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Guía Práctica:

Ley de Dependencia

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Índice del documento

1. Introducción ........................................................................................................ 3
2. ¿Qué significa estar en situación de Dependencia? ........................................ 3
2.1 Derechos básicos de las personas en situación de Dependencia ................. 4
3. ¿Cómo se determina el grado de Dependencia que tiene una persona? ....... 5
4. ¿Qué criterios se utilizan para aplicar el BVD? ................................................ 6
5. ¿Cuál es el procedimiento a seguir para obtener el reconocimiento de una
situación de Dependencia?........................................................................................ 8
5.1 El Programa Individual de Atención............................................................... 8
6. ¿Qué prestaciones pueden obtener las personas acogidas al régimen de la
Dependencia? ............................................................................................................. 9
6.1 El Catálogo de Servicios ............................................................................. 10
6.1.1 Servicio de prevención de las situaciones de dependencia y promoción
de la autonomía personal (art. 21 de la Ley de la Dependencia):........................ 10
6.1.2 Servicio de Teleasistencia (art. 22 de la Ley de la Dependencia): ....... 10
6.1.3 Servicio de Ayuda a domicilio (art. 23 de la Ley de la Dependencia): .. 10
6.1.4 Servicio de Centro de Día y de Noche (art. 24 de la Ley de la
Dependencia):..................................................................................................... 11
6.1.5 Servicio de Atención Residencial (art. 25 de la Ley de la Dependencia):
11
7. Prestaciones económicas. Régimen general.................................................. 12
7.1 Prestación económica para cuidados en el entorno familiar y apoyo a
cuidadores no profesionales ................................................................................... 12
7.2 Prestación económica de asistencia personal ............................................. 13
8. ¿Cómo se accede a las prestaciones económicas? ¿Cómo se calcula su
importe? .................................................................................................................... 13
8.1 Cuantía de las prestaciones económicas .................................................... 14
9. ¿Puede ampliarse el período de descanso por maternidad cuando el hijo
sufre alguna discapacidad?..................................................................................... 14
10. ¿Qué ocurre si una persona beneficiaria de prestaciones cambia de
residencia?................................................................................................................ 15
11. Terminología de la Dependencia ..................................................................... 16

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1. Introducción

La presente guía pretende dar una visión práctica del novísimo régimen jurídico de la
dependencia creado a partir de la entrada en vigor de la Ley 39/2006, de 14 de
diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en
situación de dependencia (en adelante, Ley de la Dependencia).

Los derechos básicos de las personas en situación de dependencia, el procedimiento


para obtener el reconocimiento de dicha situación y el catálogo de servicios a los que
puede accederse, son algunas de las cuestiones abordadas en esta guía.

2. ¿Qué significa estar en situación de Dependencia?

Se encuentran en situación de dependencia los individuos que permanentemente


necesitan la atención de terceras personas, u otras ayudas, para realizar actividades
básicas de la vida diaria, entendiéndose como tales las tareas más elementales de la
persona, que le permiten desenvolverse con un mínimo de autonomía e
independencia, como por ejemplo: el cuidado personal, las actividades domésticas
básicas, la movilidad esencial, reconocer personas y objetos, orientarse, así como
entender y ejecutar órdenes o tareas sencillas.

También se encuentran en situación de dependencia las personas con discapacidad


intelectual o enfermedad mental que necesitan del apoyo de terceros para su
autonomía personal.

Las situaciones de dependencia se producen por razones derivadas de la edad, la


enfermedad o la discapacidad, y están ligadas a la falta o a la disminución de
autonomía física, mental, intelectual o sensorial.

En concreto, son titulares de los derechos establecidos en la Ley de la Dependencia,


los españoles que cumplan los siguientes requisitos:

■ Encontrarse en situación de dependencia en alguno de los grados


establecidos.

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■ Los menores de 3 años tienen asignada una regulación específica.


■ Residir en territorio español y haberlo hecho durante cinco años, de los
cuales dos deberán ser inmediatamente anteriores a la fecha de
presentación de la solicitud. Para los menores de cinco años el periodo de
residencia se exigirá a quien ejerza su guarda y custodia.

2.1 Derechos básicos de las personas en situación de Dependencia

■ A disfrutar de los derechos humanos y libertades fundamentales, con pleno


respeto de su dignidad e intimidad.

