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RETIRO DE KERIGMA JUVENIL

DIMENSIÓN DE ADOLESCENTES Y JÓVENES


ARQUIDIÓCESIS DE TUXTLA
¡Hola!
Hemos preparado para ti el siguiente material complementario del
tomo II perteneciente a la línea formación doctrinal del proyecto Carlo
Acutis, en el cual, podrás encontrar la propuesta de horario junto con
un listado de temas para que puedas estructurar el kerigma juvenil en
tu DAJ.
Hemos decidido utilizar la metodología propuesta por la arquidiócesis
(Ubicar, orientar, realizar) pero creando un lenguaje más juvenil que
pueda ser entendido de mejor forma por los adolescentes y jóvenes (Sí
quiero, Muy Cool, Sí le entro).
Este material, está elaborado con mucha dedicación y cariño para ti, y
será una herramienta muy útil para que puedas ponerla en práctica en
este tiempo tan importante en el que hemos comenzado un nuevo año.
Recuerda siempre analizar con tu consejo parroquial el material
propuesto para determinar aquellos puntos importantes a considerar
de acuerdo a la realidad de tu DAJ.
INDICE
TEMAS FORMATIVOS PARA AGENTES DE PASTORAL..................................................................................... 3
Proceso de iniciación cristiana, misión de la juventud........................................................................ 4
¿Cómo caminar en el kerigma? ..................................................................................................................... 8
PROPUESTA DE HORARIO ...................................................................................................................................... 17

TEMAS PARA VIVIR EL KERIGMA JUVENIL ........................................................................................................ 19


Tema 1: Nacemos originales .......................................................................................................................... 20
Tema 2: Un Joven en oscuridad .................................................................................................................. 24
Tema 3: Cristo te Salva .................................................................................................................................. 29
Tema 4: La luz de la fe .................................................................................................................................... 32
Tema 5: El amor de Dios me transforma................................................................................................. 35
Tema 6: Jesús, el Rey de mi vida ................................................................................................................ 46
Tema 7: El Espíritu Da vida ............................................................................................................................. 50
Tema 8: Regalos del espíritu Santo ........................................................................................................... 56
Liturgia de conversión o Efusión del espíritu ........................................................................................ 61
Tema 9: Jóvenes con raíces ........................................................................................................................ 64
Tema 10: María, una joven como tú y como yo...................................................................................... 67
TEMAS FORMATIVOS
PARA AGENTES DE
PASTORAL
PREVIO AL KERIGMA
Proceso de iniciación cristiana, misión de la juventud.
Cuando hablamos de proceso queremos decir una unión continua y
progresiva de pasos en orden a un fin determinado cada uno de los cuales
suponen el anterior y prepara el siguiente. En la evangelización hablamos
de pasos o de un camino que se estructura en “etapas”.

Los procesos siempre avanzan a través de experiencias que iluminan el


camino, nos reditúan en lo cotidiano y nos empujan a cambiar de
actitudes y comportamientos. Si consideramos que la conversión es un
proceso por el cual una persona, por medio de la evangelización, se va
desarrollando como cristiana, entonces podríamos decir que hay estos
momentos significativos:

✓ El cuestionamiento de la situación en que se vive.


✓ La pregunta por el sentido de la existencia: ¿Por qué vivo? ¿Qué
sentido tiene lo que hago?
✓ La actitud de búsqueda de la verdad.
✓ El interés por la persona de Jesús.
✓ La necesidad de cambiar.
✓ El seguimiento de Jesús y su adhesión afectuosa a Él como opción
fundamental.
✓ La profesión de fe.
✓ El crecimiento espiritual hacia la santidad.

En base a lo anteriormente mencionado, respondan las siguientes


preguntas:

1. ¿El proceso kerigmático y formativo que ha sido implementado en


mi DAJ comprende los puntos anteriormente mencionados?
2. ¿Qué aspectos son tomados en cuenta y cuales se deben
reestructurar?
3. ¿Cuáles puntos definitivamente no se toman en cuenta?
4. ¿Cómo podemos mejorar?
5. ¿Qué necesitamos para mejorar?
Los Obispos en Aparecida analizando la vida de nuestro pueblo sintieron
“la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de
iniciación en la vida cristiana que comience por el kerygma y, guiado por
la Palabra de Dios, que conduzca un encuentro personal, cada vez mayor,
con Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre, experimentado como
plenitud de la humanidad, y que lleve a la conversión, al seguimiento en
una comunidad eclesial y a una maduración de fe en la práctica de los
sacramentos, el servicio y la misión”.

A esta necesidad quiere responder la Misión Continental entendida como


un proceso de iniciación cristiana, siguiendo todos los pasos y etapas que
ella supone y como se ha vivido a lo largo de la historia de la Iglesia y
establece el Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA).

El Papa Francisco en la Evangelii Gaudium nos habla de una catequesis


kerygmática y mistagógica y dice: La educación y la catequesis están al
servicio de este crecimiento de la fe.

Hemos redescubierto que también en la catequesis tiene un rol


fundamental el primer anuncio o «kerygma», que debe ocupar el centro
de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial.
El kerygma es trinitario… Cuando a este primer anuncio se le llama
«primero», eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se
reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un
sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay
que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que
volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en
todas sus etapas y momentos.

No hay que pensar que en la catequesis el kerygma es abandonado en


pos de una formación supuestamente más sólida. Nada hay más sólido,
más profundo, más seguro, más denso y más sabio que ese anuncio. Toda
formación cristiana es ante todo la profundización del kerygma que se va
haciendo carne cada vez más y mejor, que nunca deja de iluminar la tarea
catequística, y que permite comprender adecuadamente el sentido de
cualquier tema que se desarrolle en la catequesis. Es el anuncio que
responde al anhelo de infinito que hay en todo corazón humano.

Otra característica de la catequesis, que se ha desarrollado en las últimas


décadas, es la de una iniciación mistagógica, que significa básicamente dos
cosas: la necesaria progresividad de la experiencia formativa donde
interviene toda la comunidad y una renovada valoración de los signos
litúrgicos de la iniciación cristiana.
Los cinco aspectos fundamentales de este proceso de Iniciación Cristiana.

Un verdadero y permanente proceso de evangelización incluye cinco


aspectos fundamentales, que aparecen de diversa manera en cada etapa
del camino, pero que se compenetran íntimamente y se alimentan entre
sí:

✓ El Encuentro con Jesucristo.


✓ La Conversión.
✓ El Discipulado.
✓ La Comunión
✓ y la Misión.

Esto implica:

✓ Conocer las búsquedas de las personas y los pueblos que Dios nos
confía, y llevarlas a un encuentro con Jesucristo vivo.
✓ Que suscita una actitud de conversión.
✓ Y la decisión de seguir los pasos de Jesús.
✓ Para que, viviendo en común-unión con Cristo, como convocados
por Él, dentro de la comunión de la Iglesia, crezca y sea vivo un
fuerte sentido de pertenencia eclesial.
✓ Y un proceso de formación integral, kerygmática, permanente,
procesual, diversificada y comunitaria, que contemple el
acompañamiento espiritual,
✓ Los bautizados asuman su compromiso misionero y pasen de
evangelizados a evangelizadores, a fin de que el Reino de Dios se
haga presente y así nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños
tengan vida en Él.
Los cuatro ejes del proceso.

Para lograr este proceso, y recuperar a personas que se han alejado


“hemos de reforzar en nuestra Iglesia cuatro ejes”:

• “Un encuentro personal con Jesucristo, una experiencia religiosa


profunda e intensa, un anuncio kerygmático y el testimonio
personal de los evangelizadores, que lleve a una conversión
personal y a un cambio de vida integral”;
• “La vivencia comunitaria pues nuestros fieles buscan comunidades
donde sean acogidos fraternalmente… Es necesario que nuestros
fieles se sientan realmente miembros de una comunidad eclesial y
corresponsable en su desarrollo”;
• “Una formación bíblica-doctrinal” que es necesaria para madurar la
experiencia religiosa y se percibe como una “herramienta
fundamental y necesaria en el conocimiento espiritual, personal y
comunitario”;
• “El compromiso misionero de toda la comunidad… que sale al
encuentro de los alejados, se interesa por su situación, a fin de
reencontrarlos con la Iglesia e invitarlos a volver a ella”.
¿Cómo caminar en el kerigma?
En la pastoral de nuestras Iglesias tenemos numerosas acciones valiosas en
sí mismas, pero que no logran articularse en un proceso claro que
desemboque en una profunda adhesión al Señor por medio de la
conversión y en una auténtica inserción a la comunidad cristiana, es decir,
a la vida parroquial y diocesana. Son muchos los cristianos que no son ni
miembros vivos de la Iglesia ni auténticos discípulos del Señor, de ahí que
haya que optar más decididamente por la creación de procesos de
iniciación para formar discípulos.

Debemos ser conscientes que vivimos en un proceso de transformación


cultural, que se le ha denominado “postmodernidad”, que invade todos
los campos de la vida humana. Este cambio de época o época de cambios
presentan notables desafíos a la Iglesia y a la humanidad, que no se
pueden ignorar o postergar.

Esta realidad impide que muchos cristianos hagan una opción definitiva
por el anuncio del Reino de Dios.

Ante esta situación apremiante debemos reconocer que el encuentro con


Jesucristo es la raíz, la fuente y la cumbre de la vida de la Iglesia y el
fundamento del discipulado y de la misión. La Iglesia vive por ese
encuentro y por este encuentro, los seres humanos sabemos quiénes
somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos”.

Para realizar adecuadamente esta proclamación del kerygma es necesario


conocer qué significa kerygma y cuáles son sus objetivos. A este respecto
el Papa Francisco nos dice: “La centralidad del kerygma demanda ciertas
características del anuncio que hoy son necesarias en todas partes: que
exprese el amor salvífico de Dios previo a la obligación moral y religiosa,
que no imponga la verdad y que apele a la libertad, que posea unas notas
de alegría, estímulo, vitalidad, y una integralidad armoniosa que no
reduzca la predicación a unas pocas doctrinas a veces más filosóficas que
evangélicas. Esto exige al evangelizador ciertas actitudes que ayudan a
acoger mejor el anuncio: cercanía, apertura al diálogo, paciencia, acogida
cordial que no condena”.
¿Qué es el kerygma?

Origen de la palabra
El sustantivo kerygma viene de verbo griego, «Keryssein», de ahí «Keryx»,
la palabra kerygma quiere decir PROCLAMAR, gritar, anunciar con fuerza
y alegría alguna noticia o acontecimiento importante. En la Iglesia
llamamos kerygma al primer anuncio del Evangelio, proclamando con
alegría y convencimiento a Jesucristo, muerto, resucitado y glorificado
por el Padre, que lo ha constituido para nosotros Señor y Salvador.

¿Cómo se puede definir el Kerigma?


En sentido estricto, hablamos de una dimensión o momento de la acción
misionera en el que se manifiesta el núcleo mismo del misterio cristiano:
la persona de Jesucristo, muerto y resucitado. Se subraya el elemento
dinámico que no se reduce a una etapa.
El objeto último del kerygma es toda la revelación de Dios, el punto
central, es entonces, la persona de Jesucristo. Con su obra presencializada,
actualiza la palabra divina encarnada en Jesucristo.
Podemos decir entonces que el kerygma es la proclamación, ungida y
testimonial, de Jesús muerto y resucitado, constituido Señor, Salvador y
Mesías, según la promesa del Padre, para suscitar la fe y la conversión,
mediante la acción del Espíritu Santo. De aquí surge el que todo aquel
que ha encontrado a Cristo manifiesta su conversión iniciando sus
catequesis kerygmáticas para luego comenzar su proceso de iniciación
cristiana.
Este anuncio del kerygma tiene estas características:

✓ Es anuncio gozoso, lleno de alegría;


✓ Es un anuncio entusiasta, lleno de la unción del Espíritu Santo;
✓ Es un anuncio testimonial, es decir, es dar testimonio de lo que ya
se ha Experimentado en su propia vida.
✓ es un anuncio vibrante, que hace estremecer el corazón del que lo
escucha y provoca una respuesta.
✓ es un anuncio valiente, de alguien que lleno del Espíritu Santo ha
roto las cadenas de la muerte y se lanza a proclamar al Señor
Resucitado.
En conclusión, el anuncio kerigma está lejos de ser un discurso o sermón
ilustrado, una charla, una clase, una catequesis, una doctrina desarrollada
ni una reflexión teológica.

¿Cuáles son los contenidos centrales del kerygma?


La finalidad primaria de la proclamación del kerygma no es conocer en
detalle las verdades de la fe, los ritos y las costumbres de la Iglesia, sino
entrar, dar acceso a la fe. Se proclama el kerygma en vistas a la adhesión
de una persona a la fe en Jesucristo. Es un acto, una intervención viva y
actual de Dios por la palabra del agente evangelizador.
El primer gran momento de la evangelización consiste en la conversión
al Dios vivo creador del cielo y tierra. Por esto, debe haber una
repercusión fuerte en los contenidos mismos pues la presentación del
mensaje kerygmático difiere cualitativamente de la Catequesis que es una
fundamentación más extensa.
En el kerygma se anuncia una Buena Noticia: que es Jesucristo vivo, su
persona misma, su misión del Reino y sus hechos de salvación que son
actuales y eficaces hoy.

Se anuncia el misterio pascual que es el hecho de la salvación lograda en


Cristo por su Muerte, su Resurrección y su Ascensión y su don del Espíritu
Santo en Pentecostés.

Esta salvación que es liberación de la muerte, del pecado y de toda


opresión, para ser hijos del Padre, hermanos de todos y hombres de la
creación, nos lo ha logrado Cristo a precio de su muerte y a través de su
resurrección y nos hace participar de ella por el Espíritu Santo que Él ha
derramado en nuestros corazones.

Este anuncio es precisamente el ANUNCIO DE LA BUENA NUEVA del


Reino de Dios.
El modelo del kerygma lo encontramos en el Kerigma que predicaron los
Apóstoles:

✓ La persona viva de Jesús y sus hechos de salvación.

✓ El servicio de Jesús renovado y confesado.

✓ La promesa del don del Espíritu Santo en Pentecostés.

✓ Invitación a dar una respuesta: la fe y la conversión.

✓ Experiencia personal y comunitaria del poder amoroso del poder


de Dios.

Justificaciones teológicas del kerygma

El kerygma tiene su fundamento en la Revelación Para la Iglesia,


transmitir la revelación no es solamente hacer presente una verdad para
que sea profesada, sino hacer presente la realidad misma de la Iglesia.

El kerygma encuentra su gran justificación en el gran acto de la revelación


porque si hay algo que Dios ha querido siempre es manifestarse y darse a
la humanidad. Y la Revelación es la transmisión de este acto salvífico.

