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Apuntes de Derecho Romano - Folleto-1
Apuntes de Derecho Romano - Folleto-1
Grado I
PARA ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
La palabra “Derecho” posee distintas acepciones. Por un lado, podríamos decir que se
trata del conjunto de reglamentaciones, leyes y resoluciones, enmarcadas en un sistema
de instituciones, principios y normas que regulan la conducta humana dentro de una
sociedad, con el objetivo de alcanzar el bien común, la seguridad y la justicia.
Por otro lado, puede asumirse como el estudio de dicho conjunto de reglamentaciones, o
si no como las prerrogativas que posee una persona en virtud de dichas reglamentaciones.
Para los fines de esta clase, nos asumiremos la palabra derecho desde su concepto de
ciencia y arte, por lo cual podemos definirlo como el conjunto o sistema de normas
jurídicas, de carácter general, que se dictan para regir sobre toda la sociedad o sectores
preestablecidos por las necesidades de la regulación social, que se imponen de forma
obligatoria a los destinatarios y cuyo incumplimiento debe acarrear una sanción coactiva
o la respuesta del Estado a tales acciones.
• Fuentes Formales: son las formas necesarias y predeterminadas que deben revestir
las normas jurídicas para ser tales. Son los procesos por los cuales se crean las
normas.
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El Derecho romano evolucionó del derecho consuetudinario a través de las costumbres y
usos de la sociedad al correr de sus épocas.
a) IMPORTANCIA
El estudio del derecho romano es de suma importancia para el abogado toda vez que el
mismo es el fundamento de la legislación civil de gran parte de Europa y de toda América
Latina. Aunque no se encuentre vigente, se sigue invocando en los tribunales, sobre todo
cuando se busca suplir lagunas en el derecho positivo (ley escrita) o cuando se busca
reforzar un artículo del código civil con doctrina de jurisconsultos como Ulpiano, Paulo o
Modestino; incluso aun se utilizan en los escritos y deposiciones orales en el tribunal las
llamadas “máximas jurídicas” conservadas en latín.
- Por utilidad histórica; El derecho francés, tiene dos orígenes; el Derecho romano y
la costumbre, del derecho romano fueron extraídas grandes partes del código civil,
y sin un conocimiento previo de este derecho, no puede un abogado o jurisconsulto
emplearse a fondo, sin ser más que un práctico, y, nunca llegando así a elevar su
oficio a los niveles de ciencia y arte.
Se entiende por fuentes del derecho al estudio de los orígenes material (el contenido) y
formal (el continente) de las normas jurídicas. La Norma jurídica, debe entenderse como
una regla coercible de la conducta humana en interferencia intersubjetiva. Norma Jurídica
es una regla que expresa un deber ser coactivo, es decir, que confiere a cierto acto, el
carácter de acto jurídico (o antijurídico). Carlos Cossio aseguró que las normas no se
refieren al “Ser”, sino al “Deber ser”.
1. LAS LEYES: Etimológicamente, la palabra Ley presenta según los autores diversos
orígenes. Cicerón la hace derivar del verbo latino legere que significa leer, expresión
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que viene de la costumbre romana de gravar las leyes en tablas y exponer estas al
pueblo para que las leyera y conociera. Para San Agustín, deriva del vocablo deligere
que significa elegir, por cuanto la ley indica el camino que hay que seguir en nuestra
vida. Santo Tomás de Aquino la recaba en el verbo latino ligare que significa ligar,
obligar, por cuanto la ley liga la voluntad a algo, obligando a seguir determinada
dirección.
La ley en Roma, como ahora, era una manifestación de la voluntad popular, solo que
en Roma se hacía de manera directa y ahora se hace a través de los representantes
populares asentados en el congreso de la república a quienes el pueblo ha dado la
facultad de hacer la ley.
En Roma, el proceso legislativo tuvo cuatro fases: la promulgatio, las contiones, los
comicios y la sanción.
