Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Historias de Rab Jaim Kanievsky z´l

Salo Michán M.

~1~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Le preguntaron a Rab Jaim Kanievsky z´l:

—¿Cómo le da tiempo para estudiar y hacer tantas
cosas en un año?
Contestó Rab Jaim Kanievsky z´l:
—El año tiene 365 días y cada día tiene 24 horas y
cada hora tiene 60 minutos y cada minuto tiene 60
segundos. Sólo hay que aprovecharlos.

“La inteligencia no es la que hace grande a la

persona, sino más bien: "La constancia"
(Rab Jaim Kanievsky z´l)

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Índice
Índice ..................................................................................... 3
Todos debemos agradecer .................................................. 5
Se le cayó todo el pelo, menos las Peot............................. 6
Es fácil conseguir la Berajá .................................................. 8
No te distraigas al momento del Birkat Hamazón .......... 10
Las langostas de Rab Jaim Kanievsky ............................ 11
¿Por diez minutos? ............................................................ 14
Si los niños que se educan aquí tienen esta moral… .... 15
No tengo ni siquiera control sobre mi propio cuerpo .. 16
Quienes se perdonan deben siempre salir vencedores 18
¡614 veces! No hay duda ................................................... 21
Ese honor corresponde a aquel joven ............................. 23
Una carta de perdón firmada por su propia esposa ..... 24
La culpa es de los padres .................................................. 28
Esos misiles no tocan Bené Berak .................................... 28
Quienes se perdonan deben siempre salir vencedores y
beneficiados ........................................................................ 29
Rab Jaim veía más profundo ............................................ 32
Somos millonarios por practicar las Mitzvot ................. 33

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La Mitzvá de amar al semejante en el matrimonio ....... 35

La promesa se debe cumplir ............................................ 36
Así como tu esposa supo perdonar de corazón ............ 38
Búscala, pídele perdón de corazón y serás bendecido . 41
Acostumbro darle a mi perro comida sencilla .............. 43
Dónde se habla de perros en cada Guemará ................. 44

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Todos debemos agradecer

Pregunta Rab Jaim Kanievsky:
—En Tehilim dice así: Mizmor Letodá, Hariu
LaHashem Kol Haaretz, “Salmo de agradecimiento:
Canten jubilosos a D-os, habitantes de la tierra”.1
¿Por qué David Hamelej nos obliga a todos a
agradecer a D-os? Lo más correcto sería que quien
tuvo algún problema o salió de alguna situación
difícil o complicada, sea el que agradezca a D-os.
Contestó Rab Jaim Kanievsky con una historia real
que ocurrió en Israel.
Una noche llegó una persona al Midrash (Casa de
Estudio) para donar una pequeña Seudá (comida) en
agradecimiento a que salvó la vida en un choque
que sufrió en una calle de Israel.
Al otro día llegó otra persona con una nueva
pequeña Seudá y todos pensaron que él también
había salvado la vida en algún accidente que tuvo
algún día.
Ésta dijo a los presentes:

1
Tehilim 100:1.

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—Yo no estoy agradeciendo por salvar la vida en

algún accidente o en algún choque. Estoy
agradeciendo a D-os por el hecho de que he pasado
miles de veces por ese lugar donde chocó nuestro
amigo, y a mí nunca me pasó absolutamente nada.
Es lo que dice Rab Jaim Kanievsky: todos debemos
agradecer a D-os por todo lo que nos da, lo que nos
quita, lo que no nos da y todo lo demás.

Se le cayó todo el pelo, menos

las Peot
Esta historia es realmente increíble, con la que
podremos ver la fuerza de la Tefilá.2
Llegó un hombre con Rab Jaim Kanievsky
acompañado por su niño de siete años para contarle
esta historia:
Este niño que estudia en una escuela en Bené Berak
se enfermó muy gravemente con un tumor. En un
período de la enfermedad iban a comenzar las
radiaciones, y los padres le explicaron al niño que se
le iba a caer todo el pelo de la cabeza.

2 Alenu Leshabeaj Bereshit 25, 21.

~6~
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El niño no entendía qué pasaba, pero después de

unas horas comenzó a llorar amargamente y decía:
pero ¿cómo caminaré sin Peot en la calle? Aquí en
Bené Berak todos los niños caminan con Peot… Y
lloraba amargamente sin parar.
El niño volteó su cara hacia la pared y comenzó a
rezarle a Hashem y así dijo en su Tefilá: “No hay
quien se apiade de mí, más que Tú. Recibo sobre mí
con todo el amor la enfermedad que me estás
mandando. Y estoy de acuerdo que comenzar esas
radiaciones ya que durante todo el proceso sé que
estarás a mi lado. Estoy dispuesto a perder todo el
pelo de mi cabeza, incluso que pasaré muchas
vergüenzas en la calle y con mis amigos. ¡Pero las
Peot! ¡Las Peot! ¡Las Peot no!”
Y el niño lloraba y lloraba y decía: “¡Pero las Peot!
¡Pero las Peot! ¿Cómo puedo perder esas Peot? ¡Son
la apariencia de un niño Yehudí!
Hashem, ¡te pido que no se me caigan mis Peot!
Padre querido, padre mío, te pido que se queden las
Peot conmigo durante todo el proceso”.
Durante una hora completa lloró el niño por sus
Peot. Los padres lloraban junto con el niño.
Y comenzaron las radiaciones.

