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C UESTION ES DE

MO RFOLOGÍA LÉXICA
Cristina Buenafuentes,
Gloria Clavería e Isabel Pujol (eds.)
Cristina Buenafuentes, Gloria Clavería, Isabel Pujol (eds.)

Cuestiones de morfología léxica


Cristina Buenafuentes, Gloria Clavería, Isabel Pujol
(eds.)

Cuestiones de morfología léxica

Iberoamericana - Vervuert - 2016


La publicación de este volumen ha contado con el apoyo del Comissionat per Universitats
i Recerca del DIUE de la Generalitat de Catalunya concedido al «Grupo de Lexicografía y
Diacronía» (n.º de referencia SGR2014-1328).

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación


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ISBN 978-84-8489-968-6 (Iberoamericana)


ISBN 978-3-95487-502-3 (Vervuert)
ISBN 978-3-95487-856-7 (e-book)

Diseño de la cubierta: a.f. diseño y comunicación


Índice

Cristina Buenafuentes, Gloria Clavería e Isabel Pujol


Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

David Serrano-Dolader
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis ......... 9

Antonio Rifón Sánchez


Bloqueo y competición entre sufijos en la formación de sustantivos
deadjetivales del español . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

Víctor Acedo-Matellán
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics ................ 63

Olga Batiukova
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales en
la morfología derivativa: el caso de -iza(r) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

Montserrat Batllori, Cristina Buenafuentes, Gloria Clavería,


Margarita Freixas, Sheila Huertas, Carolina Julià, Laura Muñoz,
Ana Paz, Marta Prat, Isabel Pujol, Assumpció Rost y Joan Torruella
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico: resultados del
proyecto de investigación (FFI2011-24183) .......................... 167

Sobre los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231


Presentación

Este volumen reúne los textos de las contribuciones que se presentaron en el


“Ciclo de conferencias sobre morfología léxica” celebrado en la Universitat
Autònoma de Barcelona y en la Universitat de Girona desde octubre de 2013
hasta enero de 2014 dentro del marco del proyecto de investigación “Portal de
léxico hispánico: documentación y morfología derivativa” (FFI2011-24183),
financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad durante el trienio
2011-2014. El ciclo surgió de la necesidad de profundizar en distintos aspec-
tos de la formación de palabras, motivada por el desarrollo del proyecto, el
cual tenía entre sus objetivos el análisis de las palabras complejas en la historia
del español.
El contenido de esta obra, por tanto, refleja algunos de los focos de debate
de la investigación sobre morfología léxica en la actualidad. Algunos de ellos se
derivan de las relaciones entre los distintos procesos de formación de palabras
y otros surgen de la interdependencia entre la morfología y otros componentes
de la gramática.
El libro consta de cinco capítulos; los cuatro primeros adoptan una pers-
pectiva sincrónica en el análisis y se enfrentan a distintas cuestiones morfoló-
gicas. El planteamiento innovador del concepto de parasíntesis aparece en la
contribución de David Serrano-Dolader “Viejas y nuevas aproximaciones al
concepto de parasíntesis”. Antonio Rifón analiza la competencia sufijal con el
estudio titulado “Bloqueo y competición entre sufijos en la formación de sus-
tantivos deadjetivales del español”, donde examina una cuestión poco desarro-
llada en los estudios de morfología. La interdependencia entre la morfología
y otros componentes de la gramática se muestra en el terreno de la derivación
verbal con el capítulo de Víctor Acedo, “Preverbs llatins: aspectes morfosintàc-
tics i semàntics”, que centra su análisis en el ámbito de la prefijación en latín.
Finalmente, el capítulo de Olga Batiukova, “Restricciones léxico-semánticas y
mecanismos composicionales en la morfología derivativa: el caso de -iza(r)”,
a partir de la teoría del Lexicón Generativo, estudia la semántica de los verbos
8 Cristina Buenafuentes, Gloria Clavería e Isabel Pujol

derivados en -izar, un sufijo altamente productivo en el español actual.


La obra finaliza con un capítulo titulado “La morfología léxica en el Portal
de léxico hispánico: resultados del proyecto (FFI2011-24183)”, en el que se
lleva a cabo una reseña crítica de los trabajos realizados en el ámbito de la his-
toria del léxico generado por mecanismos de formación de palabras durante el
trienio 2011-2014. En este último capítulo, se plantea la cuestión del puesto
que ocupa la morfología histórica dentro de la morfología general y de las
convergencias y divergencias en el análisis de la palabra desde la perspectiva
sincrónica o diacrónica.
Nuestro agradecimiento a todos los participantes en el ciclo de conferen-
cias por sus aportaciones al grupo de investigación y por haber acogido con
entusiasmo la propuesta de publicación. Damos también las gracias a Natalia
Terrón por haber colaborado en las tareas preparatorias de este volumen.

Cristina Buenafuentes, Gloria Clavería e Isabel Pujol


Universitat Autònoma de Barcelona-Universitat de Girona
Viejas y nuevas aproximaciones
al concepto de parasíntesis

David Serrano-Dolader
Universidad de Zaragoza

1. La parasíntesis en las lenguas románicas: breve repaso


historiográfico

La heterogeneidad e inestabilidad en la utilización del término y del concepto


de parasíntesis se arrastra desde su propia acuñación en la antigüedad greco-
latina. Parasíntesis es un término que se remonta a los gramáticos griegos,
los cuales denominaron παρασύνθεσις al proceso de formación de derivados
—y en ocasiones también compuestos— tomando como base compuestos
(véase Lindner, 2011: 17-19). El resultado de tal proceso era denominado
παρασύνθετον. En la gramática latina, este último término se reelabora como
decompositum. Mientras que esta terminología se sigue utilizando —aunque
con cierta parsimonia— de la misma forma en diversas tradiciones filológi-
cas (véase, por ejemplo, Henzen, 1957: 222, en alemán “Dekomposita oder
Parasyntheta”), en la filología románica ha sufrido un cambio semántico,
aplicándose hoy en día a un proceso de formación de palabras en el cual un
prefijo y un sufijo son adjuntados simultáneamente a una base léxica (véase
Darmesteter, 1975; Elliot, 1884; Malkiel, 1941; Allen, 1981; Crocco Galèas y
Iacobini, 1993; Brachet, 1999; Iacobini, 2010, etc.).
De este modo, la parasíntesis ha sido descrita tradicionalmente en la lin-
güística románica como un proceso de formación de palabras que añade a
una base un prefijo y un sufijo de modo simultáneo: fr. embarquer, enliasser,
empoisonner; it. allupare, imbestiare, assordare; esp. engordar, agravar, endiosar;
port. abaixar, apedrejar, ensurdecer; cat. embrutar, enarcar, emblanquir. No es
un fenómeno operativo en lenguas como el inglés, a excepción de ejemplos
peculiares (ingl. embolden, enliven). Es evidente que, dejando de lado ahora las
posibles discrepancias terminológicas, este proceso presenta una clara herencia
latina: lat. ac-cord-are, de-calc-are, ex-cortic-are, per-agr-are, trans-fret-are, in-
quiet-are, in-carcer-are.
10 David Serrano-Dolader

El hecho de que el concepto de parasíntesis se haya asentado en la mor-


fología de las lenguas romances (véase Reinheimer-Rîpeanu, 1974), no ha
traído consigo ni su común aceptación por los romanistas, ni un acuerdo so-
bre qué deba entenderse como formación parasintética, ni la unanimidad en
la delimitación de este tipo de formaciones en cada lengua románica (véase
Serrano-Dolader, 2015).
Aunque es tradición obligada empezar a trazar la historia de la parasín-
tesis románica a partir del nombre del lingüista francés Darmesteter, parece
conveniente detenerse previamente en una figura casi desconocida y que,
antes que Darmesteter, ya atisbó algunas de las cuestiones que aquí estamos
tratando: Butet de la Sarthe, autor de varias obras de carácter didáctico,
como un manual de lexicología y otro de lexicografía. La referencia a este au-
téntico precursor en el estudio de la parasíntesis aparece en un reciente libro
que, en lo que se me alcanza, es aún poco conocido en España. Me refiero
a la obra de Franziska Heyna: Étude morpho-syntaxique des parasynthétiques
(Les dérivés en dé- et en anti-). En la medida en que puede resultar novedoso,
voy a detenerme un momento en este casi desconocido autor, si bien sea
solo para salpimentar este artículo con una breve nota sobre historiografía
lingüística.
En la lingüística francesa, en la que se centra el libro de Heyna (2012),
el interés por los mecanismos de formación de palabras surge a lo largo
del siglo xix junto con la gramática histórica o histórico-comparada. En el
ámbito de la morfología, la gramática histórica se preocupa esencialmente
de los fenómenos flexivos y no aborda las cuestiones lexicogenéticas sino en
la óptica más general de las investigaciones diacrónicas y etimológicas. Es
pues cierto que, antes de los trabajos de Darmesteter, no existe un tratado
exhaustivo consagrado a la morfología de la lengua francesa.
No obstante, Butet de la Sarthe merece ser mencionado por su contri-
bución a la descripción de los “composés-dérivés”, etiqueta que utiliza para
denominar a las formaciones parasintéticas. Inspirándose en el método de
las nomenclaturas botánicas y químicas, Butet procede a una descomposi-
ción analítica de los derivados, en el marco de una descripción lexicológica
de las palabras construidas. En sus investigaciones, es uno de los primeros en
proponer una descripción semántica coherente del sistema afijal del francés.
Aunque solo sea en aras de la exactitud histórica, resulta pertinente preci-
sar que las primeras descripciones de formaciones denominadas “parasinté-
ticas” se remontan a Butet. En su inventario del verbo francés, identifica un
tipo peculiar de verbos construidos que él califica de “genre mixte”:
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 11

Il existe un genre de construction de verbes français que j’appelle mixte, tenant en


même temps à la composition et à la dérivation, parce que ce genre de verbes se
forme par l’addition simultanée1 d’une préposition et d’une des deux terminaisons
ir ou er aux mots qui servent de bases à ces verbes de construction française, sans
l’intermédiare de la composition ou de la dérivation isolément considérées […]
(Butet, 1818: 78-79).

En este párrafo se traslucen con claridad las características esenciales de la


parasíntesis que aparecerán de manera recurrente en descripciones ulteriores
de toda la lingüística románica. Aunque no aportaré ahora un compendio de
citas textuales de la obra de Butet, quede claro que este autor, dentro de una
concepción concatenativa de la formación de palabras, reflexionará también
de modo explícito sobre la inexistencia de etapas intermedias ([prefijo + base]
o [base + sufijo]) en su caracterización de este proceso lexicogenético. Igual-
mente hace reiteradamente explícita la condición de “proceso simultáneo” en
la composición (o sea, unión de preposición a la base) y en la derivación (o sea,
la unión con la terminación verbal). Y pondrá así especial interés en demostrar
que estos “compuestos-derivados” no son fruto del mismo proceso lexicoge-
nético —ni de las mismas pautas de construcción semántica— que los verbos
prefijados sin más.
En fin, para reconocer a Butet el papel que merece dentro de la historia del
fenómeno que aquí estamos tratando (la parasíntesis), baste con una última cita:

Les verbes précités —affranchir, assourdir, accoutumer, emprisonner— doivent être


analysés comme des composés-dérivés des locutions à franche, à sourde, à coutume
et en prison, desquelles les prépositions composantes se sont incorporées aux mots
qu’elles précèdent, en même temps2 que ces mots ont servi de base aux verbes qui
s’en sont déduits (Butet, 1818 : 79).

A pesar de este y algún otro posible antecedente directo o indirecto, como es


bien sabido fue Darmesteter (1875), quien consagró el uso del término parasíntesis:

Cette sorte de composition est très-riche: les mots qu’elle forme, et que l’on dé-
signe du nom de parasynthétiques, offrent ce remarquable caractère d’être le résultat
d’une composition et d’une dérivation agissant ensemble sur un même radical,
de telle sorte que l’une ou l’autre ne peut être supprimées sans amener la perte
du mot. C’est ainsi que de barque l’on fait em-barqu-er, dé-barqu-er, deux com-

1
La negrita es mía.
2
La negrita es mía.
12 David Serrano-Dolader

posés absolument uns et dans lesquels on ne retrouve ni les composés débarque,


embarque, ni le dérivé barquer, mais le radical barque. La langue tire les deux com-
posés immédiatement du radical, sans l’aide d’aucun intermédiaire (Darmesteter,
1875: 79-80).

Como puede observarse, el uso que Darmesteter hace de parasíntesis sigue


la tradición clásica en la medida en que considera el em- de embarquer y el
dé- de débarquer como preposiciones y no como prefijos y, por lo tanto, consi-
dera a la combinación de esas preposiciones con la base barque como casos de
composición. Sin embargo, cuando a lo largo del siglo xx elementos del tipo
em- o dé- pasaron a ser considerados prefijos, consecuentemente el término
parasíntesis vino a ser reinterpretado como el uso simultáneo de prefijación y
sufijación en vez de composición y sufijación.
Esta tradición terminológica se asentó en lingüistas románicos de prin-
cipios del siglo xx y de muy variadas procedencias: Menéndez Pidal (1904:
130), Nyrop (1908: 206) o Thorn (1909: 8).
En la gramática tradicional de las lenguas románicas ha existido cierto con-
senso en la necesidad de fijar como condición necesaria la simultaneidad de la
doble afijación, al tiempo que se ha intentado diferenciar a estas formaciones
de otras en las cuales la presencia de prefijos y sufijos es fruto de procesos su-
cesivos: Alemany Bolufer (1920: 152), Brøndal (1943: 125), Badía Margarit
(1962: 394-395), Lloyd (1964: 736), Malkiel (1966: 314), Tekavčić (1968:
145), Reinheimer-Rîpeanu (1973: 487), Brea (1977: 127-128), etc.
Fueron pocas las excepciones a esta visión restrictiva de la parasíntesis.
Tollemache (1945: 110) parte de una perspectiva más amplia, pero acabará
reservando el nombre de parasintéticos para aquellas voces en las que los proce-
sos de afijación sean conjuntos (denominados por él “parasinteti simultanei”).
Excepcionalmente, Asan (1965) sí defiende una visión ampliada de la para-
síntesis, que engloba tanto a las formaciones que resultan de aplicar simultá-
neamente prefijo y sufijo como a las que ofrecen ambos afijos como fruto de
procesos sucesivos.
En suma, la visión tradicional define como parasintética a toda forma-
ción constituida por una base léxica (X) sobre la que actúan solidariamente
un prefijo (p) y un sufijo (s), siempre y cuando se cumpla la condición de
la inexistencia previa de las formaciones [p + X] o [X + s]. No obstante, la
reflexión sobre diversos problemas atingentes a la delimitación del concepto
de parasíntesis ha llevado a estudiosos de muy diversas orientaciones teóricas
a poner en tela de juicio en los últimos años el concepto de parasíntesis en las
lenguas románicas (véase Serrano-Dolader, 1995).
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 13

Fuera de la lingüística románica, este uso especial de parasíntesis / para-


sintético es raro, lo que no significa que los fenómenos mencionados no exis-
tan. Simplemente son tratados bajo diferentes epígrafes, como por ejemplo,
“prefixal-suffixal formations” (u otros términos).

2. Algunos problemas en la delimitación de la parasíntesis

2.1. Criterios semánticos en el análisis de las formaciones parasintéticas

Para ofrecer una delimitación ajustada del concepto de parasíntesis, resulta


necesario completar el análisis formal con algunas consideraciones semán-
ticas. No es suficiente con que esté testimoniada una de las supuestas eta-
pas intermedias ([p + X] o [X + s]) para negar el carácter parasintético de
una formación. Habrá que verificar si dicha formación intermedia tiene una
configuración semántica que permita sostener que es a partir de ella desde
donde se crea la formación que es objeto de análisis. Así, la caracterización
parasintética de embaldosar ‘poner baldosas’ quedaría en entredicho si nos
basáramos en la existencia de baldosar ‘poner baldosas’, que corresponde
formalmente a la etapa [X + s]. Será el análisis semántico de los miembros
del paradigma formado por embaldosar / baldosar / baldosa el que permita
afirmar que la forma baldosar (‘poner baldosas’) no debe ser considerada
base para la creación de embaldosar (‘poner baldosas’), sino que una y otra
se crean a partir del sustantivo baldosa, por lo menos desde una perspectiva
sincrónica. En mi opinión, resulta sincrónicamente irrelevante el hecho de
que la morfología histórico-diacrónica pudiera fijar en determinados casos
una orientación derivativa diferente.
Por otra parte, las peculiaridades semánticas de una formación pueden
permitir que la misma sea analizada de diferentes maneras. Por ejemplo, des-
nivelar puede ser sometido a dos interpretaciones semánticas que se corres-
ponden con dos análisis formales: desnivelar1 (‘hacer perder el nivel’) (nivel
> des + nivel + ar); desnivelar2 (‘acción opuesta a nivelar’) (nivel > nivelar >
des + nivelar).

2.2. Palabras existentes y palabras posibles: el binarismo estructural

Dos postulados del análisis morfológico parecen poner en tela de juicio la


operatividad del concepto de parasíntesis.
14 David Serrano-Dolader

a) La Word Based Hypothesis:

All regular word-formation processes are word-based. A new word is formed by


applying a regular rule to a single already existing word. Both the new word and
the existing one are members of major lexical categories (Aronoff, 1976: 21).

b) La Binary Branching Hypothesis, según la cual cada WF-Rule agrega uno


y solo un afijo a la base cada vez. De ahí se infiere que la estructura interna de
cualquier derivado ha de ser obligatoriamente binaria.
Diferentes propuestas, presentadas por Corbin y por Scalise, se basan en
dos líneas de reflexión:
1. La capital importancia que la aceptación del concepto palabra posible
tiene en la consideración de la parasíntesis.
2. La posibilidad de presentar un análisis de los parasintéticos que salva-
guarde el principio binario de la estructura de toda formación derivada.

2.2.1. Reflexión sobre la Word Based Hypothesis

Corbin (1980) critica el exceso de semanticismo en la interpretación de estas


formaciones y aboga por una separación entre el nivel morfológico y el nivel
semántico en las reglas derivacionales.
Reflexiona sobre la (in)existencia de etapas intermedias como criterio de
definición de los parasintéticos. Parte de una premisa básica, en virtud de la
cual las nociones de “existencia” y de “inexistencia” son ambiguas y, por ello,
rechazables. Resulta más adecuado basarse en la distinción entre, por un lado,
palabra atestiguada en corpus o diccionarios y, por otro lado, la posibilidad de
existencia de una palabra en la lengua (véase Corbin, 1980: 183). Las palabras
atestiguadas y las palabras posibles no atestiguadas deben tener absolutamente
el mismo estatuto en la gramática: resulta legítimo derivar una palabra de una
base no atestiguada pero posible, de modo que el que no esté atestiguada una
etapa intermedia entre el derivado y la base no resulta un argumento convin-
cente a favor de un análisis parasintético (véase Corbin, 1980: 191).

2.2.2. Reflexión sobre la Binary Branching Hypothesis

La Binary Branching Hypothesis sostiene que las propiedades de ramificación


de las reglas de formación de palabras pueden ser, exclusivamente, binarias.
Se basa en que la operación morfológica que se sigue de una WF-Rule puede
suponer la adjunción de uno y solo un afijo a una palabra. De ahí se deriva
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 15

la imposibilidad de admitir análisis ternarios para los parasintéticos, ya que


presentarían en un mismo nivel a prefijo, base y sufijo. Ello implicaría que
dos afijos (prefijo y sufijo) se han unido a la base a través de una sola regla de
formación de palabras.
Scalise (1984: 202-208 y 1986: 146-150) reflexiona sobre el estatuto del
prefijo y del sufijo —la vocal temática— de los verbos parasintéticos. Según él,
los parasintéticos son formaciones en dos etapas: en la primera (sufijación) se
genera una palabra posible pero no necesariamente existente y en la segunda
(prefijación) se genera ya la palabra completa (véase Scalise, 1984: 204). Se
adhiere al reconocimiento de las palabras posibles como base potencial para
una posterior derivación y salvaguarda el binarismo estructural de los parasin-
téticos: [ [en] [ [gord] [ar] ]V ]V.
Corbin (1980, 1987) y Alcoba (1987) formulan explicaciones binaristas, aun-
que divergentes en la estructura que proponen para la formación parasintética.
Corbin parte de dos principios fundamentales:
1. El prefijo sí puede cambiar la categoría de la base sobre la que se aplica.
2. El sufijo de infinitivo no es un afijo derivativo sino flexivo.
Su propuesta de análisis para los verbos que ofrecen una forma del tipo
[prefijo (X)N/ Adj. afijo infinitivo]V sería interpretarlos como procedentes de una
simple prefijación: [prefijo + (X)N/ Adj.]V. Niega la existencia de la parasíntesis
verbal y mantiene el análisis binario de este tipo de derivados.
Alcoba (1987) propone mantener un análisis binario de los supuestos pa-
rasintéticos, unificados bajo el esquema general: [ [ [Pref ] [X] ]X [Suf ] ]V. Se
basa en dos postulados opuestos a los de Corbin:
1. La vocal temática de los parasintéticos es siempre verbalizadora.
2. El prefijo no interviene en asignar a dicha base su categoría gramatical.
Las propuestas de Corbin, de Scalise y de Alcoba coinciden en proponer
un análisis binario para las supuestas formaciones parasintéticas, pero divergen
entre sí en la organización estructural de las entidades léxicas que entran en
juego y en las implicaciones categoriales que se derivan.

3. Parasintéticos por antonomasia: los verbos parasintéticos en las


lenguas románicas

La mayoría de discusiones teóricas sobre la parasíntesis en las lenguas romances


se ha centrado en los verbos, por ser los ejemplares más representativos de di-
cho procedimiento de creación léxica. En este ámbito, tres son los principales
16 David Serrano-Dolader

problemas que se han abordado: el estatuto morfológico de la terminación


de infinitivo, el papel categorial y semántico desempeñado por el prefijo, y la
relación entre parasíntesis y circunfijación.

3.1. La desinencia de infinitivo: ¿morfema flexivo y/o morfema derivativo?

1. La gramática tradicional partía de la base comúnmente aceptada del carácter


derivativo de la desinencia de infinitivo y aplicaba tal visión en el análisis de los
parasintéticos. Sostienen esta línea todos aquellos autores que han definido la
parasíntesis como una aplicación simultánea de procedimientos compositivos
(i.e. la prefijación) y derivativos (i.e. la sufijación del infinitivo).
2. Esta perspectiva tradicional se mantiene en estudios posteriores, pero ha
habido un creciente rechazo de la misma. Corbin señala algunos argumentos
contrarios al reconocimiento del afijo de infinitivo como sufijo derivativo (Cor-
bin, 1987: 124-129) y advierte que el afijo de infinitivo no debe identificarse
con un sufijo. Los seudoparasintéticos verbales no son, por lo tanto, sino casos
de prefijación: [ (en)af [barque]N ]V; [ (a)af [long]A ]V (véase Corbin, 1987: 129).
3. Algunos estudiosos han señalado que el sufijo verbal tiene como misión
marcar el carácter verbal de la formación, de modo que se le ha catalogado
como: suffixe lexical, suffixe de la conjugaison, suffixe lexico-grammatical, suffixe
modal (véase Reinheimer-Rîpeanu, 1974: 18).
Esta línea representa una corriente explicativa para la que la presencia de la
terminación de infinitivo se explica en la medida en que el verbo, para ser tal
verbo, debe tener una determinada configuración (véase Pottier, 1962: 258 y
ss.; Thiele, 1984: 19; Mascaró, 1985).
4. Otra posibilidad interpretativa es la de reconocer en la desinencia de
infinitivo tanto valor flexivo como valor derivativo:
a) Si se considera el infinitivo como integrante del paradigma verbal, su de-
sinencia debe ser calificada como flexiva: en engord-ar, engord-amos, engord-aste;
-ar, -amos, -aste son flexivos.
b) Si se considera el infinitivo como integrado en un paradigma de deriva-
ción, su desinencia es derivativa: gordo (adj.) > engordar (verbo), de donde se
deduce que [(en)…ar] es morfema derivativo (véase Dubois, 1962: 19).
5. Ha habido también propuestas que se apoyan en la existencia de un mor-
fema cero y que reflexionan específicamente sobre el valor de la vocal temática.
Llamó la atención sobre la cuestión Hockett (1947) al proponer que en
cantar hay que distinguir dos morfemas, cant- y -r, mientras que la -a- (“con-
jugation vowel”) puede ser interpretada como un “empty morph” (un morfo
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 17

que carece de significado específico y que no corresponde a morfema alguno).


En Hockett (1950) se abandona el concepto de “empty morph” y se integran
las vocales temáticas dentro de una categoría especial de morfemas llamados
“señales estructurales”: una determinada vocal temática nos informa de que el
radical verbal pertenece a una específica clase morfémica en su flexión.
La propuesta de Reinheimer-Rîpeanu (1972 y 1974) afecta directamente
a los parasintéticos. Sugiere la presencia permanente de un derivativo cero,
nominal o verbal, que se combina con los temas de base y que permite a estos
recibir, respectivamente, marcas flexivas nominales o verbales. Los parasintéti-
cos serían tales, no porque la terminación de infinitivo sea interpretada como
un derivativo que actúa conjuntamente con un prefijo sobre una determinada
base, sino porque existe un sufijo permanente que caracteriza a la unidad, y
que puede ser realizado con pleno derecho como sufijo cero. No obstante, en
algunos casos el derivativo verbal se actualiza de modo diferente a cero. Así,
a partir de fr. rouge-, podemos obtener un verbo a través de un derivativo
verbal cero ([roug+Ø+ir]), o a través de un derivativo verbal distinto de cero
([rouge+oy+er]).
El concepto de ‘morfema cero’ resulta de interés para el análisis de for-
maciones inglesas del tipo father (sust.) > to father Ø (verbo), como propone
Marchand (1955: 7). El problema afectaría directamente a la cuestión de la
parasíntesis para ejemplos tipo slave (sust.) > enslave (verbo), ya que su análi-
sis podría ser: [en+slave+Ø], que responde al esquema parasintético. Para los
lingüistas que apoyan que la verbalización de las bases se produce a través de
un sufijo cero, la parasíntesis dejaría de ser un procedimiento singular de las
lenguas románicas: tanto en formaciones románicas tipo amor > enamorar,
como en formaciones inglesas tipo noble > ennoble podría sostenerse que la
verbalización se produce gracias a la operatividad de un mismo sufijo cero (en-
amorØar, ennobleØ) (véase Padrosa Trias, 2007, tanto para los verbos catalanes
como para los verbos ingleses prefijados con en-).
La discusión sobre el carácter flexivo o derivativo de la terminación de in-
finitivo ha llevado incluso a diferenciar entre parasíntesis generada por sufijo
derivativo (port. en+surd(o)+ec+er, con derivativo -ec-) y parasíntesis generada
por sufijo flexivo (port. a+baix(o)+ar, con flexivo -ar) (véase Mrad de Moura
Valente, Castro da Silva, Gonçalves y Leitão Almeida, 2009).
6. Algunas de las propuestas vistas pueden integrase en una visión globa-
lizadora del fenómeno de la parasíntesis (véase Serrano-Dolader, 1995). El
carácter derivativo de la terminación del infinitivo —o de parte de ella— pa-
rece plausible. Si la flexión no puede cambiar la categoría de la base, resulta
18 David Serrano-Dolader

evidente que en líder (sust.) > liderar, atrás (adv.) > atrasar, curioso (adj.) >
curiosear, el cambio de categoría obliga a pensar en que el elemento añadido
a la raíz —o parte de él— debe ser considerado como derivativo transcate-
gorizador. Consecuentemente, resultaría incoherente reconocer carácter de-
rivativo a tal desinencia en esos verbos y pretender asignarle otra naturaleza
en las formaciones parasintéticas del tipo bribón (adj.) > abribonar, prisión
(sust.) > aprisionar.
Una posible interpretación para el mantenimiento del carácter parasinté-
tico de todo el paradigma verbal —y no solo del infinitivo— se halla en cifrar
en la vocal temática dicho valor derivativo (véase Scalise, 1984: 205).
Como se defiende en Serrano-Dolader (1995), una propuesta de este tipo
puede ser igualmente aplicable al análisis de las formaciones parasintéticas que
parecen ofrecer un sufijo complejo. Así, ejemplos como esp. entristecer, anochecer,
encanecer o port. enrouquecer, esbravejar seguirían presentando como elemento
verbalizador a la vocal temática correspondiente, por lo que no parece necesario
reconocer carácter transcategorizador o verbalizador a los afijos -ec- o -ej-.
Por otra parte, existen formas conjugadas en las que es difícil localizar la
vocal temática. En realidad, el derivativo verbal puede venir explicitado por
una vocal temática (como en el infinitivo) o por un morfema cero, que prece-
de a los flexivos verbales: engordAr, angordAmos, engordØo.
En suma, la vocal temática —o su alomorfo cero— presenta una doble
naturaleza:
a) Morfema derivativo, si se considera el verbo como derivado de base previa.
b) Morfema inherente a la categoría verbal, si se considera el verbo —deri-
vado o no— en su correspondiente paradigma de flexión.
Con ello se salvaguarda el valor derivativo de la misma en los verbos para-
sintéticos y queda a salvo el propio estatuto de estos (véase Serrano-Dolader,
1995).

3.2. Función del prefijo en los parasintéticos. Estructura de los verbos parasintéticos

3.2.1. Sobre el (supuesto) valor transcategorizador del prefijo

1. Numerosos lingüistas han reconocido en la parasíntesis una excepción al


principio según el cual la prefijación no permite una transcategorización de
la base. De este modo, ya Hall (1948: 136-165) incluye los casos tradicional-
mente reconocidos como parasintéticos dentro de la prefijación exocéntrica (y
en pareja línea se movieron Wagner, 1952: 54 o Tekavčić, 1972: 146).
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 19

La postura de Corbin merece especial atención: se ocupa del tema en re-


lación directa con los parasintéticos y su tratamiento del problema le lleva a
rechazar la existencia de verdaderos parasintéticos en las lenguas. El prefijo es
el único transcategorizador reconocible en los supuestos —y, para ella, inexis-
tentes— parasintéticos, ya que la desinencia verbal no tiene carácter derivativo
(véase Corbin, 1980: 188-190 y 1987: 129-131).
2. No han faltado opiniones opuestas a las señaladas (véase Scalise, 1984 y
Alcoba, 1987). Ambos niegan que el prefijo sea un transcategorizador en los
verbos parasintéticos pero sus propuestas difieren en la consecuente estructura
que debe presentarse para el análisis de dichas formaciones:

Para Scalise (1984): [pref. [ [X]N/A suf.]V ]V


Para Alcoba (1987): [ [pref. [X]N/A]N/A suf.]V

Presentan dos coincidencias: el sufijo verbal es el único que determina la


transcategorización de la base y el prefijo no modifica la categoría de la base.
La diferencia estriba en el agrupamiento que se hace, en cada caso, del prefijo
con el resto de constituyentes del parasintético.
Serrano-Dolader (1995) coincide con estos autores en la consideración del
prefijo como elemento no transcategorizador, no así en el análisis propuesto
por cada uno de ellos para explicar la estructura de los parasintéticos. En mi
opinión, la propuesta de Scalise no permite explicar las relaciones entre ver-
bos prefijados y verbos corradicales no prefijados que no están atestiguados,
y obvia que dichas relaciones son enormemente heterogéneas (véase también
Iacobini, 2010). Por su parte, la propuesta de Alcoba no presenta correlación
alguna con las manifestaciones directas observables en la lengua, ya que la
supuesta etapa intermedia no parece ni atestiguada ni posible.
3. Algunos lingüistas han planteado una hipótesis totalmente diferente a
la hora de interpretar la presencia del prefijo en los parasintéticos. Proponen
que estos verbos son resultado de una aglutinación de una preposición con
el nombre de la base: mettre en Bastille > embastiller, meter en barco > embar-
car. Ciertamente, tal tipo de proceso pudo desempeñar un cierto papel en la
conformación de los procesos parasintéticos en latín (in sinum > insinuare, e
limine > eliminare, in gurgitem > ingurgitare) pero no parece coherente mante-
ner esta línea para una interpretación sincrónica de las lenguas románicas tal
como operan en la actualidad. Muchos verbos denominales quedarían fuera de
esa interpretación al no haber coincidencia entre los prefijos que presentan y las
preposiciones y, por otro lado, la derivación a partir de bases adjetivas no podría
20 David Serrano-Dolader

tampoco someterse a este tipo de análisis (véase fr. alourdir, it. appesantire, port.
encurtar, etc.). La discusión sobre la posible interpretación de los parasintéticos
como fruto de un proceso de aglutinación preposicional ha llevado a posturas
enfrentadas (véase Serrano-Dolader, 1995 versus Lüdtke, 2005).
Como señala Iacobini (2010), para una caracterización de los verbos para-
sintéticos románicos, es necesario subrayar que AD- e IN-, así como el prefijo
EX- usado en su valor de ‘adquisición de una estado’, se diferencian de los de-
más prefijos por tres características: el prefijo no puede ser antepuesto de ma-
nera productiva a verbos; el prefijo no expresa un valor semántico delimitable
ni específico; la parasíntesis puede dar lugar a verbos que pertenecen a clases
flexivas que, fuera de dicho procedimiento, no son productivas (it. appiattire,
appuntire; fr. aplatir, appointir, alunir).

3.2.2. Parasíntesis y circunfijación: el concepto morfema discontinuo

Junto al reconocimiento del papel transcategorizador del prefijo o del sufijo


independientemente considerados, queda una tercera vía de análisis: la iden-
tificación de un afijo discontinuo que englobe inseparablemente a prefijo y
sufijo (véase Bosque, 1983: 131-140). Estas formaciones se aproximarían a
los casos de circunfijación que operan en lenguas como el alemán: trennen >
ge-trenn-t. La parasíntesis no surgiría por la aplicación simultánea de dos afijos
sino por la actuación de un único circunfijo, el cual sería responsable de la
orientación semántica del verbo educto.
Este planteamiento se enfrenta con varios problemas. En primer lugar, no
parece aplicable a los parasintéticos una definición de morfema discontinuo
como la de Harris:

Given some particular environment, if two morphemes X and Y depend on each


other so that neither occurs without the other (in that environment), we say that
X and Y constitute together one new morpheme Z which supply occurs in the
environment (Harris, 1945: § 4.1).

Es difícil mantener que en una serie como embalsamar, enmascarar, en-


turbiar deba reconocerse un morfema discontinuo [en---ar] apoyado en una
supuesta obligada copresencia del sufijo y prefijo. Hay que tener en cuenta que
existe también la correspondiente serie sinónima balsamar, mascarar, turbiar.
En segundo lugar, resulta injustificado hablar de un morfema discontinuo
en el que una parte tiene una función (la de transcategorizador) de la que
carece la otra.
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 21

Nada impide postular que nos hallamos ante dos morfemas independien-
tes entre sí pero que se aplican solidariamente sobre la base. Uno y otro con-
llevan implicaciones semánticas, y solo el sufijo participa en el proceso de
transcategorización (Serrano-Dolader, 1995). El hecho de que en algunos pa-
rasintéticos no pueda deslindarse el contenido aportado por el prefijo del con-
tenido aportado por el sufijo, no implica que ambos deban ser considerados
como un solo morfema. El prefijo y el sufijo de los parasintéticos parecen ser
morfológicamente independientes y ejercen funciones sintácticas y semánticas
distintas, de donde se deduce que su catalogación conjunta como un único
circunfijo es contraria al funcionamiento real de ambos afijos.
En suma, la delimitación del concepto de parasíntesis en las lenguas románi-
cas arrastra discusiones sobre aspectos de amplio alcance para la morfología, lo
que ha hecho que las opiniones al respecto sean plurales e incluso enfrentadas.
Por otro lado, hay que reconocer que la distinción de verbos parasintéticos
y no parasintéticos se apoya sobre un principio —el de la simultaneidad o soli-
daridad de aplicación de prefijo y sufijo— no siempre estable. En este sentido,
Iacobini (2010: 6) propone diferenciar entre verbos propiamente parasintéticos
y “verbes à double stade dérivationnel”. Los primeros serían aquellos en los que
el prefijo y el proceso de sufijación (o de conversión) actúan simultáneamente
como un solo afijo, de manera que en el prefijo es una marca explícita de la
transformación categorial verbal a partir de un nombre o de un adjetivo. Frente
a ello, los verbos con doble estadio derivativo (por ejemplo, décaféiner o désosser)
serían resultado de una verbalización previa del sustantivo de base, seguida de
una prefijación; con lo que se subraya la plausibilidad de un verbo (sea atestigua-
do, sea posible) del cual el verbo prefijado se diferencia semánticamente gracias
al aporte del prefijo. Ambos tipos de procesos de creación léxica eran operativos
en latín (decortico es un verbo creado en un doble estadio derivativo, accommodo
es un verbo parasintético), lo cual vendría a confirmar el carácter genuino de
este tipo de formaciones verbales precisamente en las lenguas románicas. En re-
sumen, la parasíntesis verbal es un proceso específico y diferenciado, cuyo origen
es claramente latino y que se ha heredado en las lenguas románicas, en las que ha
podido seguir caminos relativamente autónomos y propios.

4. ¿Existen otros tipos de formaciones parasintéticas?

Como hemos puesto de manifiesto, el estudio de la parasíntesis se ha circuns-


crito tradicionalmente al campo de la derivación verbal, pues en ella presenta
22 David Serrano-Dolader

su productividad más elevada. No obstante, también parecen existir en las


lenguas románicas diversos subtipos de adjetivos parasintéticos.
Al igual que en el campo de la derivación verbal, fue Darmesteter (1877)
quien llamó la atención sobre la posible existencia de parasintéticos dentro de
la categoría adjetiva. Se refería a las formaciones del tipo fr. sousmarin, ejemplo
que ofrece una peculiar composición lógica de las ideas, ya que el sentido de
la formación no puede identificarse como el resultado de la yuxtaposición de
sous y marin (como parecería sugerir un mero análisis formal) sino como fruto
de una operación de recomposición que da lugar al significado “relatif à ce qui
est sous la mer” (Darmesteter, 1877: 129; 1891-97: 24-25).
En los estudios de morfología léxica de las diferentes lenguas románicas,
se han señalado diversos grupos de formaciones adjetivas que podrían ser con-
sideradas parasintéticas (véase Serrano-Dolader, 1995: 155-184; 1999: 4730-
4744; 2012a):

a. Adjetivos participiales: anaranjado, achinado, aniñado; desvergonzado, desalma-


do, etc.
b. Adjetivos de oposición (anti-) y adhesión (pro-): antialcohólico, antifebril, anti-
gripal; progubernamental, proclerical, propolicial, etc.
c. Adjetivos con referencias privativas-negativas y adjetivos con referencias numera-
les: apétalo, acéfalo, imberbe, informe; monocorde, bimensual, trilingüe, tetrasílabo, etc.
d. Adjetivos que enmarcan referencias locativas-temporales relacionales: subma-
rino, intramuscular, interdigital, extrauterino, precolombino, postcolonial, etc.

Cada uno de estos grupos plantea espinosos problemas en relación con su


adecuación —o no— al estatuto de la parasíntesis. Los adjetivos integrados en
estos grupos presentan un estatuto heterogéneo y una caracterización morfoló-
gica discutible, lo que ha generado posturas encontradas entre quienes aceptan
la caracterización parasintética de todos o algunos de estos grupos y quienes
rechazan la existencia de la parasíntesis adjetiva en las lenguas romances. La
discusión sobre el estatuto parasintético de estos heterogéneos grupos de adje-
tivos afecta a cuestiones teóricas y descriptivas de amplio alcance en el análisis
morfológico: dificultades a la hora de marcar una determinada orientación
de los procesos derivativos, incidencia de la diacronía en la configuración de
estructuras morfológicas sincrónicamente analizables, relación entre análisis
formales y análisis semánticos (paradojas de encorchetado), etc. En virtud de
cuál sea la orientación teórica y el planteamiento descriptivo, los diversos es-
tudiosos discrepan a la hora de identificar, o no, estructuras trimembres en
este tipo de formaciones y, en consecuencia, discrepan en la catalogación de
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 23

las mismas dentro o fuera del marco de la parasíntesis. Baste con apuntar que
en este ámbito las posturas son, si cabe, todavía más divergentes que en el de
la parasíntesis verbal.

5. La parasíntesis en composición y el nuevo concepto de parasíntesis

Tanto los verbos como los adjetivos parasintéticos hasta ahora tratados se con-
figuran a través de la aplicación solidaria de prefijos y sufijos sobre una base
léxica (“parasíntesis por afijación”). De modo mucho más restringido, aunque
igualmente polémico, ha sido tratado en la tradición románica el caso de los
denominados “compuestos parasintéticos”.
La composición parasintética puede considerarse a grandes rasgos como un
procedimiento de creación léxica que consiste en la fusión de dos bases léxicas
—que conforman un compuesto no existente independientemente— con su
sufijo derivativo: [*[[macho] [hembra]] -ar] > machihembrar, [*[[corcho] [ta-
pon]] -ero] > corchotaponero.
Es este un procedimiento de formación de palabras marginal y no pro-
ductivo en las lenguas románicas, con muy escasos ejemplos y difícilmente
sistematizable. Por otro lado, la estructura subyacente a formaciones creadas
por composición y sufijación no siempre se corresponde con el molde de la
composición parasintética, puesto que puede ocurrir que la sufijación preceda
a la composición ([[casco] [[mul(a)] [-eño]]] > casquimuleño ) o que esta prece-
da a aquella ([[[sal] [pimienta]] -ar] > salpimentar), y en tales casos sufijación
y composición no actúan de manera solidaria y no dan lugar a parasintéticos.
Los parasintéticos en composición en las lenguas románicas han sido ob-
jeto de muy escasos estudios dada la heterogeneidad de las formaciones que
parecen responder al doble y solidario proceso de composición y sufijación.
Aunque el concepto de “parasíntesis en composición” no es nuevo dentro de la
romanística (Serrano-Dolader, 1995: 199-262), solo recientemente el término
—y el concepto— ha reaparecido en estudios referidos a lenguas muy diver-
sas (románicas, germánicas y eslavas), como se recoge en Bisetto y Melloni
(2008), en Melloni y Bisetto (2010), y en Serrano-Dolader (2012b).
Los procesos de configuración de estas formaciones están relacionados con
los procesos lexicogenéticos subyacentes a formaciones germánicas como los
denominados “synthetic compounds” (“Zusammenbildungen”, en alemán),
tales como los adjetivos posesivos del tipo ing. blue-eyed o al. rothaarig, así
como con formaciones nominales del tipo ing. truck driver, al. Lastwagen-
24 David Serrano-Dolader

fahrer. Puede verse, a este respecto, un estupendo resumen del estado de la


cuestión sobre los “compuestos sintéticos” en Neef (2015). La heterogeneidad
de este procedimiento de creación léxica, su discutido estatuto lexicogenético
y los resultados de su comparación con lenguas diferentes han dado lugar
a una ardua complejidad conceptual y terminológica. Los “synthetic com-
pounds”, sin embargo, no han sido estudiados bajo el rótulo de “parasíntesis”
ni en la lingüística germánica ni en la lingüística románica:

Synthetic compounds have a long history in the grammatical terminology, although


the concepts of synthesis and of its cognate parasynthesis have been used with vary-
ing success in the different linguistic traditions. For instance, while in Italy (and
partially in France), the concept of parasynthesis is fairly well established, the exact
correspondents of the Italian derivates are completely neglected in the English and
German tradition —at least in modern times. On the other hand, our main object
of investigation, namely synthetic compounds, are either completely neglected or
simply assigned to compounding in Italy (and in France) (Gaeta, 2010: 219).

A esta falta de acuerdo en la aplicación terminológica hay que sumar pro-


fundas discrepancias también cuando los estudiosos tratan de delimitar los
diversos subtipos de formaciones susceptibles de ser catalogadas, en las lenguas
románicas, como parasintéticos en composición (compárese Bisetto y Mello-
ni, 2008 o Melloni y Bisetto, 2010 con Serrano-Dolader, 2012b).
Más que para fijar una postura concreta ante este concepto de “parasín-
tesis en composición”, me interesa detenerme ahora en este tema ya que, de
aceptarse las propuestas que ahora plantearé, se abriría el camino hacia una
nueva delimitación del propio concepto de parasíntesis por una vía que, qui-
zás, pueda ser menos polémica y más laxa de la marcada por el concepto más
tradicional de parasíntesis.
Baste recordar, de entrada, que en mi opinión y como ya he dicho, los
“parasintéticos en composición” son fruto del doble y solidario proceso de
composición y sufijación (véase Serrano-Dolader, 1995: 199-262). En razón
de ello, serían parasintéticos en composición ejemplos como: corchotaponero,
doceañista, venenosalival, misacantano, machihembrar o mancornar. Serie que,
como tal, parece quedar como un reducto asistemático, heterogéneo y no pro-
ductivo en español.
¿Hay modo de hacer más operativo, económico, coherente e interlingüísti-
co el concepto de “parasíntesis en composición” y, en consecuencia, el propio
concepto genérico de parasíntesis? Ahora, y a diferencia de lo que yo mismo
pensaba hace unos años, creo que sí.
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 25

Lo que propongo que ahora cambie es la perspectiva global en la que debe


valorarse e integrarse el propio fenómeno de la parasíntesis en composición.
Lo que hasta ahora era considerado como un grupo residual de formacio-
nes en español (corchotaponero, doceañista, etc.) debe relacionarse con otras
formaciones españolas y de otros idiomas que también traslucen un proceso
lexicogenético de parasíntesis en composición. A ello dedicaré el resto de este
trabajo.
Nuestra propuesta unificadora —voluntariamente polémica— pretende
ajustar el concepto de parasíntesis en composición de manera que permita unifi-
car, cuando menos descriptivamente, formaciones de diversos idiomas y cuya
relación morfológica subyacente no ha sido suficientemente explicitada en los
estudios de morfología léxica. En concreto, junto a las formaciones parasinté-
ticas en composición típicas —aunque escasas— del español (corchotaponero,
doceañista, etc.), pretendemos ampliar la operatividad de este concepto tanto
en otros idiomas que no cuentan con esta tradición terminológica —de modo
que, por ejemplo, el inglés blue-eyed o el alemán rothaarig serán también para
nosotros parasintéticos en composición— como en el seno de la propia mor-
fología léxica del español y de lenguas cercanas —en concreto, defenderemos
que formaciones del tipo lavacoches, limpiabotas o abrebotellas son igualmente
otro tipo de parasintéticos en composición—.
Detengámonos, por lo tanto, en los “compuestos ternarios” adjetivales del
tipo blue-eyed (inglés) y rothaarig (alemán). En Serrano-Dolader (1995: 201 y
ss.), al intentar presentar la limitada operatividad del concepto de “parasíntesis
en composición” en la morfología léxica del español, ya hicimos referencia a la
posibilidad de que formaciones ampliamente representadas y productivas en
idiomas germánicos (especialmente tomamos como base el inglés y el alemán)
fueran, de hecho, ejemplos de la notable operatividad del proceso de compo-
sición parasintética. Proponíamos allí, y lo mantenemos ahora, que ejemplos
como los ingleses blue-eyed, long-tailed, red-bearded, four-footed o los alemanes
dickköpfig o rothaarig son fruto de un doble proceso lexicogenético simultá-
neo y solidario, por lo que son representantes genuinos de la parasíntesis en
composición en esos idiomas. El punto clave era que, en esas formaciones,
operaban dos procedimientos de formación de palabras (composición y sufi-
jación) y lo hacían de modo simultáneo en un solo proceso. Recientemente se
ha retomado esa caracterización inicial para un buen número de formaciones
tanto de lenguas románicas, como germánicas y eslavas, para las que se defien-
de que “the two word formation processes are intrinsically fused” (Bisetto y
Melloni, 2008: 235).
26 David Serrano-Dolader