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a) La promulgatio consistía en que el magistrado dotado del ius agendi cum populo
(iniciativa legislativa mínima), publicaba, mediante una proclama y la
grabación en unas tablas, el texto del proyecto de ley para que todo el pueblo lo
conociera. También señalaba fecha, lugar y hora de la reunión para aprobarlo o
improbarlo y la forma como se efectuarían las asambleas del pueblo o comicios.
En el orden del día había dos puntos esenciales: el auspicium y la rogatio. Con
el primero se solicitaba la venida de los dioses, y en la segunda, una vez leído
el proyecto de ley, el magistrado hacía una pregunta al pueblo (por eso se
llamaba rogatio), en el sentido de si lo aprobaba (ius rogas) o lo rechazaba
(antiquor). El pueblo respondía votando. En un principio, en Roma se votaba a
viva voz, pero a partir del año 131 a.C., el voto (suffragium) se hizo secreto y por
escrito. El pueblo aprobaba o rechazaba, pero carecía de la facultad de modificar
el proyecto.
2. Los plebiscitos: era una decisión tomada por la plebe solo para asuntos de su
incumbencia. No es un acto del Estado ni de todo el pueblo, sino de una parte del
mismo: los Plebeyos.
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la plebe. Su importancia se debe mirar con respecto al derecho privado y para el
derecho procesal.
4. Las constituciones imperiales: De manera genérica, se llamó así a los actos del
príncipe, pero solo en el caso de que adquirieran carácter normativo y eficacia general
de una manera consuetudinaria. Eran actos más políticos que jurídicos, tales como el
prestigio y la supremacía que asumía el príncipe en la vida pública.
Clases de constituciones imperiales: los edictos, los mandatos, los decretos, las
epístolas y los rescriptos.
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Por su función y contenido, había constituciones imperiales de carácter general y
abstracto: los edictos y los mandatos; y de carácter específico y concreto: los decretos,
las epístolas y los rescriptos.
Los edictos (edicta) eran normas generales creadas por el emperador en virtud del ius
edicendi (facultad de crear normas generales o relativas a casos concretos), de la cual
estaba dotado como cualquier otro magistrado de la república.
Los decretos (decreta) eran sentencias pronunciadas por el príncipe como supremo
magistrado jurisdiccional del Estado, fuera en primera instancia o en apelación.
Las epístolas y los rescriptos, tenían en común el ser decisiones que el emperador
emitía por escrito, para resolver una cuestión de derecho en una situación objeto de
controversia. Las primeras epístolas fueron cartas escritas por el emperador,
preparadas por la secretaria ab epistulis, en respuesta a una consulta de un funcionario
público. Los rescriptos en cambio, fueron las respuestas dadas por el soberano a
solicitudes de los particulares, elaboradas por la secretaria a libellis.
5. Los edictos: Todo magistrado en Roma tenía el ius edicendi, esto es, la facultad de crear
normas generales o relativas a casos concretos, conectadas con el ejercicio de su cargo.
Esta prerrogativa la ejercían por medio de los edictos. Éstos tenían vigencia durante el
tiempo en que el magistrado que los había publicado estuviera en su cargo. Se
reconocen como edictos perpetuos. El derecho originado en los edictos de los
magistrados jurisdiccionales o iusdicentes (pretores y ediles curules), se denominó
derecho honorario.
Este fenómeno no tiene comparación en las fuentes formales modernas del derecho,
pues en éste hay una rama del poder que hace la ley, que es su creadora, otra rama que
la ejecuta y otra que sanciona su violación.
- Edicto Perpetuo. Era una norma anual pues era general y abstracta (regulaba un
número indefinido de casos), promulgada por el pretor al inicio del año de su
magistratura y destinada a regir durante ese tiempo.
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pretor concretaba los edictos perpetuos y repentinos, concediendo o negando la
acción.
6. Las respuestas de los prudentes (IUS RESPONDENDI): eran las opiniones que se les
daban a los emperadores por los estudiosos del derecho. JUSTINIANO las define de
la siguiente forma: “las respuestas de los prudentes son las opiniones y sentencias de los que
habían recibido el poder de fijar el Derecho. Porque se había establecido antiguamente que las
leyes fuesen públicamente interpretadas por ciertas personas, llamadas jurisconsultos, que
recibían del príncipe el Derecho de responder. Era tal la autoridad de sus opiniones y sentencias
unánimes, que, según las constituciones, no era permitido al juez separarse de sus respuestas”.
