Revista Mensual

ISSN 1669-9122

DICIEMBRE DE 2014
$ 25

La ‘mano invisible’ del mercado

y la ‘mano visible’ de la planificación
Cosecharás tu siembra
El despertar de los pueblos en el derrumbe del imperio
Detrás del muro
Transición, tendencia sostenida en Latinoamérica
Ladran, Sancho…
Ofensiva del frente nacional
y agudización de la disputa
Plan de evasión
La pérdida de la iniciativa oligárquica
y los tropiezos del frente nacional
¿Y ahora quién carga la mochila?

Fuentes consultadas:
EE.UU.: Wall Street Journal (WSJ). Gran Bretaña: The Economist (TE). Alemania: Deutsche Welle (DW)
China: Xinhua (XH). Rusia: Russia Today (RT). Irán: HispanTV (HTV).
Venezuela: Telesur (TS). Cuba: Cubadebate (CD). Colombia: El Tiempo (ET).
Argentina: Clarín (CL); Crónica (CA); Cronista Comercial (CR); La Nación (LN);
Miradas al Sur (MS); Página 12 (P12); Tiempo Argentino (TA).
La ‘mano invisible’ del mercado y la ‘mano visible’ de la planificación
Cosecharás tu siembra
El desorden económico en que se encuentra el mundo
adquiere, cada vez más, nuevos bríos y mayor velocidad,
poniendo de manifiesto a su vez el fin de la hegemonía de la
alianza anglo-estadounidense y sus potencias aliadas.
Esos ‘desequilibrios’ y conflictos, como venimos analizan-
do en esta publicación mes tras mes, han colocado en el
centro de la escena, cada vez con mayor fuerza, a la deno-
minada ‘área pacífico’. La vieja y cansada potencia occiden-
tal de posguerra, EEUU, con la más vieja y cansada aún Eu-
ropa occidental sobre sus espaldas, se dirigen a pasos
agigantados a enfrentarse con la estrella económica de los
últimos años, China, y con sus aliados Rusia, Irán, los BRICS
y hasta el G77 (que ya suma 133 países y que lejos de ha-
llarse ‘no alineados’, se alinean cada vez más en esta misma
tendencia).
Cada uno de estos bloques va con su historia, con sus vic-
torias y derrotas, con sus contradicciones no resueltas, pero
sin lugar a dudas, con mucha experiencia acumulada, a ese
enfrentamiento. Cada uno tiene lo que sembró y es hora de
cosechar.
Las potencias occidentales van con su enorme desarrollo
científico-tecnológico; con sus poblaciones acostumbradas a
‘sueños americanos’ y ‘estados de bienestar’ basados en la
expoliación y succión de riqueza creada en todas las zonas
‘periféricas’ del planeta; con un crecimiento cansino cer-
cano a cero (por no decir en recesión); con una ‘burbuja’ fi-
nanciera, producto del ‘apalancamiento’ para intentar darle
oxígeno en forma artificial a su economía, absolutamente
descontrolada; con sus sistemas bancarios y bursatiles lle-
nos de pus, creando países enteros como ‘paraísos fiscales’
donde las empresas trasnacionales pueden blanquear sus
ganancias sin pasar por los fiscos nacionales; con una de-
socupación galopante que se agrava en forma estrepitosa
en las franjas etáreas más jóvenes; con movimientos obre-
ros que no terminan de despertarse del ‘sueño del bienes-
tar’, que recién empiezan a olfatear que ese pasado no
vuelve más y que además fue a costa de sus hermanos de
otras partes del planeta, y que tal vez ese ‘tercer mundo’ les
esté indicando ahora el camino por donde puede llegar a
haber futuro.
Cuéntale a tu corazón, que existe siempre una razón
escondida en cada gesto. Del derecho y del revés,
uno sólo es lo que es y anda siempre con lo puesto.
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
Y no es prudente ir camuflado eternamente por ahí,
ni por estar junto a ti, ni para ir a ningún lado.
(Joan Manuel Serrat)
Podríamos seguir enumerando cualidades. Así van las po-
tencias occidentales a este enfrentamiento.
Del otro lado, el bloque conducido por la fuerza sino-rusa
–aglutinante también de los BRICS y de los G-77– va con la
necesidad y la capacidad de incorporar cada vez más capas
de población a niveles de vida que implican crecimiento y,
por lo tanto, garantía de fuentes de trabajo y de perspectiva
económica; con una heterogeneidad en sus filas que le ga-
rantiza creatividad por diversidad, pero también dificultades
en la unificación de criterios, principios y, por supuesto, tác-
ticas y formas; con la experiencia acumulada por el campo
socialista pero también con las contradicciones que el lla-
mado ‘socialismo real’ no llegó a resolver y la derrota a
cuestas que significó la caída de la Unión Soviética y todas
sus implicancias; con la acumulación histórica de desigual-
dades que sus respectivas burguesías nacionales –cuando
no fueron simplemente un apéndice de las grandes poten-
cias y los designios del ‘mercado mundial’ y de la división in-
ternacional del trabajo– apenas pudieron paliar en forma
parcial en determinados momentos y con fuertes alianzas
con los trabajadores de cada lugar, es decir, con sus luchas
de liberación nacional inconclusas y sus luchas de liberación
social, por su puesto, aún sin realizarse.
También aquí podríamos seguir enumerando. Pero cree-
mos que lo fundamental está dicho.
Así van, entonces, ambos bloques, a un enfrentamiento
que no puede evitar la conflictividad social y el permanente
estado de alerta por el estallido de ‘guerra social’ y de ‘gue-
rra civil’, poniéndose de manifiesto, una vez más, el carácter
de clase que el mismo tiene, aunque aparezca oculto y en-
redado bajo múltiples formas y combinaciones.
Quien no entienda esa esencia no podrá entender de qué
se trata y se verá sorprendido por los acontecimientos cons-
tantemente. Frente a los rayos y truenos que preanuncian
la segura tormenta apenas atinará a decir: “ojalá que no
llueva”.
En noviembre, varios escenarios de esa disputa cobraron
relevancia planetaria: la disputa por el control del ´area pa-
cífico’ con la creación de la APEC bajo la égida china; el ‘des-
tape’ de la función social cumplida por Luxemburgo como
‘agujero negro’ de las empresas trasnacionales, donde el
 Análisis de Coyuntura
capital se licúa y se reconvierte ‘mágicamente’ para ingresar
blanqueado nuevamente a los circuitos financieros de todo
el planeta; la guerra de monedas dólar/libra-yuan/rublo y la
repatriación por parte de algunos países de sus reservas en
oro, previendo un colapso financiero eminente; y, finalmen-
te, la guerra por el precio del insumo necesario por excelen-
cia para poner en funcionamiento, todos los días, la fábrica
mundial: el petróleo.
Recorreremos entonces cada uno de estos aspectos, sín-
tomas, como señalamos, del estado de las relaciones socia-
les de producción capitalistas en épocas de transición hacia
un futuro todavía incierto.
Las ‘luces rojas’ de EEUU & Cía
Ningún dato sobre el estado de situación de la economía
mundial generará, en el asiduo lector de esta publicación,
mayor sorpresa. Pero es importante saber que los propios
centros financieros y los grandes ‘craneos’ de las potencias
económicas de occidente son los que permanentemente
alertan al respecto, porque ello es una muestra clara de que
el problema está ahí, y que no hay ‘recetas mágicas’.
Según difunde el Foro Económico Mundial (FEM) –
precisamente uno de los centros de investigación y difusión
de las estadísticas económicas planetarias de las potencias
occidentales y de las empresas trasnacionales, no casual-
mente con sede en Suiza (el lugar ‘neutro’ en la guerra inte-
rimperialista para el resguardo de los capitales concentra-
dos)–, en su informe anual Perspectivas sobre la Agenda
Global 2015, “las 10 principales tendencias en el todo el
mundo que requieren atención inmediata y soluciones pro-
fundas para el el año próximo son: la mayor desigualdad en
los ingresos, el constante crecimiento del desempleo, la falta
de liderazgo, la mayor competencia geoestratégica, la debi-
lidad en la democracia representativa, la creciente contami-
nación en el mundo en desarrollo, la mayor ocurrencia de
eventos climatológicos graves, la exacerbación del naciona-
lismo, mayor tensión por el agua y la creciente importancia
de la salud en la economía” (XH 7/11).
Esta es la perspectiva entonces de los grandes centros fi-
nancieros para 2015. La economía no está cerca de salir del
pozo en el que se encuentra, ni las potencias occidentales
están cerca de generar las condiciones geopolíticas que ne-
cesitan para poder aplicar sus recetas. Ambas cuestiones se
muestran, a su vez, tal como son: dos momentos de una
misma cosa.
Según la consultora económica estadounidense Jerome
Levy Forecasting Center (famosa porque su fundador fue
uno de los que predijo la crisis de 1929 y porque sus equi-
pos técnicos anticiparon en 2007 el colapso de los créditos
hipotecarios denominados subprime), existe actualmente
3
“un 65% de probabilidades de que se produzca una recesión
a nivel mundial a finales del próximo año” (RT 12/11).
Más allá de qué uso le demos al término ‘recesión’ o a
partir de qué medición lo usemos, está claro que también
para esta usina de pensamiento de los grupos inversores, a
fines de 2015 vamos a estar peor.
Lo propio adevertía nada menos que el informe de no-
viembre de la OCDE (que reúne a las economías de las po-
tencias occidentales), acerca de que sus miembros crecerán
apenas un 1,8% este año y 2,3% el próximo, bajando así
medio punto lo previsto en mayo pasado (información pu-
blicada en TE 27/11).
Así lo explicaba incluso el propio vicepresidente de la Re-
serva Federal de los EEUU (FED, por sus siglas en inglés, o
sea, su Banco Central), Stanley Fischer: “Cada año (desde el
surgimiento de la crisis) hemos tenido que explicar a mitad
de ejercicio cómo el crecimiento global ha sido menor del
previsto sólo seis meses atrás. Estos decepcionantes indica-
dores no sólo han llevado a una revisión a la baja de las pre-
visiones de crecimiento a corto plazo, sino también a una
reevaluación general del crecimiento a largo plazo” (P12
16/11).
La situación se vio reflejada también en el informe final
de la Cumbre del G20, realizada durante el mes de noviem-
bre en Australia, dado a conocer por el primer ministro del
país anfitrión, Tony Abbott, luego de la deliberación durante
dos días de los jefes de Estado y los líderes de los países
responsables del 85% del PBI mundial. Según este docu-
mento, “la recuperación global es lenta, desigual y no está
creando los puestos de trabajo que se necesitan” (TA
17/11).
A esta altura del partido, hablar de ‘recuperación lenta’
más que un eufemismo resulta un sarcasmo.
Frente a esta situación, los líderes de las economías mun-
diales se propusieron “trabajar por aumentar su crecimien-
to un 2,1% adicional antes de 2018”. Ni hace falta meternos
a criticar las recetas, con el pronósitco nos alcanza: frente a
un crecimiento cercano a cero, en el que los pocos puntos
se explican por lo hecho por los países denominados ‘emer-
gentes’ (con China a la cabeza), las potencias occidentales
se prponen (sin aclarar cómo lo harán) ‘trabajar’ para sumar
(¡apenas!) 2 puntitos extras… ¡recién en el lejano 2018!
Para ello, el G20 se propone en su documento final, en los
puntos 5 a 7 del mismo, “beneficiar la oferta por medio de
la creación de un nuevo organismo supranacional que coor-
dinará la información vinculada a las obras de infraestructu-
ra de los distintos países. Se trata de una ‘plataforma de
apoyo’ a las inversiones en infraestructuras con el objetivo
de optimizar los grandes trabajos, dando fluidez a las rela-
ciones entre gobiernos, grupos privados, bancos de desarro-
llo y organizaciones internacionales” (TA 17/11).
ENERO DE 2015
4 Cosecharás tu siembra
Es decir que la receta consiste en empujar a los estados-
nación de los distintos puntos del planeta a endeudarse pa-
ra realizar obras de infraestructura que faciliten el libre
mercado. Por supuesto, las grandes empresas trasnaciona-
les (o sea, los capitales más concentrados a escala planeta-
ria) contarán con una ‘plataforma de apoyo’ para llegar rá-
pidamente con sus tentáculos a esos jugosos negociados y
poder así seguir expoliando a los pueblos de los rincones
más alejados del planeta. Todo ello controlado por un ‘or-
ganismo supranacional’. Como por el momento lo único su-
pranacional son las empresas trasnacionales, serán ellas
mismas las centralizadoras de la información, las ejecutoras
y sus propios órganos de control. ¡Fantástico!
Por supuesto, el G20 (o sea las grandes empresas trasna-
cionales y los gobiernos de las principales potencias econó-
micas del planeta, que vendrían a ser la misma cosa) se en-
cuentra preocupado por el alto nivel de desocupación. Por
ello, en el punto 9 del documento final, se propone “para
reducir los niveles de pobreza… reducir en un 25% la brecha
de participación laboral entre hombres y mujeres en 2025,
lo que derivará en la incorporación de 100 millones de muje-
res al mercado de trabajo en ese lapso” (TA 17/11).
Les faltó aclarar una cosita… esa nueva masa de mano de
obra, las 100 millones de mujeres que se incorporarán al
mercado laboral, ¿lo harán en las condiciones laborales
masculinas? Es decir, ¿lo harán cobrando lo mismo que los
hombres? ¿Cómo se controlará que ello suceda? La ‘expre-
sión de deseo’ formulada en el documento final del G20 es
de un profundo cinismo: las grandes corporaciones pelea-
rán por la incorporación al mercado laboral de 100 millones
de mujeres sencillamente porque ello significa mano de
obra más barata que la masculina, cuestión que arrastra mi-
les de años y que no será justamente resuelta de ninguna
manera por los propios capitales trasnacionales, responsa-
bles de la profundización a niveles extremos de la concen-
tración económica y la desigualdad. A lo que se aspira con
ello es, sencillamente, a reducir los costos de producción
por abaratamiento del costo laboral, en un mundo en cual
el desarrollo científico y tecnológico justamente permite la
incorporación masiva de la mujer a tareas que antes reque-
rían de la fuerza muscular masculina. Y todo ello bajo la
bandera de la ‘igualdad de oportunidades’.
Pero volvamos a los pronósticos 2015.
Luego de esta cumbre, una de sus estrellas, el primer mi-
nistro británico David Cameron sentenciaba: “Seis años
después de la crisis financiera que llevó al mundo al borde
del desastre, las luces rojas de advertencia parpadean una
vez más en el salpicadero de la economía mundial” (CD
19/11).
Sin embargo, al interior de la primera potencia económica
mundial, los EEUU, se insiste en que la economía de este
país se encuentra ‘fuerte’ y con tendencias ‘alentadoras’.
Según el Departamento de Comercio estadounidense, el
PBI está creciendo a un rítmo anual del 3,9% (el mes pasado
la misma tasa había sido estimada en 3,5%). El impulso, vale
la aclaración, se toma luego de que en el primer trimestre la
economía estadounidense se había contraído, con lo cual se
arranca de un piso lo suficientemente bajo como para que
el ‘salto’ parezca más de lo que en verdad es.
A su vez, como la economía de este país se mantiene a
flote desde hace muchos años a costa de endeudamiento
(se calcula el mismo en 17 billones de dólares, lo cual es
permitido por el resto de las economías mundiales, porque
si no no habría quién les compre sus enormes exedentes de
producción), la caída en el comercio mundial no le afecta
igual que a los demás países. Es decir, EEUU no exporta tan-
to como lo que importa. Si caen sus exportaciones, no se re-
siente tanto: de hecho, las exportaciones estadounidenses
aumentaron en 2014 apenas un 1%, mientras que las im-
portaciones lo hicieron en un 3%. Según el semanario britá-
nico The Economist, “mientras que las multinacionales es-
tadounidenses han visto sus ingresos en el extranjero
reducirse, los beneficios nacionales los han más que com-
pensado, por lo que los márgenes de beneficio global per-
manecen cerca de máximos históricos” (TE 27/11).
Es decir que, básicamente, la economía estadounidense
está creciendo por el consumo de su propio mercado in-
terno, pero como sabemos, este consume a base de crédito
ya no barato sino regalado (en eso consistió, en parte, la po-
lítica de la FED de ‘apalancamiento’ mediante inyección de
dólares a tasa cero) y eso hace crecer la ‘burbuja financiera’
y los peligros inminentes de explosión de la misma con el
consecuente quiebre masivo de la cadena de pagos.
Todo ello, suponiendo que los números estadísiticos ofi-
ciales estadounidenses fuesen creibles. Hemos visto al res-
pecto en números anteriores de esta publicación cómo la
caída en el desempleo en este país oculta en gran medida el
desasociego que provoca buscar trabajo y no encontrarlo,
con lo que en verdad lo que hay es menos gente que busca
trabajo, no menos gente sin trabajo.
El otro elemento que explica, al menos coyunturalmente,
este tibio crecimiento (repetimos, de la única de las poten-
cias económicas que puede mostrar al menos un tibio cre-
cimiento) refiere al impulso que tomó en los últimos años la
producción petrolera estadounidense en base a las técnicas
de fracturación hidráulica (fracking) para la producción de
shail-gas y shail-oil y que le permitió disputarle a los países
de la OPEP, fundamentalmente a Arabia Saudita, cuotas de
su propio mercado y del europeo, a costa de una feroz gue-
rra de precios (veremos este tema en detalle más adelante).
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
Decíamos entonces que este crecimiento se produce en
base a endeudamiento, es ficticio, porque más temprano
que tarde se materializará el incumplimiento del pago de
dicha enorme deuda. Pero nadie puede parar esa rueda.
Así lo explicaba nada menos que Paul Singer, a quien to-
dos nosotros conocemos por ser la cara visible del denomi-
nado ‘fondo buitre’ Elliott Management, que busca la des-
estabilización económica de nuestro país, justicia
neoyorquina mediante. Aquí lo tenemos tocando temas
verdaderamente importantes, como la salud de la economía
estadounidense: “No creemos que este optimismo esté justi-
ficado, y consideramos que muchos de estos datos son fa-
bricados o engañosos. (…) Una gran parte del crecimiento
económico y el empleo desde el inicio de la crisis ha sido un
crecimiento falso con muy pocas posibilidades de reforzarse
de por sí y ser sostenible. (…) Nadie puede predecir cuánto
tiempo pueden durar los gobiernos con un crecimiento falso,
dinero falso, puestos de trabajo falsos, estabilidad financie-
ra falsa, números de la inflación falsos y crecimiento de in-
gresos falso. (…) Cuando se pierde la confianza, esta pérdida
puede ser grave, repentina y simultánea en una serie de
mercados y sectores”.
Sabemos que este ‘fondo de inversión’, en el que se con-
centran grandes capitales trasnacionales, hace negocios con
todos, pero se encuentra políticamente vinculado, puertas
adentro de los EEUU, al partido Republicano. Con ello, sa-
bemos también que pertenece a los capitales alineados con
la industria armamentística y a los laboratorios estadouni-
denses. Es decir, lógicamente, sus comentarios tienen una
clara intencionalidad políticia, buscando minar la credibili-
dad de Obama. Pero en su ataque transparenta aquello ca-
da vez más evidente: la inviabilidad de la economía esta-
dounidense y la necesidad imperiosa por resolver el
problema mediante la destrucción de fuerzas productivas
sobrantes para el capital, tal como lo hizo ya en la primera y
segunda guerra mundiales. Sólo que ahora, una confronta-
ción bélica planetaria tendría carácter nuclear, con el riesgo
probable de la desaparición, por lo menos, de la especia
humana.
De acuerdo a lo expresado por Robert Reich, ex ministro
de Trabajo bajo la gestión Clinton, “el ingreso familiar pro-
medio registra hoy una contracción del 6 por ciento en rela-
ción con los niveles que tenía antes de la crisis de 2008. La
tasa de participación laboral es hoy en Estados Unidos la
más baja desde 1978. De los deudores hipotecarios, el 37
por ciento debe más por sus casas de lo que éstas valen. El
15 por ciento de la población está bajo la línea de pobreza y
el 24 por ciento de los niños norteamericanos se ubica por
debajo de esa misma línea. Diversos medios señalan que
buena parte del crecimiento reciente de la economía norte-
americana ha sido apropiado por un sector extremadamen-
5
te reducido de la población. Según el periódico conservador
Financial Times, las clases medias están ausentes de la re-
cuperación de los Estados Unidos” (P12 Cash 16/11).
Así es entonces como ¿crece?… la única potencia occi-
dental que dice hacerlo. El resto se encuentra ya por debajo
de la línea de flotación.
Europa creció el tercer trimestre un 0,2%, según la agen-
cia oficial de estadísticas Eurostat (lo cual fue tomado con
júblio porque se esperaba un 0,1).
Sin embargo, la propia Comisión Europea (CE) volvió a re-
ducir (una vez más… y van…) drásticamente los pronósticos
de crecimiento anual: 0,8% en 2014 (en lugar del 1,2% ante-
rior) y 1,1% en 2015 (en vez del 1,7% previo), según lo
anunció el Ejecutivo de la Unión Europea a comienzos de
noviembre (información publicada en DW 4/11).
Con esos datos, el PBI europeo sigue aún 2% por debajo
de su nivel anterior a la crisis global de 2008, hace ya seis
años.
El desempleo alcanza ya en la eurozona nada menos que
al 11,5% de la población activa (24 millones 400 mil perso-
nas), y la CE calcula que el mismo descenderá al 10,8 recién
en 2016.
Según la oficina de estadísticias oficiales del Viejo Conti-
nente, Eurostat, una de cada cuatro personas en la UE se
encuentra amenazada de caer en la pobreza o la exclusión
social.
La principal economía del continente, Alemania, viene de
una contracción en su PBI en el segundo trimestre del 0,2%,
y de nada menos que una reducción del 4% en su produc-
ción industrial, siendo esta la peor caída desde 2009. El ter-
cer trimestre no brindó datos más alentadores: crecimiento
cero, proyectándose un crecimiento anual para 2014 de
1,3% del PBI (se esperaba al menos un 2%) y del 1,1% para
2015. Ello, a pesar de que las exportaciones alemanas se re-
cuperaron tras la caída de agosto, subiendo 5,5 en septiem-
bre respecto al mes anterior.
Si así está la ‘locomotara’, imaginemos el resto de la for-
mación.
Francia espera crecer un 0,3% este año y un 0,7% el que
viene, en tanto que Italia espera caer un 0,4% este año y
apenas un 0,6% en 2015.
Mientras tanto, el crecimiento europeo se explica por el
desenvolvimiento de Polonia (0,9%), Grecia (0,7%), Eslova-
quia (0,6%) y España (0,5%).
Este último país, destacado por Eurostat debido a su de-
senvolvimiento, crecerá según la CE en todo el 2014 un
1,2%, proyectándose un 1,7% para el 2015.
Precisamente España tiene una deuda pública equivalen-
te al 98,4% de su PBI y en ascenso: 101,2% en 2015 y 102,1
en 2016. En Italia se calcula la misma en 135%.
ENERO DE 2015
6 Cosecharás tu siembra
En conjunto, la deuda externa total de los países de la
Unión Europea sobrepasa los 17 billones de dólares acumu-
lados por EEUU.
La pata que queda –aliada a las potencias occidentales
luego de la derrota sufrida en la Segunda Guerra Mundial y
el lanzamiento sobre su población por parte de EEUU de la
bomba atómica– es la economía japonesa. Pues bien, Ja-
pón, la potencia económica restante, se desplomó.
El tercer trimestre volvió a registrar datos negativos en su
actividad económica: contracción del 0,4% respecto al tri-
mestre anterior, y del 6,8% en términos interanuales. De es-
ta manera, Japón ingresó en lo que los economistas deno-
minan ‘recesión técnica’ (dos trimestres consecutivos de
caída en la actividad).
(Todos los datos tomados de los portales DW, RT, HTV,
XH y CD y de los diarios LN y P12).
China y ‘la mano visible’ de la planificación
Mientras esto sucede en las principales potencias econó-
micas, se insiste en culpar a China por provocar, o al menos
agravar, la desaceleración de la economía mundial.
En resumidas cuentas, la situación es la siguiente: desde
el año 1978 y durante más de tres décadas, el crecimiento
chino superó los 10 puntos porcentuales anuales, llegando
incluso entre 2003 y 2007 ha colocarse en un 11,5. China
tuvo ese crecimiento sustancialmente en base a su enorme
reserva de mano de obra campesina, en combinación con el
ingreso de las grandes empresas trasnacionales occidenta-
les, que le aportaron tecnología, todo dirigido férreamente
desde el gobierno del Estado por parte del Partido Comunis-
ta Chino.
En ese periodo, China llegó a crecer a más del 10% anual,
siendo un fuerte demandante de capitales y tecnología para
las grandes potencias, y de materias primas e insumos para
el resto del planeta, lo que a su vez aumentaba la demanda
de capitales y tecnología por parte de este ‘tercer mundo’
para lograr producir al ritmo de lo que China, entre otros
‘emergentes’, demandaba. De esta manera, cientos de mi-
llones de chinos fueron incorporados a la economía de mer-
cado en condiciones que están por encima de la línea de
pobreza.
Pero desde 2012, una vez obtenidos los resultados espe-
rados, al alcanzar niveles de productividad impresionantes
en la combinación de esa tecnología de las potencias occi-
dentales con la mano de obra propia, China ha decidido ca-
pear la crisis de la economía mundial reorientando su eco-
nomía hacia el desarrollo del mercado interno. Para ello, el
PCCh ha planificado la incorporación de aproximadamente
30 millones de campesinos por año a la economía de mer-
cado y a las relaciones laborales del mundo industrial, de
una reserva que aún cuenta con aproximadamente 800 mi-
llones de campesinos.
Por supuesto, ello requiere una finísima ingeniería que
planifique en materia de infraestructura, agua potable,
energía, vivienda, transporte, vestido, alimentos, etc.
Nada de ‘ojalá que no llueva’, sino que inclusive, cuando
es necesario, se corren las nubes y se despeja el cielo (lite-
ralmente), como lo mostró ante el mundo en los Juegos
Olímpicos de Pekín y, más recientemente, en la última
cumbre de la APEC, a la que nos referiremos más adelante.
En esa replanificación, China ajustó su crecimiento a un
7,5% anual. En la comparación con el resto de las econo-
mías del planeta Tierra, el crecimiento chino es asombroso,
pero para las potencias occidentales es ‘insuficiente’ e ‘in-
justo’, ‘arbitrario’ y ‘desconsiderado’, ‘totalitario’ y ‘perver-
so’.
Frente a ello, el PCCh, desde su máximo dirigente Xi
Jinping para abajo, ha salido a ‘explicarle’ al mundo su eco-
nomía planificada, acompañando hechos concretos en ma-
teria de complementariedad económica y acuerdos comer-
ciales y financieros ‘no usureros’.
“Existen ciertamente riesgos en la economía china, pero
no son tan terribles. (…) El desarrollo de China conlleva
enormes oportunidades y beneficios para la región de Asia
Pacífico y el mundo, y las oportunidades de negocio son du-
raderas e ilimitadas” (RT 9/11), explicaba, con paciencia
oriental, el presidente chino.
A este nuevo estado de situación, Xi Jinping lo denomina-
ba, frente a 1.500 líderes empresariales reunidos en la
Cumbre de la APEC, “nueva condición normal”, y explicaba
el contenido de la misma: “Primero, la economía ha pasado
de tener un crecimiento de alta velocidad a un crecimiento
de mediana a alta velocidad. Segundo, la estructura econó-
mica está siendo mejorada y modernizada de forma cons-
tante. Tercero, la economía está cada vez más dirigida por
la innovación en lugar de las materias primas y la inver-
sión”.
Según explica el portal de noticias Xin Hua, órgano de
prensa del PCCh para el mundo occidental, “la desacelera-
ción es una parte importante de la ‘nueva condición nor-
mal’, pero no lo es todo. La esencia de la ‘nueva condición
normal’ no es sólo la velocidad. Está más relacionada con
una mejor estructura económica que dependa más de la in-
dustria terciaria y de la demanda del consumidor, así como
de la innovación.
”Este cambio ya está ocurriendo. En los primeros tres tri-
mestres de este año, el consumo final rebasó la inversión y
contribuyó al 48,5 por ciento del crecimiento económico,
mostraron cifras oficiales.
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
”El valor añadido de la industria de servicios, el cual re-
presenta el 46,7 por ciento del producto interno bruto (PIB),
volvió a superar al de la industria secundaria.
”La industria de alta tecnología y la industria de fabrica-
ción de equipo crecieron 12,3 y 11,1 por ciento respectiva-
mente, notablemente más que la tasa de crecimiento indus-
trial promedio” (XH 10/11).
Nótese en los datos claramente cómo la etapa actual de
planificación económica china apunta por un lado al desa-
rrollo y consolidación de un mercado interno fuerte, que
garantice niveles de vida superiores, junto con una estabili-
dad férrea frente a los vaivenes de los mercados mundiales.
De hecho, en los tres primeros trimestres de 2014 se
crearon en China casi 11 millones de nuevos puestos de
trabajo, mientras que los ingresos promedio en la ciudad
subieron 6,9% y en el campo 9,7%. Ello se refleja también
en el desgloce del crecimiento, el cual se explica en un
48,5% por el consumo interno (superando a las inversiones,
que explican otro 41,5%). Por ello, el ‘sector servicios’ expli-
ca el 46,5% del PBI chino, significando ello un aumento de
1,2% respecto al mismo periodo del año pasado.
Hasta el diario alemán Die Welt explica este fenómeno de
la siguiente forma: “El crecimiento del sector servicios y la
demanda doméstica están desempeñando un papel cada
día más importante en el desarrollo económico general del
país” (reproducido en XH 17/11).
Al mismo tiempo, el gobierno chino apunta al desarrollo
de industrias de alta tecnología y la fabricación de maquina-
ria, es decir, al ‘sector I’ de la producción: la producción de
bienes de capital.
El enfrentamiento con quienes hasta el momento reina-
ron en ese terreno, EEUU y sus aliados europeos y japone-
ses, es inevitable. El mismo toma, en el terreno económico,
la siguiente conceptualización: mercado vs. planificación.
Así lo señala el propio órgano de prensa chino: “El acceso
más fácil al mercado y un mercado más eficiente también
vendrán con la ‘nueva condición normal’, bajo la cual el go-
bierno seguirá levantando las restricciones sobre la ‘mano
invisible’ del mercado y garantizará el adecuado papel de la
mano visible del gobierno.
”Dicho esto, la economía china bajo la ‘nueva condición
normal’ puede no sólo evitar el colapso previsto por algunos
pesimistas, sino que también puede brindar nuevas oportu-
nidades al mundo”.
La ‘mano visible’ de la planificación estatal bajo la direc-
ción del PCCh mete al mercado adentro y busca disciplinar-
lo. Con ello, invita al resto del mundo a un futuro con ‘opor-
tunidades’. Es inevitable imaginarse, luego de estas
palabras de Xi Jinping, una leve inclinación seguida de una
apenas esbozada sonrisa y el sostenimiento de la mirada
confiada.
7
Sobre ello parece advertir el gurú económico e inversor
trasnacional Jeffrey Sachs a sus propias filas: “En estos mo-
mentos en que el estatus geopolítico de China aumenta rá-
pidamente junto con su poderío económico, EEUU continúa
dilapidando su liderazgo mundial, debido a la irrestricta co-
dicia de sus elites políticas y económicas, y a la trampa que
se autoimpuso con la guerra perpetua en Medio Oriente. (…)
”Con el aumento de su poder económico, también llegó la
influencia geopolítica. Sus líderes son agasajados en todo el
mundo y muchos países europeos perciben a China como la
clave para un mayor crecimiento local. Los líderes africanos
ven a China como un nuevo socio indispensable para el cre-
cimiento, especialmente para el desarrollo de la infraestruc-
tura y los negocios. De forma similar, los estrategas econó-
micos y líderes de negocios latinoamericanos consideran a
China al menos tanto como a EEUU. (…)
”La cantidad de iniciativas chinas es impresionante. En
2013, el país lanzó cuatro grandes proyectos que prometen
darle un papel mucho más amplio en el comercio y las fi-
nanzas mundiales. Se unió a Rusia, Brasil, la India y Sudáfri-
ca para establecer el Nuevo Banco de Desarrollo, que tendrá
base en Shanghai. Un nuevo Banco Asiático de Inversión en
Infraestructura tendrá sede en Pekín y ayudará a financiar
proyectos de infraestructura en la región. El cinturón eco-
nómico de la Nueva Ruta de la Seda buscará conectar a Chi-
na con las economías de Asia Oriental, Asia del Sur, Asia
Central y Europa, con una red ampliada de ferrocarriles, au-
topistas, energía y fibra óptica. Y la nueva Ruta Marítima de
la Seda del Siglo XXI busca potenciar el comercio oceánico
en Asia Oriental y el océano Índico” (LN 30/11).
Sachs advierte entonces sobre el peligro geopolítico que
significa seguir permitiendo que China crezca y que lo haga
con su actual orientación. La pérdida de hegemonía esta-
dounidense es evidente. A la vez, la reflexión del gurú eco-
nómico nos permite adentrarnos en el siguiente punto: ¿en
base a qué crece cada uno? ¿Cuál es su propuesta para el
resto de los habitantes del planeta?
Dime cómo creces y te diré quién eres
Mes tras mes analizamos en esta publicación la situación
del ‘apalancamiento’ con el que EEUU ha intentado reacti-
var la alicaída economía planetaria tras el derrumbre de
2008/9.
A través de la emisión de moneda, su Banco Central, la
FED, ha inundado el mundo con dólares inyectados a través
de la compra masiva de bonos (70 mil millones de dólares
por mes hasta enero del presente año) y con una política de
crédito barato con tasas cercanas a cero, buscando con ello
incentivar el consumo y la inversión. Ya vimos que nada de
ello ha sucedido.
ENERO DE 2015
8 Cosecharás tu siembra
La ‘burbuja’ financiera creada a partir de ese crédito bara-
to es inconmesurable, y desde hace tiempo que todos espe-
ran el inminente ‘estallido’, las quiebras en cadena y las
consecuentes corridas bancarias, cambiarias, etc. (volvere-
mos sobre esto más adelante).
Frente a esa situación, la FED comenzó a ensayar un pro-
gresivo quite de inyección, reducciendo paulatinamente la
compra masiva de bonos, lo cual concluyó en octubre. Es
decir que noviembre fue el primer mes a prueba sin ese pa-
quete de estímulo. La tasa cero se mantuvo y no hay pers-
pectiva de que vaya a subirse en el corto plazo.
Paralelamente, EEUU comenzó a presionar fuertemente a
sus aliados para que ‘oxigenen’ un poco ellos la economía
mundial, repitiendo el paquete de estímulos a través de los
bancos centrales europeo y japonés.
Ello fue lo que comenzó a suceder, claro que con diferen-
cias: en Europa está Alemania, que se niega férreamente a
financiar al resto, porque sabe que en el colapso su econo-
mía sería devorada… una vez más. Perdería nuevamente la
guerra… esta vez sin sacar los soldados de los cuarteles.
Por esto, en el Viejo Continente, luego de mucha dicusión
y presiones, terminó tomando forma un tímido estímulo:
sobre el final de noviembre, el presidente de la Comisión
Europea, Jean-Claude Juncker, jaqueado por las acusaciones
de ser el constructor del paraíso fiscal luxemburgués (tema
sobre el que volveremos más adelante) anunció el proyecto
de inversiones por 315 mil millones de euros, destinados a
reactivar el crecimiento. Sin embargo, para dejar conforme
a Alemania, principal aportante al Banco Central Europeo, el
plan promete no tocar nuevos aportes de los estados-
nación. El Fondo Europeo para la Inversión Estratégica se
apoyará en el presupuesto europeo y en el Banco Europeo
de Inversiones (BEI), brazo financiero de la UE, quien apor-
tará 21 mil millones de euros en garantía para atraer a los
inversores privados.
Pero… ¿por qué irían las inversiones hacia Europa, donde
el consumo se encuentra por el piso, como lo muestran los
síntomas de deflación (generalizada caída de los precios por
no encontrar las mercancías mercados para realizarse).
El eurodiputado Dimitrios Papadimulis sentenció al res-
pecto: “El paquete está vacío. Es una gota de agua en el
mar. Es ‘business as usual’, una Europa dominada por Ale-
mania y una fuerte austeridad”. Lo propio indicaba la Con-
federación Europea de Sindicatos: “La Comisión parece es-
perar un milagro, como la multiplicación de los panes”, a lo
que Jyrki Katainen, comisario a cargo del Crecimiento y el
Empleo europeos contestaba: “Se trata de un programa de
inversiones. No de una varita mágica” (LN 27/11).
Rapidamente, también llegaba la crítica de los sectores fi-
nancieros más concentrados de la economía mundial, en la
voz de uno de sus órganos de prensa predilectos, el sema-
nario londinense The Economist: “Para empezar, el plan no
comenzará hasta mediados de 2015 como muy pronto. El
gasto extra que se espera que engendre entonces se exten-
derá a lo largo de tres años. Por otra parte, la mayor parte
de € 315 mil millones del Sr. Juncker se basa en la ingeniería
financiera, mediante garantías públicas de pequeñas sumas
de dinero, con la esperanza de aprovechar en un montón de
capital privado –del cual una parte se habría prestado de
todos modos a otros proyectos. Incluso los € 16 mil millones
que están siendo promocionados como ‘dinero nuevo’ son
ilusorios; casi todo se recicla a partir de fragmentos no utili-
zados del presupuesto de la UE. Otro pedazo viene de esa
perenne expansión del Banco Europeo de inversiones (BEI),
pero esta institución es notoriamente lenta y cautelosa
acerca de cualquier proyecto de riesgo.
”La Comisión espera que los gobiernos nacionales apoyen
su plan de inversión con aportaciones propias. Pero las posi-
bilidades de que eso ocurra parecen remotas cuando Ale-
mania, con mucho, el más grande y más solvente, está ha-
blando sólo de gastar € 10 mil millones en inversión pública
en tres años y, aun así, sin relajar su promesa de equilibrar
el presupuesto del próximo año. (…)
”Que el Sr. Juncker presente este paquete como la res-
puesta a estancamiento de la economía de hoy es en el me-
jor de los casos falso, en el peor deshonesto. También puede
ser peligroso, ya que ofrecerá cobertura a los gobiernos a
mantener su contracción fiscal en un momento en que debe-
rían estar haciendo lo contrario” (TE, traducción propia,
27/11).
El mensaje es claro: el plan de inversiones llega tarde y no
cuenta ni contará con los recursos necesarios para instru-
mentarse. El título de la nota lo dice todo: “Tocando el arpa
mientras arde Europa”.
Lo que los mercados financieros reclaman es más ‘apa-
lancamiento’ al estilo de la FED, es decir, inyección de dine-
ro mediante emisión y acumulación de deuda. Esas deudas
son, antes de empezar, impagables. El ‘plan de rescate’ para
esas deudas vendrá después.
Claro que el grueso de los países europeos, si no todos,
habrán perdido entonces el control absoluto de sus sobera-
nías económicas y, por que no, políticas. Ese será el precio
para ‘salir de la recesión’. Por ello, el desguace del narcótico
‘Estado de Bienestar’ resulta indispensable, porque sólo a
partir de allí vendrán las condiciones sociales y políticas que
le permitirán a las empresas trasnacionales romper por fin
todas las barreras nacionales a la circulación de bienes, ser-
vicios y personas, es decir, el libre-mercado global.
Esta es la causa por la que Alemania sigue resisiténdose a
jugar el papel de ‘locomotora’ hacia dicho abismo.
En ese sentido, la pulseada, coyunturalmente, la ganó
Alemania, aunque eso no es definitivo. Por ahora no habrá
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
‘relajación cuantitativa’ (es decir, emisión de moneda e in-
yección a bajo costo en los mercados de inversión) sino que
se la intentará evitar con este ‘Programa de Inversión’, rea-
lizado con capitales a los que se espera ‘atraer’ asegurándo-
les ganancias que, al mismo tiempo, sólo se concretarán si
Europa sigue avanzando en el desguace de su ‘Estado de
Bienestar’ de posguerra.
La voz para exigir ese desguace, mediante paquetes de
ajustes y recortes, sigue siendo, como desde hace años, el
gobierno de la alemana Angela Merkel. Durante noviembre,
en ese sentido, la Canciller volvió a exigir que las ‘reformas’
y ‘recomendaciones’ realizadas por la CE sean vinculantes,
es decir, que no se puedan ‘no hacer’, avanzando así un po-
co más sobre las ya atribuladas soberanías nacionales de los
estados-nación de ese continente. No es cuasual que crez-
can, entonces, por izquierda y por derecha, los llamados
‘euroescepticismos’.
Mientras tanto, quien ya no pudo resistir la presión esta-
dounidense, debido a su debilidad política y económica en
ascenso, fue nada menos que la segunda potencia econó-
mica mundial, Japón. Luego de intentar estimular la econo-
mía con tasas incluso negativas (sí, prestando dinero a costo
para quien lo presta) y con una recesión arrastrada durante
años, el Banco de Japón anunció la emisión de moneda e in-
yección en el mercado de 705 mil millones de dólares todos
los años hasta que la economía japonesa salga de la defla-
ción, por medio de la compra de bonos del Gobierno.
Es decir, Japón incrementará enormemente su deuda,
buscando con ello estimular el gasto y la inversión privada.
Estas compras anuales representan más del 15% del PBI ni-
pón. La deuda pública japonesa ya asciende a casi 2 veces y
medio su PBI (actualmente es del 240%) y esto la hará cre-
cer aún mucho más, igual que al déficit, el cual ya está cer-
cano al 8% anual. Por lo tanto, cualquier inversión en dicho
país o vinculada a su economía será considerada, induda-
blemente, de ‘alto riesgo’. Los peligros de ‘no pago’ son
enormes y se incrementan ostensiblemente, lo cual se refle-
jó en la votación del directorio del Banco Central japonés:
triunfo de los ‘flexibilizadores cuantitativos’ por apenas un
voto, 5 a 4.
Esta es la consecuencia del golpe de gracia que el ‘desas-
tre ecológico’ tras el tsunami de marzo de 2011 dio a la
economía japonesa, debido al fracaso de su política de
desarrollo de energía nuclear. Desde entonces, en materia
energética, casi todo es importación, con el consecuente
peso que eso significa en los costos de producción. Segura-
mente, la ‘timba’ del precio del petróleo a futuro (tema so-
bre el que volveremos en detalle más adelante) hizo ilusio-
nar a los mandatarios japoneses con una pequeña luz de
esperanza. Lo más probable, en cambio, es que Japón esté
9
entregando sus últimos jirones de soberanía a las empresas
trasnacionales estadounidenses.
