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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 2

CONSIDERACIONES JURÍDICAS EN TORNO


AL CONCEPTO DE EUTANASIA

Adelio Misseroni Raddatz


Abogado
Consultor del Programa Regional de Bioética de la Organización
Panamericana de la Salud

Correspondencia: Nueva de Lyon 96, piso 6°,


Providencia, Santiago de Chile
E-mail: amisseroni@invat.cl

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Consideraciones jurídicas en torno al concepto de eutanasia - A. Misseroni

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 2

CONSIDERACIONES JURÍDICAS EN TORNO


AL CONCEPTO DE EUTANASIA

Adelio Misseroni Raddatz

Resumen Resumo

Dada la confusión conceptual que Dada a confusão conceitual que existe


existe en relación con la expresión eutana- com relação à expressão eutanásia, o objetivo
sia, el objetivo de la presente monografía do presente trabalho consiste, precisamente,
consiste, precisamente, en dilucidar el sen- em elucidar o sentido e alcance da mesma
tido y alcance de esta expresión desde una através de uma perspectiva Jurídico-penal.
perspectiva jurídico-penal, para así poder Pretende-se, assim, determinar quais condutas
determinar qué conductas son penalmente são penalmente relevantes e quais devem ser
relevantes y cuáles deben ser necesariamente excluídas do âmbito da ius puniendi.
excluidas del ámbito del ius puniendi. Na seqüência, o autor analisa os
Como paso siguiente, el autor ana- elementos determinantes das condutas
liza los elementos determinantes de las con- eutanásicas, consideradas sempre sob a
ductas eutanásicas, consideradas siempre perspectiva penal. Uma vez estabelecido o
desde la perspectiva penal. Una vez preci- alcance da expressão, torna-se possível
sado el alcance de la expresión, es posible analisar as mencionadas condutas do ponto
analizar dichas conductas desde el punto de de vista de sua tipificação objetiva, para,
vista de su tipificación objetiva, para revi- posteriormente, revisar brevemente algumas
sar, posteriormente, algunas legislaciones legislações latinoamericanas que as tipificam.
latinoamericanas que tipifican expresamen- Finalmente, analisa-se a factibilidade
te dichas prácticas. ética e jurídica de uma legislação
Finalmente, se analizará la facti- propriamente eutanásica à luz do princípio
bilidad ética y jurídica de una legislación da dignidade da pessoa humana, reconhecida
propiamente eutanásica, a la luz del princi- explícita ou implícitamente pelos principais
pio de la dignidad de la persona humana, instrumentos internacionais e por todos os
reconocido –explícita o implícitamente– por códigos políticos dos Estados sociais e
los principales instrumentos internacionales democráticos de direito.
y por todas los códigos políticos de los Es-
tados sociales y democráticos de derecho. Palavras chaves: Eutanásia ativa, Eutanásia
passiva, Eutanásia de duplo efeito, Adistanásia
Palabras clave: Eutanasia activa, Eutanasia ou Antidistanásia, Ortotanásia, Meios
pasiva, Eutanasia de doble efecto, Adistanasia proporcionais/desproporcionais,
o Antidistanasia, Ortotanasia, Medios propor- Encarniçamento terapêutico, Paciente
cionados/desproporcionados, Ensañamiento terminal, Homicídio por piedade, Dignidade
terapéutico, Paciente terminal, Homicidio por da pessoa humana.
piedad, Dignidad de la persona humana.

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Abstract Résumé

Given the conceptual confusion that Compte tenu de la confusion conceptuelle


exists about the term euthanasia, the qui existe par rapport à l’expression
objective of this monograph consists of euthanasie, le but de la monographie en cours
elucidating the sense and reach of this consiste, précisément, à élucider le sens et
expression, from a legal and penal l’envergure de cette expression d’une
perspective, and by so doing, determine perspective juridique et pénale, pour ainsi
what behaviors are legally relevant and pouvoir déterminer les conduites qui sont
which should be necessarily excluded pénalement remarquables et celles qui doivent
from the ius poniendi ambit. être exclues nécessairement du cadre du ius
As a next step, the author analyses the puniendi.
determining elements of the euthanistic Comme deuxième démarche, l’auteur
behavior, always considered from a penal analyse les éléments déterminants des
perspective. conduites authanasiques considérées toujours
Once the reach of the expression is du point de vue pénal. Après avoir préciser
determined, it is possible to analyze such l’ampleur de l’expression, il sera possible de
behavior from the perspective of its faire l’analyse des conduites mentionnées du
objective classification for an ulterior point de vue de leurs classification objective
brief reviewing of some Latin American pour réviser brièvement, par la suite, quelques
normatives that clearly typify such législations en Amérique latine qui
behaviors. standarisent expressément telles conduites.
Finally, the ethical and legal feasibility Finalement, il faudra analyser la
of a legislation properly euthanistic will faisabilité éthique et juridique d’une
be analysed in the light of the principle of législation proprement euthanasique, à la
human dignity , explicitly or implicitly lumière du principe de dignité de la personne
recognized by the main international humaine, reconu –de facon explicite ou
instruments and by all the political codes implicite– par les princiapales instruments
of the social and democratic States of internationaux et par tous les codes politiques
right. des États sociaux et démocratiques de droit.

Key words: Active euthanasia, Passive Mots clés: Euthanasie, Euthanasie


euthanasia, Double effect euthanasia, Passive, Euthanasie à double effet,
Adisthanasia or Anti-disthanasia, Orthotanasia, Adisthanasie, Orthotanasie, Moyens
Proportionate / disproportionate means, Proportionnés/Disproportionnés,
Therapeutic rage, Terminally-ill patient, Mercy Ensaignement Thérapeutique, Patient
killing, Human being’s dignity. terminal, Homicide par pitié, Dignité de la
personne humaine.

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Introducción de la más variada naturaleza, con connota-


