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Corrida de toros

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«Taurino» redirige aquí. Para la raza extraterrestre ficticia creada por Joe
Haldeman, véase La guerra interminable.
Este artículo trata sobre las corridas de toros. Para la crítica sobre las corridas
de toros o la controversia sobre las mismas, véase Antitauromaquia.

Cartel de 1900 anunciando una corrida de toros en Barcelona.

Desfile de cuadrillas o paseíllo que se celebra al inicio de cada festejo.


La corrida de toros es una fiesta1 en la que se corren o lidian toros bravos, a
pie o a caballo (rejoneo), en un recinto cerrado para tal fin, la plaza de toros.2
Los actos que la comprenden se denominan lidia y consisten en realizar por
parte de los toreros —matadores de toros, banderilleros, picadores y
subalternos— una serie de acciones denominadas suertes; estas acciones se
desarrollan desde que el toro sale del toril hasta que se produce el arrastre. Al
conjunto de suertes realizadas en la plaza se le denomina lidiar o torear, siendo
el toreo el arte o habilidad de lidiar.23
Se desconoce el momento y el lugar preciso en el que se empiezan a correr los
toros, las referencias documentales y artísticas de las mismas datan del
siglo XI en Ávila donde se corrieron toros para celebrar una boda, y del
siglo XIII en Zamora donde hubo una plaza para celebrar festejos taurinos
según se describe en el Fuero de Zamora. Las corridas de toros como
espectáculo moderno a pie, tuvieron su origen en España a finales del siglo
XVIII.456
En una corrida de toros se lidian seis toros bravos o de lidia y participan en la
misma los toreros junto con sus respectivas cuadrillas compuestas por
banderilleros y picadores, en el caso de la lidia a pie, o por auxiliares cuando la
lidia es de rejoneo. El ordenamiento jurídico de las mismas se rige por una
serie de normas establecidas por ley en el Reglamento de Espectáculos
Taurinos. En él se establecen, entre otras medidas, la de garantizar: la
integridad de los toros, su trapío y edad, el indulto del mismo con el fin de
mejorar las ganaderías; los derechos y deberes de los espectadores, las
características de los útiles de torear o asegurar el nivel profesional de los
toreros que intervienen en las corridas de toros, para ello todos los toreros
tienen la obligación de estar inscritos en el Registro de Profesionales
Taurinos gestionado por el Ministerio del Interior. La autoridad competente para
garantizar el buen desarrollo y el cumplimiento del Reglamento de
Espectáculos Taurinos en las corridas de toros es el presidente de la plaza,
este cargo recae sobre el Gobernador Civil provincial o sobre el Delegado del
Gobierno según el caso, quien puede delegar en un funcionario de la escala
superior o de la ejecutiva del Cuerpo Nacional de Policía con potestad
sancionadora.789
Además de en España, las corridas de toros se celebran también en Portugal,10
en el sur de Francia donde están toleradas;11 en diversos países
de Hispanoamérica como México, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.12
En Uruguay las corridas de toros se celebraron hasta 1913.1314 y
en California (Estados Unidos)15 El 23 de octubre de 2004 se celebró la primera
corrida de toros de Asia en Shanghái, con anuncios de corridas en Chongqing y
en Pekín, y más de 13 millones de chinos siguen las corridas de toros
españolas por televisión.1617
Siguiendo la obra Los toros (El Cossío) del historiador taurino José María de
Cossío, las corridas taurinas se clasifican, entre otros tipos, en corridas de
toros, novilladas y becerradas según sea la categoría de los lidiadores y la
edad y el trapío de la res.5 En las corridas de toros la res lidiada, macho, tiene
entre cuatro años cumplidos hasta un máximo de seis años y es obligatorio que
el torero haya tomado la alternativa como matador de toros. Respecto a las
novilladas existen dos categorías: las novilladas picadas en las que los novillos
tienen entre tres y cuatro años, en las cuales los novilleros deben tener un
mínimo de festejos acreditados en el registro profesional taurino, y las
novilladas sin picadores donde la edad del novillo se sitúa entre los dos y tres
años. Respecto a las becerradas, se lidian becerros machos de menos de dos
años por profesionales, aficionados o cuadrillas jóvenes que aspiran a ser
toreros siempre bajo la dirección y responsabilidad de un matador de toros o de
novillos con picadores. Las becerradas no se consideran por
la tauromaquia como lidia de toros en sí, sino que se destinan a otro tipo de
festejos. Las corridas de novillos al igual que las de toros pueden desarrollarse
a pie o a caballo (rejoneo).7182Cuando se combinan diferentes disciplinas como
el toreo a pie o de rejones, o alternan matadores de toros con novilleros en un
mismo festejo, estos reciben el nombre de corridas mixtas.19

Índice

 1Orígenes e historia
o 1.1Precedentes históricos
o 1.2Primeras corridas de toros siglo XII-XV
o 1.3siglo XVI
 1.3.1Las Bulas papales
o 1.4Siglo XVII
o 1.5Siglo XVIII
 1.5.1El varilarguero y el picador
 1.5.2Toreros profesionales
 1.5.3Nuevo concepto de Corrida de toros
o 1.6Siglo XIX
o 1.7Siglo XX
o 1.8Siglo XXI
 2Participantes de la Corrida de toros
o 2.1Toreros
 2.1.1Matador de toros
 2.1.2Picador
 2.1.3Banderillero
o 2.2No toreros
 2.2.1Presidente de la plaza
 2.2.2Alguacilillos
 2.2.3Mozo de espadas
 2.2.4Ayuda del mozo de espadas
 2.2.5Monosabios
 2.2.6Mulilleros
 2.2.7Areneros
 2.2.8Personal de la plaza
 3Lidia a pie
o 3.1Previo a la lidia
 3.1.1Reconocimiento, sorteo y apartado de los toros
 3.1.2Despeje de plaza
 3.1.3Paseíllo
 4Orden de la lidia
 5Tercio de varas
o 5.1Los quites
 5.1.1El turno de los quites
 6Tercio de banderillas
 7Último tercio
o 7.1La faena de muleta
 7.1.1Los pases de muleta
o 7.2La suerte suprema
 7.2.1Formas de entrar a matar
 7.2.2Terrenos donde se realiza la suerte
 7.2.3Los tipos de estocadas
 7.2.4Descabello y puntilla
o 7.3Trofeos
 7.3.1El indulto del toro y otros premios
 8El toro
o 8.1Bravura
o 8.2Impulsividad
o 8.3Temperamento
 9Prohibiciones de las corridas de toros
o 9.1América
 10Lengua y literatura
o 10.1Las corridas de toros y el Quijote
o 10.2La tauromaquia en la lengua coloquial
 11Controversia
 12Véase también
 13Referencias
 14Enlaces externos

Orígenes e historia[editar]
Precedentes históricos[editar]

Cuadro atribuido al pintor flamenco Jacob van Laethem del séquito de Felipe el Hermoso, Castillo de
la Follie, Ecaussines (Bélgica) titulado Corrida de toros en Benavente en honor de Felipe el
Hermoso, realizado en 1506.

El origen de las corridas de toros es difícil de definir en cuanto a su


procedencia exacta o el antecedente concreto que dio lugar a la misma, por un
lado la pérdida de documentación a lo largo del tiempo ha dificultado las
investigaciones llevadas a cabo por los historiadores; por otro lado la existencia
de numerosos vestigios relacionados tanto con el toro, como asociados con
diferentes celebraciones, rituales o festividades táuricos con el toro como
protagonista a lo largo y ancho del país, han dado origen a un amplio y variado
número de estudios y publicaciones que avalan cada una de las teorías
existentes.2021
La tradición de correr toros tiene antecedentes en la cultura grecolatina, el
primer mito táurico conocido en España es el del rey Gerión quien, según
explica José María de Cossío: «... tuvo rebaños de toros y vacas en la
península ibérica...» reses que pastaron junto al río Guadalquivir, en la Bética,
donde unos siglos más tarde surgieron las primeras ganaderías y encastes de
reses bravas andaluzas. Se tiene constancia de la aparición del toro en la
península ibérica a través de las antiguas culturas como la de los tartessos,
incluso hay algunos indicios que revelan el empleo del toro en la guerra, uno de
los escasos testimonios al respecto fue encontrado en un relato
de Polibio sobre las campañas bélicas del Ager Falernus llevadas a cabo
por Aníbal en Falerno. El cartaginés se sirvió de mercenarios íberos
acompañados por unos dos mil toros que portaban sarmientos encendidos
sobre las cornamentas para abrirse camino entre las líneas enemigas. Sobre
esta estrategia Diodoro manifestó que Amílcar Barca la había empleado en el
desastre de Heliké —sobre 'Heliké' los historiadores discrepan sobre cual fue la
ubicación de la antigua ciudad—, donde el general falleció. Siguiendo las
explicaciones de José María Cossío, estos dos testimonios se asocian con el
origen de algunos de los festejos celebrados todavía en España. 22

Toro farnese 190-210 a.C.

Con el proceso de romanización, se introdujeron en Hispania parte de la cultura


romana heredada de la griega, como los juegos y luchas de fieras, en las que
el toro era un animal de frecuente, junto con osos, leones y seres humanos.
Entre estos juegos se encontraron los saltos de toros con pértiga conocidos
como contomonobolon un paralelismos con el salto de la garrocha, una forma
de torear muy extendida durante el siglo XIX en España y que son un claro
precedente de las corridas de toros, como se muestran en los grabados de la
colección Tauromaquia de Francisco de Goya,23 una suerte de torear que aún
puede verse en alguna corrida de toros como en la de 2014 en las Ventas en
Madrid.242125
Durante la ocupación visigoda y en los primeros tiempos del califato omeya,
hay escasos testimonios sobre el origen de los espectáculos taurinos, sin
embargo José María de Cossío en Los toros, volumen I menciona la
persistencia de las corridas de toros y las lidias en etapas posteriores a los
visigodos, que evidencian el arraigo de las costumbres y los festejos taurinos. 26
Primeras corridas de toros siglo XII-XV[editar]
Documento de 1215 referente a los encierros de Cuéllar.

En el siglo XIII aparecieron los primeros testimonios sobre corridas de toros


realizadas por caballeros alanceadores a caballo, asistidos por auxiliares o
peones que intervenían en caso de peligro para realizar quites, estos peones
asalariados, están considerados el antecedente de las cuadrillas de toreros que
se establecieron completamente en el siglo XIX.27

