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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la educación universitaria, ciencia y tecnología


Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez

La alimentación.

Prof. Jeremy
Perez
Noe Liendo C.I: 28.316.899 Sección:
CL
Santa Cruz
Historia.

La historia de la alimentación está estrechamente relacionada con la evolución del


hombre. Todos los seres vivos necesitan alimentarse para vivir. Los hábitos
alimentarios del ser humano han ido variando para poder adaptarse a las adversidades
que el medio presentaba. El tipo de alimento que el hombre ha tenido que ingerir para
su sustento, ha cambiado a través de los tiempos, porque se encontró obligado a
comer aquellos que tenía más próximos y eran más fáciles de obtener con las escasas
herramientas que poseía. La enorme capacidad de adaptación del ser humano al
medio y a las circunstancias, conlleva la aparición de diferentes modos de alimentarse
en las distintas sociedades. Por otra parte, esto hace que los hábitos alimentarios de
una población no sean estáticos sino adaptables a las lógicas variaciones de su
entorno vital.

La Alimentación Humana a lo Largo de la Historia

Paleolítico.

Hace un millón de años el hombre se alimentaba de lo que encontraba en la


naturaleza. Recolectaban raíces y frutos, pescaban peces y moluscos y cazaban
lagartijas, pequeños mamíferos que luego fueron y luego fueron ampliando a
mamíferos mayores como renos y bisontes.

Neolítico.

Hace 7.000 años el ser humano empezó a cultivar trigo, arroz y otras plantas. El
ganado lo cercaba y no tenía que ir a perseguirlo.

Edad antigua.

A lo largo de este tiempo mejoró la agricultura con mayor cantidad de productos


como la vid, el olivo, frutos secos y hortalizas. Se introdujeron especias, condimentos y
levadura.

Edad media.
El vino y el pan serán los elementos fundamentales en la dieta medieval. En
aquellas zonas donde el vino no era muy empleado sería la cerveza la bebida más
consumida. Carne, hortalizas, pescado, legumbres, verduras y frutas también formaban
parte de esta dieta dependiendo de las posibilidades económicas del consumidor. La
carne de cerdo era la más empleada. La caza y las aves de corral suponían un
importante aporte cárnico a la dieta. Las clases populares no consumían mucha carne,
siendo su dieta más abundante en despojos como hígados, patas, orejas, tripas, tocino,
etc. En los periodos de abstinencia, la carne era sustituida por el pescado, tanto de mar
como de agua dulce. Los huevos también constituían una importante aportación a la
dieta.

Edad moderna.

El periodo comprendido desde el siglo XV hasta el principio del XIX es el


momento en el que se fijan las principales costumbres alimentarías de la mayoría de
los países europeos, costumbres que se conocen con el nombre de cocina tradicional.
La alimentación de las clases populares era prácticamente la misma en Castilla que en
Alemania, en Inglaterra que en el Piamonte. Y es que el 60% de la ración calórica de
todos los europeos que pertenecían a las clases bajas era la misma: el pan y las
harinas de cereal. El pan se comía acompañado, con muy poca cantidad, de tocino,
salazón, cebolla, ajo, aceite o cualquier otro producto que le diera un complemento de
sabor o que disimulara su sequedad. El pan que consumía el pueblo era siempre de
aspecto negro o moreno, ya que para su elaboración se utilizaban otros cereales
diferentes al trigo que le daban esta coloración. Las clases aristocráticas tomaban, a
diferencia de las clases populares, el pan blanco de trigo.

Alimentación en la época actual.

A menudo se afirma que los cambios sociales y, en particular, los


experimentados en el modo de alimentarse un país, han sido mayores en los últimos 50
años que en todos los siglos anteriores. Por otro lado, los avances socioeconómicos y
los cambios técnicos ocurridos en todos los puntos de la cadena de producción de
alimentos (agricultura, ganadería, producción, almacenamiento, venta... ), han difundido
y puesto al alcance de cualquiera aparatos eléctricos, productos y modos de consumo
impensables hace simplemente dos décadas (hornos microondas, alimentos
precocinados, ultracongelados, comidas realizadas en régimen de restauración
colectiva, etc.). A nivel individual, los cambios en la forma de vida se han traducido en
una disminución general en el gasto energético realizado, sobre todo a causa de la
creciente mecanización. Además, se ha producido un descenso en los gastos de
termorregulación al difundirse los aparatos de climatización.

