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Vs Colombia.
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................. 2
I. Colombia en el Sistema Interamericano............................................................................. 3
II. Síntesis del procedimiento contencioso ante la Corte Interamericana sobre el caso Gustavo
Petro Urrego Vs. Colombia .................................................................................................. 5
II.1 Hechos. ................................................................................................................... 5
II.2 Procedimiento Contencioso. ....................................................................................... 7
III. Argumentos de la Comisión Interamericana ................................................................... 8
IV. Defensa del Estado Colombiano: excepciones preliminares. .............................................. 9
V. Análisis de la Corte Interamericana: “Fondo” .................................................................... 9
VI. Medidas de reparación integral. .................................................................................... 11
VII. Reflexiones y consideraciones fáctico-jurídicas sobre el caso Petro Urrego. ..................... 11
VII.1. ¿Jueces penales deben sancionar faltas administrativas? ......................................... 11
VII.2. Violación al Principio de subsidiariedad en la sentencia Petro Urrego vs. Colombia. ... 13
VII.3 Implicaciones de la Interpretación literal o restrictiva del artículo 23 de la Convención
Americana de derechos humanos en la sentencia Petro Urrego VS. Colombia. .................... 16
a) Pérdida de investidura y juicio político. ..................................................................... 16
b) Colombia y sus compromisos derivados de la Convención de Naciones Unidas contra la
Corrupción y la Convención Interamericana contra la Corrupción. ...................................... 19
VIII. Principios de jurisdiccionalidad e imparcialidad. ........................................................... 22
IX. Propuesta para acatar la sentencia Petro Urrego vs Colombia.......................................... 24
X. Algunas consideraciones sobre el régimen disciplinario mexicano a la luz de la sentencia
Petro Urrego vs Colombia. ................................................................................................. 25
CONCLUSIONES ............................................................................................................... 29
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INTRODUCCIÓN
Getsemaní, Cartagena de Indias, Colombia. Street art. Arte. Murales. Murales del mundo.
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DESARROLLO
c) La Convención Americana de los Derechos Humanos o pacto de San José Costa Rica del 22
de noviembre de 1969, es a partir de ésta que inicia el reconocimiento de los derechos
humanos en la región.
1
Faúndez Ledesma, Héctor, El sistema interamericano de protección de los derechos humanos. Aspectos
institucionales y procesales; Instituto Interamericano de Derechos Humanos, San José Costa Rica, 2004.
pág. 31
2
Carta de la OEA 30 de abril 1948 suscrita en Colombia, Bogotá, Entrada en vigor el 13 de diciembre de
1951 conforme al Artículo 145, Serie sobre Tratados de Naciones Unidas, N.º 1609, Vol. 119,
http://www.oas.org/dil/esp/afrodescendientes_Manual_Formacion_Lideres_anexos.pdf
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Carta de la OEA
Declaración Convención
Americana de Americana de los
deberes y Derechos Humanos
Derechos del o pacto de San
hombre José Costa Rica
Estos 3 instrumentos internacionales son la base del Corpus iuris interamericano, y sirven para:
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competencia contenciosa de la CIDH en el momento que el estado colombiano lo considere
oportuno y conveniente.4
II.1 Hechos.
• El 30 de octubre de 2011 el señor Gustavo Francisco Petro Urrego fue elegido como
Alcalde Mayor de Bogotá, D.C., cargo que ocupó entre el 1 de enero de 2012 y el 1 de
enero de 2016.
• Durante el primer año del mandato del señor Petro se estableció a través de diversos
contratos y decretos que la Empresa Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) y
4
Reconocimiento de la competencia de la Comisión y la Corte interamericana de Derechos Humanos, en:
http://web.inmujeres.gob.mx/dgaf/normateca/Otros/dhinteramericano/hipertexto/4-2-3.htm
5
Recuperado de OEA. http://www.oas.org/es/estados_miembros/default.asp
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la empresa Aguas de Bogotá estuvieran encargada de la gestión y operación del
servicio público de aseo en la ciudad de Bogotá.
• El 14 de diciembre de 2012, días antes del vencimiento de los contratos entre la Unidad
Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) y las operadoras privadas que se
encontraban prestando el servicio público de aseo hasta ese momento, el señor Petro
expidió el
En virtud de estos hechos se inició una investigación disciplinaria por parte de la Procuraduría
y se levantaron cargos. El 9 de diciembre de 2013 se declaró responsable al señor Petro por las
siguientes faltas:
El señor Petro presentó diversos recursos en contra de esta decisión. El 13 de enero de 2014 la
Sala Disciplinaria de la Procuraduría rechazó el recurso de recusación y confirmó la decisión
6
Imagen recuperada de: www.semana.com, Aseo en Bogotá: ¡Qué desastre! (semana.com), noticia del
20/12/2012.
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de 9 de diciembre de 2013. El 20 de marzo de 2014, el Presidente de la República dispuso la
destitución del señor Petro como Alcalde, la cual surtió efectos hasta el 23 de abril de 2014. El
señor Petro fue restituido en el cargo en virtud de una acción de tutela y del cumplimiento de
las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el 18
de marzo de 2014. Paralelamente, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de
Estado emitió el 13 de mayo de 2014 una resolución en la cual decretó la suspensión provisional
de los efectos de las decisiones sancionatorias de la Procuraduría.
El 15 de noviembre de 2017 el Consejo de Estado acogió la demanda y declaró la nulidad de las
sanciones disciplinarias de la Procuraduría, ordenando el pago de los salarios dejados de
percibir por el señor Petro mientras estuvo efectivamente separado de su cargo, ordenó la
desanotación de las sanciones impuestas, y exhortó al gobierno nacional, al Congreso de la
República, y a la Procuraduría a implementar reformas respecto a las facultades disciplinarias
de la Procuraduría.
• La Corte encontró que los derechos políticos del señor Gustavo Petro se vieron
vulnerados como consecuencia de la sanción disciplinaria de destitución como Alcalde
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Mayor de Bogotá D.C. y la inhabilitación por el término de 15 años para ocupar cargos
públicos, que le fue impuesta por la Procuraduría General de la Nación el 9 de diciembre
de 2013.
