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REGULACIÓN CONVENCIONAL
I. LAS CUESTIONES
Introducción
1
Este capítulo tiene su origen en VIDAL OLIVARES, Álvaro (2017). "El reintegro del valor del objeto
de la prestación. ¿Cumplimiento en equivalencia o indemnización de daños?", en Estudios de
Derecho Civil XII. Santiago: Thomson Reuters.
subsidio, cuando no sea posible, con la indemnización de daños
(remedio secundario)2.
2
Así CLARO SOLAR, Luis (1992). Explicaciones de Derecho Civil Chileno y Comparado, De las
Obligaciones XI, tomo II. Santiago: Editorial Jurídica de Chile, pp. 554-556; ALESSANDRI RODRÍGUEZ,
Arturo (1988). Teoría de las Obligaciones. Santiago: Editorial Jurídica de Chile, p. 63; MEZA
BARROS, Ramón (1963). Manual de Derecho Civil. De las obligaciones. Santiago: Editorial Jurídica
de Chile, p. 200; ABELIUK MANASEVICH, René (1993). Las obligaciones, tomo II. Santiago: Editorial
Jurídica de Chile, pp. 656 y 670-672. Recientemente en la Jurisprudencia: Corte de Apelaciones de
Santiago, 16 de abril de 2002, en G.J. Nº 262 (2002), p. 92.
3
Esta situación no se condice con el papel primordial que se le asigna por la doctrina a este
remedio, que es el principal de que dispone el acreedor. En otros ordenamientos, como el de la
Convención de Viena (CV), se regula especialmente este remedio. Los artículos 45 y 61 reconocen
este derecho o pretensión al acreedor afectado y los artículos 46 y 62 disponen sobre su
procedencia, previendo la facultad del acreedor de otorgar un plazo suplementario de duración
razonable al deudor incumplidor para que cumpla o corrija su cumplimiento defectuoso (artículos
47 y 63 de la CV). En el caso de la falta de conformidad el artículo 46, en sus párrafos 2 y 3 se
establecen los requisitos de procedencia de dos modalidades de este remedio: la pretensión de
reparación y de sustitución de las mercaderías.
Lo segundo que llama la atención es una cierta desaprensión frente
a él por parte de la doctrina más autorizada 4en términos tales que,
hasta el año 2018, carecía de un tratamiento monográfico 5.
adecuadamente la relación de coste y beneficio existente entre uno y otro, en los diferentes casos
típicos en que se postule su aplicación. Una ordenación afinada del reparto del riesgo del
incumplimiento, como corresponde al moderno derecho de la contratación, hace necesario, por
tanto, utilizar un modelo dogmático de construcción de la relación obligatoria que permita separar el
supuesto de cada uno de estos remedios". MORALES (2018), p. 10.
8
Por todos: ABELIUK (1993), pp. 654-656. CLARO (1992), pp. 555-556, p. 497 (para la ejecución
forzosa); y p. 554 (para la indemnización de daños).
9
Si no lo es, los efectos para el acreedor varían según sea la causa de la imposibilidad. Si es la
culpa del deudor, el acreedor tiene derecho a la indemnización de daños, la que incluye tanto el
daño intrínseco (valor de la prestación), como los daños extrínsecos ex artículo 1558 del Código
Civil. Así se infiere del artículo 1672 del Código Civil. Si la causa es el caso fortuito, la obligación se
extingue. Un detallado y correcto tratamiento de las vicisitudes de la posibilidad e imposibilidad
en BAHAMONDES (2018), pp. 160-170.
10
Rol Nº 1171-1992.
11
Rol Nº 420-1995.
12
PANTALEÓN PRIETO, Fernando (1991). "Sistema de responsabilidad contractual (Materiales para
un debate)", en ADC. 44. Madrid, p. 1046. VERDERA SERVER (1995), p. 136; MORALES (2018), p. 11.
En contra, incluyendo la culpa del deudor dentro del supuesto de la pretensión de
cumplimiento: BADOSA COLL, Ferran (1987). La diligencia y la culpa del deudor en la obligación civil.
Bolonia, pp. 262-265. Para el autor la fundamentación subjetiva de la indemnización de daños
coincide con la de la ejecución forzosa.