■ A recibir, en términos comprensibles y accesibles, información completa y


continuada relacionada con su situación de dependencia.

■ A ser advertido de si los procedimientos que se le apliquen pueden ser


utilizados en función de un proyecto docente o de investigación, siendo
necesaria la previa autorización, expresa y por escrito, de la persona en
situación de dependencia o quien la represente.

■ A que sea respetada la confidencialidad en la recogida y el tratamiento de


sus datos, de acuerdo con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de
Protección de Datos de Carácter Personal.

■ A participar en la formulación y aplicación de las políticas que afecten a su


bienestar, ya sea a título individual o mediante asociación.

■ A decidir, cuando tenga capacidad de obrar suficiente, sobre la tutela de su


persona y bienes, para el caso de pérdida de su capacidad de
autogobierno.

■ A decidir libremente sobre el ingreso en centro residencial.

■ Al ejercicio pleno de sus derechos jurisdiccionales en el caso de


internamientos involuntarios, garantizándose un proceso contradictorio.

■ Al ejercicio pleno de sus derechos patrimoniales.

■ A iniciar las acciones administrativas y jurisdiccionales en defensa del


derecho subjetivo de ciudadanía a la promoción de la autonomía personal y
atención a las personas en situación de dependencia.

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En el caso de los menores o personas incapacitadas judicialmente, estarán


legitimadas para actuar en su nombre quienes ejerzan la patria potestad o
quienes ostenten la representación legal.

■ A la igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal,


en cualquiera de los ámbitos de desarrollo y aplicación de esta Ley.

■ A no sufrir discriminación por razón de orientación o identidad sexual.

3. ¿Cómo se determina el grado de Dependencia que


tiene una persona?

La Ley de la Dependencia establece los siguientes tres grados posibles de


dependencia:

GRADO I: Dependencia moderada: cuando la persona necesita ayuda para


realizar varias actividades básicas de la vida diaria, al menos una
vez al día o tiene necesidades de apoyo intermitente o limitado
para su autonomía personal (Baremo de Valoración de la
Dependencia de 25 a 49 puntos).

GRADO II: Dependencia severa: cuando la persona necesita ayuda para


realizar varias actividades básicas de la vida diaria dos o tres
veces al día, pero no quiere el apoyo permanente de un cuidador
o tiene necesidades de apoyo extenso para su autonomía
personal (Baremo de Valoración de la Dependencia de 50 a 74
puntos).

GRADO III: Gran dependencia: cuando la persona necesita ayuda para


realizar varias actividades básicas de la vida diaria varias veces al
día y, por su pérdida total de autonomía física, mental, intelectual
o sensorial, necesita el apoyo indispensable y continuo de otra
persona o tiene necesidades de apoyo generalizado para su
autonomía personal (Baremo de Valoración de la Dependencia de
75 a 100 puntos).

A su vez, cada uno de estos tres grados se clasifica en dos niveles, dependiendo de la
autonomía de la persona y de la intensidad del cuidado que necesita.

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Cada Comunidad Autónoma designa sus propios órganos de valoración de la situación


de dependencia, que son los encargados de emitir un dictamen sobre el grado y nivel
de dependencia, especificando los cuidados que la persona puede requerir.

Para valorar el grado y niveles de dependencia se aplica el denominado Baremo de


Valoración de la Dependencia (en adelante, BVD), contenido en el Anexo I del Real
Decreto 504/2007, de 20 de abril, por el que se aprueba el baremo de valoración de la
situación de dependencia establecido por la Ley 39/2006, de 14 de diciembre. Dicha
valoración se lleva a cabo atendiendo a la capacidad para realizar las tareas básicas
de la vida diaria, así como la necesidad de apoyo y supervisión a este respecto para
personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental.

Debe tenerse en cuenta que, dada la reciente entrada en vigor del BVD y, en general,
de la normativa que regula la dependencia, está previsto que una vez transcurrido su
primer año de aplicación, el Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía
Personal y Atención a la Dependencia, debe realizar una evaluación de los resultados
obtenidos y proponer las modificaciones que, en su caso, sean necesarias.

4. ¿Qué criterios se utilizan para aplicar el BVD?

La valoración se basa en la aplicación de un cuestionario y en la observación directa


de la persona por parte de un profesional cualificado y con la formación adecuada en
el BVD.