ciones filosóficas, éticas y jurídicas, también
El 28 de noviembre de 2000, la Cámara diversas.
de Diputados del Parlamento holandés Esta gran profusión de acepciones y
aprobó, por 104 votos a favor y 40 en contra, clasificaciones reclama, como preámbulo
un proyecto de ley que legaliza la eutanasia necesario en el análisis de esta materia, la
y el suicidio asistido. Posteriormente, el día delimitación conceptual del término, con el
10 de abril de 2001, el Senado de ese país objeto de determinar aquellas conductas
dio también su aprobación a este proyecto, eutanásicas cuya realización se encuentra
con 46 votos a favor y 28 en contra. Estas penalmente tipificada.
prácticas han sido toleradas durante muchos Etimológicamente, la expresión eutana-
años en los Países Bajos, pero, hasta ahora, sia deriva del griego eu, bien y thánatos,
continuaban siendo ilegales, lo que muerte, pudiendo ser traducida como “bue-
significaba –en teoría– que un médico que na muerte” o “muerte apropiada”.
realizaba alguna de estas conductas podía ser Como señala Luis Fernando Niño
encausado penalmente. (1, p.81):
Con esta ley, Holanda se convierte en el
primer país europeo donde es posible para al paso de los siglos, no obstante, este con-
un médico practicar la eutanasia o ciso sentido terminológico, se fue tornan-
proporcionar asistencia a un enfermo do más y más difuso, traduciéndose en
terminal que decide poner fin a su vida. ‘muerte rápida y sin tormentos’, ‘muerte
La aprobación de este proyecto de ley digna, honesta y con gloria’, y hasta ‘bella
por parte del país europeo, ha puesto de re- muerte’, pasando por ‘muerte tranquila y
lieve, una vez más, la discusión sobre las fácil’ y ‘muerte misericordiosa’ o ‘piado-
connotaciones éticas de la eutanasia y su sa’, por nombrar sólo algunos de los signi-
eventual despenalización o legalización. Por ficados que se le prodigaron.
esta razón, consideramos del todo atingente
hacer ciertas precisiones sobre esta materia, El Diccionario de la Real Academia
con el objeto de esclarecer las confusiones Española de la Lengua, da dos acepciones
terminológicas que existen al respecto. En de esta palabra, definiéndola como “muerte
efecto, con la expresión eutanasia –por lo sin sufrimiento físico” y como “acortamien-
menos desde un punto de vista etimológico– to voluntario de la vida de quien sufre una
se hace referencia a una serie de conductas, enfermedad incurable, para poner fin a sus
muchas de las cuales son irreprochables des- sufrimientos”(2).
de un punto de vista ético y totalmente ajus- La primera de las acepciones transcritas
tadas a derecho. se corresponde con el significado
Por último, es también del todo relevante etimológico del término y tiene un alcance
que nos preguntemos si una legislación pro- genérico, pues comprende todas aquellas
piamente eutanásica es aceptable desde un situaciones en las cuales se produce la muer-
punto de vista ético y jurídico, es decir, si es te sin padecimientos, sea que ésta sobreven-
aceptable en un Estado social y democráti- ga por causas naturales o bien como conse-
co de derecho la despenalización de esta cuencia de conductas –activas u omisivas–
conducta. tendientes a acelerar la muerte del enfermo
terminal, en ambos casos con o sin interven-
ción de terceros. Dada la enorme latitud de
¿Toda práctica eutanásica es relevante esta acepción, es menester delimitar el con-
desde el punto de vista jurídico penal? cepto, restringiéndolo a aquellas acciones u
omisiones cuya realización puede ser consi-
La expresión eutanasia ha sido utiliza- derada relevante desde el punto de vista del
da históricamente para significar conductas ius puniendi.

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Hechas estas precisiones, salta a la vis- La utilización de la expresión eutanasia


ta la necesidad de excluir del concepto de para referirse a situaciones tan disímiles des-
eutanasia aquellas conductas tendientes a de el punto de vista ético, puede llevar a
paliar los padecimientos del paciente, sin equívocos. Respecto a la llamada eutanasia
influir en el desarrollo natural del proceso pasiva, es menester hacer una precisión: una
de muerte (eutanasia natural). Se trata de cosa es provocar la muerte mediante la omi-
acciones irrelevantes para el derecho penal sión deliberada de un cuidado debido, nece-
y constituyen, por el contrario, verdaderos sario y con sentido, y otra cosa es la omi-
deberes morales y jurídicos. Igualmente sión responsable de un cuidado extraordi-
debemos excluir de este concepto la provo- nario, no debido, no necesario y sin sentido.
cación de la propia muerte, conducta que es Algunos utilizan la expresión eutanasia
igualmente ajena a cualquier tratamiento pasiva para referirse a ambas situaciones;
jurídico-penali . otros en cambio, sólo la emplean en la se-
La expresión queda reservada, en con- gunda acepción, utilizando la expresión
secuencia, a aquellas conductas, realizadas adistanasia o antidistanasia para referirse
por terceros, que tienen por objeto acortar al retiro de medios artificiales de reanima-
la vida del moribundo, sentido que aparece ción, desproporcionados al caso (1, p.17).
recogido por la segunda acepción propor- Se utiliza, asimismo, la expresión
cionada por el Diccionario de la Lengua ortotanasia –entendida como muerte digna
Española. o debida a toda persona, vocablo confundi-
Sin embargo, es necesario realizar otra do frecuentemente con adistanasia y aun con
precisión: no toda conducta tendiente a acor- eutanasia pasiva– opuesta tanto a la
tar el ciclo vital, realizada con el fin de paliar distanasiaii desproporcionada, como a la
el sufrimiento del moribundo, es éticamente eutanasia homicida. Sin embargo, la expre-
reprochable y penalmente relevante. sión ortotanasia es omnicomprensiva, iden-
Para esclarecer este punto, resulta ilus- tificándose, prácticamente, con la eutanasia
trativo echar mano a aquella distinción que, en su acepción etimológica, excluyendo sólo
en cuanto al tipo de acción realizada, distin- aquellas conductas que podríamos calificar
gue entre eutanasia activa, eutanasia pasi- de prácticas eutanásicas homicidas (1, p.86).
va y eutanasia de doble efecto. En la prime- Dada la connotación valórica que la expre-
ra categoría, se comprenden aquellas accio- sión eutanasia tiene en el lenguaje común, es
nes tendientes a provocar la muerte sin conveniente no llamar eutanasia a la omisión o
sufrimiento del paciente; la eutanasia pasi- supresión de medios extraordinarios o
va consiste en inhibirse de actuar o abando- desproporcionados (adistanasia) (4, p.126-127).
nar un tratamiento ya iniciado, evitando Excluimos, asimismo, la llamada euta-
interferir en un proceso causal de consecuen- nasia de doble efecto, por cuanto constituye
cias letales; por último, estamos en presen- una situación irreprochable desde el punto
cia de una eutanasia de doble efecto cuando de vista ético e irrelevante en el ámbito
se acelera la muerte como consecuencia in- punitivoiii . Se excluye también la llamada
directa de acciones médicas que son ejecu- eutanasia eugenésica, que consiste en la eli-
tadas con el fin de aliviar el sufrimiento de minación de los deficientes para evitar la
un paciente terminal (3). transmisión genética de su deficiencia men-

ii
i Niño (1, p. 85), señala que la distanasia “consiste en
Ello, sin perjuicio de la sanción impuesta a la insti-
prolongar la vida vegetativa de un individuo, echan-
gación, auxilio o asistencia al suicidio y al suicidio
do mano, para ello, de los medios extraordinarios de
ejecutivo. Sobre el particular, vid. (1, p.82-83). reanimación con que hoy cuenta la ciencia médica”.