Así van entonces los EEUU, junto con sus aliados euro-
peos y japoneses, a enfrentarse con China. Con un creci-
miento basado en hipotecar (aún más) el futuro, es decir,
en base a endeudamiento y consumo actual de bienes y
servicios que quedarán sin pagar, a costa de cargarlo sobre
la mochila de las futuras generaciones. Pero, se sabe, eso
funcionó por un breve periodo de tiempo, porque esas
‘burbujas’ estallan más temprano que tarde. La crisis de
2008 fue un claro ejemplo de ello. Ahora, sólo falta saber
por dónde comenzará el quiebre de la cadena de pagos ac-
tual.
Mientras tanto, como vimos, China crece al 7 y medio por
ciento anual. Pero además, lo hace haciendo crecer en for-
ma planificada su mercado interno y, conjuntamente con
ello, expande su influencia geopolítica y económica por el
conjunto del planeta.
Ejemplo de este proceso lo tenemos en el recientemente
creado Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura,
que reúne a 22 países asiáticos. El entendimiento para la
puesta en funcionamiento fue firmado a comienzos del mes
de noviembre, un año después de que el presidente chino
Xi Jinping presentara la propuesta ante el Foro de Coopera-
ción Económica Asia-Pacífico (APEC), en la ciudad de Bali,
Indonesia, a fines de 2013.
El Banco de Inversión del Pacífico tendrá su sede en Bei-
jing, igual que el Banco de Desarrollo del grupo BRICS, im-
pulsado en la reunión de Fortaleza, Brasil, hace apenas unos
meses atrás. Contará con un capital suscrito de 50 mil mi-
llones de dólares y un capital autorizado de 100 mil millo-
nes, de los cuales China aportará la mitad y la India será la
segunda mayor accionista.
Con estas cifras, el nuevo Banco de Inversiones asiáticas
se propone competir con el Banco Asiático de Desarrollo,
que se encuentra bajo la égida de los EEUU a través del
Banco Mundial y que cuenta con 165 millones de dólares de
capital.
Vale recordar que desde hace tiempo China venía recla-
mando la reforma de los organismos multilaterales de cré-
dito, como el FMI y el Banco Mundial, para tener la cuota de
decisión correspondiente con el peso actual de su econo-
mía. Como EEUU se negó a ello, China ‘amenazó’ con crear
sus propios organismos. Ni más ni menos que lo que esta-
mos viendo.
Por supuesto, la disputa económica es, en realidad, una
muestra de la disputa geopolítica de fondo. Así lo explica en
un análisis al respecto el portal de noticias cubano Cubade-
bate: “En este sentido, las operaciones de los bancos regio-
nales de desarrollo son fundamentales para comprender los
alcances del ‘poder blando’ (soft power). Desde su funda-
ENERO DE 2015
10 Cosecharás tu siembra
ción, tuvieron como objetivo complementar las funciones
del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial
como entidades proveedoras de crédito. El combate a la po-
breza y los programas de transferencias hacia los sectores
más desfavorecidos de la población, sirvieron como instru-
mentos paliativos de las contradicciones del capitalismo pe-
riférico a fin de garantizar el protagonismo de Estados Uni-
dos en la economía mundial. En otras palabras, el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Africano de
Desarrollo y el Banco Asiático de Desarrollo, tuvieron como
leitmotiv apuntalar la expansión de las Corporaciones Mul-
tinacionales (CMN) y al mismo tiempo, mantener acotada la
esfera de influencia económica y política de la Unión de Re-
públicas Soviéticas y Socialistas (URSS) en los países del Ter-
cer Mundo.
”En plena Guerra Fría, el Banco Asiático de Desarrollo
quedó bajo la órbita de los intereses geoeconómicos y geo-
políticos de Estados Unidos con el apoyo incondicional de
Japón. Tal y como ocurre con el FMI y el Banco Mundial, go-
bernados desde 1944 por europeos y estadounidenses res-
pectivamente, Tokio conserva la presidencia del Banco Asiá-
tico de Desarrollo hasta la fecha. De manera aplastante,
Japón y Estados Unidos se mantienen como los accionistas
mayoritarios con 31.23 por ciento del capital suscrito y 25
por ciento del poder de voto. En contaste, China continental
y Hong Kong poseen de manera conjunta 7 y 6.21 puntos
porcentuales respectivamente.
”Sin embargo, más allá de cuestiones relacionadas con la
falta de representatividad, los proyectos de infraestructura
representan un soporte clave sine qua non resulta imposible
mantener altas tasas de crecimiento económico en el largo
plazo. La acumulación capitalista en escala global se orienta
cada vez más hacia el Este y el continente asiático requiere,
urgentemente, movilizar recursos para conectar las cadenas
regionales de valor, por ejemplo, a través de la ‘Ruta de la
Seda del Siglo XXI’, un cinturón económico que incluye una
extensa red de ferrocarriles de alcance continental que vin-
culará a China con Asia Central, Rusia, Europa y quizás Me-
dio Oriente. Según las estimaciones del Banco Asiático de
Desarrollo tan sólo entre 2010 y 2020 se requerirán 8 billo-
nes de dólares para proyectos nacionales y 290 mil millones
de dólares para proyectos regionales en materia de infraes-
tructura. Sin embargo, los préstamos otorgados por el Ban-
co Asiático de Desarrollo por un monto de 10 mil millones de
dólares en términos anuales, son abiertamente insuficientes
para satisfacer el nivel de demanda de crédito” (CD 4/11).
Para financiar esos emprendimientos que ponen en prác-
tica, desarrollan y profundizan las relaciones económicas,
sociales y culturales de China en el ‘area Pacífico’ fue creado
entonces este Banco de Inversión. Sin lugar a dudas, esto
aumenta la influencia geopolítica china en la región. De he-
cho, tanto los EEUU como Japón y Australia se opusieron fé-
rreamente al mismo, amenazando con ‘sanciones comercia-
les’ a los países asiáticos que aceptaran. Pero ni así.
En el mismo sentido, sobre el final del mes de noviembre,
se realizó en Tarija, Bolivia, una nueva cumbre del Grupo de
los 77 países (que en rigor de verdad ya son 133) más China,
para discutir fundamentalmente las cuestiones relacionadas
con el manejo de los recursos naturales, elemento central
en cualquier planificación económica. Las conclusiones de
dicho encuentro fueron plasmadas en su documento final y
en la creación de una ‘Junta’ de alto nivel para asesora-
miento a los países miembro sobre “el uso sostenible de los
recursos naturales y en beneficio de las poblaciones”.
Vale la pena, en este sentido, reseñar los 24 puntos acor-
dados:
“1. La gobernanza de los recursos naturales, parte del
principio de la propiedad imprescriptible y la soberanía de
los pueblos en la administración de estos recursos, es a
partir de ello que las acciones conjuntas y el ejercicio de este
principio de autoridad pública por parte de los Estados y sus
instituciones, les permite elaborar sus políticas, marco fiscal,
regulación sectorial y ambiental, para el funcionamiento de
los sectores extractivos y los mecanismos del Estado para
captar el ahorro y definir el uso de las rentas de los sectores
extractivos de recursos naturales para el beneficio sosteni-
ble de las naciones.
2. Estas políticas deben estar diseñadas de tal manera
que permitan participar a todos los actores de la vida eco-
nómica y social de los pueblos, empoderando a estos últi-
mos respecto al uso y destino de los recursos naturales, ya
que el fin último de la explotación de los mismos es gene-
rar beneficios duraderos para los pueblos.
3. Los beneficios de la explotación de los recursos natura-
les deben reflejarse en el desarrollo económico y social de
nuestros países, los cuales requieren una administración
eficiente que maximice los mismos, para su posterior asig-
nación orientada a la reducción de la pobreza, el desarrollo
industrial en sectores no relacionados con el sector extracti-
vo y la diversificación de las matrices productivas de los paí-
ses.
4. Para ello es necesario fortalecer las capacidades y res-
ponsabilidades de los gobiernos, acompañados de un marco
legal sólido, fundado en una estructura regulatoria e ins-
trumentos y medidas de política, que permitirán una in-
dustrialización segura, inclusiva y sostenible.
5. De acuerdo a estos lineamientos, podemos mejorar la
distribución horizontal de los ingresos, a través de instru-
mentos como las transferencias condicionadas a los sectores
más vulnerables, destinados a la protección de la niñez, la
maternidad y la vejez entre otros.
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
6. De esta manera, es necesario construir instituciones
transparentes que permitirán mejorar los ingresos de la
renta directa de los recursos naturales, a través de las re-
galías, impuestos y otros mecanismos utilizados en los paí-
ses del G77.
7. Además, la participación activa del estado es un ele-
mento clave para la regulación de los recursos, así como en
la concentración de los excedentes y una distribución equi-
tativa, consecuente con un desarrollo planificado de las
economías.
8. Es importante resaltar la necesidad de introducir pro-
gresos cualitativos y cuantitativos en el conocimiento pro-
pio, para profundizar la incorporación de valor agregado a
través de la industrialización y para superar el dilema de los
recursos naturales.
9. Los procesos de nacionalización se han implantado en
algunos países, el desarrollo de los mismos se han realizado
bajo escenarios de democracia, los cuales están rompiendo
los paradigmas pasados, apuntando a relaciones público-
privadas sostenibles en el tiempo.
10. Concebimos el cambio estructural como un cambio
cualitativo de la economía, con el desarrollo del conoci-
miento, la intensidad tecnológica y la diversificación indus-
trial.
11. Los países miembros del G77 tienen abundantes re-
cursos naturales y enfrentamos un mundo con comercio in-
ternacional predominado por el precio de las manufacturas.
Por lo tanto, en la actualidad las regiones no se benefician
de la misma forma.
12. La diversificación industrial es un mecanismo para ge-
nerar efectos multiplicadores en otros sectores de las eco-
nomías, en particular, a través de las cadenas de valor en la
manufactura, agricultura, minería, recursos forestales y sus-
titución de importaciones entre otros. Entonces, la diversifi-
cación industrial está asociada a una disminución de la de-
pendencia de unos cuantos sectores productores
estratégicos basados en recursos naturales.
13. Por todo ello, nuestros pueblos deben plantear una vi-
sión del desarrollo e industrialización con un enfoque de
modernidad, competitividad y dinamismo, a nivel individual,
regional y global.
14. Uno de los requisitos para el cambio estructural e in-
dustrialización es contar con recursos suficientes para el fi-
nanciamiento de proyectos y el desarrollo del conocimien-
to. De esta manera, reconocemos que “Individualmente
podemos avanzar más rápido, pero juntos podemos llegar
más lejos”.
15. Los países miembros del G77 reconocen la necesidad
urgente para un desarrollo industrial inclusivo y sostenible,
para promover el crecimiento económico sostenible, la erra-
dicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. Existe un
11
gran potencial para explorar los recursos naturales de un
modo diferente y con mayores beneficios a través de la adi-
ción de valor, transformación estructural y diversificación
industrial de nuestras economías.
16. El Desarrollo Industrial Inclusivo y Sostenible es un
concepto importante que necesita ser traducido en indica-
dores concretos que reflejen las realidades de desarrollo de
los países del G77, tomando en consideración las diferencias
en sus características y prioridades.
17. Las políticas industriales son la clave en la búsqueda
de la industrialización inclusiva y sostenible. Ellas necesitan
coherencia con las políticas nacionales sectoriales para en-
lazar los sectores público y privado y que se superen las res-
tricciones actuales al desarrollo, tales como la Enfermedad
Holandesa y el logro de la acumulación de capital y conoci-
miento.
18. Las experiencias de los países miembros del G77, en
términos de transformación estructural de sus economías y
el logro de la diversificación industrial, han sido altamente
diversas. Existe una necesidad de incrementar las mejores
prácticas e intensificar la cooperación entre los miembros, a
través de la Cooperación Sur-Sur, incluyendo parques indus-
triales, transferencia de tecnología, además de asegurar la
calidad y los estándares que mejoren el acceso a los merca-
dos e incrementen la competitividad.
19. Existe la necesidad para implementar modelos de aso-
ciación innovadores para un desarrollo industrial inclusivo y
sostenible, a nivel nacional, regional e inter-regional, que in-
cluyan todos los actores relevantes; público, privado y otros,
que sean facilitados efectivamente por instituciones de
desarrollo internacional, tales como Naciones Unidas.
20. Los esfuerzos de industrialización deben ser cumpli-
dos en un marco de eficiencia de los recursos y producción
limpia, de manera que se logre una economía circular posi-
tiva. Crear sectores económicos en armonía con el me-
dioambiente, como ser, las industrias de reciclaje y servicios
medioambientales, exhibiendo un gran potencial para la
creación de nuevos empleos y promover el crecimiento eco-
nómico sostenible.
21. Los países miembros del G77 saludan el Objetivo 9 del
reporte del Grupo de Trabajo Abierto sobre Objetivos de
Desarrollo Sostenible en ‘Infraestructura Resiliente, indus-
trialización sostenible, inclusiva e innovación’. El G77 reco-
noce la necesidad de asegurar que permanezca, en la última
fase de negociaciones intergubernamentales sobre el objeti-
vo 9, en la agenda de desarrollo post 2015.
22. Los países miembros del G77 piden a ONUDI y a las
Comisiones Regionales intensificar sus esfuerzos para apo-
yarlos en materia de gobernanza de los recursos naturales y
en el logro de un desarrollo sostenible e inclusivo.
ENERO DE 2015
12 Cosecharás tu siembra
23. Los países miembros del G77 proponen hacer de las
Conferencias de Ministros de Industrialización un evento re-
currente. Además proponen la conformación de una Junta
de Asesoramiento de Alto Nivel sobre la Gobernanza de
Recursos Naturales e Industrialización y que funcione pe-
riódicamente, actuando a solicitud de cualquier Estado
Miembro del Grupo.
24. Los países miembros del G77 saludan a Sudáfrica co-
mo el siguiente Presidente para el año 2015, quien se ofre-
ció como anfitrión para una reunión técnica de discusión so-
bre la gobernanza de los recursos naturales y la
industrialización” (citado en TS 29/11, subrayado nuestro).
Soberanía sobre los recursos naturales con empodera-
miento de los pueblos, diversificación industrial, coopera-
ción y desarrollo sostenible son, junto a la idea de ‘juntos
llegamos más lejos’, los conceptos centrales de la cumbre
del G77 más China, como propuesta alternativa a las pro-
puestas de ‘crecimiento por apalancamiento financiero’ im-
pulsadas por EEUU y sus aliados.
Aquí también vemos que el enfrentamiento se torna
inevitable.
En ese proceso, China afianzó este mes aún más los lazos
con su ‘socio estratégico’, Rusia, ampliando el acuerdo so-
bre provisión de gas, meses después de haber sellado el
pacto para el suministro gasífero por 400 mil millones de
dólares. Ahora, el mismo se amplía en 30 mil millones de
metros cúbicos de gas adicionales (el anterior acuerdo era
por 38 mil millones de metros cúbicos), a ser provistos por
Rusia desde sus depósitos en Siberia Oriental. Con ello, Chi-
na se convierte en el mayor comprador mundial de gas ru-
so, en un momento crítico por la situación en Ucrania y la
provisión de gas a Europa (información consginada en CR
10/11).
Paralelamente, China avanzó en distintas instancias en
sus acuerdos de libre-comercio con Australia, Corea del Sur
y Nueva Zelanda, todos países bajo la órbita de influencia
anglo-estadounidense en el Pacífico, que ya las viejas po-
tencias no pueden contener.
Pero, sin lugar a dudas, el hecho más importante en esta
disputa por el control del ‘area pacífico’ lo significó la 22°
Cumbre de Líderes Económicos del Foro de Cooperación
Económica Asia-Pacífico (APEC), realizada en Beijing duran-
te los días 10 y 11 de noviembre. La misma se desarrolló ba-
jo absoluto control chino y dio por tierra con el intento de
EEUU y sus aliados (en este caso del Pacífico) de formar un
Área de Libre Comercio Transpacífico, bajo la égida de EEUU
y sin China.
La influencia china en la región es un hecho y EEUU no
puede evitar entonces su presencia. Pero tampoco puede
evitar impulsar los negocios de las empresas trasnacionales
estadounidenses y aliadas en la zona Pacífico. El propio pre-
sidente Obama lo resaltaba en la Cumbre de Beijing:
“Deseamos que China tenga éxito. (…) Competimos por ne-
gocios, pero también buscamos cooperar en una amplia va-
riedad de desafíos y oportunidades compartidas. (…) La re-
gión es una oportunidad increíble para la creación de
empleo y el crecimiento económico de Estados Unidos. (…)
Para los próximos cinco años, se prevé que casi la mitad del
crecimiento económico que se registre fuera de Estados
Unidos tenga lugar justamente aquí, en Asia” (XH 11/11).
Un día antes, el propio Obama había criticado a China por
no abrir suficiente ¿sus mercados? y por el control político
sobre la economía ejercido por su gobierno. El problema es-
tá, y no se puede mirar para otro lado. Cada uno llega a este
enfrentamiento, como dijimos, con sus mochilas a cuestas.
Según el propio matutino local La Nación, órgano de
prensa de los sectores terratenientes y agroindustriales más
concentrados de nuestro país y aliado incondicional de las
políticas anglo-estadounidenses en la región, que habitual-
mente denosta en sus páginas a la política y la economía
chinas y a los acuerdos alcanzados por nuestro país con ese
gigante asíatico en los últimos tiempos, ya no se puede ta-
par el sol con las manos: “Dispuesta a consolidar definitiva-
mente su jerarquía de potencia global en expansión, China
desplegó en la cumbre del Foro de Cooperación Económica
Asia-Pacífico (APEC) su creciente poderío, que hasta ayer le
permitió cerrar varios frentes diplomáticos y sellar pactos
militares y comerciales con las principales economías del
mundo.
”Mientras remendaba la relación con Japón, China tam-
bién cerraba un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur,
con la que mantiene una excelente sintonía desde la llegada
de la presidenta Park Geun-hye al poder.
”El pacto elimina las tarifas chinas para los textiles y la
electrónica coreanos. Ambos países mantienen un inter-
cambio comercial en torno a los 228.290 millones de dóla-
res, favorable a Corea del Sur en más de 60.000 millones de
dólares.
”Con la intención de exhibirse en la cumbre como un país
pujante y consciente de su responsabilidad en la estabilidad
de la economía global, China también logró el apoyo de las
21 economías que agrupan a más de la mitad del comercio
mundial a una “hoja de ruta” que prevé a crear una zona de
libre comercio en la región Asia Pacífico (Ftaap, por sus si-
glas en inglés). De avanzar, sería el mayor bloque de libre
comercio del mundo y tendría a Pekín como su conductor”
(LN 12/11).
Clarito: el bloque asiático quedó bajo égida china y la
APEC se devoró los intentos estadounidenses de conducir
los acuerdos de libre-comercio ‘transpacíficos’. Y ello junto
a la expansión de la influencia de su liderazgo mundial, con-
duciendo un bloque diverso, desigual y pujante. De acuerdo
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
a un artículo publicado por politólogos estadounidenses en
el portal de análisis “The National Interest”, los expertos in-
dican que “la principal cuestión en la política internacional
actualmente no es si Pekín será seducido, incentivado o in-
cluso obligado a unirse al existente sistema internacional de
liberalismo. (…) Lo que está pasando en lugar de esto es un
esfuerzo concertado de los poderes emergentes para cons-
truir paralelamente arquitecturas multilaterales desviándo-
se del orden liberal, lo que transformará la política y eco-
nomía internacional de manera fundamental” (reproducido
en RT 12/11).
A eso, nosotros le decimos ‘transición’.
La ‘guerra de monedas’ y el ‘estado de la
burbuja’
Este escenario de confrontación entre bloques económi-
co-políticos –uno liderado por EEUU junto a sus aliados eu-
ropeos y otro conducido por la dupla sino-rusa– también se
ve reflejado en una constante ‘guerra de monedas’, en la
que el yuan se apresta para convertirse en la moneda prefe-
rida para el intercambio internacional, reemplazando al dó-
lar estadounidense.
En ese proceso de internacionalización de la moneda chi-
na, el gigante asiático continuó avanzando en el mes de no-
viembre con la permuta financiera bilateral con diferentes
países del orbe, permitiendo con ello realizar transacciones
comerciales sin depender de la moneda estadounidense, lo
que obviamente le brinda una mayor ‘libertad’ económica.
Este mes fue el turno de Canadá (acuerdo por 32.790 millo-
nes de dólares), Alemania (liquidación directa de divisas
yuan-euros a través de Frankfurt, capital financiera euro-
pea), Qatar (intercambios directos de moneda o swaps con
un país que se encuentra en el sistema del petro-dólar) y,
por supuesto, Rusia, país con el que el intercambio en yua-
nes se ha incrementado, sólo en lo que va del año, un 800%
(toda la información consginada en los portales XH y RT).
Al respecto, el propio Joachim Nagel, miembro de la ad-
ministración del Banco Federal Alemán, señalaba: “Pronto el
renminbi (otro nombre para denominar al yuan) podría con-
vertirse en la divisa de reserva internacional” (RT 18/11).
La utilización del yuan o renminbi ha crecido en forma
exponencial en los últimos años: mientras que en 2011
apenas 900 instituciones financieras de todo el mundo ope-
raban con esta moneda, actualmente son alrededor de 10
mil las que lo utilizan (información consginada en RT 19/11).
Mientras eso sucede con la moneda china, la cual se
afianza en base al crecimiento real de su economía, el dólar
no deja de perder influencia y de generar desconfianza,
porque su base es cada vez más volátil, al emitirse e inyec-
tarse sin ninguna correlación con la economía real, en una
13
desesperada búsqueda por ‘incentivar’ las inversiones y el
consumo.
Así las cosas, como ya hemos mencionada más arriba y
hemos explicado en detalle en números anteriores, la ‘bur-
buja’ de los precios ‘apalancados’ no deja de crecer.
Hasta el propio diario financiero estadounidense The New
York Times titulaba una nota al respecto: “Bienvenidos al
boom de todo, o quizás a la burbuja de todo”, al tiempo que
explicaba: “Acciones y títulos públicos, mercados emergen-
tes y economías avanzadas, torres de oficinas urbanas y
propiedad agraria, lo que se le ocurra, está a precios altos
en relación con los fundamentos” (reproducido en P12 Cash
16/11).
Nadie sabe, a ciencia cierta, de qué tamaño es la burbuja.
Solamente por la inyección de la FED en los últimos años,
fueron incorporados a los circuitos financieros más de 3 bi-
llones de dólares mediante la compra de bonos del go-
bierno estadounidense, que ya tiene una deuda, como diji-
mos más arriba, de por lo menos 17 billones de dólares
acumulada.
Lo que sí se sabe es que, frente a la pretensión del go-
bierno argentino con el apoyo del G77 más China para que
se legisle en materia internacional contra los fondos espe-
culativos o ‘buitres’, el G20 trató el tema en su cumbre en
Australia y lo dejó asentado en su documento final, a pesar
de que al igual que en la ONU meses atrás, EEUU, Alemania,
Japón, Inglaterra y la propia Australia volvieron a insistir en
el rechazo a la resolución adoptada entonces y a proponer
que el tema sea tratado por los organismos multilaterales
de crédito bajo su égida, fundamentalmente el FMI.
Es que avanzar contra la especulación financiera significa
avanzar, objetivamente, contra el conjunto del sistema ban-
cario, y eso sólo para empezar.
Uno de los principales nichos donde anidan estos capita-
les especulativos reside en el acopio y la redistribución de
materias primas, permitiéndoles ello ‘jugar’ como actores
privilegiados con la votalidad de los precios de las mismas.
Según un informe publicado por el propio Congreso de los
EEUU en noviembre, “a partir de 2008, Goldman Sachs, JP
Morgan Chase y Morgan Stanley se han embarcado en acti-
vidades relacionadas con las materias primas físicas por va-
lor de varios miles de millones de dólares, ya sea controlan-
do o siendo propietarios de grandes stocks” (CR 24/11).
En el año 1999, los grandes bancos estadounidenses lo-
graron una modificación en la ley de ese país para que les
sea permitido realizar negocios especulativos con el precio
de los commodities, lo que ha hecho crecer sus inversiones
en ello en forma exponencial. Más tarde, en 2003, la FED
autorizó a estos bancos a comprar directamente stocks de
esos mismos productos primarios, con lo cual los mismos
ENERO DE 2015
14 Cosecharás tu siembra
bancos lo acopian y especulan con bonos derivados de pre-
cios a futuro.
Según el propio informe del Congreso estadounidense re-
señado por el matutino local El Cronista, “el grado de diver-
sificación que han alcanzado los principales grupos banca-
rios estadounidenses en los mercados de materias primas es
impactante. Entre todos poseen depósitos de commodities,
centrales eléctricas, minas de carbón, oleoductos y yaci-
mientos de gas natural” (CR 24/11).
La centralización del capital financiero (fusión del capital
industrial con el bancario) es abismal. La cartelización, la
manipulación de los precios, el acopio y la extorsión inclusi-
ve a países enteros si no se acomodan a las políticas im-
puestas por esos grandes capitales, a través de los organis-
mos internacionales controlados por ellos mismos, resulta
desde hace mucho una práctica habitual.
Precisamente, en noviembre, como resultado de la feroz
disputa entre capitales hiper-concetrados, estalló el escán-
dalo de uno de los ‘paraísos’ en los que las grandes empre-
sas trasnacionales ‘lavan’ sus ganancias logrando, entre mu-
chas otras cosas, evadir las cargas fiscales de sus respectivos
países.
A comienzos de noviembre, se revelaba una trama de
evasión multimillonaria a través de Luxemburgo, país que es
un gran agujero negro que absorbe ganancias de todas par-
tes del planeta mediante un sistema bancario que permite
el mayor de los ocultamientos, para entregar –comisión su-
culenta mediante– esos capitales a sus dueños originales
luego de haber sido blanqueados mediante diversos meca-
nismos financieros.
El más común de ellos es el otorgamiento por parte de un
banco de esta enorme red (en la que está todo el sistema
bancario mundial involucrado) de un crédito ficticio, me-
diante el cual uno puede hacer figurar como ‘capital presta-
do’ por el banco dinero que en realidad le pertenece de an-
tes. De esta manera, la obtención de ese capital y su
posterior cuota de ganancia será perfectamente legal, me-
diante algún negocio lícito. Parte de esas ganancias, el grue-
so de ellas en realidad, podrá nuevamente ser fugada hacia
Luxemburgo para volver a ingresar, lavado mediante, al cir-
cuito legal. Y así sucesivamente, hasta el infinito.
Según la información publicada, más de 340 multinacio-
nales (entre las que se encuentran Pepsico, HSBC, Amazon,
Fiat, Accenture, Deutshce Bank, JP Morgan Chase, P&G, Ap-
ple, Gazprom AIG y FedEx) firmaron acuerdos secretos con
el gobierno luxemburgués para desviar hacia allí miles de
millones de dólares y euros en utilidades, evadiendo así ci-
fras millonarias en impuestos. Para que nos demos una idea
de la magnitud de la evasión, la última empresa menciona-
da, FedEx, logró gravar el 0,25% de sus ingresos y evadir el
99,75% restante (información consignada en CL 6/11).
Por supuesto, Luxemburgo es miembro de la UE pero
además es precisamente Jean-Claude Juncker, actual presi-
dente de la Comisión Europea (CE), uno de los responsables
de montar este enorme ‘paraíso fiscal’ durante más de
veine años, siendo él ministro de finanzas y luego primer
ministro luxemburgués.
Frente a semejante ‘burbuja’, a la caída de la moneda de
referencia hegemónica y a la descomposición absoluta del
sistema bancario (con Luxemburgo como ‘paraíso de la po-
dredumbre’) algunos países, como Holanda, han comenza-
do a repatriar en secreto sus reservas en oro depositadas en
EEUU. No es que Holanda se ‘espante’ por el tamaño y la
profundidad de la especulación. País pirata por excelencia,
simplemente toma recaudos frente a la perspectiva cierta
de un colapso del dólar y conjuntamente con ello de la eco-
nomía de mercado dirigida por EEUU. No vaya a ser cosa
que después sea imposible recuperarlo (por las buenas). La
operación, que ha durado varios meses, ha sido revelada
ahora por el propio banco central de este país, quien indicó
que fueron repatriadas 120 toneladas de oro valoradas en
aproximadamente 4 mil millones de euros (información to-
mada del portal Dutch News, reproducida en RT 25/11).
El petróleo y la ‘guerra a cualquier precio’
Venimos analizando en esta publicación, mes tras mes, el
intento de EEUU y sus aliados europeos por modificar el
escenario político de Medio Oriente (el intento por cam-
biar los régimenes políticos de por lo menos siete países,
según lo declarara un propio general estadounidense me-
ses atrás) y con ello, controlar el petróleo de esta región,
fuente energética esencial para la industria y el transpor-
te mundial. Por el momento, ningún otro tipo de energía
está en condiciones de reemplazar al petróleo. Y Medio
Oriente en ello es, por sus enormes reservas, la región
petrolera por excelencia.
Este mes asistimos (en realidad comenzó unos meses an-
tes, pero cobró impacto planetario en noviembre) a una fe-
roz guerra de precios en torno a este insumo esencial para
poner en marcha, cada día, la maquinaria mundial.
Noviembre culminaba con el precio promedio del barril
de petróleo en los principales centros abastecedores a 70
dólares o menos, lo que significa entre un 30 y 40 % de caí-
da del precio del oro negro desde que se desató la ‘guerra
de precios’, en junio pasado.
En el medio, se realizaba una cumbre de urgencia de los
países miembro de la OPEP –productores de 30 millones de
barriles de petróleo diarios, que ejercen el control sobre las
cuatro quintas partes (4/5) de las reservas de petróleo
realmente probadas en todo el planeta y que explican un
tercio de la producción diaria– para discutir las medidas a
tomar frente a la caída estrepitosa de los precios.
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
Previo a la cumbre, mucho se especulaba con el anuncio
de una fuerte disminución de la producción de petróleo,
buscando con ello sostener los precios. Inclusive, países
como Venezuela, Ecuador e Irán hacían públicas referencias
a su deseo de que ello ocurriera, para terminar con la espe-
culación que había hecho reducir los precios del petróleo in-
ternacional y que afectaba seriamente a sus economías ex-
portadoras.
Sin embargo, lejos de ello, la OPEP anunció que no dismi-
nuiría la producción y que soportaría la caída en los precios,
precisamente porque ella era provocada buscando desesta-
bilizar a los principales productores.
¿Cómo se explica este comportamiento? Vayamos despa-
cio.
Por un lado, debemos explicarnos qué es lo que está en
juego. Se trata del mercado del insumo por excelencia para
la industria y el transporte mundial. En los últimos años,
EEUU, buscando desprenderse de su depedencia en la im-
portación de petróleo de países como Irán y Venezuela, po-
líticamente adversos, pero fundamentalmente de los países
de Medio Oriente, entre los que consigue aliados políticos
pero siempre a cambio de sostener las cuotas de compra de
petróleo de dicha región, y buscando a su vez reducir sus
costos de producción, ha dado un fuerte impulso al desarro-
llo de la técnica de fracturación hidráulica (conocida como
fracking), tanto de petróleo como de gas. La misma consis-
te, precisamente, en la fractura de roca subterránea por
medio de presión hidráulica, lo que libera petróleo y gas
contenido dentro de las mismas. El riesgo ambiental de di-
cha técnica aún no ha podido ser medido con exactitud, pe-
ro los sismos provocados al interior del propio EEUU, en las
zonas periféricas a los pozos de fracking, anuncian un pron-
to desastre ecológico.
Lo cierto es que, hasta no hace mucho, el costo de produ-
cir un barril mediante esta técnica se calculaba entre 60 y
80 dólares, con lo cual EEUU se encaminó a elevar fuerte-
mente su producción, convirtiéndose en el primer produc-
tor mundial de crudo y a buscar, mediante una feroz guerra
de precios, desplazar primero del mercado norteamericano
y luego del europeo a los países de la OPEP, principalmente
a Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes, quitándoles impor-
tantes porciones de sus tradicionales mercados.
Con ello, el precio del petróleo empezó a caer en las bol-
sas, controladas por EEUU y sus aliados. Frente a tal situa-
ción, los 12 países miembros de la OPEP debatieron entre
dos opciones: o bien reducir la producción diaria de petró-
leo, lo que permitiría tal vez sostener el precio del barril pe-
ro a cambio de arriesgar importantes cuotas de mercado es-
tadounidense y europeo; o bien aceptar el convite a la
‘guerra de precios’, no resignando cuotas de mercado, y ver
‘quién aguanta más’.
15
La decisión adoptada fue la segunda. ¿En qué se basa la
misma? Centralmente en dos cuestiones de corto y me-
diano alcance: la primera, que los costos de producción del
barril de petróleo, por ejemplo para Arabia Saudita, es de
apenas 10 dólares, mientras que el petróleo por fracciona-
miento (esquisto) asciende, según los cálculos más optimis-
tas por los últimos avances tecnológicos, a 50 dólares. Este
último dato se supo en medio de la guerra de precios, por lo
cual está sujeto a precisión en los próximos meses. Insisti-
mos: hasta no hace muchos meses atrás, el costo era de en-
tre 60 y 80 dólares por barril. Por lo tanto, se apuesta a que
EEUU no pueda sostener por mucho tiempo la producción
‘artificialmente’ realizada a esos costos, por lo que el precio
volvería a elevarse, regulándose alrededor de los 100 dóla-
res por barril.
La segunda de las razones es que los pozos de esquisto se
agotan mucho más rápidamente y la producción de los
mismos disminuye drásticamente con el correr de los me-
ses. A diferencia de lo que sucede con los pozos convencio-
nales, que cuentan con indicadores estables de largo plazo
en su extracción, “los proyectos de esquisto muestran un
inicial salto en la extracción en los primeros años seguido
por una drástica caída. En promedio, la extracción cae el 60-
91% en tres años” (RT 28/11).
A eso apostó entonces la OPEP, fundamentalmente bajo
la égida de Arabia Saudita, quien más tenía para perder en
la disputa por cuotas del mercado occidental. Pero también
a ello se avinieron Rusia y hasta los propios Irán, Venezuela
y Ecuador, quizás los más afectados en sus cuentas en el
corto plazo.
Aquí, mas allá de los acuerdos comerciales que puedan
establecerse para compensar tal situación, es evidente que
se apuesta al mediano y largo plazo, con la profundización
de la crisis de la hegemonía anglo-estadounidense y la tran-
sición hacia nuevas relaciones sociales a escala planetaria.
Según los cálculos realizados hasta el momento por el
propio ministro de finanzas ruso, Anton Siluanov, su país
perdió con la caída actual del precio del petróleo aproxima-
damente 100 mil millones de dólares, mucho más que los
40 mil millones de dólares perdidos por el conjunto de san-
ciones comerciales aplicadas por EEUU y Europa a partir de
la situación desatada en Ucrania meses atrás. De hecho, a
partir de la guerra de precios petrolera, el rublo (la moneda
rusa) se devaluó entre un 30 y un 40%, como resultado de la
especulación producida por la caída del ingreso de dólares
al país (información consignada en CR 25/11).
Como vemos, todo empuja a Rusia a afianzar sus lazos
con China, apoyándose como ya dijimos en la venta de gas
para el desarrollo infraestructural e industrial de dicho país.
Venezuela, por su parte –y según aseguraba su propio
presidente Nicolás Maduro–, “perdió 30% de sus ingresos en
ENERO DE 2015
16 Cosecharás tu siembra
dólares” (CR 17/11) por la caída del precio del crudo, por lo
que concurrió a la cumbre de la OPEP con su ministro de Re-
laciones Exteriores Rafael Ramirez insistiendo con que “el
tema no es ni siquiera la reducción, sino cuánto. Eso sí hay
que esperar (...), pero sí pareciera que hay una cantidad im-
portante de petróleo en exceso en el mercado. (…) Cien dó-
lares por barril es el precio deseable para Venezuela” (LN
16/11). Como esto no ocurrió, se vio forzado por la situa-
ción a profundizar rápidamente la diversificación de sus ex-
portaciones de crudo, aumentando principalmente su su-
ministro a China y a la India, para dejar de depender del
consumo estadounidense. Las exportaciones hacia ese país
se han reducido ya, en forma planificada en los últimos 10
años, en un 49%. Ese es el camino a seguir, según lo indica-
ba el propio ministro del Petróleo venezolano, Asdrúbal
Chávez: “Nuestras tarea es seguir diversificando nuestros
mercados. (…) Vamos a seguir incrementando los suminis-
tros a Asia, India y China” (RT 7/11). El país caribeño expor-
ta actualmente 2,43 millones de barriles por día, de los cua-
les 500 mil encuentran destino en China, mientras que otros
400 mil lo hacen en los puertos de la India.
La economía venezolana depende aún en gran medida de
la exportación de petróleo, contando con la mayor reserva
mundial de hidrocarburos líquidos, la Faja Petrolífera del
Orinoco “Hugo Chávez”, con más de 297 mil millones de ba-
rriles de crudo en sus cuencas y una extensión total de 55
mil kilómetros cuadrados.
Como vemos, en todas las opciones aparece el nombre de
China. Precisamente por ello, en la cumbre del G20 a que
nos hemos referido más arriba, el presidente Xi Jinping pre-
sentó también su propuesta en la materia: “Establecer una
asociación para la cooperación energética, promover un
mercado energético global libre y abierto que cuente con
una competencia ordenada y una supervisión eficaz, mante-
ner conjuntamente la estabilidad energética del mercado y
los precios, mejorar el rendimiento energético, formular y
desarrollar los principios globales de la gobernanza energé-
tica, a fin de conformar un nuevo modelo de cooperación de
negociaciones en condiciones de igualdad y desarrollo co-
mún entre el consumidor, el productor y los países de tránsi-
to” (XH 17/11).
Es decir, nuevamente, la apuesta a la multipolaridad en
las decisiones estratégicas planetarias, en este caso sobre la
producción, al acaparamiento y el abastecimiento, precio
mediante, del insumo fundamental para la maquinaria
mundial, el petróleo.
Conjuntamente con esta exhortación a los líderes de las
potencias mundiales, Jinping anunció la publicación regular
de las reservas de crudo chinas, gesto que de imitarse por
los principales productores daría mayor transparencia al
mercado. Como vemos, también en esta materia China está
dispuesta a introducirse en las contradicciones del mercado
capitalista, para intentar dominarlo desde dentro.
Concentración, desigualdad y el problema de
siempre: el valor
Hemos dejado para lo último la manifestación cuantitati-
va quizás más impactante del grado de contradicción alcan-
zado por el desarrollo del sistema de relaciones capitalistas:
el alto nivel de socialización de la producción junto al exor-
bitante nivel de concentración de la propiedad alcanzado.
Ello se hace explícito en los números de la concentración
económica y de la desigualdad social. Según el último in-
forme presentado en noviembre por la ONG Intermón
Oxfam (que prepara informes para el Foro Económico Mun-
dial), “la mitad más pobre de la población mundial posee la
misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo.
Siete de cada diez personas viven en países donde la de-
sigualdad económica ha aumentado en los últimos 30 años.
En los Estados Unidos, el 1% más rico ha acumulado el 95%
del crecimiento con posterioridad a la crisis de 2009, mien-
tras que el 90% más pobre de la población se ha empobreci-
do aún más.
”El último cuarto de siglo ha sido testigo del aumento de
la concentración de la riqueza en manos de un menor núme-
ro de personas. Este fenómeno mundial es la causa principal
por la cual el 1% de las familias del mundo posee casi la mi-
tad (el 46%) de la riqueza mundial. Por su parte los ingresos
de la mitad más pobre de la población es menor que la de
las 85 personas más ricas del mundo.
”La paradoja es que el escenario de crisis económica no
sólo ha agravado la situación de la multitud de pobres en el
mundo sino que ha incrementado el número de los selectos
miembros del club de multimillonarios que superan los 1000
millones de dólares de fortuna personal. Durante el pasado
año 210 personas se han sumado a los 1426 privilegiados
que superan los 1000 millones de patrimonio. Siendo, según
el informe, la sumatoria de sus fortunas la inimaginable su-
ma de 5,4 billones de dólares. Igualmente es probable que
en realidad la concentración de riqueza sea mucho mayor,
dado que una considerable cantidad de los ingresos de los
más acaudalados se ocultan en los diversos paraísos fiscales
esparcidos en el mundo. Se calcula que la cifra de fortunas
no registradas superan los 18,5 billones de dólares a escala
planetaria” (TA 3/11).
Inclusive, dentro de la principal potencia económica, los
EEUU, de acuerdo a lo consignado por el informe anual del
Credit Suisse sobre riqueza mundial, “en un lapso de tan so-
lo tres años, de 2011 a 2014, la mitad de los estadouniden-
ses de clase media perdió casi la mitad de su participación
en el conjunto de la riqueza nacional, pasando de de un
2,5% al 1,3%. (…) La participación de 36 millones de perso-
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
nas de la clase media-alta en la riqueza nacional se redujo
del 13,4% al 11,9%, (…) la clase media estadounidense tenía
en 2011 un total de 1,5 billones de dólares. Ahora su riqueza
se ha reducido a 1,1 billones de dólares. Una gran parte de
esta se encuentra en propiedades inmobiliarias. (…) En tres
años, cada familia media del 1% (algo más de un millón de
hogares) incrementó su patrimonio neto en unos 4,5 millo-
nes de dólares; en tres años cada familia media del 0,1%
(algo más de 100.000 hogares) incrementó su patrimonio
neto en unos 18 millones de dólares; en tres años cada fami-
lia media del 0,01% (12.000 hogares) incrementó su patri-
monio neto en unos 180 millones de dólares; en tres años,
un miembro medio de la lista Forbes 400 aumentó su patri-
monio neto en unos 2.000 millones de dólares”.
Lo propio sucede si miramos la economía mundial en su
conjunto. Según el mismo informe. “la riqueza mundial pasó
de 224 billones de dólares a 263 billones de dólares en tres
años. El 1% más rico del mundo, que era dueño de un poco
menos de 100 billones de dólares en 2011, ahora posee casi
127 billones de dólares. Por cada dólar que poseían hace só-
lo tres años, ahora tienen un dólar y cuarto” (RT 4/11).
