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Manifiesto
Ecuatoriano del
Octubre Trans
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1> El Manifiesto Ecuatoriano del Octubre transgenero.org>. mercantiles para regular la situación
Trans fue lanzado por el PROYECTO 2> Elizabeth Vásquez es una activista que patrimonial de parejas del mismo sexo
TRVNSGÉN3RO - Cuerpos Distintos, se autodefine como “alternativista y (2004), el litigio “Ciudadana Luis Enrique
Derechos Iguales, plataforma política transfeminista”. Abogada de formación, se Salazar contra el Registro Civil del
transfeminista con sede en Quito, Ecuador. ha especializado en el diseño y ejercicio de Ecuador” (2007), y su trabajo actual con la
A él adhirieron, en el marco de la campaña “usos alternativos del derecho” con los puesta en escena de paradojas jurídicas.
internacional Stop Trans Pathologization que propone la “subversión desde dentro” 3>Recogiendo un aporte de Ana Almeida,
2012, colectivos y organizaciones trans de del aparataje jurídico patriarcal, por parte del Proyecto Transgénero.
catorce provincias del Ecuador, agrupadas de las mujeres y de quienes ocupan “el 4> Recogiendo un aporte de Andrea
bajo la Confederación Ecuatoriana de lugar del femenino” en la sociedad. Entre Aguirre, de las Mujeres de Frente, Casa
Comunidades Trans e Intersex. Más sus principales “usos alternativos” cabe Feminista de Rosa.
información en <www.proyecto- mencionar la adaptación de contratos
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otras prácticas transfóbicas, como la vio- Mientras, en otros lugares, el criterio quirúrgi-
lencia y la exclusión. co se inclina hacia la feminización como una
Por eso, DENUNCIAMOS: opción más fácil de “normalización” de “ge-
Que en las calles de Quito en que nos mani- nitales ambiguos”, aquí se prefiere la “equi-
festamos este 17 de Octubre; en la Miche- vocación” hacia el lado masculino. Y, aunque
lena, en la Mariscal, en la Plaza del Teatro o escapar del bisturí constituye tal vez una
en “La Y”, la transfobia se expresa en insul- “ventaja de la desventaja” propia de nuestra
tos, botellazos, balines de goma, huevos y realidad, todavía estamos lejos, en todas par-
crímenes de odio que buscan “borrar lo tes, de escapar de la tiranía de tener que so-
trans”, aniquilando a comunidades cultura- brevivir en un orden binario de cuerpos-gé-
les visibles, como lo son las familias de tra- neros en el que de partida no encajamos.
bajadoras sexuales callejeras. Que en provincias como Guayas y Pichin-
Que la privación histórica en el acceso a la cha, existen clínicas privadas de rehabilita-
vivienda, al empleo, a la educación y a la ción que ofrecen tratamientos psicológicos
salud nos ha confinado a una supervivencia para “curar” la homosexualidad femenina y
en guetos socio-culturales y económicos y la transexualidad8; y que la existencia de es-
que esta existencia paralela o “coexistencia tas clínicas evidencia esa patologización
de espaldas”5 también borra lo trans. grosera y abiertamente ilegal que, no obs-
Que la discriminación en el acceso al espa- tante, encuentra la complicidad de familias
cio público es una de las prácticas más vio- enteras y la negligencia del Estado ecuato-
lentas sobre los cuerpos y estéticas distin- riano; cuando cinco años de denuncias no
tas en la ciudad, y que las batidas policiales han sido suficientes para clausurar definiti-
que limpian las calles de específicos colec- vamente estos establecimientos, o evitar
tivos que las ocupamos “sin objeto plausi- que reabran con facilidad.
ble alguno”6 hacen parte de esa práctica. Que en nuestra cultura blanco-mestiza pre-
Que, en Ecuador, las personas que nace- dominante, heredera de un Derecho occiden-
mos en biologías femeninas, sufrimos de tal, la enfermedad mental ha ido de la mano
cargas laborales más pesadas, una peor de una de las instituciones jurídicas más de-
calidad de vida, peor nutrición en relación terminantes de la vida civil –la “capacidad”–
con los hombres biológicos, y un control que designa la facultad de l@s sujetos de re-
más cerrado por parte de nuestras familias presentar sus “propios y personales dere-
sobre nuestras vidas y decisiones sexuales. chos” o, alternativamente, requerir el tutelaje
En la privación del ocio y, por tanto, del “lu- de tercer@s o el del Estado mismo; y que, en
gar en el que se reinventan las cosas”7, los el saco de l@s “incapaces” hemos estado,
transgéneros masculinos, al igual que las históricamente, las personas que ocupamos
mujeres, nos vemos privad@s de la posibili- los lugares femeninos de la sociedad.
dad de reinventar nuestro propio cuerpo. Que, a treinta años de que en el Ecuador la
Que en Manabí –provincia con cierta preva- mujer casada haya dejado de necesitar la
lencia de nacimientos intersex– a l@s “indefi- ratificación marital de sus actos civiles9 y el
nid@s” se nos obliga a vivir como varones. permiso marital para ejercer su libertad de
5> Como diría Boaventura de Souza trabajadoras sexuales trans y otr@s 8> Como lo han venido documentando
Santos. “sospechos@s” en el espacio público. Tatiana Cordero, Taller de Comunicación
6> Usando el lenguaje textual del Artículo 7> Recogiendo un aporte de Pablo Mujer, y Fundación Causana.
