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Amazon en Tijuana, una muestra del capitalismo contemporáneo

Manuel Ayala

@ManuelNoctis

La colonia Nueva Esperanza, también conocida como Cañón del Padre, es el asentamiento
irregular más grande en Tijuana; abarca más de tres kilómetros lineales y alberga a más de mil
familias -la mayoría de ellos trabajadores y ex trabajadores de la Zona Industrial de Otay- en casas
hechas de cartón, madera, plástico y láminas.

Se encuentra asentado desde hace casi 30 años en un terreno federal, a la orilla de la Vía Rápida
Alamar y es ahí en donde la empresa estadunidense Amazon, una de las más poderosas a nivel
mundial, instaló recientemente un almacén de aproximadamente 32 mil metros cuadrados que
contrasta con la precariedad en que conviven los habitantes.

Un proyecto que para el sector empresarial de la ciudad es bien visto, por la aparente derrama
económica que va a generar en la entidad, aunado al desarrollo que prevén se pueda generar en el
entorno con su presencia, pero que ha despertado cierta incertidumbre para las personas que ahí
habitan, temiendo que puedan ser removidos y perder lo poco que tienen de su patrimonio.

Comunidad con pasado migrante

Son casi las dos de la tarde y el sol apremia de buena manera en la ciudad. En una de las calles de
la colonia, el señor Pedro Arana atiende a un par de cerdos que tiene en una especie de jaula
hecha con retazos de madera, como la gran mayoría de los caseríos de la localidad. Del otro lado
de la barda, a escasos cuatro metros, se levanta el almacén de la empresa Amazon, edificación que
comenzó a ser construida hace más de un año y al que se le invirtieron 21 millones de dólares.

El señor Arana es vecino de la Nueva Esperanza desde hace más de 30 años; es testigo de cómo
comenzó a poblarse desde entonces y de todas las vicisitudes que han sobrepasado las familias
hasta la actualidad. La zona está considerada un cinturón de pobreza de Tijuana y el espacio que
abarca va de desde la altura de del fraccionamiento Urbi Quinta Marsella, hasta las inmediaciones
del rancho conocido como El Establo, muy cerca del bulevar Terán Terán.

Como muchos de los habitantes de la zona, el señor Arana llegó a Tijuana cargado de sueños por
cruzar a Estados Unidos, pero decidió quedarse en la ciudad y entre el ir y venir de un trabajo y
hogar a otro, decidió instalarse en esa zona que anteriormente era una extensión de hortalizas en
las que se cultivaba principalmente rábanos y cebollines.

Al lugar comenzaron a habitarlo personas que venías de otros estados de la república, quienes
encontraron trabajos en las maquiladoras de la Zona Industrial de Otay, por la cercanía que les
representaba y ante la necesidad de poder encontrar un espacio habitable, ya que por los bajos
salarios les era complicado poder rentar un espacio establecido.
Es así que en esta zona también conocida como “Cartolandia”, podamos encontrar hoy en día
personas originarias de Guerrero, Morelos, Michoacán, Jalisco y el Estado de México, incluso de
otros países de Centroamérica.

Urbanización y desplazamiento

En el 2013, con José Guadalupe Osuna Millán como gobernador de Baja California, iniciaron las
obras de urbanización de la zona y la canalización del río la Vía Rápida Alamar, razón por la cual a
los que habitaban esos terrenos federales se les ofrecieron espacios en la colonia El Niño, en la
Zona Este de la ciudad. Aunque algunos aceptaron esos nuevos terrenos, otros decidieron
quedarse y solamente se recorrieron a la franja que quedaría libre de obras.

El señor Arana compartió que él fue uno de los que decidieron quedarse, puesto que ya tenía años
asentado en la zona y, recordó, que al paso del tiempo muchos de los que se habían ido a El Niño
se regresaron, puesto que trabajaban en las maquilas de Otay y el desplazamiento diario les
quedaba demasiado lejos, así fue que nuevamente se estableció el espacio como la Nueva
Esperanza.

Actualmente la colonia cuenta con servicio de luz y de agua potable, sin embargo, aunque varios
de los colonos dicen tener sus espacios en regla, muchos de ellos siguen estando en un espacio
irregular en el que, a decir de autoridades, todavía se tiene que discutir entre el estado y la
federación sobre la demarcación para así establecer la correspondencia de los terrenos.

Esa situación ha llevado a que los colonos vivan con una constante incertidumbre, la de que un día
sean removidos del lugar y puedan perderlo todo nuevamente, situación que se ha puesto
nuevamente sobre la mesa con la llegada de la empresa Amazon a la localidad. “Tenemos miedo
de que nos vayan a quitar porque digan que damos mal aspecto o cosa por el estilo”, dijo el señor
Arana.

Desarrollo para la ciudad: Empresarios

Empresarios de la región han manifestado en reiteradas ocasiones que el tener en Tijuana a la


empresa mejor valorada en el mundo y la cuarta más grande, va a significar un desarrollo no
solamente para Tijuana, sino para la región, pues representa el objetivo de como grandes
empresas se están interesando en invertir en la ciudad.