- Agere: indicando a los litigantes los medios procesales para hacer valer sus
pretensiones.
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- Una determinada conducta (uso, hábito, práctica).
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TEMA II.- LOS PERIODOS DEL DERECHO ROMANO
Se extiende desde mediados del siglo VIII a. C., con la fundación de Roma, hasta el año
509 a. C. cuando se expulsa de la ciudad al Rey Tarquinio el Soberbio,
cuyo gobierno despótico fue el último ejercido por los reyes romanos, dando pie así a la
República romana.
Rómulo creó un primer ordenamiento jurídico y distribuyó al pueblo en tres tribus, cada
tribu tenía asignadas 10 curias y cada curia debía poner a disposición del ejército 100
infantes y 10 jinetes. Además, creó una asamblea de ancianos notables, el Senado.
Los reyes romanos eran elegidos. Los patricios integraban el Senado y este era el cuerpo
que elegía al rey. Una vez elegido, el rey tenía que ser confirmado por las curias.
Organización Política:
• El rey. Era la autoridad máxima. También era el sacerdote supremo, juez y jefe
militar. El rey era elegido por la Asamblea Popular, a propuesta del Senado.
• La asamblea popular. Estaba integrada por los ciudadanos, era convocada por el
rey, para aprobar o rechazar las leyes, por aclamación unánime. Esto tenía lugar al
pie del Capitolio.
Organización Social:
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2.2 EL PERÍODO REPUBLICANO.
Inicia con la caída de la monarquía a inicios del siglo V a. C. y culmina con el otorgamiento
por parte del Senado romano de poderes absolutos a Octavio Augusto en el año 27 a. C.
Durante este período se publica la Ley de las XII Tablas, dando inicio formalmente al
derecho romano, y construyendo un Estado de poderes en equilibrio: se elegía un grupo
de magistrados democráticamente en asambleas populares, encargados de funciones
asignadas; mientras que el Senado se ocupaba de dictar senadoconsultos con rango de ley.
Instituciones y Magistraturas
a) Los Cónsules: Los cónsules eran autoridades que ejercían funciones de gobierno,
funciones militares y la administración de justicia. En este periodo el rey fue sustituido
por dos cónsules, que se controlaban mutuamente. Al término de su gobierno tenían
que dar cuenta al Senado sobre sus funciones.
c) Las Asambleas: Las Asambleas llamadas también comicios, fueron de tres clases:
• La Asamblea Curial, era la institución más antigua conformada por la reunión de los
patricios, convocada por el rey se reunían al pie del Capitolio. El voto de la mayoría
de las curias constituía el voto del pueblo.
• La Asamblea Centurial, era una asamblea militar, que se reunía por grupos de 100
hombres. Al jefe de cada grupo se le llamaba centurión. Las asambleas eran
convocadas y dirigidas por los cónsules, en el Campo Marte. Con el voto mayoritario
aprobaban las leyes y elegían a los cónsules.
• La Asamblea Tribal, era la asamblea de la plebe, agrupados por tribus, presidida por
el Tribuno. Sus acuerdos o plebiscitos tenían carácter de ley.
• Los tribunos de la plebe eran elegidos en las Asambleas Tribales, en número de dos.
Representaban a los plebeyos y defendían los derechos del pueblo ante el Senado y
los cónsules (Aristócratas).
d) Otras Magistraturas:
• Los Cuestores eran los contadores que recaudaban los impuestos y administraban el
tesoro público.
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• Los Pretores, estos funcionarios administraban justicia. Fueron los forzadores del
Derecho Romano.
• Los Ediles conformaban la organización municipal. Sus funciones eran el de velar por
el aprovisionamiento y vigilancia de los mercados, la limpieza de las calles,
mantenimiento de los caminos y carreteras y la organización de los juegos olímpicos.