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tal, y la eutanasia económica, que consiste Elementos determinantes de la eutanasia


en la eliminación de los que suponen una desde el punto de vista penal: paciente
carga para la sociedad al no reportar utili- terminal, móvil pietístico y consentimien-
dad alguna. Compartimos plenamente lo to del afectado
señalado por Barrenechea, en el sentido que
ambos conceptos: Aquellas legislaciones que tipifican ex-
presamente las prácticas eutanásicas, suelen
responden al principio insostenible del re- establecer, en general, tres elementos de-
conocimiento de la existencia de criaturas terminantes en este tipo penal: debe tratarse
sin valor vital, condición que se determina de un paciente terminal o de un enfermo que
por los mismos que deciden su eliminación sufre graves y dolorosos padecimientos, el
(5, p.88-89). sujeto activo debe actuar impulsado por un
móvil pietístico y el sujeto pasivo debe ma-
Tanto la eutanasia eugenésica como la nifestar su voluntad al respecto (consenti-
económica consisten en homicidios califi- miento).
cados cuya real entidad pretende encubrirse
Resulta complejo precisar apriorísti-
con un eufemismo (1, p.84-85).

iii
Así, la Iglesia Católica acepta plenamente este tipo extraordinarios, reemplazándola por la de medios
de conductas. A este respecto, Pío XII señaló en 1957, proporcionados y desproporcionados, aceptando,
en un discurso pronunciado ante un grupo internacio- además, la interrupción de los medios
nal de médicos, que es aceptable la utilización de dro- desproporcionados, cuando los resultados defrau-
gas destinadas a suprimir el dolor, a pesar de tener den las expectativas puestas en ellos.
como efecto secundario abreviar la vida: “si entre la Más recientemente (1995), la Encíclica
narcosis y el acortamiento de la vida no existe nexo Evangelium Vitae de Juan Pablo II, confirma la po-
causal alguno directo, puesto por la voluntad de los sición históricamente sostenida por la Iglesia Cató-
interesados o por la naturaleza de las cosas... y, si por lica, señalando que “la eutanasia es una grave vio-
el contrario, la administración de narcóticos produje- lación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación de-
se por sí misma dos efectos distintos, por una parte, el liberada y moralmente inaceptable de una persona
alivio de los dolores y, por otra, la abreviación de la humana”, reiterando las conclusiones ya manifes-
vida, entonces es lícita”. La Iglesia Católica acepta la tadas en la Declaración preparada por la Sagrada
llamada eutanasia de doble efecto o activa indirecta, Congregación para la Doctrina de la Fe. Señala que
es decir, admite la administración de calmantes con el la eutanasia debe distinguirse de la decisión de re-
objeto de disminuir el sufrimiento de un paciente, a nunciar al llamado encarnizamiento o ensañamiento
pesar de que, como efecto secundario, pueda acelerar terapéutico, que son “ciertas intervenciones médi-
la muerte del enfermo. cas ya no adecuadas a la situación real del enfermo,
En 1980, la Sagrada Congregación para la Doc- por ser desproporcionadas a los resultados que se
trina de la Fe emitió una Declaración sobre la euta- podrían esperar o, bien, por ser demasiado gravo-
nasia, en la cual condena la eutanasia activa directa, sas para él o su familia. En estas situaciones, cuan-
acepta la administración de drogas tendientes a ami- do la muerte se prevé inminente e inevitable, se pue-
norar el sufrimiento del paciente, aún cuando pueda, de en conciencia renunciar a unos tratamientos que
indirectamente, provocar o acelerar la muerte del en- procurarían únicamente una prolongación precaria
fermo y condena el encarnizamiento o ensañamiento y penosa de la existencia, sin interrumpir sin em-
terapéutico. Esta Declaración, por otra parte, aban- bargo las curas normales debidas al enfermo en ca-
dona la criticada distinción entre medios ordinarios y sos similares”.

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camente el concepto de paciente o enfermo En cuanto a los móviles de piedad que


terminal. Hay quienes han pretendido, inclu- deben impulsar al sujeto activo en su actua-
so, fijar plazos (de horas, días y meses) den- ción, se trata de un elemento subjetivo del
tro de los cuales ha de producirse la muerte. tipo que –unido a los demás requisitos–
En nuestra opinión, esta cuestión debe ser justifica la atenuación de la pena, en rela-
resuelta caso a caso y, a lo más, pueden fi- ción con los tipos de homicidio simple y
jarse ciertas directrices generales. Por de agravado. La Corte Constitucional de Co-
pronto, nos contentamos con señalar, como lombia, en sentencia número C-239/97, ha
hiciera Niño (1, p.98) y siguientes, hace ya señalado que:
más de un lustro, que:
quien mata a otro por piedad, con el pro-
sólo cuadrará hablar de eutanasia cuando la pósito de ponerles fin a los intensos sufri-
muerte fuere un acontecimiento próximo, sea mientos que padece, obra con un claro sen-
por causa de una enfermedad grave o de dolen- tido altruista, y es esa motivación la que
cias irreversibles de la vejez o de daños acci- ha llevado al legislador a crear un tipo
dentales, en el cuerpo o en la salud, de pronósti- autónomo, al cual atribuye una pena con-
co letal. siderablemente menor a la prevista para el
delito de homicidio simple o agravado
Lo que sí debe existir es certeza –en la (6, p.15).
medida de lo posible– en cuanto al carácter
terminal del enfermo, de acuerdo a los me- Finalmente, el consentimiento del pa-
dios técnicos disponibles. ciente también es un elemento indispensa-
Sin embargo, muchas de las legislacio- ble para que estemos en presencia de una
nes que se ocupan del tema no se limitan a conducta eutanásica, pues el sujeto activo
exigir la calidad de enfermo terminal, sino siempre debe obrar en el interés exclusivo
que hacen extensivo el tipo de homicidio del enfermo. La voluntad debe ser prestada
eutanásico respecto de pacientes que sufren por un sujeto plenamente capaz y, obviamen-
graves padecimientos o lesiones, aunque no te, no puede adolecer de vicios.
exista inminencia de la muerte. Creemos que Ahora bien, ¿qué sucede cuando el
estas dos situaciones deben permanecer per- paciente se encuentra imposibilitado de ma-
fectamente diferenciadas desde el punto de nifestar su voluntad? En estos casos suele
vista conceptual y jurídico. Independiente- recurrirse al proxy consent o al substituted
mente de la consideración legislativa, pre- judgement. Los que lo quieren y conocen
ferimos reservar la expresión eutanasia para deciden lo que redundará en su mejor inte-
aquellos casos de “reducción anticipada del rés y beneficio (4, p.141). Hay quienes sos-
curso de la muerte” y no para la abreviación tienen que el proxy no debería en ningún caso
inicua del curso de la vida (1, p.99). La sim- realizar actos de eutanasia directa aunque tal
ple aceptación de la causa de sufrimiento, fuere el deseo expresado anteriormente por
no acompañada del estado de paciente ter- el ahora incompetente (4, p.141). Algunas
minal, no constituye verdadera eutanasiaiv . legislaciones exigen como elemento del tipo
la manifestación de voluntad del sujeto pa-
sivo en orden a poner fin a su sufrimiento;
iv
Así, v.gr., el caso de Howard Andrews, condenado por lo tanto, de no concurrir su voluntad, la
por uxoricidio a 15 años de cárcel y cuadrapléjico, a conducta eutanásica no quedaría compren-
raíz de un intento de suicidio, pero sin riesgo de vida, dida en el tipo privilegiado de homicidio
quien expresó su negativa a ser nutrido y medicado,
situación que fue convalidada por la Corte Suprema
piadoso, debiendo ser subsumida en los ti-
de California (EE.UU.). Vid. (1, p.94-95). pos generales de homicidio. Otros