En los últimos años, diferentes perspectivas teóricas han tratado de ajustar


la interpretación y el análisis de este tipo de construcciones desde diversos
puntos de vista. Así, por ejemplo, en el marco de la Construction Morphology
este tipo de formaciones han sido interpretadas como resultado de la fusión
(conflation) de dos plantillas de formación de palabras independientemente
desarrolladas: blue-eyed sería así el resultado de fusionar el esquema lexicoge-
nético de composición [Adj + Adj]Adj con el esquema lexicogenético de de-
rivación [N+ed]Adj. Por otra parte, y dentro de un configurational analysis, se
defendería más bien que la interpretación ajustada de este tipo de formaciones
solo es posible aceptando como base explicativa una interacción de la estruc-
tura morfosintáctica y de la estructura semántica de tales compuestos parasin-
téticos (es lo que de hecho se propone, particular aunque no exclusivamente
apoyado en el caso de las lenguas eslavas, en Bisetto y Melloni, 2008, y en
Melloni y Bisetto, 2010).
Independientemente de que se adopte una u otra perspectiva, en todo caso
estas formaciones representan una peculiar mezcla de composición y de deriva-
ción. Son formaciones que comparten con los synthetic compounds el hecho de ser
complejos aparentemente ternarios, pero se diferencian de ellos porque las forma-
ciones que ahora nos ocupan presentan composición y derivación como procesos
no nítidamente separables en el desarrollo de su configuración morfológica.
El hecho de que este subtipo peculiar de parasintéticos en composición no
parezca particularmente operativo en español o en otras lenguas románicas no
desacredita la validez del concepto de “parasíntesis en composición” mismo.
Muy al contrario, la relativa abundancia y productividad de estas formaciones
en lenguas germánicas (alemán, inglés, holandés, etc.) y la masiva presencia
en las lenguas eslavas no hace sino validar la operatividad de la existencia de
la parasíntesis en composición como proceso lexicogenético diferenciado y
operativo dentro de las posibilidades de creación léxica de las lenguas, aun
cuando los diversos subtipos de parasintéticos en composición, que muestran
desigual vitalidad en las diversas lenguas, puedan ser notablemente diferentes
(véase Melloni y Bisetto, 2010).
Ahora detengámonos en los “compuestos sintéticos” españoles del tipo la-
vaplatos, sacacorchos, abrebotellas y en los “synthetic compounds” ingleses del
tipo truck driver.
Los compuestos españoles del tipo [VsufN+N] (lavaplatos, sacacorchos,
abrebotellas) han sido calificados en la literatura especializada como “compues-
tos verbales” o “compuestos sintéticos”. Se caracterizan por estar formados por
un nombre deverbal —el núcleo de la construcción léxica— y por un nom-
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 27

bre subordinado que, en general, es interpretado como un argumento interno


del verbo subyacente. Estas formaciones, de valor agentivo y/o instrumental,
siguen en español el mismo orden núcleo+complemento que encontramos
en las estructuras de la sintaxis (abrebotellas-abridor de botellas) pero se parti-
cularizan porque, por lo menos aparentemente, no conservan en el nombre
deverbal la sufijación nominalizadora explícita (abre- frente a abridor). Como
es bien sabido, en lenguas como el inglés, este tipo de formaciones se configura
habitualmente de modo bien diferente: en truck driver —ejemplo paradigmá-
tico de los “synthetic compounds” ingleses— no se sigue el orden de la sintaxis
en el posicionamiento del núcleo y el complemento (truck driver-driver of
trucks) y el nombre deverbal sí conserva sin modificaciones la sufijación nomi-
nalizadora explícita (-driver junto a driver (of trucks)).
Sin poder entrar en profundidad en la polémica discusión sobre cuál sea
el análisis más ajustado para los “synthetic compounds” ingleses, estamos de
acuerdo con la opinión mayoritaria entre los estudiosos, según la cual el verbo
se nominaliza primero y luego un sustantivo se adjunta a él, sustantivo que he-
reda una relación temática o argumental con el nombre deverbal que es núcleo
de la formación compuesta. En suma, el esquema subyacente a una formación
como taxidriver es simplemente [[taxi][driver]] o, dicho de otro modo, en
nuestra opinión el sustantivo compuesto taxidriver sería un compuesto con
estructura [N+N]N, con la nada exótica particularidad de que el N que ocupa
la segunda posición es un sustantivo deverbal previamente derivado. Este tipo
de composición inglesa debería, por lo tanto, quedar fuera de la composición
parasintética pues, como hemos dicho, no se da en su configuración una si-
multaneidad ni solidaridad entre el proceso compositivo y el proceso deri-
vativo subyacentes, lo cual es tanto como decir que estas formaciones sí son
compuestos pero no son parasintéticos.
Esta catalogación arrastra, como veremos inmediatamente, a otras for-
maciones compuestas del español que siguen el modelo configuracional in-
glés. Efectivamente, en la bibliografía sobre formación de palabras en espa-
ñol, también se ha subrayado la existencia de otros subtipos de formaciones
que, igualmente, han sido englobados dentro de la categoría de “compuestos
sintéticos”: subtipo gastoadicto, subtipo publicontratación, subtipo ruidofabri-
cante. Obsérvese que particularmente el último subtipo responde al esquema
N+VsufN —con orden inverso al de los ejemplos de sustantivos agentivos o
instrumentales sí productivos en español del tipo lavaplatos—. En nuestra
opinión, estas formaciones, muy dignas de estudio por otras razones (véase
el excelente análisis de Varela y Felíu, 2003), son compuestos que no guardan
28 David Serrano-Dolader

relación alguna con el concepto de “parasíntesis” que nos ocupa ahora por
más que, desde otros puntos de vista, sí mantengan evidentes semejanzas con
el tipo lavaplatos —amén de la notable diferencia de presentar el núcleo a la
derecha— y muy particularmente con el tipo inglés truck driver cuyo modelo
parecen seguir esos otros casos del español, por lo que su esquema lexicoge-
nético es exactamente el mismo que el de los “synthetic compounds” ingleses:
[N+N]N. Parece, por tanto, que ni los “synthetic compounds” ingleses del tipo
taxi driver ni los compuestos sintéticos españoles que siguen el modelo inglés
pueden ser caracterizados como formaciones parasintéticas.
Queda por analizar, no obstante, el otro gran grupo de “compuestos sintéti-
cos” españoles que sí siguen en su formación pautas vernáculas de configuración
morfológica: abrelatas, sacacorchos, lavaplatos, destripaterrones, etc. Además de
las características apuntadas más arriba —en cuanto al orden de aparición del
constituyente nuclear y a la aparente no explicitación del sufijo deverbal nomi-
nalizador en el núcleo—, estas formaciones presentan restricciones particulares
de interés en comparación con los otros tipos de “compuestos sintéticos” del es-
pañol que hemos caracterizado como no parasintéticos: solo pueden configurar
compuestos de significado agentivo o instrumental (no, por ejemplo, nombres
de acción); y la estructura argumental del nombre deverbal nuclear está plena-
mente legitimada en el ámbito de la sintaxis interna o sintaxis léxica del com-
puesto, sin posibilidad de proyectar fuera del compuesto ni siquiera adjuntos no
argumentales (compárese telepromoción de juguetes para niños con *lavaplatos con
calor, ejemplos de Varela y Felíu, 2003: 91-92). Ante tales discrepancias entre la
estructura, el funcionamiento y las restricciones de compuestos del tipo telepro-
moción y compuestos del tipo lavaplatos, no deja de resultar extraño que ambos
subtipos hayan sido considerados como representantes de un único y mismo
tipo genérico de composición (la “composición sintética”).
Sin entrar a discutir a fondo la cuestión de cuál sea el estatuto categorial
del primer constituyente de estos compuestos (¿qué es categorialmente lava-
en lavaplatos?) pero sí rechazando que sea una forma verbal conjugada —ni
es tercera persona del singular del presente ni es segunda persona de singular
del imperativo—, creemos que, independientemente de cuál sea en concreto
su caracterización —tema verbal, derivación nominal deverbal regresiva, no-
minalización con sufijo explícito (lavar > lava-N), conversión…—, es evidente
que se genera a través de un proceso lexicogenético, en la medida en que se
opera sobre el primer constituyente verbal un proceso capaz de introducir el
valor nominal (y el significado agentivo / instrumental). Del mismo modo, es
plausible considerar que la fusión en composición de esa forma con el segundo
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 29

constituyente de la formación (i.e. la unión de lava- con platos para conformar


lavaplatos) es también fruto de un proceso lexicogenético. A pesar de lo dicho,
somos conscientes de que, desde una postura más sintacticista que la nuestra,
cabría poner en tela de juicio el carácter estrictamente lexicogenético de esa fu-
sión en la medida en que se podría proponer que lo que ocurre es que ahí opera
una regla sintáctica sin más: adjuntar el objeto al verbo. Dejando al margen esa
posible consideración, por otro lado, parece posible defender que ambos pro-
cedimientos lexicogenéticos citados actúan simultánea y solidariamente ya que
en ninguno de los dos casos operaríamos con palabras existentes ni —lo que es
más relevante— con palabras posibles en español: ni la formación del deverbal
precede a la configuración del compuesto (*lava- no precede a lavaplatos); ni
la composición precede a la formación del nominal deverbal (*lavarplatos no
precede a la formación de lava-). Es cierto que, en determinados marcos teóri-
cos, esto podría ponerse en cuestión. Así, en sintaxis generativa se asume que
el objeto se une al verbo antes de que el verbo se invista de sus rasgos flexivos,
luego no sería raro llegar a proponer que una estructura [lav-platos] sufriera lue-
go un proceso de nominalización. Asumir que en lavaplatos lo que se produce
es una nominalización sobre el tema verbal ya complementado implicaría, en
cierto modo, que los dos procedimientos que coadyuvan a conformar lavapla-
tos no son en sentido estricto simultáneos sino que más bien estarían ligados
solidariamente: uno (la nominalización) se produce si y solo si se produce el
otro (la “complementación”). Por nuestra parte, podemos llegar a asumir que la
solidaridad define más exactamente que la simultaneidad el concepto de para-
síntesis que venimos defendiendo pero, como acertadamente nos señala en co-
municación personal el colega José Luis Mendívil: “De todas formas, no dejan
de ser metáforas guiadas por el modelo gramatical, pues no tenemos evidencia
empírica de los procesos mentales reales, ni creo que podamos tenerla”.
Obviando esas posibles interpretaciones en otros marcos teóricos, en nues-
tra opinión estamos ante formaciones que se generan solidariamente por la
actuación de dos procedimientos lexicogenéticos: uno de los cuales es, palma-
riamente, composición; y el otro, aun cuando pudiera incluso defenderse que
es una derivación no afijal, no deja de ser por ello un tipo de derivación (no
cabe duda de que lava- en lavaplatos es un VN). Lo que se produce, más bien,
es una nominalización interna en el proceso de composición; de manera que el
proceso de nominalización debe ser considerado como una parte del proceso
de formación del compuesto: son dos operaciones lexicogenéticas que actúan
solidariamente. En suma, son formaciones que, con pleno derecho, pueden ser
catalogadas como “parasintéticos en composición” en español.
30 David Serrano-Dolader

6. Conclusiones (o casi)

Para nosotros, la parasíntesis es un proceso peculiar —que se sirve, es verdad,


de procedimientos que pueden operar también fuera de ella: prefijación, sufi-
jación, composición…— para crear palabras en las lenguas (sean románicas,
germánicas, eslavas, etc.).
En términos abstractos, podríamos decir que los procedimientos morfoló-
gicos “existen”, son estáticos; mientras que los procesos morfológicos “se com-
portan” u “operan”, son dinámicos. Los procedimientos están a disposición
de los procesos, los cuales transforman las entradas en salidas léxicas mediante
la utilización de esos procedimientos que la lengua pone a su disposición. En
suma: el proceso de creación léxica se substancia a través de la aplicación de un
procedimiento (o más de uno, en el caso de la parasíntesis).
En nuestro planteamiento actual, interpretamos la parasíntesis como un
“proceso lexicogenético” más que como un “procedimiento lexicogenético”.
En concreto, es un proceso creativo que se sirve de procedimientos varios
combinados (en sus versiones más evidentes, sea prefijación y sufijación, sea
composición y sufijación). Lo peculiar de tal proceso, y lo que lo singulariza
en relación con los otros procesos de aplicación de los procedimientos lexico-
genéticos disponibles en las lenguas, es el hecho de que sea fruto de la aplica-
ción conjunta y solidaria de dos procedimientos de creación léxica. Desde este
punto de vista, y corrigiendo lo que hemos propuesto en otros lugares (véase
Serrano-Dolader, 1995 y 1999), lo significativo no es intentar defender el
carácter tripartito (y no binario) del que considerábamos entonces “procedi-
miento” parasintético, sino asumir que lo caracterizador y singularizador de la
parasíntesis es el hecho de que, como “proceso” léxico, combine solidariamen-
te dos procedimientos lexicogenéticos.
Hasta ahora —y entre quienes aceptamos la operatividad del concepto de
parasíntesis— podía resultar relevante dilucidar si en [en+gord+ar] se trasluce
una estructura tripartita [prefijo+base+sufijo] que salvaguarda la propia cata-
logación de ese verbo como parasintético; o una estructura bimembre (fruto
de la unión de una base con un solo y único afijo discontinuo en-…-ar), que
sería razón suficiente para negar el carácter parasintético del verbo. En la nue-
va perspectiva que proponemos, con ser importante la cuestión de si hay un
prefijo y un sufijo (esto es, dos afijos) o hay un solo afijo discontinuo, ello no
afectará a la catalogación parasintética de engordar pues, con una u otra inter-
pretación, lo significativo será la operatividad conjunta y en un solo proceso
de dos procedimientos lexicogenéticos.
Viejas y nuevas aproximaciones al concepto de parasíntesis 31

Esta perspectiva puede tener repercusión en la delimitación, extensión y


operatividad de la denominada parasíntesis por afijación (definida hasta ahora
como resultado de la aplicación conjunta y solidaria de prefijo y sufijo) (véase
Serrano-Dolader, 1995: 21-197). Por ejemplo, se puede plantear la posibili-
dad de llegar a ampliar la propia definición del concepto de parasíntesis en el
sentido en que puedan ser más de dos los procedimientos lexicogenéticos que
actúen solidariamente (así, en enhumedecer podría defenderse la aplicación
conjunta de prefijo, interfijo y sufijo). Otro ejemplo: si lo que caracteriza a la
parasíntesis es la aplicación solidaria y conjunta de dos procedimientos lexico-
genéticos, sería planteable asumir el carácter parasintético de un verbo como
caramelizar, en la medida en que cooperan en él interfijación (-iz-) —lo que
nos llevaría a tener que discutir si el interfijo es o no un morfema en sentido
estricto— y sufijación (-a-). Las lógicas limitaciones de espacio me impiden
profundizar ahora en estas cuestiones.
Por otro lado, y como ya quedó demostrado más arriba, esta perspectiva
puede contribuir también a extender, homogeneizar y reivindicar el carácter
no marginal e interidiomático —aunque heterogéneo en sus manifestaciones
concretas— de la denominada parasíntesis en composición (aplicación solida-
ria de composición y de otro procedimiento de creación léxica) (véase Serrano-
Dolader, 1995: 199-262).
Ante el creciente número de soldados-morfólogos que combaten en favor
de la eliminación del concepto de parasíntesis en los análisis lexicogenéticos, lo
que se está proponiendo aquí es una pacífica cruzada para, no solo mantener
su pertinencia y operatividad, sino para extenderla y consolidarla.

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Bloqueo y competición entre sufijos en la
formación de sustantivos deadjetivales del español1

Antonio Rifón Sánchez


Universidade de Vigo

1. Introducción

El mantenimiento de la relación uno-a-uno ha sido una constante en la teoría


morfológica. Ejemplos, más o menos explícitos, de ello son la hipótesis de la
base única, la del afijo único, la del núcleo a la derecha, la de ramificación
binaria, etc. o el morfo cero, acumulativo, vacío, etc.; cualquier desviación
de este tipo de relación ha sido vista como una irregularidad, por no decir, en
algunas ocasiones, casi como una aberración teórica.
Sin embargo, cuando un afijo se une a varios tipos de bases (superhombre,
supervalorar, superhumano/a), cuando un mismo afijo puede aportar varias sig-
nificaciones (llevadero/a, comedero, prendedero, mandadero/a) o en aquellos ca-
sos en los que un significado es designado por varios afijos (trapecista, soldador,
dibujante) es difícil mantener que la relación establecida sea de uno-a-uno.
En este artículo nos centraremos en la última de estas desviaciones de la rela-
ción uno-a-uno. Se analizarán los procesos morfológicos en los que, a una base
adjetiva, se le unen distintos sufijos (-ada, -(e/i)dad 2, -ería, -ez, -eza, -ía, -ismo,
-itud, -or, -ura) para generar sustantivos derivados con el significado morfológi-
co de ‘cualidad de X’. En este tipo de formaciones hay, entonces, varios sufijos
compitiendo por la creación de un único significado sobre la misma base adjetiva.
Esto implica que, puesto que no se forman todos los derivados posibles
con todos los sufijos, sino que algunos aparecen y otros no, debamos, en pri-
mer lugar, prestar atención a las condiciones en las que los derivados competi-
dores son creados, es decir, nuestro trabajo consiste en averiguar si hay alguna
pauta que regule cuándo estos derivados se forman y cuándo no.

1
Esta investigación ha sido realizada dentro del proyecto Estudio morfogenético del léxico
español. Referencia: FFI2012-38550. Ministerio de Economía y Competitividad. Periodo:
01/02/2013 a 31/01/2016.
2
A lo largo del estudio hemos tratado al sufijo -dad y sus variantes como si fueran sufijos
diferentes, de manera que existirán tres sufijos: -dad, -edad e -idad.
36 Antonio Rifón Sánchez

En segundo lugar, la aparición de varios derivados con el mismo significado


morfológico y diferente sufijo supone la convivencia, más o menos pacífica, entre
ellos, por lo que nuestro segundo objetivo será establecer cómo es esa convivencia.

2. Metodología y objetivos
Partiremos del concepto de bloqueo expuesto en Rainer (1988), de algunos
principios de la Complex Based Ordering de Hay (2002) y de las ideas sobre
competencia entre afijos expuestas en Rifón (2011) y Buenafuentes de la Mata
y Muñoz Armijo (2013).
Desde que Aronoff (1976: 43) formulase la idea de bloqueo como “[…] the
nonoccurrence of one form due to simple existence of another”, el bloqueo ha
sido un proceso muy estudiado. Aunque se trate de un fenómeno algo escurridi-
zo, lo primero que se ha demostrado de él es que la formulación de Aronoff no
podía explicar toda su complejidad.
Esta propuesta achaca el bloqueo de la formación de un derivado a la exis-
tencia de otra palabra (derivada o simple) sinónima; como indica Bauer (2001:
136) el ejemplo citado usualmente en inglés es el de que stealer no existe porque
es bloqueada por thief. Se puede usar el mismo ejemplo para el español: no existe
robador porque es bloqueada por ladrón, pero esto no es del todo cierto, ni para
el inglés, ya que, como señala el propio Bauer, “The example is interesting, not
least because it is not strictly true”, ni para el español, pues robador se docu-
menta desde 1208, aunque ha variado su uso y ha especializado su significado.
Parece, pues, que la simple coincidencia sinonímica no provoca el bloqueo, ya
que este es un proceso algo más complejo.
Rainer (1988: 164) diferencia dos tipos de bloqueo: token blocking y type
blocking. Para el primero, el que es de interés ahora, establece tres condiciones: la
condición de sinonimia, ya vista, la condición de productividad y la de frecuen-
cia. Sobre estas dos últimas indica que:

[…] we may view the blocking force as the result of the antagonism between the
pressure exerted by a potential regular word and the resistance offered by the cor-
responding blocking word, whereby pressure is a function of productivity and resis-
tance a function of frequency3.

Así pues, Rainer (1988) considera que, en el token blocking, hay una forma
que ejerce presión (se supone que esta puede ser en un cierto grado, pero dife-

3
El subrayado es nuestro.
Formación de sustantivos deadjetivales del español 37

rente en distintas palabras) y otra que ofrece resistencia (se supone también que
de distinto grado según las palabras que la ejerzan). Si la presión es una función
de la productividad, la cual puede ser considerada un concepto gradual, y la re-
sistencia es una función de la frecuencia, que es claramente gradual, y añadimos
que la relación de sinonimia, que constituye la primera condición, también es
gradual, es inevitable concluir que el bloqueo de los tokens ha de ser gradual.
Si el bloqueo impide en mayor o menor grado la aparición de un derivado por
la presencia de otro, está claro que la relación uno-a-uno está en entredicho, ya
que si bien hay cierta tendencia a que no haya más de un derivado para expresar
un significado morfológico, el sistema no prohíbe su formación. Pueden existir,
por tanto, varios derivados de la misma base por medio de diferentes sufijos con
el mismo significado, predicción que, como veremos, corroboran los datos.
En la combinación de afijos en inglés se han propuesto dos teorías para expli-
car la imposibilidad de combinar ciertos afijos: la basada en los “stratum-oriented
models” y la “affix-particular selectional restrictions”, siguiendo la denominación
de Plag y Baayen (2009); frente a ellas, Hay (2002) propone una alternativa: la
Complex Based Ordering (CBO) que “claims that affixes likely to be parsed out
during perception are restricted from occurring inside affixes less likely to be
parsed” y que plantea cinco hipótesis que resumimos aquí (Hay, 2002: 530-532):

1. The same suffix will be differently separable in individual words depending on


the phonotactics. […]
2. The same suffix will be differently separable in individual words depending on
the frequency. […]
3. Suffixes beginning with consonants will tend to be more separable than suffixes
beginning with vowels (-ness tends to be more separable than -ess). […]
4. Suffixes represented by a relatively high proportion of words that are less fre-
quent than their bases will tend to be more separable than suffixes represented by a
relatively low proportion of words that are less frequent than their bases (-ish tends
to be more separable than -ic). […]
5. More separable affixes will occur outside less separable affixes. […]

De la CBO tomaremos, por un lado, el concepto de separabilidad o anali-


zabilidad de la base, que es la probabilidad de que el hablante reconozca en ella
una estructura morfológica compleja, para nuestros casos, una base y un afijo,
y, por otro, la hipótesis de que la posibilidad de combinación de unos sufijos u
otros a la base depende, entre otras cosas, del grado de analizabilidad de esta.
A partir del bloqueo y del concepto de analizabilidad, nos marcamos tres
objetivos a modo de preguntas a las que este trabajo intenta dar respuesta:
38 Antonio Rifón Sánchez

1. ¿Influye la analizabilidad o separabilidad de la base en el número de


sufijos que son empleados para crear sustantivos deadjetivales?
2. ¿Hay relación entre la analizabilidad de la base y los sufijos empleados
para derivarla?
3. ¿Hay relación entre los sufijos de la base y los sufijos empleados para
derivarla?
Está claro que, si pretendemos usar el grado de analizabilidad de la base,
primero tendremos que establecer dichos grados o cómo se miden. Para ello,
hemos optado por el primer método, aunque reconocemos que es una sim-
plificación del problema pero sirve para dar respuesta a nuestros objetivos.
Hemos establecido, de menor a mayor grado de analizabilidad, cinco clases
de bases —sería más adecuado decir temas que sirven de base de derivación—
dependiendo del tipo de estructura morfológica que presenten:
T1. Simples: grupo formado por temas que no tienen ningún tipo de estruc-
tura morfológica o que, aunque la hayan tenido, esta es imposible de reconocer
por parte de los hablantes (ancho, burro, craso, cuerdo, feliz, húmedo, viudo).
T2. Complejas no construidas: aquellos temas a los que, retomando la idea
de Corbin (1987), se les puede asignar una estructura interna formal, pero
que no es construida. En ellas se reconoce un afijo, pero no una base (anterior,
endeble, perentorio, precario).
T3. No existentes: si bien el derivado presenta una estructura con un afijo
reconocible, no hay un tema español que pueda ser tomado como su base;
sería el caso de los sustantivos de cualidad heredados con un sufijo reconocible
pero sin una base identificable en español (calamidad, iniquidad).
T4. Alomorfías: la relación que se puede establecer entre el sustantivo de
cualidad derivado y el tema que sirve de base es principalmente semántica, ya
que entre la base y el derivado hay muchas diferencias formales causadas por
alomorfías, reglas de reajuste u otros procesos (acceder/accesible --- accesibilidad).
T5. Complejas construidas: la base es un tema con una clara y reconocible
estructura morfológica (altivo, condensable, revocable, pomposo).
Partimos, para responder a los primeros cuatro objetivos que nos hemos
planteado, de dos hipótesis:
1. El grado de analizabilidad o separabilidad de las bases depende, entre
otros elementos, del tipo al que esta pertenezca.
2. Cuanto menor grado de analizabilidad o separabilidad de la base, mayor
facilidad para derivarla por distintos sufijos.
La creación de sustantivos de cualidad por medio de diferentes sufijos sobre la
misma base supone que, de alguna manera, conviven en el sistema derivados si-
Formación de sustantivos deadjetivales del español 39

nónimos, y que, en muchos casos, esa coexistencia no es pacífica, sino que compi-
ten entre ellos, así que, a nuestros objetivos, hemos de añadir una nueva pregunta:
3. ¿Qué ocurre cuando aparecen derivados sinónimos?

3. Materiales y datos

La recogida de datos presenta diversos problemas, de los que el primero de to-


dos es las fuentes, ya que las tradicionales o habituales (diccionarios y corpus)
no son suficientes. Muchos de los derivados que buscamos han tenido o tienen
una vida efímera o un uso restringido, por lo que no pertenecen a la lengua
culta o estándar y, por tanto, no resulta habitual hallarlos en los corpus y, mu-
cho menos, en los diccionarios. Para solventar este problema, se ha recurrido,
además de a fuentes de datos más tradicionales como en el DRAE, el CORDE
y el CREA, a GoogleBooks© y a Google©.
El proceso de compilación de datos comenzó con la extracción a partir del
DRAE de todos los derivados formados por medio de los sufijos de estudio
cuya base fuese un adjetivo; estos han constituido nuestra primera lista de
derivados en la que la existencia de competidores es mínima, puesto que el
DRAE tiende a refrendar unas formas de uso sobre otras, de manera que la
mayoría de los derivados competidores quedan fuera del diccionario.
De esta lista, se han extraído, de forma manual con apoyo de la BDME,
las bases de derivación (1132 bases). Estas fueron las empleadas para ampliar
la lista de derivados y poder recoger en toda su amplitud la competencia entre
afijos. Para ello se procedió a hacer búsquedas semiautomáticas, por medio de
un programa en html y php, en dos corpus del español, el CORDE y el CREA,
y en dos buscadores, GoogleBooks© y Google©.
Para encontrar nuevos derivados no contenidos en el DRAE, se buscaba
en el CORDE los derivados de cada base con los diferentes afijos que no es-
tuviesen documentados en el DRAE, después, de la misma base, se buscaba
en el CREA aquellos derivados que no hubiesen sido documentados ni en el
DRAE, ni en el CORDE y después se procedía de igual manera, primero con
GoogleBooks© y luego con Google©.
Finalizado todo este proceso, se obtuvo una base de datos en la que figu-
raban las bases, los derivados, el sufijo que lo formó y su fuente de documen-
tación a la que, posteriormente, se añadió el significado morfológico del de-
rivado atendiendo principalmente a aquellos casos en los que este se desviaba
claramente del de ‘cualidad de X’.
40 Antonio Rifón Sánchez

Queremos reseñar, para que sea tenido en cuenta, que la forma de recogida
de datos, fundamentalmente de las fuentes utilizadas, impone ciertas restric-
ciones al trabajo.
En primer lugar, no tenemos una lista exhaustiva de bases de derivación
de sustantivos deadjetivales, sino una lista sesgada, porque las bases que se han
empleado para el estudio han sido recogidas del análisis de los derivados del
DRAE y estos son un número limitado de derivados, es decir, el diccionario
no recoge de forma exhaustiva todos los derivados creados en todas las épocas.
Este sesgo no beneficia la demostración de nuestras hipótesis, sino que va
en su detrimento, ya que el hecho de que el diccionario recoja derivados re-
frendados por el uso reduce la posibilidad de variación dado que estos deriva-
dos ejercen mucha resistencia a la creación de nuevos derivados con el mismo
significado y diferente sufijo. Si se incluyesen todos los derivados creados, no
solo los recogidos en el diccionario, se supone, si nuestras teorías son correctas,
que la variación y la competición entre sufijos sería mayor, ya que los derivados
son menos frecuentes y, por tanto, ejercen una resistencia menor, pues como
se ha visto la resistencia es “a function of frequency.” (Rainer, 1988: 164).
En segundo lugar, si bien GoogleBooks© es una fuente con bastante fiabi-
lidad, ya que se conoce el autor y la fecha del derivado y se puede acceder a su
contexto, aunque limitado, los datos extraídos se han de manejar con sumo
cuidado por dos razones:
En primer lugar, puesto que se producen errores de reconocimiento de
palabras, sobre todo en textos antiguos, debidos al OCR. Se ha de ser muy cui-
dadoso para no documentar, por ejemplo, amarguía cuando lo que aparece en
el texto es amargura, caso en el que el OCR ha interpretado la <r> como <í>.
En segundo lugar, porque en las búsquedas de textos en español pueden
aparecer documentos en latín, portugués, francés o inglés, de manera que se
podría documentar como española una palabra de otra lengua.
Para finalizar con las fuentes, se ha de añadir que, en la documentación por
medio de Google©, aunque es ya una fuente muy empleada, se producen mu-
chos falsos positivos y hay una gran cantidad de ruido, como ya han indicado
Tanguy y Hathout (2002) y Lindsay y Aronoff (2013), a lo que se suma que
no se puede conocer exactamente el número de veces que se ha empleado el
derivado, ya que Google© nos da el número de páginas, no el de ocurrencias,
y bloquea las búsquedas muy extensas.
Salvadas estas dificultades se puede considerar que estas cuatro herramien-
tas actuando conjuntamente dan una visión del uso de los derivados lo sufi-
cientemente pormenorizado como para poder dar respuesta a las preguntas
que nos hemos planteado como objetivos de este trabajo.
Formación de sustantivos deadjetivales del español 41

4. Resultados y discusión

Hagamos primero una panorámica de los datos para hacernos una idea aproxi-
mada de cómo es la situación general de estas formaciones. Para ello, en la
siguiente tabla (Tabla 1) se da la frecuencia absoluta de los derivados docu-
mentados para cada sufijo en cada fuente de datos (DRAE, CORDE, CREA,
GoogleBooks©), un subtotal que es la suma de los derivados hallados en esas
cuatro fuentes, la frecuencia absoluta de los derivados documentados en
Google© y el total de todos los derivados documentados en las cinco fuentes;
cada fila de la tabla contiene los datos de cada sufijo y la última fila es el total
de derivados de cada fuente de datos para todos los sufijos.

DRAE CORDE CREA GBooks© Subtotal Google© Total


-idad 743 41 10 45 839 139 978
-ismo 180 84 39 43 346 349 695
-edad 93 31 7 64 195 372 567
-itud 22 11 3 29 65 316 381
-ez 172 31 4 41 248 81 329
-eza 122 31 4 41 198 105 303
-ería 19 30 7 19 75 171 246
-ura 55 22 3 22 102 79 181
-ada 15 9 3 7 34 120 154
-ía 19 18 7 12 56 54 110
-or 29 0 0 4 33 5 38
-dad 7 0 0 0 7 0 7
Total 1476 308 87 327 2198 1791 3989

Tabla 1: Frecuencia absoluta de derivados totales y por sufijo en cada fuente de datos.

Hemos analizado 3989 derivados, de los cuales “solo” un 55,10% está docu-
mentado en las cuatro primeras fuentes y el otro 44,9% se registra únicamente en
Google©. En el DRAE se documenta el 37% de los derivados totales y el 67,15%
del subtotal, de manera que Google© y el DRAE son las principales fuentes de da-
tos, tanto del total de derivados (con un 81,9%) como de cada uno de los sufijos,
exceptuando -ería en el que el CORDE supera ligeramente al DRAE.
El DRAE recoge los derivados refrendados, fundamentalmente, por el uso
culto y la tradición, lo que conlleva que sus fuentes sean, en gran parte, las
42 Antonio Rifón Sánchez

mismas que contienen el CORDE, el CREA y GoogleBooks© y son, principal-


mente, textos cultos, por lo que estas tres fuentes van a aportar, en general,
pocos derivados nuevos.
En Google© figuran textos pertenecientes a todo tipo de registros (culto,
técnico, coloquial, etc.) escritos por gente muy diversa culturalmente, de for-
ma más o menos libre y más o menos espontánea, de ahí que aporte una gran
cantidad de derivados nuevos, muchos de los cuales son creaciones individua-
les con gran volatilidad y efimeridad4 que, a veces, son tratadas como una pura
anécdota lingüística y que, por supuesto, no son recogidas en el DRAE.
Si bien es cierto que, en muchos casos, los derivados documentados son
individuales y anecdóticos, es decir, palabras creadas para un momento con-
creto puntual y que, por tanto, no se volverán a repetir, no se puede decir lo
mismo del conjunto. Si se obvia el conjunto de datos, se estará prescindiendo,
en el caso de los sustantivos de cualidad deadjetivales, del 44,9% del léxico del
español, del léxico empleado por los hablantes reales, lo que, en principio, solo
puede conllevar consecuencias nefastas para el estudio del español.
Si se confrontan los datos de la columna subtotal —la suma de los datos de
DRAE, CORDE, CREA y GoogleBooks©— con los derivados documentados
solo en Google©, se observa que hay dos grupos: uno en el que se documentan
más derivados en el primer grupo de fuentes que en Google© (-idad, -ez, -eza,
-ura, -ía, -or), en este conjunto se puede establecer un subgrupo formado por
aquellos en los que se documentan menos derivados en el DRAE que en Goo-
gle© (-ura e -ía), y otro en el se registran más derivados en Google© (-ismo, -edad,
-itud, -ería, -ada). En el primero hay un mayor número de sustantivos refrenda-
dos por el uso y, en el segundo, imperan las construcciones más efímeras.
Podemos ahora empezar a responder a las cuatro preguntas que nos hemos
formulado y que hemos establecido como objetivos de este trabajo:
1. ¿Influye la analizabilidad o separabilidad de la base en el número de sufijos
que es empleado para crear sustantivos deadjetivales?
2. ¿Hay relación entre la analizabilidad de la base y los sufijos empleados para
derivarla?
3. ¿Hay relación entre los sufijos de la base y los sufijos empleados para derivarla?
4. ¿Qué ocurre cuando aparecen derivados sinónimos?
Para responder a las tres primeras, hemos calculado las correspondencias
entre diferentes variables del estudio (tipo de base, sufijo del derivado, sufijo

4
Palabra no documentada ni en el DRAE, ni en el CREA, ni en el CORDE, sí en Google-
Books© y Google©.
Formación de sustantivos deadjetivales del español 43

de la base, etc.) en busca de posibles asociaciones para comprobar si existen


patrones en los datos. Hemos optado por dar únicamente el gráfico de corres-
pondencias, por brevedad y claridad, y en él se han representado los valores de
las variables en un eje de coordenadas de manera que los valores más cercanos
sean los más relacionados.

4.1. ¿Influye la analizabilidad o separabilidad de la base en el número de sufijos


que es empleado para crear sustantivos deadjetivales?

Nuestra principal hipótesis es que el grado de analizabilidad o separabilidad de


la base determina la posibilidad de unir unos afijos u otros; si esto es cierto, tiene
que haber una correspondencia entre el número de derivados y el tipo de base
que indique que, a unos tipos de base, es más fácil que se le añadan afijos que
a otros. En el Gráfico 1 se muestran las correspondencias entre el número de
derivados que tiene una base, la que menos 1 (D1 en el gráfico) y la que más 10
(D10 en el gráfico), y el tipo de base, de los cinco tipos que hemos diferenciado:
T1 simples, T2 no construidas, T3 no existente, T4 alomorfias y T5 construidas.

Gráfico 1: Correspondencias entre tipos de bases (T*) y número de derivados (D*).


44 Antonio Rifón Sánchez

Si se tiene en cuenta que el grado de analizabilidad de las bases es de menor


a mayor desde el T1 al T5, el Gráfico 1 muestra de forma clara que el número
de derivados y, por tanto, de afijos diferentes, se corresponde con el grado de
analizabilidad siguiendo de más a menos derivados el mismo orden que el de
la analizabilidad: T1-T2-T3-T4-T5.
Así, las bases simples (T1) se sitúan próximas a los seis (D6) y siete derivados
(D7) y están casi a la misma distancia de los diez derivados (D10) que de tener
un único derivado (D1). Sin embargo, las construidas (T5) se sitúan entre uno
(D1), dos (D2) y tres derivados (D3). La situación de T2, T3 y T4 no es tan cla-
ra, pero, si se observa detenidamente, se verá que los dos valores más próximos
a la T2 son el D3 y D4, los dos más cercanos a la T3 son el D2 y D3 y los dos
más cercanos a la T4 son también el D2 y D3, pero el T3 se aleja mucho del
valor D1, mientras que el T4 está cercano; así que la no existencia de una base,
normalmente por préstamo del derivado, y la analizabilidad semántica pero no
morfológica de la base se muestran muy próximas, hecho que se muestra clara-
mente si atendemos a la clusterización de los tipos de bases.

Gráfico 2: Clusterización de los tipos de bases a partir del número de derivados.


Formación de sustantivos deadjetivales del español 45

En este gráfico se puede ver la existencia de tres clústeres formados de


forma automática sobre el número de derivados documentados con cada tipo
de bases.
El primer clúster está formado por las bases simples, muy alejado de los
otros dos y, por tanto, de los otros tipos de bases. Son bases no analizables, por
lo que no establecen grandes restricciones a los sufijos y, entonces, sobre ellas
es posible crear un mayor número de derivados sinónimos.
El segundo clúster lo conforman las bases T5 y T4, las primeras son bases
construidas en las que se puede separar sin problemas una base, plenamente
reconocible, y un afijo, mientras que las T4 son bases construidas pero cuya
relación morfológica con la base no es tan clara formalmente. Estos tipos de
bases, la posesión de un afijo y una base reconocibles, son las que menos deri-
vados conforman, es decir, su alto grado de analizabilidad restringe sus posi-
bilidades de derivación.
El último clúster, el tercero, lo conforman las bases no construidas (T2) y
no existentes (T3). Ambas presentan un menor grado de analizabilidad que
las dos anteriores, ya que en ambas es reconocible un afijo, pero no una base,
por lo que la mayoría es tratada como simple. Estas están a medio camino de
las del clúster 1 y 2 en número de derivados.
En resumen, hay una clara correspondencia entre el grado de analizabili-
dad de la base y el número de afijos que se le han unido: cuanto menos analiza-
ble sea la base, cuanto más simple crea el hablante que es, más sufijos compiten
en la formación de sustantivos de cualidad.

4.2. ¿Hay relación entre la analizabilidad de la base y los sufijos empleados para
derivarla?

Si, como se ha mostrado, hay correspondencia entre el grado de analizabilidad


de la base y el número de derivados o de sufijos empleados en la formación
hasta el punto de que se pueden hacer tres grupos o clústeres, habrá que saber
ahora si existe correspondencia entre los sufijos empleados para formar los
derivados y el grado de analizabilidad de la base (Gráfico 3).
En este gráfico se pueden observar las distancias que marcan los grados de
las correspondencias entre los sufijos derivativos y el tipo de bases. También, se
puede ver claramente cómo las bases simples (T1) se alejan de los otros tipos
de bases y se relacionan estrechamente con los sufijos -or y -dad, que se alejan
del resto de bases.
46 Antonio Rifón Sánchez

Gráfico 3:
Correspondencias entre tipos de bases (T*) y sufijos formadores de sustantivos.

En el otro lado del gráfico, el sufijo -ada se aparta de las bases simples hacia
el otro extremo, lo cual indica que se une fundamentalmente a bases construi-
das o con un alto nivel de analizabilidad.
El resto de datos no está tan claro porque se agrupa fundamentalmente en
el lado negativo de la primera dimensión hacia el centro del cruce de ambas
dimensiones; por eso, para intentar clarificar un poco la gráfica de correspon-
dencias, hemos reducido los sufijos eliminando los de los extremos (-ada, -or,
-dad), de manera que se marquen mucho más las correlaciones entre las bases
y el resto de sufijos (Gráfico 4).
En este gráfico, llamémosle reducido, se muestra más claramente la grada-
ción entre tipos de bases y sufijos con las bases construidas (T5) y las simples
(T1) en los extremos, por lo que las no construidas (T2) se sitúan a medio
camino de estas y, muy próximas entre ellas, se hallarían las no existentes (T3)
y las que presentan grandes alomorfias (T4).
Formación de sustantivos deadjetivales del español 47

Gráfico 4:
Correspondencias entre sufijos y tipos de bases (están eliminados -ada, -or, -dad).

Las bases T3 se ubican en la parte baja de la segunda componente aleján-


dose de los sufijos -ía y -ería y las T4 se apartan más del resto de sufijos y se
aproximan a aquellos que derivan las construidas.
Así que, por un lado, están las bases T1, cuyos sufijos más próximos son
-ura, -eza, -itud y -ez y los más alejados, es decir, -ismo e -idad y, por otro, las
T5 con una clara cercanía a -ismo e -idad y muy lejanas de -ura o -eza. Las T4
se alejan de los sufijos -ía y -ería, cuyos tipos de bases más próximos son el T2,
acercándose -ía al T5 y el -ería al T1, y el T2 que está a medio camino del T1
y el T5, si bien ligeramente escorado hacia este.
La relación entre sufijos empleados para la derivación y bases es semejante
a la que hay entre estas y el número de derivados. Los tipos de bases influyen
en los afijos que tienden a ser empleados en la derivación dependiendo del
grado de analizabilidad de esta; hay sufijos que prefieren bases con estructura
morfológica clara y sufijos que las prefieren sin ella.
48 Antonio Rifón Sánchez

4.3. ¿Hay relación entre los sufijos de la base y los sufijos empleados para
derivarla?

En el gráfico anterior (Gráfico 3) se mostraba que la analizabilidad de la base


influía en sus posibilidades combinatorias con unos u otros sufijos, queda aho-
ra responder a la cuestión de si el tipo de afijo existente en las bases no simples
influye en la posibilidad de derivarlas por uno u otro sufijo.
En realidad se trata de las restricciones seleccionales o de combinación
afijales que aparecen en casi todos los tratados y estudios sobre la formación
de palabras en general y sobre la formación de sustantivos de cualidad en par-
ticular, desde Alemany Bolufer (1920) pasando por la RAE y ASALE (2009).
Estas restricciones establecen preferencias de los sufijos sobre bases con ciertos
afijos; así, por ejemplo, la RAE y ASALE (2009) señalan las preferencias del
sufijo -dad sobre bases con algunos sufijos concretos:

Es nutrido el grupo de esos derivados que provienen de adjetivos terminados en el


diptongo -io/ia […].
Es asimismo nutrido el grupo de adjetivos acabados en -il que forman sustantivos
en -idad. […].

Hay que decir que este tipo de restricciones seleccionales no son normal-
mente rígidas, sino tendencias en las que hay excepciones y competidores tra-
tando de variarlas, como se puede ver en estas dos palabras que nos sirven de
ejemplo:

1. amable:
a) “La verdad muy buena la atencion del vendedor les agradesco mucho la ama-
biledad”.
b) El término amabilidad que ahora vamos a analizar en profundidad tenemos que
establecer que tiene su origen etimológico en el latín.
c) tendrias la amableza por favor de mandarme el link de la cancion que cantaste
de Jackson 5?
d) Sin duda alguna este complejo es lo que muchos viajeros buscamos, amabilitud
por parte de su personal.
e) ya tuve ciertos cruces con personas caraduras con ínfulas de tocar los huevos y
aprovecharse del amablismo del personal amable.

2. endeble:
a) basado en la endebledad de la justica humana de todos los países, dónde es sabi-
do se ha matado personas inocentes en nombre de ella.
Formación de sustantivos deadjetivales del español 49

b) con tan poco margen de validación hace reflexionar sobre la endeblidad en


cuanto al apoyo popular, creo que el radicalismo ha crecido considerablemente.
c) El Real Madrid mide en Vallecas su endeblez a domicilio.
d) Por el contrario, todas las descripciones de la campaña de Victorica no consi-
guen esconder la endebleza de un enemigo asustado e indefenso,
e) la muerte quedo inconforme al ver la fragilidad y endeblitud de aquellos seres
tan ocasos y ante el regalo mimante de su amada no tubo otro remedio
f ) Lo malo, la endeblura final de la defensa, demasiada relajada y perdiendo de-
masiados balones.
posible:

No nos interesa en este momento estudiar este tipo de restricciones, sino


saber si hay algún tipo de correspondencia entre el tipo de base, el sufijo de la
base y el sufijo de derivación. Por ejemplo, estamos de acuerdo en que la exis-
tencia de un adjetivo en -ble marca una alta probabilidad de que el sustantivo
de cualidad creado sea por medio de -idad pero no todos los adjetivos en -ble
son tan restrictivos con el sufijo que pueden tomar para crear un sustantivo
de cualidad.
Si se tiene en cuenta lo expuesto por Hay y Plag (2004: 571-572):

Central to this account is the claim that any individual affix occupies a range
of separability —it is more separable in some words than others. As such, there
are systematic word-based exceptions to ordering generalizations— cases in which
words with low levels of decomposability can take an affix that comparably highly
decomposable words might not (e.g., government is less decomposable than baffle-
ment, leading governmental to be more acceptable than bafflemental —see the ex-
perimental data on-mental affixation in Hay (2002)). The fact that the prediction
extends to the parsability of affixes as they occur in specific words accounts for
the so-called dual-level behavior of some affixes. An affix may resist attaching to a
complex word which is highly decomposable, but be acceptable when it attaches
to a comparable complex word which is less decomposable.

Se ha de tener en cuenta que no todas las palabras con el mismo afijo


tienen igual grado de analizabilidad, de manera que unos adjetivos en -ble
tendrán distinto grado de analizabilidad que otros y, por tanto, siguiendo la
hipótesis, unos tenderán a unirse a más afijos que otros dependiendo de ello;
lo que pretendemos comprobar ahora es si hay diferencias en la combinación
de bases en -ble y los sufijos derivativos a partir del tipo de base.
En el Gráfico 5 se muestran las correspondencias entre el tipo de base en
-ble y el sufijo formador de sustantivos. Es indudable que los tipos de bases no
50 Antonio Rifón Sánchez

pueden ser ni T1 (simple), ni T3 (no existente), pues estamos analizando bases


con un sufijo, es decir, existentes y complejas.

Gráfico 5: Correspondencia entre el nivel de analizabilidad de las bases con el sufijo


-ble y los sufijos derivativos.

El gráfico muestra que el tipo de base influye, independientemente de


que todas ellas tengan el sufijo -ble, en las posibilidades de uso del sufijo de-
rivativo. Las bases con menor grado de analizabilidad, aquellas no construi-
das (T2) pero en las que se reconoce un sufijo -ble, prefieren los sufijos -ez y
-ura, mientras que las bases, cuya estructura morfológica es más analizable,
prefieren los -idad, -edad e -ismo, por el contrario, los sufijos -ura y -ería, si
aparecen, tienden a hacerlo en las menos analizables.
Para apoyar nuestra hipótesis, podemos añadir el mismo tipo de grá-
fico que el anterior, pero esta vez de las bases que tienen un sufijo -ico
reconocible.
Formación de sustantivos deadjetivales del español 51

Gráfico 6: Correspondencia entre el nivel de analizabilidad de las bases con el sufijo


-ico/a y los sufijos derivativos.

Este gráfico muestra que el tipo de base que posea el sufijo -ico/a influye en
sus posibilidades combinatorias para formar sustantivos de cualidad. En este
caso, con la particularidad de que el sufijo -itud se muestra particularmente
activo con las bases del T4.
Estos dos gráficos aportan, creo yo, suficiente evidencia sobre la existencia
de una interrelación entre tipo de base, el sufijo de la base y las posibilidades
de uso del sufijo de derivación.

4.4. ¿Qué ocurre cuando aparecen derivados sinónimos?

Hasta ahora se han establecido las correspondencias existentes entre algu-


nas características de la base (analizabilidad y sufijos) y sus sustantivos de-
rivados con significados morfológicos sinónimos, y es, en la mayoría de las
52 Antonio Rifón Sánchez

ocasiones, este último concepto —significados morfológicos sinónimos— el


centro de la polémica.
La sinonimia no es un concepto cómodo para muchas teorías, por lo que
en muchas ocasiones, como, por ejemplo, en Lindsay y Aronoff (2013), se ha
considerado que, ya no la formación de palabras, sino todo el sistema, padece
de una grave intolerancia a la sinonimia.

Productive elements in a language compete with each other for productivity be-
cause of three central aspects of the language system: the introduction of random
elements, the propagation of a suffix via productive derivation, and the intolerance
of synonymy that can lead to the productive death of a less robust affix.

Una de las razones de este rechazo es que contraviene totalmente la re-


lación uno-a-uno, ya que, por ejemplo, en nuestros casos, hay un significa-
do para varios derivados de una única base, por lo que sería una relación de
varios-a-uno, varios (derivados)-a-un (significado).
Si se quiere mantener la relación uno-a-uno, una de las estrategias será ata-
car o, por lo menos, debilitar la relación de sinonimia entre los derivados. La
forma más sencilla de atenuar su sinonimia es diluirla a través de diferencias o
matices de significado más o menos claros.
Alexiadou y Martin (2012: 16) en un trabajo sobre los sustantivos deadje-
tivales disposicionales en francés señalan —resumimos— que:

Dispositional nouns and the adjectival stems from they derive do not exactly the
same aspectual readings
— ité: unmarked, any kind dispositional reading.
— isme: tends to force dispositional reading.
— erie: impose a preference for the eventive reading.
— itude: force the noun to denote habits or attitudes.

Ninguna de estas propuestas (Alexiadou y Martin, 2012; Lindsay y Aro-


noff, 2013) contradice lo dicho hasta aquí. En los primeros el verbo lead jun-
to con la “introduction of random elements” y la “propagation of a suffix
via productive derivation” implican un proceso gradual, no uno instantáneo,
por lo que la intolerancia del sistema a la sinonimia no es absoluta sino gra-
dual. Los segundos llenan su afirmación sobre las diferencias aspectuales de los
sustantivos con palabras y expresiones —not exactly, any kind, tends to force,
force— que, más que indicar diferenciación clara, indican la posibilidad de
diferenciación o la gradación en la diferenciación.
Formación de sustantivos deadjetivales del español 53

Partamos de la idea de que la sinonimia entre derivados es una cuestión de


grado y, en primer lugar, busquemos casos en los que a partir de una base se
cree uno, preferiblemente, más de un derivado sinónimo y, después, veamos
otros casos en los que esa sinonimia se haya roto total o parcialmente para sa-
ber cómo ha sido esta ruptura. Nuestro objetivo no es hacer ahora un estudio
cuantitativo, lo único que queremos demostrar es que existen casos en los que
se conserva la sinonimia y otros en los que no.
Los primeros ejemplos que analizaremos son derivados del adjetivo
pegajoso/a que, siguiendo al DRAE, tiene cinco acepciones:

1. adj. Que se pega con facilidad.


2. adj. contagioso (‖ que se comunica con facilidad).
3. adj. coloq. empalagoso (‖ que causa fastidio por sus excesivas zalamerías).
4. adj. coloq. Se dice de los oficios y empleos en que se manejan intereses, de los
que fácilmente puede abusarse.
5. adj. Taurom. Dicho del toro: Que recarga las suertes y busca reiteradamente el
engaño.

y un único sustantivo de cualidad pegajosidad; sin embargo, hemos docu-


mentado unos cuantos más, concretamente siete (pegajositud, pegajosez, pega-
josor, pegajosedad, pegajosura, pegajosería, pegajosismo) que iremos tratando de
agrupar según sus semejanzas y diferencias semánticas.
El primer grupo lo forman pegajosidad, pegajositud, pegajosez y pegajosor
que presentan usos que pueden ser interpretados como sinónimos (ejemplos
de 1), grupo al que se puede añadir pegajosedad (ejemplo 2)5:

(1)
a) Pues asi hice, se la puse, y lo voy a bañar, y no hay manera de quitarle esa pega-
josidad de la cabecita… mi marido me mata cuando entre por la puerta, como he
puesto al niño.
b) Tengo tantas ganas de bañarme y sacarme la pegajositud de este re putísimo
calor…
c) No me gusta ese calor húmedo, la mezcla de arena con crema, esa pegajosez,
odio las aglomeraciones y más si son por pelearse por un metro cuadrado de tierra
y lo de tostarse al sol no va conmigo.
d) O sea: tenés el calor, la multitud, la arena, el pegajosor, el vientito, el amontona-
miento, los pirulines, el tejo, el freesbee, el vendedor de pareos, los pies calientes,
el aburrimiento y toda la estúpida escenografía de playa…

5
Todos los ejemplos, a no ser que se diga lo contrario, están documentados en Google©.
54 Antonio Rifón Sánchez

(2)
La pegajosedad pega las cerdas juntas como si las hubieras dejado pintura al óleo
y que se hubieran pegado en bolas.

Aunque pegajosedad se desvíe un poco del tema de los anteriores, que tra-
tan del calor, el baño, la crema, etc. mientras que este está en un texto sobre
pintura, en los cinco casos, los derivados son sustantivos con el significado
morfológico de ‘cualidad de pegajoso’.
El siguiente derivado, pegajosura, también entraría en este grupo, pero lo
hemos aislado porque representa muy bien la presión normativa sobre la crea-
ción libre de un hablante.

(3)
— Sticky es pegajoso. Stickiness es, por decirlo con una palabra inventada,
“pegajosura”, o sea en este caso la capacidad de la página Web de hacer que la
gente que entre allí se quede leyéndola y no haga “zapping” y brinque a otra
página.
— Como uno no va a andar diciendo “pegajosura”, que no existe, me parece
que tu traducción como “atractivo” está bien.
— Pues aunque pegajosura no existe, sí existe pegajosidad; pero en este contex-
to coincido en que atractivo es una palabra mucho más adecuada.

La conversación está extraída de un foro de Wordreference.com (“Stickiness-


WordReference Forums“, s. f.) y se muestra cómo el hablante crea sin proble-
mas la palabra pegajosura; sin embargo, otro participante le llama la atención
sobre la no existencia de esa palabra y él, extrañado, se corrige y cambia a la
palabra reconocida por el diccionario.
Quedan por tratar pegajosería y pegajosismo. En ambos derivados hay usos
con el significado de ‘cualidad de pegajoso’, serían, por tanto, sinónimos de
los anteriores (ejemplos de 4) y usos en los que la rivalidad sin pérdida (Bue-
nafuentes de la Mata y Muñoz Armijo, 2013) ha llevado a pegajosería a espe-
cializarse, dentro del significado de cualidad, en el ámbito de las relaciones de
pareja (ejemplos de 5):

(4)
a) También me cuesta privarme del vino, de la copa de licor y del tabaco habano.
Me desespera el acoso de los mosquitos las noches de recalmón, la pegajosería de
las moscas y la falta de agua corriente (GoogleBooks©).
b) Podía llover de una vez y refrescar un poco, por lo menos así la pegajosería
se iría de una vez. Se vistió con su vestido más fino, se puso las sandalias altas
Formación de sustantivos deadjetivales del español 55

y bajó a tomarse sus cervezas, pensando que eso le iba a hacer sudar otra vez
(GoogleBooks©).
c) A ver, ya no sé cuántas veces habré dicho en este blog que a mí no me gustan
los gloss, porque creo que no dan apenas color a los labios (igual que en las uñas
yo soy María Cantosa para los labios) y además me da mucha grima esa sensa-
ción de pesadez y pegajosismo que dejan algunos glosses.
d) El clima en Italia es mediterraneo total, ¿qué quiere decir? exacto, humedad
a punta pala y una sensación de pegajosismo constante que aunque te duches
al rato estás igual pero se compensa con sus cientos de fuentes de agua fresqui-
ta, fresquita hasta el punto de que llenas la botella y le sale vaho de lo fria que
está. Según dicen, el agua sale así de las fuentes porque manan directamente de
manantial.
f ) Si veis que mientras le dais al amasado francés la masa pierde pegajosismo y elas-
ticidad, cambiáis el tipo de amasado y amasáis de manera normal (en mi caso, con
el amasado duro que me enseñó Rocío en el primer curso de pan casero que hice).

