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LEONEL FERNANDEZ

Primer período presidencial: 1996-2000

POLITICA EXTERIOR.
Su creciente incidencia en los círculos intelectuales a través de conferencias, trabajos
periodísticos y debates, se vio acompañada de una progresiva ascendencia en el seno de
su partido, que lo llevó a ocupar posiciones de gran responsabilidad política,
convirtiéndose en miembro del Comité Central, en 1985, y del Comité Político, en 1990. En
el PLD ocupó la Secretaría de Asuntos Internacionales y de Prensa, y fue director de la
revista Política, Teoría y Acción.
Fernández fue un discípulo muy cercano de Juan Bosch, presentándose como candidato a
la vicepresidencia junto a este durante las elecciones presidenciales de 1994, pero
resultaron derrotados por el presidente Joaquín Balaguer, que buscaba la reelección en
ese momento.

POLÍTICAS SOCIALES ( EMPLEOS, EDUCACIÓN, SALUD, INFRAESTRUCTURA Y


TRANSPORTE)
Fernández fue juramentado presidente el 16 de agosto de 1996, sucediendo a Joaquín
Balaguer, para convertirse en el primer Jefe de Estado que surge del Partido de la
Liberación Dominicana y uno de los más jóvenes estadistas de Latinoamérica en ese
entonces.
Durante su período de gobierno, la agenda política de Fernández se centró en críticas
y austeras reformas económicas y en mejorar la macroeconomía. Incentivó la
participación en organizaciones políticas y económicas del hemisferio, como
la Organización de los Estados Americanos OEA y la Cumbre de las Américas. La
economía dominicana disfrutó de una tasa de crecimiento promedio de siete por
ciento, el más alto de América Latina en ese período, junto con países como Corea del
Sur. La inflación se estabilizó por debajo de un dígito, el más bajo de toda América
Latina. Su gobierno se enfocó en la creación de proyectos de infraestructura, que
incluían la construcción de elevados viales, túneles, y bulevares en el centro de la
ciudad de Santo Domingo, específicamente en las avenidas 27 de febrero y John F.
Kennedy. Favoreció la inversión extranjera, pero se descuidaba en sectores sociales
como educación y salud pública. Fernández emprendió una dinámica y
agresiva política exterior que rescató a la República Dominicana de su aislamiento
tradicional y la colocó en el mismo centro de los procesos de integración regional,
apertura de mercados y globalización.
Fernández también inició un plan muy personal y con visión de futuro para ejecutar en
la República Dominicana. Además se propuso desarrollar el país comparativamente y
haciendo referencia a los del primer mundo, diciendo "Nosotros podemos ser el
Singapur del Caribe".[13]
Convencido de que el desarrollo de la tecnología de la información y comunicaciones
representa el motor más poderoso para el progreso de una nación moderna, y
después de descuidar la educación en principio, dedicó esfuerzos especiales a equipar
todas las escuelas públicas secundarias del país de laboratorios de informática.
Instauró el premio a los estudiantes meritorios, otorgado mensualmente a nivel
nacional; promovió la cultura de la lectura a través de las competencias
denominadas Olimpíadas de lectura y dejó establecida la Feria Internacional del Libro
de Santo Domingo. Estableció el desayuno escolar, favoreciendo así a una gran
población estudiantil de escasos recursos.
El 10 de septiembre de 1997 crea la Autoridad Metropolitana de Transporte
(AMET) mediante el Decreto presidencial No. 393-97. Organismo encargado de
ordenar el transporte en la República Dominicana. A la vez ese mismo año se crea
mediante el Decreto presidencial No. 448-97 la Oficina Metropolitana de Servicios de
Autobuses (OMSA), la cual se encarga del transporte público bajo administración
del Estado.[14]
En el plano económico, el gobierno de Fernández puso en marcha programas para la
creación de empleos, dando apoyo financiero a las micros, pequeñas y medianas
empresas, construyendo nuevas zonas francas industriales y realizando una activa
estrategia para captar capitales extranjeros. Sin embargo, sectores de la sociedad
civil argumentaron que esos logros no se tradujeron en una mejoría en los ingresos o
la calidad de vida del pueblo dominicano. Además fue muy criticado en una parte de
su política económica que consistía en la privatización de empresas del estado como
la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), el Consejo Estatal del Azúcar (CEA)
y la Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE). Algunos sectores
alegan que la crisis eléctrica se profundizó debido a su privatización.
Bajo su mandato se elaboró el Tratado de Libre Comercio (TLC) con los países
de CARICOM y Centroamérica.
Fernández no aspiró a un segundo mandato ya que constitucionalmente estaba
prohibido que un presidente gobernase en periodos consecutivos, y por lo tanto, su
partido eligió a su segundo hombre de confianza, Danilo Medina, como su candidato
para las elecciones de 2000. Sin embargo, Medina fue derrotado por el líder
carismático populista del PRD, Hipólito Mejía, quien capturó el sentimiento popular de
la época, aprovechando que muchos dominicanos consideraron que las reformas y el
alegado crecimiento económico de Fernández no se reflejaba en su vida cotidiana.

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