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La crisálida del héroe,

el capote de paseo
La crisálida del héroe,
el capote de paseo

31 de octubre de 2019 al 12 de abril de 2020


Sala de exposiciones temporales del
Museo Taurino de Córdoba
EXPOSICIÓN
Comisaria
María del Mar Zafra Chups
Coordinación
Enrique Ortega Ortega
Transporte
Edict
Montaje
Manmaku
Tratamientos de conservación
Enrique Ortega Ortega
RestauraTextil
Inmaculada Carrasco Pleguezuelo
Seguros
Generali seguros

CATÁLOGO
Coordinación
Salvador Giménez
Edición
Ayuntamiento de Córdoba. Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico
Textos
José María Bellido Roche (Alcalde de Córdoba)
Juan Serrano “Finito de Córdoba” (Torero)
Javier Jiménez Gadea (Director del Museo de Ávila)
Enrique Ortega Ortega (Conservador Restaurador Municipal)
Salvador Giménez (Crítico e historiador taurino)
María del Mar Zafra Chups (Historiadora del Arte)
Fotografías
Antonio Jesús Domínguez Clavellino
Cubierta
José María López Mezquita. El torero Machaquito (Detalle), 1912. Colección particular
Interior de cubierta
El pintor José María López Mezquita en su estudio, tomando del natural al torero Rafael González Madrid “Machaquito”, h. 1912.
Archivo Ruiz Vernacci. Instituto del Patrimonio Cultural de España, Ministerio de Cultura y Deporte
Diseño e Impresión
eimagina.es
Depósito legal
CO XXX-XXXX
Agradecimientos
Nuestro especial agradecimiento al Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Museo Taurino de Las Ventas
de Madrid, Diputación Provincial de Ávila, Museo de Ávila, Hermandad Salesiana del Prendimiento de Córdoba, Juan Serrano
“Finito de Córdoba”, Blanca del Rey, José María López-Mezquita, Francisco Javier Pérez Rojas, familia Salinas Guerra y Archivo
Municipal de Córdoba. A todas las personas que han colaborado en la organización de la exposición y en la publicación del
catálogo que la acompaña. Gracias a todos.

© de los textos: sus autores


© de las imágenes: sus autores
Prohibida la reproducción total o parcial de los textos y de las imágenes.
Córdoba debe mirar siempre a su pasado para proyectarse
con fuerza al futuro. Y reivindicar su presente. Forma parte
del legado que hemos recibido el mundo del toro. Córdoba
es tierra de Califas del Toreo. Seña de identidad de la Fiesta.
Figuras que marcaron época y forman parte de la historia de
la tauromaquia con mayúsculas.

El Museo Taurino de Córdoba debe corresponder a ese lega-


do. Y por ese motivo se está trabajando en ampliar la progra-
mación y oferta de contenido de este equipamiento cultural,
contribuyendo a la conservación y enriquecimiento de esa
parte fundamental de nuestra historia, de la tauromaquia,
una tradición que forma parte de nuestro patrimonio cultural
y que hemos de defender, proteger.

Con la exposición temporal “La crisálida del héroe, el capote


de paseo” se profundiza en la significación simbólica del ca-
pote de paseo. Se potencia el conocimiento de una auténtica
obra de arte, una joya de la indumentaria taurina que escon-
de mucha más historia de lo que muchos puedan pensar,
pues es testimonio de una estética milenaria y una tradición
artesana genuinamente española.

En este sentido, me satisface comprobar que nuestra ciudad,


cuna de toreros, trabaje por estar a la altura de la promoción
de aquellos elementos y conceptos estrechamente vincula-
dos a nuestra tradición taurina, ofreciendo tanto a nuestros
visitantes como a los propios cordobeses y aficionados a este
arte, distintas actividades, como la exposición que nos com-
pete que, sin duda, nos enriquecen a todos y es un auténtico
regalo para aumentar nuestra sensibilidad hacia todo aquello
que gira en torno a la Fiesta Nacional.

