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Apuntes de Derecho Romano

Grado I
PARA ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

Betty E. Alvarez, M.A.


2020
APUNTES DE DERECHO ROMANO GRADO I

TEMA I.- CONCEPTOS BÁSICOS

1.1 DEL DERECHO EN GENERAL

La palabra “Derecho” posee distintas acepciones. Por un lado, podríamos decir que se
trata del conjunto de reglamentaciones, leyes y resoluciones, enmarcadas en un sistema
de instituciones, principios y normas que regulan la conducta humana dentro de una
sociedad, con el objetivo de alcanzar el bien común, la seguridad y la justicia.

Por otro lado, puede asumirse como el estudio de dicho conjunto de reglamentaciones, o
si no como las prerrogativas que posee una persona en virtud de dichas reglamentaciones.

Para los fines de esta clase, nos asumiremos la palabra derecho desde su concepto de
ciencia y arte, por lo cual podemos definirlo como el conjunto o sistema de normas
jurídicas, de carácter general, que se dictan para regir sobre toda la sociedad o sectores
preestablecidos por las necesidades de la regulación social, que se imponen de forma
obligatoria a los destinatarios y cuyo incumplimiento debe acarrear una sanción coactiva
o la respuesta del Estado a tales acciones.

Estas normas no son resultado solamente de elementos racionales, sino que en la


formación de las mismas inciden otros elementos, tales como intereses políticos y
socioeconómicos, de valores y exigencias sociales predominantes, que condicionan una
determinada voluntad política y jurídica, que en tanto se haga dominante se hace valer a
través de las reglas de derecho. A su vez esas normas expresan esos valores, conceptos y
exigencias, y contendrán los mecanismos para propiciar la realización de los mismos a
través de las conductas permitidas, prohibidas o exigidas en las diferentes esferas de la
vida social.

CLASIFICACIÓN DE LAS FUENTES DEL DERECHO:

• Fuentes Reales o Materiales: conforman el conjunto de hechos sociales que


determinan la materia o el contenido de las normas jurídicas.

• Fuentes Formales: son las formas necesarias y predeterminadas que deben revestir
las normas jurídicas para ser tales. Son los procesos por los cuales se crean las
normas.

1.2 DEL DERECHO ROMANO

Se llama Derecho Romano al ordenamiento jurídico que regía la sociedad de la Antigua


Roma, desde su fundación (en el año 753 a. C.) hasta la caída del Imperio en el siglo V d.
C., aunque permaneció en uso en el Imperio Romano Oriental (Bizancio) hasta 1453.

Fue compilado en su conjunto en el siglo VI por el emperador bizantino Justiniano I, en


un volumen de leyes conocido como el Corpus Iuris Civilis (“Cuerpo de Derecho civil”),
e impreso por primera vez por Dionisio de Godofredo en 1583, en Ginebra.

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El Derecho romano evolucionó del derecho consuetudinario a través de las costumbres y
usos de la sociedad al correr de sus épocas.

a) IMPORTANCIA

El estudio del derecho romano es de suma importancia para el abogado toda vez que el
mismo es el fundamento de la legislación civil de gran parte de Europa y de toda América
Latina. Aunque no se encuentre vigente, se sigue invocando en los tribunales, sobre todo
cuando se busca suplir lagunas en el derecho positivo (ley escrita) o cuando se busca
reforzar un artículo del código civil con doctrina de jurisconsultos como Ulpiano, Paulo o
Modestino; incluso aun se utilizan en los escritos y deposiciones orales en el tribunal las
llamadas “máximas jurídicas” conservadas en latín.

Motivos para estudiar la legislación romana:

- Por utilidad histórica; El derecho francés, tiene dos orígenes; el Derecho romano y
la costumbre, del derecho romano fueron extraídas grandes partes del código civil,
y sin un conocimiento previo de este derecho, no puede un abogado o jurisconsulto
emplearse a fondo, sin ser más que un práctico, y, nunca llegando así a elevar su
oficio a los niveles de ciencia y arte.

- El derecho romano debe ser estudiado como un modelo; sus Jurisconsultos se


distinguieron por una lógica notable y una gran firmeza de análisis y de deducción.
El derecho romano es un poderoso auxiliar para el estudio del derecho que nos
ocupa, este constituye el fondo de la mayoría de las legislaciones de América y
Europa; Alemania tiene como fuentes de su derecho al derecho germánico y al
derecho romano; España, el derecho romano y el canónico e Italia al derecho
romano.

- El derecho romano es indispensable para el estudio de la historia y la literatura


romanas. Los ciudadanos comunes el Roma tenían conocimiento del derecho, para
estudiar la historia romana es necesario conocer su derecho, pues, los textos
traducidos son difíciles de comprender, porque se hayan impregnados de la
esencia del derecho romano.

b) FUENTES DEL DERECHO ROMANO

Se entiende por fuentes del derecho al estudio de los orígenes material (el contenido) y
formal (el continente) de las normas jurídicas. La Norma jurídica, debe entenderse como
una regla coercible de la conducta humana en interferencia intersubjetiva. Norma Jurídica
es una regla que expresa un deber ser coactivo, es decir, que confiere a cierto acto, el
carácter de acto jurídico (o antijurídico). Carlos Cossio aseguró que las normas no se
refieren al “Ser”, sino al “Deber ser”.

Las fuentes del derecho romano fueron siete:

1. LAS LEYES: Etimológicamente, la palabra Ley presenta según los autores diversos
orígenes. Cicerón la hace derivar del verbo latino legere que significa leer, expresión

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que viene de la costumbre romana de gravar las leyes en tablas y exponer estas al
pueblo para que las leyera y conociera. Para San Agustín, deriva del vocablo deligere
que significa elegir, por cuanto la ley indica el camino que hay que seguir en nuestra
vida. Santo Tomás de Aquino la recaba en el verbo latino ligare que significa ligar,
obligar, por cuanto la ley liga la voluntad a algo, obligando a seguir determinada
dirección.

Por oposición a la costumbre, la ley es preferentemente escrita, y su creador no es el


instinto religioso-jurídico de la comunidad sino el órgano estatal llamado pueblo. En
la época de la república y en los inicios del principado, las leyes eran en Roma
fundamentalmente populares, porque el pueblo las creaba votándolas en las
asambleas, a propuesta del cónsul, pretor o dictador. Esta fuente formal del Derecho
Romano, se desenvolvió primordialmente en el régimen democrático en el que el papel
del pueblo fue preponderante. El pueblo, junto con las magistraturas y el senado,
conformaba los pilares sobre los cuales descansaba la constitución política republicana.
De la democracia siempre se ha predicado a través de la historia, que es el gobierno
del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

La ley en Roma, como ahora, era una manifestación de la voluntad popular, solo que
en Roma se hacía de manera directa y ahora se hace a través de los representantes
populares asentados en el congreso de la república a quienes el pueblo ha dado la
facultad de hacer la ley.