Alfonso X de Castilla – Siete partidas, 1611 – BEIC 14162805

Hay noticias documentadas sobre fiestas de toros en Cuéllar (Segovia) en el


año 1215, según indica Isaías Rodrigo Criado, escritos fechados en el
siglo XII indican que se corrían reses en la ciudad, el documento detalla que la
costumbre de correr toros fue objeto de negociación al estar prohibida por una
disposición del obispo de Segovia en la cual se decretó: «que ningún clérigo
juegue a los dados ni asista a juegos de toros, y sea suspendido si lo hiciera».28
En el mismo siglo Alfonso X El Sabio siguiendo las pautas del IV Concilio
Ecuménico de Letrán celebrado en 1215, por las cuales se regularon los
desórdenes del clero respecto a la embriaguez, la caza, la asistencia a
espectáculos cómico satíricos y exhibiciones dramáticas entre ellas los
espectáculos taurinos, el rey de Castilla condenó en el Código de las Siete
Partidas, en la Partida I, Título V, Ley LVII: «Que los perlados non deven deyr a
ver los juegos, ni jugar tablas nin dados, nin otros juegos, que los sacassen del
sossegamiento…e porenden no deven yr a ver los juegos: assi como alançar, o
bohordar, o lidiar los Toros, o otras bestias bravas, nin yr a ver los que
lidian…» (sic.), estas prohibiciones no afectaron ni a los laicos no a los toreros
que no cobraban, conocidos estos como «matatoros» o «toreadores».2930
Siguiendo la misma línea en el reino nazarí de Granada se documentan ciertos
juegos de fieras en los que es probable que participaran toros. 31
siglo XVI[editar]
En los inicios del siglo XVI todavía se practicaba en las plazas el toreo
caballeresco, precedente de las corridas de rejoneo. Este tipo de toreo
realizado por los caballeros alanceadores evolucionó a finales del
siglo XVI cuando surgió el uso de la suerte con el garrochón o rejón, empleado
sobre todo a principios del siglo XVII. Durante este periodo era frecuente que los
caballeros se entrenasen en torneos, justas o en otros juegos como el de correr
la tela —ejercicio que consistía en pasear una tela sobre los estribos del
caballo— cuyo objetivo era ejercitar al caballo y practicar la montura «a la
brida» con el fin de adquirir destreza y entrenamiento militar. El entrenamiento
consistía en enseñar al caballo a saltar hacia delante sobre las patas traseras,
quedando las delanteras en el aire, mediante esta posición del caballo,
denominada «la lanzada», los caballeros hacían que el toro fuese tras ellos
siguiendo una lanza que el caballero colocaba delante de la testuz del animal,
esta forma de torear es una de las suertes más antiguas del toreo a caballo.
Posteriormente La suerte de «la lanzada» dio paso a la vara larga de torear, la
combinación de ambas en el siglo XX continúa formando parte del rejoneo.
Sobre la suerte de lancear al toro, José María de Cossío en El toreo, volumen I,
cita a Pero Ponce de León (sic), hijo del marqués de Zahara como el posible
inventor de dicha suerte descrita un tiempo después en el tratado de Vargas
Machuca Teórica y ejercicios de la gineta. (sic)32333435
En pleno renacimiento, en el año 1542, el futuro rey de España Felipe II realizó
su primer viaje oficial con una visita a las ciudades de Zaragoza y Barcelona
donde prestó juramento como príncipe, sin embargo el viaje no obtuvo la
expectación esperada hasta la llegada a Barcelona donde fue recibido y
homenajeado con luminarias, danzas, máscaras y juegos de toros, una
costumbre catalana para recibir a monarcas o príncipes que visitaban la
ciudad.36
Se escriben nuevas normas del toreo quedaron recogidas en el Tractado de la
caualleria [sic] de la Gineta (sic) escrito por Fernando Chacón en 1551. 37 En
este periodo surgieron además las primeras corridas de toros en México,
tradición que fue llevada desde España por Juan Gutiérrez Altamirano cuando
este puebla la hacienda Atenco y lleva toros de casta navarra.38
Véanse también: Tauromaquia en la Nueva
España,  Encaste,  Caballero  y  Combates de toros.
Las Bulas papales[editar]
Concilio de Trento

El sínodo de Burgos de 1503 presidido por el obispo Pascual de


Ampudia prohibió correr los toros por los cementerios y que los clérigos
capeasen a los toros. En el de Sevilla de 1512 el arzobispo Diego de Deza en
la constitución número XXII prohibió de nuevo a los clérigos ir a ver las corridas
de toros bajo multa de veinte reales. El de Orense de 1539 o el de Oviedo de
1553, fueron sínodos en los que de nuevo se prohibió al clero la asistencia a
las corridas de toros al considerarlas profanas sin que estos vetos surtieran
efecto.39 En 1567 el Papa Pio V decretó en la bula «De Salutis Gregis
Dominici» la prohibición a los católicos de presenciar y correr toros o fieras en
público a perpetuidad y extendía a los clérigos la prohibición de dar cristiana
sepultura a quienes falleciesen en dichos festejos bajo pena de excomunión. La
razón esgrimida por Pío V fue que se pudiera poner en riesgo la vida solo por
diversión, homologando la negativa a la de realizar duelos, prohibidos en
el Concilio de Trento, además de considerar el riesgo vital, el pontífice
consideraba inapropiada la celebración de corridas de toros durante
el calendario litúrgico. Felipe II no llegó a promulgar la bula papal, por lo que
nunca estuvo vigente entre los españoles según un memorial del monarca cuyo
original se conserva en el Archivo General de Simancas dirigido al doctor Juan
López Velasco consejero del monarca,40 que atribuye la prohibición emitida por
el sumo pontífice a su ignorancia sobre las costumbres españolas en lo que se
refiere la fiestas taurinas, muy arraigadas en Castilla sobre todo, por lo que
pide al rey que defienda de las corridas de toros. Del memorial según recoge
Gonzalo Santonja Gómez-Agero en el artículo Fiesta y regozijo (sic.). Las
fiestas de toros en España y su defensa en 1570 se redactó una segunda
versión que se conserva en el Museo Zabálduru de Madrid, una copia de
ambas versiones del memorial puede leerse en dicho artículo de Santoja. 41
Felipe II por tanto nunca refrendó la bula «De Salutis Gregis Dominici» de Pío V
con lo que las corridas de toros nunca llegaron a estar prohibidas en España
por la misma.4243
La disputa con Roma duró varios años, en los que las corridas de toros seguían
celebrándose en España, hasta que en 1575, con el nombramiento del
Papa Gregorio XIII la prohibición se relaja viéndose obligado el pontífice ante la
presión de Felipe II a moderar el decreto de su antecesor en el breve «Exponis
nobis super» por el cual se excluyó de la excomunión a los laicos que
presenciaran el espectáculo, reservando la sanción solo a los sacerdotes y
religiosos.4044 Ocho años más tarde, en 1583, el Papa Sixto V, volvió a poner en
pleno vigor la bula de Pio V haciéndose eco de las denuncias de obispos y
teólogos españoles acerca de los abusos interpretativos con los que se
aplicaba la bula de Gregorio XIII. En 1596 Clemente VIII ante la presión de la
corona castellana publicó el documento «Suspects numerus» donde levantaba
los anatemas y censuras sobre las corridas de toros, reservándolas de nuevo
exclusivamente a los frailes de las órdenes mendicantes ante la dificultad de
mantener el rigor de la prohibición por parte de los aficionados a correr los
toros que subestimaron el castigo de la excomunión. 45
Si bien la iglesia católica fue quien más atacó las corridas de toros y demás
espectáculos taurinos por considerarlos anticristianos, la presión no dio los
frutos esperados pues también el clero se sirvió de los festejos taurinos para
obtener beneficios económicos, siendo ellos mismos los organizadores y
promotores de muchos de los festejos extraordinarios realizados con motivo de
las canonizaciones de santos y Vírgenes, o de sacralización de iglesias sin
olvidar las corridas ordinarias celebradas cada año durante las fiestas
patronales, algunos de estos festejos taurinos llegaron a celebrarse en los
patios de los claustros y conventos como sucedió en Portugal donde fue
frecuente ver a Miguel I rejonear. Similar fue el caso de Isabel I de Castilla La
Católica, quien no era partidaria de ver correr los toros, sin embargo sabedora
de la afición de su séquito y sus seguidores no llegó prohibirlos alegando:
«Propuse con toda determinación de nunca verlos en toda mi vida; y no digo
prohibirlos, porque esto no era para mí a solas», viendo el riesgo que suponía
para los lidiadores enfrentarse al toro ideó un sistema para enfundar
o embolar las astas de las reses, sistema que también fue adoptado por
Portugal.46
Siglo XVII[editar]
El siglo XVII, fue el más importante para el toreo, pues fue el momento en el que
se afianzó el toreo a caballo y se hicieron más presentes las corridas de toros
en fiestas y celebraciones reales en las ciudades españolas más importantes,
entre las corridas celebradas destacar las de 1634 en honor del príncipe de
Gales, futuro Carlos I de Inglaterra, cuyo hijo fue pretendiente de María
Ana hermana de Felipe IV de España, o las celebradas en honor de Carlos II
de España entre otras, sin que falten las fiestas populares locales ya con el
despunte del toreo a pie. En estos festejos, que ya se realizaban en plazas
cerradas, no solo participaron los nobles como caballeros alanceadores, sino
también sus auxiliares que empezaban a tomar importancia como lidiadores a
pie distanciándose del papel de auxiliares del caballero cuando este se veía
obligado a realizar el empeño a pie. Los lidiadores a pie empezaban a practicar
las suertes de lidiar, burlar, recortar o parchear al toro, un tipo de suerte que
consiste en pegarle al toro una serie de parches de tela o de pergamino de
colores embadurnados con pez (brea) o goma, colocados al cuarteo o al sesgo,
con técnicas similares a las usadas en las suertes que
los banderilleros desarrollaron un siglo después.4748 Algunos de estos peones
auxiliares empezaban a encargarse dar muerte al toro sustituyendo al
caballero.21
Con el auge de las corridas de toros surgieron nuevos tratados sobre el toreo a
caballo a modo de reglas o advertencias en las que se le indicaba al caballero
como debía comportarse durante la lidia. Destacan los escritos de Luis de
Trexo «Advertencias y obligaciones para torear con el rejón» (sic.) (1639), los
«Exercicios de la Gineta (1643) de Gregorio de Tapia y Salcedo, las Reglas
para torear» (sic.) (1652) de Juan Gaspar Enríquez de Cabrera, el Discurso de
la caballería del torear (1653) de Pedro Mesía de la Cerda, el escrito por
Alonso Gallo Gutiérrez en (1653) las «Advertencias para torear» o el más
conocido de todos el Tratado de la brida y jineta y de las cavallerías que en
entrambas sillas se hacen y enseñan a los cavallos y de las formas de torear a
pie y a caballo» (sic.) — conocido como Tratado de la brida y jineta— escrito
por Diego Ramírez de Haro. En estos tratados además se fijan algunas reglas
que afectan también al público, a quien se le impulsa a asumir unas normas de
comportamiento, con ellas el público empezó a evaluar la actuaciones de los
toreros en las corridas de toros.372149
Siglo XVIII[editar]

Pepe-hillo y el picador ortega

Pepe-Hillo, toreo del siglo XVIII, grabado de Francisco Goya.

Si en el siglo XVI el toreo lo desarrollaron los caballeros alanceadores


medievales, el siglo XVII fue el auge del rejoneo y el siglo XVIII el pueblo tras el
abandono de la nobleza, hizo suyas las corridas de toros. A partir de este
momento las corridas de toros apuntaban hacia una serie de novedades en su
práctica que determinaron la estructura de las corridas de toros modernas, una
de las novedades fue la figura del varilarguero. El toreo a pie sustituye al de a
caballo definitivamente y el protagonismo se traslada desde el caballero hacia
el torero; la aristocracia abandona su participación en las corridas de toros para
dejar paso a las costumbres del pueblo; en este periodo se afianzan los toreros
profesionales. Se tiene constancia de las ganaderías bravas como tales,
aunque sus inicios datan al menos de los dos siglos anteriores como es el caso
de la del Raso del Portillo, la vacada de Felipe IV o la de Blas Jijón entre otras.
Se comienzan a seleccionar los toros para la lidia, ante el creciente prestigio de
algunas ganaderías surgen las preferencias para presentar corridas de toros de
determinadas reses o castas, también se diferencian las preferencias de
toreros sobre un determinado temperamento o características del toro de lidia
al tiempo que se empiezan a rechazar los que no reúnen las condiciones para
ser lidiados, un ejemplo de ello sería la reacción contraria a lidiar reses de
la ganadería Piñeiro (Salamanca) dada la peligrosidad que sus reses mostraron
en Valladolid en 1768, o las procedentes de casta navarra. A consecuencia de
estas preferencias, las divisas que diferenciaban a las ganaderías empezaron a
ser privativas de cada una de ellas, así como unas marcas en la res que
distinguía aquellas ganaderías con más de cien vacas de vientre. Durante
el XVIII se construyen las primeras plazas de toros fijas como edificios
permanentes destinadas a celebrar festejos taurinos. Se escribieron las
primeras tauromaquias, que fijan la técnica y las normas del toreo, y van
definiendo el orden de la lidia moderna, ejemplo de estas obras son las de José
Daza, Pepe-Hillo o Francisco Montes Paquiro.5051
Entre 1704 y 1725 Felipe V veta la celebración de corridas de toros en Madrid e
impuso el estilo de montar «a la brida» para sustituir el estilo «a la jineta» la
forma de montar más característica de los caballeros españoles desde el
siglo XVII, esta decisión dificultó seriamente la práctica del toreo a caballo ya
que esta modalidad de monta limitó el movimiento para lidiar del rejoneador.
Las medidas impuestas por el monarca a sus cortesanos acarrearon que los
toreros que les auxiliaban, al no contar con los medios necesarios para seguir
con la fiesta, empezaran a torear por su cuenta en las ciudades más
importantes hasta convertirse en los nuevos protagonistas de las corridas de
toros. 52535455 A pesar de no ser aficionado taurino el monarca en ningún
momento llegó a firmar ninguna prohibición, concediendo sin embargo
permisos para realizar corridas de toros en la Maestranza de Sevilla o incluso
llegó a otorgar pensiones vitalicias a varios varilargueros como por ejemplo a
Joaquín Rodríguez, padre del torero Costillares, tras unas corridas en honor del
monarca en 1734.46
En 1754 hasta 1759 con Fernando VI impuso nuevos vetos a las corridas de
toros a excepción de la celebración de festejos benéficos que no fueron
prohibidos. En 1768 a iniciativa del conde de Aranda en el Consejo de
Castilla surge una nueva propuesta de veto basada en el perjuicio económico
que generaba el sacrificio de las reses para el país; Francisco de Mata Linares,
también consejero, se opuso a dicho veto alegando que el empleo de toros al
año aportaba un importante beneficio económico sobre todo en las zonas de
Salamanca y Ciudad Rodrigo donde se producía un importante número de
cabezas bravas aparte de las de tiro, beneficiando por tanto a ganaderos y a
agricultores, afirmando que la crianza de toros para la lidia eran importante
para la economía. El intento quedó parado. 56
Con Carlos III, preocupado por la opinión de los extranjeros sobre las corridas
de toros, se dictó un decreto en 1785 para prohibir las corridas de toros, este
no fue aceptado por la sociedad que continuó con las celebraciones en las
zonas rurales de Sevilla.57
El varilarguero y el picador[editar]
El picador en la Maestranza, Sevilla

