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TALLER DE QUÍMICA #1 - grado UNDÉCIMO

Repaso configuración electrónica – isotopos -


tabla periódica.

Docente: Gerardo Guapacha.


Lea detenidamente la primera parte del taller, resaltando o
escribiendo las ideas fundamentales.

Introducción
La radiactividad es tema frecuente en las noticias. Seguramente
has leído al respecto en debates sobre la energía nuclear, la
tragedia de Fukushima o la creación de armas nucleares.
También es parte de la cultura popular: por ejemplo, el origen de
muchos superhéroes está relacionado con la exposición a
radiación (o, en el caso del Hombre Araña, la mordida de una
araña radiactiva). Pero, ¿qué es exactamente la radiactividad?
La radiactividad es una de las propiedades de un átomo. Los
átomos radiactivos tienen un núcleo inestable y, finalmente,
liberarán partículas subatómicas para volverse más estables y
emitir energía (radiación) en el proceso. A menudo, los elementos
existen en ambas versiones, radiactivos y no radiactivos, que
difieren en la cantidad de neutrones que contienen. Estas
diferentes versiones de los elementos se llaman isótopos, y los
isótopos radiactivos ocurren con frecuencia en la naturaleza en
pequeñas cantidades. Por ejemplo, en la atmósfera hay una
pequeña cantidad de carbono en forma de carbono-14 radiactivo
y los paleontólogos se basan en la cantidad encontrada en los
fósiles para determinar su edad.
En este artículo, analizaremos con más detalle las partículas
subatómicas que contienen los diferentes átomos, así como todo
aquello que hace que un isótopo sea radiactivo.

Número atómico, masa atómica y masa atómica


relativa
Los átomos de cada elemento tienen un número característico de
protones. De hecho, este determina qué átomo estamos viendo
(por ejemplo, todos los átomos con 6 protones son átomos de
carbono); el número de protones de un átomo se
denomina número atómico. En cambio, el número de neutrones
de un elemento dado puede variar. Las formas del mismo átomo
que difieren solo en el número de neutrones se llaman isótopos.
En conjunto, el número de protones y de neutrones determinan
el número de masa de un elemento (número de masa = protones
+ neutrones). Si quieres calcular cuántos neutrones tiene un
átomo, solo tienes que restar el número de protones, o número
atómico, del número de masa.
Una propiedad estrechamente relacionada con el número de
masa de un átomo es su masa atómica. La masa atómica de un
átomo individual es simplemente su masa total y generalmente se
expresa en unidades de masa atómica (uma). Por definición, un
átomo de carbono con seis neutrones (carbono-12) tiene una
masa atómica de 12 uma. Por razones que van más allá de lo que
abarca este artículo, otros tipos de átomos generalmente no
tienen masas atómicas en números enteros. Sin embargo, la
masa atómica de un átomo en general será muy cercana a su
número de masa aunque tendrá algunas diferencias en los
decimales.
Debido a que los isótopos de un elemento tienen diferentes
masas atómicas, los científicos también pueden determinar
la masa atómica relativa (denominada algunas veces peso
atómico) de un elemento. La masa atómica relativa es un
promedio de las masas atómicas de los diferentes isótopos en
una muestra y la contribución de cada isótopo al promedio se
determina por medio de la cantidad que representa dentro de la
muestra. Las masas atómicas relativas que aparecen en la tabla
periódica (como la del hidrógeno, que se muestra a continuación)
se calculan en todos los isótopos naturales de cada elemento, los
cuales se ponderan con base en su abundancia en la Tierra. Los
objetos extraterrestres, como los asteroides o meteoritos, pueden
tener abundancias de isótopos muy distintas.

Imagen que muestra la "anatomía" de una de las entradas de la


tabla periódica. En la parte superior izquierda se encuentra el
número atómico, o el número de protones. En medio, están las
letras que simbolizan el elemento (por ejemplo, H). Abajo, se
indica la masa atómica relativa, tal como se calculó en los
isótopos que se encuentran de manera natural en la Tierra. Al
final, se señala el nombre del elemento (por ejemplo, hidrógeno).
Crédito de imagen: modificada de OpenStax CNX Biology

Isótopos y decaimiento radiactivo


Como se mencionó anteriormente, los isótopos son diferentes
formas de un elemento que tienen el mismo número de protones
pero diferente número de neutrones. Muchos elementos, como el
carbono, potasio y uranio, tienen varios isótopos que ocurren de
forma natural. Un átomo neutro de carbono-12 contiene seis
protones, seis neutrones y seis electrones; por lo tanto, tiene un
número de masa de 12 (seis protones y seis neutrones). El
carbono-14 neutro contiene seis protones, ocho neutrones y seis
electrones, así que su número de masa es 14 (seis protones y
ocho neutrones). Estas dos formas alternas de carbono son
isótopos.

