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La industria de los espumógenos ha creado una extensa variedad de espumógenos líquidos, capaces de
satisfacer las exigencias específicas de cada caso. La tendencia a clasificar los espumógenos de acuerdo con su
composición química (por ejemplo, según las materias primas usadas en su fabricación: polímeros naturales, proteínas
o sustancias sintéticas) puede dar origen a confusiones. El único criterio importante es el que atiende a su
comportamiento frente al fuego.
Según una de las clasificaciones, las espumas se dividen en dos grandes grupos:
De baja expansión: se utilizan especialmente en incendios de líquidos inflamables o combustibles. Se
subdividen en dos grupos: los concentrados de espuma proteínica y los AFFF.
De media y alta expansión: pueden emplearse para llenar recintos, tales como sótanos o bodegas, donde
resulta difícil o imposible llegar al incendio. Detienen la convección y el acceso de aire para la combustión, su
contenido en agua enfría y el oxígeno disminuye por desplazamiento mediante vapor.
Otra clasificación considera las espumas Químicas y Físicas, donde éstas últimas se subdividen en Proteínicas y
Sintéticas de acuerdo a su composición.
QUÍMICAS: Las espumas aparecen en el siglo XIX, el producto extintor generado era el resultado de una reacción
química, básicamente Bicarbonato de Sodio y Sulfato de Aluminio, que originaban burbujas de Dióxido de Carbono,
al cual se agregaba un estabilizador en forma de gelatina de Hidróxido de Aluminio.
FÍSICAS: pueden ser de dos tipos, Proteínicas y Sintéticas. Las primeras son resultado de concentrados de líquidos
hidrolizados (concentrados proteínicos de plumas, pezuñas, huesos, etc., + agua), y las segundas están compuestas
sobre una base de detergentes y aditivos.
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ESPUMAS FISICAS PROTEINICAS: Comprenden básicamente dos tipos, las proteínicas y las
Fluoroproteinicas. A ellas se agregan las RESISTENTES A LOS ALCOHOLES (sobre base Fluoroproteínica).
BAJA EXPANSIÓN: Abarca los espumógenos que producen un tipo de espuma apropiada para usarse únicamente
con productos miscibles no acuosos o con combustibles no polares, como los productos de petróleo (benceno, tolueno,
ciclohexano, etc.). Comprende los espumógenos de base proteínica, fuoroproteínicos, surfactantes fluorados, etc.
ESPUMAS FLUOROPROTEÍNICAS: De base similar a las anteriores pero con aditivos fluorados, que le
otorgan una mayor fluidez, mejor resistencia al calor y por ende una mayor seguridad. Esta nueva característica les
permite soportar mejor la mezcla con el combustible sin contaminarse y dar un mejor resultado a su empleo. El
perfeccionamiento de las anteriores consiguió que, conservando las buenas propiedades de los espumógenos
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proteínicos, ésta adquiera una mayor compatibilidad con los productos químicos secos y una extraordinaria resistencia
a la penetración o desintegración en el caso de combustibles hidrocarbonatos. Presentan una mayor resistencia al
fuego.
Se adhiere a las superficies metálicas, no dejando posibilidad a la reignición (especialmente ventajoso en las paredes
de tanques de combustibles).
Puede ser empleada con agua dulce o salada, y es compatible con químicos secos y otras espumas proteínicas.
Su uso simultáneo con espumas sintéticas, como la AFFF, asegura un óptimo resultado, al combinar la rapidez
de la primera con la seguridad y resistencia de la Fluoroproteínicas, siendo ambas compatibles entre sí, tal como la
fluoroproteínica lo es con los químicos secos. Se recomienda su empleo en porcentaje del 3% y 6%, es compatible con
otros tipos de espumas del tipo proteínico.
Puede ser empleada desde pitones y monitores y por vía de inyección en superficie de tanques de combustible.
Espumas fluoro-Proteica: Se obtiene de proteínas de origen animal y es utilizado para combatir incendios de
hidrocarburos.
Los surfactantes fluorados se orientan en la burbuja de espuma de tal modo, que cubre al combustible
hidrocarburado, contribuyendo a proteger la integridad de la espuma. Esto tiene una especial importancia cuando la
espuma se aplica en zonas interiores a la superficie.
Las espumas fluoroproteínicas se han utilizado con éxito en esta técnica, para la extinción de tanques de
petróleo de gran tamaño.
Sus limitaciones:
Si bien tiene más rapidez que las proteínicas comunes, no tiene la rapidez de extinción de las sintéticas
No es adecuada para incendios en que estén afectados solventes polares o alcoholes.
ESPUMAS MECÁNICAS SINTÉTICAS: Son líquidos concentrados de espuma que se basan en la agitación
mecánica para producir espuma expandida. Se integran sobre la base de aditivos y detergentes, presentándose en tres
tipos, de ALTA EXPANSION, la AFFF (o Espuma Formadora de Película Acuosa) y la resistente a los alcoholes.
ALTA EXPANSION: Su principal característica es la de producir grandes volúmenes de espuma, con porcentaje de
expansión de 1.000 a 1 (las de baja son de 10 a 1). Forman un colchón de espuma sobre la superficie del combustible.
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Su producción requiere de un equipo especial, no sirven a tal efecto los pitones normales para espuma, que
sólo son para media o baja expansión. El equipo recibe la denominación de generador de espuma.
