Está en la página 1de 3

El libro, lo compré cuando estaba en Monterrey, a finales de 2013, al

hacer el súper –imaginen que van a una librería a comprar lechuga;


bueno, así de absurdo es comprar un libro en un súper mercado–,
descubriendo que se encontraba en oferta. El precio era de 100 pesos.
Para ser un Alfaguara del 2012, más de 300 páginas, buena edición –no
la de bolsillo– me pareció sensato. De hecho, acabo de regresar de una
librería aquí en Madrid, de buscar Las reputaciones de Juan Gabriel
Vásquez y claudiqué, precisamente porque el precio, 350 pesos, me
pareció excesivo.

En fin, la novela de Laveaga, trata sobre el sistema de justicia penal y


Justicia, de Gerardo Laveaga, México: de justicia en México. Independientemente de lo que diga cualquier
reseña, al final, su obra es un intento de thriller jurídico. También
Alfaguara, 2012, 324 pp. puedo afirmar que esta novela es la primera que se escribe sobre la
Suprema Corte de Justicia de la Nación –SCJN–, o más bien, donde
Por Juan Jesús Garza Onofre1 esta institución es parte medular de una obra literaria, pues de sus
protagonistas –ministros o pasantes– o de su actuación en conjunto,

.HHĐF
depende gran parte del desarrollo de la trama.
Hace algunas semanas leí las 324 páginas de Justicia, libro publicado por
Alfaguara en 2012, escrito por Gerardo Laveaga. Me gustaría decir que es una Ahora bien, decía que Justicia no es mala, pero tampoco es buena.
obra mala, pero no lo es. Aunque no por no ser mala, significa que es buena. O quizá deba decir: Como novela es más bien de las malas. Como
novela negra también. Como thriller, me cuesta decir que es buena,
De este autor he leído algunos capítulos de un libro que ha escrito sobre Cultura pero lo diré. Sí es un buen intento, aunque a mí no me convence. A
de Legalidad, editado por la Universidad Nacional Autónoma de México y, por continuación intento explicar esto.
lo general, estoy al pendiente de lo que escribe en su columna de opinión en el
periódico Excélsior. Valga la pena decir que Gerardo Laveaga es bien conocido Con lo poco que he leído sobre novela negra mexicana, puedo afirmar 135
dentro del ámbito jurídico nacional por haber desempeñado diferentes cargos en que la prosa de Gerardo Laveaga comparada con las desventuras de
instituciones públicas de carácter federal. A pesar de que sabía de la existencia Héctor Belascoarán Shayne, de Paco Ignacio Taibo II, o las aventuras
de la novela, y por ende, de la faceta de escritor de Laveaga, lo cierto es que de El Zurdo Mendieta de Elmer Mendoza, es casi tan sosa como leer
comprar Justicia no se encontraba, pero para nada, dentro de mis prioridades un informe de algún órgano administrativo mexicano. Comparado
bibliográficas. Sin embargo, siempre hay un sin embargo… con Qiu Xilong o Leonardo Padura, por mencionar dos autores no
mexicanos de novela negra que he leído en los últimos meses, Justicia

1
Investigador de la Facultad Libre de Derecho de Monterrey. Cursando el Doctorado Estudios Avanzados en Dere-
chos Humanos por la Universidad Carlos III de Madrid. Correo electrónico: jjgo86@gmail.com
Justicia, de Gerardo Laveaga, México: Alfaguara, 2012, 324 pp. Juan Jesús Garza Onofre

está lejos, muy lejos de ser algo que pueda denominarse como buena novela controladora y preocupada más por el qué dirán que por la felicidad
negra o sencillamente como novela negra. de su hija, con un novio abogado/machista/mirrey/malacopa, socio de
un importante despacho de abogados de la Ciudad de México, que
Pasaré por alto la estructura narrativa que elige el autor –hay capítulos en se enamora del supuesto héroe de la novela (que obviamente termina
primera, en segunda y en tercera persona, a veces incluso combina el diálogo dejando)— que resulta ser la heroína de la novela, tanto resolviendo el
epistolar–, pues lejos de parecer una estrategia confusa, me parece un recurso misterio del crimen sobre el cual gira la misma, como reivindicando un
hábilmente utilizado para intrigar al lector y hacer más ágil la lectura de la difuso espíritu justiciero en el derecho e intentando cambiar el sistema,
novela. es decir intentando fallida y patéticamente cambiar México.

También pasaré por alto el título, que además de pretencioso, no refleja ni Ese lugar que en la novela es México y donde ocurren casos similares a
mínimamente lo que intenta contar. ¿Quién se atreve a titular un libro Justicia? lo ocurrido en dicho país, como el del “News Divine”, el de la guardería
Ok, Michael Sandel. Pero Michael Sandel es Michael Sandel. En todo caso, ABC, las controversias de los primeros casos del sistema acusatorio en
la obra de Laveaga se debería de llamar Injusticia, o haciendo un guiño a la Chihuahua y la tragedia del Casino Royale, resulta tan parecido que
famosa composición de Thalía, Justicia a la mexicana. termina por, curiosamente, no parecerse. También las similitudes entre
los personajes, en la ficticia composición de la SCJN, existen solo dos
Y es que, precisamente lo que no se puede pasar por alto es lo saturada que mujeres: una progre y otra conservadora, justo como en la vida real, y
encuentro la novela de tópicos comunes, clichés y estereotipos sobre ciertos hasta el nombre de uno de los personajes que la hacen de ministros,