La ley tiene dos elementos: Uno formal y otro material.

- El elemento formal de la ley hace referencia a su gestación, y se refiere a su


iniciativa, discusión, aprobación, promulgación y publicación, realizadas en la
forma establecida por el ordenamiento jurídico vigente en el Estado. Si se omite
alguno de los trámites prescritos o se incurre en algún vicio de procedimiento,
la ley carece de validez por el elemento formal.

- El elemento material de la ley hace relación a su contenido jurídico y se refiere


a que ella contenga normas jurídicas que sean permanentes, generales y
abstractas. Si las normas no tienen naturaleza jurídica, esto es cuando expresan
máximas morales o declaración de principios meramente doctrinales, o hacen
exposición de motivos o promesas de leyes futuras, o su contenido es irracional,
injusto o atentatorio contra el bien común, se dice que carece de elemento
material. También carece de éste cuando no es permanente, (leyes transitorias)
o cuando no es general (como las que regulan una relación individual o se
refieren a una persona determinada), o cuando no es abstracta (las que hacen
relación a una situación de excepción).

En Roma, el proceso legislativo tuvo cuatro fases: la promulgatio, las contiones, los
comicios y la sanción.

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a) La promulgatio consistía en que el magistrado dotado del ius agendi cum populo
(iniciativa legislativa mínima), publicaba, mediante una proclama y la
grabación en unas tablas, el texto del proyecto de ley para que todo el pueblo lo
conociera. También señalaba fecha, lugar y hora de la reunión para aprobarlo o
improbarlo y la forma como se efectuarían las asambleas del pueblo o comicios.

b) Por contiones ha de entenderse la facultad que, ante los comicios, tenía


cualquier magistrado de reunirse con el pueblo en asambleas informales, de
carácter político, para discutir la conveniencia o inconveniencia del proyecto.
Las contiones, debates o deliberaciones, no eran un requisito imprescindible en
el proceso legislativo. Por ello podían ser omitidos.

En el orden del día había dos puntos esenciales: el auspicium y la rogatio. Con
el primero se solicitaba la venida de los dioses, y en la segunda, una vez leído
el proyecto de ley, el magistrado hacía una pregunta al pueblo (por eso se
llamaba rogatio), en el sentido de si lo aprobaba (ius rogas) o lo rechazaba
(antiquor). El pueblo respondía votando. En un principio, en Roma se votaba a
viva voz, pero a partir del año 131 a.C., el voto (suffragium) se hizo secreto y por
escrito. El pueblo aprobaba o rechazaba, pero carecía de la facultad de modificar
el proyecto.

Si el pueblo aprobaba el proyecto, para su validez debía ser aprobado o


sancionado por el senado (auctoritas patrum). Agotado el proceso legislativo, la
ley se grababa en tablas (de madera o bronce) y se colocaba en distintos lugares
de Roma.

La ley que cumplía el proceso de formación mencionado, se conocía como Lex


rogata (ley preguntada). Si era ley o norma que el legislador hacía sin la
intervención del pueblo, se conocía como Lex data.

c) Los comicios, fueron un órgano que integrado por un conjunto determinado de


personas se reunían para adoptar acuerdos que vinculan a toda la comunidad
y organizan la vida ciudadana.

2. Los plebiscitos: era una decisión tomada por la plebe solo para asuntos de su
incumbencia. No es un acto del Estado ni de todo el pueblo, sino de una parte del
mismo: los Plebeyos.

Si bien es cierto que se parecía en su proceso de formación al legislativo, se diferenciaba


de este en que el plebiscito no requería la confirmación del senado patricio, sino que
su iniciativa estaba en los tribunos de la plebe; solo ellos podían proponer proyectos
de plebiscito, pues ellos velaban por los intereses plebeyos.

Importancia de los plebiscitos en Roma. Luego de la equiparación (igualdad de


plebeyos y patricios ante la ley), gran parte de la producción normativa se trasladó a

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la plebe. Su importancia se debe mirar con respecto al derecho privado y para el
derecho procesal.

El plebiscito aún existe en la actualidad y es un mecanismo de la democracia


participativa o directa.

3. Los senadoconsultos: Durante todo el régimen monárquico y parte de la república, el


senado fue un mero consejo asesor o deliberatorio del rey y del magistrado supremo,
llamado a emitir opiniones denominadas senadoconsultos. Ellos no vinculaban a sus
destinatarios.

Debido a los cambios económico-sociales de la urbe, el senado se convirtió, gracias a


las magistraturas, en el organismo institucional más elevado e influyente. Tenía una
función rectora en materia de relaciones exteriores, conducción de la guerra, política
económica, financiera, monetaria, y de gobierno de Roma y las provincias. Por lo tanto,
los senadoconsultos, dirigidos a regular las materias enumeradas, eran fuente de
derecho.

Unos senadoconsultos estaban dirigidos a los pretores para su aplicación discrecional


e incidían grandemente en el derecho honorario; otros, se dirigían al derecho civil y
por ello ocupaban el lugar de las leyes.

Durante el Imperio, el senado se convirtió en un verdadero órgano legislativo, en


aquellos campos que el príncipe le atribuía expresamente. El senado deliberaba a
pedido del príncipe o de los cónsules. La proposición (relatio) o proyecto de
senadocosulto que presentaba el príncipe se llamó oratio in senatu habita. El
senadoconsulto llegó a ser, durante los Siglos I y II a.C., el instrumento por excelencia
de la voluntad normativa del príncipe. Pero en los primeros decenios del Siglo
siguiente, se convirtió en fuente autónoma de derecho privado, gracias a la redacción
realizada por la burocracia imperial. Como el poder del príncipe para esta época era
creciente, el senado nada reformó a los senadoconsultos y se limitó a aprobar lo que el
emperador proyectaba, pues esta era su voluntad. El trámite ante el senado era un
mero formalismo.

4. Las constituciones imperiales: De manera genérica, se llamó así a los actos del
príncipe, pero solo en el caso de que adquirieran carácter normativo y eficacia general
de una manera consuetudinaria. Eran actos más políticos que jurídicos, tales como el
prestigio y la supremacía que asumía el príncipe en la vida pública.

Para la decadencia del Imperio, las constituciones imperiales se constituyeron casi en


la única fuente de derecho

Clases de constituciones imperiales: los edictos, los mandatos, los decretos, las
epístolas y los rescriptos.

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Por su función y contenido, había constituciones imperiales de carácter general y
abstracto: los edictos y los mandatos; y de carácter específico y concreto: los decretos,
las epístolas y los rescriptos.

Los edictos (edicta) eran normas generales creadas por el emperador en virtud del ius
edicendi (facultad de crear normas generales o relativas a casos concretos), de la cual
estaba dotado como cualquier otro magistrado de la república.