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ordenamientos jurídicos, en cambio, permi- tos, la calidad de medio proporciona-


ten subsumir la conducta en el tipo especial do/desproporcionado deberá determinar-
de homicidio piadoso, aún cuando el pacien- se teniendo en cuenta la situación con-
te no hubiese manifestado voluntad alguna creta del enfermo y su “esperabilidad”
al respecto. En nuestra opinión, la eutanasia de vida (1, p.191). Así, verbigracia, pro-
practicada sobre un paciente que no ha ma- ceder al retiro de medios artificiales de
nifestado su consentimiento es éticamente reanimación será, atendiendo a las cir-
inaceptable. cunstancias particulares del caso, per-
fectamente lícito y ajustado a derecho,
debiendo conservarse, exclusivamente,
Concepto de eutanasia aquellos medios que sólo conservan
hidratado y nutrido el cuerpo del
De lo expuesto en los párrafos prece- pacientev .
dentes podemos extraer una serie de consi- c) Es lícito suministrar al paciente drogas
deraciones que nos permitirán delimitar y calmantes que tiendan a aminorar su
conceptualmente las prácticas eutanásicas. sufrimiento, aunque esta conducta in-
Hemos señalado hasta la redundancia que directamente acelere la muerte.
la decisión de eliminar del concepto una se- d) El sujeto pasivo debe ser –necesaria-
rie de conductas tradicionalmente compren- mente– un paciente terminal. La acción
didas en el término eutanasia, se debe a la u omisión debe ser siempre dirigida a
necesidad de reservar esta expresión –por eliminar su sufrimiento, causado por una
lo menos para los fines de este trabajo– ex- enfermedad irreversible y dolorosa.
clusivamente para referirnos a aquellas ac- e) El paciente debe manifestar su consen-
ciones u omisiones que pueden ser sancio- timiento. Sin embargo, algunas legisla-
nadas penalmente, habida cuenta de la falta ciones tipifican el homicidio piadoso,
de regulación del fenómeno eutanásico que sin requerir la manifestación de volun-
existe en el derecho comparado. tad del enfermo.
f) El sujeto activo debe obrar impulsado
a) Las prácticas eutanásicas pueden con- por un fin de piedad.
sistir en una acción o en una omisión. g) Por regla general, el médico que reali-
b) Se excluye de toda consideración puni- za alguna de las conductas contempla-
tiva la no aplicación de tratamientos das en los puntos precedentes (b y c),
desproporcionados y excepcionales, obra dentro de la causal de justificación
cuando es cierta la inminencia de la de “ejercicio legítimo de un derecho u
muerte, como, asimismo, la supresión oficio”, no actuando, por ende, de ma-
de éstos (adistanasia). Para estos efec- nera antijurídica.

v
A este respecto, resulta ilustrativo el conocido mación que complementaban el mantenimiento de
caso de Karen Ann Quinlan, de Nueva Jersey sus funciones vitales. Pero la vida neurovegetativa
(EE.UU.), quien a raíz de la ingestión de una ele- de Karen Ann se mantuvo, nutrida e hidratada
vada dosis de alcohol y fármacos protagonizada artificialmente, hasta superar el decenio; y –con
durante una fiesta en que celebraba su emancipa- ella– el renovado debate acerca de la cuestión
ción, cayó en un irreversible estado de coma, en el eutanásica. Cuando su corazón, finalmente, se de-
que se mantuvo desde el 14 de abril de 1975 hasta tuvo, Karen pesaba 30 kilos, estaba la mayor parte
el 12 de junio de 1985. Antes de un año, el máxi- del tiempo en posición fetal y se mantenía total-
mo órgano judicial de Nueva Jersey autorizó su mente inconsciente de lo que sucedía a su alrede-
desconexión de los modernos aparatos de reani- dor. Vid. (1 p.25-195-197).

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Delimitada la comprensión del término humana independiente; es el nacimiento el


en análisis, podemos definir la eutanasia, en hecho que separa las conductas abortistas de
términos generales, como toda acción u las homicidasvii . Por consiguiente, desde el
omisión de un cuidado debido, necesario y punto de vista de la tipicidad objetiva, la
eficaz, tendiente a producir deliberadamen- eutanasia constituye una forma de homici-
te la muerte de un enfermo terminal, aque- dio. También se excluyen el auxilio y la
jado de graves padecimientos, y con el fin inducción al suicidio, pues, la primera de
de eliminar su sufrimiento”vi . Sólo las accio- estas figuras, consiste en actos de coopera-
nes u omisiones comprendidas en esta acep- ción al suicidio de una persona y, la segun-
ción pueden ser sancionadas penalmente. Ir da, en la influencia directa y eficaz de un
más allá de estos límites implicaría vulnerar sujeto sobre otro para que se suicide (5, p.90-
el principio de protección, frontera infran- 91). En ninguna de estas dos situaciones es
queable en un Estado social de derecho. el tercero el que realiza la muerte de la per-
sona, lo cual impide, absolutamente, poder
La eutanasia desde el punto de vista de considerar las prácticas eutanásicas como
su tipificación objetiva constitutivas de estos delitos. En cuanto al
auxilio ejecutivo, se trata, precisamente, de
Precisado el concepto de eutanasia para la muerte causada por un tercero, a solicitud
los fines del presente capítulo, es atingente de la víctima; es, por ende, en este tipo
que nos preguntemos cómo recoge el orde- penal que debemos subsumir la eutanasia, a
namiento jurídico penal –desde el punto de menos que exista un tipo especial para esta
vista de la tipicidad objetiva– aquellas con- conducta. No obstante, es del caso señalar
ductas que se enmarcan dentro de esta que las legislaciones que tipifican el auxilio
noción restringida de eutanasia. ejecutivo son las menos (v. gr., art. 312 del
La primera cuestión que salta a la vista Código Penal Federal de México).
es que las prácticas eutanásicas significan Ahora bien, tradicionalmente las legis-
una forma de lesión del bien jurídico “vida”. laciones contemplan diversas figuras de ho-
Estas prácticas, precisamente, ponen térmi- micidio. Básicamente, se suele distinguir
no a la existencia biológica del individuo; entre homicidio simple, homicidio agrava-
por consiguiente, es en esta categoría que do o calificado e infanticidio. Diversos
debemos encontrar el tipo legal en el cual ordenamientos jurídicos contemplan, ade-
subsumir la eutanasia. más, una figura específica para la eutanasia,
Tradicionalmente, se comprenden entre bajo la forma del llamado homicidio
los delitos contra la vida las siguientes figu- pietísticoviii. En estos casos la discusión jurí-
ras: el homicidio, en sus diversas formas, el dico penal no presenta mayores dificultades,
aborto, el auxilio al suicidio, la inducción o por lo menos desde el punto de vista de su
instigación al suicidio y el auxilio ejecutivo configuración típica, pues son estas dispo-
(homicidio-suicidio). Debemos excluir, des- siciones –especiales– las que deben aplicar-
de ya, el aborto como posible figura típica, se a las prácticas eutanásicas. El problema
pues la eutanasia supone, necesariamente, se plantea en aquellas legislaciones que han
la existencia de un individuo con vida guardado silencio frente a la realización de