~7~
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El milagro pasó. El milagro se llevó a cabo según

lo que el niño pidió. Las Peot no se le cayeron
durante todo el tiempo de las radiaciones. Se le cayó
todo el pelo, menos sus Peot.
El padre del niño llevó a su hijo con Rab Jaim
Kanievsky para mostrarle que es verdad el milagro
que le permanecieron las Peot.
El padre contó que los doctores no entendían cómo
era posible, ya que nunca en la historia habían
escuchado algo igual.
Cuando Rab Jaim Kanievsky escuchó la historia les
llamó a sus familiares para que vieran al niño con sus
Peot completas.3

Es fácil conseguir la Berajá

Muchas personas buscan las mejores Segulot en el
mundo para conseguir éxito material, van con los
Jajamim más grandes del mundo para pedirles
Berajot, se esfuerzan muchas veces al extremo, etc.,
pero el problema radica en que no es necesario todo
eso. Lograr éxito económico, social, material,
espiritual, etc., es más fácil si tenemos a Dios frente

3 Alenu Leshabeaj Bereshit 25, 21.

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a nosotros. Y no sólo eso, sino que Él nos bendecirá

con mucha voluntad.
Ahora bien, ¿cuál es la solución a esto? ¿Cómo
podemos tener a Dios frente a nosotros y pedirle lo
que deseamos?
La Torá lo dice claramente: Bejol Makom Asher Azkir
Et Shemí, Abó Eleja, Uberajtija, “En cualquier lugar
donde recuerden mi Nombre, vendré contigo y te
bendeciré”.4 Dicen los Jajamim que, si recordamos a
Dios, por supuesto concentrados, con buenas
intenciones, pronunciando bien las palabras, etc., Él
estará con nosotros en todo momento y con mucha
voluntad de bendecirnos.
Dicen los Jajamim algo sorprendente: cuando se
dice Berajá con pureza y concentración sobre alguna
comida y/o bebida, éstas serán medicina para los
dolores que la persona pueda tener.5
Debemos conocer el valor que tiene una Berajá bien
dicha. La fuerza que contiene una Berajá dicha como
se debe es muy grande y elevada, con la cual
podemos romper decretos y satisfacer cualquier
necesidad que precisemos.

4
Shemot 20:21.
5
Sifté Cohén sobre la Torá, Perashat Ekeb.

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En todo momento que Rab Jaim Kanievsky daba

consejos para corregir alguna situación, ya sea
económica, social, etc., siempre hablaba sobre
mejorar en decir las Berajot.

No te distraigas al momento del

Birkat Hamazón
Escribió el Shulján Aruj:6 “Está prohibido
interrumpir al momento de recitar el Birkat
Hamazón, ya que es como si se estuviera diciendo la
Amidá. No podrán hacerse señas, ya sea con la mano
o con la vista, o algún otro movimiento”.
Rab Ainfled dijo en una ocasión: “He visto mucha
gente que, cuando está diciendo Birkat Hamazón y
reciben una llamada telefónica, toman el teléfono y
dicen: Nu, Nu; o cuando tocan a la puerta de la casa
mencionan algo. Esto está totalmente prohibido”.
Dicen en nombre del Jazón Ish que, entre las
Berajot del Birkat Hamazón, puede contestarse
“Amén” a alguna Berajá que se escuche.
Contó Rab Janiná Shif que estaba en una ocasión
con Rab Bet Israel en la Seudá de Shabat y, cuando

6
Simán 183, Saif 8.

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estaban diciendo Birkat Hamazón, tocaron a la puerta

y alguien de la casa se levantó para abrir. Rab Bet
Israel se puso de pie y dijo:
—Ignorantes, ¿no saben que está prohibido
distraerse en Birkat Hamazón?
Contó Rab Jaim Kanievsky que cierta vez el Jazón
Ish vio que un niño estaba jugando mientras decía
Birkat Hamazón, y el Jazón Ish le preguntó:
—¿También cuando dices la Amidá juegas?
El Birkat Hamazón debe decirse con total
concentración y no ocuparse absolutamente en nada
mientras se recita; por ejemplo, no debe recogerse de
la mesa lo que quedó, no pasar los platos o vasos de
un lugar a otro, no hacer señas, etc., ya que en ese
momento estamos cumpliendo una Mitzvá de la
Torá.

Las langostas de Rab Jaim

Kanievsky
Rab Jaim Kanievsky estaba estudiando las leyes
de las langostas, sobre que algunas de ellas son
kesherim, permitidas, y algunas de ellas prohibidas,
y tienen unas señales especiales para saber qué
especie es Kasher. (En la actualidad no las comemos

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porque no tenemos tradición para saber cuáles están

permitidas.) Se le hicieron difíciles ciertos detalles
respecto a cuáles eran las señales de Kashrut y pidió
a su hija que fuera a Yerushalaim (Jerusalem) al
museo de ciencias naturales, para ver si podía traer
alguna información que le ayudara a entender
aquello de las señales.
Sin embargo, en el museo tenían información
sobre mariposas y otras criaturas que resultan más
interesantes para el público, pero sobre langostas
no.
El Rab continuó estudiando el tema cuando, de
repente, se posó delante de él una langosta, la que
logro atrapar y ver lo que necesitaba para entender
el tema que estaba estudiando. Luego la soltó y la
langosta voló y desapareció.
Al continuar su estudio nuevamente, llegó a un
punto donde tenía una dificultad para entender la
Halajá (Ley) y otra vez se posó la langosta delante de
él, para que pudiera ver todo lo que necesitaba, y
después se fue.
El compañero de estudio de Rab Jaim, quien
presenció todo esto, lo divulgó y un conferencista lo
comentó en una de sus pláticas.

~ 12 ~
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Entre los oyentes había alguien que se oponía a

que calificaran a Rab Jaim Kanievsky como una
persona que podía hacer milagros, por lo que pidió
al conferencista que interrumpiera ese cuento. El
especialista, para no entrar en discusión, siguió
hablando de otro tema. El hombre aquel regresó a
su casa y estaba llena de langostas.
En un primer momento, no relacionó las cosas y
llamó a una compañía de fumigación, que apenas
estaba dispuesta a ir tan tarde para fumigar ese
lugar. Sin embargo, no sirvió y pensaron que el
efecto de los químicos se vería al otro día… pero no
fue así.
Al otro día el hombre tuvo que volver a llamarlos.
Y la segunda vez tampoco dio ningún resultado.
En ese momento se percató de que, tal vez, lo que
estaba ocurriendo se relacionaba con eso que él le
dijo al conferencista. Inmediatamente fue a ver al
conferencista y le pidió que lo perdonara. Éste le
dijo:
—Tú no me faltaste el respeto a mí, sino a Rab
Jaim. Si quieres, ve a pedirle perdón.
Al hombre no le quedó otra alternativa que ir a
formarse en la fila, hasta que pudo entrar con Rab
Jaim y le relató lo sucedido. Rab Jaim sonrió y le dijo:

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—Seguro que te perdono. No hay ningún enojo de

mi parte.
El señor regresó a su casa y ya habían
desaparecido las langostas. (Esta historia fue
relatada por alguien que fue a confirmar los hechos
con la Rabanit Batsheba Kanievsky, esposa de Rab
Jaim.)7

¿Por diez minutos?