Los mandatos (mandata) eran órdenes de servicio o instrucciones que el emperador


daba a los funcionarios de la administración pública.

Los decretos (decreta) eran sentencias pronunciadas por el príncipe como supremo
magistrado jurisdiccional del Estado, fuera en primera instancia o en apelación.

Las epístolas y los rescriptos, tenían en común el ser decisiones que el emperador
emitía por escrito, para resolver una cuestión de derecho en una situación objeto de
controversia. Las primeras epístolas fueron cartas escritas por el emperador,
preparadas por la secretaria ab epistulis, en respuesta a una consulta de un funcionario
público. Los rescriptos en cambio, fueron las respuestas dadas por el soberano a
solicitudes de los particulares, elaboradas por la secretaria a libellis.

5. Los edictos: Todo magistrado en Roma tenía el ius edicendi, esto es, la facultad de crear
normas generales o relativas a casos concretos, conectadas con el ejercicio de su cargo.
Esta prerrogativa la ejercían por medio de los edictos. Éstos tenían vigencia durante el
tiempo en que el magistrado que los había publicado estuviera en su cargo. Se
reconocen como edictos perpetuos. El derecho originado en los edictos de los
magistrados jurisdiccionales o iusdicentes (pretores y ediles curules), se denominó
derecho honorario.

Este fenómeno no tiene comparación en las fuentes formales modernas del derecho,
pues en éste hay una rama del poder que hace la ley, que es su creadora, otra rama que
la ejecuta y otra que sanciona su violación.

Clases de Edictos: Edicto perpetuo, Edicto repentino y Edicto traslaticio.

- Edicto Perpetuo. Era una norma anual pues era general y abstracta (regulaba un
número indefinido de casos), promulgada por el pretor al inicio del año de su
magistratura y destinada a regir durante ese tiempo.

- Edicto Repentino. Tenía contenido general y abstracto como el anterior, pero


difería de éste en que era promulgado durante el año del ejercicio de la pretura
(en cualquier época) según se presentara la necesidad, y que no hubiera sido
prevista por un Edicto Perpetuo. Duraba lo que restaba del tiempo en el cargo al
pretor. Los decretos eran normas particulares e individualizadas, con las que el

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pretor concretaba los edictos perpetuos y repentinos, concediendo o negando la
acción.

- El Edicto Traslaticio era un fondo invariable de normas edictables que pasaban de


un pretor a otro, por haberse probado anteriormente su bondad y por la necesidad
de que la función jurisdiccional fuera regular y permanente. Era el mismo
perpetuo o repentino, que perduraba de pretor en pretor.

6. Las respuestas de los prudentes (IUS RESPONDENDI): eran las opiniones que se les
daban a los emperadores por los estudiosos del derecho. JUSTINIANO las define de
la siguiente forma: “las respuestas de los prudentes son las opiniones y sentencias de los que
habían recibido el poder de fijar el Derecho. Porque se había establecido antiguamente que las
leyes fuesen públicamente interpretadas por ciertas personas, llamadas jurisconsultos, que
recibían del príncipe el Derecho de responder. Era tal la autoridad de sus opiniones y sentencias
unánimes, que, según las constituciones, no era permitido al juez separarse de sus respuestas”.

El jurista podía contribuir al progreso del Derecho buscando su aplicación con


cualquiera de estas formas:

- Agere: indicando a los litigantes los medios procesales para hacer valer sus
pretensiones.

- Cavere: sugiriendo esquemas de resoluciones a las partes contrayentes.

- Respondere: Dando respuestas a las consultas de particulares y magistrados.

- Judicare: oficio de los jueces y magistrados, quienes pronunciaban la sentencia oído


el derecho de las partes y probados los hechos.

7. La costumbre: Costumbre es la observancia repetida, constante e inveterada


(conciencia social) de una regla de conducta, efectuada por la generalidad de los
miembros de un conglomerado social con la convicción de su obligatoriedad coercible
y de su correspondencia con una necesidad socio-jurídica reconocida como tal por ese
mismo conglomerado. (Inveterata consuetudo et opinio iuris sive necessitatis.
Conducta inveterada que genera convicción de obligatoriedad coercible). En términos
simples, costumbre es la repetición constante y uniforme de una norma de conducta,
en el convencimiento de que ello obedece a una necesidad jurídica.

El antecedente de la costumbre es la voluntad popular espontáneamente expresada a


través de cierto tiempo. No interviene en su elaboración la autoridad, ni está
establecida en códigos o recopilaciones legales, pero puede, sin embargo, redactarse y
ordenarse, sin que por ello desaparezca su carácter no escrito.

Para que se dé el elemento objetivo o material de la costumbre deben existir cuatro


requisitos:

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- Una determinada conducta (uso, hábito, práctica).

- Reiteración de esa conducta por la generalidad de las personas que estén en


posibilidad de observarla (consenso general).

- Reiteración de la conducta por un largo periodo de tiempo (costumbres de los


antepasados, costumbre de vieja data, inveteradas, antiguas). El tiempo es el factor
determinante.

- Reiteración del hábito de una manera constante, no interrumpida por la conducta


contraria. Estos elementos son comunes al Derecho Romano y al actual.

En cuanto al elemento formal o subjetivo, está representado por el convencimiento de


que tiene fuerza obligatoria porque obedece a una necesidad jurídica. Para que se dé
el elemento formal, es menester que la costumbre sea considerada vinculatoria y
observada como si fuera una ley.

Funciones de la costumbre. En el Derecho Romano son dos las funciones de la


costumbre: Crear (consuetudo: es fuente formal porque crea, origina, hace nacer) y
Derogar (desuetudo: no es fuente formal porque deroga, termina, acaba) el derecho. La
derogatoria de costumbre se daba por el no uso continuado.

En el derecho civil no puede recurrirse a la costumbre sino en los casos determinados


por la ley, que son en general, de limitada importancia. En el derecho penal ella no es
admitida porque impera el principio de que no puede haber delito ni pena sin ley que
la determine previamente (Nullum crimen, nulla poena sine praevia lege).

** LA JURISPRUDENCIA. (Ius Prudentia). Se considera como un fenómeno típicamente


romano que no encuentra pareto adecuado en el derecho moderno. Lo anterior por los
siguientes motivos: la jurisprudencia romana era fundamentalmente práctica, porque se
basaba en la casuística tradicional, porque venía de los ancestros y la tradición popular era
para la solución de problemas del pueblo y creadora crea derecho. De estas características
se destaca que es fundamentalmente creadora.Hoy, se tiene por jurisprudencia el conjunto
de decisiones de los tribunales.

