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TRATADOS BILATERALES DE INVERSIONES: ASIA OCCIDENTAL

Por Gabriela Verónica Rojas

En los años noventa, con la caída del muro de Berlín y ante una crisis socioeconómica que
conllevo a una reconstrucción mundial, el Fondo Monetario internacional (FMI) impone y
expresa una idea de ejecutar planes de ajustes estructurales como medida de superación ante las
crisis, enfocando la ejecución de dichas estrategias específicamente en la región de América
Latina. En esa misma década la ola de privatizaciones llega a América Latina como una solución
salvavida, pues la inversión extranjera quería fomentar la privatización a través de los tratados
bilaterales de inversiones, los cuales se encargan de proteger la seguridad jurídica de los
inversionistas ante el Estado; y es así como para la finalización de esta década se tienen 1857
tratados bilaterales firmados.

Ahora, con la contextualización previamente realizada podemos definir que, un Tratado Bilateral
de Inversiones (TBI) es un acuerdo llevado a cabo por dos países con el objetivo de regular las
relaciones comerciales de inversión entre ellos de manera que se facilite el comercio y la
inversión, al proporcionar un entorno seguro a partir del establecimiento de disposiciones
estándar y de mecanismos para la solución de controversias entre inversores y Estados, siendo
estos últimos creados con la finalidad de evitar el incumplimiento por parte de los involucrados
de las cláusulas contenidas en los acuerdos. Los entes encargado de llevar a cabo estos procesos
son el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), la Corte
Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional o la Comisión de las
Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDM).

La teorización ha sido un elemento de vital importancia para la implementación de los TBI, pues
estas permiten obtener un panorama de lo que puede conseguirse a través de un tratado
equitativo bien ejecutado. La Ventaja Comparativa , es una de las teorizaciones que puede
resaltarse, esta consiste en esa capacidad que tiene una empresa o país para producir un bien
utilizando, relativamente, la menor cantidad de recursos en comparación con otro estado; este
concepto es uno de los fundamentos básicos del comercio internacional ya que permite que cada
país pueda especializarse en un producto el cuál su elaboración sea más fácil y rápida, pues el
país cuenta con los recursos necesarios y suficientes para producirlo y así pueda exportarse.

La aplicación de este método se ha incrementado con el paso de los años, generando así flujos
comerciales, acuerdos multilaterales, bilaterales y ha creado un escenario más idóneo para dar
apertura a las relaciones comerciales entre los miembros de la comunidad internacional. Es
importante recalcar que las relaciones entre países se ven influenciadas por la política interna
propia de cada nación, ya que son estas las que definen la dirección que se tomará al
desarrollar relaciones comerciales ya sea bajo medidas de librecambismo o de proteccionismo,
dichas relaciones serán reguladas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) con la
finalidad de evitar la transgresión de normas básicas en el protocolo establecido para el
desarrollo de relaciones comerciales equitativas e igualitarias.
Enfocando lo antes mencionado en la región de Asia Occidental, recalcar la particularidad de
esta región es vital, pues esta misma recae en la diversidad de recursos naturales que podemos
encontrar en la zona. Es conocida por su abundancia en minerales y larga extensiones
territoriales llenas de combustible fósil, los cuales los colocan como materia prima indispensable
para la producción de tecnologías y armamento, convirtiéndolos un su principal elemento de
exportación y comercialización y en un principal proveedor de materia prima para las grandes
industrias como China. Siendo estos la herramienta que da apertura hacia la creación de
relaciones multilaterales y bilaterales dentro y fuera del mercado regional.

El hecho que la economía regional dependa en su mayoría en la exportación de crudo convierte


este producto en su arma de poder y debilidad, principalmente por la volatilidad de sus precios
los cuales han desencadenado diversas crisis que han afectado tanto a la región como al resto del
mundo, tal es el caso de la Crisis del Petróleo de 1973 y de 1979, ambas tuvieron su origen en
Asia Occidental, la primera por medidas tomadas por el OPEP como represalia a los países que
apoyaban a Israles en el conflicto de Yom Kippur y, la segunda, causada por la inestabilidad
política que vivía Irán en ese momento más el conflicto que se generó entre este último e Irak,
ocasionando que el crecimiento mundial descendiera hasta un 0.4%. Estos antecedentes han
impactado fuertemente en la región haciendo más difícil su progreso económico, comercial, y de
búsqueda de inversión para lograr posicionarse al nivel de las grandes economías mundiales.

● Es así como a lo largo de la historia Asia Occidental ha tenido una participación


inconstante en cuanto al tema de Inversión Extranjera Directa, pues a partir de la gran
caída económica del 2009, la región retrocedió, ya que al poseer importantes y
persistentes tensiones estas aumentan la incertidumbre política, que por ende afecta la
área económica, lo cual como consecuencia causó el freno de la IED. Durante los años de
2012 y 2013 la principal fuente de inversión fue Kuwait e Irak junto con Turquía , en ese
mismo año las entradas de inversiones en Arabia Saudita cayeron un 24%, mientras que
las corrientes de IED hacia Irak alcanzaron nuevos máximos, pues se estiman que
aumentaron alrededor de 20%, sin embargo, a finales de 2013 Kuwait disminuyó sus
entradas un 41% pero, en Jordania se aumentó la IED a un 20% y fue así que para el
final de ese año las salidas de la IED de Asia Occidental crecieron un 65%. Lo cual crea
intranquilidad con respecto a las nuevas entradas de Inversiones Extranjeras, pues el
aumento de la incertidumbre política constituye siempre un importante factor disuasorio.

