infectólogo
del hospital Muñiz.
Fernando Avellaneda, viceministro de Salud de la Nación, estimó que “las acciones para evitar la transmisión del
virus de la gripe A (H1N1) han disminuido el contagio de otros virus respiratorios. La cantidad de notificaciones
de cuadros respiratorios parece haber bajado con respecto a años anteriores, si bien hay que esperar el cierre del
año para contar con datos consolidados. En todo caso, esta disminución se alinea con lo que suele suceder
cuando se enfrentan epidemias de una enfermedad cuyos mecanismos de prevención también sirven para otras:
así, hace unos años, gracias a las precauciones contra el cólera, disminuyeron otras enfermedades como las
diarreas y la hepatitis A”.
Jorge San Juan –jefe de terapia intensiva del hospital Muñiz y miembro de la Comisión de Expertos que asesoró al
Ministerio de Salud sobre la pandemia de gripe A– señaló por su parte “datos que indican un descenso en las
infecciones intrahospitalarias, en pacientes internados en distintas instituciones. Esto puede vincularse con que el
personal de salud, en relación con la atención de pacientes con diagnóstico presuntivo de gripe A, tomó
precauciones como el uso de guantes y especialmente el lavado de manos. Tal vez esta mayor preocupación por
el lavado de manos haya estado en relación con el temor de contagiarse el profesional mismo, por lo cual no es
seguro que continúe más allá de la epidemia. En todo el mundo se insiste con el lavado de manos en el personal
de salud, pero no es fácil lograrlo”
Para la población general, conviene que el lavado de manos frecuente sea con agua y jabón: “El alcohol en gel se
refiere especialmente a las enfermedades virales, no hay consenso en que sea eficaz contra las bacterias”,

3
Noticia adaptada y recortada para su lectura en el primer año de Ciencia Naturales, extraída de
https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-159431-2010-12-28.html
observa Masana Wilson.
Otro hábito recomendado es “no taparse con la mano al toser o al estornudar: lo más adecuado es utilizar un
pañuelo o, en todo caso, la parte interna del codo –puntualiza Avellaneda–. Esta precaución, para no contaminar
las manos con virus, es muy importante aunque no haya epidemias”.
Otra conducta que recomiendan preservar es “no ir a trabajar si uno tiene algún cuadro respiratorio ni enviar los
chicos a la escuela en tales condiciones –destaca López–. Antes de la epidemia, era habitual mandar a un chico a
la guardería aunque tuviera tos o moco, y eso disemina infecciones”.

Respondan a las siguientes cuestiones relacionadas con el texto anterior:

 ¿Cuál es el tema de la noticia?


 ¿Cómo se relaciona la noticia con el texto anterior? Expliquen sus ideas detalladamente
 Según la noticia ¿Cómo se relaciona el lavado de manos y el cuidado de la higiene con el contagio de
infecciones intrahospitalarias y domésticas?
 Imagínense que en la escuela hay un Programa de Salud e Higiene a cargo del Centro de Estudiantes y
ustedes son los encargados de llevarlo a cabo. Teniendo en cuenta ambos textos y lo charlado en clases,
desarrollen un plan de acción para el cuidado de la higiene. Para eso guíense con las siguientes preguntas:
 ¿Qué medidas se podrían llevar a cabo en la institución para desarrollar el plan de acción?
 ¿Qué materiales y recursos necesitarían?
 ¿Qué herramientas y recursos utilizarían para comunicar el plan de acción elegido?
 ¿Cómo se vincularían con el Centro de Estudiantes para llevar a cabo todas acciones?

Tercera parte del examen

Por último, deberán elegir, desarrollar y llevar a cabo algún punto del plan de acción diseñado en el punto
anterior, ya sea carteleria, talleres, pedidos al centro de estudiantes, etc.

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