(5)
a) Hay otro individuo al que me le he tenido que escurrir los últimos 5 meses cada
vez que me pide el teléfono. Pero ¡buenas noticias! ya puedo dárselo. Vamos a lla-
marle Gustavo. Gustavo está loco por verme --y yo lo intentaré, supongo-- pero no
me gusta que siempre lo encuentro cerca de la casa de sus padres. ¿Qué significará
esto? ¿Será que vive ahí, o que vive metido ahí? ¿Cuál de las dos es peor? Yo supon-
go que un hombre que se divorcia tiene que saber que ya es hora de vivir solo. (Y
además, no me gusta que tiene una hija. Pero en mi experiencia, los dominicanos
son pésimos padres, la pegajosería no le durará mucho).
b) Tu tienes también que hacer un esfuerzo y darle buenos momentos de amante.
Ojo, no le persigas dándole demasiados mimos afectivos (lo sentira como una pe-
gajosería) ni se lo des todo en la cama de golpe, se aburrirá pronto y no encontrará
aliciente. TE lo digo, habla con el sosegadamente.
c) Es cierto que todavía quedan muchas mujeres, a las cuales no ha llegado el
nuevo estilo, propensas al sentimentalismo, confundiendo la emotividad con los
remilgos, la ternura con la mimosidad y la atención con la pegajosería.
d) y actualmente aquí no hay quien viva y los serranos me está entrando más
aunque es una pegajosería el marcos y la hermana que si se enamoran y tal… no
pega mucho eso…

Con este significado especializado en las relaciones de pareja aparece tam-


bién pegajosismo pero para indicar la “acción o el efecto” (ejemplos de 6), pero
pegajosismo también indica ‘cualidad de pegajoso’, pero especializado en la se-
gunda acepción del adjetivo (contagioso) (ejemplos de 7), lo cual lo diferencia
de los anteriores sustantivos de cualidad:
56 Antonio Rifón Sánchez

(6)
Hoy en día el amor esta infravalorado y se creo, por la mayoría de las personas que
es algo que da la autentica felicidad, yo en la mayor parte estoy desacuerdo pero no
puedo pensar que el “pegajosismo” el “acaramela miento” sean reales, son una fase o
un síntoma de que aquello es solo un capricho, una ilusión que nos da la mente por
a si decirlo de darnos una alegría con alguien que realmente nos parece agradable.

(7)
pegajosismo: Cuando se me mete en la olla una canción, no soy capaz de sacarla ni
idea de donde me ha venido esta se titula short shorts y es de Royal teens

Por último, pegajosería aparece también con el significado ‘colectivo’:

(8)
Allí no marchó el color, sino el corazón. Entre la pegajosería sudada, se respiraba
el triunfo de una batalla.

Otro caso es el de ancho. El DRAE documenta tres derivados, anchura,


ancheza y anchor, los dos últimos poco usados o desusados; a estos tres hemos
añadido otros cuatro: anchidad, anchez, anchitud y anchedad. Entre ellos hay
derivados con usos sinónimos (ejemplos de 9) y otros en los que se pueden
hacer diferencias de significado (ejemplos de 10):

(9)
a) Me sorprende que coches de 1,80 m. de ancheza, digo anchidad, digooo anchu-
ra, tengan un maletero de tan solo 1 metro de ancho.
b) Su no excesivo anchor nos animó a cruzar a la otra orilla,
c) Uchiha Sasuke era mas alto que yo, era un hombre muy grande y formidable,
además de ser un toron por sus fuertes brazos y por la anchedad de su espalda.

(10)
a) Si por alto hay altura y altitud y por largo hay largura y longitud, ¿habrá por
ancho: anchura y anchitud?
b) Caballero señorita soy rapero y no me gusta la anchedad, // Yo me visto como
quiero y sigo siendo bien real,

Amargo/a es una base adjetiva simple (T1), por lo que es esperable que
pueda tener varios derivados: amargura, amargor, amargueza, amarguedad,
amarguía, amarguidad, amarguitud y amarguismo.
De este grupo, hay dos palabras, de alguna manera, triunfantes: amargura
y amargor. Son los dos únicos derivados documentados en el DRAE y, aunque
Formación de sustantivos deadjetivales del español 57

aparecieron con la posibilidad de tener el mismo significado (véase ejemplos


de 11), son un buen ejemplo de lo que Buenafuentes de la Mata y Muñoz
Armijo (2013) han llamado rivalidad sin desaparición por especialización, ya
que amargura ha ido especializándose en el ámbito de los ‘sentimientos’ y
amargor parece haberlo hecho en el del ‘sabor’. Por lo menos en el CREA no
hemos documentado ningún uso que no pueda ser encuadrado en ese campo
de forma recta o figurada.

(11)
a) lo no tan solament por maliçia / antes encara amargor & dolor de coraçon.
(Juan Fernández de Heredia, Gran crónica de España, I. Ms. 10133 BNM, 1385)
(CORDE)
b) lo que fue al nueuo Rey. & ala Reyna amargura. & dolor; (Alfonso X, Estoria
de España, II, 1270-1284) (CORDE)

Sin hacer un estudio mucho más pormenorizado, no podemos saber si los


cambios se han producido exactamente por especialización espontánea o por
la presión de uno sobre otro que ha llevado a ambos a especializarse.
Un ejemplo de rivalidad con desaparición es la de amargueza, palabra de
vida muy efímera que no fue capaz de presionar ni siquiera un poco a amargor
y amargura:

(12)
2 Señor, non manjedes manjar d’adefina,
el qual gostaredes con grand amargueza,
por el qual sabor avrés grant pereza
de non replicar el dicho de Dina; (Juan Alfonso de Baena, Poesías [Cancionero de
Baena], 1406 a 1435) (CORDE)

La convivencia relativamente pacífica de estos dos derivados que se han


repartido el campo de uso es perturbada en la actualidad por un bombardeo
de nuevos derivados creados por medio de otros sufijos con el significado si-
nónimo de amargura:

(13)
a) seria el mundo ideal para todos sin tanto choro sin tanta amarguedad piolaassaaa
b) Se siente la perspicáz y acidua personalidad de Susan, sin caer en la amargue-
dad. Se ve interesante la historia, continua asi xD!
c) buaaa-dijo seth vestido de un short negro y camisa gris, los colores de la amar-
guidad. -si eres lindo-dijo javier vestido de un short verde y…
58 Antonio Rifón Sánchez

d) Hoy no era buena idea ni siquiera intentar charlar conmigo, como ya dije mi
mal humor y amarguidad está a tope, no me interesa hablar con…
e) Todavía saboreaba la amarguitud del desencuentro que el domingo en la noche
le hizo despeñarse por el barranco del despecho frente a la mesa sin mantel…
f ) Esta chica, me va a hacer morir de la envidia, se me va a reventar la hiel y me voy
a morir de amarguitud.- Na yo la voto aguante la Liz.-
g) … mientras no la presida un astro varonil, benéfico al genio laborioso, reinará
una especie de amarguía literaria y sólo será digno del título de sabio prodigado
(GoogleBooks©).

Los casos documentados de amarguismo no tiene el significado de ‘cuali-


dad de’, como se observa en estos ejemplos:

(14)
a) Santiago Vilas considera que en muchos casos el humor es reemplazado por
lo que él denomina amarguismo: “Abusando de la mordacidad y del retintín
pleno…”
b) “En Venezuela, el amarguismo es una norma política: no importa q yo esté mal,
lo que molesta es que otro esté bien”.

Como último caso damos algunos usos de los derivados de idiota, adjetivo
a partir del que, además de idiotez, se documentan idiotidad, idiotitud, idio-
tura, idiotería e idiotía, algunos con el significado de ‘cualidad de’ y otros con
otros significados:

(15)
a) Como no quisiera pasar por amargado, se me ha ocurrido contraponer al tema
de este post —la imbecilidad, la idiotez, la idiotidad; impar cualidad…—, contra-
poner al tema la actitud (mía).
b) Pero no es vida vivir reprimiendo el florecimiento de la propia idiotitud. No
todo el mundo sobrelleva bien su idiotez, por eso hay muchas clases de idiotas.
c) Pero IDIOTURA, chichón de piso, tapón de albañal... TODO ESO SE ESTÁ
INVESTIGANDO desde hace rato pndjo, aquí NO HAY NI HABRÁ INTOCA-
BLES. Pero de paso te digo: NO ERES tú precisamnte el más indicado para estar
hablando aquí de la supuesta corrupción q hacen otros.
d) Este vocablo no existe. Lo he parido para significar un espacio donde se produ-
ce, distribuye o expende toda gama de idioteces. Nuestro país está bajo el comando
del dueño de la “idiotería”. Las idioteces, de todo color, sabor y estilo, son obra y
gracia de los idiotas que comandan la revolución bonita.
e) Y hay formas de poder querer que articulan los niveles mencionados constru-
yendo alternativas a la idiotía (en cualquiera de sus versiones). Formas que…
Formación de sustantivos deadjetivales del español 59

En estos cuatro casos, los derivados de pegajoso/a, ancho/a, amargo/a e idio-


ta, se puede ver la existencia de sinonimia entre ellos, ya que hay sustantivos
de cualidad creados sobre la misma base que son usados sin ninguna diferencia
de significado. También se muestra, a través de estos ejemplos, la existencia de
la polisemia generada por el propio sufijo. Por ejemplo, la polisemia de pega-
josismo y pegajosería no se puede achacar a una extensión del significado de la
propia palabra, sino a la polisemia de sus sufijos: -ismo y -ería.
Se podría objetar que estos derivados son creaciones esporádicas o puntua-
les o, también, que son formaciones en las que prima cierta intencionalidad
del hablante. Es cierto que hay casos —bastantes— de creaciones esporádicas,
puntuales u ocasionales, pero también es cierto que hay muchas que no lo
son. Hay que decir, además, que tampoco tenemos una forma clara de medir
cuándo una palabra es pura anécdota o cuándo entra en el ámbito de las crea-
ciones que se han de tener en cuenta. Por ejemplo, los siguientes nueve casos
de anchedad, unidos a los dos ya vistos, ¿hacen que anchedad sea una palabra
puramente esporádica, una creación anecdótica, una pura curiosidad lingüís-
tica? No lo creo.

(16)
a) Nathaniel sonrió con anchedad pero Alma no lo vio. Estaba concentrada en el
camino, intentando no tropezar con sus propios pies
b) Me cuesta asumirlo, pero soy ancha. No puedo hacer nada. Y digo esto el mis-
mo día que he pedido cita con el endocrino para adelgazar 10 kilos para el día de
mi boda, que es dentro de un año. Así de hipócrita soy, las caderas anchas forjan
el carácter. // Desde esta “anchedad” las cosas se ven de otra manera. Las que sois
como yo (y los, que también los hay) lo sabéis. La vida es mucho más divertida y
me he propuesto demostrároslo.
c) te amo eres beatiful te amo mas q la anchedad del oceano.vivo en cuernavaca
d) Si muero de anchedad
e) oeeeeee…..el mas reeko eri tu…definitivamente….jejeje…oieee…gran perso-
na tuuu…..a ver…kmo te explico…tu anchedad…o sea…tu ansiedad de hacer
amigos es infinita..
f ) Pero entonces, reconocí su suave y ronca voz mas halla de mis espaldas. Voltee
por inercia dejando caer mi sombrero playero, y pude ver detrás de mis lentes
oscuros la anchedad de su espalda.
g) Es decir, han vendido 900 bonos baratos en un mes. Estupendo, esto vuelve a
sonar a anchedad.
h) Kriska: que bien que teneis unos embriones congelados!!! Ojala todo te ira
bien cuando lo volveis a ententar. // Yo tambien pienso ¿y si viene mas de uno?!
Aunque ya no estoy con la misma anchedad que tuvo con los primeros ententos,
60 Antonio Rifón Sánchez

que la verdad se pasa un poco mal. Pero bueno ya veremos lo que pasa, otra cosa
no podemos hacer.
i) Pido cosas mundiales. Hiperbólicas. Magnififíficas. Y el previo verano me tuvo
y me sostuvo a base de bien. Que me gustan unas cuatro columnas. La anchedad
de ostras.

También es cierto que hay muchos derivados en los que prima un elemen-
to intencional del hablante, de manera que el derivado es creado buscando
algún efecto, pero creemos que se han dado bastantes ejemplos en los que no
existe ningún tipo de intencionalidad especial y que, por tanto, no permiten
dar una explicación general de estas formaciones según este factor.
Prescindir de este tipo de formaciones con la excusa de su puntualidad
o de su excepcionalidad sería desechar una gran parte del léxico creado por
los hablantes, como ya se apuntó, en el caso de los sustantivos de cualidad
supondría rechazar el 44,9% de ellos. Lo que se ha mostrado aquí no son for-
maciones marginales del sistema, sino es el sistema de formación de palabras,
en este caso, de sustantivos deadjetivales, en pleno funcionamiento, creando
más derivados de los que un principio uno-a-uno podría permitir, para que, en
la competición entre ellos, unos triunfen, otros cambien y otros, posiblemente
la mayoría, desaparezcan.

5. Conclusiones

Hemos mostrado que, en la formación de sustantivos deadjetivales con el sig-


nificado morfológico ‘cualidad de’, existe una relación uno-a-varios entre el
significado y los derivados, ya que a una misma base adjetival se le pueden
añadir distintos sufijos para dar cuenta de un mismo significado.
Las posibilidades de que a una base se le pueda unir más de un sufijo
va en función de su grado de analizabilidad. Se han diferenciado cinco gra-
dos de analizabilidad de la base, o mejor dicho, de los temas que sirven de
base de derivación, que de menor grado de analizabilidad a mayor son los
siguientes: T1 simples, T2 no construidas, T3 no existentes, T4 alomorfias
y T5 construidas.
Estos cinco tipos influyen en el número de derivados que se crean de una
base —cuanto menos analizable sea la base, más derivados tienden a crearse—
y, por tanto, en el número de sufijos que se pueden añadir a ella, en los tipos
de sufijos derivativos que suelen adjuntársele —hay sufijos que prefieren bases
más analizables y otros menos analizables— y, cuando se trata de bases con
Formación de sustantivos deadjetivales del español 61

un sufijo determinado, hemos estudiado las bases adjetivales en -ble e -ico/a,


el tipo de base vuelve a determinar qué sufijos tienden a usarse para formar
sustantivos de cualidad.
Desde el punto de vista semántico, hemos dado ejemplos en los que se
demuestra la existencia, no menor, de la sinonimia entre derivados. Así, varios
derivados creados por diferentes sufijos sobre una misma base se usan para
expresar ‘cualidad de’ sin ninguna diferencia de significado. También se han
mostrado casos de polisemia, en los que un derivado es usado con varios sig-
nificados.
Para finalizar, si bien quedan muchos aspectos por estudiar y mejorar,
como perfeccionar la forma de graduar la analizabilidad de las bases o exami-
nar más detenidamente los procesos de competencia incluyendo su evolución
temporal, hemos sido capaces de responder a las cuatro preguntas que nos
habíamos planteados como objetivos de este trabajo.

BIBLIOGRAFÍA

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62 Antonio Rifón Sánchez

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Automatique des Langues Naturelles (TALN-2002), 2002.
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics
i semàntics1

Víctor Acedo-Matellán
CEHUM-Universidade do Minho

1. Introducció: extensió i interès de la preverbació llatina

L’objectiu d’aquest treball és oferir una panoràmica dels aspectes morfosintàctics


i semàntics dels preverbs llatins, és a dir, dels prefixos de caràcter preposicional
que apareixen en un gran nombre de verbs d’aquesta llengua. En (1) hi ha una
primera mostra d’aquests elements morfològics de la llengua llatina. Així, el verb
excurro ‘sortir corrent(s)’ està format a partir del verb simple curro ‘córrer’ i del
preverb ex ‘cap enfora’; el verb inaro està format a partir del verb simple aro
‘llaurar’ i el preverb in ‘dins, cap endins’; i el verb subluceo ‘lluir tènuement’, està
format a partir del verb simple luceo ‘lluir’ i del preverb sub ‘sota’:

(1)
ex-curro ‘sortir corrent(s)’
in-aro ‘introduir amb l’arada’
sub-luceo ‘lluir tènuement’

El procediment morfològic de la preverbació devia ser productiu almenys


en llatí arcaic (des del s. iii fins als volts de l’any 100 aC) i clàssic (des del 100
aC fins a finals del s. ii dC).2 Existeixen diferents proves d’aquesta productivi-
tat. En primer lloc, l’abundància de verbs prefixats evidencia una gran capaci-
tat combinatòria dels preverbs i els verbs. Aquesta capacitat combinatòria està
il·lustrada en la taula de (2) amb només quatre verbs, eo ‘anar’, duco ‘menar,
conduir’, scribo ‘escriure’ i volo ‘volar’, però es pot generalitzar a la immensa
majoria de verbs i de preverbs llatins:

1
Dono les gràcies als organitzadors del “Ciclo de conferencias sobre morfología léxica” per
convidar-me a donar la conferencia que és l’origen d’aquest treball, i a l’audiència pels seus útils co-
mentaris. Qualsevol error és responsabilitat meva. Aquest treball ha estat posible gràcies a les ajudes
SFRH/BPD/90892/2012 (Fundação para a Ciência e a Tecnologia, Ministério da Educação e Ciên-
cia de Portugal) i FFI2010-20634 (Ministerio de Educación y Ciencia-FEDER de l’Estat Espanyol).
2
Vegeu Haverling (2000) i Acedo-Matellán (2010).
64 Víctor Acedo-Matellán

(2)
Combinacions dels preverbs amb els verbs eo, duco, scribo i volo

eo ‘anar’ duco ‘menar, scribo ‘escriure’ volo ‘volar’


conduir’
ab(s) ‘des abeo ‘anar- abduco ‘en- avolo ‘anar-
---
de, lluny de’ se’n’ dur-se’ se’n volant’
am(b) ‘pels ambio ‘anar
dos costats’ pels dos --- --- ---
costats’
ad- ‘a, al adeo ‘venir, adduco ‘dur a’ ascribo ‘afegir advolo ‘arri-
costat’ anar’ escrivint’ bar volant’
ante- ‘da- antevolo
--- --- ---
vant’ ‘volar davant’
circum- ‘al circumeo ‘anar circumduco ‘dur circumscribo ‘en- circumvolo
voltant’ al voltant, al voltant’ cerclar amb una ‘volar al vol-
envoltar’ marca’ tant’
co(m)- coeo ‘anar al conduco ‘aplegar conscribo ‘apuntar
‘amb’ mateix indret, en un mateix en una mateixa ---
aplegar-se’ indret’ llista, enrolar’
contra- contraeo ‘anar contrascribo ‘con-
‘contra’ en contra, --- trasignar’ ---
oposar-se’
de- ‘a baix, deeo ‘anar- deduco ‘allunyar, describo ‘copiar, devolo ‘baixar
lluny de’ se’n’ fer baixar’ transcriure d’un volant’
original’
di(s)- ‘en diduco ‘dur en discribo ‘assignar,
diferents diferents direc- distribuir entre
--- ---
direccions’ cions, dividir’ diferents indivi-
dus’
e(x)- ‘cap exeo ‘eixir’ educo ‘treure, exscribo ‘copiar evolo ‘sortir
enfora’ dur a fora’ un extracte d’un volant’
escrit’
in- ‘dins, ineo ‘entrar’ induco ‘fer en- inscribo ‘gravar, involo ‘entrar
cap endins’ trar, dur a dins’ inscriure’ volant’
inter- ‘en- intereo ‘anar interscribo ‘escriu- intervolo ‘vo-
---
tre’ al mig’ re entre línies’ lar al mig’
intro- ‘cap introeo ‘en- introduco ‘fer en-
--- ---
endins’ trar’ trar, dur a dins’
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 65

ob- ‘contra, obeo ‘anar en obduco ‘dur


davant’ contra, anar a contra’ --- ---
l’encontre’
per- ‘a pereo ‘passar, perduco ‘dur perscribo ‘escriure pervolo
través de’ desaparèixer’ a través a un del tot’ ‘travessar
indret’ volant’
post- posteo ‘anar postcribo ‘escriure
‘darrere, després, anar --- després d’algú’ ---
després’ darrere’
prae- ‘da- praeeo ‘anar praeduco ‘dur al praescribo ‘es- praevolo
vant’ al davant, davant’ criure davant o ‘avançar-se
precedir’ prèviament’ volant’
praeter- praetereo praeterduco ‘dur praetervolo
‘enllà’ ‘passar’ enllà’ --- ‘passar vo-
lant’
pro(d)- prodeo ‘avan- produco ‘dur proscribo ‘escriure provolo
‘avant’ çar-se’ endavant, fer davant, publicar ‘avançar
avançar’ per escrit’ volant’
re(d)- ‘en- redeo ‘tornar’ reduco ‘fer tor- rescribo ‘respon- revolo ‘tornar
rere’ nar enrere’ dre per escrit’ volant’
retro- ‘en- retroeo ‘tornar, retroduco ‘fer
rere’ anar enrere, tornar enrere’ --- ---
retirar-se’
se- ‘lluny seduco ‘allunyar’
--- --- ---
de’
sub(s)- ‘de subeo ‘anar subduco ‘treure subscribo ‘escriure subvolo ‘pujar
baix a dalt, sota’ de sota’ per sota’ volant’
sota’
subter- subtereo ‘anar subterduco ‘en- subtervolo
‘sota’ sota’ dur-se secreta- --- ‘volar per
ment’ sota’
super- ‘so- superscribo ‘es- supervolo
--- ---
bre’ criure a sobre’ ‘sobrevolar’
supra- ‘so- suprascribo ‘es-
--- --- ---
bre’ criure a sobre’
tra(ns)- transeo ‘anar traduco ‘dur transcribo ‘copiar, transvolo
‘enllà’ enllà, traves- enllà’ transcriure’ ‘travessar
sar’ volant’
66 Víctor Acedo-Matellán

La comparació de verbs prefixats amb un mateix preverb i de preverbs afe-


gits a una mateixa base verbal mostra que, en general, el significat del preverb i
del verb es conserva en els verbs prefixats, la qual cosa també és senyal de l’exis-
tència d’un mecanisme productiu i força transparent. Per exemple, si ens fixem
en els verbs formats sobre la base volo ‘volar’, ens adonarem que tots contenen
el component de significat ‘volant o d’un vol’, de vegades també ‘depressa’;
semblantment, si ens fixem en els verbs prefixats amb el preverb ad, podem
abstreure el component de significat comú que indica “punt d’arribada”.
Una segona prova de la productivitat de la preverbació és l’ús contrastiu
de verbs prefixats amb el mateix preverb. La possibilitat de contrast semàntic
mostra que per als parlants de llatí els verbs prefixats no eren fòssils inanalitza-
bles, sinó que responien a un mecanisme generatiu viu. D’aquest fet en tenim
exemples en gèneres que precisament reflecteixen el llatí més col·loquial, com
ara la comèdia plautina. Així, en l’exemple de (3) Plaute cerca un efecte d’estil
amb el contrast que fa entre els verbs expoto ‘gastar en beure’ (format sobre
poto ‘beure’), exunguo ‘gastar en cosmètics’ (format sobre unguo ‘ungir, untar’)
i eluo ‘gastar en banys’ (format sobre luo ‘rentar’), tots amb el mateix preverb
e(x) ‘fora’, que, com veurem a la secció 2.2, s’usa sovint per indicar desaparició:

(3)
Plaut. Trin. 4023
Lesbonicus: Quid factumst eo [minas quadraginta]?
què.nom fet=és això.abl mina.acc.pl quaranta
Stasimus Com-essum, ex-potum,
amb-menjat.nom.n.sg fora-begut.nom.n.sg
ex-unctum, e-lotum in balineis.
fora-ungit.nom.n.sg fora-rentat.nom.n.sg bany.abl.pl
‘—Lesbònic: Què se n’ha fet [de les quaranta mines]? —Estàsim: S’han gastat en
menjar, en beure, en cosmètics i en banys.’

Finalment, els propis gramàtics llatins deixaren constància de la produc-


tivitat del procés de preverbació. Així, el polígraf Varró, en l’obra De lingua
latina (s. ii-s. i aC), en la qual s’empra el terme praeverbium per primera ve-
gada, ens informa que mitjançant uns quants preverbs es poden crear un gran
nombre de verbs nous:

3
Si no s’indica el contrari, els exemples llatins han estat extrets de la segona edició del corpus
digitalitzat Bibliotheca Teubneriana Latina (Tombeur, 2002). Les referències de les obres llatines
són, doncs, les que dóna Teubner. Les traduccions al català són meves.
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 67

(4)
Varr. ling. 6, 5, 38
A quibus iisdem principiis antepositis praeverbiis paucis immanis verborum ac-
cedit numerus, quod praeverbiis inmutatis additis atque commutatis aliud atque
aliud fit: ut enim et processit, et recessit, sic accessit et abscessit; item incessit et
excessit, sic successit et decessit, discessit et concessit.

‘D’aquests elements originals sorgeix un nombre enorme de mots per l’anteposició


d’uns quants preverbs, ja que per l’afegiment de preverbs, amb canvi o sense, un
mot es transforma repetidament: així, com processit [‘avançà’] i recessit [‘retrocedí’],
també hi ha accessit [‘s’apropà’] i abscessit [‘marxà’]; semblantment, com incessit
[‘entrà’] i excessit [‘sortí’], també hi ha successit [‘pujà’], decessit [‘se n’anà’], discessit
[‘partí’] i concessit [‘cedí’].’

La productivitat del fenomen, el seu paper central en l’estructura argu-


mental i esdevenimental dels predicats en llatí, i la similitud d’aquest proce-
diment amb altres que es troben en altres llengües indoeuropees i fins i tot
fora d’aquesta família lingüística, fan de la preverbació llatina un tema de
gran interès per a les teories de la morfologia i de la relació d’aquesta amb la
semàntica i la sintaxi. No cal dir, però, que la preverbació en llatí presenta
també aspectes morfofonològics sens dubte molt interessants i rellevants per
a entendre la naturalesa d’aquest procés. Un dels més importants és l’apofo-
nia vocàlica, és a dir, la transformació de la vocal de l’arrel en el verb prefixat,
que està il·lustrada en (5) amb els verbs abigo ‘dur lluny de’, incido ‘gravar
tallant’, concino ‘cantar amb altres’, recipio ‘recuperar’ i conficio ‘preparar,
executar’:

(5)
Apofonia vocàlica en la preverbació (Heslin, 1987: 153)
ago ‘dur’ / abigo ‘dur lluny de’
caedo ‘tallar’ / incido ‘gravar tallant’
cano ‘cantar’ / concino ‘cantar amb altres’
capio ‘prendre’ / recipio ‘recuperar’
facio ‘fer’ / conficio ‘preparar, executar’

En aquest treball, tanmateix, no es tracta la dimensió fonològica de la pre-


verbació. Els interessats en aquest aspecte poden consultar el treball de Heslin
(1987), entre d’altres.
L’article està organitzat de la manera següent. Després d’aquesta introduc-
ció, es consignen, a la secció 2, els aspectes semàntics relacionats amb els verbs
68 Víctor Acedo-Matellán

prefixats. A la secció 3 es tracten els canvis sintàctics entre els predicats encap-
çalats pel verb simple i pel corresponent prefixat. A la secció 4 es comparen
breument les propietats dels verbs prefixats llatins amb les de formes semblants
en altres llengües. Finalment, s’ofereixen conclusions a la secció 5.

2. Aspectes semàntics de la preverbació

És indubtable que els verbs prefixats no signifiquen el mateix que els verbs
simples corresponents. Si tornem als nostres exemples de la secció anterior
podem comprovar aquest fet comparant excurro amb curro, inaro amb aro i
subluceo amb luceo:

(6)
excurro ‘sortir corrent(s)’ (vegeu ex ‘des de l’interior de’ i curro ‘córrer’)
inaro ‘introduir amb l’arada’ (vegeu in ‘dins, cap endins de’ i aro ‘llaurar’)
subluceo ‘lluir tènuement’ (vegeu sub ‘sota’ i luceo ‘lluir’)

Ara bé, les aportacions semàntiques que fa el preverb al verb prefixat són
de diferent tipus. Aquí presento una classificació d’aquestes contribucions en
quatre categories: preverbs amb valor espacial, preverbs usats metafòricament,
preverbs amb valor aspectual i finalment preverbs usats com a modificadors
del predicat principal.

2.1. Preverbs amb valor espacial

Atesa la naturalesa evidentment preposicional dels preverbs llatins, sembla as-


senyat considerar com a bàsic o original el valor espacial d’aquests elements
morfològics. De (7) a (9) hi ha exemples amb verbs prefixats en què el preverb
mostra clarament aquest valor. En (7), per exemple, el verb circumvolo, format
sobre el simple volo ‘volar’ i el preverb circum ‘al voltant’, es refereix a un esde-
veniment de moviment circular, matís que li ve del preverb:

(7)
Quint. decl. 299, 5, 3
Miseranda patris umbra circum-volat.
llastimosa.nom pare.gen ombra.nom al_voltant-vola
‘La llastimosa ombra del pare hi vola al voltant.’
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 69

En (8) el preverb ad ‘a, al costat de’, que aquí apareix amb la forma as-
similada ac, introdueix una trajectòria amb punt final en l’esdeveniment de
moviment de curro:

(8)
Cic. Verr. 2, 5, 16, 2
Subito ipse ac-currit.
de_sobte ell_mateix.nom a-corre
‘De sobte ell mateix hi arriba corrent.’

El preverb ad s’usa sovint de manera anafòrica. Per exemple, en aquest


exemple identifica un lloc que ja ha estat esmentat prèviament i és per això
que en la traducció catalana apareix el pronom anafòric hi. En (9) el preverb
sub (assimilat com a sup), té clarament un significat espacial concret, el de
“sota”, i identifica el punt final del moviment expressat pel verb (“sota les
gallines”):

(9)
Cic. N. D. 2, 48, 124; apud Lewis i Short, 1879
Anatum ova gallinis saepe sup-ponimus.
ànecs.gen ous.acc gallines.dat sovint sota-posem
‘Sovint col·loquem ous d’ànec sota les gallines.’

L’exemple serveix per il·lustrar una propietat dels predicats amb verbs pre-
fixats, a saber, la dependència a distància entre el preverb i un sintagma no-
minal independent, en aquest cas el datiu gallinis ‘gallines’, que s’interpreta
com el punt de referència semàntic del preverb. En tots els casos que hem
vist el verb prefixat denota una trajectòria delimitada al llarg de la qual té lloc
l’esdeveniment de moviment. Quin tipus de moviment sigui depèn de l’arrel
del verb simple. Ara bé, els preverbs també es troben en predicats estàtics, com
el de (10):

(10)
Plaut. Rud. 1313
Nummi octingenti aurei in marsuppio in-fuerunt.
monedes.nom vuit-centes d’or.nom.pl dins moneder.abl dins-foren
‘Hi hagué vuit-centes monedes d’or al moneder.’

En aquest exemple el preverb articula una relació espacial estàtica entre


nummi octingenti ‘vuit-centes monedes’ i marsuppio ‘el moneder’. La infor-
70 Víctor Acedo-Matellán

mació espacial del preverb està repetida en la preposició homònima in del


sintagma preposicional in marsuppio. Aquesta repetició entre preverb i prepo-
sició, anomenada duplicació per Lehmann (1983), és molt freqüent, tant en
predicats estàtics com dinàmics.
En els predicats prefixats que hem vist fins ara identifiquem un argument
interpretat com l’entitat que es mou o que està estàtica i que anomenarem
figura i l’entitat que constitueix el punt de referència del moviment o de la
posició i que anomenarem fons. Per exemple, en (9) la figura és ova ‘ous’ i el
fons és gallinis ‘gallines’.4

2.2. Verbs prefixats que expressen lloc metafòric

Els esquemes semàntics espacials es poden aprofitar per expressar esdeveni-


ments que no són ben bé espacials, com mostren els exemples següents del
català:

(11)
Metaforització de l’espai per a la desaparició i el canvi de possessió
a. Els diners se me’n van.
b. Treure diners a algú.

En llatí molt sovint aquesta metaforització es duu a terme mitjançant


preverbs. Per exemple, el significat d’“obtenir” es pot expressar mitjançant el
preverb ex, com es mostra en (12). El verb prefixat ex-canto significa “treure
mitjançant encanteris”:

(12)
Sen. nat. 4b, 7, 2, 118
Ne quis alienos fructus
perquè_no ningú.nom d’altri.acc.pl fruit.acc.pl
ex-cantassit.
fora-encantar.pluprf.sbjv.3sg
‘Perquè ningú no obtingués els fruits d’altri mitjançant encanteris.’

4
Els termes figura i fons, en la seva aplicació lingüística, vénen de Talmy (1975). Lehmann
(1983) en diu, respectivament, Locatum i Relatum. El valor espacial dels preverbs llatins ha
estat tractat per Van der Heyde (1934), García Hernández (1980), Lehmann (1983), Carvalho
(1998), Serbat (1998), Brachet (2000), Haverling (2000, 2003), Romagno (2003), Molinari
(2005), Moussy (2005), Oniga (2005) i Acedo-Matellán (2010), entre d’altres.
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 71

Els verbs prefixats també poden expressar la desaparició de quelcom. Per


exemple, en (13) el preverb ex expressa la desaparició de l’embriaguesa, desa-
parició que té lloc mitjançant una dormida, com indica el verb simple. La idea
de desaparició, al seu torn, prové del significat bàsic de ex com ‘cap enfora’:

(13)
Cic. Phil. 2, 30, 7
E-dormi crapulam.
fora-dormir.imp embriaguesa.acc
‘Treu-te l’embriaguesa d’una dormida.’

Semblantment, un altre preverb que indica separació, el preverb ab ‘des


de’, apareix en el verb prefixat abutor amb el sentit de desaparició. En aquest
cas, la desaparició s’identifica amb un “ús exhaustiu” o “consumpció”:

(14)
Cat. agr. 76, 4, 15
Omne caseum cum melle ab-usus eris.
tot.acc formatge.acc amb mel.abl des_de-hauràs_usat
‘Hauràs gastat tot el formatge amb mel.’

El significat espacial díctic o anafòric del preverb ad, que indica “arriba-
da”, genera el significat metafòric d’“aparició”. Aquest és el valor que té en
(15) el verb prefixat adfluo ‘venir fluint, en flux, a onades, en abundància’.
En canvi, en el verb dilabor ‘disgregar-se, separar-se lliscant’, l’efecte semàn-
tic és el de desaparició a partir del significat bàsic del preverb dis ‘en diferents
direccions’, un preverb que no correspon a cap preposició però que és força
productiu:

(15)
Val. Max. 6, 9, 7
[Vires atque opes humanae] ad-fluunt subito,
forces.nom i riqueses.nom humanes.nom a-flueixen de_sobte
repente di-labuntur.
de_sobte en_diferents_direccions-llisquen
‘Les forces i les riqueses humanes apareixen de sobte a onades i tot d’una
s’esmunyen.’

De nou observem que la contribució semàntica del verb simple és la


d’identificar la manera en què té lloc el moviment metafòric. Valeri Màxim ho
72 Víctor Acedo-Matellán

aprofita per aconseguir un efecte de contrast: les riqueses vénen o apareixen


(ad) a onades (fluunt) i se’n van (di) gairebé sense que ens n’adonem, lliscant
o esmunyint-se (labuntur).
Finalment, hi ha una sèrie de verbs prefixats amb ab ‘des de, lluny de’ o de
‘des de, lluny de, de dalt a baix’, que s’usen per expressar actes de negació. Per
exemple, en (16) el verb abiuro es pot traduir com ‘negar quelcom mitjançant
jurament’:

(16)
Plaut. Rud. 14
Ab-iurant pecuniam.
des_de-juren diners.acc
‘Neguen mitjançant jurament que tinguin diners.’

Crucialment, la negació no afecta l’esdeveniment de jurar: el predicat no


significa ‘no juren’ o ‘es neguen a jurar’ sinó ‘juren que no’ o ‘neguen mitjan-
çant jurament’. Aquesta interpretació està en consonància amb el fet, cons-
tatat més amunt, que la base verbal dels verbs prefixats s’intepreta com un
“co-esdeveniment” que acompanya a l’esdeveniment principal representat pel
propi preverb (en aquests casos, l’acció de negar). Semblantment, en (17), el
verb ab-dico, del qual procedeix el català abdicar, significa ‘proclamar que no’,
i es construeix amb objectes que són proposicions. En aquest cas l’objecte és la
subordinada d’infinitiu eam consanguineam esse:5

(17)
Pacuv. Trag. 55
[Eam] consanguineam esse ab-dicant.
ella.acc consanguínia.acc ser des_de-proclamen
‘Proclamen que no té la mateixa sang.’

2.3. Preverbs que expressen aspecte situacional (Aktionsart)

Un tipus especial de metaforització de l’espai és la interpretació aspectual, és a


dir, l’organització temporal interna de la situació descrita pel predicat o Aktions-
art. Els preverbs llatins sovint s’interpreten com a marques d’aspecte. El preverb
ad, per exemple, expressa molt sovint aspecte ingressiu, de començament de

5
Vegeu més discussió sobre el valor metafòric dels preverbs llatins en García-Hernández
(1980) i en Acedo-Matellán (2010), entre d’altres.
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 73

l’esdeveniment. Per exemple, en (18) i (19), els verbs prefixats accido ‘tallar una
mica, començar a tallar’ i adedo ‘començar a menjar, rosegar’ presenten aquest
matís ingressiu. En el cas de (18) el significat del verb queda especialment clar;
els arbres es tallen tan poc que sembla que estiguin completament drets:

(18)
Caes. Gall. 6, 27, 4
Ac-cidunt arbores, tantum ut summa
a-tallen arbres.acc només que alta.superl.nom
species earum stantium relinquatur.
aparença.nom aquests.gen estar_dret.ptcp.prs.gen.f.pl restar.prs.sbjv.3sg
‘Comencen a tallar els arbres just perquè sembli, per la part més alta, que estan drets.’

(19)
Liv. 25, 16, 2
Angues duo [...] ad-edere iecur.
serps.nom dues.nom a-menjaren fetge.acc
‘Dues serps començaren a menjar el fetge.’

El preverb de presenta en molts verbs prefixats un significat egressiu, de


finalització de l’esdeveniment identificat per l’arrel del verb simple. En (20) i
(21), per exemple, els verbs prefixats defervesco i debello s’interpreten, respec-
tivament, com ‘haver acabat un procés de fermentació’ i ‘acabar una guerra’:

(20)
Colum. 9, 15
Dum musteus fructus de-fervescat.
fins_que dolç.nom fruit.nom de-bullir.sbjv.prs.3sg
‘Fins que el fruit dolç hagi acabat de fermentar.’

(21)
Liv. 9, 16
Aulius cum Ferentanis uno secundo proelio de-bellavit.
Auli.nom amb Ferentans.abl un.abl segon.abl combat.abl des_de-guerrejà
‘Auli va acabar la guerra en un únic segon combat amb els Ferentans.’

Finalment, cal dir que, independentment que el significat bàsic del pre-
verb sigui espacial, metafòric o aspectual, la major part dels usos preverbals
impliquen la introducció d’un punt final o telos de l’esdeveniment. El contrast
entre verb simple i verb prefixat en aquest sentit és molt evident i ha estat es-
tudiat profusament des del s. xix. Fixem-nos en els exemples de (22) i de (23).
74 Víctor Acedo-Matellán

En (22) hi ha el verb simple fluo ‘fluir’, que indica una activitat, és a dir, un
esdeveniment sense punt culminatiu. És per aquest motiu que el predicat pot
admetre un adjunt aspectual duratiu com diu ‘per molta estona’:

(22)
Ov. am. 1, 7, 49
Diu lacrimae fluxere per ora.
per_molta_estona llàgrimes.nom fluïren per cara.acc
‘Per molta estona li lliscaren llàgrimes per la cara.’

Ara comparem aquest verb simple amb el verb prefixat ad-fluo, que vèiem
en (15), repetit aquí com a (23):

(23)
Val. Max. 6, 9, 7
[Vires atque opes humanae] ad-fluunt subito,
forces.nom i riqueses.nom humanes.nom a-flueixen de_sobte
repente di-labuntur.
de_sobte en_diferents_direccions-llisquen
‘Les forces i les riqueses humanes apareixen de sobte a onades i tot d’una
s’esmunyen.’

El predicat encapçalat per adfluo expressa un esdeveniment que conté un


punt culminant explícit identificat amb el preverb ad, que aquí té la interpre-
tació anafòrica de “al costat de l’entitat introduïda en el discurs”. La telicitat
de adfluo permet que aquest predicat aparegui amb expressions com subito ‘de
sobte’, que es refereixen justament al punt culminatiu de l’esdeveniment. De
la mateixa manera, el preverb dis en dilabuntur permet l’aparició d’un adverbi
de semàntica semblant, repente.6

2.4. Preverbs interpretats com a modificadors adverbials

Finalment, hi ha preverbs que funcionen com a modificadors de tipus ad-


verbial respecte del predicat principal, que correspon a la base verbal. Hi ha

6
La contribució a l’Aktionsart del verb prefixat per part del preverb ha estat molt estudiada
en la tradició lingüística llatina. Vegeu Meillet (1897), Barbelenet (1913), Lejay (1919), Stolz,
Schmalz, Leumann i Hofmann (1928), Van der Heyde (1934), Jensen (1939), Reinhold (1956),
García Hernández (1980), Pinkster (1983), Haverling (2000, 2003), Romagno (2003, 2008),
Acedo-Matellán (2010), entre d’altres.
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 75

bàsicament dos valors adverbials dels preverbs llatins: l’atenuant i l’intensiu.


El preverb sub ‘sota’ es pot prefixar a un verb simple amb un valor atenuant.
Aquest valor està il·lustrat en (24) i (25). En el primer exemple, el preverb
atenua la intensitat de la lluïssor expressada pel verb simple luceo, ‘lluir, emetre
llum’. En el segon cas, el preverb atenua el significat bàsic de blandior ‘acari-
ciar’ i aquí s’ha optat per traduir-lo com ‘fer manyaguetes’:

(24)
Ov. am. 1, 5, 3
Sub-lucent fugiente crepuscula Phoebo.
sota-lluen fugir.ptcp.act.abl.m.sg crepuscles.nom Febus.abl
‘Lluen tènuement els crepuscles en partir Febus.’

(25)
Plaut. Asin. 181
Et quoque catulo meo sub-blanditur.
i també gosset.dat meu.dat sota-acaricia
‘I fins i tot fa manyaguetes al meu gosset.’

El verb subrideo, que conté el preverb sub amb el mateix matís atenuant i el
verb simple rideo ‘riure’ ha donat lloc al verb català somriure i els seus cognats
en altres llengües romàniques:

(26)
Cic. Q. Rosc. 22, 25
Sub-ridet Saturius, veterator, ut sibi videtur.
sota-riu Sateri.nom arterós.nom com se.dat sembla
‘Saturi somriu; un individu arterós, com li ho sembla a ell mateix.’

Un altre valor adverbial del preverb sub és l’anomenat furtiu, relacionat


amb l’atenuatiu. En virtut d’aquest valor s’interpreta que l’acció expressada
pel verb simple es duu a terme en secret o furtivament, com mostren els
exemples amb subausculto ‘escoltar d’amagat’ de (27) i subripio ‘prendre fur-
tivament’ de (28):

(27)
Plaut. Asin. 586
Opprime os, is est. sub-auscultemus.
oprimeix boca.acc ell.nom és sota-escoltem.sbjv
‘Tanca la boca, és ell; escoltem-lo d’amagat.’
76 Víctor Acedo-Matellán

(28)
Cic. inv. 1, 8, 11, 22
Si quis sacrum ex privato sub-ripuerit.
si ningú sagrat.acc fora privat.abl sota-arrabassar.prf.sbjv.3sg
‘Si algú pren furtivament quelcom sagrat d’una propietat privat.’

S’il·lustra el valor adverbial intensiu amb el preverb ad, en (29) i (30). En


el primer exemple l’acció del verb simple curo ‘tenir cura de’ està reforçada
mitjançant el valor intensiu de ad. El valor intensiu és molt evident en (30),
ja que Sèneca fa contrastar el verb prefixat amb el verb simple amo ‘estimar’:

(29)
Plaut. Epid. 622
Remeabo intro, ut ac-curentur [...] hospites.
tornaré endins perquè a-atendre.ipfv.sbjv.pass.3pl hostes.pl
‘Tornaré a dins perquè els hostes siguin convenienment atesos.’

(30)
Sen. epist. 71, 5, 244
Si [...] virtutem ad-amaveris, amare enim parum est.
si virtut.acc a-estimessis estimar car poc.nom és
‘Si t’estimes molt la virtut, car estimar-la i prou és poca cosa.’

Faig una observació final, de caire més morfològic, respecte dels preverbs
interpretats com a modificadors. Aquests preverbs poden aparèixer al costat dels
preverbs de significat bàsicament espacial, però sempre a l’esquerra d’aquests:

(31)
sub-ad-moveo ‘apropar subreptíciament’ (vegeu moveo ‘moure’)
sub-ad-uno ‘reunir secretament’ (vegeu uno ‘aplegar’)
sub-in-duco ‘introduir subreptíciament’ (vegeu duco ‘menar, dur’)
sub-intro-eo ‘introduir-se subreptíciament’ (vegeu eo ‘anar’)
(*adsubmoveo, adsubuno, etc.)

3. Aspectes sintàctics de la preverbació

Un dels aspectes més rellevants del mecanisme de preverbació llatí és el de


les diferències sintàctiques entre el verb simple i el verb prefixat. Concreta-
ment, tot sovint el preverb sembla que funcioni com un predicat principal,
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 77

imposant una estructura argumental nova i reduint la base verbal a un sim-


ple modificador de l’esdeveniment.

3.1. Canvis en la transitivitat

Potser el cas més estudiat de canvi en l’estructura argumental entre el verb sim-
ple i el prefixat és el dels verbs intransitius que es fan transitius amb l’afegit del
preverb. Un subcas notori és el del verbs de moviment. El nou complement di-
recte s’interpreta com el complement del preverb, és a dir, com el fons o punt
de referència de l’esquema de moviment. Per exemple, (32) mostra el verb
eo ‘anar’, intransitiu, construt amb un sintagma preposicional amb la prep-
osició ad ‘a’, que pren, al seu torn, un complement entès com a fons, forum
‘el fòrum’. La figura és, en aquest cas, la primera persona singular. En canvi,
en (33) el verb prefixat adeo ‘anar a’, pot prendre, en virtut de la prefixació del
preverb ad, un complement directe, me, que correspon al fons:

(32)
Plaut. Asin. 108
Eo ad forum.
vaig a fòrum.acc
‘Vaig al fòrum.’

(33)
Ter. Andr. 534
Aliquot me ad-ierunt.
Alguns me.acc a-anaren
‘Alguns se’m van adreçar.’

Fets semblants s’observen en comparar (34) i (35). En (34) hi ha el verb


simple intransitiu volo, que en aquest cas apareix amb un sintagma preposicio-
nal supra [altam] nubem ‘sobre l’elevat núvol’. En canvi en (35) el verb prefixat
circumvolo pot prendre un complement directe en acusatiu que torna a ser
interpretat com el complement semàntic del preverb:

(34)
Sen. nat. 7, 28, 1, 657
Altam supra volat ardea nubem.
alta.acc sobre vola agró.nom núvol.acc
‘L’agró vola sobre l’elevat núvol.’
78 Víctor Acedo-Matellán

(35)
Verg. A. 3, 233; apud Lewis i Short, 1879
Turba [Harpyiae] praedam circum-volat.
multitud.nom Harpia.gen presa.acc al_voltant-vola
‘La multitud de l’Harpia envolta la presa volant.’

El moviment pot ser causat, com en (37):

(36)
Hor. sat. 2, 5, 106
Si quis forte [...] tussiet.
Si algú.nom potser tossir.sbjv.3sg
‘Si algú potser tus.’

(37)
Plin. nat. 10, 197, 2, 11
[Serpentes] [ova] solida hauriunt, [...] atque
serps.nom ous.acc sencers.acc empassen i
putamina ex-tussiunt.
closques.acc fora-tussen
‘Les serps s’empassen sencers els ous i treuen les closques d’un estossec.’

En (36) el verb simple tussio ‘tussir’ es mostra com a verb intransitiu; l’afe-
git del preverb ex ‘fora’ en (37) fa que aquest verb pugui prendre un comple-
ment en acusatiu, ova ‘els ous’, que s’interpreta, en aquest cas, no pas com a
fons, sinó com a figura: els ous són l’entitat que acaba fora (ex) del cos de la
serp. En (37) l’arrel del verb tussio fa el paper de modificador de l’esdeveni-
ment: la manera com es produeix l’expulsió dels ous és mitjançant un estossec.
La introducció d’un objecte en acusatiu no seleccionat pel verb simple
també s’atesta en predicats de canvi de lloc metafòric. Així, el verb dormio
‘dormir’, que és intransitiu, com es mostra en (38), es fa transitiu amb la pre-
fixació del preverb ex ‘fora’, com es mostra en (39). L’embriaguesa, crapulam,
torna a interpretar-se, com en el cas de (37), com la figura, mentre que el fons
ha de ser entès metafòricament, com l’interior de l’individu que està embriac:

(38)
Ov. rem. 727
Thalamo dormimus in illo.
tàlem.abl dormim a aquell.abl
‘Dormim en aquell llit nupcial.’
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 79

(39)
Cic. Phil. 2, 30
E-dormi crapulam.
out-dorm.imp embriaguesa.acc
‘Treu-te l’embriaguesa d’una dormida.’

Dins la classe de verbs que es fan transitius amb l’afegit del preverb hi
podem incloure els verbs intransitius que seleccionen un complement en un
cas no acusatiu, com el datiu o l’ablatiu. Per exemple en (40) tenim el verb
blandior, que significa ‘acariciar’ i també ‘afalagar’ i que es construeix amb un
datiu, en aquest cas sensibus nostris ‘els nostres sentits’. L’afegiment del prefix
ex ‘fora’ en (41) fa que el verb prefixat pugui prendre un objecte en acusatiu,
omnia ‘tot’, que s’interpreta com la figura d’un esquema de moviment abstrac-
te que té com a punt de referència les possessions d’algú. El significat final és
el de canvi de possessió, és a dir, el d’obtenció o adquisició:

(40)
Cic. ac. 1, 139, 8
Quam suaviter voluptas sensibus nostris
com suaument plaer.nom sentits.dat nostres.dat
blandiatur.
afalagar.sbjv.3sg
‘Amb quina subtilesa el plaer ens afalaga els sentits.’

(41)
Liv. 27, 31, 7
Neque enim omnia emebat aut e-blandiebatur.
ni car tot.acc comprava o fora-afalagava
‘Car no obtenia tot mitjançant diners o afalacs.’

Com a cas de verb simple que selecciona ablatiu i que passa a seleccionar
acusatiu amb l’afegit d’un preverb podem mostrar el del parell utor ‘usar’, en
(42), i abutor ‘usar completament, exhaurir’, en (43). En (42) el verb pren com
a complement l’ablatiu (minus) idoneis equis ‘cavalls menys adequats’. En (43)
el verb abutor, amb el preverb ab, que indica separació però que aquí té un
significat metafòric de desaparició, pren com a complement l’acusatiu caseum
cum melle, que s’interpreta com la cosa que desapareix, és a dir, la figura de
l’esquema de moviment abstracte introduït pel preverb:
80 Víctor Acedo-Matellán

(42)
Caes. Gall. 7, 65, 5
Minus idoneis equis utebantur.
menys idonis.abl cavalls.abl usaven
‘Feien servir cavalls menys adequats.’

(43)
Cat. agr. 76, 4, 15
Omne caseum cum melle ab-usus eris.
tot.acc formatge.acc amb mel.abl des_de-hauràs_usat
‘Hauràs gastat tot el formatge amb mel.’