Conocido también como el Imperio absoluto, inicia a mediados del siglo II d. C. hasta el
año 476, cuando el Imperio Romano de Occidente colapsa y desaparece. Es una época de
poder absoluto el Estado, en manos del Emperador, quien gobierna a través de
constituciones imperiales. En el año 380 el Imperio asume el cristianismo como religión
oficial y posteriormente se divide en dos partes, de donde nacerá el Imperio Romano de
Oriente.
Características:
• Emperadores múltiples: la carga imperial fue cada vez más compartida entre colegas,
el llamado Consortium imperii. Fue Diocleciano quien introdujo esta forma de gobierno,
bajo un sistema llamado Tetrarquía, que originalmente consistía en la existencia de dos
coemperadores (augustos) y dos emperadores subordinados o juniors (césares), que
compartían el poder imperial. Este modelo duró desde el año 289 d. C. hasta el 324 d.
C. Tras la muerte de Constantino I en 337, el imperio volvió a compartir múltiples
augusti. El modelo se volvió permanente en 364, con la llegada de Valentiniano I, que
compartió el trono con su hermano, Valente. A excepción de los tres años de gobierno
solitario de Teodosio I (392–395), este enfoque prevaleció hasta la Caída del Imperio
romano de Occidente, en 476 d. C.
Aunque cada augusto era autónomo dentro de su territorio, todas las leyes
introducidas por cada emperador eran válidas en todo el territorio imperial.
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• Devaluación del Consulado: se perdieron muchas de las funciones preconsulares, por
lo que la carrera senatorial se devaluó. Los équites ocuparon muchas de las funciones
militares y administrativas,13 y el cargo de cónsul perdió importancia, hasta el punto
de que en ocasiones quedó fuera de las inscripciones públicas.
El Codigo Justiniano:
El Corpus iuris civilis (en español, Cuerpo de Derecho civil) es la más importante
recopilación de Derecho romano y el texto jurídico más influyente de la historia. Este
código se compiló por orden del emperador bizantino Justiniano I (527-565). Fue impreso
por primera vez por Dionisio Godofredo en Ginebra en el año 1583.
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A pesar de su carácter unitario, la obra de Justiniano se llevo a cabo en etapas y se compone
por los siguientes textos:
Los redactores del Digesto no se ajustaron estrictamente a las disposiciones dadas por
Justiniano I en la constitución Deo Auctore al haber incorporado fragmentos de obras
de jurisconsultos que no gozaron del ius publice respondendi. Triboniano hizo uso de
la facultad otorgada por Justiniano I de retocar y modificar, en la medida necesaria,
los textos elegidos con el fin de adecuarlos al derecho vigente. Estas alteraciones
reciben el nombre de “interpolaciones” o “tribonianismos”.
Se publicó el 16 de diciembre del 533 bajo el gobierno del emperador del Imperio
romano de Oriente Justiniano I
2. Las Instituciones: Las instituciones (del latin Institutas, 533). Colección de iura y de
leges que expone los principios básicos y doctrina del derecho dirigida a los jóvenes
que emprenden el estudio del derecho.
Está dividido en 12 libros que se subdividen en títulos, con sus respectivas rúbricas.
En cada título se hallan colocadas las constituciones según las materias a que
pertenecen, con arreglo a un orden cronológico. Se omitieron muchas constituciones
del Código antiguo citadas en las Instituciones.
4. Las Novelas: (Novellae constitutiones post Codicem, 534-565). Colección de las nuevas
constituciones dictadas por Justiniano entre los años 535 a 565. Es decir, una vez
terminada, el Digesto, La Instituciones y el Código
Se clasificaron en tres:
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b) Auténticas: Es una colección de 134 novelas, entre 535 y 556, su nombre
proviene de haberse otorgado autenticidad por los juristas de Bolonia; tras
tenerlas por falsas, se hicieron en el siglo XI.
c) Colección anónima: son 168 novelas redactadas en griego, llevadas a cabo bajo
por Tiberio II. Pertenecen a Justiniano, otras a Justiniano II y Tiberio II.