En el caso de personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, así como


en las situaciones en que la persona a valorar puede tener afectada su capacidad
perceptivo-cognitiva (ej: sordoceguera y el daño cerebral), el cuestionario se aplica en
forma de entrevista, en presencia de la persona a valorar y con la participación de
persona que conoce bien la situación del solicitante.

Para llevar a cabo la valoración, se tienen en cuenta los correspondientes informes


sobre la salud de la persona y sobre el entorno en el que vive. También son tenidas en
cuenta las ayudas técnicas, órtesis y prótesis que pueda tener prescritas, poniéndolas
en relación con las barreras existentes en su entorno habitual.

El BVD debe ser aplicado en el entorno habitual de la persona, valorando las


siguientes actividades y tareas del entorno habitual dentro y fuera del domicilio:

■ Comer y beber
■ Regulación de la micción/ defecación
■ Lavarse las manos y lavarse la cara
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■ Desplazarse fuera del hogar

El resto de actividades y tareas del entorno habitual se corresponden con el domicilio


habitual.

También se valora si el solicitante necesita el apoyo de otra persona en la actividad o


tarea determinada, aunque ya la esté recibiendo actualmente y con independencia de
éste.

El BVD tiene en cuenta la capacidad de la persona para llevar a cabo por sí misma las
actividades básicas de la vida diaria; la necesidad de apoyo y supervisión que las
personas con discapacidad intelectual o con enfermedad mental pueden precisar para
su realización, y aquellas otras situaciones en que las personas puedan tener afectada
su capacidad perceptivo-cognitiva.

Para valorar la capacidad de la persona valorada para realizar por sí misma y de forma
adecuada las tareas que se describen en el BVD debe tenerse en cuenta tanto su
capacidad de ejecución física, como su capacidad mental y/o de iniciativa, siempre y
cuando existan deficiencias permanentes (motrices, mentales, intelectuales,
sensoriales o de otro tipo). En el caso de las patologías que cursan por brotes, la
valoración se realizará en la situación basal del paciente, teniendo en cuenta la
frecuencia, duración y gravedad de los brotes.

La valoración del desempeño de la persona valorada en las distintas tareas se


enmarca en la valoración global de la actividad correspondiente. En aquellos casos en
que las personas con discapacidad intelectual o con enfermedad mental, así como con
afectaciones en su capacidad perceptivo-cognitiva, que son capaces de realizar las
tareas de la actividad de un modo aislado, pero que requieren de apoyo y supervisión
general para la realización, de un modo comprensivo, de la actividad en su conjunto se
valorarán con falta de desempeño en todas las tareas de la actividad correspondiente.

El valor identificará el nivel y los problemas de desempeño que tiene la persona


valorada en las tareas que se incluyen en este formulario de acuerdo con los criterios
de aplicación mencionados. Así mismo, señalará también el grado de apoyo de otra
persona que requiere la persona valorada para llevar a cabo las tareas y actividades.

La valoración de actividades y tareas se realiza de acuerdo con los criterios de


aplicabilidad que recoge la tabla de grupos de edad y de existencia de discapacidad
intelectual o enfermedad mental (DI/EM) u otras situaciones en que las personas
puedan tener afectada su capacidad perceptivo-cognitiva.

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5. ¿Cuál es el procedimiento a seguir para obtener el


reconocimiento de una situación de Dependencia?

El procedimiento a seguir para obtener el reconocimiento de la situación de


dependencia y del derecho a las prestaciones del Sistema, regulado en el artículo 28
de la Ley de la Dependencia, se inicia a instancia de la persona que puede estar
afectada por algún grado de dependencia o, en su caso, de quien ostenta su
representación.

El reconocimiento de la situación de dependencia se hace efectivo mediante una


resolución expedida por la Administración Autonómica correspondiente a la residencia
del solicitante y tiene validez en todo el territorio español. Es en esta resolución donde
se determinarán el grado y nivel de dependencia del solicitante, así como los servicios
o prestaciones que le corresponden.

Conviene saber que todos los servicios de valoración de la situación de dependencia,


la prescripción de servicios y prestaciones y la gestión de las prestaciones
económicas, deben llevarse a cabo directamente por las Administraciones Públicas,
que no pueden delegar, contratar o concertar dichas funciones con entidades privadas.