Encara podem considerar dins de la categoria de verbs prefixats amb canvis


de transitivitat algun cas en què l’afegit del preverb bloqueja l’aparició d’un
complement directe que en el verb simple és obligatori. Un cas conspicu és el
del verb rumpo, ‘trencar, esquinçar’, obligatòriament transitiu, com es mostra
en (44); aquest verb es pot fer intransitiu amb l’afegit d’un preverb com in
‘dins’, com en (45):

(44)
Sen. nat. 2, 58, 1, 985
[Fulmen] nubes rumpit.
llamp.nom núvols.acc esquinça.
‘El llamp esquinça els núvols.’

(45)
Liv. 3, 49, 6
In forum ex altera parte in-rumpit.
dins forum.acc fora altra.abl banda.abl dins-trencar.3sg
‘Irrompé dins el fòrum per l’altra banda.’

El preverb té el potencial d’introduir una estructura argumental nova, amb


un fons de l’esquema de moviment, en aquest representat pel sintagma prepo-
sicional in forum ‘cap endins del fòrum’, però el verb prefixat ja no selecciona
un complement en acusatiu.7

7
Han tractat els canvis de transitivitat en verbs prefixats autors com García Hernández
(1980), Lehmann (1983), Serbat (1998), Acedo-Matellán (2003, 2006a, 2010), Romagno
(2008), Acedo-Matellán i Mateu (2009, 2013).
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 81

3.2. Conservació de la transitivitat amb altres canvis d’estructura argumental

En altres casos la transitivitat es manté en el verb prefixat però, tot i això,


l’estructura argumental és diferent. Com hem vist en la secció anterior, el
preverb té el poder d’introduir la seva pròpia estructura argumental. N’és un
cas el dels verbs de dicció prefixats amb ad, com ara affor ‘dir a, adreçar-se a’.
Fixem-nos primer en el verb simple for ‘dir’, il·lustrat en (46). Aquest verb
simple selecciona una cosa dita, que, si s’expressa, es realitza en acusatiu, com
-ea ‘això’, en (46b), i un receptor d’allò que es diu, que es pot expressar en
datiu, com el mihi ‘a mi’ de (46a) o com un sintagma preposicional introduït
per la preposició ad, com en (46c):

(46)
Verb simple for ‘dir’
a. Liv. 25, 12, 6
Mihi ita Iuppiter fatus est.
me.dat així Jupiter.nom digué
‘Juppiter m’ha parlat així.’
b. Verg. Aen. 1, 586
Ea fatus erat.
allò.acc dir.pluprf.3sg
‘Ho havia dit.’
c. Cic. Tim. 40, 5
Ad eos is deus [...] fatur haec.
a ells.acc aquest.nom déu.nom diu això.acc
‘A ells aquest déu els diu això.’

Ara bé, com es mostra en (47), amb l’afegit del preverb ad ‘a’, tot i que el
predicat continua expressant un esdeveniment de dicció, aquest s’estructura
d’una manera ben diferent: el receptor s’expressa en acusatiu (Aenean ‘Enees’),
i s’interpreta, justament, com el complement semàntic del preverb, conceptu-
alitzat com un fons d’un esquema de moviment abstracte (el moviment d’allò
que es diu cap al receptor). Allò que es diu es pot expressar, opcionalment, en
ablatiu, en aquest cas Talibus ‘amb aquelles paraules’:

(47)
Verg. Aen. 6, 40
Talibus ad-fata Aenean [...].
tals.abl a-dir.ptcp.pfv.nom.f.sg Aeneas.acc
‘Havent-se adreçat a Enees amb aquelles paraules [...].’
82 Víctor Acedo-Matellán

Un cas semblant de superposició de l’estructura argumental del preverb so-


bre la del verb és el dels prefixats sobre la base misceo ‘barrejar’. En (48) tenim
les possibilitats d’expressió del verb simple:

(48)
Verb simple misceo ‘barrejar’
a. Ov. met. 4, 138
Fletumque cruori miscuit.
plor.acc=i sang.dat barrejà
‘Barrejà el seu plor amb la sang d’ell.’
b. Hor. sat. 2, 4, 55
Surrentina [...] miscet faece Falerna vina.
de_Sorrent.acc barreja mares.abl de_Falern.abl vins.pl
‘Barreja vins de Sorrent amb mares de Falern.’
c. Cato, agr. 79, 12
Caseum cum alica [...] misceto.
formatge.acc amb espelta.abl barrejar.imp.fut.2sg
‘Has de barrejar el formatge amb l’espelta.’
d. Plin. nat. 31, 64, 5, 5
Vinum et aquam miscent.
vi.acc i aigua.acc barregen
‘Barregen vi i aigua.’

La semàntica d’aquest verb requereix la concurrència de dos arguments


que es refereixen a les coses barrejades. Una primera possibilitat és que una
s’expressi en acusatiu i l’altra en datiu, com en (48a). Un altra possibilitat és
combinar acusatiu i ablatiu, com en (48b). Una variant d’aquesta opció és que
l’ablatiu vagi introduït per la preposició cum ‘amb’, com en (48c). Finalment,
una altra possibilitat, també present en català amb predicats com barrejar,
anomenats simètrics, és que l’objecte sigui un acusatiu plural o referit a diver-
ses entitats, com en (48d). L’afegiment del preverb in, en (49), fa que l’estruc-
tura argumental del verb prefixat sigui diferent de la del simple:

(49)
Apul. met. 7, 12, 14
Quasi soporiferum quoddam uenenum
com_si soporífer.acc cert.acc verí.acc
cantharis im-misceret illis.
gerros.dat dins-barregés aquells.dat
‘Com si aboqués un cert verí soporífer en aquells gerros.’
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 83

El verb immisceo ‘introduir barrejant’, exigeix, a més de l’agent que fa la


barreja, una substància que s’entén que es barreja i que va en acusatiu (sopo-
riferum quoddam venenum ‘un cert verí soporífer’) i un datiu que s’interpreta
com a complement del preverb, és dir, com a fons d’un esquema de movi-
ment (cantharis illis ‘aquells gerros’). Crucialment, la segona substància que es
barreja simplement no s’expressa, perquè l’estructura argumental del preverb
hi preval i no hi ha més lloc per a un altre argument. De fet, és difícil —per
no dir impossible— traduir literalment aquesta oració al català. Les proves
s’acumulen, doncs, a favor de la idea que els preverbs, almenys els que no són
modificadors de l’esdeveniment, són els predicats principals.
Per acabar, un cas poc freqüent és el dels verbs que, en virtut de la prefixa-
ció d’un preverb poden aparèixer amb dos acusatius, un que s’interpreta com a
figura i un altre que s’interpreta com a fons. És el cas dels verbs de moviment
causat prefixats amb circum ‘al voltant’ i trans ‘enllà’, il·lustrats respectivament
en (50) i (51):8

(50)
Plaut. Most. 843
Istum [...] circum-duce hasce aedis et conclavia.
aquest.acc al_voltant-du aquestes.acc casa.acc i cambres.acc
‘Du aquest per aquesta casa i cambres.’

(51)
Caes. Gall. 2, 5, 4, 10
Flumen Axonam [...] exercitum tra-ducere.
riu.acc Axona.acc exèrcit.acc enllà-dur
‘Conduir l’exèrcit enllà del riu Axona.’

3.3. Verbs prefixats inacusatius

Un canvi d’estructura argumental gairebé no estudiat en llatí és el de verbs


de moviment que passen de ser inergatius o intransitius purs a ser inacusatius
amb l’afegiment del preverb. Efectivament, és força consolidat el coneixement
de la intransitivitat escindida, és a dir, del fet que en les llengües hi ha dos tipus
de verbs intransitius: els inergatius, que tenen un subjecte que és un argument
extern, un autèntic subjecte, com els verbs d’activitat córrer, plorar, dormir,

8
Vegeu també Lehmann (1983), Cano Alonso (1995), Acedo-Matellán (2003, 2006a,
2010) i Acedo-Matellán i Mateu (2009, 2013), entre d’altres.
84 Víctor Acedo-Matellán

treballar, etc., i els inacusatius, que tenen un subjecte que té característiques


d’objecte, com caure, venir, arribar, etc.9 Una prova clàssica de la inacusativitat
en català és el fet que els subjectes dels verbs inacusatius però no el dels verbs
inergatius permet de ser pronominalitzat per en, com teniu al contrast de (52):

(52)
a. En van {caure/arribar/venir/etc.} quatre, de nens.
b. *En van {riure/plorar/treballar/etc.} quatre, de nens.

La inacusativitat s’ha tractat tradicionalment com una mena de passiva


lèxica: de la mateixa manera que les formes passives, els verbs inacusatius,
caracteritzats també per no tenir argument extern, no poden prendre un com-
plement directe perquè no hi poden assignar cas acusatiu. És per això que el
complement directe ha de rebre un altre cas, nominatiu.
Hi ha proves que els verbs de moviment prefixats llatins són inacusatius,
contràriament als seus corresponents no prefixats, que són inergatius. Per
exemple, contràriament als verbs de moviment no prefixats, els prefixats no
admeten certs complements acusatius anomenats cognats, és a dir, comple-
ments que reprodueixen l’esdeveniment denotat pel verb. En (53a) tenim un
exemple del català: la cursa de la Mercè és un complement cognat del verb
córrer. En aquest cas, el complement especifica de quin esdeveniment de córrer
estem parlant; contràriament, un verb inacusatiu com arribar, en (53b), no
permet la cognació:

(53)
a. La Mireia va córrer la cursa de la Mercè.
b. *La Mireia va arribar una gran arribada.

Un exemple paral·lel del llatí és el de (54). L’acusatiu cursus ‘cursa’, és un


objecte cognat del verb en forma participial currentium:

(54)
Liv. 35, 11, 7
Cursus rigida ceruice [...] currentium.
curses.acc rígid.abl coll.abl córrer.ptcp.prs.gen.pl
‘Dels qui corrien la cursa amb el coll rígid.’

9
Perlmutter (1978) fou el primer a descriure i formalitzar aquesta escisió de la intransitivi-
tat. Pel que fa al català, Fabra (1956) ja la intueix, com mostra Rosselló (2008).
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 85

En Acedo-Matellán (2010) es mostra, mitjançant una cerca exhaustiva de


verbs de moviment, que mentre que els verbs no prefixats sí que apareixen de
vegades amb objectes cognats, els verbs prefixats no hi apareixen mai. Aquesta
situació és un indici que els verbs de moviment prefixats són verbs inacusa-
tius. Els subjectes d’aquests verbs no són arguments externs originadors d’un
esdeveniment d’activitat, sinó figures d’un esquema de moviment introduït
pel propi preverb. Per exemple, en (55) el nominatiu aliquis inprudens s’ha
d’entendre com l’entitat que es mou cap endins de la casa, més que no pas com
algú que realitza una activitat de córrer.10

(55)
Cic. off. 3, 17, 68, 2
In eam [domum] aliquis in-currat
dins aquella.acc casa.acc algú.nom dins-corri
inprudens.
que_no_sap.nom
‘Que potser entrarà corrents en aquella casa algú sense saber-ho.’

3.4. Canvis en la interpretació semàntica dels arguments

Com ja hem pogut comprovar amb els exemples vistos fins ara, a més dels can-
vis en el nombre i la categoria dels complements, les propietats semàntiques
dels complements canvien entre el verb simple i el prefixat; concretament, la
interpretació semàntica dels arguments interns ve dictada pel preverb, més
que no pas pel verb simple. Com a il·lustració d’aquest fet podem observar la
diferència d’interpretació i de realització dels arguments dels verbs d’impacte
laedo ‘ferir d’un cop, colpejar’ i quatio ‘batre’ (vegeu (56) i (57)) i dels seus cor-
responents prefixats illido i incutio (vegeu (58) i (59)), tots dos amb el preverb
in ‘dins, cap endins, contra’:

(56)
Plaut. Bacch. 281
Lembus ille mihi laedit latus.
barca.nom aquella.nom me.dat colpeja costat.acc
‘Aquella barca em colpejà el costat.’

10
Vegeu Lehmann (1983), Carvalho (1998) i Acedo-Matellán (2010), entre d’altres. Cenna-
mo (1999) ha estudiat la inacusativitat en llatí tardà.
86 Víctor Acedo-Matellán

(57)
Hor. carm. 1, 4, 5
Terram quatiunt pede.
terra.acc baten peu.abl
‘Baten la terra amb els peus.’

(58)
Verg. Aen. 1, 112
Notus [naves] in-liditque vadis.
migjorn.nom naus.acc dins-colpeja=i bancs_de_sorra.dat
‘El migjorn llança les naus contra els bancs de sorra.’

(59)
Quint. inst. 2, 12, 10, 12
Terrae pedem in-cutere.
terra.dat peu.acc dins-batre.inf
‘Fer impactar el peu contra la terra.’

En el cas del verb simple, l’acusatiu s’interpreta com la superfície que rep
l’impacte: latus ‘costat’, en (56) i terram ‘la terra’, en (57). En (57), a més, hi ha un
ablatiu, pede ‘amb el peu’, que s’interpreta com l’entitat que ha entrat en contacte
per impacte amb la superfície. En les oracions de (58) i (59), encapçalades pels
verbs prefixats, les relacions semàntiques han canviat: els acusatius naves ‘les naus’
i pedem ‘el peu’ s’interpreten com a figures de l’esquema espacial basat en el pre-
fix, és a dir, com les entitats que es mouen cap a una altra amb la qual impacten:
aquesta altra entitat s’interpreta com el complement del preverb, i es realitza en
datiu en tots dos casos: vadis ‘els bancs de sorra’ i terrae ‘la terra’, respectivament.

3.5. Preverbs predicats vs. preverbs modificadors

Com última observació sobre la relació entre preverbació i canvis en l’estructura


argumental hem d’apuntar que aquests canvis només es produeixen en el cas
dels preverbs que no s’interpreten com a modificadors de l’esdeveniment, sinó
com a veritables predicats capaços d’imposar la seva estructura argumental
sobre la del verb simple. En canvi, els usos que en la secció 2.4 caracteritzàvem
com de modificador del predicat no van lligats a l’estructura argumental.
Per exemple, els prefixats amb el preverb sub de valor atenuant o valor d’ac-
ció furtiva presenten la mateixa estructura argumental que els corresponents
simples, com es mostra a continuació amb la comparació entre el simple luceo
‘lluir’, en (60) i el prefixat subluceo ‘lluir suaument’, en (61):
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 87

(60)
Cic. rep. 6, 16, 10
[Stella] luce lucebat aliena.
estel.nom llum.abl lluïa aliena.abl
‘L’estel lluïa amb llum aliena.’

(61)
Ov. am. 1, 5, 3
Sub-lucent fugiente crepuscula Phoebo.
sota-lluen fugir.ptcp.act.abl.m.sg crepuscles.nom Febus.abl
‘Lluen tènuement els crepuscles en partir Febus.’

Si comparem els dos predicats observem que tots dos seleccionen només
un argument i que aquest s’interpreta com una entitat que emet llum. L’única
diferència és que en el segon cas la intensitat de l’esdeveniment de lluir està
regulada pel preverb modificador sub.
De vegades un mateix verb prefixat pot tenir dues interpretacions dife-
rents segons el seu preverb sigui un predicat o un modificador. Per exemple,
el verb abutor es pot construir bé amb un acusatiu, com hem vist en la secció
3.1 (repetit aquí en (63)), o bé amb un ablatiu, exactament igual que el verb
simple utor (vegeu (62)). És només en aquest segon cas, en què l’estructura ar-
gumental del simple es conserva, que el preverb té un significat de modificador
de tipus adverbial, ja que abutor s’interpreta com el modern abusar del català,
“usar malament”, “fer un mal ús de”, com és exemplificat en (64):

(62)
Caes. Gall. 7, 65, 5
Minus idoneis equis utebantur.
menys idonis.abl cavalls.abl usaven
‘Feien servir cavalls menys adequats.’

(63)
Cat. agr. 76, 4, 15
Omne caseum cum melle ab-usus eris.
tot.acc formatge.acc amb mel.abl lluny-hauràs_usat
‘Hauràs gastat tot el formatge amb mel.’

(64)
Cic. nat. deor. 2, 151, 18
Sagacitate canum ad utilitatem nostram ab-utimur.
sagacitat.abl gossos.gen a benefici.acc nostra.acc des_de-usem
‘Abusem de la sagacitat dels gossos en benefici nostre.’
88 Víctor Acedo-Matellán

En casos com el de (64) el preverb es comporta com un modificador, en


aquest cas respecte de l’esdeveniment de fer ús, representat pel verb simple
utor. L’estructura argumental del simple i el prefixat és la mateixa: en tots dos
casos hi ha un complement seleccionat en ablatiu i s’interpreta de la mateixa
manera, l’entitat de la qual es fa ús.

4. Els preverbs llatins en una perspectiva interlingüística

En aquesta darrera secció es compara el procediment de preverbació llatí


amb altres procediments morfosintàctics d’altres llengües que presenten
semblances semàntiques i sintàctiques evidents. El punt de partida és una
observació sobre l’expressió del moviment direccional complex en llatí, an-
glès i francès.
Comparem els verbs prefixats llatins de (65)-(66) i les traduccions corres-
ponents a les altres llengües als diccionaris de Lewis i Short (1879) i de Gaffiot
(1934), respectivament:

(65)
e-volo
fora-volar.1sg
Gaffiot 1934: “sortir en volant”
Lewis i Short, 1879: “fly out”

(66)
ad-no
a-nedar.1sg
Gaffiot 1934: “arriver par eau”
Lewis i Short, 1879: “to swim up to”

Tant en llatí com en anglès la direcció del moviment s’expressa mitjançant


un element no verbal, subratllat als exemples de dalt. En llatí aquest element
és un prefix (ex ‘fora’, ad ‘a’) i en anglès és una partícula (out ‘fora’, up “dalt”
—aquí indica arribada—). Complementàriament, el tipus o manera de mo-
viment és expressat directament per l’arrel del verb, marcada en negreta: volo/
fly ‘volar’ en (65), no/swim ‘nedar’ en (66). Per tant, l’expressió de la direcció/
canvi i la manera és equivalent en llatí i en anglès. Concretament, la direcció
o canvi s’expressa generalment mitjançant un element no verbal, el que Talmy
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 89

(1991, 2000) anomena satèl·lit.11 Contràriament, en francès i en les llengües ro-


màniques, la direcció s’expressa directament en el verb conjugat, com mostren
les traduccions franceses de (65) a (66) amb els verbs de moviment direccional
sortir ‘sortir’ en (65), i arriver ‘arribar’ en (66) i la manera de moviment es pot
expressar opcionalment mitjançant un adjunt: en volant ‘volant’ (65) o par eau
‘per aigua’ (66). El llatí i l’anglès, d’una banda i el francès, d’una altra, són
representants, respectivament, de les llengües d’emmarcament en el satèl·lit i les
llengües d’emmarcament verbal, classificació que devem a Talmy (1991, 2000).
A continuació repassaré certes característiques que el llatí comparteix amb
les altres llengües d’emmarcament en el satèl·lit i que en llatí es mostren jus-
tament en els predicats amb verbs prefixats, atès que en aquesta llengua el
satèl·lit d’un esdeveniment de canvi correspon al preverb.

4.1. Expressió dels esdeveniments de moviment direccional

Acabem de veure que el moviment direccional amb component de manera


s’expressa diferentment en les llengües d’emmarcament en el satèl·lit i en les
llengües d’emmarcament verbal. Els de (67) a (69) són exemples del primer
tipus de llengua. En tots aquests exemples la direcció del moviment està ex-
pressada en un component diferent al verb (subratllat) mentre que la manera
de moviment està expressada en el propi verb (en negreta):

(67)
Xinès; Peyraube, 2006: 123
Fei-chu yi zhi maotouying
volar-fora one cl mussol
‘Un mussol va sortir volant.’

(68)
Finlandès; Fong, 2001: 1
Toini tanssi huonee-seen.
Toini ballà habitació-ill
‘La Toini va entrar ballant a l’habitació.’

11
Per a Talmy (1991, 2000) són satèl·lits les partícules de les llengües germàniques o els
prefixos de llengües com el llatí o el rus. En aquest treball s’empra el terme d’una manera més
àmplia: s’hi encabeixen els elements no verbals, i que no són adjunts, que expressen direcció/
canvi/resultat en aquest tipus de llengua, com els sintagmes preposicionals direccionals o els
sintagmes adjectivals. Vegeu més avall.
90 Víctor Acedo-Matellán

(69)
Neerlandès; Zubizarreta i Oh, 2007: 42
dat Jan in twee uur naar Groningen is gewandeld.
que Jan en dues hores a Groningen és caminat
‘Jan va arribar a Groningen caminant en dues hores.’

Dins de les llengües d’emmarcament en el satèl·lit, el grec antic i les llen-


gües eslaves són semblants al llatí pel fet que el satèl·lit que expressa direcció
és típicament un preverb:

(70)
Grec antic; Plutarchus, Agesilaus, 15, 5, 6; apud Acedo-Matellán, 2010: 223
Euthùs ap-é-pleu-sen.
tot_d’una des_de-pst-navegar-aor.3sg
‘Salpà tot d’una.’

(71)
Polonès; Kopecka, 2004: 124
Paweł do-płyn-ął do brzegu.
Paweł.nom a-ned-à a riba.
‘Paweł ha arribat nedant a la riba.’

Aquestes llengües contrasten amb les llengües d’emmarcament verbal, en


què la direcció és expressada en l’arrel del verb i la manera s’expressa opcional-
ment mitjançant un adjunt:

(72)
Català
Va sortir volant un mussol.

(73)
Chantyal; Noonan, 2003: 218
Na katmandu-ri pɦar-gəi ɦya-i
jo Kàtmandu-loc caminar-prog anar-prf
‘He arribat caminant a Kàtmandu.’

(74)
Squliq; Huang i Tanangkingsing, 2005: 317
M-htuw qutux qu a pu’puk.
af-sortir un nom prtcl owl
‘Va sortir un mussol.’
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 91

4.2. Expressió de l’aspecte

L’expressió de l’aspecte situacional, com a metaforització de l’espai, també


sembla sensible a la diferència entre emmarcament en el satèl·lit i emmarca-
ment verbal. Concretament, les marques d’aspecte en el primer tipus de llen-
gua son típicament no verbals. Ja hem vist l’ús aspectual dels preverbs llatins
en la secció 2.3. Aquests elements són equiparables als prefixos de l’alemany
(vegeu el prefix ingressiu an ‘sobre’ en (75)), del rus (vegeu el prefix terminatiu
pere ‘a través’ en (76)) o a les partícules de l’anglès (vegeu la partícula continu-
ativa on ‘sobre’ en (77)):

(75)
Alemany; McIntyre, 2002: 104
an-braten ‘començar a rostir, rostir parcialment’, an-brennen ‘començar a cremar,
cremar parcialment’, an-diskutieren ‘començar a discutir’

(76)
Rus; Talmy, 2000: 122
Pivo pere-brodilo.
cervesa.nom a_través_de-fermentar.pst
‘La cervesa ha deixat de fermentar.’

(77)
Anglès; McIntyre, 2004: 528
read on ‘continuar llegint’; fight on ‘continuar lluitant’

Com es pot veure en les traduccions catalanes dels exemples de dalt, en


aquesta llengua d’emmarcament verbal la informació aspectual va codificada
típicament en el verb: començar, deixar de, continuar.

4.3. Canvis en l’estructura argumental

En les seccions 2 i 3 s’addueixen proves que els preverbs llatins poden fun-
cionar com a predicats principals i que l’addició d’un preverb d’aquest tipus
implica canvis en l’estructura argumental respecte del verb simple. En les altres
llengües d’emmarcament en el satèl·lit observem efectes semblants. Per exem-
ple, els satèl·lits poden transitivitzar un predicat altrament intransitiu. Això és
el que s’esdevé en els exemples següents amb els satèl·lits direccionals off the
table ‘fora de la taula’ (78), ap ‘des de’ (79) i is ‘fora’ (80), de l’anglès, grec antic
i rus, respectivament:
92 Víctor Acedo-Matellán

(78)
Anglès; Goldberg, 1995: 6
Sally sneezed the napkin *(off the table).
ell esternudà el tovalló fora_de la taula
‘D’un esternut ha fet caure de la taula el tovalló.’

(79)
Grec antic; Hdt. 6, 129; apud Meillet i Vendryès, 1968: 200
*(Ap-)orkhé:saó [...] tòn gámon.
des_de-ballar.aor.mid.2sg el.acc casament.acc
‘Has arruïnat el teu cansament amb aquests balls.’

(80)
Rus; Spencer i Zaretskaya, 1998: 17
Ona *(is-)pisala svoju ručku.
ella fora-escriure la_seva ploma.acc
‘Ha gastat la tinta del seu bolígraf de tant d’escriure-hi.’

En aquests casos el nou argument (the napkin ‘el tovalló’, tòn gámon ‘el casa-
ment’, svoju ručku ‘el seu bolígraf’) s’interpreta com la figura d’un esquema de
moviment real (78) o abstracte (79, 80). En altres casos, l’argument introduït pel
satèl·lit s’interpreta com un fons. Per exemple, l’addició del preverb an ‘sobre’ a
verbs de dicció en alemany permet que el destinatari de l’acció de dir sigui ex-
pressat en acusatiu, semblantment al que s’esdevé amb el preverb llatí ad ‘a’ en el
verb affor ‘adreçar-se a’ (vegeu secció 3.2, exemple (46) i discussió relacionada):

(81)
Alemany; McIntyre, 2004: 538
an-lügen + Ac. ‘mentir a, enganyar’, an-motzen + Ac. ‘queixar-se a’, an-schweigen
+ Ac. ‘callar a’.

A la secció 3.3 defensàvem que els verbs inergatius de moviment es fan in-
acusatius amb l’afegiment d’un preverb. Aquest fet és àmpliament conegut en
altres llengües d’emmarcament en el satèl·lit, com el neerlandès. Per exemple,
en (82a) el verb neerlandès wandeln ‘caminar’, sense satèl·lit direccional, es
manifesta com inergatiu amb la interpretació de verb d’activitat. Com argüeix
Hoekstra (1999), és indici de la seva inergativitat el fet que selecciona l’auxiliar
de perfet hebben ‘haver’. En canvi en (82b) l’afegit del satèl·lit direccional naar
Groningen ‘a Groningen’ provoca la inacusativització del predicat, que ara pren
l’auxiliar de perfet zijn ‘ser’:
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 93

(82)
Neerlandès; Hoekstra, 1999: 77
a. dat Jan gewandeld heeft.
que Jan caminat ha.
‘que en Jan ha caminat.’
b. dat Jan naar Groningen gewandeld is.
que Jan a Groningen caminat és
‘En Jan ha saltat a dins del solc.’

Finalment, l’alternança en la interpretació dels arguments que s’esdevé amb


els verbs d’impacte no prefixats i prefixats (secció 3.4) té un correlat en anglès.
Així, (83a), en què la direcció és expressada pel sintagma preposicional against the
fence ‘contra la tanca’, l’element que impacta, the stick ‘el pal’, és codificat com a
complement directe. Quan no hi ha satèl·lit direccional, com en (83b), la super-
fície d’impacte és el que s’expressa com a complement directe (the fence ‘la tanca’):

(83)
Anglès; Levin i Rappaport Hovav, 2005: 187
a. Kerry hit the stick against the fence.
Kerry colpejà el pal contra la tanca
La Kerry va fer colpejar el pal contra la tanca.’
b. Kerry hit the fence with the stick.
Kerry colpejà la tanca amb el pal
La Kerry va colpejar la tanca amb el pal.’

4.4. El llatí com a llengua d’emmarcament en el satèl·lit feble

Hem vist que les llengües d’emmarcament en el satèl·lit expressen el component


de direcció o resultat d’un esdeveniment, ja sigui espacial o metaforitzat, en un
element diferent del verb. Ara bé, no totes aquestes llengües són igual de flexibles
pel que fa a l’expressió categorial d’aquest element. Concretament, com mostra
Acedo-Matellán (2010), ni el llatí ni l’eslau presenten predicats de canvi complex-
os sense prefixos, és a dir, predicats en què el component semàntic de direcció/re-
sultat s’expressi només amb sintagmes adposicionals (84-85) o adjectivals (86-87):

(84)
Alemany; Randall, van Hout, Weissenborn i Baayen, 2004: 335
John ist in zwei Sekunden in-s Zimmer getanzt.
John és en dos segons dins-la habitació ballat
‘En John va entrar ballant a l’habitació en dos segons.’
94 Víctor Acedo-Matellán

(85)
Finlandès; Fong, 2001: 1
Toini tanssi huonee-seen.
Toini ballà habitació-ill
‘La Toini va entrar ballant a l’habitació.’

(86)
Alemany; Kratzer, 2004: 1
Die Teekanne leer trinken.
la tetera buida beure.inf
‘Buidar la tetera de tant de beure.’

(87)
Finlandès; Levinson, 2010: 144
Mari joi teekannu-n tyhjä-ksi.
Mari.nom begué tetera-acc buida-transl
‘La Mari va buidar la tetera de tant de beure.’

Sobre la base d’aquests fets empírics, en Acedo-Matellán (2010) distingei-


xo entre llengües d’emmarcament en el satèl·lit febles, en què el satèl·lit s’ha
d’afixar al verb (llatí, grec antic, eslau) i fortes, en què el satèl·lit pot romandre
com un mot independent del verb (germànic, fino-úgric).
El protoindoeuropeu era probablement una llengua d’emmarcament en el
satèl·lit forta, a la vista dels testimonis de les llengües atestades de més antic,
com el grec homèric, el vèdic o el llatí arcaic (Vincent, 1999).12 Tenint en
compte que les llengües romàniques són d’emmarcament verbal, podem traçar
un canvi històric que parteix de l’emmarcament en el satèl·lit fort, passa per
l’emmarcament en el satèl·lit feble i arriba a l’emmarcament verbal. Aquest
canvi pot ser il·lustrat mitjançant la història del verb grec modern beno ‘entrar’:

Indoeur. EN BAINO13 > Grec cl. em-baíno: / *baíno: en > Grec mod. ben-o

En protoindoeuropeu el component de direcció i el component que ex-


pressa l’esdeveniment de moviment i la manera eren independents: EN ‘dins’
i BAIN ‘caminar’. En grec clàssic són morfs diferents però formen un sol mot.

12
Vegeu, però, Verkerk (2014) per a arguments que el protoindoeuropeu presentava un
patró mixt.
13
Les majúscules expressen que EN BAINO s’ha d’interpretar de manera abstracta, com la
correspondència en protoindoeuropeu del grec antic em-baíno.
Preverbs llatins: aspectes morfosintàctics i semàntics 95

En grec modern s’han fusionat en un sol morf, indescomponible: ben ‘entrar’.


Des d’aquesta perspectiva, el canvi que ens ocupa és una manifestació més del
cicle analític-sintètic (von Humboldt, 1836; Huang, 2005).

5. Conclusions

En aquest treball s’ha mostrat que la preverbació llatina era un procediment


productiu, almenys fins a finals del llatí clàssic. Els verbs prefixats presenten
diferències semàntiques i sintàctiques sistemàtiques respecte dels correspo-
nents simples: el preverb introdueix generalment una trajectòria fitada, es-
pacial, aspectual o metafòrica, i imposa la seva estructura argumental, per la
qual cosa hi ha canvis sintàctics notables entre el verb simple i el prefixat.
També hem fet una distinció fonamental: la que hi ha entre els preverbs que
s’usen com a predicats principals, en esquemes d’emmarcament en el satèl·lit,
i d’altres que són més aviat modificadors adverbials del predicat verbal.
La preverbació llatina justifica la inclusió d’aquesta llengua en el grup de
llengües d’emmarcament en el satèl·lit, perquè el preverb és un element no
verbal que expressa la direcció de l’esdeveniment de canvi mentre que la mane-
ra és expressada en l’arrel verbal. A més, el llatí és una llengua d’emmarcament
en el satèl·lit feble, com l’eslau o el grec antic, perquè el component de direcció
sempre és un prefix.
Hem deixat de banda altres temes interessants relacionats amb la preverba-
ció, com la fonologia de la preverbació, la variació de la preverbació en gèneres
literaris (vegeu la depreverbació en Turcan, 1982), la pèrdua de la vigència
sintàctico-semàntica de la preverbació (Haverling, 2000) o el destí dels pre-
verbs llatins en llengües romàniques (Cat. a-planar, em-boirar, es-boirar, vegeu
Acedo-Matellán 2006a, b; Acedo-Matellán i Mateu, 2013).

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Restricciones léxico-semánticas y mecanismos
composicionales en la morfología derivativa:
el caso de -iza(r)1

Olga Batiukova
Universidad Autónoma de Madrid

1. Introducción

Este trabajo se inscribe en la línea de los estudios morfológicos que investigan


la formación de palabras desde el punto de vista de la semántica léxica (véase
Lieber, 2004, Plag, 1999, Booij, 1992, 2007, 2009, Booij y Lieber, 2004,
Fradin, 2007, etc.). Se trata de un área que cuenta con no pocos estudios de-
scriptivos (para el español, véase, por ejemplo, Rainer, 1993, Almela, 1999 y
Varela Ortega, 2005, por citar algunos), pero cuyo tratamiento dentro de una
teoría unificada de la semántica léxica es bastante limitado: la mayoría de los
trabajos solo aluden a su lado más sintáctico, como el cambio categorial o la
repercusión en la estructura argumental del predicado. Un factor importante
que explica la reticencia ante la posibilidad de un estudio sistemático de la
semántica de la derivación son las numerosas restricciones de tipo fonológico
y morfológico que se imponen durante la creación de palabras nuevas, así
como la inevitable presencia de la lexicalización, que hace que lo que un día
fuera producto de un proceso transparente y regular se vuelva opaco con el
tiempo (sobre todo de cara al contenido) y que las palabras morfológicamente
complejas no puedan ser analizadas a partir del significado de sus partes con-
stituyentes, el afijo (o afijos) y la base.

1
Una versión reducida de este trabajo se publicó en 2008 en las Actas del VIII Congreso de
Lingüística General. Quiero expresar mi agradecimiento a los organizadores del Ciclo de conferen-
cias sobre morfología léxica (Universitat Autònoma de Barcelona y Universitat de Girona, octubre
de 2013 - enero de 2014), muy especialmente a Isabel Pujol, por su amable invitación, y a los
asistentes a este evento por sus comentarios relacionados con los contenidos de este estudio.
Quiero dar las gracias asimismo a Josefa Martín por sus valiosas sugerencias sobre la versión
final de este artículo. La realización de este estudio ha sido subvencionada por el proyecto de
investigación FFI2012-33807 “Diccionario electrónico multilingüe de verbos de movimiento”
(Ministerio de Economía y Competitividad).
102 Olga Batiukova

Dicho esto, no podemos descuidar el aspecto semántico de la derivación si


pretendemos dar respuestas a las cuestiones básicas que la morfología plantea,
como la correspondencia entre la forma y el contenido a nivel subléxico: tanto
si asumimos que los dos están relacionados dentro de las unidades morfológi-
cas como si no, es necesario dar cuenta de la contribución de ambos.
La naturaleza subléxica de la morfología derivativa hace que sea muy difícil
formular una teoría semántica adecuada para describirla. Resulta difícil cap-
tar el contenido semántico inherente que tienen los morfemas aislados, y su
contribución a las palabras derivadas nuevas es muchas veces impredecible y
depende en gran medida del significado de la base.
¿Qué tipo de modelo de descripción léxico-semántica puede reflejar estas y
otras peculiaridades de la formación de palabras? Lieber (2004), quien preci-
samente adopta una perspectiva léxico-semántica en el estudio de la formación
de palabras en inglés, enumera los siguientes requisitos:
1. tiene que estar basado en el mecanismo de la descomposición y presu-
poner la existencia de un número reducido de primitivos o átomos semánticos
—rasgos— de granularidad (tamaño o abarque semántico) adecuada para el
tratamiento del significado de palabras complejas;
2. dicho modelo tiene que estar concebido desde la semántica léxica frente
a la semántica tal y como se manifiesta en los niveles estructurales superiores
(sintagmas, oraciones, proposiciones, etc.);
3. debe ser aplicable al estudio semántico de todas las categorías léxicas;
4. ha de dar cuenta del significado de unidades léxicas morfológicamente
complejas en los mismos términos en los que analiza el significado de las uni-
dades léxicas simples.
Lieber repasa las características de varios modelos de la semántica léxica
(las Estructuras Léxico-Conceptuales de Jackendoff, el Lenguaje Semánti-
co Natural de Wierzbicka, la Morfología Lexema-Morfema de Szymanek
y Beard, y el Lexicón Generativo de Pustejovsky), y concluye que ninguno
satisface estos criterios. El marco teórico que se va a adoptar aquí, el Lexicón
Generativo (a partir de ahora, LG), no se basa en la descomposición en el
sentido adoptado por Lieber (no incluye un número fijo de primitivos), por
esto la autora considera que no es apropiado para el análisis semántico de la
formación de palabras. Sin embargo, precisamente el estatus controvertido
de los primitivos semánticos es la causa de numerosas críticas relacionadas
con la descomposición, entre ellas las que apuntan a la falta de criterios fia-
bles y consistentes para identificarlos y justificar su pertinencia lingüística,
la incertidumbre en cuanto al nivel último de la descomposición, la escasa
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 103

manejabilidad debida a la acumulación de un gran número de elementos


primitivos en el proceso del análisis, etc.
Dentro del Lexicón Generativo, estos inconvenientes se evitan al recurrir
a la descomposición parcial (véase Mel’čuk, 1989 y Pustejovsky, 1995). Se de-
muestra que los procesos predicativos se pueden describir de manera eficaz
si se hace uso de dos estrategias relacionadas: un sistema de tipos semánticos
basado en la combinación de parámetros básicos del significado léxico (los
qualia, véase el siguiente apartado), y un conjunto de mecanismos composi-
cionales que garantizan la compatibilidad del tipo semántico exigido por el
predicado con el que de hecho poseen los argumentos.
El LG parece satisfacer el resto de los criterios propuestos en Lieber (2004).
En primer lugar, esta teoría posee herramientas para la descripción de los ras-
gos léxico-semánticos de palabras así como su integración en niveles sintácti-
cos superiores, el sintagma y la oración. La primera tarea se lleva a cabo en el
nivel de la estructura de qualia (véase § 2), y la segunda se garantiza a través de
la conexión de la estructura de qualia con la estructura eventiva y la estructura
argumental. En segundo lugar, la validez del aparato descriptivo propuesto
dentro del LG ha sido comprobada en estudios de numerosos fenómenos se-
mánticos y sintácticos, independientemente de su grado de complejidad mor-
fológica (véase el resumen en De Miguel, 2009).
Como se ha mencionado supra, la descripción de regularidades semánticas
en la morfología léxica no es fácil, puesto que los productos del mismo proce-
so morfológico pueden ser muy heterogéneos. Para evitar tener que postular
significados diferentes para el mismo afijo cuando se combina con diferentes
tipos de bases se hace necesario proceder de manera unificada y composicio-
nal. Esto implica definir el significado de la base por un lado y, por el otro,
postular un significado general y muy abstracto (infraespecificado) para el afi-
jo. La infraespecificación se define en el LG como “falta de especificación de
expresiones léxicas, que las capacita para participar en diferentes estructuras
sintácticas y operaciones de composición semántica” (Pustejovsky, 1995). La
infraespecificación es un recurso importante para poder describir adecuada-
mente el significado de diferentes tipos de unidades léxicas, por cuanto per-
mite representarlo con diferentes grados de granularidad o especificidad (por
ejemplo, el significado aportado por los afijos sería más infraespecificado que
el de lexemas plenos en la mayoría de los casos). Resulta crucial asimismo para
dar cuenta de la composicionalidad: la infraespecificación hace que las unida-
des léxicas sean suficientemente flexibles y puedan formar parte de diferentes
estructuras sintácticas. La integración del significado de la base y el afijo nos
104 Olga Batiukova

permite determinar qué significado o significados puede tener una palabra


derivada tomada de forma aislada, y cómo este significado se restringe y se
especifica dentro del contexto, bajo la influencia de otros componentes del
predicado. En otras palabras, este enfoque permite seguir el proceso de deri-
vación desde la sintaxis interna de la unidad léxica hasta su sintaxis externa.
Los estudios morfológicos previos enmarcados dentro del LG han investi-
gado los compuestos nominales en inglés e italiano (Johnston y Busa, 1999),
los compuestos en francés y turco (Bassac y Bouillon, 2013), los compuestos
neoclásicos del lenguaje biomédico (Namer, 2005), la prefijación verbal en
francés (Namer y Jackey, 2003, y Namer et al., 2007), la derivación de adje-
tivos relacionales en francés (Fradin, 2007, 2008), diferentes tipos de conver-
sión (Namer y Jackey, 2013), etc. El objetivo de este trabajo será mostrar cómo
el LG puede dar cuenta de los procesos derivacionales en los que participan
sufijos verbales productivos, centrándose en el sufijo español -iza(r).
En el siguiente apartado (2) revisaré brevemente aquellas nociones del LG
que se usarán para el análisis morfológico planteado. El apartado 3 se cen-
trará en la presentación de los datos analizados: el afijo -iza(r) en español, su
descripción general y la presentación de los datos de corpus. En el apartado
4 se repasan algunos de los tratamientos teóricos existentes de -iza(r). En el
apartado 5 se expone un enfoque semántico alternativo, enmarcado dentro de
la teoría del LG. El apartado 6 resume las conclusiones de este trabajo.

2. El Lexicón Generativo: breve presentación

Como se ha señalado en el apartado anterior, el Lexicón Generativo contem-


pla el nivel léxico como el elemento creativo, verdaderamente generativo del
lenguaje, que cuenta con niveles de representación y mecanismos propios que
permiten no solo describir el léxico en toda su riqueza, sino también explicar
su conexión con la sintaxis y, como veremos, la morfología.
No es mi objetivo dar una descripción detallada de esta teoría aquí (remito
al lector a los trabajos de Pustejovsky citados en la bibliografía y otros estudios
que revisan su modelo, como De Miguel, 2009); únicamente expondré aque-
llos aspectos suyos que serán relevantes para la presente exposición.
Los niveles de representación que conforman el Lexicón Generativo son:
1. La estructura argumental (EA): informa sobre el número y tipo (semánti-
co y sintáctico) de los argumentos de un predicado. Se distinguen los siguien-
tes tipos de argumentos (Pustejovsky, 1995):
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 105

— argumentos verdaderos: parámetros sintácticamente realizados de la uni-


dad léxica. Por ejemplo, Juan llegó; El alcohol se metaboliza rápidamente.
— argumentos por defecto: parámetros que participan en la interpretación
semántica del predicado, pero que no necesariamente se expresan en la sintaxis.
Por ejemplo, Juan construyó una casa de ladrillo; metabolismo de los seres vivos.
— argumentos escondidos: parámetros que están semánticamente incorpo-
rados dentro de la unidad léxica pero que solo se pueden expresar en la sintaxis
mediante la especificación de subtipo: María enharinó el pescado con harina
*(de freír); Queremos arborizar la plaza con árboles *(ornamentales)2.
2. La estructura eventiva: define las características aspectuales del predicado
en términos de subeventos (partes o fases de un evento complejo que, depen-
diendo del contexto, pueden verse focalizadas y en consecuencia realizadas
sintáctica y semánticamente). En los apartados 3 y 5 se tratará con detalle la
estructura eventiva de los derivados en -iza(r).
3. La estructura de qualia: es la parte más léxica, por así decirlo, de este
modelo. Contiene informaciones prototípicas asociadas con las entidades,
los eventos y las propiedades denotadas por las palabras. Estas informaciones
constituyen la sintaxis básica del significado léxico (en el sentido de que pro-
porcionan indicaciones estructurales que permiten interpretarlo), unos pará-
metros que lo definen y lo restringen. Estos parámetros son cuatro:
— rol agentivo: alude a los factores implicados en el origen o la creación
de una entidad o un evento (como el creador, el artefacto, la clase natural y
la cadena causal). El rol agentivo tendría el valor ‘construir’ para el sustan-
tivo casa y estaría asociado al primer subevento de los eventos causativos:
romper x, por ejemplo, se compone de un primer subevento agentivo relacio-
nado con el acto de romper y uno segundo asociado con el estado resultante
de ‘estar roto (x)’;
— rol constitutivo: engloba informaciones sobre la constitución interna de
un todo único, cualquiera que sea su tipo semántico (en el caso de una entidad
u objeto se referiría a sus partes constituyentes, como ‘sótano, tejado, venta-
nas…’ para casa, y en el caso de un evento a los subeventos que lo configuran);
— rol formal: codifica los rasgos distintivos (especialmente de una entidad)
en términos de orientación espacial, tamaño, forma, dimensionalidad, color,
etc., y también su relación con otros elementos dentro del mismo dominio,
equivalente a la relación taxonómica ‘es un’ (ISA), por ejemplo: una casa es un

2
Véase Batiukova y Pustejovsky (2013) para un tratamiento detallado de los argumentos
escondidos y los argumentos por defecto, y su relación con la redundancia léxica.
106 Olga Batiukova

edificio. En el caso de los eventos aludiría a su estado resultante, por ejemplo


‘estar roto’ para romper supra;
— rol télico: recoge las informaciones acerca del propósito y la función de
una entidad o un evento: el evento de leer, por ejemplo, estaría en relación
télica con el sustantivo libro3.

Los niveles de representación se relacionan mediante unos mecanismos


generativos de selección o composición, que determinan las propiedades de
la estructura argumental y permiten explicar cómo se generan significados
nuevos en el proceso de combinación de palabras dentro de un predicado. Los
mecanismos de selección previstos en el LG son de dos tipos: los que tienen
que ver con las restricciones que un predicado impone a sus argumentos y los
que explican los casos en los que el argumento modifica la semántica del pre-
dicado selector (Pustejovsky, 1995, 2006). Entre los mecanismos del primer
tipo es encuentran:
— Selección o selección pura: el tipo que requiere el predicado se satisface
plenamente por el argumento: construir selecciona sustantivos de tipo [Cons-
trucción] como sus objetos directos, por tanto Juan está construyendo una
barraca es un caso de selección4;
— Coerción (cambio de tipo denotado) tiene lugar cuando los requisitos de
selección impuestos por el predicado exigen operaciones semánticas adiciona-
les sobre el tipo denotado por el argumento. Dentro de la coerción se destacan,
a su vez, dos subtipos:
. Explotación (subselección o ligamiento selectivo): un componente deter-
minado del significado del argumento es seleccionado. Por ejemplo,
podemos combinar los verbos construir y demandar con hospital porque
el tipo semántico de este sustantivo es complejo (se puede categori-
zar como [Construcción], [Organización] y [Grupo humano] al
mismo tiempo), y construir y demandar seleccionan los componentes
[Construcción] y [Organización], respectivamente. Un caso parti-
cular de explotación es la explotación subordinada o ligamiento selectivo,

3
La cuarta estructura, la estructura de herencia léxica o la estructura de tipos léxicos, explica
cómo se relacionan las palabras entre sí en el diccionario, principalmente en términos de tipos
semánticos integrados dentro de una taxonomía. Nótese que esta información se incluye asimis-
mo dentro del rol formal de la estructura de qualia.
4
Estrictamente hablando, sería un caso de acomodación (accommodation), porque el requi-
sito semántico del predicado se satisface por el tipo heredado por el argumento: construir acepta
barraca porque esta hereda el tipo semántico ‘construcción’ en virtud de su integración en la
taxonomía léxica (la barraca es un tipo de construcción).
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 107

mecanismo por el cual el argumento selecciona determinados rasgos se-


mánticos del predicado, pero los rasgos sintácticos se siguen imponien-
do por el predicado. Un ejemplo serían las combinaciones de nombres
con adjetivos. Rápido, por ejemplo, selecciona nombres de tipo [Even-
to] (p.ej., {aprendizaje / lanzamiento / desfile} rápido) o que poseen una
parte de significado que se refiere a un evento: un cocinero rápido es
alguien que cocina rápidamente (se liga el rol télico de cocinero). La ex-
plotación subordinada será uno de los principales mecanismos usados
en el presente análisis.
. introducción: el predicado ‘envuelve’ el argumento con el tipo por él exi-
gido. Por ejemplo, en la oración El agua se estropeó, tenemos que asumir
que el sujeto sintáctico agua, que en principio posee el tipo semántico
[Líquido] y no está especificado con respecto a su función y origen, se
reinterpreta como un artefacto destinado a cumplir una función (la de
‘ser bebida’, como en agua potable) porque el predicado estropearse exige
que su argumento se refiera a un objeto con función, un artefacto.

Como vemos, la información semántica en la que se basan los mecanis-


mos de selección proviene de la estructura de qualia: el valor ‘construcción’ se
codifica en el rol formal de la estructura de qualia de los sustantivos barraca
y hospital (este último, además, se caracteriza como ‘institución sanitaria’ y
‘grupo humano’, como hemos dicho). Cocinero, a su vez, hace referencia al
evento ‘cocinar’ a través de su rol télico.
El segundo tipo de mecanismos de selección está representado por la co-com-
posición, que se activa cuando coinciden parcialmente los valores codificados en
la estructura de qualia del predicado y el argumento, y que resulta en la modi-
ficación de los rasgos del predicado selector. Un ejemplo es la combinación del
verbo pintar con dos diferentes tipos de objetos, compárese pintar un cuadro
con pintar una pared. En el primer caso pintar se interpreta como un verbo de
creación con objeto efectuado, porque cuadro contiene el valor ‘pintar’ en el rol
agentivo de su estructura de qualia, y en el segundo es un verbo de cambio de
estado pero no de creación, porque las paredes no se crean pintándolas.
Otro aspecto importante al que hay que aludir es la interacción entre la
información codificada en la estructura argumental, la estructura eventiva y la
estructura de qualia, puesto que será esencial para describir tanto el proceso
de composición semántica dentro de los verbos derivados con -iza(r) (a nivel
morfológico) como la forma en la que estos verbos se combinan con los ar-
gumentos dentro del predicado (el sujeto y el objeto directo en primer lugar).
108 Olga Batiukova

Supra he mencionado muy de pasada la relación entre la estructura de


qualia y la estructura eventiva, al asociar el primer subevento del evento repre-
sentado por el verbo romper con el rol agentivo y el segundo subevento (estado
resultante ‘estar roto’) con el rol formal. Sintácticamente, se suele relacionar el
argumento agente con el subevento causativo, y el objeto del predicado con el
subevento estado resultante (es lo que se conoce como identificación del evento,
véase, por ejemplo, Kratzer, 1996, y Van Hout, 2000). Efectivamente, parece
que el objeto, cuando es delimitado (télico, cuantizado), condiciona la lectura
télica del evento codificado por el predicado, compárese los casos de (1):

(1)
a. Rompí el libro {hace una hora / en cinco minutos}.
b. Rompí papel {durante horas / cuando era pequeño}.

Podríamos decir que el objeto directo delimitado el libro en (1a) favorece


la focalización del evento télico en su totalidad (tanto el proceso de romper
como su resultado), mientras en (1b) el objeto directo expresado por el nom-
bre de sustancia papel, no delimitado, hace que el evento se interprete como
procesual o iterativo, dejando la fase resultativa sin realizar.

