Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TRANSF RMAME
Lección 25
TEXTO CLAVE:
«El que fue sembrado en pedregales es el que oye la
palabra y al momento la recibe con gozo, pero no tiene
raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción
o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza»
(Mateo 13:20-21).
INTRODUCCIÓN
En la parábola del «sembrador que salió a sembrar», Jesús enseñó
que no todos los cristianos que inician el viaje de la fe llegarán a
alcanzar la madurez completa. De hecho, solo la semilla que cayó
en buena tierra (que representa a aquellos que reciben la Palabra
con corazón bueno y dispuesto) alcanzó la madurez y produjo fruto
(Mateo 13:23). Por medio de la «semilla que cayó en pedregales» y
la que «cayó entre espinos», Jesús enseña que algunos de los que
inician el viaje de la fe no llegarán a producir fruto para su gloria.
NOTAS:
NOTAS:
La versión que Lucas provee de esta parábola da algunos
detalles adicionales acerca de cómo el oyente representado
por la semilla que cayó en buen terreno logró producir frutos.
Se nos dice: «Pero la que cayó en buena tierra son los que con
corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con
perseverancia» (Lucas 8:15). Según este pasaje, la fórmula para
el éxito en vencer todos los obstáculos consiste en (1) recibir la
Palabra con un corazón bueno; y (2) después de haber recibido
la Palabra, retenerla. Luego Dios se encarga de la obra de
producir frutos en nuestras vidas. En otras palabras, la clave para
vencer consiste en que, después de venir a Cristo, necesitamos
permanecer en el taller. Jesús dijo «Permaneced en mí» (Juan
15:4); «Permaneced en mi palabra» (Juan 8:31); «Perseverad
hasta el fin» (Mateo 10:22). Pablo dice, «retengamos firme hasta el
fin nuestra confianza del principio» (Hebreos 3:14); «No perdáis...
vuestra confianza» (Hebreos 10:35); «Permaneced fundados
y firmes en la fe, sin moveros de la esperanza del evangelio»
(Colosenses 1:23).
REFLEXIÓN
Esta es mi palabra de aliento para ti, querido líder. No solo que
entiendas lo que se requiere para crecer espiritualmente, sino
que también lo pongas en práctica y perseveres haciéndolo.
Deja que Dios se encargue del milagro del crecimiento. Solo
mantén tus ojos en el horizonte. Mantén tus ojos en lo único que
es constante en este mundo—Jesucristo, el Hijo de Dios. «Estado
persuadido de esto, que el comenzó en vosotros la buena obra
la perfeccionará hasta el día de Jesucristo» (Filipenses 1:6).
PUNTOS DE ORACIÓN
• Por sabiduría y fortaleza para discernir y vencer todo lo que
pueda distraernos en la vida espiritual.
• Que permanezcamos en Cristo continuamente.