Jurisprudencia en la actualidad: interpretación de la ley por los tribunales. En este sentido


se dice que la jurisprudencia es fuente de derecho. Es también el conjunto de sentencias
judiciales que deciden un mismo punto. Si las decisiones se pronuncian en un mismo
sentido, se habla de jurisprudencia uniforme, si las decisiones sobre una misma cuestión
están en contravía, tenemos una jurisprudencia contradictoria.

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TEMA II.- LOS PERIODOS DEL DERECHO ROMANO

2.1 EL PERÍODO MONÁRQUICO.

Se extiende desde mediados del siglo VIII a. C., con la fundación de Roma, hasta el año
509 a. C. cuando se expulsa de la ciudad al Rey Tarquinio el Soberbio,
cuyo gobierno despótico fue el último ejercido por los reyes romanos, dando pie así a la
República romana.

La fundación de Roma se asocia a la leyenda de Rómulo y Remo, gemelos nacidos de la


unión del dios Marte y Rhea Silvia. Aunque según la leyenda estos gemelos fueron
arrojados al río Tíber por orden del usurpador Amulio, sobrevivieron amamantados por
una loba.

Rómulo creó un primer ordenamiento jurídico y distribuyó al pueblo en tres tribus, cada
tribu tenía asignadas 10 curias y cada curia debía poner a disposición del ejército 100
infantes y 10 jinetes. Además, creó una asamblea de ancianos notables, el Senado.

Los reyes romanos eran elegidos. Los patricios integraban el Senado y este era el cuerpo
que elegía al rey. Una vez elegido, el rey tenía que ser confirmado por las curias.

Organización Política:

• El rey. Era la autoridad máxima. También era el sacerdote supremo, juez y jefe
militar. El rey era elegido por la Asamblea Popular, a propuesta del Senado.

• La asamblea popular. Estaba integrada por los ciudadanos, era convocada por el
rey, para aprobar o rechazar las leyes, por aclamación unánime. Esto tenía lugar al
pie del Capitolio.

• El senado. Estaba conformado por 300 ancianos patricios, padres de familia. Su


función era aconsejar al rey y presentar los candidatos para la sucesión al trono.
Este cargo sí era vitalicio.

Organización Social:

• Los patricios. Conformaban la clase aristocrática y tenían plenos derechos de


ciudadanos. Se creían descendientes de los fundadores de Roma.

• Los plebeyos. Aglutinaba a extranjeros, libertos, vagabundos y habitantes de las


ciudades dominadas, convirtiéndose a la clase más numerosa. Se dedicaban a la
agricultura, el comercio, la industria y pagaban impuestos al Estado.

• Los clientes. Se encontraban bajo la tutela de un padre de familia, quien le


proporcionaba vivienda y tierras para cultivar, ya que eran personas pobres.

• Los esclavos. Los prisioneros de guerra y sujetos comprados en los mercados


constituían esta clase social, cuyo tratamiento era el de objeto o bestia. Eran la
fuerza de trabajo como animales o cosas. A estos se les asignaba las tareas más
pesadas

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2.2 EL PERÍODO REPUBLICANO.

Inicia con la caída de la monarquía a inicios del siglo V a. C. y culmina con el otorgamiento
por parte del Senado romano de poderes absolutos a Octavio Augusto en el año 27 a. C.
Durante este período se publica la Ley de las XII Tablas, dando inicio formalmente al
derecho romano, y construyendo un Estado de poderes en equilibrio: se elegía un grupo
de magistrados democráticamente en asambleas populares, encargados de funciones
asignadas; mientras que el Senado se ocupaba de dictar senadoconsultos con rango de ley.

Instituciones y Magistraturas

a) Los Cónsules: Los cónsules eran autoridades que ejercían funciones de gobierno,
funciones militares y la administración de justicia. En este periodo el rey fue sustituido
por dos cónsules, que se controlaban mutuamente. Al término de su gobierno tenían
que dar cuenta al Senado sobre sus funciones.

En caso de peligro nacional, los cónsules nombraban un dictador, con poderes


absolutos, cuya función no podía durar más de seis meses.

b) El Senado: Durante la Republica, el Senado era la misma institución que en la


Monarquía (etapa anterior). Sus funciones eran de consulta y asesoramiento a los
cónsules. En ese sentido, dirigía la administración interna y la política externa del
gobierno romano.

c) Las Asambleas: Las Asambleas llamadas también comicios, fueron de tres clases:

• La Asamblea Curial, era la institución más antigua conformada por la reunión de los
patricios, convocada por el rey se reunían al pie del Capitolio. El voto de la mayoría
de las curias constituía el voto del pueblo.

• La Asamblea Centurial, era una asamblea militar, que se reunía por grupos de 100
hombres. Al jefe de cada grupo se le llamaba centurión. Las asambleas eran
convocadas y dirigidas por los cónsules, en el Campo Marte. Con el voto mayoritario
aprobaban las leyes y elegían a los cónsules.

• La Asamblea Tribal, era la asamblea de la plebe, agrupados por tribus, presidida por
el Tribuno. Sus acuerdos o plebiscitos tenían carácter de ley.

• Los tribunos de la plebe eran elegidos en las Asambleas Tribales, en número de dos.
Representaban a los plebeyos y defendían los derechos del pueblo ante el Senado y
los cónsules (Aristócratas).

d) Otras Magistraturas:

• Los Censores, se encargaban de hacer el censo o empadronamiento de las personas y


de sus bienes. Además, cuidaban de la educación y buenas costumbres del pueblo.

• Los Cuestores eran los contadores que recaudaban los impuestos y administraban el
tesoro público.

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• Los Pretores, estos funcionarios administraban justicia. Fueron los forzadores del
Derecho Romano.

• Los Ediles conformaban la organización municipal. Sus funciones eran el de velar por
el aprovisionamiento y vigilancia de los mercados, la limpieza de las calles,
mantenimiento de los caminos y carreteras y la organización de los juegos olímpicos.

2.3 EL PERÍODO DEL PRINCIPADO.

Inicia en el año 27 a. C. tras la crisis política que afectó la República y permitió el


surgimiento de un Estado autoritario, sometido a la voluntad de la auctoritas del Príncipe
o Emperador, tales como Augusto (27 a. C. – 14 d. C.), Calígula (37-41 d. C.), Nerón (54-68
d. C.) entre otros. Roma alcanzó en este período su máxima extensión territorial: 5 millones
de kilómetros cuadrados.

Una vez ascendido a la máxima estancia romana, Augusto emprendió la reorganización


de los territorios y de la vida romana en general. Entre las reformas que llevó a cabo, fue
la restauración del Senado con 600 senadores. Le confió la administración del tesoro
público, el gobierno de las provincias pacificadas y la administración de justicia, en casos
de especial relevancia o gravedad.

Reestructuró y dividió en 14 barrios la ciudad de Roma, promovió leyes que favorecían el


matrimonio y la familia numerosa, a la vez que dificultaban el divorcio y penaban el
adulterio.