La Iglesia encuentra en el kerygma su razón de ser La Iglesia bien fue


enviada para llevar el evangelio a todos los hombres, de aquí que debe
estar en un permanente estado de misión para poder cumplir con el gran
desafío de proponer la fe en todos los ambientes.

El primer anuncio del evangelio es algo verdaderamente fundamental al


ser y quehacer de la Iglesia, porque el anuncio del evangelio en razón de
la conversión y de la fe es la primera y principal actividad de la Iglesia.

La Iglesia no puede nunca renunciar a anunciar a Jesucristo y la


centralidad de su misterio pascual. Y, si bien, el kerigma es una etapa que
supone otras.

El gran drama humano del pecado Existen muchas amenazas en la


actualidad las cuales nos motivan a anunciar cada vez con más fuerza el
amor del Padre y el poder de Nuestro Señor Jesucristo.
No podemos permitir que el terrorismo por decir algo siga reinando,
debemos anunciar con todas nuestras fuerzas a Jesucristo.

Los destinatarios del kerygma

Sin duda alguna, al tratar de los destinatarios nuestra mente piensa en los
que no llegan a la Iglesia, pero eso sería muy reducido, analicemos un
poco los diferentes destinatarios, así como la situación socio-religiosa que
viven y los acentos con los que debemos proclamar que en Jesús hemos
experimentado el amor salvador del Padre.

Los no creyentes: se trata de aquellas personas que viven en regiones


descristianizadas o en sectores de la sociedad que han ido alejándose de
la fe. No conocen a Cristo ni a su Evangelio o no han oído hablar de él.
Para ellos, es en primer lugar, el anuncio del Evangelio de Jesús, en
respuesta a su mandato de evangelizar a todas las gentes. El contenido
del kerygma para estas personas es el núcleo del mensaje cristiano. Se
anuncia a Cristo que vino para nuestra salvación, padeció, murió y
resucitó. La finalidad del anuncio es la llamada a la conversión y a la
primera adhesión de fe.

Los bautizados no convertidos: son personas que se bautizaron en su


infancia pero que no fueron catequizadas, permaneciendo a nivel de
catecúmenos o no iniciados. Estas personas, aunque bautizadas, no han
tenido un verdadero encuentro personal con Cristo. Apenas comenzaron
su proceso de iniciación con el bautismo en la infancia, pero no han
vivido el itinerario de la fe y sacramental completo. El kerygma para ellos
es el primer paso para abrirse al don de la fe recibida en el bautismo. El
contenido para ellos es el anuncio de Cristo que vino por nosotros. “En
Jesucristo, Hijo de Dios vivo, hecho hombre, muerto y resucitado, se
ofrece la salvación a todos los hombres como don de la gracia y de la
misericordia de Dios”. Con este anuncio se busca llevar a estos hombres
y mujeres ya bautizados a descubrir el don de la fe recibido en el
bautismo, y por tanto a la conversión y adhesión personal a Cristo.

Personas que fueron catequizadas en la infancia, pero se alejaron de la fe:


sufren las consecuencias de una catequesis mal orientada o mal asimilada.
El alejamiento de estas personas puede tener entre sus causas, el
desarraigo con que se vive la experiencia de fe: sin encuentro con la
persona viva de Jesucristo, sin sentido de pertenencia a la Iglesia. Para
ellos y ellas es la proclamación del Dios vivo y de Jesucristo, enviado por
él para salvar a todos los hombres a fin de que, por la acción del Espíritu
Santo crean y se conviertan libremente al Señor. Se trata de facilitar el
redescubrimiento de la fe, mediante el encuentro personal con Cristo, con
vistas a la conversión y a la renovada adhesión a él.

Por lo tanto, ¿cuáles son los objetivos y características del kerigma para
realizarlo en la DAJ parroquial?

Objetivo del kerygma: Provocar un encuentro personal, vivo, de ojos


abiertos y corazón palpitante con el Señor Resucitado. En otras palabras,
se pretende preparar un encuentro personal con Jesucristo, que lleve a
dar un sí inicial a Él en la fe, iniciar el proceso de una conversión sincera
y verdadera y proclamar a Jesús como Salvador y Señor. Se trata de
propiciar una profunda experiencia de Dios, en la que la persona sienta
que Dios ha entrado en su vida, ha tocado su corazón y ha movido de
tal manera su corazón que no podrá hacer otra cosa que vivir con Dios y
para Dios.

Este anuncio busca entusiasmar a los oyentes con la persona de Jesús, con
su Palabra y su misión.

• Se pretende enamorar a los que reciben el Kerigma con la vida y el


mensaje de Jesús.

• Se quiere lograr una respuesta personal a Jesús, reconociéndolo


como Salvador, Señor y Mesías.

• Se dirige a la voluntad, al corazón, a los sentimientos provocando


una primera respuesta al amor del Padre que se manifiesta en
Jesucristo.
Características del kerygma: debe ser una proclamación decidida, alegre,
testimonial, ungida, pública, solemne, impactante, global, sintética,
fundamental, clara inequívoca, explícita, sencilla, directa, viva,
espontánea vibrante, llena de ardor, presenta una Persona viva y sus
derechos salvíficos y pide una decisión radical u opción fundamental.

Modo de proclamar el kerygma.

En forma testimonial: El mundo exige a los evangelizadores que le hablen


de un Dios a quien ellos mismos conocen y traten familiarmente. ¿Acaso
hay otras formas de comunicar el Evangelio que no sea la de transmitir a
otro la propia experiencia de fe? Sólo puede ser profeta quien haya hecho
la experiencia del Dios vivo.

En forma ungida: Es decir, lleno del Espíritu Santo: No habrá jamás


evangelización posible sin la acción del Espíritu Santo, Él es quien hoy,
igual que en los comienzos de la Iglesia, actúa en cada evangelización que
se deja poseer y conducir por Él, y pone en los labios las palabras que por
sí solo no podría hallar.

No sólo con palabras “Sino también con poder y con el Espíritu Santo,
con plena persuasión” (1Tes 1,5).

Con una pedagogía de iniciación: Es diferente cuando se enseñan ideas


(enseñanza) o cuando se presenta a alguien (iniciación). El kerygma no es
instrucción, enseñanza, relato de hechos o exhortaciones moralizantes. El
mejor ambiente para el kerygma es un clima de oración y de fe viva,
vibrante y llena de ardor.
No sustituir la acción del Espíritu Santo, La fuerza intrínseca de la Palabra
de Dios y el testimonio, con técnicas humanas o esquemas elaborados
sobre bases psicológicas o sociológicas: Las técnicas de evangelización son
buenas, pero ni las más perfeccionadas podrán reemplazar la acción
discreta del Espíritu. La preparación más refinada del evangelizador, no
consigue absolutamente nada sin Él. Sin Él la dialéctica más convincente
es impotente sobre el espíritu de los hombres. Sin Él los esquemas más
elaborados sobre las bases sociológicas o sicológicas se revelan pronto
vacíos y desprovistos de valor.
El que proclama el kerygma

No debe tomar la actitud de maestro o repetidor sino un testigo ungido


de la nueva vida traída por Jesús, de un Cristo vivo que ha transformado
su vida. El mismo ha tenido un encuentro personal con Jesús y lo ha
aceptado como Salvador y Señor. Comunica y transmite a los demás su
experiencia y los invita a abrirse al Don del Espíritu Santo por la
conversión y la fe.

Algunas cualidades que se piden son:

• Con carisma reconocido para la evangelización.


• Persona sensata, prudente, con equilibrio emocional normal y
madura en la fe.
• Fiel a Cristo a su mensaje. Con pureza de doctrina católica.
• Fiel a la Iglesia y en comunión con ella y con sus pastores, presididos
por el Papa.
• Fiel al hombre: que conozca la situación real de los destinatarios de
la evangelización, sus valores y anti valores, su contexto cultural,
histórico, político, social y económico.
• Fiel al contenido del kerygma: sin añadiduras o reducciones.
• Fiel al método y al objetivo del kerygma.

La forma clave de Proclamar el kerygma: El Testimonio.

El testimonio es contar a viva voz a una persona o a un grupo cómo Dios


ha actuado en la propia vida del testigo, es decir, cómo ha experimentado
en su vida la salvación de Dios. Es vivencial y personal, contando hechos
concretos en los que ha entendido que Cristo lo ha liberado y salvado. Es
narrar las maravillas que Dios ha realizado en su vida.

Para que sea un testimonio que llegue de verdad al corazón de los oyentes
deberá, ser:

a) Testimonio alegre: el Evangelio sólo puede transmitirse con el gozo del


que Jesús estaba lleno (Lc 10,21) y también los Apóstoles (1Tes 1,6; 1Jn
1,4). Esta alegría será el primer testimonio de que se ha encontrado a
alguien que lo ha hecho vivir, amar y esperar.
b) Testimonio breve: los relatos largos cansan. Lo importante es ir a lo
esencial. Se cuenta lo que tenga relación directa con la propia vida sin
entretenerse en las historias largas de su propia vida ni dando nombres
de personas ni exagerando pecados o situaciones personales.

c) Testimonio centrado en Cristo: lo que se proclama en el testimonio es


a Cristo actuante en su propia vida. Miremos el ejemplo de María: Lc
1,49. A quien ella destaca es al Señor. No aparece tanto el propio yo
como el nombre de Dios.

d) Testimonio que destaca cuatro momentos:

• Antes de Cristo: se dice brevemente cuál era nuestra situación antes


de conocer a Cristo.

• Encuentro con Cristo: se relata cómo se tuvo este gran encuentro


con el Señor.

• Después de Cristo: resaltar lo que ha cambiado mi vida, lo que ha


pasado en mí.

Motivación: invitar a los demás a dejarse llenar del Señor y aceptarlo


dejando ver que lo que Él ha hecho en mí lo puede hacer en las demás
personas.

Una vez entendiendo, los principales objetivos del Kerygma a lograrse en


la DAJ, se elaboró el siguiente material con la finalidad de que todas las
DAJ vivan la experiencia del Kerygma, como parte del Proyecto Acutis
en su objetivo específico: formación doctrinal.

A continuación, se presentan los temas a desarrollarse durante la vivencia


del Kerygma. Así como una propuesta de horario para llevar a cabo el
retiro. Se desea que los mismos adolescentes y jóvenes animadores,
debidamente preparados sean los principales protagonistas en elaborar y
dar las charlas.
PROPUESTA DE HORARIO
El horario propuesto es para llevar a cabo el Kerygma en 3 días, viernes
por la tarde, sábado y domingo. Cabe mencionar que el horario lo
pueden ajustar según las realidades de cada parroquia, pero se pide que
todos los temas se den durante la experiencia.

Viernes:
HORA ACTIVIDAD
4:30 PM Recepción de los participantes
5:00 PM Animación / Alabanza
5:30 PM Dinámica de integración / rompe hielo
6:15 PM Introducción / ¿Por qué estamos aquí?
6:45 PM Tema 1
7:30 PM Animación
8:00 PM Cena / Noche de cine “Película que hable sobre el Amor
de Dios”

Sábado
HORA ACTIVIDAD
7:00 AM Levanto / Activación física
7:30 AM Preparación para la oración inicial
7:45 AM Oración inicial
8:15 AM Desayuno
9:00 AM Tema 2 Un Joven en oscuridad
9:45 AM Animación
10:00 Tema 3 Cristo te salve
AM
10:45 Ambientación / Alabanzas
AM
11:15 AM Plenario ¿Cómo nos sentimos hasta el momento?
Compartir en equipos.
12:00 PM Receso / Pozol break
12:30 PM Animación / Alabanzas
1:00 PM Tema 4 La Luz de Cristo
2:00 PM Comida / Descanso
3:30 PM Animación / Alabanzas
4:00 PM Tema 5 El amor de Dios me transforma / Confesiones
5:00 PM Reflexión personal - ¿Realmente quiero renunciar al mal?
6:00 PM Liturgia penitencial
7:00 PM Animación / Alabanzas
7:15 PM Tema 6 Jesús el rey de mi vida
8:00 PM Cena
9:00 PM Plenario del día ¿Cómo nos sentimos hasta el momento?
9:45 PM Indicaciones finales
10:00 PM Descanso

DOMINGO
HORA ACTIVIDAD
7:00 AM Levanto / Activación física
7:30 AM Preparación para la oración inicial
7:45 AM Oración inicial
8:15 AM Desayuno
9:00 AM Tema 7 El Espíritu da vida
9:45 AM Animación
10:00 Tema 8 Regalos del Espíritu
AM
10:45 Ambientación / Alabanzas
AM
11:15 AM Plenario ¿Cómo nos sentimos hasta el momento? Estoy
dispuesto a recibir el Espíritu Santo.
12:00 PM Receso / Pozol break
12:30 PM Animación / Alabanzas
1:00 PM Liturgia de conversión
2:00 PM Comida / Fiesta / Detalles
3:00 PM Tema 9 Jóvenes con raíces
3:45 PM Tema 10 María una joven como tú.
4:30 PM Preparar cosas personales
5:00 PM Celebración Eucarística
6:30 PM Despedida
TEMAS PARA VIVIR EL
KERIGMA JUVENIL
Tema 1: Nacemos originales
Nota: Buscar un temista que refleje el amor de Dios en su vida, que sea
un ejemplo de sentirse amado por Dios y que ha permitido que Él lo
transforme.
Actividad inicial
https://www.youtube.com/watch?v=zON0wDD7VJY
Después de ver el video anterior realizar la siguiente
dinámica:
Materiales a utilizar:
1. Pedazos de papel para cada participante.
2. Lapiceros
3. Un frasco o caja
4. Monedas de plástico
Entregar a cada participante una hoja de papel y un lapicero, en el,
deberán escribir aquello que más desean en ese momento,
posteriormente deberán colocarlo en la caja o frasco para ser un signo de
ofrenda en la celebración eucarística de clausura, finalmente, deberán
entregar a cada participante una moneda de plástico como recordatorio
del deseo que acaban de pedir.
Sí soy
Hagamos una pequeña reflexión interior, ¿Cómo te sientes en estos
momentos?, ¿Has sentido que no eres amado?, ¿Sientes que no eres
especial?, incluso, ¿Consideras que, si no existieras, nada cambiaría?
Todos tenemos una historia comprendida por situaciones que nos han
causado dolor e incluso, nos han hecho dudar de las personas que nos
rodean, nos sentimos solos, sin fuerzas e incluso sin ganas de seguir, las
cosas nos parecen aburridas, sentimos que estamos perdidos, e incluso,
sentimos que no tenemos valor, nos preguntamos, ¿Realmente alguien
me ama?, ¿Realmente le importo a alguien?, y sobre todo, en este tiempo
post pandemia, donde nuestro mundo se ha puesto de cabeza, y hemos
perdido contacto con personas que son importantes para nosotros,
podemos decir que ya nada tiene sentido.
O quizás no es tu caso, tienes todo el amor que podrías necesitar, pero
aun con todo ello, sientes que algo te falta, sientes que hay un vació en
tu corazón, y no sabes cómo llenarlo. ¿Te sientes identificado con todo
esto o con algo de ello?, ¿Qué necesitas de los demás?, ¿Qué te haría
sentir mejor?

