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Una de las mayores interrogantes que se plantean los que estudian temas
comunes a la lingüística es el origen del lenguaje humano. Hasta la fecha se han
sucedido distintas hipótesis que tratan de arrojar algo de luz a esta pregunta pero,
por desgracia, la respuesta definitiva aún no ha sido hallada... En esta parte del
trabajo nos referiremos a las Teorías o Hipótesis que existen del origen del
Lenguaje de forma breve, para hacernos una idea más global del tema.
Hipótesis Principales
Teoría Evolucionista
El origen del lenguaje fue producto de la necesidad del hombre primitivo para
poder comunicarse, y así transmitir lo que el pensamiento daba lugar, el hombre
por su naturaleza y raciocinio necesita de la comunicación con los demás, y es
por eso que el lenguaje solo puede tomar sentido en masa, por tanto para poder
subsistir a las dificultades de la vida primitiva fue necesario utilizar algún tipo de
lenguaje y he ahí el origen de éste, que por consiguiente llega a convertirse con el
tiempo en un idioma.
Así, el lenguaje humano puede contar con 30.000 ó 40.000 años de existencia. La
enorme diversidad de lenguas que hay en el mundo demuestra que una vez que
apareció el lenguaje se produjeron los cambios a gran velocidad. No es posible
saber si hubo una primera y única lengua, ni cuáles fueron sus sonidos, gramática
y léxico. La lingüística histórica, que se encarga de descubrir y describir cómo,
por qué y de qué manera surgieron las lenguas, apenas puede sugerir algunas
hipótesis para explicar esta evolución.
En el siglo XVIII el filósofo alemán Leibniz sugirió que todas las lenguas que
existen y han existido proceden de un único protolenguaje, hipótesis que recibe el
nombre de monogénesis. Aunque muchas lenguas vivas proceden de una única
lengua anterior, esto no significa que el lenguaje humano haya surgido en varias
partes del mundo de forma simultánea, ni que las lenguas vivas precisen de un
solo antepasado, sino que pudo haber varios. Esta segunda hipótesis, que explica
el origen múltiple para las familias de lenguas, recibe el nombre de poligénesis.
Teoría Teológica
Esta teoría nos indica que el lenguaje humano es un don Divino entregado por
Dios para todos nosotros los hombres. La Biblia cuenta la creación del primer
hombre: de su cuerpo material y de su alma espiritual e inmortal, por eso no se
puede decir que el hombre viene del mono, así, simplemente. Es necesario
admitir la especial intervención de Dios. El cuerpo puede venir por evolución;
pero no el alma, que es espiritual. El alma humana ha sido infundida por Dios en
el momento de la concepción. Nunca el espíritu puede venir por evolución de la
materia. El salto de la materia al espíritu sólo puede darse por la intervención de
Dios.
“Por simple evolución no es posible franquear el abismo que existe entre el reino
animal y el hombre. Con las solas fuerzas naturales, ningún animal pudo
evolucionar y llegar a un grado de perfección tal que le permitiera salir del
círculo de la especie animal y entrar en el de la especie humana. El primer
hombre no es, ni pudo ser, el resultado supremo de una evolución animal, sino un
ser que existe porque Dios lo creó. Dios está en el origen del hombre; y sin su
acción especialísima, el hombre no hubiera llegado a existir”.
Haciendo una retrospectiva hacia nuestros orígenes nos preguntamos si, en cierto
modo, no habremos sido "elegidos para hablar". Y es que no parece otra cosa.
Pero entonces deberíamos suponer que algo o alguien se molestó en condicionar
a los seres humanos (quien sabe si entonces aún éramos unos simples primates)
para que algún día fueran capaces de emplear un sistema avanzado de
comunicación.
ORIGEN DE LA ESCRITURA
INICIOS DE LA ESCRITURA
Las Protoescrituras
En definitiva, este sistema no pasa de ser una protoescritura, pese a que, sobre
todo en sus últimas manifestaciones, se nos revela como un embrión del futuro
cuneiforme.
Escritura Cuneiforme
Es posible que la idea de escritura fuera importada por los egipcios desde
Mesopotamia, a partir de la invención del cuneiforme. A partir de la escritura
egipcia se desarrollaron coetáneamente a ésta dos tipos de escritura cursiva: la
hierática (usada por los sacerdotes) y la demótica (de uso documental). Los
jeroglíficos podían escribirse tanto de izquierda a derecha como de derecha a
izquierda, aunque solían adoptar la última dirección en la mayoría de los casos,
excepto cuando por simetría convenía usar ambas (por ejemplo, en inscripciones
idénticas flanqueando puertas).