2.4 EL PERÍODO DEL DOMINADO.

Conocido también como el Imperio absoluto, inicia a mediados del siglo II d. C. hasta el
año 476, cuando el Imperio Romano de Occidente colapsa y desaparece. Es una época de
poder absoluto el Estado, en manos del Emperador, quien gobierna a través de
constituciones imperiales. En el año 380 el Imperio asume el cristianismo como religión
oficial y posteriormente se divide en dos partes, de donde nacerá el Imperio Romano de
Oriente.

Características:

• Emperadores múltiples: la carga imperial fue cada vez más compartida entre colegas,
el llamado Consortium imperii. Fue Diocleciano quien introdujo esta forma de gobierno,
bajo un sistema llamado Tetrarquía, que originalmente consistía en la existencia de dos
coemperadores (augustos) y dos emperadores subordinados o juniors (césares), que
compartían el poder imperial. Este modelo duró desde el año 289 d. C. hasta el 324 d.
C. Tras la muerte de Constantino I en 337, el imperio volvió a compartir múltiples
augusti. El modelo se volvió permanente en 364, con la llegada de Valentiniano I, que
compartió el trono con su hermano, Valente. A excepción de los tres años de gobierno
solitario de Teodosio I (392–395), este enfoque prevaleció hasta la Caída del Imperio
romano de Occidente, en 476 d. C.

Aunque cada augusto era autónomo dentro de su territorio, todas las leyes
introducidas por cada emperador eran válidas en todo el territorio imperial.

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• Devaluación del Consulado: se perdieron muchas de las funciones preconsulares, por
lo que la carrera senatorial se devaluó. Los équites ocuparon muchas de las funciones
militares y administrativas,13 y el cargo de cónsul perdió importancia, hasta el punto
de que en ocasiones quedó fuera de las inscripciones públicas.

• Reformas militares: Se separó la administración militar de la civil para mitigar el


riesgo de que futuros gobernadores o prefectos pudieran tomar el poder por la fuerza.
También, se dividió el ejército en dos clases, los "comitatenses" (tropas de campaña) y
los "limitanei" (tropas fronterizas).16 Las tropas de campaña servían como fuerza
estratégica de reserva, para responder a las posibles crisis, mientras que las tropas de
frontera estaban estacionadas a lo largo de los límites.

• Reformas Regiliosas: El Dominado mostró enormes cambios en la religión oficial del


imperio, desde sus orígenes panteistas. Su principal característica es la elevación de
una deidad suprema sobre todos los pueblos del imperio. Los orígenes del cambio
están en el reinado de Aureliano, que promovió la adoración del Sol Invictus como
deidad suprema. Posteriormente, durante el reinado de Diocleciano, se adoptó el culto
al emperador como expresión de lealtad al estado. Constantino I, en su lecho de muerte
designo el Cristianismo como la religión oficial. En la época de Teodosio I, la
organización de la Iglesia imperial se había alineado con la administración civil del
imperio.

2.5 EL PERÍODO DE JUSTINIANO.

Llamado también el Gobierno de Justiniano, va de 527 a 565 d. C., y es la época en que se


publica la compilación justiniana del Derecho Romano en el año 549, marcando el punto
final de su historia. Tras la muerte de Justiniano se erige el Imperio Bizantino, un Estado
más bien medieval, que durará hasta el siglo XV, cuando caiga frente a los turcos.

El Codigo Justiniano:

El Corpus iuris civilis (en español, Cuerpo de Derecho civil) es la más importante
recopilación de Derecho romano y el texto jurídico más influyente de la historia. Este
código se compiló por orden del emperador bizantino Justiniano I (527-565). Fue impreso
por primera vez por Dionisio Godofredo en Ginebra en el año 1583.

Es una recopilación de constituciones imperiales y jurisprudencia romana desde 117 a 565,


compuesta por el Codex repetitae praelectionis, la Digesta sive pandectae, las Institutas y
las Novellas constitutiones. Gracias a su existencia se ha podido conocer el contenido del
antiguo derecho romano, lo que ha sido fundamental para los sistemas jurídicos
modernos.

En la legislación justiniana se destacan dos características principales:

1. La tendencia a construir un derecho en consonancia con los tiempos.

2. Los compiladores, y por lo tanto la legislación resultante se halla sometida a la


autoridad de todos los elementos de la época clásica.

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A pesar de su carácter unitario, la obra de Justiniano se llevo a cabo en etapas y se compone
por los siguientes textos:

1. El Digesto: (Del griego Digesta, “Distribución sistemática”, en latín Pandectae, “libros


que contienen todo”). Ordenación cronológica de los iuras (decisiones de los tribunales
o jurisprudencia) con comentarios de los principales jurisconsultos romanos, como
Mucio Scaevola, Arcadio Carisio y Hermogeniano y con predominio de textos
procedentes de Paulo y Ulpiano. El Digesto es la parte más voluminosa de la
recopilación.

Los redactores del Digesto no se ajustaron estrictamente a las disposiciones dadas por
Justiniano I en la constitución Deo Auctore al haber incorporado fragmentos de obras
de jurisconsultos que no gozaron del ius publice respondendi. Triboniano hizo uso de
la facultad otorgada por Justiniano I de retocar y modificar, en la medida necesaria,
los textos elegidos con el fin de adecuarlos al derecho vigente. Estas alteraciones
reciben el nombre de “interpolaciones” o “tribonianismos”.

Se publicó el 16 de diciembre del 533 bajo el gobierno del emperador del Imperio
romano de Oriente Justiniano I

2. Las Instituciones: Las instituciones (del latin Institutas, 533). Colección de iura y de
leges que expone los principios básicos y doctrina del derecho dirigida a los jóvenes
que emprenden el estudio del derecho.

Las Instituciones resumen la temática jurídica del Digesto y el ius extraordinario de


los emperadores, fusionándolos para dar una idea somera del derecho de la época.
Tiene la particularidad de no mencionar a los autores de sus textos y de ser el
emperador quien habla en primera persona.

3. El Código: Compendio de la legislación imperial hasta el 534 d.C. y surgen de la


necesidad de actualizar y modificar el Codigo Justiniano que ya había recopilado El
Digesto y Las Instituciones, por la promulgación de nuevas legislaciones no contenidas
en estos.

Está dividido en 12 libros que se subdividen en títulos, con sus respectivas rúbricas.
En cada título se hallan colocadas las constituciones según las materias a que
pertenecen, con arreglo a un orden cronológico. Se omitieron muchas constituciones
del Código antiguo citadas en las Instituciones.

4. Las Novelas: (Novellae constitutiones post Codicem, 534-565). Colección de las nuevas
constituciones dictadas por Justiniano entre los años 535 a 565. Es decir, una vez
terminada, el Digesto, La Instituciones y el Código

Se clasificaron en tres:

a) Epidome luliani: Es una colección de 124 novelas que se encuentra en orden


cronológico y escritas en latín, escritas por Juliano de Constantinopla aprox. en
el año 555.