vi
JUAN PABLO II, en la Encíclica Evangelium Vitae, vii
define la eutanasia como “una acción o una omisión Sin perjuicio de la existencia del aborto eutanásico.
que por su naturaleza y en la intención causa la muer- viii
te, con el fin de eliminar cualquier dolor”. Señala, en V.gr., Bolivia, art. 257 CP.; Colombia, art. 326 CP.;
consecuencia, que “la eutanasia se sitúa, pues, en el El Salvador, art. 130 CP.; Paraguay, art. 106 CP.;
nivel de las intenciones o de los métodos usados”. Perú, art. 212 CP.

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conductas eutanásicas; la solución debe bus- mos descartar, sin embargo, estas posibili-
carse, en consecuencia, en los tipos genera- dades. El homicidio agravado contempla
les de homicidio. Cabe preguntarse, enton- situaciones que revelan una especial maldad
ces, cuál de todas las figuras de homicidio por parte del autor, lo cual no se condice con
es aplicable a estas prácticas. los móviles de piedad y el interés del mori-
Una primera aproximación nos lleva a bundo que están presentes en la eutanasia.
concluir, desde luego, que se excluye toda Prueba suficiente de ello es la pena dismi-
forma de homicidio culposo, pues la euta- nuida que para el homicidio pietístico
nasia es incompatible con la idea de negli- contemplan las legislaciones que se han
gencia o descuido: se trata, por ende, de una hecho cargo de estos casos.
forma de homicidio dolosoix . El parricidio, por las mismas considera-
Debemos eliminar, asimismo, la figura ciones anteriores, debe ser descartado como
del infanticidio como tipo penal en el cual figura típica posible, pues no es más que una
subsumir las prácticas eutanásicas. En efec- forma agravada de homicidio, en razón de
to, esta figura establece, generalmente, una los vínculos de parentesco que ligan a vícti-
pena disminuida para aquellas personas ma y victimario. Incluir las prácticas
–normalmente la madre y ciertos parientes– eutanásicas en cualquier forma de homici-
que dan muerte a un recién nacido, con el dio agravado atenta derechamente contra el
objeto de ocultar una deshonra. Esta moti- principio de culpabilidad.
vación es incompatible con los móviles La conclusión evidente es, entonces, la
pietísticos y con el exclusivo interés del en- siguiente: en aquellas legislaciones que no
fermo que están envueltos en la eutanasia. contemplan el tipo de homicidio pietístico
En cuanto al homicidio calificado o ase- ni de auxilio ejecutivo al suicidio, las prác-
sinato, nos interesan particularmente dos ticas eutanásicas sólo pueden ser subsumidas
circunstancias que las legislaciones, tradi- en el tipo penal de homicidio simplex . No
cionalmente, suelen incluir como casos de obstante ello, esta solución es absolutamen-
agravación de la pena: el uso de veneno u te insatisfactoria, pues, las penas señaladas
otro medio insidioso y la premeditación. para estos casos, son elevadas y bien sabe-
Podría pensarse que la eutanasia activa rea- mos que en un Estado de derecho debe exis-
lizada, verbigracia, mediante una inyección tir proporcionalidad entre las penas aplica-
letal, constituiría un asesinato mediante la bles y el grado de culpabilidad del actor.
utilización de veneno. Por otra parte, la pre- El homicidio por piedad constituye una
meditación conocida podría aplicarse tanto forma de homicidio atenuado por el motivo
a la eutanasia activa como omisiva. Debe- del autor y por el pedido de la víctima. No

ix
Niño (1, p.102), distingue, principalmente, tres cla- la tipicidad dolosa omisiva impropia o de comisión por
ses de eutanasia (que él llama resolutiva): activa direc- omisión. Compartiendo las apreciaciones de este au-
ta, activa indirecta y pasiva. Desde el punto de vista tor, debemos reiterar lo ya señalado, en orden a excluir
volitivo, el primer caso se sitúa en el ámbito del dolo del concepto de eutanasia la llamada de doble efecto,
directo de primer grado; la denominada eutanasia re- pues, sin perjuicio de las consideraciones en cuanto al
solutiva activa indirecta –que equivale a la que hemos dolo, constituye, por lo menos, una conducta ajustada
denominado eutanasia de doble efecto– corresponde- a derecho, amparada por la causal de justificación de
ría a una situación de tipicidad activa dolosa indirecta “ejercicio legítimo de un derecho u oficio”.
x
o de segundo grado o de consecuencias necesarias, V.gr., Argentina, art. 79 CP.; Brasil, art. 123 CP.; Chi-
sin descartar que, en ciertas situaciones, pudiera man- le, art. 391 núm. 2° CP.; Ecuador, art. 449 CP.; Guate-
tenerse en el grado volitivo inferior del dolo eventual; mala, artículos 123 y 124 CP.; Honduras, art. 116 CP.;
y la eutanasia pasiva, entraría de lleno en el ámbito de Venezuela, art. 407 CP.