Conceptos básicos de nutrición.

El concepto moderno de nutrición fue establecido por Lavoisier a mediados del


siglo XVIII. Demostró que la alimentación respondía a un problema energético. Sin
alimentos un organismo muere igual que un coche sin gasolina. Pero, además, de
proporcionar la energía necesaria, los alimentos deben aportarnos ciertas sustancias
químicas que se llaman nutrientes. Estos son liberados por los alimentos durante la
digestión.

Macronutrientes y micronutrientes.

Los hidratos de carbono, proteínas y grasas, - los macronutrientes-, suministran


los principales materiales de construcción para el crecimiento celular. Son también la
única fuente de calorías o energía para el cuerpo. Cada gramo de hidratos de carbono
o proteína proporciona unas 4 calorías. Cada gramo de grasa contiene alrededor de 9.
Los micronutrientes son vitaminas y minerales; no proporcionan energía y se consumen
en pequeñas cantidades. Pero no dejan de ser menos importantes desde el punto de
vista nutricional. Vitaminas y minerales ayudan a los macronutrientes a construir y
mantener el organismo.

Calorías y necesidades energéticas.

Como hemos comentado anteriormente nos alimentamos para adquirir energía y


proporcionar al organismo los nutrientes necesarios para su construcción,
mantenimiento y reparación. Esta energía la proporcionan los hidratos de carbono, las
proteínas (unas 4 calorías por gramo) y las grasas (9 calorías por gramo). Para
mantenernos en nuestro peso es imprescindible ajustar nuestro consumo a nuestras
necesidades. Todo lo que consumimos en exceso se almacena en forma de grasa.

Distribución de las calorías.

Para no sufrir desequilibrios ni en peso ni en nutrientes, hay que ingerir estas


calorías de una forma determinada. Los hidratos de carbono deberían representar el
50% de la energía total. Piensa que sin verduras, hortalizas y frutas nos faltarán
vitaminas y minerales y que las legumbres y cereales son una energía barata y sana
con alto efecto saciante. Las grasas no deben suponer más allá de 35%. Las proteínas
tanto de origen animal como vegetal deben aportar el 15%.

Número de calorías al día.

La cantidad de energía que gastamos es variable y resulta de la suma de


diferentes necesidades calóricas obligatorias (metabolismo basal) y otras que
dependen de nuestro estilo de vida y de la actividad física que desarrollemos. Teniendo
en cuenta estas variables, algunos autores establecen valores energéticos de 2700
kilocalorías para un hombre adulto y 2000 para la mujer con una actividad física
moderada. Estas necesidades disminuyen a medida que nos hacemos mayores. Un
hombre de 65 años de constitución media necesitará unas 1900-2100 kcal/día mientras
que una mujer de 65 años de constitución media oscila entre 1500 - 1700 kcal/ día.

Conceptos Básicos de Nutrición.

La alimentación.
Es el conjunto de actividades y procesos por los cuales tomamos alimentos del exterior
que nos aportan energía y sustancias nutritivas, necesarias para el mantenimiento de la
vida. Es un acto voluntario y consciente y por lo tanto, susceptible de educación.

La nutrición. Es el proceso fisiológico mediante el cual nuestro organismo recibe,


transforma y utiliza las sustancias químicas contenidas en los alimentos. Es un acto
involuntario e inconsciente que depende de determinadas funciones orgánicas como la
digestión, la absorción y el transporte de los nutrientes de los alimentos hasta los
tejidos.

Los nutrientes. Son todas las sustancias contenidas en los alimentos que son necesarias
para vivir y mantener la salud. Nutrientes esenciales son aquellos que el organismo no puede
sintetizar (a partir de otros) y, por tanto, depende absolutamente de su ingesta en los alimentos.

Hidratos de carbono o glúcidos.