El varilarguero surgió en el siglo XVII como una figura de transición entre


los rejoneadores medievales y los toreros de a pie. Tras el abandono de
las plazas de toros por parte de los nobles, los varilargueros ocuparon la
posición de estos en las corridas de toros, al tiempo que gozaban de una
mayor importancia sobre el torero de a pie; este hecho les permitió adquirir el
papel de directores de la lidia. Este papel tuvo gran importancia ya que causó
las rivalidades que hicieron evolucionar el concepto de las corridas de toros y
de la lidia que cristalizaron en siglo XIX. El varilarguero no seguía las reglas
establecidas para el rejoneo, pues en lugar de emplear la lanza empleaban la
vara larga o garrocha, cambió el estribo de la monta a la jineta, por un estribo
más largo tal y como había definido Felipe V en 1704. El varilarguero duró un
siglo hasta que apareció el picador, estas dos figuras no eran la misma, ni una
deriva de la otra. Las diferencias entre ambos estriba por una lado en la
propiedad de los caballos, los picadores no emplearon caballos de su
propiedad hasta bastante tiempo después, mientras que el varilarguero sí era el
propietario de la cuadra; tuvieron funciones distintas, por un lado el varilarguero
realizaba suertes al encuentro, mientras que las suertes realizadas por el
picador se basaban en el cite al toro. Según José Daza en su obra de
1778 Detalles de: Precisos manejos y progresos condonados en dos tomos del
más forzoso peculiar del arte de la agricultura que lo es del toreo privativo de
los españoles... el cambio del varilarguero al picador derivó del alargamiento en
la duración de las corridas de toros consecuencia del auge de la lidia a pie, sin
embargo este no se produjo definitivamente hasta el siglo XIX.215855595060
Toreros profesionales[editar]
La plaza de toros de la Puerta de Alcalá en 1853, que con el título de La Plaza partida pintó Eugenio
Lucas. Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba.

A lo largo del siglo XVIII se van estableciendo todos los elementos de las
corridas de toros modernas. Se impone en este periodo el gusto por las
corridas de toros de toreo a pie, se definen las figuras de los matadores de
toros, banderilleros y picadores profesionales. Estos auxiliares empezaron a
destacar por la destreza en el ruedo, razón por la cual fueron apadrinados por
los rejoneadores, más tarde los fueron sustituyendo en la lidia. Es difícil definir
cual de todos los nuevos matadores de toros fue el primero en surgir, pues es
un hecho que se da en diferentes regiones y en un periodo de tiempo amplio,
según Natalio Rivas podrían ser los hermanos Pedro, Félix y Juan
Palomo o Juan Esteller el valenciano, quien inauguró la Plaza de toros de la
Puerta de Alcalá61 el 30 de mayo de 1754 junto al Pamplonés y Antón Martínez.
En esta época surgen un amplio número de nuevos toreros, el más destacado
fue el rondeño Francisco Romero considerado el padre del toreo moderno, 27 el
primero de la saga de toreros de los Romero. El torero había formado parte en
las últimas corridas caballerescas de la época, se le atribuye la invención del
estoque y el perfeccionamiento de la muleta, si bien es difícil atribuir a un solo
torero su invención y su uso, fue si se sabe que Romero fue quien fijó las
características de defensa ante el toro, para ello empleó la muleta. 62
Nuevo concepto de Corrida de toros[editar]
En Andalucía prevalecía la tradición de torear a caballo, y sobre esta idea se
organizaban las corridas de toros, practicado y fomentado por las Reales
Maestranzas de Caballería; mientras que en el resto de la península y área
pirenaica se prefería otro estilo de correr los toros con Navarra a la cabeza por
ser la que organizaba las corridas de toros en toda la península y en la Corte.
Destacan las corridas de toros organizadas en Pamplona, y las de Bayona por
tener entonces unos matices diferentes en cuanto a su desarrollo en
los recortes, quiebros y el toreo con capa. Sin embargo es en Sevilla donde
surgieron las bases de la organización de la lidia que dio estructuró las corridas
de toros modernas tal y como han llegado al siglo XXI. Todos estos nuevos
preceptos sobre las corridas de toros y las suertes fueron recogidos en
la Cartilla, una obra anónima que permite el estudio de las mismas en el
siglo XVIII, reproducido por Eugenio García Baragaña en 1750 en la obra
titulada Noche phantastica ... que demuestra el methodo de torear a pie. 6364
Costillares

A finales del siglo, Juan Romero, hijo del torero Francisco Romero, impone el
nuevo concepto de cuadrillas que posteriormente perfecciona Joaquín
Rodríguez Costillares y fija el torero Francisco Montes Paquiro en el siglo XIX.
Hasta ese momento los toreros se limitaban a reunirse de forma ocasional y en
igualdad de rango o categoría. Juan Romero es el primer estoqueador que
formalizó un contrato firmado figurando como director de una cuadrilla
organizada para actuar en una corrida de toros celebrada en Madrid. Estas
cuadrillas contaban con las figuras del chulo o peón auxiliar en el
ruedo, picadores y peones que colocaban rehiletes —antigua banderilla— y los
varilargueros, todos ellos a las órdenes del matador de toros. 656662
Afianzado el estilo del toreo y la organización de la lidia, las corridas de toros
inician la reforma técnica que le dará su forma definitiva, aparecen las suertes
de torear de la mano del torero Joaquín Rodríguez Costillares, quien
perfeccionó el lance de capa a la verónica y la suerte de matar a volapié,
fundamental para poder dar muerte al toro que no acudía al cite del torero, una
novedad en la suerte pues es el propio torero él que acude hacia el toro. El
volapié fue mejorado más tarde por José Delgado Pepe-Hillo quien aportó
además el capeo de frente y por detrás, mejoras que describió con detalle en la
obra Tauromaquia —dicha obra fue dictada por el torero—, junto con la forma
de torear y las bases de las suertes de capa y muleta; aportó también la forma
de realizar dichas suertes según el tipo de astado lidiado. Junto a estas suertes
surgieron las suertes de banderillas.676866
Por último con las diferentes mejoras e innovaciones introducidas tanto en los
conceptos de la lidia, en el orden de la misma como en la profesionalización de
los toreros, una vez decantado el estilo de la lidia en favor de la idea andaluza
en el que se fundieron los dos tipos de toreo indicados, el pirenaico y el
andaluz, el estilo de las celebraciones de los festejos tomó la forma definitiva
unificándose en toda la península bajo una forma única de celebrar las corridas
de toros.69
Siglo XIX[editar]
El riojano Juanito Apiñani R., retratado por Goya en la serie La Tauromaquia, saltando con garrocha
por encima del toro en la antigua plaza de Madrid.

Retrato del torero Pedro Romero de Francisco de Goya

1893-10-08, La Gran Vía, Una larga de Guerrita

En el siglo XIX tras los intentos fallidos de Carlos III de vetar las corridas de


toros, nuevas solicitudes de exención sumadas a las disputas sobre el decreto
de 1785 hicieron que Carlos IV el 10 de febrero de 1805 mediante Real
Pragmática prohibiese las corridas de toros y los festejos taurinos en todo el
reino a instancias del conde de Montarco, gobernador del Consejo, alegando
los perjuicios que los toros bravos causaban a la agricultura. 707172 Se recibieron
cientos de escritos en defensa de las corridas de toros dirigidas al Consejo de
Castilla, mientras que continuaron celebrándose festejos en algunos lugares.
La muerte en el ruedo de Pepe-Hillo en 1801 y la Guerra de la Independencia
Española entre 1808 y 1814, junto con la retirada de las grandes figuras toreo
como Pedro Romero –sustituido por Jerónimo José Cándido y Curro Guillén–
propiciaron la decadencia de las corridas de toros. 7374
La prohibición de 1805 sería levantada por José I Bonaparte en 1811, que
prefirió ganarse el favor del pueblo volviendo a autorizar las corridas de toros,
con lo que auspició varios festejos con motivo de su proclamación, estos se
celebraron en Madrid los días 27 y 30 de julio de 1808. 57
A partir de este momento las corridas de toros fueron un instrumento político,
así se organizaban las funciones reales, o se realizaban para conmemorar
proclamaciones como la Constitución de 1812, o como instrumento para
expresar el patriotismo o el anti patriotismo según fueran las corridas de toros
autorizadas o prohibidas en uno u otro caso. En este sentido las corridas de
toros formaron parte de las Cortes de Cádiz cuando el diputado por Cataluña y
Secretario de la Real Academia de la Historia Antonio de Capmany defendió
con uno de sus discursos75 la nacionalidad de las corridas de toros. Estas
fueron motivo de debate a instancia de Rafael Iglesia y Darrac, quien solicitó
permiso para celebrar en Cádiz corridas de toros junto con el mismo Campany.
La propuesta fue sometida a votación y aprobada, poco después se fijaba la
celebración de diez festejos en la capital andaluza. En 1813 tras unos
incidentes ocurridos en el trascurso de un festejo volvieron a ser prohibidas, sin
embargo dicho veto fue aplazado a consecuencia del compromiso económico
adquirido por el ayuntamiento que había contratado los festejo con la plaza de
Cádiz, pudiéndose celebrar las corridas contratadas. 7677
Una de las consecuencias de la decadencia de principios de siglo fue la
creación de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla impulsada por Fernando
VIII para ensalzar las corridas de toros. El centro tuvo carácter docente donde
fueron instruidos los nuevos toreros en el arte de torear, dirigidos por diestros
consolidados como Juan Manuel Arjona o Pedro Romero. Fundada el 28 de
mayo de 1830 de ella surgieron toreros importantes como Francisco
Montes Paquiro,78 quien poco después unió las escuelas rondeña y sevillana.
Tras Paquiro surgió Francisco Arjona Cúchares, que aportó el toreo
de muleta con la mano derecha, fundamento del toreo moderno de muleta,
elemento que hasta entonces solo tenía la única función de preparar al toro
para la muerte. Cúchares hizo del manejo de la misma una invención vistosa y
entretenida fruto de la creatividad, con la que se abrió una nueva etapa en el
concepto de torear conocido como «el arte de Cúchares», a partir de este
momento el toreo en el ruedo dejó de apoyarse en las suertes de capa y
de varas para basarse en el de muleta.7980
Después de Cúchares vino Antonio Carmona el Gordito, banderillero y torero,
quien dio cohesión y una estructura completa a la lidia, a él se le debe la
integración del tercio de banderillas. La novedad más destacada de Antonio
Carmona el Gordito fue sin dudas la invención del quiebro de frente a la hora
de colocar las banderillas a cuerpo limpio, una evolución sobre la manera ya
conocida de la suerte al cuarteo a la media vuelta, empleada en Sevilla en
1858; una suerte que constituyó una incorporación importante por parte
del Gordito. Con esta aportación la división de la lidia se hace patente al ser
incorporada la suerte de banderillas ya completamente definida, a falta de las
modificaciones sobre el tercio de varas que se incorporaron en el siglo XX.8182
Con Rafael Molina, Lagartijo, discípulo de el Gordito, el toreo que se observa
en las corridas de toros adquirió el concepto artístico en el que primó la
estética, la armonía del movimiento del torero y del toro en un solo conjunto en
el que se acompasan la embestida y el movimiento del capote o la muleta que
dieron lugar al temple. Salvador Sánchez Frascuelo, rival de Lagartijo en los
ruedos, aportó un concepto diferente del valor tal y como era conocido,
aplicado tanto al toreo como a la ejecución de la suerte de matar recibiendo
—'matar recibiendo' es cuando es el toro el que va hacia el torero que
permanece quieto a la espera—.8384
Las corridas de toros y la lidia con Rafael Guerra Guerrita, experimentaron un
cambio definitivo materializado en la perfección en la ejecución de las suertes y
en el dominio del torero sobre el toro. Guerrita en la última década del siglo XIX
aporta el espectáculo que el aficionado quiere ver en la plaza de toros. Ordenó
la labor de los picadores en el ruedo y afianzó las bases de las corridas de
toros al introducir el concepto del torero completo que se desarrolla en los tres
tercios de la lidia, logrando un dominio absoluto de la fiesta al dotar a las
corridas de toros su valor definitivo.85
El siglo XIX finalizó con la denominada Corrida patriótica, celebrada en Madrid
el 12 de mayo de 1898 a raíz del conflicto bélico hispano-estadounidense. Para
el festejo se invirtió una importante cantidad de recursos como cartelería (200
unidades), programas de mano (10 000 unidades)y más de 5000 entradas
(billetes de apartado) a un precio extraordinario en la reventa. El festejo estuvo
presidido por el conde de Romanones asesorado por Lagartijo, quien a sus
cincuenta y seis años no participó en la lidia. En el cartel se anunciaron diez
toreros868788 con sus respectivas cuadrillas que realizaron el paseíllo tras una
comitiva compuesta por una escuadra al mando del almirante Pascual Cervera,
cinco alguacilillos, los ministriles (numerosa banda de música),89 acompañados
por maceros municipales con carrozas portando al rejoneador Rafael Rodil, al
concejal Arteaga y a Luis Mazzantini; seguida por otra con Antonio Fernández
Heredia, Ricardo Ducazcal y Guerrita, tras estos un piquete de la Guardia Real,
conocidos como la guardia amarilla.9087888691
Siglo XX[editar]