El Jazón Ish contó cierta vez a Rab Jaim
Kanievsky que en una ocasión su padre estaba
ayunando en Yom Kipur y empezó a sentirse mal.
Cuando el doctor lo auscultó, le dijo que necesitaba
comer. El padre del Jazón Ish comió diez minutos
antes de que acabara Yom Kipur, y mucha gente que
se encontraba ahí preguntó:
—¿Por diez minutos, Jajam? ¡Se hubiera aguantado
diez minutos más!
Cuando escuchó esto el Jajam, dijo:
—Yo no ayuno en Yom Kipur para decir que
ayuné. Yo ayuno en Yom Kipur porque Dios así lo

7 Derashot de Jajam David Shwekey, Sijá 75.

~ 14 ~
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desea; y si tuve la necesidad de comer, fue porque

así exactamente lo quiso Dios.
El padre del Jazón Ish se comportó como un
esclavo fiel de Dios e hizo lo que la ley marca, pues
esa era la voluntad de Dios.

Si los niños que se educan aquí

tienen esta moral…
Había un Yehudí que tenía un amigo secular y
quería acercarlo a la Torá. Una vez le propuso que
lo acompañara a visitar a Rab Jaim Kanievsky.
Subieron a un taxi y fueron a Bené Brak, y allí
preguntaron a un niño que estaba en la calle dónde
vivía Rab Jaim.
El niño les respondió que les convenía parar ahí y
caminar un poco a pie en la dirección que les indicó.
Bajaron del taxi y empezaron a caminar en esa
dirección. Al rato escucharon que alguien los
llamaba de atrás. Voltearon y vieron que venía
corriendo hacia ellos el niño que les indicó el
camino, acompañado de un amigo.
El niño se disculpó con ellos y les dijo que se había
equivocado, que tenían que ir por otra dirección y
les hubiese convenido seguir con el taxi.

~ 15 ~
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—Pero no se preocupen. Suban a casa, que con

gusto mi papá les va a dar el dinero para que
puedan tomar otro taxi, ya que por mi error ustedes
bajaron en el lugar equivocado. Nuevamente les
pido perdón; fue mi culpa.
El secular dijo a su compañero:
—¿Sabes qué? Volvamos a casa.
El jaredí le dijo:
—No, ya no estamos tan lejos. Vamos a ver a Rab
Jaim. Sólo fue un error del niño.
El secular le dijo:
—Ya no hay necesidad de ir a molestar a Rab Jaim.
Si los niños que se educan aquí tienen esta moral y
estos sentimientos, ya entendí todo.8

No tengo ni siquiera control

sobre mi propio cuerpo
El libro Barejí Nafshí trae el relato de un abrej que
llevó a su hijo a una consulta médica. Después de
que el doctor explicó al papá cómo era el proceso de
curación, el abrej dijo:

8 Derashot de Jajam David Shwekey. Sijá 147.

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—Pido a Dios que sea Su voluntad que el

tratamiento sea exitoso y que lleguen todas las
bendiciones de Dios.
El doctor, al escuchar esto, se enfureció y dijo al
abrej:
—¿Para qué metes aquí a Dios? Yo soy el que lleva
el tratamiento y no es necesario meter en cada cosa
a Dios.
El abrej se conmocionó con estas palabras de
desprecio y pidió al doctor que se retractara de su
expresión. El doctor no quiso retirar sus palabras de
herejía.
El abrej, que estaba sufriendo mucho por la
profanación del Nombre de Dios que cometió el
doctor, fue con Rab Jaim Kanievsky para saber qué
debía hacer.
El Rab le contestó:
—Tú ya cumpliste tu obligación con tu protesta. Lo
demás va a hacerlo Dios.
Después de unos días, el doctor se comunicó con
el abrej cierta noche, a hora muy avanzada, y le dijo:
—¿Te acuerdas que me pediste que me retractara
de lo que había dicho, que yo soy el único que lleva
todo el tratamiento? Pues te informo que quiero

~ 17 ~
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arrepentirme. Dios me mostró hoy con claridad

Quién es el que domina. Estaba dando una
conferencia muy importante frente a cientos de
doctores y a la mitad de mi discurso, sin ninguna
sensación previa, sentí que no podía contener mis
necesidades. No te imaginas la vergüenza que sentí.
Dios me mostró que no tengo ni siquiera control
sobre mi propio cuerpo. ¿Cómo puedo entonces
pensar que tengo el control de cualquier otra cosa?9

Quienes se perdonan deben

siempre salir vencedores
La siguiente emocionante historia sucedió hace no
mucho tiempo en Bené Berak.
Un hombre se comunicó con el Gaón Rab Eliahu
Man, quien es del entorno más íntimo del Gaón y
Tzadik Rab Jaim Kanievsky, para pedirle que le
consiguiera una urgente entrevista con el Sabio, ya
que debía preguntarle cómo actuar ante una
situación muy particular y solamente el Tzadik sería
capaz de responder aquella trascendental pregunta.
Su hija estaba comprometida con un excelente
joven de la Yeshivá; restaban sólo tres semanas para