Mientras estos datos de concentración de la riqueza y de-
sigualdad social no dejan de sorprender por su magnitud, la
lucha entre capitales y las fusiones a gran escala no se de-
tienen ni por un instante, alcanzando un nuevo record
anual: el total de adquisiciones de empresas estadouniden-
ses hasta el momento alcanzó los 1,5 billones (millones de
millones) de dólares, 50% más que en el mismo periodo del
año pasado (información consignada en The Wall Street
Journal, reproducida localmente en LN 18/11).
Junto con las fusiones, por supuesto, llegan los ajustes y
los reemplazos de mano de obra por robótica, consecuencia
del desarrollo científico tecnológico puesto al servicio de la
competencia entre capitales y la ganancia empresaria. Mu-
chas veces hemos hecho mención en esta publicación a los
estudios y las estimaciones realizadas por las propias uni-
versidades estadounidenses, que calculan un reemplazo de
mano de obra por robótica en la industria para los próximos
20 años de alrededor del 47%.
De acuerdo a un informe publicado por el matutino local
La Nación, basado en los datos proporcionados por la Singu-
larity University de la NASA, reconocida mundialmente jus-
tamente por el desarrollo en avances tecnológicos y su apli-
cabilidad, “los avances en inteligencia artificial y robótica
han permitido el desarrollo de vehículos autotripulados, sis-
temas de diagnóstico de enfermedades mucho más precisos,
métodos de análisis financiero y económico más completos
que los elaborados por seres humanos, entre otros avances.
La velocidad con que se producen estos cambios es vertigi-
nosa y los efectos de las reglas con las que funciona la tec-
nología (mayor velocidad y capacidad de procesamiento a
17
menor costo en intervalos rápidos) están impactando sobre
muchos aspectos de la vida.
”Parece ciencia ficción hoy, pero el día en que un robot-
odontólogo pueda realizar tratamientos no está muy lejos.
Una vez que eso sea posible y al robot lo afecten las reglas
de la tecnología (cada vez mejor y más barato), ¿quién va a
querer visitar un humano-odontólogo? Lo mismo aplica a
cientos de otras actividades como, por ejemplo, conducir un
camión o un avión. Los robots no sufren estrés, no piden
aumentos salariales y su único objetivo es cumplir una fun-
ción.
”Hace algunos años quienes estaban bajo amenaza eran
las personas que hacían trabajos manuales en las fábricas,
los empleados de las agencias de viajes y los cajeros de los
bancos. Hoy, los afectados son muchos más: médicos, ana-
listas financieros, taxistas y camioneros, contadores, abo-
gados, profesores, soldados, bomberos, etcétera. (…)
”Los robots y los sistemas inteligentes seguirán transfor-
mando el mundo en que vivimos en los próximos años. Sue-
na amenazante, pero lo mismo deben haber sentido los
agricultores en medio de la Revolución Industrial.
”Las personas, las organizaciones y los países deberían es-
tar pensando cómo adaptarse para tomar posiciones de va-
lor en este futuro que cada vez es más presente” (LN 18/11).
‘Capacidad de adaptación a lo inevitable’, propone el cro-
nista de La Nación. La disputa por los mercados entre los
grandes capitales trasnacionales, resultado de la competen-
cia necesaria en las relaciones de producción capitalista,
profundizará el desarrollo científico tecnológico para tal fin,
garantizando la reproducción ampliada de determinada
porción del capital. El resto, sencillamente sobra. A lo sumo,
sobrevivirán quienes se inserten como mano de obra hiper-
calificada para el control y desarrollo de esa misma tecnolo-
gía. En eso constite la capacidad de adaptación. El cupo es,
evidentemente, muy limitado. El resto, quedaremos fuera
de toda posibilidad.
Es lógico a su vez que, con semejante ‘ejército de reser-
va’, el costo de la mano de obra tienda a bajar por ‘exceso
de oferta’. Basta observar los números señalados al co-
mienzo de este artículo sobre la desocupación en los países
centrales para proyectar el futuro inmediato de seguirse las
actuales tendencias, sin encontrarse cómo resolver el pro-
blema.
Propuestas como las alemanas y francesas para flexibili-
zar aún más sus mercados laborales señalan el camino pro-
puesto. En Francia, de hecho, se está debatiendo la posibili-
dad de congelar por tres años el salario, como medida para
mejorar la competitividad empresaria (información consig-
nada en DW 23/11).
Frente a este camino, ‘desguace’ de los Estados de Bie-
nestar europeo mediante, habíamos comenzado a notar en
ENERO DE 2015
18 Cosecharás tu siembra
los últimos meses cierta reacción por parte de los movi-
mientos obreros de los distintos países, incrementándose
notoriamente el número de huelgas y de movilizaciones so-
bre todo en los meses de septiembre y octubre.
Dicha tendencia volvió a ratificarse en noviembre: repeti-
das huelgas del personal de aerolíneas en Portugal, en re-
clamo para que se cumplan los acuerdos pactados en 2011
en relación “al reparto de los beneficios derivados de la re-
ducción de personal” (DW 1/11); huelgas en Alemania de los
maquinistas de trenes por aumento salarial y reducción de
la jornada de trabajo (DW 5/11) y de pilotos de la aerolínea
Lufthansa contra la ofensiva patronal por atrasar la edad de
retiro y modificar el régimen jubilatorio, buscando con ello
reducir sus costos (DW 30/11); protestas masivas en Italia
convocadas por sindicatos de base, organizaciones estu-
diantiles y activistas sociales contra las políticas de austeri-
dad del gobierno de Mateo Renzi y el rechazo a reformas
laborales y educativas, al presupuesto aprobado para 2015
y a la privatización de los servicios públicos, junto a huelgas
del sector transporte por aumentos salariales (HTV 14/11);
el llamado en este mismo país a una huelga general para el
próximo 12 de diciembre convocada conjuntamente por la
Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) y la Unión
Italiana del Trabajo (UIL) contra la flexibilización laboral y de
los despidos (HTV 19/11); protesta conjunta de los emplea-
dos de Wal-Mart en los EEUU por bajos salarios (HTV
16/11); protestas estudiantiles en Inglaterra contra el au-
mento de los costos en la educación superior, exigiendo
además su gratuidad (HTV 19/11); huelga de empleados del
Servicio Nacional de Salud, también en Inglaterra, nuclea-
dos en once sindicatos diferentes, por aumento de salarios
(HTV 25/11); huelga general convocada por la central sindi-
cal de trabajadores estatales (ADEDY) y la central sindical de
trabajadores privados (GSEE), junto a movilizaciones masi-
vas en Grecia contra las políticas de ajuste y la negociación
del gobierno con ‘la troika’ (CE, BCE, FMI) (DW 27/11); y, fi-
nalmente, movilizaciones masivas en España, conocidas
como ‘Marchas de la Dignidad’, en más de 40 ciudades, con-
tra los planes de ajuste y en rechazo a la política bipartidista
PP-PSOE, organizadas por más de 135 organizaciones civiles
y políticas, entre ellas Podemos, Alternativa Republicana,
Plataforma de Afectados por la Hipoteca y el Movimiento
15M (HTV 29/11).
Crecen entonces las huelgas y las protestas protagoniza-
das, fundamentalmente, por los trabajadores organizados
sindicalmente y por organizaciones populares, sociales y po-
líticas.
Sin embargo, todas ellas, como vemos claramente, se rea-
lizan en forma defensiva, buscando sostener ese pasado de
‘Estado de Bienestar’ que no vuelve más.
Precisamente por ello, hemos dejado para lo último la
realización de la Conferencia de la Central de Trabajadores
de Londres durante el mes de noviembre, titulada Latin
American 2014, en la que se debatió y se destacó la bús-
queda de una salida política por parte de los trabajadores
europeos organizados, mas allá de las aspiraciones econó-
mico-gremiales y con la mirada puesta en el ejemplo de los
pueblos de nuestra Patria Grande.
En tal sentido, la vicepresidenta de Sertuc, la regional de
trabajadores del sudeste inglés, explicaba: “América latina
es un ejemplo descollante para Europa. Tenemos mucho que
aprender de su historia y sus luchas”, a lo que otro de los
panelistas, el diputado laborista Chris Williamson, agregaba:
“Lo que tenemos que ver acá en Europa es cómo incorporar
estas políticas de América latina a nuestros propios proce-
sos políticos”.
Estuvieron presentes como panelistas también nada me-
nos que la hija mayor del Che Guevara, la doctora Aleida
Guevara (quien hace poco inauguró en nuestro país, en la
provincia de Córdoba, el primer hospital con médicos cuba-
nos para la cura de las cataratas mediante la denominada
‘Operación Milagro’), y la gremialista del sindicato de aero-
navegantes y actual embajadora de nuestro país en Gran
Bretaña, Alicia Castro, quien sintetizaba al concluir el cón-
clave: “Se puede decir que un fantasma recorre Europa, el
fantasma de las lecciones que se pueden aprender sobre
América latina. (…) Nuestra esperanza es que América latina
pruebe que es posible otro mundo y que hay alternativas
económicas y sociales en el siglo XXI” (P12 1/12).
Como ya dijimos, todos cargamos con nuestras historias,
nuestras victorias y derrotas, y todas nuestras contradiccio-
nes no resueltas, a cuestas.
El enfrentamiento que se pone de manifiesto entre blo-
ques económico-políticos –tal como lo hemos mostrado en
detalle a lo largo del presente artículo– tiene en su esencia
carácter social, es decir, de clase. Nos demos cuenta o no, a
ese enfrentamiento nos dirijimos, por no decir que en él ya
estamos, cargando cada uno su propia mochila.
ENERO DE 2015
El despertar de los pueblos en el derrumbe del imperio

Detrás del muro

“Despertarás entonces, desarmado y cautivo.
Y como quien regresa, a la casa en que fue niño
todo parecerá más pequeño, más oscuro
el horizonte, la llama y el futuro.
Y entonces, dime, qué harás”
Ismael Serrano

Como vimos en el artículo anterior, la crisis económica de El sueño americano

2008 ha abierto un proceso de concentración de la riqueza “Teníamos un sueño, americano,
a niveles colosales. Dos datos signaron durante el mes de sueño capitalista, del Tío Sam.
noviembre este hecho: los montos de fusiones de empresas Ir subiendo exitosos, los escalones
han batido récords históricos en lo que va del año y el 1% pisando la cabeza, de los demás”
más rico ya controla más de la mitad del PBI global. Agarrate Catalina
Las cifras negras de la situación económica se apilan mes
Durante el mes pasado, las elecciones de medio término
a mes, y, como siempre remarcamos, acarrean profundas
en Estados Unidos dejaron de manifiesto una vez más la cri-
implicancias en la (im)posibilidad de construcción de un or-
sis política que atraviesa la hegemonía imperialista incluso
den político que garantice las condiciones de reproducción
puertas adentro de sus fronteras. Detrás de la victoria de
del capital (cada vez más) concentrado.
los republicanos, que se alzaron con el control de ambas
Veíamos el mes pasado cómo la actuación de Cuba en la
Cámaras, asomaba el derrumbe de la democracia yanqui.
crisis sanitaria abierta por el brote (¿implantado?) de ébola
En primer lugar, el actual partido gobernante llegaba a las
en África ponía en discusión qué conducta es la que se con-
elecciones con un índice de desaprobación del 54%, y el
dice con las tareas que la humanidad tiene planteadas re-
partido opositor con una imagen negativa del 60% sobre su
solver hoy: la isla que envía médicos en proporciones des-
desempeño en el Capitolio (LN 5/11).
medidas respecto de su población total o Estados Unidos
Asistió a votar tan sólo el 36,6% de los habilitados, lo
enviando militares y lucrando sus multinacionales con el
que significó una baja del 4,3% respecto de los votantes vo-
desarrollo de antídotos y vacunas.
luntarios de las últimas legislativas, en 2010 (CL 8/11).
Por supuesto que semejantes discusiones se tornan posi-
La baja participación y el descreimiento de ambos parti-
bles y necesarias en el actual contexto de más de 6 años de
dos, demuestra que el electorado norteamericano no confía
crisis aguda del capitalismo en el plano de la reproducción
en su sistema democrático como garante de sus intereses.
económica y de por lo menos una década de derrotas en la
Hay que señalar que, como veremos más adelante con los
construcción política de un orden internacional funcional a
casos europeos, esto no es un fenómeno exclusivo de Esta-
sus intereses.
dos Unidos, sino que responde a la crisis de los partidos po-
En este sentido, sin duda el dato sobresaliente de no-
líticos que recorre el mundo.
viembre ha sido el estallido de la crisis social al interior de
Frente al enorme grado de socialización y trasnacionaliza-
los países centrales, cuyos pueblos han sido históricamente
ción de las estructuras productivas actuales, el estado-
adormecidos a través del consumismo, a cambio de resignar
nación como forma jurídica política de organización ha que-
su rica tradición de lucha.
dado perimido, en el sentido de que los monopolios que
Esa historia de pelea del movimiento obrero europeo e
dominan las distintas ramas económicas, para controlar y
incluso norteamericano hoy ya huele a naftalina, en el sen-
garantizar sus intereses diseminados en todo el mundo,
tido de que lleva por lo menos seis décadas anestesiada,
demandan de organismos supranacionales, de órganos de
flotando sobre la espuma de una ola que el capital imperia-
gobernanza global.
lista le ha montado a costa de la expoliación brutal de los
El estado-nación surgido como expresión de los capitales
trabajadores y las burguesías nacionales del Tercer Mundo.
nacionales sucumbe ante el proceso de concentración, cen-
Noviembre dejó evidenciado con claridad que en los paí-
tralización y globalización económica, y la crisis de sus par-
ses centrales los pueblos comienzan a sacudirse la modorra.
tidos políticos refleja la desconfianza de la sociedad hacia
un mecanismo imposibilitado de dar respuesta a sus nece-
sidades.
Sólo desde la comprensión de este problema puede expli-
carse que el partido que gana las elecciones tenga mayor
20 Detrás del muro
índice de desaprobación que el derrotado, y la enorme can-
tidad de gente que no asistió a votar. Hay una masa crecien-
te que no se siente representada en las expresiones políti-
cas actuales de la sociedad norteamericana, a la que el
sueño americano del progreso indefinido basado en el es-
fuerzo individual y la competencia en igualdad de condicio-
nes se le terminó hace rato.
Por las dudas, el analista internacional del matutino Clarín
se preocupaba por resguardar el sistema institucional yan-
qui, reduciendo tamaña crisis hegemónica a un voto castigo
a Obama: “Ni mejor ni peor, sólo un indicador de que esa
enorme frustración en la sociedad norteamericana no bus-
ca confundir el castigo a Obama con un giro más abismal”
(CL 8/11). Para claridad de todos nosotros, las protestas que
conmoverían a la sociedad norteamericana apenas unos
días después se encargarían de desmentirlo.
Cosa de negros
La absolución del asesino del adolescente negro Michael
Brown signó este mes el conflicto que comienza a estallar al
interior de la sociedad norteamericana.
Ya en los días previos al fallo, el gobernador de Missouri,
Jay Nixon, declaraba el estado de emergencia y activaba a la
Guardia Nacional para intervenir en caso de protestas si el
oficial de policía era absuelto; al tiempo que en la ciudad de
Berkeley las autoridades locales repartían a la población
panfletos que aconsejaban aprovisionarse de alimento,
agua y medicinas ante la posibilidad de disturbios prolonga-
dos en el tiempo (CD 18/11).
Como reflejo de la descomposición a la que el “sálvese
quien pueda” del sueño americano ha conducido a la socie-
dad yanqui, durante el estado de emergencia se triplicó la
venta de armas en Ferguson, la ciudad que prometía arder
(RT 19/11). Es decir que frente a la posibilidad de un inmi-
nente estallido de protesta, la población corrió a comprar
alimento y agua, pero sobre todo escopetas y pistolas semi-
automáticas que le garantizaran su derecho de defensa
frente a la “negrada” que saldría a reclamar.
El viernes negro, tradicional fecha consumista con des-
cuentos en las grandes tiendas, la venta de armas alcanzó
las 144.000 unidades, triplicando el promedio. A raíz de este
nefasto récord salieron a la luz datos sobre la venta anual
de armas de fuego en 2013: 21 millones de unidades (CD
29/11). El escenario de movilizaciones y protestas callejeras
masivas en una sociedad armada hasta los dientes es ver-
daderamente una bomba de tiempo.
En los días previos al fallo, caldeando más el clima, tam-
bién se conocía la noticia de un nuevo asesinato policial: es-
ta vez, un niño de 12 años que portaba un arma de juguete
en un área de juegos de la ciudad de Cleveland, en Ohio (CD
23/11). Sí, sí: arma de juguete en área de juegos, hasta ahí
todo lógico; pero resulta que el niño era negro…
Finalmente, la absolución por “falta de pruebas” al oficial
asesino de Michael Brown desataría la ola de protestas más
grande de que se tiene registro en los últimos años, exten-
diéndose a más de 170 ciudades, con epicentro en Nueva
York, lo que dejaba en claro que el reclamo contra la violen-
cia institucional hacia los negros no es exclusivo de zonas
marginales sino una consigna que cala hondo también en
las principales urbes norteamericanas (HTV 26/11).
“En Nueva York, decenas de manifestantes cortaron ante-
anoche el tránsito en una de las principales arterias de la
ciudad, la autopista Franklin D. Roosevelt, que recorre la
costa este de Manhattan. ‘¡Mike Brown!’, gritaban los mani-
festantes.
”En Los Angeles, otros bloquearon una autopista. La poli-
cía de la ciudad arrestó a 183 personas, la cifra más alta de
las que se conocieron ayer. En total, más de 400 personas
fueron detenidas en distintas localidades. Otras grandes
ciudades, como Washington, Chicago y Boston, se sumaban
al repudio nacional. Además, hubo arrestos en Ferguson,
Portland, Atlanta, Nueva York y Oakland.
”En Los Angeles, los manifestantes pidieron ‘que se va-
yan todos’ y llamaron a poner fin al ‘terror policial’” (LN
27/11).
La crónica transmite un clima de insurrección inocultable
en las calles norteamericanas. La convocatoria a boicotear
el viernes negro demostraba que lo que se estaba cuestio-
nando con las protestas, más que un fallo, también eran al-
gunos de los valores constitutivos de la mayor vidriera de la
sociedad imperialista.
El estallido social dentro de Estados Unidos, histórica-
mente adormecido con consumo y descomprimido median-
te intervenciones militares externas, se torna inevitable en
el actual contexto de fracaso de las políticas de apalanca-
miento de la FED para resucitar la economía yanqui y de las
derrotas políticas y militares en cada invasión internacional
al menos desde Siria en adelante, cuyos ejemplos de caos y
degradación social implantados son patentes en Afganistán,
Irak o Libia. Trabados los mecanismos usuales de descom-
presión de la propia sociedad (expoliación al resto del pla-
neta y consumismo desenfrenado), la explosión es impara-
ble.
Esta ruptura, la brecha al interior de la sociedad de Esta-
dos Unidos, a la vez que es su consecuencia, echa leña al
fuego de la pérdida en el plano internacional del rol rector
de la superpotencia de papel. Si constituirse como garante
del orden y la paz mundial, cuando lo único que logra gene-
rar en los países que ocupa es la destrucción y el caos, es
una empresa dificultosa y de desastrosos resultados; erigir-
se como gendarme de los “derechos humanos” a nivel
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
mundial, con un país en llamas por la represión racista de
las fuerzas de seguridad interiores, es francamente de una
irracionalidad imposible de aceptar.
Esto se encargaban de remarcar quienes, en el proceso
de construcción de una transición ordenada y pacífica hacia
otra forma de organización del mundo, vienen siendo sis-
temáticamente atacados por el imperialismo y catalogados
como “eje del mal”, “antidemocráticos”, “autoritarios”,
“dictatoriales”, etcétera.
Así, a través de un comunicado, el Ministerio de Exterio-
res de Rusia afirmaba: “Moscú seguirá monitoreando los
acontecimientos en Ferguson. Y le recordará a Washington
que hay que respetar los acuerdos internacionales sobre los
derechos humanos (…). La poderosa 'explosión' de la ira po-
pular y la respuesta desproporcionada de las fuerzas del or-
den vuelven a poner en evidencia que no se trata de un inci-
dente aislado, sino de la existencia de brechas sistémicas
en la democracia estadounidense, que no ha podido su-
perar el racismo, la discriminación y la desigualdad (…). A
pesar de la ostentosa atención que presta al derecho de
expresar disconformidad en otros países, EE.UU. interpreta
las protestas 'domésticas' como actividades ilegítimas y
asambleas ilegales, y emplea contra sus participantes todos
los instrumentos de fuerza que tiene a su disposición” (RT
26/11).
Nuevamente, aquí lo que se revela no es algo novedoso o
inédito en la sociedad norteamericana (como lo muestran
distintas estadísticas, un afroamericano allí tiene 21 veces
más probabilidades de ser asesinado por la policía que un
blanco, CD 16/10). Este rasgo racista del Estado yanqui co-
bra una relevancia asfixiante en un contexto social de histó-
rica vulnerabilidad, si se tiene en cuenta que la cifra actual
de pobres en Estados Unidos asciende a 48 millones de per-
sonas, y que, en ciudades como Nueva York, hay 38.000
personas sin techo, que duermen en la calle, y de las cuales
el 90% son afroamericanos y latinos (CD 16/10).
Es la crisis social profunda la que permite que emerjan
con esta fuerza los reclamos y las voces de protesta. Salen
los negros que temen ser asesinados por la policía, pero
también los blancos que ya no creen que la ideología del
hombre que se hace a sí mismo pueda salvarlos de la pobre-
za, la miseria y la exclusión.
21
Cosa de negros (II)
Sin duda, el panorama por la crisis social que atraviesa la
sociedad norteamericana quedaría incompleto sin el análisis
de la reforma migratoria introducida por decreto por
Obama durante Noviembre.
El decreto presidencial regulariza en forma temporal con
permisos de trabajo a residentes extranjeros sin documen-
tos, bajo determinadas condiciones, como ser padres de hi-
jos nacidos en Estados Unidos y tener una larga permanen-
cia en el país. Se estima que la medida alcanzaría a más de 5
millones de personas, que representan un poco menos del
50% de los inmigrantes ilegales totales.
Al respecto, el presidente norteamericano señalaba: “Las
medidas son las cosas que puedo hacer con mi autoridad
legítima como presidente para mejorar el sistema, al mismo
tiempo que sigo colaborando con el Congreso y lo exhorto a
aprobar un proyecto bipartidista exhaustivo que resuelva
todo el problema” (LN 21/11).
Recordemos que la reforma está trabada en el Capitolio
por la negativa del Partido Republicano a ceder en su recha-
zo.
Era uno de sus representantes, Walter Jones, de Carolina
del Norte, quien advertía: “Tenemos la opción de la destitu-
ción, para responder a cualquier amnistía ejecutiva para los
inmigrantes ilegales” (RT 15/11).
Como una nueva muestra del rol activo que ejercen los
medios de comunicación, cabe señalar que en el país meca
de la libertad de expresión hubo tres grandes holdings que
se negaron a transmitir las palabras del presidente Obama
presentando el decreto: ABS, CBS y NBC, esta última propie-
taria del matutino Wall Street Journal, que llega a nuestro
país reproducido por el también espadachín de la “libre ex-
presión” diario La Nación (CD 20/11).
En este contexto de guerra institucional entre los partidos
tradicionales, ¿qué garantías puede ofrecer el Estado norte-
americano a los inmigrantes que regularicen su situación
por esta vía? La realidad es que ninguna, porque la posibili-
dad de una invalidación por parte de los republicanos es al-
ta, y quien ingrese en el plan quedaría signado y pasible de
futuras represalias.
En este escenario, la crisis del bipartidimo se muestra es-
trepitosa y evidente. George Hornaday, profesor de la Uni-
versidad de Nueva York, señalaba “El desencanto parece ser
el espíritu de la época” (LN 23/11).
La disputa por el sentido de ese desencanto es la que
permanece abierta.
Por supuesto desde las corporaciones, como veíamos en
el análisis del diario Clarín sobre las elecciones, pujan por
reducir el sentido a un descontento con los políticos. De
forma similar, en La Nación, bajo el sugestivo titular de “El
‘nuevo populismo’ seduce a los norteamericanos”, se seña-
ENERO DE 2015
22 Detrás del muro
laba: “La seducción del discurso populista con su promesa de
castigo a los más ricos y oportunidades para los que menos
tienen dejó de ser patrimonio de América latina. Avanza
también en este país, como recurso al que apelan quienes
apuestan a la etapa posterior a Barack Obama y no encuen-
tran el modo de movilizar a una sociedad desencantada
con su clase política (…). Así lo evidencia el empuje de la as-
cendente senadora por Massachusetts Elizabeth Warren,
quien se ganó el mote de ‘estrella populista’, con discursos
cada vez más encendidos -y sumamente claros- en los que
carga contra los bancos, contra Wall Street y contra las
grandes corporaciones.
”‘Aquí está con nosotros la defensora del pueblo, la tri-
buna del 99% que no prospera en este país’, fueron las pa-
labras con que la presentaron días atrás en un acto en esta
ciudad, en el que se habló del ‘nuevo populismo’ y la necesi-
dad de hacerlo real” (LN 23/11).
Sin embargo, podríamos preguntarnos qué se esconde
detrás del rechazo a las expresiones políticas tradicionales
de la sociedad norteamericana. El proceso de movilizacio-
nes masivas a raíz de los episodios de violencia racial y el
ascenso de figuras con prédicas anti Wall Street impugnan
mucho más que uno o dos partidos políticos, ponen en
cuestionamiento en lo profundo el sistema occidental.
Decíamos que la sociedad norteamericana ha sido anes-
tesiada con el consumismo y a esto debemos agregar en el
plano ideológico la construcción de “la excepcionalidad” de
su pueblo durante casi un siglo.
En ese contexto, el ascenso de las expresiones de descon-
tento constituye un signo vital de una necesaria reacción
frente a la crisis y la concentración a escala monumental
que deja como contracara récords de pobreza e indigencia
en los Estados Unidos.
Asistimos al proceso de toma de conciencia por sectores
mayoritarios de la sociedad yanqui de que el imperialismo
marcha ahora objetivamente hacia deglutirlos a ellos, no só-
lo a los sudakas o a los africanos, y se torna tangible el clima
de resistencia a ese proceso.
Europa en llamas
“Arden las almas, sin salvación,
arde tu dinero, muerto sin cotización.
Arden las ollas, el comedor popular
arden los cometas, que ya no verás jamás”
Fito Paez.
Por supuesto, si hablamos del estallido de la crisis social
al interior de los países centrales, Europa no puede quedar-
nos por fuera. En noviembre, una verdadera oleada de des-
contento sacudió al Viejo continente desde sus entrañas.
Un breve pantallazo por los países europeos, tras la crisis
económica abierta en 2008, pinta un panorama negro, con
varios focos de incendio.
En Grecia, las movilizaciones contra el ajuste fiscal dicta-
do por la Troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión
Europea) proliferan cada mes, congregando decenas de mi-
les de personas en distintas ciudades, con epicentro en la
capitalina Atenas.
Se destaca en noviembre la convocatoria a una huelga
nacional de 24 horas el día 27, en rechazo al pedido de la
UE y el FMI de reformas en la normativa de despidos y pen-
siones como condición sine qua non para destrabar el resca-
te (HTV 17/11).
El recorte del presupuesto educativo ha puesto en la calle
al movimiento estudiantil, con acciones que incluyeron la
toma de escuelas (500 establecimientos educativos, de un
total de 3.400). En este punto, las declaraciones del minis-
tro de Educación del gabinete griego resultan esclarecedo-
ras: “Los alumnos tienen razón, pero el Estado no tiene di-
nero” (DW 5/11).
En Italia, otro de los países golpeados por las políticas de
ajuste, miles de personas salieron a la calle, en 15 ciudades,
incluida la capital Roma, en rechazo a las reformas labora-
les y de educación, y también al presupuesto proyectado
para el 2015, centralmente a la privatización de servicios
públicos planificada por el gobierno de Matteo Renzi (HTV
14/11).
El plan de despidos masivos de la siderúrgica alemana
ThyssenKrupp AG radicada en Italia (más de 550 empleos
recortados), también causó la movilización de los trabajado-
res, que culminó con represión policial, heridos y detenidos
(HTV 29/10).
Pero no sólo los países del sur y de economías ajustadas
son los que atraviesan turbulencias sociales, sino que tam-
bién en los motores económicos europeos se sienten los
signos políticos de una crisis aguda.
En Inglaterra, el Servicio Nacional de Salud convocó en
noviembre a un paro al que adhirieron más de 400.000 tra-
bajadores, en pedido de aumento de salarios y en repudio a
los recortes en el presupuesto sanitario (HTV 25/11).
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
También los estudiantes salieron a la calle bajo el lema
“Educación gratuita”, contra las medidas de austeridad del
gobierno inglés y demandando la eliminación de los arance-
les universitarios, que se triplicaron desde el estallido de la
crisis a hoy (CD 20/11).
En Francia, la tasa de desempleo ha escalado al 10,2%, al-
canzando el número de 3.460.000 personas. Si se les suman
los subocupados con salarios y jornadas reducidos, la cifra
asciende a 5.150.000 (HTV 27/11).
El estallido social en el país de la libertad, la igualdad y la
fraternidad tuvo epicentro en noviembre en las moviliza-
ciones contra la brutalidad policial que se cobró la vida de
un estudiante a fines del mes anterior.
Las manifestaciones se multiplicaron en distintas ciuda-
des, siendo Nantes la de mayor conflictividad por la repre-
sión ejecutada por la policía local, que culminó con heridos
y detenidos. Una de las más populosas se registró en París,
donde más de 2.000 personas rodearon la Torre Eiffel en
pedido de justicia por el joven de 21 años que fue asesinado
por una granada lanzada por la policía a la movilización es-
tudiantil el 25 de octubre (CD 1/11 y TA 3/11).
Finalmente, sin lugar a dudas ha sido en España donde la
crisis social ha estallado con mayor crudeza durante no-
viembre. Los indicadores sociales de la “Madre Patria” vie-
nen en caída libre, como lo mostraban las estadísticas di-
fundidas este mes por los trabajos de la ONG Oxfam y de
UNICEF.
El 36,3% de los niños españoles es pobre: más de 3 millo-
nes de chicos, lo que representa un aumento de más del 8%
respecto al año anterior. El informe de Unicef “Los niños de
la recesión: el impacto de la crisis económica en el bienestar
infantil en los países ricos” arrojó que, desde la crisis eco-
nómica desatada en 2007, unos 800 mil niños pasaron a
vivir bajo la línea de pobreza (CD 3/11).
Sumado a esto, el primer semestre de 2014 mostró un
aumento del 17% en los casos de desahucio de viviendas
habitadas por familias que, ante la imposibilidad de pago de
sus créditos hipotecarios, han tenido que entregar su casa a
la banca (CD 13/11).
Frente a este panorama, más de 135 organizaciones so-
ciales lanzaron un plan de lucha de una semana de movili-
zaciones en 50 ciudades, denominadas “Marchas de la Dig-
nidad”, con el lema “Pan, trabajo, techo = DIGNIDAD”.
Al mismo tiempo y por su parte, la UGT y Confederacio-
nes Obreras, las dos centrales sindicales más importantes
de España, convocaron también a una jornada de protesta y
movilización, que en Madrid coincidió en tiempo y lugar con
la Marcha de la dignidad, cubriendo las calles de reclamos
(CD 28/11).
Como vemos, la agudización de la crisis que vimos en el
artículo anterior, agrava también su manifestación política:
23
la imposibilidad de construir consensos en torno al progra-
ma económico y social que necesitan imponer los monopo-
lios concentrados.
Populismo, ¡y olé!
Sin embargo, en España la crisis política muestra una fa-
ceta novedosa para esta Europa anquilosada por el Estado
de Bienestar durante casi 60 años.
La podredumbre del sistema político organizado desde
los intereses de la burguesía española que sucumbe ante los
grupos concentrados trasnacionales, se torna cada vez más
evidente. Basta recordar que la corrupción ha dejado explí-
citamente involucrado al mismísimo rey, empujando su ab-
dicación, hace sólo unos meses.
Los escándalos por sobresueldos que salpican al gober-
nante PP son otra muestra de la descomposición de la de-
mocracia emergente tras el pacto de la Moncloa, donde dos
partidos disputan las elecciones, con diferencias en ciertos
puntos, pero con un único programa económico: el del capi-
tal financiero trasnacional.
En este sentido, este mes se conocía el veto del PP a la
comparecencia de Rajoy ante el Parlamento para rendir
cuentas por los hechos de corrupción (DW 30/11), en una
muestra más de que es la totalidad de los mecanismos la
que está podrida, y no sólo algunos de sus actores. Mientras
los estados continúen respondiendo a los intereses de un
1% que concentra la mitad de la riqueza global, la corrup-
ción seguirá estando a la orden del día. No hay mayor co-
rrupción que ese dato.
Cabe recordar que el PP asumió el gobierno tras el man-
dato de Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista Obrero
Español, que debió aplicar uno de los ajustes más brutales
de la historia española, doblegándose a las exigencias del
FMI y Bruselas, y evidenciando que nada tiene de socialista
u obrero a pesar del nombre.
En este contexto, la crisis del bipartidismo español estalla
con toda su fuerza, y el surgimiento del PODEMOS como
expresión del rechazo a las políticas dictadas por el esta-
blishment trasnacional cobra un vigor impactante.
A un año de las elecciones presidenciales, PODEMOS se
ubica primero en intención de voto, con un 27,7%, según un
sondeo del diario El País (LN 11/11).
La génesis del partido era explicada por su flamante líder
electo, Pablo Iglesias, un docente universitario de Ciencias
Políticas: “Podemos es el resultado del fracaso del régimen,
de sus oligarcas y de sus partidos” (DW 15/11).
Venimos señalando mes a mes desde el estallido de la
protesta social en Europa, la inevitabilidad de la moviliza-
ción de las masas en reclamo de los beneficios perdidos. El
movimiento obrero europeo ha gozado por más de 60 años
de salarios altos y beneficios sociales garantizados por legis-
ENERO DE 2015
24 Detrás del muro
lación laboral sin parangón en el resto del mundo, como re-
sultado de la política de cooptación que los capitales impe-
rialistas aplicaron tras la Segunda Guerra Mundial, en un
contexto de una Unión Soviética fortalecida hacia donde al-
zaban la mirada los obreros del Viejo Continente.
Hoy, el grado de concentración, es decir, de fagocitación
de fracciones y capas enteras de burguesía, y de tecnifica-
ción de los procesos productivos, plantea la necesidad obje-
tiva de barrer con el Estado de Bienestar y las trabas para la
flexibilización y precarización de las condiciones laborales
que los monopolios demandan en su competencia por la
reproducción ampliada.
Sin embargo, el problema de hacia dónde tenderá el mo-
vimiento obrero que ya no cabe en el plan de los grupos
concentrados como consumidor furtivo sigue tan o más vi-
gente que al promediar el siglo pasado.
Por eso es interesante revisar los planteos de PODEMOS.
Porque es posible ver un salto entre el reclamo por la vuelta
al Estado de Bienestar y estos planteos. Esto no quiere decir
que el movimiento obrero europeo que reclama volver a ser
el privilegiado del mundo no tienda objetivamente a la
transformación del sistema actual: esa vuelta que reclama
no tiene bases materiales que puedan sustentarla, por lo
tanto tiene planteado resolver el mismo problema.
Pero la conciencia que tiene de ello es un dato importan-
te en el proceso de transición que vivimos, y no es lo mismo
lo que hoy se está planteando en Bolivia o Venezuela que el
movimiento obrero europeo lamentando haber perdido su
posición de élite en relación a África o América Latina.
En este sentido, en el acto de lanzamiento de su candida-
tura, el PODEMOS español contó con la presencia de diri-
gentes del chavismo, del MAS boliviano, de Alianza País de
Ecuador y del kirchnerismo. “De América latina aprendimos
que se puede luchar contra los que dicen que no se puede”,
afirmaba Iglesias en el acto (LN 20/11).
“La promesa de reestructurar la deuda pública española
después de una ‘auditoría ciudadana’ resalta en mayúsculas
en el ideario de Podemos. En el boceto de su ‘plan anticrisis’
para 2015 figuran otras medidas que remiten a recetas sud-
americanas: un salario universal para atacar la exclusión,
bajar la edad jubilatoria a 60 años para reducir el desem-
pleo juvenil, prohibir los desalojos, regular a la banca y
‘desprivatizar’ empresas de servicios que fueron públicas”
(LN 20/11).
Como vemos, el programa de PODEMOS apunta directo a
donde el pueblo español viene sintiendo el ajuste dictado
por las corporaciones y propone recetas que van más allá
de la inyección de fondos para revitalizar el consumo a la
que reducen al progresismo los debates en el BCE sobre
austeridad o apalancamiento.
“El 15-M hizo una impugnación intuitiva del régimen.
Creó un caldo de cultivo que tal vez no se veía, pero estaba
vivo. Ahora Podemos está en condiciones de hacer una im-
pugnación estratégica y alcanzar el gobierno” (LN 20/11).
Miguel Urbán, uno de los fundadores del partido, resumía
con las palabras precedentes el proceso de pasar de los in-
dignados de la Plaza del Sol en Madrid a un PODEMOS que
se afirma en el espejo con América Latina y ya sacude una
Europa todavía somnolienta.
Desde las páginas del matutino mitrista local, los escribas
del capital financiero más concentrado criticaban el proceso
español: “Durante años la España moderna, ejemplo pro-
gresista del Estado de Bienestar y del respeto por las liber-
tades individuales, fue un faro para los argentinos. Su siste-
ma bipartidista, imperfecto como toda empresa humana,
pero esencial para la cohesión y el rumbo de cualquier país,
le permitió alcanzar esa gloria que admirábamos desde
nuestra eterna impericia financiera y desde nuestra deca-
dencia institucional de partido único.
”Sin comprender del todo que la economía está formada
también por malas rachas, como un niño rico a quien le
han rayado el coche y monta en la histeria de incendiarlo,
muchos españoles tienen decidido que el culpable de sus
desgracias no es la economía (estúpido) sino el sistema de
partidos políticos. Ni es el laberinto tiránico del euro (per-
nicioso cambio fijo) en el que se metieron alegremente sin
medir las consecuencias, sino la democracia tal y como se
concibió en el Pacto de la Moncloa” (LN 23/11).
Leyendo estas líneas resulta fácil comprender el rechazo
del pueblo español a los dictados del establishment finan-
ciero: frente a una crisis que golpea el empleo y deja sin
perspectivas a la generación de españoles más jóvenes, la
salida propuesta es la resignación y el conformismo justifi-
cado en que hubo tiempos buenos.
Salgan del euro si es necesario, pero no cuestionen la de-
mocracia de la Moncloa, parece suplicar la columna de opi-
nión. Es decir, no pongan en cuestión que gane quien gane
en las urnas, debe aplicar el programa de las corporaciones
trasnacionales: eso es el pacto de la Moncloa, sobre la base
de la derrota de la República. Cuestionarla implica también
retomar esa experiencia de lucha del pueblo español, y revi-
sar los años de vacas gordas sustentados en el hambre y la
miseria de esa América Latina hacia la cual hoy alza la mira-
da.
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura 25

De América Latina, for export “Todo lo que la gente quiere no es posible y lo que es posi-
“Se puede decir que un fantasma recorre Europa, ble la gente no lo quiere. Eso genera que uno cambie de
el fantasma de las lecciones que se pueden aprender sobre gobierno pero el nuevo adopta las mismas políticas porque
América latina”. perdió el margen de maniobra. Mucha gente tiene la sensa-
Alicia Castro, embajadora argentina en Inglaterra, ción que la democracia se ha vaciado de contenido en el
en la Conferencia de la Central de Trabajadores de Londres. ámbito nacional y está intentando rearmarse en el ámbito
supranacional, con las instituciones europeas. Pero se ha
Como vemos, con el capital concentrándose cada vez
quedado en una especie de tierra de nadie, porque se acusa
más, el lugar del movimiento obrero europeo ya no puede
a las instituciones de tecnócratas (…). Es verdad que estas
ser el de un cómodo aliado de las burguesías imperialistas
instituciones independientes se deslegitiman cuando son
sustentado en la expoliación de América Latina y el Tercer
incapaces de probar que son independientes de aquellos
Mundo: el proceso tiende a la unión en la lucha contra los
que deben regular y que son capturadas por intereses parti-
monopolios trasnacionales con los pueblos latinoamerica-
culares” (TA 2/11).
nos que vienen dándoles pelea desde sus orígenes; de ahí
Por lo tanto, como decíamos antes, lo que el enorme gra-
que América Latina y su lucha sea erigida como un faro para
do de la socialización de la producción alcanzado actual-
la tarea de romper el letargo del Estado de Bienestar que se
mente plantea es el gobierno global en el sentido de la po-
le plantea al pueblo europeo.
sibilidad de controlar y dirigir ese proceso. Este es un
Ya hemos visto en el primer artículo las conclusiones de la
problema objetivo, planteado por la trasnacionalización de
Conferencia de la Central de Trabajadores de Londres, don-
los procesos productivos a escala planetaria.
de la discusión giró en torno a las lecciones que América La-
Frente a este problema, lo que se abre es la disputa por el
tina tiene para brindar a Europa en materia de rol del Esta-
contenido de esos órganos supranacionales: si estarán al
do, recuperación económica y ampliación de los derechos
servicio de las necesidades del 1% que concentra la mitad
sociales y políticos a las mayorías.
de la riqueza o de las necesidades de la humanidad en tran-
Además, hemos citado las palabras de referente del par-
sición hacia otra forma de organización social que supere el
tido más popular de España sobre las enseñanzas de Améri-
estado actual del mundo al que nos ha conducido la voraci-
ca Latina al Viejo Continente, como también el apoyo de los
dad intrínseca a la acumulación del capital.
partidos latinoamericanos que conducen los frentes de libe-
En esta disputa, América Latina, y en particular el ALBA
ración nacional a su candidatura.
como conducción política del proceso regional tiene mucho
En el mismo sentido iban las expresiones del diputado ita-
para aportar para que la transición triunfe en la segunda di-
liano Alessandro Di Battista, quien proponía este mes la
rección.
formación de una alianza entre los países más golpeados
por la crisis de 2008 en la zona euro (Italia, España, Portugal
Estado de Palestina, o el imperialismo más solo
y Grecia, los PIGS), tomando como modelo la Alianza Boliva-
que perro malo
riana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Si bien el aspecto central de la crisis de hegemonía en no-
En una entrevista a una agencia de noticias internacional,
viembre fue, sin duda y como ya vimos, su evidencia mani-
el diputado declaraba: “El objetivo es iniciar una lucha con-
fiesta dentro de las fronteras de los países imperialistas, la
tra el poder concentrado en pocas manos para que la so-
imposibilidad de reproducir las condiciones de vida puertas
beranía recaiga, de nuevo, en los ciudadanos (…). En Euro-
adentro son un derivado de la tensión en el escenario inter-
pa, el poder está concentrado en pocas manos, en la
nacional, en el que la crisis de hegemonía que signa el ocaso
‘Troika’. El poder central, compuesto por la Comisión Euro-
del imperialismo se agrava minuto a minuto, en el enfren-
pea, el Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Inter-
tamiento entre las dos concepciones sobre hacia dónde
nacional, está causando graves daños a millones de perso-
orientar el destino de la humanidad del que hablábamos en
nas (…). Europa tiene mucho que aprender de América
el artículo “Cosecharás tu siembra”.