Joselito "El Gallo" dando un pase al natural.


Corrida de toros en la plaza de 'El Txofre', Manolete

Tras el dominio de Guerrita, retirado en 1899, se abrió un periodo de transición


durante la primera década del siglo XX, con nombres como Antonio Fuentes,
mencionado por Guerrita en la célebre cita en la que alude al toreo de Fuentes:
«después de mí naide... después de naide, Fuentes [sic]»;92 el del
mexicano Rodolfo Gaona, quién universalizó el toreo mexicano y también el
toreo español, haciendo de las corridas de toros un patrimonio universal; junto
con Rafael González Madrid Machaquito o Ricardo Torres Bombita, Rafael
Gómez, Gallo y Vicente Pastor que ocuparon los primeros puestos de los
escalafones.93 Esta fue la época dorada del toreo, que se extendió durante la
década de 1910 a 1920 y que tuvo como máximas figuras a Juan Belmonte y
a José Gómez Joselito. Ambos diestros están considerados los más
importantes del toreo moderno por sus aportaciones al lidia, uniendo lo mejor
del toreo antiguo, base técnica del modo de torear moderno. 94 Reapareció
el rejoneo desaparecido prácticamente de los ruedos en el siglo XIX de la mano
del cordobés Antonio Cañero, retirado en 1936. Le siguieron otros rejoneadores
como Conchita Cintrón, Ángel Peralta y su hermano Rafael entre
otros rejoneadores.95
Las corridas de toros siguieron celebrándose a pesar de los anteriores intento
de prohibirlas, con diferentes razones y auspiciadas por diferentes entidades
así en 1921 es Cruz Roja quien organiza en diferentes ciudades varios festejos
taurinos denominados patrióticos y otros eventos para recaudar fondos en
beneficio de las víctimas y afectados por la Guerra del Rif.96 Con el
establecimiento de la Segunda República las corridas de toros siguieron
celebrándose en honor a la causa republicana, incluso los toreros abrían plaza
realizando el paseíllo bajo los acordes La Internacional.97 También fueron
motivo de celebración con corridas de toros el primer aniversario de la
república el 14 de abril de 1932 en Valencia. Durante la Guerra Civil española
se recaudaron fondos para ambos bandos, en 1937 a través de una corrida
celebrada en Alicante a beneficio de los fuerzas del Partido Comunista, y en
Madrid se celebraron las denominadas Corridas de la Victoria. 98
Ignacio Sánchez Mejías fue un punto y aparte, con él hay un después de las
corridas de toros, es decir una vida fuera de las plazas de toros que traspasó a
la sociedad intelectual del siglo XX. Ganaderos, escritores y poetas se
interesaron por el toreo y a los toreros con otra perspectiva que le otorgó un
carácter atractivo para los círculos sociales. La presencia de Sánchez Mejías
en tertulias y eventos sociales coloca a las corridas de toros como referencia
intelectual, donde autores de la talla de Federico García Lorca centraron el foco
de parte de sus obras. Así queda unida a la cultura española formando un
vínculo que dio lo destacadas obras en la prosa y la poesía de la generación
del 27.99100101
Finalizada la Guerra Civil Española resurgieron las corridas de toros gracias a
la figura de Manolete, el torero más completo en la historia taurina, aporta la
quietud, es decir con los pies quietos, sin moverlos trasladando la acción de la
lidia al movimiento de los brazos; el mando del torero sobre el toro, es decir es
el torero quien guía al toro con la muleta; y la ligazón con la que une un pase
de muleta con el siguiente haciendo una faena continuada. Esta época se
cierra con el fallecimiento en el ruedo del diestro en la tragedia de Linares.102103
104

El Cordobés toreando con muleta (1970)

En los años cincuenta Manuel Benítez El Cordobés lleva a las masas a las


corridas de toros e introdujo la heterodoxia o la disconformidad hacia la
tradición conservadora de las corridas de toros, una reivindicación que
consistió en alejarse de la influencia de la industria taurina que controlaba los
contratos de los actuantes en las plazas entre otras cuestiones, a esta
reivindicación se le unió Palomo Linares en el conocido por el año de
los guerrilleros. La protesta llevada a cabo por ambos diestros consistió en
actuar solo en plazas de segunda y tercera categoría alejadas de dicha
industria. Ante la actitud de los dos toreros se elaboró en 1962 un
nuevo reglamento taurino para las corridas de toros y se designó que los toros
de lidia los aportaran ganaderías pertenecientes al Grupo de Criadores de
Toros de Lidia , quedaron además establecidas las condiciones de peso y edad
de las reses. 105106107

Curro Vázquez (1970)

Las décadas de los setenta y los ochenta fueron las de mayor expansión
comercial y auge llegando a celebrarse un elevado número de corridas incluso
en el Astrodome de Houston donde hizo el paseíllo El Cordobés y un
matador estadounidense, John Fulton.108 Fue el momento de grandes figuras
como Rafael de Paula que dominó el toreo técnico, Curro Vázquez con un
toreo elegante, Pedro Gutiérrez Moya El Niño de la Capea (lideró el escalafón
en 1975, 1976, 1978, 1979 y 1981), Julio Robles con su dominio del capote y
de la muleta, Francisco Ruiz Miguel quien abrió diez veces la puerta grande
de Las Ventas o el salmantino Santiago Martín, El Viti, único torero que ha
abierto dieciséis veces la puerta grande de la madrileña Las Ventas. 106109110111112
La siguiente década, la de los noventa, fue un periodo también intenso en
cuanto a número de corridas celebradas, incluso toreros de escalafón llegaron
a torear en corridas de toros celebradas en plazas portátiles, las masas acuden
a las plazas, se abandona la ortodoxia del toreo para buscar complacer al
espectador desviándose de la pureza que se había visto hasta entonces en las
corridas de toros, se busca más la eficacia que la belleza. Destacaron toreros
como, el colombiano César Rincón, con un total de cinco puertas grande
en Madrid o Enrique Ponce quien toreó ciento cincuenta y tres festejos
superando el número de corridas de toros lidiadas por el Cordobés, ciento
veintiuna.110113114115
Tras varios años sin percances mortales, varios toreros que perdieron la vida
en los ruedos en el siglo XX, entre ellos José Mata, José Falcón, Francisco
Rivera Paquirri y José Cubero Yiyo.116
Siglo XXI[editar]
En la primera década del siglo las corridas de toros mantuvieron el impulso de
la década anterior. En la segunda década la situación socio política española
se reflejó también en las corridas de toros mostrando el desencanto de una
parte del aficionado ante la falta de emoción de las corridas de toros, en
contrapunto se produce un aumento de los alumnos de las escuelas taurinas.
Las corridas de toros regresaron al debate social con opiniones contrarias a las
mismas impulsadas por movimientos socio políticos encaminados a prohibir los
festejos taurinos tanto en España como en otros países, al mismo tiempo en
respuesta a estos movimientos aparecen otros basados en la defensa de las
corridas de toros y de la tauromaquia. 117118119

Participantes de la Corrida de toros[editar]


En una corrida de toros a pie participan diferentes profesionales entre toreros y
subalternos, junto a estos hay que distinguir entre los que lidian y aquellos cuya
labor es la de dar apoyo a los toreros sin serlo. Siguiendo el orden de la lidia
son:
Toreros[editar]
El torero es el profesional que torea a pie en la plaza de toros una corrida de
toros. Entre los toreros hay que distinguir entre el matador de toros y los
peones que actúan en la plaza bajo las órdenes del matador, estos también
son toreros y reciben el nombre de subalternos; comprenden a todos los
toreros que forman la cuadrilla del matador de toros o novillos.1202
Matador.

Matador de toros[editar]
Artículo principal: Torero

También conocido como torero, diestro o espada —recibe el nombre de espada


el torero que da muerte a una res durante la lidia empleando el estoque—. El
matador de toros es la persona que torea en la plaza de toros y que ha recibido
la alternativa para poder lidiar toros de más de cuatro años de edad. Durante la
misma es quien realiza la parte principal de la faena. Sobre el matador de toros
recae la responsabilidad del desarrollo de la lidia, para lo cual se vale de los
engaños tales como el capote de brega y la muleta con los que desarrolla
diferentes suertes. El torero también puede poner banderillas. Para llegar a
tener la categoría de matador de toros el torero ha realizado antes un
aprendizaje que se inicia con la etapa de becerrista, para lo cual debe ingresar
en la escuela de tauromaquia. Tras esta primera etapa continúa su formación
como novillero sin picadores y luego como novillero con picadores. Por último,
una vez alcanzados los requisitos establecidos por el Reglamento Taurino,
obtiene la categoría de matador de toros tras tomar la alternativa que le faculta
para como lidiador de toros de más de cuatro años. 120121 El matador de toros de
mayor antigüedad de la terna que participa en la corrida de toros, realiza la
función de director de lidia.7
Picador[editar]
Artículo principal: Picador
Picador en la Santamaría en Bogotá en 2018.