Algunos isótopos son estables, pero otros pueden emitir, o


desprender, partículas subatómicas para lograr una configuración
más estable de menor energía. Dichos isótopos se
denominan radioisótopos y el proceso en el cual liberan
partículas y energía se conoce como decaimiento. El
decaimiento radiactivo puede causar un cambio en el número de
protones en el núcleo; cuando esto sucede, la identidad del átomo
cambia (por ejemplo, el carbono-14 decae a nitrógeno-14).
El decaimiento radiactivo es un proceso aleatorio pero
exponencial, y la vida media de un isótopo es el periodo durante
el cual la mitad del material decaerá para convertirse en un
producto diferente y relativamente más estable. La proporción
entre el isótopo original, su producto de decaimiento e isótopos
estables varía de manera predecible: esto permite que la
abundancia relativa del isótopo sea utilizada como un reloj que
mide el tiempo desde la incorporación del isótopo (a un fósil, por
ejemplo) hasta el presente.

Gráfica de decaimiento radiactivo del carbono-14. La cantidad de


carbono-14 disminuye exponencialmente con el tiempo. El tiempo
en que la mitad del carbono-14 original ha decaído —y la mitad
que permanece— se designa como t 1/2. Este tiempo también es
conocido como la vida media del radioisótopo y, en el caso del
carbono-14, equivale a 5730 años.
Por ejemplo, el carbono normalmente está presente en la
atmósfera en forma de gases, como el dióxido de carbono, y
existe en tres formas isotópicas: carbono-12 y carbono-13, que
son estables, y carbono-14, que es radiactivo. Estas formas de
carbono se encuentran en la atmósfera en proporciones
relativamente constantes, donde el carbono-12 es la forma
principal en casi 99%, el carbono-13 es una forma menor en casi
1% y el carbono-14 está presente solo en cantidades ínfimas.
Dado que las plantas consumen dióxido de carbono del aire para
formar azúcares, la cantidad relativa de carbono-14 en sus tejidos
será igual a la concentración de carbono-14 en la atmósfera.
Como los animales comen plantas (o a otros animales que comen
plantas), las concentraciones de carbono-14 en sus cuerpos
también coincidirán con la concentración atmosférica. Cuando un
organismo muere, deja de consumir carbono-14, así que la
proporción entre carbono-14 y carbono-12 en sus restos (como
huesos fosilizados) disminuirá gradualmente conforme el
carbono-14 decaiga a nitrógeno-14 como se observa en la
siguiente imagen.

Después de una vida media de aproximadamente 5730 años, la


mitad del carbono-14 que estaba presente inicialmente se habrá
convertido en nitrógeno-14. Esta propiedad puede utilizarse para
datar objetos que anteriormente eran seres vivos, como huesos o
madera viejos. Comparando la proporción de concentraciones
entre el carbono-14 y el carbono-12 en un objeto con la misma
proporción en la atmósfera (equivalente a la concentración inicial
de carbono en el objeto), se puede determinar la fracción de
isótopo que todavía no ha decaído. Con base en esta fracción,
puede calcularse la edad del material con precisión si no tiene
mucho más de 50,000 años. Otros elementos tienen isótopos con
diferentes vidas medias y, por lo tanto, pueden utilizarse para
medir la edad en diferentes escalas de tiempo. Por ejemplo, el
potasio-40 tiene una vida media de 1 250 000 000 de años y el
uranio-235 tiene una vida media de alrededor de 700 millones de
años y ha sido utilizado para medir la edad de rocas lunares.

La masa atómica, también se ha denominado peso atómico, aunque esta


denominación es incorrecta, ya que la masa es propiedad del cuerpo y el peso
depende de la gravedad.

Las masas atómicas de los elementos químicos se suelen calcular con la media


ponderada de las masas de los distintos isótopos de cada elemento teniendo en
cuenta la abundancia relativa de cada uno de ellos, lo que explica la no
correspondencia entre la masa atómica en umas, de un elemento, y el número
de nucleones que alberga el núcleo de su isótopo más común.

Ejemplo: Para calcular la masa atómica del litio haremos lo siguiente:

El litio consta de dos isótopos estables: el Li-6 (7,59%) y el Li-7 (92,41%).


Multiplicando la masa de cada isótopo con su abundancia (en %), los
cálculos serían:

El valor resultante, como era de esperar, está entre los dos anteriores,
aunque más cerca del Li-7, más abundante.

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