Afirmaciones que respaldó la alcaldesa, Karla Ruiz, quien mediante un comunicado externó que la
presencia de la empresa va a contribuir en la recuperación económica que se ha venido
planteando para la ciudad.

“Como parte de las acciones promovidas para atraer la inversión a nuestra ciudad, el Gobierno
Municipal, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeti), apoyó en la gestión de
trámites para concretar la apertura de esta importante empresa, que contribuirá a la reactivación
económica y al bienestar de las familias”, señaló la primera edil.

Arlene Herrera, portavoz de la compañía adelantó que la empresa comenzará sus operaciones a
partir del 22 de septiembre y se enfocará en envíos destinados a cinco de los municipios del
estado: Tijuana, Mexicali, Ensenada, Tecate y Playas de Rosarito, lo cual va a generar alrededor de
250 empleos directos, aunque sin precisar el monto de los salarios ni las prestaciones para los
trabajadores.

“Con la próxima apertura de nuestro centro de envío en Tijuana, generaremos más de 250
empleos con los que esperamos contribuir al impulso del bienestar social de la gente que vive en
la localidad y así continuar beneficiando a miles de familias mexicanas”, resaltó en un comunicado
compartido con el portal Aristegui Noticias

La planta de Amazon está situada dentro del parque industrial Real Estate Management and
Services Group (RMSG) y se trata del noveno sitio para envíos en México y el segundo en el norte
del país.

Mano de obra barata

La experta en globalización y economía política, Charmaine Chua, compartió a través de su red


social de Twitter un análisis en el que resalta que, para Amazon, Tijuana le representa un lugar en
donde va a encontrar mano de obra barata, puesto que aquí el salario mínimo ronda los nueve
dólares por hora, cuando en California, por ejemplo, es de 15 dólares por el mismo tiempo.

Cuestionó también que dentro de las opciones que puede tener la empresa, es que finalmente
pueda realizar importaciones desde China, ya que los aranceles de importación de
electrodomésticos que se instauraron durante la administración del entonces presidente Donald
Trump, se encarecieron, y les representará una buena manera para que lleguen a México y de aquí
cruzarlos a estados Unidos de forma desamblada.

La experta precisó que la planta en Tijuana está a escasos 24 minutos de la planta que Amazon
tiene en Otay Mesa, la cual es la más grande que tienen en el país vecino, de tal manera que
aprovecharán esta situación. Para la experta, esto es una clara muestra de la explotación que la
empresa pretende en esta ciudad, además que representa el claro ejemplo del capitalismo
contemporáneo.

Especialistas consultados por Buzos refrendan los dichos de Chua, considerando que esto que de
alguna manera le dio la vuelta al mundo no les resulta algo novedoso, sino que solamente
evidencia la desigualdad que existe en la ciudad, punto en el que las autoridades municipales y del
estado deberían estar enfocados.

Una opción de trabajo lejana

En la colonia la Nueva Esperanza, la mayoría de las personas que trabajan en las maquiladoras
sobreviven con salarios que van de los 800 a los mil pesos semanales, según las versiones que
proporcionaron a Buzos, lo cual les alcanza solamente para sobrevivir y llevar una vida que se ve
repentinamente beneficiada por los donativos que organizaciones estadunidenses suelen
ofrecerles.

Si bien, jóvenes como Jorge González se ven entusiasmados con la idea de que se hagan realidad
todas las expectativas que se han estado generando sobre trabajar en ese nuevo lugar y obtener
un mejor salario, hay otras personas como el señor Pedro Arana, quienes ven esas opciones de
trabajo muy lejanas debido a la edad y a las aptitudes que estén solicitando.
“La verdad es que no nos preocupa o nos entusiasma saber si uno va a poder trabajar ahí o no, lo
que sí nos tiene preocupados es que un día nos vayan a sacar de aquí y no nos den opciones para
reacomodarnos (…) habemos personas que tenemos más de 30 años aquí y que nos muevan será
como perder nuestros patrimonios”, dijo.

Al igual que el señor Arana, una señora que no quiso compartir su nombre compartió que durante
mucho tiempo se han visto abandonados por las autoridades tanto del municipio, como del
estado, por lo que pidió que esperaba que esta ocasión la gobernadora entrante, Marina del Pilar,
a quien le refrendaron su voto, volteé a ver su situación y no los deje en el olvido.

“Aquí anduvo en la colonia, nosotros nos organizamos para votar por ella… ni el actual gobernador
Jaime Bonilla, que llegó con ese dicho que nos iba ayudar lo hizo, así que esperamos que la nueva
administración nos apoye y nos dé garantías, de lo contrario sería como traicionarnos después que
le dimos nuestros votos”, dijo.

Hasta el momento ninguna autoridad se ha pronunciado sobre un posible desalojo o reubicación


de los colonos. Sin embargo, la actual alcaldesa, a quien le quedan tres semanas de gestión,
compartió que cuando “cambias un entorno, se transforma el alrededor”; los vecinos de la Nueva
Esperanza esperan que, de haber esos cambios, no les terminen perjudicando a ellos.

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