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Texto Aristóteles

“Que la Filosofía no es una ciencia productiva es evidente ya por los primeros que filosofaron.
Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al
principio admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego avanzando poco a
poco y planteándose problemas mayores, como los cambios de la luna y los relativos al sol y a
las estrellas, y la generación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira,
reconoce su ignorancia. De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que
buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así, lo atestigua lo
ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las cosas
necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues evidente que no la buscamos
por ninguna otra utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y
no para otro, así consideramos a esta como la única ciencia libre, pues esta sola es para sí misma.
(…) Así, pues, todas las ciencias son más necesarias que esta; pero mejor, ninguna.

(Aristóteles, Metafísica, 982b-983a)

Aristóteles habla en este texto de las características que definen a la Filosofía, describe
cómo surge y de qué se ocupa este saber. Considera el autor que no es una ciencia productiva y
alude a los primeros pensadores, que filosofaron movidos por la admiración. La admiración es
la actitud necesaria de quienes se plantean cuestiones porque anhelan el conocimiento. Así, los
primeros pensadores se preguntan por las cosas de la naturaleza, por los fenómenos naturales.
Al principio, por cuestiones sencillas; y luego, por cuestiones más complicadas. La admiración
implica que buscan el saber por deseo de saber, para huir de la ignorancia y no por una utilidad
concreta. Por lo tanto, el proceder de los primeros pensadores corrobora la afirmación inicial
del texto acerca de que la Filosofía no es una ciencia productiva.

En la parte final del texto, Aristóteles aclara que tener cubiertas las necesidades básicas
del ser humano facilita el poder dedicarse a la reflexión y al conocimiento. Hay una afirmación
última en la que el autor caracteriza a la Filosofía como única ciencia libre, porque es un fin en
sí misma; es lo que la convierte en la ciencia mejor: “Todas las ciencias son más necesarias que
esta; pero mejor, ninguna”.