612 del Código Penal ecuatoriano, que Mogrovejo, de la Coalición Ecuatoriana 9> Nos referimos a la reforma en la legis-
todavía se usa para reprimir a para la Diversidad Cultural. lación civil de 1979.
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tránsito, la tutela patriarcal sobre los cuer- construye a est@s hombres y mujeres post-
pos femeninos y trans permanece, en cam- transexuales con base en cánones eurocén-
bio, básicamente incuestionada. tricos de masculinidad y feminidad. A pesar
Que la tutela patriarcal se expresa, en el pe- de todo esto, desde la resistencia corporal,
or de los casos, en un sistema penal que la conciencia transfeminista, y la intención
castiga los actos de disposición sobre el política de “subvertir desde dentro”,
propio cuerpo; y, en el mejor de los casos, CELEBRAMOS:
en un sistema de salud negligente que con- Que sumarnos a esta Campaña Internacio-
dena a las personas a intervenirse corporal- nal de Pare a la Patologización de la Transe-
mente sin asistencia alguna y por propia xualidad nos involucra a tod@s en un diálo-
cuenta y riesgo, desestimando las prácticas go intercultural que matiza nuestras respec-
identitarias como actos caprichosos de es- tivas comprensiones de la causa trans en el
tética. De ahí el fenómeno común de la au- mundo, porque nos permite desenmascarar
to-cirugía, la auto-hormonización, y la utili- formas de transfobia con las que acaso con-
zación de sucedáneos peligrosos del silicón vivimos sin darnos cuenta; y prevenir que
quirúrgico, como la inyección directa de otras podrían introducirse en nuestro entor-
aceite de avión y otras sustancias, que co- no, o hasta “importarse” deliberadamente.
bran cientos de vidas trans cotidianamente. Que la diversidad trans existe a pesar de los
Que, en sociedades del norte que, a diferen- intentos institucionales por borrarla y a pe-
cia de la nuestra, han aprobado legislacio- sar de las marginaciones históricas de nues-
nes y servicios de salud específicos “en be- tra experiencia; y que es una diversidad que
neficio” de la población trans, la tutela pa- se desborda en una multiplicidad de expre-
triarcal también permanece incuestionada, siones culturales, instituciones propias, len-
sólo que se expresa, más sofisticadamente, guajes propios e identidades colectivas que
en el diagnóstico psiquiátrico de “disforia de no dependen del canon civilizatorio oficial,
identidad de género” que re-edita aquella ni del sistema jurídico formal, ni de las insti-
antigua conexión entre enfermedad mental e tuciones oficiales para existir. Por eso tene-
incapacidad que históricamente ha pesado mos nombres culturales, y apellidos cultura-
sobre las mujeres y otr@s femenin@s. les, y familias culturales y géneros reales,
Que el aparataje psiquiátrico y médico que en más allá de los nombres, apellidos, paren-
esas sociedades se pone al servicio de una tescos y sexos legales. Y por eso, ni la an-
reasignación binaria de sexos-géneros tam- droginia de la costa, ni el travestismo de la
bién borra lo trans, pues condena a las perso- sierra, ni el fenómeno extendido de la mater-
nas trans a existir únicamente en dos planos, nidad transmasculina en Ecuador pasan por
a saber: como anhelos fallidos de “mujer” u el bisturí, por la tecnología, por el dictamen
“hombre” en tanto disfóric@s diagnosti- estético o por el diagnóstico psiquiátrico de
cad@s, o, como “hombres” o “mujeres” post- la cultura dominante.
transexuales en tanto disfóric@s tratad@s. Que, gracias a la alianza transfeminista que
Que la reasignación binaria de sexos-géne- sostuvo una “presencia incómoda”10 en la
ros, además de transfóbica, es una práctica Asamblea Nacional Constituyente de Mon-
racista y colonial, que corrige, reasigna y tecristi-2008, tenemos una Constitución
10> Así se denominó a la alianza entre el Aborto, Mujeres de Frente, Casa Asamblea Constituyente.
Proyecto Transgénero, Confetrans, Feminista de Rosa, Causana y otros
Coalición por la Despenalización del colectivos feministas durante la
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