Muy Cool
¿Qué significa ser amado por Dios?, ¿Realmente soy amado por Dios?, Si
Dios es amor, ¿por qué existen tantas cosas negativas en el mundo?, estas
son algunas interrogantes que nos hacemos día con día e incluso nos
hacen dudar de la existencia de Dios, y sobre todo de la existencia de su
amor.
En la exhortación apostólica “Christus vivit” el Papa Francisco nos
compartía 3 verdades, la primera de ellas es el hecho de que “Dios te
ama” y es algo que no debemos dudar, aun en los momentos más tristes
y difíciles de nuestra vida seremos infinitamente amados por Dios.
Pero este amor comprende aspectos importantes que debemos recordar
para entenderlo de mejor forma:
1. El primero de ellos es que Dios te ama personalmente, esto significa
que ese amor esta hecho de forma individual para cada uno de
nosotros, se puede decir que su amor sobrepasa nuestras
necesidades.
2. El segundo es que ese amor es gratuito, no tiene un costo para
poder recibirlo, con solo aceptarlo podemos experimentarlo,
también, ese amor no tiene límites, pues sin importar lo que
hagamos ni donde estemos, siempre seremos amados por Dios.
3. Por último, ese amor es incondicional, significa que no tiene fecha
de caducidad y a pesar de lo alejados que estemos, Él siempre nos
amará.
El papa Francisco nos recuerda que Dios expresa su amor de diversas
formas y cada una de ellas las podemos encontrar en su palabra, podemos
encontrar el amor de Dios como el amor de un padre afectuoso que
siempre está al pendiente de sus hijos, cuida de ellos, procura lo mejor y
crea lazos de amor entre ellos. (Os 11,4)

También lo podemos encontrar como el amor de una madre, que hace


lo imposible por ver que sus hijos tengan todo lo necesario y nunca serán
abandonados por ella (Is 49,15), o como el amor de novios, que se han
enamorado y marcan en su corazón el nombre de la persona que aman
para recordarle siempre (Is 49,16). Otras veces lo encontramos como un
amor fuerte y firme, que, sin importar las dificultades, siempre estará de
pie y luchará contra la adversidad (Is 54,10) y nos recuerda que siempre
hemos sido esperados por Él (Jr 31,3), nos recuerda, que ante sus ojos
somos los más bellos en el mundo, nos ofrece un amor alegre que renueva
el corazón del ser amor si este le permite entrar en Él.

Es muy común que cuando somos niños, nuestros padres nos reprenden
diciendo que “seremos castigados por Dios” pero Él quiere recordarte que
su amor no castiga, no quiere llevar la cuenta de tus errores, Él desea
ayudarte en tus caídas y enseñarte a cómo mejorar, desea que sepas que
su amor no te hará sentir pequeño o te alejara de todos los que te rodean,
su amor solo quiere liberarte, curar tus heridas y lograr que te sientas muy
querido por Él, quiere que te sientas pleno contigo mismo, desea que en
los momentos difíciles permitas que Él te ayude a madurar, a mejorar y
juntos salir adelante, quiere tener un diálogo sincero contigo y que
entiendas que no desea el mal en tu vida o en el mundo, solo desea que
lo dejemos entrar en nuestros corazones para transformarnos con su amor
y sentirnos amados por Él.
Sí le entro
En la dinámica final pedir a los adolescentes y jóvenes que
cierren los ojos, colocar de fondo la canción siempre te
amaré – Athenas :
https://open.spotify.com/track/45j3FTJcsgQD7Dp1fub1Yo?si=edb213c42c644a34

Mientras tienen los ojos cerrados y suena la canción de fondo, el temista


dirá palabras que hagan sentir amados a los jóvenes y finalizar pidiéndole
a los adolescentes y jóvenes que se den un abrazo.
Finalizar con el testimonio del temista de cómo ha sido amado por Dios
hasta ese momento de su vida.
Tema 2: Un Joven en oscuridad
Nota: Buscar un temista que refleje de forma firme lo oscuro del pecado,
y que, al hablar, provoque reflexionar en ello, es importante moderar la
voz en este tema para causar una mayor concientización, ya que
posiblemente tendremos adolescentes y jóvenes que estén en situaciones
difíciles y no logren comprender que llevan una vida de pecado.

Dinámica inicial
Los materiales a utilizar son:
1. Pinturas de agua.
2. Vendas suficientes para los participantes
El primer paso para realizar la dinámica consiste en vendarle los ojos a
cada participante, posteriormente, en una de sus manos colocar pintura,
con ello, los mismos participantes se mancharán. Después de haber sido
manchados, pedirles que se quiten las vendan y que traten de quitarse las
manchas entre los mismos participantes.

Sí soy
Nadie de nosotros es perfecto, en el paso de nuestras vidas, sin importar
la edad que tengamos, nos hemos equivocado, hemos sido piedra de
tropiezo para algunos, e incluso, hemos sido piedra de tropiezo para
nosotros mismos, a veces hacemos cosas que sabemos que están mal, pero
como las personas que nos rodean lo hacen, decidimos que quizás no es
tan malo y podemos hacerlo, no nos damos cuenta que poco a poco nos
hemos manchado, así como en la dinámica anterior nos hemos manchado
con pintura y al tratar de quitarla ha sido difícil, así manchamos nuestro
corazón, un corazón que era puro y sin fragmentos, donde al pasar el
tiempo se vuelve difícil limpiarlo y volver a unir esos fragmentos.
¿Cuántas veces te has sentido incompleto?, ¿Cuántas veces has sentido
que hay algo malo en ti, o que lo que has hecho es imperdonable?,
¿Cuántas veces te has sentido señalado, usado, no querido y olvidado?
Por otro lado, ¿cuántas veces has sido tú el que ha señalado?, ¿Cuántas
veces has lastimado físicamente, verbalmente o emocionalmente a
alguien?, ¿Cuántas veces has hecho sentir mal a alguien, te has burlado de
él/ella?, ¿Cuántas veces caíste en el abuso de sustancias nocivas como el
alcohol y drogas?, ¿Cuántas veces has robado?, ¿Cuántas veces has creado
rumores o chismes de personas que te rodean?, ¿Cuántas veces has caído
en ver pornografía, compartir fotos intimas o incluso, pedirlas?, ¿Cuántas
veces no has respetado el cuerpo de los demás, e incluso has abusado de
ellos con la mente o físicamente propasándote con algún amigo/amiga?,
¿Cuántas veces has caído en la gula, codicia o envidia? O incluso, ¿Has
caído en la desidia de no hacer las cosas que te corresponden?

Muy Cool
Todo lo anterior es parte del pecado, un pecado fruto de nuestra
naturaleza herida, un pecado que nos ha manchado y condenado, un
pecado que nos endurece el corazón y nos aleja de Dios, pero sobre todo,
un pecado que nos hace creer que somos dioses y buscamos la forma de
suplantar a Dios, usurpar su reino, lastimando a otros, creyendo que
merecemos todo sin importar que lastimemos a los demás, nos hemos
alejado tanto de Dios, que olvidamos algo muy importante, que no hay
poder más grande que el de Dios, y sobre todo, nunca seremos como él.
O también, no creemos en Dios, no confiamos en Él, pensamos que ya
son cosas anticuadas, que solo las abuelitas deben confiar en Él, nosotros
ya cambiamos, ya evolucionamos, además, no hay prueba de que
realmente exista, ¿para qué creer en algo que no me ayuda ni me da más
de lo que tengo? Y junto a ello, nos rebelamos ante Dios, nos sentimos
seres totalmente independientes que pueden pedir y hacer lo que quieran,
vivir en libertinaje, agredir a los demás, formar parte de creencias
radicales donde se cruza la línea de lo irreverente, la falta de respeto, las
agresiones y violencias, creencias que ciegan y realmente no aportan más
que violencia. Creemos que estar con Dios y obedecerle es sinónimo de
no tener libertad, de vivir atados y sin poder tomar decisiones propias y
por ello nos rebelamos ante Él.
El Catecismo de la Iglesia Católica (No. 1849 y 1850) describe el pecado
de la siguiente manera: El pecado es una falta contra la razón, la verdad,
la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con
el prójimo, a causa de un afecto perverso a ciertos bienes. Hiere la
naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido
definido como “una palabra, un acto, o un deseo contrario a la ley
eterna”. El pecado es una ofensa a Dios. El pecado se levanta contra el
amor que Dios nos tiene y aparta de él nuestros corazones. Como el
primer pecado es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el
deseo de hacerse “como dioses”. Por esta exaltación orgullosa de sí, el
pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la
salvación.

El pecado es la desobediencia a la voluntad de Dios que lesiona nuestra


dignidad de personas y de hijos de Dios. El pecado siempre tiene
repercusiones en quienes nos rodean. Nuestros pecados no nos dejan
crecer ni personal, ni familiar, ni socialmente.
El pecado es ante todo no aceptar ese amor que Dios nos ofrece, amor
de Padre, desinteresado y profundo, rompemos esa relación de amor
entre el creador y la criatura.

El pecado es una esclavitud, comienza con un acto de libertad, pero


inmediatamente se transforma en esclavitud. El hombre no se puede abrir
el candado para liberarse de esa cadena que lo esclaviza, Inmerso en el
misterio del pecado el hombre que es libertad y comunión, experimenta
la esclavitud, la cerrazón en el diálogo interpersonal, la soledad, la
insignificancia, la necesidad de identidad. Experimenta lo que es la
alienación, la inautenticidad y la falta de realización que lo lleva a la
desesperación y a la infelicidad. Este hombre que pierde la amistad divina
genera en la humanidad, la cultura del rechazo a Dios, la cultura de la
violencia, la cultura de la muerte, cuyos estragos experimentamos en
forma alarmante en todos los ambientes y ámbitos de la vida.
El pecado produce muerte, El fruto del pecado es la muerte. Todo
pecado, apartarse de la fuente de vida que es Dios, tarde o temprano
produce muerte. El pecado produce en el corazón del hombre una
profunda división: su vida individual y colectiva se presenta como una
lucha dramática entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas, entre la
felicidad y la tristeza. “Soy carne, vendido al poder del pecado y no acabo
de comprender mi conducta; pues no hago lo que quiero, sino lo que
aborrezco… pues no hago el bien que quiero, sino el mal que aborrezco”
(Rom 7,14-15.19).
No podemos experimentar el amor de Dios y la vida abundante que Jesús
nos da, porque el pecado nos ha separado de Dios, única fuente de vida
“Todos pecaron y todos están privados de la gloria de Dios” (Rom 3,23).

Sí le entro
https://www.youtube.com/watch?v=a0ZQ9zlqbo8
Después de ver el vídeo anterior, ¿Qué sentimientos ha
reflejado en ti?, ¿Qué te ha hecho pensar?, ¿Te sientes o has
sentido de esa forma?
Todos somos pecadores, con el paso del tiempo, todos vamos
fragmentando nuestro corazón, nuestro cuerpo, nuestra alma, somos
incapaces de salvarnos a nosotros mismos, a veces, cometemos nuestras
faltas frente a todos, no ocultamos lo que hacemos, no buscamos
disfraces, pero en otras ocasiones, nos revestimos de ovejas para simular
que somos perfectos y libres de culpas, pero en el fondo, estamos llenos
de culpas y pecados. Tú, ¿Cuál de ellos eres?
Cuando el hombre intenta comprar su salvación es como si la pagara con
dinero falso. Cada vez que intenta llegar al cielo, sucede lo de la Torre
de Babel: se produce la confusión. Entre más intenta salvarse, tanto más
se pierde (Mt 16,25). No podemos limpiar nuestros pecados y tampoco
podemos limpiar al otro porque nosotros estamos sucios.
El pecado es un problema, pero lo peor consiste en no reconocer que
somos pecadores incapaces de salvamos por nosotros mismos.
Debernos reconocer que ante nuestra realidad y ante nuestra pequeñez
hemos de descubrir nuestra grandeza. Pese a nuestros pecados, somos
amados por Dios y llamados a amar como Él. Soy valioso no por lo que
tengo o por lo que hago, sino por ser hijo de un Padre Dios
todopoderoso, infinito, misericordioso, amoroso, pues me ama con amor
eterno, gratuito, generoso, inagotable, incondicional.
Tú, ¿Quieres ser liberado de tu pecado o seguir viviendo en la oscuridad?,
¿Deseas unir los fragmentos de tu vida con el amor de Dios, o prefieres
continuar pecando y dañando a los demás?
Para finalizar, el temista dará su testimonio respecto al pecado y como
ha reconocido que necesita del amor de Dios para alejarse del pecado.
Tema 3: Cristo te Salva
Nota: El temista debe reflejar que ha sido salvado por Dios para transmitir
de mejor forma este tema.