El picador es el torero a caballo cuya función es picar a los toros empleando


para ello una vara de detener o pica similar a la garrocha. La función que hace
el picador durante la lidia se denomina picar y se realiza durante el primer
tercio de los tres en los que se divide la lidia denominado tercio de varas y la
acción se denomina suerte de picar y consiste en que el picador, montado a
caballo, realiza una herida sobre el morrillo del toro con una puya colocada al
final de la vara de picar que este porta. Tanto la acción del picador, como las
dimensiones de la vara y de la puya están estrictamente reguladas por el
Reglamento Taurinos. El picador tiene la categoría de subalterno y forma parte
de la cuadrilla del matador de toros con el que lidia, cada cuadrilla tiene dos
picadores que participan en la lidia de forma alterna en cada toro lidiado, así
mientras uno actúa el otro se dice que guarda la puerta.122121
Banderillero[editar]
Artículo principal: Banderillero

Banderillero

El banderillero es el torero que en el segundo tercio de la lidia pone


las banderillas, también llamadas palos o palitroques. A las diferentes técnicas
de colocar banderillas se le denominan suertes de banderillas. En cada
cuadrilla se integran tres banderilleros por matador de toros. El banderillero
tiene la categoría de subalterno y además de colocar banderillas, ayuda al
matador de toros durante la lidia, en este caso se denomina peón de brega, 123
destaca la función del peón de confianza, figura en la que el matador de toros
deposita la confianza de realizar determinadas labores de brega durante la lidia
dado el conocimiento de este en la materia. Entre las funciones de estos
subalternos están la de correr los toros para colocarlos o cambiarlos de terreno
en el ruedo, auxiliar a sus compañeros durante la lidia o realizar quites cuando
corresponda.124
En las corridas de rejones, también participan los subalternos formando parte
de las cuadrillas de los rejoneadores.
No toreros[editar]
Además de los toreros, en una corrida de toros participan una serie de
profesionales que sin ser toreros como tales. Estos intervienen en diferentes
momentos de la lidia. Este grupo está compuesto por el presidente de la plaza,
los profesionales de la misma y los asistentes del matador de toros:
Presidente de la plaza[editar]
El presidente de la plaza de toros es la autoridad que dirige el festejo taurino y
que vela por el cumplimiento del Reglamento Taurino, siendo también el
responsable del orden público de la plaza durante la corrida de toros. Entre sus
funciones está la de garantizar el correcto desarrollo de la corrida desde que
los toros llegan a la plaza hasta su arrastre. Como representante de la
autoridad en las plazas de primera categoría su cargo es ejercido por el
Gobernador Civil o la persona en quien este delegue dentro de la ejecutiva del
Cuerpo Nacional de Policía, en el resto de las plazas el cargo lo desempeña el
alcalde o el concejal que este designe. Autoriza el inicio del festejo, ordena los
cambios de tercio y otorga los premios a los matadores de toros de acuerdo a
lo estipulado en el reglamento taurino. El presidente está obligado a asistir al
reconocimiento de las reses previo al festejo así como al realizado a las astas
de la res post mortem. Durante la lidia el presidente se acompaña de un
veterinario, un asesor técnico taurino y un delegado gubernativo —alguacilillo—
para transmitir las órdenes al ruedo. 121
Alguacilillos[editar]

Alguacilillo plaza de toros de Béjar

Artículo principal: Alguacilillo

La función principal de los alguacilillos es la de hacer cumplir el reglamento


taurino aplicado por el presidente de la plaza, es decir son los agentes que
trasmiten las órdenes de este durante las corridas de toros. Sus funciones
están reguladas por la misma normativa taurina que el resto de profesionales.
Actúan dos en cada corrida de toros y son los que encabezan el paseíllo al
inicio del festejo, tras ellos los toreros y sus cuadrillas. Se encargan de realizar
el despeje de plaza, y en algunos cosos, recogen la llave de los toriles que abre
el portón por donde sale la res al ruedo. Una vez finalizada la lidia de cada toro
son los encargados de entregar los premios concedidos a los toreros. 125
Mozo de espadas[editar]

Mozo de espadas en la plaza de toros de Granada.

Artículo principal: Mozo de espadas


El Mozo de espadas o mozo de estoques es la persona cuya labor consiste en
facilitar, tanto al diestro como a la cuadrilla, todos lo útiles necesarios para lidia,
tales como cambio de muletas, capotes y estoques. El mozo de espadas se
encarga también de ayudar al matador de toros a vestirse antes de la
celebración del festejo.
Ayuda del mozo de espadas[editar]
A las órdenes del mozo de espadas está el ayuda cuya función es la de
colaborar en todo lo que tenga que ver con los trastos o útiles de torear que
emplea el matador, así como de su indumentaria, además de cargar con
el esportón donde se trasportan los útiles de la lidia, las muletas, capotes,
etcétera.125
Monosabios[editar]

Monosabio

Artículo principal: Monosabio

Los monosabios son los mozos que auxilian al picador durante la lidia. Derivan


de los antiguos chulos que asistían a los caballeros en las plazas de toros. Su
función es la de proteger al caballo y al picador en las caídas que puedan sufrir
a consecuencia de embate del toro para evitar que ni el picador ni el caballo
resulten heridos.126 Entre las funciones del monosabio está la de colocar
los arreos de los caballos de los picadores. Para realizar su función se valen de
sus manos y a veces de una vara fina.127
Mulilleros[editar]

Areneros en primer plano. Al fondo, los mulilleros en el arrastre del toro.

Los mulilleros son los encargados de arrear el tiro de mulillas que realizan el


arrastre de los toros una vez finalizada la lida de los mismos. Entre la cuadrilla
de mulilleros se encuentra el jefe de mulilleros que es quien se comunica con la
presidencia cuando este concede la vuelta al ruedo del astado. Los mulilleros
visten una indumentaria característica y van descubiertos cuando arrastran al
toro. Las mulillas van adornadas con madroños y banderas 128
Areneros[editar]
Artículo principal: Arenero (tauromaquia)
Los areneros son los mozos encargados de mantener en condiciones
adecuadas el albero del ruedo tras la lidia de cada toro. Tienen su importancia,
como lo ilustra el hecho de que desfilen en el paseo de cuadrillas.
Personal de la plaza[editar]
El personal de la plaza lo componen aquellas personas que trabajan en ella
prestando los servicios necesarios para la celebración de la fiesta, tales como
los médicos, los taquilleros, los acomodadores, el personal del callejón, el
torilero o los carpinteros entre otros.

Lidia a pie[editar]

Lidia en la Monumental de Aguascalientes.

La lidia a pie es el conjunto de suertes que se practican con el toro durante la


corrida de toros y comprende las acciones realizadas por el torero empleando
un engaño: capote de brega, muleta o el propio cuerpo (recorte) con la
intención de que el toro pase próximo a él. 129 Los matadores de toros que
intervienen en la misma lo hacen caminando a diferencia de la lidia de rejones
o rejoneo que se desarrolla a caballo.130
La lidia tiene como objetivo mejorar el comportamiento del toro, por lo que es
necesario que la actuación del torero sea la correcta, buscando en todo
momento corregir los defectos del toro a la hora de embestir de forma que el
toro mejore su comportamiento y que las buenas características del mismo se
mantengan a lo largo de la lidia. Para lograrlo el torero emplea una serie de
técnicas de lidiar según el tipo de toro al que se enfrenta, estas siguen un
orden determinado y una duración concreta.131
En España según establece el Reglamento de Espectáculos Taurinos, para
lidiar un toro los toreros, con independencia de su país de origen, deben estar
inscritos en el Registro General de Profesionales Taurinos, dependiente
del Ministerio de Cultura y Deportes, según su categoría profesional: matadores
de toros, banderilleros, picadores, mozos de espadas, rejoneadores o
novilleros.121
Previo a la lidia[editar]
Reconocimiento, sorteo y apartado de los toros[editar]

Toros de miura castaño y negro en los corrales antes del sorteo

Con la llegada y desembarque de las reses en los corrales de la plaza de toros,


se realiza un minucioso reconocimiento de las reses para garantizar su estado
sanitario, aspecto físico, trapío, edad y utilidad para la lidia; se incide sobre
todo en la integridad de las astas. Se realiza también un análisis de sangre a
las reses para evitar manipulaciones fraudulentas. Este reconocimiento es
realizado por los veterinarios asignados por la autoridad competente según el
lugar donde se celebre la corrida de toros y en presencia del presidente del
festejo, el delegado del gobierno que actúa como secretario para levantar acta,
el empresario de la plaza de toros y dos representantes de cada una de
las ganaderías acompañados por el veterinario que ellos designen. Asisten
también el apoderado de cada torero, los mozos de espadas o aquellos
miembros de la cuadrilla de confianza de los mismos. El artículo 8 de la Ley
10/1991, permite a los espectadores presenciar alguno de los reconocimientos
a través de las asociaciones de abonados y aficionados más representativas. 121
132133

Finalizados los reconocimientos se procede al sorteo de las reses aceptadas,


entre los diestros que actúan en la corrida de toros; el presidente de la plaza
representa a la autoridad durante el sorteo, al mismo acuden los subalternos de
confianza del torero, apoderados, empresa, ganaderos o sus representantes y
el público. El sorteo fue introducido en el siglo XIX por Mazzantini el 6 de agosto
de 1896 para evitar que los ganaderos asignasen las reses a unos u otros
espadas según sus intereses.129
Tras el sorteo, se procede al apartado de los toros en los chiqueros de forma
que cada uno de ellos permanece en un toril hasta el momento de salir
al ruedo para ser lidiado.129

paseíllo corrida goyesca en Bogotá en 2019, Colombia

Paseíllo, plaza de toros La Santamaría en 2018, Bogotá.

El torero Juan Bautista durante la corrida goyesca de la Feria du Riz en Arlés, 2010.

Despeje de plaza[editar]
Antes del inicio del festejo se realiza el despeje de plaza por parte de
los alguacilillos. El despeje o despejo tuvo su origen cuando en las
celebraciones en plazas públicas abiertas —no en cosos taurinos— fue
necesario desocuparlas de público antes de iniciarse la lidia. En los festejos
reales organizados por los monarcas, del despeje se encargaba la tropa real o
en su caso los alcaldes o los alguaciles. Con la llegada de los cosos taurinos el
despeje original se fue limitando a desalojar a quienes estaban en el ruedo sin
ser los toreros, este desalojo provocó en algunas ocasiones importantes
disturbios por lo que en 1865 fueron suprimidos para quedar en un acto
simbólico.132
Paseíllo[editar]
Artículo principal: Paseíllo
Realizado el despeje de plaza se inicia el festejo con el paseíllo, en el que tras
los alguacilillos desfilan los matadores de toros con el primer espada a la
izquierda, a la derecha el segundo y en el centro el de menor antigüedad; en la
siguiente fila siguiendo a los diestros sus cuadrillas, ordenadas en tres filas
según la antigüedad del espada. Tras las cuadrillas, en la quinta fila, los
picadores en filas según la antigüedad de los espadas. Cerrando el desfile, el
personal de la plaza de toros: monosabios, mulilleros y areneros. Esta
disposición tiene su origen en la década de 1840-1850 tras las reformas
introducidas por Paquiro en las que se imponen las cuadrillas de toreros sobre
la importancia de los picadores.134

Orden de la lidia[editar]
La lidia moderna se divide en tres partes, denominadas tercios: el de picar o de
varas, el de banderillear y el de matar.134
Previo al tercio de varas, se realiza el toreo de capa cuya finalidad es la de
evidenciar cuales son las características del toro, para ello se corre el toro;
labor que puede realizar el mismo matador de toros o bien su peón de
confianza según designe el matador. Consiste en citar al toro para provocar
que se arranque y de esta forma se observan las características y la forma de
embestir de la res. El objetivo del toreo de capa es que el toro mantenga la
atención en el capote, acción que se conoce en tauromaquia como fijar al toro.
El torero con el capote de brega emplea diferentes suertes de capa realizadas
por la cara del astado —de frente a la res—.129 Con estos primeros lances
además de destapar los defectos y las virtudes del astado, se le va enseñando
a embestir. El torero emplea los lances según las características del toro en
cuanto a su forma de humillar, la velocidad a la que se mueve o la fuerza del
mismo entre otras. Algunos lances o suertes con el capote son premiadas con
la ovación del público tanto por su vistosidad como por la técnica con la que se
realizan.135136

Tercio de varas[editar]

Tercio de varas en plaza de toros de Céret

El primero de los tercios en los que se divide la lidia a pie se denomina Tercio


de varas. Una vez que el toro ha quedado fijado y el torero ha probado las
condiciones del mismo se produce el cambio de tercio —acto de pasar de un
tercio al siguiente— mediante un aviso de clarines indicado con un pañuelo
blanco en el palco por el presidente de la plaza. El objetivo de este tercio es
templar al toro con el fin de mejorar su comportamiento, rebajar la violencia de
la embestida y de la acometida del mismo. A través de la suerte de varas se
pretenden corregir algunos de los defectos que todavía puede tener el toro a la
hora de embestir. Del desarrollo de este tercio depende el comportamiento del
astado durante el resto de la lidia, de ahí su importancia. 137
El tercio de varas lo realizan los picadores a caballo y se valen de las varas de
detener, estas se componen por un lado de una vara, una puya piramidal
encordada al palo o vara, una cruceta que limita que la vara y el rejón o puya
penetren en profundidad en el animal; además de un regatón para que no se
astille la vara y un tope.138 Las características y el uso de estos elementos
están regulados por el Reglamento taurino en el capítulo II.
Los caballos empleados por los picadores están domados para esta función y
llevan una protección específica desde 1928 denominada peto que evita que
las astas del toro les produzcan daños.7
Cada cuadrilla lleva tres picadores, solo dos de ellos pueden permanecer
simultáneamente en el ruedo durante la lidia. De los tres picadores, actúa
primero el denominado de reserva y el tercero actúa en el toro siguiente,
mientras el segundo picador queda a la espera ante la puerta de caballos y
solamente actúa en el caso de que alguno de los otros dos picadores deba
retirarse del ruedo. La forma en la que el picador desarrolla la suerte está
regulada por el Reglamento taurino en el artículo 72, adonde también se
establece la posición que deben mantener tanto el picador como el toro en el
ruedo, indicada por dos líneas concéntricas que delimitan los terrenos de uno y
de otro. El número de puyazos que el picador puede realizar al toro queda a
criterio del diestro, en las plazas de primera categoría es obligatorio de se
realicen dos puyazos como mínimo, en las plazas restantes es obligatorio al
menos uno, tras lo cual el espada puede pedir el cambio del tercio al presidente
de la plaza.121139