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Consideraciones jurídicas en torno al concepto de eutanasia - A. Misseroni

hace primar la piedad y el carácter insopor- Homicidio piadoso. Se impondrá la pena


table del dolor sobre la incolumidad de la de reclusión de uno a tres años, si para el
vida y, por consiguiente, no justifica el he- homicidio fueren determinantes los móvi-
cho. Tampoco acepta la exoneración de cas- les piadosos y apremiantes las instancias
tigo, ni admite sólo que la pena se atenúe del interesado, con el fin de acelerar una
excepcional o facultativamente. Se limita a muerte inminente o de poner fin a graves
seguir la tesis que atenúa la imputación padecimientos o lesiones corporales pro-
homicida. Se diferencia del homicidio sim- bablemente incurables, pudiendo aplicar-
plemente consentido o del homicidio a se la regla del artículo 39 y aún concederse
pedido de la víctimaxi , porque el móvil de excepcionalmente el perdón judicial.
piedad del autor es esencial (7, p.150-151).
El art. 39, por su parte, dispone:

Ordenamientos jurídicos que tipifican Atenuantes especiales. En los casos en que


expresamente el homicidio por piedad este Código dispone expresamente una ate-
nuación especial, se procederá de la si-
El tratamiento legislativo de la eutana- guiente manera:
sia en los ordenamientos jurídicos latinoa-
mericanos es bastante heterogéneo. La
1) La pena de presidio será substituida por
tendencia general es la de considerar las
la de reclusión.
prácticas eutanásicas como delito. Las dife-
2) La de reclusión, por la de prestación de
rencias se producen al momento de la regu-
trabajo.
lación típica de estas prácticas. Básicamen-
3) En los demás casos, la escala será dis-
te, podemos distinguir dos grupos de paí-
minuida de una tercera parte a la mitad,
ses: aquellos que tipifican especialmente las
sin que en ningún caso la pena pueda
prácticas eutanásicas y aquellos que guar-
ser inferior al mínimo legal.
dan silencio al respecto, siendo aplicables,
en consecuencia, las disposiciones genera-
les relativas al homicidio. Cabe destacar que Es del caso, asimismo, traer a cola-
la sanción es considerablemente menor en ción el art. 64 CP., que se refiere, preci-
el primer caso. A continuación, nos referire- samente, al perdón judicial, posibilidad
mos a algunas legislaciones que contienen contemplada por el tipo de “homicidio
tipos especiales de homicidio por piedad: piadoso”:

a) La legislación punitiva de Bolivia, es de Perdón judicial. El juez podrá conceder,


aquéllas que ha introducido en su orde- excepcionalmente, el perdón judicial al
namiento jurídico un tipo penal que se autor de un primer delito cuya sanción no
refiere expresamente a la eutanasia. En sea mayor a un año, cuando por la levedad
efecto, el art. 257 CP. dispone: especial del hecho y los motivos determi-
nantes, existan muchas probabilidades de
que no volverá a delinquir.

La concesión de perdón judicial está


xi
Vgr. Código italiano, art. 579: “Quien causa la contemplada dentro de las disposiciones
muerte de un hombre con su consentimiento...”; Có-
generales y es aplicable a todo delito que
digo alemán, § 216: “Si alguien ha sido determinado
al homicidio por el pedido expreso y serio de la vícti- reúne los requisitos establecidos por el
ma, se impondrá prisión no inferior a tres años”. art. 64.

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Acta Bioethica 2000; año VI, nº 2

La conducta continúa siendo Al igual que en el caso anterior, los


antijurídica, pero, dadas las circunstan- elementos a que este tipo hace referen-
cias particulares del caso, se establece cia son los móviles pietísticos y los in-
una pena bastante más reducida que la tensos sufrimientos provenientes de le-
indicada para el homicidio simple o sión corporal o enfermedad grave e in-
agravado. Establece, eso sí, una serie de curable. No se exige la manifestación de
requisitos para que la conducta pueda voluntad del sujeto pasivo para la con-
ser catalogada como homicidio figuración de este delito.
pietístico. Cobran especial importancia La Corte Constitucional de Colombia,
los móviles que han llevado al autor a la en sentencia de 20 de mayo de 1997, pro-
realización de tal conducta. Se requie- nunciada a propósito del ejercicio de la
re, precisamente, que el homicida obre acción pública de inconstitucionalidad,
movido por piedad, elemento subjetivo deducida en contra del art. 326 CP.,
del tipo que excluye cualquier otro mó- declaró la exequibilidad de dicha norma,
vil en la comisión de este delito. Quien con el agregado –y he aquí la enorme
mata movido por un interés distinto relevancia de esta sentencia– que:
(v.gr. económico o eugenésico), no será
sancionado conforme a esta disposición, en el caso de los enfermos terminales en
sino que de acuerdo con las otras for- que concurra la voluntad libre del sujeto
mas de homicidio contempladas en el pasivo del acto, no podrá derivarse respon-
código punitivo boliviano. Además, se sabilidad para el médico autor, pues la con-
requiere la concurrencia de ciertas con- ducta está justificada (6, p.24).
diciones objetivas en el sujeto pasivo,
que pueden ser “un estado de muerte Es decir, se sanciona la eutanasia sólo
inminente” o el hecho de estar afecto a cuando no concurre la voluntad del en-
“graves padecimientos o lesiones cor- fermo, siempre que se cumplan los otros
porales probablemente incurables”. requisitos. Añade el tribunal en la parte
El tipo exige, por otro lado, que el resolutiva de esta sentencia una exhor-
sujeto activo obre en virtud de “instan- tación al Congreso colombiano:
cias apremiantes del interesado”, lo cual
deja en evidencia que, para que estemos para que en el tiempo más breve posible, y
en presencia de un homicidio pietístico, conforme a los principios constitucionales
es menester el consentimiento del inte- y a elementales consideraciones de huma-
resado, y la falta de éste será causal de nidad, regule el tema de la muerte digna
atipicidad de la conducta, en lo que a (6, p.25).
este tipo penal se refiere, pudiendo ser
constitutiva de alguna de las otras for- La Corte, en esta misma sentencia, se-
mas de homicidio que la ley contempla. ñala algunos puntos que considera esen-
ciales en una futura regulación legal de
b) Colombia regula el homicidio pietístico esta materia (6, p.24):
en el art. 326 CP., que dispone:
• Verificación rigurosa, por personas
Homicidio por piedad. El que matare a otro competentes, de la situación real del
por piedad, para poner fin a intensos su- paciente, de la enfermedad que
frimientos provenientes de lesión corporal padece, de la madurez de su juicio
o enfermedad grave e incurable, incurrirá y de la voluntad inequívoca de
en prisión de seis (6) meses a tres (3) años. morir.

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Consideraciones jurídicas en torno al concepto de eutanasia - A. Misseroni

• Indicación clara de las personas (su- c) En El Salvador, la eutanasia queda com-


jetos calificados) que deben interve- prendida en el art. 130, bajo la forma de
nir en el proceso. homicidio piadoso:
• Circunstancias bajo las cuales debe
manifestar su consentimiento la per- El homicidio causado por móviles de pie-
sona que consiente en su muerte o dad, con el fin de acelerar una muerte in-
solicita que se ponga término a su su- minente o poner fin a graves padecimien-
frimiento: forma como debe tos, será sancionado con prisión de uno a
expresarlo, sujetos ante quienes debe cinco años siempre que concurran los re-
expresarlo, verificación de su sano quisitos siguientes:
juicio por un profesional compe-
tente, etc. 1) Que la víctima se encontrare en un es-
tado de desesperación por sufrimientos
• Medidas que deben ser usadas por el
observables, que fueren conocidos públi-
sujeto calificado para obtener resul-
camente y que la opinión de los médicos
tado filantrópico. que la asistan así lo hubiere manifestado;
• Incorporación al proceso educativo
de temas como el valor de la vida y 2) Que el sujeto activo estuviere ligado
su relación con la responsabilidad so- por algún vínculo familiar, amistad íntima
cial, la libertad y la autonomía de la o de amor con el enfermo; y,
persona, de tal manera que la regu-
lación penal aparezca como la últi- 3) Que el sujeto pasivo demostrare su de-
ma instancia en un proceso que pue- seo de morir por manifestaciones externas
de converger en otras soluciones. de ruegos reiterados y expresos.