La principal función de los glúcidos es aportar energía al organismo. De todos los
nutrientes que se puedan emplear para obtener energía, los glúcidos son los que
producen una combustión más limpia en nuestras células y dejan menos residuos en el
organismo. Una parte muy pequeña de los glúcidos que ingerimos se emplea en
construir moléculas más complejas, junto con grasas y proteínas, que luego se
incorporarán a nuestros órganos. También utilizamos una porción de estos
carbohidratos para conseguir quemar de una forma más limpia las proteínas y grasas
que se usan como fuente de energía.

Lípidos o grasas.
Las grasas, al igual que los glúcidos, se utilizan, en su mayor proporción, en el aporte
energético del organismo, pero también son imprescindibles para otras funciones como
la absorción de algunas vitaminas (las liposolubles), la síntesis de hormonas y como
material aislante y de relleno de órganos internos. También forman parte de las
membranas celulares y de las vainas que envuelven los nervios. A pesar de que al
grupo de los lípidos pertenece un conjunto muy heterogéneo de compuestos, la mayor
parte de los lípidos que consumimos proceden de la familia de los triglicéridos. Están
formados por una molécula de glicerol, o glicerina, a la que se unen tres ácidos grasos
de cadena más o menos larga. En los alimentos que normalmente consumimos nos
encontramos con una combinación de ácidos grasos saturados e insaturados.

Proteínas.
Las proteínas son los materiales que desempeñan un mayor número de funciones en
las células de todos los seres vivos. Por un lado, forman parte de la estructura básica
de los tejidos (músculos, tendones, piel, uñas, etc.) y, por otro, realizan funciones
metabólicas y reguladoras (asimilación de nutrientes, transporte de oxígeno y de
grasas en la sangre, inactivación de materiales tóxicos o peligrosos, etc.). También son
los elementos que definen la identidad de cada ser vivo, ya que son la base de la
estructura del código genético (ADN) y de los sistemas de reconocimiento de
organismos extraños en el sistema inmunitario. Las proteínas son moléculas de gran
tamaño formadas por largas cadenas lineales de sus elementos constitutivos propios:
los aminoácidos.

Vitaminas.
Las vitaminas son sustancias orgánicas imprescindibles en los procesos metabólicos
que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. No aportan energía, puesto que no
se utilizan como combustible, pero sin ellas el organismo no es capaz de aprovechar
los elementos constructivos y energéticos suministrados por la alimentación.
Normalmente se utilizan en el interior de las células como precursoras de los
coenzimas, a partir de los cuales se elaboran los miles de enzimas que regulan las
reacciones químicas de las que viven las células.

Existen dos tipos de vitaminas: las liposolubles (A, D, E, K), que se disuelven en grasas
y aceites, y las hidrosolubles (C y complejo B), que se disuelven en agua.
Minerales.
Los minerales son los componentes inorgánicos de la alimentación, es decir, aquellos
que se encuentran en la naturaleza sin formar parte de los seres vivos. Desempeñan
un papel importantísimo en el organismo, ya que son necesarios para la elaboración de
tejidos, síntesis de hormonas y en la mayor parte de las reacciones químicas en las
que intervienen las enzimas.

Agua.
El agua es el componente principal de los seres vivos. De hecho, se pueden vivir
meses sin alimento, pero sólo se sobreviven unos pocos días sin ésta. El cuerpo
humano tiene un 75 % de agua al nacer y cerca del 60 % en la edad adulta.
Aproximadamente el 60 % de este agua se encuentra en el interior de las células (agua
intracelular). El resto (agua extracelular) es la que circula en la sangre y baña los
tejidos.

Dieta equilibrada.
Diversos estudios sobre la distribución de las calorías a lo largo del día aconsejan que:

● Un 25% se tomen en la primera comida del día, el desayuno


● Un 30-40% en la comida del mediodía
● Un 10-15% en la merienda
● Un 20-30% en la cena

Atendiendo a las raciones se tomarán al día:

● de 4 a 6 raciones de los grupos 3 y 6


● de 2 a 4 raciones del grupo 4
● de 2 a 3 raciones del grupo 5
● de 2 a 3 raciones del grupo 1
● de 2 a 3 raciones del grupo 2

El conjunto de alimentos se prepara aproximadamente con un contenido de 40 a 60


gramos de grasa.
● https://es.calameo.com/read/000483576a354c8f20480

● https://www.uv.es/hort/alimentacion/alimentacion.html

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