De esto podremos preguntarnos, ¿para qué necesitaban los egipcios este sistema
tan complejo?, si ya contaban con 24 signos monoconsonánticos con los que
valerse de una manera igualmente eficaz. La respuesta es el prestigio, la tradición
y, en general, el poder de una casta sacerdotal conservadora que se negaba a
sacrificar la belleza y complejidad de su sistemas para alcanzar otro accesible a
todos.
La Escritura Maya
Cada una de las diecinueve divisiones del año civil de 365 días tenía su propia
deidad. En la mayoría de las inscripciones el jeroglífico del nombre del dios
patrono en cuyo mes caía la fecha correspondiente de la Serie Inicial, aparece
grabado en el primer jeroglífico de cada texto.
La Escritura China
La Escritura Japonesa
Los japoneses no sólo han de aprender los Kanji, sino también su pronunciación.
Ésta tiene una doble dimensión, que el lector tiene que intuir en cada caso según
el contexto. La doble lectura de los sonidos consiste en una primera llamada
“kun” y otra llamada “on”. El saber cuándo usar una u otra, sin confusiones, es
importantísimo para que el japonés comprenda el mensaje escrito. Pero si
complejos son los kanji, no menos lo son los Kana. La escritura fonética japonesa
ha acuñado dos silabarios diferentes: el “hiragana” y el “katakana”. En un
principio, el hiragana se usaba como escritura a diario y el katakana para edictos
oficiales. Hoy día el primero es la más usada, y el segundo ha pasado a ser una
especie de escritura cursiva
Pero, ¿para qué necesitan este sistema tan complejo de kana y kanji, con sus
respectivas variantes? Además de por el ya citado prestigio, el sistema mixto
permite a los japoneses librarse de la frecuentísima homofonía que tendrían kana
y kanji por separado. Realmente nos cuesta comprender cómo ha podido florecer
una civilización con semejante enrevesado sistema. Por si la complejidad no
fuera suficiente, desde 1980 kana y kanji han tenido que dejar sitio a un inquilino
más: el alfabeto latino. La publicidad de las multinacionales comenzó a entrar en
el país hace 20 años, y las empresas veían el alfabeto latino más apto para sus
anuncios que el sistema mixto japonés, que incluso podía generar rechazo. Cabe
suponer que algún día el alfabeto latino acabará desbancando a la escritura mixta,
pero, hasta que eso ocurra, ¿cómo podrán convivir tres sistemas de escritura?.
Los japoneses, lejos de considerarlo una amenaza, ven el híbrido entre kana,
kanji y romaji (así llaman ellos a nuestro alfabeto) como algo entrañable, reflejo
de la capacidad de asimilación cultural de su país.
Cuando los hititas adoptaron el sistema acadio, eliminaron los signos silábicos
ambiguos, es decir, los homofonémicos o sus contrarios, polifonémicos, así como
también muchos ideogramas sumerios, pero conservaron la ortografía silábica de
los acadios.
El Primer Alfabeto
El alfabeto trata de representar cada sonido por medio de un solo signo, lo que se
consigue pocas veces, excepción hecha del coreano (que es el más perfecto) y, en
menor grado, de los silabarios japoneses. Los alfabetos son algo distinto a los
silabarios, pictogramas e ideogramas. En un silabario un solo signo representa
una sílaba (secuencia de fonemas, entre dos y cuatro, que se emiten sin pausa).
Por ejemplo, el japonés posee dos silabarios completos —el hiragana y
el katakana— inventados para complementar los caracteres que poseían de
origen chino. Un sistema pictográfico representa por medio de dibujos los objetos
que así lo permiten, por ejemplo, el dibujo de un sol significa la palabra sol. Un
sistema ideográfico emplea la combinación de varios pictogramas para
representar lo que no se puede dibujar, como las ideas y los verbos de
significación abstracta. Así si se combinan los pictogramas
chinos sol y árbol representan la palabra del punto cardinal Este. Casi todos los
alfabetos poseen entre veinte y treinta signos, aunque el rokotas, de las islas
Salomón, sólo contiene once letras, mientras que el khmer cuenta nada menos
que con setenta y cuatro letras.