El gran mérito de la obra de Justiniano fue condensar el saber jurídico de Roma y actuar
como el eslabón de continuidad para que ese pensamiento pasara a la conciencia jurídica
europea suponiendo, sin duda, el segundo gran momento de expansión del Derecho romano.
A principios del siglo XII se emprendió un estudio de estos textos en Bolonia, Italia. La
difusión del Derecho romano se propagó desde Italia al resto de Europa a partir del siglo XII.
La palabra "res" era empleada en latín con la misma amplitud con la cual en la actualidad se
utiliza la palabra “cosa”, aunque al ius solamente le interesaban las cosas en cuanto podían
ingresar a un patrimonio, es decir, en cuanto eran susceptibles de apropiación supuesto que
reportaran una utilidad económica, por lo cual modernamente se suele recurrir a la palabra
“bienes” para referirse a las cosas desde una perspectiva jurídica.
Las cosas podía clasificarse de maneras distintas, la primera forma de clasificación era en
Res “extra commercium” y res “in commercio”.
A) Res “extra commercium”: eran las que se hallaban fuera del comercio y respecto de
las cuales no era posible el denominado ius commercii. En consecuencia, no podían ser
objeto de adquisición ni de actos patrimoniales entre vivos o por causa de muerte,
dentro de tal condición se hallaban las siguientes:
• Res divini iuris: las que comprendían según el criterio de Gayo (IG.2.3) a las res
sacrae y a las res religiosae. Las res sacrae, eran aquellas que se habían consagrado
a los dioses superiores (IG.2.4), tales como los templos y los altares y cuyo carácter
sacro derivaba de haber sido consagradas mediante una ceremonia ritual
denominada consecratio, que debía ser autorizada por medio de una ley o de un
senadoconsulto (IG.2.5). Las res religiosae, eran las que se habían destinado al
culto de los dioses Manes (IG.2.4), tales como el suelo en el que había sido
sepultado el cuerpo de un difunto, en consecuencia eran hechas “religiosas” por
un acto de voluntad (IG.2.6).
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• Res Quodammodo divini iuris: es decir, las cosas en cierto modo de derecho
divino que, según Gayo eran las res sanctae, tales como los muros y las puertas de
las ciudades (IG.2.8), que habían sido puestos bajo la protección de los dioses
mediante una ceremonia denominada inauguratio.
En las Instituciones de Justiniano se incluyó a las res sanctae dentro de las que
eran de derecho divino (divini iuris), de modo tal que estas ahora comprendían
tres especies diversas, a saber, las res sacrae, las res religiosae y las res sanctae
(I.2.1.7), aunque al definir a estas últimas mantenía la expresión gayana
quodammodo divini iuris (I.2.1.9).
• Res communes omnium: es decir, cosas que por derecho natural eran comunes
a todos, tales como el aire, el agua corriente y el mar y sus costas (D.1.8.2.1), no
eran susceptibles de posesión ni de adquisición particular por ninguna persona
privada.
B) Res in commercio: eran todas aquellas cosas susceptibles de apropiación y que, por
lo tanto, se hallaban dentro del comercio humano, por lo cual eran cosas de derecho
humano (res humani iuris) (IG.2.2).
Las cosas que se hallaban dentro del comercio humano podían encontrarse
actualmente dentro de un patrimonio (intra patrimonium), es decir, haber sido ya
adquiridas por alguien, o bien hallarse aún en la situación de no haber sido adquiridas,
pero poder llegar a serlo (extra patrimonium).
• Res nullius: eran estas las “cosas de nadie”, es decir, aquellas que desde el
momento en que tenían ser carecían de dueño, de las que Gayo decía que eran las
que con anterioridad eran de nadie (IG.2.66), dentro de las cuales se consideraban
los animales que se capturaban en la tierra (fera bestiae), en el mar (pisces), y en
el cielo (volucres) (IG.2.67-68); la isla nacida en el mar (insula in mare nata) (D.
41.17.3); las cosas encontradas en la ribera del mar, tales como las perlas o piedras
(res in litore maris inventae) (D. 41.2.1.1).
