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RESPONSABILIDAD MORAL

La responsabilidad moral es la capacidad y obligación moral que tiene el sujeto de responder


plenamente por los actos realizados, siempre y cuando éstos tengan su origen en un
comportamiento libre y consciente.

Entre los factores que obstaculizan o nulifican la libertad del sujeto y que por lo tanto lo
eximen de responsabilidad moral, están factores de tipo inconsciente (demencia, estados
patológicos como enfermedades mentales) y ausencia de libertad para obrar por cuenta
propia (todo tipo de coacción: interna o externa).

Toda persona es responsable de sus actos en el sentido primario de ser causa de ellos, asume
por los resultados y consecuencias de sus actos no solo es causante sino autor, es creador de
su vida, se inscribe en el proceso de la comunidad.

Responsabilidad es responder, es hacerse cargo de uno mismo; dar respuesta de lo que hemos
hecho o dicho y es asumir las consecuencias, el fundamento de la responsabilidad es la
libertad. Libertad y responsabilidad están en razón directa la una de la otra, lo que destruye o
disminuye la libertad, igualmente destruye o disminuye la responsabilidad, crecer en
responsabilidad es avanzar en la conquista de la libertad.

El concepto de responsabilidad moral está íntimamente ligado a la libertad, es una simple


consecuencia. La relación libertad, responsabilidad es la relación de causa y efecto, el que está
a cargo debe dar respuesta.

La responsabilidad y la libertad siempre estarán unidas, son inseparables debido a que solo
una persona con una libertad absoluta puede responder a sus actos ya sean buenos o malos.
La libertad es el poder que tiene el hombre de obrar según su voluntad, y además nosotros los
seres humanos somos los únicos poseedores de la misma. A partir del desarrollo de la razón la
persona comienza a tener libertad, excepto que la misma sea obstruida, y este desarrollo sea
responsabilidad de sus acciones.

La responsabilidad moral es aquella en la que se toma responsabilidad sobre un suceso


específico o persona por sobre una autoridad, poniendo la moral por sobre lo demás. Se trata
entonces de la responsabilidad que se relaciona con las acciones y su valor moral. Desde una
ética consecuencia lista, dicho valor será dependiente de las consecuencias de tales acciones.
Sea entonces al daño causado a un individuo, a un grupo o a la sociedad entera por las
acciones o las no-acciones de otro individuo o grupo.

En una ética deontológica, en cambio, tales acciones tendrán un valor intrínseco,


independiente de sus consecuencias. Desde esta perspectiva, es un sistema de principios y de
juicios compartidos por los conceptos y las creencias culturales, religiosas y filosóficas, lo que
determina si algunas acciones dadas son correctas o incorrectas. Estos conceptos son
generalizados y codificados a menudo por una cultura o un grupo, y sirven así para regular el
comportamiento de sus miembros. De conformidad a tal codificación se le puede también
llamar moralidad, y el grupo puede depender de una amplia conformidad a tales códigos para
su existencia duradera.

Desde el punto de vista de la organización social, la responsabilidad moral se diferencia de la


responsabilidad jurídica por su carácter interno. La responsabilidad moral se refiere
principalmente al carácter interno de las conductas (la conciencia o intención de quien ha
actuado), sin importar aspectos externos como el hecho de que éstas hayan sido descubiertas
o sancionadas. Por el contrario, los procesos jurídicos no son necesariamente procesos de
intención (por ejemplo, la prescripción del delito de robo por el mero transcurso del tiempo
puede invalidar la responsabilidad jurídica sin invalidar la responsabilidad moral).

La responsabilidad moral ocupa un lugar cada vez más importante en la opinión pública
cuando la adjudicación de la responsabilidad jurídica a través de los tribunales es insuficiente
para cerrar casos como son, por ejemplo, escándalos de corrupción ligados al ocultamiento de
cifras en la contabilidad de empresas, derramamiento de petróleo en zonas naturales,
financiamientos ilegales de campañas y escándalos de corrupción política.

El término aparece también en la discusión de temas como determinismo o libre albedrío,


puesto que sin la libertad es difícil ser culpado por las propias acciones, y sin esta
responsabilidad moral la naturaleza del castigo y la ética se convierten en una interrogante.

Sistemas Artificiales

La aparición de la automatización, la robótica y las tecnologías relacionadas suscitó la


pregunta:

Argumentos que los sistemas artificiales no pueden ser moralmente responsables[editar]

Batya Friedman y Peter Kahn Jr postularon que la intencionalidad es una condición necesaria
para la responsabilidad moral y que los sistemas informáticos concebibles en 1992 en material
y estructura no podrían tener intencionalidad .6

Arthur Kuflik afirmó que los seres humanos deben asumir la última responsabilidad moral por
las decisiones de una computadora, ya que son los seres humanos quienes diseñan las
computadoras y escriben sus programas. Propuso además que los seres humanos nunca
pueden renunciar a la vigilancia de las computadoras.