Latina. Si hablamos de solidaridad entre países en dificul-
Como venimos analizando mes a mes, el proceso de con-
tad, para mí los logros de los países de la Alba en materia
centración económica redunda cada vez más en una aguda
socioeconómica son un ejemplo” (CD 4 /11).
imposibilidad de construir fuerza social en torno a la cual ar-
Esta situación era analizada por el columnista del diario
ticular el programa que las necesidades de los monopolios
español El País, José Ignacio Torreblanca, quien sintetizaba
más concentrados requieren.
la escisión entre las necesidades de la humanidad en la hora
En el plano internacional, esta escisión entre los intereses
actual y los sistemas políticos construidos por la burguesía
del capital financiero imperialista y los de las mayorías se
en su fase de libre competencia y en descomposición hoy:
manifiesta en una fractura en el bloque de los países centra-
ENERO DE 2015
26 Detrás del muro
les, en el aislamiento de sus postulados, cada vez más radi-
calizados y por tanto menos digeribles para el conjunto de
la población, y en el proceso de construcción de mecanis-
mos económicos y políticos paralelos, sustentados en otros
principios de los hegemónicos, en el que Rusia, China y sus
aliados y América Latina vienen jugando un rol decisivo.
En este sentido, el epicentro del mes de noviembre en el
ocaso de la hegemonía imperialista a nivel mundial ha sido
sin duda la situación en Medio Oriente en torno al recono-
cimiento de Palestina como Estado y a la fractura que exhi-
be el histórico gendarme de los monopolios bélicos indus-
triales en la región: Israel.
Por un lado, en el plano internacional Suecia iniciaba la
ronda con el reconocimiento del Estado palestino, convir-
tiéndose en el primer país de la Unión Europea que lo
aprueba (Eslovaquia, Hungría y Polonia hicieron la votación
antes de unirse al grupo). La canciller sueca Margot Wa-
llström declaraba: “Hoy el Gobierno toma la decisión de re-
conocer el Estado de Palestina. Es un paso importante que
confirma el derecho de los palestinos a la autodetermina-
ción. Esperamos que esta decisión muestre el camino a
otros [países]” (RT 30/10).
En España, un grupo de 78 senadores solicitaba al go-
bierno de Madrid, mediante un manifiesto, el reconoci-
miento del Estado de Palestina siguiendo el paso de Suecia:
“Hoy y ahora (...) lo que toca hacer es dar un paso al frente
como lo ha hecho Suecia y mostrar que la solidaridad y la
lucha por las causas justas se hace con hechos” (HTV
14/11). El texto se difundía unos días antes de que el PSOE
propusiera tratar el tema en el Parlamento y finalmente se
aprobara (HTV 21/11).
En Francia, la bancada socialista propuso la medida, y fue
ratificada por 339 votos a favor, 151 en contra, 16 absten-
ciones y 68 ausencias (HTV 2/12).
“En el Reino Unido, la Cámara de los Comunes, tras haber
firmado el 13 de octubre una resolución, instó al premier
David Cameron a reconocer oficialmente a Palestina como
un Estado independiente. Asimismo, organizaciones sindica-
les de Noruega pidieron la semana pasada a su Gobierno,
mediante una carta oficial, que reconociera al Estado de Pa-
lestina. En Italia, varios diputados del Partido Demócrata,
según informó el rotativo italiano Corriere Della Sera, tienen
previsto presentar tres mociones en las que piden al Go-
bierno ‘reconocer de inmediato y plenamente’ el Estado pa-
lestino”, consignaba el portal de noticias iraní (HTV 12/11).
El presidente de Egipto, Abdel Fatah Al Sisi ofrecía el en-
vío de tropas de su nación para garantizar la paz en el esta-
do de Palestina, al menos el primer tiempo: “Estamos pre-
parados para enviar fuerzas militares a un Estado
palestino. Ayudarían a la policía local y tranquilizarían a los
israelíes” (HTV 24/11).
“La resolución [sobre la creación del Estado palestino]
podría ser la base para la reanudación de las negociaciones
palestino-israelíes. Teniendo en cuenta esto, Rusia está dis-
puesta a apoyar dicha resolución cuando sea votada”,
afirmaba el viceministro de relaciones exteriores de Rusia,
Mijaíl Bogdánov, sobre la posibilidad de tratar el tema en el
Consejo de Seguridad de la ONU, aunque advertía la posibi-
lidad de que Estados Unidos vete la petición (RT 23/11).
De esta forma, Rusia recalcaba una vez más su apoyo a la
libre determinación del pueblo palestino y a la solución del
conflicto en la región.
Recordemos que la mismísima Asamblea General de la
ONU ya reconoció a Palestina al admitirla como Estado ob-
servador no miembro, en 2012, por 138 votos a favor, 9 en
contra y 41 abstenciones; y el CSNU es un brazo de esta en-
tidad. Que dentro del Consejo de Seguridad de la misma
ONU no se le reconozca el status de Estado por el veto de
alguno de sus miembros (situación, por otra parte, muy fac-
tible) expondría un costado más de la descomposición de
las organizaciones internacionales creadas tras la Segunda
Guerra como garantes del orden imperialista. Y van…
La nueva representante de la Unión Europea para Asun-
tos Exteriores, Federica Mogherini, también sumaba su voz
al pedido del establecimiento del Estado de Palestina: “Ne-
cesitamos un Estado de Palestina: este es el objetivo final y
esta es la postura de la Unión Europea” (HTV 8/11).
Sin embargo, Mogherini sería contradecida por la canci-
ller alemana Ángela Merkel, quien señalaba: “Tenemos la
opinión de que un reconocimiento unilateral del Estado pa-
lestino no nos hace avanzar en el camino hacia una solución
de dos Estados” (DW 21/11).
Y por supuesto, Netanyahu criticaba la oleada de recono-
cimiento a Palestina en una reunión con el ministro alemán
de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier: “Hicieron
retroceder la paz porque no les dicen a los palestinos que
tienen que hacer la paz con un estado nación para el pueblo
judío (…). Simplemente premian a los palestinos sin pedirles
las concesiones necesarias para la paz” (HTV 16/11).
Como vemos, el aislamiento y la soledad son evidentes.
La comunidad internacional, tras años de resistencia pales-
tina a la ocupación de sus tierras y a la violencia de las re-
dadas permanentes y, sobre todo, en medio de una crisis
terminal del orden internacional unipolar construido en ba-
se a la excepcionalidad de Estados Unidos como gendarme
del mundo, avanza en la dirección de reconocer al pueblo
palestino sus derechos como Estado nacional, arrebatados
con la creación del Estado de Israel dictada por el presiden-
te norteamericano Truman en 1948.
La imposibilidad de construir el consenso necesario, lejos
de apaciguar, radicaliza las políticas belicistas del sionismo y
sus aliados, porque no tienen posibilidad de hacer otra cosa
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
con Palestina más que exterminarla, con o sin acuerdo in-
ternacional, como los más de 2.000 civiles muertos en los
bombardeos de agosto nos recuerdan dolorosamente.
Fractura expuesta
En noviembre, esta política de echar nafta al fuego pudo
verse en varios hechos. A comienzos de mes, la clausura de
la mezquita Al-Aqsa, en la llamada Ciudad Vieja, prohibía a
los palestinos el acceso a su culto, ocupando el lugar sagra-
do con soldados isralíes, en lo que constituía no solo un
agravio a la relegiosidad del pueblo palestino, sino también
una violación a los acuerdos internacionales, como el trata-
do Wadi Araba, firmado por Jordania e Israel, según el cual
Jordania es quien protege los lugares santos islámicos y cris-
tianos en los territorios ocupados palestinos (XH 31/10 y
HTV 12/11).
A su vez, el parlamento israelí aprobaba una ley que ex-
cluye de los acuerdos de canje de prisioneros o reducción
de condenas a los presos palestinos acusados de actos te-
rroristas contra Israel, endureciendo la condena mínima a
40 años de prisión. El ministro de Economía de Israel, Nafta-
li Bennett, del ala más de derecha de la coalición gobernan-
te, celebraba la medida: “Transmite un mensaje a la socie-
dad palestina que elogia a los asesinos y dice que la
política de liberar asesinos, que era aceptable hasta ahora,
se acabó y que cualquiera que dañe a ciudadanos de Israel
pasará el resto de su vida tras las rejas” (XH 4/11).
También este mes se conocía la noticia de que la Marina
de Guerra de Israel atacó a cañonazos a dos barcazas pes-
queras palestinas (CD 10/11) y la decisión de adueñarse de
1.290 hectáreas de tierras palestinas situadas en la aldea de
Beit Iksa, ubicada al norte de Al-Quds (Jerusalén) por orden
firmada por el jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel para
ser destinadas a fines militares (XH 11/11).
Del lado de Palestina, un militante islámico atropellaba a
un policía israelí con una camioneta, siendo posteriormente
acribillado por otro miembro de la fuerza (LN 6/11) y dos
palestinos ingresaban a una sinagoga abriendo fuego con un
saldo de cuatro fieles judíos y un policía muertos (LN
19/11).
Este episodio ponía de manifiesto las divergencias de cri-
terios al interior de la coalición gobernante en Israel. Ne-
tanyahu señalaba al atentado como “resultado directo de la
incitación” encabezada por Hamas y el presidente de la Au-
toridad Palestina, Mahmud Abbas. Sin embargo, Joram
Cohen, jefe de los servicios secretos israelíes, el Shin Bet,
negaba que Abbas siguiera una retórica incendiaria: “No le
interesa el terrorismo y no está incitando a la violencia,
aunque una parte de la opinión pública entienda así sus de-
claraciones” (LN 19/11).
27
Esta escisión cobraría mayor notoriedad con la promoción
del primer ministro Netanyahu de una ley para declarar a Is-
rael ‘Estado judío’, convirtiendo a la población árabe que vi-
ve dentro de las fronteras artificiales que el sionismo y sus
aliados trazaron en 1948 (1,7 millones de personas) en ciu-
dadanos de segunda (RT 23/11).
La ministra de Justicia del régimen de Israel, Tzipi Livni,
lanzaba las más duras críticas al cuestionar: “En una situa-
ción tan delicada a nivel de seguridad, ¿no es una tapadera
esta ley para una prebenda política? Es mejor que manten-
gamos una discusión profunda antes de que destrocéis a
Israel” (HTV 25/11).
Finalmente el proyecto no fue enviado al Parlamento, pe-
ro Livni (cabeza del partido de centro izquierda Hatnuah) y
Yair Lapid (ministro de Finanzas y cabeza del partido de cen-
tro Yesh Atid) fueron destituidos de sus cargos, al tiempo
que Netanyahu pedía la disolución del Parlamento y convo-
caba a elecciones anticipadas (HTV 2/12).
Hay que señalar que no son funcionarios palestinos los
que repudiaban la medida, ni siquiera representantes de la
minoría árabe en Israel. Son miembros de Gabinete sionista,
que exponen con crudeza cómo, la imposibilidad de repro-
ducir el orden internacional en función de los intereses del
capital más concentrado, deja afuera con una velocidad
irrefrenable a sectores que hasta hace no mucho tiempo es-
taban dentro.
Los dos ministros salientes se sumaban al de Medio Am-
biente, del partido de Livni, que ya había presentado su re-
nuncia a principios de mes en disconformidad con la gestión
de Netanyahu. “Durante el primer año (del gobierno ac-
tual), Tzipi Livni al menos logró negociar con los palestinos y
la posición de Israel se fortaleció. Pero ahora, no hay nego-
ciaciones... el primer ministro debe tranquilizar la situa-
ción... en los últimos meses, hemos sentido un terremoto
en cada dimensión, diplomática, social y económica (…).
[Netanyahu] ha quedado rehén del ala de extrema derecha
(…). Cuando todo se está quemando, el primer ministro va
a las llamas en lugar de tranquilizar las cosas” (XH 10/11),
fustigaba.
El problema es que, en el marco de la agudización de la
crisis, ya no hay margen para salir indemne de los incendios
intencionales, y la política de Occidente en la región parece
más cerca de carbonizarse que de controlar las llamas.
ENERO DE 2015
28 Detrás del muro
Caos (des)controlado
Medio Oriente es sin duda una de las regiones en las que
tradicionalmente el imperialismo ha metido la cola, motiva-
do centralmente por el control de una zona inmensamente
rica en recursos naturales hidrocarburíferos esenciales para
el aprovisionamiento de sus industrias.
El fracaso de la política de intervención directa como me-
canismo de ordenar la fuerza en los países que invaden Es-
tados Unidos y sus aliados europeos cedió lugar a un modo
de injerencia conocido como ‘caos controlado’, propio de
un capital en descomposición que, incapaz de articular fuer-
za social en torno a su égida, monta minuciosa y planifica-
damente escenarios de crisis que le permitan justificar una
intervención directa.
Desde hace algunos años, centralmente desde los resul-
tados de Afganistán en adelante, puede decirse que asisti-
mos a una política de caos a secas, donde el imperialismo
ha desatado para crear climas de desestabilización fuerzas
que luego no controla y que no le responden de manera
acabada, aunque cumplen la función de romper los equili-
brios existentes y azuzar tensiones y diferencias internas de
las naciones que los monopolios necesitan saquear, evitan-
do la articulación de frentes nacionales cohesionados que le
opongan resistencia.
En este sentido, en noviembre se conocían nuevos datos
sobre la situación en Libia, último país donde Occidente pu-
do intervenir de manera directa, a través de la OTAN, con
un margen de consenso internacional considerable, plas-
mado en que el CSNU aprobó la iniciativa.
“Libia es ahora mismo un país con dos parlamentos y
dos gobiernos. Por un lado los emanados de las últimas
elecciones, reconocidos internacionalmente aunque con
apoyo limitado en el territorio libio (…). Por otro lado está el
gobierno basado en Trípoli y dirigido por Al Hassi, y que se
apoya en el parlamento surgido en las elecciones previas,
que se negó a disolverse por no reconocer los últimos comi-
cios (…).
”Si la situación institucional es insostenible, peor aún es lo
que ocurre sobre el terreno (…). En Bengasi los combates
han alcanzado el centro de la ciudad, obligando a miles de
personas a abandonar sus casas. En tres semanas han
muerto 300 personas. La ciudad en la que comenzó la re-
vuelta en el 2011 sufre la ofensiva del ex general Hafter, un
complejo personaje de esta trama.
”Hafter comandó las tropas de Gadafi durante la guerra
del Chad, pero se sumó a las fuerzas rebeldes en 2011. Entre
ambos acontecimientos, se exilió en Estados Unidos, donde
se le atribuye haber establecido una buena relación con la
CIA” (CD 12/11).
La “democratización” emprendida por la OTAN para librar
a la nación de ricos recursos petroleros de la tiranía de Ga-
dafi no estaría dando los resultados esperados. O tal vez sí…
En Irak, otra de las tierras donde la espada libertadora de
la democracia occidental entró a los guadañazos limpios pa-
ra salvar al pueblo del tirano y las armas químicas, el impe-
rialismo no halla mejores perspectivas. Con el rebrote de los
conflictos en su territorio que el armado del EI ha implicado
(sobre el que ya hemos dedicado extensos análisis que
comprueban la activa participación de Estados Unidos en su
formación, y del cual este mes podemos agregar que se fi-
nancia a través de la venta en el mercado negro de más de
350.000 barriles de petróleo diarios que extrae de su ocu-
pación de regiones de Siria e Irak, funcionales a las indus-
trias de Occidente por su irrisorio valor, de 20 dólares cada
uno, según consignara RT 15/11), el mes de octubre cerraba
con la escalofriante cifra de 1.200 muertos por la violencia,
sin contar los casos de asesinato en masa, cuya cifra no pu-
do calcularse. De los 1.200 cuantificados, más de 850 eran
civiles (CD 1/11).
En Siria, el otro país en el que el EI tiene control de una
parte del territorio, este mes se conocía la noticia de que
este grupo terrorista y el frente Al-Nusra, de la red Al-
Qaeda, se aliaban para “cooperar en el terreno contra el
Gobierno de Al-Assad”, en una reunión que uno de los
miembros del grupo ELS, en el frente Al-Nusra, Abu Mos-
afer, admitía que había sido organizada por terceros (HTV
15/11).
Cabe señalar que el atolladero de la política intervencio-
nista militar yanqui se cobró este mes la cabeza nada menos
que del ministro de Defensa Chuck Hagel, único republicano
miembro del gabinete de Obama, y figura central en el ac-
cionar norteamericano en el supuesto combate al EI (HTV
24/11).
Las motivaciones tras el engendro terrorista las señalaba
con claridad el portal cubano CubaDebate: “El Estado Islá-
mico viene a allanarle el camino a las potencias occidenta-
les para lograr que prevalezcan sus intereses (…).
”El cuadro ‘tras bambalinas’ [la centralidad estratégica de
Siria, tanto por sus reservas de gas como por su ubicación
geográfica] nos permiten explicar por qué EEUU necesita
semejante excusa para poder intervenir en Medio Oriente,
predominantemente en Siria. Ésta, ayer fue representada
por el ataque con gas sarín por parte de las milicias naciona-
les sirias; en un ayer más lejano, las armas químicas fueron
la razón para ingresar en Iraq derrocando el régimen de Sa-
dam; hoy se trata de la amenaza yihadista del Estado Is-
lámico” (CD 8/11).
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
La patriada (grande) iraní
En este escenario, el rol de la República de Irán viene
siendo central en la definición de una política de combate al
terrorismo al margen de la intromisión que, so pretexto de
la seguridad internacional, intenta a zarpazos limpios el ti-
gre herido del imperio.
“Mientras los extranjeros buscan únicamente sus propios
intereses, los países regionales teniendo fe en una coopera-
ción regional sincera y real, pueden lograr el progreso, la es-
tabilidad y la seguridad en la zona” remarcaba Amir Abdo-
lahian, vice canciller iraní (HTV 1/12).
El ministro iraquí de Municipio, Abdul Karim Yunis al-
Ansari, destacaba: “La República Islámica de Irán ha
desempeñado un gran papel a la hora de contrarrestar el
avance del grupúsculo terrorista-takfirí Daesh en Irak y Si-
ria, mientras que la denominada coalición anti-EIIL lidera-
da por Estados Unidos se ha creado con el fin de maximizar
la actividad de este grupo, y no para destruirlo” (HTV
15/11).
Esta actuación destacada de la nación persa se da en si-
multáneo a su patriada en la ronda de negociaciones con el
“G 5+1” sobre su programa nuclear, que este mes volvía a
postergar el acuerdo por la negativa de Irán de ceder sus
soberanía en materia nuclear, a la vez que ha cumplido con
todos los pedidos de la AIEA (Agencia Internacional de la
Energía Atómica).
Del empantanamiento que para Occidente han significa-
do estas negociaciones daba cuenta con lucidez el semana-
rio local Miradas al Sur: “Hasta hace seis meses las poten-
cias occidentales apretaban el torniquete para que Irán
desmantelara su programa atómico. Impusieron sanciones
económicas brutales que casi ahogaron la vida de los 80 mi-
llones de iraníes. ¿Por qué la derrota?
”Nuevamente las potencias occidentales no entendieron
la diferencia de perspectivas y mentalidades con una poten-
cia emergente:
”1. Creyeron poder oponer al presidente RohanI y al mi-
nistro Zarif al líder Alí Jamenei y se equivocaron. Puede ser
que ambos sean más flexibles que su jefe, pero ni juegan
su propio partido ni son pronorteamericanos (…).
”2. Supusieron que Irán negociaría a toda costa y fallaron.
La República Islámica necesita acordar, para superar el
bloqueo económico, pero tiene tiempo (…). Irán ha demos-
trado una (para Washington) inesperada capacidad para re-
sistir las sanciones económicas y la baja en el precio del pe-
tróleo. Redirigió las ventas de hidrocarburos hacia China y
otros países asiáticos y hasta las aumentó. El mes pasado,
además, Irán y Rusia acordaron el trueque de petróleo por
bienes de todo tipo por un volumen de 20 mil millones de
dólares. Por otra parte, después de 30 meses de recesión la
economía iraní está creciendo nuevamente al 2,5% anual.
29
”3. El Departamento de Estado apostó a que el interés por
los negocios pesaría más que el orgullo y la embarró. El aya-
tolá Jamenei vinculó exitosamente el programa nuclear
con la dignidad de la patria y el pueblo lo acompaña. El
honor nacional primó sobre el bolsillo (…).
”¿Qué pasa si el nuevo Senado republicano quiere a su
vez subir la cota para un entendimiento? Que chocarán
con Rusia y China, que presionan a Washington para im-
ponerle un acuerdo antiterrorista general para el Levante.
Puede ser que en los meses venideros los halcones republi-
canos escenifiquen todavía algún berrinche, pero al final
tendrán que firmar. Cuanto más tarden, peor para ellos”
(MS 30/11).
Como vemos, el pueblo iraní ha dado una lección de dig-
nidad a las corporaciones trasnacionales que rapiñan su na-
ción, y el apoyo de Rusia y China en este proceso ha sido
clave, como en tantos otros, en la construcción de una
cooperación al margen de las usinas financieras de Londres
y Wall Street.
De esta forma, queda en evidencia por qué la crisis al in-
terior de los países del centro imperialista se agudiza y tien-
de a hacerlo cada vez más: la posibilidad de descargar la cri-
sis en la periferia se encuentra obturada por la resistencia
de los pueblos y la ofensiva que implican los pasos en direc-
ción a un orden mundial multipolar sustentado en la coope-
ración. Al menos en Medio Oriente, el imperialismo se tacha
la doble.
Atrapados sin salida
Por último, Ucrania es otro de los frentes donde la batalla
entre el imperialismo en descomposición y el surgimiento
de lo nuevo se dirime palmo a palmo.
Venimos analizando mes a mes la situación creada allí por
la política de los monopolios trasnacionales, radicalizada en
un neofascismo recalcitrante que carga en su haber calami-
dades como la masacre de Odessa y el derribo de un avión
de línea malayo, que causó la muerte de cientos de civiles y
del cual Occidente intentó culpar a Rusia sin poder presen-
tar a la comunidad internacional una sola prueba creíble de
ello y orquestando un silencio atroz en torno a las varias
presentadas por Rusia que apuntan en su dirección.
Este mes las regiones del Este avanzaron en su proceso
de autodeterminación abierto tras la intervención burda del
imperialismo en su país, votando autoridades para sus re-
públicas independientes asociadas a la Federación rusa, y
dejando a la OTAN un paso más adentro del pantano ucra-
niano.
Con una participación superior al 60% que resulta signifi-
cativa en un contexto de sufragio no obligatorio, ambas re-
públicas, Donetsk y Lugansk, han ratificado a través del voto
a los líderes que encabezaron las rebeliones y la defensa
ENERO DE 2015
30 Detrás del muro
contra Kiev (RT 2/11), en el caso de la primera por más del
81% de los votos.
Cabe señalar que la cumbre del G-20 de finales del mes
servía de escenario para que Estados Unidos continuara
azuzando el enfrentamiento con Rusia: “Estados Unidos es
un país líder en la oposición a la agresión de Rusia contra
Ucrania, que es una amenaza para el mundo, como vimos
en el atroz derribo del avión MH17”, declaraba Obama (HTV
15/11).
La respuesta de Putin no se hacía esperar, apoyada en
evidencia mucho más contundente que la de Obama: “No
es Rusia quien tiene bases militares por todo el planeta,
sino la OTAN” (RT 16/11).
Uno de los análisis más significativos sobre el cuello de
botella al que ha llegado la política de las revoluciones de
color ensayada en Ucrania provenía de Henry Kissinger, una
de las figuras centrales de la política internacional norte-
americana.
Un pantallazo para ilustrar de quién se trata: consejero de
Seguridad Nacional durante todo el mandato presidencial
de Nixon, y secretario de Estado durante su presidencia y la
de Ford, dirigió el repliegue ordenado yanqui tras la derrota
brutal asestada por el pueblo vietnamita; ganador del pre-
mio Nobel de la paz (¡cuack!), que después le fue retirado
por su vinculación con el Plan Cóndor y las dictaduras que
enlutaron América Latina durante la década del 70; final-
mente, fue el primer hombre convocado por Bush al comité
anti crisis formado tras el atentado del 11 de septiembre.
Más que currículum, un prontuario. No puede dudarse
que se trata de un hombre del riñón de las usinas imperia-
listas, y de un cuadro de la política internacional norteame-
ricana.
Bien, compartimos ahora sus reflexiones a propósito de
Ucrania y las sanciones propinadas a Rusia en represalia por
su accionar “expansionista”: “Si Occidente quiere ser ho-
nesto, tiene que reconocer que ha cometido un error (…).
Publicamos las listas de las personas, cuyas cuentas conge-
lamos y a las que negamos la entrada, pero ¿qué pasará
luego? (…) Cuando algo se empieza, no se puede perder de
vista la conclusión de esa empresa” (RT 9/11).
Cabe señalar que sobre el mismo tema, en una columna
publicada en el Washington Post en marzo de este año, des-
tacaba: “En mi vida, he visto cuatro guerras iniciadas con
gran entusiasmo y el apoyo del público, en ninguna de las
cuales sabíamos cómo terminaría, y en tres de los cuales
debimos retirarnos unilateralmente. El examen de una po-
lítica siempre es cómo termina, no cómo empieza” (Wa-
shington Post, “To settle the Ukraine crisis, start at the
end”, 5/3/14; traducción propia).
Lo que Kissinger postula es más que una sugerencia para
la situación en Ucrania: es aplicable a la totalidad de la polí-
tica internacional imperialista en tiempos de su ocaso.
Sabias palabras las del viejo asesor de los gobiernos más
oscuros de Estados Unidos, pero difíciles de aplicar para los
brazos ejecutores de los dictados de las usinas financieras
trasnacionales: si para actuar esperan tener claridad de la
salida que darán a cada uno de los escenarios, el resultado
sería la inmovilidad absoluta a la que no pueden resignarse
nunca. Sencillamente porque no tienen salida para ofrecer a
la humanidad, sino sólo destrucción y caos, como todo lo
que hemos visto hasta aquí lo evidencia.
Como esta crisis, lejos de resolverse, se agudiza cada día
más, las discusiones sobre qué tenemos planteado resolver
como humanidad proliferan constantemente. El mes pasa-
do en torno a la conducta cubana con la crisis del ébola, que
debió ser reconocida hasta por sus acérrimos detractores.
En este sentido, este mes el aniversario número 25 de la
caída del Muro de Berlín suscitó en la prensa internacional
interesantes reflexiones que exhiben un clima de época crí-
tico del lugar al que el capitalismo ha conducido al mundo.
Paredón y después
“Tal vez no ser es ser sin que tú seas”
Pablo Neruda
Atrás quedó el triunfalismo que tras 1989 motivara a Fu-
kuyama a plantear la tesis del fin de la historia y de las ideo-
logías, augurando una rápida expansión por todo el globo
terráqueo de los valores de la democracia occidental y el
Consenso de Washington. La crisis de la hegemonía del ca-
pital es, como vimos, un hecho irrefutable, se mire el punto
geográfico que se mire.
En el matutino de la familia Mitre el problema aparecía
planteado en los siguientes términos: “Hace 25 años, cuan-
do cayó el Muro de Berlín, la economía liberal y la demo-
cracia parecían marchar juntas, de la mano, hacia la apo-
teosis. El comunismo había fracasado, los políticos del
planeta cantaban odas a los mercados desregulados y el his-
toriador norteamericano Francis Fukuyama aseguraba que
nos hallábamos ante ‘el fin de la historia’. Hoy, ya nadie
habla de los efectos benéficos de la libre circulación del
capital. La preocupación de los responsables políticos es el
‘estancamiento secular’, como lo califica el ex secretario del
Tesoro norteamericano Larry Summers (…). El capitalismo
del siglo XXI es un capitalismo de la incertidumbre (…).
”La crisis del capitalismo se ha transformado en crisis de
la democracia. En la mayor parte del planeta, los ciudada-
nos sienten que han dejado de ser gobernados por parla-
mentos o legislaturas, para caer en manos de bancos, fon-
dos de inversión u oscuras entidades supranacionales que
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
aplican la lógica del bombero suicida con tal de asegurar sus
beneficios: se los rescata o arrastran con ellos a la muerte a
toda una sociedad” (LN 9/11).
Fulminaba Juan Gabriel Tokatlian, desde las páginas del
mismo matutino: “Mirado con esta perspectiva, el derrum-
be del Muro de Berlín fue un punto de inflexión que no im-
plicaba, inevitablemente, el amanecer de un mundo mejor,
sino una coyuntura, quizás irrepetible, para que Occidente
aportase a la construcción de un orden justo, plural y equili-
brado. La historia reciente muestra que se desperdició esa
oportunidad” (LN 9/11).
Finalmente, incluso sin muro de Berlín, es evidente que el
capitalismo no tenía para ofrecer a la humanidad un pro-
greso ilimitado en lo material y en lo moral, sino que la con-
centración desenfrenada que emana de su lógica de repro-
ducción económica alcanza a poner en jaque también las
bases mismas de su democracia.
Pensándolo desde nuestro continente y nuestro país, la
caída del muro ha sido condición necesaria de los monopo-
lios para poder aplicar las políticas del Consenso de Wa-
shington, el neoliberalismo, la flexibilización laboral, el ajus-
te del FMI, y demás etcéteras.
Pero debemos señalar que lo que queda de manifiesto es
que la democracia pregonada por las usinas del capital fi-
nanciero no es más que el dictado de las corporaciones
trasnacionales.
Podemos decir que el aparato jurídico político que estruc-
tura el sistema democrático liberal desde el último tercio
del siglo XIX ha sido siempre un reflejo de las necesidades
de esas corporaciones. Por lo tanto, la novedad no sería que
estamos gobernados por grupos económicos que controlan
a los gobiernos, sino que cada vez más personas lo noten y
se rebelen contra ello.
Este darnos cuenta va inevitablemente de la mano con el
hecho de que los intereses de esos grupos tienden con to-
das sus fuerzas a condecirse cada vez menos con los de las
mayorías, y necesitan cada vez más dejarlas por fuera y eli-
minarlas. Esta es la implicancia profunda del 1% que acapa-
ra más del 50% del PBI global, de las altas tasas de desem-
pleo en los países de la Unión Europea, del 49% de la fuerza
laboral pasible de ser reemplazada por robótica en 20 años,
del ébola resolviendo la crisis migratoria de África a Europa,
de la tercera guerra mundial librada por partes.
Pero esto no implica el fin de la idea de democracia y una
ola de caos pronta a deglutir el mundo, sino la condición de
posibilidad para el nacimiento de una democracia basada
en otros principios, de la verdadera soberanía y de la verda-
dera libertad para los pueblos.
31
Desde las páginas del diario mejicano La Jornada, Ángel
Guerra Cabrera, periodista cubano, ponía sobre la mesa de
discusión hacia dónde tiende, entonces, toda esa humani-
dad que no cabe en la dictadura del capital ultraconcentra-
do.
“[La caída del Muro] no fue el fin del comunismo ni como
sistema social ni como teoría y práctica políticas (…). Las
pruebas más contundentes de la vigencia de los ideales de
igualdad, justicia y libertad entrañados en el comunismo las
tenemos en América Latina. Cuba no renunció al socialismo
ni cuando cayó aquel muro ni cuando se derrumbó la Unión
Soviética, que había sido su aliado principal frente a la hosti-
lidad de Washington, no obstante que este recrudeció el
bloqueo y los planes desestabilizadores contra la isla (…).
”No es el socialismo el objetivo actual de todos nuestros
procesos nacional-populares, pero difícilmente habrían
podido avanzar y fortalecerse tan rápido sin el ejemplo de
resistencia del socialismo cubano” (reproducido en CD
13/11).
Como vemos, la disputa todavía está abierta. Ni el capita-
lismo ha emprendido su curva de ascenso triunfante ni el
socialismo ha perdido la vigencia en su supuesta derrota.
Noviembre nos ha demostrado que en distintos frentes se
sigue librando la batalla por el contenido de la democracia
en los tiempos que corren.
La cumbre del “G-77 + China” que analizábamos en el ar-
tículo anterior, con sus 24 puntos; la capacidad china de
conducir la APEC desde la lógica de integración, coopera-
ción y beneficios mutuos, que obligó a Estados Unidos a
subordinarse para no quedar completamente aislado de
una de las regiones, sino la región, clave en el desarrollo
geopolítico en la actualidad; las protestas en los países cen-
trales que empiezan a mostrar el despertar de pueblos
anestesiados por décadas mediante una política que ya no
tiene bases materiales de existencia; el ejemplo del ALBA en
la construcción de un orden social más justo; la cruzada en-
cabezada por Irán para expulsar las infiltraciones terroristas
occidentales que enturbian la paz en la región: todo ello
confirma el carácter de transición que vive la humanidad.
Queda claro que en la democracia concebida como respe-
to de los intereses de las minorías accionistas de los 147
grupos que controlan la mitad del PBI global, las mayorías
no cabemos, ya ni siquiera como consumidores. Nos halla-
mos entonces, como humanidad, en la tarea de construir
nuestra democracia, y no hay duda que allí quienes no ca-
ben son ellos.
ENERO DE 2015
Transición, tendencia sostenida en Latinoamérica
Ladran, Sancho…
A modo de Introducción
Como analizamos en los artículos precedentes, la crisis de
dominación del capital es global y de una profundidad inédi-
ta. Dicha crisis toma, también, la forma de resquebraja-
miento de los valores e ideas que han regido el quehacer de
los últimos doscientos años de una buena parte de la pobla-
ción planetaria, fundamentalmente la que asienta su exis-
tencia en ‘Occidente’, con Europa y el norte de América a la
cabeza, pero desplegando su influencia sobre vastas regio-
nes del llamado ‘tercer mundo’: buena parte de África,
Oriente Medio y la casi totalidad de Latinoamérica. Cuando
hablamos de ‘crisis de hegemonía’, hablamos de la imposi-
bilidad de seguir reproduciendo las condiciones de posibili-
dad de la dominación de una parte de la sociedad, minorita-
ria, por sobre el resto de la población, y de la emergencia de
nuevas condiciones objetivas que provocan la necesidad de
nuevas formas de organización social, es decir, de nuevas
relaciones sociales.
Tal como venimos observando, la crisis halla su origen en
la estructura del mecanismo social, las relaciones que esta-
blecemos los hombres y mujeres en sociedad para producir,
signadas hoy por la creciente escasez de ‘tiempo de traba-
jo’, única fuente del valor de las mercancías que se ofrecen
en el mercado. Es por esto que cada vez la ‘torta’ a repartir
se achica, a pesar de que cada vez haya más y más produc-
tos para consumir. Pero a partir de ese origen económico se
desarrolla también una profunda crisis en las ideas que nos
formamos acerca de ‘cómo somos’, de ‘cómo queremos ser
como humanidad’, de los valores e ideas que nos movilizan
día a día.
El achicamiento del tiempo socialmente necesario para
producir mercancías, es decir, del valor, y por lo tanto, la
consiguiente imposibilidad de reproducir a enormes secto-
res de población, inclusive de capital hasta medianos y pe-
queños que se ven desplazados de los mercados a manos de
los más concetrados, desemboca ncesariamente en el fin
del ‘Estado de bienestar’ europeo y en la caída del ‘sueño
americano’ yanqui –ambas expresiones de las políticas que
se vieron obligados a desplegar los capitales concentrados
durante el siglo XX a raíz del crecimiento de las fuerzas po-
pulares organizadas en diversas partes del planeta y que in-
tentaban la construcción de una salida socialista, es decir,
post capitalista, a los problemas de su tiempo.
En ese sentido, como analizábamos en el artículo prece-
dente, este noviembre se cumplieron 25 años de la caída
del Muro de Berlín, es decir, del fin del estado socialista de
Alemania Oriental, que sería seguido apenas dos años des-
pués por el fin del régimen socialista soviético. Ambos he-
chos, en conjunto con una decena de procesos mundiales
que llegaban a su aparente fin (como la revolución nicar-
güense en Centroamérica), permitieron el despliegue de to-
da la fuerza de destrucción capitalista en el orbe entero,
siempre teñida de la idea de ‘modelo único’ de vida social.
De esta manera, la necesaria competencia entre capitales
por hacerse cada vez más fuertes a costa de deglutir com-
petidores (concentración de los capitales) llevó a una ex-
pansión generalizada de esquemas económicos y sociales
que entronizaban el lucro privado, mientras crecía el tendal
de desplazados de los beneficios que produce la coopera-
ción humana. Ese breve lapso –que algunos intelectuales al
servicio de los grandes capitales quisieron definir como ‘el
fin de la historia’– fue lo que con mucha variedad de expe-
riencias ha sido catalogado como ‘neoliberalismo’. Y en es-
to, nuestro subcontinente latinoamericano fue un actor
principal (un castigado actor) en la escena mundial, dado
que por la proximidad geográfica y política con el ‘gigante
del norte’ nos convertimos en una de las primeras regiones
donde el desembarco de las políticas antipopulares y, sobre
todo, anti-trabajadores, se desplegó inicialmente y con una
ferocidad inédita, al menos durante el siglo XX.
El analista brasileño Emir Sader define como ‘victoria
ideológica’ la base de sustentación del neoliberalismo que
se desplegó en nuestras tierras, donde no sólo dominaron a
nivel económico sino que, fundamentalmente, lograron im-
poner un ‘modelo’ de vida acorde con sus intereses en tan-
to clase dominante, intereses que no son los de todos preci-
samente (MS 16/11).
En ese entonces, la constitución del Tratado de Libre Co-
mercio del Atlántico Norte, NAFTA por sus siglas en inglés
(1994), permitió a los conglomerados estadounidenses,
principalmente, y canadienses, en menor medida, acrecen-
tar su penetración en la vida económica y social de la socie-
dad mexicana, produciendo a muy bajos costos y empobre-
ciendo a las mayorías trabajadoras aztecas. Claro que, como
al igual que en el resto de países latinoamericanos, esa pe-
netración se logró en alianza con un sector minoritario de la
clase dominante mexicana, que participaba –y lo sigue ha-
ciendo– como socio menor de los negocios estadouniden-
ses. Este primer acuerdo fue un ensayo de colonialismo
económico moderno, luego seguido por otros (como con
Colombia, Brasil, Argentina, Venezuela y Perú en los 90)
que, aunque no llegaron a concretarse al nivel jurídico del
mexicano, sí posibilitaron el despliegue para que los capita-
les con asiento en EEUU avanzaran a costa de la creciente
hambruna y represión a las poblaciones de la región, de la
mano de la modificación de leyes laborales y sociales que
afectaban directamente las históricas conquistas de los asa-
lariados. La pretensión de esos capitales, en su mayoría es-
 Análisis de Coyuntura
tadounidenses, era formalizar un área de libre comercio
continental, el ALCA, para lo cual el gobierno yanqui bregó
durante buena parte de la última década del siglo pasado.
Pero los trabajadores y los pueblos siempre luchan, y de su
resistencia, sostenida en décadas de experiencia, fueron
emergiendo procesos ‘nacional populares’, sobre todo des-
de inicios del presente siglo, que han logrado aglutinar la
voluntad mayoritaria de sus poblaciones y hacerse con el
gobierno de los aparatos estatales. Etapa que se inicia en
1998 con el ascenso de la fuerza bolivariana conducida por
Hugo Chávez en Venezuela y que continuó con la primera
presidencia del metalúrgico Luis “Lula” Da Silva en Brasil,
Néstor Kirchner en Argentina, El Frente Amplio con Tabaré
Vazquez y el ex tupamaro José “Pepe” Mugica en Uruguay.
Junto con ellos, un poco después se sumaba la llegada del
líder cocalero Evo Morales en Bolivia, de Rafael Correa en
Ecuador y la vuelta del sandinismo con Daniel Ortega en Ni-
caragua, entre otros procesos no menos significativos.
Así, en la mayoría de nuestros países, como venimos ana-
lizando mes a mes en esta publicación, el proceso político
mayoritario mantiene un rumbo de creciente independen-
cia respecto de las necesidades de los grandes centros fi-
nancieros mundiales, sobre todo del Imperio del Norte,
EEUU, actor principal de la vida mundial del último siglo. La
imperiosa necesidad que tienen los capitales concentrados
mundiales por descargar el costo mayor de la crisis sobre
los países del llamado ‘tercer mundo’ ha posibilitado la
emergencia de procesos donde las alianzas entre empresa-
riados mercadointernistas y el grueso de los pueblos traba-
jadores, obreros asaliariados y profesionales se logran cons-
tituir en fuerza social que conquista la gobernación de los
aparatos estatales, revirtiendo o al menos debilitando el
uso de estos para la hambruna de las mayorías. Del otro la-
do quedan las minorías oligárquicas de cada nación, ese pu-
ñado de capitales concentrados a nivel local que en alianza
comercial con los de afuera han sido históricamente los ins-
trumentos de la explotación y empobrecimiento de nuestra
región.
El cuento del Tío (Sam)
Desde los centros intelectuales mundiales que responden
a los capitales concentrados (con un papel protagónico de
los organismos de crédito y los multimedios ligados a ellos)
se desplegó un relato que buscaba –y aún lo hace– conven-
cer a las mayorías de que los gobiernos ‘populistas’ del sub-
continente estaban llegando a su ocaso. En Brasil se venía el
fin del PT a manos de ‘sonados’ casos de corrupción; en Ve-
nezuela intentaron motorizar una ‘rebelión ciudadana’ el
verano pasado; en Uruguay lograron que los dos partidos
conservadores, otrora adversarios, fueran juntos para in-
tentar derrotar al Frente Amplio; en Bolivia pugnaron por
33
rebelar a una parte de la milicia; en Argentina intentan po-
ner de rodillas al Gobierno via sentencias judiciales que be-
nefician a los llamados ‘fondos buitre’, etc. En todos los ca-
sos –como veíamos en el número pasado para tres procesos
eleccionarios presidenciales–, se les fueron cayendo una a
una las tácticas destituyentes. Pero su necesidad de termi-
nar con los procesos emancipatorios –o al menos frenar a
los mismos– no es optativa. La propia lógica de acumulación
de riqueza por vía del incremento de capitales lleva a ello.