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b) Auténticas: Es una colección de 134 novelas, entre 535 y 556, su nombre
proviene de haberse otorgado autenticidad por los juristas de Bolonia; tras
tenerlas por falsas, se hicieron en el siglo XI.

c) Colección anónima: son 168 novelas redactadas en griego, llevadas a cabo bajo
por Tiberio II. Pertenecen a Justiniano, otras a Justiniano II y Tiberio II.

El gran mérito de la obra de Justiniano fue condensar el saber jurídico de Roma y actuar
como el eslabón de continuidad para que ese pensamiento pasara a la conciencia jurídica
europea suponiendo, sin duda, el segundo gran momento de expansión del Derecho romano.

A principios del siglo XII se emprendió un estudio de estos textos en Bolonia, Italia. La
difusión del Derecho romano se propagó desde Italia al resto de Europa a partir del siglo XII.

Con el renacimiento del comercio en Europa y debido a la imposibilidad del Derecho


medieval de satisfacer las necesidades de los cambios de las condiciones económicas y
sociales, el Derecho romano se incorporó a los sistemas legales de muchos países de la
Europa continental y, luego a los ordenamientos jurídicos de Sudamérica.

TEMA III.- LAS COSAS

3.1 CONCEPTO DE “RES”:

La palabra "res" era empleada en latín con la misma amplitud con la cual en la actualidad se
utiliza la palabra “cosa”, aunque al ius solamente le interesaban las cosas en cuanto podían
ingresar a un patrimonio, es decir, en cuanto eran susceptibles de apropiación supuesto que
reportaran una utilidad económica, por lo cual modernamente se suele recurrir a la palabra
“bienes” para referirse a las cosas desde una perspectiva jurídica.

3.2 CLASIFICACIÓN DE LAS COSAS:

Las cosas podía clasificarse de maneras distintas, la primera forma de clasificación era en
Res “extra commercium” y res “in commercio”.

A) Res “extra commercium”: eran las que se hallaban fuera del comercio y respecto de
las cuales no era posible el denominado ius commercii. En consecuencia, no podían ser
objeto de adquisición ni de actos patrimoniales entre vivos o por causa de muerte,
dentro de tal condición se hallaban las siguientes:

• Res divini iuris: las que comprendían según el criterio de Gayo (IG.2.3) a las res
sacrae y a las res religiosae. Las res sacrae, eran aquellas que se habían consagrado
a los dioses superiores (IG.2.4), tales como los templos y los altares y cuyo carácter
sacro derivaba de haber sido consagradas mediante una ceremonia ritual
denominada consecratio, que debía ser autorizada por medio de una ley o de un
senadoconsulto (IG.2.5). Las res religiosae, eran las que se habían destinado al
culto de los dioses Manes (IG.2.4), tales como el suelo en el que había sido
sepultado el cuerpo de un difunto, en consecuencia eran hechas “religiosas” por
un acto de voluntad (IG.2.6).

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• Res Quodammodo divini iuris: es decir, las cosas en cierto modo de derecho
divino que, según Gayo eran las res sanctae, tales como los muros y las puertas de
las ciudades (IG.2.8), que habían sido puestos bajo la protección de los dioses
mediante una ceremonia denominada inauguratio.

En las Instituciones de Justiniano se incluyó a las res sanctae dentro de las que
eran de derecho divino (divini iuris), de modo tal que estas ahora comprendían
tres especies diversas, a saber, las res sacrae, las res religiosae y las res sanctae
(I.2.1.7), aunque al definir a estas últimas mantenía la expresión gayana
quodammodo divini iuris (I.2.1.9).

• Res communes omnium: es decir, cosas que por derecho natural eran comunes
a todos, tales como el aire, el agua corriente y el mar y sus costas (D.1.8.2.1), no
eran susceptibles de posesión ni de adquisición particular por ninguna persona
privada.

B) Res in commercio: eran todas aquellas cosas susceptibles de apropiación y que, por
lo tanto, se hallaban dentro del comercio humano, por lo cual eran cosas de derecho
humano (res humani iuris) (IG.2.2).

Las cosas que se hallaban dentro del comercio humano podían encontrarse
actualmente dentro de un patrimonio (intra patrimonium), es decir, haber sido ya
adquiridas por alguien, o bien hallarse aún en la situación de no haber sido adquiridas,
pero poder llegar a serlo (extra patrimonium).

Cosas que se hallaban in commercio y que se encontraban en la situación de aún no


haber sido apropiadas o adquiridas por alguien eran las siguientes:

• Res nullius: eran estas las “cosas de nadie”, es decir, aquellas que desde el
momento en que tenían ser carecían de dueño, de las que Gayo decía que eran las
que con anterioridad eran de nadie (IG.2.66), dentro de las cuales se consideraban
los animales que se capturaban en la tierra (fera bestiae), en el mar (pisces), y en
el cielo (volucres) (IG.2.67-68); la isla nacida en el mar (insula in mare nata) (D.
41.17.3); las cosas encontradas en la ribera del mar, tales como las perlas o piedras
(res in litore maris inventae) (D. 41.2.1.1).

• Res hostiles: esto es, las cosas del enemigo (IG.2.69), pues ellas, aunque habían
pertenecido precisamente al enemigo, eran consideradas como de nadie, en
cuanto los hostes eran considerados como fuera del orbe y su derecho era
desconocido.

• Res derelictae: eran estas las cosas que habían sido abandonadas por sus dueños y,
así al instante dejaban de ser de ellos (Ulpiano, D. 41.7.2.1), sin que fueran posible
cometer hurto respecto de ellas (Ulpiano, D. 47.2.43.5).

• Res sine domino: es decir, las cosas que no tenían dueño, tales como las que
formaban parte de una herencia yacente (D. 9.2.13.2).

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Una segunda clasificación de las cosas era en “Res publicae y res privatae”:

1- Res publicae: eran las que pertenecían al pueblo romano (IG.2.11), dentro de las cuales
los juristas distinguían diversas especies en consideración a la protección que podían tener
mediante interdictos, y tales eran:

a) Las que, perteneciendo al pueblo romano, estaban destinadas, mediante un edicto


especial llamado publicatio, al uso público (quae publico usui destinatae sunt), tales
como las vías públicas o calles, los puentes, foros, plazas, teatros, baños y termas (D.
18.1.6.pr).

b) Las que por derecho de gentes eran de uso público, como el mar y sus costas (D.
1.8.4.pr.).

c) Los ríos perennes (flumina perennia), es decir, aquellos que fluían de manera
permanente.

d) Las que se hallaban dentro del patrimonio del pueblo, y cuyo uso no era público,
pues el pueblo se comportaba respecto de ellas como un dueño de derecho privado,
por ejemplo, el suelo público (ager publicus), los esclavos públicos (servi publici).