Suerte de varas

El puyazo consiste en aplicar la puya sobre el morrillo del toro —'el morrillo' es
la parte superior y más abultada del lomo de la res—. 140 En los siglos XVI-XVIII la
suerte de picar fue la más importante, el peso de la lidia recaía en el caballero
alanceador y posteriormente fue el varilarguero quien organizó la lidia, mientras
que los toreros de a pie solo eran los auxiliares. Tras las modificaciones
realizadas en la forma de montar los caballos dictada en el siglo XVII, los nobles
dejaron de lidiar, hecho que favoreció que los auxiliares los remplazaran
ganándose el interés del público de las corridas de toros. 5051
El picador a lo largo de su historia ha empleado diferentes técnicas o suertes
de picar según la época en el que se celebraron las corridas de toros, suertes
que dependían en gran medida de las características de los toros. Se usaron la
suerte de picar a toro levantado, empleada antes de que el toro estuviese
fijado, nada más salir al ruedo; la suerte de picar al toro de frente, en la que el
toro estaba parado; la de picar a caballo levantado, una suerte en la que el
caballo permanecía quieto dejando llegar al toro hasta él; la suerte del señor
Zahonero, que facilitaba la salida natural de la res; y la suerte del señor
Atienza, iniciada por Miguel Atienza y Caro, cuya finalidad era que el toro
buscase la lucha con el caballo al taparle la salida natural el picador, empleada
sobre todo en los toros mansos. Todas estas suertes fueron descritas en
la Taurmaquia de Paquiro, quedaron en desuso con la lidia moderna. 141
Véase también: suerte de varas

Gaoneras de Juan de Castilla (torero) en la Segunda de Abono de la Santamaría de Bogotá en


2018.

Los quites[editar]
Realizado el puyazo se quita el toro del caballo mediante una serie de suertes
con el capote. Hay que distinguir entre las acciones que realiza
el torero denominadas suertes y lo que erróneamente se suele denominar
«Tercio de quites», un tercio que no existe con tal denominación
en tauromaquia, siendo el nombre correcto de estas solamente Quites. El
espada a quien le corresponde la lidia verifica las condiciones del toro con una
serie de lances de capa cuyo objetivo es medir la embestida, la fuerza del
astado y su disposición para ser lidiado. Esta acción es similar a la realizada
por los antiguos auxiliares, entre las que también se incluía tirar del toro o que
el torero realizara recortes, formas que quedaron prohibidas en 1880 y en 1917
por los reglamentos taurinos. El quite se realiza de forma ordenada evitando al
toro carreras innecesarias y prevenir posibles percances entre los toreros. El
quite del caballo se realiza cuando diestro que lidia lo estima conveniente. Tras
cada puyazo, y por orden de antigüedad, el resto de espadas que componen la
terna pueden realizar los quites si lo desean, iniciándose el turno de quites, en
caso de desistir, se corre el turno al siguiente espada. 142143144
Un quite es también el lance de capote, muleta o a cuerpo limpio que se realiza
en auxilio de los compañeros de lidia cuando estos se encuentran en una
situación de riesgo en la que pueden ser prendidos por el toro.
El turno de los quites[editar]
Existen diferentes estilos a la hora de realizar los quites, cuando las
condiciones del toro lo permiten, los toreros muestran todo su inventario
plástico y creativo de lances con el capote cuyo fin, en este caso, es el
lucimiento. Entre los más conocidos está La Verónica, inventado por
Costillares;145146 La Navarra, creada por el torero Martincho y fue habitual en el
repertorio de Cúchares. La Larga Cambiada o Larga Natural, de la que hay
varios tipos entre ellos la Lagartijera inventada por Rafael Molina, Lagartijo, o
la Larga Cambiada un invento de Rafael Gómez Ortega, El Gallo. El Farol,
introducido por Manuel Domínguez, Desperdicios el 13 de mayo de 1855 en
una corrida de toros en Madrid o la Gaonera inventada en México por el
banderillero español Saturnino Frutos, Ojitos, pero debe su nombre a Rodolfo
Gaona, por ser el torero quien la presentó en España y la hizo popular. 146145 Sin
olvidar el quite de los Valencia creado por Pepe Roger Valencia, el quite de
oro con el que se cita al toro de espaldas para luego girar el torero sobre sí
mismo acompañando al toro, creado por Pepe Ortiz el 28 de enero de 1934
en México o el quite de Ronda popularizado por Antonio Ordóñez.132147148149
Los quites han ocasionado rivalidades entre los toreros, creando momentos de
interés para el público presente en la plaza, las más sonadas fueron
entre Manuel Benítez El Cordobés y Paco Camino en 1965, o entre El
Juli y Andrés Roca Rey en la Maestranza de Sevilla en la 11ª corrida de abono
de 2018.150151
Véase también: pases del toreo

Tercio de banderillas[editar]

Banderillero en la plaza de toros la Santamaría de Bogotá.


El segundo periodo en el que se divide la lidia es el tercio de banderillas.
Sucede a continuación del tercio de varas y su finalidad es la de avivar o
estimular al toro tras haber sido ahormado en el tercio de varas sin que este
pierda fuerzas. Esta es una suerte que los banderilleros realizan a cuerpo
limpio, el matador de toros que tiene el turno de la lidia puede poner banderillas
si así lo considera, en ese caso actúa solo en el ruedo. Las acciones del
banderillero y las características de las banderillas están regulados en
el Reglamento taurino, capítulo III y V.132121
El número de banderillas que pueden colocarse varía entre dos pares como
mínimo y tres, a petición del diestro a a presidencia de la plaza este puede
colocar un par más. El origen de la banderilla se remonta a entorno al año
1700, se compone de un palo cilíndrico de setenta centímetros de longitud,
adornado con papeles de colores y en uno de sus extremos lleva un
arponcillo.132
Durante el desarrollo de la suerte el aficionado observa como acude el toro al
cite del banderillero, la forma de embestir, como acude y desde donde se
arranca el toro entre otras reacciones, pues son indicativo del comportamiento
que el toro va a tener más tarde. En el desarrollo de la suerte intervienen dos
de los tres banderilleros de la cuadrilla, de forma que el primero pone dos pares
de banderillas y el segundo solamente uno, el tercer banderillero realiza la
brega y auxilio de sus compañeros, este orden se invierte en el siguiente
turno.152
La suerte de banderillas se realiza en el tercio del ruedo, es decir de las líneas
marcadas en la arena hacia el centro de la plaza de toros. Las banderillas se
colocan por los dos lados del toro, es decir por ambos pitones, y siempre sobre
el morrillo, para ello se emplean diferentes suertes o maneras de banderillear,
las más conocidas son las banderillas al cuarteo descritas por Pepe-
Hillo y Paquiro en sus tauromaquias, es la suerte más habitual y tiene algunas
variantes; las banderillas de sobaquillo, las banderillas a la media vuelta en la
que el toro se cita desde atrás, es la más antigua de las suertes de banderillas,
citada en la Cartilla de torear; las banderillas al sesgo, suerte descrita por
Paquiro o las banderillas al quiebro presentadas por primera vez el 19 de abril
de 1858 por Antonio Carmona, el Gordito y al relance.153154

Último tercio[editar]

Manzanares faena de muleta, pase al natural.

El último tercio corresponde al tercio de la muerte del toro o tercio de matar. Es


el tercio más significativo de los tres en los que se divide la lidia, y en él el
torero despliega todo su arte plástico, estético y técnico. En tiempos modernos
la lidia del toro está orientada para culminar en este último tercio, donde se
realiza la llamada «faena de muleta» o «hacer faena» y es determinante para
que el torero pueda obtener el reconocimiento y los triunfos, ya que es esta la
que los espectadores y el presidente de la plaza de toros valoran para
concederlos o no. Todas las suertes pueden ser dedicadas o brindadas por
parte de los toreros, sin embargo es la faena de muleta la que goza de más
aceptación y la única que habitualmente suele brindarse. Siguiendo
el reglamento taurino todos los matadores deben brindar obligatoriamente,
desde el siglo XVII, su primer toro al presidente de la plaza, para ello el torero
debe portar la muleta en la mano izquierda y el estoque y la montera en la
derecha, esta disposición no puede cambiarse; tras el brindis o saludo al
presidente, el diestro puede optar por un nuevo brindis a quien considere,
incluido el público en su conjunto o a nadie. El acto del brindis culmina con el
lanzamiento de la montera. Algunos de estos brindis han trascendido a lo largo
del tiempo por el ingenio mostrado por el torero a la hora de pronunciar su
discurso.132
Este tercio es el único que tiene un límite de tiempo para su desarrollo
establecido en el reglamento de espectáculos taurinos, artículo 81, por el cual
una vez iniciada la faena de muleta el espada cuenta con diez minutos para
completarla y darle muerte a toro, transcurrido el tiempo sin que el astado haya
fenecido, sonará un primer aviso mediante un toque de clarín ordenado por el
presidente de la plaza. Tres minutos después suena un segundo aviso, y dos
minutos más tarde el tercero y último, tras el cual, si el toro sigue en pie, el
diestro y los subalternos se retiran del ruedo tras la barrera y la res es devuelta
a los corrales o es apuntillado. Si no se logra la devolución del toro a los
corrales, o bien no es apuntillado, el presidente de la plaza puede ordenar al
matador siguiente turno se encargue de dar muerte a la res empleando el
estoque o el descabello.121
La faena de muleta[editar]

López Simón haciendo una manoletina en Málaga.

La faena de muleta se divide en dos partes, una primera que se desarrolla con
los pases de muleta y la segunda culmen de la lidia. En el siglo XVIII la muleta
todavía era un elemento de defensa del torero, a partir de ese momento su uso
evolucionó hasta convertirse en el elemento esencial para burlar o engañar al
toro —de donde la muleta toma el nombre «engaño»— pasando a ocupar un
papel estético, protagonista de la faena. Con la llegada de la suerte
al volapié la faena de muleta fue ampliándose hasta tener la importancia que
ha adquirido en tiempos más modernos. El objetivo de la primera parte de la
faena es el de dominar al toro —entendido por 'dominar' el hecho de corregir,
restar el exceso de poder si el toro lo tuviese— para ello el torero mediante la
muleta cita al toro hasta lograr que este la siga, es decir que tome el engaño de
forma continuada; esta circunstancia es la que indica que el torero ha logrado
imponerse al toro, hecho que no siempre ya que depende de la bravura y
voluntad del toro que tome el engaño y siga la muleta. 155156 Una vez el torero
logra que el toro embista la muleta, la faena continúa de una forma más
estética en la que el espada torea para el público. 155
Para la faena de muleta, se emplean una serie de suertes llamados pases, con
los que se forman grupos de pases que conforman el conjunto de la faena. Un
pase es como se le denomina al acto de pasar el toro o moverse de un sitio a
otro, mientras el torero permanece parado. La faena de muleta consiste en ligar
un pase tras otro mientras el toro la sigue sin abandonarla. 155156
Los pases de muleta[editar]
Artículo principal: Pases del toreo

Pase por la espalda de Luis Bolívar en Bogotá.