Sí soy
Ya hemos hablado del amor de Dios, ese amor incondicional, gratuito,
personal e ilimitado que Dios nos presenta, también, hemos visto que ese
amor se ve manchado por el pecado que nuestros primeros padres nos
heredaron y que Satanás día con día trata de hacernos caer para alejarnos
más y más de Dios, y ante ello te puedes preguntar, ¿Qué puedo hacer
para dejar atrás mi pecado?, ¿Aún tengo esperanza?, ¿El amor de Dios me
puede liberar de esta oscuridad?
Es cierto que estamos en oscuridad por nuestro pecado, pero eso no
significa que Dios nos ha dejado solos, en ese momento es cuando Dios
nos ama más y busca que regresemos a Él dándonos rayos de luz para
liberarnos del pecado. ¿Cuál consideras que es nuestra esperanza en el
tiempo de oscuridad?
https://www.youtube.com/watch?v=LLH5iC0ADtM
Después de ver el video anterior, ¿Qué sentimientos tienes
en estos momentos?, ¿Consideras que ha sido justo lo que le
pasó a Jesús?, ¿Por qué crees que lo hizo?
Lo cierto es que en Cristo somos liberados de la esclavitud del pecado
(Juan 8, 31 – 36) y si lo deseamos seremos renovados por su gracia, de
esta forma, el hombre reencuentra su identidad y su libertad viviendo en
la comunión interpersonal con Dios y con el prójimo, superando todo
egoísmo y soledad.
La salvación consiste en estar en comunión personal con Jesucristo vivo
porque “Sólo Él puede conducirnos al amor del Padre en el espíritu y
hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad”.
Muy Cool
En la exhortación apostólica “christus vivit”, el papa Francisco nos
recuerda que esta es la segunda verdad que se nos presenta, que “Cristo
te salva”, nos recuerda que Dios nos ha amado tanto y ha buscado la
forma de liberarnos del pecado que ha mandado a su único Hijo para
salvarnos, y Jesús, en su inmenso amor hacia nosotros, nos ha salvado
muriendo en la cruz por nosotros, en Cristo, se refleja el signo más puro
y precioso de un amigo capaz de llegar al extremo “Él, que amó a los
suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (Jn 13,1).
En lo anterior podemos reflexionar en que Dios ha tomado la iniciativa,
decide buscar una solución por nosotros, ya que no podemos salvarnos
a nosotros mismos, en ello, encontramos que Jesús vence a satanás,
nuestro principal enemigo para liberarnos del pecado, dentro de esta
misma liberación se encuentra el perdón para nosotros, es la luz en la
oscuridad que nos permite salir al encuentro de Dios y volver a Él.
Jesús nos salvó en la cruz, es un signo importante que debemos recordar
día con día, no importa las veces que pequemos, lo oscuro que pueda ser
nuestro alrededor, e incluso, no importa la gravedad de nuestras faltas o
lo aislados que nos sintamos, debemos aferrarnos a su cruz ya que con
ella encontraremos la libertad y el amor de Dios, siempre seremos
perdonados por Dios y quiere que sepamos que nadie puede quitarnos la
dignidad que nos otorga este amor infinito, incondicional, gratuito y
personal que nos ofrece.
Esta luz de esperanza nos permite levantarnos nuevamente, y volver a
empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede
devolvernos la alegría. Dios quiere que regresemos a Él como el hijo
pródigo, que estaba perdido y un día, después de tanto sufrimiento
causado por sus faltas ha decidido regresar, nuestro Padre nos recibe con
los brazos abiertos, quiere que seamos transformados, sin importar
nuestras fragilidades, contradicciones y pequeñeces, pues el desea escribir
una nueva historia de amor con nosotros.
Esta salvación es gratis, no tiene un costo para obtenerla, solo necesitamos
abrir nuestro corazón para Él, dejar que sea parte de nuestra vida y nos
renueve, nos haga salir de la oscuridad.

Sí le entro
https://www.youtube.com/watch?v=ij_9VBhFmOI
La salvación que ofrece Cristo da sentido a todas las
aspiraciones y realizaciones humanas. Es una liberación de
todo y de todos los hombres. Jesús es el salvador no sólo de
la persona individual, de todo el hombre, cuerpo, alma, espíritu, sino
también de todas las situaciones del hombre: familia, sociedad,
estructuras. “Dios, por medio de Cristo ha reconciliado consigo todas las
cosas, tanto las de la tierra como las del cielo, trayendo la paz por medio
de su sangre derramada en la cruz” (Col 1,20).
La salvación debe ser una experiencia personal y actual. No se trata sólo
del reconocimiento de la existencia de Dios o la aceptación de las
verdades reveladas por Él, sino del encuentro personal con el Señor
resucitado (Discurso inaugural Papa Benedicto XVI, Aparecida 2007) de
Cristo vivo. Se trata de un encuentro que no nos puede dejar indiferentes,
sino que cambia totalmente el sentido y el curso de nuestra vida.
El Papa francisco nos recuerda lo siguiente: “Jóvenes amados por el
Señor, ¡Cuánto valen ustedes si han sido redimidos por la sangre preciosa
de Cristo!, Jóvenes queridos, ¡Ustedes no tienen precio! ¡No son piezas
de subasta!, Por favor, no se dejen comprar, no se dejen seducir, no se
dejen esclavizar por las colonizaciones ideológicas que nos meten ideas
en la cabeza y al final nos volvemos esclavos, dependientes, fracasados
en la vida. Ustedes no tienen precio, deben repetirlo siempre: no estoy
en subasta, no tengo precio. ¡Soy libre, soy libre!, Enamórense de esta
libertad, que es la que ofrece Jesús” (Exhortación apostólica Christus Vivit,
#122)
Para finalizar, el temista compartirá cómo ha sido salvado por Dios a lo
largo de su vida.
Tema 4: La luz de la fe
Nota: El temista debe reflejar una confianza plena en Dios y una fe firme
en Él a lo largo de su vida.

Sí soy
https://www.youtube.com/watch?v=vDMfwirGtIw
Como podemos ver en video, a veces creemos que lo que
deseamos se debe cumplir tal cual, pero olvidamos que
debemos dejar que Dios actúe de la forma en la que
necesitamos, más no en la que deseamos. Entonces, ¿Qué nos falta para
continuar con la ecuación amor de Dios, pecado, salvación?
No basta con dejarle todo el trabajo a Dios, nosotros también debemos
darle una respuesta, ¿Sabes cuál es esa respuesta? ¿Se la has dado a Dios?
en conjunto con las preguntas anteriores podemos agregar la siguiente:
¿por qué no se manifiesta esa salvación en el mundo, la sociedad, la iglesia
y las personas?
Lo que nos falta es la fe, una fe que nos permita reconocer, aceptar,
confesar y recibir a Dios en nuestro corazón y en nuestra vida cotidiana
como nuestro salvador. “Creer en Cristo Jesús y en Aquel que lo envió
para salvarnos es necesario para obtener la salvación!

Muy Cool
Dios ya me salvó en Cristo Jesús y me perdonó mis pecados hace dos mil
años. Pero ¿cómo hago mía la salvación? Pablo lo expresó muy claro en
la sinagoga de Antioquia de Písidia: La completa salvación la obtiene por
Jesucristo todo el que cree: Hech 13,39.
La fe no solamente consiste en Creer en Dios, sino además en Creerle a
Dios que es algo más profundo, pues no es creer en algo sino en alguien
y en sus palabras, no solo en su existencia, sino sobre todo en su
propuesta de vida.
Es confiar plenamente en el cumplimiento de las promesas de Dios y
esperar pacientemente sin límites. La fe es garantía de lo que se espera y
certeza de las cosas que no vemos (Heb 11,1). Es la fe la que nos lleva a
vivir y actuar de acuerdo con lo que creemos, pues de lo contrario sería
tan solo una ideología. La fe es una Gracia: Cuando San Pedro confiesa
que Jesús es el Cristo, el hijo del Dios vivo, Jesús le declara que esta
revelación no le ha venido de la carne y de la sangre, sino de mi Padre
que está en los cielos. La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural
infundida por Él. Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de
Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu
Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y
concede a todo gusto en aceptar y creer la verdad. La fe nos lleva a vivir
la realidad de la salvación, a los que creen se les da el poder de llegar a
ser hijos de Dios, y como hijos, también sus herederos.

La fe no consiste solo en creer en Dios, pues hasta Satanás cree en Él, sino
creerle a Dios. No es creer en algo, sino en Alguien. La fe no es el
reconocimiento de la existencia de Dios, que podemos lograr por nuestra
sola razón, o la aceptación de las verdades reveladas, sino de adhesión a
la Persona de Jesús y a su oferta de salvación, respuesta positiva al
anuncio de salvación de tal forma que nos lleve a un encuentro con el
Señor resucitado, como el de Pablo en el camino de Damasco, encuentro
que cambie totalmente el sentido y el curso de nuestra vida.

La fe es creer en una promesa de salvación confiar en que Dios cumple


sus promesas y entregarse sin límites a Él. La fe es garantía de lo que se
espera y certeza de las cosas que no vemos: Heb 11,1.

La fe nos lleva a vivir y actuar de acuerdo a lo que creemos, si no fuera


así, sería simple ideología ya que para muchos lo importante es cumplir
una serie de prácticas exteriores, incluso sacramentales, se cumplen con
devociones a imágenes, novenas y veladoras, pero sin entregar el
corazón, buscando lo mágico. Se piensa solo en el cielo sin hacer reinar a
Dios en este mundo; se encierran en la individualidad sin interesarse ni
preocuparse de la comunidad humana. La verdadera fe, la auténtica vida
cristiana comienza con un encuentro vivo con Jesús, recibiéndolo en
nuestro corazón y en nuestra vida, a la que Él entra salvando, liberando,
sanando y transformando. La fe es el enchufe que nos conecta a la fuente
de la salvación. Nos lleva a tener un encuentro personal con Cristo Jesús,
como Salvador.

Sí le entro
Para la dinámica final se necesitarán velas para cada participante, le
entregarán la vela a cada uno, posteriormente los pondrán en situaciones
que hagan que sus velas se apaguen, Por parejas, compartirán las
siguientes preguntas:
1. En qué momentos de tu vida has sentido que tu fe se ha hecho
débil. ¿Por qué?
2. ¿Qué cosas en tu vida te han hecho fortalecer tu fe?
3. ¿Detectas en tu vida personas que hacen que tu fe se debilite? ¿Por
qué?
4. ¿Qué personas a lo largo de tu vida han servido de ejemplo en la
fe o la han alimentado con sus palabras o con su manera de actuar?
5. ¿Cómo mantendrás encendida la vela de la fe en tu vida?
6. ¿Le pides a Dios en la Oración para que aumente tu fe?
7. ¿Qué podrías hacer para aumentar tu fe? (redactarlo a manera de
compromiso)
Al finalizar, el temista compartirá su testimonio sobre cómo fortalece su
fe y cómo le ha ayudado en la transformación de su vida.
Tema 5: El amor de Dios me transforma
Nota: El temista debe reflejar la forma en la que Cristo ha transformado
su vida, concientizando que es siempre un proceso.

Sí soy
En este caminar, ya hemos escuchado que Dios nos ama, pero ese amor
se ve manchado por el pecado que nos aleja de él, pero ante esa
oscuridad, Dios nos entrega a su hijo único, el cual nos limpia de los
pecados para salvarnos, pero para recibir esa salvación, necesitamos
confiar en Dios, necesitamos aumentar nuestra fe, ahora, ¿Cuál crees que
sea el siguiente paso? Veamos el siguiente video para conocerlo:
https://www.youtube.com/watch?v=97HSsCrRS-8
Después de ver el siguiente vídeo, ¿Qué es lo que más te
llama la atención?, ¿Cuál crees que sea el significado?,
¿Consideras que has vivido bajo una máscara todo este
tiempo?, ¿Cuál crees que sea tu mascara?
Con lo anterior podemos definir que la forma más real y viva de
manifestar nuestra fe se centra en nuestra conversión, pero ¿Qué significa
realmente convertirse? ¿Cuáles son los puntos de partida para lograrlo?,
¿Realmente podemos cambiar nuestro estilo de vida actual?