9 Derashot de Jajam David Shwekey, Sijá 43.

~ 18 ~
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el casamiento; las invitaciones ya habían sido

repartidas, pero, Dios libre, al novio le detectaron
una terrible enfermedad que requeriría un largo y
tortuoso tratamiento de quimioterapia.
Los padres del novio, muy angustiados, pero con
gran dignidad, propusieron liberarlos del
compromiso. Ellos habían ido a consultar al Admur
de Gur, comunidad a la cual pertenecían, sobre qué
debían hacer, pero el Admur les dijo que la pregunta
lo superaba. Otro Gran Rab de Yerushalaim también
dijo que la pregunta era demasiado compleja y que
el único que tenía la autoridad para responderla era
el Tzadik Rab Jaim Kanievski.
Rab Man comprendió que se trataba de algo
realmente complejo y organizó una reunión con el
Tzadik para ese mismo día. Estaban presentes las dos
familias y también los novios. Rab Eliahu Man fue
el encargado de exponer al Tzadik la consulta. Le
dijo:
—Por un lado, el novio argumenta que, debido a
su salud y al complejo tratamiento que deberá
afrontar, se verá imposibilitado de atender y tratar a
su futura esposa debidamente durante el primer año
de matrimonio, como lo indica la Torá, y por eso
propone liberar a su novia del compromiso. “Ella no

~ 19 ~
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merece sufrir con mi enfermedad”, dice él. Pero la

novia dice que de ninguna manera dejará que un
excelente Bajur Yeshivá, quien dedicó su vida al
estudio de Torá, a quien Dios puso en su vida para
casarse, quede solo, triste y desamparado a la hora
de afrontar los terribles momentos del tratamiento.
Ella pretende continuar el noviazgo y casarse como
se había decidido antes del diagnóstico médico.
Rab Jaim oyó atentamente y dictaminó:
—Deben casarse en la fecha establecida. Los
bendigo por un hogar duradero y fiel en Israel.
Todos los presentes, con lágrimas y llantos de
alegría, salieron del lugar felices y contentos de
escuchar el dictamen y la bendición del Tzadik.
El día de la boda, Rab Man ofreció a Rab Jaim ir al
casamiento:
—Seguro que las familias están muy sensibles y su
presencia los reconfortará.
El Rab asistió con gusto y su presencia fue
realmente muy importante. Bailó con el novio y,
luego de bendecirlo, se retiró del salón. Todos los
presentes acompañaron al Tzadik hasta el coche,
incluso los novios que, emocionados, le
agradecieron su presencia.

~ 20 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Después de todo lo vivido, Rab Man le consultó:

—¿En que se basó para dictaminar que debían
casarse?
El Tzadik le respondió:
—Hay un Midrash textual en Bereshit Rabá (33a),
donde dice que, ante una discrepancia, si ambas
partes ceden y perdonan, entonces todos salen
victoriosos. Por eso, luego de ver que ambos novios
perdonaban su honor, preocupados por el otro,
estoy seguro de que los dos saldrán ganando y
felices con el matrimonio.10

¡614 veces! No hay duda

Una persona quiso “probar” cuánto sabía de Torá
Rab Jaim Kanievsky.
El hombre le preguntó:
—¿Cuántas veces está escrita la palabra “Moshé”
en la Torá?
Rab Kanievsky inmediatamente, y con seguridad,
le contestó:
—614 veces.

10 Rab David Pinto, Pajad David, núm. 263.

~ 21 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

El hombre dijo a Rab Kanievsky que estaba

equivocado, ya que había hecho el cálculo en la
computadora y ésta marcaba 616 veces.
Rab Jaim Kanievsky dijo al hombre que la
computadora estaba equivocada y que la respuesta
correcta era 614.
Este hombre estaba impresionado, ya que la
computadora nunca se equivocaba y seguramente
esta ocasión no era la excepción.
Rab Jaim le explicó que seguramente había
buscado en la computadora las tres letras que
conforman la palabra Moshé (Mem, Shin, He), pero
no había puesto los puntos de las vocales.
Realmente las tres letras juntas están escritas en la
Torá 616 veces, pero en dos de ellas no dice Moshé,
sino otras palabras.
Para demostrar que estaba en lo correcto, le dijo
dos pesukim que no decían Moshé: Veim imat habait
mihiot, Misé, Shamot Kol Baal Mashé Yadó.11

11 Hagadá de Pesaj, de Rab Shlomo Levinshtein, hoja 100.

~ 22 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Ese honor corresponde a aquel

joven
Rab Israel Meir Shushán, que estuvo en México,
nos narró que un hombre fue a ver a Rab Jaim
Kanievsky y le pidió con lágrimas en el rostro que
lo bendijera para tener un hijo.
El Rab no le contestaba y sólo reflexionaba, hasta
que de repente le dijo:
—No, no veo que yo pueda bendecirte. Lo siento.
El hombre palideció y suplicó de nuevo:
—Pero si no usted, Rab Jaim, ¿quién?
Rab Jaim le dijo:
—Cuando veas a un hombre al que ofenden y no
contesta, a él pídele que te bendiga y su Berajá
funcionará para ti.
Al poco tiempo, en Bené Berak, durante un día
sumamente caluroso, este Yehudí fue a rezar a
Itzkovich, donde hay Minianim todo el tiempo. Un
jovencito entró y encendió el ventilador. Un hombre
ya mayor comenzó a gritarle:
—¡Qué vergüenza! ¡No respetas a tus mayores!
¿Quién te dio permiso de encenderlo?

~ 23 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

El joven lo apagó, avergonzado, pero no dijo nada.

Al terminar la Tefilá, se acercó este hombre sin hijos
al joven y le pidió su bendición. Ésta culminó nueve
meses después, con un bello hijo varón.
El dichoso padre pidió a Rab Jaim Kanievsky que
fuese el Sandak y éste le respondió:
—Ese honor corresponde a aquel joven que sabe cerrar
un ojo.12

Una carta de perdón firmada por

su propia esposa
Escuché de Rab Shlomo Levinshtein un hecho
sorprendente:
Un abrej joven del Kolel Jazón Ish en la ciudad de
Bené Brak, Israel, se sintió mal. Todo empezó un
domingo por la mañana al sufrir un desmayo. Fue
llevado a un hospital en la ciudad de Tel Aviv y se
le hicieron diferentes estudios. Los resultados no
fueron favorables. Tenía la terrible Majalá (que nadie
sepa). La noticia no sólo lo impactó a él, sino a toda
su familia.