C. La Corte determinó que en el proceso disciplinario seguido contra del señor Gustavo
Petro por la sala disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación:
“…el artículo 23.2, de la Convención Americana estipula que el ejercicio de los derechos
políticos puede ser reglamentado “exclusivamente por razones de edad, nacionalidad,
residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o metal, o condena, por juez competente, en
proceso penal”.
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• No observó que el derecho a ser elegido a un cargo de elección popular, así como a
completar el respectivo mandato, son atributos esenciales que integran los derechos
políticos,
• Que las restricciones a dicho derecho deben estar encaminadas a proteger bienes
jurídicos fundamentales, por lo que deben ser analizadas cuidadosamente y bajo un
escrutinio riguroso,
• De esta manera, una restricción arbitraria de los derechos políticos que impacte en el
derecho de una persona a ser elegida popularmente y a completar su mandato, no
afecta solo los derechos políticos de la persona en cuestión, que existe una dimensión
colectiva de dichos derechos y, por tanto, incide en el derecho de los electores.
• El Estado presentó cuatro excepciones preliminares, las cuales fueron rechazadas por
el Tribunal. Respecto a la alegada falta de agotamiento de los recursos internos, la
Corte consideró que esta excepción no fue alegada en el momento procesal oportuno
y por lo tanto operó el principio de preclusión procesal.
• Respecto de los alegatos del Estado sobre la falta de competencia para realizar un
control de convencionalidad en abstracto sobre normas del ordenamiento jurídico
colombiano, la falta de fundamento de los alegatos respecto al artículo 5 de la
Convención Americana, y la exposición de hechos que no caracterizan una violación a
dicho instrumento, el Tribunal resolvió que dichos alegatos no se referían a cuestiones
de admisibilidad sino del fondo de la controversia.
El análisis del presente caso fue realizado en el siguiente orden: 1) la alegada violación a los
derechos políticos; 2) la alegada violación a las garantías judiciales y la protección judicial, y
3) la alegada violación al derecho a la integridad personal.
1)Derechos políticos La Corte concluyó que los derechos políticos del señor Petro se vieron
afectados por la sanción de destitución e inhabilitación impuesta por la Procuraduría el 9 de
diciembre de 2013 y que fue confirmada el 13 de enero de 2014. El Tribunal reiteró su
precedente en el caso López Mendoza Vs. Venezuela respecto que el artículo 23 de la
Convención no permite que un órgano administrativo pueda aplicar una sanción que implique
una restricción a los derechos políticos de un funcionario público democráticamente electo, y
encontró que si bien el Consejo de Estado declaró la nulidad de la sanción de la Procuraduría,
ordenó el pago de salarios dejados de percibir, y ordenó la desanotación de las sanciones
8 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, Informe N.º 130/17, Caso N.º 13.044 Fondo,
Gustavo Francisco Petro Urrego. Colombia. 25 de octubre de 2017, págs. 6 y 7, disponible en:
https://www.oas.org/es/cidh/decisiones/corte/2018/13044FondoEs.pdf
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impuestas, mediante sentencia de 15 de noviembre de 2017, dicha decisión no reparó
integralmente el hecho ilícito que constituyó la violación del derecho al ejercicio de una
función de elección popular del señor Petro. Esto es así toda vez que a) el mandato del señor
Petro fue interrumpido mientras estuvo separado de su cargo en virtud de la decisión de la
Procuraduría, lo cual también afectó los derechos de aquellas personas que lo eligieron y el
principio democrático, y b) no se han modificado las normas que permitieron la imposición de
dichas sanciones. Adicionalmente, la Corte concluyó que la vigencia de los artículos 44 y 45
del Código Disciplinario Único, los cuales facultan a la Procuraduría a imponer sanciones de
inhabilitación o destitución de funcionarios democráticamente electos, así como los artículos
60 de la Ley 610 y 38 del Código Disciplinario Único, los cuales pueden tener el efecto práctico
de producir una inhabilidad en virtud de una sanción de la Contraloría, y el artículo 5 de la Ley
1864 de 2017, que establece el tipo penal de “elección ilícita de candidatos” constituyen un
incumplimiento del deber de adoptar disposiciones de derecho interno.
2) Derechos a las garantías judiciales. La Corte concluyó que el proceso disciplinario seguido
contra el señor Petro no respetó la garantía de la imparcialidad ni el principio de presunción
de inocencia, pues el diseño del proceso implicó que la Sala Disciplinaria fuera la encargada de
emitir el pliego de cargos y al mismo tiempo juzgar sobre la procedencia de los mismos,
concentrando así las facultades investigativas, acusatorias y sancionatorias. El Tribunal
advirtió que la concentración de las facultades investigativas y sancionadoras en una misma
entidad, característica común en los procesos administrativos disciplinarios, no es sí misma
incompatible con el artículo 8.1 de la Convención, siempre que dichas atribuciones recaigan
en distintas instancias o dependencias de la entidad de que se trate, cuya composición varíe
de manera que tal que los funcionarios que resuelvan sobre los méritos de los cargos
formulados sean diferentes a quienes hayan formulado la acusación disciplinaria y no estén
subordinados a estos últimos. Por otro lado, la Corte estimó que la falta de imparcialidad
afectó transversalmente el proceso, tornando en ilusorio el derecho de defensa del señor
Petro. Además, el Tribunal concluyó que en el caso existió una violación al principio de
jurisdiccionalidad, puesto que la sanción contra el señor Petro fue ordenada por una autoridad
de naturaleza administrativa y no por un juez competente. Por otro lado, el Tribunal no contó
con elementos probatorios suficientes que acreditaran que las acciones de la Procuraduría
respondieran a una motivación discriminatoria y constituyeran una desviación de poder.
3) Derecho a la integridad personal. La Corte recordó que la mera amenaza de que ocurra una
conducta prohibida por el artículo 5 de la Convención, cuando sea suficientemente real e
inminente, puede en sí misma estar en conflicto con el derecho a la integridad personal.