Muy Cool
La conversión consiste en un cambio total de nuestra vida, no en un
cambio parcial, a veces, vemos a muchos adolescentes y jóvenes católicos
que sirven al Señor y están constantemente cerca de Él por medio del
servicio, podríamos pensar que han sido transformados por Dios, pero lo
cierto es que por dentro, permanecen fríos y en las tinieblas, reflejan una
“mascara” superficial, cuando interiormente se sienten vacíos y sin un
rumbo fijo por el cual caminar, en nuestro día a día podemos ser ese tipo
de adolescentes y jóvenes, quizás, no somos muy cercanos a Dios, pero
en nuestra vida diaria reflejamos alegría con los demás, mostramos una
máscara de felicidad, una máscara que sin importar lo que ocurra a
nuestro alrededor no se rompe y no pierde la sonrisa, pero cuando
estamos solos, nos sentimos tristes, desdichados, sin ganas de seguir
viviendo, incluso sentimos que no valemos nada, hemos sido heridos,
lastimados emocional e incluso, a veces hasta físicamente, pero tratamos
de no reflejar nuestras tristezas y sufrimientos, escondemos aquello que
nos afecta en lo más profundo de nuestro corazón, e incluso pensamos,
¿Realmente dejaremos de sentir todo aquello que nos afecta en algún
momento?
Hoy, Dios quiere que sepas que es posible dejar de sentir todo aquello
que te afecta, Dios quiere transformar tu vida, permitirte experimentar
un cambio total, gracias a su luz redentora, una luz que nos lleva por el
camino de la salvación. La conversión no es solo dejar el pecado para
vivir honestamente, ni siquiera es una vida de felicidad a los preceptos y
mandatos del Señor, es mucho más que eso, se trata de convertirnos en
amigos de Dios, en dejar que Dios actúe en nuestras vidas, se trata de
permitir que nos sane, que vuelva a unir nuestras piezas rotas y dejemos
de sentir ese vacío interior, un vacío que sólo Él puede llenar.
Para nosotros no es suficiente con decir que queremos conquistar una
nueva vida, traída por Jesús, es necesario quemar los caminos y puertas
que nos conducen al pecado para jamás querer y poder retomar a éste,
suena sencillo, pero a veces no lo es, pero eso no quiere decir que sea
algo imposible, quizás, en el camino volveremos a tropezar con nuestra
vida anterior, pero es ahí cuando más debemos aferrarnos a Dios para
conseguir nuestra conversión. Así como Dios abrió el Mar Rojo, para que
su pueblo lo atravesara y lo cerró inmediatamente después que pasaron,
es necesario que Dios cierre ese mar para que tú y yo no regresemos a la
esclavitud del pecado. Es necesario que nosotros decidamos que jamás
queremos regresar allá y entregar todos los medios que nos permitan no
confiar y sujetarnos solo de Dios. Si el pecado, nos hace romper nuestra
relación con Dios ahora que en Cristo y por Cristo hemos sido
reconciliados con Dios por eso queremos romper completamente con el
pecado y todo aquello que nos acerca a éste, por eso te invito a quemar
las naves y a dar el siguiente paso.
En este punto el temista dará su testimonio de cómo ha sido su conversión
a lo largo de su vida.
Dejar de 10 a 15 minutos para que los kerigmáticos puedan ir al baño y a
tomar agua, prepararse para la liturgia penitencial.
Liturgia penitencial
Recomendaciones:
1. Utilizar un lugar que sea oscuro, en el caso de que el lugar para la
liturgia tenga mucha iluminación, buscar la forma de cubrir las
ventanas y puertas, esto con el fin de crear un ambiente más íntimo
y reducir las distracciones, lo único que debe iluminar el espacio son
velas que se encuentren en el altar donde será expuesto el
santísimo. (de preferencia, este momento se debe hacer en la
noche, a partir de las 6:30pm o 7:00 pm dependiendo el horario
en que ya comience a anochecer).
2. Evitar ruidos molestos o que puedan distraer en la liturgia.
3. Los agentes de pastoral (servidores) deben controlar posibles
distracciones, recuerda, en este tiempo se desea evitar que los
kerigmáticos salgan del lugar para no perder el hilo conductor de
este momento.
4. Los agentes de pastoral (servidores) deberán estar en constante
oración para interceder por los adolescentes y jóvenes del kerigma.
5. Tomar en consideración 1hr y media a 2 horas de liturgia
penitencial, dependiendo de la disposición de los kerigmáticos.
6. Si en algún momento los kerigmáticos comienzan a llorar, gritar,
vomitar e incluso hacer movimientos que consideramos extraños,
no entremos en pánico, no sabemos aquellas heridas que tengan
guardadas en su corazón, es normal que todo eso sea liberado en
este momento, recuerda, Dios esta sanando sus corazones y los está
liberando de sus ataduras, no pierdas tu sentido de oración.
7. No apresurar los tiempos, recuerda, este momento es uno de los
momentos más importantes de nuestro kerigma, no importa si nos
hemos retrasado, este momento debe ser especial y debidamente
planeado.
PRESENTACIÓN. Como culminación de esta primera parte de la
evangelización, para renovación del Bautismo, se tendrá una Liturgia
Penitencial que actualice, reavive o intensifique la conversión, la fe como
encuentro con Jesús, y se experimente con plenitud un nuevo nacimiento
y la Vida Nueva en Cristo Jesús por la acción del Espíritu Santo.
Como Jesús, todo creyente nace también de María, Madre del Señor y
Madre de la Iglesia; por consiguiente, su invocación y su presencia es una
garantía y una seguridad para experimentar la salvación y la Vida Nueva.
MATERIALES.
1. Velas (para cada kerigmático)
2. Agua bendita
3. Santísimo expuesto
4. Lectores
DESARROLLO. Lleva el esquema de una liturgia de la palabra donde se
expresan aspectos de la conversión y fe. Una entrevista personal antecede
esta actividad para ayudar al evangelizado a abrir su corazón y expresar
que voluntariamente renuncia a todo mal y a su vez acepta a Jesús en su
vida.
INICIO
1. Introducción y cantos penitenciales
2. Palabra de Dios: Lecturas de contenido penitencial, entre las que se
encuentre una invitación directa a la conversión.
• Primera lectura: Isaías 53, 5-12
• Salmo: 51 (50) “Oh Dios, ten compasión de mi”
• Evangelio: Lucas 7, 36-50 “La mujer pecadora”
3. Homilía: ubicando el sentido y el propósito. ¿Por qué quiero a Jesús
en mi vida? Pido perdón por mis pecados. Dejo mis resentimientos,
oídos y rencores. Renuncio a satanás y sus obras
EXPRESIÓN DE LOS ASPECTOS DE LA CONVERSIÓN
1. Confesión de pecado (perdón señor perdón) PUESTOS DE PIE.
Sacerdote: A continuación, presentaremos al Señor nuestros pecados y
situaciones de pecado y a cada frase respondemos: “Perdón Señor,
perdón”.
✓ Por no amarte sobre todas las cosas
✓ Por tener ídolos como sustitución de Ti
✓ Por no tenerte como centro y Señor de mi vida
✓ Por no conocerte más plenamente a través de tu Palabra
✓ Por no alimentarme frecuentemente con la comunión de tu Cuerpo
✓ Por no tener habitualmente una íntima comunicación y comunión
contigo
✓ Por utilizar tu Nombre y las cosas sagradas en lo que va contra la
voluntad
✓ Por buscar el conocimiento y el poder fuera de Ti
✓ Por falta de amor, entrega y servicio a mis hermanos
✓ Por no dar buen testimonio de Ti a los demás
✓ Por no proclamar la Buena Nueva a toda criatura
✓ Por mantener resentimientos, odios y rencores y no perdonar
✓ Por toda injusticia, rechazo y desprecio a mis hermanos
✓ Por todo engaño, difamación y calumnia
✓ Por las envidias, celos y discordias
✓ Por la avaricia, codicia y robo
✓ Por no restituir o restaurar los daños causados
✓ Por todo adulterio, fornicación e impureza
✓ Por toda embriaguez, drogadicción, gula y sensualidad
✓ Por no ser un factor activo en la renovación y transformación de
mi familia
✓ Por no cumplir debidamente mis deberes ciudadanos
✓ Por no ser factor activo en la renovación de la sociedad
✓ Por no ser miembro y parte viva y activa de la Iglesia
✓ Por no reconocer tu presencia y tu voz a través de los pastores de
la Iglesia
✓ Por no cumplir con mi profesión o trabajo de acuerdo a tu voluntad
y como servicio a los demás
Sacerdote: Reconozcamos y arrepintámonos no sólo de actos aislados de
pecado, sino también, y, sobre todo, de situaciones permanentes de
pecado. A cada situación mencionada responderán diciendo: “¡Si
renuncio!”.
✓ ¿Renuncian y rechazan a satanás y a todas sus obras?
✓ ¿A todo tipo de ocultismo, esoterismo y superstición?
✓ ¿A todo afán de conocer lo oculto y lo futuro al margen de Dios;
en cualquier tipo de adivinación o sortilegio?
✓ ¿A la astrología y los horóscopos?
✓ ¿A la lectura de las cartas, de la mano y del café?
✓ ¿a toda práctica espiritista?
✓ ¿A toda invocación de los muertos?
✓ ¿Al uso de la ouija?
✓ ¿A toda asistencia y prácticas de los templos espiritualistas?
✓ ¿A todo afán de poder y de control al margen de Dios?
✓ ¿A todo tipo de curanderismo, magia, brujería y hechicería?
✓ ¿A todo estudio y prácticas de esoterismo?
✓ ¿A toda práctica supersticiosa?
✓ ¿A toda posesión o uso de amuletos y talismanes?
✓ ¿Renuncias a todo esto a nombre de tus antepasados que hayan
estado metidos en ello?
SE PUEDEN SENTAR.
2. Perdón de resentimientos, odios y rencores
Sacerdote: Ahora nos disponemos a manifestar nuestra intención de
ofrecer el perdón a toda persona contra la que sientan algún
resentimiento, odio o rencor.
Iremos pasando por las diversas etapas de nuestra vida para que
explícitamente reconozcamos cada resentimiento y ofrezcamos en
nuestro interior a cada persona el perdón ante el Señor. (Se puede pedir
a los kerigmáticos que se recuesten en el suelo). Cerramos nuestros ojos
y permitamos ser tomados de la mano de Jesús.
Para Él no hay tiempo ni espacio. Él está presente ahora mismo en aquel
momento en el que fuimos heridos, dañados y lastimados. Él puede sanar
eso desde la raíz.
✓ Si nuestra madre no supo ser para nosotros lo que nosotros
esperábamos de ella. Si nos rechazó desde que supo que nosotros
íbamos a nacer. Si no nos cargó en sus brazos en aquellos momentos
en los que ella era todo para nosotros. Trae a tu madre y dile, como
si estuviera aquí presente, y mirándola a los ojos: “Mamá, yo te
perdono, que Dios te bendiga”
✓ Si nuestro padre no nos dio el cariño y la seguridad que
esperábamos. Si no estuvo presente en nuestra infancia, por trabajo
o por otra razón. Si fuimos golpeados, o sufrimos algo fuerte de
parte de él. Si tomaba. Si nunca nos estrechó fuertemente en sus
brazos. Digámosle, como si estuviera aquí: “Papá, yo te perdono,
que Dios te bendiga”.
✓ Si nuestros hermanos, por alguna razón nos lastimaron. Si no
supieron hacerse merecedores de nuestra confianza. Si alguno de
ellos parecía ser más preferido por nuestros padres. Trae a ese
hermano o hermana y llamándole por su nombre, digámosle: “Yo
te perdono, que Dios te bendiga”.
✓ Si nuestros padres, en los años del crecimiento, no supieron ser para
nosotros lo que esperábamos de ellos. Si rompieron la armonía del
hogar por cualquier causa. Si se olvidaron de nosotros o tenían
muchas cosas que hacer. Si sufrimos castigo. Trae a tus padres, y
viéndolos a los ojos digámosle: “Papá, mamá, yo los perdono en
nombre del Señor, que Dios los bendiga”.
✓ Si algún maestro nos defraudó o nos castigó injustamente. Si fuimos
guardando día a día coraje contra él. Si nos ridiculizó ante los
demás. Si se aprovechó de nosotros en cualquier forma.
Llamémosle por su nombre y perdonémosle.
✓ Si algún amigo o compañero de escuela nos creaba continuamente
problemas. Si tuvimos que pelear muchas veces con él. Si nos
ridiculizó ante los demás. Si se aprovechó de nosotros en cualquier
forma. Llamémosle por su nombre y perdonémosle.
✓ Al comenzar a conocer el mundo del amor y del sexo, si alguna
persona o algún Novio o Novia, no correspondió a lo que nosotros
sentíamos en el corazón. Si se aprovechó de nosotros en alguna
forma. Sin nos engañó y lastimó profundamente. Viéndole a los
ojos, como si estuviera presente, digámosle por su nombre: “Yo te
perdono, que Dios te bendiga”.
✓ Si algún compañero de trabajo se aprovechó de nosotros, si
consiguió estar mejor en el trabajo a costa de nosotros. Si defraudó
nuestra confianza. Expresemos el perdón y pidamos a Dios que le
bendiga.
✓ Si algún amigo, algún familiar nuestro, o de nuestra familia política,
se ha encargado de hacernos la vida difícil. Si ha tratado de
destrozar nuestra familia. Si nos ha herido y lastimado seriamente.
Llamémosle por su nombre y perdonémosle
✓ Si algún Sacerdote, religioso o religiosa, no supo estar a la altura de
lo que nosotros pensábamos de él o ella. Si su manera de ser o de
vivir nos alejó de la fe. Si nos lastimó o se aprovechó de nosotros.
Viéndolo a los ojos, como si estuviera presente, digámosle: “Yo te
perdono, que Dios te bendiga”.
(Se puede dejar un momento de silencio mientras los kerigmáticos sanan
sus heridas o agregar otros momentos importantes de sanación que no
estén mencionados anteriormente)

EXPRESIÓN DE LA RESPUESTA DE LA FE
1. Oración del padre nuestro
NOS PONEMOS DE PIE.
Sacerdote: Ahora, habiendo perdonado a quienes nos han ofendido,
podemos rezar de una manera nueva la oración que Jesús nos enseñó...
Padre nuestro...
2. Oración para recibir a Jesús
Sacerdote: Habiendo pedido perdón por nuestros pecados, perdonado a
los que nos han ofendido, y renunciado a satanás y a todas sus obras,
podemos invitar a Jesús a nuestro corazón.
TODOS REPITAN CONMIGO: Ven Señor Jesús, te necesito, te abro la
puerta de mi corazón y de mi vida; te acepto personalmente como mi
salvador. Concédeme experimentar tu amor, tu salvación, tu liberación;
dame tu vida en abundancia. Límpiame, purifícame, renuévame,
transfórmame. Entra en mi corazón y en mi vida y lléname de ti. Haz de
mi lo que quieres que sea. Protégeme y guárdame. María, madre del
Señor y madre mía, llévame a Jesús y enséñame a ser su fiel discípulo.
Sacerdote: Cada quien, en silencio, ratifique con sus propias palabras esta
oración. Agradézcanle a Jesús, Él vive en nosotros ya.
SE DEJAN UNOS MINUTOS DE SILENCIO.

3. Confesión de fe
REPARTIR VELAS Y ENCENDERLAS.
Sacerdote: Ahora dispongámonos a profesar nuestra fe, recordemos que
Jesús es la luz que ilumina nuestra vida, por eso encendemos estas velas,
como signo de su presencia entre nosotros y que es él quien guía nuestras
vidas. Llevemos la llama a la altura de nuestros ojos y de forma personal
a cada frase respondemos: “¡Si creo!”
✓ ¿Creen en Dios Padre, creador de todo cuanto existe?
✓ ¿Creen en Jesús, Hijo de Dios, Salvador y Señor?
✓ ¿Creen que se encarnó en el seno de María por obra del Espíritu
Santo?
✓ ¿Creen que por su pasión y cruz nos ha salvado?
✓ ¿Creen que su sangre ha limpiado nuestros pecados?
✓ ¿Creen que su resurrección nos ha dado vida nueva?
✓ ¿Creen que está glorificado a la derecha del Padre?
✓ ¿Creen que está vivo y es el Señor?
✓ ¿Creen en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida?
✓ ¿Creen en el mismo Espíritu, que congrega y anima la iglesia, como
comunión de los santos?
✓ ¿Creen en el Espíritu Santo que realiza en nosotros la conversión y
el perdón de los pecados?
✓ ¿Creen en el Espíritu Santo que nos prepara y produce en nosotros
la resurrección y la vida eterna?
APAGAR LAS VELAS

RESPUESTA SACRAMENTAL
1. Oración de liberación
El Sacerdote hará la oración como protección, liberación de las ataduras
y opresiones del enemigo.
Sacerdote: Como consagración de nuestros sentidos al Señor, y de todo
nuestro ser, iremos haciendo en nosotros el signo de la cruz para
entregarnos a él.
✓ Hagamos la cruz en nuestra frente, para consagrar nuestra mente,
y que sea purificada
✓ hagamos la señal de la cruz en nuestros ojos, para que veamos la
luz y claridad de Dios
✓ Hagamos la señal de la cruz en nuestra nariz, para que percibamos
los olores del Señor
✓ En nuestros labios, para que podamos confesar la fe y ser testigos
del Señor
✓ En nuestros oídos, para que podamos escuchar la voz de Dios y ser
dóciles a su voluntad
✓ y hacemos la señal de la cruz en todo nuestro ser, para que
podamos creer en Dios y que Cristo habite por la fe en nuestros
corazones
Sacerdote: Y tu demonio maldito, reconoce tu sentencia y da lugar a Dios
vivo y verdadero y a Jesucristo el Señor. No te atrevas a violar la cruz
con la que han sido sellados estos hijos de Dios, que te han rechazado y
que han reconocido a Jesús como su único Señor.
Apártate de ellos, de sus personas, de sus familiares, de sus cosas. Yo en
nombre de Jesús desato de toda atadura que hayas hecho en ellos y te
ordeno que te retires para siempre. Ve a postrarte a los pies de Jesús y de
su Madre Santísima.
Señor Jesús, protege a estos hijos tuyos y guárdalos para siempre. María,
madre del Señor, cúbrelos con tu manto.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
2. Rociar con agua bendita a los evangelizados
RITO BAUTISMAL. Se acompaña de cantos apropiados”. Ningún
Kerigmático queda excluido de ser rociado con agua bendita.
3. Alabanzas y acción de gracias.
Siendo criaturas nuevas, cantamos con alegría alabando y dando gracias
al Señor.
Finalizamos con cantos de adoración y acción de gracias a Dios.
Tema 6: Jesús, el Rey de mi vida
Nota: El temista debe reflejar que Jesús es el Rey de su vida al presentar
el tema.