Frances Grodzinsky et al. Considerados sistemas artificiales que podrían modelarse como
máquinas de estado finito. Ellos postularon que si la máquina tenía una tabla de transición de
estado fijo, entonces no podría ser moralmente responsable. Si la máquina pudiera modificar
su mesa, entonces el diseñador de la máquina todavía conserva cierta responsabilidad moral.
Patrick Hew argumentó que para que un sistema artificial sea moralmente responsable, sus
reglas de conducta y los mecanismos para suministrar esas reglas no deben ser suministrados
enteramente por seres humanos externos. Además, argumentó que estos sistemas son una
diferencia sustancial de las tecnologías y la teoría existentes en 2014. Un sistema artificial
basado en esas tecnologías no tendrá responsabilidad por su comportamiento. La
responsabilidad moral se reparte entre los seres humanos que crearon y programaron el
sistema. 7

ARGUMENTOS QUE LOS SISTEMAS ARTIFICIALES PUEDEN SER MORALMENTE RESPONSABLES

Colin Allen et al. Propuso que un sistema artificial puede ser moralmente responsable si sus
comportamientos son funcionalmente indistinguibles de una persona moral, acuñando la idea
de una "Prueba Moral de Turing". [35] Posteriormente, desautorizaron la Prueba Moral de
Turing en reconocimiento de las controversias que rodeaban la Prueba de Turing.

Andreas Matthias describió una "brecha de responsabilidad" en la que responsabilizar a los


seres humanos de una máquina sería una injusticia, pero sostener la máquina responsable
desafiaría las formas "tradicionales" de adscripción. Propuso tres casos en los que el
comportamiento de la máquina debía atribuirse a la máquina y no a sus diseñadores u
operadores. En primer lugar, argumentó que las máquinas modernas son intrínsecamente
impredecibles (hasta cierto punto), pero realizan tareas que deben realizarse pero que no
pueden ser manejadas por medios más sencillos. Segundo, que hay cada vez más "capas de
oscuridad" entre los fabricantes y el sistema, ya que los programas codificados a mano se
sustituyen por medios más sofisticados. Tercero, en sistemas que tienen reglas de operación
que pueden ser cambiadas durante el funcionamiento de la máquina.

Etimología

La palabra responsabilidad proviene del latín responsum, que es una forma de ser considerado
sujeto de una deuda u obligación.

La responsabilidad vista desde la filosofía

En la tradición kantiana, la responsabilidad es la virtud individual de concebir libre y


conscientemente los máximos actos posibles universalizables de nuestra conducta. Para Hans
Jonas, en cambio, la responsabilidad es una virtud social que se configura bajo la forma de un
imperativo que, siguiendo formalmente al imperativo categórico kantiano, ordena: “obra de
tal modo que los efectos de tu acción sean compatibles con la permanencia de una vida
humana auténtica en la Tierra”. Dicho imperativo se conoce como el principio de
responsabilidad. Según Nietzsche la responsabilidad es esencial en el ser humano, ya que no es
por cuestiones divinas lo que nos sucede, es por nuestras decisiones.

Principios de la responsabilidad
El cumplimiento responsable en nuestra labor humana, sea cual fuere, se regiría por principios
como:

Reconocer y responder a las propias inquietudes y las de los demás.

Mejorar sin límites los rendimientos en el tiempo y los recursos propios del cargo que se tiene.

Reporte oportuno de las anomalías que se generan de manera voluntaria o involuntaria.

Planear en tiempo y forma las diferentes acciones que conforman una actividad general.

Asumir con prestancia las consecuencias que las omisiones, obras, expresiones y sentimientos
generan en la persona, el entorno, la vida de los demás y los recursos asignados al cargo
conferido.

Promover principios y prácticas saludables para producir, manejar y usar las herramientas y
materiales que al cargo se le confiere.

Ámbito jurídico

La responsabilidad jurídica surge cuando el sujeto transgrede un deber de conducta señalado


en una norma jurídica que, a diferencia de la norma moral, procede de algún organismo
externo al sujeto, principalmente el Estado, y es coercitiva. Son normas jurídicas porque
establecen deberes de conducta impuestos al sujeto por un ente externo a él, la regla puede
ser a través de prohibiciones o de normas imperativas inmorales. La responsabilidad es el
complemento necesario de la libertad.