Asimismo, señaló que crear una situación amenazante o amenazar a un individuo con quitarle
la vida puede constituir, en algunas circunstancias, al menos, tratamiento inhumano. Sin
embargo, consideró que en el caso no había sido acreditada la participación estatal -ya sea de
manera directa o por aquiescencia- en las supuestas amenazas que el señor Petro recibió
después de que le fueran impuestas las sanciones disciplinarias de la Procuraduría. Concluyó
que tampoco es posible establecer un nexo causal entre la imposición de la sanción
disciplinaria de 9 de diciembre de 2013 y las reacciones presuntamente amenazantes que dicha
sanción pudo haber generado en redes sociales por parte de terceros. Adicionalmente,
advirtió que no existen elementos que demuestren que las sanciones impuestas por la
Contraloría o la SIC hayan generado una angustia tal que constituya una violación a su derecho
a la integridad personal.
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VI. Medidas de reparación integral.
A. Satisfacción: 1) publicar el resumen oficial de la Sentencia una sola vez en el Diario Oficial y
en otro diario de circulación nacional, y 2) publicar la Sentencia en su integridad en el sitio web
oficial de la Procuraduría General de la Nación.
B. Garantías de no repetición: adecuar su ordenamiento interno de acuerdo a lo señalado en la
Sentencia, de forma tal que los funcionarios de elección popular no puedan ser destituidos ni
inhabilitados por decisiones de autoridades administrativas.
Indemnizaciones Compensatorias: 1) pagar las sumas monetarias fijadas en la Sentencia por los
conceptos relativos al daño inmaterial, y 2) el reintegro de gastos y costas.
El presente apartado tomo como base el voto disidente en cuanto al punto 5 del resolutorio
del juez Eugenio Raúl Zaffaroni11
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La interpretación literal o restrictiva del artículo 23 de la Convención en la sentencia Petro
Urrego vs Colombia, implica dotar de competencia a los jueces penales para sancionar las faltas
administrativas graves y gravísimas que cometan los funcionarios electos popularmente,
competencia que resulta incongruente con la esencia, finalidad y objeto del derecho penal, el cual
si bien, comparte con el derecho administrativo sancionador que ambos se derivan del “ius
puniendi estatal”, poseen particularidades:
14 https://www.revistajuridicaonline.com/2005/01/separacion-entre-derecho-penal-y-derecho-
administrativo-sancionador/
15 Véase Ruíz Esparza, Alberto Gándara, “Derecho Disciplinario Mexicano, Nuevo Sistema Nacional
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Acorde con lo expuesto, la interpretación restrictiva o literal del artículo 23 que hizo la Corte,
sin atender al artículo 29 inciso b) que permite a las leyes nacionales fijar límites a los derechos
consagrados en la Convención, siempre que lo hagan para atender fines previstos en otra
Convención en que sea parte el Estado, situación que acontece en el caso colombiano, en
virtud de los compromisos internacionales que asumió en la Convención de Naciones Unidas
contra la Corrupción y la Convención Interamericana contra la corrupción y que explican el
diseño y facultades de la Procuraduría General de la Nación (tema que se aborda en el apartado
VII.3 inciso B), permite señalar que en vista de las diferencias y finalidades del derecho penal y el
admnsitrativo sancionador expuestas:
“Para dar cumplimiento a la Sentencia Petro Urrego Vs Colombia se hace necesario una
reforma legislativa para que las sanciones de destitución e inhabilitación se establezcan como
“penas” en el Código Penal Colombiano, para aplicarse exclusivamente cuando la conducta del
funcionario consista en la comisión de un delito, a efecto de que se fije la competencia de los
jueces penales en acotamiento al fallo de la Corte Interamericana” (esta propuesta se desarrolla
de manera más precisa en el apartado VIII de este trabajo.)
El desarrollo de los principios bajo la comprensión que se tiene de éstos en del Estado
constitucional contemporáneo donde el legislador y todas las autoridades nacionales e
internacionales están obligado a observarlos ha sido producto de una evolución histórica-
juridica del positivismo rígido que postulaba la plenitud y suficiencia de la ley vigente en un
estado hacia una visión normativa-axiológica. Expositores post-positivitas como Dworkin,
Ruiz Manero, Atienza entre otros, acuden a la categoría de principio jurídico concibiéndolo
como un puente o bisagra, que en palabras de Robert Alexy “articula la práctica justificativa
del derecho con la de la moral”16
Alexy refiere que los principios son mandatos de optimización que están caracterizados por
el hecho de que pueden ser cumplidos en diferente grado y que su cumplimiento no sólo
depende de las posibilidades reales, sino también de las jurídicas, éste cumplimiento, según
Alexy se logra a partir del principio de proporcionalidad que cumple con la función de optimizar
las posibilidades jurídicas de realización con apoyo en con sus tres subprincipios de idoneidad,
necesidad y proporcionalidad en sentido estricto.17
En el apartado B.1.2.1. de la Sentencia Petro Urrego Vs Colombia, la Corte interamericana se
refiere a la aplicación del “principio de complementariedad” desestimando la defensa del Estado
16
Lozada, Prado Ali, “Postpositivismo de la optimización: sobre el concepto de principio jurídico de Robert
Alexy”, Revistas-DOXA, Cuadernos de Filosofía del Derecho, Número 39, Universidad de Alicante,
España, 2016, p. 228, en https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/60163/6/Doxa_39_12.pdf.