5.1 El Programa Individual de Atención

Los correspondientes servicios sociales del sistema público son los encargados de
establecer un Programa Individual de Atención, en el que se concretan y
determinan las modalidades de intervención que resultan más adecuadas a las
necesidades de la persona en situación de dependencia. Para ello, se estudian los
servicios y prestaciones económicas previstos en la resolución obtenida en
relación a su grado y nivel. Esto se lleva a cabo consultando al beneficiario y, en
su caso, a su familia o entidades tutelares que le representan.

El Programa Individual de Atención puede ser revisado en los siguientes casos:

■ A instancia del interesado y de sus representantes legales.


■ De oficio, en la forma que determine y con la periodicidad que prevea la
normativa de las Comunidades Autónomas.
■ Con motivo del cambio de residencia a otra Comunidad Autónoma.

Por su parte, el grado o nivel de dependencia y de la prestación reconocida


también pueden ser revisados. Así, el grado o nivel de dependencia será revisable,
a instancia del interesado, de sus representantes o de oficio por las
Administraciones Públicas competentes, por alguna de las siguientes causas:

■ Mejoría o empeoramiento de la situación de dependencia.

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■ Error de diagnóstico o en la aplicación del correspondiente baremo.

Las prestaciones también pueden ser modificadas o extinguidas en función de la


situación personal del beneficiario, al concurrir alguno de estos motivos:

■ Se da una variación de cualquiera de los requisitos establecidos para el


reconocimiento de la prestación.
■ Se incumple alguna de las obligaciones estipuladas en la Ley de la
Dependencia.

Es importante tener presente que el importe derivado de la percepción de una de


las prestaciones económicas previstas en la Ley de la Dependencia, se deducirá
de cualquier otra prestación de naturaleza y finalidad similares que en todo caso se
establezcan en los regímenes públicos de protección social.

Así, por ejemplo, se deducirá el complemento de gran invalidez regulado en el


artículo 139.4 de la Ley General de la Seguridad Social, Texto Refundido aprobado
por Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, el complemento de la
asignación económica por hijo a cargo mayor de 18 años con un grado de
minusvalía igual o superior al 75%, el de necesidad de otra persona de la pensión
de invalidez no contributiva, y el subsidio de ayuda a tercera persona de la Ley
13/1982, de 7 de abril, de Integración Social de los Minusválidos (LISMI).

6. ¿Qué prestaciones pueden obtener las personas


acogidas al régimen de la Dependencia?

El artículo 14 de la Ley de la Dependencia establece que las prestaciones de atención


a la dependencia pueden tener la naturaleza de servicios o la de prestaciones
económicas. Independientemente de su naturaleza, estas prestaciones pueden ir
encaminadas a promover la autonomía personal o a atender las necesidades de las
personas con dificultades para la realización de las actividades básicas de la vida
diaria.

Los servicios que se describen en el denominado Catálogo del artículo 15 de la Ley de


la Dependencia, tienen carácter prioritario y se prestarán a través de la oferta pública
de la Red de Servicios Sociales por las respectivas Comunidades Autónomas
mediante centros y servicios públicos o privados concertados debidamente
acreditados.

El beneficiario podrá, excepcionalmente, recibir una prestación económica para ser


atendido por cuidadores no profesionales, siempre que se den condiciones adecuadas
de convivencia y de habitabilidad de la vivienda y así lo establezca su Programa
Individual de Atención.
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La prioridad en el acceso a los servicios vendrá determinada por el grado y nivel de


dependencia y, a igual grado y nivel, por la capacidad económica del solicitante. Dado
que la red de servicios aún no está totalmente implantada, las personas en situación
de dependencia que aún no puedan acceder a los servicios por aplicación del régimen
de prioridad señalado, tendrán derecho a una prestación económica.

6.1 El Catálogo de Servicios

El Catálogo de Servicios, contenido en el artículo 15 de la Ley de la Dependencia,


comprende los diferentes servicios sociales de promoción de la autonomía
personal y de atención a la dependencia. Estos son y consisten en:

6.1.1 Servicio de prevención de las situaciones de dependencia y promoción


de la autonomía personal (art. 21 de la Ley de la Dependencia):

Tiene por finalidad prevenir la aparición o el agravamiento de enfermedades o


discapacidades y de sus secuelas, mediante el desarrollo coordinado, entre los
servicios sociales y de salud, de actuaciones de promoción de condiciones de
vida saludables, programas específicos de carácter preventivo y de
rehabilitación dirigidos a las personas mayores y personas con discapacidad y
a quienes se ven afectados por procesos de hospitalización complejos. Con
este fin, el Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la
Dependencia acordará criterios, recomendaciones y condiciones mínimas que
deberían cumplir los Planes de Prevención de las Situaciones de Dependencia
que elaboren las Comunidades Autónomas, con especial consideración de los
riesgos y actuaciones para las personas mayores.

