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Otros títulos fracaso? ¿Qué significa que el éxito y el fracaso son dos im
Ignasi Giró Ignasi Giró nació en Barcelona y ha vivido en
Teoría optimista
Alexx Stuart triunfos y fracasos no existen, que son mentira. Sí. Como lo en el año 2001 trabajaba en un laboratorio suizo
Vida low tox oyes. Esta es una teoría «optimista» del fracaso. multidisciplinar que construía realidades virtua
les cuando Internet explotó y él se enamoró del
Manual para vivir saludable Ignasi Giró, que se define a sí mismo como un «físico crea
del fracaso
mundo digital. Empezó a hacer vídeos y a dise
en un planeta feliz tivo» que explora las fascinantes combinaciones entre tec
ñar páginas web, convirtiéndose en un creativo
nología, diseño y empatía, nos relata, por ejemplo, cómo
multimedia que había estudiado ciencias. Ha tra
un documental fallido se convirtió en un invento que dio la
Juliana McCarthy bajado como director creativo y de innovación
Somos estrellas
vuelta al mundo. Con lucidez y una buena dosis de humor,
un despido, una ruptura amorosa o un concierto sin público Un relato sobre el arte en múltiples agencias y en 2009 fundó la suya,
Honest&Smile, con la que creó marcas como Ho
Una guía moderna
de astrología
se convierten en valiosas oportunidades de aprendizaje. En
el mismo instante en que un universo de posibilidades de
de saber tropezar laLuz o lanzó al mercado productos como The
Love Box, Regalador o la conocida Timeless Box.
saparece, otro emerge con incontables nuevos caminos por
También ha dado conciertos como cantautor, fil
Steve Taylor explorar.
mado diversos documentales y presentado un
Por una ciencia espiritual A través de breves anécdotas personales, algunas dolorosas cortometraje en el festival de cine de Annecy.
Cómo superar los límites de la y otras desopilantes, Ignasi extrae enseñanzas que transfor Comparte sus aprendizajes escribiendo artículos
ciencia desde un enfoque integral ma en un singular arte de vivir y nos inspira a tropezar con y dando clases y conferencias sobre diseño, crea
menos miedos y más sonrisas. tividad e innovación. En la actualidad es director
de diseño de una consultora creativa en París y
John Tarrant
fundador de Empatree: un chatbot que ayuda a
El rinoceronte zen Ley Universal de la Relatividad del Fracaso
los seres humanos a gestionar mejor sus conflic
y otros koans que Los fracasos y los éxitos no son sucesos invariables, tos cultivando la empatía. Más información en
Ignasi Giró
te salvarán la vida sino relativos: dependen del sistema de referencia, del ignasigiro.com y @ignasigiro.
punto del espacio-tiempo desde el que se miren.
Todo suceso que en un lugar y un momento dado tie-
ne la apariencia de un fracaso, podrá muy bien tener la
apariencia de un éxito al ser observado desde otro lu-
gar o momento.
Cuando nos sentimos fracasados, es imperativo seguir
moviéndonos (en el espacio y en el tiempo) hasta en-
Sabiduría para una buena vida contrar el sistema de referencia desde el cual ese apa-
rente fracaso vire hacia percepciones más luminosas.
www.koanlibros.com | @koanlibros
ISBN 978-84-120537-4-6
BIC: VS
9 7 8 8 4 1 2 05374 6
Teoría optimista
del fracaso
Un relato sobre el arte
de saber tropezar
© Ignasi Giró 2019
© Ediciones Kōan, s.l., 2019
c/ Mar Tirrena, 5, 08912 Badalona
www.koanlibros.com • info@koanlibros.com
Todos los derechos reservados
ISBN: 978-84-120537-4-6 • Depósito legal: B-19.993-2019
Maquetación: Cuqui Puig • Diseño de cubiertas de colección:
Claudia Burbano de Lara • Ilustración de cubierta: Guille Manchado
Impresión y encuadernación: Liberdúplex
Impreso en España / Printed in Spain
A Maga,
por regalarme un jardín.
ÍNDICE
5. todo
es muy sinshillo
«El Axioma de Arkady» 39
8.
el misterioso vacío
«Ley del Hombre Colmena» 71
9. una
taza con la palabra amour escrita en ella
«Principio del Amor y la Escalera» 77
10. el like
más triste del mundo
«Axioma del #LenguadoPodrido» 85
luces inesperadas
12.
«Postulado de las —casi mágicas— Luciérnagas» 115
12 + 1. ¡qué
(buena) suerte!
«Axioma (breve) de John» 123
14. querido
ignasi, eres un fracasado
«Cartas pasadas, respuestas futuras» 131
17. un
simio habilidoso, un sufrimiento prescindible
«Gran Teorema del Bloque Intacto. Regla del Pulgar (oponible)» 155
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un currículum sin manchas o de una sonrisa sin grietas.
Huyo de las polarizaciones entre ganadores y perdedo-
res que ferozmente nos rodean. Y, por lo general, me
siguen pareciendo infinitamente más enriquecedoras las
grandes derrotas que los éxitos ensordecedores.
