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DIRECCIÓN MINISTERIAL

Mi iglesia recientemente comenzó a tener dos servicios de adoración


familiar al mes los domingos por la noche. El propósito es incorporar a
todas las edades en la adoración. Una de las maneras en que hacemos
esto es proveyéndoles a los niños instrumentos para que toquen
mientras cantan. La semana pasada estuve sentada al lado de uno niño
muy bullicioso de tres años cuya madre forma parte del equipo de
alabanza. Le encantó la primera canción y estaba muy entusiasmado con
la adoración. Cuando terminó la canción, él gritó bien alto para que todos
escucharan: «¡Buen trabajo mamá!» Eso nos hizo sonreír a todos. No
sólo tuvo la oportunidad de adorar a Dios cantando, sino que también
tuvo el privilegio de ser dirigido por su madre en la adoración. Como
ministros de niños, tenemos también el privilegio de dirigir a los niños en
la adoración a Dios.
Sabemos que es bíblico que los niños experimenten la verdadera
adoración. Podemos ver en el Antiguo y Nuevo Testamento que los niños
eran participantes activos en la adoración. Tanto Moisés como Josafat y
Nehemías invitaron a los niños a ser parte de la adoración al Señor
(Éxodo 10:13, 18; Nehemías 12:43). Jesús mismo aceptaba la adoración
de los niños. Cuando los niños vieron a Jesús sanando al ciego y al cojo
en el templo, comenzaron a gritar alabanzas: «Hosanna al Hijo de
David». Eso hizo enojar a los líderes del templo. «¿Oyes lo que dicen
esos niños?», preguntaron a Jesús. «Sí», les respondió Jesús. «¿Nunca
leísteis: “De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la
alabanza”?»

A menudo pensamos que la alabanza sólo es un tiempo para cantar en la


iglesia. Certamiente es una parte importante de nuestra adoración, pero
también podemos enseñarles a los niños que la adoración es cualquier
cosa que hacemos para demostrarle a Dios que reconocemos quién Él
es y lo que Él ha hecho. Podemos adorar cantando o pronunciando
palabras de alabanza. Podemos adorar con nuestras acciones leyendo la
Biblia, orando y obedeciéndolo a Él. A medida que los niños comienzan a
entender las diferentes formas de adorar a Dios, ellos aprenden que la
adoración es tanto un estilo de vida como una experiencia. Vivimos
nuestras vidas en adoración (Romanos 12:1), y también experimentamos
momentos específicos de adoración, tales como cantar y alabar a Dios
en la iglesia.

IDEAS QUE PUEDE UTILIZAR


Actividad de aprendizaje: «¿Qué es la adoración?»
Haga un tablón con una hoja de papel, escriba la palabra «adoración» en
la parte superior e incluya la siguiente definición: Adoración es lo que
haces para demostrarle a Dios que reconoces quién Él es y lo que Él ha
hecho. Debajo de la definición, divida la hoja en dos columnas: «¿Quién
es Dios?» y «¿Qué ha hecho Dios?»

Diga: ¿Sabe alguien qué significa adora a Dios? Permita que los niños


respondan. Son excelentes respuestas. La Biblia nos da una excelente
definición de la adoración. Lea Salmo 150:2: «Alábenlo por sus proezas,
alábenlo por su inmensa grandeza». Las proezas de Dios son lo que Él
hace. Su inmensa grandeza es quien Él es. Este tablón explica lo que el
versículo bíblico significa. Muestre el tablón con la definición de la
adoración, y léalo con los niños.
Diga: Hagamos una lista de quién es Dios. Permita que los niños enlisten
palabras, tales como, Rey de reyes, Salvador, Amigo, etc., en la columna
correcta del tablón. Ahora hagamos una lista de algunas cosas que Dios ha
hecho. Permita que los niños enlisten frases, tales como, el mundo, murió
por mí, me consuela cuando estoy triste, etc.
Cuando haya terminado con el tablón, divida a los niños en dos grupos.
El grupo 1 grita lo que él hace. El grupo 2 grita quien Él es.

Diga: Puedes demostrarle a Dios que reconoces quién Él es y lo que ha hecho


con tus palabras y acciones. Cuando adoramos a Dios con nuestras palabras,
decimos que estamos alabando a Dios. Vamos a alabar a Dios en este
momento cantando una canción de Su grandeza. Dirija los niños en una
alabanza.
Adore utilizando la Palabra de Dios.
Utilice la Palabra para demostrarles a los niños quién es Dios, provea
ejemplos de adoradores, ayude a los niños a definir las actitudes
correctas de adoración e invite a los niños a adorar.

Actividad 1: Aprendiendo una lección con los cantos de júbilo


Divida a los niños en grupos de tres o cuatro. Entregue a cada grupo un
pasaje bíblico que hable sobre una persona o grupo de personas que
cantaron con júbilo al Señor. Pídales que lean su texto y respondan a las
siguientes preguntas: ¿Por qué estaban ellos cantando con júbilo al Señor?
¿Qué sucedió como resultado de sus alabanzas? Pídales que hagan un dibujo
que ilustre el pasaje bíblico utilizando papel y marcadores.
Cuando cada grupo haya tenido tiempo para leer, discutir e ilustrar su
pasaje asignado, reúna a los grupos para compartir sus historias e
ilustraciones. Luego, haga las siguientes preguntas: ¿Alguna vez has
cantado con júbilo al Señor? ¿Por qué? ¿Qué piensas que Dios siente acerca de
nuestro «júbilo»?
Pasajes sugeridos para esa actividad:
2 Crónicas 20:1-4, 20-24
Hechos 16:16-26
Éxodo 14:21-31, 15:1,2
Actividad 2: Palabras de alabanza
Muchos niños no saben que decir cuando alaban al Señor. Al utilizar usar
los versículos bíblicos, podrá enseñarles a los niños palabras de
alabanza utilizando frases que son significativas para ellos.
¡Hosanna!                   Mateo 21:9
¡Bendice al Señor!       Salmo 103:1
¡Gloria a Dios!            Lucas 2:14
¡Alabad al Señor!        Psalm 105:45
¡Tu eres digno!            Revelation 4:11