6.1.2 Servicio de Teleasistencia (art. 22 de la Ley de la Dependencia):

Este servicio facilita asistencia a los beneficiarios mediante el uso de


tecnologías de la comunicación y de la información, con apoyo de los medios
personales necesarios, en respuesta inmediata ante situaciones de
emergencia, o de inseguridad, soledad y aislamiento. Puede ser un servicio
independiente o complementario al de ayuda a domicilio.

Este servicio se prestará a las personas que no reciban servicios de atención


residencial y así lo establezca su Programa Individual de Atención.

6.1.3 Servicio de Ayuda a domicilio (art. 23 de la Ley de la Dependencia):

Este servicio se constituye por el conjunto de actuaciones llevadas a cabo en el


domicilio de las personas en situación de dependencia con el fin de atender sus
necesidades de la vida diaria, prestadas por entidades o empresas, acreditadas
para esta función.

A su vez, puede dividirse en dos ramas:


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■ Atención de las necesidades del hogar.


Servicios relacionados con la atención de las necesidades domésticas o del
hogar: limpieza, lavado, cocina u otros.
■ Cuidados personales.
Servicios relacionados con la atención personal, en la realización de las
actividades de la vida diaria.

6.1.4 Servicio de Centro de Día y de Noche (art. 24 de la Ley de la Dependencia):

Este servicio supone una atención integral durante el periodo diurno o nocturno
a las personas en situación de dependencia, con el objetivo de mejorar o
mantener el mejor nivel posible de autonomía personal y apoyar a las familias o
cuidadores. En concreto, cubre las necesidades de asesoramiento, prevención,
rehabilitación, orientación para la promoción de la autonomía, habilitación o
atención asistencial y personal.

Los centros podrán ser de las siguientes cuatro clases:

■ Centro de Día para mayores.


■ Centro de Día para menores de 65 años.
■ Centro de Día de atención especializada.
■ Centro de Noche.

6.1.5 Servicio de Atención Residencial (art. 25 de la Ley de la Dependencia):

■ Residencia de personas mayores en situación de dependencia.


■ Centro de atención a personas en situación de dependencia, en razón de
los distintos tipos de discapacidad.

El servicio de atención residencial ofrece servicios continuados de carácter


personal y sanitario.

Se prestará por las Administraciones Públicas en centros propios y


concertados, habilitados al efecto según el tipo de dependencia, grado de la
misma e intensidad de cuidados que precise la persona.

La prestación de este servicio puede tener carácter permanente, cuando el


centro residencial se convierta en la residencia habitual de la persona, o
temporal, cuando se atiendan estancias temporales de convalecencia o durante
vacaciones, fines de semana y enfermedades o periodos de descanso de los
cuidadores no profesionales.

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Estas prestaciones y servicios se integran en la denominada Red de Servicios


Sociales de las respectivas Comunidades Autónomas en el ámbito de las
competencias que las mismas tienen asumidas. La red de centros estará
formada por los centros públicos de las Comunidades Autónomas, de las
Entidades Locales, los centros de referencia estatal para la promoción de la
autonomía personal y para la atención y cuidado de situaciones de
dependencia, así como los centros privados concertados debidamente
acreditados.

Las Comunidades Autónomas establecerán el régimen jurídico y las


condiciones de actuación de los centros privados concertados. En su
incorporación a la red se tendrá en cuenta de manera especial los
correspondientes al tercer sector.

Los centros y servicios privados no concertados que presten servicios para


personas en situación de dependencia deberán contar con la debida
acreditación de la Comunidad Autónoma correspondiente.

Los poderes públicos promoverán la colaboración solidaria de los ciudadanos


con las personas en situación de dependencia, a través de la participación de
las organizaciones de voluntarios y de las entidades del tercer sector.

7. Prestaciones económicas. Régimen general

La prestación económica, que tendrá carácter periódico, se reconocerá, en los


términos que se establezca, únicamente cuando no sea posible el acceso a un servicio
público o concertado de atención y cuidado, en función del grado y nivel de
dependencia y de la capacidad económica del beneficiario, de acuerdo con lo previsto
en el convenio celebrado entre la Administración General del Estado y la
correspondiente Comunidad Autónoma.