3. Presentación de datos

3.1. Descripción preliminar

La elección de -iza(r) como objeto de este estudio no ha sido azarosa. Tuvimos


que pensar en primer lugar en un proceso morfológico suficientemente pro-
ductivo y que permita minimizar los efectos de las restricciones de naturaleza
fonológica o morfológica así como de la lexicalización, y que deje ver con clari-
dad los aspectos composicionales de su significado. En este sentido, la sufijación
en español es el proceso de derivación más rentable. Por otro lado, la verbali-
zación resulta sumamente atractiva para nuestros propósitos porque implica
cambios tanto gramaticales como semánticos que requieren la integración de
varios tipos de información proporcionada por las entradas léxicas del sufijo y la
base. Esta información incluye los rasgos aspectuales, las características de la es-
tructura argumental así como rasgos semánticos más sutiles. Finalmente, -iza(r)
es uno de los sufijos verbales más productivos en la perspectiva sincrónica; su
aportación semántica es claramente identificable y regular, a pesar de las posibles
interpretaciones polisémicas. Todo eso garantiza su capacidad generativa.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 109

Lo que se suele decir sobre -iza(r) en los estudios morfológicos descripti-


vos (véase Pena, 1993, Serrano-Dolader, 1999, y Rainer, 1993, entre otros)
es que es un sufijo de significado básicamente causativo, que selecciona bases
adjetivas y, en menor medida, sustantivas.
Entre los adjetivos, -iza(r) selecciona preferentemente bases de los si-
guientes tipos morfofonológicos:
— deverbales en -ble (contabilizar, sensibilizar);
— denominales en -(a)ico (acuatizar, sovietizar), -al (centralizar, consti-
tucionalizar), -ar (familiarizar, velarizar) y -(a/i)no (castellanizar, riojanizar);
— simples (amenizar, suavizar, tranquilizar) y las que tienen terminacio-
nes en principio productivas pero que han perdido una relación formal clara
con la base (civilizar, fertilizar, actualizar, secularizar).
Entre los sustantivos, las bases morfológicas elegidas por -iza(r) son:
— las de origen griego en -ma (climatizar, dramatizar), -ta (despotizar,
tecnocratizar), -ía (sodomizar, sintonizar) y -sis (electrolizar, metastatizar);5
— bases simples: horrorizar, vaporizar, etc.

En algunos estudios se alude al carácter culto o científico-técnico de las


formaciones con -iza(r) (Rainer, 1993, Rebollo Torío, 1991), pero también
es cierto que muchas de ellas forman parte del léxico cotidiano, no marcado
con respecto a su dominio de uso: compárese modelizar, rasterizar, remoti-
zar y vectorizar —términos que se utilizan en entornos informáticos— con
colonizar, civilizar, modernizar o neutralizar.
Si nos preguntamos qué cambios supone el paso de una categoría no-
minal a una verbal, seguramente lo primero que se nos ocurrirá es que los
verbos, a diferencia de los nombres, poseen la categoría de aspecto, sea
esta morfológicamente explícita o no. De hecho, las características aspec-
tuales o eventivas de la sufijación verbal han sido estudiadas extensamen-
te: Pena (1993), por ejemplo, establece las dimensiones aspectuales que
determinan la oposición de los sufijos verbales -ea, -a, -iza, -ifica, y -ec:
la dimensión “intensión-duratividad” (que se realiza como “iteratividad”
o “frecuentatividad”) caracteriza -ea (en bracear, cojear, agujerear y otros)
como el término no marcado frente a los demás sufijos, y la dimensión
“causatividad” se codifica preferentemente por -iza e -ifica (en dosificar,
edificar, mortificar, etc.).

5
Aunque en estos casos no siempre es fácil determinar si el verbo de deriva de la base sus-
tantiva o adjetiva (véase Serrano-Dolader, 1999).
110 Olga Batiukova

Voy a asumir precisamente que este valor causativo, general e infraespecifi-


cado, constituye el significado de -iza(r). Desde el punto de vista de la estruc-
tura eventiva, la causación se plasma en la adición de un subevento adicional,
causativo, al evento modificado. En el nivel de la estructura argumental, se in-
troduce al mismo tiempo un argumento adicional, el de causante: compárese
el causativo morfológico (2a) con el causativo analítico en (2b).

(2)
a. a es secular b secular-iza a Los liberales secularizan la enseñanza
b. a es secular b hace que a sea secular Los liberales hacen que la ense-
ñanza sea secular

La representación en (3) resume las características de -iza(r) mencionadas


hasta ahora:

(3)
Entrada léxica de -iza(r)
a. Estructura eventiva
T (transición: evento que consta de 2 o más fases igualmente importantes
para la interpretación)

Evento Estado resultante(x)


causativo

Arg. 1 (Causante) Arg. 2 (Tema sometido al cambio de estado)

b. Morfología / sintaxis
[[ _ ]A/N -iza(r)]V

c. Semántica
‘causar devenir [ _ ]A/N’

De hecho, la interpretación causativo-resultativa (‘hacer x, causar devenir


x’, donde x es la base) es la más frecuente. Basta con hojear un diccionario de
lengua española6 para encontrar ejemplos como agilizar, armonizar, carboni-
zar, españolizar (y los de la misma serie: arabizar, africanizar, sovietizar, etc.),

6
Yo me he servido del DRAE y, por comodidad, del DIRAE (el diccionario inverso de Bos-
que y Pérez Fernández, 1987). Téngase en cuenta, de todas maneras, que al tratarse de un sufijo
muy productivo es imposible que todas sus realizaciones estén registradas en ningún diccionario.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 111

estabilizar, esterilizar, flexibilizar, formalizar, impermeabilizar, inmortalizar, le-


galizar, lexicalizar, liberalizar, militarizar, minimizar, neutralizar, normalizar,
optimizar, palatalizar, profesionalizar, suavizar, vulgarizar y muchísimos otros.
Sin embargo, no es la única interpretación posible: Rainer (1993), Plag
(1999) y Lieber (2004), entre otros, distinguen las siguientes interpretaciones:
— la ornativa (‘proveer de x; hacer que x forme parte de algo’): caramelizar,
señalizar, ejemplarizar, eterizar
— la locativa (‘hacer que algo vaya a x’): exteriorizar, hospitalizar, memorizar
— la similativa (‘actuar a la manera de x’): jibarizar, vandalizar
— la realizativa (‘hacer x’): ironizar, teologizar
— la incoativa (‘convertirse en x o hacerse x’): cristalizar, metastatizar

Aquí vamos a destacar otras dos interpretaciones, que no se distinguen


claramente en estos estudios (véase los detalles en § 5.2.5 y § 5.2.8):
— la instrumental (‘aplicar x a algo, donde x es un proceso o un instrumen-
to’): hidrolizar, lobotomizar, metabolizar, etc.
— la asociativa (‘ser x la relación entre las entidades denotadas por los
argumentos del verbo: el sujeto plural, o el sujeto y el complemento del verbo
derivado’): armonizar, simbolizar, simpatizar, etc.

Todas estas interpretaciones se diferencian en mayor o menor medida de la


básica, causativo-resultativa. Las diferencias semánticas hablan por sí mismas,
y tampoco faltan las sintácticas: por ejemplo, los usos similativo, realizativo y
asociativo pueden asociarse con la estructura sintáctica intransitiva, y el incoa-
tivo siempre es intransitivo.
Llegados a este punto, podemos decir que el tratamiento semántico uni-
ficado de -iza(r) no puede basarse únicamente en las características eventivas
o categoriales, y obviamente exige la introducción de matices semánticos más
finos para describir tanto la base como el verbo derivado.

3.2. Fuente de datos

Todos los verbos en -iza(r) y los ejemplos citados en este trabajo a partir de
ahora han sido extraídos del corpus del español europeo esTenTen (de más
de dos mil millones de palabras), recopilado automáticamente en internet y
etiquetado por el programa TreeTagger (el corpus está disponible a través del
sistema de consulta Sketch Engine, véase Kilgarriff et al., 2004). La elección de
un corpus en vez de diccionarios ha sido motivada por el hecho de que los dic-
112 Olga Batiukova

cionarios suelen incluir formaciones más o menos estabilizadas, muchas veces


lexicalizadas precisamente a consecuencia de su uso extendido7. En este sentido,
los corpus son más apropiados para el estudio de la formación de palabras en el
plano sincrónico: permiten detectar más fácilmente los neologismos poco fre-
cuentes o de reciente introducción, generados por un proceso productivo. En
la medida en que los listados extraídos de corpus reflejan los usos reales y más
o menos estables, tratar con la lexicalización resulta inevitable, pero las conclu-
siones basadas en estos datos nos ayudan a predecir las tendencias semánticas
que van a seguir las nuevas palabras (véase Aronoff, 1976; Bauer, 1983).
Puesto que el objetivo de este trabajo es descubrir los aspectos composi-
cionales de la derivación, verbos fuertemente lexicalizados (por ejemplo, or-
ganizar) han sido excluidos de la lista definitiva. Para verificar el grado de
lexicalización del verbo derivado, los datos del corpus se cotejaron con las
definiciones del DRAE y la base de datos terminológica IATE: se comprobó
si el significado de la base se conserva dentro del verbo derivado (y en qué
medida) y si la interpretación del derivado es suficientemente transparente y
predecible. Se han incluido las formas no registradas en las obras de referencia
habituales (estetizar, museizar, positivizar, ecologizar y muchas otras), excepto
las que tienen un equivalente comúnmente aceptado derivado por otros me-
dios: legitimizar frente a legitimar, objetivizar frente a objetivar, etc.
Todos los verbos incluidos en el Anexo tienen al menos una acepción no
lexicalizada. Por ejemplo, alfabetizar está incluido porque uno de sus significa-
dos es plenamente composicional: ‘convertir en una lista en orden alfabético’
(por ejemplo, alfabetizar los contactos en el fichero). La otra acepción, ‘enseñar a
leer o escribir’, está excluida porque la relación entre la base y el verbo derivado
no es del todo transparente: el proceso de enseñanza al que alude no se limita a
transmitir qué es el alfabeto, y ni siquiera tiene por qué incluirlo (por ejemplo,
cuando se trata de alfabetizar digitalmente a la población).
Para facilitar la identificación de los aspectos composicionales de la deriva-
ción, se ignorarán asimismo:
— las formas prefijadas (descentralizar, recolonizar, previsualizar, etc.), a
no ser que el prefijo pertenezca claramente a la base (como en inmortalizar,
inmovilizar, etc.).

Véase a este respecto la cita de Aronoff (1976: 19): “[…] the gross irregularities which
7

words in the dictionary exhibit are due to their persistence, to the mere fact that they are listed. It
seems reasonable to assume that such gross irregularities are not characteristic of the new words
which a speaker makes up; simply because they have not existed long, these words have not had
any opportunity to become fixed in some idiosyncrasy”.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 113

— las formas derivadas de una palabra latina (y préstamos de otras len-


guas) con el mismo sufijo: bautizar (del latín baptizare), cuantizar (del inglés
quantize), cotizar (del francés cotiser), etc.8
— los derivados regresivos: balcanizar (derivado de balcanización), rostizar
(derivado de rosticería), etc.

El corpus resultante contiene 567 lemas y está incluido en el Anexo.

4. Propuestas anteriores

Antes de presentar un nuevo análisis, veamos qué soluciones semánticas se han


propuesto para la polisemia de -iza(r) en los estudios existentes. Los tratami-
entos de Plag (1999) y Lieber (2004) coinciden en recurrir a representaciones
léxico-semánticas al estilo de Jackendoff y Levin-Rappaport Hovav, pero con
algunas diferencias.

4.1. Plag (1999)

Para Plag (1999), todas las interpretaciones del equivalente inglés de -iza(r)
(en concreto, la mayor parte de los neologismos surgidos en el siglo xx) se
pueden deducir de la representación en (4) (los términos del metalenguaje
inglés se han sustituido por sus equivalentes en español):

(4) CAUSAR ([ ]i, [IR ([Propiedad/Cosa ] Tema/Base; [A [Propiedad/Cosa ] Tema/Base])])

Según (4), el evento causativo (el subrayado indica que es opcional, lo que
permite explicar la existencia de formas incoativas, como cristalizar) hace que
la propiedad o entidad denotada por la base “se ponga en movimiento”, me-
tafóricamente hablando, y se convierta en el primero o el segundo argumento
de la función IR (el segundo argumento estaría asociado, dentro de IR, con
otra función, A).
Los distintos usos de -ize, según Plag, se diferenciarían dependiendo de
qué posición dentro de la representación (4) ocuparía la base. En el uso orna-
tivo sería la posición relacionada con IR (caramelizar, por ejemplo, se para-
frasearía como ‘el caramelo va a algo’), y en el causativo-resultativo, locativo

8
Se usaron como fuentes de información etimológica Coromines (1980) y el DRAE. El
verbo derivado se excluía del análisis cuando se definía como préstamo en al menos una de ellas.
114 Olga Batiukova

e incoativo la posición asociada con A (p.ej., hospitalizar vendría a significar


‘algo va al hospital’). Véase las respectivas representaciones en (5).

(5)
a. ornativo: caramelizar la manzana ‘=bañar la manzana en caramelo’
CAUSAR ([ ]i, [IR ([caramelo]Base; [A [manzana]Tema])])
b. locativo: hospitalizar al paciente ‘=colocar al paciente en un hospital’
CAUSAR ([ ]i, [IR ([paciente ]Tema; [A [hospital]Base])])
c. incoativo: el magma (se) cristaliza ‘=el magma se convierte en cristal’
[IR ([magma]Tema; [A [cristal]Base])]
d. causativo-resultativo: amenizar una fiesta ‘=hacer que la fiesta sea amena’
CAUSAR ([ ]i, [IR ([fiesta]Tema; [A [ameno]Base])])

Este enfoque permite dar cuenta de algunas ambigüedades, por ejemplo la


ornativo-locativa (para canalizar, ionizar o tunelizar, véase (6)) o la causativo-
ornativa (para automatizar, caramelizar o metalizar, como en (7))

(6)
a. ornativo: canalizar (una vena) ‘proveer de canales’
CAUSAR ([ ]i, [IR ([canal]Base; [A [vena]Tema])])
b. locativo: canalizar (el agua) ‘situar dentro de un canal’
CAUSAR ([ ]i, [IR ([agua]Tema; [A [canal]Base])])

(7)
a. causativo: automatizar (la producción) ‘convertirla en automática’
CAUSAR ([ ]i, [IR ([producción]Tema; [A [automático]Base])])
b. ornativo: automatizar (la fábrica) ‘proveer de dispositivos automáticos’
CAUSAR ([ ]i, [IR ([automático]Base; [A [fábrica]Tema])])

Sin embargo, el mismo tratamiento da resultados menos convincentes


cuando se intenta explicar el uso similativo y el realizativo. Incluso si permi-
timos que la función A sea omitida de forma aleatoria en el uso realizativo y
que la representación de ironizar, por ejemplo, sea CAUSAR ([Agente], [IR
[ironía]Base ]), todavía quedaría por reflejar el hecho de que se trata de un even-
to de creación (la ironía se produce o se crea). Además, la perífrasis ‘x IR tema’
es incompatible con el significado de los ejemplos similativos: por ejemplo,
vandalizar se parafrasea como ‘vándalo IR tema’, pero ni el vándalo se mueve
a ningún sitio mientras vandaliza, ni la propiedad de ‘ser un vándalo’ se con-
vierte en la propiedad del tema (por ejemplo, un edificio vandalizado no se
convierte en edificio vándalo).
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 115

En términos más generales, no es cierto, como dice Plag, que la base de


-ize solo pueda denotar una propiedad o una entidad, tanto en inglés como en
español. Las bases de los usos instrumentales (lobotomizar, metabolizar, etc.)
claramente se refieren a eventos: el metabolismo, la lobotomía, etc. La misma
crítica se puede aplicar a Lieber (2004).

4.2. Lieber (2004)

En el modelo de Lieber (2004), los afijos poseen un significado estructural


abstracto, codificado mediante rasgos semánticos primitivos que, a su vez, se
integran en representaciones léxico-semánticas9. El significado inherente de
-ize sería el siguiente:

(8)
[+dinámico ([volitivo - i ], [j ])]; [+dinámico ([i…], [+dinámico, +PEFD ([j…], [+Loc
([…])])]), <basek>]

La paráfrasis de esta representación sería aproximadamente “[i hace algo


a j] de manera que [i causa que j se haga k / vaya a k]”. Vemos que hay
dos subeventos (separados por punto y coma), el sujeto del primero ha de
ser volitivo (ejemplos como The cold crystallized the water, con sujeto no
volitivo, son semánticamente anómalos en inglés, según la autora). Los ras-
gos semánticos [dinámico] y [PEFD] (‘Posición o Estado Final Deducible’,
IEPS ‘Inferable Eventual Position or State’ en inglés) definen los eventos
dinámicos (es decir, se excluyen los estados), caracterizados por un cambio
de estado (que subsume también cambio de locación) que se realiza de forma
gradual. A consecuencia de un proceso de co-indexación, en cuyos detalles
no voy a detenerme, la base del derivado ocupa la posición de uno de los
argumentos del sufijo si sus rasgos semánticos son compatibles. Como nor-
malmente la posición de sujeto está ocupada ya por un sujeto volitivo, y la
del segundo argumento por la entidad que se somete al cambio de estado, la
base se coloca en el argumento de destino (caracterizado como [+Loc]), que
representa el estado o la locación final. Las dos interpretaciones resultantes
son, entonces, la resultativa y la locativa:

9
Martín García (2007) usa estructuras léxico-conceptuales inspiradas en las de Lieber para
mostrar que el significado y el comportamiento sintáctico de los verbos denominales en -ear está
determinado por el significado de las bases y la manera en la que estas se integran dentro de la
representación esquemática del predicado encabezado por el verbo derivado.
116 Olga Batiukova

(9)
a. estandarizar
iza(r): [+dinámico ([volitivo - i ], [j ])]; [+dinámico ([i…], [+dinámico, +PEFD
([j…], [+Loc ([…])])]), <basek>]
estándar [-dinámico ([k ])]

b. hospitalizar
iza(r): [+dinámico ([volitivo - i ], [j ])]; [+dinámico ([i…], [+dinámico, +PEFD
([j…], [+Loc ([…])])]), <basek>]
hospital [+físico ([k ])]

En el caso de la interpretación ornativa, según Lieber, la co-indexación


funciona de manera diferente porque las bases no suelen denotar un estado
o una locación, sino entidades abstractas (energía para energizar) o sustan-
cias químicas10 (éter para eterizar). Como estas propiedades semánticas no son
compatibles con las que requiere -ize para su argumento de destino, la base
ocupa la posición de tema transferido:

(10)
energizar, eterizar
-iza(r): [+dinámico ([volitivo - i ], [j ])]; [+dinámico ([i…], [+dinámico, +PEFD
([j…], [+Loc ([…])])]), <basek>]
energía [-físico ([j ])]
éter [+físico ([j ])]

Hasta aquí, la propuesta de Lieber parece sólida. El problema surge con


los mismos usos para los que Plag no encontró explicación coherente den-
tro de sus representaciones léxico-semánticas, el similativo y el realizativo.
Lieber los trata como casos de extensión paradigmática, impuesta por razo-
nes pragmáticas: no son valores paradigmáticos de -ize, pero como el inglés
no tiene un afijo especial que permita crear verbos con estos significados
(‘actuar como x’ y ‘hacer x’, respectivamente), -ize los acoge en su paradig-
ma extendido. En ambos casos se omite el segundo subevento dando lugar
a una configuración procesual, y la base ocupa la posición de tema —argu-
mento no volitivo— para los derivados realizativos y la de sujeto para los
similativos:

10
Nótese, sin embargo, que los nombres de algunas sustancias químicas dan lugar a propie-
dades con ellas relacionadas, como ácido, que se usa como sustantivo y adjetivo.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 117

(11)
ironizar, vandalizar
extensión de -iza(r): [+dinámico ([volitivo - i ], [j ])];
ironía [-físico ([j ])]
vándalo [+físico, +dinámico ([i ])]

La interpretación de ironizar sería, entonces, ‘hacer ironía’, y la de vandali-


zar ‘vándalo-hacer’, equivalente a ‘actuar como un vándalo’.
El defecto más importante del análisis de Lieber consiste en su incapacidad
de tratar todos los usos de -iza(r) de forma unificada (independientemente de
que un proceso como la extensión paradigmática pueda darse en realidad).
Mi propuesta se basará en los rasgos semánticos propios de la estructura
eventiva y la estructura argumental (necesarios independientemente en otros
niveles de análisis, incluido el léxico y el sintáctico) y, de manera crucial, re-
curriré a la estructura de qualia para codificar el significado tanto de las bases
como de las formas verbales derivadas y explicar el traspaso de la información
semántica de unas a otras.

5. Tratamiento de -iza(r) en términos del LG

En no pocos estudios sobre la morfología léxica se insiste en que el producto


de las reglas derivativas está determinado en medida importante por factores
pragmáticos y el conocimiento extralingüístico (véase Adams, 2001; Tuggy,
2005). Esto limita significativamente las posibilidades de un estudio semántico
regular de estos procesos, que es el fin último de la investigación morfológica.
Aquí se defenderá que una parte considerable del significado tradicionalmente
atribuido a la pragmática y el conocimiento del mundo está codificada, en
realidad, en la semántica léxica. Se demostrará que la interpretación de las
formas derivadas con -iza(r) está restringida por la manera en la que los rasgos
léxico-semánticos de la base se integran dentro del predicado encabezado por
el verbo derivado. En otras palabras, se intentará definir la naturaleza de la
relación entre ambos elementos (la base y el predicado resultante) examinando
estos elementos.

5.1. El significado general de verbos derivados con -iza(r)

El primer paso de este análisis será ofrecer una forma lógica general para los
diferentes usos de -iza(r). Se usará la siguiente notación:
118 Olga Batiukova

— e - variable de eventos. Puesto que -iza(r) da lugar a transiciones causa-


tivas en la mayoría de los casos, se usarán e1 y e2 para representar el subevento
causativo y el subevento resultante, respectivamente. La variable e0 se usará
para referirse al estado del tema antes del cambio de estado; e0 se solapa con e1
(e0 o e1);
— B: la base de la derivación y la propiedad, entidad o evento denotado
por la base (p.ej., formal para formalizar, hospital para hospitalizar, lobotomía
para lobotomizar);
— d: el grado de propiedad (p. ej., cómo de formal es el tema). Se asume,
siguiendo a Kennedy y McNally (2005), que los adjetivos son funciones de
medida que relacionan a entidades con un valor en una escala (p.ej., formal
relaciona a la entidad que codifica el sustantivo modificado con un grado en
la escala de formalidad);
— x, y: los argumentos del derivado B-iza(r) (normalmente, agente o
tema: x formaliza y);
— z: el argumento escondido del derivado B-iza(r) (p.ej., hospital para
hospitalizar, véase la definición de argumento escondido en § 2).

Los usos causativo-resultativos que codifican un cambio de estado relacio-


nado con una propiedad pueden interpretarse como ‘x causa que y devenga B’
o como ‘x causa que y devenga más-B’:

(12)
⟦B-iza(r)(x,y)⟧ = λBλxλyλd1λd2λe0λe1λe2[B(e0, y, d1) ^ causar(e1, x, y) ^ e0oe1 ^
e1<e2 ^ d1≥0 ^ d1<d2 ^ B(e2, y, d2)]

Muchos verbos (la gran mayoría) se pueden interpretar de las dos mane-
ras si la propiedad que denotan es graduable (amenizar, humanizar, fertilizar,
formalizar, etc.). Otros, sin embargo, muestran una fuerte preferencia por la
interpretación ‘x causa que y devenga B’: legalizar, internacionalizar, ionizar,
materializar, mecanizar, etc.
Dentro del grupo causativo-resultativo se dan interpretaciones no factiti-
vas muy interesantes. Por ejemplo, demonizar, satanizar, humanizar, idealizar,
patologizar, divinizar y algunos otros parecen tener lectura epistémica: cuando
demonizamos la homosexualidad, esta no se convierte en algo demoníaco.
Ejemplos parecidos son idealizar {el pasado / el amor / a una persona}, patolo-
gizar {el estrés / una conducta / un problema} y muchos otros. Criminalizar,
legalizar, legitimizar y penalizar (en la acepción ‘tipificar como delito o falta’),
por otro lado, están relacionados con la modalidad deóntica: por ejemplo, no
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 119

hay nada inherentemente criminal en el cannabis, el adulterio o el incesto, pero


existe una norma que los define como tales.
Las interpretaciones ornativa, locativa y algunas otras, clasificadas en los
estudios existentes como causativo-resultativas, tienen que ver con una rela-
ción meronímica (o constitutiva, en términos del LG) infraespecificada entre
la entidad denotada por la base y el segundo argumento, el tema. En estos ca-
sos, la entidad codificada por la base puede convertirse en una parte del tema,
como en (13a), o el tema pasa a ser una parte de la entidad denotada por la
base, como en (13b).

(13)
a. ⟦B-iza(r)(x,y)⟧ = λBλxλyλzλe0λe1λe2[causar(e1, x, z) ^ e0oe1 ^ B(z) ^ ¬par-
te_de(e0, z, y) ^ e1<e2 ^ parte_de(e2, z, y)]
b. ⟦B-iza(r)(x,y)⟧ = λBλxλyλzλe0λe1λe2[causar(e1, x, z) ^ e0oe1 ^ B(z) ^ ¬par-
te_de(e0, y, z) ^ e1<e2 ^ parte_de(e2, y, z)]

Las representaciones de (13) contienen un argumento escondido (z).


Como se ha dicho en § 2, este tipo de argumentos se definen en el GL como
parámetros semánticamente incorporados en la unidad léxica, pero que solo
se pueden expresar en la sintaxis mediante la especificación de subtipo. Por
ejemplo, hospitalizaron al paciente en un hospital es inaceptable sin un modifi-
cador: hospitalizaron al paciente en un hospital {madrileño / privado / infantil}.
Dentro de la interpretación correspondiente a (13a) se pueden dar dos
casos: algo externo se añade al tema (cateterizar, energizar, motorizar, etc.), o
la estructura interna del tema se ve modificada sin adiciones desde fuera (at-
omizar, micronizar, departamentalizar, etc.).
La representación (13b) corresponde a casos en los que el tema pasa a ser
parte de la entidad denotada por la base: canalizar (en la acepción ‘situar den-
tro de un canal’), contextualizar, escolarizar, memorizar, paletizar, portalizar,
tercerizar, etc.
Algunos de los ejemplos causativo-resultativos tienen una interpretación
funcional. Individualizar y personalizar, por ejemplo, se pueden definir como
‘hacer adecuado para el uso de un individuo o una persona’. La propiedad
denotada por la base puede ser graduable y se representa en (14) como un
argumento escondido:

(14)
⟦B-iza(r)(x,y)⟧ = λxλyλzλd1λd2λe0λe1λe2[causar(e1, x, y) ^ e0oe1 ^ B(z) ^
destinado_a(e0, y, z, d1) ^ e1<e2 ^ d1≥0 ^ d1<d2 ^ destinado_a(e2, y, z, d2)]
120 Olga Batiukova

La interpretación similativa (‘actuar como x’) es agentiva, en el sentido de


que la propiedad denotada por la base describe al agente y su manera de actuar
(espónsor-esponsorizar, caníbal-canibalizar11, mentor-mentorizar, vándalo-van-
dalizar, etc.) y esta propiedad no se trasfiere al tema. A diferencia de los otros
usos, que corresponden a eventos de tipo transición, los eventos similativos
son procesos de cambio gradual (véase § 5.2.4):

(15)
⟦B-iza(r)(x,y)⟧ = λBλxλyλe1λe2[actuar_como(e1, x, y) ^ B(x) ^ e1<e2 ^ estado_
resultante(e2, y)]

Como se ha dicho supra, la interpretación instrumental surge cuando el


proceso denotado por la base (lobotomía, metabolismo, galvanismo, etc.) se
aplica al tema por el agente del verbo en -iza(r) (lobotomizar, metabolizar, gal-
vanizar, etc.). La base codifica el primer subevento de la transición denotada
por el verbo derivado:

(16)
⟦B-iza(r)(x,y)⟧ = λBλxλyλe1λe2[B(e1) ^ e1<e2 ^ causar(e1, x, y) ^ estado_
resultante(e2, y)]

La interpretación realizativa (en teologizar, teorizar, moralizar, vocalizar,


frivolizar, repentizar, etc.) describe eventos en los que el agente razona o se
expresa de una determinada manera, o genera algún tipo de razonamiento:
teológico, teórico, moral, etc. Como en la interpretación locativa y la funcio-
nal, la base se corresponde con el argumento escondido del verbo derivado:

(17)
⟦B-iza(r)(x)⟧ = λBλxλzλe1[B(z) ^ acto_razonar(e1, x) ^ manera_de(z, e1)]

Cuando estos verbos aparecen en estructuras transitivas, su interpretación


pasa a ser causativo-resultativa (representada en (12)): hipotetizar un colapso
poblacional (proponer una hipótesis según la cual se puede producir un co-
lapso poblacional), moralizar las costumbres (hacer que las costumbres sean
morales), teorizar la transformación social (convertir la transformación social
en una teoría).

11
Nótese que, en la mayoría de los casos, canibalizar se usa con el significado ‘aprovechar las
partes de una máquina para incorporarlas en otra similar’, y no con el significado literal relacio-
nado con la base ‘practicar el canibalismo’.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 121

En los ejemplos vistos hasta ahora, el cambio de estado del tema se lleva
a cabo por el agente. A veces, el tema puede ser la causa interna de su propio
cambio de estado. Cuando se da este caso, surge la interpretación incoativa:
cristalizar(se), malignizar(se), polimerizar(se), metastatizar, estabilizarse, ioni-
zarse, materializarse, modernizarse, polarizarse, sincronizarse, etc. Puesto que el
grado de agentividad de la causa interna es bajo, el cambio de estado degenera
en un proceso incrementativo, como se muestra en (18):

(18)
⟦B-iza(r)(se)(x)⟧ = λBλxλd1λd2λe0λe1λe2[B(e0, x, d1) ^ causar(e1, x) ^ e0oe1 ^ e1<e2
^ d1≥0 ^ d1<d2 ^ B(e2, x, d2)]

La interpretación asociativa se diferencia de todas las demás en que el ver-


bo derivado es estativo. La base se refiere a la relación existente entre el sujeto y
el complemento del verbo (como en Las banderas simbolizan un pasado glorioso
o La cartelera de Barcelona sintoniza más con la actualidad), o entre las enti-
dades denotadas por un sujeto plural, cuando la base se refiere a una relación
simétrica (p.ej., Nunca simpatizamos este perro y yo):

(19)
⟦B-iza(r)(x,y)⟧ = λBλxλyλe[B(x, y, e)]

5.2. Enfoque basado en qualia

Como se aprecia en los esquemas (12)-(19), la naturaleza de la relación entre la


base y el predicado encabezado por el verbo en -iza(r) no es arbitraria y está limita-
da a un conjunto restringido de valores semánticos. Estos valores se corresponden
en gran medida con los parámetros codificados en la estructura de qualia:
— propiedades distintivas generales ((12), el rol formal): amenizar, legali-
zar, privatizar, etc.
— la constitución interna de una entidad ((13), el rol constitutivo): hospi-
talizar, memorizar, atomizar, motorizar, canalizar, etc.
— la función o el propósito ((14), rol télico): individualizar, personalizar,
clientizar;
— propiedades del evento asociadas al agente (rol agentivo): manera de
actuar del agente ((15): jibarizar, vandalizar y otros) o el desarrollo de
una actividad ((17): moralizar, teorizar y otros).
Para formalizar cómo se integra la base en el verbo derivado, se ofrece una
representación esquemática de la entrada léxica de ambos (en (20) para la base
122 Olga Batiukova

y en (21) para el verbo derivado), que servirá de meta-entrada general a partir


de la cual se analizarán los casos particulares.
Como se anticipó en § 2, la entrada léxica en el LG incluye la estructura
argumental (EA), la estructura eventiva (EE) y la estructura de qualia (EQ).
Dependiendo del tipo de elemento léxico analizado, determinadas estructu-
ras o partes de estructuras pueden quedar infraespecificadas. Por ejemplo, los
elementos léxicos no predicativos carecen de EA, los que no poseen rasgos
aspectuales no tienen valores asociados a la EE, etc.

(20)
B=base (sustantivo o adjetivo)

B EA Arg1=x
Arg2=y

EE e1=
e2=

EQ agentivo=
formal= [Entidad] o [Obj_físico]: atomo, ión, vapor…
[Locación]: canal, hospital…
[Propiedad]: familiar, fértil, legal, liberal…
[Evento]: hidrólisis, lobotomía, metabolismo…
[Abstracto]: axioma, estilo, sátira, teoría…
télico=
const.=

El tipo semántico de la base y del tema del verbo derivado se codifica en el rol
formal de su EQ. Será una pieza importante de este análisis. Los tipos semánticos
que adopto provienen de ontologías inspiradas en el LG (la BSO12, en primer lugar).

BSO son las siglas de Brandeis Semantic Ontology, proyecto desarrollado en la Universidad
12

de Brandeis. En el momento actual, BSO incluye 3600 tipos semánticos organizados jerárqui-
camente (para más detalles, véase Pustejovsky et al. 2006). En este estudio se usarán principal-
mente los nodos de niveles superiores (es decir, los tipos semánticos más generales) para describir
la base: [Entidad], [Evento] y [Propiedad]. Para los temas de los verbos derivados se aplicará
una clasificación más específica, que incluye los tipos [Organización] (hospital, estado), [Info]
(noticias, archivo), [Humano] (director, paciente), [Grupo humano] (sociedad, nación, familia),
[Artefacto] (pared, carcasa), [Obj_físico] (átomo, vapor) y [Locación] (almacén, vivienda,
nave). La organización jerárquica de los tipos no será especialmente importante. Basta con tener
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 123

Como se demostró en § 5.1, los derivados con -iza(r) pueden tener hasta
tres argumentos: dos argumentos verdaderos (el agente y el tema) y un argu-
mento escondido. Los tres argumentos poseen sus propios valores de la EQ.
La EE de un verbo en -iza(r) puede tener uno o dos subeventos: el subevento
causativo y el evento causado (el estado resultante). Finalmente, hay valores de
qualia relacionados con cada subevento: el subevento causativo se asocia al rol
agentivo y el subevento causado al rol formal (véase § 2).
Como se ha señalado supra (§ 2 y § 3.1), el mecanismo de identificación
de eventos se encarga de proporcionar un argumento para cada subevento
incluido en la estructura eventiva del verbo derivado (el argumento agente
se asocia con el subevento causativo y el argumento tema con el subevento
resultante), de manera que son las propiedades de la EE las que determinan la
EA del verbo derivado en última instancia. Como se comprobará en §§ 5.2.1-
5.2.5, se cumple para todas las interpretaciones que un evento de cambio de
estado, que posee una fase causativa y una fase resultante, tiene dos argumen-
tos verdaderos, un agente y un tema. Los verbos con interpretación realizativa
(§ 5.2.6) son eventos simples no culminantes (procesos), que solo tienen una
fase y un único argumento verdadero, el agente. La interpretación asociativa
(§ 5.2.8) es similar por cuanto representa eventos simples (estados) y, aunque
puede tener dos argumentos, no se trata de dos elementos predicativos que
identifican diferentes fases del evento sino de dos entidades unidas por una
relación estática y que por tanto identifican el mismo (sub)evento. Por último,
los usos incoativos (§ 5.2.7) ejemplifican eventos de cambio de estado en los
que el mismo argumento puede denotar a la causa del cambio y también a la
entidad que lo padece; este único argumento se asociará, por tanto, a los dos
subeventos del evento causativo (para que esto sea posible, el argumento debe
tener unas propiedades específicas que lo capaciten para ser la causa interna del
cambio al que se refiere el verbo). Una última observación que hay que hacer
con respecto a la estructura argumental de los verbos derivados es que, cuando
la base es un elemento predicativo o relacional, sus argumentos se heredan por
el verbo derivado (como en la interpretación instrumental y la asociativa, §§
5.2.5 y 5.2.8). Además, la base puede introducir un participante adicional en

en cuenta que, por ejemplo, el tipo [Entidad] subsume [Obj_físico], [Artefacto], [Huma-
no], [Grupo_humano], [Organización], [Locación] y [Abstracto]. Esta lista no pretende
ser exhaustiva pero sí suficiente para los propósitos de este estudio. El nivel de especificidad
estará determinado por las generalizaciones sobre datos empíricos. En algunos casos, debido a la
falta de organización jerárquica en el sistema de tipos, la misma palabra se va a poder clasificar de
varias maneras. Por ejemplo, periodista es [Humano] y, por herencia, [Entidad].
124 Olga Batiukova

el evento en forma de argumento escondido (semánticamente incorporado


dentro del predicado verbal pero no realizado en la sintaxis).
Uno de los puntos más importantes de este análisis es que la base (B)
explota o liga selectivamente ciertos elementos de la estructura léxica de los
predicados encabezados por -iza(r), y la posición en la que se liga deter-
mina la interpretación del derivado. De esta manera, los usos descritos en
§ 5.1 se tratan como manifestaciones de un mecanismo semántico más
general. Como veremos, la base puede ligar uno de los roles de qualia del
argumento agente, tema o el argumento escondido. También puede ligar
la fase procesual de la EE del derivado. Esta descripción se resume en (21),
que representa la entrada léxica general de los verbos en -iza(r).

(21)
[[…]B -iza(r)]V EA Arg1=Agente (x) EQ agentivo
Arg2=Tema (y) EQ formal
Arg-E=z EQ télico B?
const.

EE e1= evento causativo B?


e2= evento resultante (estado)
e1<e2

EQ agentivo= causar (e1, x, y)
formal= resultado (e2, y)

Como se mencionó en § 2, el mecanismo de ligamiento selectivo se pos-


tuló inicialmente en el LG para dar cuenta de la interpretación variable de
adjetivos relacionales. La representación (22) está tomada de Pustejovsky
(2000) y adaptada al español:

(22) NP

N’ A’

N A A A A
flecha
formal larga
constitutivo tallada
agentivo metálica
télico incendiaria
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 125

En versiones más recientes del modelo, el mecanismo general de explo-


tación da cuenta de un amplio abanico de fenómenos en los que se accede
a ciertas subestructuras del argumento para satisfacer los requisitos se-
lectivos del predicado. En combinaciones sustantivo-adjetivo, el adjetivo
busca ciertos rasgos subléxicos del predicado sintáctico (el sustantivo) que
satisfagan sus requisitos de selección (recuérdese el ejemplo de rápido en
§ 2, que selecciona nombres de tipo [Evento]). Considero que el mismo
mecanismo determina la interpretación semántica de la base dentro del
predicado encabezado por -iza(r). La base explota las posiciones en la
estructura del predicado que son compatibles con ella semánticamente,
pero sintácticamente es un elemento subordinado. Compárese (22) con
(23), que representa el ligamiento de diferentes roles de qualia en los usos
de -iza(r) analizados en § 5.1 (esta representación únicamente se aporta a
modo de ilustración y no se basa en supuestos sintácticos o morfológicos
específicos).

(23)
SV

V SN

A/N N

-iza(r) Tema
ameno formal amenizar la fiesta
hospital constitutivo hospitalizar al paciente
vándalo agentivo vandalizar el edificio
individual télico individualizar la enseñanza

A partir de ahora los esquemas (20) y (21) se aplicarán a las interpreta-


ciones descritas en § 5.1 En primer lugar me centraré en las propiedades
semánticas de la base (usando, siempre que se pueda, los tipos semánticos
generales: [Entidad], [Propiedad] y [Evento]) y en la forma de la que
la base se liga en posiciones específicas dentro de las estructuras léxicas del
verbo derivado. A continuación examinaré cómo el tipo semántico de los
argumentos del verbo restringe más aún la interpretación del derivado y de
qué manera contribuye a resolver la polisemia.
126 Olga Batiukova

5.2.1. Interpretación formal de los usos causativo-resultativos

Las bases en este grupo son de tipo semántico [Entidad] (bagatela-bagatelizar,


caramelo-caramelizar13, carbón-carbonizar) o [Propiedad] (criminal-criminali-
zar, familiar-familiarizar, formal-formalizar, internacional-internacionalizar,
legal-legalizar, liberal-liberalizar, etc.). Una división estricta entre las dos cla-
ses no es posible muchas veces ya que resulta difícil determinar si la base es
nominal o adjetival: metal/metálico-metalizar, sincronía/sincrónico-sincronizar,
etc. En cualquier caso, lo que se transfiere al tema es siempre una propiedad,
denotada directamente por el adjetivo calificativo (óptimo-optimizar), o aso-
ciada con el nombre o el adjetivo relacional (caramelo-caramelizar, central-
centralizar) (véase Fradin, 2007).
La entrada léxica de las bases es la siguiente:

(24)
criminal, familiar, caramelo, carbón

EA Arg1=
Arg2=

EE e1= estado

EQ agentivo=
formal (caramelo, carbón)= [Entidad]
formal (criminal, familiar)= [Propiedad]
télico=
const.=

Estas bases se califican como estados en la EE, su estructura argumental no


se especifica porque no son elementos predicativos.
Como resultado de la composición de la base y la estructura general que
representa el predicado encabezado por un verbo en -iza(r), la base liga el rol
formal del argumento tema del predicado y también el subevento resultante
de su EE. Así, a consecuencia del evento llevado a cabo por el agente, el tema
deviene criminal, familiar, caramelo o carbón.

13
Como en caramelizar el azúcar (con interpretación causativo-resultativa: ‘convertir el azú-
car en caramelo’). La otra interpretación es la ornativa (‘bañar en caramelo’, como en caramelizar
una manzana) y se tratará en la siguiente sección.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 127

(25)
[{criminal / familiar / caramelo / carbón}B -iza(r)]V

EA Arg1=Agente(x)
Arg2=Tema(y) --- EQ agentivo =
formal= criminal, familiar, caramelo, carbón
télico=
const.=

EE e1= evento causativo (e1)


e2= evento resultante, estado (e2)
e1<e2

EQ agentivo= causar (e1, x, y)
formal= resultado{criminal/familiar/caramelo/carbón} (e2, y)

5.2.2. Interpretaciones constitutivas

Como se señaló en § 5.1, dentro de la interpretación constitutiva se pueden


dar dos situaciones:
1. la entidad denotada por la base (que es el argumento escondido del ver-
bo derivado en ambos casos) pasa a ser parte del tema (como en (13a));
2. el tema pasa a ser parte de la entidad denotada por la base (como en (13b)).
Es un caso típico de la alternancia Figura / Fondo: en fluorizar el agua la base
es la Figura y el tema es el Fondo, y en hospitalizar al paciente la base es el Fondo
y el tema es la Figura. Cuando la base denota a la Figura, se refiere a la [Enti-
dad] que constituye una parte inherente (mínima) del tema (átomo-atomizar,
micrón-micronizar), o bien es una [Entidad] independiente añadida desde fuera
(polinizar los cultivos, señalizar una carretera, vitaminizar una bebida, etc.)
La representación formal del tema y el verbo derivado es la siguiente:

(26)
átomo, flúor, señal, vitamina

EA Arg1= EE e1=
Arg2= e2=

EQ agentivo=
formal =[Entidad]
télico=
const.=
128 Olga Batiukova

(27)
[{átomo / flúor / señal / vitamina}B -iza(r)]V
EA Arg1=Agente(x)
Arg2=Tema(y) ---------EQ agentivo=
Arg-E=z (átomo, flúor formal=
señal, vitamina) télico=
const [contener]= átomo, flúor, señal, vitamina

EE e1= evento causativo (e1)
e2= evento resultante (e2)
e1<e2

EQ agentivo= causar (e1, x, y)
formal= contener (e2, y, z)

Cuando el tema se convierte en una parte de la entidad denotada por la base,


la base a menudo es de tipo [Locación] y el valor del rol constitutivo es ‘estar
contenido en’ o ‘ser parte de’:

(28)
canal, hospital, portal
EA Arg1= EE e1=
Arg2= e2=
EQ agentivo=
formal=[Entidad] / [Locación]
télico=
const.=

(29)
[{canal / hospital / portal}B -ize]V
EA Arg1=Agente(x)
Arg2=Tema(y) --------------- QS agentivo=
Arg-E=z canal, hospital, portal formal=
télico=
const. [estar_en]= canal, hospital, portal
EE e1= evento causativo (e1)
e2= evento resultante (e2)
e1<e2
EQ agentivo= causar (e1, x, y)
formal= estar_en (e2, y, z)
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 129

5.2.3. Interpretación funcional (télica)

En los usos funcionales (individualizar, personalizar, clientizar), al tema se le


asigna la propiedad de estar adaptado para el uso de una persona o un grupo con-
creto de personas. El tipo semántico del tema es [Artefacto] (escritorio, botella,
decoración, carcasa, etc.) o [Evento] (como en individualizar el aprendizaje o
personalizar la terapia). Véase el resultado del ligamiento selectivo en (30) y (31):

(30)
individual, personal, cliente

EA Arg1= EE e1=
Arg2= e2=

EQ agentivo=
formal (cliente) =[Entidad]
formal (personal, individual) =[Propiedad]
télico=
const.=

(31)
[{individual / personal / cliente}B -iza(r)]V

EA Arg1=Agente(x)
Arg2=Tema(y) --- EQ agentivo=
Arg-E=z formal=
télico= individual, personal, cliente
const.=

ES e1= evento causativo (e1)


e2= evento resultante, estado (e2)
e1<e2

EQ agentivo= causar (e1, x, y)
formal= destinado_a (e2, y, z)

5.2.4. Interpretación agentiva (similativa)

La base de los verbos similativos denota a una persona o una propiedad


(normalmente humana), que define al agente del verbo derivado y que se
130 Olga Batiukova

liga selectivamente en el rol formal del sustantivo que se refiere al agente.14


Esta propiedad se transfiere al evento como una manera específica de actuar,
de forma parecida a como el componente de manera de moverse se asocia
con un evento de movimiento en verbos flotar, volar, trepar, etc. Puesto que
esta propiedad del agente no se transfiere al tema (como se mencionó en
§ 4.1, un edificio vandalizado no se convierte en un edificio vándalo, al igual
que un equipo esponsorizado no se convierte en un espónsor), el evento
no es un prototípico cambio de estado sino más bien un cambio de estado
gradual. Los test de modificación adverbial confirman esta conclusión: los
verbos similativos son compatibles con adverbios durativos y rechazan los
adverbios delimitativos (el empresario esponsorizó el equipo {durante dos déca-
das / *en dos décadas}). Este tipo de eventos se llaman ‘transiciones de núcleo
inicial’ (left-headed transitions), puesto que el primer subevento (el proceso)
es la fase focalizada (la más prominente).

(32)
caníbal, espónsor, mentor, vándalo

EA Arg1= EE e1=
Arg2= e2=

Martínez Linares (2012) se centra en verbos en -iza(r) derivados de nombres de persona-


14

jes políticos (zapaterizar, berlusconizar, gallardonizar…) y demuestra que estos se interpretan


como similativos muy pocas veces. La interpretación más frecuente es la causativa: el agente
(que casi nunca coincide con la persona a la que se refiere la base) transmite al tema unos
rasgos que típicamente asociamos con este personaje político, por ejemplo, el machismo, la
corrupción o la preocupación por el físico en el caso de berlusconizar (la autora cita ejemplos
como el desencanto con la clase política lo está berlusconizando todo; se berlusconiza, tratando de
aparentar que es alguien eternamente joven).
Estas conclusiones se confirman con los datos manejados en el presente estudio: ningu-
no de los verbos que se han analizado aquí como similativos se deriva de nombres propios.
Los dos verbos derivados de nombres de personas que aparecen en el corpus (potachovizar
y zapaterizar) tienen una lectura causativa. Potachovizar significa ‘modificar una imagen
para conseguir el parecido con el profesor Potachov’ (un personaje ficticio que opina sobre
el uso de las TIC en internet) y el significado de zapaterizar varía mucho dependiendo del
contexto:
(i) Me refiero a que de un tiempo a esta parte el líder del PP se está zapaterizando y la
brillantez de sus diagnósticos se diluye en la inanidad de sus prescripciones.
(ii) José Luis Rodríguez Zapatero, en el mitin en Valencia del pasado sábado explicó sus
políticas y en ese sentido sostuvo que se debe “españolizar y zapaterizar Europa”, lo
que significa “dar libertades y derechos civiles a los que se levantan cada mañana para
ganarse el trabajo, que somos la mayoría”.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 131

EQ agentivo=
formal =[Propiedad/Entidad]
télico=
const.=

(33)
[{caníbal / espónsor / mentor / vándalo }B -iza(r)]V

EA Arg1=Agente(x) ------- EQ agentivo=


Arg2=Tema(y) formal= caníbal, espónsor, mentor, vándalo
télico=
const.=

EE e1= proceso (e1)


e2= evento resultante, estado (e2)
e1<e2
Núcleo= e1
EQ agentivo= actuar_como{caníbal/ espónsor/ mentor/ vándalo (e1, x, y)
formal= resultado(e2, y)

5.2.5. Interpretación instrumental

La base en los ejemplos instrumentales denota un [Evento] (p.ej., hidrólisis,


galvanismo, lobotomía, metabolismo) al que el agente somete al tema. Los sus-
tantivos base están dotados de su propia estructura argumental, como todos
los nombres eventivos: lobotomía del tema (y) por el agente (x); metabolismo
del tema (y) por el experimentante (x), etc.
Los argumentos de los nombres base son argumentos por defecto, es
decir, no están necesariamente expresados sintácticamente (recuérdese § 2).
Por ejemplo, podemos referirnos explícitamente al experimentante o al tema
en el metabolismo del paciente y el metabolismo de carbohidratos, respectiva-
mente, pero los predicados están bien formados incluso si estos argumentos
no aparecen:

(34)
Practicando yoga consigues un cuerpo ágil y fuerte […] ya que, en contra de lo que
muchos creen, el yoga sí puede adelgazar ya que estimula el metabolismo.

Dentro de los derivados en -iza(r), los argumentos de la base se convierten


en argumentos verdaderos que se tienen que realizar sintácticamente.
132 Olga Batiukova

Aunque los nombres base codifican eventos que, a primera vista, implican
un cambio de estado (p.ej., {practicar / realizar} una lobotomía, {producir / ter-
minar} la hidrólisis}), no se pueden aportar pruebas sintácticas sólidas de que
poseen realmente una fase de estado resultante (precisamente debido a su na-
turaleza nominal). Lo que sí resulta obvio es que se comportan como procesos:
{la lobotomía / la hidrólisis} duró varias horas. Por tanto, estos eventos se trata-
rán aquí como procesos que ligan el primer subevento de los verbos en -iza(r):

(35)
hidrólisis, lobotomía, metabolismo

EA Arg-D1=Agente(x) EE e1=proceso
Arg-D2=Tema(y)

EQ agentivo=
formal =[Evento]
télico=
const.=

(36)
[{hidrólisis / lobotomía / metabolismo}B -iza(r)]V

EA Arg1=Agente/Experimentante(x) EQ
Arg2=Tema(y) EQ

EE e1= proceso (e1) hidrólisis, lobotomía, metabolismo


e2= evento resultante, estado (e2)
e1<e2

EQ agentivo= causar/experimentar (e1, x, y)


formal= resultado (e2, y)

5.2.6. Interpretación agentiva (realizativa)

Los sustantivos base en los usos realizativos suelen ser de tipo [Entidad ab-
stracta] (teología, teoría, hipótesis, ironía, polémica, etc.) o [Propiedad] (mor-
al, frívolo, gestual, general) y se refieren a una determinada manera de razonar
o expresarse dentro de los verbos en -iza(r). Por ejemplo, en el DRAE teologi-
zar se define como ‘discurrir sobre principios o razones teológicas’, moralizar
como ‘discurrir sobre un asunto con aplicación a la enseñanza de las buenas
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 133

costumbres’, polemizar como ‘sostener o entablar una polémica’, etc. La base


se incorpora en la estructura argumental del verbo derivado como un argu-
mento escondido. En el rol agentivo del verbo en -iza(r) se indica qué tipo de
actividad lleva a cabo el agente (‘razonar/expresarse’), y el rol formal incluye la
manera en la que esta actividad se realiza (moral, teología, teoría; frívolo, gestual,
etc.)15. El evento denotado por el verbo derivado es un proceso.