¿Qué hacía escritura semítica en estas minas egipcias? Como se supo más tarde,
los egipcios se habían valido de los cananeos como esclavos para explotar dichos
yacimientos, por lo que es fácil deducir que los mineros habían aprendido el
sistema en Canaán antes de ser apresados. Así, todo apuntaba a que la escritura
alfabética había nacido en Canaán, a partir de escrituras protocananeas semi-
pictográficas: las letras tomaban el nombre del pictograma que representaban
antaño (la primera letra, que tiempo atrás se asemejaba a un buey, se llamaba
“aleph”- buey -). Siendo los cananeos, habitantes de una región de paso para
egipcios, babilonios, hititas y cretenses ; y siendo, como eran, comerciantes natos
; parece lógico que necesitasen valerse de un sistema rápido, sencillo y sin
ambigüedades.
Más tarde, los griegos comerciantes apreciaron la comodidad que podía permitir
un sistema alfabético: es por eso que tomaron los caracteres fenicios con un
nombre aproximado al de éstos ( “alfa” en lugar de “ aleph”; “beta” en lugar de
“beth”). Además, convirtieron cinco consonantes débiles en vocales.
La adopción del alfabeto fenicio por los griegos entre el 1100 al 800 a. de C. No
significa que antes fueran iletrados: como ya hemos visto se valían anteriormente
del Lineal B (sistema de escritura silábico que tuvo un lapso de uso que va desde
el siglo XVI a. de C. al XI a. de C., donde el sentido de la escritura es horizontal
de izquierda a derecha). Respecto a la razón a la que responde ese cambio de
sistema tan repentino, los expertos discrepan. Unos defienden que se basa en
razones comerciales y otros, los más románticos, consideran que se debe al deseo
de algún culto coetáneo a Homero de conservar la belleza de la Ilíada y la Odisea
en un sistema apropiado para escribir poesía épica: sin duda, el sistema fenicio
con la introducción de las vocales era ideal.
Así, los etruscos tomarían más tarde el sistema alfabético de los griegos, y los
romanos a su vez de los etruscos, expandiéndose así el sistema alfabético ideado
por los fenicios a lo largo de Europa y, más tarde, de todo el mundo.
Hoy día la mayoría del planeta (salvando China y Japón) utilizan sistemas
alfabéticos para expresarse por escrito. Normalmente los sistemas alfabéticos
cuentan con un repertorio de 20 a 30 símbolos. Conviene, llegados a este punto,
hacer un repaso a las principales escrituras alfabéticas:
SISTEMAS DE ESCRITURA
Sistemas Incompletos
Estos sistemas se caracterizan por una gran ambigüedad, dado que no existe
correspondencia entre los signos gráficos y la lengua que tratan de representar.
La finalidad de un pictograma, un ideograma o un objeto es la de traer a la mente
una imagen o una sensación que antes se ha expresado por medio del lenguaje.
Éste y no otro era el procedimiento que seguía la escritura pictórica de algunos
pueblos indígenas norteamericanos antes de la colonización, donde cualquiera
puede leer aunque no conozca la lengua.
Sistemas Completos
Sistemas Silábicos
Un sistema mixto, el ideosilábico, es el primer paso para uno completo. Una vez
alcanzada la capacidad para expresarlo todo, el problema se plantea ante la
disyuntiva de reducir la ambigüedad o hacer más económico el sistema de
escritura (número de signos necesarios para escribir cualquier realización). El
problema reside en que se requiere un elevado número de signos, porque el
número de palabras que tiene una lengua es también elevado. El segundo paso
consiste en reducir el número de signos imprescindibles y eso se puede conseguir
si se agrupan en uno sólo todas las palabras de significado parecido, o en emplear
el mismo signo para palabras distintas, pero aun así, este sistema necesita unos
quinientos o seiscientos signos. Además, la ambigüedad es mucha, a menos que
se empleen indicadores, lo que significa sacrificar su ventaja principal, que
consiste en tener menos signos por cada realización. Por otro lado, el número de
signos que precisa un sistema silábico puro pocas veces supera los doscientos.
Frente a la escritura ideográfica, la silábica ofrece una ventaja adicional, no hay
que interpretarla puesto que las palabras se escriben sin ambigüedad fonética. La
desventaja consiste en que de promedio, el sistema necesita más signos para
escribir cada realización. En su forma más sencilla, un sistema silábico está
formado por signos de vocal más consonante y signos para las vocales aisladas.
Sistemas Alfabéticos
Estos sistemas trazan la teoría y los procedimientos de escritura, pero hoy por
hoy no existen sistemas de escritura que sean una forma pura. Existen elementos
de uno y otro tipo incorporados a alguna de las formas que conocemos; un
ejemplo de ello es el número de logogramas que son necesarios en los modernos
sistemas alfabéticos.
CONCLUSIONES