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El MESÍAS VENDRÁ (PROFESIA)

XIME

Introducción

Que significa el título Mesías?

El título hebreo  Maschíaj  (Mesías) y la palabra equivalente en griego  Kjristós  (Cristo) significan
“Ungido”. Por lo tanto,  Jesucristo  significa “Jesús el Ungido” o “Jesús el Mesías”.

En tiempos bíblicos, la forma de ungir o elegir a alguien para ocupar una posición especial de
autoridad era derramando aceite sobre su cabeza (Levítico 8:12 . ;  1 Samuel 16:13). Dios eligió a
Jesús para ser el Mesías, una posición de gran autoridad (Hechos 2:36). Pero, en vez de ungir a
Jesús con aceite, Dios lo ungió con espíritu santo (Mateo 3:16). Y Jesús, después que fue bautizado,
subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía
como paloma, y venía sobre él.

MALEJA

¿Podría más de una persona cumplir las profecías mesiánicas?

No. Tal como una huella digital identifica a una sola persona, las profecías de la Biblia
identifican a un solo Mesías, o Cristo. Sin embargo, la Biblia advierte: “Se levantarán falsos
Cristos y falsos profetas y darán grandes señales y prodigios para extraviar, si fuera
posible, hasta a los escogidos” (Mateo 24:24).

Que dice la biblia de la profecía

JEHOVÁ DIOS reveló a los profetas de la Biblia mucha información acerca del Mesías, el Libertador
prometido. Es  fácil identificarlo, ya que anunciaron cómo sería su nacimiento,    ministerio y
muerte. De  forma asombrosa, todas estas predicciones se cumplieron hasta el mínimo detalle en
Jesucristo. Comprobaremos que son muy exactas viendo algunas que hablan de su nacimiento y su
niñez.

El profeta Isaías predijo que el Mesías sería de la familia de David (Isaías 9:7). Y  así fue: Jesús era
descendiente de este rey (Mateo 1:1,6-17).

CONTINÚA SANTI
  Miqueas, otro profeta de Dios, dijo que nacería en “Belén Efrata” y llegaría a ser gobernante
(Miqueas 5:2). Pues bien, cuando Jesús vino al mundo, había en Israel dos ciudades llamadas
Belén. Una estaba en el norte del país, cerca de Nazaret, y la otra, en Judá, cerca de Jerusalén.
La  que quedaba cerca de Jerusalén se había llamado anteriormente Efrata. Y  fue justo en esa
localidad donde nació Jesús, cumpliendo así la profecía (Mateo 2:1).

Otra profecía de la Biblia anunció que Dios llamaría a su Hijo para que saliera “de Egipto”. Y  así
ocurrió, pues el niño Jesús fue llevado a Egipto, y más tarde, cuando murió el rey Herodes, regresó
a su país. De  este modo se cumplió la citada profecía (Oseas 11:1;  Mateo 2:15).

En la tabla “  Profecías acerca del Mesías” verá la columna “Profecía”, la cual indica pasajes
bíblicos que anunciaron diversos detalles acerca del Mesías. Le animamos a comparar esos textos
con los que aparecen en la columna “Cumplimiento”. De  este modo  se  convencerá aún más de
que la Palabra de Dios es la verdad.

Cuando examine estos pasajes, no  olvide que las profecías se escribieron siglos antes de que
naciera Jesús. El  propio Jesús dijo: “Todas las cosas escritas en la ley de Moisés y en los Profetas y
en los Salmos acerca de mí tenían que cumplirse” (Lucas 24:44). Como podrá comprobar en su
propia Biblia, ciertamente se cumplieron, y con todo detalle.

XIME

¿Cuántas profecías sobre el Mesías hay en la Biblia?

No es posible decir con exactitud cuántas profecías mesiánicas hay. La manera de contar dichas
profecías puede variar incluso en partes de la Biblia que claramente se refieren al Mesías. Por
ejemplo, el pasaje de  Isaías 53:2-7  menciona varios sucesos proféticos sobre el Mesías. Algunas
personas consideran todo este pasaje como una sola profecía, mientras que otras cuentan cada
suceso como una profecía individual.

Algunas de las profecías mesiánicas que se cumplieron en Jesús


Hecho Profecía Cumplimiento

Descendiente de Abrahán Génesis 22:17, Mateo 1:1


18

Descendiente de Isaac, hijo de Génesis 17:19 Mateo 1:2


Abrahán

De la tribu israelita de Judá Génesis 49:10 Mateo 1:1,  3

De la familia real de David Isaías 9:7 Mateo 1:1

Hijo de una virgen Isaías 7:14 Mateo 1:18,22,


23

Nacido en Belén Miqueas 5:2 Mateo 2:1,  5, 6

Entre muchas más… Cuando

MALEJA

vendrá el Mesías?