Adore a través del canto, los movimientos e instrumentos


La alabanza y adoración es una oportunidad maravillosa para integrar
por completo al niño —cuerpo (movimiento), mente (canto) y espíritu
(sentimientos de alegría, sentir la presencia de Dios mientras el niño se
enfoca en quién es Dios). Desafíe a los niños a participar en la alabanza
y la adoración a través de actividades creativas tales como obedecer una
orden específica de adoración (por ejemplo: «Clamen al Señor»,
«Aplaudan», «Estad quietos y conoced»).

Involucre a los niños en la adoración utilizando las manos y el cuerpo, y


objetos como banderas y serpentinas, y tocando instrumentos musicales.

Sugerencias de instrumentos y objetos que puede usted mismo hacer o


hacerlos con los niños:

Objetos para hacer ruidos: Coloque algunos frijoles o granos de maíz seco
dentro de una botella de plástico vacía. Selle la botella con cinta
adhesiva o pegamento, y ¡AGÍTELA!

Panderas de platos de papel: Doble un plato de papel por la mitad. Perfore


varios orificios enla orilla del plato. Enhebre cascabeles en listones y
amarre los listones en los orificios del plato de papel.

Cintas de alabanza: Amarre varias cintas largas a un aro de plástico o a un


círculo de cartulina. Permita que lo niños ondeen sus cintas como forma
de alabar a Jesús.

Bastones de adoración: Compre palitos fluorescentes baratos. Los niños


disfrutarán ondearlos mientras alaban. (Vea la sección de recursos para
informarse sobre los precios.)

Diez dedos: Este instrumento no requiere ningun objeto, sino una


explicación. Lea Salmo 33:2: «Aclamad a Jehová con arpa; cantadle con
salterio y decacordio (instrumento de diez cuerdas)». Explíqueles a los
niños que sus manos pueden ser instrumentos de diez cuerdas que
alaban al Señor. Ellos pueden aplaudir o agitar sus manos al Señor.
Adore a través de la oración
La oración es un acto importante de la adoración. Anime a sus niños a
participar en la oración planeando actividades creativas e interactivas de
oración. Por ejemplo, divida un tablón de anuncios en dos secciones.
Designar una sección «peticiones de oración» y la otra «peticiones
contestadas ». Cada semana, déles a los niños tiempo para escribir sus
peticiones de oración en un pequeño pedazo de papel y péguelos al
tablón de anuncios. Anímelos a pasar tiempo leyendo y orando por las
peticiones de los demás. Cuando una petición sea contestada, pida a los
niños que muevan esa petición para la sección de «peticiones
contestadas». Es importante enseñarles a los niños a alabar a Dios por la
petición contestada. También, recuerde de enseñarles a los niños a
alabar a Dios cuando las respuestas a sus peticiones son «espera» o
«no». En mi ministerio, a veces hemos tenido que mover una petición de
oración por una persona enferma a la sección de petición contestada
cuando la persona fallece. Sólo porque nuestras peticiones no son
contestadas de la manera que queremos no significa que Él no las
contestó. Debemos alabar a Dios aun cuando es difícil.

Adore a través de las ofrendas


Ofrendar es otra forma de adorar a Dios con nuestras acciones. Varíe las
formas en que invita a los niños a ofrendar para que no se convierta en
un simple hábito, sino que continúe siendo un verdadero acto de
adoración. En mi iglesia, celebramos el momento de la ofrenda a través
de un «robot de la ofrenda». Yo decoré una aspiradora comercial (con
una manguera larga) para que pareciera a un robot. Al momento de
recolectar la ofrenda, tocamos una canción especial, y los niños se
emocionan al pasar al frente y «darle de comer» al robot con su ofrenda.
Si terminamos de ofrendar antes que acabe la canción, danzamos y
decimos que es nuestra «danza de la ofrenda». El momento para
recolectar la ofrenda se ha convertido en una parte importante de nuestro
servicio.

Cubo de la alabanza
Haga un cubo grande de papel pesado o decore una caja cuadrada.
Pegue las siguientes instrucciones en cada lado del cubo:
Levante a tus manos en alabanza
Aplaude en alabanza
Salta de alegría al Señor
Susurra la canción
Grita la canción
Alaba según el Espíritu te dirija

Escoja una canción que sea corta y conocida por los niños. Planee
cantarla varias veces. Pídale a un niño que lance el cubo de la alabanza.
Dígales a los niños que hagan lo que dice el cubo la primera vez que
canten la canción. Permita que otro niño lance el cubo y lleve a cabo
aquella acción la segunda vez que canten la canción. Continúe haciendo
esto para enseñarles a los niños las diferentes formas que ellos pueden
adorar al Señor.

Acuérdese de participar con los niños. Debemos ejemplificar más que


enseñarla. Cuando los niños le vean adorar, ellos comenzarán a adorar.

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