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A C U E R D O

En la ciudad de La Plata, a 9 de junio de 2010,

habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en

el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden

de votación: doctores Hitters, Pettigiani, Negri, Soria, se

reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia

en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva

en la causa A. 69.901, "Cadegua S.A. contra Municipalidad


de Junín s/Materia a categorizar. Recurso extraordinario de

inaplicabilidad de ley".

A N T E C E D E N T E S

La Cámara de Apelación en lo Contencioso Admi-

nistrativo de San Nicolás, al acoger parcialmente el

recurso de apelación deducido por la Municipalidad de

Junín, confirmó el decisorio de primera instancia en cuanto


rechazó la excepción de prescripción respecto de la

reclamación de daños y perjuicios que se pretenden y que

tuvieron por causa la ordenanza 2870/1991 y el decreto

74/1991, así como la excepción de defecto legal.

Se interpuso, por la demandada, recurso extraor-

dinario de inaplicabilidad de ley.

Dictada la providencia de autos y hallándose la

causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte,

decidió plantear y votar la siguiente

C U E S T I Ó N
¿Es fundado el recurso extraordinario de inapli-

cabilidad de ley?

V O T A C I Ó N

A la cuestión planteada, el señor Juez doctor

Hitters dijo:

I. Antes de abordar los agravios expuestos en el

recurso traído, considero necesario enunciar -sucintamente-

ciertos datos útiles de la causa:


a) El 14 de enero de 1991, la entidad benéfica

Sociedad Belgrano para la Protección a la Niñez celebró el

convenio con la, por entonces, Dirección Provincial de

Lotería para la explotación de una sala destinada a juegos

de azar denominados Lotería Familiar, Lotería Familiar

Gigante o Bingo-, por el término de quince años, plazo que

se contaría, a partir de la puesta en funcionamiento de la


respectiva sala.

b) Por su parte, Cadegua S.A. celebró un contrato

con la citada entidad benéfica, asumiendo la explotación de

la sala de bingo, previa autorización conferida por la

autoridad provincial, en los términos del art. 4° de la ley

11.018. Dicho convenio fue aprobado por la autoridad de

aplicación mediante disposición 1814/1991, con fecha 11-XI-

1991.

c) El 28 de enero de 1991 el Concejo Deliberante

de Junín sancionó la ordenanza 2870, prohibiendo dentro del


Partido de Junín la instalación y/o funcionamiento de salas

en las que se explote el juego denominado "Bingo, Lotería

Familiar o Lotería familiar gigante".

d) El 14 de febrero de 1991 Cadegua S.A. solicitó

a la Municipalidad Junín la inscripción y habilitación,

pedido que le fue denegado por el Intendente municipal

mediante decreto de fecha 18-II-1991, en virtud de lo

dispuesto por la mentada ordenanza 2870. Contra esa


decisión la empresa interpuso recurso administrativo, el

que fue rechazado mediante el acto municipal de fecha 3-IV-

1991.

e) Promovida demanda contencioso administrativa

con el objeto de que se declare la nulidad de los referidos

actos, este Tribunal dictó sentencia definitiva haciendo

lugar la demanda, anulándose las resoluciones impugnadas,


dejándose sin efecto la ordenanza 2870/1991, en lo

concerniente a la firma actora y a la entidad citada como

tercero, en punto a la prohibición de ejercer la actividad

del juego denominado "Bingo", ordenando a la demandada

resolver el pedido de habilitación correspondiente con

arreglo a la normativa vigente dentro del término de

sesenta días (v. causa B. 53.836, "Cadegua Sociedad

Anónima", acollarada a estos autos).

f) Contra el mentado decisorio, la sociedad

actora interpuso Recurso extraordinario federal el que,


habiendo sido denegado por esta Corte provincial, fue en

queja a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quien

tras declararla formalmente admisible, resolvió confirmar

la sentencia apelada, en cuanto fue materia de recurso (v.

fs. 272 de los citados autos). La parte demandada tomó

conocimiento de este último decisorio con fecha 31-III-2006

(v. fs. 289 de los mismos autos).

g) Con fecha 13-XII-2004, la firma actora dedujo,


ante la justicia de grado, acción de daños y perjuicios

derivados del "impedimento para ejercer su actividad

empresarial en el ámbito de ese municipio por parte de las

autoridades comunales y solicitando se condene a la

Municipalidad de Junín ... al pago de las sumas

resarcitorias que corresponda...".

h) Radicados los autos ante el Juzgado en lo


Contencioso Administrativo del Departamento Judicial de

Junín, con fecha 24-XI-2005, su titular dictó sentencia

resolviendo rechazar las excepciones de defecto legal y

prescripción opuestas -arts. 35 inc. 1° d y h del Código de

lo Contencioso Administrativo, 330 del Código Procesal

Civil y Comercial por remisión del art. 77 inc. 1° del

Código de lo Contencioso Administrativo, e imponer las

costas en el orden causado -art. 51 del Código citado- (fs.

212/214).