(37)
frívolo, moral, teología, teoría

EA Arg1= EE e1=
Arg2= e2=

EQ agentivo=
formal (teología, teoría) = [Entidad abstracta]
formal (frívolo, moral) = [Propiedad]
télico=
const.=

(38)
[{frívolo / moral / teología / teoría}B -iza(r)]V

EA Arg1=Agente(x)
Arg-E=z ---- QS agentivo=
formal= frívolo, moral, teología, teoría
télico=
const.=

EE e1= proceso (e1)

EQ agentivo= acto_razonar (e1, x)


formal= manera_de_razonar (z) frívolo, moral, teología, teoría

15
Nótese una asimetría interesante en la codificación del componente de manera de actuar
en los verbos similativos y los realizativos. Cuando la manera se asocia con una propiedad del
agente (como en vandalizar o mentorizar), se incluye en el rol agentivo del evento. En cambio,
cuando se aplica al evento en su totalidad (la acción de teologizar se puede llevar a cabo por un
teólogo, pero no necesariamente), se codifica en el rol formal (cfr. Pustejovsky y Busa, 1995).
Típicamente, el rol formal se refiere al estado resultante, pero en este caso se puede concebir la
actividad denotada por los verbos realizativos como un proceso de creación cuyo resultado es la
existencia de una entidad abstracta: teología para teologizar, teoría para teorizar, etc.
134 Olga Batiukova

5.2.7. Interpretación incoativa

Las bases de los ejemplos incoativos se pueden clasificar semánticamente


como [Entidad] (cristal-cristalizar(se), metástasis-metastatizar, polímero-
polimerizar(se)) o [Propiedad] (fósil-fosilizar(se), maligno-malignizar(se)).
Como en la interpretación formal de los usos causativo-resultativos (§
5.2.1), la distinción entre ambos tipos de bases no tiene mucha relevan-
cia. En ambos casos, lo que se transfiere al tema es una propiedad, ya sea
denotada directamente por la base adjetival (fósil, maligno) ya sea asociada
con el nombre base (cristal, metástasis, polímero). La base liga el rol formal
del sujeto sintáctico y se puede interpretar como el subevento resultante
del predicado derivado. Como se señaló en § 5.1., el sujeto de los eventos
incoativos se refiere a la causa interna del evento, que tiene un grado de
agentividad bajo (es el tema, no agente). De ahí que los verbos incoativos
representen normalmente procesos incrementativos o transiciones de nú-
cleo inicial, en los que el subevento procesual es más prominente que el
estado resultante.

(39)
cristal, fósil, maligno, metástasis

EA Arg1
Arg2

EE e1= estado

EQ agentivo
formal (cristal, metástasis)=[Entidad]
formal (fósil, maligno)=[Propiedad]
télico
const.

(40)
[{cristal / fósil / maligno / metástasis}B -iza(r)]V

EA Arg1=Tema(x) EQ agentivo
formal= cristal, fósil, maligno, metástasis
télico
const.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 135

EE e1= proceso (e1)


e2= estado resultante (e2)
e1<e2
Núcleo= e1

EQ agentivo= causar (e1, x)
formal= resultado (e2, x) (cristal, fósil, maligno, metástasis)

Los usos incoativos no se incluyen en el Anexo final puesto que la gran


mayoría de las formas transitivas en -iza(r) se pueden pronominalizar en
español y adquirir interpretaciones propias de las estructuras intransitivas,
entre ellas la incoativa.

5.2.8. Interpretación asociativa

Las bases de los usos asociativos se refieren a relaciones abstractas de tipo


estativo (armonía-armonizar, simpatía-simpatizar, sintonía-sintonizar16), que
en algunos casos pueden tener una manifestación física (símbolo-simbolizar,
emblema-emblematizar). Al ser términos relacionales, poseen estructura ar-
gumental: sintonía de x con y, armonía entre x e y, {símbolo/emblema} de y,
etc. Igual que en los ejemplos instrumentales, los argumentos de los nom-
bres son argumentos por defecto y no están necesariamente realizados en la
sintaxis, véase el siguiente ejemplo:

(41)
Se siguen dos principios fundamentales, el equilibrio y la armonía, para que estés
mejor y te veas mejor.

Dentro de los derivados en -iza(r), los argumentos de la base se convier-


ten en argumentos verdaderos. Cuando la relación codificada por la base
es simétrica, el verbo derivado se combina con un sujeto plural (recuérdese
Nunca simpatizamos este perro y yo), o con un sujeto y un complemento simé-
trico (La cartelera de Barcelona sintoniza más con la actualidad es equivalente
a ‘La cartelera de Barcelona y la actualidad sintonizan’). Cuando la relación
es asimétrica, el complemento del verbo suele ser un objeto directo (Las
banderas simbolizan un pasado glorioso).

16
Armonizar y sintonizar pueden tener también una interpretación formal: ‘convertir en
armónico/sintónico’ (véase el Anexo).
136 Olga Batiukova

Como se puede observar en (42) y (43), la representación del sustantivo


base y el verbo derivado es casi idéntica, porque los dos codifican el mismo
tipo de relación. Como se ha mencionado, la única diferencia es que los argu-
mentos de la base son argumentos por defecto y los argumentos del verbo son
argumentos verdaderos.

(42)
armonía, simpatía, símbolo, emblema

EA Arg-D1= x EE e=estado (armonía, simpatía)


Arg-D2= y

EQ agentivo=
formal =[Relación estativa/Entidad]
télico=
const.=

(43)
[{armonía / simpatía / símbolo / emblema}B -iza(r)]V

EA Arg1=x EQ
Arg2=y EQ

EE e= estado

EQ formal= ser_{símbolo/emblema}_de (x, y, e)
formal= haber_{armonía/simpatía}_entre (x, y, e)

La conclusión que se puede sacar de los ejemplos de entradas léxicas en


§§ 5.2.1-5.2.8 es que la interpretación que adquiere cada verbo derivado (que
en el enfoque aquí presentado se determina por la posición dentro de la es-
tructura eventiva y/o la estructura de qualia en la que se liga la base) está
determinada en parte por el tipo semántico de la base. Si esta es de tipo [Pro-
piedad], muy probablemente pase a asociarse al estado resultante del tema
al ligar selectivamente su rol formal (amenizar = ‘hacer ameno’, formalizar =
‘hacer formal’). Las bases de tipo [Entidad] a menudo establecen un vínculo
constitutivo con el tema y se interpretan como [Contenedor] o [Locación],
como en hospitalizar o canalizar. Finalmente, las bases de tipo [Evento] satu-
ran la estructura eventiva del verbo derivado, en concreto su primer subeven-
to: lobotomizar, metabolizar, etc.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 137

Los casos ambiguos parecen confirmar esta tendencia. Fijémonos, por


ejemplo, en los verbos militarizar y manualizar, que son ambiguos entre
la interpretación formal y la constitutiva. Cuando la base de define como
[Propiedad], surge la lectura formal: militarizar la sociedad significa ‘in-
fundir el espíritu militar a la sociedad’ (sin necesariamente equiparla con
material militar o fuerza militar) y manualizar la caja de cambios es ‘con-
vertirla en manual’. Si la base se interpreta como [Entidad], en cambio, se
obtiene la lectura constitutiva: militarizar la frontera significa ‘proveerla de
fuerza militar’ y manualizar los protocolos de actuación ‘incluir los protoco-
los en un manual’.

5.3. Más restricciones sobre las posibles interpretaciones: la selección léxica

El tipo semántico de la base no es el único factor que restringe las posibles


interpretaciones de los verbos en -iza(r). En una fase posterior de la con-
strucción del predicado, los rasgos semánticos del tema reducen más aún
las opciones interpretativas.
Para determinar las preferencias selectivas de los verbos derivados, en
primer lugar se han compilado las listas de sus complementos directos (o
sujetos para los verbos intransitivos) usando la herramienta Word Sketch
del sistema de consulta de corpus Sketch Engine (Kilgarriff et al., 2004).
En segundo lugar, a estos argumentos se les asignaron etiquetas semánticas
—véase (20) y la nota 11— para determinar con qué grupos semánticos son
compatibles los verbos (véase Rumshisky y Batiukova, 2008).
Como se sugiere en numerosos estudios de base empírica (véase Bos-
que, 2004, y Pustejovsky y Rumshisky, 2008), las conclusiones basadas en
supuestos teóricos sobre las restricciones selectivas impuestas por los pre-
dicados no siempre se confirman a través de los datos reales. Por ejemplo,
podemos predecir correctamente, basándonos en parte en nuestra intuición,
que el significado de fertilizar debería ser compatible con complementos
directos de tipo [Objeto animado de sexo femenino] (así como entidades
relacionadas con sus órganos reproductivos y, quizás, [Locación]). Efec-
tivamente, encontramos complementos directos de ambos tipos: se puede
fertilizar a las mujeres, los huevos, los óvulos, las plantas, las semillas; la huerta,
el terreno, el campo, el suelo, el océano, la zona, etc. Lo que resulta más difícil
de predecir es la compatibilidad de fertilizar con varios grupos semánticos de
nombres típicamente asociados a los usos metafóricos que, sin embargo, son
muy productivos en el uso lingüístico estilísticamente neutro. Por ejemplo,
138 Olga Batiukova

encontramos complementos de tipo [Evento] y [Entidad abstracta] (el


crecimiento, la obra, la idea, el proyecto, las mentes, el lenguaje)17.
Como se ha mencionado arriba, algunos verbos en -iza(r) son ambiguos
y se les puede asignar más de una interpretación en los términos expuestos
en § 5.2, recuérdese los ejemplos de manualizar y militarizar. En la mayoría
de los casos, cada sentido se asocia con tipos semánticos diferentes de temas.
Las tablas y los ejemplos (44)-(49) presentan un intento de sistematizar
diferentes tipos de ambigüedades dentro del paradigma de -iza(r) ponién-
dolos en relación con los requisitos de selección semántica que tiene que
satisfacer el tema del predicado. Por ejemplo, automatizar tiene el signi-
ficado ‘convertir en automático’ (véase los ejemplos de (44)) cuando su
objeto directo es de tipo [Evento] (automatizar la gestión, la limpieza) o
[Abstracto] (automatizar la estrategia, la metodología). En la otra inter-
pretación, ‘proveer de dispositivos y mecanismos automáticos’, en cambio,
selecciona temas de tipo [Locación] (automatizar el almacén, la vivienda)
o [Artefacto] (automatizar la pared de vídeo).

1. Formal (causativo-resultativo) / constitutivo (la entidad denotada por la


base se convierte en una parte del tema):

(44)
a. La nueva aplicación automatiza la generación y gestión de claves. (Formal: ‘con-
vierte en automática’).
b. Nuestra tecnología simplifica y automatiza las instalaciones de videovigilacia.
(Constitutivo: ‘provee de mecanismos y dispositivos automáticos’).

Verbo Ejemplos de temas Tipo semántico del tema


Automatizar (form.) Gestión, instalación, codificación, [Evento], [Abstracto]
envío, limpieza, análisis; reper-
cusión, técnica, postura, estrategia,
relación, metodología
Automatizar Instalaciones, línea de fabricación, [Locación], [Artefacto]
(const.) almacén, vivienda, departamento,
estación meteorológica, nave; pared
de vídeo

17
Nótese que las generalizaciones que se hacen aquí están basadas en los datos del corpus
esTenTen11 (Europeo, TreeTagger) y deberían ser consideradas en consecuencia: como represen-
tativas pero no exhaustivas.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 139

2. Formal / constitutivo (el tema se convierte en una parte de la entidad de-


notada por la base):

(45)
a. El protagonismo de la economía financiera va a ser cada vez más acusado, pues
las reformas estructurales tienden a autonomizar, cada día más, su funcionamiento
de los circuitos de la “economía real”. (Formal: ‘convertir en autónomo’).
b. La iniciativa de autonomizar el Estado no nació de forma espontánea. (Consti-
tutivo: ‘dividir el estado en comunidades autónomas’).

Verbo Ejemplos de temas Tipo semántico del tema


Autonomizar (form.) Leyes, razón; hombre, militantes, [Abstracto], [Humano],
usuarios; funcionamiento, interac- [Evento]
ciones
Autonomizar (const.) Estado [Organización]

3. Formal / agentivo (realizativo):

(46)
a. Yo busco y escribo con toda la libertad del mundo, sin publicidad, sin censuras,
sin rendir cuentas a ninguna empresa, sin editorializar las ideas de terceros. (For-
mal: ‘no las convierto en editoriales’).
b. Si quiere usted editorializar, comentar, opinar, está en su derecho de hacerlo,
pero no en la “tele de todos”. (Realizativo: ‘generar editoriales’).

El tema del uso formal suele ser de tipo [Info] (las noticias, la información,
los contenidos) o [Abstracto] (los temas, el asunto, las cuestiones). Los usos
realizativos son intransitivos, únicamente tienen un sujeto agente, que es [Hu-
mano] (los socialdemócratas, el periodista, el humorista, el director) u [Organi-
zación] (el periódico, el rotativo, Clarín, los medios).

4. Formal / télico:

(47)
a. A menudo la transitividad es utilizada en las definiciones para desambiguar o
individualizar el significado o para ampliar información. (Formal: ‘particularizar,
distinguir de los otros’).
b. Los expertos han coincidido en la necesidad de individualizar el tratamiento del
paciente diabético. (Télico: ‘adaptar a las necesidades de cada individuo’).
140 Olga Batiukova

Verbo Ejemplos de temas Tipo semántico del tema


Individualizar (formal) Significado, problema, respon- [Abstracto], [Humano]
sabilidad; vándalo, adversario
Individualizar (télico) Tratamiento, enseñanza, [Evento], [Artefacto],
terapia, medición, análisis; [Abstracto]
carcasa, botella; protocolos

5. Constitutivo (la entidad denotada por la base se convierte en una parte del
tema) / constitutivo (el tema se convierte en una parte de la entidad denotada
por la base):

(48)
a. Como ves, la tendencia de computarizar un vehículo va en aumento. (La base se
convierte en una parte del tema: ‘equipar el vehículo con ordenador’).
b. Se pretendía también computarizar los archivos de la sede central y ejecutar pro-
gramas de recuperación de datos climatológicos e hidrológicos. (El tema se con-
vierte en una parte de la base: ‘los archivos pasan a encontrarse en un ordenador’).

Verbo Ejemplos de temas Tipo semántico del tema


Computarizar (la base se Laboratorio, cuarto de baño, [Locación], [Artefacto],
convierte en una parte imprenta; vehículo, implante, [Evento]
del tema) calzado; proceso, procedimien-
to, servicio, entrenamiento
Computarizar (el tema Archivos, registros, datos [Info]
se convierte en una parte
de la base)

5. Constitutivo / agentivo (realizativo)

(49)
a. Hilbert impulsó el proyecto de axiomatizar las teorías físicas. (Constitutivo:
‘proveer de axiomática’).
b. La redacción de este documento debe servir para reflexionar, no para axiomati-
zar. (Realizativo: ‘generar razonamientos de tipo axiomático’).

El tema del uso constitutivo es de tipo semántico [Abstracto] (física


matemática, teoría sociológica, las características, la probabilidad, los conocimien-
tos, etc.), y el uso realizativo es intransitivo con sujeto agente humano (el profe-
sor Kolmogorov, Euclides, Deligne).
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 141

Las regularidades identificadas en este apartado y en el anterior parecen ser


suficientemente robustas y, tal y como se ha demostrado, permiten dar cuenta
de los mecanismos que asignan interpretación a los verbos derivados. Hay
que reconocer que son tendencias más que leyes inviolables, puesto que en la
interpretación final del derivado influyen factores no propiamente lingüísticos
(tal y como hace notar, por ejemplo, Martínez Linares, 2012, en relación con
los verbos en -izar): antenizar significa ‘proveer de antenas’ en los ejemplos
extraídos del corpus, pero también podría significar ‘convertir en una antena’ o
incluso ‘integrar dentro de una antena’ dependiendo del contexto. Con todo,
consideramos que identificar estas tendencias e intentar aislarlas de los compo-
nentes pragmáticos y el conocimiento extralingüístico es un paso importante
en el estudio sistemático de la morfología léxica.

6. Conclusión

En este trabajo, se ha presentado un análisis de verbos españoles derivados


con -iza(r) basado en la integración de varios tipos de información sintáctica
y semántica codificada por la base, el sufijo y el predicado encabezado por el
verbo derivado. Esta información está codificada en el nivel de la estructura ar-
gumental, la estructura eventiva y la estructura de qualia. Se ha defendido que
el mecanismo general de ligamiento selectivo (por el que el predicado explota
determinados componentes del significado de sus argumentos para conseguir
que se satisfagan sus requisitos selectivos) determina la naturaleza del vínculo
semántico entre la base y uno de los argumentos del verbo derivado (su tema,
agente o el argumento escondido18).
Se ha demostrado asimismo que la interpretación de las formas derivadas
no es arbitraria, y que se restringe de tres maneras:
1. por los valores codificados en la estructura de qualia (relacionados con
el origen, los rasgos distintivos, la estructura interna y la funcionalidad
de una entidad, una propiedad o un evento);
2. por el tipo semántico de la base, que determina su capacidad para ligar
determinados roles de qualia;
3. por el mecanismo general de selección léxica, que restringe el conjunto
de los argumentos compatibles con el verbo derivado (en especial el

18
Este enfoque, formulado por primera vez en Batiukova (2008), se adoptó en el estudio
diacrónico de los verbos denominales parasintéticos con prefijo a- de Pujol Payet (2014).
142 Olga Batiukova

tema). Grupos semánticos diferentes de argumentos seleccionados por


el verbo se asocian con interpretaciones diferentes del propio verbo.
Puesto que se trata de un proceso morfológico, el ligamiento selectivo está
sujeto a la lexicalización, es decir, solo algunas de las posibles interpretaciones
(de roles de qualia diferentes así como de valores diferentes del mismo rol) se
fijan en el uso.
Este análisis no se corresponde de manera nítida con el enfoque del aná-
lisis morfológico basado en morfemas ni tampoco con el basado en lexemas.
Sí se atribuye un significado al sufijo examinado, puesto que un elemento
verbalizador desencadena transformaciones tanto sintácticas como semánticas
de la base: el paso de [Entidad] o [Propiedad] a [Evento] se asocia con la
modificación de la estructura argumental y la estructura eventiva de la base.
Por otro lado, la perspectiva lexemática permite definir las propiedades de los
verbos derivados en términos de esquemas abstractos que relacionan los rasgos
de la base y el sufijo, y también reflejar la integración de su significado en ni-
veles estructurales superiores: en nuestro caso, el nivel del predicado formado
por el verbo derivado.
Este análisis demuestra que la interpretación del verbo y el predicado por
él encabezado es posible gracias al acceso a la estructura interna del verbo deri-
vado. Esto tiene consecuencias importantes para la Hipótesis de la Integridad
Léxica. Según Booij (2009), “el Principio de la Integridad Léxica debería ser
modificado para evitar que prohíba que las reglas de interpretación semántica
de constituyentes sintagmáticos accedan a la estructura interna de la palabra19”.
Por último, se han demostrado las ventajas de un enfoque dinámico y mul-
tidimensional de los aspectos léxico-semánticos de la formación de palabras,
opuesto a los que se basan en clases o rasgos léxico-semánticos estáticos.

BIBLIOGRAFÍA

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Bassac, Christian y Bouillon, Pierrette. “The telic relationship in compounds”, en
James Pustejovsky, Pierrette Bouillon, Hitoshi Isahara, Kyoko Kanzaki y Chung-

19
La traducción es mía.
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 143

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144 Olga Batiukova

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Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 145

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Varela Ortega, Soledad. Morfología léxica: la formación de palabras. Madrid: Gredos,
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146 Olga Batiukova

ANEXO
Interpretación de verbos derivados en -iza(r) en el corpus esTenTen11
(Europeo, TreeTagger)

B: la base y la propiedad/entidad denotada por la base

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva
El tema se B se convier-

Instrumental con B de tipo [Evento]


convierte te en una
en una parte del
parte de B tema

mínimo interno al tema


B es un constituyente

B es un constituyente

Agentiva (realizativa)
Agentiva (similativa)
añadido desde fuera

Funcional (télica)

Asociativa
Formal
Verbo

absolutizar X
actualizar X
adverbializar X
aerodinamizar X
africanizar X
agilizar X
agudizar X
alcalinizar X
alcalizar X
alcoholizar X X
aleatorizar X
alfabetizar X
aluminizar X
ambientalizar X
amenizar X
americanizar X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 147

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
anodizar X
anonimizar X
antagonizar X
antenizar X
antropomorfizar X
(bi)anualizar X
arabizar X
arborizar X
argentinizar X
armonizar X X
artificializar X
aseptizar X
asturianizar X
atomizar X
automatizar X X
autonomizar X X
axiomatizar X X
bagatelizar X
banalizar X
bancarizar X
bilateralizar X
binarizar X
biologizar X
bipolarizar X
bolchevizar X
bolivarianizar X
bunkerizar X
calendarizar X
canalizar X X
canibalizar X
148 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
caotizar X
capilarizar X X
capitalizar X X
caracterizar X X
caramelizar X X
carbonizar X
caricaturizar X
carnalizar X
carnavalizar X
carterizar X
castellanizar X
catabolizar X
catalanizar X
catalizar X
cateterizar X
catolizar X
causalizar X
centralizar X
chatarrizar X
circularizar X X
civilizar X
clandestinizar X
clericalizar X
clientizar X
climatizar X
cloroformizar X
colectivizar X
colonizar X
comarcalizar X X
comercializar X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 149

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
compatibilizar X
complejizar X
computarizar X X
comunitarizar X
comunizar X
conceptualizar X X
concientizar X
confesionalizar X
constitucionalizar X
contabilizar X
contemporan(e)
X
izar
contextualizar X
contractualizar X
convencionalizar X
cooperativizar X
coquizar X
cordializar X
corporativizar X
corpor(e)izar X X
cotidianizar X
creativizar X
criminalizar X
criogenizar X
cristalizar X
croquizar X X
crotalizar X
cubanizar X
culpabilizar X
culturizar X
150 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
demanializar X
demonizar X
departamentalizar X
deportivizar X
derechizar X
derivatizar X
desertizar X
diabolizar X
diagonalizar X
dialectizar X
dializar X
dicotomizar X
didactizar X
dimerizar X
dinamizar X
discretizar X
disponibilizar X
divinizar X
dolarizar X
domotizar X
dramatizar X
dualizar X
ecologizar X
economizar X X
edematizar X
editorializar X X
efectivizar X
eficientizar X
ejemplarizar X X X
electrizar X X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 151

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
electrolizar X
elitizar X
emblematizar X X
embolizar X
endogenizar X
energizar X
ergonomizar X
erotizar X
esclavizar X
escolarizar X
esencializar X
espacializar X X
españolizar X
especializar X
espectacularizar X
esperpentizar X
espiritualizar X
(e)sponsorizar X
esqueletizar X
esquematizar X X
estabilizar X
estandarizar X
estatalizar X
esterilizar X
estetizar X
estilizar X
estupidizar X
eterizar X
eternizar X
etimologizar X
152 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
europeizar X
euskaldunizar X
exclusivizar X
exteriorizar X X
extranjerizar X X
extremizar X
factorizar X
familiarizar X
fascistizar X
fecundizar X
federalizar X
feminizar X
fertilizar X
fetichizar X
feudalizar X
fiabilizar X
ficcionalizar X
fidelizar X
finalizar X X
fiscalizar X
flexibilizar X
fluidizar X
fluorizar X
folclorizar X
fonetizar X
formalizar X
fosilizar X
fragilizar X
frivolizar X X
funcionalizar X X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 153

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
funcionarizar X
fundamentalizar X
galleguizar X
galvanizar X
garantizar X
gelatinizar X X
generalizar X X
geometrizar X
germanizar X
gestualizar X X
glam(o)urizar X
globalizar X
gradualizar X
gramaticalizar X
guionizar X X
guturalizar X
hegemonizar X X
helenizar X
heparinizar X
hermetizar X
heterogeneizar X
hidrolizar X
higienizar X
hiperbolizar X
hipertextualizar X
hipotetizar X X
hispanizar X
historizar X
homogeneizar X
homosexualizar X
154 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
horizontalizar X
horrorizar X
hospitalizar X
hostilizar X
humanizar X
idealizar X
ideologizar X X
idiotizar X
(i)legalizar X
imbecilizar X
(im)permeabilizar X
incompatibilizar X
independizar X
individualizar X X
industrializar X X
inertizar X X
inestabilizar X
infantilizar X
inferiorizar X
inmoralizar X
inmortalizar X
inmovilizar X
inmunizar X
institucionalizar X
instrumentalizar X
insularizar X
insulinizar X
intelectualizar X
intencionalizar X
interiorizar X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 155

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
internacionalizar X
internetizar X X
intertextualizar X X
invisibilizar X
ionizar X X X
ironizar X X
islamizar X
isomerizar X
italianizar X
japonizar X
jerarquizar X
jibarizar X
judicializar X X
laboralizar X
laicizar X
lateralizar X X
lematizar X
lesbianizar X
lexicalizar X
liberalizar X
linealizar X
literaturizar X
lobotomizar X
madrileñizar X
magnetizar X
mahometizar X X
malignizar X
mallorquinizar X
manualizar X X
marbellizar X
156 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
marginalizar X
marroquinizar X
masculinizar X
masterizar X
matematizar X
materializar X
maximizar X
mecanizar X X
mediterraneizar X
melodramatizar X X
memorizar X
mensualizar X
mentalizar X
mentorizar X
mercantilizar X
metabolizar X
metaforizar X X
metalizar X X
metodizar X X
micronizar X
mielinizar X
militarizar X X
mimetizar X
mineralizar X X
miniaturizar X X
minimizar X
mitologizar X X
modalizar X
modelizar X
modernizar X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 157

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
modularizar X
monetizar X
monitorizar X X
monopolizar X
monumentalizar X
moralizar X X
motorizar X
multiculturalizar X
mundializar X
municipalizar X
museizar X
musicalizar X X
mutualizar X
nacionalizar X X
narcotizar X X
narrativizar X
nasalizar X
naturalizar X
nebulizar X X
negativizar X
neurotizar X
neutralizar X
niponizar X
nominalizar X
normalizar X
normativizar X
novelizar X X
nuclearizar X X
numerizar X
objetualizar X
158 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
obstaculizar X
occidentalizar X
oficializar X
olorizar X
ontologizar X X
operacionalizar X
operativizar X
optimizar X
oralizar X
ordinalizar X
orientalizar X
oscarizar X
ozonizar X
paganizar X
palatalizar X
paletizar X
paquetizar X
parabolizar X
paradojizar X
paralelizar X
parametrizar X
parcializar X
particularizar X
pasivizar X
patentizar X
patologizar X
patrimonializar X
peatonalizar X
peculiarizar X
peliculizar X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 159

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
penalizar X X
perennizar X
periferizar X X
periodizar X X
personalizar X X
pluralizar X X
poetizar X X
polarizar X
polemizar X X
polimerizar X
polinizar X
politizar X X
popularizar X
pormenorizar X
portabilizar X
portalizar X
portuguesizar X
positivizar X
posterizar X
potabilizar X
potachovizar X
potencializar X
precarizar X
premonizar X
presencializar X
presentizar X
priorizar X
privatizar X
probabilizar X
problematizar X
160 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
productivizar X
profesionalizar X
profundizar X X
proletarizar X
pronominalizar X
propagandizar X X
proselitizar X
protetizar X
protocolarizar X
protocolizar X
provincializar X X
psicologizar X
psiquiatrizar X
puntualizar X X
racemizar X
racializar X
racionalizar X
radicalizar X
rasterizar X
reflectorizar X
regionalizar X X X X
regularizar X
relativizar X
remotizar X
rentabilizar X
repentizar X
responsabilizar X
ridiculizar X
rigidizar X
riojanizar X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 161

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
ritualizar X X
rivalizar X
robotizar X X
romanizar X
ruborizar X
rumanizar X
ruralizar X
rutinizar X
saborizar X
salinizar X
sanitarizar X
satanizar X
satelizar X X
satirizar X X
sectarizar X
sectorializar X
sectorizar X X
secuencializar X
secularizar X
secundarizar X X
securizar X
sedentarizar X
semaforizar X
semantizar X
semestralizar X
señalizar X
sensacionalizar X
sensibilizar X
sensorializar X
sensorizar X
162 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
sensualizar X
sentimentalizar X
serializar X
sevillanizar X
sexualizar X
silanizar X
simbolizar X
simetrizar X
sincretizar X
sincronizar X X
sindicalizar X X X
sinergizar X X
singularizar X
sinizar X
sinonimizar X
sintonizar X X
sistematizar X
sociabilizar X
socializar X X
sodomizar X
solarizar X
solidarizar X
solubilizar X
somalizar X
sonorizar X X
sostenibilizar X
sovietizar X
suavizar X
subjetivizar X
superficializar X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 163

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
superlativizar X
sustancializar X
sustantivizar X
sutilizar X
talibanizar X
tangibilizar X
tautologizar X X
taxonomizar X X
teatralizar X
tecnocratizar X
tecnologizar X X
telematizar X
tematizar X
temporalizar X X
temporizar X
teologizar X X
teorizar X X
tercerizar X
territorializar X X
textualizar X X
texturizar X
tiernizar X
titularizar X
titulizar X
topicalizar X
totalizar X X
tranquilizar X
transgenizar X
transitivizar X
transparentizar X
164 Olga Batiukova

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
transversalizar X
trascendentalizar X
tribalizar X X
trimerizar X
trimestralizar X
trivializar X X
tropicalizar X
tunelizar X X
tutorizar X
uniformizar X
universalizar X
urbanizar X X
utilizar X
valencianizar X
valorizar X
vampirizar X X
vandalizar X
vaporizar X X
variabilizar X
vectorizar X
velarizar X
verbalizar X
versatilizar X
verticalizar X
viabilizar X
victimizar X
vietnamizar X
vigorizar X
villanizar X
viralizar X
Restricciones léxico-semánticas y mecanismos composicionales 165

Interpretación del verbo derivado


Constitutiva

Formal

Ag-real
Ag-sim
T→B B→T
Verbo

Télica

Asoc.
Instr.
B-ext B-int
virginizar X
virilizar X
virtualizar X
visibilizar X
visualizar X
vitalizar X
vitaminizar X
vocalizar X X X
volatilizar X
voluminizar X
vulnerabilizar X
zapaterizar X
La morfología léxica en el Portal de léxico
hispánico: resultados del proyecto de investigación
(FFI2011-24183)1

Montserrat Batllori, Cristina Buenafuentes,


Gloria Clavería, Margarita Freixas, Sheila Huertas,
Carolina Julià, Laura Muñoz, Ana Paz, Marta Prat, Isabel
Pujol, Assumpció Rost, Joan Torruella (ICREA)

Universitat Autònoma de Barcelona-Universitat de Girona

1. Presentación

1.1. Portal de léxico hispánico: documentación y morfología derivativa


(FFI2011-24183)

El proyecto “Portal de léxico hispánico: documentación y morfología derivativa”


financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia durante los años 2012-
2014 (n.º de referencia FFI2011-24183), como su título indica, consta de tres
ramas interrelacionadas. En primer lugar, la plataforma de Internet que da nom-
bre al proyecto (Portal de léxico hispánico, <http://www.portaldelexico.es>) se
utiliza para la gestión y almacenaje del material léxico estudiado, no solo para
el español sino también para otras lenguas iberorrománicas (catalán, gallego y
portugués) y sus respectivas variedades; en segundo lugar, se encuentran los dos
polos en los que se ha concentrado la investigación en el trienio 2012-2014:
la documentación textual y lexicográfica como fundamento para reconstruir la
historia del léxico del español y, dentro de esta, la morfología derivativa como
mecanismo lexicogenético que desde los orígenes de la lengua hasta la actualidad
ha permitido una ampliación progresiva de este componente de la gramática.

1
Este trabajo ha sido financiado con el proyecto de investigación “Portal de léxico hispánico:
documentación y morfología derivativa” (n.º de referencia FFI2011-24183) del Ministerio de
Ciencia e Innovación y con el apoyo de la Generalitat de Catalunya al “Grup de recerca Lexico-
grafia i diacronia” (2014SGR1328).
168 Varios autores

La generación de nuevo vocabulario por medio de Reglas de Formación de


Palabras (RFP) es uno de los mecanismos básicos de crecimiento y renovación
del léxico a lo largo de la historia de una lengua y uno de los propósitos en
este proyecto de investigación se ha centrado en la búsqueda de las principales
líneas de desarrollo de esta parte del léxico con un análisis de amplio espectro
teniendo en cuenta diversos mecanismos de formación de palabras: así, se han
estudiado tanto cuestiones que atañen a la historia de la prefijación y de la
parasíntesis, como de la sufijación y de la composición.
No hay que olvidar que esta parte del léxico quedó postergada en el DECH
en el que solo aparecía “en calidad de apéndice” con un tratamiento históri-
co-etimológico escasamente desarrollado (DECH: 9) y del que se aportaba do-
cumentación fundamentalmente lexicográfica con notables limitaciones (Blecua
y Clavería, 1999; Clavería y Morales, 1999-2000). Desde otras perspectivas,
la morfología léxica de orientación histórica, pese a que ha tenido un notable
cultivo2, no posee una obra de conjunto actualizada que ofrezca una exposición
general de la evolución de los procesos de formación de palabras desde el punto
de vista histórico y de la intersección entre la historia del léxico y la morfología
histórica del español, a pesar de la existencia de obras como las de Alemany
Bolufer (1920), Alvar y Pottier (1983), Penny (1993 [1991]: 255-271) o, más
recientemente y solo para la sufijación, Pharies (2002).
A todo ello hay que añadir las dificultades emanadas del conocimiento y de
la documentación del propio latín, lo que ha llevado a J. Lüdtke a admitir que
“el método reconstructivo falla en el área de la formación de palabras” (Lüdt-
ke, 2011: 158). No se puede negar, sin embargo, que la reconstrucción de
los mecanismos de formación de palabras es fundamental para conseguir una
completa historia del léxico como se demuestra en los planteamientos progra-
máticos del NDH (por ejemplo, Campos, 2007, 2008; Pascual y García Pérez,
2007: 43-61) y se integra dentro del análisis de la variación en la morfología
como punto de atención de la lingüística actual (Fábregas y Gallego, 2014) en
la que el estudio histórico puede contribuir de manera notoria.
Este trabajo pretende presentar y resumir los resultados obtenidos en el
proyecto de investigación “Portal de léxico hispánico: documentación y mor-
fología derivativa”, en el área específica de la morfología léxica histórica.
La diversidad de elementos y procesos derivativos estudiados comparten
unos fundamentos teórico-metodológicos que han conducido buena parte de

2
Por ejemplo, por Y. Malkiel (recuérdese el artículo programático de 1966 [1993]) y su
escuela (Catalán, 1974: 303-305; Cano Aguilar 2004: 72; Pujol, 2006: 101).
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 169

la investigación (§ 1.2). En primer lugar, aunque la perspectiva adoptada es


fundamentalmente histórica, se ha intentado profundizar en los posibles vín-
culos entre el análisis sincrónico y el análisis diacrónico, dos enfoques que en
algunos puntos sostienen divergencias importantes (§ 1.2.1). En segundo lu-
gar, los estudios desarrollados en el proyecto de investigación tienen como una
de las bases histórico-documentales más importantes los diccionarios, tanto
actuales como de otras épocas, concebidos como modelos del estado de lengua
que los produce (§ 1.2.2).
En la consideración de los procesos morfológicos desde la dimensión his-
tórica, adquieren especial relevancia las relaciones que establecen los distintos
mecanismos de formación de palabras, por un lado, la prefijación y la parasín-
tesis (§ 2) y, por otro, la prefijación, la composición y la sufijación (§ 3). Desde
esta perspectiva, por ejemplo, los procesos de formación de palabras pueden
entrañar la gramaticalización de ciertas unidades con la consiguiente pérdida
del contenido léxico o la adquisición de un significado más abstracto muy
importante en los prefijos (§ 3.1, Martín y Varela, 2012: 325) o una lexicaliza-
ción, operada por medio de la pérdida de la analizabilidad formal y semántica,
y de la productividad (§ 3.2, Martín y Varela, 2012: 326).
La relación entre sincronía y diacronía puede observarse también en la
cuestión de las rivalidades léxicas (§ 4), existentes tanto en la actualidad
como en estadios de lengua del pasado; desde el punto de vista histórico,
las alternancias son características de ciertos estados de lengua y de ciertos
tipos de textos.
En los límites de las RFP, se plantea desde la dimensión histórica la fronte-
ra entre el préstamo y la creatividad léxica con la formación de palabras (§ 5),
no solo de trascendencia al postular desde el punto de vista histórico el origen
de una palabra a través de un préstamo o de un proceso derivativo, sino por-
que en realidad llegan a operar en la lengua dos tipos de derivación. En pala-
bras de Pena (1994-1995: 179): “Teórica y metodológicamente, pues, hay que
tener en cuenta el carácter heterogéneo del léxico y distinguir entre dos pautas
o tipos de RFP: la formación de palabras sobre base popular y la formación de
palabras sobre base culta (= latina o griega)”. También se analizan las RFP en
la oposición entre lengua general y lengua de especialidad para descubrir las
características comunes y las divergencias (§ 6).
Si bien la mayoría de trabajos realizados en el marco del proyecto em-
plean los diccionarios como bases histórico-documentales, en otros estudios
se analiza la práctica lexicográfica teniendo en cuenta la representación de la
morfología derivativa en los diccionarios, tanto antiguos como recientes, con
170 Varios autores

el objetivo de realizar propuestas que ayuden a mejorar la incorporación de la


morfología derivativa en el diccionario (§ 7).

1.2. Bases teóricas y metodológicas

1.2.1. La morfología histórica dentro de la morfología general y la relación


sincronía-diacronía

La morfología es la parte de la gramática que tiene como objeto de estudio la


estructura de la palabra. Suele distinguirse entre morfología gramatical3 y mor-
fología léxica. La primera atiende a las diversas formas que puede presentar una
palabra, en particular al conjunto de formas que constituyen su paradigma
flexivo; la segunda se ocupa de los formantes que constituyen las palabras
complejas y de los procesos que tienen lugar en la lexicogénesis4.
Según la perspectiva adoptada y los datos tomados en consideración en
el análisis morfológico, suele también distinguirse entre morfología diacrónica
o histórica y morfología sincrónica. En el primer caso, el análisis considera las
palabras complejas que forman parte de la historia del español y su evolución;
mientras que en el segundo, el análisis se ciñe a las palabras de un estadio con-
creto, generalmente del español contemporáneo. No obstante, las perspectivas
diacrónica y sincrónica no solo difieren en el aspecto cronológico de los datos
objeto de estudio, sino también en la metodología de análisis. Así, tradicio-

3
Generalmente se utiliza el término de morfología flexiva; sin embargo, hemos preferido
usar el término más abarcador de morfología gramatical, que tomamos de Cano Aguilar (2004),
en el que tendrían cabida las variantes (flexivas y no flexivas) del sistema nominal (especialmen-
te por lo que respecta a los posesivos, demostrativos, cuantificadores indefinidos, pronombres
personales y fórmulas de tratamiento) y de las palabras invariables (adverbios, preposiciones y
conjunciones) que han tenido lugar en la diacronía del español.
4
A principios del s. xx, Alemany Bolufer publicaba su tratado pionero de formación de
palabras en español. Con posterioridad, el interés que ha despertado en los estudiosos la mor-
fología léxica del español se manifiesta en una proliferación de publicaciones de manuales de
referencia que han tenido lugar a partir de los años noventa, principalmente con carácter sin-
crónico —Lang (1990, 1997), Rainer (1993b), Varela (1993), Alvar Ezquerra (1994), Bajo Pé-
rez (1997), Almela (1999), Bosque y Demonte (1999), García-Medall (2002), Varela (2005),
NGLE (2009), MNGLE (2010), Lüdtke (2011), Fábregas (2013)— aunque también se hallan
algunas aportaciones desde la diacronía —Pharies (2002), Pujol (2013)—. Así mismo, el interés
por la disciplina ha desembocado también en una serie de publicaciones de diversa índole (es-
tados de la cuestión, guías bibliográficas, entrevistas) que ofrecen una visión de la disciplina al
final de s. xx: Rainer (1993a), García-Medall (1995), Varela (2000), Pena (2004a), Pujol (2006),
Campos (2009) y Serrano-Dolader (2012b).
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 171

nalmente, la morfología diacrónica toma como punto de partida del análisis


morfológico la etimología de la palabra y se interesa también por cuestiones
extralingüísticas que puedan condicionar la evolución de las palabras. Son va-
rios los autores que han destacado el papel central de la etimología en el aná-
lisis morfológico histórico, entre ellos cabe mencionar las últimas ediciones de
la gramática de la Real Academia Española (NGLE, 2009 y MNGLE, 2010)5.
En contraste, la morfología sincrónica tiene en cuenta la conciencia lin-
güística de los hablantes y fundamenta el análisis morfológico atendiendo a las
relaciones entre los distintos elementos que conforman el sistema lingüístico
del español contemporáneo (palabras y formantes morfológicos). Sin embar-
go, en los últimos años, algunas investigaciones diacrónicas vienen reclaman-
do también la necesidad de atender al papel de los hablantes, como ponen de
manifiesto las palabras de Garachana (1999: 155):

La historia de las lenguas no es ajena a los cambios históricos y sociales que se


operan en el seno de las comunidades de hablantes, así como tampoco es ajena a
los hablantes y a sus capacidades cognitivas.

En particular por lo que respecta al estudio de la morfología léxica diacró-


nica, Pujol (2009: 60) afirma:

Retomando el papel fundamental de los hablantes en la creación léxica, lo que és-


tos heredan es un sistema lingüístico que interpretan y/o reanalizan en función de
la información (lingüística y extralingüística) que reciben. De esta interpretación
y/o reanálisis surge su conocimiento del léxico, a partir del cual se seleccionan
los modelos que van a ser operativos para la formación de nuevos términos. Esta
observación merece una especial atención en el caso del análisis diacrónico para
poder comprender en su justa dimensión el fenómeno de la creación léxica, ya
que evidencia la necesidad de conocer de una forma detallada el léxico general (o
el de mayor frecuencia) de cada etapa que se establezca del español, en contraste
con el léxico de la etapa siguiente. Por lo tanto, en la perspectiva histórica, cabe
mirar desde el prisma del hablante lo que supone la herencia del léxico o la de los
procesos de formación de palabras (herencia recibida en el proceso de aprendizaje
del léxico). Ello entraña, para el estudioso, no pocas dificultades.

5
Como ejemplo, a propósito de los derivados verbales, el MNGLE (2010: § 8.1.2a) afirma:
“La derivación verbal, como la que corresponde a otras categorías, puede analizarse desde el
punto de vista sincrónico o desde el diacrónico. [...] mientras que en el diacrónico se tienen
en cuenta la etimología y los procesos históricos que condicionan la evolución de las palabras,
el análisis sincrónico se apoya fundamentalmente en la existencia de relaciones entre la base y el
derivado que se suponen presentes en la conciencia lingüística de los hablantes”.
172 Varios autores

La perspectiva diacrónica y la sincrónica pueden complementarse en el


análisis morfológico (Martín García y Varela, 2012), aunque también pueden
desembocar en algunas tensiones, como pone de manifiesto Serrano-Dolader
(2012a). Una de las divergencias que más se ha destacado entre las dos pers-
pectivas es la determinación de la dirección del proceso derivativo en el caso
de la formación de palabras. Así, la dirección de la derivación puede diferir
dependiendo de si se atiende a la cronología, como sucede en los estudios his-
tóricos, o de si se atiende a criterios de tipo semántico que tienen en cuenta el
sistema, como sucede en los estudios de corte sincrónico (Pena, 2013).
Por lo que respecta a la relación entre el enfoque histórico y el sincrónico
a lo largo del siglo xx y hasta la actualidad, puede afirmarse que los distintos
marcos teóricos que se han desarrollado (el estructuralismo y el generativismo)
han considerado los hechos del lenguaje desde una concepción sincrónica,
independientemente de los factores históricos. En nuestra opinión, este hecho
ha contribuido en gran medida a que los estudios diacrónicos en esta centuria
hayan seguido los caminos abiertos por los estudios sincrónicos6.
Tal como se afirma en Pujol (2006), los distintos marcos teóricos han in-
fluido en los estudios de morfología diacrónica, y en particular, en los relativos
a la morfología léxica, en dos aspectos básicos: a) en la manera de concebir la
lengua; y b) en los instrumentos de análisis a partir de conceptos fundamenta-
les como los de morfema, reanálisis, gramaticalización, paradigma y analogía.
Concretamente, por lo que se refiere al estructuralismo saussuriano, la
lengua se entiende como un conjunto organizado de elementos o sistema en
donde el valor de cada elemento depende de su relación con los demás. Desde
esta perspectiva, la diacronía se concibió como una sucesión de sincronías,
planteándose cómo un nuevo sistema sustituye a uno anterior, a la vez que se
fijaba en las causas internas del cambio lingüístico. En el ámbito de la mor-
fología histórica del español, destaca la publicación del manual de Alvar y
Pottier (1983), en donde los autores utilizan en los estudios históricos del
español el concepto de morfema entendido como la mínima unidad significa-
tiva. Este hecho permitió definir la lista de los verdaderos sufijos del español y
sus posibilidades combinatorias con bases sustantivas, adjetivas o verbales. En
el terreno de las monografías, es de sumo interés la producción de Malkiel,
quien concibe la lengua como un sistema lingüístico en constante movimiento
y, por tanto, en busca de nuevos equilibrios. Se trata de análisis pormenori-

6
En palabras de Girón (1996: 1): “en la sucesión de los paradigmas científicos que se
han ensayado en la lingüística, la lingüística histórica siempre ha seguido a la lingüística
sincrónica”.
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 173

zados y su singularidad radica en el cuantioso número de datos que el autor


maneja, la comparación de estos entre distintas lenguas y distintas épocas, así
como la clasificación de los mismos (Malkiel, 1988-89). Frecuentemente se ha
señalado en la bibliografía especializada el copioso caudal de datos que suelen
aportar los estudios históricos7.
La llegada del generativismo con la lectura de la tesis doctoral de Chom-
sky en 1954 supuso una nueva concepción del lenguaje. Este enfoque con-
sidera que todo hablante posee la competencia de su lengua. Esta capacidad
es la que posibilita que sepamos formular y comprender, en nuestra lengua
materna, oraciones que nunca habíamos oído antes y también la que nos
permite pronunciarnos sobre la gramaticalidad de una oración. La actuación
es el uso que el hablante hace de dicha competencia. La gramática generativa
pretende obtener un modelo correspondiente a la gramática interiorizada que
es, en definitiva, la competencia del hablante. Así, la gramática se concibe
como un sistema finito de reglas capaz de generar un conjunto infinito de
oraciones de una lengua.
Para la explicación del cambio lingüístico la gramática generativa se sirve
de conceptos como los de reanálisis —entendido como la reinterpretación
de los datos primarios que recibe el hablante— y gramaticalización —en-
tendido como la pérdida de contenido semántico de una unidad léxica que
pasa a ser gramatical—; ambos son procesos morfológicos con dimensión
histórica, como han señalado recientemente Martín García y Varela (2012:
325-7). Por lo que respecta a la morfología léxica, desde finales de los años
setenta hasta hoy, varias propuestas teóricas han intentado buscar un mayor
poder descriptivo y explicativo de las RFP. Este interés ha desembocado en

7
Son varios los autores que, a finales del siglo xx, han destacado el carácter eminente-
mente descriptivo de los estudios históricos, los cuales suelen ofrecer un importante caudal
de datos en contraste con su pobreza a nivel teórico. Afortunadamente esta tendencia empie-
za a cambiar como ha puesto de manifiesto Pujol (2006). Reproducimos a continuación las
palabras de Elvira (1998: 19): “[...] la lingüística histórica, al menos en su vertiente románica,
adolece de un cierto desequilibrio entre la abrumadora y meticulosa acumulación de datos
del filólogo tradicional y la débil y a menudo inconsistente argumentación teórica que debe
interpretar estos cambios. Las más admiradas obras de la lingüística románica contienen
información empírica que continúa siendo todavía útil para el estudiante o investigador. Sin
embargo, muchas de estas obras clásicas apenas contienen una discusión mínima sobre sus
conceptos fundamentales, dando por supuesto el alcance y sentido exacto de estas nociones.
Es verdad, por lo demás, que el romanista tradicional se ha limitado en la mayoría de los
casos a ordenar y presentar sus datos, con gran pulcritud en muchas ocasiones; pero no se
ha planteado casi nunca la tarea de explicar por qué las cosas han ocurrido de la manera en
que han ocurrido”.
174 Varios autores

la recuperación de dos conceptos tradicionales en el análisis morfológico, el


de paradigma y el de analogía8.
En la actualidad estamos asistiendo a una etapa extraordinariamente pro-
ductiva por lo que se refiere al nacimiento de nuevos enfoques teóricos y su
aplicación al análisis morfológico, de la que son prueba buena parte de los
capítulos de este libro. Tal como hemos señalado, ello desemboca nuevamente
en otras maneras de concebir la lengua y en nuevos instrumentos de análisis.
En este sentido son ilustrativas las palabras de Fábregas (2013: 11-2):

Estos son tiempos de cambio para la lingüística. En los últimos veinte años han
surgido numerosas teorías, muchas de las cuales cuestionan ideas que se considera-
ban definitivas hace muy poco tiempo, a la vez que se han ido desarrollando otras
propuestas ya existentes. La teoría de la optimidad, la morfología distribuida, el
minimalismo, la gramática de construcciones o la nanosintaxis son solo algunos
de esos nuevos enfoques, y todos ellos tienen algo que decir sobre la morfología.
Gracias a estas nuevas formas de mirar las cosas, el campo se ha ido enriqueciendo
con nuevos procedimientos técnicos —como la estructura de qualia o la sintaxis
léxica—, nuevas concepciones —como la noción de que las raíces carecen de infor-
mación gramatical— y la observación detallada y profunda de un elenco de datos
cada vez más amplio.

En consecuencia, la morfología es hoy una de las ramas centrales de la lin-


güística. Ello se debe en gran medida a su objeto de estudio: las palabras, piezas
poliédricas9 en tanto que presentan un significante, un significado ligado a un
referente, una categoría gramatical y una estructura. Así Spencer y Zwicky
(1998: 1) ponen de relieve la situación de interfaz de la palabra que la conecta
con los distintos componentes de la facultad del lenguaje10:

Morphology is at the conceptual centre of linguistics. This is not because it is the


dominant subdiscipline, but because morphology is the study of word structure,
and words are at the interface between phonology, syntax and semantics.

Partiendo de esta idea, Fábregas et al. (2012: 9) han señalado también que
la morfología “es una disciplina de contacto por la que se puede acceder desde

Vid. Rainer (2013b) para el uso del concepto de analogía desde la antigüedad clásica hasta
8

hoy, así como su incidencia en la lexicogénesis.


9
Tomamos la definición de Serra (2013: 489).
10
Para una revisión de las diferentes formas en que se concibe la morfología en los diferentes
enfoques teóricos actuales, vid. Varela (2009).
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 175

numerosos lugares”: desde la fonología, desde la semántica, desde la sintaxis,


así como desde la lexicología y la lexicografía.