17 Robert Alexy, “Teoría de los Derechos Fundamentales”, en Chacón Lemus Mauro, “La Ponderación de
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Colombiano al referir que los efectos de la sanción de destitución e inhabilitación del Señor
Petro quedaron suspendidos mientras la demanda de nulidad fallada por el Consejo de Estado
suspendió los efectos de las cometidas contra el señor Petro permitiéndole concluir su
mandato como Alcalde de Bogotá, hasta que se dictó el fallo que 15 de noviembre de 2017 a
través del cual el Consejo de Estado reparó las violaciones “expulsó del mundo jurídico los
actos administrativos sancionarios expedidos por la Procuraduría, por lo que el señor Petro
pudo ejercer sus derechos políticos y gozó de todas las garantías para participar en elecciones
posteriores.”18
La Corte desestimó lo antes señalado por el Estado Colombiano, indicado que, si una cuestión
ha sido resuelta en el orden interno, según las cláusulas de la Convención, no es necesario traerla
ante el Tribunal Interamericano para su aprobación o confirmación. Lo anterior se asienta en el
principio de complementariedad, que informa transversalmente el sistema interamericano de
derechos humanos, el cual es, como lo expresa el Preámbulo de la Convención Americana,
“coadyuvante o complementario de la [protección] que ofrece el derecho interno de los
Estados americanos.” La Corte concluye señalando que el referido carácter
“complementario” de la jurisdicción internacional significa que “el sistema de protección
instaurado por la Convención Americana no sustituye a las jurisdicciones nacionales, sino que las
complementa”19
Se debe tener presente que el “principio de subsidiariedad” es la piedra angular del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos, “este principio obliga a que las autoridades nacionales
conozcan los casos, antes de que sean conocidos por una instancia internacional”, no es una
posibilidad, sino una obligación atribuible a la soberanía de los Estados.
Según Martínez-Villalba el principio de subsidiariedad en su aspecto positivo, implica que “las
autoridades superiores tienen el deber de respeto, protección y promoción de la autonomía del
ente inferior” dándose la prioridad de iniciativa a las personas y entidades menores en la toma
de decisiones y ejecución de acciones del ente inferior.
Es preciso señalar que la subsidiariedad tiene cinco requisitos:
▪ Que existan dos sujetos realmente distintos, con autonomía propia.
▪ Que un sujeto sea superior a otro según algún tipo de potestad jurídica, pública, esto
resulta indispensable porque “el núcleo duro del principio de subsidiariedad implica una
incompetencia del poder superior para intervenir sobre el ente inferior.”
▪ Que el inferior sea anterior al superior: familia frente a las sociedades intermedias, las
sociedades intermedias frente al estado, el estado frente a la comunidad de naciones,
etc.
▪ Que el sujeto inferior tenga unas competencias y fines propios anteriores al ente superior,
y que éste debe respetar.
▪ Que el sujeto inferior pueda alcanzar sus fines con sus propios medios y esfuerzos, y en
caso de no tener los recursos para lograrlo procede la intervención del ente superior,
18Sentencia del 8 de julio de 2020, Petro Urrego vs. Colombia, Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, dictada por la Corte Interamericana de derechos humanos, páginas 37
19 Sentencia Petro Urrego vs. Colombia, óp. cit. página 38
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tal como los orfanatos solo son razonables cuando faltan los padres, o cuando ellos no
pueden cumplir de una manera mínima con su labor.20
En este sentido, considero que la defensa del
Estado Colombiano no se apoyó en el principio
de subsidiariedad, y la Corte Interamericana
violentó este principio en la sentencia del
caso Petro Urrego, pues como señala
Martínez Villalba el ente inferior tiene
autonomía, es anterior al superior, tiene que
alcanzar sus fines con sus propios medios, y
22
solo en el caso de no tener los recursos para
Magistrados del Consejo de Estado Colombiano
lograrlo y cumplir de mínimamente procede
la intervención del ente superior., la transgresión al principio de subsidiariedad es visible en
el apartado “B.1.2. Análisis del caso concreto”, numeral 108 de la Sentencia en el que la CIDH
reconoce:
108. ” …la Corte considera que la decisión del Consejo de Estado constituyó un adecuado y
oportuno control de convencionalidad de las sanciones de destitución e inhabilitación impuestas
en contra del señor Petro por parte de la Procuraduría, en tanto cesó y reparó las violaciones a
los derechos políticos que ocurrieron en perjuicio del señor Petro como resultado de dichas
sanciones, el Consejo de Estado tomó debida consideración de los estándares desarrollados por
este Tribunal en relación con los límites a las restricciones permitidas por el artículo 23.2 de la
Convención, para así garantizar adecuadamente los derechos políticos del señor Petro al: a)
declarar la nulidad de dicha sanción; b) ordenar el pago de los salarios dejados de percibir por el
tiempo separado de su cargo; c) ordenar la desanotación de las sanciones impuestas; y d)
exhortar al gobierno a realizar las reformas dirigidas a lograr la compatibilidad de las facultades
del Procurador con el artículo 23 de la Convención Americana.”21
Es decir, la Corte Interamericana reconoce que el estado colombiano alcanzó los fines relativos a
la protección de los derechos del señor Petro Urrego con sus propios medios a los que califica
como: “adecuado y oportuno control de convencionalidad que hizo el Consejo de Estado
colombiano, que sirvió para reparar y hacer cesar las violaciones a los derechos políticos del señor
Petro” es decir, el tema ya había sido resuelto internamente, y no había lugar para
pronunciarse sobre el asunto de nueva cuenta por parte de la Corte Interamericana.
20
Martínez-Villalba, Juan Carlos Riofrio, “Evolución, alcancé y límites del principio de subsidiariedad”,
Derecho, economía-estudios Institucionales, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Centro de
Publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito, 2019. P.333 y ss.
21
Sentencia del 8 de julio de 2020, caso Petro Urrego vs. Colombia, Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, dictada por la Corte Interamericana de derechos humanos, pagina 42.
22 Foto de los magistrados del Consejo de Estado Colombiano tomada de: Consejo de Estado dejó en
Página | 15
VII.3 Implicaciones de la Interpretación literal o restrictiva del artículo 23 de la
Convención Americana de derechos humanos en la sentencia Petro Urrego VS.
Colombia.
24
23 Sentencia del 8 de julio de 2020, caso Petro Urrego vs. Colombia, Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, dictada por la Corte Interamericana de derechos humanos, pagina 35.
24 Diagrama de elaboración propia EPOL.
Página | 16
Como se observa, el Consejo de Estado, no es un tribunal de enjuiciamiento penal, es el
encargado de la Jurisdicción contencioso administrativa en términos de lo ordenado en los
artículos 236, 237 y 238 de la Constitución Política colombiana y está facultado por la
Constitución para decretar la pérdida de la investidura de los Congresistas colombianos que
ejercen su cargo en virtud del sufragio popular.