Sí soy
Ya hemos visto que en nuestro primer tema se nos presenta el amor de
Dios, un amor personal, incondicional, gratuito y sin límites, pero, en el
segundo tema nos decían que el pecado nos impide experimentar ese
amor, nos decían que tenemos una realidad y un enemigo que vencer,
por esto, descubrimos que el hombre no puede salvarse así mismo, y en
Jesús encontramos nuestra salvación, una salvación que nace del amor
infinito que nos tiene Dios, pero para obtener esa salvación debemos
confiar plenamente en Dios y así, podremos convertirnos y transformar
nuestra vida. Podríamos pensar que todo ha sido completado, ¿Qué más
nos podría faltar?
https://www.youtube.com/watch?v=kNw8V_Fkw28
En el video anterior podemos ver reflejado todo lo que ya
hemos visto y nos da la pista de otra cosa que necesitamos
para poder estar unidos totalmente a Dios, se trata de volver
a Jesús el Rey de nuestra vida, de abrirle nuestro corazón y dejar que Él
reine, que nos transforme y nos haga cada vez mejores, nos vuelva
personas liberadas y llenas de su amor. Es el punto clave para continuar
en este proceso de transformación, en este proceso de descubrirnos como
hijos amados de Dios.

Muy Cool
Para lo anterior, debemos partir del punto de entender que significa que
Jesús sea el Rey de nuestra vida, primero debemos reconocer que Jesús
es el Señor. El título Kyrios = Señor, del griego. Entre los romanos en
tiempos de Jesús este título solo se lo atribuía el Cesar que se hacía exaltar
como casi un dios.
En el Antiguo Testamento este título se usaba exclusivamente para Dios,
al ser aplicado a Jesús, afirma de una manera muy eminente su carácter
Divino ¡Jesús es el Señor!, porque es Dios. ¡Jesús está vivo y es el Señor!,
era la buena nueva que anunciaban los apóstoles, ¡Jesús está vivo!, gritaba
la Iglesia primitiva. Después de su resurrección y exaltación a la derecha
del Padre, Jesús recibe el nombre que está sobre todo nombre: Adonai
(en hebreo), el Kyrios (en griego), el Señor, nombre dado únicamente a
Yahvé. (Flp 2, 6-11) El título de Señor, lo constituye como dueño absoluto
de todo el universo: Del pasado, del presente y del futuro. Hombres,
animales y toda la creación le están sometidos, porque Él es el vencedor
de la muerte y del maligno. Todo está bajo su poder. Juez de vivos y
muertos, salvador, jefe que lleva a la vida, mesías, anunciado por los
profetas. Rey y Señor no es un simple título: significa jefe, centro, cabeza,
punto de referencia y convergencia, principio y fin, alfa y omega. ¡Jesús
es el Señor!

Otro punto clave es reconocer que Jesús es mi Señor, pero el señorío de


Jesús sobre todo el universo debe extenderse de una manera especial y
concreta sobre aquellos que creen en su nombre; sobre cada uno de
nosotros. Jesús es el Señor, pero debe de llegar a ser efectivamente el que
rija sobre cada uno de nosotros. Él es quien decide en todas las áreas de
mi vida, y quien gobierna toda mi existencia. Quien dirige todos los
deseos y apetitos, el que toma todas las decisiones de mi vida; las grandes
y las pequeñas. Ahora, es importante entender que esto de ninguna
manera anula nuestra personalidad o nuestra capacidad de decidir.

Al contrario, se trata de hacer precisamente la decisión fundamental de


que sea Jesús quien guíe toda mi vida. Jesús, para muchos, ya está y ha
estado dentro de su vida; ya lo han aceptado y lo conocen; pero no es
el centro, no es su Señor. Ahora bien, el Señorío de Jesús es total o no es
Señorío. Jesús es el Señor cien por ciento, Jesús no puede ser Señor de mi
vida el 20 % o del 50 %, ni siquiera del 99 %. ¡Jesús no pide mucho!
¡Jesús lo pide todo! Él quiere ser el centro de nuestra existencia.
O todo o nada; o frío o caliente, pero no tibio como lo señala Ap 3,15-
16, porque a los tibios los vomita; que fuerte, que radical, pero Jesús no
admite ser solo un adorno decorativo en nuestra vida, sino un personaje
real que vive en nuestro corazón y gobierna efectivamente todo nuestro
ser, Jesús quiere ser, verdaderamente el Rey de nuestra existencia.
Otros, nos colgamos una medalla con la imagen de Jesús o un rosario con
un crucifijo, pero Jesús es solo algo exterior para ellos, pues quien
gobierna nuestra vida somos nosotros mismos. Jesús no es
verdaderamente el Señor.
Un buen cristiano no es pues, el que tiene una imagen de Cristo en su
casa o la lleva colgada en su cuello; no es el que solo dice Señor, Señor,
sino el que realmente vive haciendo la voluntad del Padre que está en los
cielos. (Mt 7, 21).

Sí le entro
Jesús no impone su Señorío por la fuerza. Respeta plenamente la libertad
de cada uno. Tú puedes reconocerlo como tu Señor o no. Y este acto
libre de tu voluntad es tu conversión, que es un proceso de entrega de
nuestra persona al Señor. (Ap. 3, 20)
Si Jesús no es todavía realmente el Señor de tu existencia, de tu vida; hoy
es el momento en que puedes proclamarlo como tal. Decídete a vender
todas las perlas que ya posees para poder comprar la perla preciosa de la
que habla el evangelio; decídete a entregarlo todo para quedarte con
Jesús (Mt 13, 45-46). En verdad vale la pena.
Concretamente, el Señorío de Jesús consiste en que hagamos todo y sólo
lo que Él quiere, como Él Quiere y cuando Él quiere. Pero ¿Cómo nos
dirá Jesús cuál es su voluntad? Muy sencillo, en cada circunstancia en que
nos encontremos debemos de preguntarnos ¿Cómo actuaría Jesús si
estuviera en mi lugar? ¿Cómo usarías tú el dinero Señor Jesús? ¿Cómo
amarías a mis seres queridos, a mis hermanos, amigos y enemigos? ¿Te
comprarías esto o aquello? y hacerlo tal y como lo haría Jesús.
Y realizar en nuestras vidas las últimas palabras que aparecen de la boca
de María en los Evangelios: hagan lo que Él les diga (Jn 2,5), ella que
realmente fue, la esclava del Señor, que cumplió siempre la voluntad del
Padre y en quien la Palabra se hizo carne.
Al finalizar, el temista compartirá su testimonio de vida al poner a Jesús
como el Rey de su vida.
Tema 7: El Espíritu Da vida
Nota: El temista debe reflejar que ha sido transformado por el Espíritu
Santo a lo largo de su vida.

Sí soy
En el primer tema nos hablaron del Amor de Dios, que es personal,
incondicional, Él tomó la iniciativa y quiere lo mejor para ti. Pero, el
pecado nos impide experimentar ese amor, tenemos una realidad y un
enemigo que no podemos vencer. El hombre no se puede salvar por sí
mismo. En Jesús solución experimentamos que Dios en su infinito amor
envió a su hijo único para que, padeciendo, muriendo en la cruz,
destruyera todo mal, todo pecado, y resucitando nos ofrece una Vida
Nueva. Después, descubrimos que para que esa Salvación se haga realidad
en nuestras vidas tenemos que tener fe y convertirnos. En el tema anterior
proclamamos a Jesús como Rey y Señor de nuestras vidas. Teniendo todo
lo que anteriormente hemos visto, ¿Qué más nos podría faltar?
Antes de su muerte, Jesús dijo a sus discípulos unas palabras misteriosas:
En verdad les digo: les conviene que yo me vaya; porque si no me voy,
no vendrá a ustedes el Paráclito; pero si me voy se los enviaré. (Jn 16,7).
En otros textos de los evangelios, Jesús habla de que no se aparten de
Jerusalén, sino que esperen atentos la promesa del Padre. Serán
Bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días (Hech 1,5). Jesús
había venido a traer una Vida Nueva, pero ésta no se podría vivir sin un
Espíritu Nuevo, y un corazón nuevo. Así Dios cumpliría las promesas
hechas por los profetas Ezequiel y Jeremías: Yo les daré un solo corazón
y pondré en ellos un Espíritu Nuevo. Quitaré de su cuerpo el corazón de
piedra y les daré un corazón de carne para que caminen según mis
preceptos, observen mis normas y las pongan en práctica y así sean mi
pueblo y yo sea su Dios. (Ez 11, 19-20).
Esta será la Alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos
días: pondré mi ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré; yo
seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Jer 31,33). El corazón del ser
humano solo puede ser cambiado por Dios.
Se necesita pues la renovación interior del mismo con el Espíritu de Dios.
La novedad del Evangelio no es Jesús dando una nueva ley, sino
dándonos su Espíritu para que el viva en nosotros (Cf. Gal 2,20. Fil 1,21).
Nos da su Espíritu no solo para que lo conozcamos, sino para que
podamos vivir su vida, siguiendo una conducta no según la carne, sino
según el Espíritu. Dios prometió su Espíritu no sólo para que se testificara
con poder que Jesús había resucitado y estaba en la gloria del Padre, sino
para activar su presencia salvadora en el seno de la Iglesia y en el corazón
de los creyentes, haciendo vivir, amar, servir y orar a Cristo a través de
todos y cada uno.
La novedad del Evangelio no es una ley nueva, sino un Espíritu Nuevo
que Jesús glorificado envía a los suyos para que puedan vivir la vida de
los hijos de Dios, Jesús no sólo nos dio el derecho de podernos llamar
hijos de Dios, sino que nos capacitó con su Espíritu. Espíritu de filiación
divina para que viviéramos como tales, (Rom 8,15. Gal 4,6).
La obra de Salvación no consiste nada más en ser perdonados de nuestros
pecados, sino en la transformación de nuestro corazón pecador en un
corazón como el de Jesús. Toda letra, es decir, todo precepto, exterior al
hombre, incluso los preceptos del Nuevo Testamento, dice Santo Tomás
de Aquino, es letra que mata, por otro lado, la ley del Espíritu de Vida;
por que donde está el Espíritu de Vida, está la vida y la verdadera libertad.

Muy Cool
El Espíritu viene a transformar el corazón de cada ser humano. La acción
del Espíritu le hace cambiar todos sus apetitos, criterios y valores. Ya no
sigue los deseos de la carne, sino que ahora desea, quiere y hace las obras
del Espíritu. Nuestro Padre Dios promete el Espíritu Santo, Jesús confirma
la promesa del Padre. En la Antigua Alianza, la acción del Espíritu Santo
se manifestaba sólo en algunas personas que debían realizar alguna misión
especial; por ejemplo, los sacerdotes, profetas y reyes. En la Nueva
Alianza se tiene como característica la plenitud del Espíritu Santo, para
todos los que creen en Jesús, como Mesías, Hijo de Dios, Salvador y
Señor.
Jesús nos revela al Espíritu Santo como persona y nos habla de su
presencia y de su acción. Juan el Bautista señala la misión de Jesús como
alguien lleno del Espíritu Santo, como aquel que nos bautiza con el fuego
del Espíritu Santo. Jesús nos mostrará la misión del Espíritu Santo, la cual
consiste en llevarnos a la verdad plena, que es el mismo Jesús; este Espíritu
nos santifica y puede hacer eficaz en cada uno de nosotros la Salvación
que nos consiguió Cristo.
No muchos días después de su resurrección, Jesús cumplió su promesa,
envió desde el cielo el torrente de su Espíritu sobre sus discípulos que
estaban en oración con su madre como lo leemos en Hechos 2, 1-4. Jesús
siempre cumple lo que promete, pues pasará el cielo y la tierra, pero Él
no deja jamás de cumplir una de sus palabras. Como lo prometió tantas
veces a sus discípulos, envió el Espíritu Santo.
En este sentido hablamos del Bautismo en el Espíritu Santo, es decir,
recibir la plenitud del Espíritu Santo que inundó a los apóstoles de tal
forma que quedaron completamente llenos. A raíz de eso, todo cambió
para ellos:
1. Fue cuando en verdad conocieron la persona y la misión de Jesús.
2. Transformó su corazón de piedra en uno de carne.
3. Comenzaron a tener los mismos sentimientos, intereses y criterios
de Cristo.
4. Jesús se convirtió realmente en Centro de sus vidas. Ya no buscaron
ser servidos, sino servir pues, hay mayor alegría en dar que en
recibir, (Hech 20, 35).
5. Comenzaron a testificar con palabras poderosas, con una fuerza
nueva.
6. Este es el verdadero comienzo de la Iglesia, la comunidad de los
creyentes.
7. Glorificaban a Dios, siempre y por todo. Algunos signos sensibles
inmediatos a la recepción del Espíritu Santo.
8. Profetizar, dando mensajes de parte y en el nombre de Jesús.
Tres efectos permanentes en la comunidad y las personas
1. Es una comunidad orante: Centrada en el Señor Jesús.
2. Es una comunidad unida: Como solución de Dios a las
necesidades de todos. La Koinonía que significa comunión,
solidaridad, participación, compañerismo, es fruto del Espíritu
Santo, mismo que congrega a la comunidad y la mantiene unida.
3. Es una comunidad testigo: con una presencia de Dios muy clara
entre ellos.