1.2.2. La recepción del léxico derivado en los diccionarios

El estudio de las RFP puede ser acometido tanto desde la gramática como
desde el diccionario. Se trata de dos perspectivas fundamentalmente dis-
tintas y, a la vez, forzosamente complementarias (Pena, 1994-1995; Pena,
2002). Si la gramática intenta describir los mecanismos propios de la mor-
fología léxica (derivación nominal, adjetival, adverbial, verbal, apreciativa;
prefijación y composición), el diccionario se ocupa de todas y cada una
de las unidades léxicas generadas con ellos. Únicamente en algunos dic-
cionarios se dejan de lado procesos muy productivos como la formación
de los adverbios en -mente, las voces que integran un sufijo apreciativo sin
lexicalización o algunos tipos de composición, por ejemplo, los compuestos
de significado composicional como patiblanco o limpiacristales11. Además,
los diccionarios modernos han incorporado como parte de su lemario los
elementos derivativos (por ejemplo, des-, -dor, -ción) y compositivos (por
ejemplo, socio-, porta-, -metro, -fono, fono-) con especificación de sus pro-
piedades y significados.
La morfología léxica, por tanto, forma parte intrínseca del diccionario y
en el proyecto de investigación “Portal de léxico hispánico: documentación
y morfología léxica” se toman los diccionarios como base de estudio, porque
son reflejo más o menos fiel de la lengua del momento en el que se elaboran.
Por ello, la recepción del léxico en los diccionarios constituye una fuente
de información de carácter histórico de enorme relevancia, aunque siempre
sea complementaria de los textos, pues la documentación lexicográfica y
textual de una palabra tiene implicaciones diferentes. Del contraste de la
nomenclatura de diccionarios de distintas épocas se puede derivar la evolu-
ción que sigue una lengua aunque siempre es necesario tener en cuenta que
los diccionarios optan por un modelo de lengua determinado (normativo,

11
En el caso del DECH, no forman parte de su nomenclatura, entre otros “los adverbios en
-mente (a no ser que en el sentido o en la fecha se aparten del correspondiente adjetivo) y los
diminutivos sin especial interés léxico (babosilla, babosuelo, por ejemplo), así como de algunos
derivados provistos de ciertos prefijos (anti- y análogos) que indico especialmente en el lugar
alfabético correspondiente, aunque sólo cuando en su sentido no se apartan del primitivo; final-
mente he omitido, sobre todo en las primeras letras, algunos de los derivados en -dor y en -ble,
que nada ofrecían de notable” ("Introducción", p. 7).
176 Varios autores

descriptivo, totalizador). El ejemplo paradigmático de los resultados de esta


metodología contrastiva se encuentra en las distintas ediciones del Diccio-
nario de la Real Academia Española que permiten registrar a lo largo de más
de tres siglos (1726-2014) la progresiva recepción del léxico. Así lo entendió
J. Corominas al elaborar su Diccionario crítico etimológico castellano e his-
pánico, pues utilizó las distintas ediciones del DRAE como primera fuente de
documentación del léxico más moderno (Blecua y Clavería, 1999; Clavería
y Morales, 1999-2000; Torruella, 2006). La comparación lexicográfica pue-
de ampliarse, además, con otros diccionarios especialmente relevantes para
otras épocas: las obras lexicográficas de A. de Nebrija en la transición de los
siglos xv y xvi o el Tesoro de S. de Covarrubias para el Siglo de Oro.
Siguiendo la estela del DECH, gran parte de nuestros estudios sobre
morfología léxica histórica toma como corpus de análisis los diccionarios.
En la lexicografía preacadémica destacan los trabajos basados en los diccio-
narios de Nebrija (Pujol, 2012c y 2012d) y otros diccionarios preacadémi-
cos (Huertas, 2013b; Huertas, 2014; Huertas, 2015; Huertas y Paz, 2013);
la lexicografía académica, por su parte, encuentra su punto de partida en
el Diccionario de Autoridades (1726-1739), que, por sus peculiaridades,
puede ser considerado un diccionario de corpus, pues está basado en un
corpus de textos anteriores al siglo xviii, por ello se trata de una obra
que refleja en cierta medida la evolución de la lengua española hasta el
siglo xviii (Freixas, 2010). Las autoridades otorgan a este Diccionario una
dimensión histórica sin precedentes. El resto de ediciones, una tras otra,
permiten verificar la evolución del léxico a través de su recepción en las
distintas ediciones. El contraste de la lexicografía académica y la no aca-
démica generalmente permite ampliar el corpus léxico de análisis (Buena-
fuentes, en prensa b; Clavería, Julià y Torruella, 2012; Clavería y Freixas,
2015; Julià, 2012, 2014a, 2014b; Muñoz, 2012a, 2012b, 2012d, 2013a,
2013b, 2014, en prensa a).

2. La prefijación y la parasíntesis

Desde los años noventa hasta la actualidad, se han ido publicado una serie de
estudios relevantes que versan sobre la prefijación y sobre la parasíntesis del
español desde un punto de vista sincrónico, bien como partes de obras de re-
ferencia (Varela y Martín García, 1999 y Serrano-Dolader, 1999), bien como
monografías (Felíu, 1998; García-Medall, 1994; Martín García, 1995, 1996,
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 177

1998 y 2007; Serrano-Dolader, 1995; y Vañó-Cerdá, 1990; entre otros). Sin


embargo, las aportaciones en el ámbito diacrónico han resultado más escasas
(Malkiel, 1941a; García-Medall, 1988; Sánchez González de Herrero, 1992;
Sánchez-Prieto, 1992; Montero, 1999; Šinková, 2013 y 2014). Así, uno de los
objetivos de este proyecto de investigación, Portal de léxico hispánico: documen-
tación y morfología derivativa (FFI2011-24183), se ha centrado en el análisis
de diversos mecanismos en el ámbito de la formación de palabras desde una
perspectiva histórica, y en particular, en lo que se refiere a la parasíntesis.

2.1.1. Sobre el concepto de parasíntesis

Los datos históricos documentados ponen de manifiesto que se hace nec-


esaria una revisión de la noción de parasíntesis y, sobre todo, un análisis más
exhaustivo de la naturaleza y evolución de los parasintéticos latinos y de los
procedimientos morfológicos que los generaron (Batllori, 2015; Batllori y
Pujol, 2013).
En palabras de Serrano-Dolader (en este volumen) no hay “ni un acuerdo
sobre qué deba entenderse como formación parasintética, ni la unanimidad en
la delimitación de este tipo de formaciones en cada lengua románica”. Añade
que los gramáticos griegos llamaron παρασύνθεσις al proceso de formación
de derivados —y en ocasiones también compuestos— tomando como base
compuestos. Se trata, pues, de un “proceso con una clara herencia latina” (lat.
ac-cord-are, de-calc-are, ex-cortic-are, etc.) que se ha visto sometido a reinter-
pretación en el ámbito de la filología románica, donde ha pasado a designar
aquel proceso de formación de palabras en el cual un prefijo y un sufijo son
adjuntados simultáneamente a una base léxica.
Resulta de interés la reflexión de Serrano-Dolader (en este volumen) que
reproducimos a continuación:

Para ofrecer una delimitación ajustada del concepto de parasíntesis, resulta nece-
sario completar el análisis formal [prefijo + base + sufijo] con algunas considera-
ciones semánticas. No es suficiente con que esté testimoniada una de las supuestas
etapas intermedias ([p + X] o [X + s]) para negar el carácter parasintético de una
formación. Habrá que verificar si dicha formación intermedia tiene una configura-
ción semántica que permita sostener que es a partir de ella desde donde se crea la
formación que es objeto de análisis.

A la luz de la diacronía, se hace necesaria la diferenciación entre derivados


parasintéticos por afijación y derivados parasintéticos por composición (Serra-
178 Varios autores

no-Dolader, 2012c)12, puesto que en latín el uso de preverbos era un tipo de


composición o predicación secundaria de la predicación verbal primaria (Leh-
mann, 1983). Podemos pensar, por tanto, que en la derivación latina de voces
del tipo ingrandesco intervenía la aplicación conjunta de composición que
supondría la fusión del predicado secundario (el preverbo, que puede indicar
estado o cambio de estado) con su objeto (una propiedad escalar, generalmen-
te) y la sufijación (que introduciría el valor incoativo). Esto explicaría el valor
compuesto ‘incoatividad + cambio de estado’ de la mayoría de estos verbos.
En consecuencia, en romance se da un reanálisis (Batllori, 2015; Batllori
y Pujol, 2013) que hará que tengamos un único evento con una única trayec-
toria en los casos de verbos de cambio de estado, lo cual se corresponde con la
gramaticalización del preverbo como prefijo. Sintácticamente, pasamos de te-
ner dos eventos que se complementan a tener solo uno. Morfológicamente, se
pasa de estructuras con composición parasintética a estructuras con afijación
parasintética a partir de un proceso de gramaticalización cuya consolidación
abarca varios siglos de la evolución de estas voces.

2.1.2. Del latín al español

La idea de cambio de estado se podía expresar en latín a partir de diferentes


estructuras, bien sintácticas (por ejemplo, iusto conformare, certumfacere), bien
morfológicas (verbos deadjetivales en -are e -ire, por ejemplo, laxare, lenire;
verbos prefijados, por ejemplo, affirmare; verbos sufijados en -scere, por ejem-
plo, albescere; compuestos en -facere o -ficare, por ejemplo, mansuefacere, certi-
ficare) (Malkiel, 1941a: 430-431).
En latín clásico, los verbos prefijados con ad-, in-, de-, dis- y ex- presenta-
ban generalmente una base verbal (ad-duco, in-duco, de-duco, di-duco, e-duco).
Según Crocco y Iacobini (1993) y Acedo-Matellán (en este volumen), la pre-
verbación fue un mecanismo productivo en el latín arcaico y en el clásico
(s. iii a. C. hasta finales del s. ii d. C.)13; además era relevante en la estructura

12
Serrano-Dolader (2012c y en este volumen) define claramente la composición parasintéti-
ca: “puede considerarse a grandes rasgos como un procedimiento de creación léxica que consiste
en la fusión de dos bases léxicas —que conforman un compuesto no existente independien-
temente— con su sufijo derivativo: [*[[macho] [hembra]] -ar] > machihembrar, [*[[corcho]
[tapon]] -ero] > corchotaponero”. Añade que hay que “recordar, de entrada, que […] los para-
sintéticos en composición son fruto del doble y solidario proceso de composición y sufijación”
(Serrano-Dolader, 1995: 199-262).
13
Valga como testimonio de ello la mención acerca de la posibilidad de formar nuevas voces
mediante la anteposición de preverbos que se documenta en De lingua latina de Varrón, donde,
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 179

argumental y eventiva de los predicados latinos. En este sentido, Acedo-Mate-


llán (en este volumen) comenta que:

El preverbo introduce generalmente una trayectoria delimitada, espacial, aspectual


o metafórica e impone su estructura argumental, por lo cual se dan cambios sin-
tácticos notables entre el verbo simple y el prefijado.

Entre los valores semánticos que aporta el preverbo, este autor destaca: 1)
el espacial, 2) el metafórico, 3) el aspectual y 4) el de modificador del predica-
do principal. Así, en el primer caso, el preverbo puede introducir una trayecto-
ria con un punto final en el evento expresado por el verbo —curro ‘correr’ vs.
accurro ‘llegar corriendo a un lugar’—. En el segundo, el preverbo puede con-
llevar el significado de privación, por ejemplo. En este sentido Steele (1920:
17) observa que numerosos prefijos separables e inseparables (ab, de, dis, ex,
etc.) se usan para expresar un significado negativo14. En la misma línea, en el
tercer caso, el preverbo puede interpretarse como una marca de aspecto (ad
ingresivo, de egresivo, etc.). Como modificador del predicado principal, el
preverbo puede presentar un valor atenuante e intensivo (Hill, 1804). En este
caso, el preverbo modifica al verbo y no funciona como predicado, con lo cual
no modifica la estructura argumental del verbo principal —amo ‘amar’ vs.
adamo ‘amar intensamente’—.
En cuanto a la evolución del latín clásico al latín tardío, Iacobini (2010)
analiza los verbos denominales y deadjetivales prefijados con ad-, de-, dis-,
ex- e in-. Entre estos verbos distingue aquellos que muestran una serie deri-
vativa de tres elementos —nombre o adjetivo > verbo denominal o adjetival
> verbo prefijado, por ejemplo, murmurum, -i > murmurare > admurmu-
rare— de aquellos cuya serie derivativa posee solo dos elementos —nombre
o adjetivo > verbo prefijado, por ejemplo, cortex, -cis > decortico—. Según
los datos estudiados por Iacobini, en latín clásico el 45,6% de los verbos con
prefijo pertenecen al primer tipo, con tres elementos en su serie derivativa,
mientras que el segundo tipo, con dos elementos en su serie derivativa, suma
el 54,4%. Esta situación cambia significativamente en el latín tardío, donde
el primer tipo presenta el 23% de los verbos frente al 77% del segundo tipo.
Según Iacobini, los verbos prefijados del primer tipo presentan generalmente
el mismo significado que sus correlatos no prefijados (por ejemplo, accumulo

como señala Acedo (en este volumen), aparece el primer uso de la voz preverbo (< PRAEVER-
BIUM).
14
Vid. también Butler (1825) en relación a la descripción de estos valores metafóricos.
180 Varios autores

vs. cumulo) ya que el prefijo había perdido su significado. En consecuencia


esto favoreció la formación de verbos prefijados denominales y deadjetivales
del segundo tipo, sin necesidad de la existencia de una forma verbal inter-
media no prefijada.
En opinión de Pujol (2012a y 2014), el paso de bases verbales a nomina-
les o adjetivas puede entenderse además como un reanálisis formal en el que
los oyentes relacionan los verbos prefijados con bases sustantivas o adjetivas
(y no con bases verbales) debido a una estrecha relación de forma entre los
verbos prefijados y un sustantivo/adjetivo (aunque existan las formas verba-
les intermedias sin prefijo). Esto es posible en casos de series derivativas de
tres elementos con una estrecha relación formal entre el nombre o adjetivo
y los verbos:

velum, -i > (velare) > aduelare


‘velo’ ‘cubrir con un velo’ ‘velar, cubrir’
reanálisis formal: aduelare interpretado como [ad-velum-are]

Nótese que ejemplos como el precedente de aduelare no son tenidos en


cuenta en el trabajo de Iacobini (2010) ya que desde un punto de vista morfo-
lógico se han considerado como verbos deverbales (y no denominales o dead-
jetivales).

2.1.3. Derivados verbales: verbos en -ecer

De acuerdo con Haverling (2000), en latín, el sufijo -sco se documenta en


unos 700 verbos (desde el siglo iii a. C. hasta el año 600 d. C.), mayorita-
riamente de la tercera conjugación. Muchos de ellos son verbos intransitivos
que proceden de verbos transitivos en los que el sufijo incide en el carácter
dinámico de la acción (por ejemplo: lūceo ‘lucir’ vs. lūcesco/lūcisco ‘irradiar
luz’). Hay acuerdo generalizado entre los gramáticos en que este sufijo apor-
ta un valor incoativo, durativo-ingresivo o iterativo-intensivo. Las bases que
toman -sco pueden ser deadjetivales, denominales y deverbales, y la mayoría
de estos últimos son verbos prefijados con un preverbo (sobre todo en latín
arcaico y clásico).
Por lo que respecta a la evolución del latín al español, en la investigación
de Batllori y Pujol (2012), se estudiaron los usos y funciones de los preverbos
latinos ab-, ad- e in-, el valor etimológico incoativo de -ecer y el desarrollo del
valor causativo en las formaciones deverbales, denominales y deadjetivales.
Esta investigación se complementa en Batllori (2015), en la que se examinan
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 181

las formaciones en -ecer del español medieval y, concretamente, de los parasin-


téticos en a-X-ecer. Este análisis incluye un corpus exhaustivo de formas docu-
mentadas ya que se demuestra que la variación diatópica y diastrática aporta
luz sobre los fenómenos objeto de estudio. Ello ha permitido establecer una
primera clasificación de los datos históricos sobre los verbos en -ecer.
Los verbos deverbales en -sco heredados del latín no responden a proce-
sos que se aplicasen de manera paradigmáticamente homogénea, sino que en
algunos casos la base presentaba mayor vitalidad lexicogénica que en otros.
Según la variación morfológica en latín, se puede distinguir entre: a) verbos
que alternan con otros verbos corradicales con prefijo ab-/ad- y con sufijo
-sco como, por ejemplo, aborrecer (< horreo ~ abhorreo ~ abhorresco);
b) verbos que alternan con otros verbos corradicales con prefijo ad-, como
amecer (< misceo ~ admisceo); y c) verbos que alternan con corradicales con
sufijo -sco, como arecer (< areo ~ aresco).
En las formaciones romances la alternancia se ve marcada básicamente por
la convivencia de verbos en -ir y verbos en -ecer, con o sin prefijo: pudrir/podrir
~ podrecer ~ apodrecer ~ empodrecer; contir ~ contecer ~ acontecer. El mismo tipo
de alternancia se aprecia en los denominales romances: favorir ~ favorecer ~
afavorecer (< favor, -ōris). Los denominales pueden presentar también alter-
nancia de prefijo a-/en- como en amohecer ~ enmohecer (< moho), y de sufijo
-ecer/-ar como en abollesçer/agollesçer ~ abollar (< bollo).
La documentación textual del conjunto de variantes de los verbos dever-
bales en -ecer se estudia en el trabajo de Rost (en prensa), el cual se centra
en la aparición de estas formas en los diccionarios de Nebrija y en las obras
de los siglos xv y xvi recogidas en CORDE. Rost muestra la preferencia del
maestro salmatino por una de las variantes: aborrecer (frente a aburrir); ador-
mecer (frente a endormecer, dormecer o adormir); parecer (frente a aparecer);
podrecer (frente a apodrecer, empodrecer) y amortecer (frente a enmortecer y
amortir). Por lo tanto, se pone de manifiesto la tendencia de Nebrija a re-
chazar el uso de las variantes en -ir, y las prefijadas con en- de estructura
[en---ecer].
En la actualidad, a partir del estudio de Batllori (2015) se está analizando
desde un punto de vista semántico y sintáctico un corpus de verbos en a-X-ecer
y en en-X-ecer. El objetivo primordial de esta investigación es profundizar en
la relación aspectual de los verbos en -sco y los preverbos o prefijos verbales,
tanto del latín, como del español medieval, y su incidencia en la estructura
argumental del verbo resultante tomando como modelo los trabajos de Hale y
Keyser (1993 y ss.) y Mateu (2002 y 2014), entre otros.
182 Varios autores

2.1.4. Derivados verbales: verbos en -ar

Aunque desde los orígenes del idioma la parasíntesis verbal se muestra como
un proceso productivo en la creación léxica, como ya se ha señalado en el §
2.1, existen contados estudios de carácter diacrónico sobre este tema. Por este
motivo se ha considerado adecuado iniciar una serie de investigaciones en este
ámbito con el fin de poder aportar información sobre la estructura y el signifi-
cado de los verbos parasintéticos en -ar en la historia del español. Los estudios
realizados se han centrado en tres aspectos: a) la semántica de la derivación; b)
la variación en el prefijo; y c) la neología.
El primer análisis aparece en Batllori y Pujol (2012). Este trabajo presenta
un estado de la cuestión sobre la prefijación verbal con ad-, ab- e in- en latín,
con especial atención a los usos y funciones de estos preverbos latinos, y las
tendencias evolutivas de los derivados verbales en a- y en- en el latín vulgar
y el español medieval. Por lo que respecta al estudio del español, se parte de
los datos de un corpus textual (procedente del Corpus del Español de Davies y
CORDE), entre los que se tienen en cuenta principalmente los datos pertene-
cientes al siglo xiii y al xv. Esta investigación pone de manifiesto la existencia
de un continuum del latín al español por lo que respecta a la evolución de los
patrones verbales, en el que conviven herencia e innovación formal (cambio de
bases verbales a denominales y adjetivas) y semántica.
Una de las principales diferencias que se observa en el marco de la lexicogé-
nesis entre la lengua latina y el castellano es que en la primera, estos preverbos
se unen mayoritariamente a bases verbales, mientras que en la segunda, las
bases responden generalmente a nombres y adjetivos. Así, en castellano se
generan verbos parasintéticos en donde los antiguos preverbos se morfologi-
zan convirtiéndose en prefijos. Desde un punto de vista formal los verbos del
español muestran una notable uniformidad (son verbos de la primera conju-
gación o bien verbos en -ecer y presentan una base nominal o adjetiva). Sin
embargo, desde el punto de vista semántico son muy heterogéneos. El estudio
de esta polisemia desde un punto de vista diacrónico ha sido la motivación
principal de los estudios de Pujol (2012a, 2012b y 2014) y de Gibert y Pujol
(en prensa).

2.1.4.1. Semántica de la derivación en los verbos parasintéticos en -ar

Desde los años setenta hasta la actualidad, son varios los autores que han
puesto de manifiesto la extraordinaria polisemia de los verbos parasintéticos
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 183

denominales del español (Reinheimer-Ripeanu, 1974; Rainer, 1993b; Serra-


no-Dolader, 1995; Rifón, 1997; Lavale, 2013; entre muchos otros). Todavía
en la última edición de su gramática la Real Academia Española afirma: “Es
compleja y múltiple la aportación semántica del sustantivo a la interpretación
de estos verbos derivados” (NGLE, 2009: 607). El objetivo de los trabajos de
Pujol (2012a y 2014) ha sido aportar la visión histórica de cómo los verbos
parasintéticos denominales se generan en el latín tardío y se erigen como mod-
elos para los futuros verbos neológicos del español. Para ello se han tenido en
cuenta principalmente los verbos parasintéticos denominales recogidos en el
Vocabulario de Nebrija (1495), con particular énfasis en aquellos verbos docu-
mentados en el siglo xiii y en el siglo xv.
En estos estudios se defiende que la diversidad de significados que pre-
sentan los verbos parasintéticos denominales con prefijo a- puede atribuirse
fundamentalmente a las características semánticas del sustantivo base, el cual
puede denotar una propiedad (afilar < filo, abrasar < brasa, aislar < isla), un
instrumento (acuchillar < cuchillo, amolar < muela, arrendar < rienda) y, en
menor medida, una localización (arribar < riba)15. Para la explicación de la gé-
nesis de la polisemia se tiene en cuenta la concepción de la estructura de qualia
perteneciente a la Teoría del Lexicón Generativo de Pustejovsky (1995). Este
marco se ha considerado especialmente útil para desvelar el comportamiento
semántico de los verbos parasintéticos ya que según Pustejovsky los significa-
dos nuevos en potencia están contenidos como posibilidad en la definición
de la palabra en el lexicón (De Miguel, 2009: 341). Batiukova (2008 y en
este volumen) utiliza también la estructura de qualia para la explicación de
la semántica de los verbos en -izar, investigaciones que han resultado funda-
mentales para el análisis de los verbos parasintéticos de Pujol (2012a, 2014) y
Gibert y Pujol (en prensa).
El estudio de Gibert y Pujol (en prensa) se centra en la estructura y semán-
tica de los verbos parasintéticos denominales del español con prefijo a-, en- y
des- que expresan un cambio de estado. En él se argumenta que el significado de
estos verbos depende de tres elementos: el tipo semántico del sustantivo base, la
direccionalidad codificada en el prefijo, y el argumento interno del verbo. Para
el análisis se tienen en cuenta dos marcos teóricos que inciden en la descom-

15
En Pujol (2012a y 2014) no se tiene en cuenta la incidencia del prefijo a- en la semán-
tica de los verbos parasintéticos, ya que se considera más adecuado tratar la contribución
del prefijo en el significado del verbo complejo de forma contrastiva con verbos prefijados
con en- y con des-. Este tema es uno de los objetivos de la investigación de Gibert y Pujol
(en prensa).
184 Varios autores

posición del significado: el modelo de la Semántica Conceptual de Jackendoff


(1983, 1990) y la Teoría del Lexicón Generativo de Pustejovsky (1995). El uso
de los dos modelos aporta información adicional relevante para el análisis de la
estructura y significado de los verbos parasintéticos.
Concretamente, a partir de las estructuras léxico-conceptuales del primer
modelo se puede mostrar la existencia de una serie de paralelismos en cuanto
al significado de los verbos objeto de estudio: a) todos los verbos son causati-
vos (y algunos de ellos muestran la alternancia causativa); b) todos los verbos
denotan un cambio de estado (físico o abstracto); c) todos codifican una tra-
yectoria en el prefijo; y d) todos seleccionan un argumento interno que refiere
a una entidad afectada por la acción verbal.
En el segundo caso, la teoría del Lexicón Generativo permite explorar la
incidencia en el significado verbal de las relaciones entre la base nominal del
verbo y su argumento interno.
En la actualidad, a partir del estudio de Gibert y Pujol (en prensa) se
está analizando la contribución semántica del prefijo (a-, en- y des-) en los
verbos parasintéticos, así como la incidencia de los significados no literales
de las bases de derivación en el significado de los verbos derivados. Como
método de análisis se tiene en cuenta la Teoría del Lexicón Generativo (Pus-
tejovsky, 1995) y los conceptos de metáfora y metonimia de la Lingüística
Cognitiva.

2.1.4.2. Variación prefijal es-/des- en los verbos parasintéticos en -ar

El estudio de Pharies (2013) pone de manifiesto la existencia de pares de de-


rivados sinónimos con prefijo es- y des- tanto en castellano como en las demás
variedades lingüísticas hispano-romances. Sin embargo, con anterioridad,
en Neira (1969: 341) se afirma que en castellano los dos prefijos “quedaron
neutralizados en un único signo des-”. En este sentido, el estudio de Pharies
(2013) sobre el conjunto de derivados en es- del español desde una perspectiva
histórica evidencia que el español cuenta con “escasos derivados auténticos”
con dicho prefijo. No obstante, estas formaciones son especialmente relevantes
en el caso de verbos parasintéticos (Serrano-Dolader, 1999: 4726).
En las demás variedades iberorrománicas peninsulares (portugués, leonés,
aragonés, catalán) cada uno de estos prefijos muestra una tendencia por una
estructura morfológica: así es- forma verbos denominales, mientras que des-
forma nuevos verbos sin cambio categorial (Neira, 1968 y 1969; y Casanova,
2010; entre otros).
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 185

Sin embargo, aunque cada variedad lingüística peninsular muestra una


tendencia en la selección de dichos prefijos, en todas puede hallarse co-
existencia de variantes: así en castellano espabilar y despabilar, eslomar y
deslomar; en asturiano esgonciar y desgonciar ‘quitar las bisagras’, esperrar y
desperrar ‘dejar sin dinero’; catalán esfullar y desfullar, escabellar y descabel-
lar, entre otros muchos ejemplos.
Partiendo de estos supuestos, el estudio de Pharies y Pujol (2015) analiza
la pervivencia de los verbos parasintéticos denominales con prefijo es- en
español, teniendo en cuenta la perspectiva histórica y las relaciones socio-
lingüísticas entre el español y otras manifestaciones lingüísticas románicas
peninsulares. En especial se tienen en cuenta datos del catalán por lo que
respecta a la zona oriental y datos del asturiano, leonés y extremeño por lo
que respecta a las variedades lingüísticas occidentales. El estudio empieza
con una introducción a la formación de verbos denominales en latín tardío
y se cierra con el análisis diacrónico de los verbos parasintéticos con prefijo
es- que aparecen en el Diccionario del Español Actual (de Seco et al., 1999).

2.1.4.3. Neología de los verbos parasintéticos a finales del siglo xv

Como señala el DECH de Corominas y Pascual, los diccionarios nebrisenses


son a menudo fuente de primeras documentaciones en el vocabulario del espa-
ñol. Esto sucede también en el caso de los verbos parasintéticos. Como botón
de muestra, la investigación de Pujol (2012d) se centra en un notable número
de verbos con prefijo des- documentados por primera vez en el Vocabulario
(1495) de Nebrija. Algunos de ellos no se vuelven a documentar en la historia
del español escrito (desballestar, desavezar16) y solo perviven en las páginas de
los diccionarios, dado que el Diccionario de Autoridades (en el s. xviii) recoge
la información de las obras nebrisenses.
El estudio de Pujol (2012d) se inicia con una introducción sobre el prefijo
dis- en latín e incide en la figura de Nebrija y su concepción del léxico según
se puede interpretar de sus obras tanto lexicográficas como gramaticales. El
estudio concluye que Nebrija es una figura clave para entender, por un lado, el
dinamismo (la creación léxica) del latín medieval y, por otro, el del castellano,
así como la relación entre ambos a finales del s. xv. En la confección de sus
diccionarios Nebrija pone en relación latín y castellano. En numerosas ocasio-

16
En CORDE, desabeçar ~ desavezar aparece solo en Fray Antonio de Guevara (1521-1543);
y en CREA, en Eugenio Asensio y Marta Portal.
186 Varios autores

nes la solución adoptada en esta comparativa muestra formas neológicas com-


plejas generadas a partir de las reglas de formación de palabras. La neología
puede darse tanto en las formas latinas como en las formas castellanas. Obe-
decen a ejemplos del primer tipo las entradas de “Descompassar. deordino.
as. aui” y “Descabestrar. excapistro.as.aui”, “Desencabestrar. excapistro.as.aui”
cuyos verbos deordino y excapistro faltan en los diccionarios (OLD, Gaffiot,
1934/20003; Valbuena, 1793/1860; Niermeyer, 1976; así como también en
el Lexicon nebrisense). En este caso los verbos latinos prefijados estarían mo-
tivados por las formas complejas romances con prefijo reversivo. Responden a
ejemplos del segundo tipo las entradas de “Desballestar. exballisto. as. aui” y
“Desabezar lo enseñado. dedoceo. es.” en los que las formas romances estarían
motivadas por las formas latinas con prefijo.

2.5. Derivados nominales y adjetivales: las formaciones en anti-

Este afijo presenta cierta dificultad en su caracterización y análisis que se


explica por encontrarse en una zona fronteriza, un espacio de transición de
una categoría a otra, en este caso, entre la preposición y el prefijo (Serrano-
Dolader, 2002: 402-403). Los límites entre su comportamiento generalmente
prefijal y ciertos usos casi preposicionales (“unas personas anti-aborto legal
después de la novena semana”17), en contextos determinados, convierten a este
elemento morfológico en un objeto de estudio de interés desde el punto de
vista morfosintáctico.
Asimismo, resulta complejo determinar la naturaleza categorial de algunas
formaciones en anti- que están en la zona limítrofe del adjetivo y el nombre,
como antialcohol, antifiebre y antidroga (Serrano-Dolader, 1995: 173), lo cual
conduce a una reflexión sobre las fronteras categoriales.
Desde el punto de vista formal, anti- se adjunta a bases adjetivas (antiAdj:
antiasmático, anticatólico, antinacional), sobre todo de tipo relacional (Lang,
1992: 223; Rainer, 1993b: 306; Varela y Martín García, 1999: 5019; Mar-
tín García, 2003; NGLE, 2009: 726) y a bases sustantivas (antiN: antihéroe,
antiaborto, antisemitismo), que dan lugar a derivados nominales y adjetivales.
Desde el punto de vista semántico, el prefijo puede denotar diferentes valo-
res negativos: de oposición (antideportivo, antiartístico, anticristianismo, anti-
político), anulación (anticaspa, antiacné, antibalas) y prevención (antiarrugas,
antivariólico) (Varela y Martín García, 1999: 5019).

17
Ejemplo extraído de Fábregas (2013: 236).
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 187

Las propuestas de análisis para estos derivados hasta el momento han sido
muy diversas, aunque ninguna exenta de problemas. Algunas estructuras en
anti-, por ejemplo, son susceptibles de ser interpretadas como parasintéticos
[anti + ciclon + ico: ‘referido a lo que se usa contra los ciclones’] (Serrano-
Dolader, 1995; 1999); sin embargo, también pueden entenderse como no
parasintéticos [anticiclón + ico: ‘perteneciente o relativo al anticiclón’]. Como
se comprueba, la aceptación de una u otra propuesta tiene consecuencias en la
interpretación de los derivados.
Además de esta posibilidad de doble análisis morfológico, se ha cuestiona-
do el carácter transcategorizador de anti- (Voir, 1982; Corbin, 1987; Fábregas,
2013), pues parece que en ocasiones puede modificar la categoría de la base
(fiebren > antifiebreadj/antifebriladj), pero no lo hace en otros contextos (Varela y
Martín García, 1999). De este modo, parece ser que dependiendo de los ejem-
plos podrá tratarse o no de derivación heterogénea [(gas > antigás)adj, (cultura
> anticultura)n]. Esta concepción comportaría la aceptación de dos prefijos,
uno transcategorizador y otro no transcategorizador (Iacobini y Scalise, 2008:
107) como solución al problema del cambio categorial que, en principio, no
implica la prefijación (Almela, 1999: 50; Varela y Martín García, 1999). En
torno a esta cuestión, también se ha propuesto desde otro punto de vista la
existencia de un sufijo cero como desencadenante del proceso de transcatego-
rización (Adouani, 1995: 4; Martín García, 2003: 387 y 2005: 35; Heyna,
2012: 229). De nuevo se trata de una opción que presenta muchos problemas
y poco consenso (Serrano-Dolader, 1995).
No hay que olvidar que se trata de un prefijo altamente productivo en el
léxico actual, especialmente recurrente para la formación de neologismos a
partir del siglo xix que merece un examen en profundidad. En lo que atañe a
las investigaciones sobre este prefijo, en francés, tras la publicación de diversos
trabajos (Rey, 1968 y 1977; Corbin, 1987; Fradin, 1997; Hathout, 2011) se le
ha dedicado una monografía (Heyna, 2012), donde se analiza el prefijo desde
el punto de vista sintáctico-semántico. En otras lenguas modernas como el
inglés y el portugués algunos estudios también se han referido a anti- (Lehrer,
1995: 138; da Costa, 2011; Gonçalves, 2012). Por su parte, en español se ha
producido una aproximación a su estudio gracias, sobre todo, a los trabajos
de García Platero (1994), Montero (1997), Serrano-Dolader (1995, 1999,
2002), Martín García (1996, 2001, 2003 y 2005) y Stehlík (2012a y 2012b).
La tesis doctoral en curso de Sheila Huertas parte de la problemática caracte-
rización sincrónica del prefijo y analiza, a partir de su evolución, cuál es el ori-
gen de esta complejidad. En su tesis examina, desde una perspectiva histórico-
188 Varios autores

evolutiva, el desarrollo de los valores semánticos de anti-, las estructuras que


conforma el prefijo y los contextos de uso.

3. La prefijación, la composición y la sufijación

Algunos trabajos (Moreno Cabrera, 1998 o Piera y Varela, 1999) han demos-
trado que, al igual que cualquier otro componente del sistema lingüístico, la
morfología también sufre los efectos del cambio, de modo que se puede llegar
a establecer una relación diacrónica entre los propios mecanismos de creación
de palabras (prefijación, composición y sufijación). Así, un elemento que se
emplea en la formación de compuestos, con el paso del tiempo, puede perder
su autonomía y adquirir una naturaleza dependiente, que acabe por conver-
tirlo en un afijo (prefijo o sufijo). El ejemplo clásico de ello es el cambio del
sustantivo latino mens, -tis al sufijo -mente, creador de adverbios en español,
transformación que ha sido descrita a partir de un proceso de gramaticaliza-
ción. También es posible que un elemento lingüístico (morfemas, palabras
o sintagmas) experimente un proceso de lexicalización por el que pierda sus
propiedades gramaticales y adquiera un nuevo valor léxico que produce su
idiomaticidad o su falta de composicionalidad. Este sería el caso de la lexicali-
zación de sufijos -illo y -ón en palabras como bolsillo o sillón, donde los sufijos
han perdido su valor diminutivo y aumentativo prototípico, o de los compues-
tos oracionales como nomeolvides (‘planta’, ‘pulsera’) o biemesabe (‘dulce’) que
son resultado de la fijación de una estructura sintagmática y que presentan un
significado no composicional.
Los trabajos realizados en este ámbito emplean la gramaticalización y la
lexicalización para dar cuenta de la evolución que experimenta también el
componente morfológico.

3.1. Procesos de gramaticalización

En los últimos años, es innegable el auge de la teoría de la gramaticalización


(Heine y Narrog, 2011) en los estudios lingüísticos realizados desde corrientes
diversas18. Muchos de ellos se han centrado, sobre todo, en el ámbito de la sin-
taxis y en el de los marcadores discursivos (Girón y Rivera, 2014). Sin embargo,

18
Se puede hallar en el enlace https://www.ucm.es/procesosdegramaticalizacionenlahisto-
riadelespanol/bibliografia un completo compendio de los trabajos que en los últimos años han
abordado el análisis lingüístico diacrónico desde los procesos de gramaticalización.
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 189

son escasos los análisis de los mecanismos de formación de palabras teniendo en


cuenta los procesos de gramaticalización, aunque se han realizado interesantes
trabajos teniendo en cuenta este modelo teórico sobre el origen y evolución de
-mente (Karlsson, 1981, Company, 2012, González Manzano, 2010), sobre los
participios de presente (Buenafuentes y Prat, 2008, Castro, 2011) y sobre las
formaciones compuestas (Buenafuentes, 2006 y 2010). Así pues, las investiga-
ciones de Buenafuentes (2012a y 2012c, 2013, 2015 y en prensa c), realizadas
en el marco del proyecto, tratan de mostrar las posibilidades descriptivas de la
teoría de la gramaticalización en el ámbito de la morfología léxica.
En Buenafuentes (2013) se lleva a cabo un estado de la cuestión de la
teoría de la gramaticalización y se aportan datos para demostrar su idoneidad
como método explicativo en el análisis diacrónico de la composición en par-
ticular y de la morfología en general. Además, se pone en evidencia la relación
diacrónica entre los mecanismos compositivos y derivativos al demostrar la
existencia de una cadena de gramaticalización (Heine, Claudi y Hünnemeyer,
1991; Hopper y Traugott, 1993 o Svorou, 1994) que parte desde la palabra
que pasa a gramaticalizarse como elemento compositivo (elemento que solo
se utiliza para formar compuestos) y que, finalmente, se convierte en afijo
(como ocurrió con la voz latina forma que derivó en el elemento compositivo
-forme) y, en segundo lugar, que una misma unidad puede funcionar como
elemento compositivo y como afijo (-logía con el significado de ‘ciencia, estu-
dio’ sería un elemento compositivo, mientras que con el sentido de ‘conjunto
de’ sería un sufijo).
De manera general, en los procesos de cambio lingüístico la participación
del espacio y del tiempo es especialmente relevante (como en la evolución
de la expresión locativa tota via al adverbio temporal todavía, Santos y Espi-
nosa, 1996) y las formaciones compuestas no escapan a esta influencia. En
Buenafuentes (2012a) se demuestra que en la evolución de las formaciones
compuestas la expresión del espacio puede ser descrita gracias a las teorías de
la gramaticalización (Cifuentes, 1989). Por ejemplo, el elemento compositivo
-dromo, procedente del griego δρόμος, en su origen entraba en la formación
ˇ
de compuestos con el significado de ‘pista’ o ‘carrera’ (hippodromos, del gr.
ἱππόδρομος), pero se ha ido gramaticalizando a medida que iba siendo uti-
lizado para la formación de nuevas voces, abstrayendo su significado hacia el
de ‘lugar’ (botellódromo, sambódromo, patinódromo, joropódromo). Otros rasgos
funcionales y formales (hibridización, productividad, transparencia semánti-
ca), unidos a la señalada abstracción semántica, convierten a -dromo en un
elemento que, pese a que en su origen fue una unidad léxica autónoma que
190 Varios autores

entraba en la formación de compuestos, funciona como un sufijo en aquellas


formaciones en las que aporta la significación más abstracta de ‘lugar’.
Los procesos de gramaticalización pueden ayudar a comprender mejor la
naturaleza de determinadas unidades lingüísticas que presentan gran comple-
jidad como es el caso de medio en español. Tomando como punto de partida
los estudios de García-Medall (2004), Felíu (2012 y 2013) y Felíu y Pato
(ms.), en Buenafuentes (2015), se pone de manifiesto la existencia de dos
patrones básicos de creación léxica en los que interviene medio.
En primer lugar, medio es un adjetivo y da lugar a compuestos nominales
al unirse a sustantivos. Su significado ‘mitad o parte central de algo’ es trans-
parente, por lo que el hablante puede interpretar sin dificultad la formación, lo
que deriva, en algunos casos, en su fusión gráfica. A partir del significado origi-
nario, en otros ejemplos presenta sentidos más abstractos como ‘tipo o clase de
algo que se caracteriza por no estar completo’ (media cama, media firma) o ‘de
peor calidad’ (medio paño, media tinta). En todas estas construcciones, pues, el
adjetivo medio puede considerarse un elemento compositivo que se utiliza en
español de manera recurrente para crear compuestos nominales yuxtapuestos.
En segundo lugar, medio es un adverbio que posee el significado de ‘casi,
algo’ y que se une a participios, adjetivos y verbos. Podría pensarse que es un
sentido que se ha generado por abstracción a partir de la significación del pa-
trón [Adj.+N]N. Sin embargo, a tenor de los datos diacrónicos, es posible afir-
mar que los dos esquemas morfológicos eran independientes, ya que ambos se
documentan desde los orígenes. No obstante, se muestra la relación histórica
entre ambos patrones y las analogías que manifiestan, ya que medio ‘casi’ se do-
cumenta acompañando a sustantivos que denotan relaciones personales o de
parentesco y profesiones (medio amigo, medio juglar) o bien a adjetivos con un
uso como sustantivos (medio traidor). Este hecho provoca su analogía con el
patrón adjetivo y, en consecuencia, se produce en muchos casos la concordan-
cia (medios amigos, media hermana). A partir del siglo xvi, se fija en singular y
se produce la separación de ambos patrones (salvo casos marcados diatópica y
diastráticamente, Pato y Heap, 2005 y Pato, 2010).
Un análisis más pormenorizado se efectúa en Buenafuentes (en prensa c).
En este trabajo se llega a la conclusión de que, pese a que su empleo como
adverbio se documenta tempranamente tanto en los textos como en las fuentes
lexicográficas, su descripción en las gramáticas del español es bastante tardía
a la par que poco detallada y, en ocasiones, confusa. Para arrojar luz sobre la
naturaleza categorial de medio, se aportan datos que permiten afirmar que su
funcionamiento correspondería al de un cuantificador de grado escalar, que se
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 191

sitúa en el interior de una escala cualitativa en la que hace referencia al grado


de la compleción del evento. En este sentido, se asemejaría a casi, aunque am-
bos cuantificadores no solo presentan rasgos formales que los diferencian (Mo-
reno Cabrera, 1984, García-Medall, 1993), sino que casi se hallaría más cerca
de la compleción del evento que medio. Como cuantificador de grado, en esta
investigación se muestra que medio presenta un comportamiento peculiar, ya
que, aunque debería acompañar predicados no delimitados y, por tanto, gra-
duables, no presenta restricciones en cuanto a la telicidad del elemento mo-
dificado (medio recordó, medio salta). Finalmente, este trabajo aporta algunas
pruebas (no presentar restricciones de adjunción en cuanto a la categoría de su
elemento modificado, su fijación en cuanto a la posición, su naturaleza ligada
o su falta de tonicidad) que pueden llevar a considerar que medio se ha grama-
ticalizado en un prefijo. Además, se muestra desde el punto de vista diacrónico
que medio experimentó ese proceso de conversión hacia su estatuto prefijal
en el siglo xv, ya que a partir de esa centuria empieza la expansión de sus po-
sibilidades combinatorias (de participios y adjetivos a verbos conjugados y a
sintagmas preposicionales), así como la posibilidad de recibir en conjunto con
su modificado cualquier tipo de modificación, tanto la determinación (otro
medio amigo, aquel medio hermano), como la cuantificación (casi medio rojo,
algo medio bien), lo que prueba que, a partir de esa época, la estructura forma-
da por medio y el elemento que lo acompañaba se conciben como una unidad
a efectos de una nueva modificación. En definitiva, estos trabajos demuestran
claramente el valor descriptivo de la gramaticalización también en el terreno
de la formación de palabras, así como la utilidad de los datos diacrónicos en la
descripción sincrónica de las unidades lingüísticas.

3.2. Procesos de lexicalización

El concepto de ‘lexicalización’ se ha definido de muy diversas formas a lo largo


de la historia y a partir de diferentes enfoques teóricos. Charles Bally utilizó
por primera vez este término con el sentido de “oblitération des rapports gram-
maticaux au profit du lexique” (1932: 148 y 396) para describir determinados
procesos de cambio sintáctico-semántico en algunas construcciones sintagmá-
ticas del francés. Desde entonces se han sucedido una serie de trabajos esen-
ciales con variadas perspectivas de análisis como los de Bosque (1982), Talmy
(1985), Brinton (2000), Lehmann (2003), Brinton y Traugott (2005), Elvira
(2006), Company (2009), Buenafuentes (2010) y Gil y Torres (2011), entre
otros muchos, que emplean el término de forma no unívoca. En la mayoría
192 Varios autores

de las aportaciones, se señala la confusión al aplicar el concepto, puesto que se


ha utilizado con sentidos distintos más o menos amplios (mecanismo de enri-
quecimiento del léxico, proceso de pérdida de productividad gramatical o del
valor semántico afijal, procedimiento de adquisición de idiomaticidad, entre
otros) con relación a diferentes esferas lingüísticas (la morfología, la sintaxis,
la fraseología o el léxico) y desde perspectivas teóricas diversas (la lingüística
estructural, generativa o cognitiva). Pese a ello, la mayor parte de los investi-
gadores coinciden en señalar que en los procesos de lexicalización las unida-
des lingüísticas implicadas, ya sean morfemas, palabras o sintagmas, pierden
propiedades gramaticales para convertirse en nuevos elementos léxicos o para
adquirir propiedades más léxicas y nuevos significados más o menos transpa-
rentes en función del grado de idiomaticidad que presentan o con el que se
forman (Contreras y Suñer, 2004). Así pues, a grandes rasgos, y de acuerdo
con Blasco (2002), los estudios sobre lexicalización se pueden dividir en dos
grandes grupos en función del plano lingüístico que se toma como referencia:
los que parten del plano sintáctico y los que parten del plano morfológico.
Los procesos de lexicalización desde una perspectiva morfológica, que son los
que nos conciernen en el presente apartado, se pueden analizar teniendo en
cuenta diferentes aspectos de la morfología, como la flexión nominal y verbal,
la derivación y la composición.
En el ámbito de la morfología flexiva, por ejemplo, la lexicalización sucede
cuando el elemento que aporta información gramatical a la raíz a la que se
adjunta pierde ese contenido (ya sea de número o persona) para fusionarse con
la base y formar un lexema nuevo, como ocurre, por un lado, con la vocal -o en
voces como reciboV > reciboN (Marcos-Marín et al., 1998) o con la -s en pala-
bras que son pluralia tantum como agujetas, y, por otro, con las lexicalizaciones
de los participios en adjetivos y/o sustantivos como en heladoPP > heladoADJ
‘muy frío’ > heladoN ‘refresco o sorbete de zumo de fruta, huevo, etc., en cierto
grado de congelación’ (DRAE, 2001: s. v.).
Como se puede observar en este último ejemplo, a pesar de la existencia
de una clara división entre flexión y derivación (NGLE, 2009: 21), ciertos
morfemas, como los que forman los participios, se sitúan entre estas dos ramas
de la morfología (Velleman, 1993: 56). Se han dedicado ya diversos trabajos a
este tipo de morfemas del español, especialmente a los afijos -ado, da (Monge,
1992, entre otros), -udo, da (Felíu y Pato, 2005) e -ido, da (Craddock y Geor-
ges, 1963; Dworkin, 1985).
En el caso de la morfología derivativa sufijal, las características del proce-
dimiento son más diversas y complejas que las que se dan en el ámbito de la
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 193

flexión. De acuerdo con Gil y Torres (2011: 264), se pueden establecer distin-
tos grados de lexicalización en las voces derivadas en función de si la pérdida y
ganancia de valores semánticos y gramaticales atañe exclusivamente al sufijo,
al radical o a ambos. Esta escala iría desde el grado I, en el que las “palabras
que mantienen el significado de sus constituyentes (base + sufijo) pero que han
adquirido un matiz de contenido adicional” (por ejemplo, ardilla o babosilla),
“no deducible a partir de los formantes” hasta el grado IV, donde “no existe re-
lación semántica aparente entre base y sufijo” (por ejemplo, azulejo, ja ‘pájaro
americano’ y meloncillo ‘mamífero carnicero nocturno’).
Desde la perspectiva de la composición19, como han estudiado diver-
sos investigadores (Bustos Gisbert, 1986; Jiménez, 1999; Sánchez Méndez,
2009; Buenafuentes, 2010), los procesos de lexicalización están, si cabe, mu-
cho más vinculados al grado de idiomaticidad de la formación compuesta.
Así pues, en este caso, tanto los compuestos léxicos (tragaperras) como los
sintagmáticos (arca del pan) constituyen formas lexicalizadas por haber per-
dido su significado original y haber adquirido, en mayor o menor grado, uno
no composicional a través de distintos mecanismos semánticos de carácter
metafórico-metonímico.
Con objeto de contribuir a completar estas investigaciones, en el marco
del proyecto, se han llevado a cabo, por un lado, diversos estudios sobre
los procesos de lexicalización en el ámbito de la morfología flexiva basa-
dos en las formas participiales en -ido, da (Julià, 2014a; Huertas y Julià,
2014a y 2014b). Por otro, se han efectuado varios trabajos que abordan
la lexicalización en el terreno de la morfología derivativa basados en el
análisis de la sufijación apreciativa, en general (Julià y Prat, en prensa); del
sufijo -ina, en particular (Muñoz, 2014; en prensa); y de la composición
(Buenafuentes, 2012b).
Los trabajos de Julià (2014a), Huertas y Julià (2014a y 2014b) se centran
en el morfema flexivo y derivativo -ido, da. En ellos, se constata que este
sufijo presenta una productividad y un rendimiento que han evolucionado
considerablemente en la historia del español. El morfema flexivo -(i)do, da
genera participios en español (venido, partido, vencido, hervido). En numero-
sas ocasiones estas voces se lexicalizan como adjetivos y, en menor medida,

19
Se entiende por voz compuesta cualquier formación, ya sea léxica o sintagmática, que se
emplee con valor nominal. Así pues, a diferencia de Corpas (1999), se incluyen los compuestos
sintagmáticos, es decir, los que no presentan unión gráfica, en el ámbito de la morfología y no
en el de la fraseología. Se sigue, para ello, la perspectiva de Bustos Gisbert (1986), Val Álvaro
(1999) y Buenafuentes (2010).
194 Varios autores

como sustantivos. Por ello, los adjetivos españoles actuales formados con -ido,
da son, en su mayoría, derivados deverbales que significan ‘efecto de la acción
que designa el verbo’ (moler > molido, divertir > divertido, Santana, Carreras
y Pérez, 2004: 70) y que proceden, en general, de la lexicalización de un
participio. Estas investigaciones demuestran la dificultad, en ocasiones, de
poder determinar el origen de su formación, tal y como ya había evidenciado
Dworkin (1985). Por ejemplo, las voces florido y enflaquido, que desde una
perspectiva sincrónica parecen ser adjetivos denominales derivados de flor y
flaco, constituyen, si se analizan desde una perspectiva diacrónica, partici-
pios lexicalizados del español antiguo florir y enflaquir, que se corresponden
con los incoativos actuales florecer y enflaquecer, respectivamente. Se advierte,
además, el especial comportamiento de un grupo de voces que significan ‘rui-
do’ o ‘sonido’ (maullido, alarido, chirrido, piído, Julià, 2014a), cuyo esquema
morfológico parece existir solo en español y en portugués, y que, además de
presentar un controvertido origen etimológico y unas propiedades morfo-
lógicas anómalas (se adjunta esencialmente a verbos de la primera conjuga-
ción), actualmente posee una variable productividad en las diferentes zonas
del español europeo y americano.
El examen de la lexicalización desde el plano de la morfología derivativa
ha sido el centro de los trabajos de Julià y Prat (en prensa) y Muñoz (2014, en
prensa). En el primer estudio, se analizan todos los nombres de animales que
contienen un sufijo apreciativo diminutivo, aumentativo y despectivo que se
recogen en el DRAE (2001) y cuyo significado no es composicional. Por ejem-
plo, monjita es el nombre de un tipo de ave oriunda de Argentina cuyas carac-
terísticas cromáticas se asemejan a las de un traje de una monja (‘Ave pequeña
de la Argentina, que tiene de color gris blanquecino el lomo, las alas y la cola;
blanco el pecho, y negra la cabeza, de suerte que parece llevar en ella una toca’,
DRAE, 2001 s. v.), por ello, recibe esta denominación por la analogía física
que se puede establecer entre el plumaje y el traje de una monja. Así pues, el
sentido de la voz no es composicional puesto que el significado no es el resulta-
do de la suma de valores de la base y el sufijo; si fuera así, la voz haría referencia
a una monja de tamaño reducido. Este examen se lleva a cabo desde una pers-
pectiva morfológica y semántica a partir de la combinación de las teorías de la
metáfora y la metonimia postuladas por la semántica cognitiva y de la escala
de lexicalización propuesta por Gil y Torres (2011). Los ejemplos demuestran
que este tipo de procesos aparece sobre todo en los diminutivos (-illo/-illa e
-ito/-ita), seguidos del sufijo aumentativo -ón/ona. Además, se advierte que
la base léxica a la que se adjuntan los sufijos suele designar un grupo de rea-
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 195

lidades que son recurrentes en la creación de zoónimos: un animal (asnillo),


un color (azulejo), una parte del cuerpo (barbudo), una persona (monjita),
un objeto (agujita), una onomatopeya (autillo), un comportamiento (salta-
rilla, nombre de diversas especies de abejas y hormigas que pueden desplazarse
dando grandes saltos sobre las hojas de las plantas) o un rasgo físico (angelote,
nombre de un pez que posee dos aletas grandes blancas que se asemejan a las
alas de un ángel). Desde la perspectiva semántica, la metonimia parece tener
un papel semejante o, si cabe, más destacado que la metáfora en la creación
de lexicalizaciones (Rainer, 2005 y Gutiérrez Rubio, 2014), puesto que puede
actuar juntamente con la metáfora (tijereta ‘ave’, surge de la metáfora en la que
se compara el pico del ave con unas tijeras y, por metonimia de la parte por el
todo, esta parte del cuerpo acaba por emplearse para designar todo el animal),
o bien en solitario (orejudo ‘murciélago’, metonimia de la parte por el todo), en
la formación de este tipo de nombres. Además, la mayoría de voces se hallan
en un grado IV de lexicalización (Gil y Torres, 2011), pues el sufijo no aporta
al derivado resultante ningún valor relativo al tamaño debido a la actuación
de un proceso metafórico y/o metonímico. El mismo tipo de metodología se
aplica a un corpus de derivados en -ina procedentes de los diccionarios de la
Academia (Muñoz, 2013a; en prensa).
Dentro de la composición, Buenafuentes (2012b) realiza un análisis de
todas las designaciones que aparecen bajo la forma de un compuesto en la tra-
ducción del Dioscórides del doctor Laguna (s. xvi), pues se considera que esta
obra es un tesauro de creaciones que da cuenta de cómo se generaban palabras
en la época (Gili Gaya, 1947; Alvar, 1995 y 1997; Blas, 2001). Gracias a este
examen, se llega a la conclusión de que, pese a que algunas formaciones son
calcos de las lenguas clásicas, otras muchas responden a un proceso compositi-
vo (Alvar, 1997). Estos vocablos, los “nombres bárbaros” empleados por Lagu-
na, que posteriormente formaron parte del léxico botánico del Diccionario de
Autoridades, se estudian teniendo en cuenta la incidencia en su constitución de
los procesos de lexicalización y partiendo de la tipología establecida en Buena-
fuentes (2010), es decir, lexicalización formal y lexicalización semántica en la
que participa la metáfora y/o la metonimia (que puede ser total o parcial según
se proyecte desde uno de los constituyentes del compuesto o desde ambos).
El análisis del corpus revela que la lexicalización formal es la más frecuente
en la formación de fitónimos. Así, el segundo miembro del compuesto suele
aludir a aspectos destacados de la planta como su olor, sabor, color, tama-
ño, procedencia, entre otros (por ejemplo, iuncia olorosa, cogombrillo amargo,
álamo blanco). En la lexicalización semántica parcial se proyectan desde el
196 Varios autores

segundo miembro del compuesto metáforas basadas en la animalización o en


la personificación (cypres macho, çarça perruna). La lexicalización semántica
total, aunque más escasa, resulta más rica en procesos semánticos, ya que es
posible hallar ejemplos en los que se producen metáforas estructurales (por
ejemplo, apio montano ‘perejil’, melón de agua ‘sandía’), metáforas de imagen
(como en espuela de cauallero, corona de rey), personificaciones (por ejemplo,
ombligo de Venus, oreja de monje), animalizaciones (como en barba cabruna,
oreja de ratón) y metonimias (por ejemplo, espina blanca, flor amor), algunas de
ellas combinadas entre sí (como en estoque yerua ‘gladiolo’, donde se produce
una cosificación a partir del sustantivo estoque y una metonimia de todo por
la parte gracias al sustantivo yerua). Así pues, esta investigación arroja como
resultado el establecimiento de una serie de patrones de lexicalización en la
creación de fitónimos y pone de manifiesto el valor lingüístico de las Anotacio-
nes de Andrés Laguna.