La misma situación acontece si examinamos el artículo 174 y 175 de la Constitución Política
colombiana a la luz de la interpretación literal o restrictiva del artículo 23 de la Convención
Americana realizada por la Corte en la sentencia Petro Urrego Vs Colombia.
Los mencionados artículos 174 y 175 de la Constitución colombiana al igual que la Constitución
Política mexicana en su artículo 76 fracción VII y 110 párrafo tercero25 otorgan facultades al
Congreso (integrado por Cámara de Representantes y Senado en el caso de Colombia, por
diputados y Senadores en el caso de México) para sancionar con destitución a los funcionarios
electos popularmente, en el caso mexicano pueden ser sujetos a juicio político y ser destituidos
e inhabilitados en términos del 110 párrafo tercero: los senadores y diputados al Congreso de
la Unión, los gobernadores de los estados y los Diputados locales por violaciones graves a la
Constitución, a las leyes federales que de ella emanen, así como por el manejo indebido de
fondos y recursos federales.26
En el caso de Colombia la Constitución Política faculta el Senado para sancionar con destitución
solamente al Presidente de la Republica que es electo por voto popular:
25 Estos establecen la facultad del Senado mexicano de erigirse en Jurado de sentencia para conocer en
juicio político de las faltas u omisiones que cometan los servidores públicos y que redunden en perjuicio
de los intereses públicos fundamentales y de su buen despacho, en el 110 se establece que las sanciones
consistirán en la destitución del servidor público y en su inhabilitación para desempeñar funciones,
empleos, cargos o comisiones de cualquier naturaleza en el servicio público.
26Véase Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_110321.pdf
Página | 17
Artículo 174.
Corresponde al Senado conocer de las acusaciones que formule la
Cámara de Representantes contra el Presidente de la República o quien
haga sus veces; contra los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia,
del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional, los miembros del
Consejo Superior de la Judicatura y el Fiscal General de la Nación, aunque
hubieren cesado en el ejercicio de sus cargos. En este caso, conocerá por
hechos u omisiones ocurridos en el desempeño de los mismos.
27
27
Diagrama de elaboración propia EPOL.
28 Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, 23 mayo 1969 en: Convención de Viena sobre
Tratados.doc (oas.org)
Página | 18
De lo expuesto, considero que la sentencia Petro Urrego vs Colombia contiene una
interpretación literal de artículo 23 de la Convención Americana que conlleva a descalificar y
considerar inconvencionales las sanciones de pérdida de la investidura y juicio político por ser
impuestas contra funcionarios electos popularmente por la jurisdicción contenciosa
administrativa y por el senado colombiano respectivamente, y no por un juez penal , lo que
resulta incongruente pues los jueces penales “solo son competentes para castigar delitos”,
implicaría como señalé en el apartado A dotar de competencia a los jueces penales para
sancionar las faltas administrativas graves y gravísimas que cometan los funcionarios electos
popularmente, competencia que resulta incongruente con la esencia, finalidad y objeto del
derecho penal.
Considero que si en la Sentencia Petro Urrego vs Colombia la Corte optase por una
interpretación sistemática y teleológica del artículo 23 en relación con el 29 inciso b)29 y el 8.1 de
la Convención Americana, (interpretación que resulta la más apegada a la Convención de Viena
y a la Carta de la OEA30) no exigiría que los funcionarios políticos electos popularmente sean
sancionados exclusivamente por juez penal tratándose de faltas administrativas graves o
gravísimas como en el caso de Gustavo Petro, cuyas sanciones fueron impuestas por la sala
disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación por faltas gravísimas.
Americanos.
31 Véase: Villalba Cuéllar, Juan Carlos, González Serrano, Andrés, “Reflexiones sobre el Caso Petro”,
Prolegómenos: Derecho y Valores, 2014, XVII (34), paginas 9-12, ISSN: 0121-182X. Disponible
en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87633272001
32
Conocida como convención de Mérida porque en esa entidad del estado mexicano se presentó dicha
Convención contra la Corrupción en 2004.
33 Firmada en marzo de 1996 por Colombia, OEASAJ Departamento de Derecho Internacional Tratados
Página | 19
En el caso de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción, Colombia se
comprometió en términos de lo ordenado en el artículo 6, Numeral 2 a crear un Órgano
u órganos de prevención de la corrupción:
(…)
2. Cada Estado Parte otorgará al órgano o a los órganos mencionados en el párrafo
1 del presente artículo la “independencia necesaria” de conformidad con los
principios fundamentales de su ordenamiento jurídico, para que puedan
desempeñar sus funciones de manera eficaz y sin ninguna influencia indebida.”
Así mismo el articulo 30 en su numeral 8, prevé que la penalización de los delitos por
corrupción señalada en numeral 1 de dicho artículo “no menoscabará el ejercicio de
facultades disciplinarias por los organismos competentes contra empleados públicos”
1. Promover y fortalecer el desarrollo, por cada uno de los Estados Partes, de los
mecanismos necesarios para prevenir, detectar, sancionar y erradicar la
corrupción;
Para los fines expuestos en el Artículo II de esta Convención los Estados Partes convienen en
considerar la aplicabilidad de medidas, dentro de sus propios sistemas institucionales,
destinadas a crear, mantener y fortalecer:
(…)
9. Órganos de control superior, con el fin de desarrollar mecanismos modernos para
prevenir, detectar, sancionar y erradicar las prácticas corruptas.