El pase es una suerte que consiste en mover al toro mientras el torero


permanece inmóvil de forma que la res pase próximo a él. Pepe-Hillo explicó en
su Tauromaquia el uso y manejo de la muleta y detalló el pase natural y el pase
de pecho, sin embargo fue Costillares quien revolucionó el toreo y la suerte de
matar con la invención del volapié y con el uso diferenciando los pases de
muleta.66
El inventario de pases de muleta es amplio, los fundamentales son el pase
natural, el pase cambiado, pase de pecho o por bajo, que entonces se
denomina pase de trinchera y se realiza con una rodilla en el suelo; y el Pase
ayudado con sus tres variantes: por alto, recibe el nombre de estatuario, por
media altura y por bajo en el que el torero lleva la rodilla al suelo conocido
también como Doblón.155157
Otros pases de muleta empleados son el pase Afarolado que imita el pase de
capa o capote del farol de pie, el pase de la firma y el pase de la
muerte creados estos por Rafael el Gallo. La Giraldilla o Manoletina que fue
realizado por los espadas Domingo Ortega y Victoriano de la Serna, sin
embargo fue Manolete quien hizo un uso habitual de la misma popularizándola,
razón por la que se llamó a este pase manoletina, sin ser él su inventor. El
nombre de Giraldilla fue una invención del crítico taurino Don Ventura. 158 El
kikirikí es un pase inventado por Gallito cuyo nombre se lo dio el crítico
taurino Alejandro Pérez Lugín, Don Pío; el pase del Molinete, modificado
por Juan Belmonte quien lo realizó con la mano derecha y por último el Pase
de Tirón empleado para cuadrar al toro antes de entrar a matar. 155157159160
La suerte suprema[editar]
José Tomás en la suerte suprema

Artículo principal: Suerte suprema


Finalizado el toreo de muleta, el torero se prepara para dar muerte al toro. Para
ello buscar la postura adecuada en el toro, en tauromaquia se
denomina cuadrar al toro. La suerte se realiza con la muleta y el estoque. Se
trata del momento más significativo de la lidia pues es donde el matador de
toros demuestra su maestría, el objetivo es que el espada sea capaz de
realizar una estocada de forma certera y eficaz, ya que cualquier variación o
error a la hora de realizar la suerte se considera un fallo que conlleva la pérdida
de los trofeos por toda la faena realizada durante este tercio y con el
consiguiente enfado del público.161
Formas de entrar a matar[editar]

Suerte de recibir

Las suertes de matar empleadas son tres, dependiendo del tipo de


enfrentamiento entre el toro y el torero, es decir ataque o defensa. La primera
se da cuando es el toro quien acude hacia el torero y se llama suerte de recibir,
la segunda es el torero quien va hacia el toro y recibe el nombre de suerte a un
tiempo y la tercera es cuando van uno hacia el otro al mismo tiempo, se conoce
como suerte al volapié.162155
Junto a estas tres suertes de matar, hay otras intermedias en las que el
arranque del toro o del torero no se produce de forma simultánea, entre las
cuales destacan la estocada aguantando y la estocada arrancando.162163
Terrenos donde se realiza la suerte[editar]
Las suertes indicadas para entrar a matar pueden realizarse en diferentes
lugares o terrenos en el ruedo, estos son: cercano a las tablas de la barrera, en
los tercios o en los medios según sea la querencia de la res. 161163
Los tipos de estocadas[editar]
En cuanto a la estocada pueden darse varias posiciones, entre las más
destacadas están el pinchazo hondo, la estocada corta, la media estocada, la
honda y la entera.162 El lugar donde se coloca el estoque es en la zona del
centro superior de las agujas y la médula, sobre los brazuelos del toro, esta
zona en tauromaquia recibe diferentes nombres, el más empleado es en lo
alto o en la cruz. Solamente el estoque que se coloca en este lugar es el
considerado correcto.164
Cuando el torero entra a matar de forma fallida y se vuelve a llevar el estoque
en el mismo acto, se denomina meteysaca, no está considerada ni una suerte
ni es una forma de entrar a matar. Las denominaciones de las estocadas se
designan en función de cuanto penetra el estoque, el lugar donde queda
colocado, la inclinación y la forma en la se desvía de la rectitud respecto del
toro. Estas denominaciones se emplean juntas o combinadas para definir con
precisión el tipo de estocada que ha realizado el torero y como se ha indicado
anteriormente, el diestro debe buscar la forma correcta y eficaz de realizar la
suerte de matar para que esta se produzca de forma rápida sin alargamientos.
La forma en la que se debe emplear la espada está regulada en el reglamento
taurino en el artículo 80.161162121
Véase también: Lagartijera (estocada inventada por el torero Lagartijo)
Descabello y puntilla[editar]
El descabello no está considerada una suerte sino que es un complemento de
la suerte suprema, una vez realizada esta última. Se trata de un recurso
empleado desde los orígenes de la lidia por los auxiliares cuando, a pesar de
estar el toro herido de muerte, este se mantenía en pie sin facultades o bien no
muere a consecuencia de la estocada siendo esta válida —cuando la estocada
no es válida, el torero debe repetir la suerte—. El descabello lo realiza el
mismo matador de toros siempre que el toro permanezca en pie empleando
la muleta y la espada de descabellar o descabello con un verduguillo de cuatro
aristas al final, limitado por una cruceta, cuya función es provocar la muerte
instantánea del astado. El torero debe realizar el descabello de forma eficaz, se
considera incorrecto realizar más de dos intentos, hecho que provoca las
protestas del público llegando a perder parte o todos los triunfos obtenidos por
la faena de muleta. Las características del descabello están reguladas en el
artículo 66 del reglamento taurino.7 El descabello se mencionó en la
Tauromaquia de Pepe-Hillo en la segunda edición de 1804, no así en la
primera, también Paquiro la describió en su obra, incidiendo en el riesgo de la
suerte pues el toro aún podía arrancarse repentinamente a pesar de estar
herido y coger al torero.165162161
Una vez que el toro ha doblado o está echado se procede a dar la puntilla o
apuntillar al astado. Esta acción tiene su origen en el antiguo cachetero
mencionado en las tauromaquias de Pepe-Hillo y Paquiro en el siglo XIX. José
María de Cossío menciona tres formas de apuntillar pero solamente describe
una de ellas la de ballestina, que consiste en rematar por delante de la res, el
puntillero sujeta la puntilla, apoyando la empuñadura en la palma de la mano,
con los dedos índice y corazón sobre la hoja. También recibe este nombre la
forma de coger el descabello empleada por el matador de toros. 162155
Trofeos[editar]
La salida de la plaza de los toreros a hombros.

Trofeos obtenidos por el torero Antonio Nazaré

Finaliza la lidia del toro, el público otorga los trofeos que considera se merece
la faena realizada por el torero. El espectador solo valora la faena realizada con
la muleta y la suerte de matar hasta que el diestro da muerte al toro, no siendo
objeto de valoración la faena realizada con el capote.161 El primer premio
otorgado por la lidia de un toro se concedió en la plaza de toros de la Puerta de
Alcalá en Madrid el 29 de octubre de 1876 a Chicorro por un salto realizado con
la garrocha al toro Medias negras de la ganadería de Benjumea y la
excepcional estocada al volapié. En el palco regio Alfonso XII junto con el
público premiaron a Chicorro con el toro y este cortó el apéndice de la res para
mostrarla. Chicorro compartió cartel con Lagartijo y Frascuelo.166 Esta práctica
se fue extendiendo, aunque no es una premio fácil de otorgar por la falta de
costumbre. El 2 de octubre de 1910 se concedió en Madrid otra oreja a Vicente
Pastor por la lidia del toro Carbonero de la ganadería Concha y Sierra fundada
por Celsa Agniel de Fonfrede y Blázquez-Dávila. A partir de este momento la
concesión de las orejas se fue imponiendo hasta llegar a ser un trofeo
asentado.167 Todos los premios que se otorgan están regulados en el artículo
82 del reglamento taurino y son:121

 ovaciones: concedidas directamente por el público tras cada una de


las faenas y al finalizar la corrida de toros a la salida del diestro y su
cuadrilla de la plaza de toros.
 saludo desde el tercio: se otorga al finalizar la lidia de cada toro, al
ser premiado con ovación el diestro puede saludar saliendo
al ruedo al público en agradecimiento.
 vuelta al ruedo: la realiza el diestro tras finalizar la lidia de cada toro
a petición del público y si el diestro considera que la merece.
 una oreja del toro: se otorga a petición del público mostrando al
presidente de la plaza un pañuelo blanco, esta petición debe ser
solicitada por la mayoría del público presente en la plaza.
 dos orejas del toro: la segunda oreja en una misma faena, la solicita
el público pero que se conceda queda a criterio del presidente de la
plaza y de los asesores que le acompañan.
 el rabo del toro: además de obtener las dos orejas, el diestro puede
ser premiado con el rabo del toro si la lidia que ha realizado ha sido
excepcional, debe pedirlo el público ondeando un pañuelo blanco de
forma mayoritaria, pero queda a criterio de la presidencia de la plaza
otorgarlo.
 la salida a hombros por la puerta principal de la plaza o puerta
grande: cuando el torero logra dos orejas en el total de la lidia de sus
toros obtiene la salida a hombros de la plaza. Este trofeo varía según
las plazas, por ejemplo en Andalucía deben obtenerse dos orejas de
un mismo toro, en Sevilla además en el caso de obtenerse una
tercera oreja, a criterio del público, se le concede al diestro salir por
la Puerta del Príncipe.168
El público puede mostrar su disconformidad con la lidia realizada por el torero
una vez finalizada esta y cuando toreros y cuadrillas abandonan la plaza,
considerándose poco correcto hacerlo mientras el diestro está toreando. El
público permanece en silencio para mostrar su neutralidad o silbar incluso
abuchear para mostrar su disconformidad con la faena del torero, en alguna
ocasión se ha desencadenado una bronca verbal hacia el torero, algunas han
sido históricas como las de Curro Romero, Rafael de Paula o el Cordobés. Esta
misma respuesta se da para el toro, para el ganadero y para el presidente, a
quienes se les puede ovacionar, mantener el silencio, silbar o incluso se le
puede abuchear.161169170
El indulto del toro y otros premios[editar]
Véanse también: Indulto (tauromaquia)  y  Toros indultados en España.

Insensato de la ganadería del Marqués de Domecq, indultado en El Puerto de Santa María. Lidiado
por Pepín Liria, el 15 de agosto de 2008.

Aparte de los trofeos que puede recibir el torero, al finalizar la lidia de cada
astado, el toro puede ser premiado con el indulto por la bravura mostrada, el
trapío y su buen comportamiento en todos los tercios de la lidia, se le perdona
vida con el fin de ser utilizado como semental para que el ganadero pueda
preservar la casta y la raza del mismo. El indulto lo solicita el público de la
plaza mediante una clara petición, el diestro si tiene la aprobación del ganadero
o del mayoral de la ganadería a la que pertenece la res lo solicita al presidente
quien lo otorga mostrando en el palco un pañuelo de color naranja. Concedido
el indulto el diestro simula que entra a matar pasando de largo.
Otros premios que se otorgan al toro, finalizada la lidia y una vez el toro fenece,
son ovación y vuela al ruedo, esta última debe ser a petición del público y la
otorga el presidente de la plaza mostrando un pañuelo azul en el palco. 7

El toro[editar]

Toro de ganadería Sánchez Cobaleda.