.HHĐF
temas que aborda Laveaga. El principal de ellos: la corrupción. En la novela no Alberto Pérez Dayán, coincide con uno de los actuales ministros de la
hay alguien que no esté coludido o inmerso en un escándalo, les deba favores Suprema.
a otros y los utilice a su favor, sometido a una relación de subordinación, sea
víctima o victimario de un chantaje, esté corrompido, o lo que sea. Bien es No por nada, Laveaga dedica su libro a tres personas, relevantes en
cierto que él mismo dice que en un futuro quiere pensar que escribió una el ámbito jurídico mexicano: 1. José Ramón Cossío –Ministro de la
novela costumbrista, que reflejó —a pesar de que todo es una ficción— un Suprema–; 2. Ángel Junquera –abogado, director de la revista El
determinado momento de cómo funcionaba el sistema de justicia penal en Mundo del Abogado, de la cual precisamente Laveaga es colaborador
México. Totalmente válida la aspiración del autor, pero desde mi punto de vista
abusa, y por ende, caricaturiza lo pretendido. Y, a veces, se torna patético.
habitual–, y; 3. Abraham Zabludovsky –imagino es el hijo de Jacobo
con el mismo apellido importante abogado y comunicador mexicano–. 137
Por ejemplo, una de las protagonistas Emilia Miaja —la típica niña de clase También, lo que le reprocho a Laveaga es que le falta calle. Cuando
media/media-alta, con alma jipi pero al fin burgués, estudiante de la Escuela intenta hablar como el personaje que es taxista, no parece taxista. Acaso,
Libre de Derecho, prodigio de su clase, guapa-guapísima, su pasión es el algunos diálogos en los penales están bien pero quedan a deber. A mi
chelo, con una mamá (no recuerdo si divorciada o era viuda, pero da igual juicio, sigue pareciendo que la novela fue escrita por alguien inmerso
cualquier alternativa, para fines de la construcción del personaje es lo mismo) en el derecho y que por tanto —y a pesar de haber leído y conocido
Justicia, de Gerardo Laveaga, México: Alfaguara, 2012, 324 pp. Juan Jesús Garza Onofre

tanto (pues no cabe duda de que el tipo sabe) — no transmite una sensación motivos: el primero, ser del mismo grupo editorial, que lo dudo. Y dos,
verdadera con ciertos personajes. Esto lo afirmo, una vez más, al comparar la que Laveaga es amigo de Eloy Urroz, miembro de la generación del
manera en que personajes utilizados en novelas que abordan temas afines en Crack, de la cual también forma parte Volpi, y por tanto, entre amigos,
México, como por ejemplo Diablo Guardián de Xavier Velasco o La Reina del o amigos de amigos de mis amigos, solemos ser más benevolentes.
Sur de Arturo Pérez-Reverte. Los personajes de Laveaga están muy forzados, No sé, son suposiciones. Pero bueno, desde que Volpi defendió —o
y al final parecen todos sacados de un mismo cajón: un cajón de algún triste intentó defender— a Bryce Echenique por lo ocurrido en la FIL en
burócrata. Preocupado más por la forma que por el fondo. Guadalajara, ya no sé qué tanto pensar de su objetividad como crítico.

Prefiero no hablar sobre las escenas de sexo. Basta decir que El Libro Vaquero o La verdad es que no recomendaría esta novela más que a dos tipos de
la sección de ropa interior del catálogo de Avon resultan más eróticos. personas:
Quienes trabajan en la SCJN.
A pesar de que es predecible, como thriller está bien. Aunque yo, como lector, Quienes estén interesados en la SCJN.
antes que los protagonistas, supuse e imaginé el desenlace del misterio –que se Si no eres una persona nacida en México, que te interese –
puede intuir desde pasada la página 100–. La novela es muy ágil. Engancha, no profundamente– el derecho, no gastes 100 pesos en esta novela. Te la
sé si es por la estructura narrativa utilizada o porque la temática al fin y al cabo cambió por alguna otra obra que tengas repetida. Mis datos los puedes
es una temática que me resulta común y por tanto, atractiva. No sé, soy más de encontrar en la nota al pie de este artículo.
finales intempestivos y giros de último minuto. Pero bueno, no puedo decir que

.HHĐF
Justicia no mantiene un cierto misterio durante todas sus páginas.

También como novela en el marco de la corriente de derecho y literatura,


inaugurada por Richard Posner ya hace más bien algunos años, es un buen
instrumento para la enseñanza de diferentes procedimientos de justicia en
México. Las escenas de los reclusorios, los procedimientos del sistema penal y
sobre todo cuando aborda el funcionamiento —más como tribunal político que
jurídico— de la SCJN, están bien.
139
En este sentido, si digo que Justicia me pareció una obra mala, probablemente sea
por lo que acabo de escribir; pero, como en todo, existen opiniones contrarias
en blogs y foros. Jorge Volpi pone bien a la novela. Me llama la atención,
porque Volpi en sus críticas literarias suele ser bastante despiadado y riguroso
–con decir que a Bolaño le clasificó algunas obras como malas, digo todo–.
Esto, tal vez —y que conste que estoy suponiendo— pueda obedecer a dos

También podría gustarte