En la actualidad una de las joyas que podemos encontrar dentro de la región son las naciones de
Turquía y Arabia Saudita, a quienes se le atribuyen las alzas e incrementos en las inversiones
internacionales. La región está tomando el rumbo correcto, pues para el año de 2018, esta
representó el 40% de las salidas de la Inversión Extranjera Directa (IED), otro factor que ha
contribuido a su crecimiento comercial es su acercamiento con China desde que dió inicio la
Guerra Comercial con Estados Unidos pues Arabia Saudita se ha convertido en el principal
proveedor de crudo para China al grado de suministrar casi el 70%, al mismo tiempo, se realizan
acuerdos millonarios entre la empresa petrolera saudí ARAMCO y una empresa local china para
construir un complejo petroquímico en el norte de China.
Es por eso mismo que en el año de 2019 se reportó un aumento del 3% en las inversiones de la
región , que se tradujo en la cantidad de 29 millones de dólares, con este dato se da por cerrada
un la tendencia de poca atracción a la inversión internacional hacia la región que se mantuvo por
casi 10 años.

Asimismo, se han realizado diversos acuerdos económicos y comerciales como el tratado de libre
comercio entre Israel y Colombia, el cual comenzó con las negociaciones en marzo de 2012, con
este TLC se permitió un acceso preferencial en el mercado y además de un incremento
significativo en el comercio, esto debido a la reducción de costos de transacción y la mejoría en
los procedimiento aduaneros; este tratado fue el primero en cuanto a negociaciones entre
Colombia y un país de Asia Occidental, donde también se promovieron la aplicación de los
flujos bilaterales de inversión y la creación de nuevos negocios, destitución de las barreras
bilaterales no arancelarias y se fomentaron las relaciones diplomáticas.

Arabia Saudí también mantiene relaciones comerciales con España cuentan con una economía de
gran potencial que necesita socios comerciales para que exporten mercancías para sus industrias
y consumo final. España forma parte del G-20 y es uno de los miembros de la OMC dejando un
marco facilitador para exportar a Arabia Saudí. Los productos alimenticios son los que más
facilidad de exportación tienen ya que están libres de impuestos y se facilita la comercialización.

Existe a su vez dentro de esta región la conocida CCG, organización creada el 25 de mayo de
1981, de la que forman parte los Estado de Baréin, Omán, Qatar, Kuwait, Arabia Saudita y los
Emiratos Árabes Unidos. Los países que conforman dicho consejo se caracterizan porque su
mayor fuente de riqueza está basada en el combustible fósil, lo que les ha permitido crear una
sólida unión aduanera además de estar también sujetos a las regulaciones de la OMC.
Dentro sus objetivos está el ampliar la interconexión entre los Estados, establecer regulaciones
similares de comercio, aduanera, turismo, etc. además de los avances científicos y la
cooperación del sector privado.

El CCG actualmente mantiene y busca fortalecer sus relaciones bilaterales con la Unión Europea
mediante el Acuerdo de Cooperación de 1989, lo que ha traído beneficios para ambas regiones,
tal es el caso de Qatar, este país es beneficiario del Sistema de Preferencias Generalizadas de las
Unión Europea lo que permite entrar en el mercado en condiciones preferenciales, por lo que
tratan de negociar un Acuerdo de Libre Comercio entre las regiones, el cual incluye el comercio
de ganancias, servicios y otros aspectos con el fin de la facilitación del comercio. Se prevé que
en un futuro este Acuerdo de Libre Comercio contribuya a eliminar ciertos límites para la
inversión exterior, la discrecionalidad en la contratación pública y las restricciones en el sector
terciario.

De igual manera existen otros ideales aún no consolidados en esta región para el avance a la
integración económica, tal es el caso de Mercado Común Árabe, también conocido como
Mercado Común Islámico, es uno de los objetivos que persigue la Liga Árabe pero que por
diversas situaciones no ha podido establecerse formalmente, este toma como ejemplo el trabajo
que ha logrado la conocida Unión Europea, pero problemas de índole democrático, conflictos
bélicos, desacuerdos e intereses individuales entre los jefes de Estado, esto continúa como un
proyecto a futuro. De consolidarse esta idea se daría un nuevo paso hacia la integración pues
estableceria la eliminación de barreras de comercio y a su vez, acuerdos de aranceles comunes en
más países de la región que los que conforman la CCG.

Existe mucho camino por recorrer en esta región ya que, aunque comparten características muy
similares, la integración aún sigue siendo deficiente lo cual aleja el ideal de crear una unificación
económica que englobe a estos países de manera que juntos establezcan un libre flujo de factores
tales como servicios, capital, mano de obra, y todo aquello que beneficie a cada participante que
es la finalidad de la cooperación económica.

En este sentido es pertinente mencionar también el actual contexto de la región, pues los países
productores del combustible fósil se han visto especialmente afectados, a partir de marzo de
2020 el precio del crudo descendió prontamente como consecuencia de la guerra de precios de
petróleo entre Rusia y Arabia Saudita provocando un colapso en el mercado de valores, esto se
combina con la actual pandemia de Covid-19 la cual influyó de manera directa en el consumo de
este bien puesto que debido a la paralización mundial el consumo se redujo drásticamente.
Existen diversas conversaciones entre Estados que han sido realmente asotados en sus economías
por la disminución del precio, tal es el caso de Venezuela, que solicitan a los países miembros de
la OPEP busquen las medidas pertinentes para restituir el equilibrio al mercado del crudo,
aunque el panorama es muy incierto por el momento por lo que hacer una aseveración sobre el
futuro de Asia Occidental resulta muy difícil, especialmente en un momento como el que
vivimos en el que los cambios económicos son rápidos e inesperados.

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