12 Mishkenot Shimon.

~ 24 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Este joven tenía desde muy pequeño una

costumbre heredada de su padre: cuando había
algún problema, iban a la ciudad de Mirón y allí, en
la tumba de Rabí Shimon Bar Yojai, leía todo el
libro de Tehilim (Salmos) y pedían a nuestro Creador
compasión y perdón. Esta costumbre y su gran fe los
animaron a seguir adelante. Preparó su viaje a
Mirón y, antes de salir, pensó: “Debo pedir una
bendición a Morenu Verabenu, Rab Jaim
Kanievsky”.
Llegó hasta Lederman y rezó Shajrit (el rezo
matutino). Después de concluir, pidió permiso a
Rab Jaim para subir a su casa unos minutos.
—Tengo algo muy importante que pedirle —le
dijo.
—Adelante —le respondió nuestro líder espiritual.
El abrej abrió su corazón y con lágrimas en los ojos
contó a Rab Jaim su desgarradora realidad. También
le habló de su costumbre de ir a Mirón. De hecho, le
dijo:
—Vine por su Berajá y salgo al camino.
—Muy bien —le contestó Rab Jaim—. Sin
embargo, voy a pedirte un favor. Tengo una carta
guardada para ti. Ponla en tu saco y cuando llegues

~ 25 ~
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a Mirón pide Rajamim (compasión) a Dios por el

mérito de esta carta.
Morenu Verabenu fue hasta su librero. De entre los
libros, sacó una carta y la entregó al abrej.
—¿Puedo verla? —preguntó el joven, ansioso y
sorprendido.
—Sí, léela —contestó Rab Jaim—. La tengo
guardada para ti.
¡Cuál fue la sorpresa del abrej, que vio una carta de
perdón firmada por su propia esposa!
—Perdóneme, Rab Jaim. Esta carta está firmada
por mi esposa. No lo entiendo.
—En efecto —respondió Rab Jaim—. Siéntate
nuevamente. Voy a explicarte. El padre de tu esposa
fue un hombre que sufrió mucho. Una persona aquí
en la ciudad lo hostigó y agredió tanto que, con el
tiempo, tu suegro falleció. Aquel hombre que lo
molestó tanto nunca tuvo hijos. En una ocasión vino
a verme y le dije que fuera a ver a tu esposa, que es
hija única. Ella no quiso perdonarlo. Fue entonces
que yo intervine y fui a verla. Le pedí que lo
perdonara y que me firmara una carta de perdón
definitivo. Ella se negó, recalcando:
―No lo perdono y no firmo.

~ 26 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Yo insistí —dijo Rab Jaim—. Le pedí que firmara,

aunque no lo perdonara de corazón, y que trabajara
sobre ella misma en el perdón interior. Tu esposa
firmó, no con muchas ganas, resignándose:
―Sólo porque usted me lo pide.
El año pasado, en vísperas de Kipur, vino tu
esposa y me informó que ya lo había perdonado.
Este Yehudí y su señora tuvieron Brit Milá después
de 15 años de no poder tener familia. Yo guardé esta
carta de perdón, que representa un gran Zejut para
tu familia. Ahora ve a Mirón, lee Salmos y pide a
Dios.
Rab Jaim agregó:
—Te bendigo. Que así como tu esposa supo
perdonar de corazón, que igualmente Dios te
perdone a ti y te cure.
Este abrej fue a Mirón. Desbordó toda su alma en
súplicas y plegarias. Regresó agotado.
A la mañana siguiente, entró al hospital para un
segundo chequeo y, a su salida, los resultados
fueron milagrosos: no había nada. Estaba totalmente
limpio y curado.13

13 Mishkenot Shimon.

~ 27 ~
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La culpa es de los padres

Rab Jaim Kanievski dice: “Cuando el padre dice
algo y la madre lo contradice, entonces el pobre hijo
es simplemente una víctima testimonial de las
discordias matrimoniales de sus padres. La base de
una buena y sana educación de nuestros hijos debe
ser que vean la concordia y armonía en sus padres;
de lo contrario, surgen los hijos rebeldes y
descarriados”.
Nuestros hijos aprenden imitando nuestros actos y
la mejor educación es la que se da con el ejemplo.
Debido a ello, al ser personas nobles y con un
profundo amor por la Torá y respeto por las Mitzvot,
podemos estar seguros de que nuestros hijos serán
grandes personas.14

Esos misiles no tocan Bené

Berak
Algo similar le ocurrió a nuestro Rab
Chervakovsky, que hace decenas de años se
encontraba en la Yeshibá de Ponovitch, mientras los

14
Rab David Pinto, Pajad David 281, Ki Tetzé.

~ 28 ~
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árabes habían soltado varios misiles, donde volaban

por encima de la Yeshibá Ponovitch.
Rab Chervakovsky fue inmediatamente con Rab
Jaim Kanievsky, que se encontraba dentro de la
Yeshibá, y Rab Jaim le dijo que no se preocupara por
nada, ya que esos misiles no caerían en Bené Berak.
Dicho y hecho, esos misiles no tocaron Bené Berak.

Quienes se perdonan deben

siempre salir vencedores y
beneficiados
La siguiente emociónate historia sucedió hace no
mucho tiempo en Bené Berak. Resulta que un
hombre se comunica con el Rab Eliahu Man, quien
es del entorno más íntimo del Rab Jaim Kanievski,
para pedirle que le consiguiera una urgente
entrevista, ya que debía preguntarle cómo actuar
ante una situación muy particular, y solamente Rab
Jaim Kanievski sería capaz de responder aquella
trascendental pregunta.
Su hija estaba comprometida con un excelente
joven de la Yeshibá, restaban solo tres semanas para
su boda, las invitaciones ya habían sido repartidas,
pero al novio le detectaron una terrible enfermedad,