Ya lo habrás imaginado: no compré el libro que ha-
blaba de espermatozoides. Entre otras razones porque su
punto de partida, simple y llanamente, no es verdad. No
soy —ni tú eres— el fruto de un único espermatozoide
que ganó una carrera a vida o muerte contra sus compa-
ñeros. De hecho, nuevos estudios sugieren que los esper-
matozoides trabajan en equipo y que, para que uno solo
de ellos logre fecundar el óvulo, es necesario el sacrificio
de otros muchos, creando complejos flujos grupales que
faciliten la ansiada fecundación final.
En otras palabras: desde el inicio somos el fruto de
una infinidad de tropiezos en cadena. De montañas
de generosos fracasos.
¿No es maravilloso?
Disculpa, no me he presentado. Me llamo Ignasi. Nací
en Barcelona. Tengo cuarenta y tres años. Mis amigos
suelen llamarme Iggi. Y desde el año 1975 he acumulado
una serie importante de fracasos haciendo lo que más me
gusta: intentar diseñar «cosas» que aporten algún valor
al mundo o que solucionen algún tipo de problema.
Mi primer fracaso, si mal no recuerdo, tuvo lugar
en los años ochenta, cuando pasé varios días ideando
un sistema de transporte basado en vagones levitantes.
Descubrí luego que aquello ya existía, que había sido
fabricado en Japón y que se llamaba tren bala. En otra
ocasión diseñé un ingenio para cazar gorriones en el
«Postulado de Kipling»
15
«(...) Si puedes encontrarte con el triunfo y el
fracaso, y tratar a esos dos impostores de igual
manera (...)»
DÍSELO CANTANDO. O NO
19
En él les cuento —de hecho, les canto, porque he deci-
dido mandarles mi mensaje en forma de canción— que
no hay cajas, que se hundió el proyecto y que no van a
recibir el producto que llevan meses esperando. Les ex-
plico que mi intención es seguir luchando, pero que no
hay garantía alguna de que consiga llegar a buen puerto.
Para concluir, pongo en sus manos el destino último de
los pocos fondos económicos que me quedan, ofrecién-
dome a devolver el dinero a quienes así lo deseen.
Paseo nerviosamente por el piso.
Observo una vez más el botón de «Enviar».
Intento esbozar nuevamente un plan alternativo, una
salida —¿heroica?— que me permita fabricar el produc-
to a tiempo.
Vuelvo a recordar las respuestas negativas de fabri-
cantes y proveedores. Los presupuestos imposibles.
Las visitas a fábricas. Los «sí, sí, es viable fabricarla»
que con el tiempo viraron a «no, no es viable, lo senti-
mos».
Nunca me había sentido tan impotente, tan incapaz.
He dado lo mejor de mí mismo para salir adelante. Me
he consumido buscando soluciones. Pero todas las ten-
tativas han acabado despeñadas.
Dan las tres. Sigue lloviendo. Me siento de nuevo
delante del ordenador. Dos botones me interrogan desde
la pantalla, ajenos a mis tribulaciones:
«Enviar» o «Cancelar».
Pulsar el primer botón implica rendirme, confesar
el fracaso y aguantar el previsible chaparrón de quejas.
Además, las reacciones que pueda generar la canción son
difíciles de prever. ¿Sentará bien la ironía? ¿Suavizará
El Dolor de un fracaso
es proporcional
a la Ilusión invertida
en el proyecto que fracasa.
Podría establecer como prueba irrefutable de este teore-
ma mi experiencia personal con la Timeless Box, aunque
he podido validarlo en otras tantas ocasiones, muchas
más de las que me hubiese gustado.
Es un hecho comprobado: cuando se nos hunde un
proyecto, el dolor que experimentamos está íntimamen-
te vinculado a la ilusión que habíamos invertido en él.
Si nos ponemos muy rigurosos, cabría la posibilidad
de expresar el teorema con una ecuación matemática. Lo
siento, soy físico. Me encantan las ecuaciones. Pero no te
asustes, prometo mantenerlo todo muy sencillo.
Ilusión = Dolor
¿Qué te parece? ¿Te satisface mi propuesta?
A simple vista, parece correcta. Pero no lo es. La
ecuación afirma que la cantidad de dolor equivale a la
cantidad de ilusión. Sin embargo, el teorema dice que son
proporcionales, no equivalentes.
Proporcionales. De esta sutil palabra nacerá algo
luminoso.
Dos cosas son proporcionales cuando, al aumentar
la primera, aumenta automáticamente la segunda. Por
ejemplo, si una moto pasa por delante de tu casa, el rui-
do que emite su motor en la calle es proporcional al
ruido que tú oyes dentro. Sin embargo, y afortunada-
mente, estos dos ruidos no son equivalentes. Si lo fue-
ran, mañana mismo se hundirían todas las empresas que
venden sistemas de doble cristal aislante.
Entre el ruido de la calle y el ruido que oímos dentro
de casa hay un maravilloso invento llamado ventana,
que filtra las vibraciones y nos protege no solo del frío y
de la lluvia, sino también de los ruidos.
El Dolor de un fracaso
es proporcional
a la Ilusión invertida
en el proyecto que fracasa.