Artículo principal: Toro de lidia


El origen de las primeras ganaderías de toros bravos Españolas destinadas
para las corridas de toros en España son inciertas pues no se conservan todos
los archivos, se tienen referencias del siglo XV de una ganadería de toro bravo
en tierras de Valladolid, en concreto la ganadería de Raso del
Portillo considerada la primigenia. Estos toros eran corridos entre los
siglo XV y XVI que tuvieron el privilegio de ser la ganadería que abría plaza en
las celebraciones de festejos reales.171 Otras referencias documentadas dan
testimonio de otras ganaderías bravas en España en el siglo XVI en Navarra,
reses que Juan Gutiérrez Altamirano, primo de Hernán Cortés, llevó a México
al valle de Toluca, donde fundó una ganadería de toros bravos que son el
origen de las corridas de toros en el país americano. 172 En el siglo XVII se tiene
constancia de la existencia de reses bravas en Aranjuez que pertenecieron
a Felipe IV, algunas de ellas destinadas a corridas de toros. Aunque existen
referencias anteriores se considera que es en el siglo XVIII cuando se crean las
ganaderías de toros bravos destinadas a la lidia como industria dando origen a
los encastes.171173
En la corrida de toros el ganadero presenta sus reses para ser lidiadas, el
objetivo de la lidia es la de mostrar las características del toro, siendo estas la
bravura, la impulsividad y el temperamento.174 Todas las suertes aplicadas al
toro durante la lidia están orientadas a facilitar que el toro desarrolle y muestre
sus cualidades de bravura, comportamiento y trapío —estampa visual de las
características físicas del toro de lidia— y son estos tres rasgos en líneas
generales los que se valoran por parte del espectador que acude a ver el
festejo.175 José Silva Aramburu, Pepe Alegrías, en su obra Enciclopedia
taurina (1967) expresa que : «Sin toro no existiría la Fiesta...» y es que el toro
bravo o toro de lidia es el principal protagonista en una corrida de toros, pues
es durante la lidia del mismo donde se materializa el enfrentamiento entre el
hombre y el toro.176177
Bravura[editar]
La bravura es un instinto defensivo del toro bravo que este manifiesta con una
reacción violenta voluntaria y automática frente a un estímulo exterior. En el
toro de lidia con la bravura aparece la acometividad, es decir el ataque con
fuerza contra algo, característica del toro de lidia que le permite luchar con
astucia. Es el desarrollo de esta característica la que hace que el toro bravo
pueda ser lidiado.174
Impulsividad[editar]
La impulsividad del toro de lidia es la motivación o el estímulo que hace que el
toro se arranque cuando es citado por el torero, que este derrote cuando
alcanza su objetivo, es decir que golpee con las astas o bien levante la cabeza
de forma violenta y rápida, una característica que el toro posee de forma
natural. Pepe Hillo lo describe en su Tauromaquia como: «las cornadas que tira
el toro sobre alto, con que quita la estocada e impide se le pongan
banderillas».178174
Temperamento[editar]
En el toro de lidia el temperamento también se conoce como «nervio» y es esta
característica la que hace que el toro reaccione de forma espontánea y natural
en el ruedo, y hace posible que se pueda lidiar, ya que el toro no tiene
experiencia previa, ni conoce el toreo antes de salir al ruedo. Paquiro describe
en el Arte de torear las cinco condiciones necesarias para que el toro pueda ser
lidiado: las casta, la edad, el pelo sano, y que nunca haya sido toreado, ya que
el toro es capaz de desarrollar el instinto y aprender de forma rápida, lo que
hace imposible que se le pueda dar una segunda lidia. 179

Prohibiciones de las corridas de toros[editar]


Desde que existen las primeras manifestaciones de las fiestas de correr los
toros han surgido las prohibiciones con independencia de la época y de las
clases sociales que han dado lugar a polémicas de índole moral, teológicas,
culturales, filosóficas incluso políticas de los detractores antitaurinos y los
seguidores, aficionados y participantes de las corridas de toros. 180
En 1991 el gobierno de la comunidad de Canarias aprobó la ley 8/19 de
protección de los animales domésticos, publicada en el BOE el 13 de mayo de
1991.181 A partir de esta ley surgieron diferentes polémicas sobre si en realidad
estaban o no prohibidas las corridas de toros, por un lado el movimiento en
defensa de los animales y antitaurinos consideran al toro de lidia como un
animal doméstico y por otro lado los criadores del toro bravo y taurinos, entre
otros, consideran que el toro bravo no es un animal doméstico. 182 No se han
celebrado corridas de toros en Canarias desde el año 1984 por la complejidad
que supone trasladar las reses,183 a pesar de ello la celebración de festejos
taurinos no están prohibidos en Canarias ni lo estuvieron nunca según indicó
Lorenzo Olarte, jurista y político presidente durante años de la Comunidad
Autónoma de Canarias, en un coloquio sobre la fiesta de os toros en Cataluña,
donde desmintió dicha creencia.184
Tras cincuenta años sin que las corridas de toros fuesen objeto de
prohibiciones Barcelona se declaró ciudad antitaurina en una declaración
institucional aprobada por el pleno del Ayuntamiento el 6 de abril de 2004.185
Antes que Barcelona Tosa de Mar (Gerona) era la primera ciudad española que
se declaraba antitaurina, en 1990. 186 En julio de 2010, el Parlamento de
Cataluña prohibió las corridas de toros en toda Cataluña, una ley que entró en
vigor en el año 2012.187 Tras esta prohibición el 21 de octubre de 2016
el Tribunal Constitucional anula la Ley 28/2010 que prohibía la celebración de
corridas de toros y otros espectáculos taurinos en Cataluña por considerar que
se vulneran las competencias del Estado haciendo referencia a que las corridas
de toros representan una actividad que abarca diferentes facetas tales como la
histórica, cultural, social, artística, o económico y que además forman parte
del patrimonio cultural común por lo que debe garantizarse y preservarse.
La sentencia del alto tribunal fue publicada el 25 de noviembre de 2016 en
el BOE.188189
El 12 de noviembre de 2013 la Tauromaquia, todo lo que la conforma, así como
su patrimonio, las tradiciones y cultura vinculados al toro, así como las
manifestaciones artísticas y culturales, incluidas las corridas de toros, fueron
declarados patrimonio cultural mediante la Ley 18/2013 por la que la
Tauromaquia queda protegida en todos sus ámbitos. 190
En 2017 Baleares impulsa y aprueba una ley autonómica por la que regulaban
las corridas de toros, modificando parte de su forma, es decir se prohibió la
muerte del toro en la plaza de toros, la entrada a menores de dieciocho años al
recinto taurino, así como el uso de banderillas, rejones, varas de picar y sus
puyas y los estoques, también reducían el número de reses por festejo de seis
a tres solamente y se limitaba el tiempo total de la lidia del toro a diez minutos
en total entre otras medidas ya existentes en los reglamentos taurinos tales
como las revisiones de las reses por parte de los veterinarios y autoridades de
la plaza tanto previas como post mortem. Esta iniciativa fue impulsada y
aprobada el 24 de julio de 2017 por los partidos
políticos Mes, PSOE y Podemos. Tras aprobarse la ley conocida como Toros a
la Balear, esta fue recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Partido
Popular, en la oposición, por considerar la ley inconstitucional. Esta ley solo era
efectiva para Mallorca, ya que las demás islas no cuentan con plazas de toros
permanentes.191121 Parte de la ley fue anulada por el Tribunal Constitucional por
vulnerar las competencias del estado al vulnerar sus competencias sobre el
patrimonio cultural inmaterial y por desvirtuar las corridas de toros haciendo
irreconocibles la lidia, los tercios en los que se divide la misma y las suertes
que en ella se desarrollan,192 la sentencia del alto tribunal fue publicada en el
BOE el 15 de enero de 2019,193 y el 9 de agosto volvieron a celebrarse corridas
de toros en Palma de Mallorca.194
América[editar]
El primer país de América en prohibirlas fue Chile, al ser abolidas por la ley del
16 de septiembre de 1823, promulgada bajo el gobierno de Ramón Freire.195
La Municipalidad de Providencia realizó algunas corridas en 1900, alegando
que la ley estaba derogada; sin embargo la Corte Suprema de Chile rechazó tal
argumento.196197 Argentina y Uruguay las prohibieron en 1891 y 1912
respectivamente.198
En el caso de México, las corridas de toros fueron prohibidas durante los
mandatos de Benito Juárez y Venustiano Carranza.
El 3 de mayo de 2013, en el estado mexicano de Sonora fueron prohibidas las
corridas de toros después de una larga tradición taurina desde el periodo
virreinal,199 lo que ha causado impacto dentro del país aficionado a las corridas
de toros cuando grupos ambientalistas y diversos líderes políticos al interior del
congreso del estado prohíben todo tipo de entretenimiento con animales,
convirtiéndose en el primer estado mexicano en prohibir las corridas de toros.
Esta prohibición se extendió a otros cuatro estados: Guerrero, Coahuila , desde
2019 Quintana Roo.200 y desde 2022 en Sinaloa201

Lengua y literatura[editar]
Artículo principal: Tauromaquia y literatura
Las corridas de toros y el Quijote[editar]
Miguel de Cervantes dejó constancia escrita en su gran obra Don Quijote de la
Mancha de la cría de reses bravas empleadas para ser lidiadas o corridas en
estas fiestas, el incidente narrado en la segunda parte de Don Quijote, capítulo
LVIII, Cervantes narra como Don Quijote sufre un incidente cuando se topa con
unos lanceros que le gritan para que se aparte del camino ante la presencia de
las reses bravas: «—¡Ea, canalla—respondió don Quijote—, para mí no hay
toros que valgan, aunque sean de los más bravos que cría Jarama en sus
riberas! Confesad, malandrines, así, a carga cerrada, que es verdad lo que yo
aquí he publicado; si no, conmigo sois en batalla.», el testimonio de Cervantes
apunta la existencia de explotaciones ganaderas de intrínseca finalidad
taurina.202 Las referencias de Miguel de Cervantes sobre las corridas y los
festejos taurinos no faltan a lo largo de Don Quijote de La Mancha, siendo una
referencia clara sobre la importancia de las mismas en la época
cervantina: «con el cuerpo lleno de heridas, de cornadas que le han dado los
toros» fue la frase que Ignacio Sánchez Mejías pronunciaba en el discurso
leído por el torero en Nueva York en la Universidad de Columbia en 1929.203204
La tauromaquia en la lengua coloquial[editar]
Diferentes filólogos han señalado la fuerte herencia de la práctica del toreo que
se advierte en las expresiones de uso habitual tanto en niveles coloquiales
como en diversos tipos de lengua escrita, lo que se debe a la histórica
popularidad de la tauromaquia en muy diversos sectores de la sociedad
española, a pesar del claro descenso de dicha popularidad especialmente en el
espectro juvenil. A pesar de dicho descenso, la sociedad en general sigue
usando dichas expresiones, muy a menudo sin tener conciencia del origen de
las mismas. Entre ellas se pueden citar, por ejemplo, «cambiar de tercio»,
«lleno hasta la bandera», «a las primeras de cambio», «acoso y derribo»,
«estar de capa caída» «entrar al trapo», «pinchar en hueso», «estar al quite»,
«menuda faena», «caerse del cartel», «estar para el arrastre», «ponerse el
mundo por montera», «echar un capote», «cortarse la coleta», «dar la puntilla»,
«rematar la faena», «coger el toro por los cuernos», «ver los toros desde la
barrera», etc.205

Controversia[editar]
Artículo principal: Antitauromaquia
Caminata en contra de las corridas de toros en Venezuela.

Desde su nacimiento las corridas de toros han sufrido críticas y prohibiciones


por motivaciones religiosas, políticos incluso económicas. En opinión del
escritor taurino Domingo Delgado de la Cámara, «la Fiesta es una
superviviente nata: siempre rodeada de enemigos, solo se mantiene viva por el
gran cariño que la profesa gran parte del pueblo español».206
A partir del siglo XIX surgen en España los primeros movimientos con
organizaciones voluntarias en defensa de las plantas y los animales, la pionera
de estas organizaciones y una de las más activas fue la fundada en Cádiz en
1872 por Ambrosio Grimaldi, a esta le siguieron otras en Madrid 1875, Sevilla
1878 cuyo presidente de honor fue el arzobispo Lluch y Garriga, sociedad que
elaboró unas Memorias Antitaurinas premiadas en Cádiz; y por último en Soria
en 1879. Entre los objetivos de la organización gaditana estaba la creación de
un museo zoológico y botánico para la protección de animales y plantas y el
rechazo de espectáculos como las corridas de toros y las peleas de
gallos entre otras medidas dentro del ámbito del bienestar de los animales
domésticos. En 1876 el ayuntamiento incorporó una serie de medidas
protectoras de los animales y las plantas a la ordenanza municipal. En años
posteriores, en 1945 se creó otra sociedad protectora de animales y plantas
conocida como Fundación San Francisco de Asís de Granada. 207 En años más
recientes han surgido organizaciones y partidos políticos que defienden el
bienestar animal, por lo que consideran que las corridas de toros son una
práctica cruel hacia los mismos. Con esta idea de una nueva prohibición de
la tauromaquia han lanzado diferentes tipos de campañas y protestas en
diferentes países del mundo.208209
En el estudio anual perteneciente al Plan Estadístico Nacional del Ministerio de
Cultura y Deporte presentó el resumen Estadística de asuntos Taurinos 2012-
2018. El objetivo de este estudio es ofrecer un indicativo sobre las actividades
taurinas a nivel nacional. De este estudio entre otros resultados, se concluyó
que los festejos taurinos en 2018 habían descendido en 32 festejos, es decir un
2,1% comparados con el año anterior (2017), entre los festejos taurinos
realizados hubo un aumento de corridas de rejones de un 9%, los festivales
aumentaron un 4,8% y los festejos mixtos aumentaron un 14,6%; por otro lado
descendieron las becerradas un 22,7% y las corridas de toros en un 4,7%
respecto al año anterior (2017) en todas las comunidades autónomas, salvo en
Navarra y la Rioja donde las cifras aumentaron. 210
Véanse también: Categoría:Partidos animalistas y  Derechos de los animales.

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