34
• Está facultada para vigilar el cumplimiento de la Constitución, las leyes, las decisiones
judiciales y los actos administrativos (artículo 277 numeral 1 de la Constitución
colombiana)
Página | 21
• Desvincular del cargo, previa audiencia y mediante decisión motivada, al funcionario
público que incurra en alguna de las siguientes faltas: infringir de manera manifiesta la
Constitución o la ley; derivar evidente e indebido provecho patrimonial en el ejercicio de
su cargo o de sus funciones; obstaculizar, en forma grave, las investigaciones que
realice la Procuraduría o una autoridad administrativa o jurisdiccional; obrar con
manifiesta negligencia en la investigación y sanción de las faltas disciplinarias de los
empleados de su dependencia, o en la denuncia de los hechos punibles de que tenga
conocimiento en razón del ejercicio de su cargo. (artículo 278 numeral 1 de la
Constitución colombiana)
Con base en lo expuesto, en atención a la interpretación restrictiva o literal del artículo 23 que
hizo la Corte sin atender al artículo 29 inciso b) que permite a las leyes nacionales fijar límites a
los derechos consagrados en la Convención, siempre que lo hagan para atender fines previstos
en otra Convención en que sea parte el Estado, situación que acontece en el caso colombiano,
a fin de dar cumplimiento a la Sentencia Petro Urrego Vs Colombia se hace necesario una
reforma legislativa para que las sanciones de destitución e inhabilitación se establezcan como
“penas” en el Código Penal Colombiano, para aplicarse exclusivamente cuando la conducta del
funcionario consista en la comisión de un delito a efecto de que se fije la competencia de los
jueces penales en acotamiento al fallo de la Corte Interamericana, ( esta propuesta se desarrolla
de manera más precisa en el siguiente apartado IX)
Se ha señalado en el apartado “A” que los principios proveen a los operadores judiciales una
visión normativa-axiológica, que en palabras de Alexy proveen una articulación de la práctica
justificativa del derecho con la de la moral”35
Si bien, según Alexy los principios son mandatos de optimización que están caracterizados
por el hecho de que pueden ser cumplidos en diferente grado y que su cumplimiento no sólo
depende de las posibilidades reales, sino también de las jurídicas36 De esta manera los
principios de jurisdiccionalidad e imparcialidad son mandatos que optimizan la aplicación del
corpus iuris en el sistema interamericano.
Respecto de los indicados principios en la Sentencia Gustavo Petro vs. Colombia, la Corte señala:
“El Tribunal recuerda que el artículo 8.1 de la Convención garantiza el derecho a ser juzgado por
“un tribunal competente [...] establecido con anterioridad a la ley” En este caso, conforme a lo
previamente señalado, el señor Petro fue destituido como alcalde e inhabilitado para ocupar
35Lozada, Prado Ali, “Postpositivismo de la optimización: sobre el concepto de principio jurídico de Robert
Alexy”, Revistas-DOXA, Cuadernos de Filosofía del Derecho, Número 39, Universidad de Alicante,
España, 2016, p. 228, en https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/60163/6/Doxa_39_12.pdf.
36
Robert Alexy, Teoría de los derechos fundamentales, en Chacón Lemus Mauro, “La Ponderación de
principios constitucionales” Universidad Rafael Landívar y Universidad Unibertsitatea, Guatemala,
septiembre 2013, p.9 y 10. En: https://www.ehu.eus/documents/3012743/4523265/Chacon-Lemus-Mauro-
Salvador.pdf
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cargos públicos mediante un proceso administrativo disciplinario ante la Sala Disciplinaria de la
Procuraduría General. En tanto la destitución e inhabilitación solo puede ser impuesta por un juez
competente previa condena en proceso penal, la Corte advierte en este caso una violación al
principio de jurisdiccionalidad.”
Por consiguiente, la Corte considera que en el proceso disciplinario contra el señor Petro se
vulneró los principios de jurisdiccionalidad y la garantía de la imparcialidad, 37
Luego entonces, (como se revisó en el apartado VII.3, inciso B de este trabajo) el diseño
constitucional de la Procuraduría General de la Nación concuerda con las Convenciones de
Naciones Unidas e Interamericana para prevenir la Corrupción, sin embargo, siguiendo Alexy39,
los principios de imparcialidad y jurisdiccionalidad son obligatorios, y deben ser cumplidos
por Colombia, y su cumplimiento no sólo depende de las posibilidades reales, sino también de
las jurídicas de realización con apoyo en con los subprincipios: de idoneidad, necesidad y
proporcionalidad en sentido estricto, de los que resulta que es Idóneo y necesario que las
sanciones de destitución e inhabilitación se establezcan en la legislación colombiana como
“penas” en el Código Penal, a efecto de que se apliquen por los jueces penales cuando la conducta
del funcionario de elección popular consista en la comisión de un delito en acatamiento a los
principios de imparcialidad y jurisdiccionalidad señalado en al fallo Gustavo Petro Vs. Colombia.
No obstante, lo que he señalado y que deriva de la aplicación restrictiva que hace la Corte en el
caso Gustavo Petro Vs. Colombia, con relación a que solo la justicia penal puede destituir e
inhabilitar a funcionarios electos por voto popular con la finalidad de que se respeten los
principios indicados y las garantías judiciales, se señala que la Corte en otros casos no ha realizado
37Sentencia del 8 de julio de 2020, caso Petro Urrego vs. Colombia, Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, dictada por la Corte Interamericana de derechos humanos, pagina 51.
38 Artículo 277 numerales 1 y 5 de la Constitución Política de Colombia.
39Véase: Alexy, Robert; “La fórmula del peso”, traducción, Carlos Bernal Pulido, en: “El principio de
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la aplicación restrictiva del artículo 23 de la convención, por ejemplo, en el caso Castañeda
Gutman Vs México estimó que:
En el caso “López Mendoza vs. Venezuela” que fue en que apoyó el fallo de Petro Urrego, la Corte
IDH sostuvo una interpretación restrictiva, que considero, si eran procedente:
“…el artículo 23.2 de la Convención determina cuáles son las causales que permiten restringir los
derechos reconocidos en el artículo 23.1 (que consagra los derechos políticos)” y concluyó que
“una restricción impuesta por vía de sanción” debería tratarse de una “condena, por juez
competente, en proceso penal”. Sujetando, de esta manera, la posibilidad de limitar el
ejercicio de los derechos políticos pasivos a la determinación judicial de una sanción en un
proceso penal.