2- Res privatae: eran aquellas que pertenecían a cada hombre en singular (IG.2.11), vale
decir, todas aquellas que no se encontraban en alguna de las especies de res publicae.

Una tercera forma de clasificación eran las “Res Mancipi y Res Nec Mancipi”: era esta una
de las distinciones más propias del derecho romano, y así Gayo decía que la diferencia entre
ellas era considerable (IG.2.18).

a) Res Mancipi: eran aquellas cuyo dominio solamente podía ser adquirido por medio
de actos formales o solemnes de adquisición, tales como la mancipatio y la in iure
cessio (IG.2.22).

Durante la época clásica las res mancipi constituían un número cerrado y


determinado de cosas y eran estas las siguientes:

- Fundos en suelo itálico (fundi Italici) y los edificios construidos en ellos (IG.2.14a).
- Los esclavos (IG.2.14a).
- Los animales que se suelen domar por el cuello o por el lomo (quae collo dorsove
domari solent) como por ejemplo los bueyes, los caballos, las mulas y los asnos
(IG.2.14a).
- Las servidumbres de los predios rústicos en suelo itálico (IG.2.14a).

b) Res Nec Mancipi: eran aquellas cuyo dominio podía ser adquirido mediante la simple
tradición (traditio) (IG.2.19).

De esta manera, eran res nec mancipi todas las que no quedaban comprendidas
dentro de las res mancipi.

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Una cuarta forma de clasificación era en Res “Immobiles” y Res “Mobiles”: esta distinción
atendía a si la cosa podía desplazarse o no, sobre la base de la inamovilidad del suelo.

a) Res Immobiles: bienes inmuebles, llamados clásicamente res fundi, praedium, ager,
eran simplemente los bienes raíces y sus construcciones (aedes, villae), en cuanto
suelo que no podía desplazarse de un sitio a otro.

b) Res Mobiles: cosas muebles eran aquellas que podían desplazarse de un lugar a otro.
En tal categoría entraban aquellos seres vivos que se movían por sí solos
(semovientes), y las cosas inanimadas.

Otra forma de clasificación era en corporales e incorporales.

a) Cosas corporales: Gayo (IG. 2.13) decía que eran corporales aquellas que podían ser
tocadas (sunt quae tangit possunt), como un fundo, un esclavo, un vestido, el oro, la
plata y otras innumerables cosas.

b) Cosas incorporales: eran en concepto de Gayo (IG. 2.13) cosas incorporales las que
no podían ser tocadas (sunt quae tangit non possunt) y cuya existencia arrancaba
del derecho, tales como una herencia, un usufructo, las obligaciones de cualquier
modo contraídas. Contándose también dentro de ellas las servidumbres rústicas y
urbanas.

3.3 EL PATRIMONIO

Utilizando una clasificación que no es del derecho romano, sino de los estudiosos del mismo,
los derechos subjetivos, se dividen de la siguiente manera:

1. Derechos Extra Patrimoniales: es decir, no susceptibles de ser apreciados en dinero,


quedan fuera del patrimonio, no pueden ser traspasados, Son los llamados derechos de
familia.

2. Derechos Patrimoniales: apreciables en dinero, son susceptibles de valoración


económica. Los derechos patrimoniales se dividen a su vez en:

a) Derechos Reales.
b) Derechos personales, también llamados derechos de crédito u obligaciones.

La totalidad de las cosas que pertenecen a una persona constituyen su patrimonio, dentro
del cual no sólo se comprendían las cosas que se tenían en propiedad (dominium), sino
también los derechos de naturaleza real que se tenían sobre cosas ajenas (“iura in re aliena”
= servitus, ususfructus), o de naturaleza personal, además de sus obligaciones.

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TEMA IV.- LOS DERECHOS REALES

4.1 CONCEPTO:

Es la relación directa de una persona con una cosa determinada, de la cual aquélla obtiene
la utilidad jurídica que esa cosa puede procurar. Elementos:

a) Un sujeto activo, que es la persona titular del derecho. El sujeto pasivo es


indeterminado, pues los derechos reales se ejercen contra todos, siendo un derecho
sobre una cosa existe en beneficio de una persona sin imponer a nadie otra necesidad
que la de respetarlo y no impedir su ejercicio.

b) Un objeto. Cosa sobre la cual se ejerce.

Caracteres:

a) Crean una relación directa entre el titular de ellos y la cosa sobre la cual se ejerce.
b) Son absolutos en el sentido de que se ejercen contra todos en general, sin referirse a
nadie en particular.
c) Sólo pueden tener por objeto una cosa.

4.2 DOMINIO, PROPIEDAD Y POSESIÓN

1. El término dominium aparece en la jurisprudencia a finales de la República; se


refiere al poder o facultad del propietario como dominus, o señor de las cosas.

2. Proprietas, que fue el término que prevaleció en las lenguas románicas, fue
utilizado por la jurisprudencia para designar la nuda proprietas o propiedad sin el
usufructo.

3. La posesión es una situación o relación del hombre con la cosa. Possessio equivale
a asentamiento y originariamente designaba el asentamiento de un particular sobre
el ager publicus.

4.3 CLASES DE PROPIEDAD

Pueden distinguirse las siguientes clases de propiedad agrícola:

a) Dominium ex iure quiritium. Para que el derecho civil reconozca la cualidad de


propietario, es necesario que se reúnan las siguientes condiciones: ciudadanía romana,
cosa mueble o inmueble situada en suelo itálico, adquirida de un propietario y con las
formalidades requeridas.

b) Propiedad pretoria o bonitaria (in bonis habere). Se da esta propiedad cuando el


pretor protege al que recibió una cosa mancipable, contra el propietario civil que se la
entregó sin utilizar la forma de la mancipatio o la in iure cessio.

c) Propiedad de los peregrinos. Los extranjeros no pueden ser titulares de dominium,


pero el pretor les protege con acciones ficticias cuando reclaman en Roma cosas que les
pertenecen; incluso, cuando se trata de fundos itálicos.

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d) Propiedad provincial. Es la possessio del ager publicus, o territorio conquistado al
enemigo, que pertenecía al populus romanus.

4.4 MODOS DE ADQUISICIÓN DE LA PROPIEDAD:

A) La usucapión: Esta era ejercida por los poseedores, y consistía en un modo de adquirir
la propiedad por el paso o el transcurso del tiempo. Se debía reunir tres requisitos
fundamentales para que la adquisición fuese legítima:
1. Justa título y Justa Causa: El justo título es el acto jurídico que precede al traspaso
de la propiedad, un acto en virtud del cual un objeto pasa legítimamente del
patrimonio de una persona al de otra. En cambio, la justa causa es definida como el
motivo suficiente, moral y legítimo para obrar de determinada forma; en el caso que
nos atañe la justa causa sería la intención de transmitir el bien. Para señalar que la
usucapio tenía justo título se usaba el término pro, seguido por el medio por el cual
se adquiría la posesión. Así tenemos, por ejemplo:

- Pro dote: La posesión de la cosa se otorga como parte de la dote de otra


persona.

