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Prof: Jaime Ojeda A

Hacía la construcción de una nueva Identidad Nacional


Historia y geografía plan común

Nombre_______________________________ Curso:_________________ Fecha:________________

Objetivo: Analizar y comprender la construcción de una nueva identidad social a partir de los cambios
sociales y políticos de los últimos años.
Habilidad: Comprender y analizar.
Instrucciones: leer el texto y visualizar el reportaje y luego responder las preguntas.

La caída de Pedro de Valdivia: por una nueva historia, por un nuevo


patrimonio

Durante los últimos días hemos presenciado la caída de una serie de monumentos en
distintas ciudades del país. Por las calles de Temuco la estatua de Arturo Prat se arrastraba
y en Concepción, al igual como sucedió en Irak con Sadam Husein, la imagen de Pedro de
Valdivia, el “padre fundador” de Chile, caía ante el algarabío de cientos de personas al son
de consignas en mapudungun. Estas imágenes no dejaron indiferente a nadie. Las voces
más conservadoras pusieron el grito en el cielo contra los infames de la patria y el
“lumpen”; otras denunciaron el daño al “patrimonio de todas y todos” los chilenos. Otras,
indicaron que esto se justificaba por la represión histórica al “Pueblo”.
Nada justifica la violencia, pero para poder dar un paso hacia delante debemos
comprenderla. Dentro de este proceso de comprensión el Patrimonio y la Historia también
entran en la discusión. Se hace urgente preguntarse ¿qué noción de Patrimonio concibe un
joven de Temuco que arrastra una estatua? o ¿qué relato histórico inspira a un joven de
Concepción para derribar la imagen del fundador de esa ciudad?
Los alegatos sobre la destrucción de símbolos patrimoniales o de las casonas e iglesias son
válidos tanto por la forma como por la pérdida material; lo bello de esas estructuras
constituían verdaderos “oasis” dentro de nuestras urbes, eran destellos de encanto en
oposición a la paupérrima falta de planificación de nuestras ciudades. No obstante,
reivindicar solo esto sería quedarnos en la violencia y fomentar la misma desigualdad.
Bastaría con hacerse algunas preguntas para abrir un debate al respecto, por ejemplo ¿por
qué algunas casonas de tanto valor simbólico se venden tan fácilmente y están autorizadas
para transformarse en cualquier negocio? ¿por qué un joven de una familia “promedio” en
Chile, que creció en la desigualdad, debería sentir algún aprecio por estos edificios, en
donde vivió gente que fomentó esta última? ¿por qué consideramos como patrimonio en
nuestras ciudades solo aquellos inmuebles que son copias de edificaciones europeas? ¿qué
Prof: Jaime Ojeda A