La promesa para la Iglesia


El Bautismo en el Espíritu Santo que recibieron los Apóstoles el día de
Pentecostés fue tan abundante y tan definitivo que cambió su vida. Se
dieron cuenta que siendo las mismas personas se habían transformado
radicalmente. Su rostro estaba lleno de alegría, mientras que su mirada
reflejaba la esperanza y la paz de los hijos de Dios. Su fe era capaz de
mover montañas y su amor, de verdad se notaba. Muchos al ver esto,
deseaban compartir la misma experiencia y preguntaban ¿Qué era lo que
tenían que hacer? A lo que Pedro les respondió: Conviértanse y que cada
uno de ustedes se haga bautizar en el nombre de Jesús para al perdón de
los pecados; y recibirán el don del Espíritu Santo, pues la promesa es para
ustedes, sus hijos y todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor
Dios nuestro. Dios sigue renovando a su Iglesia y sigue realizando un
nuevo y constante Pentecostés con los mismos y otros signos y frutos que
en el sucedido en el aposento alto y en las primeras comunidades
cristianas.
Estamos encontrándonos con un Cristo Vivo, un Espíritu Santo Activo,
para una Iglesia nueva que lleve a un mundo nuevo, con una cultura
cristiana, una civilización del amor y a una nueva generación, capaz de
decirle sí a Dios y transformar desde ese Sí y con la fuerza del Espíritu
Santo toda la realidad.
Sí le entro
Lo siguiente no se trata de un método o una técnica. Por qué Dios siempre
hace las cosas como Él quiere y ya tiene planeado desde toda la eternidad
este momento.
La primera actitud que debemos de tener es fe. Certeza de que Dios va a
cumplir con lo prometido. No venimos a ver si nos lo da. Estamos aquí,
nos ha reunido porque nos lo va a dar. Es más, está garantizado, solo
tienes que pedirlo y abrir tu corazón. No debes pensar que no te lo
mereces, en realidad si de mérito hablamos, nadie se lo merece. Cristo lo
mereció por ti y quiere regalártelo, y te lo ofrece. Tampoco debes decir:
Yo no soy nadie para pedir el Espíritu Santo. Que también puede ser
verdad, pero la clave el día de hoy es que Jesús te lo quiere dar.
Él lo va a pedir por ti. La recepción no depende de nosotros o de nuestros
méritos, ni de nuestra preparación, ni porque somos santos, sino para que
cada vez seamos más santos. No puedes decidir o planear como va a ser
tu experiencia. Eso no depende de ti. Otra cosa importante, no te
preocupes por la envoltura del regalo, lo más importante es el Don del
Espíritu Santo, que no es únicamente asunto de sensibilidad, sino sobre
todo de fe en la promesa de Jesús.
Podrá no haber una sensación especial, sin embargo, una confianza
inquebrantable en la promesa ya realizada por Jesús que se manifestará
después en frutos diversos. La mejor prueba será el cambio de vida que
comenzarás a experimentar. Tendrás paz y una seguridad como nunca la
habías tenido en tu vida. Comenzarás a amar de una mejor manera. A
vivir de una manera distinta y nueva.
Es muy importante evitar dos extremos: Por un lado, frenar lo que se
siente venir, por temor a la novedad o “al qué dirán”. Por otro, provocar
artificialmente determinadas sensaciones o querer copiar lo que está
pasando a otros. Puedes tener muchas tentaciones para distraerte, pero
pase lo que pase, nada, ni nadie debe distraerte de lo que pase a tu
alrededor; cada quien debe estar atento sólo al Señor.
Algunos van a recibir el Espíritu Santo de una manera, como brisa suave,
otros de una manera más fuerte, como un viento impetuoso. Deja que el
Señor actúe. En los momentos de pedir el reavivamiento del Espíritu
Santo en cada uno, recomendamos sentirse pobre, humilde y necesitado,
esperando con Fe, que el Padre y el Hijo derramen su Espíritu Santo en
plenitud sobre cada uno, en compañía de María y de los Santos.
La Promesa, el Espíritu Santo, es para todos y cada uno de nosotros. Si
Jesús es ya tu Salvador; si te has convertido y tienes una fe viva en Él, si
lo has aceptado e invitado como Señor y centro de tu vida; Confía en
Jesús. Ten fe en la Palabra y en la Promesa del Padre. Pide al Padre y a
Jesús resucitado que te bauticen en su Espíritu Santo y que sea derramado
sobre ti, en plenitud. Pídele a la Virgen María que te acompañe e
interceda por ti y tus hermanos, como estaba el día de Pentecostés con
los apóstoles. (Hch 2, 1-13)
Al finalizar su tema, el temista compartirá su testimonio sobre cómo ha
actuado el Espíritu Santo en su vida.
Tema 8: Regalos del espíritu Santo
Nota: El temista debe reflejar que ha recibido los carismas que provienen
del Espíritu Santo a lo largo de su vida.

Sí soy
En el primer tema nos hablaron del Amor de Dios, que es personal,
incondicional, Él tomó la iniciativa y quiere lo mejor para ti. Pero, el
pecado nos impide experimentar ese amor, tenemos una realidad y un
enemigo que no podemos vencer. El hombre no se puede salvar por sí
mismo. En Jesús solución experimentamos que Dios en su infinito amor
envió a su hijo único para que, padeciendo, muriendo en la cruz,
destruyó todo mal, todo pecado y resucitando nos ofrece una Vida
Nueva. Después, descubrimos que para que esa Salvación se haga realidad
en nuestras vidas tenemos que tener fe y convertirnos. En el tema del
Señorío de Jesús, proclamamos a Jesús como Rey y Señor de nuestras
vidas. Para completar de alguna manera el proceso hablamos de la
persona del Espíritu Santo y lo más importante, experimentamos su
presencia y su acción en nuestro ser.
Ahora que ya hemos conocido todo lo anteriormente mencionado, ¿Qué
más nos podría faltar? ¿Dios tiene algo más preparado para nosotros?
Dinámica
Para la dinámica a realizar se necesitan los siguientes materiales:
1. Una caja de regalos
2. Paletas o globos para cada kerigmático.
3. Papelitos para cada participante donde estén escritos los dones y
carismas del Espíritu Santo.
En el caso de utilizar los globos, colocar dentro de cada globo un don o
un carisma, si se están usando paletas o cualquier otro tipo de dulce, pegar
el papelito correspondiente en cada dulce. Posteriormente, colocar esos
globos o dulces dentro de la caja de regalos, frente a todos los
kerigmáticos, abrir la caja de regalos y decirles que Dios les tiene
preparado un regalo más, repartir a cada participante el globo o dulce
utilizado.
Muy Cool
Cuando dejamos que el Espíritu Santo actúe en nuestras vidas, recibimos
regalos especiales para cada uno de nosotros, estos regalos se llaman
frutos y dones del Espíritu Santo. Los frutos son perfecciones que forma
en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna, la
tradición de la iglesia enumera de siete a doce basado en Gálatas:
Amor. El más grande de los dones y a la vez presentado como un fruto,
lo único que permanecerá después de todo. Cuanto amor no necesitamos
en nuestras vidas, en el radica el sentido más profundo de la vida humana.
Gozo o alegría. Recordemos que de hecho es uno de los primeros frutos
que reciben las personas cuando dan oportunidad al Espíritu Santo de
obrar en ellos. Cuantas personas viven tristes, amargadas, necesitadas de
este fruto de la alegría o gozo.
Paz. La paz que proviene de Dios (como el SHALOM de los judíos),
aquella que no es ausencia de guerra sino un sentimiento de bienestar y
tranquilidad jamás experimentado. Les doy mi paz, no como la del
mundo... lo afirma Jesús.
Paciencia o comprensión de los demás. Cuantas veces nos gana el coraje,
la ira y la desesperación en el trabajo, aun con nuestros seres queridos.
En la familia con nuestros hermanos, nuestros padres, sí que hay
necesidad de este fruto.
Generosidad o longanimidad. El arte de pensar y de ayudar a los demás
con todo lo que tenemos y lo que somos, el fruto de darse hasta el
extremo. Amar hasta que duela dijo la madre Teresa.
Bondad. Unos de los atributos esenciales de Dios es su bondad, nosotros
al ser imagen y semejanza de Él, poseemos esta de alguna manera.
Mansedumbre. Ser manso... no menso, bien entendido, esta palabra
latina “manutesco” se refiere al don de dejarse guiar, llevar, conducir por
la mano de Dios. Cuántas veces no nos hemos dejado guiar por su mano
bondadosa y hemos fracasado.
Fidelidad. ¡Ah como necesitamos este fruto no solo en las parejas sino en
cada persona! La fidelidad consiste en decir sí cuando es sí y llevarlos a
cabo y decir no cuando es no y sostenerlo. La puntualidad que tanto nos
falla.
Modestia. Consiste en reconocer los dones y cualidades que tengo
provienen de Dios y no son propios, así como poner todo en las manos
de Dios y al servicio de los demás.
Continencia, templanza o castidad. En medio de todos los placeres que
nos ofrece el mundo por la fuerza de aquel que nos quiere jalar hacia el
mal, hacia la perdición, es preciso pedir este fruto en todos los aspectos.
El ser humano hoy más que nunca solo busca y encuentra el placer
quedando al final vacío y destruido por los mismos.
Santo Tomás caracteriza a los frutos como los últimos y deleitables
productos del Espíritu Santo en nosotros. La comparación está tomada de
la vida vegetal. Los frutos son lo que se recoge al final de las ramas,
provenientes de una savia vigorosa, y con los que nos deleitamos. O es
lo que recolectamos de un campo sembrado y cultivado.
Por carismas entendemos toda manifestación de poder del Espíritu que
actúa en y a través del creyente, para ayudar y edificar a los demás. Son
las herramientas que nos da el Señor para trabajar en su viña, la Primera
Carta a los Corintios nos habla de nueve carismas que son: Sabiduría,
ciencia, fe, curaciones, milagros, profecías, discernimiento, lenguas e
interpretación de lenguas.
La finalidad e importancia de los carismas, radica en que son un regalo
del Espíritu Santo y tienen una función muy importante en la Iglesia, si su
ejercicio está animado por la caridad (amor), constituirán una presencia
amorosa que santifica y anima constantemente a su Iglesia. Por eso en la
línea del amor, los carismas o se ponen al servicio generoso y
desinteresado de la comunidad o se pierden o incluso se puede dudar de
su existencia en una persona concreta. El amor es en cierto sentido la vara
que mide su autenticidad, sin embargo, siempre debe de haber un
discernimiento profundo de éstos. Es conveniente tener una idea sencilla
pero más o menos clara de cada carisma.
Sabiduría. Es un carisma que nos proporciona, los conocimientos
necesarios para entender la fe, dar testimonio del Señor o para solucionar
un problema difícil y así realizar el plan de Dios, en el ámbito personal o
comunitario. No se trata de sabiduría humana, fruto del estudio o de la
experiencia, sino de un conocimiento sobrenatural que, en un momento
dado, nos proporciona el Espíritu de la Verdad y que lo hace para
crecimiento y renovación de la Iglesia. Este don no es algo permanente,
sino algo que se da a una persona concreta en una situación específica y
para esta situación solamente.
Ciencia o conocimiento. Es un don a través del cual Dios revela y
comunica lo que ha pasado o está sucediendo en la vida de las personas.
De esta manera puede conocerse la raíz de un problema, o la causa de
una atadura o el conocimiento de una Sanación. También se manifiesta
en la mente como visión, una imagen de un lugar, persona, cosa o animal,
y hay que preguntarle a la persona que relación puede tener con su vida.
Esta palabra de conocimiento viene a la mente y al corazón con una
seguridad que hasta no manifestarla no estaremos en paz. También se
manifiesta como la sensación de un pequeño dolor de una parte del
cuerpo o como si alguien nos está tocando suavemente.
Curaciones. Se refieren principalmente a sanaciones que tienen que ver
con enfermedades físicas, pero que también puede tratarse de la
restauración total de la persona: alma, cuerpo y espíritu.
Milagros. Los milagros son signos que muestran la presencia del Reino de
Dios, y que se acreditan a los portadores históricos de esta promesa. El
milagro no es una demostración arbitraria de la omnipotencia de Dios,
sino un testimonio de poder que tiene que producir nuestra salvación en
Jesucristo. El milagro es un signo del poder y del amor de Dios que quiere
salvar a todos los hombres.
Profecía. No se refiere al aspecto de predecir el futuro sino al aspecto de
ayudarnos con algo que está sucediendo en el presente, aunque en
ocasiones pueda incluir el primer aspecto su finalidad siempre estará en
el segundo, se refiere a una expresión inspirada por el Espíritu Santo, que
interpreta la voluntad y el propósito de Dios.
Es importante señalar que estos mensajes eran para la edificación de la
comunidad, que se entendían claramente y que los que profetizaban
estaban en dominio de sí. Para ser canales de profecía, Dios escoge
normalmente a personas de auténtica vida cristiana, humildes y sencillas.
Discernimiento. Este carisma consiste en un conocimiento que da el
Espíritu Santo para saber si es el que mueve a una persona o si es un
espíritu carnal o del demonio quien lo impulsa, o también, si es un gusto
o un capricho humano.
Hablar u orar en lenguas. Este carisma, muy parecido al lenguaje de las
lágrimas que en si no tiene un sentido pero que emiten o proyectan una
serie de sentimientos interiores muy variados, además de ser un elemento
de purificación y sanación muy importante, es la gracia que nos hace
alabar a Dios con palabras que Él mismo pone en nuestra boca, o
también, una forma de interceder por los hermanos. También pueden ser
palabras que no se entienden, pueden a veces manifestarse en la
comunicación de un mensaje para la comunidad o para uno o varios de
sus miembros. Puede ser una profecía o una exhortación en lenguas. En
estos casos se requiere que la misma persona u otra reciba el don de
interpretación.
Interpretación de lenguas. Este carisma no es para hacer una traducción
literal del mensaje en lenguas, sino para comunicar su contenido, sea en
forma sintética, o en forma detallada. Habla en primera persona, ya que
lo hace en nombre del Señor.
Tanto los frutos como los carismas son regalos que Dios da a quien quiere,
cuando quiere y como quiere. Los carismas no indican santidad en las
personas, los frutos llegan a ser signos de que se está en ese camino. No
existen personas que los tengan todos; a algunas personas Dios se los da
temporalmente o para desempeñar una misión específica. Es importante
que las personas que los reciban los usen con discreción y humildad,
sabiendo que los da el Espíritu Santo para la edificación de la Iglesia.
Sí le entro
Para finalizar, el temista compartirá su testimonio respecto al tema,
posteriormente, se les darán 10 a 15 minutos a los kerigmáticos para que
puedan ir al baño y tomar agua, en el momento siguiente no podrán salir
a menos que sea muy necesario.

