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Una de las confusiones más comunes al hablar de macroeconomía y comercio exterior tiene
que ver con los determinantes de la balanza comercial. Con frecuencia, esta confusión lleva
al uso de barreras al comercio que acaban por reducir las importaciones y las
exportaciones: la propuesta de aumentar los aranceles para sectores específicos tiene el
efecto potencial de reducir los flujos de comercio, dificultando el desarrollo de sectores
exportadores no tradicionales.
En lugar de aumentar los aranceles, habría que aumentar el ahorro nacional. Cuando la
demanda agregada de una economía supera la oferta hay déficit comercial. Esto implica que
la única forma como un país puede gastar más que sus ingresos corrientes es teniendo más
importaciones que exportaciones. Así pues, independientemente de que haya o no
aranceles, mientras el gasto agregado supere el producto habrá déficit comercial y para
reducir el déficit comercial será necesario aumentar el ahorro nacional.
El concepto de déficits gemelos propone que un mayor déficit fiscal implica un menor
ahorro agregado y, por tanto, un mayor déficit comercial. En definitiva, los esfuerzos por
aumentar el recaudo tributario y reducir el déficit fiscal se verían reflejados en una
reducción del déficit comercial.
Ir hacia allá la obliga a definir cómo reemplazar los ingresos que hoy obtiene por una
actividad en la que es experta.
Ese flujo se debe a que tiene un cliente muy rentable en el sector transporte: es el que más
consume energía y en un 93 por ciento se abastece de combustibles fósiles. “Así que si la
idea es que la empresa se dedique a energías no convencionales, de entrada tendrá un
problema de demanda”
Hay dos estrategias para avanzar en la defensa ambiental: (1) establecer impuestos que
castiguen el uso de combustibles fósiles y aumenten la rentabilidad relativa de la inversión
en sistemas de transporte limpios y/o (2) conceder estímulos fiscales para la adopción de
tecnologías de transporte limpias y para el cuidado de la biodiversidad. En ambos casos
habría que llevar a cabo una reforma tributaria ambiciosa, pues la primera propuesta exige
recaudar más impuestos y la segunda exige aumentar el gasto público.
Si bien estas estrategias son factibles, es importante reconocer que la lucha contra el
cambio climático exige pagar costos importantes. Por ejemplo, la transición energética
puede acarrear costos distributivos asociados con la recomposición sectorial de la economía
y aumentar las tasas de desempleo.
Estos costos comprometen la viabilidad política de las propuestas, pues probablemente los
grupos que podrían verse afectados se opondrán a ellas, como ocurrió en Francia con los
chalecos amarillos. Por esa razón, la política ambiental tendría que ir acompañada de una
política social que compense los efectos distributivos mencionados. Por supuesto, esto solo
es posible con un aumento importante en el recaudo tributario.
Por su parte la propuesta específica de no suscribir nuevos contratos de exploración tendría
efectos negativos en el mediano plazo sobre la balanza comercial y el recaudo tributario.
Además, los efectos en las emisiones serían modestos o nulos a menos de que haya un
cambio generalizado en las tecnologías de transporte.
REFORMA A LA SALUD
El programa del candidato Petro, dado que propone una reforma exhaustiva
del sistema de salud, con un cambio de modelo hacia uno completamente
opuesto, genera incertidumbre en torno a las consecuencias de dicho cambio,
pero también, a la forma y recursos necesarios para ello.
A FAVOR
PROPUESTA DE EDUCACIÓN
DERECHO A LA EDUCACION
Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo integral de la persona y
define la capacidad de las niñas y niños para ser ciudadanas y ciudadanos saludables,
responsables y productivos para sí mismos, su familia y la sociedad. Por ello, es importante
garantizar que tengan un nacimiento saludable, logren el apego seguro, tengan un estado
nutricional adecuado, logren una comunicación verbal efectiva, aprendan a caminar solos,
regulen sus emociones y comportamientos y desarrollen la capacidad de representar sus
vivencias.
La niña y el niño son sujetos de derecho
Las niñas y los niños son seres únicos que –desde su nacimiento- experimentan un proceso
de descubrimiento de sus capacidades y potencialidades que les permite actuar en la vida.
Son seres sociales pues forman parte de una familia y se desarrollan en un determinado
contexto social y cultural.
El Estado y la sociedad deben reconocer y garantizar sus derechos para ampliar sus
capacidades y oportunidades.
Invertir en el desarrollo humano los primeros años de vida es muy rentable. Se ha
demostrado que la inversión en intervenciones orientadas a la infancia (considerando desde
la etapa de gestación) genera mayores ingresos a las familias. Por eso, un país que invierta
en los primeros cinco años de vida de sus ciudadanas y ciudadanos, tendrá un mayor ahorro
debido al menor gasto futuro en intervenciones de recuperación (de 4 a 9 dólares por cada
dólar invertido).