~ 29 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

que le requeriría un largo y tortuoso tratamiento de

quimioterapia. Los padres del novio, muy
angustiados, pero con gran dignidad, proponen
liberarnos del compromiso. Ellos habían ido a
consultarle al Admur de Gur, comunidad a la cual
pertenecen, qué debían hacer, pero el Admur les
dijo que la pregunta lo superaba.
Otro Gran Rab de Yerushalaim también dijo que la
pregunta era demasiado compleja y que el único que
tenía la autoridad para responderla era Rab Jaim
Kanievski. Rab Man comprendió que se trataba de
algo realmente complejo y organizó una reunión
con Rab Jaim para ese mismo día.
Estaban presentes las dos familias y también los
novios, Rab Eliahu Man fue el encargado de
exponerle a Rab Jaim la consulta, le dijo:
—Por un lado, el novio argumenta que debido a su
salud y al complejo tratamiento que deberá afrontar,
se verá imposibilitado de atender y tratar a su futura
esposa debidamente durante el primer año de
matrimonio como lo indica la Torá y por eso
propone liberar a su novia del compromiso:
—Ella no merece sufrir con mi enfermedad, pero
la novia dice que de ninguna manera dejará que un
excelente joven, quien dedicó su vida al estudio de

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Torá, quien Hashem puso en su vida para casarse,

quede solo, triste y desamparado a la hora de
afrontar los terribles momentos del tratamiento. Ella
pretende continuar el noviazgo y casarse como se
había decidido antes del diagnóstico médico.
Rab Jaim oyó atentamente y dictaminó:
—“Deben casarse en la fecha establecida, los
bendigo por un hogar duradero y fiel en Israel”.
Todos los presentes con lágrimas y llantos de
alegría salieron del lugar felices y contentos de
escuchar el dictamen y la bendición de Rab Jaim.
El día de la boda Rab Man le ofreció al Rab Jaim ir
a la boda:
—“Seguro que las familias están muy sensibles y
su presencia los reconfortará”.
El Rab fue con gusto y su presencia fue realmente
muy importante, bailó con el novio y luego de
bendecirlo, se retiró del salón, todos los presentes
acompañaron a Rab Jaim hasta el coche, incluso los
novios que emocionados le agradecieron su
presencia.
Después de todo lo vivido, el Rab Man le consultó.
—“¿En que se basó para dictaminar que se debían
casar?”.

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Rab Jaim le respondió:

—“Hay un Midrash15 en donde dice que, ante una
discrepancia, si ambas partes ceden y perdonan,
entonces todos salen victoriosos. Por eso luego de
ver que ambos novios perdonaban su honor
preocupados por el otro, estoy seguro de que los dos
saldrán ganando y felices con el matrimonio”.16

Rab Jaim veía más profundo

Cuentan sobre el Gaón Rab Jaim Kanievsky
shelita, que en una ocasión vino un rosh yeshibá de
baalé teshubot con unos cuantos alumnos que no
lograban formalizar shidujim. Y quería que el Rab
les diera una berajá de poder formar su hogar. Y así
fueron pasando de uno en uno para recibir la berajá
del Rab y cuando se acercó uno de los muchachos
Rab Jaim le dijo, “¿Tú quieres casarte?
Cuídate en carne con leche”. El muchacho no
entendió a qué se refería el Rab si obviamente él se
cuidaba de no comer carne y leche. Después de
pensar mucho se acordó que él necesitaba a veces
comer un chocolate lácteo. Y muchas veces no

15 Bereshit Rabá 33, 1.

16 Rab David Pinto en Pajad David 263, Parashat Tazría Metzorá.

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

esperaba las seis horas completas antes de

comérselo. El muchacho se lo contó al Rosh Yeshibá
y esto llegó a los oídos de Reb Jaim. Alguien le
preguntó, “Rab, ¿usted esto lo notó con ruaj
hakodesh?” Y respondió que no. Que él había visto
en la cara del muchacho la forma de un chivo y es
sabido que la tumá que se crea por no cuidarse de
comer carne con leche tiene la forma de un chivo.
(Esto se deduce de las palabras que usó la Torá para
prohibir carne con leche). “Al ver esa imagen
entendí que no se está cuidando en carne con leche.
Cualquiera lo podría ver”.

Somos millonarios por practicar

las Mitzvot
Leí en un libro sobre la Rabanit Kanievsky, esposa
de Rab Jaim, que ella se dedicaba mucho a hacer
favores. Cocinaba grandes cantidades de alimentos
para gente necesitada y oía con atención las penas
de otras mujeres, compartiendo con ellas el dolor.
Más de una vez ocurrió que llegaron mujeres con
alteración mental y le gritaban. Ella las atendía con
cariño; las abrazaba, las tranquilizaba con mucha
alegría y serenidad, hasta que salían contentas de su
casa.

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Se levantaba todas las mañanas a las 2:30 a.m. con

el esposo para prepararle algo para tomar antes de
que él comenzara a estudiar y poderle contestar
amén sobre las bendiciones matutinas que el Rab
recitaba.
Aunque es difícil levantarse todos los días a esta
hora, para ella era un placer hacerlo para ayudar a
su esposo en el estudio. Todos los Shabatot Rab Jaim
salía con ella a dar una vuelta y dialogaban.
Esto era suficiente para ella a pesar de todas las
ocupaciones que tenía, porque la alegría que sentía
en cada Mitzvá y cada acto de Jésed le daba la energía
para vivir así.
Debemos saber que somos millonarios por
practicar las Mitzvot con alegría. Y esto nos ayudará
a que no pasemos vergüenza en este mundo ni en el
Mundo Venidero, sino que vamos a sentir alegría
con cada éxito relacionado con el estudio y el
cumplimiento de la Torá.17