Así, durante noviembre las presiones continuaron, casi sin
variar su procedencia ni el contenido de sus ‘análisis’. Siem-
pre ‘especialistas’ de los principales bancos y financieras
mundiales, con intereses directos en los negocios en la re-
gión, a través de medios de prensa antinacionales como La
Nación: “Según datos de BBVA Research, la economía lati-
noamericana crecerá 0,9% este año y 1,8% en 2015, debido
a la desaceleración de la demanda interna y un entorno ex-
terior menos favorable, en el que destacan el frenazo de la
economía china y la menor demanda global de materias
primas. ‘En el promedio de la región es probable que ya se
haya dejado atrás lo peor de la desaceleración’, dice la enti-
dad en su último informe de coyuntura regional, donde se
constata, además, la brecha creciente entre la Alianza del
Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile), que registrará un
crecimiento de 2,8% y 3,8% en 2014 y 2015, respectivamen-
te, y el Mercosur, cuyo PBI se contraerá un 0,5% este año y
crecerá apenas 0,4% el que viene. Con todo, la región queda
lejos del crecimiento promedio entre 2003 y 2011 –4,5%, se-
gún el Fondo Monetario Internacional (FMI)– y de los ritmos
de otras economías de renta similar, como las asiáticas, que
registrarán un crecimiento medio este año superior al 7%”
(LN 3/12). Veamos: no sólo habría en puerta un pronuncia-
do ‘decrecimiento económico’ que, como vimos en esta re-
vista, se condice con las ‘apabullantes’ cifras europeas y es-
tadounidenses –aunque eso no es mencionado por el
matutino de la oligarquía agrofinanciera local–, sino que él
afectaría en menor medida, no casualmente, a los países
que son parte de la Alianza del Pacífico, con EEUU a la cabe-
za. En cambio, los del Mercosur, donde en los últimos dos
meses se sucedieron tres importantes procesos elecciona-
rios en Brasil, Uruguay y Bolivia, las masas han elegido –se
deduciría siguiendo estos análisis– ‘seguir en la crisis–, por-
que ratificaron a las fuerzas políticas gobernantes.
En perspectiva del Financial Times, el órgano mediático
de la city londinense, lo contradictorio del análisis anterior
se hace más flagrante: “América Latina ya pasó por esto. El
auge en los precios de las materias primas impulsa el creci-
miento económico; las tasas de interés bajas en EEUU inun-
dan de capital la región. Más tarde, se derrumban los pre-
cios de los commodities y suben las tasas de interés
norteamericanas. Los capitales se fugan de la región; las
ENERO DE 2015
34 Ladran, Sancho…
monedas caen y los costos del servicio de la deuda se dispa-
ran. Éstos son los ingredientes clásicos de una desacelera-
ción latinoamericana tradicional, y hoy muchos de ellos es-
tán presentes.
”Una señal es que el índice Bloomberg de materias pri-
mas, una referencia para quienes invierten en commodities,
ha caído a su nivel más bajo en cinco años ahora que la
economía de China se ha desacelerado. Otro indicio es cómo
la inversión extranjera en la región se contrajo 23% en el
primer semestre del año, en comparación con 2013, en gran
parte debido a una desaceleración de las inversiones mine-
ras.
”Una tercera señal es que algunas monedas latinoameri-
canas han sufrido depreciaciones abruptas, a medida que
los déficits comerciales siguen deteriorándose. Estos déficits
crecientes están presentes a pesar del menor crecimiento de
la región, que este año será de 1,2%, según el Banco Mun-
dial.
”Y la cuarta es la preocupación de que algunas empresas
de América Latina, habiendo emitido cantidades récord de
bonos en moneda extranjera podrían ahora tener problemas
para pagar sus deudas.
”¿Cabe preguntarse si el panorama es totalmente pesi-
mista para los mercados de capitales de América Latina pa-
ra 2015? La respuesta, tal vez sorpresivamente, es: no, y
ciertamente no en todos los mercados. ‘Las necesidades de
financiamiento siguen siendo elevadas y los balances están
sanos en términos generales’, señaló Antonia Stolper de
Shearman & Sterling, un estudio de abogados” (CR 24/11).
A pesar de que la fuente es solamente la opinión casi
anónima de ‘un estudio de abogados’, y eso ya es casi pa-
tólógico en estos ‘sesudos’ análisis que nos traen semana a
semana los grandes multimedios globales, lo significativo es
que ‘las necesidades de financiamiento siguen siendo ele-
vadas’, es decir, que la ampliación del horizonte de negocios
de las empresas sigue siendo sostenida en la región, de-
mandando mayores ingresos de capitales que financien
esos saltos en la escala de producción y comercio. Y los ca-
pitales no dudan en invertir, a pesar de las supuestas cifras
‘en caída’ de los indicadores económicos.
Sin embargo, en el ‘análisis’ del semanario británico The
Economist es donde se observa con mayor claridad el ‘co-
rrimiento’ político que han tenido que hacer los grandes
grupos financieros y sus órganos de prensa, porque están
obligados a reconocer que el escenario latinoamericano es
en gran medida favorable a las masas, y que a ellos sólo les
queda apabullarnos con ‘cifras’ y ‘cálculos’ de ‘inminentes
desastres macroeconómicos’, intentando así quebrar los
frentes políticos que vienen dando sustento gubernamental
a dicho cambio en el paradigma económico regional: “Des-
de 2003 hasta 2010 las economías de América Latina crecie-
ron a una tasa promedio anual cercana al 5%, los salarios
aumentaron y el desempleo cayó, más de 50 millones de
personas salieron de la pobreza y la clase media aumentó a
más de un tercio de la población. Pero ahora el brote de cre-
cimiento ha terminado. La ‘nueva normalidad’ de expansión
anual del 3% anual, que ya venía generando preocupacio-
nes, está resultando ser mucho peor.
”Las economías de la región van a crecer en promedio só-
lo alrededor del 1,3% este año. Los analistas siguen recorta-
do sus previsiones, como lo han hecho durante los últimos
dos años. Ahora sólo esperan una suave recuperación para
el próximo año: tanto el FMI como el Banco Mundial prevén
un crecimiento de apenas 2,2% para 2015. América Latina
se está desacelerando más rápido que la mayor parte del
resto del mundo emergente, señala Augusto de la Torre, el
economista jefe del BM para la región. Alejandro Werner, su
homólogo en el FMI, prevé un crecimiento promedio de sólo
2,7% en los próximos cinco años. (…) Las perspectivas para
México, con sus reformas estructurales y los lazos de fabri-
cación con América del Norte, son un poco más brillantes.
”Peores perspectivas tienen los países con gobiernos po-
pulistas que despilfarran los ingresos extraordinarios del
boom. Los meteorólogos no ven ninguna tregua en la estan-
flación que aflige a Venezuela y Argentina. Gracias a la falta
de inversión y la gestión macroeconómica torpe, la econo-
mía de Brasil apenas crecerá este año y se enfrentara a un
ajuste fiscal en el año 2015. Sin embargo, la desaceleración
va mucho más allá. Las economías de altos vuelos y bien
administradas de Chile, Perú y Colombia son puro sufrimien-
to. La tasa de crecimiento de este año en Chile (2%) y Perú
(alrededor del 3%) es la mitad de la que fue en 2013. Todo
esto contrasta con la África Subsahariana, que es también
una gran productora de productos básicos y en el que el FMI
espera un crecimiento del 5,1% este año y de 5,8% para pró-
ximo” (TE 20/11, traducción propia).
Hay cuotas de verdades y de mentiras en el análisis in-
glés. Lo primero a señalar es que, como siempre, deslizan
sin mayor profundidad que hay quienes a los que no les va
‘tan mal’: a los países obedientes de las políticas del norte,
como en este caso Mexico y el resto de países asociados a
EEUU en la Alianza del Pacífico. ¿Por qué tendría mejores
indicadores macroeconómicos? Eso no lo sabremos por las
páginas editoriales de estos periódicos voceros del mundo
de las finanzas concentradas, pero en la comparación con el
crecimiento que auguran para ‘el África subsahariana’ po-
demos inferir cierta explicación: en Latinoamérica ya no se
siguen las recetas de los grandes capitales, ya no son los
principalísimos beneficiados y eso se paga, o mejor dicho
tiene un costo: el castigo es la desinversión, porque están
en juego las condiciones políticas de la reproducción futura
de dichos capitales. Porque, con gobiernos populares que
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
no se ponen de rodillas antes los organismos ‘internaciona-
les’ de crédito, las condiciones de reproducción ampliada
que demanda la voracidad capitalista en un mundo econó-
micamente en crisis estructural no están garantizadas. En
cambio, en el África negra, la estrategia de constante divi-
sión y enfrentamiento fraticida que fogonean los capitales
ha permitido sus ‘altos índices’ de ganancia (ellos dicen, de
‘crecimiento’), a costa de pueblos hambreados, analfabetos
y ahora también atacados por pandemias y virus de dudoso
origen que acaban con la vida de miles y miles de africanos
para los cuales el ‘mercado’ ya no tiene lugares reservados.
La ‘balcanización’ de las regiones es la condición de la posi-
bilidad de reproducción de los capitales concentrados, y eso
es lo que en nuestro subcontinente se ha logrado revertir
en los últimos 10-15 años.
Sin embargo, a pesar de este adverso escenario político,
los capitales llegan igual, como lo venimos mostrando mes a
mes para el caso cubano, quien a pesar de estar incluido en
el ‘eje mundial del mal’ por parte del gobierno estadouni-
dense, se ha ido convirtiendo en los últimos años en un re-
ceptor privilegiado de inversiones mundiales con China y
Brasil a la cabeza, sobre todo desde la instauración de su
política de apertura a las inversiones extranjeras y privadas
bajo ferreo control y dosificación (planificación, que le di-
cen) estatal. Incluso, como observábamos hace cuatro me-
ses, la cámara de comercio yanqui visitó oficialmente la isla,
presionando a su propio gobierno para levantar el bloqueo
y no perderse los negocios que se abren para el resto de
países que no obedecen las añejadas presiones norteameri-
canas. En definitiva, política y economía no son esferas ais-
ladas, ni mucho menos, y las condiciones de acuerdos polí-
ticos que viene llevando adelante el gigante y emergente
asiático de la República Popular China tienen por finalidad
una expansión de su comercio con los países latinoamerica-
nos, hecho que potencia el enfrentamiento con la potencia
yanqui en decadencia (como analizaremos más adelante).
De esta manera, en los datos económicos que no permi-
ten observar esa ‘tendencia’ hacia la crisis que desesperan
por mostrar las usinas intelectuales de los grandes conglo-
merados concentrados mundiales, podemos observar el co-
rrimiento político e ideológico producido en la región en la
última década y media. En la reconstitución de políticas de
unidad y de complementariedad comercial y productiva, los
países de Suramérica y el Caribe continúan su proceso de
integración con independencia de la vigilancia estadouni-
dense. Las viejas banderas de unidad que flameaban hace
doscientos años, hoy se han retomado con conciencia de
que la desmembración y fragmentación han sido una políti-
ca conciente de división para sojuzgar a nuestros pueblos.
En ese sentido, el ‘vuelco de la tortilla’, al decir de la can-
ción española, si bien todavía incompleto, ha logrado un co-
35
rrimiento de toda la región que permite un proceso de inte-
gración económica y política como nunca antes en su histo-
ria moderna, es decir, desde la creación de las naciones que
hoy hacen al subcontinente. En esa fragmentación en mu-
chas repúblicas se ha basado nuestro histórico estanca-
miento, que es además reproducido a nivel interno de cada
país. De esta manera, tomando el ejemplo de lo sucedido
en los procesos electorales de Brasil, Uruguay y Bolivia, po-
demos observar la tendencia hacia una reunificación de las
voluntades populares, que permiten observar la acumula-
ción de fuerzas que viene produciéndose en la región.
Bolivia: espejo del porvenir
En la resignificación que adquiere en el plano ideológico
la actualidad del grueso de los países latinoamericanos, to-
mamos el análisis del vicepresidente boliviano, Álvaro Gar-
cía Linera, quien señala los ejes bajo los cuales se puede
constatar un ‘cambio de época’ para Bolivia, bajo los go-
biernos del MAS. Si bien se trata de un devenir que se cons-
truye desde la propia historia de ese país, las palabras del
vicepresidente son una herramienta válida para analizar el
conjunto de países que conforman la región: “Lo que ha su-
cedido en Bolivia en la última década es la emergencia y
consolidación de un tipo de integración lógica y moral de la
sociedad, esto es, de una manera casi unánime de entender
el mundo y de actuar, caracterizada por el trípode constitu-
cional de: economía plural con eje estatal, reconocimiento
de las naciones indígenas con un gobierno de movimientos
sociales, y régimen de autonomías territoriales. Se trata de
un trípode discursivo con la capacidad de explicar lógica y
moralmente el orden aceptable de la sociedad boliviana, y
de orientar las acciones colectivas hacia un porvenir con to-
das las clases sociales. Es, no cabe duda, un horizonte de
época que ha desplazado a los tres ejes discursivos que 20
años atrás definieron al neoliberalismo en el imaginario so-
cial: la extranjerización de los recursos públicos, la goberna-
bilidad partidaria, y la oenegización de la deuda social.
”En los hechos, dentro del campo político, las izquierdas,
los centros y las derechas, están obligadas −por un buen
tiempo− a moverse en esos tres parámetros organizadores y
orientadores de la acción de la sociedad boliviana. La legi-
timidad política de cualquier propuesta emerge de su adhe-
sión a ese horizonte de época; esto significa que en la actua-
lidad no es posible imaginar nada al margen de ese techo
discursivo”. El análisis es claro: el escenario en la región ha
cambiado, porque el piso de construcción que hoy discuten
los pueblos latinoamericanos no permite corrimientos de
ciertos ejes estructurantes (similar expresión obervamos
para el caso argentino, donde ninguna de las ‘ofertas’ opo-
sitoras políticas al kirchnerismo se plantean tirar abajo con-
quistas como la Asignación Universal o el manejo estatal y
ENERO DE 2015
36 Ladran, Sancho…
centralizado de los fondos de jubilación y pensión. Veáse el
artículo 5 del presente número). Pero esta situación de
cambio en el ‘horizonte de época’ no ha brotado mágica-
mente de ningún arbusto autóctono o de la mágica inteli-
gencia de tal o cual gobernante, sino de un proceso de lu-
chas y aprendizajes de los pueblos y los trabajadores
organizados peleando contra las distintas manifestaciones
de la codicia del capital. Continúa García Linera, para el caso
(testigo) boliviano: “El año 2000, con la Guerra del Agua y el
bloqueo de caminos de 20 días durante el mes de septiem-
bre, el campo político se polarizó en torno a un bloque de
partidos neoliberales y la emergencia de los movimientos
sociales con capacidad de movilización territorial y discurso
alternativo. El año 2003, con la Guerra del Gas, quedó con-
solidada la propuesta universalista del movimiento social:
nacionalización del gas, gobierno indígena y asamblea cons-
tituyente. Entre el 2003 y el 2005, el nuevo sentido común se
impuso y el discurso privatizador entró en un ocaso. En di-
ciembre del 2005, esta victoria ideológica se transmutó en
victoria electoral y la mayoría política plebeya (indígenas,
campesinos, vecinos, trabajadores urbanos…) quedó consti-
tuida. El 2008 se derrotó militarmente a la derecha golpista
(septiembre), y políticamente al neoliberalismo (aprobación
del texto constitucional en octubre). Por último, en 2009 el
proyecto del retorno neoliberal fue derrotado electoralmen-
te. En ese sentido, octubre del 2014 no sólo es la consolida-
ción estructural de un único proyecto de economía, Estado y
sociedad, sino la irradiación social y geográfica de la revolu-
ción democrática y cultural.
”El MAS creció con 201.850 votos respecto al 2009, lo-
grando más de 3 millones de votos; triunfó por primera vez
en Pando (antiguo bastión opositor controlado por las for-
mas cacicales de la política) y en Santa Cruz, convirtiéndose
en mayoría política e inaugurando una nueva época en una
región controlada anteriormente por las fuerzas radicales de
la derecha. Es así que nos encontramos frente a la expan-
sión geográfica de la hegemonía y la disolución geopolítica
de la llamada ‘media luna’ conservadora.
”Es así que todas las propuestas políticas ya no cuestio-
nan ni la nacionalización ni la participación de las organiza-
ciones sociales, y simplemente hablan de ajustes de forma
en torno a este único núcleo discursivo” (CD 7/11).
En este escenario de avance hegemónico de la fuerza po-
pular gobernante en Bolivia, se puede reflejar un piso ideo-
lógico de trabajo donde mirarse para el resto de fuerzas del
subcontinente. Así, si bien la releelección de Dilma Rousseff
en Brasil fue con un margen pequeño de diferencia porcen-
tual (un 51,64% vs el 48,36% de Aecio Neves), el crecimien-
to de votos del PT se ha producido, de diversas formas, en
las dos zonas que dividen socialmente al Brasil: el norte
empobrecido y el sur rico e industrializado. Los agoreros
analistas de los grandes medios han querido presentar la
victoria de Roussef como el resultado de políticas ‘asisten-
cialistas’ hacia los más pobres, –en una suerte de ‘coopta-
ción estatal’–, sin ahondar en que si bien hay un núcleo
opositor importante en el sur adinerado, la cosecha de vo-
tos en la segunda vuelta no ha sido poca para la fuerza pe-
tista en dicha región del país: “El domingo pasado, con 54,5
millones de votos, la mandataria derrotó a Aêcio Neves,
quien obtuvo poco más de 51 millones, de los 105,5 millones
de sufragios válidos. Fueron 112 millones de brasileños que
concurrieron a las urnas digitales, si se les suman los 5,2 mi-
llones de nulos y otros 1,9 millones en blanco. (…) Pero si
bien es un dato insoslayable que con los votos del nordeste
brasileño Dilma Rousseff pudo compensar la diferencia que
logró Aêcio Neves, porque el tucano sacó una diferencia de
6.807.906 de votos en el Estado de San Pablo; 1.115.271 en
Santa Catarina; y en Paraná 1.356.285; la petista logró con-
traponerlo con su performance de más del 70% en cinco Es-
tados, donde obtuvo ventajas de 2.907.306 en Bahía;
2.455.129 en Ceará; 1.978.899 en Pernambuco; 1.808.245
en Maranhão, y 1.001.212 en Piauí, lo cierto es que cabe
hacer un análisis más profundo de la situación.
”Porque cabe destacar que Dilma Rousseff sumó más vo-
tos en la región sur y sudeste, unos 26,7 millones, que en la
región del nordeste y norte, donde alcanzó 24,8 millones. A
su vez, resulta inapropiado sostener que el PT es mero voto
de las zonas pobres del Brasil, porque obtuvo 8.488.383 en
San Pablo; 5.979.422 en Minas Gerais; 4.488.183 en Río de
Janeiro; 911.906 en Espíritu Santo; 2.408.740 en Paraná;
1.353.808 en Santa Catarina y 2.997.360 en Rio Grande do
Sul, los Estados más industrializados del país. (…) En definiti-
va, de los 15 Estados en que ganó Dilma Rousseff, en 11 lo
hizo con más del 60%, en tanto que Aêcio Neves sólo en 5
distritos logró superar esa marca de los 12 que conquistó. Y
como nadie es profeta en su tierra, resulta interesante ver
que la petista pierde en Rio Grande Do Sul, donde actual-
mente reside, aunque gana en Pernambuco, ciudad donde
nació y de la que era oriundo Eduardo Campos; en tanto que
el tucano pierde Minas Gerais, de donde fue gobernador”
(MS 10/11). Es decir, como observábamos para el caso boli-
viano, se verifica aquí la misma tendencia, aunque con las
particularidades históricas brasileñas. Se trata de que el es-
cenario de disputa lo vayan construyendo las políticas de la
fuerza gobernante popular, hecho que obliga al corrimiento
del horizonte de discusiones a todo el arco político brasile-
ño. Recordemos que el que se inicia es el cuarto gobierno
consecutivo del Partido de los Trabajadores de Brasil, que
ha permitido un acercamiento al resto de la región como
nunca antes había sucedido con la nación de habla portu-
guesa.
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
En Uruguay, donde también se celebraron elecciones na-
cionales, la tendencia ha sido similar, incluso más pronun-
ciada por la contundente victoria de la fuerza gobernante
popular, el Frente Amplio, que postulaba nuevamente al
médico Tabaré Vazquéz a la primera magistratura del país
oriental. La segunda vuelta solo sirvió para ampliar aún más
la ventaja ya grande que había sacado la fuerza gobernante
sobre el Partido Nacional: 56,62% de la fórmula encabezada
por Vázquez frente al 43,38% de la que llevaba al frente a
Luis Lacalle Pou. “Cabe destacar que, además, el Frente
Amplio logró ganar en 15 de los 19 departamentos. Por eso,
ya diseña su estrategia para las elecciones municipales de
2015”. Las razones son similares a las de otros procesos po-
pulares de la región: políticas que han revertido la exclusión
de amplias capas de la sociedad, con el acceso a bienes y
derechos sociales de los que carecían hasta hace poco más
de una década. En palabras del semanario Miradas al Sur:
“La principal carta de presentación que tiene el Frente Am-
plio es su performance económica, que logró superar la cri-
sis del 2002, producida por el coletazo del derrumbe argen-
tino, y que a la fecha presenta tasas de crecimiento del 5,5%
anual promedio desde 2006 al 2013 según el Banco Mun-
dial. (…) A su vez, en 2004 el decil de mayor ingreso era 19
veces al de menores ingresos, en tanto que hoy es de 11,8.
Concomitantemente el desempeño económico impactó fuer-
temente en el mercado de trabajo, que hoy registra los nive-
les de desempleo más bajos de la historia de Uruguay. Ade-
más, la expansión económica, acompañada de políticas de
inclusión, logró una fuerte reducción de la pobreza, que pa-
só del 39,9% en 2004 a 11,5% en 2013, mientras que la indi-
gencia pasó del 4,7% al 0,5%” (MS 30/11).
Sostener la tensión
El desafío –entre estos datos eleccionarios que muestran
el alto grado de acuerdo popular en la dirección política
planteada por el grueso de los gobiernos ‘nacional popula-
res’ del subcontinente y los números de la economía que se
reseñaban en el inicio– es cómo estructurar los esfuerzos
que demandan el desarrollo productivo, infraestructural y
social de todos y cada uno de los pueblos de la región. En
este sentido, la presencia china y rusa en nuestras tierras,
que reseñábamos hace dos meses en esta revista, muestra
una de las potencialidades y también de los desafíos a que
nos enfrentamos. Por una parte, las enormes riquezas del
continente auguran la posibilidad de un desarrollo susten-
table en todos los órdenes de la vida social de un pueblo: la
región tiene la capacidad de la autosustentación energética,
alimenticia, mineral-industrial, junto con reservas estratégi-
cas de agua dulce, control de ambos océanos sobre los cua-
les se mueve más del 70% del comercio mundial, variedad
de climas y fauna y flora como no hay en otro rincón de
37
nuestro planeta. Sin embargo, siglos de ataques imperialis-
tas fomentando la desunión, la competencia y el infradesa-
rrollo social hacen que la tarea demande apoyos ‘externos’,
y ahí entran a jugar un papel crucial las llamadas ‘potencias
emergentes’. En ese sentido, en noviembre tuvo lugar la
cumbre del G77 con China, –no casualmente– en Tarija, Bo-
livia: “Asisten más de 40 países miembros del G77 más Chi-
na, entre ellos, 16 de América Latina y El Caribe, 15 de Áfri-
ca, 10 de Asia, y al menos 3 de Medio Oriente” (TS 28/11).
Uno de los ejes convocantes de dicha cumbre, que antece-
de además a la que realizará la CELAC con China el próximo
año, fue la relación entre recursos naturales e industrializa-
ción. En ese sentido, se arribó a un acuerdo de 24 puntos
donde se destaca el asegurar que los beneficios de la explo-
tación de dichos recursos, a los que se define como ‘patri-
monio de los pueblos’ y no de la propiedad privada de algu-
nos pocos oligarcas, deberá permitir el desarrollo social y
complementario de las naciones de la región y de la deno-
minada ‘cooperación Sur-Sur’ (TS 29/11).
En tal sentido, el proceso bolivariano de Venezuela mar-
cha en punta entre los países de la región. De allí que, como
observábamos al inicio, las usinas de ‘pensamiento’ de los
grandes conglomerados financieros mundiales lo tengan
como blanco predilecto de sus ataques. En la cumbre de Bo-
livia se ponía de manifiesto la potencialidad de la coopera-
ción de la región con el gigante asiático: “En 15 años de Re-
volución, China y Venezuela han trabajado en más de 400
acuerdos de cooperación con los que han fortalecido las
áreas: Tecnológica, económica, social, productiva, petrolera,
química, entre otras.”, destándose un plan de viviendas que
ya ha permitido la entrega de más de 600.000 unidades a
población trabajadora venezolana (TS 27/11).
Sin embargo, como señalaba el análisis inicial de Garcia
Linera, la consecusión de los procesos populares de go-
bierno demanda una ferrea conducción en el plano de la
ideología. La ‘derrota ideológica’ del enemigo (el imperia-
lismo) demanda de modo urgente la presencia más activa
de otro actor que pueda ordenar al conjunto de fuerzas que
se han constituido como alianza entre fracciones de clase.
De esta manera, el papel del movimiento obrero vuelve a
ponerse en el centro de la discusión, con diversas manifes-
taciones, en la totalidad de la región.
ENERO DE 2015
38 Ladran, Sancho…
Un paso al frente
Analizamos: ante los desafíos planteados para los proce-
sos regionales, en la necesidad de consolidar las conquistas
económicas y sociales a la vez que profundizar lo realizado,
hacia adentro de los frentes políticos populares se plantea
la urgente necesidad de definir los actores que, sin contra-
dicciones en la base de su reproducción, puedan conducir el
proceso hacia la transición que, como venimos observando,
urge a nivel mundial. En este sentido, desde la República
Bolivariana de Venezuela, el proceso político popular de
más años de desarrollo de todos los reseñados (con excep-
ción del cubano), se viene debatiendo arduamente sobre
cuál de los actores que constituyen la alianza social gober-
nante debe y puede encabezar política e ideológicamente la
consecusión de la transición.
Así, desde poco antes de mitad del presente año, el go-
bierno encabezado por Nicolás Maduro comenzó a poner
sobre la mesa la necesidad de que desde el movimiento
obrero organizado venezolano surgieran políticas y cuadros
para ponerse al frente del plan de gobierno. Por ello, en no-
viembre tuvo lugar un hecho significativo que fue “la culmi-
nación del Congreso Nacional de la Central Bolivariana So-
cialista de Trabajadores (CBST), instalado en agosto pasado
con el objeto de debatir temas de interés para avanzar en el
modelo productivo revolucionario y socialista”. Allí, Maduro
anunció 12 medidas socialistas que ponen en el centro de la
escena la participación de la clase obrera, reconociendo su
estratégico lugar en la producción, motor de todo el engra-
naje económico y social del país. Este programa consta de
12 puntos que ahora pasarán a ser puntual del esfuerzo por
acumular la fuerza necesaria para llevarlos adelante. Algu-
nos de ellos son “el Banco Bicentenario de la Clase Obrera,
el primer banco socialista que se crea en la República Boli-
variana de Venezuela orientado al socialismo. (…) El Sistema
de Empresas Ocupadas Recuperadas o Nacionalizadas, (…)
destacando la importancia de combatir la guerra económica
contra el pueblo intensificada por élites capitalistas median-
te el contrabando alimenticio. (…) Auditoría Obrera para la
producción en todas las empresas del Estado, que se encar-
gará de revisar dato por dato la producción de cada una de
las industrias de la administración pública. (…) Una instancia
promotora del desarrollo de la cadena de empresas comuni-
tarias y el economista Juan Arias también estaría al frente.
(…) La Brigada Nacional Obrera para la protección del Sala-
rio y contra la especulación. (…) La formación integral en las
empresas, bajo el concepto ‘Toda fábrica una escuela’” (TS
17/11). En palabras del presidente del primer Congreso de
Trabajadores, Oswaldo Vera, las tareas que se está propo-
niendo asumir una parte del movimiento obrero bolivariano
no son de carácter meramente nacional, y por ende son
enormes: “Como hoy se demuestra, no es la revolución de
un país. Nos acompañan todos los países de Latinoamérica y
del mundo en este proceso revolucionario” (TS 17/11).
En palabras de Maduro, primer mandatario venezolano,
urge que la clase trabajadora tome las riendas del proceso:
“Frente a las dificultades sigamos cohesionando el poder de
los trabajadores para los nuevos retos de la Revolución Boli-
variana”, publicó el mandatario a través de una conocida
‘red social’ (TS 28/11).
Este paso resulta central no sólo al interior de cada uno
de los países de la región, sino para el proceso de integra-
ción regional mismo, siendo este el único actor capaz de re-
construir los lazos latinoamericanos rotos por siglos de co-
lonialismo y depedencia, en permanente tensión con las
propios empresariados locales, que si bien necesitan del
afianzamiento y la profundización de los mercados internos,
siendo la ampliación de los mismos a escala regional un
momento central en la disputa con los capitales trasnacio-
nales de los centros financieros, tironean desde las partes
en pos de realizar, precisamente, sus negocios y reproducir-
se como capitales. En esa disputa, a la vez que resultan una
permanente fuente de inestabilidad para cada uno de los
procesos nacionales, por haber nacido subordinados a las
propias economías imperialistas y a los que hay que ‘man-
tener a raya’ permanentemente, encuentran rápidamente
límites objetivos a la hora de pensar la integración en fun-
ción de las necesidades de los pueblos y no de las necesida-
des de sus negocios.
Por lo tanto, la tarea de conducción estratégica de este
complejo proceso es tarea necesaria de los trabajadores or-
ganizados de la propia región, logrando darle coherencia
ideológica, política y económica, garantizando con ello que
no primen los negocios, sino las necesidades y la resolución
de los problemas del conjunto.
ENERO DE 2015
Ofensiva del frente nacional y agudización de la disputa
Plan de evasión
Presentación
Noviembre fue un mes clave. La disputa entre fuerzas so-
ciales se agudizó al punto que se destapó el mecanismo ile-
gal y vil de la acumulación capitalista en su fase de descom-
posición final. El gobierno, expresando políticamente al
movimiento nacional popular avanzó, retomando la iniciati-
va política, de manera ofensiva golpeando a los grupos
trasnacionales en el país, al tiempo que ponía contra la pa-
red a los grupos económicos locales que adhieren a algunas
medidas económicas del kirchnerismo, pero abandonan las
posiciones nacionales rápidamente. El silencio del empresa-
riado medio y pequeño sobre este conflicto, e incluso su
coincidencia con los monopolios en cuanto a la cuestión del
ajuste salarial por aumento de la productividad, deja al des-
cubierto, también, la incapacidad de esa fracción local del
empresariado de avanzar consecuentemente contra la oli-
garquía financiera/terrateniente y la recuperación nacional
de la renta agraria. Dicha imposibilidad, y su consecuente
actitud de descargar la crisis sobre los trabajadores, hiere
de muerte a la alianza social con la clase obrera.
1. GRAN BURGUESIA ARGENTINA: ILEGAL
1.1. Frente externo y profetas internos: especialistas en
destrucción
El mes de noviembre fue testigo de una serie de ataques
contra el desarrollo del proyecto político y económico ofi-
cial. Desde su tribunal neoyorkino, el juez Thomas Griesa
avaló el ingreso de nuevos reclamos de capitales buitres
contra la Argentina (y su política de desendeudamiento), in-
crementándose las demandas a la cifra de 6.500 millones de
dólares.
Estos fondos de inversión que demandan a la Argentina
integran redes de capitales que son quienes realmente ata-
can a la estabilidad económica del país. Por ejemplo, el fon-
do buitre Owl Creek Asset Management, de Jeffrey Altman
–quien se sumó a los reclamos para que nuestro país abone
el total de esos papeles comprados a precio vil–, es socio
del fondo Elliot –propiedad del inefable Paul Singer– en la
compañía petrolera Hess Corp. Esta es la misma que reci-
biera, en el año 1998 y de manera ilegal por el gobierno de
las Islas Malvinas, contratos para la exploración de hidro-
carburos en dicho territorio. Es, a su vez, socia de la españo-
la Repsol. Alrededor de un 40% de Hess Corp. (unos U$S
1.711 millones) pertenece al fondo buitre Elliott Manage-
ment. Ambos fondos de inversión poseen participación en
la empresa Iron Mountain, dedicada a los servicios de ad-
ministración, protección, recuperación y almacenaje de da-
tos. Esta compañía –que opera en 35 países con 150.000
Ni siquiera las tumbas resisten mucho
(G. Ungaretti)
clientes, y en cuya página web argentina ofrece como servi-
cio la ‘destrucción segura’ de datos
(www.ironmountain.com.ar/aboutus/)– protagonizó en
nuestro país un incendio desastroso en un depósito de Ba-
rracas que mató, tras el derrumbe de las instalaciones, a
nueve bomberos y rescatistas. Especialistas en destrucción.
También Altman y Singer tienen un socio en común, el gru-
po Apaloosa: socio de Altman en Ford Motor Company y de
Paul Singer en el negocio de los casinos (información obte-
nida en TA 10/11). Timba y ruinas: metáfora del capitalismo
en su fase final.
Como todos los meses, desde Wall Street las descalifica-
doras de los países que pretenden implementar políticas
soberanas y autónomas de los centros imperiales sanciona-
ron a la Argentina: Ficht bajó la nota declarando en default
los bonos par en dólares y estimó que la economía se con-
traerá un 1,9 % este año y un 2,6 % en 2015; mientras
Moody’s consideró que la economía argentina cerrará en
2014 con una caída del 2% (LN 1/11 y CR 9/11).
También, en una encuesta realizada por LIDE, una asocia-
ción que reúne a los presidentes y CEO de las principales
empresas trasnacionales y locales –entre las que participan
Cristiano Rattazzi (Fiat), Gustavo Grobocopatel (Los Grobo),
Rogelio Frigerio (Banco Ciudad), Gabo Nazar (Cardón), Ga-
briel Martino (HSBC), Máximo Rainuzzo (Interbrand), Martín
Lang (Mastercard), Alejandro Yapur (McDonald's) y Federico
Tomasevich (Puente)– consignó la baja nota en la percep-
ción de la “eficiencia del gobierno nacional” (1,55 puntos
sobre 10) y en el “clima de negocios” (2,9 sobre 10). Tal la
negativa percepción de los principales hombres de negocios
en el país (CL 12/11).
A nivel interno, las usinas liberales ‘pronosticaron’ que el
próximo gobierno deberá implementar, con la fatalidad de
las leyes divinas, inevitables y contundentes ajustes, resul-
tado de los excesivos ‘gastos’ de la gestión kirchnerista. Ar-
gumentos pseudocientíficos de los nuevos profetas del odio
para legitimar el plan neoliberal concentrador de la riqueza,
que los capitales monopólicos necesitan implementar en
nuestro país. Leamos sus argumentos.
El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la
Equidad y el Crecimiento (Cippec) emitió un informe en el
que estiman que el próximo gobierno tendrá que enfrentar
medidas de ajuste entre 2016/2019. “Del lado de los ingre-
sos, la situación deficitaria del Tesoro reduce el margen en
el corto plazo de bajar en forma sustancial la elevada pre-
sión tributaria”; según el informe de marras, el gasto conso-
lidado del país creció casi 15 puntos porcentuales y pasó de
más del 30% del PBI en 2006 a más del 44% en 2013. Desde
FIEL, su director Daniel Artana coincidía: “Hay un aumento
40 Plan de evasión
desmedido del gasto, a pesar de que la Argentina tiene una
presión tributaria muy alta, la más elevada de la región. El
86% del gasto es en gasto corriente. Ahí entra la mayor ma-
sa salarial de la Nación y las provincias por el crecimiento
del empleo público, el pago de jubilaciones y la gran suba en
los subsidios, a pesar de que existe un deterioro importante
en la infraestructura”.
A su vez, Maximiliano Castillo de la consultora ACM sub-
rayaba: “Hay una presión tributaria récord, un gasto y un
déficit récord. Para encontrar estos números hay que ir a
1989. Si se suman jubilaciones, salarios y subsidios, eso da
un 75% del gasto” (todas las citas en LN 25/11). Castillo
concluía que en 2015 el saldo en la cuenta corriente será
negativo, llegando el déficit a representar el 6% del PBI.
Las usinas liberales construyen el relato de lo que hay que
hacer. Su ‘qué hacer’ según las necesidades de la oligarquía
financiera/terrateniente. En primer lugar: ajustar el ‘gasto
desmedido’, principalmente en materia laboral (empleo pú-
blico y jubilaciones), en planes a los desocupados y subocu-
pados, y en subsidios a los capitales medios y pequeños.
Advierten que hay un gasto récord y una presión tributaria
récord. ¿Qué significa esto? Que el ajuste se impone sobre
la base de una reducción de la tributación de los capitales
más concentrados y, centralmente, en virtud de liquidar las
retenciones a las exportaciones. En definitiva, transferir in-
gresos desde el salario y la ganancia de los capitales medios
hacia la oligarquía terrateniente rentista y los monopolios.
1.2. Campo: siguen las protestas en las provincias y las
fracturas
El boicot de los grandes terratenientes pampeanos conti-
nuó en el mes de noviembre, cifrado en 25 millones de to-
neladas escondidas en los silos. Puesto que detentan la
propiedad, en términos privados, de grandes extensiones
de una de las tierras más fértiles del mundo, son los dueños
de lo que las manos de los trabajadores producen en ellas:
los granos, los cereales, las carnes, los cueros. Así controlan
los bienes agroganaderos, denominados ‘transables’, es de-
cir, aquellos que el mercado mundial demanda de la Argen-
tina. Mercado mundial diseñado por el capital industrial bri-
tánico, primero, y por los capitales monopólicos europeos y
yanquis, después; quienes impusieron a los países de Asia,
África y América Latina el monocultivo para proveer sólo
aquellas materias primas (bajo la relación capital-trabajo)
necesarias para el desarrollo industrial y tecnológico de
aquellos, formando así ‘oligarquías’ locales que controlan
esos recursos demandados por los países centrales indus-
triales y, por lo tanto, subordinadas económica, política y
culturalmente a ellos.
La oligarquía terrateniente vernácula, dueña de la Pampa
Húmeda, controla el sector alrededor del cual se organizó
históricamente la economía nacional, luego de la derrota
del programa Federal Rosista. La victoria del puerto de Bue-
nos Aires sobre los caudillos federales y sobre el Paraguay
fue la victoria del capital industrial inglés, metamorfoseán-
dose en capital financiero. Los grandes terratenientes,
subordinados al capital concentrado foráneo, al controlar el
medio de producción central del país dependiente, controla
el ingreso y egreso de las divisas que llegan al país bajo la
forma de renta agraria diferencial y que son fundamentales
para la importación de materias primas, insumos, tecnolo-
gía, etc., para el desarrollo de las diversas ramas de la acti-
vidad industrial.
Además de retener la soja en las ‘silo-tumbas’, acogotan-
do de este modo el ingreso de divisas al país, las entidades
que nuclean a los propietarios de la tierra continuaron des-
plegando, el mes pasado, una delgada serie de protestas, a
través de las cuales preparan y ejercitan su fuerza, sus or-
ganizaciones de base y organizaciones medias, al tiempo
que miden el impacto y la capacidad de movilizar a otras
fracciones burguesas, a la pequeña burguesía y a fracciones
de clase obrera. La protesta se fundó en el rechazo a las re-
tenciones y al recorte en las líneas de crédito del Banco Na-
ción, aplicado por el gobierno nacional como presión para
que vendan los granos acopiados.
Los cuatro principales dirigentes de la Mesa de Enlace,
que conduce la SRA y nuclea a las otras tres organizaciones
agropecuarias (CRA, Coninagro y FAA), participaron de una
medida de fuerza realizada en la provincia de Córdoba, y
que tomó la formas de un tractorazo simbólico y de la en-
trega de frutas y verduras a la gente en medio de la Plaza
San Martín de la ciudad capital. El protesorero de FAA-
Córdoba, Miguel Campetella, explicó que la medida es una
respuesta al hecho de que los productores tienen “cortadas
las líneas de crédito del Banco Nación y están caros los in-
sumos”. El entonces titular de la FAA, Eduardo Buzzi, llama-
ba al boicot generalizado, estilo 2008: “Creo que debería ser
más enérgica la movilización y debiera haber cese de co-
mercialización para hacer sentir la importancia de los pro-
ductores en la economía” (CL 6/11).
Desde Carbap, su presidente Horacio Salaverri, puso el
grito en el cielo cuando, alrededor del 20 de noviembre, el
Banco Nación anunció que recortaba las líneas de crédito a
aquellos productores que retuvieran granos: “Es insólito que
el Banco Nación tome una medida de esta característica,
siendo un banco de fomento agrícola del Estado argentino.
Nosotros no buscamos una devaluación, sino una disminu-
ción en las retenciones, ya que la mayoría de los insumos
(incluso el gasoil) están dolarizados” (CR 20/11).
También en la FAA, Omar Príncipe, secretario Gremial –
quien a fin de mes terminaría sucediendo a Buzzi en la pre-
sidencia de la entidad–, denunciaba la política de precios
del gobierno nacional y desnudaba la contradicción con otra
fracción concentrada del capital en el negocio agroexporta-
dor, como son los grandes exportadores y las grandes em-
presas molineras: “Se fue Guillermo Moreno, que era su-
puestamente el malo, pero Costa y Kicillof siguen pisando el
precio del trigo, para que se le pueda pagar lo menos posi-
ble a los productores. De esta manera, vuelven a garantizar
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
un fenomenal negocio a cerealeras y grandes molinos, y al
costo lo pagamos los chacareros y millones de consumido-
res, porque el valor del pan con estas maniobras no deja de
subir, de los 3 pesos que valía cuando empezó este proceso,
a los más de 20 que sale hoy en cualquier panadería. Esto
permite que los exportadores paguen unos $ 425 menos por
tonelada, haciéndose con esta maniobra de un negocio de $
5.000 millones adicional” (CR 24/11). La contradicción por la
transferencia de ingresos de un sector a otro de la cadena
fractura el frente agroindustrial que con tanto esmero pre-
tenden unificar contra la política industrialista oficial los di-
rigentes de la Mesa de Enlace.
