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Argumentación ética en estudiantes de educación media

Guillermo Ignacio Soto*

Resumen

El informe que presento a continuación es el resultado de un trabajo de investigación que


estudió la argumentación en adolescentes de educación media. En este trabajo me refiero al
proceso de fundamentación ética y al respaldo que los estudiantes dan a sus discursos
argumentativos. El objetivo principal de esta investigación fue el de determinar los niveles
de argumentación ética en los que se encuentran los estudiantes de educación media de una
Institución Educativa urbana. La investigación fue de corte cualitativa descriptiva, en la que
se observó a 12 estudiantes de grado 10° a los cuales se les aplicaron 5 actividades
argumentativas. El análisis se realizó con la ayuda de matrices en la cuales se categorizaron
y codificaron los datos para su mejor comprensión. Los principales resultados muestran un
bajo nivel de argumentación ética por lo que se concluye que se debe trabajar más la
habilidad argumentativa y se recomienda pensar en un trabajo didáctico pertinente para
mejorar los niveles argumentativos de los estudiantes.

Palabras clave

Argumentación. Niveles argumentativos. Ética. Didáctica.

Summary

The report that I present below is the result of a research work that studied the
argumentation in adolescents of secondary education. In this work I refer to the process of
ethical foundation and the support that students give to their argumentative discourses. The
main objective of this research was to determine the levels of ethical argumentation in
which the middle school students of an urban Educational Institution find themselves. The
research was qualitative descriptive, in which 12 students of 10th grade were observed, to
which 5 argumentative activities were applied. The analysis was carried out with the help
of matrices in which the data were categorized and codified for better understanding. The
main results show a low level of ethical argumentation so it is concluded that the
argumentative ability should be worked more and it is recommended to think about a
pertinent didactic work to improve the argumentative levels of the students.
Keywords

Argumentation. Argumentative levels Ethics. Didactic

*Profesor, Institución Educativa Sucre de Ipiales, Nariño. Correo electrónico:


ignaciosoto67@hotmail.com

Introducción

La argumentación es la disciplina que estudia las técnicas discursivas que pueden


aumentar o producir algún efecto en la aprobación o desaprobación de un público sea
universal, particular o individual (Perelman, 1989). La argumentación nos permite discutir
y resolver nuestras diferencias sin tener que recurrir a la violencia o la razón del más fuerte.
Por tanto, la retórica o argumentación es el arte de saber convencer a un auditorio, no
solamente desde el orador magistral, sino en la vida diaria en una conversación cualquiera.
Es preciso decir que este arte de argumentar y persuadir tiene falencias en muchos países
del mundo. En el contexto académico muchos investigadores señalan que hay deficiencias
al momento de fundamentar o sustentar nuestras ideas u opiniones y concluyen que se
deben desarrollar estrategias para subsanar esta dificultad a la hora de dar a conocer
nuestras opiniones ante cualquier tipo de público.

En las instituciones educativas, a nivel nacional e internacional, muchos autores han


dicho que hay dificultades en cuanto al desarrollo de esta habilidad comunicativa. Montoya,
en su texto denominado Acercamiento al desarrollo del pensamiento crítico, un reto para
la educación actual (2007), muestra que hay un bajo nivel de pensamiento crítico en el
mundo entero y que este fenómeno no es exclusivo de Colombia. Presenta ejemplos de
España y Estados Unidos donde el nivel del desarrollo de esta destreza es bajo. Por este
motivo es preocupante el panorama que nos presenta la actividad argumentativa en los
niveles de educación media. Los estudiantes a este nivel deberían tener unas habilidades
que les permitan mostrar mejores desempeños en este campo, pero no es así.

En este contexto, Tamayo (2014) nos aporta la idea de que con los estudiantes se debe
trabajar las dimensiones del pensamiento crítico, entre ellas, la argumentación. En esta se
involucran procesos cognitivos, interactivos y dialógicos. Conceptos importantes ya que el
propósito último de la educación actual debería ser la promoción del pensamiento crítico en
todos los niveles educativos. Si aceptamos que hay dificultades en el proceso
argumentativo, es preciso decir que debemos entender la didáctica como un proceso de
cualificación en todas las disciplinas del saber, en este caso, con la disciplina de la filosofía
y particularmente con la ética, tema de la investigación. La didáctica, entonces no es un
simple conocimiento instrumental, sino el espacio de reflexión sobre la manera como
deberíamos enseñar una disciplina.