El uso jurídico de la palabra proviene de poco antes de la revolución francesa, por influencia
del inglés. El término habría aparecido en el Derecho Constitucional inglés.

Así la responsabilidad debe entenderse, desde la perspectiva de una persona que ejecuta un
acto libre, como la necesidad en la que se encuentra la persona de hacerse cargo de las
consecuencias de sus actos.

El efecto contradictorio de una persona con las normas jurídicas ocasiona una reacción por
parte del Derecho (o la sociedad) contra el sujeto que viola dichas normas. La manifestación de
dicha reacción por parte del derecho se presenta mediante sanciones impuestas por el Estado.

LA SANCIÓN MORAL:

La sanción moral consiste en aprobación o desaprobación, recompensa o castigo que merece


el incumplimiento o la violación del deber. En ética, él termino sanción es comúnmente
asociado con pena, correctivo, condena y prohibición, por un lado; Y, por otro, aprobación,
autorización, beneplácito, permiso y anuencia.

Clasificacion. Las sanciones se clasifican en las siguientes: materiales, personales, sociales,


civiles y religiosas. Caracterizamos a cada una de ellas.

a) Las sanciones materiales. Consisten en las consecuencias naturales de nuestros actos: el


alcohólico sufre gran decaimiento físico que transmite a su descendencia; la riqueza para el
hombre que trabaja y es honesto, fiel a los preceptos morales.

b) Las sanciones personales se realizan en la intimidad de la persona, mediante la tristeza o el


remordimiento, para quien infrinja las normas morales, y la satisfacción del deber cumplido,
para quien se mantenga fiel a los preceptos morales.

c) Las sanciones sociales se manifiestan en los juicios públicos de reproche o alabanza sobre el
comportamiento observado; por ejemplo, la estimulación social para quien lleva una vida
virtuosa y el menosprecio de la comunidad para quien infrinja el orden moral.

d) Las sanciones civiles vienen dadas por el quebrantamiento de las leyes que conforman el
orden jurídico, por ejemplo, las multas, las prisiones y la pena de muerte.

e)Las sanciones religiosas estiman que el orden moral es sancionado por Dios con el
establecimiento de penas y castigos ultraterrenos, por ejemplo, el catolicismo nos habla del
cielo, del purgatorio y del infierno. Es sobre todo el espectro del infierno y la ilusión de un
paraíso, lo que el cristianismo ofrece ante los ojos de los hombres.

La sanción moral consiste en aprobación o desaprobación, recompensa o castigo que merece


el incumplimiento o la violación del deber. En ética, él termino sanción es comúnmente
asociado con pena, correctivo, condena y prohibición, por un lado; Y, por otro, aprobación,
autorización, beneplácito, permiso y anuencia.

Clasificacion. Las sanciones se clasifican en las siguientes: materiales, personales, sociales,


civiles y religiosas. Caracterizamos a cada una de ellas.
a) Las sanciones materiales. Consisten en las consecuencias naturales de nuestros actos: el
alcohólico sufre gran decaimiento físico que transmite a su descendencia; la riqueza para el
hombre que trabaja y es honesto, fiel a los preceptos morales.

b) Las sanciones personales se realizan en la intimidad de la persona, mediante la tristeza o el


remordimiento, para quien infrinja las normas morales, y la satisfacción del deber cumplido,
para quien se mantenga fiel a los preceptos morales.

c) Las sanciones sociales se manifiestan en los juicios públicos de reproche o alabanza sobre el
comportamiento observado; por ejemplo, la estimulación social para quien lleva una vida
virtuosa y el menosprecio de la comunidad para quien infrinja el orden moral.

d) Las sanciones civiles vienen dadas por el quebrantamiento de las leyes que conforman el
orden jurídico, por ejemplo, las multas, las prisiones y la pena de muerte.

e)Las sanciones religiosas estiman que el orden moral es sancionado por Dios con el
establecimiento de penas y castigos ultraterrenos, por ejemplo, el catolicismo nos habla del
cielo, del purgatorio y del infierno. Es sobre todo el espectro del infierno y la ilusión de un
paraíso, lo que el cristianismo ofrece ante los ojos de los hombres.

Bibliografía

Larrañaga, Pablo, El concepto de responsabilidad, Fontamara, México, D.F., 2000 (Fragmento


de la tesis doctoral dirigida por el Profesor Manuel Atienza con el título El concepto de
responsabilidad en la teoría del derecho contemporánea, diciembre de 1996, Universidad de
Alicante);
Villey, Michel, "Esquisse historique sur le mot responsable", Archives de Philosophie du Droit,
n° 22, París, 1977.

Jonas, Hans, El principio de responsabilidad, Herder, Barcelona. ISBN 978-84-254-1901-0gf.

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