Simultáneamente, se hicieron visibles en noviembre otras
fracturas del frente agropecuario. En anteriores ediciones
del Análisis… hemos dado tratamiento a la triple fractura
dentro de la FAA. El mes pasado, la división interna del buz-
zismo se hizo patente en las elecciones por la conducción de
dicha entidad. Si bien la lista de Buzzi mantuvo la titularidad
de la Federación –al ser elegido el recién citado Omar Prín-
cipe, por un 55% de los votantes, y designado por el ex pre-
sidente como su sucesor–, su contrincante Pablo Orsolini,
quien fuera vicepresidente de la FAA entre 2000 y 2009 y
cuya agrupación recibiera el 45% de los votos restantes, ad-
vertía: “Recordemos que las elecciones en nuestra entidad
se ganaban por el 70%; haber alcanzado este porcentaje
demuestra un crecimiento y fortalecimiento de nuestro es-
pacio” (LN 4/12). El resto de las entidades rurales, a decir
del cronista de La Nación, celebraron el triunfo del buzzis-
mo, ya que Orsolini había afirmado su voluntad de dialogar
en forma individual con el Gobierno, en vez de hacerlo co-
mo parte de la Mesa de Enlace.
1.3. Resistencia de la gran burguesía a la ley de control
de la producción y el consumo
Los capitales más concentrados en el país resistieron la
sanción de la nueva ley de abastecimiento que regula la
producción y circulación de bienes y castiga a los capitalis-
tas que afectan el funcionamiento de la economía general a
raíz de acciones de boicot y lockout (aumento unilateral de
precios, desabastecimiento, etc.). Abroquelados sin que el
Poder Ejecutivo les responda y sin mayoría en el Legislativo,
la oligarquía financiera usó su herramienta de última ins-
tancia: el Poder Judicial. Veamos cómo se sucedieron los
hechos en noviembre, en lo que a esta cuestión respecta.
Fue Daniel Funes de Rioja, uno de los cuadros más desta-
cados de la UIA, y titular de la Copal, la cámara que reúne a
las empresas alimenticias (sector agroindustrial), quien
anunció antes que nadie que el Grupo de los 6 –que inte-
gran, además de la UIA, la SRA, la Bolsa de Comercio, Adeba
(banca privada local), la Cámara de Comercio (grandes casas
de comercio) y la Cámara de la Construcción– iniciaría ac-
ciones legales contra la ley de marras, sin esperar que exista
un caso concreto de aplicación. Dicho grupo advertía, en pa-
labras de Funes de Rioja, que “la mera sanción de la norma
implica un daño inminente” (CR 13/11). De esa manera,
41
apenas iniciado diciembre, el G6 presentaba ante la ‘Justi-
cia’ una solicitud para que la ley de Control de las relaciones
de producción y cambio sea declarada inconstitucional, bajo
defensa irrestricta de la propiedad privada.
Sin embargo, aunque finalmente rubricaron el pedido que
judicializó la nueva ley de abastecimiento, Eduardo Eurne-
kián de la Cámara de Comercio y Gustavo Weiss de la Cons-
trucción no estuvieron de acuerdo en un primer momento a
la hora de avanzar en esa medida de resistencia al proyecto
industrialista integrador oficial. Titulares de grupos econó-
micos locales –cercanos a las políticas económicas del kir-
chnerismo que los ha venido financiando a tasas bajas (al
carecer ellos de autofinanciamiento), subsidiándole costos y
protegiéndolos del ingreso de capitales trasnacionales vora-
ces dispuestos a comerse los activos aún en sus manos– se
opusieron a golpear al Gobierno hasta que las presiones del
agrupamiento de la cúpula del capital en la Argentina, la
Asociación Empresaria Argentina (AEA), les hizo sentir todo
el peso de la fracción más concentrada de capital en el país.
El hecho lo narra el cronista del diario La Nación: fue decisi-
vo el papel de AEA para virar la decisión de Weiss y Eurne-
kián (LN 2/12).
Los grandes capitales en el país no sólo intervinieron judi-
cializando la medida de defensa a los pequeños capitales y
consumidores, sino que además exigieron que el estado les
garantice una baja en los costos, con centro, como no po-
dría ser de otra manera, en el salario. Al unísono, los gran-
des capitales, reclamaron un aumento de la productividad
del trabajo como condición para un ajuste salarial.
A principio de mes, el diario La Nación entrevistó a la pre-
sidenta de la Confederación Internacional de Agencias Pri-
vadas de Empleo (Ciett), Annemarie Muntz, quien hizo una
defensa de la flexibilización laboral, la superexplotación ba-
sada en el trabajo basura, sin ningún tipo de protección le-
gal ni de estabilidad, ni de mecanismos de discusión sobre
niveles de salario. Propagandista europea de la era post-
Estado de Bienestar, recomendaba: “Hay tres cosas que se
pueden hacer: poner a más gente a trabajar, lograr que se
trabaje más duro, o bien darle más eficiencia al mercado la-
boral, con más productividad. Se justifica invertir cada vez
más en planes orientados a los jóvenes; lo peor que pode-
mos hacer es dejarlos tirados en el sillón mirando la tele, sin
que estudien ni trabajen. Podríamos hacerlo en la Argenti-
na, pero tendríamos dificultades como agencias, porque la
regulación es muy restrictiva para el empleo temporal” (LN
9/11). Como ampliar la masa laboral es imposible para el
capital– cuya lógica de acumulación le impide no reempla-
zar fuerza de trabajo por maquinaria– la ‘nueva’, según los
monopolios, será la era de la “flexibilidad de alta calidad”
(¡sic!). La propuesta de los capitales monopólicos, ajustada
a su necesidad de superexplotar la fuerza de trabajo, se ba-
sa en destruir toda regulación y protección del trabajo. Por
esto Muntz critica duramente a los sindicatos como res-
guardos de la defensa de las condiciones básicas conquista-
ENERO DE 2015
42 Plan de evasión
das en su lucha por parte del trabajador. Dicho de manera
clara, los derechos del trabajador, la protección de los mis-
mos, son un verdadero problema para la acumulación del
capital.
Los sectores más concentrados de la economía local,
unánimemente, coincidieron en reclamar un ajuste en la va-
riable salario; una avanzada para que los trabajadores ocu-
pados y subocupados carguen con los costos del cuello de
botella del modelo industrialista argentino, combinado con
la demanda de una reforma financiera que no toque sus
cuotas de ganancia.
Desde la Cámara de Comercio, Carlos de la Vega reclama-
ba: “La presión fiscal es enorme, pero el problema es más
grande que lo fiscal. El tema es la inflación, el gasto público,
la emisión monetaria, una política exportadora con normas
estables… Nos reunimos con los presidenciables, y nos gus-
taría escuchar cómo piensan la reinserción financiera y co-
mercial de la Argentina. El pilar del desarrollo es incuestio-
nablemente el comercio interno. Pero se debe agregar el
comercio internacional porque somos un mercado chico. Te-
nemos que pensar en tener empresas orientadas al mundo”
(LN 11/11). Representante de los sectores exportadores e
importadores, las grandes compañías comerciales, poco le
interesa a De la Vega la política redistributiva que incre-
mente el consumo en el mercado interno. Por ende, su pro-
puesta es bajar salarios, ajustar el gasto y la emisión mone-
taria y garantizarle a los grandes conglomerados vinculados
al mercado mundial sus cuotas en dicho mercado sin inter-
venciones, ni regulaciones.
Nuevamente, sería el presidente de la Copal, Funes de
Rioja, quien alertaría sobre la caída de la producción de ali-
mentos, la pérdida de empleos y de horas trabajadas como
manifestaciones del agotamiento del modelo económico
oficial: “No vamos a pagar el bono de fin de año [reclamado
por las centrales obreras], el sector que represento, la Fede-
ración de Industrias de Productos Alimenticios y Afines, no lo
va a pagar porque ya dimos arriba de 36% de aumento sala-
rial. Nuestro sector venía ya por sobre la inflación de otros
años” (LN 13/11).
El poderoso sector de las automotrices también exigió –
en un seminario organizado por la Asociación de Fábricas de
Componentes (AFAC), en donde disertó la ministra de In-
dustria, Débora Giorgi– que los sindicatos acepten un au-
mento en la productividad de los trabajadores como condi-
ción para la negociación salarial, además de una más amplia
liberalización de dólares para poder repatriar una mayor
cuota de ganancia a sus casas matrices en el exterior. Desde
Mercedes-Benz, su presidente Joachim Maier criticó: “Entre
las dificultades económicas, vale decir que es difícil ser com-
petitivos con una inflación del 40% anual y con devaluación.
Es un limitante para la industria. Si no se pueden girar divi-
dendos a las casas matrices, las empresas se preguntan:
‘¿qué hacemos acá?’ Ese es otro limitante”. Mientras tanto,
el director de compras de la estadounidense General Mo-
tors, José Cammilleri, advertía: “Hoy no tenemos problemas
para importar sino para pagarles a los proveedores. Y ellos
quieren cobrar”. Y el presidente de Toyota, Daniel Herrero,
directamente reclamaba contra las organizaciones gremia-
les: “De los sindicatos necesitamos que entiendan que se re-
quieren parámetros de competitividad con estándares glo-
bales para competir”. Desde la industria autopartista, el
director de la empresa MWN, Eduardo Nutti, se plegaba al
reclamo del ajuste salarial: “Tenemos costos locales signifi-
cativamente mayores que en otros países, con insumos bá-
sicos más caros y una mano de obra cuyo valor ya no es tan
competitivo” (LN 13/11).
En síntesis, el capital más concentrado en el país ejerció
una fuerte presión orientada a quebrar el corsé con que el
gobierno retuvo la salida indiscriminada de dólares y obturó
la aspiradora de las trasnacionales que exigen poder absor-
ber la riqueza creada por los trabajadores en nuestro país.
Al tiempo que exigen, para succionar una mayor parte del
valor producido aquí, la aplicación de ajustes salariales: que
los aumentos se rijan de manera categórica a partir del au-
mento de la productividad. Sin aumento de la productividad
del trabajo no puede haber aumento salarial, coinciden to-
das las expresiones de la gran burguesía en la Argentina, lo
cual significa una baja en el salario. Si primero está el au-
mento en la productividad y la producción del obrero, y
luego su impacto en el salario, como históricamente todas
las expresiones de la burguesía plantearon, el crecimiento
del salario corre detrás de la ganancia del capital. El cuento
de la productividad tiene como moraleja, según enseña la
historia, que el obrero es obligado a producir muy por en-
cima de lo que representa el aumento salarial; lo que signi-
fica que su salario lejos de aumentar se reduce cada día
más. Esto quiere decir, ni más ni menos, que los capitales
más concentrados están exigiendo una rebaja salarial en
toda la línea.
Al mismo tiempo, en torno a la disputa por la nueva ley
del control de la producción y la circulación de mercancías,
que no es más que una ofensiva de la fuerza social expresa-
da en el kirchnerismo, el agrupamiento denominado G6 lo-
gró cierta cohesión en llevar el conflicto al terreno judicial
(reducto de la resistencia del poder oligárquico) para, de-
fensivamente, trabar el funcionamiento de la norma. Cabe
resaltar, así como hemos analizado las fracturas en el frente
agropecuario, que aquí también el G6 logró la cohesión ‘a
palos’, bajo la presión de los sectores más concentrados en
la industria de la construcción y en el comercio, donde jugó
un papel coercitivo importante la entidad de la gran bur-
guesía local AEA.
1.4. Foro de Convergencia: resistir tras la Constitución
A fines del agitado mes de noviembre, se reunió después
de meses sin hacerlo, y bajo el lema “Compromiso para una
Argentina posible. Acuerdos para el desarrollo, el empleo y
la inversión”, el Foro de Convergencia Económica, que con-
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
ducen la SRA, AEA y la Cámara de Comercio estadounidense
en la Argentina (Amcham). Celebrado en el salón Juan Pablo
II, de la Universidad Católica, y recibidos por el anfitrión,
monseñor José María Arancedo, al encuentro asistieron
unos 750 empresarios y, de punta en blanco, Mauricio Ma-
cri, Sergio Massa, Julio Cobos y Ernesto Sanz. Candidatos del
imperialismo que fueron a escuchar –no es exagerado decir-
lo así– los principios vectores de la plataforma política que
deberán aplicar en caso de alcanzar la primera magistratura
en 2015.
Participaron activamente del encuentro Jaime Campos
(Asociación Empresaria Argentina), Juan Vaquer (Cámara de
Comercio de EE.UU.), Luis Etchevehere (Sociedad Rural),
Rubén Ferrero (CRA), Enrique Cristofani (Santander), Adrián
Werthein (Telecom), Carlos Miguens (Sadesa), Juan José
Aranguren (Shell), Claudio Belocopitt (Swiss Medical), Artu-
ro Acevedo (Acindar), Julio Saguier (La Nación), Federico
Braun (La Anónima), Héctor Magnetto y José Aranda (Grupo
Clarín), Eduardo Caride (Telefónica), Martín Otero Monse-
gur (San Miguel), Gabriel Martino (HSBC), Roberto Fortunati
(Itaú), Juan Pablo Simón Padros (Asociación Cristiana de Di-
rigentes de Empresas –ACDE–), Miguel Blanco (IDEA) y Luis
Betnaza (Techint). Este último exhortó al encomiado público
a “dirimir los disensos, además de avanzar en los consensos”
(CL 28/11), en una clara muestra de las tensiones internas
del agrupamiento oligárquico imperial.
Las líneas directrices del documento del Foro, en lo que a
modelo económico respecta, se escucharon en algunas in-
tervenciones como las de Jaime Campos (AEA), quien afir-
mó: “Consideramos central fortalecer las instituciones. La
Argentina necesita volver a tener las instituciones que ga-
rantiza la Constitución. La división de poderes va a ser posi-
ble con una Justicia independiente y un Congreso que deba-
ta, en un sistema de absoluta libertad de prensa y en el que
los medios independientes del poder tengan toda la fortale-
za para actuar. La Constitución Nacional reserva un ámbito
propio para lo privado. Lo peor que puede pasar es que la
discrecionalidad del poder se introduzca en ese ámbito”.
También el presidente de la CRA, Rubén Ferrero, destacó
sobre la importancia del sector agroexportador: “Los agro-
negocios aportarían un piso de crecimiento de 2% del PBI
anual hasta 2020, sólo si nos dejan hacer”. Finalmente, el
representante de la Cámara de Comercio de Estados Unidos
en Argentina (AmCham), además de titular del conglomera-
do agro-químico de origen yanqui Dupont, Juan Vaquer,
aleccionó: “En un país con instituciones republicanas sóli-
das, las empresas exitosas son aquellas que se caracterizan
por el trabajo y la innovación. Son exitosos los que hacen las
cosas bien. En un país sin instituciones sólidas, con funciona-
rios discrecionales, los exitosos son los que están cerca del
poder, los aventureros” (LN 28/11).
En síntesis, el FCE proclama la defensa de un sistema re-
publicano de partidos que está pulverizándose en el mundo,
sobre todo en los países centrales de donde surgió históri-
43
camente dicho régimen político, y el resguardo de la Consti-
tución como la garantía jurídica del derecho sacrosanto a la
propiedad sobre los medios de producción y cambio. Para el
representante de los monopolios yanquis, el desarrollo de
un proyecto industrial alternativo al modelo que intentan
imponer los centros imperialistas es puro aventurerismo,
carece de instituciones sólidas y de marco legal. Esto último
es cierto. Ha quedado de manifiesto en todos los procesos
de masas y de gobiernos populares de la región que la vieja
Carta Magna de cada país ha quedado atrasada respecto de
las transformaciones que se han venido realizando en mate-
ria económica y social. Los marcos legales liberales favora-
bles a los capitales monopólicos y las oligarquías vernáculas
se astillan de la misma manera que lo hace el juego de insti-
tuciones que forman parte, también, de la cristalización su-
perestructural de una suma de relaciones de producción
(economía) que estalla en el mundo y, por supuesto, en
nuestro país y región. La transformación de las Constitucio-
nes que se han dado en Venezuela y en Bolivia, por citar los
ejemplos más destacados, se impone en todos los países de
la Patria Grande. Que la Cámara de Comercio yanqui sea la
gran defensora de las instituciones y la Constitución nacio-
nal debe generar, cuando menos, sospechas de que dicho
orden político y jurídico garantice la realización de los in-
tereses de los trabajadores y el pueblo argentinos.
1.5. Fugas
El centro de la disputa entre las fuerzas sociales en el país
se dio, sin lugar a dudas, en cuanto a la ofensiva de la fuerza
nacional popular (FPV) y sus denuncias y avance regulador
sobre los mecanismos de la fuga de capitales y de evasión
impositiva de los grandes capitales que operan en nuestro
país, por sumas mil millonarias. La ofensiva del gobierno de
Cristina Kirchner es una respuesta contundente al infruc-
tuoso ataque que el capital imperialista ejecutó contra la
Argentina, con declaraciones de default desde Nueva York,
boicot financiero de los capitales globales y los organismos
de crédito, corridas y fugas contra el valor de la moneda na-
cional, boicot comercial del sector exportador que secó las
reservas de divisas y ataques de los grandes capitales for-
madores de precios que provocaron aumentos para generar
una hiperinflación desestabilizadora. A todo eso se le res-
pondió con un cachetazo certero.
1.5.1. El globo de ensayo de P&G
Apenas iniciado el mes, estalló un conflicto entre la AFIP y
la compañía trasnacional, con base en EEUU, Procter &
Gamble. El jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray, indicó que
“hay dos denuncias” contra la empresa y aclaró que “hay
miles de empresas que están siendo fiscalizadas” por ma-
niobras de sobrefacturación del orden de los 138 millones
de dólares. La suspensión del CUIT que le aplicó el órgano
estatal a la trasnacional se levantó dos semanas después,
cuando P&G fue compelida a saldar la evasión del impuesto
a las Ganancias con la AFIP y una multa con el BCRA. Resuel-
ENERO DE 2015
44 Plan de evasión
to el diferendo, quedaba claro que ningún sector político ni
económico había podido revertir las duras sanciones contra
el monopolio (estuvo impedido de operar en el mercado ar-
gentino), ni logrado conmover (ni hablar de movilizar) a la
opinión pública en defensa de la trasnacional. Más bien, por
el contrario, puede asociarse a esta ofensiva del gobierno
nacional contra los fondos de inversión buitre en los esce-
narios internacionales, y contra las tropelías de los grandes
capitales que operan en el país, el ascenso en la imagen po-
sitiva que Cristina Kirchner fue recuperando y que ha posi-
cionado al FpV como la primera opción en las encuestas
electorales de cara a las presidenciales del año entrante.
Incluso, pocos días después, el jefe de Gabinete Jorge Ca-
pitanich denunciaba en el Congreso las maniobras de otras
multinacionales como General Electric SA, Maltería Pampa
SA (controla en el país a la Cerveza Quilmes y Brahma, entre
otras), Monte Verde S.A., empresa controlada por Laborato-
rios Raffo, las cerealeras Bunge y Cargill (que enfrentan de-
mandas por la triangulación realizada a través de Zonaméri-
ca, la ‘zona liberada’ en el Uruguay). También denunciaba a
un conjunto de compañías locales, entre las que se desta-
can Nobleza Piccardo y laboratorios Bagó. Las operaciones
ilegales que públicamente se ventilaban desde jefatura de
Gabinete se basan en subfacturar exportaciones y/o sobre-
facturar importaciones, con lo que no sólo se pagan menos
impuestos al Estado, sino que además ambos casos impac-
tan negativamente sobre la balanza comercial: salen más
dólares de los que deberían salir en relación a los productos
que ingresan al país; e ingresan menos dólares respecto del
precio de las mercancías que son colocadas en el mercado
externo. En síntesis, se deterioran de manera deliberada las
reservas del BCRA. La evasión impositiva y el desfinancia-
miento de los países dependientes por este tipo de méto-
dos constituyen una práctica regular del capital. Este tipo de
corrupción y ‘chanchullos’ vía triangulaciones, la circulación
de dinero ‘en negro’ a través de paraísos fiscales, vinculado
al negocio del narcotráfico, que practican los capitales mo-
nopólicos y los grupos económicos que operan a escala na-
cional o regional, forman parte del modus operandi usual
del capital en su fase de descomposición final. Decimos ‘es-
te tipo de corrupción’, porque el capital en sí es producto
del robo (trabajo acumulado no pagado al productor-
trabajador), es decir, de un acto de lisa y llana corrupción.
Pero se trata de un robo garantizado por el corpus legal (las
Constituciones y códigos legales a los que hacíamos refe-
rencia más arriba) y centralmente por el Estado como forma
de organización de ese robo, en rigor, de esa explotación
del trabajo por el capital. Por eso, cabe subrayar que estos
mecanismos actuales, a través de los cuales el capital se re-
produce de manera ampliada, funcionan por fuera de la
propia ley burguesa. Las leyes y normas básicas que los
hombres de negocio de saco y corbata o plumas esgrimen
como fundantes de la ‘seguridad jurídica’, y por el cual se
rasgan las vestiduras al estilo del Foro de Convergencia
Económica (cuando los proyectos nacional-popular-
antiimperialistas se disponen a quebrar los términos de la
dependencia), son violados ante todo por los propios capi-
tales monopólicos imperialistas y sus destacamentos subor-
dinados en los países dependientes. Quienes atacan los
procesos alternativos al capitalismo imperialista, que se
gestan en el horno de los pueblos movilizados de los países
dependientes, blandiendo en sus puños, chorreantes de
sangre y barro, las leyes y constituciones liberales (incluso
reformadas en clave neoliberal en la década del noventa)
son los principales violadores de esa misma ley. Entiéndase:
el quiebre de esa legalidad forma parte del reino de la nece-
sidad del capital; la necesidad del capital de acumular en
escala ampliada en cada ciclo de la producción y la circula-
ción (producción, distribución, cambio y consumo de las
mercancías) requiere las formas delictivas que esa ley con-
dena y castiga. ‘Acumulación ampliada o muerte’, reza cada
noche el capitalista arrodillado a la vera de su cama de fue-
go donde arde el futuro de la humanidad.
1.5.2. Un globo que ocupa mucho espacio
Volviendo a los hechos de la coyuntura nacional, también
como indicios de lo que vendría, el Banco Central multaba al
Banco de Valores en 160 millones de pesos por actividades
especulativas con el denominado ‘dólar contado con liqui’,
que no es otra cosa que la fuga de dólares obtenidos con la
venta de títulos nominados en esa moneda, por un valor
superior al que paga el mercado de cambios oficial/legal. Un
sorprendido Adelmo Gabbi, titular de la prestigiosa Bolsa de
Comercio y que días después acudiría a la ‘Justicia’ para de-
nunciar la inconstitucionalidad de la Ley de Abastecimiento
sancionada por el kirchnerismo, respondía a la medida de
BCRA con gesto enojado: “La multa al Banco de Valores es
ridícula” (CR 6/11). Una vez más, pasaban las sanciones sin
que los poderes económicos concentrados pudieran dete-
nerlas y sin ni siquiera contagiar a las capas medias con el
sentimiento de amenaza, causal de movilizaciones cacerola
en mano.
En la segunda semana del mes, un listado oficial ampliaba
los nombres de las poderosas compañías que comenzaban a
ser investigadas por los órganos del Estado, acusadas todas
ellas, e incluso allanadas, por evasión impositiva y fuga de
dinero negro. La conclusión a la que arribaron, tras veinte
días de investigaciones, la Unidad de Información Financiera
(UIF), la Procuraduría contra la Criminalidad Económica
(Procelac), el Banco Central (BCRA) y la Comisión Nacional
de Valores (CNV) es la existencia de un complejo entramado
de bancos, sociedades de Bolsa y casas de cambio que
“fondean a las cuevas” con los dólares provenientes de ope-
raciones ilegales vinculadas al comercio exterior (sub o so-
brefacturaciones, triangulaciones para evadir, etc.) o direc-
tamente del narcotráfico. Los principales sectores
responsables de esta operatoria son las empresas petrole-
ras y cerealeras. Las investigaciones y allanamientos desnu-
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
daron a 11 empresas con manejos ilegales por sumas mil
millonarias. Por dar algunos ejemplos que ilustran la situa-
ción, y según datos publicados en el matutino oficialista Pá-
gina 12, se confiscaron en las siguientes casas de cambio y
financieras: Banco de Valores, multado con 160 millones de
pesos; Cambio Estelar y Brancatelli, Sociedad de Bolsa, don-
de fueron secuestrados 700 mil pesos, 75 mil euros y 16 mil
dólares; Arpenta, suspendida sobre el cierre de la semana
pasada y donde se hallaron 353.595 dólares, 342.549 reales
brasileños, 119.800 pesos, 15.830 euros y 5.009.000 pesos
chilenos (información consignada en P12 10/11).
Un día después, 30 empresas eran inhabilitadas por la
AFIP para operar en el Mercado Único de Cambios, por que-
rer trasladar al exterior 145 millones de dólares en calidad
de fletes fantasma; mientras se realizaban 71 allanamientos
simultáneos a empresas, bancos, casas de cambio, financie-
ras y cooperativas, entre las que caerían por inconsistencia
fiscal (compras de bonos, pagos de servicios por sumas que
superan muy ampliamente su capacidad financiera) el Ban-
co Mariva, Transcambio, Banco Columbia, Banco Voii (ex
MBA Lazard) y Caja de Valores. El funcionamiento de estas
empresas como pantalla oculta a personas jurídicas que
operan ilegalmente fugando dólares al exterior sin ningún
registro ni control (información recogida en CL 11/11 y P12
11 y 12/11).
Como parte de este proceso de avanzada, el Gobierno
creaba la Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de las Ope-
raciones de Comercio Exterior, con el objetivo de controlar
y castigar a los capitales en fuga, y en los considerandos ar-
gumentaba que dirigiría sus armas a los sectores más con-
centrados de la economía: “La AFIP ha detectado diferentes
casos de sobrefacturación de importaciones, y precios de
transferencia que disminuyen el monto de impuestos a pa-
gar en la República Argentina promoviendo al mismo tiem-
po sistemas encubiertos de transferencias de divisas afec-
tando de este modo la calidad de vida del pueblo argentino
mediante maniobras delictivas”. Estas operatorias, explica-
ba el escrito, son llevadas a cabo por las grandes firmas que
concentran “aproximadamente el 68% del comercio exte-
rior” (CR 18/11).
1.5.3. Reacción resistente de los hombres de la Industria
Funes de Rioja, hombre de la industria alimenticia, vincu-
lada en su origen y en la cadena productiva a la oligarquía
terrateniente y a los monopolios exportadores –y que de-
tenta cargos en el exterior como representante de la Orga-
nización Internacional Empresaria– volvió a aparecer en la
primera fila de la disputa política: “En la Argentina no faltan
organismos de control. Esto generará una mayor multiplici-
dad de requerimientos y una mayor carga sobre las empre-
sas. Hay una superposición de órganos de observación de
control, pero esa superposición no garantiza éxito” (LN
18/11 y CR 20/11). También desde la UIA, el secretario José
Ignacio de Mendiguren hizo responsables de la fuga de capi-
45
tales en negro a las propias medidas de control aplicadas
por el Gobierno: “Este tipo de situaciones se dan en momen-
tos en que hay desdoblamientos cambiarios. Antes del cepo
al dólar no pasaban. En la actualidad se precisan cosas que
agilicen el comercio exterior, no que lo entorpezcan” (LN
18/11).
No llama la atención que los principales actores que ata-
caron de manera inmediata las medidas de control de los
capitales en fuga fueran los representantes de los capitales
asentados en la industria. Jugando el papel de punta de lan-
za de la gran burguesía argentina, encabezaron las críticas a
la creación de los nuevos órganos de regulación. Como ve-
remos, una gran cantidad de capitales locales, los grupos
económicos y capitales medios operan evadiendo, fugan-
do… En síntesis, digamos, trampeando la ley, que todos
predican y nadie cumple.
1.5.4. Estallido con nombre inglés
Según información aportada en la causa por el ex JP Mor-
gan, Hernán Arbizu, sólo seis grandes bancos extranjeros
administran más de 70 mil millones de dólares sacados del
país para evadir impuestos por empresas y particulares. Se-
gún el ex banquero, el Citibank maneja unos 20 mil millones
de esos dólares, la Unión de Bancos Suizos (UBS) 15 mil mi-
llones, el Credit Suiss 10 mil millones, el Santander 8000 mi-
llones y una cifra similar el Bilbao Vizcaya. A su vez, según
sus estimaciones, Goldman Sachs maneja 5000 millones,
mientras que el JP Morgan administra unos 6000 millones
de dólares de argentinos en el exterior. De todos modos,
aclaraba Arbizu, es extremadamente complejo precisar
cuánto dinero total fue fugado de manera ilegal. Lo que sí
se observa es la cantidad de valor producido en el país que
sistemáticamente sale hacia los países centrales; una gran
parte de ello sin declarar.
A fines de mes, el diferendo por el control de los capitales
en plan de evasión y fuga estalló cuando la AFIP destapó la
olla del HSBC. Este banco trasnacional de origen inglés, cuya
sede central está en Londres, fundado en el año 1865 con el
objetivo de administrar las ganancias generadas por el tráfi-
co de opio a China, es una de las corporaciones más grandes
del mundo, con presencia en más de 80 países.
Pues bien. La AFIP acusó al Hong Kong and Shanghái Cor-
poration Bank (HSBC) y sus directivos de montar “una plata-
forma ilegal con el único fin y propósito de ayudar a contri-
buyentes argentinos a evadir impuestos”, y lo demandó por
asociación ilícita y evasión fiscal. En rigor, el HSBC funcionó
como banco pantalla, ocultando 4040 cuentas de argenti-
nos en la sucursal del banco en Ginebra, Suiza, y cuyo dine-
ro salió del país sin ser declarado jamás. Cálculos de la AFIP
estiman que la evasión impositiva, más las multas y los in-
tereses adeudados entre 2007 y 2013 rondarían los 61.910
millones de pesos. Como muestra basta un botón: apenas
4040 cuentas que se destapan funcionando tras la fachada
ENERO DE 2015
46 Plan de evasión
del HSBC representan un desfalco al país del orden de los
61.000 millones de pesos.
Una investigación realizada en el año 2012 por los servi-
cios de inteligencia de EEUU y una comisión del Parlamento
yanqui, en el marco de un conflicto entre el Estado de ese
país y el HSBC, demostró que los vínculos con el narcotráfi-
co y las redes del delito organizado son de carácter orgánico
a los negocios del banco. Se evidenciaba en ese momento el
mecanismo mediante el cual HSBC lavó durante años dinero
del narcotráfico proveniente de los cárteles mexicanos
(subordinados a grupos como el HSBC) y facilitó además el
financiamiento clandestino de grupos terroristas como Al
Qaeda (para más información, ver P12 8/12).
De vuelta en Argentina, ¿quiénes utilizaron los servicios
espurios del HSBC para evadir y fugar divisas? Entre las em-
presas y particulares que el Gobierno hizo circular se desta-
caron:
• Bancos: HSBC, Deutsche Bank, Banque Velox (de
capitales uruguayos); las financieras Alhec Tours y
Cambio Mercurio, también aparece el nombre de
Gustavo Mauro, parte del grupo de Jorge Mauro;
• Medios: Cablevisión y Multicanal del grupo Clarín,
además de nombres particulares de cinco directi-
vos de Cablevisión;
• Energía: Edesur, Pampa Holding (controlante de
Edenor), Cooperativa Popular de Electricidad de
Santa Rosa, La Pampa; Powerco (venta de energía
al por mayor), Exolgan y la generadora termoeléc-
trica Central Puerto;
• Industria: Loma Negra (fábrica de cemento), Mas-
tellone Hermanos (La Serenísima), Petroquímica
Comodoro Rivadavia, Valenciana Argentina (pro-
ducción e importación de hilados textiles), Indunor
(produce y comercializa extractos de quebracho),
Inmobal Nutrer (aditivos químicos) y Reinforced
Plastic (tuberías para petróleo, agua y gas);
• Petroleras: el grupo Bridas, de los hermanos Bul-
gheroni;
• Laboratorios y medicina: Compañía de Servicios
Farmacéuticos, Laboratorio Kampel Martian (LKM),
Laboratorios Ingens, Laboratorios Rontag;
• Construcción: Artrium, Caspian (ambas dedicadas a
la construcción de edificios residenciales), Cinter
(obras industriales);
• Comercio: Puro Tabaco (comercializa las marcas
premium de habanos cubanos), Zafra (concesiona-
ria oficial de John Deere), Alce Latinoamericana
(representa a 400 pymes asociadas), Comarine
(venta al por mayor de máquinas y equipos), Ser-
vimarine (venta al por mayor de máquinas y equi-
pos), Sofrar (distribuidor mayorista);
• Agropecuario: Campo Alegre (dedicada al cultivo
de cereales);
• Personas vinculadas a empresas o a la política: Al-
fonso Prat Gay (ex presidente del BCRA), Amalia
Lacroze de Fortabat (ex dueña de la cementera
Loma Negra), Gustavo Grobocopatel (CEO de Los
Grobo) y Adolfo Grobocopatel (empresario agrope-
cuario), Raúl Moneta (ex dueño del Banco Repúbli-
ca y actual empresario de medios), Sebastián Eske-
nazi (Ceo de YPF durante la era Repsol), Ricardo
Chiantore (titular de la empresa de grúas de la ciu-
dad de Buenos Aires SEC), Alfredo Roemmers (vin-
culado con Laboratorios Roemmers), Roberto Bus-
nelli (vinculado con Asatej), Víctor Savanti (ex
directivo de Loma Negra), y Juan Bielic Kresimir (ex
presidente de Alhec Tours), Luis Roberto Monti (ex
presidente de YPF y director de Petrobras y Tena-
ris).
Casi en simultáneo, la AFIP encendía el ventilador de la
poderosa banca suiza UBS. Etchegaray comenzó a investigar
las prácticas de esta mole financiera y llegaba a las mismas
conclusiones que en el caso HSBC: el funcionamiento orgá-
nico de una estructura ilegal para evadir y fugar como mé-
todo de acumulación. En las nominas del UBS de las empre-
sas con negocios en la Argentina que participan de este
entramado se encuentran varias de las citadas recién (caso
HSBC), como Loma Negra, Amalita Fortabat, Clarín; además
de Laboratorios Bagó, Techint, la UCA (Universidad Católi-
ca), Petrolera San Jorge, la familia Melhem, Fort, Arcor,
Consultatio y Eduardo Constantini, Ledesma, Bunge y Born,
el Exxel Group, Juncadella, Exolgan y la editorial Estrada.
También se hicieron visibles las, a título personal, las cuen-
tas de Pablo Giovinazzo, director de Giovinazzo, una de las
casas de cambio más importantes de la City, el economista
y presidente de Fimades, Luis Palma Cané, vinculado al dia-
rio La Nación; y funcionarios de la última dictadura cívico-
militar.
1.5.5. Una justicia ciega
En medio del desparramo que las listas de la AFIP genera-
ron en el país, el ex vice del JP Morgan en Argentina, Her-
nán Arbizu, declaraba que al menos unos 60 bancos priva-
dos en la Argentina se dedican a fugar dinero del país a
través de casas de cambio. “Puedo dar nombres de 60 ban-
queros que hoy están haciendo este negocio en la Argenti-
na. El BBVA, el Citibank, el Credit Suisse, el UBS, Barclays y
Merril Lynch; menos el Credicoop, cualquiera tiene una ofi-
cina de banca privada que se dedica a abrir cuentas en el
exterior, sin declararlas en el país. Estas entidades asesoran
a sus clientes para hacer estructuras que ocultan la identi-
dad de las cuentas. El dinero llega al exterior a través de ca-
sas de cambio, no lo transfieren los bancos” (TA 2/12).
El escándalo de la lógica delictiva de la acumulación del
capital, teniendo como protagonistas a los grandes grupos
monopólicos, que se presentan ante el mundo como ‘mode-
los’ de modernidad y eficiencia, quedaba a ojos vista de to-
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
da la sociedad. Con excepción de la mirada torcida de la jus-
ticia. A principios de diciembre se excusó la jueza encargada
de darle curso a las denuncias realizadas por la AFIP, dando
un paso al costado, ralentizando el proceso judicial. Acto
seguido, otro juez, Javier López Biscayart, se negó a recibir
la documentación adjuntada por Ricardo Etchegaray (que
cuenta con 3500 fojas). Así actuaba el poder judicial, des-
nudando su funcionalidad a la red de poder económico de
la oligarquía financiera y terrateniente en el país.
Con todo, cabe señalar que una parte importante de los
capitales que quedan al descubierto en las denuncias de la
AFIP han adherido y apoyan, si no al modelo industrialista
oficial en su totalidad, al menos en un conjunto de políticas
económicas que hacen a la transferencia de una porción de
la renta agraria hacia el sector industrial. Era claro el aviso
que el Gobierno les daba a estos grupos económicos loca-
les, que poseen un comportamiento siempre oscilante en-
tre las políticas nacional-populares y las oligárquicas libera-
les, sobre todo en los momentos de agudización política, de
aumento de la tensión de las contradicciones sociales. Es
tiempo de definiciones, y la avanzada del gobierno nacional
sobre los grandes monopolios y los grupos locales menores
forma parte de la contraofensiva del frente nacional-
popular, que tras la corrida devaluacionista y el ataque de la
justicia yanqui que declaró al país en estado de default, re-
tomó la iniciativa política sin temor a golpear a la fracción
local concentrada. En esta ofensiva, el kirchnerismo, quiéra-
lo o no, deja en evidencia y cuestiona los mecanismos bási-
cos de la reproducción del capital. El ataque a los monopo-
lios es un ataque al capital en su conjunto.
La conciencia de este avance y de la ofensiva del frente
nacional-popular quedó reflejada en una columna publicada
en el prestigioso diario financiero El Cronista.
1.6. Advertencia urgente para la gran burguesía
Guillermo Kohan, periodista que fuera Secretario de Re-
dacción de Ámbito Financiero y Director de Redacción del
Cronista Comercial, y que colabora con notas tanto para es-
te último diario como para el órgano liberal La Nación, ad-
vertía en una columna editorial, a los hombres del gran ca-
pital en el país, sobre el desarrollo y la perspectiva de las
políticas oficiales de corte antimonopólico. Escribe Kohan:
“Mirando la radicalización del Gobierno contra el mundo
económico, la creciente represión y persecución al mercado
cambiario, las medidas de ajuste contra la clase media, o la
política permanente para perjudicar a los productores agro-
pecuarios; por momentos parecería que en lugar de gober-
nar, la administración Cristina está gerenciando una ven-
ganza. El panorama es inquietante de cara a los 12 meses
que aún le quedan a la Presidenta en el pleno ejercicio de su
mandato. Los sectores de izquierda más radicalizados con-
tra las empresas y la libertad económica que hoy controlan
resortes decisivos del poder regulador del Estado no parecen
dispuestos a abandonar pacíficamente el poder” (CR 20/11).
47
Hay una conciencia clara de la incapacidad de la fuerza
oligárquica imperial de frenar el proceso de cambio en mar-
cha que tiene como premisa la maduración de un movi-
miento de masas movilizado. La preocupación del editoria-
lista no se circunscribe al problema de ‘lo que hará el Go-
Gobierno en estos 12 meses’, sino más bien en lo que no
podrán hacer los posibles sucesores, no kirchneristas o in-
cluso antikirchneristas.
“Organizaciones políticas como La Cámpora, Unidos y Or-
ganizados, o las agrupaciones que defienden a las víctimas
de la última dictadura militar, ¿aceptarán a Daniel Scioli
como el sucesor de Cristina? Y si ganara Scioli las próximas
elecciones, ¿lo dejarán gobernar con libertad y volver a la
racionalidad económica? O ante el primer desencuentro lo
amenazarán con abandonar la Plaza de Mayo como en 1974
y volver a la calle ‘a hacer lo que haya que hacer’ para re-
tomar el Gobierno. Es la estrategia que, de manera textual,
anticipó Máximo Kirchner en su mensaje a la militancia en
Argentinos Juniors semanas atrás. Ni pensar si los ganado-
res fueran Mauricio Macri o Sergio Massa. Ninguno de los
tres, ni Scioli, ni Massa, ni Macri, parecen hoy con la capaci-
dad para unificar al peronismo tradicional y enfrentar a los
herederos del PJ revolucionario de los 70”.
A Kohan le quita el sueño la actualidad de la transforma-
ción social. Por eso promueve la radicalización del proceso
en marcha. Coloca en el Gobierno y en la fuerza nacional-
popular la necesidad del capital imperialista de contragol-
pear y cortar violentamente el desarrollo del proceso de li-
beración nacional-social que parece no tener más límite en
su despliegue que las incapacidades propias de las clases
obreras y los pueblos en ascenso de lucha. Por eso, Kohan
pasa revista del estado de ánimo de los hombres de la gran
burguesía argentina y convoca a librar la batalla en proceso
de agudización.
“Todas estas especulaciones circulan a gran velocidad en
los directorios de bancos y empresas. En las entidades finan-
cieras, los operadores están escondidos bajo el agua, con
una cánula que les permita respirar sin que los vean. Prácti-
camente paralizado el mercado de cambios para la plata
grande. Todo vale para un Gobierno que percibe la adminis-
tración como el libramiento de una batalla” (CR 20/11).
Contenido similar tuvo el editorial de La Nación, publica-
do apenas tres días después. Tras un extenso listado de las
fallas en el modelo económico (aumento del gasto público,
exceso de intervención estatal en el frente externo, control
de precios, subsidios, etc.) que justifican el título de la co-
lumna, “La década dilapidada”, el órgano de doctrina liberal
ubicaba el centro del problema en la emergencia de la lucha
política en la Argentina pos 2001 y, con tino, repudiaba la
acción del kirchnerismo por haber instalado, de 2003 a la
fecha, en el centro de la escena nacional las contradicciones
económico-sociales, convocando a las masas a la participa-
ción política, aunque más no sea bajo la categoría de ‘pue-
blo’.