Es por todos conocido que la argumentación tiene la función de resolver un desacuerdo


de opiniones mediante el diálogo en el que se utiliza el convencimiento y la persuasión de
un posible oponente o contradictor. Pero no solamente tiene esta función. Morado (2013),
sostiene que la argumentación tiene muchas funciones distintas a las de tratar de resolver
discrepancias de opinión. Las matemáticas no buscan convencer sino entender, explorar o
sistematizar una teoría. En religión, muchas iglesias dan testimonio en la que muchos de
sus miembros ya están convencidos de sus conclusiones. En la aprobación de leyes por
parte de muchos políticos, no hay convencimiento como tal, ya que deben aprobar una ley
porque simplemente no la pueden rechazar. Es decir que el trabajo argumentativo debe ir
más allá de lo que comúnmente hemos conocido como argumentar. Es, por tanto,
fundamentar y profundizar en lo que el estudiante está diciendo, aunque no convenza a
nadie.

Dentro de los estudios que se han realizado sobre la argumentación, encontramos que
para mejorar los bajos niveles de argumentación expresados anteriormente, Montoya y
Monsalve (2008), plantean siete estrategias para aplicarlas en el aula y que pretenden
desarrollar pensamiento crítico en los estudiantes, en la que debe estar incluida la
dimensión argumentativa. Estas propuestas son:

1. Análisis de textos y noticias.

2. Los medios de comunicación.

3. Profundización en torno a las subculturas y grupos sociales.


4. Análisis y solución de problemas.

5. Influencia de las TIC en el desarrollo de la realidad.

6. Proceso de aprendizaje basado en el diálogo participativo.

7. Interpretación y expresión a partir de imágenes, símbolos o lenguaje no verbal.

Estas estrategias, trabajadas desde una didáctica pertinente para cada nivel educativo,
debe llevarnos a mejorar nuestra interacción con los demás poniendo el diálogo como base
para toda actividad argumentativa de calidad.

En el plano de la filosofía, y en el ámbito de la ética y la moral, en la actualidad se hace


mucho énfasis en el análisis del lenguaje en el cual emitimos juicios o discursos a los
demás. En su trabajo argumentación moral y fundamentación ética, el Doctor Emilio
Martínez Navarro (s.f.) nos dice que se ha presentado un “giro lingüístico” en la filosofía
contemporánea en cuanto a aclarar los significados de esos juicios morales. Estos estudios
los ha hecho el neopositivismo lógico y la filosofía analítica. Se afirma que hay tres
dimensiones lingüísticas: sintáctica, semántica y pragmática, los cuales ponen de manifiesto
nuestro lenguaje al emitir juicios. Esto nos sugiere que existen estrategias para la
argumentación moral relacionadas con hechos, sentimientos, posibles consecuencias de los
códigos morales que se refieran a ciertas autoridades y las que se relacionen con la
conciencia. Desarrollar estas estrategias permiten a los estudiantes potenciar valores
universales como la vida, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la paz y la tolerancia
activa. Todos estos valores, enseñados y aprendidos en la escuela y apoyados en una
argumentación más sistematizada, permite reconocer la dignidad de las personas y sus
derechos humanos con alto sentido de responsabilidad.

Los valores antes mencionados tienen sentido si en la escuela se procura potenciar


habilidades argumentativas. Sánchez y Hernández (2016), en su texto estrategias para
potencializar habilidades cognitivas que incidan en el desarrollo de la argumentación,
sostienen que uno de los problemas en las escuelas es la deserción escolar y que un buen
planteamiento de estrategias encaminadas a fortalecer la argumentación puede potencializar
habilidades cognitivas. Una buena práctica educativa nos exige cambiar las prácticas
didácticas. De ahí la necesidad de fortalecer tres actividades básicas en los estudiantes: la
interpretación, la argumentación y la proposición, relacionadas a su vez con la retórica, la
dialéctica y la lógica.