La espuma de Alta Expansión controla el incendio al cumplir los requisitos primarios de toda espuma:
enfriando, sofocando y reduciendo el porcentaje de oxígeno del aire, que se transforma en vapor al disolverse. Su
empleo está indicado en incendios de zonas de difícil acceso (recintos cerrados), o donde la magnitud del siniestro,
peligros de derrumbes, u otras situaciones similares crean dificultades que no pueden ser vencidas con procedimientos
convencionales de extinción, lográndose de esta forma una completa extinción del lugar, a la vez que desplaza el
vapor, humo y calor. Ideal para ser utilizado en sistemas que requieren inundación total.
La espuma de Alta Expansión es recomendada para siniestros de Clase A, y puede emplearse en los de clase B
limitadamente, debido a que la delgada capa que forma este tipo de espuma carece de la necesaria resistencia para
hacer frente al calor que este tipo de siniestros genera, permitiendo que escapen vapores y corriéndose el riesgo de
eventuales explosiones en combustibles de bajo Flash Point y sobre presión de vapores, con peligro para la integridad
del personal que allí trabaja.
Sus ventajas:
Llega a los lugares más inaccesibles, limitando el riesgo del personal que en caso contrario debería penetrar
al interior,
Minimiza el daño que causa el agua,
Puede ser empleado en zonas donde existe limitación de fuentes de agua,
Extingue con rapidez, por la velocidad de su desplazamiento.
Sus limitaciones:
Pobre Capacidad de resistencia al fuego, debido a su ligera composición,
No puede ser usada en alcoholes o solventes polares,
No es compatible con químicos secos, que la destruyen,
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Por esta razón no han sido plenamente aceptados para otros usos que no sean los incendios con
derramamientos, en los cuales tiene una enorme importancia su elevado grado de fluidez. No es apropiado para los
fuegos profundos en los que intervengan combustibles hidromiscibles o polares.
Se recomienda:
Su empleo en fuego de hidrocarburos, el que tras el empleo inicial de AFFF, se cubre con espuma del tipo
Fluoroproteínica, que sella con alta seguridad, y con la cual es compatible,
Se emplea con equipos normales de baja expansión,
Es compatible con el sistema de químicos secos, dando origen a los que se llama TWIN AGENT (agente
doble), en el que el Químico seco extingue y la espuma enfría, logrando una extinción rápida y segura.
Sus limitaciones:
Dada la rapidez con que cubre, su capacidad al calor y reignición es reducida y a pesar que aparentemente
luzca intacta, no es segura, especialmente para el desplazamiento a través de ella en labores de rescate,
A diferencia de espumas como las fluoroproteínicas, tiene una reducida capacidad de adherencia a las
superficies metálicas calientes (paredes de tanques y otras) lo que deja áreas sin protección y propensas a
una reignición.
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benignas para incendios en profundidad, han manifestado la necesidad de unas espumas que resistan mejor el ataque
de los disolventes.
ESPUMAS CLASE A: Es una mezcla biodegradable de agentes espumadores y humectantes. Cuando se mezclan
correctamente con el agua se reduce la tensión superficial del agua permitiendo mayor penetración en los fuegos Clase
A, y también adquiere la habilidad de la espuma de sostenerse aun en superficies verticales permitiendo sostenerse
más sobre los materiales combustibles y absorber más calor. Agregando una pequeña cantidad de concentrado de
espuma Clase A en los chorros de agua, se logra un aumento en la eficiencia extintora del agua de hasta 5 veces.
Estos concentrados tienen especial aplicación en el combate de Incendios Forestales y también en aquellos
lugares donde se cuenta con poca agua o no hay hidrantes.
La vida esperada de estas espumas depende de las condiciones de almacenaje de temperatura, contenedor
original y otros, sin embargo para las espumas sintéticas se puede lograr hasta 20 años, a diferencia de las proteicas
que duran menos de 10 años.
Todas las espumas son compatibles al aplicarse simultáneamente a un incendio. Sin embargo no se recomienda
que se mezclen en almacenes con otras de otra marca aunque sean del mismo tipo, sin un estudio previo.
Todos los concentrados listados UL, han sido diseñados y fabricados para proporcionar un mínimo impacto
ambiental y riesgos por exposición de las personas.
Los concentrados son biodegradables rápidamente en ambientes naturales y en las plantas de tratamiento.
Los productos también han sido formulados para tener un muy bajo riesgo de toxicidad.
FUNCIONAMIENTO
La acción de espuma extintora de incendios se caracteriza esencialmente por un triple efecto:
1) La espuma absorbe el calor del combustible y de las superficies solidas adyacentes.
2) Realiza la separación física entre las llamas y el oxigeno en la superficie del combustible.
3) Evita el desprendimiento de vapores inflamables procedentes del combustible.
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Si la espuma posee una estabilidad suficiente, puede prevenir que se vuelva a incendiar o a reavivar el fuego
durante largos periodos de tiempo.
Se deben tener en cuenta aspectos como el punto de inflamación de los combustibles, ya que en este caso la
espuma debe cumplir con la función de absorber el calor.
Para que la espuma sea eficaz frente a productos líquidos se deben considerar los siguientes aspectos:
El producto peligroso debe ser líquido a la presión atmosférica y a temperatura ambiente.
El producto no debe ser destructivo para la espuma (solventes polares como acetona, alcohol, etc.)
El producto no debe reaccionar con el agua (propano, cloruro de vinilo, etc.)
El fuego debe ser superficial. Ya que los incendios tridimensionales no se pueden extinguir fácilmente con un
medio acuoso.
La espuma puede utilizarse en la eficaz extinción de los incendios clase A, por su gran contenido de agua.
No se debe usar espuma en incendios de equipos eléctricos, ya que pueden generar más riesgos por el
contenido de agua.