Como estas regulaciones sólo pue- La legislación salvadoreña, además


den ser establecidas por el legislador, la de los móviles de piedad, la condición
Corte considera que mientras se regula de paciente terminal o enfermo con gra-
el tema, en principio, todo homicidio por ves padecimientos y la manifestación de
piedad de enfermos terminales debe dar voluntad del interesado (número 3°),
lugar a la correspondiente investigación establece otras exigencias, señaladas en
penal, a fin de que en ella, los funciona- los numerales 2° y 3°. Cabe destacar
rios judiciales, tomando en consideración entre estos requisitos, la referencia a la
todos los aspectos relevantes para la de- opinión de facultativos (número 1°) y
terminación de la autenticidad y fiabili- la especial condición que debe concu-
dad del consentimiento, establezcan si la rrir en el sujeto activo, quien debe estar
conducta del médico ha sido o no unido al afectado por especiales víncu-
antijurídica, en los términos señalados en los (número 2°).
esta sentencia.
La trascendencia de este fallo salta a d) El Código Penal de Paraguay, también
la vista. Hoy por hoy, de conformidad con regula expresamente la eutanasia. El
la interpretación de la Corte Constitucio- art. 106 prescribe:
nal, la eutanasia realizada con la volun-
Homicidio motivado por súplica de la víc-
tad libre del moribundo no acarrea res- tima. El que matara a otro que se hallase
ponsabilidad para el médico que la prac- gravemente enfermo o herido, obedecien-
tica, es decir, el consentimiento es causa do a súplicas serias, reiteradas e insisten-
de justificación de la muerte producida tes de la víctima, será castigado con pena
en este caso específico. privativa de libertad de hasta tres años.

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e) Finalmente, la legislación de Perú esta- do procedimientos, especialmente en el cam-


blece en el art. 212: po de la salud, muy cuestionados desde un
punto de vista ético (8, p.3).
Homicidio piadoso. El que, por piedad, De la dignidad inherente a la persona
mata a un enfermo incurable que le solici- humana derivan todos los derechos huma-
ta de manera expresa y consciente para nos, comprendido, obviamente, aquel dere-
poner fin a sus intolerables dolores, será cho primigenio a la vida. Respetar la digni-
reprimido con pena privativa de libertad no dad del individuo implica, necesariamente,
mayor de tres años. abstenerse de realizar cualquier acto, inclui-
da la promulgación de normas, que puedan
menoscabarla (1, p.123-124).
Eutanasia y dignidad de la persona hu- Pero, ¿qué debemos entender por “dig-
mana nidad”? Los hombres tienen dignidad por el
solo hecho de ser tales, razón por la cual de-
Delimitado el concepto jurídico-penal bemos descartar, desde luego, cualquier acep-
de eutanasia, en los términos restrictivos ción que pretenda relativizar este conceptoxiii .
expuestos anteriormente, cabe preguntarse Desde esta perspectiva “ontológica”, la dig-
acerca de la “eticidad” de una posible legis- nidad de la persona humana es absoluta, exis-
lación eutanásica; en otras palabras, si es te independientemente de su situación social,
aceptable, desde el punto de vista ético y política, religiosa, etc., y no es modificable
jurídico, despenalizar este tipo de conduc- bajo ninguna circunstancia. Depende de su
tas. “ser y no de su “hacer” (8, p.3). En palabras
Los defensores de la despenalización de de Kant (10, p.319):
la eutanasia fundamentan sus razonamien-
tos, precisamente, en la “dignidad de la el deber de respetar a mi prójimo está con-
persona humana”. Según hemos señalado tenido en la máxima de no degradar a nin-
más arriba, suele identificarse la expresión gún otro hombre convirtiéndole únicamen-
eutanasia con “muerte digna”. El término te en medio para mis fines (no exigir que
dignidad, que ha sido utilizado de manera el otro deba rebajarse a sí mismo para
creciente en diversos cuerpos normativos entregarse a mi fin).
nacionales e internacionalesxii , es de com-
pleja definición y en nombre de la “digni- El hombre es un fin en sí mismo y nun-
dad de la persona humana”, se han defendi- ca ha de ser tratado como un medio o instru-

xii
Así, v.gr., el preámbulo de la Declaración Univer- del Consejo de Europa, señala también en su preám-
sal de Derechos Humanos, remite al reconocimiento bulo que “the misuse of biology and medicine may
de la “dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
lead to acts endangering human dignity...”.
inalienables de todos los miembros de la familia hu-
mana”, como base de la libertad, la justicia y la paz en
xiii
el mundo. El Pacto Internacional de Derechos Civi- Así, por ejemplo, Hobbes (9), 1997, señala que “la
les y Políticos, inicia su preámbulo reconociendo “la valía pública de un hombre, que es el valor que le ha
dignidad inherente a todos los miembros de la familia sido asignado por la república, es lo que comúnmente
humana”, señalando, más adelante, que los derechos llamamos DIGNIDAD. Y ese valor que le ha sido dado
iguales e inalienables del hombre se derivan de esa por la república se manifiesta en puestos de mando,
misma dignidad. La “Convention for the Protection en responsabilidades judiciales, en empleos públicos,
of Human Rights and Dignity of the Human Being o mediante nombres y títulos que se usan para dar dis-
with regard to the Application of Biology and Medi- tinción a ese valor”. No es, pues, en este sentido que
cine: Convention on Human Rights and Biomedicine”, entendemos la expresión dignidad.