valores queremos transmitir con nuestras estatuas en el espacio público si, por ejemplo, la
mayoría de estas figuras son hombres que representan el machismo y la “guerra”?
Lo cierto es que lo sucedido la semana pasada develó que el tema del patrimonio y la
historia que lo inspira, son materias latentes en Chile y que, incluso, alguien que quiere
destruirlo todo también los tiene presente en su manera de actuar. De hecho, estas
conductas nos dejan pistas para comenzar a debatir. Una de ellas es la paradoja de cómo
operó la noción de Patrimonio e Historia en estos episodios. Quedó de manifiesto cómo
ambas nociones corren por carriles separados, es decir, su comprensión no sigue los
mismos patrones. Se atestigua cómo los discursos y significados sobre lo que se entiende
por Patrimonio en Chile no penetraron entre quienes son menos educados, menos “cultos”,
es decir, entre quienes históricamente han tenido menos oportunidades. En cambio, la
concepción de la historia que se utilizó en estas acciones sí respondió a los criterios e
informaciones que la élite ha querido transmitir desde la formación de la República.
La caída de las estatuas es una respuesta coherente a la concepción histórica que se nos ha
transmitido desde la infancia, la cual ha delineado nuestro Patrimonio. La inspiración de lo
ocurrido es el triunfo de la historiografía del siglo XIX que aún pesa en nuestra enseñanza y
que, lamentablemente, algunos historiadores todavía predican tanto por ignorancia como
para ganar tribuna en los medios. La Historia de Chile ha sido construida en la oposición de
clases y castas, lo que se transmite gracias a nuestra arcaica malla curricular que solo nos
habla de batallas, guerras, de mapuches contra españoles, etc. Se enseña la Historia con una
ausencia de complejidad y profundidad con fines de facilismo pedagógico, presentándola
como una sola línea temporal de hechos protagonizados por buenos contra malos, cuando la
Historia es compleja por esencia. Nuestra Historia es “infeliz”, no tiene episodios felices; a
excepción de los logros hechos por nuestra élite. Nuestra historia es de opresión y
represión, del orden y de los grandes personajes cuyas palabras y actos han sido puestos en
un relato que se ha transmitido uniformemente en el tiempo en nuestras escuelas y liceos.
El caso de Pedro de Valdivia es un ejemplo representativo de todo este conjunto de
equívocos. Su interés por Chile nunca fue real, ya que estaba obsesionado con el estrecho
de Magallanes porque desde ahí podría controlar el comercio con Asia. Un personaje
absolutamente moderno, con intereses locales, continentales y globales. Sus cartas
muestran cómo Santiago era solo un “primer eslabón” para llegar al extremo sur. En otras
palabras, las fuentes de la época muestran que Chile realmente no le interesaba. Sin
embargo, se lo ha embestido como el “padre fundador” y puesto en el centro de nuestras
ciudades. Al mismo tiempo, sus acciones de conquista, amplificadas por él mismo con tal
de lograr apoyo de la Corona, exhiben cómo se tuvo que enfrentar a “indios indómitos”,
etc., lo que de forma inmediata lo pone como un opresor de los indígenas y a estos como
víctimas. Simplificación de ambas partes por una concepción añeja de nuestra historia (por
suerte la nueva camada de historiadoras e historiadores ha comenzado a cambiar los
análisis).
Prof: Jaime Ojeda A

Nuestro Patrimonio debe replantearse desde un punto nuevo, más democrático, como la
nueva Constitución que necesita el país. Para ello, debe tener a los DDHH como fuente
inspiradora y no a una “historia infeliz”, que prolonga las desigualdades, como referencia.
Ni tampoco someterse a lo que los “expertos” de las municipalidades definan como
Patrimonial y/o digno de Conservación Histórica. El Patrimonio debe agrupar nuevos
espacios en su definición, como los peladeros donde se hacen ligas de fútbol cada domingo
en las poblaciones, las culturas indígenas y sus mestizajes, y hacerlos convivir con aquellas
casonas afrancesadas que nos “encantan”. Respecto a la Historia, algo similar debe ser
tomado en cuenta. Para ello, las historiadoras e historiadores debemos superar la tentación
moral de la reivindicación de los buenos contra los malos que nos heredaron nuestros
antecesores o que siguen algunos colegas. Una Historia así, es una historia inútil; es una
historia de próceres, de lemas llenos de violencia, como “por la razón o la fuerza”.
Necesitamos de una Historia que aporte en el debate, por ejemplo, sobre cómo se
configuran y perciben los territorios en el tiempo, o sobre cómo se construye y deshacen las
representaciones que han unido y politizado a nuestras sociedades. Esperemos que en
nuestra nueva Constitución esto quede plasmado.
(Diario el mostrador 23 de noviembre del 2019, disponible en :
https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2019/11/23/la-caida-de-pedro-de-valdivia-
por-una-nueva-historia-por-un-nuevo-patrimonio/)

Actividad.

En tu cuaderno responde las siguientes preguntas.

1.- Realiza un análisis critico del derribo de estatuas post estallido social. (recuerda tener en
cuenta las múltiples posturas respecto al caso). Escribe al menos 6 líneas con tu respuesta

2.- ¿Cuál es la importancia del patrimonio en la construcción de identidades nacionales?


Argumenta.

3.- Investiga respecto a algún patrimonio local (comuna) y crea un relato argumentativo
tomando una postura a favor o en contra de dicho patrimonio.

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