La falta de imputabilidad puede incidir en la titularidad y ejercicio de
la pretensión. Ella priva al acreedor por vía indirecta del remedio
porque la obligación se extinguió por imposibilidad sobrevenida no
imputable al deudor; o puede suspender su ejercicio porque la causa
del incumplimiento fue un caso fortuito que deja subsistente la
obligación. Se suma un cuarto elemento conectado con la falta de
imputabilidad del deudor: que la obligación no se haya extinguido por
imposibilidad no imputable13 y, no sólo ello, sino que ella sea exigible.
De cualquier modo, lo que nos interesa destacar es que la
imputabilidad (dolo o culpa del deudor) no constituye una condición de
procedencia del remedio14.
13
Como se explicó, el acreedor tampoco dispone de este remedio cuando el cumplimiento es
imposible por una causa imputable al deudor. Allí, el Código Civil pone límite al remedio y reconoce
directamente al acreedor el derecho a la indemnización de daños, asegurándole una medida
mínima, el daño intrínseco (valor de la prestación).
14
Ello se aprecia nítidamente en los cumplimientos defectuosos. Si se admite el cumplimiento
específico en estas obligaciones a través de las pretensiones de corrección y sustitución, no queda
duda que el caso fortuito es irrelevante de cara al derecho del acreedor. El deudor igual quedará
obligado a la reparación o sustitución.
1. ¿Remedio de ejercicio necesario o facultad del acreedor?
15
VIDAL OLIVARES, Álvaro (2007). "El incumplimiento de obligaciones con objeto fungible y los
remedios del acreedor afectado. Un intento de relectura de las disposiciones del Código Civil sobre
incumplimiento", en Guzmán Brito, Alejandro (Ed.), El Código Civil de Chile (1855-2005). Santiago:
LexisNexis.
16
Una obligación tiene objeto fungible cuando su objeto es recíprocamente sustituible o
intercambiable por otro; sin lesionar la efectiva satisfacción del interés del acreedor. La posibilidad
de satisfacción no es única, sino hay que hay tantas como las disponibles en el tráfico. En cambio,
la obligación con objeto no fungible es aquella que admite una sola posibilidad de satisfacción del
interés del acreedor, la proveniente del propio deudor.
En las obligaciones con objeto fungible (dar y hacer) hay norma
expresa, a diferencia de aquellas específicas (dar). En ellas el
acreedor, o directamente y sin más, no tiene derecho a exigir el
cumplimiento específico, o puede optar libremente entre éste y la
indemnización de daños en toda su extensión. En efecto, en las
obligaciones de dar cosas genéricas no hay una norma que confiera la
opción, sin embargo, ella fluye lógicamente del régimen de ejecución
de esta clase de obligaciones que renuncia desde ya a la ejecución in
natura17 y de la doctrina de Claro Solar que reconoce al acreedor la
facultad de procurarse en el mercado las cosas del género y
demandar al deudor la indemnización de daños 18. Para las
obligaciones de hacer, en cambio, hay norma expresa; la del
artículo 1553 de Código Civil, que la reconoce la opción al acreedor 19 y
agrega una modalidad de ejecución in natura, para que se autorice al
acreedor mandar a ejecutar la prestación a expensas de deudor
incumplidor (artículo 1553 Nº 2)20.
17
El artículo 235, Nº 4, de Código de Procedimiento Civil, regula el procedimiento de ejecución de
las obligaciones de dar un género determinado, ordenando que se proceda conforme las reglas de
la ejecución de las obligaciones dinerarias, esto es aquellas que imponen la dación de una suma
de dinero (artículo 235 Nº 3 Código de Procedimiento Civil). Estas obligaciones no admiten
ejecución en naturaleza, sino únicamente en equivalente.
18
Claro Solar explica que cuando se trata de obligaciones de dar individuos de un género
determinado, al acreedor se le reconoce directamente el derecho a la indemnización de daños. Si
en esta clase de obligaciones el acreedor lo pide podrá ser autorizado para procurarse la cosa de
género a expensas del deudor; y si se trata de mercaderías que tengan un curso cierto, es decir,
fungibles, basta que se dé al acreedor la indemnización de daños y perjuicios que represente la
diferencia entre el precio de la compra y el curso de los objetos adquiridos el día fijado para la
entrega. CLARO (1992), p. 556.
19
Ver Capítulo indemnización de daños (autonomía) obligaciones de hacer
20
Esta disposición debe leerse conjuntamente con las normas que da el Código de Procedimiento
Civil para la ejecución de las obligaciones hacer, del Título II del Libro III (artículo 530 y siguientes).