- Pro derelectia: La posesión se adquiere mediante la ocupación de una cosa


abandonada, siempre y cuando la cosa hubiese sido abandonada por quien
no era su dueño.

- Pro legato: La persona recibe la posesión de la cosa como parte de una


herencia. El testador debe ser poseedor de buena fe, pues la buena o mala fe
de este afecta a quien toma la herencia.

2. Buena fe: Esto es que el adquiriente esté en la creencia de ocupar la propiedad sin
vulnerar ningún interés jurídico o derecho ajeno. De este requisito nace el principio
de que la buena fe se presume, y la mala fe se prueba.

3. Posesión continua: La persona que adquiera por usucapio debe haber detentado la
cosa de manera ininterrumpida por el lapso que determinase la ley,

B) La adjuticatio (adjudicación): era el modo por el cual un juez atribuía la propiedad en


partes o después de dividir la copropiedad (propiedad en común), de dividir la herencia
o de establecer sus límites o linderos borrados.

C) La mancipatio: La persona que adquiría la propiedad a través de este método era


conocida como mancipio accipiens, y la persona que la cedía se denominaba mancipio
dans. Este método está revestido de muchas formalidades, entre ellas destaca la
necesidad de pronunciar ciertas palabras ceremoniales, sin las cuales no se puede llevar
a cabo la transmisión de la propiedad; además, un error al decir estas palabras implicaría
que la venta esté viciada. La consecuencia inmediata y más importante de la mancipatio
era la transmisión de la propiedad, pero además da origen a la obligación del mancipio
dans de garantizar la pacífica disponibilidad de la cosa transmitida.

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D) La Lex (la ley): La persona adquiría la cosa porque así lo determinaba la ley. Procedía
específicamente en los casos de tesoro, frutos o accesión.

E) In iure Cessio (Cesión ante el pretor): Es un modo de transmisión de la propiedad un


tanto parecido a la Mancipatio, y que consistía básicamente en un procedimiento fingido
de reinvidicacion. El adquiriente “reclamaba” la propiedad de una cosa, mientras que el
enajénate no dice nada, de modo que el pretor cedía la propiedad de la cosa al comprador.
Este método era menos usado que la Mancipatio básicamente por la incomodidad que
representaba tener que acudir ante el pretor.

4.5 LAS SERVIDUMBRES:

Son derechos reales establecidos sobre una cosa en provecho de una persona o de un fundo
perteneciente a un propietario distinto.

Clasificación de las Servidumbres

1. Las Servidumbres Personales: Cuando el derecho de retirar la utilidad de la cosa de


otro se ha establecido a favor de una persona y no puede durar como máximo, sino el
tiempo que esa persona viva.

2. Las Servidumbres Real o Predial: Cuando la utilidad se ha establecidoa favor de un


inmueble, que toma el nombre de un fundo dominante, reservándose el nombre del
fundo sirviente para designar el inmueble que está gravado con la servidumbre.

Características de las Servidumbres

1. Son derechos y por lo tanto, son bienes incorporales, no susceptibles de posesión.


2. Son derechos reales y por lo tanto, no imponen a nadie la obligación de hacer sino
simplemente la de sufrir su ejercicio, de dejar de hacer.
3. Son derechos absolutos que pueden ejercerse contra todos.
4. No pueden existir sino sobre una cosa que pertenezca a otra persona, pues no se
puede tener una servidumbre sobre una cosa propia.
5. Constituyen cargas excepcionales impuestas a la propiedad, pues lo normal es que
ésta esté libre de toda carga o gravamen.
6. Constituyen desmembraciones de la propiedad, en el sentido que cuando una
servidumbre grava una cosa, los diferentes atributos de la propiedad en vez de estar
reunidos en manos del propietario, están divididos, pues unos quedan en manos del
propietario y otros pertenecen al titular de la servidumbre.
7. Pueden consistir en hacer: “in faciendo”, o en impedir hacer: “in prohibendo”.

Diferencia entre las Servidumbres Personales y Reales

1. Las servidumbres personales se establecen en beneficio de una persona. Las servidumbres


reales, por el contrario se establecen para uso o utilidad de otro fundo, y si el propietario de
éste es quien las aprovecha lo hace en su condición de propietario del fundo dominante y
no como persona.

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2. Las servidumbres personales se extinguen con la persona del titular, son por lo tanto
temporales y vitalicias. Las servidumbres reales duran tanto como el fundo dominante y el
sirviente, son por lo tanto perpetuas.

Tipos de Servidumbres Reales o Prediales

Principales Servidumbres rurales:

1. El derecho de paso con sus variedades: “inter”, o sea el derecho de pasar a pie; “actus”,
el derecho de pasar con ganado o con carros; y, “vía”, el derecho de transportar
mercancías o materiales.
2. El derecho de pastoreo.
3. El derecho de extraer cal o arena del fundo vecino.
4. El derecho de acueducto, o sea el de tomar agua de un fundo vecino.

Principales Servidumbres urbanas:

1. El derecho que tiene el propietario de un edificio de apoyar éste sobre el muro o el


pilar del vecino, llamada “oneris ferendi”, que tiene como carácter excepcional que
obliga al propietario del fundo sirviente a mantener el muro o pilar en buen estado
para soportar el edificio del vecino.
2. El derecho de introducir una viga en el muro del vecino, llamada “tigni inmitendi”.
3. El derecho de dejar caer el agua del techo propio sobre el techo del vecino, bien sea
gota a gota o por chorros, que se denomina “stillicidii vel fluminis vel recipiendi”.
4. El derecho de impedir al vecino edificar o el de prohibirle hacerlo más allá de cierta
altura, que se llama “ altius non tolendi”.
5. El derecho de impedir al vecino hacer edificaciones o plantaciones u obras que
impiden el derecho de vista, denominada “ ne luminibus oficiatur”.

Diferencias entre las Servidumbres Rurales y Urbanas

1. Las servidumbres rurales son cosas mancipi; en tanto que las servidumbres urbanas son
cosas nec mancipi.

2. Las servidumbres rurales se extinguen por el no uso; las servidumbres urbanas requieren,
un hecho del propietario del fundo sirviente contrario a la servidumbre, y luego el no uso.

3. Las servidumbres urbanas son continuas; las servidumbres rurales son discontinuas.

4. Las servidumbres urbanas no pueden ser dadas en prenda ni en hipoteca; las servidumbres
rurales si pueden ser hipotecadas.

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