4. Rivalidades léxicas

En morfología léxica es muy habitual que determinados patrones de forma-


ción de palabras compitan dentro del mismo ámbito designativo (Rodríguez
Ponce, 1999; Zacarías Ponce de León, 2010); este fenómeno se produce tam-
bién fuera de la morfología, cuando rivalizan unidades léxicas que no tienen
por qué ser resultado de un proceso derivativo20. Estas situaciones de concu-
rrencia, denominadas generalmente rivalidades léxicas, se hacen especialmente
frecuentes en la sufijación, ya que “a través de este concepto de redundancia
se explica el poderoso dinamismo del sistema de afijos, renovados constante-
mente bien por desgaste, bien por mera innovación” (Rodríguez Ponce, 1999:
359). De este modo, diferentes sufijos se adjuntan a una misma raíz léxica para
formar derivados con el mismo significado como sucede en el caso de asperi-
dad-aspereza-asperura, manseza-mansedad-mansedumbre o dulceza-dulzor-dul-
zura-dulcedumbre (Pena, 2003 y 2004b).
En Buenafuentes y Muñoz (2013) se analiza la competencia sufijal en el
léxico creado mediante procesos de formación de palabras desde un punto de
vista histórico. Así, teniendo en cuenta una serie de estudios previos en los que
se ha tratado el fenómeno de la competencia de sufijos (Malkiel, 1966 y 1988;

20
Vid. el estudio de Paz (2014), en el que se examina la concurrrencia entre los verbos exire
y salire en latín y, posteriormente, entre exir y salir en romance.
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 197

Penny, 1987; Dworkin, 1989; Santiago Lacuesta, 1992), se profundiza en esta


cuestión tomando como objeto de análisis un conjunto de sufijos (-dad, -ez,
-eza, -or, -tud, -umbre y -ura) que corresponden al patrón de los nombres de
cualidad o nomina qualitatis (Rainer, 1993b).
Partiendo de un corpus basado en el Diccionario de Autoridades, comple-
mentado con el Corpus del Nuevo Diccionario Histórico (CNDH), en esta in-
vestigación se demuestra que el análisis contrastivo de la rivalidad entre afijos
que se ha dado en determinadas etapas del español puede contribuir a un me-
jor conocimiento de la historia del léxico derivado. Se propone una distinción
entre diferentes tipos de rivalidades sufijales: en primer lugar, aquellas que
son relevos léxicos y, en segundo lugar, aquellas que son casos de pervivencia
que pueden o no presentar una discontinuidad temporal (Eberenz, 1998; Ál-
varez de Miranda, 2009). Esta diferenciación, que había sido empleada en el
análisis del léxico pero no en el ámbito de la competencia afijal, facilita una
mejor descripción de las relaciones que han mantenido determinados deriva-
dos en la historia del español. Asimismo, esta clasificación ha permitido dar
cuenta de los dos factores que ejercen mayor fuerza en el triunfo de uno de los
derivados del doblete: la especialización semántica de uno de los sufijos (por
ejemplo, agudeza frente a agudez, Malkiel, 1966) y el poder que puede tener la
frecuencia de uso de uno de los derivados (por ejemplo, agudeza acaba reem-
plazando a agudez porque el primero siempre fue muchísimo más empleado
que el segundo, hecho que pudo deberse a la mayor productividad que ya en
latín tenía el sufijo -itia -ae). Se ha podido observar, por un lado, que algunos
ejemplos de competencia léxica parecen tener solo documentación de carác-
ter lexicográfico y, por otro, que su nueva formación se debió, en ocasiones,
a factores externos como su empleo en la lengua poética (por ejemplo, en el
doblete belleza-beldad, el segundo pervive residualmente en textos literarios
de temática amorosa). En definitiva, este trabajo contribuye a un mejor cono-
cimiento de estos elementos basado en un análisis no solo del propio sufijo,
sino de su relación con otros con los que mantuvo rivalidad dentro del mismo
patrón derivativo (modelo asociativo de redes de Pascual y García Pérez, 2007).
Cabe, sin embargo, tener presente que las tendencias generales establecidas no
siempre se cumplen cuando se analizan palabras concretas (por ejemplo, ama-
rillura debería haberse impuesto sobre amarillez porque el sufijo -ura se asocia
a cualidades apreciables sensorialmente, como los colores, pero no fue así), por
lo que sería necesario ampliar esta investigación a más sufijos y a más palabras
derivadas para llegar a un mejor conocimiento de este patrón derivativo desde
el punto de vista histórico.
198 Varios autores

El trabajo de Buenafuentes y Muñoz (2013) se relaciona estrechamente


con el capítulo de la presente obra elaborado por Antonio Rifón titulado “Blo-
queo y competición entre sufijos en la formación de sustantivos deadjetivales
en español”. Si bien la perspectiva adoptada en los dos es distinta (diacrónica,
en el caso de Buenafuentes y Muñoz; sincrónica en el de Rifón), los objetivos
son muy semejantes. Aunque se parte de la idea de que existe un bloqueo de
derivados con el mismo significado, “el sistema no prohíbe su formación” (Ri-
fón en este volumen). Por este motivo, ambos estudios tienen como propósito
averiguar si existe alguna pauta que regule cuándo se forman los derivados
que muestran una relación de competencia y definir su desarrollo. Asimismo,
ambos se enfrentan con un problema fundamental en el análisis del fenómeno
de la competencia de sufijos: la obtención de los datos a partir de obras lexi-
cográficas y corpus textuales (CORDE, CNDH), y la escasa diversidad en la
tipología textual de estos, pues en ellos priman textos cultos. En este sentido,
se toman posturas distintas que bien podrían complementarse. La investiga-
ción de Buenafuentes y Muñoz parte de la documentación lexicográfica de los
derivados con su posterior comprobación en el CNDH, lo que posibilita cer-
ciorarse de la fijación en el uso de las voces derivadas analizadas. Por su parte,
el trabajo de Rifón realiza una búsqueda de derivados en distintas fuentes de
datos (CREA, GoogleBooks©, Google©), lo que le permite obtener una gran
cantidad de derivados que no se recogen en los diccionarios y que son fruto
de la capacidad creadora del hablante, aunque algunos de ellos puedan ser
considerados, quizás, ocasionales o esporádicos. Si bien es importante tener
en cuenta, como afirma Rifón, que existe un vínculo entre tipo de base (si es
más o menos analizable) y el sufijo de la base, no lo es menos, como demues-
tra su análisis cuantitativo de los datos, que las tendencias generales pueden
ser transgredidas cuando se examinan casos concretos o cuando se tienen en
cuenta factores de índole pragmática o de tipología textual, tal y como mues-
tran Buenafuentes y Muñoz. Por ello, cabe plantearse si es mejor ceñirse al
estudio detallado de un grupo de palabras o, por lo contrario, realizar una
visión de conjunto de las tendencias globales de cada sufijo. Finalmente, la
tipología de rivalidades léxicas y sufijales expuesta en Buenafuentes y Muñoz
y descrita arriba es utilizada por Rifón en su análisis para demostrar que, más
allá de la sinonimia morfológica que muestran muchos de los derivados con
distinto sufijo, en los casos de rivalidad sin pérdida uno de los derivados espe-
cializa su significado (como, por ejemplo, pegajosería, pegajosismo, Rifón, en
este volumen), por lo que resulta también ser muy útil desde el punto de vista
sincrónico.
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 199

5. Relaciones entre el préstamo y los procesos de formación de


palabras

El préstamo y las palabras generadas con RFP constituyen los dos pilares
básicos de la ampliación del léxico de una lengua. Existe entre ellos una
estrecha relación y en esta se encuentra una de las divergencias fundamen-
tales entre el análisis histórico y el análisis sincrónico del léxico generado
por RFP (Rainer, 2007; Clavería, 2013; Pena, 2013), puesto que un mismo
término puede ser analizado de formas distintas en función de la perspectiva
adoptada. Así, por ejemplo, alternancia y purista, que desde el punto de vista
sincrónico se analizan como derivados de alternar y puro —porque es posi-
ble reconocer en ellos una estructura morfológica productiva en español—,
son, desde un punto de vista diacrónico, préstamos de derivados del francés
que pasan a formar parte del acervo léxico del español (alternance y puriste,
DECH, s. v. otro y puro).
Desde la perspectiva de la morfología histórica, una de las mayores dificul-
tades reside en la complejidad que supone determinar si una voz debe consi-
derarse como un neologismo creado a partir de las RFP en la propia lengua o
bien debe considerarse un préstamo, dado que su origen puede hallarse en una
palabra compleja generada en otra lengua (Raab, 2014) (por ejemplo, fusilero,
calco del francés fusilier, en el NDHE). En muchos casos, establecer el origen
último de las voces estudiadas constituye un reto de reconstrucción histórica
que requiere contrastar los datos etimológicos y morfológicos con las infor-
maciones lexicográficas y documentales disponibles para formular hipótesis
plausibles. Los trabajos que se han llevado a cabo en el proyecto han permitido
comprobar que desde la morfología diacrónica son distintas las relaciones que
se pueden establecer entre un morfema y sus derivados desde el punto de vista
del préstamo lingüístico:
a) El préstamo de afijos: algunos morfemas que actualmente hallamos en
voces españolas, especialmente los que se emplean en los lenguajes científico-
técnicos, son afijos cultos (griegos o latinos) incorporados al español en un
momento determinado de su historia, bien como préstamos directos de las
lenguas clásicas, bien como préstamos indirectos a través de otras lenguas,
como el francés o el inglés. En estos casos, el español adopta tanto el morfema
como su esquema derivativo. Por ejemplo, los sufijos -osis o -itis para la crea-
ción de nombres de enfermedades como artritis y anquilosis, e -ivo, va para
la formación de sustantivos que designan remedios medicinales a partir de
palabras como digestivo, va o purgativo, va.
200 Varios autores

b) El préstamo de patrones derivativos: en ocasiones, las relaciones de


préstamo lingüístico se establecen entre un morfema ya existente en español
(de origen patrimonial o culto) y un esquema morfológico creado en otra
variedad lingüística que el español recibe en un momento determinado de la
historia de la lengua. Este es el caso del sufijo -ista para la formación de deri-
vados con el significado ‘seguidor de X postura política’, que muy probable-
mente se creó en francés y, posteriormente, fue transferido al español. De este
modo, junto a los derivados en -ista tomados en préstamo directamente del
francés (absolutista), se encuentran voces creadas en español a partir del es-
quema morfosintáctico incorporado como carlista y realista (Battaner, 1977;
Ruiz Otín, 1983 y Peira, 1987).
c) Los derivados cultos y los derivados creados en otras lenguas: a lo largo
de la historia del español se adoptan numerosas voces creadas como derivados
en otras lenguas. Es habitual que muchas palabras que contienen un morfema
derivativo, especialmente en el ámbito de los lenguajes de especialidad, no se
hayan formado en español, sino en otras lenguas (por ejemplo, hepatitis se crea
en francés con el valor de ‘inflamación del hígado’ y el español adopta este
término). En el caso de morfemas derivativos muy productivos en las lenguas
clásicas, como -ivo, va (Jiménez Ríos, 2008) o -ismo (Schmitt, 2008: 253-
254), es especialmente compleja la tarea de distinguir entre los latinismos, los
neolatinismos y las voces de nueva creación en español.

5.1. Los sufijos -ismo e -ista

Los sufijos -ismo e -ista (Muñoz 2012a y 2012c), ambos morfemas de origen
culto, proceden respectivamente de los étimos griegos -ισμός e -ιστής y estos
morfemas se incorporan en la lengua española y en el resto de lenguas románi-
cas a través del latín (<-ismus e -ista) (Diez, 1874; Meyer-Lübke, 1890-1906;
Alemany Bolufer, 1920; Pharies, 2002). Desde el punto de vista etimológico
e histórico, las voces formadas en español con estos dos sufijos pueden ser cul-
tismos, préstamos de otras lenguas modernas o derivados internos.
Desde el punto de vista documental y evolutivo, la lexicografía académica
del siglo xviii permite identificar un pequeño grupo de préstamos procedentes
del griego o del latín; algunas de estas palabras son de documentación antigua
y se encuentran en textos medievales21. Este primer conjunto de cultismos

21
Por ejemplo, según el DECH y el CORDE, christianismo (Poema de Mío Cid) se do-
cumenta en el siglo xii; baptismo ~ bautismo, embolismo, judaísmo en textos del siglo xiii;
gargarismo en textos del siglo xiv; y barbarismo, catecismo, solecismo en el siglo xv.
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 201

en -ismo lo conforman fundamentalmente sustantivos propios del área de la


filosofía, la religión y la retórica clásica (catecismo, solecismo, exorcismo). Los
cultismos en -ista pertenecen esencialmente al patrón derivativo nomina agen-
tis (DESE 2002: s.v. -ista): exorcista, anabaptista, panegirista.
Entre los cultismos documentados en el siglo xviii, destaca la presencia de
parejas que designan una doctrina en -ismo y su correspondiente partidario en
-ista (anabaptismo- anabaptista; exorcismo-exorcista, todas ellas recogidas en el
Diccionario de Autoridades); la relación entre ambos morfemas se acentúa en
los dos siglos siguientes y mediante este esquema de parejas (doctrina-partida-
rio) se genera la creación de formaciones propias españolas.
La lexicografía académica permite observar la vitalidad que alcanzan estos
sufijos en los siglos xix y xx. Desde un punto de vista semántico, ambos su-
fijos amplían sus significados y, también, sus posibilidades combinatorias22,
gracias, en parte, a la adopción de préstamos del francés y del inglés. Un claro
ejemplo lo constituyen las voces derivadas en estos sufijos que corresponden
al léxico político y social como absolutismo, bonapartismo, federalismo o impe-
rialismo, que proceden de absolutisme, bonapartisme, fédéralisme, impérialisme
(Dubois, 1962). En los derivados de esta época destaca el protagonismo de las
raíces nominales patronímicas para los derivados que identifican al fundador
de la doctrina o movimiento y sus seguidores, por ejemplo, carlismo-carlista,
castrismo-castrista, franquismo-franquista, etc. Finalmente, en el desarrollo de
-ismo e -ista en el español moderno, es destacable el progresivo grado de
imbricación morfo-semántico de ambos sufijos puesto que la formación de
parejas en -ismo/-ista —presente ya en griego y en latín— se intensifica y
se extiende a otros dominios fuera del binomio doctrina-partidario, como,
por ejemplo, ocurre en el ámbito de la terminología lingüística (galleguismo/
galleguista; yeísmo/yeísta).

5.2. Los sufijos -itis y -osis

La historia de los sufijos -itis y -osis (Julià, 2012, 2014b y 2015) es también
un buen ejemplo de la relación entre préstamo y formación de palabras.
Los dos morfemas derivativos son de origen griego (gr. ιτης/-ιτις > lat. -itis,
Redard 1949, DESE s. v. -itis; -(ω)σις, Holt 1940 y DESE s. v. -osis) y

22
En el español americano destacan nuevas combinaciones —como, por ejemplo, las ba-
ses léxicas compuestas (cuentacorrentista) o las estructuras sintagmáticas (quemeimportismo,
valeverguista, yoquepierdista)— que dan prueba de la consolidación y difusión del patrón
moderno.
202 Varios autores

son muy productivos en el léxico de la medicina actualmente (vid. § 6). El


interés para el estudio de estos sufijos es su desarrollo en época moderna.
En francés, por ejemplo, según Dubois (1962: 67-68), estos dos afijos se
difunden ampliamente en el siglo xx y presentan cambios significativos en
su especialización. A partir del estudio de los derivados creados mediante
estos dos morfemas en la historia lexicográfica y textual del español (Julià,
2012, 2014b y 2015) se advierte, por un lado, que, igual que en francés, el
número de voces en -itis y -osis empezó a aumentar considerablemente desde
finales del siglo xix y se ha mantenido hasta la actualidad. Por otro lado, el
análisis de la etimología, la historia y el uso de los sufijos en romance revela
que ambos morfemas, aunque presentes en la lengua medieval, tuvieron un
uso y una extensión muy limitados hasta los siglos xvii-xviii, época en la que
penetraron en el español los primeros derivados del francés formados con
los patrones derivativos modernos (-itis ‘inflamación de X parte del cuerpo’
y -osis ‘proceso patológico’). La mayor parte de las voces que actualmente se
emplean en español son o bien helenismos (ἀρθρῖτις > atritis, ἀνθράκωσις
> antracosis), que pueden no mantener el mismo significado que tenían en
griego (por ejemplo, artritis tenía un significado más amplio que el actual,
pues designaba una ‘enfermedad de las articulaciones’), o bien voces forma-
das con bases cultas -griegas (triquinosis: τρίχῐνος + -osis) o latinas (halitosis:
halitus + ­osis)- que se han creado en otras lenguas europeas (francés, inglés
o alemán). Del francés proceden hepatitis (ἣπατος + -itis > fr. hépatite > esp.
hepatitis)23 y clorosis (κλωρός + -osis > lat. cient. chlorosis > fr. chlorose > esp.
clorosis)24, por ejemplo, y del inglés, neurosis (νεῦρον + -osis > ingl. neurosis >
esp. neurosis)25. Así pues, la mayoría de las voces españolas especializadas que

23
La voz se halla en un texto de 1646 (La Pathologie de Jean Fernel, cap. IV, p. 412) pero que
fue escrito un siglo antes, pues el autor murió en 1558 sin haberlo publicado.
24
Según el TLFi (s. v. chlorose), el término clorosis fue acuñado por el investigador francés
Jean Varandal en 1615 (De morbis affectibus mulierum) sobre el término griego χλωρός ‘amarillo-
verdoso’ al que adjuntó el sufijo -osis formando el término latino chlorosis que designó la enfer-
medad y que posteriormente se adaptó en francés como chlorose.
25
La primera documentación del término para designar la patología médica en la que se
produce un desarreglo funcional derivado de los trastornos del sistema nervioso parece hallarse
en un texto del físico escocés William Cullen del siglo xviii (1776-1784, First Lines of the Prac-
tice of Physic) (OED, s. v. neurosis). Posteriormente, en el siglo xix, se documenta la acepción
especializada en el ámbito de la psicología («a change in the nerve-cells of the brain prior to, and
resulting in, psychical activity», OED, s. v.). El uso de esta voz se ha popularizado en la lengua,
además, para designar los estados nerviosos y obsesivos en los que se encuentra una persona en
un determinado momento (DRAE, 2001: ‘enfermedad funcional del sistema nervioso caracteri-
zada principalmente por inestabilidad emocional’).
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 203

presentan los sufijos -itis y -osis constituyen préstamos léxicos adoptados de


otras lenguas en las que se han formado a partir de un proceso de derivación
culta. En todos los casos, cabe señalar que el sufijo, que en griego y latín se
empleaba, entre muchos otros usos, para crear algunos términos médicos,
se especializa desde los siglos xvii-xviii exclusivamente en la formación de
nombres de enfermedades.

6. Léxico general, léxico de especialidad y morfología léxica

En algunas de las investigaciones desarrolladas en el proyecto “Portal de léxico


hispánico: documentación y morfología derivativa” se analiza la relación en-
tre léxico general y léxico especializado a través de la neología generada con
mecanismos de formación de palabras.
Las distintas propuestas de diferenciación de la lengua de especialidad res-
pecto a lengua general coinciden en que el léxico es uno de los componentes
que permite distinguir con mayor claridad estas dos modalidades de expre-
sión. Si bien la lengua de especialidad emana de la lengua general y com-
parte con ella unidades y reglas de combinación básicas, se caracteriza por
“la singularidad que presentan los vocablos técnicos y la especificidad de sus
propiedades léxicas” (Martín Zorraquino, 1997: 321), que, en el dominio de
la formación de palabras, se hace bien patente, de manera que los especialistas
han llegado a distinguir entre “derivación prefabricada”, propia de los lengua-
jes de especialidad, frente a la “derivación espontánea” de la lengua común
(Martín Zorraquino, 1997).
Desde la perspectiva histórica, además, en la evolución de los mecanismos
derivativos de la lengua general y de los lenguajes de especialidad se pueden
establecer distintos tipos de relación. Algunos sufijos son propios de la lengua
general y desarrollan usos especializados como -ado, da, que en biología suele
designar la forma (bilabiado); o el sufijo -ivo, va, empleado para designar los
efectos de remedios medicinales (carminativo, exudativo, lenitivo) o los sufijos
propios de la lengua de la química (§ 6.1). Hay otros morfemas derivativos
cuya capacidad creativa es inicialmente exclusiva del lenguaje científico (Gu-
tiérrez Rodilla, 1998: 323-324) como ocurre, por ejemplo, con -iasis (psoriasis)
y -oma (fibroma) en medicina; dentro de estos últimos, sin embargo, pueden
desarrollarse usos en la lengua general, como sucede con -itis (gastroenteritis
frente a titulitis) (§ 6.2).
204 Varios autores

6.1. De la lengua general a los lenguajes de especialidad

6.1.1. El sufijo -ado, da

Entre los morfemas que se emplean tanto en la lengua de especialidad como


en la lengua común, destaca el sufijo -ado, da (Clavería et al., 2013; Huertas,
2013a y 2015). Se trata de un elemento altamente productivo tanto en la len-
gua general como en la creación de voces de diferentes áreas específicas, según
se ha comprobado en el léxico de las ciencias de la vida (Clavería et al., 2013)
y en distintas áreas tecnológicas (Huertas, 2013a y 2015).
En el ámbito de las ciencias de la vida (Clavería et al., 2013), se ha distin-
guido entre dos tipos de derivación: adjetival y nominal. El primero de ellos es
el más rentable. Desde el punto de vista semántico, se utiliza para la creación
de términos que describen las propiedades morfológicas de los animales y las
plantas como puede observarse en las definiciones del DRAE (2014):

anillado, da. Zool. Dicho de un animal: De cuerpo semejante a una serie de anillos.
U. t. c. s. m.
apanojado, da. Bot. Dícese del tallo de algunas plantas y también de la flor: Dis-
puestos en forma de panoja.

Estos adjetivos adquieren valor taxonómico cuando, por un cambio de


categoría, se emplean con valor sustantivo, designando de este modo clases de
seres vivos en zoología y botánica (ciliados y labiadas).
Por su parte, los derivados nominales son sustantivos que pertenecen a
las áreas de la veterinaria y designan principalmente enfermedades (ancado;
descuadrillado, da; enfosado; emballestado, da; lobado1) y nombres de acción
que en medicina designan ‘acción y efecto’ (legrado; raspado).
Desde el punto de vista documental y lexicográfico, el análisis toma
como base el corpus léxico procedente de los diccionarios de la Real Acade-
mia Española, desde el Diccionario de Autoridades hasta la edición de 2001.
Se percibe una diferencia importante en la recepción de derivados en -ado,
da entre el siglo xviii, por una parte, y los siglos xix y xx, por otra. Los
diccionarios del siglo xviii contienen únicamente voces pertenecientes a la
albeitería, mientras que la incorporación de este tipo de léxico va decayendo
en los siglos posteriores a la par que se desarrollan usos especializados per-
tenecientes a otros ámbitos. La recepción de los adjetivos de la botánica y
la zoología, por ejemplo, se encuentra en todo el siglo xix y también en el
siglo xx, con un importante crecimiento en las ediciones de 1884 y 1899,
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 205

en las que se produce una intensa revisión e introducción de tecnicismos


de todo tipo tanto en la microestructura como en la macroestructura del
Diccionario (Clavería, 2003 y en prensa). Puede percibirse, por tanto, que
este sufijo, muy productivo en la lengua común, presenta y desarrolla algu-
nas aplicaciones limitadas en los lenguajes especializados relacionados con
la ciencias de la vida, tanto tradicionales (albeitería) como más modernos
(zoología y botánica).
Dentro de las disciplinas técnicas, Huertas (en prensa) examina usos es-
pecializados que manifiestan los derivados que tienen la estructura en-X-ado,
da a través de varios diccionarios monolingües generales (DRAE, 2001; DUE,
2008; DEA, 1999). Para ello, se lleva a cabo el contraste de los significados
técnicos con los comunes. El estudio refleja que las acepciones de especia-
lidad comparten los significados generales del sufijo; por ejemplo, valores
eventivos (encartonado) o resultativos (encerado):

encartonado, -a: 1. Participio de encartonar. 2. m. Art. Graf. Operación de “meter


en tapas” los libros [DUE].
encerado, -a: 1. Participio de encerar. 2. adj. De color de cera. 3. m. Tablero o lien-
zo pintado de negro o de color oscuro, que se emplea, por ejemplo en los locales de
enseñanza, para escribir o dibujar sobre él con tiza. 6. Farm. Emplasto compuesto
de cera y otros ingredientes [DUE].

Las áreas técnicas mejor representadas son, por orden de frecuencia, la


arquitectura (enarbolado, encadenado, encajonado, encamonado, enrollado, en-
torchado), la construcción (enchapinado, encintado, encopetado) y la heráldica
(endentado, enfilado, englandado).

6.1.2. El sufijo -ivo, va

El sufijo de origen culto -ivo, va, que forma adjetivos deverbales, también es
productivo tanto en la lengua común como en los lenguajes de especialidad.
A partir de los datos extraídos del Diccionario de Autoridades, en Freixas
(2014) se muestra la situación evolutiva del sufijo en el español de la prime-
ra mitad del siglo xvii, resultado de una nutrida incorporación en romance
de cultismos con la terminación -ivo, va procedentes tanto del latín clásico
como del latín vulgar. En la lengua española perviven voces tomadas del
latín en las que -ivo, va tiene un valor pasivo, para indicar un estado perma-
nente en referencia a personas, como cautivo, o a la descripción de frutas,
plantas, terrenos…, como sativo ‘sembrado, plantado, cultivado’; aparece
206 Varios autores

también en voces en las que tiene un valor activo como incentivo, definido
en el Diccionario de Autoridades en referencia a ‘qualquier cosa que sirve
para incitar o excitar los afectos del ánimo, o de las passiones’26. Se trata, en
su mayoría, de préstamos o derivados cultos, formados a partir de una base
latina, un participio de pasado en -tus (compětītus) o en -sus (agressus) que,
explica, desde el punto de vista diacrónico, la presencia de -t- (competitivo)
o de -s- (agresivo) delante de -ivo, elemento que, desde el punto de vista sin-
crónico, se analiza como parte del morfema (-tivo o -sivo; NGLE, 2009: 547;
Fernández Ramírez, 1975: 325).
Del total de 273 derivados en -ivo, va recogidos en el primer diccionario
académico, 135 se documentan en repertorios latinos de referencia (Gaffiot,
20003 y OLD). Del resto, es posible registrar muchas de las voces reunidas en
el Diccionario de Autoridades en textos latinos medievales o en textos proce-
dentes de otras lenguas románicas. La gran mayoría de voces, por tanto, son
cultismos o préstamos, aunque ya en el siglo xviii se registra algún ejemplo de
términos formados a partir de bases romances, como ahorrativo o chupativo.
En estos casos, por analogía con el patrón morfológico latino, aparece una
-t- delante del sufijo -ivo, va que, desde el punto de vista sincrónico, se analiza
como parte del morfema derivativo (-tivo, va). Este esquema deviene produc-
tivo en español (organizar > organizativo, 1.ª doc. en 1975, CREA y Fernández
Ramírez, 1975: 326).
En el corpus de voces obtenido a partir del Diccionario de Autoridades se
refleja la productividad del sufijo en un variado espectro de disciplinas como la
gramática (comparativo, conjuntivo, derivativo) o la medicina (mitigativo, pur-
gativo, supurativo) y, en menor medida, la filosofía (quiditativo, terminativo)
y el derecho (devolutivo, incitativo). Se configura, por tanto, en el siglo xviii
como un sufijo de uso consolidado en la terminología gramatical, en voces en
las que ya en latín se produjo una sustantivización (adjectīvum[adj.] nomen >
adjectīvum[N.] > adjetivo) y en adjetivos que expresan una relación (derivativo,
‘Lo que se deriva de su primitivo’, Diccionario de Autoridades, s. v.). También
se afianza el empleo de -ivo, va para la expresión de los efectos de los remedios
medicinales (Pascual, 1996: 40-41; mitigativo, ‘Lo que mitiga y reprime el
rigor y acerbidad de alguna cosa’, Diccionario de Autoridades, s. v.).
Asimismo, algunas voces del corpus constatan la incorporación al romance
de los procesos de sustantivación descritos en Malkiel (1941b) por los que -iva
devino productivo en latín para la formación de nombres a partir de un pro-

26
Vid. Malkiel (1941b) para la evolución de los valores de -ivu en latín y en romance.
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 207

ceso de sustantivación con elipsis (Rainer, 2002: 113), en voces del ámbito de
la filosofía, como especulativa e inventiva. Los comentarios lexicográficos in-
cluidos en el Diccionario de Autoridades sobre el uso de algunas voces permiten
deducir la existencia de estos procesos; así parece ocurrir con términos como
definitiva, según lo expuesto s. v. definitivo, va, “Es mui usado en lo Forense, y
se aplica regularmente a la senténcia, que comprehende el todo del pleito: y a
veces se usa como substantivo, diciendo: Este pleito está en definitíva”.

6.1.3. Morfología derivativa y lengua de la química

En el área de la química, cuya nomenclatura se constituyó en francés a partir


del tratado Méthode de nomenclature chimique (1787) (Garriga, 1996: 421),
destaca también la relevancia de la sufijación como mecanismo de creación
de nuevo léxico especializado. Las investigaciones de Muñoz (2014a y 2015b)
tienen como objeto de estudio los sufijos -ato, -ico, -oso y -uro, empleados, en
particular, en los términos de sales y compuestos químicos.
En el proceso de creación del lenguaje químico los diferentes elementos
estudiados se consideran un claro ejemplo de derivación prefabricada (Martín
Zorraquino, 1997: 325) en la que se manifiesta la relación entre morfología
derivativa y léxico especializado puesto que los cuatro sufijos forman parte de
un nuevo código para la denominación de la química orgánica e inorgánica
(Crosland, 1962; García Belmar y Bertomeu, 1998):

One symptom of progress in the nomenclature of organic chemistry in the early


nineteenth century was the development of names with deliberately chosen suf-
fixes, so that compounds which reacted in a similar way were not only assigned
to the same class but their very name was a constant reminder of some of their
characteristic properties. […] the method of systematic word-endings, based on
a knowledge of the chemical properties of the compounds concerned may be
considered as the first successful attempt to bestow names of permanent value to
the science of organic chemistry (Crosland, 1962: 299).

Todos los sufijos (excepto el caso de -uro) existían ya en la lengua general


con distintos usos y valores; dentro de la lengua de la química, adquieren un
valor adoptado por convención inicialmente en francés (Cottez, 1986; Du-
bois, 1962; DESE, 2002): -ato (del francés -ate), usado para la creación de las
sales (acetato, fosfato, nitrato), y -oso (del francés -eux < latín -osus) e -ico (del
francés -ique), empleados para los ácidos según la proporción de oxígeno que
incluyan, mayor en -ico y menor en -oso (ácido cúprico o cuproso).
208 Varios autores

6.2. Morfología derivativa y léxico de la medicina: de la lengua especializada a


la lengua general

En la formación del léxico médico, la sufijación es uno de los recursos más fre-
cuentes para crear nuevas voces referidas a conceptos diversos (partes del cuerpo
humano, enfermedades, instrumentos quirúrgicos, medicinas, procesos, sub-
disciplinas médicas, etc.). Los sufijos que actúan en la creación de nombres
médicos, igual que en muchas otras áreas técnicas y científicas (Gutiérrez Ro-
dilla, 1998: 127-129), pueden dividirse en dos grandes grupos: los elementos
derivativos que sirven para formar nuevas palabras tanto en la lengua común
como en el lenguaje de especialidad (-al: duodenal; -ar: inocular; -ción: luxación,
-ivo: invasivo) y los morfemas que se usan casi exclusivamente para formar vo-
ces médicas (-itis: dermatitis; -osis: artrosis; -iasis: psoriasis; -oma: fibroma).
Dentro de los sufijos que son propios de la medicina y que se emplean para
crear nombres de enfermedades y procesos patológicos, existe un campo am-
plio de estudio en el que se puede observar muy bien el método que ha seguido
el léxico médico en español para la formación y adopción de nuevas palabras.
Como ejemplos de estos sufijos, se han analizado 5 afijos que presentan carac-
terísticas morfológicas y etimológicas semejantes, por un lado, Muñoz y Prat
(2015) han examinado los términos derivados en -algia (‘dolor’: cefalalgia,
enteralgia, gastralgia), -iasis (‘infección’: midriasis, pitiriasis, satiriasis) y -oma
(‘tumor’: fibroma, insuloma, lipoma); y, por otro, Julià (2012, 2014b y 2015)
ha estudiado -itis (‘inflamación’: otitis, apendicitis, flebitis) y -osis (‘proceso pa-
tológico’: necrosis, toxoplasmosis, neurosis). Estos morfemas proceden del griego
(gr. ιτης/-ιτις; gr. -(ω)σις; gr. ἄλγος ‘dolor’ + -ία; gr. -ίασις; gr. -ωμα)27 y se
adjuntan normalmente a bases cultas griegas o latinas y ocasionalmente a bases
patrimoniales. Son poco frecuentes en el léxico romance hasta los siglos xvii y
xviii, época en la que la revolución médica recuperó muchos de los morfemas
de las lenguas clásicas para dar nombres nuevos a las enfermedades o para
denominar nuevas patologías. El estudio de la historia de la incorporación
de las voces médicas en la lexicografía académica ha permitido comprobar la
divulgación a lo largo del siglo xix, muy especialmente en la segunda mitad,
cuando estos sufijos amplían su significado fuera del ámbito de especialidad
originario. Son muy ilustrativos los numerosos casos documentados en el
CREA (gandulitis, hotelitis, cruyffitis, roldanitis, indultitis), que se estudian en

27
En griego ya se empleaban para crear nombres médicos (por ejemplo, ἀρθρῖτις; θρόμβωσις;
καρδιαλγία; ψωρίασις; καρκίνωμα), aunque no de manera exclusiva.
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 209

Julià (2015). Estos ejemplos reflejan que la extensión del sufijo -itis a la lengua
común comporta tanto cambios semánticos, por los que -itis pasa de significar
‘inflamación de X parte del cuerpo’ a emplearse para designar ‘comportamien-
tos exagerados o excesivos respecto a una realidad determinada’, como cam-
bios morfológicos, pues inicialmente solo se adjunta a nombres comunes y en
sentido humorístico puede adjuntarse también a nombres propios (cruyffitis)
y a adjetivos (maternitis).

7. Léxico derivado en los diccionarios

El léxico creado por un proceso de formación de palabras ha recibido distinto


tratamiento desde el punto de vista lexicográfico en función de la composicio-
nalidad de su significado. De este modo, las voces complejas cuya significación
no es transparente se incorporan a los diccionarios, mientras que algunos vo-
cablos cuyo sentido es deducible a partir de los elementos que los integran se
excluyen de los repertorios lexicográficos, como en el caso de los diminutivos
o los adverbios en -mente (Pena, 1994-1995; Martín García, 2000; NGLE,
2009). Así, “frente al caudal no finito de palabras posibles en una lengua según
las RFP, está el diccionario que, como código de la norma […], es necesaria-
mente finito, por muy numeroso que sea y por muchas que sean las dificulta-
des para registrar la totalidad” (Pena, 1994-1995: 167). Sin embargo, el trata-
miento lexicográfico de los vocablos complejos lexicalizados y la exclusión de
los que no lo están suponen algunos problemas para el lexicógrafo (Moreno de
Alba, 1980-1981; Pena, 2002) que, en muchos casos, debe resolver aspectos
que en el ámbito morfológico son motivo de discusión.
Por un lado, la exclusión de los términos fácilmente formables implica la
incorporación en el diccionario de los afijos y elementos compositivos, pues
solo de esta forma los diccionarios pueden cumplir la función tanto deco-
dificadora como codificadora (Haensch et al., 1982; González Pérez, 2002).
Como ha constatado Martín García (2000: 1086), “el tratamiento de los afijos
como lemas permite dejar abierto el proceso de creación léxica, en cuanto que
quedan recogidas las palabras potenciales de una lengua”. Aunque la mayo-
ría de los diccionarios actuales incorporan ya los afijos como lemas (menos
presencia lexicográfica tienen los elementos compositivos), su representación
morfológica y semántica no es del todo satisfactoria, puesto que la informa-
ción que de ellos se ofrece es bastante limitada y deberían consignarse otros
datos como su forma, su pronunciación, la categoría gramatical y las propie-
210 Varios autores

dades semánticas de su base y sus rasgos fonológicos, la categoría gramatical


resultante, su significado, aspectos pragmáticos, su productividad y ejemplos
(Caluwe y Taeldeman, 2003).
Por otro lado, las palabras derivadas de significado no composicional plan-
tean problemas lexicográficos de distinta naturaleza en función del proceso
morfológico que las genera (la derivación o la composición). Es innegable que
los diccionarios deben ofrecer información gramatical relacionada con la mor-
fología tanto flexiva como derivativa, si bien resulta también necesario estable-
cer unos criterios claros tanto para la selección de las unidades derivadas como
de los afijos y elementos compositivos que las forman (Bauer y Nation, 1993).
Del análisis metalexicográfico realizado en varios de nuestros estudios, se
desprenden distintas propuestas de mejora de ciertos aspectos relacionados tanto
con la morfología flexiva como con la morfología derivativa y la composición.

7.1. De la morfología flexiva a la derivativa: el sufijo -ado/-ada

Los trabajos de Huertas (2013a y en prensa) examinan un grupo de voces


en -ado/-ada, que son parasintéticas [en-X-ado, da], en diccionarios actuales
(DRAE 2001; DEA 1999 y DUE 2008). El doble uso del morfema como ele-
mento flexivo (helado como participio de helar) y como sufijo (helado (adj.),
helado (sust.)) explica que sea una unidad de complejo tratamiento desde el
punto de vista lexicográfico. En el estudio se comprueba cómo los diccionarios
presentan un comportamiento poco uniforme en la inclusión del participio
y de los adjetivos (engargolado, enrasado, enrollado, entallado) y sustantivos
(encadenado, encerado, encofrado, encintado) que resultan de los procesos trans-
categoriales. El trabajo plantea la utilidad de introducir los participios en el
diccionario, cuando se dan lexicalizaciones (vid. § 2.2.2 de este capítulo) por
las que pasan a designar nuevos valores semánticos (por ejemplo, encabezado,
-a ‘encabezamiento (palabra, fórmula, etc.)’, 2ª acep. DUE; o encargado, a
‘persona que está al cargo [de algo] por disposición de sus superiores’, 3ª acep.
DEA). Esta forma de proceder contribuiría a sistematizar el tratamiento de las
voces participiales desde el punto de vista lexicográfico.

7.2. La representación lexicográfica de la sufijación agentiva

Muñoz (2015a) analiza las relaciones existentes entre tres morfemas agentivos
(-dor, -ero e -ista) en distintos diccionarios del español (DRAE, DUE, LEMA).
Se considera que la información morfológica y semántica de los tres sufijos
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 211

es insuficiente en estas obras y se realiza una serie de propuestas, siguiendo


la metodología utilizada en el Corpus Pattern Analysis (Hanks, 2007), en el
Diccionario de aprendizaje del español como Lengua Extranjera (DAELE) y en
el Diccionari de Sufixos Verbalitzadors de Català (DSVC), estas últimas obras
desarrolladas por el grupo Infolex de la Universitat Pompeu Fabra. Para mejo-
rar la representación lexicográfica de los elementos derivativos, se debería in-
corporar en la entrada más información gramatical y semántica, por ejemplo,
la estructura morfológica o la frecuencia de uso en función de su significado
y, finalmente, las relaciones entre diferentes sufijos que comparten un mismo
significado, como ocurre con -dor, -ero e -ista en las profesiones (diseñador,
cartero, taxista).

7.3. La composición en el diccionario

La historia del tratamiento de los distintos tipos de composición (léxica, culta


y sintagmática) en los diccionarios monolingües del español se constituyen en
el centro de atención de los estudios de Buenafuentes (2013, en prensa a). De
este análisis histórico se desprende que la composición presentaba y presenta
problemas a la hora de ser incluida en los diccionarios. Esto se evidencia, por
ejemplo, en la inclusión de los compuestos léxicos con significado composi-
cional, en la caracterización de los formantes grecolatinos de la composición
culta o en el tratamiento de la composición sintagmática en relación a otras
unidades pluriverbales. Para tratar de solventar estas y otras cuestiones, se rea-
liza una serie de propuestas de mejora, que parten de la necesidad de que los
elementos compositivos tengan entrada propia (al igual que se hace con los
sufijos), lo que permitiría evitar incluir en el diccionario compuestos léxicos
de significado composicional. Además se aboga, en la composición culta, por
la diferenciación entre elementos cultos que proceden de preposiciones o ad-
verbios (afijos) (por ejemplo, proto- o super-) y aquellos procedentes de sustan-
tivos y adjetivos (elementos compositivos y temas cultos, como, por ejemplo,
cardio- o -metro), y por la necesidad de dar cuenta de procesos de banalización
y generalización que los afectan (por ejemplo, -logía en la actualidad se emplea
con el significado de ‘conjunto de’, además de con su significado especializado
de ‘tratado o ciencia’). A partir de los avances teóricos postulados en Buena-
fuentes (2010), se justifica, dentro del artículo lexicográfico, la separación de
los compuestos sintagmáticos (ojo de buey, diente de león, etc.) y de las locu-
ciones (punta del iceberg, alma en pena, etc.), pues presentan diferencias sobre
todo en cuanto a su fijación e idiomaticidad. A partir de esta distinción, se
212 Varios autores

hace necesario revisar los diccionarios actuales con el fin de eliminar la hetero-
geneidad con que se han tratado las expresiones pluriverbales.

8. Conclusión

Tal como se acaba de exponer, las investigaciones llevadas a cabo en el marco


del proyecto “Portal de léxico hispánico: documentación y morfología deriva-
tiva” ponen de manifiesto el papel central de la morfología derivativa en la
evolución del léxico de una lengua, en nuestro caso del español.
El conjunto de las investigaciones resultantes del proyecto trata distintos
aspectos de la morfología léxica diacrónica del español. Estos estudios mues-
tran las estrechas relaciones, de complementariedad y convergencia, que ac-
tualmente se dan entre el enfoque histórico y el sincrónico. Si bien es verdad
que tradicionalmente los estudios diacrónicos se han preocupado por la ver-
tiente más filológica de la formación de palabras, y así se han centrado en el
análisis etimológico y evolutivo de las palabras complejas según la documen-
tación escrita, no es menos cierto que parte de las investigaciones recientes de
carácter histórico tiene en cuenta también una vertiente más lingüística de
los procesos lexicogenésicos —se sirven de instrumentos de análisis utilizados
también en los estudios sincrónicos: gramaticalización, estructura de qualia,
etc.; se toma en consideración la conciencia lingüística de los hablantes en un
momento determinado de la historia—, cuyos resultados deberían ser signifi-
cativos para poder entender mejor la naturaleza del lenguaje.
Por lo que respecta a la aplicación de las bases teóricas y metodológicas, por
un lado, las investigaciones presentadas ponen en evidencia que muchos de
los conceptos básicos que se han empleado en el análisis morfológico como la
gramaticalización, la lexicalización, la analogía o el reanálisis —unos de larga
tradición y otros mucho más modernos— son fundamentales en el análisis
lingüístico diacrónico, ya que permiten no solo describir sino también explicar
de manera precisa la evolución que experimenta el componente morfológico,
tal y como demuestra Elvira (2015). La importancia de los procesos de for-
mación de palabras en la evolución del léxico se hace evidente también en
la relación que se establece entre los préstamos y los procesos de derivación,
una conexión que resulta esencial para dar cuenta de la génesis de las palabras
complejas. Por otro lado, se demuestra la utilidad del diccionario en el estudio
morfológico, pues puede convertirse en corpus dinámico para el análisis his-
tórico del léxico derivado si se concibe como reflejo del estado de lengua que
La morfología léxica en el Portal de léxico hispánico 213

lo produce y aún más importante resulta que las investigaciones en el terreno


de la morfología léxica tengan proyección en la elaboración de diccionarios.

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lario español-latino. Madrid, RAE, facsímil de la primera edición, 1989.
Sobre los autores

David Serrano-Dolader es profesor titular de Lengua Española de la Univer-


sidad de Zaragoza. Su investigación se centra en el ámbito de la morfología léxi-
ca (formación de palabras) y en cuestiones gramaticales aplicadas a la enseñanza-
aprendizaje de Español como Lengua Extranjera (ELE). Es codirector del blog
morfológico MORFORETEM (http://morforetem.wordpress.com/).
Antonio Rifón Sánchez es profesor titular de Lengua Española de la Uni-
versidade de Vigo. Sus intereses prioritarios se encuentran en la investigación
y la docencia del léxico y su organización, fundamentalmente, en la formación
de palabras del español tanto por sufijación como por prefijación; también ha
publicado trabajos sobre relaciones semánticas (sinonimia, hiponimia, etc.),
órdenes semánticos (orden parcial, total, etc.) y agentividad.
Víctor Acedo-Matellán es actualmente Junior Research Fellow en el
Queens’ College de la Universidad de Cambridge. Ha trabajado principal-
mente en la investigación de las interfaces entre la sintaxis y el léxico y la
morfología, tanto en sincronía como en diacronía, así como en el análisis de
la expresión morfosintáctica del cambio de lugar y del cambio de estado en
diferentes lenguas.
Olga Batiukova es profesora de Lengua Española en la Universidad Autó-
noma de Madrid. Su investigación se centra en la representación de fenóme-
nos léxicos y su repercusión en la sintaxis y la morfología (muy especialmente
desde la perspectiva de la teoría del Lexicón Generativo), el estudio teórico
y psicolingüístico del aspecto verbal, y el reflejo de información léxica en los
diccionarios convencionales y los lexicones computacionales.
Cristina Buenafuentes, Gloria Clavería, Margarita Freixas, Sheila Huertas,
Carolina Julià, Laura Muñoz, Ana Paz, Marta Prat y Joan Torruella (ICREA)
son profesores e investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona.
232 Sobre los autores

Montserrat Batllori e Isabel Pujol pertenecen a la Universitat de Girona y


Assumpció Rost es profesora de la Universitat de les Illes Balears. Todos ellos
comparten su interés por el estudio histórico de la lengua española, en espe-
cial, por el léxico y por la morfología derivativa; y han formado parte del equi-
po de investigación del proyecto “Portal de léxico hispánico: documentación
y morfología derivativa” del cual el libro Cuestiones de morfología es uno de sus
resultados.
C UESTIONES DE
MORFOLOGÍA LÉXICA
Reúne una selección de trabajos sobre diferentes temas que son motivo
de debate en la morfología actual: por ejemplo, el concepto de parasín-
tesis, el análisis de la competencia de sufijos, o la interrelación de la
morfología con otros componentes de la gramática, como la sintaxis o
la semántica. Por su carácter interdisciplinar e innovador este volumen
se erige en una obra de referencia para la investigación en morfología
léxica.

Las contribuciones que componen este libro han sido elaboradas por
reconocidos investigadores en el terreno de la morfología del español,
como David Serrano-Dolader y Antonio Rifón Sánchez; también in-
tervienen en él especialistas en las relaciones de la morfología con la
sintaxis y la semántica, como Víctor Acedo Matellán y Olga Batiukova.
Cierra la obra un capítulo que reseña los resultados de la investigación
llevada a cabo en el marco del proyecto de investigación «Portal de léx-
ico hispánico: documentación y morfología léxica» (FFI2011-24183),
en el que han participado investigadores de la Universitat Autònoma
de Barcelona y de la Universitat de Girona.

Cristina Buenafuentes es profesora agregada en el Departamento de


Filología Española de la Universitat Autònoma de Barcelona.

Gloria Clavería es catedrática del Departamento de Filología Española


la Universitat Autònoma de Barcelona.

Isabel Pujol es profesora titular de la Universitat de Girona, área de


Lengua Española.

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