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Consideraciones jurídicas en torno al concepto de eutanasia - A. Misseroni

mento. En otros términos, significa que el absoluto, ella no desaparece en caso de en-
ser humano no se puede vender ni comprar, fermedad terminal; incluso en el evento de
que su vida es un fin en sí mismo y que toda que la persona en cuestión pida morir, hay
la ciencia y las artes tienen que ir orientadas que velar por su ser y por una atención
al servicio de este fin que es la persona hu- máximamente cercana a su situación de su-
mana, de otra forma se vulnera su dignidad frimiento.
y entonces el ser humano recibe un trato in- En consecuencia, cualquier legislación
digno (8, p.3). que pretenda despenalizar la eutanasia
El ser humano, dotado de dignidad, homicida –entendida en los términos restric-
¿puede disponer de su vida? Desde una pers- tivos enunciados en los párrafos preceden-
pectiva “autonomista”, suele responderse de tes– es inaceptable desde un punto de vista
manera afirmativa. A este respecto, se seña- ético y jurídico. En efecto, la dignidad de la
la que la dignidad de la persona humana persona humana es un principio básico de
deriva, precisamente, de la libertad, la cual cualquier Estado social y democrático de
debe ser respetada incluso en caso de derecho y, por ende, es un principio que,
autodestrucción. La dignidad –así conside- necesariamente, debe inspirar todo el orde-
rada– no sería, en consecuencia, un princi- namiento jurídico nacional. Cualquier dis-
pio de carácter absoluto, sino que depende- posición que lo vulnere debe reputarse, ne-
ría del ejercicio de la libertad. Ello significa cesariamente, inconstitucionalxiv, xv, xvi .
que los incapaces absolutos –v.gr., un de-
mente– o aquellos que se encuentran priva- Referencias
dos de su libertad por razones legales, han
perdido su dignidad. En nuestra opinión, la 1. Niño L. Eutanasia. Morir con dignidad: conse-
situación es, precisamente, la contraria: la cuencias jurídico-penales. Buenos Aires: Edito-
libertad deriva de la dignidad de la persona rial Universidad; 1994.
humana; se respeta la libertad porque se tie- 2. Diccionario de la Lengua Española. 21ª ed. Ma-
ne dignidad, y no al revés. drid: Espasa Calpe; 1992.
Siendo la dignidad humana de carácter 3. Francisconi C, Goldim J. Tipos de Eutanásia.

xiv
Interesante resulta a este respecto el parecer emitido por no puede ser aislada del contexto más amplio representado
el Comitato Nazionale per la Bioetica, de Italia, de 14 de por el hecho de morir, hoy en día, en un mundo fuertemen-
julio de 1995, sobre “Questioni bioetiche relative alla fine te marcado por la técnica médica, con sus evidentes venta-
della vita umana”. Este organismo llega a la conclusión de jas, pero también con sus limitaciones. El verdadero desa-
que ninguna legislación propiamente eutanásica puede fío frente al cual se encuentra colocada la sociedad –agrega
tener valor bioético. Señala que es lícito y digno de respe- este Comité– consiste en permitir a cada persona vivir su
to por parte del terapeuta el rechazo del paciente a someter- propia muerte de la mejor manera y, en lo posible, no ser
se a una terapia, siempre que lo haga en forma libre, actual desposeído de ella. Esto puede evitarse con una resuelta
y consciente. Considera, asimismo, lícita cualquier inter- aplicación de los cuidados paliativos, con el acompañamien-
vención de carácter paliativo, siendo, además, un deber la to de la persona hasta el final de su vida y con el rechazo al
suspensión por parte del médico de cualquier ensañamien- encarnizamiento terapéutico. Finalmente –concluye este
to terapéutico. Por último –señala este Comité–, se consi- organismo– ello permite reducir las peticiones de eutana-
dera ilícita cualquier forma de eutanasia eugenésica y so- sia a situaciones excepcionalísimas, las cuales podrían te-
bre neonatos con malformaciones, como, asimismo, resul- ner una traducción jurídica en la instauración de una ex-
ta gravemente ilícita cualquier forma de eutanasia realiza- cepción de eutanasia. Sin embargo, provocar la muerte,
da sobre un paciente que no ha prestado su consentimiento. cualquiera sean las circunstancias y las justificaciones, cons-
Por su parte, el Comité Consultif National d’Etique tituye siempre una transgresión. Si en una situación límite
de Francia, en un parecer emitido con fecha 27 de enero de la decisión de detener la vida puede parecer un acto acepta-
2000 (N°63: Avis sur fin de vie, arrêt de vie, euthanasie), ble, tal decisión no podrá nunca convertirse en una práctica
señala acertadamente que la eutanasia propiamente dicha rutinaria o normal.

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[Serial On Line] 1997–98 [citado 2000 jul 27] 7. Núñez R. Tratado de Derecho Penal. Parte Es-
Available from: URL: www.hcpa.ufrgs.br/gppg/ pecial. Delitos contra las personas. Vol. 3. Cór-
eutantip.htm doba- Buenos Aires: Ediciones Lerner; 1977.
4. Masía J. ¿Eutanasia o buena muerte? Cuestio- p. 150-1.
nes éticas más allá y más acá de la muerte. Di- 8. Torralba F. Morir dignamente. Bioética &
lemas éticos de la medicina actual-4. 1990; Debat 1998; 12(2): 3.
9:141. 9. Hobbes T. Leviatán. Traducción, prólogo y no-
5. Barrenechea J. Aspectos legales de la eutana- tas de Carlos Mellizo. Barcelona: Ediciones
sia. Dilemas éticos de la medicina actual-4. Altaya S.A.; 1997.
1990; 9: 90-1. 10. Kant I. La metafísica de las costumbres. Tra-
6. Sánchez F. La eutanasia. Santafé de Bogotá, ducción y notas de Adela Cortina y Jesús Conill
D.C.:Giro Editores Ltda.; 1997. Sancho. Barcelona: Ediciones Altaya S.A.; 1997.

xv La World Medical Association, en la Declaración de la vida de un paciente, ya sea que la solicitud provenga de
Venecia de 1983, refiriéndose a las enfermedades termina- éste o de sus familiares próximos, es éticamente inadecuada.
les, señaló que el médico tiene el deber de tratar y, en la Esto no impide al médico respetar los deseos del paciente en
medida de lo posible, aliviar el sufrimiento del paciente, orden a permitir el curso natural del proceso de muerte, en la
protegiendo siempre los intereses de éste, aún en el caso de fase terminal de una enfermedad.
enfermedades incurables. No obstante, el médico puede ali-
xvi
viar el sufrimiento de un paciente terminal, no aplicando un En relación con el rechazo de una terapia por parte del
tratamiento, siempre que cuente con el consentimiento del paciente: The Convention on Human Rights and Biomedicine,
paciente o de su familia, cuando no pueda expresar su vo- del Consejo de Europa, establece en el art. 5 lo siguiente:
luntad. El médico, asimismo, debe abstenerse de emplear “An intervention in the health field may only be carried out
medidas extraordinarias, que no signifiquen beneficios para after the person concerned has given free and informed
el paciente. consent to it. This person shall beforehand be given
En la misma línea antes señalada, esta Asociación, en appropriate information as to the purpose and nature of the
la Declaración de Madrid de 1987, concluyó que la eutana- intervention as well as on its consequences and risks. The
sia, entendida como el acto de terminar deliberadamente con person concerned may freely withdraw consent at any time”.

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