Se distingue según sea el objeto de la obligación, la suscripción de un documento (artículo 532) o
la ejecución de una obra material (artículo 533 y ss.). En lo que concierne a la obra material, la
norma procesal limitaría la opción de acreedor según el artículo 1553 del Código Civil. Así se
infiere del artículo 536. En efecto, según la disposición, el acreedor sólo puede solicitar que se le
autorice para llevar a cabo la obra por medio de un tercero y a expensas del deudor, cuando el
deudor se niegue a cumplir el mandamiento ejecutivo o la sentencia si las excepciones que opuso
fueron rechazadas; o bien, cuando principiando las obras, las abandona. Habría una jerarquía
entre los numerales 1 y 2 del artículo 1553, donde el acreedor no podría optar libremente entre uno
y otro. Tanto es así que el artículo 533 dispone que el mandamiento de ejecución debe contener,
en primer lugar, la orden de requerir al deudor para que cumpla la obligación (Nº 1). Esta lectura
apegada al tenor literal de los preceptos podría oponerse al interés de acreedor cuando tenga
buenas razones para no insistir en su cumplimiento por parte del deudor. En estos casos, como la
norma limitaría su opción para que la obligación la ejecute un tercero, sólo le quedaría demandar
directamente la indemnización de daños conforme el numeral 3 del artículo 1553, opción que no se
vería afectada por la norma procesal, a pesar de la letra del artículo 542 del código procesal. Así lo
reconoce: ABELIUK (1993), p. 554.
Como puede verse, en las obligaciones de objeto fungible, si el
deudor incumple, el acreedor no está obligado a ejercer la pretensión
de cumplimiento. Puede, en cambio, optar entre ella, la resolución —si
procede— o la indemnización de manera autónoma.
Una solución como esta es, desde luego, preferible a la que impone
el cumplimiento específico. Como la satisfacción del interés del
acreedor puede obtenerse no sólo del deudor, sino también de otros
operadores del tráfico, no es razonable imponer al acreedor que
insista en el cumplimiento del deudor incumplidor, en quien muy
probablemente ya no confía como antes; más aún si el sistema
procesal de ejecución de las obligaciones no le garantiza que por
medio de sus procedimientos obtendrá el cumplimiento in natura. Al
acreedor se le debe reconocer la opción arriba descrita. Para él seguir
uno u otro camino no es indiferente.
21
Somarriva Undurraga se inclina por la opción del acreedor. ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo
y SOMARRIVA UNDURRAGA, Manuel (1941). Curso de Derecho civil, De las Obligaciones, tomo III.
Santiago, pp. 179-180.
22
La procedencia de la indemnización de daños, sin distinción, depende de la constitución en mora
del deudor. Entonces, constituido en mora el deudor, el acreedor dispone del remedio de la
indemnización de daños.
No existe, sin embargo, un precepto que, de manera explícita
imponga la jerarquía entre el cumplimiento específico e indemnización
de perjuicios. El supuesto predominio del cumplimiento específico se
extrae del artículo 1672.
38
Corte Suprema, rol Nº 1782-2007.
Cuestión distinta, hemos de precisar, es la conversión dineraria de
las obligaciones no dinerarias —de dar y de hacer— por prescripción
de la norma procesal que gobierna la ejecución, respecto de la cual sí
puede hablarse de una ejecución por equivalencia, pero no como
remedio distinto del acreedor, sino como efecto de la impracticabilidad
de la ejecución en naturaleza de la sentencia de condena. El valor del
objeto deriva de la modificación de la obligación no dineraria originaria
que en sede procesal no es susceptible de una exacta ejecución 39.
47
Corte de Apelaciones de Santiago, 11 de octubre de 2013, rol Nº 5066-2011.
48
PIZARRO (2014)s, p. 213.
desproporcionado con la utilidad que proporcionaría al acreedor, en
comparación con los otros posibles remedios".
49
PANTALEÓN (1991), p. 1046.
50
PANTALEÓN PRIETO, Fernando (1993). "Las nuevas bases de la responsabilidad contractual",
en Anuario de Derecho Civil 46, p. 1728.
51
Nieves Fenoy, comentando el artículo 1193. II.3º de la Propuesta española, afirma que: "es una
específica aplicación del artículo 7 CC, creo (por todo ello) que el artículo 1193.II.3º PC debería
suprimirse", FENOY PICÓN, Nieves (nota 51), p. 1531. En el Comentario 3.b del artículo 7.2.2 (b) la
excepción se fundamenta en el principio general de la buena fe y la lealtad negocial (artículo 1.7
Buena fe y lealtad negocial), UNIDROIT, p. 219. En el ámbito nacional ver BAHAMONDES (2018), pp.