EL PROFETA Daniel vivió más de quinientos años antes de que naciera Jesús. No  obstante, Jehová
le reveló información con la que sería posible determinar cuándo iba a ungir, o nombrar, a Jesús
como el Mesías, o Cristo. A  Daniel se le dijo: “Debes saber y tener la perspicacia de que desde la
salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo,    habrá siete
semanas, también sesenta y dos semanas” (Daniel 9:25).

Veamos cómo podría saberse cuándo se presentaría el Mesías. Primero hay que determinar en qué
momento comienza a contarse el tiempo que pasaría hasta su llegada. La  profecía muestra que
ese momento es “la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén”. ¿Cuándo tuvo lugar
“la salida de la palabra”? Otro escritor de la Biblia, llamado Nehemías, relata que esa palabra, es
decir, la orden de reconstruir las murallas de Jerusalén, salió “en el año veinte de Artajerjes el rey”
(Nehemías 2:1,  5-8). Varios historiadores concuerdan    en que el primer año completo del reinado
de Artajerjes fue el año  474  antes de la era común (a.e.c.). Haciendo cálculos, vemos que el año
veinte de su reinado fue el 455  a.e.c. Por lo tanto, la profecía mesiánica de Daniel comienza a
cumplirse en ese mismo año: 455  a.e.c.

Daniel indica cuánto tiempo pasaría desde ese momento hasta que llegara “Mesías el Caudillo”.
La  profecía dice  que serían “siete semanas, también sesenta y dos semanas”, lo que da un total de
69 semanas. ¿Cuánto duraría en la realidad este período? Tal como indican varias versiones de la
Biblia, no  serían semanas normales, de siete días, sino semanas de años. En  otras palabras, cada
semana corresponde a siete años. Los judíos de la antigüedad conocían bien esta idea de las
semanas de años, o grupos de siete años. Por ejemplo, celebraban un año sabático cada siete años
(Éxodo 23:10,  11). Así pues, las 69 semanas de la profecía equivalen a 69 grupos de 7  años, o sea,
a un total de 483 años.

Ahora ya solo es cuestión de hacer cuentas. Si contamos 483  años a partir del 455  a.e.c., llegamos
al año 29  de la era común (e.c.), precisamente el año en que se bautizó Jesús y se convirtió en el
Mesías (Lucas 3:1, 2,  21,  22).  *¿Verdad que esta profecía de la Biblia se cumplió a la perfección?

SANTI

CONCLUSIÓN

Juan 7, 40-53: ¿Acaso El Mesías Vendrá De Galilea?

Algunos de la multitud, que habían oído a Jesús, opinaban: “Éste es verdaderamente el Profeta”.
Otros decían: “Éste es el Mesías”. Pero otros preguntaban: “¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea?
¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era
David?” Y por causa de Él, se produjo una división entre la gente. Algunos querían detenerlo, pero
nadie puso las manos sobre Él.
Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y éstos les preguntaron: “¿Por
qué no lo trajeron?”
Ellos respondieron: “Nadie habló jamás como este hombre”.
Los fariseos respondieron: “¿También ustedes se dejaron engañar? ¿Acaso alguno de los jefes o de
los fariseos ha creído en Él? En cambio, esa gente que no conoce la Ley está maldita”.
Nicodemo, uno de ellos, que había ido antes a ver a Jesús, les dijo: “¿Acaso nuestra Ley permite
juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?”
Le respondieron: “¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge
ningún profeta”.
Y cada uno regresó a su casa.

XIME
Jesús, desde que empezó su vida pública, generó opiniones a su favor y en su contra, ellas de algún
modo, siempre estuvieron presentes. En el evangelio de hoy vemos cómo algunos del pueblo le
aceptan como profeta, como el Mesías, como el que nadie como él “ha hablado así”, y otros le
rechazan porque de Galilea no puede venir el Mesías. De este modo se va gestando un gran
conflicto para todo el auditorio de esta escena: ¿Jesús era “el” profeta? ¿Era el Mesías? ¿Era un
embaucador?  Así reconocemos cómo Jesús  se presenta como un personaje contradictorio. No
impone su mesianismo ni su palabra, no se oculta de los que lo amenazan, y no obliga a nadie a
creer en él. Jesús, el hijo de Dios, el que ha venido a iluminar nuestra vida, también sigue siendo
rechazado por unos y aceptado por otros. 

Pidamos hoy al Señor que nos ayude a a tener siempre la mente y el corazón abierto para  acogerlo
y reconocerlo.

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