Jose María Bellido


Alcalde de Córdoba
LAGARTIJO, EN LA COLECCIÓN TAURINA DEL
MARQUÉS DE BENAVITES DEL MUSEO DE ÁVILA

La Colección Taurina del Marqués de Benavites compren- toros, él marqués se acercó a la Fiesta desde su condición de
de el conjunto de objetos taurinos que reunió D. Bernardino historiador. Benavites entendía y asumía que los toros eran
de Melgar y Álvarez de Abréu, VII Marqués de San Juan de parte sustancial de la Historia de España, motivo por el cual
Piedras Albas y IX de Benavites, en las primeras décadas del incluyó la Tauromaquia entre sus temas de investigación,
siglo XX. A ello le llevó no sólo su condición de aficionado a la siendo la colección taurina un reflejo de ese interés. Eso le
Fiesta, sino, especialmente, la de historiador. La colección, por llevó a reunir un importante conjunto de piezas, que abar-
otro lado, no tuvo un carácter único y exclusivo en los intere- can desde el siglo XVI hasta el primer tercio del siglo XX, y
ses coleccionistas del marqués, ya que en realidad fue parte que reflejan a la perfección tanto su interés como historiador
integrante del conjunto de objetos históricos (bibliográficos, por buscar el origen de la Fiesta, como los acontecimientos
archivísticos, artísticos, etnográficos y decorativos) reunido a y cambios fundamentales que se produjeron en la tauroma-
lo largo de su vida por D. Bernardino y que albergó en su ca- quia de esos años, trascendentales para la conformación del
sa-palacio de Ávila1. No obstante, su especial interés o afición toreo tal y como lo entendemos hoy en día.
por alguno de esos conjuntos de piezas y objetos hizo que los
destacara sobre los demás, con estudios específicos y ubicán- Las piezas pueden agruparse en los siguientes grupos, que
dolos en espacios individualizados del palacio. Así sucedió nos dan una idea del carácter de este museo histórico-taurino
con la biblioteca, con la colección de arte popular y, especial- que formó Bernardino de Melgar: documentos, biblioteca, ca-
mente, con la colección taurina, a la que él llamó Museo, y bezas de toros, indumentaria, trastos del campo y de la lidia,
que como tal ubicó en una construcción propia, en un extre- carteles, programas, fotografías, pinturas, dibujos, acuarelas,
mo del jardín de su palacio y con apertura directa a la calle. estampas y objetos variados de artes decorativas.
Se considera, pues, el Museo Taurino más antiguo de España2.
Como ya he señalado, además de por su afición personal a los El origen de esta colección-museo hay que situarlo proba-
1 Sobre su vida (1863-1942) y colecciones, y la importancia y trascendencia de su blemente en la década de los años veinte del siglo pasado,
obra para la historia abulense, véase María Mariné (ed.), El Marqués de Benavites
y de San Juan de Piedras Albas (1863-1942), ed. Asociación de Amigos del cuando publicó su libro Fiestas de toros. Bosquejo histórico3,
Museo de Ávila, Ávila 2014, que incluye el catálogo de la exposición temporal El que tuvo su origen en unas conferencias que sobre el origen
Marqués. Coleccionista y Bibliófilo, que el Museo de Ávila –con la participación
de la Biblioteca Pública de Ávila- dedicó a su figura en 2013, con motivo del 150 de la Fiesta pronunció en el Ateneo de Sevilla en 1926. En la
aniversario de su nacimiento. Su palacio abulense actualmente es la sede del búsqueda de documentación para ese proyecto y en los mu-
Parador Nacional de Turismo de Ávila.
chos contactos que mantuvo a partir de entonces con profe-
2 Este museo y su contenido ha sido dado a conocer tanto en publicaciones tau-
rinas (A. Santainés Cirés, “Museos y coleccionismo taurinos”, en J. Mª. de Cossío y
sionales del mundo taurino, especialmente con toreros de la
A. Díaz Cañabate (eds.) Los Toros. Tratado técnico e histórico, t. VII, Espasa-Calpe, época, es donde fue seguramente forjándose la recopilación
Madrid, pp. 939-1025 [Ávila, pp. 952-953]; A. García Ramos, “El museo taurino del
marqués de Piedras Albas”, Hoja del lunes, 11 de enero 1971, pág. 38) como mu-
de objetos, que se sumaron a los miles de otra naturaleza, que
seísticas (M. Molina Campuzano, Exposición Fiestas de Toros en Madrid [Madrid, también el marqués acumulaba debido a su pasión coleccio-