II. Disconforme con esa decisión, la parte


demandada interpuso recurso de apelación, el que fue

resuelto por la Cámara Contencioso Administrativa con sede

en la ciudad de San Nicolás, haciendo lugar parcialmente al

recurso de apelación deducido por la Municipalidad de Junín

confirmando la sentencia de primera instancia en cuanto

rechazó las excepciones opuestas por la demandada.

Sin embargo, cabe destacar que, con relación a la

defensa de prescripción, en lo que constituye materia de


agravio del recurso traído, el tribunal a quo efectuó una

distinción, a saber: por un lado, rechazó la prescripción

opuesta por la demandada respecto a la reclamación de daños

y perjuicios que tengan por causa la ordenanza 2870/1991 y

el decreto 74/1991; mientras que, por otro, hizo lugar a la

defensa opuesta, en punto a la pretensión indemnizatoria

derivada de la declaración de caducidad de la autorización


para la explotación del juego de azar llamado "bingo", que

así resolviera el Instituto Provincial de Lotería.

III. La demandada se alza contra el mentado

pronunciamiento en la parcela denegatoria de la oposición

formulada. Denuncia que la Cámara ha cometido un error

jurídico que subyace en la sentencia lesionando, por la vía

del absurdo, las normas jurídicas y los principios que

regulan la prescripción liberatoria.

Enuncia el trámite que transitó el pedido de la

empresa que culminó con la cancelación de la autorización


para funcionar, dispuesta por el Instituto de Loterías y

Casinos, que según expresa tuvo su origen en el

incumplimiento por parte de Cadegua S.A. de la presentación

de la documentación exigida mediante la disposición

274/1992.

En ese orden, sostiene que la firma actora nunca

cumplió los requisitos para poder funcionar como "Sala de

bingo", hecho que no fue tenido en cuenta por la Cámara


para la fijación del dies a quo, con lo que sostiene que

existió, en ese aspecto, una errónea aplicación del art.

4037 del Código Civil.

Expresa que el sentenciante efectuó una apre-

ciación absurda de los elementos fácticos -documentación

agregada a la causa como medida para mejor proveer y

contenido de los escritos-.


Para finalizar, señala que el pronunciamiento que

ataca viola la doctrina legal sentada por este Tribunal. En

apoyo de su afirmación cita precedentes de esta Suprema

Corte referidos al control casatorio en la apreciación del

material probatorio y la doctrina del Absurdo.

IV. El recurso no puede prosperar.

1. En la especie, las partes coinciden en señalar

que el plazo de prescripción aplicable a la pretensión

resarcitoria incoada es el bienal contemplado en el art.

4037 del Código Civil y así fue resuelto en ambas


instancias de grado.

Ahora bien, controvertido el dies a quo de la

prescripción, tanto el fallo de primera instancia como el

de Cámara juzgaron que el plazo comenzó a correr a partir

de la fecha de la notificación del pronunciamiento de la

Corte Federal confirmatoria de la sentencia recaída en este

Tribunal en los autos B. 53.836, "Cadegua S.A." (sent. del

21-III-2001) que ratificó la ilegitimidad de los actos


administrativos impugnados en esta última causa (decretos

del Intendente Municipal de Junín de fechas 18-II-1991 y 3-

IV-1991).

Como quedó expuesto, la Cámara se apartó de la

decisión del juez de primera instancia a la hora de

resolver la prescripción de la acción de los daños y

perjuicios derivados de la caducidad de la autorización


concedida a la empresa para explotación de esa actividad

dispuesta por el Organismo provincial, puesto que hizo

lugar a la misma en la inteligencia que esa decisión -a

diferencia de los actos administrativos anteriores- había

permanecido incólume en sede administrativa.

De su lado el quejoso, luego de describir el

trámite originado por Cadegua S.A. ante el organismo

provincial, arguye que la cancelación de la autorización

para funcionar tiene su origen en el incumplimiento de la

firma actora, lo cual -en su parecer- denota un desinterés


de su parte en el ejercicio de sus derechos que justifica

la declaración de prescripción de la acción resarcitoria

deducida en autos.

2. Este Tribunal ha señalado en forma reiterada

que la apreciación del material probatorio y, en lo que a

este recurso interesa, aquél referido a la revisión del

dies a quo de la prescripción de la acción intentada, es

una cuestión de hecho, sobre las cuales la Corte no puede


entrar a juzgar salvo en el supuesto excepcional de absurdo

(conf. Ac. 51.708, sent. del 20-III-1996; Ac. 65.215, sent.

del 15-XII-1999, entre otras).

Ciertamente -como repara el recurrente- a través

de la doctrina del absurdo se admite una apertura a la

revisión del material fáctico de la causa en casación, mas

a ella sólo es posible acudir en situaciones que bien


pueden calificarse de "extremas" (doc. causa C. 73.933,

sent. del 20-IX-2000), en cuanto tienen lugar ante la

existencia de un error grave, grosero y manifiesto que

conduzca a conclusiones inconciliables con las constancias

objetivas de la causa (conf. Ac. 41.465, sent. del 1-VIII-

1989 en "Acuerdos y Sentencias", 1989-II-756; Ac. 43.132,

sent. del 28-V-1991 en "Acuerdos y Sentencias", 1991-I-856;

Ac. 51.881, sent. del 21-II-1995; Ac. 57.505, sent. del 10-

VII-1996; Ac. 58.282, sent. del 4-III-1997; Ac. 67.104,

sent. del 3-III-1998; Ac. 68.634, sent. del 17-XI-1999; Ac.