188-206.
incumplimiento, llegando a la doctrina del abuso del derecho en una
visión más bien objetiva —coincidente con la doctrina y jurisprudencia
española— con el objeto de salvar la ausencia de una norma legal
expresa que precise este límite económico. Sea que el problema se
resuelva desde la buena fe objetiva o desde la doctrina del abuso del
derecho, en ambos casos, no hay duda, que se está ante una
hipótesis en las que el acreedor, al insistir en el cumplimiento, no está
actuando al modo como lo haría una persona razonable en el ejercicio
de sus derechos como acreedor afectado por el incumplimiento. El
derecho contractual sanciona tal conducta excesiva por la vía de
excluir la pretensión de cumplimiento y el consecuente rechazo de la
demanda.
53
BAHAMONDES (2018), pp. 219-220.
¿Qué ocurre en las compraventas civiles y mercantiles y en general
en las restantes obligaciones de dar (específicas o genéricas)?
Bibliografía
b) Sentencia
3º Que en dicha compraventa, cláusula cuarta, se dijo por las partes que
la venta se hacía en el estado que se encuentra actualmente el
departamento, con todos sus usos, derechos, costumbres y servidumbres,
libre de todo gravamen, prohibición y embargo, con todo lo edificado y
planteado. Con todo, consta del certificado emitido por el señor
Conservador de Bienes Raíces de Concepción el 5 de junio de 1989 (...)
que a la fecha el departamento objeto de la compraventa estaba gravado
por una hipoteca determinada (...) en favor del Banco del Estado de Chile.
Y que también existía a esa misma fecha, una prohibición de gravar,
enajenar y arrendar, también en favor de ese Banco (...) De modo que
está acreditado que, al tiempo de la compraventa de 26 de febrero de
1988, el inmueble a que ella se refiere estaba afecto a una hipoteca y a
una prohibición de enajenar.
b) Sentencia
(...)
Tercero: Que (...) ha demostrado que celebró con el señor Luis del
Rosario Daza Concha, la promesa de compraventa indicada en el
considerando primero y del análisis del documento, debe concluirse que
éste cumple con todos los requisitos que, para esta clase de contratos,
exige el artículo 1554, del Código Civil. (...).
(...)
Noveno: Que, por otra parte, es claro que el actor conserva otras acciones
para la defensa de sus derechos".
b) Sentencia
Apelado este fallo por la parte demandante, una de las Salas de la Corte
de Apelaciones de Punta Arenas, en sentencia de nueve de enero de dos
mil siete, que se lee a fojas 611, lo confirmó.
(...)".
(...)
(...)
a) Código Civil
Artículo 20. "En los casos que a continuación se señalan, sin perjuicio de
la indemnización por los daños ocasionados, el consumidor podrá optar
entre la reparación gratuita del bien o, previa restitución, su reposición o la
devolución de la cantidad pagada:
f) Cuando la cosa objeto del contrato tenga defectos o vicios ocultos que
imposibiliten el uso a que habitualmente se destine;
g) Cuando la ley de los metales en los artículos de orfebrería, joyería y
otros sea inferior a la que en ellos se indique.
Para los efectos del presente artículo se considerará que es un solo bien
aquel que se ha vendido como un todo, aunque esté conformado por
distintas unidades, partes, piezas o módulos, no obstante que éstas
puedan o no prestar una utilidad en forma independiente unas de otras.
Sin perjuicio de ello, tratándose de su reposición, ésta se podrá efectuar
respecto de una unidad, parte, pieza o módulo, siempre que sea por otra
igual a la que se restituye".
I. LAS CUESTIONES357
Introducción
Dos son las interrogantes que envuelve este problema. De una parte,
¿la inclusión de una cláusula de corrección desplaza los restantes
remedios del acreedor?; y, de otra, si de ser negativa la respuesta,
¿existe una relación de jerarquía entre la pretensión de corrección y
los otros remedios?
Para dar respuesta a estas dos interrogantes, consideremos un
primer caso, fallado por sentencia de fecha 16 de junio de 2011, de la
Corte de Apelaciones de San Miguel362.
La Corte dio por establecido que las especies objeto del contrato de
compraventa no cumplían los requisitos de calidad estipulados por las
partes, independiente de la mayor o menor relevancia del defecto
constatado, pues su sola existencia basta para tener incumplido el
contrato y, que siendo así, cabía dar aplicación a lo pactado en el
contrato conforme con lo cual la demandada debió reemplazar las
piezas defectuosas dentro de los 15 días que le fue comunicado el
rechazo o no conformidad de las especies entregadas, cosa que no
hizo.