ENERO DE 2015
48 Plan de evasión
“El kirchnerismo recreó viejas antinomias entre pueblo y
oligarquía, entre campo y ciudad, entre un supuesto modelo
‘nacional y popular’ y el neoliberalismo y, más recientemen-
te, entre Patria o buitres. Al mismo tiempo, el Gobierno pro-
curó instalar una interpretación absolutamente parcial y,
por lo tanto, sesgada de nuestro trágico pasado de violen-
cia, potenciando los rencores en lugar de cerrar heridas a
través de la búsqueda de una memoria integral. La errónea
percepción del sistema legal como un instrumento de vio-
lencia institucional terminó alentando la tolerancia hacia el
delito e impulsando, en ocasiones, la justicia por mano pro-
pia. Al mismo tiempo, la inacción oficial sustentada en el
pretexto de que no se puede criminalizar la protesta social
alentó los piquetes, los bloqueos de plantas industriales, las
usurpaciones y las ocupaciones ilegales” (LN 23/11).
El desasosiego que transmite la oligarquía financie-
ra/terrateniente se explica por la pérdida de la iniciativa po-
lítica tras un largo y duro golpe con el que procuró debilitar
al extremo, o directamente provocar la renuncia de la pre-
sidenta Cristina Kirchner. Por su reiterada incapacidad a la
hora de articular una fuerza relativamente homogénea que
derrote políticamente al movimiento nacional, que evite las
fracturas y drenajes dentro de sus organizaciones corporati-
vas y políticas, que fugan espantadas ante la perspectiva
concentradora de la producción y la centralización de la
propiedad que los expropia y liquida.
2 EMPRESARIADO LOCAL: LA VUELTA A LA
PRODUCTIVIDAD
2.1. Medidas del Gobierno a favor de los capitales
medios
La agudización de la disputa entre las dos fuerzas sociales
se cristalizó en una serie de avances en el campo económi-
co, desde el interés de la fracción de grupos económicos lo-
cales, capitales medios y pequeños nacionales. Las medidas
de política económica que mencionamos a continuación, no
resuelven el cuello de botella y los síntomas de agotamiento
del modelo industrial redistributivo, situación que se explica
por un incremento inevitable, en virtud de diez años de cre-
cimiento de la producción industrial, de las importaciones
de bienes de capital y energéticos; al tiempo que se estan-
can los precios mundiales de los bienes exportables (bienes
agrícolo-ganaderos). No lo resuelven, sino más bien contri-
buyen a agudizar la contradicción entre las fuerzas sociales,
nacional popular y oligárquica imperial.
En cuanto a control de las exportaciones y divisas, el Go-
bierno limitó los créditos del Banco Nación a los producto-
res de soja que estén reteniendo grano en sus silos. El casti-
go financiero busca obligar a los grandes terratenientes, y a
los medios y pequeños que se comportan bajo las directri-
ces de aquellos, a que liquiden las exportaciones y quede
garantizado el ingreso de las divisas necesarias para aceitar
los mecanismos económicos centrales. Además, y también
en un revés al sector agroexportador, el Gobierno propuso
reformular el Instituto de Promoción de la Carne. Por un la-
do, integrando como materia de fomento al consumo y la
exportación a la producción porcina, aviar, ovina y pesque-
ra, y distribuyendo los estímulos que concentra de manera
exclusiva el sector ganadero concentrado y los frigoríficos
trasnacionales. Por el otro, minimizando el control que de-
tenta la SRA sobre el Instituto. El proyecto promueve, para
esto, que la designación de la presidencia esté a cargo del
Ministerio de Agricultura y no de las entidades de la Mesa
de Enlace, que se rotaban anualmente en dicha magistratu-
ra.
También en cuanto a la protección del frente externo, el
titular del BCRA aplicó este mes la ejecución del acuerdo
con China para cubrir las reservas argentinas vía swap, por
1000 millones de dólares. Al tiempo, la misma entidad ofi-
cial, replicando las deliberaciones del G20, anunciaba que
sólo permitirá actuar en el país a las calificadoras de riesgo
que adhieran a un nuevo código de ética. Se busca reducir
la capacidad de acción de Moody’s, Ficht y Standar & Poors,
herramientas de presión de los capitales monopólicos con-
tra las políticas autónomas de los países dependientes.
Aunque lo hemos mencionado más arriba, es preciso seña-
lar aquí, la creación, por parte del Gobierno, de la Unidad
de Seguimiento y Trazabilidad de las Operaciones de Co-
mercio Exterior, cuyo objeto es controlar el ingreso y egreso
de divisas, vigilando y castigando los ataques por fuga y
evasión impositiva.
Finalmente, y en vistas de aumentar la demanda interna,
en los últimos meses el Programa de estímulo al consumo
interno Ahora 12 lleva acumuladas ventas de bienes de
producción local en el orden de los 1.813 millones de pesos.
Además, se anunció el aumento de 40.000 millones de pe-
sos en materia de aumento de planes sociales y diversos
programas de redistribución a las capas más precarizadas y
golpeadas del proletariado.
2.2. La defensa de algunos aspectos del modelo
industrial
La única manifestación importante de adhesión a las polí-
ticas económicas oficiales fue protagonizada por la cámara
de industrias metalúrgicas Adimra. En un encuentro organi-
zado por la Confederación de Sindicatos Industriales, y al
lado del dirigente metalúrgico, y secretario general de una
de las CGT, Antonio Caló, Juan Carlos Lascurain, expresión
de los capitales medios nacionales asentados en la industria
criticó duramente las políticas neoliberales de los noventa y
promulgó la alianza empresariado nacional y movimiento
obrero como la base de cualquier proyecto de país que sur-
ja luego de las elecciones de 2015. El documento firmado
por empresarios y organizaciones sindicales decía en uno de
sus pasajes más destacados: “Dado que en la actualidad se
discute el futuro del país, queremos ratificar la firme deter-
minación de los sectores del trabajo y la industria de seguir
siendo claros protagonistas. En ese sentido, ratificamos las
paritarias como método de negociación colectiva y valora-
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
mos la concertación económico-social como base de un
acuerdo que, sustentado en una estrategia de desarrollo
económico integral, sirva para la construcción de políticas
de Estado” (LN 14/11).
En medio de las tensiones y la agudización de las contra-
dicciones dentro de la burguesía, cuyo epicentro fue la
disputa por la evasión y la fuga de capitales nacionales, las
expresiones del capital local tuvieron apenas esta minúscula
exposición, que incluso avala algunos aspectos del plan
económico oficial y no toma partido por el modelo econó-
mico en general. Aún más, respecto de la avanzada oficial
sobre los casos de lavado, fuga y evasión que implican a los
bancos y a las empresas más importantes en el país –y que
constituye un hito en la disputa contra los capitales mono-
pólicos– el silencio de los empresarios nacionales fue abso-
luto. Ninguna expresión del empresariado nacional apoyó
las medidas gubernamentales ni cuestionó el comporta-
miento del gran capital y los grupos locales. Las ataduras de
la propiedad privada, por más amenazada que esté por los
capitales trasnacionales, le impide posicionarse cabalmente
contra esos mismos monopolios que los amenazan de
muerte sistemáticamente.
2.3. Límites del modelo
Sobre fin de año, también se hicieron explícitos los límites
objetivos del modelo industrial que se plasmaron en los si-
guientes datos. La industria sufrió en octubre su octava caí-
da consecutiva; la producción industrial se redujo en octu-
bre 6,4% respecto del mismo mes del año pasado y 0,3% en
relación con septiembre de 2014. Si se considera el acumu-
lado entre enero y octubre, el retroceso es de 4,1%.
También en el sector pyme, la producción industrial cayó
4,5% en octubre y acumula 15 meses en declive. Cabe citar
el informe que elaboró la cámara de capitales medios y pe-
queños CAME, donde se reconoció que en cuanto al ajuste,
las empresas medias y pequeñas lo están aplicando a la va-
riable trabajo. Según la entidad: “Tras largos meses en dete-
rioro, el reacomodamiento se hace reduciendo costos, y una
de las variables de ajuste elegidas, está siendo el empleo.
(…) El 11,2% de las empresas relevadas manifestó haber
realizado algún ajuste en su empleo. En cambio, sólo 1% in-
corporó personal. Es decir, se puede inducir que hubo des-
trucción neta de empleo” (CR 24/11).
49
La aplicación de un ajuste salarial y la reducción de los
planteles demuestran que la única salida posible que puede
emprender el empresariado nacional de cara a los límites
del modelo económico, no es otra que el traslado de los
costos a los trabajadores. Es un comportamiento idéntico al
de los grupos trasnacionales. Incluso también detienen las
inversiones, plegándose, quiéranlo o no, al boicot antina-
cional pergeñado por los monopolios. “Ninguna de las em-
presas del panel tiene planeado activar inversiones hasta
que la coyuntura no muestre un horizonte de cambio de
tendencia” (CR 24/11), dice el informe de la entidad que
conduce Osvaldo Cornide.
Objetivamente, en noviembre se hizo visible un aumento
de la desocupación y la subocupación. Según el Indec, la de-
socupación pasó de 6,8 a 7,5% de la población activa entre
los terceros trimestres de 2013 y de este año, siendo la caí-
da en la tasa de empleo (medida sobre la población total)
de 42,9 a 41,3%. En cuanto a la subocupación, el crecimien-
to fue de 8,7 a 9,2% en un año.
En esta situación, el ministro de Economía, Axel Kicillof,
tras defender la posición de no ajustar el gasto público, uno
de los pilares decisivos del modelo económico oficial, justi-
ficaba la aplicación del impuesto a las ganancias a los sala-
rios más altos: “Hay once millones de trabajadores y sólo un
millón paga el impuesto a las ganancias. Es un impuesto a
los altos ingresos. Es una contribución solidaria de los traba-
jadores que más ganan al Estado” (LN 1/12). De esta mane-
ra, se aceptaba que el ajuste cae por el lado del trabajador.
En este sentido, el comportamiento de la oligarquía finan-
ciera y terrateniente y el de los capitales nacionales coinci-
de. Esta fracción del capital –que está de acuerdo en soste-
ner salarios altos, ya que depende casi exclusivamente de la
demanda interna– no puede evitar que la variable de ajuste
sea el salario. Por eso, la conducción del movimiento nacio-
nal en manos de esta fracción media del capital nacional no
prospera, porque frente al desafío de los límites del modelo
económico, su comportamiento en resguardo de la propie-
dad le impide avanzar contra los sectores donde se concen-
tra la renta agraria y, por el contrario, golpean a la clase
trabajadora, dañando seriamente la alianza social nacional
popular de liberación.
ENERO DE 2015
La pérdida de la iniciativa oligárquica y los tropiezos del frente nacional
¿Y ahora quién carga la mochila?
La oligarquía financiera/terrateniente ha perdido la inicia-
tiva política. Lejos aparece ya el mes de enero del presente
año, cuando lograron arracar –vía fuga de divisas– 2.500 mi-
llones de dólares del Banco Central, provocando así la deva-
luación más grande de los últimos años con su consiguiente
ola inflacionaria, cuyo correlato es, como todos sabemos,
una baja abrupta en la capacidad de consumo y el nivel de
vida de los trabajadores y el pueblo en general. Lejos el ‘glo-
rioso’ lanzamiento del Foro de Convergencia Empresaria
(FCE), que se pierde hoy en una prédica que no encuentra
eco en la población. Sus golpes económicos no lograron
traducirse en escenarios de caos y desestabilización poltica.
El Gobierno no sólo no cayó sino que de cada golpe salió
fortalecido con una imagen positiva en la población mayor a
la que tenía antes del enfrentamiento. El caso de la batalla
contra los buitres resulta ejemplificadora en este sentido.
Por el contrario, la oposición política, a la que fogonea el
capital concentrado imperialista y sus expresiones locales
agrupadas en el FCE, pierde cada día un miembro más de su
desgarrado cuerpo, atomizándose abruptamente y sin ge-
nerar entusiasmo en el conjunto del pueblo. El caso de la
ruidosa fractura del FA-UNEN no es otra cosa que la expre-
sión más gráfica de este proceso.
Frente a la imposibilidad electoral, el frente anti-nacional
intenta avanzar una vez más –sin demasiado éxito– en el te-
rreno judicial, intentando frenar la aprobada ley de abaste-
cimiento, persiguiendo a la Presidenta por un supuesto en-
riquecimiento ilícito y trabando el normal funcionamiento
de la Corte Suprema, al negarse a aprobar el quinto miem-
bro que precisa dicho organismo luego de la muerte de
Carmen Argibay y la jubilación de Eugenio Zaffaroni.
Y como tampoco hay demasiada suerte por ese lado,
vuelven los intentos desestabilizadores de cada fin de año,
que resultan cada vez más tenues. Por caso, los amotina-
mientos policiales que se replicaron en numerosas provin-
cias el año pasado, se redujeron este año a un pequeño fo-
co en la provincia de Santa Cruz.
Ante este panorama, la propia intelectualidad orgánica a
la oligarquía –al menos aquella a la que le queda un dejo de
lucidez espiritual– continúa alertando a la tropa propia que
hay un límite infranqueable en los avances populares du-
rante la ‘década ganada’. Que hay que olvidarse de la apli-
cación, al menos en el corto y mediano plazo, de los planes
que necesita el capital financiero trasnacional y su pata lo-
…hasta que al fin recalo en un sótano de Leandro Alem
donde se hace una hojita gremial, y encuentro un hombre
que se anima. Temblando y sudando, porque él tampoco es
un héroe de película, sino simplemente un hombre que se
anima, y eso es más que un héroe de película.
(Rodolfo Walsh)
cal. Pues no existen ni por asomo las condiciones políticas
para la realización del interés de dicha fracción del capital,
que tiene que dejar un tendal mayor de desocupados, eli-
minar subsidios al consumo y toda la serie de planes para
atender a la población que ha quedado afuera del mercado,
frenar la obra pública, eliminar las paritarias y demás etcé-
teras que multiplican por varios números la política aplicada
durante la última dictadura y consolidada en los ‘neolibera-
les noventas’. Todo lo cual resultaría en una patada en el
bajo vientre no sólo al conjunto de la clase trabajadora, sino
también a numerosos sectores del capital pequeño, medio y
hasta grande que tiene como base de su reproducción el
consumo interno.
Para peor de males, diversas expresiones políticas euro-
peas buscan en las experiencias populares latinoamericanas
–y la argentina entre ellas– un faro con el que intentan dar
salida a la crisis del capital más grande de su historia, lo cual
desorienta más a las elites locales, al irse por la cloaca el ar-
gumento de que llegaremos a lo más alto de la madurez
como nación el día en que alcancemos definitivamente la
civilización occidental a la que llegaron hace mucho las na-
ciones europeas.
Todo esto da margen al frente nacional para tomar la ini-
ciativa política y avanzar desde su expresión en el Gobierno
contra el enemigo principal. Los avances en la investigación
y el descubrimiento de 4004 cuentas en suiza –capitales fu-
gados ilegalmente y que no tributan impuestos en el país
como deberían hacerlo– dan cuenta de estos avances, pos
batalla contra los buitres, en la que la Argentina logró poner
de su lado a gran parte de la opinión pública mundial.
Esta iniciativa toma forma también en el calentamiento
de las internas del Frente para la Victoria, que no escapa a
la crisis de los partidos políticos verificada en el conjunto de
los países del globo y que toma forma propia en cada uno
de ellos. En la interna –más allá de nombres propios–, se
ponen en juego los avances y límites del proyecto nacional,
la necesidad de profundizar la pelea contra el enemigo oli-
gárquico y las consecuentes tensiones al interior de la alian-
za social que constituye el kirchnerismo, lo que pone una
vez más sobre la mesa de discusión la cuestión de qué suje-
to social puede o no –más allá de voluntades e intenciones–
encabezar dicha profundización en el sentido de la la tan
mentada ‘segunda independencia’, de la que nos habla des-
de hace tiempo nuestra presidenta.
 Análisis de Coyuntura
Expresión de esta tensión al interior de la alianza es la
disputa por el tributo o no del Impuesto a las Ganancias por
parte de un sector de los trabajadores, que tuvo en el últi-
mo mes un capítulo especialmente caliente, donde apareció
con un grado mayor de claridad la contradicción entre la
concepción de la clase trabajadora como objeto de políticas
estatales –expresada en el pedido de que consuman más y
más para sostener el ‘modelo’– versus aquella que la consi-
dera como único sujeto que puede encabezar la profundiza-
ción tan mentada.
Imposibilidades del Foro…
Todo el mes de noviembre las expresiones del capital
trasnacional concentrado y la oligarquía local estuvieron ta-
ladrando a la oposición para que se junten de una vez bajo
el plan del FCE.
Hacia fines del mismo, el FCE realizaba un relanzamiento
de su plan de gobierno –analizado ya en pasados Análisis…–
bajo el lema “Compromiso para una Argentina posible.
Acuerdos para el desarrollo, el empleo y la inversión”, a la
que asistían unos 750 dirigentes de las 59 entidades que
conforman el foro y escuchaban atentos los candidatos
opositores Massa, Cobos, Sanz, Macri y Binner. “Llegó el
momento de ponerle más contenido a los 30 años de demo-
cracia que hemos tenido”, manifestaba Luis Miguel Etche-
vehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (CR
28/11). Claro que no se trata de una cuestión cuantitativa
(‘más contenido’) sino de que el contenido en cuestión fue-
ra aquel que exprese los intereses de la oligarquía expresa-
dos en su institución. Contenido que puede aplicar cual-
quier candidato. No importa su signo político sino más bien
cuan eficientemente puede traducir en políticas los conte-
nidos programáticos del FCE.
Apenas unos días más tarde, convocados en la Universi-
dad Católica Argentina, el mismo FCE convocaba a los mis-
mos representantes de la oposición para articular lo que
uno de los participantes –el Grupo Clarín– titulaba como
“inédito consenso” entre 900 líderes del gran mundo de los
negocios corporativos. Allí, Claudio Cesario, titular de la
Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) –entidad que
representa a la banca extranjera en el país–, se jactaba de
que “fuera del sistema hay unos 220 mil millones de dólares
en activos de argentinos”, a la espera de volver para finan-
ciar el desarrollo toda vez que concluya el ‘despotismo po-
pulista’. Todo un dato, cuando días más tarde el titular de la
AFIP informaba sobre las 4004 cuentas en Suiza giradas por
intermedio de uno de los integrantes de dicha asociación de
banqueros: el británico HSBC. Al mismo tiempo, el titular de
la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Jaime Campos,
proponía a los candidatos que los medios de prensa deben
disponer de “todo el poder para actuar” (P12 1/12).
51
Sumándose al clima de ‘envalentonamiento empresario’,
el titular de la Unión Industrial Argentina, ligado al sector de
la agroindustria que se aglutina bajo la lista Celeste y Blanca
de dicha cámara, informaba que “a los empresarios no les
importa tanto lo que hace este Gobierno, sino que quieren
saber qué es lo que va a hacer el que nos va a gobernar por
los próximos cuatro años”. Y agregaba: “No queremos que
vengan a disertar, sino a contestar preguntas”. De esa ma-
nera, dejaba claro dos cosas: por un lado, que el ‘Fin de Ci-
clo populista’ ya es un hecho consumado para él; por otro,
que no hay política posible por fuera de los intereses de al-
guna de las fracciones de la gran burguesía (CR 2/12).
Ligado a esto, estallaban cada vez con mayor fuerza los
regaños de parte del órgano político de la oligarquía finan-
ciera/terrateniente, al hacerse cada vez más abierta la frac-
tura al interior de los distintos frentes opositores, funda-
mentalmente el que conduce el ‘radical-socialismo’ y
fundamentalmente la negativa de la cúpula radical y socia-
lista a acordar con el Pro macrista una única candidatura
presidencial, que no sería otra que la del mismo Macri. A
subordinar a la díscola UCR iban dirigidas las palabras de
Eduardo Fidanza: “A los ojos de la sociedad, el radicalismo
perdió un atributo esencial: la capacidad para gobernar el
país. (…) El dilema es Macri porque se reconocen en él, se-
gún la creencia de un amplio sector del electorado, los atri-
butos que el radicalismo extravió: organización y eficacia
para gobernar. Fundada en esa convicción, y con indepen-
dencia de los dirigentes, está ocurriendo una migración es-
pontánea de votantes de UNEN a Pro que recorta, día a día,
las chances presidenciales de la coalición. (…). No obstante,
a la hora de decidir, tal vez sea orientador para los radicales
considerar el rol que, en cualquier caso, probablemente los
aguarde: controlar el poder presidencial, no ejercerlo. En un
escenario, como parte minoritaria y conciencia crítica de un
eventual gobierno de Pro; en otro, como principal oposición
a un peronismo otra vez triunfante” (15/11).
Y el legendario Joaquín Morales Solá refrendaba el con-
cepto: “El problema de los radicales es que las preferencias
sociales se inclinan por tres candidatos (Daniel Scioli, Macri
y Massa) y ninguno de ellos es radical. Eso asegura, con
números más o menos iguales, la unanimidad de las encues-
tas. El tucumano José Cano fue el más duro y directo cuando
se dirigió a la mesa donde estaban los presidenciables radi-
cales: ‘Muchachos, ustedes no miden nada’. (…) La falta de
una política nacional de alianzas sería un gesto suicida del
radicalismo. (…) La oposición, sobre todo el radicalismo, es-
tá haciendo posible cualquier ilusión cristinista de conserva-
ción del poder. Nunca se sabrá si los largos éxitos del kirch-
nerismo fueron obra de sus méritos o de las
desorientaciones de sus opositores.” (LN 19/11).
Traducción sencilla: radicales, olvídense de gobernar. Ol-
vídense de sus principios centenarios. Acompañen a Macri
ENERO DE 2015
52 ¿Y ahora quién carga la mochila?
en su cruzada contra el populismo K y con los principios del
FCE bajo el brazo. Caso contrario, a resignarse a un nuevo
ciclo peronista-kirchnerista y a seguir vociferando en el va-
cío sobre los principios del republicanismo centenario. Lo
que se les pide a los partidos y fuerzas opositoras es que ol-
viden los programas y principios de origen que les dieron
nacimiento. Están los puntos que el capital imperialista y los
dueños de las grandes tierras locales necesitan para repro-
ducirse a escala ampliada, a costa de lo que sea: empobre-
cer, miserabilizar, exterminar, narcotizar a la población, lo
que sea.
Dicha prédica, no obstante, tiene a su vez límites objeti-
vos, que vienen impidiendo su cumplimiento efectivo. Y es
que dichos principios y programas no son meras ideas sur-
gidas de las cabezas de ciertos líderes políticos iluminados,
como Leandro N. Alem, Hipólito Yrigoyen, Juan B. Justo o Al-
fredo Palacios. Se trata más bien de definiciones políticas
que le daban coherencia y expresión a intereses materiales
de fracciones de clase específicas dentro del sistema capita-
lista. Al profudizarse el proceso de concentración y centrali-
zación, es cada vez mayor el número de fracciones del capi-
tal que son condenadas al cadalso, al no poder competir
con los capitales más concentrados. Es por ello que estallan
por los aires los acuerdos otrora firmados por aquellos re-
presentantes de estas diferentes fracciones de burguesía.
Pues ninguna de ellas se resigna a morir bajo la espada del
gran capital.
…Y descomposiciones marca FA-UNEN
Es por ello que uno de los integrantes del FA-UNEN, el ex
ministro de Economía Martín Lusteau, sinceraba que “el
frente UNEN no está aportando claridad respecto de sus
propuestas. No estamos diciendo qué es lo que representa-
mos” (LN 2/11). Con lo que admitía dos cosas: una, la impo-
sibilidad de mostrar con claridad el programa del capital fi-
nanciero más concentrado por parte de aquellos que lo
representan dentro del frente, conscientes de la poca base
social que tiene dicha prédica; dos, la imposibilidad que tie-
ne dicho frente de articular y ser la expresión política del in-
terés de las distintas fracciones de capital que apostaron a
él.
Es por ello y no por una mera cuestión de ‘egos’ –aunque
estos existan en gran medida en la persona de sus figuras
políticas de más renombre– que el frente estallaba por los
aires el último mes, como expresión más gráfica de la impo-
sibilidad de la oligarquía financiera/terrateniente anti-
nacional de construir hegemonía, de vertebrar un programa
que le dé salida por la positiva –aunque no fuera más que
en el cortísimo plazo– a las diferentes fracciones del capital,
como logró hacerlo tanto en 1955, como en 1976 o en los
años 90.
Como paso previo a la ruptura, Lilita Carrió se disponía a
atacar a otro de los candidatos presidenciales opositores,
Sergio Massa, quien viene cerrando acuerdos y generando
instantáneas con figuras de la UCR a nivel nacional. “Todos
los carteles propagandísticos que se ven en la calle y auto-
pistas, que yo no tengo ninguno, salen 100.000, 200.000 pe-
sos por mes y eso es dinero del narco. Eso es Massa, no sólo
que es oficialista, sino que también es narco”, disparaba la
clásica bazuka Carrió. Frente a lo cual Massa exigía “una pe-
ricia psiquiátrica” para determinar si aquella “domina sus
facultades mentales” (CA 5/11).
Días más tarde, la UCR celebraba un cónclave partidario
para limar asperezas y definir el contenido de las alianzas
nacionales y provinciales del partido, donde se le ‘esquivaba
el bulto’ a cualquier definición. Esto provocaba lo que po-
dría llegar a ser la escena final del FA-UNEN, con la escapa-
da de Carrió ametrallando a diestra y siniestra.
“La decisión de la UCR de no hacer alianzas es la mejor
manera de que el peronismo gane las elecciones. Es posible
que el kirchnerismo logre su objetivo de impunidad. (…) Que
la UCR haga lo que le parece, que vayan hasta donde les va.
Pero yo no me suicido. Me retiro de Unen nacional, aunque
no voy a romper la única posibilidad que tiene la Argentina”,
disparaba Lilita. Y continuaba su prédica acusatoria: “El
Unen es una parodia de presidenciables al servicio de Cristi-
na Kirchner y de la victoria de la impunidad de Scioli. (…) De
la misma manera que en 2007 Cobos y Morales le dieron la
posibilidad a Cristina de ganar, hoy se repite la historia: se
vuelven chiquitos para permitir que el PJ gane. Lo que aca-
ban de hacer socialistas y radicales es darle el triunfo a Scio-
li; conmigo no cuenten”. Y no se salvaba nadie: “¿Cuántos
votos tiene Pino? Nada. ¿Qué va a gobernar, para el fra-
cking?”, al que le agregaba el mote de “progre falso”, por-
que “lo único que quieren es el cargo por cuatro años y
sueldo”. Y terminaba con un regalito propio de una presi-
denta del INADI: “[Scioli] es igual a Cristina, sólo que le falta
un brazo” (LN,P12 y CA 20/11).
Dos elementos llaman la atención en el discurso de Ca-
rrió. El primero es la coincidencia en los argumentos con la
Tribuna de Doctrina terrateniente señalados más arriba,
respecto de la necesidad de pegotear a la oposición a cómo
dé lugar. Coherente con ello, avisaba que ya se sentía “libe-
rada de tanta mediocridad” y lista como para sellar el pacto
con Macri que tanto reclamaba La Nación. No obstante, se
trata de una victoria a medias de nuestra histórica oligar-
quía, ya que, al menos por el momento, dicho ‘pacto repu-
blicano’ no contará –al menos a nivel nacional– con el im-
portante aparato político-territorial del radicalismo, única
fuerza de toda la oposición no peronista que puede garanti-
zar una llegada a los sitios más recónditos del país.
El segundo es el ensañamiento con la figura de Daniel
Scioli como posible centro articulador de la continuación del
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
proyecto nacional expresado por el kirchnerismo. Si en di-
versos momentos el establishment externo e interno co-
queteó con la posibilidad de contar con éste para la realiza-
ción de su programa de gobierno, no parece ser el caso en
la actualidad. Y no tanto por lo que la figura individual del
propio Scioli quiera o pueda expresar, sino más bien por el
lugar al que lo ha empujado el propio proceso político, y
que tiene sus raíces en las expectativas y anhelos, es decir,
en el ‘sentir’ del conjunto del pueblo argentino, poco procli-
ve a aceptar ‘servidores de pasado en copa nueva’.
Pero no todo eran coincidencias y color de rosa. En un re-
portaje en el canal TN, del multimedio Clarín, Marcelo Bo-
nelli preguntaba a la legisladora por qué su capacidad políti-
ca no se “traduce en votos”. A lo que respondía: “Porque
ustedes me pegan… No ustedes [en referencia a su entrevis-
tador]. Clarín y Nación, estoy hablando de las empresas, no
de los periodistas”. Y luego disparaba: “Cuando tuve que de-
fender la libertad de expresión, la defendí. Los defendí a us-
tedes, a Magnetto”. La declaración iba en sintonía con la
entrevista que había dado al periodista Jorge Lanata, al que
le espetaba semanas atrás por Radio Mitre: “Vamos a pre-
guntarle al Grupo Clarín por qué apoya a Massa, si era el je-
fe de Gabinete cuando se largó la Ley de Medios” (TA
20/11).
Como vemos, el costado electoral no sonreía al frente an-
tinacional.
Mientras tanto, en el Salón de la Justicia…
Por tanto, se recurría –¿cuándo no?– al poder del Estado
que viene resultando un refugio favorito de las oligarquías
vernáculas, desde donde disparan agazapados contra los
procesos de cambio que se desarrollan a lo largo del conti-
nente americano: nos referimos al inmaculado Poder Judi-
cial.
El primer embate consistía en la firma de un compromiso
por parte de 28 senadores de la oposición que rechazaba el
tratamiento de cualquier propuesta de nombramiento de
algún juez para la Corte Suprema, luego de que la misma
quedara con sólo cuatro miembros, tras el fallecimiento de
Carmen Argibay y la renuncia de Eugenio Zaffaroni, que
cumplía 75 años, el límite de lo que marca la ley para ser
miembro de la Corte. “No confiamos en un gobierno que
comete excesos y, por lo tanto, nosotros vamos a ejercer
nuestro derecho a no tratar cualquier candidato que el Go-
bierno designe para la Corte”, explicaba el mentor de la
propuesta, el senador socialista Rubén Giustiniani (LN
20/11).
Frente al hecho, el Gobierno avanzaba a través del abo-
gado constitucionalista Eduardo Barcesat en una denuncia
por el delito de sedición a los senadores de la oposición (LN
22/11).
53
Y la andanada golpista tomaba forma también en el alla-
namiento que el juez Claudio Bonadío realizaba en la em-
presa Hotesur SA, de la que la Presidenta es accionista, bus-
cando irregularidades y un supuesto enriquecimiento ilícito
de la primera mandataria. Ante el contragolpe del Jefe de
Gabinete, que denunciaba la “estrategia golpista” y un
“golpismo activo” por parte de Bonadio, la Tribuna de Doc-
trina reafirmaba una vez más la anomalía argentina dentro
del concierto de naciones: “Los dichos de Capitanich resul-
tan a todas luces disparatados. El hecho de que una de las
más altas autoridades del Poder Ejecutivo denuncie que otro
poder quiere destituir al suyo habría causado una hecatom-
be en cualquier país serio” (LN 29/11). ¿Acaso por ‘países
serios’ nuestro editorialista entiende aquellos en donde po-
licías asesinan a mansalva a transeúntes por el sólo hecho
de tener un color de piel que no se considera ‘normal’ –o
sea ‘serio’,– y donde dichos crímenes no son considerados
tales por la ‘justicia’? Extraño concepto…
Y quien lo dejaba formulado con mayor grado de claridad
era el reelecto presidente de Asociación de Magistrados,
Ricardo Recondo: “El país y la democracia están en grave
riesgo. Hay muchas actividades antidemocráticas por parte
de este gobierno, no podemos ser tan ingenuos. Usando la
democracia quieren destruir la democracia. Si no reaccio-
namos, un día nos vamos a despertar y vamos a estar sojuz-
gados. La gente no está consciente de que necesita un juez
independiente desde que se levanta hasta que se acuesta,
en su vida diaria. Hace falta docencia. (…) Tenemos parte de
la responsabilidad en esta crisis. Y lamentablemente la opo-
sición tampoco está haciendo un buen papel. Tendrían que
dejar los egos a un lado y tener un sentido republicano” (CL
30/11). Con lo que se dejaba claro el rol del poder judicial
como poder que no se subordina al poder político –cuando
este intenta encabezar procesos de cambio– sino al poder
tradicional, es decir, al interés de la clase dominante en ca-
da país, en nuestro caso la herrumbrosa y hedionda oligar-
quía financiera/terrateniente antinacional. Hay que ‘reac-
cionar’ contra los atropellos a esa democracia
terrateniente, independientemente de la voluntad popular,
que no entiende que necesita ‘desde que se levanta hasta
que se acuesta’ estar regida por las reglas y leyes del capital
concentrado. En el mismo sentido, dejaba en claro el rol del
Poder Judicial ante la ausencia de una fuerza política oposi-
tora que pueda vertebrar un proyecto funcional al esta-
blishment y que sea mínimamente aplicable en las condi-
ciones actuales del país.
Por todo esto, el ministro del Interior y Transporte y pre-
candidato presidencial, Florencio Randazzo, denunciaba que
el Poder Judicial “es funcional a la Argentina corporativa del
poder económico y mediático, que impiden que haya un
presidente independiente”, y agregaba: “Nosotros aspira-
mos a una Argentina donde haya un presidente autónomo e
ENERO DE 2015
54 ¿Y ahora quién carga la mochila?
independiente, como lo ha sido Cristina en estos años. Cris-
tina decretó la independencia y autonomía de la política por
encima de cualquier poder, y eso no se lo van a perdonar”
(P12 25/11).
Como puede observarse, todas las categorías tradiciona-
les se ponen en debate y tensión en tiempos de transición.
Categorías como ‘justicia’, ‘democracia’, ‘autonomía’, ‘inde-
pendencia’, que parecían hasta hace un tiempo cargadas de
un único significado, impuesto por la dominación de la bur-
guesía como clase durante años, comienzan a verse tal cual
son, esto es, tironeadas en su sentido más profundo por el
conflicto de intereses de clase que emerge a la superficie de
manera cada vez más abierta a medida que el proceso de
crisis y transición abierto en el mundo –y manifestado de
forma particular en nuestro país– se profundiza.
La tensión entre un Poder Judicial ‘independiente’ del
Poder Ejecutivo y Legislativo elegido por las grandes mayo-
rías populares o ‘independiente’ del poder real, del capital
financiero trasnacional y su pata terrateniente local elegi-
dos por nadie, no es más que una manifestación de este
proceso de crisis y cambio a nivel global.
El caos que no fue
Sin suerte en el terreno electoral y con suerte relativa en
el judicial, la oligarquía volvía a intentar –como viene ha-
ciendo en todos los fines de año– un golpe desestabilizador
a partir del amotinamiento policial iniciado a partir de re-
clamos salariales. El fin último es, por supuesto, ‘liberar’
ciudades para que los sectores con mayor grado de des-
composición actúen a través de saqueos y violencia hasta
generar un hecho de ingobernabilidad. Si el año pasado no
habían logrado su éxito final, debido a no poder sumar a la
cruzada a la poderosa Policía de la Provincia de Buenos Ai-
res (ver Análisis… de enero y febrero de 2014), este año co-
tizó más bajo aún el intento desestabilizador, reduciéndose
el acuartelamiento policial a dos ciudades de la provincia de
Santa Cruz, Río Gallegos y Caleta Olivia, a donde se envia-
ban de inmediato fuerzas federales para reemplazar a la
fuerza policial amotinada (información publicada en LN
3/11).
Al respecto, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, ad-
virtía que el Gobierno tiene “informes muy confidenciales
respecto a movimientos de actores políticos para generar lo
mismo que el año pasado y hace tres años: acciones o inten-
tos de saqueos focalizados que fueron rápidamente deteni-
dos el año pasado en forma conjunta con la policía bonae-
rense, la Federal y Gendarmería”. Las denuncias de Berni se
centraban en dos frentes. Por un lado, “grupos minúsculos
que responden de manera caracterizada a un grupo de polí-
ticos que quieren llevar estas condiciones que no tienen na-
da que ver con un estallido social [a propósito de los recla-
mos de comida en supermercados por parte de la
agrupación Barrios de Pie]”. Por otro, “sectores del viejo pe-
ronismo, del peronismo arcaico, que tuvo participación
esencial en el 2001 y todavía siguen pensando que se puede
generar algún tipo de desestabilización provocando zozobra
local y saqueos” (CL 23/11 y CL y LN 24/11). Y completaba el
Jefe de Gabinete: “Decir que en diciembre va a ocurrir tal
cosa... hay que terminar con la apología del delito. Hay una
usina articulada de rumores armada por grupos opositores”
(CL 31/10).
En el mismo sentido, se conocía la iniciativa del intenten-
dente massista de San Miguel, Joaquín De la Torre, de crear
‘por la fuerza’, sin aval de la Provincia, una policía municipal
propia, rechazando la propuesta de la gobernación de re-
forzar los municipios con más policías provinciales pero su-
jetos a un mayor control municipal. “No trabajamos cuatro
años para que sólo haya más policía bonaerense”, indicaba
el intendente, al tiempo que reclamaba como presupuesto
“lo mismo que se gaste en los municipios de al lado para
esas policías comunales. (…) Si la seguridad es una de las
principales preocupaciones del vecino, tiene entonces que
ser una de las principales ocupaciones del intendente” (LN
12/11). Este hecho debe anotarse en la lista de prácticas
que el capital concentrado prepara a través de la embajada
yanqui y el massimo para intentar controlar el tendal de
población sobrante que dejarán tras de sí las políticas eco-
nómicas que impulsa el FCE, descritas más arriba. Un avan-
ce de esto lo tuvimos hace algunos meses cuando Massa
trajo en dos ocasiones a un panel como disertantes al as de
la política de ‘tolerancia cero’, el ex alcalde neoyorquino
Rudolph Giuliani y al ex jefe de la policía colombiana duran-
te el gobierno de Álvaro Uribe, Naranjo Trujillo.
Y a su vez se intentaba convocar a otro cacerolazo vía re-
des sociales, intentando emular aquel 8N que el año pasado
había convocado un importante caudal de gente contra el
Gobierno. Este 13 de noviembre se realizaba el cacerola-
zo/movilización con mucha menos convocatoria y entu-
siasmo que un año atrás (información publicada en P12
17/11).
Otro frente destituyente se concentró también en la Pro-
vincia de Buenos Aires, a raíz del temporal que a principios
de noviembre dejó una cantidad de barrios del conurbano
inundados y numerosos evacuados. El duelo se daba nue-
vamente entre el FR y el gobierno provincial, al que se acu-
saba por la falta de obras hidráulicas. Scioli devolvía el balón
al terreno massista, acusando que “algunos mezquinos ha-
cen política con las desgracias de la gente” y que en los dis-
tritos más afectados los intendentes “dejaron proliferar ba-
rrios cerrados en detrimento del resto”. Así explicaba el
proceso vivido en los últimos años Pablo Badano, miembro
de Punta Querandí, una organización de vecinos que lucha
contra la instalación de barrios privados en la zona de Dique
Luján: “El negocio es agarrar terrenos bajos, hacer pozos
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
enormes para implantar lagunas artificiales y con esa mis-
ma tierra rellenar 30 metros el resto del barrio cerrado, en-
tonces quedan a cuatro metros arriba. Eso hace que los ve-
cinos que ya se inundaban se inunden más, porque pasan a
vivir en un pozo”. A su vez, se conocía el dato de que el 60%
del partido de Tigre está en manos de las urbanizaciones
privadas, donde sólo vive el 10% de todo Tigre, 40 o 50 mil
personas de un total de 400 mil. Sólo la ‘ciudad privada’
Nordelta posee una extensión de 1300 hectáreas, a nom-
bre de Eduardo Costantini, dueño del MALBA. En igual sen-
tido, en 2002, el gobierno de Felipe Solá había facultado a
los municipios a otorgar la convalidación técnica preliminar
y la definitiva –de factibilidad– de las urbanizaciones cerra-
das. Es decir, quitaba a la provincia en beneficio de los mu-
nicipios la potestad de aprobar y supervisar las obras de ur-
banización de estos emprendimientos privados, situación
que continúa hasta 2013, cuando se anula la descentraliza-
ción (TA 4 y 10/11).
Como puede observarse, lo que empieza siendo un inten-
to más de minar a los gobiernos nacional y provincial termi-
na constituyendo un bumerang que golpea sobre los secto-
res del capital concentrado que pujan por una restauración
neoliberal. Pero hay un elemento más, y es que cada nuevo
hecho que afecta la vida del conjunto o de una parte del
pueblo humilde coloca sobre el tapete el problema de la
propiedad, en este caso de la tierra habitable, generando
condiciones para hacer cada vez más visible dicho problema
para el mismo conjunto del pueblo que lo sufre. Y lo repe-
timos una vez más: este proceso es independiente de las
propias intenciones de quien desata la discusión. Se trata de
las fuerzas que de manera objetiva empujan a los grupos
sociales en tiempos de crisis a la toma de conciencia para la
resolución de los problemas.
Olfateando los peligros que conlleva para la hegemonía
oligárquica este proceso de toma de conciencia por parte
las masas, andaba uno de los referentes de la ‘intelectuali-
dad dominguera’ de la Tribuna de Doctrina, Jorge Fernán-
dez Díaz: “Marx hablaba de un ejército industrial de reserva:
gente que sólo es llamada en la expansión y para trabajar
ocasionalmente en la infraestructura, y cuya desocupación
era funcional a este gran circuito económico. Sin embargo,
con el arribo de la era financiera y otros factores del nuevo
capitalismo, una buena parte de ese ejército laboral de re-
serva nunca más encuentra trabajo. Crece y se transforma
en una enorme masa marginal. Con los planes sociales se
buscó neutralizar su conflictividad y su capacidad de recla-
mo. El narco también cumple esa función: narcotiza y sub-
sana lo que no puede ser absorbido por el aparato producti-
vo, que fracasa de manera más intensa con economías
falsamente inclusivas y escasamente vigorosas y consisten-
tes. Ese ejército de reserva crece y se vuelve crónico en la
Argentina, y el erario ya es incapaz de contenerlo”. Y rema-
55
taba, con la ambigüedad propia de una clase que intenta in-
fundir en su enemigo un terror que en realidad siente en las
propias entrañas: “A la política no le queda mucho tiempo.
Si no se despierta al final sobrevendrá una guerra, que se
presentará como inevitable y que será catastrófica” (LN
16/11).