71.478, sent. del 16-II-2000; Ac. 71.709, sent. del 29-II-

2000). Considero que tal situación extrema no concurre en

la especie.

3. Al resolver el planteo de prescripción

respecto de la pretensión indemnizatoria que tuvo por causa

el dictado de la ordenanza 2870/1991 y el decreto 74/1991,

el sentenciante decidió su rechazo con apoyo en la doctrina

de este Tribunal -que transcribió-, según la cual "cuando


la ilicitud del hecho debe resultar de una previa decisión

judicial, el término de prescripción sólo puede comenzar a

partir de la fecha en que la sentencia que así lo declare

pase en autoridad de cosa Juzgada" con cita de las causas

Ac. 78.553, sent. del 12-II-2003 y Ac. 87.666, sent. del

11-V-2005.

De tal modo confrontó la fecha de promoción de la


acción indemnizatoria -13-XII-2004- (v. fs. 61, escrito de

demanda) con el momento en que la sentencia dictada por la

Corte Suprema de Justicia de la Nación que recayó en los

autos B. 53.836, antes citados, pasó en autoridad de cosa

juzgada, concluyendo el tribunal a quo tan sólo que el

reclamo indemnizatorio había sido formulado dentro del

plazo previsto en el art. 4037 del Código Civil.

Cabe recordar que discrepar con las decisiones de

la sentencia no es base idónea para los agravios, ni

constituye un absurdo que dé lugar al recurso


extraordinario de inaplicabilidad de ley, puesto que dicha

anomalía queda configurada cuando media cabal demostración

de su existencia y sólo el error palmario y fundamental

autoriza la apertura de la casación para el examen de

cuestiones de hecho y prueba (conf. Ac. 41.465, sent. del

1-VIII-1989, "Acuerdos y Sentencias", 1989-II-756; Ac.

68.634, sent. del 17-XI-1999; Ac. 71.478, sent. del 16-II-

2000; Ac. 71.709, sent. del 29-II-2000, Ac. 91.554, sent.


del 29-III-2006, entre muchos otros), extremo este último

que no logra acreditar el recurrente.

4. Con relación al agravio referido a la

violación de la doctrina legal de este Tribunal, observo

que el quejoso enuncia jurisprudencia -de antigua data-,

sentada en materia relacionada con la apreciación de la

prueba y supuestos en los que se configura la presencia de


absurdo.

El escrito recursivo omite desarrollar cómo se

relacionarían los precedentes citados -desvinculados de la

problemática que se ventila en autos- con la supuesta

actuación indebida del a quo.

Cabe aclarar que resulta condición esencial para

la aplicación de la doctrina establecida por esta Corte que

se trate de la misma o análoga situación jurídica, no

pudiéndosela aplicar, como resulta en el caso, si la

invocada por el recurrente difiere de las circunstancias de


hecho que le dieron origen (conf. Ac. 55.999, sent. del 25-

X-1994 en "Acuerdos y Sentencias", 1994-IV-56; Ac. 57.888,

sent. del 9-V-1995; Ac. 55.860, sent. del 5-VII-1996; Ac.

66.602, sent. del 3-VI-1997, conf. Ac. 67.537, sent. del

21-X-1997; Ac. 64.325, sent. del 17-XI-1998; Ac. 86.830,

sent. del 24-III-2004), por lo que no corresponde atender a

los agravios vertidos al respecto.

V. No habiéndose acreditado, entonces, la


presencia de absurdo, así como tampoco las violaciones

legales denunciadas (art. 279, C.P.C.C.), considero lo

expuesto suficiente para rechazar el recurso interpuesto.

Las costas se imponen al recurrente vencido

(arts. 60.1, ley 12.008, texto según ley 13.101, 68 y 289,

C.P.C.C., doctrina de la mayoría en causa A. 68.914,

"Larrauri", sent. del 22-XII-2008).


Voto por la negativa.

Los señores jueces doctores Pettigiani, Negri y

Soria, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor

Hitters, votaron también por la negativa.

Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la

siguiente

S E N T E N C I A

Por lo expuesto en el acuerdo que antecede se

rechaza el recurso extraordinario interpuesto (arts. 279,

C.P.C.C.).
Las costas se imponen al recurrente vencido

(arts. 60.1, ley 12.008, texto según ley 13.101, 68 y 289,

C.P.C.C.).

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

EDUARDO JULIO PETTIGIANI

HECTOR NEGRI DANIEL FERNANDO SORIA

JUAN CARLOS HITTERS

JUAN JOSE MARTIARENA

Secretario

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