Quintanilla, en su texto la argumentación en el discurso filosófico. el problema de la


fundamentación de la norma moral (2007), plantea que la filosofía, desde tiempos
antiguos, presenta una mayor variedad de formas de argumentación. Si la argumentación es
un intento por fundamentar, justificar o sustentar alguna cosa, una perspectiva o una
consideración, cabe la pregunta ¿qué significa fundamentar algo? Si hoy se piensa que la
fundamentación en el sentido moderno racionalista ha fracasado, los filósofos
contemporáneos han retomado la filosofía aristotélica en su explicación de los contenidos
en el lenguaje moral. Para esto es pertinente tomar como metodología el análisis del
lenguaje moral para discutir cómo puede ser posible la fundamentación de la norma moral.

Investigaciones como la de Morales (2012), muestran la importancia del aprendizaje de


filosofar. Cabe aquí una distinción entre el aprender filosofía y el aprender a filosofar. El
trabajo con los estudiantes, por tanto, debe ser un proceso problematizador. Para esto se
requiere que el maestro sea un investigador en la didáctica de la filosofía ya que se pretende
buscar nuevos horizontes en el ejercicio de filosofar.

Con los aportes de las investigaciones hechas hasta el momento se muestra un panorama
amplio, pero no acabado sobre el concepto de la argumentación como dimensión
fundamental del desarrollo del pensamiento critico en los estudiantes. De aquí la
importancia de investigar en nuestros estudiantes la manera como argumentan en el aula de
clase, qué los lleva a dar explicaciones a los problemas y conocimientos que la escuela les
muestra y qué calidad muestran estos razonamientos en filosofía.

Por tal motivo el objetivo principal que se presenta en el trabajo de investigación es el de


determinar los niveles de argumentación en ética en los que se encuentran los estudiantes
de educación media de una institución educativa de carácter pública.

Metodología
La investigación tuvo un enfoque cualitativo y pretendió describir la manera como
argumentan, en ética, los estudiantes de educación media, más específicamente en el grado
10° de una institución educativa pública. Se diseñaron y se aplicaron 5 actividades las
cuales tuvieron la intención de promover la argumentación a través de la formulación de
preguntas abiertas. Las actividades que se les plantearon a los estudiantes fueron: 1.
formulación de preguntas abiertas para conocer la argumentación inicial o preliminar frente
a temas éticos y morales. 2. Presentación de un video con contenido ético para realizar
razonamientos y reflexiones. 3. Reflexión y argumentación sobre modelos éticos. 4.
Elaboración de ensayo. 5. Realización de entrevistas semiestructuradas personales.

En la investigación participaron 70 estudiantes del grado 10° de educación media y de


los cuales se seleccionaron 12 estudiantes de manera aleatoria y cuyas edades están entre
los 15 y 16 años. De la muestra 9 son mujeres y 3 son hombres. El análisis se realizó
mediante la categorización, subcategorización y triangulación de las 5 actividades que se
propusieron. En el proceso de análisis se colocaron nuevos códigos a otras categorías
emergentes y nuevos códigos a las respectivas subcategorías que iban surgiendo en el
camino. Luego de este procedimiento y con la elaboración de cuadros y matrices se
sintetizó la información con el fin de comprender con más profundidad la información
recogida.

Para realizar el análisis de la información obtenida de los estudiantes, se elaboró una


matriz con base en los niveles de argumentación de Tamayo (2012), y se hizo la adaptación
respectiva para razonamientos en ética. Con base en esto se presentó la siguiente tabla con
5 niveles de argumentación.

Tabla 1. Adaptación niveles argumentativos Tamayo (2012)

1. Asume o expresa una posición personal (opinión) simple de una situación


argumentativa en ética.

2. Identifica o expresa con claridad la tesis (toma de postura) y la conclusión en


razonamientos en ética.

3. Identifica o expresa con claridad la tesis, una justificación (argumento) y la


conclusión en razonamientos en ética.

4. Identifica o expresa con suficiencia la tesis, algunas justificaciones y varias


conclusiones en razonamientos en ética. Respaldan sus razonamientos con
teoría.

5. Identifica o expresa con profundidad la tesis, varios argumentos,


contraargumentos y conclusiones en razonamientos en ética.

En la teoría de la argumentación de Perelman y Olbrechts-tyteca (1989), se incluyen los


puntos de partida de la argumentación. Este punto es importante porque me permitió
analizar los discursos de los estudiantes ya que toda discusión y toda controversia debe
partir de algún lugar. En el mencionado trabajo también se incluyen los objetos de acuerdo
entre los que encontramos los relativos a lo real y los relativos a lo preferible.

Figura 1. Objetos de acuerdo.