Lo dice un editorialista del matutino La Nación. Así de
transparente. Es el reconocimiento de la imposibilidad de
solucionar alguno de los problemas que aquejan a los secto-
res más vulnerables bajo las actuales relaciones sociales;
aunque no se persiga la finalidad de frenar al narcotráfico y
enfrentar los problemas desde la perspectiva de los traba-
jadores y el pueblo, sino más bien la de precipitar el enfren-
tamiento (‘sobrevendrá una guerra’) contra la fuerza social
nacional y popular, de modo tal de no darle a esta la posibi-
lidad de que madure en su seno la conciencia señalada más
arriba y se traduzca en organización política en condiciones
de llevar exitosamente a fondo la pelea por el control de la
renta de la tierra y el conjunto de sus derivaciones políticas.
Si no podemos nosotros, dice laTribuna de Doctrina, ha-
remos que no pueda nadie. Pues ninguna clase a lo largo de
la historia de la humanidad ha asumido el carácter necesa-
rio de su propia caída en pos de dar cauce a una forma su-
perior de organización social.
Los límites de la oligarquía: la experiencia de las
masas
Ahora bien, ¿por qué, a pesar de poseer los resortes del
Poder Judicial, del aparato de seguridad estatal y privado y
de los grandes monopolios mediáticos, la clase dominante
encuentra semejantes barreras en su camino golpista?
Ya en el número anterior, analizábamos la prédica del ti-
tular de Poliarquía, Eduardo Fidanza, que viene encargán-
dose de alertar a la propia tropa oligárquica y a sus poten-
ciales candidatos que resultará imposible retroceder en el
corto plazo con el grueso de las conquistas populares obte-
nidas durante la década kirchnerista. Que se olviden de
aplicar el plan de FCE tal como se presentara en sociedad,
porque dicho programa no pasa el más mínimo examen por
parte del grueso de la sociedad (LN 1/11).
Veamos la traducción de este proceso en intención de vo-
to. Según el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP),
el Partido Justicialista-Frente para la Victoria retiene su su-
premacía como fuerza con más votos, con casi el 35 por
ciento de los sufragios, porcentaje que acompañó al oficia-
lismo aun en sus peores elecciones. A su vez, 54 por ciento
evaluaba como positivos los 11 años de gestión kirchnerista,
frente a un 43 por ciento que los consideraba negativos. Es-
to se daba más allá de que una parte de ese 54 por ciento
manifestaba algún enojo con el oficialismo pero, igualmen-
te, consideraba que hubo logros. El informe concluía: “Fíjese
que el candidato del FpV no necesitará hablar de lo que va a
ENERO DE 2015
56 ¿Y ahora quién carga la mochila?
hacer, sino de lo que ya se hizo. Del otro lado hay una cru-
zada épica, orientada hacia lo anti K, pero todavía no se sa-
be bien con qué modelo” (P12 16/11).
Dos conclusiones podemos extraer de los datos expues-
tos. La primeraes que ningún candidato de la oposición
puede siquiera hablar de cortar algunos de los pilares del
modelo kirchnerista, tales como la recuperación de parita-
rias, la AUH y demás subsidios a los sectores más vulnera-
bles, la re-nacionalización de los fondos jubilatorios y de los
servicios públicos, el Fútbol para Todos, etc. Nótese que to-
dos matizan el discurso al llegar a este punto, contentándo-
se con hablar contra la corrupción y la necesidad de generar
‘clima de inversiones’ en el país de una forma bien genérica.
La segunda es que si existe todo un sector de la población
que en líneas generales aprueba lo hecho en estos once
años pero que muestra algún tipo de críticas hacia el Go-
bierno, esto puede leerse como un reclamo por avanzar
más a fondo en los cambios producidos en el país, que lo
hecho hasta aquí fue necesario pero no suficiente para el
conjunto del pueblo. Esto es, que hay que profundizar la
disputa contra el imperialismo y su pata local, la oligarquía
financiera/terrateniente.
Este hecho hacía enojar al matituno Clarín, que expresaba
en una nota de opinión: “Mientras algunos señalan el fin de
ciclo kirchnerista, su núcleo duro –fortalecido– ataca y me-
noscaba a la democracia republicana, porque les molesta”
(CL 25/11).
Otro estudio, elaborado por la Universidad de Tres de Fe-
brero y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social
(OISS), se ocupaba del impacto de la AUH en la población
más vulnerable del país. Estas eran algunas de las conclu-
siones: “El ingreso complementario y estable que significa la
AUH representa en promedio un cuarto del conjunto de in-
gresos familiares y para los hogares más pobres el 40 por
ciento. Ello ha permitido asegurar la alimentación y un in-
cremento en la cantidad y calidad de los mismos entre los
beneficiarios de la asignación”. Según el informe, en el pe-
ríodo analizado (2013-2014), los hogares que accedieron a
una mejor alimentación crecieron entre un 23 y 26 por cien-
to. A su vez, alcanzó el 80% el número de niños y niñas de 4
años que asisten al colegio (P12 12/11).
Se trata tan sólo de un ejemplo más que responde a la
pregunta con la que comenzamos el apartado. La ausencia
de base social para que las masas acompañen cualquier in-
tentona destituyente, como lo han hecho en el 89 o en
2001. Pues la bronca popular parece concentrarse no tanto
en el frente nacional expresado por el Gobierno, sino más
bien en sus enemigos históricos que traban el avance del
mismo.
El peronismo, enfermedad de un país sin ley
Ante estas barreras, las plumas oligárquicas se dirigían a
lanzar improperios contra esa misma sociedad argentina
que les da la espalda a sus llamados republicanos y prefiere
un movimiento político a través del cual satisface sus malos
deseos, como comer, vestirse, educarse, etc.
Así opinaba desde Rosario René Balestra: “No se necesita
ser sociólogo ni profesor para saber que el peronismo apa-
rece como consecuencia de una sociedad perturbada. Desde
1930 el país vivía enfermo. (…)
”La generación de 1880, más allá y más acá de sus defec-
tos, logró fraguar en su momento un país del primer mundo.
Fue capaz de meter en las entretelas del alma de la sociedad
argentina el anhelo por ser mejores. La herramienta fue el
impulso oceánico de la educación popular. Querer ser mejor
–aunque no se lo consiga– tiñe la vida del que aspira a ello,
y la eleva” (LN 1/12).
Ocurre que en esta sociedad fraguada por la oligarquía li-
beral, una inmensa mayoría ‘no conseguía ser mejores’, aún
trabajando toda la vida para un patrón que disponía de la
‘libertad’ de hacer trabajar a sus obreros durante el tiempo
y bajo las condiciones que quisiera, y a cambio del salario
que él mismo dispusiera.
He aquí el corazón de la concepción liberal de la idea de
‘libertad’. Una libertad parada sobre la base de diferencias
de clase que impiden el ejercicio de la misma a las amplias
mayorías, a causa de su propia situación material, si bien la
ley no les prohibe formalmente hacer nada de lo que hacen
los sectores dominantes. Una ‘libertad’ muy conocida por
los trabajadores, como decía Perón, la ‘libertad’ de morirse
de hambre.
Traducido al día de hoy, podríamos decir que las masas
que constituyen y apoyan al kirchnerismo cometen el peca-
do de ‘conseguir ser mejores’, esto es, de mejorar sustan-
cialmente los niveles de vida, cuando de lo que se trata, se-
gún el autor, es de que sólo un pequeño puñado de
personas lo consigan, mientras el resto ‘sigue participando’
sólo con sus ‘aspiraciones’.
En la misma línea de reclamar al pueblo que abandone
sus anhelos de mejora material en pos de vivir ‘bajo el im-
perio de la ley’, Luis Alberto Romero exponía: “El peronismo
tiene una concepción amplia y flexible de las normas, muy
adecuada para un país que en general no le asigna a la ley
mucha importancia, ni en los principios ni en la práctica co-
tidiana. Sabemos que vivir de acuerdo con la ley no es algo
espontáneo, sino un refinado producto de la civilización, que
implica un sacrificio, a veces significativo, de los beneficios
inmediatos, para obtener los beneficios mediatos de una
convivencia ordenada y previsible. (…)
”Una sociedad acostumbrada a vivir al margen de la ley, a
ignorar las normas incómodas y a buscar la excepción per-
sonal prefiere una fuerza política cuyos principios no exclu-
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
yan semejantes prácticas. La vota y también la nutre de jó-
venes políticos a quienes la vida ha educado en esa prácti-
cra. Si hipotéticamente alguien acabara con el peronismo,
con seguridad su lugar sería ocupado por una fuerza política
similar” (LN 4/11).
Se trata de que el pueblo comprenda la necesidad de rea-
lizar ‘sacrificios significativos’ –que incluyen la miseria y el
hambre– en pos de alcanzar un ‘refinado producto de la ci-
vilización’, que no es otra cosa que dejar en ‘libertad’ a las
fuerzas del mercado, para que la acumulación de capital lle-
gue a niveles que le permitan distribuir la riqueza. Como no
llegó aún ese momento, hay que dejar que el capital conti-
núe acumulándose en pocas manos, sin ‘distorsionar’ las le-
yes del mercado.
Pero este no es el caso de la Argentina, donde los traba-
jadores y el pueblo insisten desde hace más de un siglo en
no someterse a la miseria planificada del capital.
Los argentinos y el fin de la democracia
Entonces, según la pluma oligárquica, el problema no está
en el peronismo, ni tampoco su forma kirchnerista actual.
Este es más bien una consecuencia, un síntoma de una en-
fermedad más honda que se ha diseminado por toda la so-
ciedad argentina y, cual septisemia generalizada, está ma-
tando a la democracia misma. Así lo definía el director de
Poliarquía, Eduardo Fidanza: “Un tercio de los argentinos
cree que el hiperpresidencialismo, la normalización de los
estados de excepción, el manejo arbitrario del presupuesto,
el abuso de las mayorías legislativas y la presión sobre los
medios de comunicación y la Justicia independientes consti-
tuyen el veneno que está matando lentamente a la demo-
cracia” (LN 8/11).
Pero el problema no está en que el Gobierno haga todo
eso, sino en que el grueso de la población no haga nada pa-
ra impedirlo. Tesis que generaba en la columna dominical
de Jorge Fernández Díaz el temor de“que este proyecto polí-
tico termine siendo el caballo de Troya de la democracia,
que la sociedad sea mayoritariamente indolente ante seme-
jante metamorfosis y que al cabo del ciclo los argentinos
debamos enfrentar la dura realidad de una tierra jurídica
arrasada. (…)
”La culpable no es Cristina, sino quienes, con su analfabe-
tismo cívico, su relativización ética, su desaprensión republi-
cana y su irresponsabilidad económica, le dieron un cheque
en blanco. El punto no es, en consecuencia, que el kirchne-
rismo pueda arrasar con las reglas, sino que haya un robus-
to segmento popular dispuesto a acompañar esa decisión
con su desidia” (LN 9/11).
Está claro, la culpa es de los argentinos que no sabemos
convivir con quien nos explota y oprime de una forma civili-
zada, en que no queremos compartir la democracia ni en-
tregarle ‘un cheque el blanco’ al capital concentrado impe-
57
rialista para que disponga ‘libremente’ de los recursos del
país.
Una vuelta más le daba el octogenario Mariano Grondo-
na: “Los partidos democráticos necesitan (…) competir como
si pudieran ganar siempre (…) a sabiendas de que pueden
perder en cualquier momento. Esta mezcla sutil de triunfa-
lismo y derrotismo es la esencia de la democracia, porque
gracias a ella subsiste el sistema tanto en las buenas como
en las malas, y porque el sistema necesita la sucesión, la al-
ternancia de estas dos circunstancias para perdurar él mis-
mo más allá los cambiantes disfraces de sus éxitos y de sus
derrotas. (…)
”Quizá Cristina ha sido, después de todo, sólo una versión
juvenil, adolescente, de la democracia que, trabajosamente,
vamos adquiriendo los argentinos.
”Cristina no ha sabido distinguir, por otra parte, entre
‘continuismo’ y ‘continuidad’. Esto es lo que han aprendido
a hacer las democracias viejas, habitadas por la sabiduría de
las derrotas. Por eso el continuismo es la enfermedad de las
democracias infantiles, en tanto que la continuidad es el fru-
to de las democracias que han llegado a su sazón” (LN
13/11).
Llegamos aquí al punto crucial. La esencia de la democra-
cia burguesa consistió históricamente en una democracia de
‘partido único’, donde la alternancia formal entre fuerzas
políticas era la garantía de la ‘continuidad’ de la dominación
del capital más concentrado sobre el resto de los grupos so-
ciales, con la preeminencia de una u otra fracción del capi-
tal. Ese es el famoso ‘bipartidismo’ de las ‘democracias ma-
duras’ que se quiere emular. El mismo que empieza a
estallar por los aires en el ‘Primer Mundo’, producto de la
profundización de la crisis que deja por fuera de la repro-
ducción a cada vez más numerosos actores del sistema. Esta
es la causa de que en la Argentina se haya tenido que recu-
rrir al fraude electoral en numerosas ocasiones para frenar
al radicalismo yrigoyenista y a la proscripción para hacer lo
propio con el peronismo, mostrando de ese modo el carác-
ter clasista de la democracia, su falta de universalidad, cada
vez que una fuerza política política mayoritaria amenazaba
con cortar dicha ‘continuidad’ en la dominación del capital.
Cuando hablan de ‘la muerte de la democracia’ están ha-
blando entonces de ‘la muerte de su democracia’. En el caso
nuestro, el fin de la democracia construida por el imperia-
lismo y la oligarquía financiera/terrateniente destinada his-
tóricamente a garantizar los lazos de la dependencia, dis-
gregando el país y excluyendo del poder de decisión a la
inmensa mayoría. Pero lo que ellos interpretan como el fin
de toda democracia, para nosotros no es más que el inicio
de una nueva forma de democracia, que tiene que ver con
la organización y acción del conjunto de los trabajadores y
el pueblo para la resolución de los problemas más acucian-
tes que vivimos. Democracia en la que no tienen lugar los
ENERO DE 2015
58 ¿Y ahora quién carga la mochila?
monopolios que históricamente nos negaron derechos y li-
bertad.
Civilización bárbara
Uno de los legendarios editores de La Nación, José Clau-
dio Escribano, escribía a propósito de la actualidad latinoa-
mericana: “Desanima el anacronismo redivivo en algunas
partes de América; desilusiona la pérdida de relevancia ar-
gentina en el mundo, su ensimismamiento y enojo con de-
masiadas causas de Occidente. El ex presidente Sanguinetti
se dirigió a nosotros cuando dijo que resulta asombroso que
haya todavía que preocuparse por la libertad de prensa en
el país de Sarmiento o que haya que lamentar los sentimien-
tos nacionalistas que caricaturizan la visión de Patria. Pero
se dirigió a todos cuando hizo presente, al repasar los logros
de China, de la India, de Japón, que ‘modernizar’, aunque
con frecuencia se olvide, sigue siendo todavía una manera
de ‘occidentalizar el mundo’” (LN 10/11).
Con esto, repetía una vez más el anquilosado argumento
positivista de que el mundo marcha en su conjunto hacia la
civilización occidental. Las naciones imperialistas son el faro
en las que el resto se mira en su camino de único desarrollo
posible.
Lo cierto es que la realidad viene dándose de patadas con
esta concepción del mundo impuesta por el Imperio, a me-
dida que se resquebraja cada día más la base material para
la hegemonía este último. Lejos está China, por ejemplo –y
tal como analizamos en esta misma publicación–, de dirigir-
se hacia ser una potencia occidental imperialista clásica,
proponiendo, a diferencia de aquellas, relaciones de com-
plementariedad mutua y no de subordinación entre las na-
ciones. Sin embargo, la oligarquía local persiste en una vi-
sión del mundo que es su razón misma de ser, pues ha
nacido como apéndice del sistema imperialista de naciones
y no puede hacer más que morir con él. Resulta inútil re-
clamar racionalidad a una clase cuyos intereses materiales
se dan de bruces contra las necesidades más imperiosas del
conjunto de la humanidad.
No obstante, la crisis profunda en que se ha sumido la ci-
vilización occidental –fundamentalmente en el Viejo Conti-
nente–, con la democracia burguesa como punta de lanza,
era percibida por la misma oligarquía local que le cantaba
loas. Así, para el historiador Natalio Botana, “la democracia
ha perdido (…) la aptitud de un régimen que impulsa el cre-
cimiento económico, el pleno empleo y la movilidad social,
que obtiene sólidos resultados fiscales y, con todo eso, ga-
rantiza la vigencia de los derechos civiles, políticos y socia-
les. Esta nueva forma de declinación, vinculada también a la
esclerosis demográfica, es ostensible en muchos países eu-
ropeos, en particular en los más cercanos a nosotros (Espa-
ña, Italia y Francia), que no pueden superar un estanca-
miento económico que ya lleva más de un lustro de duración
y que, por otra parte, pone en tela de juicio el gran proyecto
civilizatorio de la Unión Europea. (…)
”Las dudas e incertidumbres con respecto a la representa-
ción política y a los partidos que deberían mediar entre el
Estado y la ciudadanía están erosionando las bases de un
consenso que, con mucho esfuerzo, se fue estableciendo en
los países centrales en el curso de las últimas décadas. Este
mínimo de concordia provenía del hecho de que los partidos,
desde la izquierda y la derecha, concurrían merced a un
comportamiento moderado hacia un espacio de centro en
cuyo seno se pactaban políticas y se apoyaban decisiones
cruciales” (LN 28/11).
Pero el ‘centro’ se esfumó. O mejor dicho, se lo llevó
puesto la crisis del capital más profunda de la historia, que
se halla en pleno desarrollo y viene dejando tras de sí una
tierra plena de desocupación, pobreza, enfermedad, adic-
ciones y –sobre todas las cosas– falta de esperanza en un
futuro mejor (aquel anhelo de ‘querer ser mejor aunque no
se lo consiga’, que nos reclamaba Balestra más arriba).
Esta es la base sobre la que emergen en Europa movi-
mientos y partidos políticos que comienzan a esbozar pro-
gramas que ya no colocan en el centro una imposible recu-
peración del Estado de Bienestar –al que se creyó entonces
eterno, tanto como las relaciones capitalistas– sino la bús-
queda de una alternativa a la crisis, que no repita los mis-
mos esquemas de siempre.
Y el horror oligárquico local estalla cuando encima estas
formaciones políticas buscan en las experiencias latinoame-
ricanas un faro en el cual buscar esas alternativas. Oigamos
una vez más los estrépitos literarios de Fernández Díaz: “Sin
comprender del todo que la economía está formada tam-
bién por malas rachas, como un niño rico a quien le han ra-
yado el coche y monta en la histeria de incendiarlo, muchos
españoles tienen decidido que el culpable de sus desgracias
no es la economía (estúpido) sino el sistema de partidos po-
líticos. Ni es el laberinto tiránico del euro (pernicioso cambio
fijo) en el que se metieron alegremente sin medir las conse-
cuencias, sino la democracia tal y como se concibió en el
Pacto de la Moncloa. (…)
”Los conservadores y los socialistas (…) son responsables
de esta crisis y del crecimiento de Podemos, que está al tope
de todas las encuestas. Pero negar los años de bonanza y
anatemizar a toda la política con la palabra ‘régimen’, hace
acordar a lo peor del populismo bananero. (…) Miembros de
Carta Abierta y dirigentes del cristinismo (gracias a la me-
diación de Facundo Firmenich) son consultados por la cúpu-
la de Podemos.
”Habrá que abrirle un crédito y ver qué pasa. Pero lo real
es que los argentinos queríamos subirnos al tren español
que nos llevaría a la victoria, y que al final nos quedamos en
esta triste estación de la chapucería nacional. Y que ahora
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
los españoles quieren imitarnos en el fracaso creyendo ab-
surdamente que obtuvimos un gran éxito” (LN 23/11).
Como venimos observando en las páginas del Análisis…,
en todo el globo ha entrado en una fase terminal la demo-
cracia del capital, proceso que empuja con toda su fuerza a
los pueblos a la búsqueda de nuevas formas de democracia.
Aunque de manera más trabajosa, con una ‘mochila más
pesada que cargar’ –la de haber aceptado el Estado de Bie-
nestar a costa del hambre y la miseria en la periferia del
planeta–, un sector de la clase trabajadora europea también
comienza a tomar conciencia de que no se trata de una ‘ma-
la racha’. Y es en este camino que América Latina y Argenti-
na vienen constituyendo un faro –en lo que respecta tanto
a sus alcances como a sus límites– en el que pueden mirarse
quienes buscan salidas a un sistema que amenaza con dejar
fuera de la vida al grueso de su población.
Internas y límites marca K
Por el lado del frente nacional, se calentaba más la inter-
na, se profundizaban los debates a propósito de los conte-
nidos programáticos a llevar por quien resultare triunfador
en la interna del Frente para la Victoria, se agrupaban sec-
tores sociales detrás de cada candidato y se colocaba sobre
el tapete el papel a jugar por Cristina Fernández en un pre-
sunto futuro gobierno del FpV. El Día de la Militancia era
una cita en la que los principales candidatos juntaban tropa.
Scioli visitaba Mendoza con el acompañamiento de gran
parte de los gobernadores kirchneristas. Por su parte, Flo-
rencio Randazzo viajaba a Río Gallegos con el acompaña-
miento de La Cámpora. Julián Domínguez celebrabra junto
con Agustín Rossi en Almirante Brown, con funcionarios y
militantes de la zona. Y finalmente Sergio Urribarri elegía
Plaza Miserere junto a Unidos y Organizados (información
publicada en CA 18/11). A su vez, la convocatoria a un ple-
nario del justicialismo por parte del presidente del PJ pro-
vincial, el intendente de La Matanza Fernando Espinoza,
contaba como principal orador a Daniel Scioli y disparaba la
ira de Randazzo y Domínguez por el escaso contenido kirch-
nerista del discurso y la no defensa de la figura presidencial
ante los ataques judiciales (información publicada en LN
30/11).
A propósito, un editorial del matutino oficialista Tiempo
Argentino, fimado por la pluma de Jorge Muracciole, opina-
ba: “Lo cierto es que, a menos de un año de las elecciones
presidenciales del mes de octubre de 2015, y ante la imposi-
bilidad constitucional de un nuevo mandato de Cristina Fer-
nández, el interrogante hoy no resuelto es qué candidato, de
los que se presenten para las próximas elecciones generales,
podrá profundizar las numerosas medidas aún pendientes,
que permitan seguir el curso distributivo iniciado en marzo
de 2003. Continuando con el proyecto emprendido por las
naciones del sub-continente en la consolidación de los blo-
59
ques regionales del Mercosur y la Unasur, que permitió en-
carar políticas conjuntas con niveles de autonomía en rela-
ción a la histórica hegemonía de los Estados Unidos de Nor-
teamérica.
”La herencia del kirchnerismo, llamado por algunos ana-
listas como la etapa superior del peronismo, seguramente
necesitará si pretende profundizar lo hecho, no sólo de un
liderazgo hasta hoy vacante, sino de repensar la política de
alianzas de las clases subalternas con algún sector del em-
presariado que deje de pensarse como un socio menor del
capital transnacional. También es cierto que para poder
sostener con densidad social las medidas necesarias para
una argentina para todos, se deberá trascender los límites
impuestos por sectores del poder real que han obstaculizado
el avance hacia una sociedad más equitativa. En esa alian-
za, deberán participar desde los vastos sectores que reto-
maron su dignidad en el proceso de inclusión, hasta los jó-
venes trabajadores que, más allá de estar incorporados en
el mercado laboral, exigen en sus demandas un mejora-
miento de sus condiciones de trabajo y la eliminación cre-
ciente de las diversas formas de precarización laboral que
aquejan a más de la tercera parte de la mano de obra ocu-
pada.
”También es cierto que en la arena mediática, los candi-
datos que se fueron instalando no coinciden con el perfil ne-
cesario para tamaña tarea que queda por delante. Para ese
objetivo será necesario que aquellos sectores que apuestan
por la profundización del ideario de equidad aún pendiente,
sepan construir sin sectarismo y sin caer en el mal menor,
una fuerza capaz de defender lo logrado y avanzar en lo
pendiente, teniendo como norte las necesidades de las ma-
yorías sobre los intereses de los privilegiados de siempre”
(TA 17/11. El subrayado es nuestro).
El editorialista ubica correctamente la necesidad de re-
configurar la alianza de clases expresada por el kirchneris-
mo si se pretende avanzar en la definición de políticas que
profundicen y superen el horizonte al que se ha llegado. En
el mismo sentido es que se plantea la necesidad de la mili-
tancia, en pos de crear una fuerza colectiva organizada que
pueda llevar a término las batallas iniciadas, más allá del
candidato individual que sea ungido en la interna del FpV.
No obstante, vuelve a caer una vez más en lo que ya es casi
un cliché del kirchnerismo: el reclamo al empresariado na-
cional para que se comporte de un modo diferente al que le
manda su propia situación de clase. Es decir, que coloque
los intereses del conjunto del país por sobre sus intereses
particulares. Y es que el empresariado local no se ha colo-
cado históricamente ‘como un socio menor del capital
transnacional’ por maldad o falta de patriotismo. Sino por-
que es lo que le ha garantizado en momentos de alza de la
lucha de clases –inherente al modo de producción capitalis-
ta– la defensa de su propiedad y la reproducción de su capi-
ENERO DE 2015
60 ¿Y ahora quién carga la mochila?
tal, aunque más no sea en el corto plazo. Aunque luego
termine expropiado por el propio capital concentrado cuyas
políticas apoyó históricamente. El hecho de que hoy día es-
te capital concentrado trasnacional no logre garantizar la
reproducción de una masa enorme de capitales nacionales
es un hecho cuantitativa y cualitativamente inédito en la
historia (el apoyo de las cámaras de la pequeña y mediana
empresa a la denominada Ley de Abastecimiento así lo gra-
fican). No obstante, un cambio profundo en su comporta-
miento no podrá provenir del propio impulso de su interés
en tanto clase, sino de que aquellas ‘clases subalternas’ –la
clase obrera principalmente– la obliguen a comportarse de
otro modo (léase no subir precios, no despedir personal,
por poner sólo dos ejemplos). Y he aquí el otro costado fla-
co del discurso periodístico kirchnerista: la convocatoria a
los trabajadores (‘los jóvenes trabajadores’) es en tanto de-
fensores del modelo que los incluyó o a lo sumo reclaman-
do mejoras en las condiciones de venta de su fuerza de tra-
bajo, como la eliminación de la ‘precarización laboral’.
Vuelven a ser convocados como actores de reparto en un
guión que sólo el Estado –es decir, la ‘burguesía nacional’–
escribe.
El rol de los trabajadores en cuestión
En una entrevista realizada para el canal Construir TV, de
la UOCRA, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ex-
presaba: “Los trabajadores en general en la Argentina son
los mejor pagos de Latinoamérica. (…) Cuando hoy vemos en
las principales economías de Europa, por ejemplo estaba
viendo ayer a Alemania y Francia, que están discutiendo
congelar salarios por tres años, y están discutiendo o vol-
viendo a discutir la flexibilización laboral. Realmente mode-
los como el nuestro deben ser no solamente tenidos en
cuenta, sino cuidados. Cuidados por sus verdaderos destina-
tarios, que son los trabajadores. (…) Porque en realidad lo
que muchos querrían, como alguien dijo el otro día, son tra-
bajadores desocupados, porque esto siempre permite tener
salarios a la baja” (LN y CR 2/12).
Así dejaba en claro una vez más la presidenta su concep-
ción respecto del papel de la clase trabajadora en el proce-
so de cambio iniciado. Si en el corazón europeo las políticas
se encaminan a exterminar el Estado de Bienestar mencio-
nado, el proceso de cambio en la Argentina consistiría en
implantar el mismo, un ‘capitalismo no salvaje’, regulado
por un Estado activo, que vuelva a establecer un equilibrio
entre salario y ganancia (el famoso fifty-fifty). ¿El papel de
los trabajadores? ‘Cuidar’ el ‘modelo de alto consumo’,
frente a los embates de la oligarquía y sus aliados circuns-
tanciales, y dejar que el Estado en manos de esa burguesía
nacional conduzca y traiga bienestar a todos y todas. Esto
es, participar del modelo en su papel de ‘consumidores’ de
mercancías
El otro aspecto que deja traslucir el modo en que la pre-
sidenta concibe la presente etapa histórica es aquel en el
que se refiere a la desocupación. Es cierto que la desocupa-
ción es un elemento estructural del capitalismo que la bur-
guesía utiliza para regular el valor de los salarios, el deno-
minado ‘ejército industrial de reserva’. Ocurre que a
determinado grado de desarrollo –innovación tecnológica y
concentración mediante– dicho ejército se transforma en
‘población sobrante’, es decir, capas de clase trabajadora
que ya no encuentran empleo porque la propia lógica del
capital hace que su mano de obra ya no resulte necesaria a
los fines de la reproducción del propio capital. Es este un
rasgo del capital en su etapa de descomposición, que puede
verificarse bajo diferentes formas en cualquier lugar del
planeta en la actualidad y mantenerse oculto en la superfi-
cie bajo la forma de empleo estatal, subsidios a la desocu-
pación, etc. El planteo de Cristina supone la posibilidad de
regular desde el Estado esta ley inexorable. Es decir, volver
la rueda de la historia hasta los orígenes del capitalismo.
Algo similar le ocurría al director del propio Tiempo Ar-
gentino, Roberto Caballero, al intentar explicar el compor-
tamiento de un sector del empresariado: “Un empresario es
una persona que quiere ganar plata. La excepcionalidad ar-
gentina es que, a veces, como ocurrió con las cerealeras o
con las terminales automotrices, prefieren ser fieles al deber
ser ideológico de las escuelas de negocios dominantes que
al bolsillo. Perder algo de dinero que ceder posiciones frente
al Estado en su imaginaria mesa de arena. Antes combatían
al peor de los males, el comunismo y su planificación eco-
nómica. Hoy el monstruo es el populismo y su planificación
económica. Nunca se les cayó el Muro ante sus narices. Vi-
ven en una especie de Guerra Fría eterna que perjudica a la
mayoría, pero donde ellos pueden zafar porque tienen resto.
Podrían ganar más y hacer ganar a todos, si actuaran de
manera distinta. Pero no. Quizá porque su lucha no es exclu-
sivamente por la renta. Quieren retener el poder de las deci-
siones, gobernar desde sus asientos contables, condicionar
desde sus diarios y lastimar a los funcionarios o administra-
ciones que procuran articular su afán de lucro con los intere-
ses generales de la sociedad” (TA 9/11).
Tal como le ocurre a la conducción kirchnerista es su más
alto nivel, Caballero parece no entender la lógica interna
con la que funciona el capital. Este persigue la lógica de re-
producirse en escala ampliada allí donde esto sea posible
(‘quieren ganar plata’). Pero para ello debe siempre generar
las condiciones políticas para que ello resulte exitoso. El
ejemplo de la Guerra Fría –que el periodista menciona pero
no explica, porque no lo comprende– es gráfico al respecto.
El capital imperialista –principalmente afincado en Norte-
américa–, luego de empujar a Alemania a la guerra contra la
Unión Soviética y de lograr que destruyan las fuerzas pro-
ductivas necesarias para garantizar un nuevo ciclo expansi-
ENERO DE 2015
 Análisis de Coyuntura
vo del capital, lanzó el Plan Marshall endeudando a toda Eu-
ropa con los EEUU y construyó el Estado de Bienestar como
herramienta política para contrarrestar la lucha de la clase
obrera europea, empujada por la URSS. La política de im-
pulso al consumo en niveles propios de la pequeña burgue-
sía, dirigida hacia una capa de los trabajadores, llevaba la
impronta que el propio Caballero menciona en su escrito,
sin entender su significado: ‘retener el poder de las decisio-
nes, gobernar desde sus asientos contables, condicionar
desde sus diarios y lastimar a los funcionarios o administra-
ciones que procuran articular su afán de lucro con los in-
tereses generales de la sociedad’. Ni más ni menos que lo
que la burguesía sabe hacer, sin ‘excepcionalidad’, en todas
partes del mundo.
Se trata, una vez más, de cómo se comprende el momen-
to actual por el que pasa la humanidad, y el papel que cada
grupo social está llamado a cumplir por la historia. Plantear
que la crisis del sistema imperialista tiene su correlato en el
desarrollo de las burguesías nacionales en los países perifé-
ricos, con una clase obrera limitada a apoyar en tanto ‘con-
sumidora’ estos ‘modelos’–al garantizársele pleno empleo y
altos niveles de consumo–, se parece bastante al discurso
de la propia oligarquía local, que insiste en plantear la ‘mo-
dernización’ como ‘occidentalización’ del mundo y se da de
patadas con muchas de las propias acciones que el mismo
gobierno nacional ha llevado a cabo en estos 11 años de
gestión, como la mencionada Ley de Abastecimiento o la
profundización de los procesos de unidad americana, que
avanzan en la Cumbre de la Unasur en Ecuador, al cierre de
esta edición.
El camino del ‘consumidor’ al ‘productor’
Durante el último mes, se calentaba el calendario gremial,
a medida que se acerca fin de año y cada uno de los gre-
mios busca recomponer posiciones para su sector, de modo
tal de ganarle la escalada a la inflación y de posicionarse pa-
ra la apertura de paritarias a comienzos de 2015.
De este modo, se realizaban las siguientes medidas de lu-
cha por parte de diferentes sectores del movimiento obrero
organizado: huelga de aceiteros por recomposición salarial
y contra la precarización en la rama; huelga de 48 horas de
docentes estatales de la Provincia de Buenos Aires con mo-
vilización a la Casa de la Provincia de Buenos Aires por
reapertura de paritarias antes de fin de año; huelga de 72
horas de docentes en Chaco por recomposición salarial;
huelga y movilización de los trabajadores del Hospital Posa-
das por mayor seguridad; huelga de 4 horas dela Confede-
ración Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) por
plus salarial y exención del pago de Ganancias; huelga de
petroleros por conflictos internos entre la lista oficialista y
la opositora; amenaza de 10 días de protestas por parte de
la CTA opositora por Ganancias, bono de fin de año y mejo-
61
ra de emergencia para los jubilados; reclamo de la agrupa-
ción Barrios de Pie ante la cámara de supermercadistas por
entrega de alimentos para las fiestas (información publicada
en LN 12, 18, 19 y 20/11 y 1/12; CR 4/11; CL 10 y 30/11; TA
5, 19 y 26/11; POP 15/11).
Párrafo aparte merece sin dudas el cruce entre represen-
tantes del Gobierno y la dirigencia sindical, a propósito del
pago o no del Impuesto a las Ganancias por parte de un sec-
tor de la clase trabajadora.
El impuesto “es filosófica e ideológicamente necesario”,
argumentaba el jefe de Gabinete Jorge Capitanich (LN
2/12). “Es una contribución solidaria de los trabajadores que
más ganan. (…) En Argentina tenemos más o menos 11 mi-
llones de trabajadores, de los cuales pagan impuesto a las
Ganancias sólo un millón 29 mil trabajadores. La verdad es
que es un impuesto a los altos ingresos, a los trabajadores
que más ganan; a nadie le gusta pagar impuestos pero este
impuesto es un contribución solidaria de los trabajadores
que más ganan al Estado, pero no es para los funcionarios;
como todos los impuestos, va a las políticas de Estado como
la Asignación Universal por Hijo, la construcción de escuelas,
obra pública”. Así se expresaba el ministro de Economía
Axel Kicillof, en defensa del alcance del impuesto a una capa
de trabajadores. Lo decía en la misma alocución en la que
anunciaba la existencia de 60 mil millones de pesos de re-
caudación que se pierde el Estado, a causa de la fuga de ca-
pitales a paraísos fiscales, luego de descubiertas 4004 cuen-
tas abiertas en Suiza que no tributan un solo peso (TA 1/12).
Por ello, ante tal pedido de ‘comprensión’ por parte de
los trabajadores organizados, el Secretario General del sin-
dicato de Dragado y Balizamiento y dirigente de la CGT Azo-
pardo Juan Carlos Schmid preguntaba: “¿Lo tienen que sos-
tener los trabajadores nada más?” (LN 27/11).
A lo que Hugo Moyano agregaba: “Esta gente son marxis-
tas con la plata de todos nosotros, pero no con la de ellos.
(…) Faltan el respeto. (…) Que un supuesto marxista hable
de que esto es una contribución solidaria... Ya que son tan
generosos por qué no se donan la mitad del sueldo que ga-
nan”. Y remataba: “Los candidatos supuestamente de dere-
cha están reclamando la eliminación del impuesto al traba-
jo, y ellos que tienen una formación solidaria y piensan en la
gente no lo mueven y cada vez se perjudica más gente pa-
gando ese impuesto perverso. Los progresimios estos, que
se hacen los progresimios y son más liberales que los que
ellos critican” (CL 1/12 y LN 2/12).
Las contradicciones y cruces son flagrantes. Por un lado,
resultan absolutamente indudables tanto la justeza de los
reclamos gremiales como las palabras de Schmid y Moyano.
Por dos razones: la primera, porque el salario de un traba-
jador nunca puede confundirse –‘filosófica e ideológica-
mente’– con la ganancia empresaria; la segunda, porque
aunque se confundiera, el propio Gobierno acaba de de-
ENERO DE 2015
62 ¿Y ahora quién carga la mochila?
mostrar que existen 60 mil millones de pesos que no recau-
da, a causa de la fuga de capitales. Los trabajadores no fu-
gan dinero al exterior. Resulta, pues, mucho más sensato –
desde el punto de vista de la filosofía e ideología progresis-
ta– cubrir el costo de los planes sociales y la obra pública
con el dinero de los empresarios que con el de los trabaja-
dores. Pero claro, para ello es necesario contar con la fuerza
que el propio movimiento de trabajadores posee para com-
batir al empresariado ‘fugador’.
Por otro lado, la contradicción en la que cae Moyano se
manifiesta en que, ante la justeza del reclamo, no deja de
buscar amparo entre la representación de los históricos
enemigos de los trabajadores, contribuyendo con su prédica
y accionar a la acción destituyente de estos grupos, en lugar
de pujar dentro del frente nacional para que los trabajado-
res sean quienes lo conduzcan, tal como el propio Moyano
planteó entre 2009 y 2011, lanzando la Corriente Nacional
del Sindicalismo Peronista (CNSP), que definía al peronismo
como una estrategia de la clase trabajadora y que, por lo
tanto, esta debía abandonar su rol como ‘columna verte-
bral’ del movimiento para pasar a ser ‘cabeza’ del mismo.
El programa de los trabajadores
A este respecto, se refería el Secretario General del Sindi-
cato de Docentes Particulares (SADOP), e histórico dirigente
del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), Horacio
Ghilini: “Si algo caracteriza al proyecto político que asumió
la conducción del Estado argentino a partir de 2003 son los
beneficios que generó para los trabajadores y el conjunto de
los sectores populares. Pero recibir no es lo mismo que pro-
tagonizar: no fuimos sujetos decisorios de esas políticas, al
menos en forma directa. (…)
”Es paradójico que esas políticas de bonanza nos encuen-
tren a los trabajadores fragmentados y desunidos, conflicto
que nos quita el protagonismo que deberíamos tener y que
el proyecto necesita que tengamos.
”La justicia social, que en la actualidad tiene el rostro de
‘incluir a todos’, no se logra sin independencia económica.
Sostener el desendeudamiento, impedir caer en ‘el mercado
de capitales para pagar la deuda’ y rechazar a los que vie-
nen de nuevo con la bicicleta financiera, debe ser prioritario
para el movimiento obrero organizado” (TA 4/11).
Ante la amenaza de retroceso en las políticas implemen-
tadas desde 2003 –que aparecen bajo la forma de buitres y
fugas de capital– se coloca como elemento central el pro-
blema de la participación del movimiento obrero organiza-
do. Si hasta la fecha el mismo no resultó protagonista de las
transformaciones en curso, la profundización de las mismas
no puede llevarse a término sin la activa participación de los
trabajadores organizados. No obstante, el rol que pretende
Ghilini para los trabajadores continúa en la senda de lo se-
ñalado por la Presidenta. Se trata de lograr la unidad con el
fin de apoyar, aunque sea de manera activa, políticas crea-
das por otro.
A propósito del mismo problema, el funcionario del Mi-
nisterio de Trabajo Álvaro Ruiz trazaba una síntesis acerca
del rol protagónico que tuvo el movimiento obrero a lo lar-
go de la historia del país, resaltando algunos de sus hitos
históricos como la formulación de los programas políticos
de La Falda (1957), Huerta Grande (1962) y los 26 puntos de
la CGTRA (1986). Y, confrontando con esta historia, lanzaba
su mirada sobre la actualidad, donde“las demandas por la
inseguridad, la inflación o el Impuesto a las Ganancias –que
parecieran agotar la agenda de un variado conjunto de diri-
gentes gremiales, sin desmedro de las preocupaciones más
o menos legítimas que esos temas puedan generar– darían
cuenta de un empobrecimiento notable de las aspiraciones
de quienes pretenden representar el sentir de la clase obre-
ra”. Al mismo tiempo, opinaba: “Las inquietudes electorales
que el Movimiento Obrero pueda manifestar son absoluta-
mente congruentes con el rol político y la activa participa-
ción que como tal le corresponde, pero sin duda ello debe-
ría asentarse en un Programa de Propuestas más amplio
que partiera del Modelo de País que se pretende, ya que
las conquistas laborales alcanzadas o a alcanzar no son sino
emergentes de las políticas que en lo económico, social e
institucional se impulsen” (TA 7/11. Subrayado nuestro).
Dos cuestiones se reclaman al conjunto del movimiento
obrero y a su dirigencia por parte de un sector del gobierno
nacional. Por un lado, el reconocimiento de que cualquier
demanda gremial se halla subordinada siempre, explícita o
implícitamente, a una propuesta política, a la visión sobre el
país que se tenga. Por otro, la necesidad de que el movi-
miento obrero retome el rol que supo cumplir a lo largo de
la historia, la de formular un proyecto propio de país, que
logre destrabar la encerrona en la que se halla hoy el frente
nacional.
Pero, por supuesto, para ello es necesario que los traba-
jadores se asuman como ‘productores’, como ‘hacedores’
de todas las cosas que nos rodean, abandonando el rol de
‘consumidores’ en que los coloca una y otra vez el mismo
gobierno nacional.
ENERO DE 2015
J

“Nuestra tarea consiste en reflejar y explicar las transformaciones que

sufre la sociedad en virtud de su propia naturaleza.”
Ibn Jaldum, historiador árabe del siglo XIV