17 Síntesis de la sijá de Rab David Shwekey Parashat Balak 5773

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

La Mitzvá de amar al semejante

en el matrimonio
Hay una pregunta muy interesante: ¿Rige la mitzvá
de amar al semejante en el matrimonio?
Rabí Jaim Kanievski, shelita, en el libro “Dérej
Sijá” lo responde, basándose en las palabras del
Talmud.i Allí dice que no se permite realizar un
compromiso nupcial sin que el novio vea primero a
la novia para evitar el caso de que no le guste y la
repudie. La Torá nos exige: “Amarás a tu semejante
como a ti mismo”, queda bien claro que también en
el matrimonio hay que cumplir con la mitzvá de
amar al otro. En este caso, al cónyuge.
Es interesante mencionar lo que nos fuera
descubierto por Rabí Jaim Vital. En hebreo, la
palabra “ahabá – amor” suma numéricamente 13,
significando que, si los dos se brindan amor, se
consigue sumar 26, que es la suma de las letras del
Nombre de Dios. Entonces se cumple plenamente lo
que dice el Versículo: “Amarás al semejante como si
fueras tú... Yo soy Dios”. Al sumarse el cariño que hay
entre dos personas, 13+13=26, aparece Dios = 26.
Además de los infinitos beneficios que genera vivir
en armonía, la mitzvá de amar al prójimo es utilizada

~ 35 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

por Dios como parámetro a la hora de juzgar a las

personas: de acuerdo a como ellas se comportan y
aman a los demás, especialmente en el matrimonio,
así es como Él destina Su bondad y cariño hacia
ellas.ii

La promesa se debe cumplir

La siguiente historia aparece en uno de los libros
de Rav Zilberstein:
Una pareja que, tras años de tratamientos, doctores
y tefilot, no había podido tener hijos, comenzó a
considerar la opción de mudarse a Israel, ya que
como dice el dicho: Meshané makom meshané mazal,
(aquel que cambia de lugar, cambia su suerte).
Un pariente cercano, que detestaba la idea de ver a
su familia lejos de él, intentó convencerlos de que
esta no era buena idea; pero, al ver que sus intentos
eran inútiles, les dijo muy tajantemente: “Si la razón
por la que quieren mudarse a Israel es que creen que
allí podrán tener hijos, sepan que eso no va a
suceder. Estoy tan seguro de eso que, si hacen aliá y
tienen un hijo, ¡yo cierro mi negocio y me voy a
estudiar día y noche a una ieshivá!

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Al escuchar a su familiar, la pareja se sintió aún

más confundida. Decidieron consultar al gadol hador
(grande de su generación), el Rav Shmaryahu Iosef
Jaim Kanievsky, quien les dijo: “Múdense a Éretz
Israel”.
Así lo hicieron y nueve meses más tarde tuvieron
un niño.
Entonces aquel pariente, que era temeroso del
Cielo, empezó a preocuparse y pensó: «Lo que saqué
de mi boca es un néder, una promesa». Por lo tanto,
decidió irse también a Israel para preguntarle al
mismo Rabino Kanievsky qué debía hacer: “Rabino,
mi único propósito era asustarlos para que no se
mudaran, pero realmente nunca pensé llegar a
tanto. Fue una exageración del momento. ¿Qué debo
hacer? ¿Qué dice la halajá? ¿Debo cerrar mi negocio
e irme a estudiar todo el día?”
El Rabino le respondió: “Sí, tienes que cerrar e irte
a una ieshivá” Tú no lo entiendes; una de las razones
por las cuales ellos no tuvieron hijos durante tantos
años fuiste tú, Hashem quería verte estudiando Torá
todo el día y fue justamente tu promesa la que abrió
el canal de la berajá para que ellos tuvieran familia.
Ahora ve y cúmplela, ya que tú fuiste uno de los

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

propósitos de su sufrimiento y parte fundamental

de su solución.18

Así como tu esposa supo

perdonar de corazón
Escuché de Rab Shelomó Levinstein, Shelit"a, un
hecho sorprendente: un Abrej joven del Kolel Jazón
Ish en la ciudad de Bené-Berak, Israel, se sintió mal.
Todo empezó un domingo por la mañana al sufrir
un desmayo. Fue llevado a un hospital en la ciudad
de Tel-Aviv y se le hicieron diferentes estudios. Los
resultados no fueron favorables. Tenía la terrible
Majalá (que nadie sepa). La noticia no sólo lo
impactó a él, sino a toda su familia.
Este joven tenía desde muy pequeño una
costumbre heredada de su padre: cuando había
algún problema, iban a la ciudad de Mirón y allí, en
la tumba de Rabí Shimon Bar-Yojai, leía todo el libro
de Tehilim (Salmos) y pedían a nuestro Creador
compasión y perdón.
Esta costumbre y su gran fe los animaron a seguir
adelante. Preparó su viaje a Mirón y, antes de salir,

18
Dosis diarias de Torá # 50.

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

pensó: “Debo pedir una bendición a Morenu

Verabenu, Rab Jaim Kanievsky, Shelit"a”.
Llegó hasta Lederman y rezó Shajarit (el rezo
matutino).
Después de concluir, pidió permiso a Rab Jaim
para subir a su casa unos minutos.
—Tengo algo muy importante que pedirle —le
dijo.
—Adelante —le respondió nuestro líder espiritual.
Una vez arriba, el Abrej abrió su corazón y con
lágrimas en los ojos contó a Rab Jaim su
desgarradora realidad. También le habló de su
costumbre de ir a Mirón. De hecho, le dijo:
—Vine por su Berajá y salgo al camino.
—Muy bien —le contestó Rab Jaim—. Sin
embargo, voy a pedirte un favor. Tengo una carta
guardada para ti. Ponla en tu saco y cuando llegues
a Mirón pide Rajamim (compasión) a Hashem por el
mérito de esta carta.
Morenu Verabenu fue hasta su librero. De entre los
libros, sacó una carta y la entregó al Abrej.
—¿Puedo verla? —preguntó el Abrej, ansioso y
sorprendido.