Liturgia de conversión o Efusión del espíritu


Recomendaciones:
1. Utilizar un lugar abierto donde se tenga el espacio suficiente en
dado caso que los kerigmáticos caigan en descanso.
2. Evitar ruidos molestos o que puedan distraer en la efusión del
espíritu.
3. Los agentes de pastoral (servidores) deben controlar posibles
distracciones, recuerda, en este tiempo se desea evitar que los
kerigmáticos salgan del lugar para no perder el hilo conductor de
este momento.
4. Los agentes de pastoral (servidores) deberán estar en constante
oración para interceder por los kerigmáticos.
5. Tomar en consideración 1hr 30 minutos a 2 horas de efusión,
dependiendo de la disposición de los kerigmáticos.
6. Si en algún momento los kerigmáticos caen en descanso o realizan
movimientos que consideramos extraños, no debemos asustarnos
ni distraernos, es parte del proceso, nosotros debemos seguir en
oración.
7. No apresurar los tiempos, recuerda, este momento es uno de los
momentos más importantes de nuestro kerigma, no importa si nos
hemos retrasado, este momento debe ser especial y debidamente
planeado.
8. Preparar el espacio adecuadamente para la exposición del
santísimo.
9. Es necesario que la mayoría o todos los servidores estén presentes
en este momento por si es necesario acomodar a los kerigmáticos
en el proceso de la efusión.
PRESENTACIÓN.
El Espíritu Santo hace presente aquí y ahora a Jesús para que podamos
experimentar la salvación.
En la Liturgia Penitencial decidimos convertirnos a Dios y renunciar a
satanás para aceptar a Jesús y su salvación. Respondimos con la
renovación del bautismo. Ahora llegó la parte culminante del retiro:
consagración y efusión. Aquí consagraremos nuestra vida al Señor, pues
todo cuanto existe le pertenece, y si queremos algo debemos pedírselo.
Jesús ya es tu salvador, pero es necesario que sea tu Señor. Pues no puede
ser derramado el Espíritu si Jesús no es el Señor de tu vida.
Durante la efusión, oraremos para recibir el Don del Espíritu en cada uno
de nosotros, con poder, fuerza y amor por parte de Dios mismo. Así
como cuando Jesús fue constituido Señor el día de su glorificación y
recibió una plenitud del Espíritu Santo que derramó sobre sus discípulos
el día de Pentecostés, así también cuando tu proclamas a Jesús tu Señor,
recibes el Espíritu de la promesa tan abundante, que lo llamamos “Bautizo
en el Espíritu Santo” o Efusión del Espíritu.
MATERIALES.
1. Velas (una para cada kerigmático, mismas de la liturgia penitencial)
2. Altar (al centro del salón)
3. Litúrgico: Santísimo en custodia sobre el altar. (Purificador)
DESARROLLO.
Lleva el esquema de una liturgia de la palabra donde se expresan aspectos
de la efusión. El tema de “Es para ti, Ahora” antecede esta actividad para
ayudar al kerigmático a tener esa apertura al Don del Espíritu. Se coloca
el altar al centro del salón donde será la Efusión del Espíritu. A los pies
del altar se colocan las velas. Es importante que el Cirio esté presente,
encendido. Los kerigmáticos se colocan por Grupos de Pastoreo
alrededor del Altar.
SE DISPONEN PARA EXPONER AL SANTÍSIMO.
El equipo servidor se mantiene unido en algún punto específico y se
mantiene en oración por los jóvenes.
INICIO
1. Introducción y cantos de invocación al Espíritu Santo.
2. Palabra de Dios: Lecturas de contenido alusivo a la presencia y
acción del Espíritu.
a. Primera lectura: Ezequiel 37, 2-10
b. Salmo: 23 (22) “El Señor es mi pastor, nada me faltará”
c. Evangelio: San Juan 16, 7-15 “La Venida del Paráclito”
3. Homilía: Se presentará con claridad cuál es la finalidad de esta
liturgia y se invitará a las disposiciones necesarias para consagrarse
al Señorío de Jesús y para recibir el Don de, Espíritu.

ORACIÓN PARA RECIBIR EL DON DEL ESPÍRITU.


Sacerdote Invita a los kerigmáticos a pedir el Espíritu Santo sobre ellos,
para sanar, liberar, consolar... ¡Abrirse al Espíritu!
CANTOS DE INVOCACIÓN AL ESPÍRITU

En un momento indicado por el Sacerdote, el equipo servidor pasará uno


a uno a que le imponga las manos. Al terminar pasarán con sus respectivas
ovejitas y siguen en oración por ellos.
El Sacerdote termina la imposición de manos con el equipo y pasa con
los evangelizados uno a uno.
No perder la oración por la apertura al Espíritu. En caso de que algún
kerigmático haya concluido su momento de oración, encender una vela
con el cirio e invitar a contemplar la llama y seguir en oración, ahora
como agradecimiento.
Terminar la Efusión cuando el Sacerdote lo indique. Alabanzas
Tema 9: Jóvenes con raíces
Sí soy
Ya hemos vivido una experiencia con Dios que nos ha permitido
entenderle un poco mejor, recibirlo en nuestros corazones y compartir
con Él la alegría de nuestra sanación personal, pero ahora ¿Qué sigue?,
¿Qué podemos hacer?, ¿A dónde debemos ir?
https://www.youtube.com/watch?v=vfJPAidI0u4&t=10s
Como podemos observar en el vídeo, a veces nos
encontramos en situaciones difíciles, donde sentimos que no
podemos hacer las cosas, estamos solos e incluso preferimos
dejar de lado todo aquello que nos gusta, pero ahora, después de haber
tenido ese encuentro con Dios, debemos dejar que esa luz que simboliza
al Espíritu Santo nos guíe, nos llene de vida y alegría. No podemos
quedarnos eternamente en este lugar viviendo lo que hemos vivido, ese
encuentro lleno de amor con Dios, ese encuentro que nos transforma,
nos renueva y llena de esperanza, pero entonces, ¿Cómo podremos
afrontar nuestra vida cotidiana?, ¿Tendremos que hacer cambios en ella?,
¿Ahora qué sigue?, ¿Por dónde comenzar?

Muy Cool
El Papa Francisco en la exhortación apostólica Christus Vivit nos decía
que, frente a un mundo lleno de violencia y egoísmo, los jóvenes solemos
aislarnos en pequeños grupos, y así nos privamos de los desafíos de la
vida en sociedad, de un mundo amplio, desafiante y necesitado. Sentimos
que, al aislarnos, vivimos en un mundo más fraterno, pero a veces, ese
grupo se convierte en una extensión de nosotros mismos y olvidamos que
existen realidades muy diversas a las nuestras.
Ahora, después de haber tenido una experiencia personal con Dios es
momento de comprometernos con Dios y con nuestra sociedad, sabemos
todos los peligros y signos de violencia que la compone, y ahora, más
que nunca necesitamos mejorar nuestras vidas, nuestra sociedad, nuestra
propia existencia, es por ello que necesitamos compartir con los demás
un aspecto fundamental, nuestra vocación laical, pero, ¿Qué significa
esto? Significa vivir en caridad en la familia, sociedad y política, es un
compromiso concreto desde la fe para la construcción de una sociedad
nueva.
A veces, hablamos de perseverancia y compromiso, pero lo aislamos en
el sentir eclesial, nos olvidamos que no solo es perseverar en un grupo de
adolescentes y jóvenes, o en la misma iglesia, perseverar va más allá de
ello, perseverar significa tener un pensamiento crítico en Dios, para actuar
en pro de los demás en nuestra vida diaria, mostrando ese rosto joven de
Dios, un rostro lleno de amor, compasión y caridad ante el otro, debemos
comprometernos fielmente a hacer el bien, a procurar ayudar a los demás
cuando más lo necesitan, a defender las causas justas y buscar mejorar
nuestra sociedad, debemos evitar vivir en el pecado, en la oscuridad,
significa ser sinónimo de Luz en la vida.

Suena sencillo, ¿No crees?, pero la realidad es que nos encontraremos con
obstáculos contantemente, como la tentación de hablar mal de alguien
por el simple hecho que no nos ha parecido su forma de pensar, o buscar
que el otro se vea perjudicado con nuestras acciones, nos encontraremos
con un mundo que está centrado en el egoísmo, y que el hablar de Dios
es sinónimo de ignorancia, nos encontraremos con personas que nos
harán dudar de nuestras creencias e incluso nos harán sentir mal por creer
en ello, es ahí donde debemos estar más firmes en nuestra fe, donde
debemos perseverar en lo que aquí hemos aprendido, no debemos tener
miedo en defender nuestra fe, y tampoco, tengamos miedo de mostrar
un rostro de amor y misericordia cuando es más común mostrar un rostro
de egoísmo y narcisismo, marquemos esa diferencia, seamos esos
portadores de luz que el mundo tanto necesita, perseveremos en nuestra
fe en nuestra vida diaria, no solo en nuestros grupos y servicios pastorales,
seamos esos mensajeros que Dios necesita para lograr la salvación de los
demás y procurar nuestra propia santificación.
Sí le entro
Entonces, ¿Qué podemos hacer ahora que retomaremos nuestras
actividades cotidianas? Dios nos pide que seamos constructores de paz,
pero, ¿Cómo podemos hacerlo?, siendo adolescentes y jóvenes activos
en nuestra sociedad, siendo voluntarios en casas hogares, hospitales y
todos aquellos lugares donde necesitan manos llenas de amor por el
servicio, o participando en la política, promoviendo espacios de apoyo y
defendiendo las causas justas, tenemos que salir de los espacios que ya
conocemos e ir más allá, en los rincones de nuestra sociedad que no son
atendidos y han quedado en el olvido. Podemos crear espacios para
ayudar a las personas migrantes, que se encuentran en lugares
desconocidos tratando de conseguir una mejor vida, o espacios para la
atención psicológica, o crear programas sociales para la construcción de
casas para quienes más lo necesita, incluso crear programas ambientales
que ayuden a disminuir los contaminantes que tanto afectan a nuestro
planeta, o qué tal, crear redes de apoyo para madres solteras o madres
con embarazos no deseados, para que sientan que no están solas y
pueden salir adelante sin exponerse a peligros que afecten directamente
su salud y la de su hijo, hay tantas formas en las cuales podemos
perseverar y comprometernos a transmitir ese rosto joven y amoroso de
Dios, podemos extender nuestra mano a quienes más lo necesitan y
compartir con ellos todos los regalos que Dios nos ofrece.
Para finalizar, el temista compartirá su experiencia perseverando y
comprometiéndose con Dios, si es un profesionista, puede compartir
como ha ayudado a los demás en base a su carrera profesional.
Tema 10: María, una joven como tú y como yo
Sí soy
Ya hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con Dios, de recibir sus
regalos y de renovar nuestros corazones, pensaríamos que ya estamos
completos y que no nos falta nada, pero, ¿Realmente es así?
Dinámica
Para la siguiente dinámica, se necesita un cuadro de la virgen maría, una
tela grande que pueda cubrir el cuadro. Se colocará el cuadro cubierto
sobre una mesa, el temista pedirá que algunos participantes poco a poco
vayan quitando la tela del cuadro hasta lograr descubrir totalmente la
imagen.
En muchas ocasiones hemos tenido a María en el olvido, cubierta por
nuestras ingratitudes, sin tomarla en cuenta, a veces, es necesario que la
veamos de frente y dejemos que ella nos conduzca a su hijo, a veces
olvidamos que ella también fue una joven como tú y como yo, y a lo
largo de su vida vivió muchos retos, que posiblemente tuvo miedo e
incertidumbre pero ella nunca perdió su fe en Dios, se mantuvo firme y
sin importar las dificultades, siempre se entregó totalmente a Dios, pues
confiaba ciegamente en Él, ¿Qué modelo de santidad necesitamos si lo
tenemos todo en la Virgen María?

Muy Cool
El Nombre de María, que en hebreo es Miriam, significa: Doncella,
Señora, Princesa. Doncella, quiere decir, también Virgen. La Virgen María,
entonces es la doncella escogida por Dios para ser la Madre de Nuestro
Señor Jesucristo y Madre nuestra.
En el Antiguo testamento encontramos dos textos que son muy
importantes para que entendamos porque la Virgen María es Madre de
Dios y Madre nuestra. Ella la Virgen María su escogida, elegida por Dios
desde el mismo inicio de la Creación del hombre y la mujer para que se
pudiera realizar su proyecto de salvación.
La Virgen María es aquella mujer a la que Dios se refirió en el Paraíso
terrenal, al maldecir a la serpiente (demonio) después de hacer pecar a
nuestros primeros padres, Adán y Eva.
La Sagrada tradición y el sentido general de la interpretación bíblica nos
conducen a afirmar que el vencedor será un personaje individual, el
Mesías, por medio de su muerte redentora. Y María, aquella mujer de la
profecía, la nueva Eva, por la cual vendrá la salvación al género humano,
al engendrar a Jesucristo, el Salvador.
En el corazón de la iglesia resplandece María, ella es el gran modelo para
una iglesia joven, que quiere seguir a Cristo con frescura y docilidad.
Como ya sabemos, Cuándo era muy joven, recibió el anuncio del ángel
y no se privó de hacer algunas preguntas, pero siempre mantuvo un alma
disponible a Dios y dijo “Aquí está la servidora del Señor” (Lc. 1,38), pero
esta aceptación no refleja tristeza o resignación por no tener otra opción,
refleja alegría y comprensión por reconocer en las palabras del ángel
Gabriel los designios que Dios tenía preparada para ella, decidió
comprometerse con Dios, decidió arriesgarse a pesar de saber que ante la
sociedad, recibiría el castigo de su época, se entregó totalmente a Dios sin
miedo y sin reservarse nada porque sabía que era la portadora de una
promesa, la promesa de la salvación.
Sin lugar a dudas, María tenía una misión difícil, pero para ella, esas
dificultades no eran válidas para decirle no a Dios, el Papa Francisco en
la Exhortación apostólica Christus Vivit nos decía “¡María no compró un
seguro de vida! ¡María se la jugó y por eso es fuerte, por eso es una
influencer, es la influencer de Dios! El sí y las ganas de servir fueron más
fuertes que las dudas y las dificultades”
¿Cuántos de nosotros podemos decirle ese sí valiente en Dios?,
¿Realmente estamos dispuestos a confiar ciegamente en Él, así como lo
hizo María?
Sí le entro
María siempre ha estado cerca de Dios y de su pueblo, lo podemos leer
en las escrituras, ella siempre caminada en medio del pueblo, siempre
estaba junto a los apóstoles, siempre reflejo ese amor incondicional por
Dios y una entrega total a Él, sin miedo a las consecuencias que podía
tener, se entregó fielmente a Dios.
Es por ello que, en la cruz, cuando Jesús sufría pudo ver a sus pies la
consoladora presencia de la Madre y del amigo y en ese momento
decidió hacer un gesto de amor para nosotros, Jesús nos deja a su madre
como madre nuestra, al pie de la cruz, en la hora suprema de la nueva
creación, Cristo nos lleva a María, es por ello que, a través de María,
podemos llegar a Cristo, es nuestra intercesora en los momentos más
difíciles y siempre busca que nos encomendemos a ella para llevarnos
ante Dios.
En María vemos reflejado el poder de una mujer valiente, que siempre
fue fiel a Dios, que siempre fue libre en Él y nos invita a que lo seamos,
en ella vemos reflejado una amiga siempre atenta a que no falte el vino
en nuestra mesa, nos presenta un corazón abierto por la espada,
comprende todas las penas, es nuestro signo de esperanza, nuestra
misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida,
abriendo nuestros corazones a la fe con su cariño maternal, es el
momento para hacerla nuestra madre y siempre, encomendarnos a ella,
para llegar a Dios.
Para finalizar, el temista compartirá su testimonio referente al tema
presentado.

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