El punto más interesante, y sobre el cual cabe discutir la doctrina de la Corte, se centra en la
extensión restrictiva del derecho político pasivo, es decir, la capacidad de los Estados para
restringir, transitoria o definitivamente, las postulaciones a cargos electivos, y determinar el tipo
de poder u organismo interno del cual puede provenir la restricción, según la estructura
constitucional de los distintos países integrantes del Sistema Interamericano. Por tanto,
discutir si la cláusula del art. 23.2 de la CADH que merita la “condena por juez competente en
proceso penal” es una cláusula cerrada o si permite otras opciones de interpretación y aplicación.
41
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para luchar contra la Corrupción, en atención a que Colombia en 1985 aceptó someterse la
jurisdicción de contenciosa de la Corte Interamericana42
A efecto de cumplir con lo dispuesto en el resolutivo de la sentencia relativo a las Garantías de
no repetición: adecuar su ordenamiento interno de acuerdo a lo señalado en la Sentencia, de
forma tal que los funcionarios de elección popular no puedan ser destituidos o inhabilitados por
decisiones de autoridades administrativas”43 y en observancia a los principios de imparcialidad
y jurisdiccionalidad44, señalados en la Sentencia Gustavo Petro Vs. Colombia, propongo:
1. Reformar el Código Único Disciplinario a efecto de que se deroguen las sanciones
destitución e inhabilitación, así como la facultad de la Procuraduría General de la Nación y
órganos homólogos a esta a nivel local (como las Personerías) para imponer dichas sanciones
a los funcionarios electos por popularmente.
2. Reformar el Código Penal45 en concordancia con la Sentencia Petro Urrego Vs Colombia y
las Convenciones de naciones Unidas e Interamericana contra la Corrupción, estableciendo
para tal efecto las penas de destitución e inhabilitación en los siguientes títulos del Código
Penal de Colombia:
▪ Título XIV: Delitos contra mecanismos de participación democrática
▪ Título XV: Delitos contra la Administración Pública
▪ Capítulo VIII: De los abusos de autoridad y otras infracciones (Artículo 419)
▪ Capítulo XI: De la utilización indebida de información y de influencias derivadas del
ejercicio de función pública (Artículo 434)
Sobre la base de lo expuesto en los apartados VII.3 incisos A y B del presente, en lo que señala
la Constitución Política Mexicana, la Ley General de Responsabilidades Administrativas, se
42
Según lo dispuesto en el artículo 62.1, 62.2 y 62.3 del San José Costa Rica.
43Sentencia del 8 de julio de 2020, caso Petro Urrego vs. Colombia, Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, dictada por la Corte Interamericana de derechos humanos, pág. 56
44 Sentencia del 8 de julio de 2020, caso Petro Urrego vs. Colombia, Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, dictada por la Corte Interamericana de derechos humanos, págs.47, 48, 49 ,50.
45 https://www.conceptosjuridicos.com/co/codigo-penal-articulo-434/
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hacen las siguientes consideraciones respecto del régimen disciplinario mexicano a la luz de la
Sentencia Petro Urrego Vs Colombia:
c) México en el contexto del Sistema nacional Anticorrupción para cumplir con los
compromisos internacionales en el que surgió el actual sistema de Responsabilidades de los
servidores públicos incluyó las faltas graves de particulares vinculados al servicio público,
particulares en situación especial) implementando procedimientos y mecanismos de
prevención, investigación sanción en la Ley General de Responsabilidades Administrativas
del 18 de julio de 2016 que vino a sustituir a la anterior Ley Federal de Responsabilidades
de los Servidores Públicos.
46Véase artículos 76 fracción VII y 110 párrafo tercero Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1_110321.pdf
47Ruíz Esparza, Alberto Gándara, “Derecho Disciplinario Mexicano, Nuevo Sistema Nacional
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Los 7 órganos encargas de detección, investigación y sanción de las
faltas administrativas.
48
e) Las reformas indicadas, son las que dan sustento al actual diseño del régimen disciplinario de
los servidores públicos, que a la luz de la sentencia Petro Urrego vs Colombia deben redefinirse
en observancia a los principios de jurisdiccionalidad e imparcialidad y en concordancia con la
Convención Americana de derechos Humanos para el caso de la imposición de sanciones
a los servidores públicos electos por voto popular.
f) A efecto de que los servidores electos popularmente sean sancionados con destitución o
inhabilitación solo por juez penal, implica al igual que en la propuesta realizada para
Colombia en el apartado IX:
• Eliminar las facultades del Tribunal Federal de Justicia Administrativa y los Tribunales de
Justicia administrativa Locales para sancionar con destitución e inhabilitación a los
funcionarios electos popularmente.
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• Reformar el Titulo IV del Código Penal Federal en concordancia con la Sentencia Petro
Urrego Vs Colombia, regulando a la destitución e inhabilitación como “penas” aplicables
a los servidores públicos electos popularmente que incurran en la comisión de los delitos
por hechos de corrupción, a efecto de que estas sanciones sean impuestas por los
jueces penales mexicanos.
