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La historia de Didier / The story of Didier: “LA TRAGÉDIE DU VOL AVIANCA 011”

Esta historia la publico en español y enseguida en Inglés y esperamos la colaboracíon de los lectores que nos puedan
ayudar con información.
LA HISTORIA DE DIDIER PINÇON

“LA TRAGÉDIE DU VOL AVIANCA 011”

Recibí un día un interesante comentario en inglés en una de las historias de mi Blog. Era Didier Pinçon
escribiéndome desde Francia preguntándo si alguien conocía a Sebastián Fajardo, nieto del legendario capitán del
B-707 de Avianca Enrique Fajardo, pues Sebastián había dejado también un comentario ya que este artículo tenía
que ver con su abuelo (link del artículo: http://memoriasdeunpiloto.blogspot.com/2010/09/las-historias-de-
alvaro-jaramillo.html).

Decidí investigar más, le escribí y para mi sorpresa Didier está escribiendo un libro que se llamará “LA TRAGÉDIE
DU VOL AVIANCA 011”. (La tragedia del vuelo Avianca 011). Didier está recopilando información sobre los
tripulantes, sus familiares y personas que estuvieron cerca de estas hermosas naves B-747 de la empresa Avianca en
los años 80. Esto es parte de su investigación para su libro que trata sobre la historia de la mayor tragedia aérea de
la aviación colombiana. 

Esta es la historia de Didier:

Hola Carlos y estimados lectores de su Blog:

Soy Didier Pinçon, soy francés y aquí les comparto mi historia que de una forma especial me une a su país
Colombia.
Vivo en Normandy al noroeste de Francia con mi esposa Irene y mi hijo Thomas de quince años. En 1978 yo tenía 14
años cuando mi padre me llevó a observar aviones desde la terraza del aeropuerto internacional Charles de Gaulle.
De pronto entre los aviones apareció un majestuoso Boeing 747 de colores rojo y blanco, decía Avianca, Colombia,
era el HK-2000. Quedé enamorado de ese Jumbo en especial y me emocionaba mucho cada vez que lograba verlo
de nuevo. 

Esta foto es cortesía de Airliners.net. Es el HK-2300 "Cartagena de Indias" en el Charles de Gaulle. Esta foto es muy especial para mi pues por coincidencias de esta
vida esa persona que está observando el avión detrás de la cerca …soy yo!
El mundo de la aviación se fue volviendo cada vez más especial para mí de tal forma que a mis 19 años decidí buscar
trabajo en el aeropuerto internacional. Logré conseguir un trabajo como asistente en el Elitair Maxim’s del
aeropuerto que tenían salas de atención a los pasajeros en los terminales de abordaje. Para mi dicha podía así ver
tres veces a la semana a mi favorito, el Jumbo de Avianca HK-2000, su nombre, "El Dorado". Más adelante pude
ver el segundo, el HK-2300 que se llamaba “Cartagena de Indias”. Luego en 1982, pude ver el HK-2910-X al que
llamaban “Olafo” porque provenía de la compañía escandinava SAS. Teníamos un contrato con Avianca para que en
caso de tener un vuelo demorado nosotros les ofrecíamos servicio de restaurante a los pasajeros de primera clase y a
la tripulación. Los vuelos 010 y 011 por lo general se demoraban y es por esto que llegué a conocer muy bien al
capitán Tulio Hernández. Desde pequeño yo era fan del Jumbo 747 de Avianca y cuando tenía la oportunidad de ir
hasta el avión y hablar con sus tripulantes era para mí un gran momento y lo disfrutaba mucho. 

Llegó aquel sábado 26 de Noviembre de 1983. Comencé mi trabajo a las 11:30 am y terminaba mi turno ese día a las
5 pm. Tuve una hora y media de descanso y aproveché para visitar al HK-2910X que estaba parqueado en el
terminal. Volví a mi trabajo a las 6:30 pm pero cuando ya iba a salir al final de mi turno el personal del Charles De
Gaulle vino para decirnos que el vuelo AV011 con destino a Madrid, Caracas y Bogotá estaba retrasado y que
tendríamos que asistir a los pasajeros de primera clase. Los pasajeros cenaron, compartimos un rato agradable con
ellos y luego salieron a la sala de abordaje. El restaurante quedó casi vacío y muy tranquilo. Le pedí autorización a
mi jefe para que pudiera acompañar a los pasajeros a la sala de abordaje, como a menudo yo lo hacía.

HK-2910-X "Olafo" en la plataforma en Frankfurt. Foto del archivo de Didier.


Pude ver al capitán Hernández, al copiloto y al ingeniero en la cabina pero esta vez no subí para hablar con ellos.
Estuve hablando algunos minutos con los pasajeros hasta que llegó el momento de abordar aquel inmenso 747. Les
dije, “Adiós, adiós, y espero verlos otra vez pronto”. Cerramos la puerta y volví a mi oficina para terminar mi turno y
así irme a casa. Mientras salía vi el Avianca 747 con sus luces de navegación encendidas dejando el terminal para
iniciar su carreteo hacia la pista. Lo vi alejarse pero no vi el despegue. Una hora y 30 minutos más tarde vino la
tragedia al estrellarse pocos kilómetros antes de la pista del aeropuerto de Barajas de Madrid. 

Los siguientes días fueron terribles para mí y sentía una agonía constante en mi pecho. Con el tiempo decidí reunir
la mayor información sobre este vuelo y así vino la idea de escribir mi libro sobre esta tragedia. Pienso hacer, con lo
que recaude, un pequeño monumento en el sitio del desastre en memoria a todos a aquellos que fallecieron ese
trágico día. 
El accidente del Boeing 747  HK- 2910-X de Avianca en Mejorada del Campo a 21 kilómetros de Madrid, se produjo el día 27 de noviembre de 1983 a las 00:06
hora local, cuando el avión cumplía la ruta Frankfurt – Paris – Madrid – Bogotá como el vuelo Avianca 011. A bordo de la aeronave, comandada por el Capitán Tulio
Hernández con 35 años al servicio de Avianca, acompañado del Primer Oficial, Capitán Eduardo Ramírez y de los Ingenieros de Vuelo Juan Laverde y Daniel Zota,
viajaban 169 pasajeros y 23 tripulantes, solo 11 pasajeros sobrevivieron, pero ninguno de los tripulantes. 
El avión era un Boeing 747-283BM que la compañía había alquilado a la aerolínea SAS en 1982 y cuya anterior matrícula fue LR-RNA. Es recordado como el peor
accidente aéreo en la historia de la aviación colombiana. 
Agradeceré a todos los que puedan brindarme cualquier información sobre los pilotos, tripulantes, pasajeros,
familiares de todos ellos y detalles de este vuelo para así llevar una buena información a mi libro. 

Me pueden escribir al e mail de mi esposa: irene.girardeau@neuf.fr

Con amor a su patria Colombia,

Didier Pinçon

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