Por tanto, esta prestación económica de carácter personal estará, en todo caso,
vinculada a la adquisición de un servicio, siendo las Administraciones Públicas
competentes las encargadas de supervisar el destino y utilización de estas
prestaciones, confirmando el cumplimiento de la finalidad para la que fueron
concedidas. A su vez, pueden distinguirse dos tipos de prestación económica:

7.1 Prestación económica para cuidados en el entorno familiar y apoyo a


cuidadores no profesionales

Excepcionalmente, cuando el beneficiario esté siendo atendido por su entorno


familiar, y siempre que se den condiciones adecuadas de convivencia y de

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habitabilidad de la vivienda y así lo establezca su Programa Individual de Atención,


se reconocerá una prestación económica para cuidados familiares.

Previo acuerdo del Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a
la Dependencia, se establecerán las condiciones de acceso a esta prestación, en
función del grado y nivel reconocido a la persona en situación de dependencia y de
su capacidad económica.

Por su parte, el cuidador deberá ajustarse a las normas sobre afiliación, alta y
cotización a la Seguridad Social que se determinen reglamentariamente.

El Consejo Territorial del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia


promoverá acciones de apoyo a los cuidadores no profesionales que incorporarán
programas de formación, información y medidas para atender los periodos de
descanso.

7.2 Prestación económica de asistencia personal

La prestación económica de asistencia personal tiene como finalidad la promoción


de la autonomía de las personas con gran dependencia. Su objetivo es contribuir a
la contratación de una asistencia personal, durante un número de horas, que
facilite al beneficiario el acceso a la educación y al trabajo, así como una vida más
autónoma en el ejercicio de las actividades básicas de la vida diaria.

8. ¿Cómo se accede a las prestaciones económicas?


¿Cómo se calcula su importe?

El régimen jurídico de las prestaciones económicas se encuentra regulado en los


artículos 12 a 14 del Real Decreto 727/2007, de 8 de junio, sobre criterios para
determinar las intensidades de protección de los servicios y la cuantía de las
prestaciones económicas de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la
Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia (en
adelante, Real Decreto 727/2007).

Las Comunidades Autónomas o las Administraciones que, en su caso tengan tal


competencia, son las encargadas de determinar qué requisitos y condiciones son
necesarias para acceder a las prestaciones económicas, para lo cual siempre se
tendrá en cuenta el acuerdo adoptado por el Consejo Territorial del Sistema para la
Autonomía y Atención a la Dependencia.

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8.1 Cuantía de las prestaciones económicas

Cada año el Gobierno dictará un Real Decreto, previo acuerdo del Consejo
Territorial, en el que se determinará la cuantía de las prestaciones económicas
para los grados y niveles con derecho a prestaciones del Sistema para la
Autonomía y Atención a la Dependencia, actualizándose en función del incremento
del IPC.

El importe de la prestación económica a reconocer a cada beneficiario se


determinará aplicando a la cuantía vigente para cada año un coeficiente reductor
según su capacidad económica, de acuerdo con lo establecido por la Comunidad
Autónoma o Administración que, en su caso, tenga la competencia y tendrá en
consideración lo que se acuerde por el Consejo Territorial del Sistema para la
Autonomía y Atención a la Dependencia.

Si el beneficiario fuese titular de cualquier otra prestación de análoga naturaleza y


finalidad establecida en otro régimen público de protección social, del importe
determinado según lo expuesto anteriormente, deberán deducirse las siguientes
prestaciones:

El complemento de gran invalidez, el complemento de la asignación económica por


hijo a cargo mayor de 18 años con un grado de minusvalía igual o superior al 75
%, el complemento por necesidad de tercera persona de la pensión de invalidez no
contributiva, regulados en los artículos 139.4, 182 bis.2c, 145.6 de la Ley General
de la Seguridad Social, Texto Refundido aprobado por Real Decreto Legislativo
1/1994, de 20 de junio.

También, se deducirá el subsidio de ayuda a tercera persona, previsto en el


artículo 12.2.c, de la Ley 13/1982, de 7 de abril, de Integración Social de los
Minusválidos, (LISMI).