Bibliografía
Jurisprudencia citada
b) Sentencia
Parte compradora366
(...)
Parte vendedora367
(...)
b) Sentencia
"5º- Que en la sentencia cuestionada, los jueces del grado han concluido
que las partes celebraron un contrato de compraventa cuyo objeto era una
camioneta por un precio total de $12.840.000, cumpliendo con las
obligaciones principales del contrato, esto es, el pago del precio y la
entrega de la cosa, presentando la camioneta diversas fallas mecánicas
por lo que el demandante ingresó su vehículo al servicio técnico de la
demandada en cinco ocasiones.
(...)".
"5º- (...) Por otra parte, al señalar la demandada que los plazos para
reclamar del incumplimiento del referido contrato se encuentran prescritos,
se estima improcedente acoger dicha afirmación, toda vez que el actor
acudió oportunamente y a menos de dos meses de adquirido su vehículo
al servicio técnico de la demandada, por lo cual al alegar la demandada
prescripción de la acción, no hace sino reflexionar en el sentido de que
acogiendo su tesis, los consumidores de éste tipo de bienes obviarían
recurrir a los servicios técnicos de las automotoras a reclamar la garantía
que se les otorga, recurriendo inmediatamente a reclamar la resolución de
sus contratos, pues el lapso de tiempo entre el ingreso a taller de
cualquiera de los vehículos vendidos y la salida de estos, serviría como un
astuto método de alegar posteriormente al no solucionar los desperfectos
de los vehículos en forma completa, rápida y eficaz la prescripción de la
acción, abusando del derecho y obviando el principio rector del
ordenamiento jurídico de la buena fe contractual consagrado en el
artículo 1546 del Código Civil.
(...)".
b) Sentencia
(...)
(...)".
Parte Compradora370
(...)".
Parte Vendedora371
"5º Que, con fecha 25 de mayo de 2006, por instrucciones de Carabineros
el laboratorio INSTITUTO Y CONTROL, IDIC, emitió un Certificado de
conformidad a las muestras entregadas por su representada. Dicho
informe concluye que: "de los resultados obtenidos se concluye que la
muestra analizada cumple con la especificación técnica citada en
"antecedentes 3", presentado solo observaciones menores que no tiene
incidencia alguna en la aptitud de uso material". Señala de toda la tenida,
sólo el quepí, que consiste en el gorro o visera, tiene una huincha de
ajuste, que corre en el interior del gorro, puede afectar la presentación y
"podrá transferir colorante a la piel", lo anterior a juicio de la demandada
constituye solo presunción no acreditada científicamente ni con los medios
técnicos. Bajo el mérito de ese informe se hizo entrega de las prendas
concernientes a las 542 tenidas de campaña con quepis, en tiempo y
forma. Este informe se le hizo llegar a través de Oficio Nº 2.694, de 28 de
septiembre de 2006, esto es cuatro meses después de la entrega de las
mercaderías. En base al referido informe Carabineros, ha rechazado la
partida de prendas materia del contrato, informe que a juicio de la
demandada y según propias averiguaciones para tener certeza de la
autenticidad y validez de éstos, pudo constatar que no se encuentra
certificado por ninguna autoridad pública, para que pueda emitir
certificados de calidad, como el aludido".
"4º) Que este informe técnico de la calidad del producto, contemplado por
las partes contratantes para ser realizado luego de la entrega, por el
organismo técnico competente, es suficiente para acreditar que las
especies materia del contrato de compraventa no cumplían los requisitos
de calidad estipulados por las partes, independientemente de la mayor o
menor relevancia del defecto constatado, pues su sola existencia basta
para tener por incumplido el contrato. En tal situación cabía dar aplicación
a lo pactado en la cláusula sexta del contrato, conforme a la cual la
demandada debió reemplazar las piezas defectuosas dentro de 15 días de
comunicado que le fue el rechazo o no conformidad de las especies
entregadas, cosa que no hizo, pues ningún antecedente existe al
respecto. Lo anterior, sin perjuicio de haberse devengado, además, la
multa estipulada del 1% del valor total de las especies que no se
recibieron conformes, esto es, los quepis correspondientes a las 542
tenidas de campaña materia del contrato.
(...)
a) Código Civil