Las adaptaciones y rediseño son necesarios, a pesar de que México tenga un sistema de
responsabilidades de los Servidores públicos, que al igual que el de Colombia se explica a la luz de
las Convenciones de Naciones Unidas y la Interamericana para la Corrupción, pues como se ha
señalado en la sentencia Petro Urrego vs Colombia “…la Corte interamericana señaló que el
derecho a ser juzgado por una autoridad imparcial representa una garantía del debido proceso,
el cual no se actualiza en los casos en que existe una concentración de facultades investigativa y
sancionadoras o dichas atribuciones recaen en dependencias o áreas que -aunque sean distintas-
dependen unas de otras o se encuentran subordinadas.49
Para adecuar el régimen disciplinario a los principios de imparcialidad y jurisdiccional y el
debido proceso, se debe rediseñar la actual estructura orgánica y funcional en que se ejerce
la potestad disciplinaria por parte de la Secretaría de la Función Pública, sus órganos internos
de control a nivel federal, así como en las entidades federativas, en virtud de que para el caso
de las faltas no graves se concentran las facultades de investigación sustanciación del
procedimiento sancionador en las autoridades investigadoras y sustanciadoras que
pertenecen a la misma dependencia, tal como sucede con la Sala Disciplinaria que pertenece
a la Procuraduría General de la Nación ( que sancionó a Gustavo Petro) incluso en el caso de
faltas graves se debe rediseñar y quitarle la facultad para imponer sanciones administrativas
de destitución e inhabilitación a los funcionarios electos popularmente Tribunal Federal de
Justicia Administrativa y los Tribunales de Justicia administrativa Locales, derogando estas
sanciones de la legislación administrativa cuando los funcionarios sean de elección popular,
otorgándoles el carácter de “penas” a la destitución e inhabilitación, a efecto de que los jueces
penales sean los que apliquen éstas a los servidores públicos electos popularmente cuando
incurran en la comisión de delitos por hechos de corrupción; pues si bien, en el modelo actual,
existe una separación material entre las autoridades que investigan, substancian y resuelven
los procedimientos disciplinarios, lo cierto es que no son entes autónomos e imparciales.
De esta manera, la destitución e inhabilitación dejaran de ser sanciones administrativas y se
establezcan como “penas” para aplicarse exclusivamente cuando la conducta del funcionario
consista en la comisión de un delito a efecto de que se fije la competencia de los jueces penales
y de este modo se respete por el estado mexicano el artículo 8.1 de la Convención según el
cual:
“… el juez encargado del conocimiento de una causa debe ser competente, independiente e
imparcial, lo que nos remite a la impartición de justicia a través del juez natural, conforme lo
señaló el juez García Ramírez, en su voto razonado a la sentencia del Caso Usón Ramírez vs.
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Venezuela, la intervención de un juez competente, independiente e imparcial constituye “un
presupuesto del debido proceso” ya que, “en ausencia de aquél, no existe verdadero proceso,
sino apariencia de tal”.50
De esta manera, de acuerdo con el juez García Ramírez, si una persona es juzgada o su litigio
es resuelto por cualquier individuo u órgano que carezca de los citados atributos, el
procedimiento que se sigue no merece la calificación de proceso y la resolución en la que
culmina no constituye una auténtica sentencia.
CONCLUSIONES
50
Convención Americana sobre Derechos Humanos Comentada, óp. cit. p.218.
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FUENTES CONSULTADAS
▪ Audiencia Pública ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos del Caso Petro
Urrego Vs. Colombia, transmitida en vivo el 6 de febrero de 2020, visible en:
https://youtu.be/JhwF-e1XtE4
▪ Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, Informe N.º 130/17, Caso N.º
13.044, Fondo, Gustavo Francisco Petro Urrego. Colombia. 25 de octubre de 2017,
https://www.oas.org/es/cidh/decisiones/corte/2018/13044FondoEs.pdf
▪ Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, Examen a Colombia sobre la
aplicación de la “Convención de naciones Unidas contra la Corrupción” en: Cycle1-
Country-Report-Colombia.pdf (uncaccoalition.org)
▪ Faúndez Ledesma, Héctor El sistema interamericano de protección de los derechos
humanos. Aspectos institucionales y procesales. San José de Costa Rica: Instituto
Interamericano de Derechos Humanos, San José Costa Rica, 2004.
▪ Gutiérrez Salazar Miguel Ángel, https://rendiciondecuentas.org.mx/el-caso-petro-
urrego-y-la-necesaria-redefinicion-del-regimen-disciplinario-mexicano/
▪ Informe de Fondo, No.130/17, disponible en:
http://www.oas.org/es/cidh/decisiones/corte/2018/13044FondoEs.pdf
▪ Lozada, Prado Ali, “Postpositivismo de la optimización: sobre el concepto de principio
jurídico de Robert Alexy”, Revistas-DOXA, Cuadernos de Filosofía del Derecho,
Número 39, Universidad de Alicante, España, 2016, en
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/60163/6/Doxa_39_12.pdf
▪ Martínez-Villalba, Juan Carlos Riofrio, “Evolución, alcancé y límites del principio de
subsidiariedad”, Derecho y economía: estudios Institucionales, Pontificia Universidad
Católica del Ecuador, Centro de Publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador Quito, 2019.
▪ Página oficial de la OEA. http://www.oas.org/es/estados_miembros/default.asp
▪ Pertuz Crespo Alfredo, “El dolo y sus implicaciones”, Vis Iuris, Revista de Derecho y
Ciencias Sociales,
https://revistas.usergioarboleda.edu.co/index.php/visiuris/article/view/1156
▪ Reconocimiento de la competencia de la Comisión y la Corte interamericana de
derechos humanos, en:
http://web.inmujeres.gob.mx/dgaf/normateca/Otros/dhinteramericano/hipertexto/4-
2-3.htm
▪ Roa Salguero, David, “Los conceptos jurídicos indeterminados en el derecho
disciplinario Grupo editorial Ibáñez, Bogotá, 2018 p.20
▪ Robert Alexy, “Teoría de los Derechos Fundamentales”, en Chacón Lemus Mauro, “La
Ponderación de principios constitucionales”, Universidad Rafael Landívar y
Universidad Unibertsitatea, Guatemala, septiembre 2013, en:
https://www.ehu.eus/documents/3012743/4523265/Chacon-Lemus-Mauro-
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▪ Ruíz Esparza, Alberto Gándara, “Derecho Disciplinario Mexicano, Nuevo Sistema
Nacional Anticorrupción”, editorial Porrúa, Segunda edición, México, 2017.
Página | 30
▪ Sentencia del 8 de julio de 2020, dictada por la Corte Interamericana de derechos
humanos caso Petro Urrego vs. Colombia, consultada en;
https://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_406_esp.pdf
▪ Villalba Cuéllar, Juan Carlos, González Serrano, Andrés, “Reflexiones sobre el Caso
Petro”, Prolegómenos: Derecho y Valores, 2014, XVII (34), paginas 9-12, ISSN: 0121-182X.
Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87633272001
NORMATIVIDAD.
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