Resultados

Con la información recolectada de los estudiantes se procedió a realizar la respectiva


organización y análisis de los datos. Para el respectivo análisis se procedió a escoger unas
unidades que nos sirvieron de muestra para observar la capacidad de argumentación de los
estudiantes y poderla contrastar con la teoría de la argumentación de Perelman y Olbrechts-
Tyteca (1989), y ubicar a los estudiantes en algún nivel de argumentación tomado de
Tamayo (2012). (Adaptación).

Figura 2. Niveles de argumentación. Actividad A.

En la figura 2, actividad A (Preguntas preliminares), puede observarse que 9 estudiantes


se encuentran en el nivel 1 de argumentación y 3 estudiantes en el nivel 2.

Esto nos indica que al inicio del curso de ética en filosofía los estudiantes solamente
expresan una posición simple de una situación argumentativa y que 3 de ellos expresan con
claridad una tesis y llegan a una conclusión.

Figura 3. Niveles argumentativos. Actividad B.

En la figura 3, actividad B (Observación de un video de contenido ético) Puede mirarse


que 7 estudiantes se ubicaron en el nivel 1 y 5 estudiantes en el nivel 2. En esta actividad
puede observarse que hay un mínimo avance en la argumentación puesto que 5 de los 12
estudiantes ya expresan con mayor claridad unas afirmaciones y llegan a ciertas
conclusiones, mientras que 7 de ellos se quedan en el nivel más bajo de argumentación.

Figura 4. Niveles argumentativos, Actividad C.

En la figura 4, actividad C (reflexión sobre modelos éticos) se evidenció que 10


estudiantes se encuentran en el nivel 1 y 2 estudiantes en el nivel 3. En este tipo de
reflexión seguimos evidenciando que la mayoría de los estudiantes no reflejaron
profundidad en sus razonamientos y por ello se los ubicó en el nivel inferior de
argumentación mientras 2 estudiantes lograron avanzar al nivel 3 en el cual se expresa con
claridad la tesis, se enuncian algunas justificaciones y se llega a una conclusión.

Figura 5. Niveles argumentativos. Actividad D.


En la figura 5, actividad D (redacción de un ensayo), se muestra que 5 estudiantes se
encuentran en el nivel 1, 4 estudiantes en el nivel 3, 1 estudiante en el nivel 4 y dos
estudiantes de los 12 no presentaron esta actividad. De esta actividad se puede deducir que
al escribir un ensayo algunos estudiantes muestran un avance significativo en niveles de
argumentación ya que se pudo evidenciar que reconocen claramente la tesis que quieren
defender, defienden su idea con algún tipo de argumento y llegan a una conclusión. Sin
embargo, todavía se muestran bajos niveles de argumentación en 5 de los 10 estudiantes.

Figura 6. Niveles argumentativos. Actividad E.

Finalmente, en la figura 6, actividad E (entrevistas semiestructuradas), se indica que 8


estudiantes se ubicaron en el nivel 1, 2 estudiantes en el nivel 3 y 2 estudiantes en el nivel 4
de argumentación. En la entrevista que les realizó a los estudiantes se pudo observar que
sus razonamientos siguen siendo pobres, no hay mayores justificaciones frente a lo que
plantean y no llegaron a conclusiones claras frente al tema ético. 5 de los 12 estudiantes
mostraron en el diálogo, avance significativo al enunciar tesis claras, hicieron una buena
defensa de su idea y fueron coherentes en su discurso al llegar a conclusiones más
profundas.

Discusión

Con base en los hallazgos de la investigación puedo afirmar que se determinan bajos
niveles de argumentación en ética. No hay en nuestros estudiantes un claro proceso de
fundamentación y respaldo a sus discursos escritos o hablados. Es por esto que no hay un
desarrollo importante de las ideas y se evidencia que, en el proceso educativo, poco se ha
trabajado en la potenciación de habilidades superiores como el análisis, la síntesis, la
argumentación, la interpretación y la proposición. Si encontramos un nivel inferior de
argumentación en filosofía es claro que no hay desarrollo del pensamiento crítico dado que
esta habilidad es una de sus dimensiones fundamentales. Si esto es así, pensar en una nueva
didáctica específica en filosofía se hace urgente y necesaria, puesto que puede ser la manera
en que se abordan los problemas en esta disciplina, la que no permita el desarrollo de las
habilidades de argumentación en los estudiantes.