• Res hostiles: esto es, las cosas del enemigo (IG.2.69), pues ellas, aunque habían
pertenecido precisamente al enemigo, eran consideradas como de nadie, en
cuanto los hostes eran considerados como fuera del orbe y su derecho era
desconocido.
• Res derelictae: eran estas las cosas que habían sido abandonadas por sus dueños y,
así al instante dejaban de ser de ellos (Ulpiano, D. 41.7.2.1), sin que fueran posible
cometer hurto respecto de ellas (Ulpiano, D. 47.2.43.5).
• Res sine domino: es decir, las cosas que no tenían dueño, tales como las que
formaban parte de una herencia yacente (D. 9.2.13.2).
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Una segunda clasificación de las cosas era en “Res publicae y res privatae”:
1- Res publicae: eran las que pertenecían al pueblo romano (IG.2.11), dentro de las cuales
los juristas distinguían diversas especies en consideración a la protección que podían tener
mediante interdictos, y tales eran:
b) Las que por derecho de gentes eran de uso público, como el mar y sus costas (D.
1.8.4.pr.).
c) Los ríos perennes (flumina perennia), es decir, aquellos que fluían de manera
permanente.
d) Las que se hallaban dentro del patrimonio del pueblo, y cuyo uso no era público,
pues el pueblo se comportaba respecto de ellas como un dueño de derecho privado,
por ejemplo, el suelo público (ager publicus), los esclavos públicos (servi publici).
2- Res privatae: eran aquellas que pertenecían a cada hombre en singular (IG.2.11), vale
decir, todas aquellas que no se encontraban en alguna de las especies de res publicae.
Una tercera forma de clasificación eran las “Res Mancipi y Res Nec Mancipi”: era esta una
de las distinciones más propias del derecho romano, y así Gayo decía que la diferencia entre
ellas era considerable (IG.2.18).
a) Res Mancipi: eran aquellas cuyo dominio solamente podía ser adquirido por medio
de actos formales o solemnes de adquisición, tales como la mancipatio y la in iure
cessio (IG.2.22).
- Fundos en suelo itálico (fundi Italici) y los edificios construidos en ellos (IG.2.14a).
- Los esclavos (IG.2.14a).
- Los animales que se suelen domar por el cuello o por el lomo (quae collo dorsove
domari solent) como por ejemplo los bueyes, los caballos, las mulas y los asnos
(IG.2.14a).
- Las servidumbres de los predios rústicos en suelo itálico (IG.2.14a).
b) Res Nec Mancipi: eran aquellas cuyo dominio podía ser adquirido mediante la simple
tradición (traditio) (IG.2.19).
De esta manera, eran res nec mancipi todas las que no quedaban comprendidas
dentro de las res mancipi.
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Una cuarta forma de clasificación era en Res “Immobiles” y Res “Mobiles”: esta distinción
atendía a si la cosa podía desplazarse o no, sobre la base de la inamovilidad del suelo.
a) Res Immobiles: bienes inmuebles, llamados clásicamente res fundi, praedium, ager,
eran simplemente los bienes raíces y sus construcciones (aedes, villae), en cuanto
suelo que no podía desplazarse de un sitio a otro.
b) Res Mobiles: cosas muebles eran aquellas que podían desplazarse de un lugar a otro.
En tal categoría entraban aquellos seres vivos que se movían por sí solos
(semovientes), y las cosas inanimadas.
a) Cosas corporales: Gayo (IG. 2.13) decía que eran corporales aquellas que podían ser
tocadas (sunt quae tangit possunt), como un fundo, un esclavo, un vestido, el oro, la
plata y otras innumerables cosas.
b) Cosas incorporales: eran en concepto de Gayo (IG. 2.13) cosas incorporales las que
no podían ser tocadas (sunt quae tangit non possunt) y cuya existencia arrancaba
del derecho, tales como una herencia, un usufructo, las obligaciones de cualquier
modo contraídas. Contándose también dentro de ellas las servidumbres rústicas y
urbanas.
3.3 EL PATRIMONIO
Utilizando una clasificación que no es del derecho romano, sino de los estudiosos del mismo,
los derechos subjetivos, se dividen de la siguiente manera:
a) Derechos Reales.
b) Derechos personales, también llamados derechos de crédito u obligaciones.