mayo-junio de 1959], Museo Municipal de Madrid; J. A. Gaya Nuño, Historia y guía
de los museos de España, Madrid, 1969; y Javier Jiménez Gadea, “El mundo de nista global.
los toros y el Marqués: una investigación, un libro y un museo”, en María Mariné
(ed.), El Marqués de Benavites y de San Juan de Piedras Albas (1863-1942), ed.
Asociación de Amigos del Museo de Ávila, Ávila 2014, pp. 45-66). En esta misma
Naturalmente, entre el conjunto de piezas de la colección
obra, el Museo de Ávila publicó el catálogo completo de la colección, incluyén- no podían faltar las relacionadas personalmente con to-
dolo como anexo en CD (Javier Jiménez Gadea, José A. Vacas Calvo, Catálogo
de la Colección Taurina del Marqués, Asociación de Amigos del Museo de Ávila,
reros, tanto históricos como contemporáneos suyos: por
2014). La Colección Taurina del Marqués de Benavites se custodia y conserva en 3 Oficina tipográfica de A. Marzo, Madrid, 1927; reeditado por la Universidad de
el Museo de Ávila desde 1968 (depositada por la Diputación Provincial de Ávila), Sevilla y la Fundación de la Real Maestranza de Sevilla (Sevilla, 2010), y en edición
habiéndola dado a conocer al público mediante exposiciones temporales y las facsímil por la Universidad Complutense de Madrid y Extramuros Ediciones
publicaciones citadas. (Sevilla, 2011).
supuesto, vestidos de torear y trastos de la lidia; pero tam- senta una orla de toreros entre los que se incluye su retrato;
bién fotografías, dedicatorias, autógrafos y cartas personales. cuadros de toros estoqueados; un abanico fotográfico de J.
Laurent que incluye su retrato; y una medalla conmemora-
Y entre ellos, los califas cordobeses tienen un especial prota- tiva). Y también, la famosa imagen tomada por el fotógrafo
gonismo, como no podía ser de otra manera en una época de cordobés Tomás Molina, que recoge la ceremonia del corte
la tauromaquia en la que el toreo cordobés tuvo una especial de coleta del torero, escena en la que por encima de su ca-
relevancia. Rafael Molina, Lagartijo, Rafael Guerra, Guerrita, rácter documental, destaca especialmente la dignidad del
y Rafael González, Machaquito, están representados tanto a diestro ante este trance tan trascendental para cualquier ma-
través de objetos personales como de representaciones gráfi- tador. Rafael Molina se cortó la coleta el 4 de junio de 1893.
cas variadas. Pero por su interés y variedad de objetos, desta-
ca entre ellos sin duda la representación de Lagartijo. Desconozco si Lagartijo llegó a torear en Ávila. Pero de lo que
no cabe duda es de que gracias al Marqués de Benavites y a
Rafael Molina se retiró de los ruedos en vida de Bernardino, en su Museo Taurino, su presencia en la ciudad amurallada está
1893 y teniendo éste veintinueve años, y por ello con toda pro- garantizada para siempre.
babilidad mucho antes de que Benavites decidiera formar su
colección taurina, que como ya he indicado cabe situar en los Javier Jiménez Gadea
años de redacción de su libro. Tampoco nos consta que exis- Director del Museo de Ávila
tiera una relación personal entre ambos, como por el contra-
rio sí la tuvo con Ignacio Sánchez Mejías o con los Gallos, por
ejemplo. Cómo adquirió, pues, los objetos relacionados con
el califa Lagartijo no podemos, a día de hoy, saberlo, pero en
cualquier caso su existencia en la colección indica que el mar-
qués era consciente de que, en un museo taurino de su época
y de carácter histórico, no podía faltar la representación de
uno de los grandes matadores del último tercio del siglo XIX,
protagonista indiscutible, junto con su rival Frascuelo, de una
de las etapas más brillantes del toreo.

De Lagartijo, concretamente, junto con el capote de paseo


(seda de color vino y pasamanería dorada) expuesto en esta
exposición, perteneciente a su época de banderillero previa
a la toma de alternativa (según consta en la documenta-
ción conservada en los antiguos inventarios de la colección),
se conservan otros objetos personales. Así, un traje de luces
(café y plata con golpes verdes, un terno muy del gusto del
torero, según las crónicas de la época) y una carta autógrafa;
pero también otros objetos relacionados con él (dos carteles,
de Sevilla 1883 y Madrid 1884; un óleo ovalado que repre-

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