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La mayoría de veces les contamos a los niños del poder que tiene la oración
y les pedimos sus listados de peticiones. Pero cuando les pides a ellos que
oren hay un silencio en el salón, ya que se nos olvida enseñarles cómo orar.
Por eso en Instruyendo Vidas te queremos enseñar el poder de la oración
en los niños.
¿Cómo empezar?
Una de las cosas más importantes que hemos notado al pasar de los años
es el impacto que genera el que los niños lo vean a uno como maestro
orando. Nosotros somos la principal guía para los niños y ellos seguirán tus
enseñanzas cuando las vean reflejadas en tus acciones.
Si queremos que entiendan la importancia de llevar una vida de oración
nosotros debemos llevarla primero, luego debemos darles las herramientas
necesarias para que oren por ellos mismos. No cometas el error de siempre
hacer tú la oración en la clase. Recuerda lo que dice 1 Juan 5:13 y dice que
Dios nos escucha.
1. Es una conversación
Recuerda que cada edad se comporta de distinta forma, puedes ver eso aquí,
pero en general a todos los niños les gusta hablar. Haz dos o tres grupos en
la clase, pídeles que hablen entre ellos temas de su interés según sus
edades. Puede ser acerca de su animal favorito y por qué, o su día festivo
favorito, incluso de lo que hicieron el fin de semana. El fin de todo esto es
que conversen entre ellos por un momento. Después de que hayan hablado
un rato, diles que le cuenten su respuesta a Dios. Probablemente habrán
algunos niños que no sabrán qué hacer, debes animarlos a que hablen en
voz alta su respuesta a Dios. Después diles que lo hagan en voz baja y por
último que le digan a Dios en silencio, solo con su pensamiento.
Con esto les enseñarás que con Dios puedes hablar de todo lo que sucede en sus
vidas y de las formas que puedes hacerlo, en voz alta, baja o en el pensamiento.
. Le podemos decir muchas cosas a Dios
A Dios a través de la oración podemos darle gracias, alabarlo, reconocer
sus maravillas, confesar nuestros pecados, pedir por nuestras necesidades
y las de los demás, etc. Para enseñar a hacer una oración fluida puedes
tomar una hoja de papel y hacer un cuadro como el siguiente.
Pídele al niño que haga un listado de las cosas que pide el cuadro, como por
ejemplo las de la imagen. Cuando veas que ya tiene un listado considerable
enséñale a armar oraciones. Por ejemplo: Dios yo sé que tú eres bueno conmigo;
te doy gracias por mi familia; te pido perdón por haber dicho una mentira ayer; por
favor sana a mi hermano que se encuentra enfermo; ayudame ya que le tengo
miedo a la oscuridad.
Así le enseñarás a crear una oración más fluida y de una forma que se le facilitará al
niño. Recuerda que las oraciones con las que llene los cuadros deben aplicar a la
vida del niño.
Explícales que a veces Dios no nos habla directamente, pero nos habla a través de Su
Palabra, de las alabanzas, de la creación y muchas formas más.
Segundo: las herramientas para orar
1. Estación de oración
Crea un pizzarrón o cartel dividido en secciones como agradecimientos,
peticiones, etc. Incentiva a los niños a colocar tarjetitas donde escriban sus
peticiones, agradecimientos o aquello acorde a la sección planteada. Esto hará que
los niños empiecen a crear el hábito de la oración en ellos y la dependencia a Dios.
Cuando una petición sea contestada puede pasar al área de agradecimientos.
2. Diario de oración
Como maestros sabemos que los métodos de aprendizaje son muy variados, por
eso este método es de forma gráfica. Entrégale a tus niños una libreta y enséñales
cómo usarla. Esta se debe utilizar ya sea escribiendo su oración o dibujándola.
Puedes aprovechar a enseñarles una forma de orar distinta (agradecimiento,
confesión, petición) cada día que tengan clases, así los podrás orientar en cómo
orar.