9. ¿Puede ampliarse el período de descanso por


maternidad cuando el hijo sufre alguna
discapacidad?

La disposición adicional tercera del Real Decreto 504/2007 contempla la posibilidad de


ampliar el período de descanso por maternidad en los supuestos de discapacidad del
hijo o del menor que se haya acogido.

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Para ello se debe aplicar la escala de valoración específica (EVE) establecida para los
menores de tres años. Si tras su aplicación se determina que el menor tiene, al menos,
un GRADO I moderado de dependencia, se concederá la ampliación del período de
descanso.

En este sentido, cuando el recién nacido deba permanecer hospitalizado a


continuación del parto, serán tenidos en cuenta los internamientos hospitalarios
iniciados durante los treinta días naturales siguientes al parto.

10. ¿Qué ocurre si una persona beneficiaria de


prestaciones cambia de residencia?

En términos generales, la Ley de la Dependencia prevé que si el beneficiario de las


prestaciones cambia de residencia, será la Comunidad Autónoma correspondiente al
nuevo domicilio la que deberá determinar los servicios y prestaciones que le
corresponden, atendiendo a la red de servicios y prestaciones que ésta tiene
establecida.

Por su parte, el artículo 3 del Real Decreto 727/2007 regula en mayor grado de
concreción esta situación.

Así, el beneficiario que haya tomado la decisión de trasladar su residencia fuera de la


Comunidad Autónoma o de las Ciudades de Ceuta y Melilla, que le haya reconocido el
servicio o abone la prestación económica, está obligado a comunicarlo con antelación
suficiente. Asimismo, la Comunidad Autónoma de origen debe ponerlo en
conocimiento de la de destino.

En los supuestos en que el beneficiario traslada su domicilio de forma permanente al


territorio de otra Comunidad o a las Ciudades de Ceuta y Melilla, y para poder seguir
disfrutando de un adecuado nivel de cobertura del Sistema, la Administración de
destino deberá revisar el programa individual de atención en el plazo máximo de tres
meses, a contar desde la fecha en que tenga conocimiento de dicho traslado. Durante
este tiempo, la Administración de origen seguirá abonando las prestaciones
económicas reconocidas y suspenderá el derecho a la prestación cuando se trate de
un servicio sustituyéndolas por la prestación vinculada al servicio.

Las personas en situación de dependencia que se encuentren temporalmente


desplazadas de su residencia habitual dentro del territorio español, mantendrán el
derecho y reserva del servicio, así como la obligación de abonar la participación en el
coste del mismo, o continuarán, en su caso, percibiendo la prestación económica
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durante un tiempo máximo de 90 días al año con cargo a la Administración


competente que le haya fijado el programa individual de atención.

11. Terminología de la Dependencia

Autonomía: La capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa,


decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias
propias así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria.

Dependencia: El estado de carácter permanente en que se encuentran las personas


que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la
falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la
atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades
básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o
enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal.

Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD): Las tareas más elementales de la


persona, que le permiten desenvolverse con un mínimo de autonomía e
independencia, tales como: el cuidado personal, las actividades domésticas básicas, la
movilidad esencial, reconocer personas y objetos, orientarse, entender y ejecutar
órdenes o tareas sencillas.

Necesidades de apoyo para la autonomía personal: Las que requieren las


personas que tienen discapacidad intelectual o mental para hacer efectivo un grado
satisfactorio de autonomía personal en el seno de la comunidad.

Cuidados no profesionales: La atención prestada a personas en situación de


dependencia en su domicilio, por personas de la familia o de su entorno, no vinculadas
a un servicio de atención profesionalizada.

Cuidados profesionales: Los prestados por una institución pública o entidad, con y
sin ánimo de lucro, o profesional autónomo entre cuyas finalidades se encuentre la
prestación de servicios a personas en situación de dependencia, ya sean en su hogar
o en un centro.

Asistencia personal: Servicio prestado por un asistente personal que realiza o


colabora en tareas de la vida cotidiana de una persona en situación de dependencia,

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de cara a fomentar su vida independiente, promoviendo y potenciando su autonomía


personal.

Tercer sector: Organizaciones de carácter privado surgidas de la iniciativa ciudadana


o social, bajo diferentes modalidades que responden a criterios de solidaridad, con
fines de interés general y ausencia de ánimo de lucro, que impulsan el reconocimiento
y el ejercicio de los derechos sociales.

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