La totalidad de las cosas que pertenecen a una persona constituyen su patrimonio, dentro
del cual no sólo se comprendían las cosas que se tenían en propiedad (dominium), sino
también los derechos de naturaleza real que se tenían sobre cosas ajenas (“iura in re aliena”
= servitus, ususfructus), o de naturaleza personal, además de sus obligaciones.
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TEMA IV.- LOS DERECHOS REALES
4.1 CONCEPTO:
Es la relación directa de una persona con una cosa determinada, de la cual aquélla obtiene
la utilidad jurídica que esa cosa puede procurar. Elementos:
Caracteres:
a) Crean una relación directa entre el titular de ellos y la cosa sobre la cual se ejerce.
b) Son absolutos en el sentido de que se ejercen contra todos en general, sin referirse a
nadie en particular.
c) Sólo pueden tener por objeto una cosa.
2. Proprietas, que fue el término que prevaleció en las lenguas románicas, fue
utilizado por la jurisprudencia para designar la nuda proprietas o propiedad sin el
usufructo.
3. La posesión es una situación o relación del hombre con la cosa. Possessio equivale
a asentamiento y originariamente designaba el asentamiento de un particular sobre
el ager publicus.
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d) Propiedad provincial. Es la possessio del ager publicus, o territorio conquistado al
enemigo, que pertenecía al populus romanus.
A) La usucapión: Esta era ejercida por los poseedores, y consistía en un modo de adquirir
la propiedad por el paso o el transcurso del tiempo. Se debía reunir tres requisitos
fundamentales para que la adquisición fuese legítima:
1. Justa título y Justa Causa: El justo título es el acto jurídico que precede al traspaso
de la propiedad, un acto en virtud del cual un objeto pasa legítimamente del
patrimonio de una persona al de otra. En cambio, la justa causa es definida como el
motivo suficiente, moral y legítimo para obrar de determinada forma; en el caso que
nos atañe la justa causa sería la intención de transmitir el bien. Para señalar que la
usucapio tenía justo título se usaba el término pro, seguido por el medio por el cual
se adquiría la posesión. Así tenemos, por ejemplo:
2. Buena fe: Esto es que el adquiriente esté en la creencia de ocupar la propiedad sin
vulnerar ningún interés jurídico o derecho ajeno. De este requisito nace el principio
de que la buena fe se presume, y la mala fe se prueba.
3. Posesión continua: La persona que adquiera por usucapio debe haber detentado la
cosa de manera ininterrumpida por el lapso que determinase la ley,
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D) La Lex (la ley): La persona adquiría la cosa porque así lo determinaba la ley. Procedía
específicamente en los casos de tesoro, frutos o accesión.
Son derechos reales establecidos sobre una cosa en provecho de una persona o de un fundo
perteneciente a un propietario distinto.
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2. Las servidumbres personales se extinguen con la persona del titular, son por lo tanto
temporales y vitalicias. Las servidumbres reales duran tanto como el fundo dominante y el
sirviente, son por lo tanto perpetuas.
1. El derecho de paso con sus variedades: “inter”, o sea el derecho de pasar a pie; “actus”,
el derecho de pasar con ganado o con carros; y, “vía”, el derecho de transportar
mercancías o materiales.
2. El derecho de pastoreo.
3. El derecho de extraer cal o arena del fundo vecino.
4. El derecho de acueducto, o sea el de tomar agua de un fundo vecino.
1. Las servidumbres rurales son cosas mancipi; en tanto que las servidumbres urbanas son
cosas nec mancipi.
2. Las servidumbres rurales se extinguen por el no uso; las servidumbres urbanas requieren,
un hecho del propietario del fundo sirviente contrario a la servidumbre, y luego el no uso.
3. Las servidumbres urbanas son continuas; las servidumbres rurales son discontinuas.
4. Las servidumbres urbanas no pueden ser dadas en prenda ni en hipoteca; las servidumbres
rurales si pueden ser hipotecadas.
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