La investigación nos muestra que el estudiante no es el único responsable de esta


dificultad a la hora de argumentar. Seguramente muchos estudiantes quieren profundizar en
lo que quieren expresar, pero no tienen las herramientas necesarias para hacerlo. De esto se
desprende que el sistema educativo actual está enfocado más en desarrollar contenidos que
en potenciar habilidades superiores de pensamiento, de allí que encontremos
comprensiones y explicaciones superficiales en las intervenciones argumentativas.

Es preciso señalar que el modo de enseñar una disciplina particular incide en el proceso
de pensamiento de un estudiante. No tendrá oportunidad de argumentar un estudiante
cuando es el profesor quien se pasa toda una hora de clase dando un discurso educativo y
no le ha dado la oportunidad de expresar lo que está pensando o sintiendo. De aquí que la
didáctica cobra un papel preponderante en el proceso educativo. De esta manera, es la
didáctica la encargada de cualificar los procesos de formación disciplinar que integre lo
abstracto de la disciplina con la dimensión práctica del maestro para lo cual deberá alejarse
de la clase tradicional y evolucionar hacia el fomento de la argumentación como parte
fundamental del pensamiento crítico (Tamayo, 2014).

En cuanto a las tendencias argumentativas se quiere resaltar el orden funcional que


corresponde a la intención de entender y comprender los usos de la argumentación. En este
sentido se describe y comprende la forma de argumentar de los estudiantes y se reflexiona
sobre el porqué están, por lo general, en unas etapas inferiores de argumentación (Tamayo,
2012).
Se encuentra también que los estudiantes al argumentar no solo quieren resolver
desacuerdos de opiniones, ni enfrascarse en discrepancias y controversias, sino que sus
razonamientos le sirven para fundamentar lo que quieren expresar ya sea con un auditorio
universal, particular o ante la reflexión personal para apuntalar su manera de pensar
(Morado, 2013; Perelman, 1989).

Si el resultado de esta investigación muestra que hay bajos niveles argumentativos en los
estudiantes de educación media, el maestro debería pensar en las estrategias que está
utilizando para promover esta habilidad. De aquí que deba pensarse en estrategias efectivas
como el buen análisis de textos, la utilización de varios medios de comunicación pensados
para tal fin, procesos de enseñanza-aprendizaje basados en el diálogo participativo y todas
aquellas estrategias que promuevan la interacción entre el docente y los estudiantes
(Montoya y Monsalve 2008).

Cambiar las prácticas didácticas debe ser la tarea urgente del maestro ya que esto puede
incidir positivamente en el mejoramiento de la actividad argumentativa de los estudiantes.
Implementar prácticas que potencien la retórica, la dialéctica y la lógica permite que los
estudiantes desarrollen pensamiento convergente y divergente, aspectos que se encuentran
incipientes en nuestros estudiantes (Sánchez y Hernández, 2016).

Para terminar, puedo esbozar las siguientes conclusiones:

● Fue importante conocer las respuestas de los estudiantes a las preguntas


preliminares con respecto al ámbito ético porque fue el inicio para diseñar unas
actividades que promuevan un diálogo filosófico que se encamine a la
argumentación con un nivel cada vez mayor en la medida de lo posible.
● Del análisis de los datos encontrados se determinaron los niveles de
argumentación ética en filosofía en los que se ubicaron los 12 estudiantes de
educación media y que nos permiten reconocer las dificultades que tienen para
poder argumentar con mayor profundidad.
● Las intervenciones de los estudiantes me permitieron establecer que hay
argumentaciones superficiales y que se encuentran más relacionadas con la
opinión personal en el campo de la ética y no presentan fundamentos éticos ni
respaldos teóricos que justifiquen sus razonamientos.
● En algunas de las actividades propuestas, pocos estudiantes lograron evidenciar
un avance en cuanto a procesos argumentativos, tal y como lo muestran los datos
anteriores, en tanto que, un número importante de estudiantes se ubicó en un
nivel inferior de argumentación.

En consecuencia, el trabajo que queda planteado es el de diseñar estrategias didácticas


que lleven a los estudiantes a desarrollar mayores niveles de abstracción que les permita
solucionar los problemas éticos y morales desde su propia forma de pensar y respaldados
con teorías de autores y sistemas filosóficos que aporten para tal fin.

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