~ 39 ~
 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

—Sí, léela —contestó Rab Jaim—. La tengo

guardada para ti.
¡Cuál fue la sorpresa del Abrej, que vio una carta
de perdón firmada por su propia esposa!
—Perdóneme, Rab Jaim. Esta carta está firmada
por mi esposa. No lo entiendo.
—En efecto —respondió Rab Jaim—. Siéntate
nuevamente.
Voy a explicarte. El padre de tu esposa fue un
hombre que sufrió mucho. Una persona aquí en la
ciudad lo hostigó y agredió tanto que, con el tiempo,
tu suegro falleció. Aquel hombre que lo molestó
tanto nunca tuvo hijos. En una ocasión vino a verme
y le dije que fuera a ver a tu esposa, que es hija única.
Ella no quiso perdonarlo.
Fue entonces que yo intervine, y fui a verla. Le
pedí que lo perdonara y que me firmara una carta
de perdón definitivo. Ella se negó, recalcando: “No
lo perdono y no firmo”. Yo insistí —dijo Rab Jaim—
. Le pedí que firmara, aunque no lo perdonara de
corazón, y que trabajara sobre ella misma en el
perdón interior. Tu esposa firmó, no con muchas
ganas, resignándose: “Sólo porque usted me lo
pide”. El año pasado, en vísperas de Kipur, vino tu
esposa y me informó que ya lo había perdonado.

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Este Yehudí y su señora tuvieron Berit Milá después

de 15 años de no poder tener familia.
Yo guardé esta carta de perdón, que representa un
gran Zejut para tu familia. Ahora ve a Mirón, lee
Salmos y pide a Hashem.
Rab Jaim agregó:
—Te bendigo. Que así como tu esposa supo
perdonar de corazón, que igualmente Hashem te
perdone a ti y te cure.
Este Abrej fue a Mirón. Desbordó toda su alma en
súplicas y plegarias. Regresó agotado.
A la mañana siguiente, entró al hospital para un
segundo chequeo y, a su salida, los resultados
fueron milagrosos: no había nada. Estaba totalmente
limpio y curado.19

Búscala, pídele perdón de

corazón y serás bendecido
Hace pocos años, en la ciudad de Bené-Berak,
entró a casa de Rab Jaim Kanievsky, Shelit”a, un
Yehudí que llevaba 20 años tratando de tener hijos

19
Mishkenot Simon página 292.

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

y D-os no había aceptado sus ruegos. Se dirigió al

Rab, pidiendo:
—Morenu Verabenu, necesito una Berajá
(bendición) para tener hijos.
Y Rab Jaim le respondió que alguna vez tuvieron
él y su esposa un Majlóket con alguien y, por tanto,
su Berajá no sería suficiente.
Este Abrej y su esposa pasaron muchos días
meditando sobre el asunto y, finalmente, recordaron
que, de recién casados, vivía en el piso de abajo de
ellos una anciana con la que discutieron varias
veces, y ella les dijo en una ocasión que no los
perdonaría.
Al volver a consultar a Rab Jaim, éste dijo:
—Búscala, pídele perdón de corazón y serás
bendecido con un hijo.
Pasaron varias semanas hasta que se enteraron de
que ella había fallecido hacía diez años. Fueron al
panteón con un Minyán y lloraron por su perdón. Al
año siguiente tuvieron un hermoso hijo varón.20

20
Mishkenot Simon página 416.

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Acostumbro darle a mi perro

comida sencilla
En una ocasión llegó un hombre Baal Teshubá, con
Rab Jaim Kanievsky a preguntarle algo realmente
interesante y le preguntó así:
Hace tiempo hice Teshubá y se me presentó una
duda.
Todos los días acostumbró darle a mi perro
comida sencilla y barata. En el día de Shabat, cuando
mi familia y yo estamos comiendo las mejores y
finas comidas, siento que sería propicio y correcto
darle a mi perro mejores comidas para él (tal vez la
mejor marca de comidas para perro o incluso darle
carne), o tal vez no es necesario darle las mejores
comidas, ya que el Oneg Shabat (disfrutar el día de
Shabat) no incluye a perros, sino únicamente a las
personas.
Rab Jaim Kanievsky contestó después de mucho
analizar, que sería bueno darle mejores comidas al
perro en Shabat. Pero por supuesto que es mejor
utilizar ese dinero extra, para mantener Yeshibot o
dar Tzedaká o hacer favores con ese dinero).

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Dónde se habla de perros en

cada Guemará
En una ocasión Rab Jaim Kanievsky debía ir a un
Brit Milá en Yerushalaim. El chofer le dijo a un
amigo suyo, que si desea, podía subirlo al coche
para platicar con Rab Jaim Kanievsky durante una
hora de camino hacia Yerushalaim, que realmente es
casi imposible hablar con Rab Jaim Kanievsky una
hora entera, ya que siempre tiene filas gigantes en
su casa para hablar con él siquiera un minuto.
Este hombre estaba muy contento por ese consejo
y quedaron la hora para verse y subirse al coche.
Cuando estaba dentro del coche, este hombre no
sabía qué podía platicar con Rab Jaim Kanievsky
tanto tiempo. Pensó y pensó y le hizo una pregunta:
—Querido Rab, tengo una pregunta, dijo el
hombre. Tengo un perro muy querido en mi casa, y
lo consideramos como parte de la casa. Baruj
Hashem hemos comenzado a hacer Kidush en
nuestra casa y tengo la duda si el perro también
debe escuchar el Kidush como cualquier integrante
de la casa (imaginemos la escena dentro del
coche…)

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 Historias de Rab Jaim Kanievksy z´l

Rab Jaim Kanievsky le dijo que no es necesario que

escuche Kidush el perro.
Después de unos segundos, el hombre volvió a
preguntar:
—Escuché que hay una Halajá en la Torá, que se le
debe dar de comer a los animales antes de que uno
mismo coma. ¿Esto también aplica para mi perro o
únicamente para animales grandes?
Rab Jaim Kanievsky le contestó que también aplica
para los perros y es necesario darle de comer
primero al perro y luego uno mismo debe comer.
Rab Jaim Kanievsky entendió que ese viaje iba ser
del tema de perros, así que le dijo Rab Jaim
Kanievsky a ese hombre: ¡Vamos a ver en todo el
Shas (todos los tratados de la Guemará) dónde habla
de perros.
Y así empezó Rab Jaim Kanievsky a mencionar
dónde se habla de perros en cada Guemará.

i
Maséjet Kidushín 41a.
ii
Rab David Pinto, “Pájad David”, 325, Matot-Masé.

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